El Campus Juriquilla: un polo de desarrollo para el Centro...

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INB

Germán Buitrón Méndez, Iván Moreno Andrade y Alejandro Vargas Casillas [email protected]

Investigadores de la Unidad Académica Juriquilla del Instituto de Ingeniería de la UNAM. Germán es el coordinador y su principal línea de investigación es el tratamiento biológico de aguas residuales. La línea de investigación de Iván es la microbiología ambiental aplicada al tratamiento de residuos y la de Alejandro es el modelado matemático y el control de bioprocesos de tratamiento de aguas.

UAJ-II

Y usted... ¿qué opina?

Juan Villagrán Ló[email protected]

Artista Visual y Gestor Cultural. Jefe de la Unidad de Vinculación, Difusión y Divulgación Universitaria de la UNAM Campus Juriquilla.

Remy Avila [email protected]

Doctor en Física, egresado de la UNAM. Investigador Titular B con adscripción temporal en el CFATA. Además de su compromiso con la docencia y la formación de estudiantes; el interés académico del Dr. Avila se centra en la óptica y coordina dos líneas de investigación: desarrollo y aplicación de pinzas ópticas, y desarrollo de métodos e instrumentos para medir la turbulencia óptica atmosférica.

Clemens Bauer, José Luis Díaz y Fernando [email protected]

Investigadores del Instituto de Neurobiología. Clemens Bauer es candidato a Doctor en Ciencias Biomédicas por la UNAM. José Luis Díaz es Médico Cirujano por la UNAM e investigador de tiempo completo. Fernando Barrios es investigador de tiempo completo en Imagen Funcional Cerebral por Resonancia Magnética.

Juan Martín Gómez González, Gerardo Carrasco Núñez y Lucía Capra [email protected]

Investigadores del Centro de Geociencias de la UNAM. Juan Martín es sismólogo y encargado de difusión y divulgación. Gerardo es el Director y Lucía Secretaría Académica, ambos son vulcanólogos, el primero estudia la estructura y evolución de volcanes. Lucía se aboca a la geología y sedimentología volcánica, así como peligros volcánicos.

CGEO

Manuel Miranda [email protected]

Profesor de tiempo completo de la Facultad de Ciencias, Doctorado en Biología por la Universidad Nacional Autónoma de México, realizó su estancia Posdoctoral en el National Science Foundation Center for Biological Timing, University of Virginia. Se dedica al estudio de la neurobiología de los ritmos circadianos.

UMDI FC-J

Fe de erratasGaceta 19, Pág. 13. El pie de la figura 1 es incorrecto en la versión escrita, la versión electrónica contiene el texto correcto.

Índice de autores

No. 20 Abril - Junio 2012

Contenido

CONSEJO DE DIRECCIÓNDr. Gerardo Carrasco Núñez

Dr. Raúl Gerardo Paredes GuerreroDr. Ramiro Pérez Campos

Dr. German Buitrón MéndezDr. Juan B. Morales-Malacara

Dr. Saúl Santillán Gutiérrez

COORDINADOR DE SERVICIOSADMINISTRATIVOS

Alejandro Mondragón Téllez

JEFE UNIDAD DE VINCULACIÓNJuan Villagrán López

CONSEJO EDITORIALCarlos M. Valverde RodríguezJuan Martín Gómez GonzálezRosa Elena López EscaleraAlejandro Vargas CasillasEnrique A. Cantoral Uriza

Juan Villagrán López

DISEÑO Y FORMACIÓNI.S.C. Oscar L. Ruiz Hernández

GACETA UNAM, CAMPUS JURIQUILLA Publicación trimestral editada

por la Unidad de Vinculación, Difusióny Divulgación Universitaria.

Boulevard Juriquilla No. 3001,Juriquilla, Qro.

MÉXICO, C.P. 76230

Certificado de reserva de derechos aluso exclusivo de titulo

Nº 04-2008-110313561400-109.Impresión: Hear Industria Gráfica, Calle 1 No. 101, Zona Industrial Benito Juárez.

