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  • 7/26/2019 El camino del "Milico Chico"

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    A los 6 aos ingres a la red del Sename. A los 8 comenz adrogarse. Desde los 11 acumula 36 causas penales. Y a los 16 fue

    acusado del homicidio de Matas Michea, el estudiante de Teatroque muri en agosto pasado en Plaza Italia. Hoy est a la esperade un examen psiquitrico que definir si es o no responsable desus actos. Sbadoreconstruy la vida del menor R.S., el MilicoChico, el ltimo y ms extremo ejemplo del fracaso del sistema

    de rehabilitacin de nios en Chile.PO R JIMENA TRAVIESO

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    ircoles 6 dea g o s t o d e2014, 1:24 dela madrugada.Jos Co rt s

    (24) y su amigoMatas Michea(19), ambosestudiantes deTeatro de laUniacc, cami-naban por la

    zona de Plaza Italia, tras haber fes-tejado en el barrio Bellavista el xitode su obra teatral The dead show.Cru-zaron la calle Merced hacia VicuaMackenna.

    De pronto tres nias una de ellasembarazada interceptaron a Jos ycomenzaron a bailar alrededor de lpara distraerlo. Un nio de polernazul con rayas blancas pas por de-trs, le meti la mano en el bolsillo yle quit su celular.

    Oye, pendejo, le grit Jos al ver-le la cara a su asaltante y darse cuentade que no tena ms de 16 aos. Lepregunt qu haca a esa hora en lacalle. No, no, si yo no tengo el celu-

    lar, dice Jos que le respondi el jo-ven en tono burlesco. Le dije: dameel celular, recuerda Jos. Despusle tom con fuerza el brazo, paratratar de quitrselo. Me respondi:

    sal de aqu, si yo no tengo tu huede celular.El video de la nica cmara de

    seguridad de la zona capt la ima-gen: cinco individuos atacan simul-tneamente a Jos. Matas Michease mantiene siempre a un costado,alejado de la pelea, intenta llamar aCarabineros.

    A la 1:26 todos salen de la escena.La cmara no deja constancia de loque sucede en solo cinco segundos,en los que alguien le corta el cuello aMatas con un arma blanca y apualados veces en el hombro a Jos. A la1:26 y 40 segundos, Matas vuelve aaparecer. Esta vez corriendo hacia eledificio Alemania, en Merced 32. Allse ve al conserje que intenta auxiliarlo.A la 1:27 minutos y 18 segundos, Ma-tas se desploma en el suelo. A la me-dia hora, en la Posta Central, muri.

    Cuando lleg la familia de Matas,Jos no poda verlos a la cara. S que

    hubieran preferido ver a su hijo vivoy a m muerto. El que tendra que es-tar muerto soy yo. Tendra que haberdejado que se llevaran mi telfono,se lamenta Jos.

    Horas ms tarde, cerca del medio-da, a travs del interrogatorio a inte-grantes de bandas de la zona, la PDIlleg a un nombre: el Milico Chico,el lder de un grupo de adolescentes,que se haba ganado el apodo por suparecido con un conocido lanza delsector: el Milico Grande, su padri-no en el oficio. Su nombre era R.S., elnio de polern azul y rayas blancas.En el domicilio de su abuelo, la PDIhall al joven de 16 aos y en su po-der se encontraba el celular Samsungblanco de Jos Corts.

    Al da siguiente, el tribunal forma-liz a R.S. por el robo seguido del ho-micidio de Matas Michea y ordensu traslado al Centro de InternacinProvisoria de San Joaqun. Ante lascmaras de televisin, R.S. dijo: Yono lo trat de asaltar, yo estaba vola-do en pastillas. El Milico Chico setransform en el ltimo ejemplo delfracaso del sistema de rehabilitacin

    del Sename.Tras seis meses de investigacin, la

    fiscala se convenci de la autora delMilico Chico, pero la semana pa-sada, a pedido de la defensa, el tribu-

    nal ofici al Instituto Psiquitrico Dr.Jos Horwitz para que se le practicarauna pericia que determine su estadode imputabilidad penal. Una periciaparticular presentada por el abogadoRigoberto Valdivia sostiene que R.S.es inimputable, que no entiende lasconsecuencias de sus actos, dado quepresenta sndrome por dficit aten-cional con descontrol de impulsos,retardo mental y poliadiccin. Dedeterminarse su inimputabilidad, eltribunal solo podra ordenar su inter-nacin psiquitrica con el fin de quese lo someta a un tratamiento.

