El Caballo Viejo

2
EL CABALLO VIEJO ¿QUE le pasa, abuelito Sánchez? -preguntó Ricardo Barrera al anciano lechero a quien todos en el barrio llamaban cariñosamente "el abuelito Sánchez". -¿Por qué me preguntas eso, Ricardo? ¿Se me nota triste? -¡Claro que sí! -y bueno..., tendré que cuidarme más para que no se den cuenta todos... -Pero, ¿por qué está triste? ¡Cuéntemel ¿No me ha dicho acaso que soy su amigo? -Sí, Ricardo. Eres mi amigo. Ven, acércate, que te voy a contar lo que me pasa. Resulta que el patrón para quien yo trabajaba repartiendo leche, me ha jubilado, y... -¿Y eso le causa tristeza? ¡Debería estar contento que no tiene que trabajar más! Puede leer todo el día, levantarse tarde por las mañanas, ya no tiene que trabajar y puede hacer lo que quiere. -Es que tú no me has dejado terminar, Ricardo. Con tus diez años tienes demasiado empuje y entusiasmo, y no pude contarte la verdadera razón de mi pesar. Sucede que el patrón al notificarme de la jubilación, no dijo nada de Toby, el caballo que tan fielmente me acompañó durante tantos años de servicio en el vecindario. Le pregunté qué haría con él, y me dijo que lo iba a vender a una fábrica de cola para carpinteros. Por eso estoy tan triste, pues no es justo pagar así los largos años de fiel servicio y duro trabajo del noble caballo. Es cierto que es viejo ya, pero creo que se merece algo mejor que ir a la fábrica de cola. -¿Para qué lo usarán en la fábrica de cola? -Allí compran caballos viejos y los matan. Luego los hierven y sacan productos para fabricar la cola que usan los carpinteros. No sé bien cómo lo hacen pero sí sé que Toby no debe ir a parar al colero de algún carpintero. -¡Claro que no! ¿Qué podernos hacer abuelito Sánchez? ¡Tenemos que salvar a Toby! ¡Tan simpático que es, y pensar que lo van a hervir! -Sí, Ricardo, pero no hay nada que podamos hacer. El patrón está decidido. Ricardo se despidió de su amigo el viejo lechero, y se fue a su casa, muy perturbado por la triste noticia que había recibido. Su mamá notó que estaba preocupado y lo interrogó; pero Ricardo no dijo nada hasta la hora de la comida, cuando preguntó al papá: -Papá, ¿dónde queda la fábrica de cola? -Hay una en el pueblo vecino, hijo. Pero, ¿por qué haces esa pregunta? -Es que el abuelito Sánchez me dijo esta tarde que el patrón lo ha jubilado, y piensa vender a Toby a la fábrica de cola. Allí lo van a hervir, y hacer cola con él. ¿No hay nada que podamos hacer? -Que yo sepa, no. Piensa tú algo y veremos. Me parece que es una paga muy injusta para el pobre caballo. -¿No podríamos comprar nosotros a Toby? Yo pongo todo lo que tengo en la alcancía. Es una buena idea, pero ¿dónde lo guardaremos? Tú bien sabes que en nuestro departamento no hay lugar para un caballo. -Sí..., es cierto..., pero... -Hoy leí en el diario algo sobre una chacra destinada a caballos viejos, que la municipalidad ha comprado en el campo -dijo la mamá que había permanecido en silencio mientras padre e hijo discutían el caso de Toby-. Voy a buscar el periódico a ver si encuentro la noticia esa... Aquí está. Ricardo y el padre leyeron la nota y, muy contentos por el descubrimiento, hicieron planes para la compra de Toby. -¡Yo pongo todos mis ahorros! -anunció Ricardo. -¿y si no te alcanza? -preguntó la mamá. -Eso no es problema -dijo el papá-, yo me encargo de que tenga suficiente para la compra. Ricardo, después de la cena, corrió a la casa del abuelito Sánchez y agitando el diario ante los ojos del anciano, le decía: -¡Lo salvamos! ¡Lo salvamos! ¡Qué suertel -Pero, pero…, No entiendo, Ricardo. -¡Lea, lea abuelito! El abuelito leyó muy atentamente, pero no entendía lo que quería decir Ricardo.