C.P. 76120.Tiraje: 2000 ejemplares

TELÉFONOS VINCULACIÓN(442) 192 6131, 32 y 35

CORREO ELECTRÓ[email protected]

RECTORDr. José Narro Robles

SECRETARIO GENERALDr. Eduardo Bárzana García

SECRETARIO ADMINISTRATIVOLic. Enrique del Val Blanco

ABOGADO GENERALLic. Luis Raúl González Pérez

COORDINADOR DE LAINVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

Dr. Carlos Arámburo de la Hoz

UNAM

Campus Juriquilla

6pag.

El CGEO: afanes y logros de una década.

CFATA

8pag.

Ojos que no ven, ¡cerebro que sí siente!

12pag.

La obesidad y el reloj biológico

14pag.

Cinco años de biotecnología ambiental

CGEO - Centro de Geociencias

INB - Instituto de Neurobiología

UMDI FC-J - Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación de la Facultad de Ciencias

UAJ-II - Unidad Académica Juriquilla del Instituto de Ingeniería

4pag.

Pinzas ópticas: la magia de atrapar materia con luzCFATA - Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada

Miranda
Resaltado
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EDITORIAL

3www.campusjuriquilla.unam.mx

EDITORIAL

Consejo Editorial

El Campus Juriquilla: un polo de desarrollo para el Centro de México

Los aniversarios son un momento no sólo para celebrar fechas, sino también para hacer recuentos de la historia de las perso-nas, de las instituciones, de sus logros y de sus retos. Este 2012 el Instituto de Neuro-biología (INB), el Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (CFATA) y el Centro de Geociencias (CGEO) cumplen 10 años de haberse convertido en instituto y cen-tros de investigación, respectivamente. Ello con el objetivo de constituir un polo de desarrollo en el centro de México, mien-tras que la Unidad Académica Juriquilla del Instituto de Ingeniería (UAJ-II) cumple 5 años de sumarse a este proyecto. Por otra parte el Centro Académico Cultural celebró su primer lustro el año pasado.

Este polo de desarrollo está constituido por varios grupos multidisciplinarios que abor-dan temas estratégicos enfocados a dar respuesta a las necesidades actuales del país. La propuesta original, aprobada en 1993 por el Consejo Universitario, fue con-cebida como un conjunto de dependencias que conformarían uno de los proyectos más ambiciosos de la UNAM, buscando consolidar la descentralización de la inves-tigación.

El Instituto de Neurobiología es heredero de la Escuela Mexicana de Investigación sobre Neurobiología Integrativa, que surgió en la década de 1940. A pesar de una larga tradición mexicana en el estudio de

las neurociencias no existía una depen-dencia universitaria dedicada enteramente a la investigación sobre el Sistema Nervio-so y sus funciones. Por ello, la UNAM de-cidió crear una institución que reconociera el arraigo de esta disciplina en el país y que impulsara la formación de recursos humanos en dicha área. Hoy día, es el referente más importante en América La-tina en el estudio de las neurociencias, reconocimiento que le permitirá celebrar con orgullo sus primeros 10 años como Instituto.

Por su parte, el CFATA se posicionó desde su cración como una dependencia con gran productividad en las labores sus-tantivas de la Universidad, al desarrollar investigación científica básica y aplicada de alto nivel en el área de las aplicacio-nes tecnológicas, formar científicos y tec-nólogos en los niveles de licenciatura y posgrado, además de producir desarrollos tecnológicos originales y de utilidad, algu-nos ya transferidos al sector productivo del país.

Durante sus primeros 10 años el CGEO ha realizado múltiples estudios locales, nacionales e internacionales sobre dife-rentes aspectos de Ciencias de la Tierra, en los que ha coadyuvado a un mejor co-nocimiento del territorio nacional, al apro-vechamiento de sus recursos naturales y a la protección del medio ambiente. Ello

ha sido acompañado de una alta producción científica, formación de recursos humanos de calidad, una importante actividad editorial, gran vinculación social y un intenso progra-ma de difusión y divulgación de la ciencia.

En la UAJ-II el Laboratorio de Investigación en Procesos Avanzados de Tratamiento de Aguas (LIPATA) se dedica a estudiar, con-cebir y desarrollar procesos eficaces para el tratamiento de aguas con un enfoque multidisciplinario: la ingeniería de procesos, la teoría de sistemas y la microbiología de biosistemas. A lo largo de estos 5 años el grupo de investigación que lo conforma se ha consolidado, con una alta producción cientifica, participando en varios proyectos nacionales e internacionales, formando re-cursos humanos de posgrado y licenciatura, y difundiendo entre la sociedad el conoci-miento generado.