    Para la fiscala es un caso emblem-tico. La fiscal rika Vargas busca queel joven sea condenado y enfrente 10aos de prisin. En ninguna de lascausas anteriores del nio existe un in-forme que determine su inimputabili-dad. Sea que al muchacho lo declarenimputable o inimputable igualmentela causa tiene que resolverse en un

    Enit vullan eummod tat. Xeramcor sim dolum dunt etuerci blaconullandit er ipsum quipisim zzrillaadignim velenisim aliquatio odipea feuguero dunt vulpute faciliquisnostis essed dolor

    Matas Micheatena 19 aos y

    estudiaba Teatroen la Uniacc. Su

    muerte movilizdiversas marchas

    en reclamo dejusticia por su

    muerte.

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    juicio dado que tiene causas vigentes

    y condenas por delitos violentos.9 de febrero de 2015. Audienciaen el 7 Juzgado de Garantas deSantiago. Sala repleta. R.S. se sientaal lado de su abogado defensor. Estun poco ms gordo. Viste un polernazul con rayas tambin azules. Susmanos y pies permanecen inmvilespor un par de esposas. La jueza acuer-da la reformalizacin de R.S. por eldelito de robo con violencia contraJos. En la misma audiencia y por elmismo delito igual se formaliza a lamenor V.B., la nia embarazada quese presume particip del robo a JosCorts. V.B. dio a luz el primero denoviembre de 2014. El padre de suhijo: R.S. l parece no escuchar, solomira a su hija y sonre.

    Veintids das despus de la deten-cin de R.S., a las 10:45 de la maanadel jueves 27 de agosto, su madre, An-

    drea, se encuentra sentada en una in-

    cmoda silla de un pequeo consulto-rio ubicado a unas cuadras de dondeocurri el homicidio. Con dificultady rapidez, con indignacin y pena, lecuenta al psiquiatra Rodrigo Paz lasveces que su hijo fue humillado porsus compaeros e incomprendido porsus profesores. Se la pasaba jugandoen el patio, molestaba a los otros ni-os. Yo siempre lo encontraba en unrincn no sabiendo nada, todo hechopip, a veces con mucho fro.

    De acuerdo con un informe de laOficina de Proteccin de Derechos(OPD) de Pudahuel, fechado el 31de marzo de 2007, R.S. vivi en lacasa de sus abuelos maternos hasta el2009. La casa tena dos dormitorios:uno para los abuelos y el otro lo com-partan R.S., su madre y su hermanamayor. Subsistan con los ingresos dela madre: 200.000 pesos mensuales.

    Los antecedentes del tribunal indi-can que desde muy chico R.S. nunca

    convivi con su padre. A los seis mesesde su nacimiento, Andrea se separde su marido debido a los problemasde l con el alcohol y las drogas.

    Segn los informes, en 2003, con

    6 aos, R.S. fue derivado del colegioEstado de La Florida al Centro Co-munitario de Salud Mental (Cosam)de Pudahuel porque no tena controlde esfnteres y cada vez estaba msagresivo. Los antecedentes indicanque desde los 5 aos, reacciona muymal frente a la frustracin, cuando nopuede hacer algo o cuando alguien ledice algo, se entierra cosas, ya tienetodo el cuerpo con marcas.