description

Historia

Transcript of El Caballo Viejo

  • EL CABALLO VIEJO QUE le pasa, abuelito Snchez? -pregunt Ricardo Barrera al anciano lechero a quien todos en el barrio llamaban cariosamente "el abuelito Snchez". -Por qu me preguntas eso, Ricardo? Se me nota triste? -Claro que s! -y bueno..., tendr que cuidarme ms para que no se den cuenta todos... -Pero, por qu est triste? Cuntemel No me ha dicho acaso que soy su amigo? -S, Ricardo. Eres mi amigo. Ven, acrcate, que te voy a contar lo que me pasa. Resulta que el patrn para quien yo trabajaba repartiendo leche, me ha jubilado, y... -Y eso le causa tristeza? Debera estar contento que no tiene que trabajar ms! Puede leer todo el da, levantarse tarde por las maanas, ya no tiene que trabajar y puede hacer lo que quiere. -Es que t no me has dejado terminar, Ricardo. Con tus diez aos tienes demasiado empuje y entusiasmo, y no pude contarte la verdadera razn de mi pesar. Sucede que el patrn al notificarme de la jubilacin, no dijo nada de Toby, el caballo que tan fielmente me acompa durante tantos aos de servicio en el vecindario. Le pregunt qu hara con l, y me dijo que lo iba a vender a una fbrica de cola para carpinteros. Por eso estoy tan triste, pues no es justo pagar as los largos aos de fiel servicio y duro trabajo del noble caballo. Es cierto que es viejo ya, pero creo que se merece algo mejor que ir a la fbrica de cola. -Para qu lo usarn en la fbrica de cola? -All compran caballos viejos y los matan. Luego los hierven y sacan productos para fabricar la cola que usan los carpinteros. No s bien cmo lo hacen pero s s que Toby no debe ir a parar al colero de algn carpintero. -Claro que no! Qu podernos hacer abuelito Snchez? Tenemos que salvar a Toby! Tan simptico que es, y pensar que lo van a hervir! -S, Ricardo, pero no hay nada que podamos hacer. El patrn est decidido. Ricardo se despidi de su amigo el viejo lechero, y se fue a su casa, muy perturbado por la triste noticia que haba recibido. Su mam not que estaba preocupado y lo interrog; pero Ricardo no dijo nada hasta la hora de la comida, cuando pregunt al pap: -Pap, dnde queda la fbrica de cola? -Hay una en el pueblo vecino, hijo. Pero, por qu haces esa pregunta? -Es que el abuelito Snchez me dijo esta tarde que el patrn lo ha jubilado, y piensa vender a Toby a la fbrica de cola. All lo van a hervir, y hacer cola con l. No hay nada que podamos hacer? -Que yo sepa, no. Piensa t algo y veremos. Me parece que es una paga muy injusta para el pobre caballo. -No podramos comprar nosotros a Toby? Yo pongo todo lo que tengo en la alcanca. Es una buena idea, pero dnde lo guardaremos? T bien sabes que en nuestro departamento no hay lugar para un caballo. -S..., es cierto..., pero... -Hoy le en el diario algo sobre una chacra destinada a caballos viejos, que la municipalidad ha comprado en el campo -dijo la mam que haba permanecido en silencio mientras padre e hijo discutan el caso de Toby-. Voy a buscar el peridico a ver si encuentro la noticia esa... Aqu est. Ricardo y el padre leyeron la nota y, muy contentos por el descubrimiento, hicieron planes para la compra de Toby. -Yo pongo todos mis ahorros! -anunci Ricardo. -y si no te alcanza? -pregunt la mam. -Eso no es problema -dijo el pap-, yo me encargo de que tenga suficiente para la compra. Ricardo, despus de la cena, corri a la casa del abuelito Snchez y agitando el diario ante los ojos del anciano, le deca: -Lo salvamos! Lo salvamos! Qu suertel -Pero, pero, No entiendo, Ricardo. -Lea, lea abuelito! El abuelito ley muy atentamente, pero no entenda lo que quera decir Ricardo.

  • -Esa chacra est muy bien, pero primero hay que comprar a Toby, y yo no tengo dinero. Maana ir al patrn a ver si me deja pagarlo por mensualidades... -No, abuelito, yo se lo voy a comprar! Pap me dijo, que si no me alcanza el dinero, l nos va a dar lo que falte. Ahora Toby podr ir a esa chacra! Lgrimas de agradecimiento corrieron por las mejillas del anciano mientras abrazaba a Ricardo y le deca: -Jams podr agradecerte lo suficiente. La muerte de Toby en la fbrica de cola me hubiera causado muchsimo dolor. Eres un gran amigo mo, y de Toby. Maana iremos a ver al patrn y se lo compraremos. Cuando Toby est en la chacra, lo iremos a visitar de vez en cuando. Qu te parece? -Muy buena idea, abuelito Snchez. Hasta maana, me voy ahora. -Hasta maana, Ricardo, y muchas gracias.

    EL CABALLO VIEJO