La semana del 21 al 25 de mayo de 2012 se realizarán jornadas académicas científi-cas para celebrar estos aniversarios. Las ac-tividades incluyen conferencias magistrales, talleres, mesas redondas, eventos culturales y días de puertas abiertas.

Esta Gaceta, como traducción suscinta y sencilla de la labor que se realiza en cada centro, invita a unirnos a las múltiples activi-dades en el Campus Juriquilla para celebrar un momento muy especial de una parte de la UNAM.

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No. 20 Abril - Junio 20124

Pinzas ópticas: la magia de atrapar materia con luz

Remy Avila Foucat

“Atrapa esa célula con el láser. Eso es, ¡bien! arrástrala lejos de las demás y yo disminuiré la potencia del láser para no dañarla. ¡Excelente! Ahora atrapemos con otros haces de luz dos esferitas de vidrio y midamos la fuerza que la célula logra ejer-cer sobre las esferas sin romperse…”.

Este fragmento no se extrajo de una novela de ciencia ficción. En realidad es el diálogo típico en algún laboratorio entre un investi-gador y un estudiante, concentrados en un experimento para estudiar las característi-cas mecánicas de células vivas usando una pinza óptica: luz láser que al ser enfoca-da a través de un objetivo de microscopio atrapa partículas transparentes, miles de veces más pequeñas que un milímetro.

¿Cómo es posible sujetar materia con luz? Aunque no lo percibamos, la luz tiene ím-petu. Por ejemplo, los corpúsculos de luz, llamados fotones, nos dan ligeros empu-

joncitos cuando estamos expuestos al sol. Esto es responsable de la presión de ra-diación, deducida teóricamente por James Clerk Maxwell en 1871 y demostrada ex-perimentalmente por Peter Lebedev en 1900. Si la luz tiene ímpetu, entonces para desviar un haz de fotones es nece-sario ejercer sobre estos una fuerza. Por la tercera ley de Newton, el material que desvía los fotones registra o “siente” una fuerza de reacción en sentido opuesto a la ejercida sobre los fotones. Por ejem-plo, una lente o un espejo sienten una fuerza al desviar la luz. De esta manera, cuando un rayo láser es enfocado sobre la superficie de una esfera micrométrica de vidrio, esta hace las veces de una lente que siente la reacción de los fotones des-viados. La fuerza neta sobre la esfera está dirigida hacia la zona de enfoque del láser. Allí queda atrapada la esfera por fuerzas pequeñas pero suficientes para manipu-larla.

La demostración de la fuerza de atrapamien-to sobre partículas micrométricas fue publi-cada en 1970 por Arthur Ashkin, un físico que trabajaba en los laboratorios Bell. Años después, en 1986, el mismo Ashkin y sus colaboradores reportaron la primera obser-vación de las pinzas ópticas. Uno de los au-

Una partícula transpa-rente siente una fuerza neta hacia la zona de en-foque del láser

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5www.fata.unam.mx

tores de aquel trabajo original, Steven Chu, continuó utilizando pinzas ópticas en sus investigaciones sobre el enfriamiento de átomos neutros, cuyo tamaño es del orden de 10 millones de veces más pequeño que un milímetro. Estas investigaciones le va-lieron el premio Nobel de Física en 1997, compartido por Claude Cohen-Tannoudji y William D. Phillips.