    Repiti primero bsico y por malaconducta no lo volvieron a recibir. Sumadre lo matricul en el colegio Ciu-dad Educativa de Pudahuel, al que

    iba en la jornada de la tarde.En 2007, fue derivado desde la

    OPD de Pudahuel al Centro de Re-ferencia de Salud Salvador Allendede la misma comuna. En ese centroambulatorio fue atendido por la psi-quiatra Doris Espinoza. La doctorarecuerda que R.S. tena un trastornoconductual grave y que siempre tuvomala respuesta a los medicamen-tos. Para controlar los problemas deagresividad y trastorno bipolar recibirisperidona, cido valproico y cloza-pina y para el control de esfnteres,

    metilfenidato.La doctora Espinoza dice que erala nica psiquiatra infantil que aten-da ah. Trabajaba media jornada.Y cuando uno le pregunta quin lareemplazaba en el turno de la tarde,dice: nadie. Y si se le pregunta qusuceda con los pacientes cuando ellatena licencia o sala de vacaciones,ella dice: nada. Y si se le pregunta porla cantidad de pacientes que atenda,dice: 500. Y termina diciendo queesto fue as durante cuatro aos.

    Un informe de junio de 2012, rea-lizado por la Organizacin Mundialde la Salud y el Ministerio de Salud,muestra que esta situacin an no havariado. El sistema de salud mentalchileno cuenta con centros comunita-rios, centros de referencia, centros dediagnstico y tratamiento y consulto-rios adosados a hospitales. Casi un ter-cio de las personas que asisten a estoscentros son menores de 20 aos. Sin

    embargo, menos del 4 por ciento es-tn dedicados exclusivamente a ellos.Para los casos de mayor complejidad,Chile solo cuenta con ocho unidadesde psiquiatra exclusivas para meno-

    res en hospitales generales. En ellas,hay 79 camas en total para toda lademanda del pas. En promedio sedesocupa una cama cada 20 das.

    En marzo de 2007, la doctora Es-pinoza deriv a R.S. de urgencia alhospital Roberto del Ro. Una vezlo estaba atendiendo y l fue y abriun auto de los que estaban estaciona-dos afuera. Llamaron a Carabineros.Cuando peor estuvo trat de hospi-talizarlo en el Roberto del Ro, paraque otros doctores tambin opinaran,pero no hubo caso: no haba camas.Segn la doctora, R.S. estaba des-

    compensado y se haba vuelto agre-sivo con su familia. De emergenciatuvo que ser derivado al hospital FlixBulnes. Ah termin siendo atendidopor ella misma.

    De acuerdo con el informe del pri-mer semestre de 2014 del Senda, laedad promedio de inicio de consumode drogas en Chile es de 13 aos. Se-gn su madre, R.S. comenz a consu-mir marihuana y pastillas de clonaze-pam alrededor de los 8 o 9 aos.

    En agosto de 2007, R.S. aban-don sus estudios y empez aandar por las calles y a robar. Sucomportamiento se torn cada vezms violento. Algunas noches novolva a su casa. Como su madretrabajaba jornada completa hastalas 20 horas, el nio pasaba dasenteros sin supervisin y fuera desu hogar con sujetos mayores deedad que lo utilizaban para el mi-crotrfico de drogas y con quienesaprendi a robar.

    Al ao siguiente, el colegio CiudadEducativa le inform a la madre queno recibiran a R.S., porque su perfilno coincida con el requerido por esaescuela: estaba muy violento y anno saba leer ni escribir. Segn susprofesores, necesitaba una educacinespecializada.

    La madre solicit entonces unamedida de proteccin en el Tribunalde Familia de Pudahuel para sacar

    Estaba volado en pastillas, dijo R.S. tras la audiencia de formalizacin(arriba). Abajo, la cmara de seguridad que grab el asesinato de MatasMichea cerca de la Plaza Italia, la madrugada del 6 de agosto de 2014.

    FOTO:HCTORFLORES,

    CHRISTIANZ

    IGA

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    al nio de la calle y que recibiera un

    tratamiento adecuado.

    Segn un informe remitido al tri-

    bunal por la Corporacin Opcin,

    del 29 de septiembre de 2008, al ser

    rechazado por segunda vez en la es-cuela, su autoestima se vio afectada y

    su frustracin creci. Su madre cuen-

    ta que R.S. sola decirle: Soy un nio

    malo, nadie me quiere.