A finales de los años 80, Arthur Ashkin y Joseph Dziedzic aplicaron esta tecnolo-gía a las ciencias biológicas. Sus primeros experimentos consistieron en atrapar virus del mosaico del tabaco y bacterias Esche-richia coli. En los noventa, varios grupos de investigación usaron pinzas ópticas para caracterizar motores biológicos a escala molecular, responsables de movimientos al interior de las células. Iluminar células con luz láser debe hacerse con cuidado si uno no quiere provocarles daño. La inten-sidad y el color de la luz que se les aplica son determinantes. La luz infrarroja (1064 nanómetros de longitud de onda) es una buena elección porque el agua contenida en las células absorbe poca energía en ese color. Si aplicáramos luz visible o ultraviole-ta, la fuerza de atrapamiento sería mayor, pero dañaría a la célula por sobrecalenta-miento. Se quiere manipular y estudiar el comportamiento de las células vivas. Por ejemplo, una de las aplicaciones que se han estudiado es la manipulación de es-permatozoides para fertilización in vitro. Un método alternativo al atrapamiento directo de las células consiste en “pegar” una es-fera de vidrio o poliestireno a la célula y manipular la esfera. El pegamento consiste en un recubrimiento de ciertas proteínas que envuelven a la esfera y son afines a la membrana de la célula en cuestión. Así, varios grupos de investigación han estudia-do propiedades elásticas del ADN pegando una esfera a cada extremo de la molécula, separando las esferas con pinzas ópticas y midiendo la fuerza con la que el ADN resiste al estiramiento.

Nótese que en el experimento de estira-miento del ADN se necesitan dos esfe-

ras de vidrio sujetadas cada una con un haz láser. En realidad se utiliza una única fuente de luz láser que se divide en el número de haces necesarios. La subdivi-sión puede ser temporal o espacial. Vale la pena explicarlo: se puede poner en el camino del láser un espejo vibrante que dirija el haz alternativamente y muy rápi-do a las posiciones deseadas, como los láseres de las discotecas que se mueven azarosamente de un lado a otro. En este caso, el haz completo reparte su tiempo en varias posiciones y entonces se dice que la división es temporal. Otra manera es poner en el camino del láser un espe-jo cuya superficie es controlada con una computadora, de tal manera que la luz reflejada se concentre en varios puntos al mismo tiempo. El número de puntos de enfoque y sus posiciones son elegidos y controlados con mucha precisión por el usuario. En este caso, la división del haz láser es espacial y la técnica se basa en la de la holografía. Por esta razón, a este método se le denomina pinzas ópticas ho-lográficas.

En el laboratorio de nanobio-óptica del CFATA se desarrolla un equipo de pinzas ópticas. El grupo está compuesto por los Doctores Remy Avila, Roger Chiu (Univer-

sidad de Guadalajara), Víctor Castaño, Luz María López Marín, y los estudiantes de la Licenciatura en Tecnología Arturo Gonzá-lez y Rodrigo González. En corto tiempo se han realizado experimentos de atrapamiento sobre esferas de sílice de 2 milésimas de milímetro de diámetro y sobre células vivas de riñón de embrión humano cultivadas en laboratorio para fines de investigación. En breve contaremos con un módulo de medi-ción de fuerzas que permitirá llevar a cabo investigaciones de primera línea. En colabo-ración con la Dra. Elisa Tamaris (Universidad Veracruzana), se pretende estudiar las fuer-zas que intervienen en la movilidad de las neuronas. Conocer los factores físicos que intervienen en la migración y crecimiento de las neuronas puede desembocar, por ejem-plo, en el mejoramiento o creación de tera-pias que ayuden a la regeneración neuronal posterior a un trauma. En una segunda etapa, se añadirán al instrumento los ele-mentos necesarios para obtener un equipo de pinzas ópticas holográficas, y así contar con varias zonas de atrapamiento controla-das en tiempo real.

El desarrollo y aplicación de pinzas ópticas en el CFATA es un claro reflejo de su vo-cación de investigación: en este proyecto confluyen el trabajo y la creatividad de físi-cos, biólogos, químicos y estudiantes cuya formación se gesta en un ambiente fértil de colaboración multidisciplinaria.

Pinzas ópticas en el CFATA

Célula sujetada por un haz láser.

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No. 20 Abril - Junio 20126

El CGEO: afanes y logros de una década

Juan Martín Gómez González, Gerardo Carrasco Núñez y Lucía Capra Pedol

Este 2012 el Centro de Geociencias (CGEO) cumple sus primeros 10 años de fomentar la creación de grupos multidisciplinarios que abordan problemas estratégicos para dar respuesta a las necesidades actuales que vive el país. En 1993 el Consejo Uni-versitario aprobó la creación de un con-junto de dependencias que conformarían el campus Juriquilla, entre ellas la Unidad de Investigación en Ciencias de la Tierra (UNICIT), hoy CGEO. El proyecto definitivo fue autorizado en 1997, y consideraba la inclusión de académicos de los Institutos de Geología y Geofísica.