    Su madre acudi a la Oficina de

    Proteccin de Derechos de Pudahuel,

    donde le indicaron un listado de co-

    legios a los cuales podra mandar al

    nio. La madre recurri a la escue-

    la Nazareth, a la escuela especial

    Pudahuel Norte, a Protectora de la

    Infancia y al Internado Fronterizo

    San Gabriel. En las primeras dos lo

    rechazaron por su perfil psicolgi-

    co, las ltimas dos no pudieron sercontactadas ni siquiera por la misma

    OPD. Segn el informe, al parecer

    no tenan telfono.

    Finalmente, el 14 de abril de 2008

    fue aceptado en la escuela San Martn

    de Porres en Cerro Navia en el turno

    de la maana. Un ao ms tarde dos

    sucesos hicieron que fuera expulsa-

    do: amenaz a un compaero con

    un arma blanca y le clav una tijera a

    otro. R.S. fue expulsado.

    En abril de 2008, por orden del

    Tribunal de Familia, continu con el

    tratamiento psiquitrico en el CRSSalvador Allende y se orden una

    evaluacin neurolgica en el hospital

    San Juan de Dios.

    En junio de 2009 fue atendido por

    un neurlogo. En diciembre de ese

    ao le hicieron el escner. En enero

    de 2010 tuvo un turno para que el

    mdico revisara el estudio.

    Si bien las estadsticas del Minsal

    indican que el tiempo de espera pro-

    medio para la primera consulta psi-

    quitrica en centros de salud mental

    ambulatorios es entre 29 y 48 das,

    casi un ao y ocho meses despus de

    la orden del tribunal R.S. an no tena

    ni diagnstico ni tratamiento.

    En marzo de 2010, R.S. ingres a

    la escuela Rayn, de Quinta Normal.

    Un da su hermana lo fue a buscar y

    de regreso a su casa la empuj y tras

    tirarla en la calle, se subi a una micro

    y por un mes no se supo ms de l. En

    mayo su madre lo encontr deambu-

    lando por la Plaza de Armas.

    El tribunal volvi a pedir su interna-

    cin en el hospital Roberto del Ro. El

    centro de salud segua sin tener camasdisponibles para R.S. Fue trasladado

    al Centro de Trnsito y Distribucin

    con Residencia de Pudahuel. Se vol-

    vi a fugar.

    En enero de 2011, otra vez a pe-

    dido de su madre, el tribunal reiter

    la medida de proteccin y se orden

    el ingreso del menor al hogar Juan

    XXIII, ubicado en Buin. Dos meses

    despus volvi a escaparse. Su madre

    lo encontr nuevamente en la Plaza

    de Armas. Estaba sucio, descompen-

    sado y en malas condiciones. Lo llev

    a su casa, lo ba, le dio medicamen-

    tos para tranquilizarlo y lo llev al dasiguiente al juzgado de Pudahuel.

    El informe de diagnstico emitido

    por personal de la Corporacin Op-

    cin, elevado al Tribunal de Familia

    deca:

    Obesidad, socializacin callejera,

    comportamiento agresivo e impulsi-

    vo, retardo mental leve, dficit aten-

    cional, desercin escolar, no sabe leer

    ni escribir, carencia afectiva, sensacin

    de abandono, drogodependencia y al-

    cohol, marihuana, aspiracin de ben-

    cina, hurtos, agresivo con terceros y

    consigo mismo.A mediados de 2011, R.S. ya se

    haba fugado en tres ocasiones del

    hogar Juan XXIII. Los profesionales

    recomendaron que lo internaran en el

    hospital Calvo Mackenna para desin-

    toxicarlo. El hospital no lo recibi.

    Segn la jefa tcnica de rehabili-

    tacin de la Corporacin La Espe-

    ranza, Pamela Souyris, las unidades

    de desintoxicacin en los centros

    ambulatorios nunca estuvieron bien

    articuladas. Hasta el 2011 solo haba

    8 cupos en el hospital Horwitz y los

    cupos en el Calvo Mackenna se cerra-

    ron. Nadie quera infractores de ley en

    sus hospitales. En salud hay una gran

    resistencia para atender adolescentes

    que son infractores de ley, es muy dif-

    cil que les den horas.