El campus Juriquilla es una consecuencia de la filosofía adoptada por la UNAM en la década de los setenta, durante el rectorado del Dr. Guillermo Soberón Acevedo, quien impulsó y promovió decididamente la des-centralización de la ciencia y la tecnología en el país. El inicio de operaciones en el campus se dio en 1993 con el estable-

cimiento del Centro de Neurobiología, y cuatro años después se le unieron la UNI-CIT y el Departamento de Física Aplicada y Tecnología Avanzada, que en 2002 ac-cedieron al estatus de Instituto y Centros de investigación, respectivamente.

El CGEO tiene una organización horizontal y consta de 3 áreas: Geología, Geofísica y Geoquímica. En él colaboran geólogos, geofísicos, físicos, biólogos, químicos e ingenieros. Entre las líneas de investiga-ción que se trabajan están los procesos geodinámicos de la litósfera; la estructura y deformación de la corteza terrestre; la estratigrafía y evolución de las provincias geológicas de México; la evolución de centros volcánicos; los procesos magmá-ticos y metamórficos y su relación con la tectónica de placas; los geosistemas am-bientales; el análisis y evaluación de peli-gros naturales; las variaciones del campo geomagnético; los procesos internos y ex-

ternos de la Tierra, así como las relaciones Sol-Tierra; los recursos energéticos y mine-rales; y el análisis y modelado de sistemas complejos y procesos no lineales.

Se busca mantener un balance entre la in-vestigación básica sobre diferentes aspectos del territorio nacional y los estudios orien-tados a la solución de las necesidades del país. Destacan entre sus contribuciones más importantes los estudios sobre la evo-lución geológica y tectónica de diferentes provincias fisiográficas de México; el estudio integral de cuencas hidrológicas; los fractu-ramientos y hundimientos en áreas urbanas; el modelado numérico de procesos geodiná-micos; el modelado de procesos multiesca-lares de deformación cortical; la instalación de redes regionales sísmicas temporales y permanentes; el análisis de sistemas com-plejos; el fechamiento de cristales por el mé-todo de U-Pb; la geoquímica ambiental y los problemas de contaminación de agua y sue-

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7www.geociencias.unam.mx

los; la investigación sobre paleoambientes, paleomagnetismo y su relación con la tec-tónica; la evaluación de peligros sísmicos y volcánicos; así como la exploración de recursos hidrológicos, mineros, petolíferos y geotérmicos. Además, el CGEO cuenta con excelente infraestructura, con equipa-mientos de primer nivel que lo ponen a la vanguardia en varias capacidades analíti-cas. Actualmente cuenta con un total de 17 laboratorios y 4 talleres de servicio.

En 10 años la población del CGEO ha pa-sado de 28 a 38 investigadores y de 11 a 17 técnicos académicos. Actualmente el 80% de los investigadores y el 60 % de los técnicos académicos son definitivos. La población de investigadores titulares “C” (el nivel más alto en la UNAM) pasó de 2 a 8. Cerca del 80 % de los académicos al-canzó los niveles “C” y “D” del PRIDE (el programa de estímulos a la productividad académica de la UNAM), cuando en un principio el 75 % de ellos tenía los niveles “B” y “C”. Además, el 84 % de los investi-gadores pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), 5 ostentan el nivel III (lo que representa el 12 % de los investiga-dores del estado de Querétaro), 14 el nivel II (equivalente al 21 % de los investigadores de la entidad); mientras que 12 se encuen-tran en el nivel I. Hace 10 años ningún in-vestigador tenía el nivel III, 15 estaban en el nivel I, 7 en el nivel II y 6 eran candidatos.

La producción científica está respalda-da por 557 artículos científicos, 429 de ellos publicados en revistas incluidas en el Science Citation Index, mientras que 128 se publicaron en revistas del padrón de excelencia de Conacyt y en capítulos de libros.

El CGEO tiene una estrecha vinculación con organismos públicos y privados, en particular con instituciones de Querétaro y de los estados vecinos, lo que le ha valido ser ya un referente en diferentes tipos de investigaciones, algunas de ellas con im-portantes repercusiones directas para la sociedad. Tal es el caso de la colaboración

con varias Unidades de Protección Civil estatales, como las de Querétaro y San Luis Potosí. También mantiene una amplia red de colaboraciones nacionales e inter-nacionales y es visitado con regularidad por investigadores, posdoctorantes y es-tudiantes de Latinoamérica, América del Norte y Europa. Su liderazgo en Ciencias de la Tierra es reconocido en los niveles nacional e internacional.

En cuanto a la formación de recursos hu-manos, el CGEO participa en el Posgra-do en Ciencias de la Tierra de la UNAM, impartiendo cursos y dirigiendo tesis de maestría y doctorado. Además, a partir de 2011, y en colaboración con la Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investiga-ción de la Facultad de Ciencias, el espectro educativo se amplió con la incorporación de la Licenciatura en Ciencias de la Tierra. El CGEO es ya un importante polo de formación de recursos humanos a nivel nacional, atrayendo estudiantes de más de 25 instituciones de educación superior de 14 diferentes entidades de la Repúbli-ca (Michoacán, Veracruz, Guerrero, Pue-bla, Estado de México, Colima, Sonora, Sinaloa, Aguascalientes, Tamaulipas, San Luis Potosí, Nuevo León, D.F., Querétaro) y de 6 países (Colombia, Italia, España, Panamá, Uruguay, Nicaragua). El número de estudiantes ha crecido en todos los niveles, especialmente en el posgrado, pasando de 23 a 63 residentes. Se han graduado un total de 170 estudiantes, 69 de licenciatura, 63 de maestría y 38 de doctorado.

Por otro lado, el CGEO tiene un impor-tante programa de difusión y divulgación de la ciencia. Entre los materiales didác-ticos que más difusión han tenido, está la serie de libros de divulgación Experi-mentos simples para entender una Tierra complicada, dirigida a niños y jóvenes. De manera paralela se llevan a cabo talleres para maestros y estudiantes de educa-ción básica y media básica en diferen-tes estados de la República, quienes a su vez instruyen a otros profesores para

llegar a una población mayor, constituyen-do la denominada “Cadena por la Ciencia”. Adicionalmente, el CGEO promueve diver-sos programas de estancias desde el nivel medio superior hasta el posgrado, como; el Taller de Ciencias para Jóvenes en el que se busca introducir a estudiantes de bachi-llerato de toda la República al mundo de la ciencia. Se cuenta también con un programa de charlas de divulgación y la Semana de la Tierra, además de visitas guiadas que a la fecha suman 2,700 visitantes. También se han impartido alrededor de 300 seminarios institucionales.

El CGEO dispone de una unidad editorial muy activa, en donde se lleva a cabo la edición de la Revista Mexicana de Ciencias Geológi-cas, que es la revista científica indizada de mayor impacto en las Ciencias de la Tierra en Latinoamérica. Su biblioteca, integrada al campus, tiene un acervo de más de 2,887 libros, suscripción a 23 revistas impresas, y acceso en línea a la gran mayoría de las revistas del área de geociencias.

En general, en 10 años el Centro de Geocien-cias ha coadyuvado a un mejor conocimien-to del territorio nacional, al aprovechamiento de sus recursos naturales y a la protección del medio ambiente. Gracias al esfuerzo de todos sus investigadores, técnicos académi-cos, personal administrativo y estudiantes, el CGEO ha contribuido a fortalecer el carácter nacional y las actividades de la UNAM en la región del Bajío.

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No. 20 Abril - Junio 20128

Ojos que no ven, ¡cerebro que sí siente!