    Durante 2012 y 2013 la situacin

    se repiti. En varias oportunidades fue

    detenido por Carabineros por encon-

    trarse durmiendo en la calle. En otras,

    fue su madre quien sali a buscarlo a

    la madrugada junto con su hermana.

    Segn su madre, sola encontrarlo en

    paraderos o debajo de puentes. Sala

    a buscarlo todas las maanas. Cuan-

    do no lo encontraba en la calle, lo veacada 15 das en alguna audiencia a

    la que me citaban. Mi hijo no sabe

    en qu da vive, no sabe su direccin,

    no sabe su RUT. En las audiencias se

    chupaba el dedo.

    Desde el 2008, ao en que fue de-

    tenido por primera vez, R.S. acumula

    35 causas penales: se fue transforman-

    do en el Milico Chico. Algunas eran

    por robo con violencia, otras por hur-

    to, robo con intimidacin, por robo

    con sorpresa o por encontrarse en

    estado de vulneracin y abandono.

    El 25 de abril de 2014 fue encontra-

    do por un carabinero en la Alameda,

    durmiendo con su novia en un para-

    dero del Transantiago a la 1:45 horas.

    El tribunal lo envi al CREAD de Pu-

    dahuel, de administracin directa del

    Sename, para su rehabilitacin. De ah

    al hospital Horwitz. No haba camas.

    Volvi al CREAD. El 7 de mayo se

    escap. Al 15 de julio nadie conoca su

    paradero. El tribunal decidi no aplicar

    una nueva medida de proteccin hasta

    que el menor fuera hallado.

    R.S. llegara ese 6 de agosto a la

    1:26 de la maana, cerca de Plaza Ita-

    lia. Dos testigos presenciales del hecho

    lo ubicaron en la esquina de Merced yVicua Mackenna. Uno de ellos dijo

    haberlo visto correr con un arma,

    darle dos pualadas a Jos Corts y

    luego atacar a Matas Michea. Otro

    testigo indic que R.S. lleg cerca de

    las dos de la maana a su puesto a

    lavarse sus manos que estaban ensan-

    grentadas, luego tom un taxi. Mo-

    mentos despus llegaron tres chicas,

    una de ellas embarazada, que le dijo

    llorando a las otras dos: No saben la

    cag que se mand el Milico Chico:

    el Milico Grande le pas un cuchillo

    y le peg una pualada a un loco que

    no quera entregar el telfono. Pareceque lo mat.

    Jos recuerda a su amigo.Matas

    era muy alegre, siempre haca rer a la

    gente. No puede ser que le hayan qui-

    tado la vida por un celular. Solo quiero

    que si realmente fue el Milico Chi-

    co quien lo mat, vaya preso y ojal

    que cuando salga, no salga a matar.

    Es cierto que el sistema no funciona,

    es un crculo hasta que alguien haga

    un cambio. Pero si no hay un cambio

    luego, no s adnde vamos a llegar.

    Al ser contactados, los padres de

    Matas Michea prefirieron no hablardel caso. An intentan superar la pr-

    dida de su hijo.

    Tras enterarse de la detencin el 7

    de agosto, Andrea, la madre de R.S.

    dej la siguiente constancia en el tri-

    bunal de su puo y letra:

    Dejo conocimiento: la situa-

    cin actual de mi hijo R.S., el da

    de ayer fue detenido por asesinato

    en el barrio Bellavista. Lo cual pido

    al tribunal recordar todas las me-

    didas de proteccin que establec

    a lo largo de varios aos. Informes

    mdicos, sociales, psicolgicos, y

    hospitalizaciones que NO se lleva-

    ron a cabo .

    Sala a buscarlotodas las

    maanas. Cuandono lo encontrabaen la calle, lo veacada 15 das en

    alguna audiencia

    a la que mecitaban

    Jimena Travieso, autora de este

    artculo, es estudiante del Magster de

    Periodismo Escrito impartido por la

    Facultad de Comunicaciones UC y

    El Mercurio.

    dice su madre

    16-19 Milico indd 19 12-02-201