Clemens Bauer, José Luis Díaz y Fernando Barrios

En la búsqueda de métodos alternativos para el tratamiento de padecimientos que pueden tener consecuencias devastadoras en el organismo humano, como disminu-ción del apetito, sueño alterado y en ge-neral una mengua en la calidad de vida, investigadores del Instituto de Neurobiogía (INB), descubrieron que los estados men-tales de una persona, en especial el de la atención dirigida y sostenida, son sufi-cientes para provocar sensaciones cutá-neas sin una estimulación externa. Estos hallazgos abren la puerta a la posibilidad de controlar mentalmente la percepción de la calidad y cantidad de sensaciones y estí-mulos corporales, así como la posible mo-dulación voluntaria de las causas directas de padecimientos clínicos y mentales tan diversos como la hipertensión arterial, la ansiedad y la depresión, el dolor de “miem-bro fantasma” después de una amputación o el dolor crónico.

Hacia 1930, utilizando técnicas electrofi-siológicas, Wilder Penfield y sus colegas del Instituto Neurológico de Montreal, en Canadá, elaboraron los primeros mapas corticales de representación del cuerpo humano. Ahora, empleando resonancia magnética funcional, los doctores Fernan-do Barrios y José Luis Díaz, junto con el estudiante de doctorado en Ciencias Bio-médicas Clemens Bauer, obtuvieron re-sultados preliminares que muestran que es posible generar actividad neuronal en zonas estrictamente sensoriales (corte-za somatosensorial) mediante el control voluntario de la atención y en ausencia de estimulación externa. Está ampliamen-te demostrado que la estimulación física externa como palpación, cepillado, vibra-ciones, provoca actividad neuronal en la región sensorial de la corteza cerebral. Este hecho se ha explicado siguiendo el recorrido de estímulos periféricos que viajan hacia la corteza por la vía poste-

rolateral, es decir, una vía de abajo-arriba (bottom-up, en inglés), a la que subsecuen-temente se le agrega una red neuronal de la atención a eventos externos, que casi siem-pre es de tipo inconsciente.

Para llevar a cabo su estudio, los investi-gadores del INB partieron de una hipótesis diferente, plantearon que la activación de la corteza sensorial requiere la participación de un sistema ejecutivo de la atención. Este sistema comprende al cíngulo anterior y la corteza frontal, que se activan para llevar a cabo tareas de control de la atención, de pensamientos y sentimientos. Dicho de otra manera, la hipótesis de los neurocientíficos propone que la activación de la corteza sen-sorial implica una red neuronal inducida o iniciada desde niveles cognitivos superiores (top-down, en inglés) que pueden producir efectos a niveles periféricos y así alterar el efecto que éstos tienen sobre el organismo. En este contexto teórico, decidieron analizar

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Figura 1. Áreas activadas en el cerebro durante la atención controlada hacia distintas partes del cuerpo en ausencia de estimulación externa que se sobreponen con las áreas de activación estrictamente sensorial.

9www.inb.unam.mx

la posible activación neuronal de la corteza somatosensorial correspondiente al foco de la atención dirigida en ausencia de esti-mulación externa. Estudiaron a 34 sujetos que fueron instruidos a dirigir y sostener la atención sobre partes específicas del cuer-po, en particular sobre zonas ampliamen-te representadas en el cerebro como los dedos de la mano, los labios o la lengua, y en ausencia de cualquier estimulación ex-terna. Se les pidió mantener este estado de concentración durante algunos minutos. Los resultados preliminares revelaron que sí es posible generar actividad en zonas sensoriales en ausencia de un estímulo, como se muestra en la Figura 1, donde se observan áreas de la corteza cerebral (en color), que presentan un cambio en el nivel de oxigenación de la sangre, mismo que es índice indirecto de la actividad neuronal. Las zonas que se distinguen son áreas de asociación en el lóbulo parietal, áreas eje-

cutivas en el lóbulo frontal, el cíngulo y la ínsula, que son indicativos de activida-des de interocepción, y por último áreas de la corteza somatosensorial primaria y secundaria. Estos resultados son alenta-dores ya que corroboran la hipótesis de la generación de actividad neuronal por vías top-down.

En una segunda etapa, los investigadores quieren analizar la capacidad de modular

esta actividad mediante un entrenamiento de la atención utilizando técnicas de meditación y control mental. El objetivo es pedir a los sujetos de estudio que focalicen y manten-gan mejor la concentración para entonces iniciar pruebas neuropsicológicas y clínicas que permitan observar los efectos sobre las distintas patologías que pudieran beneficiar-se de este tipo de control mental.

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No. 20 Abril - Junio 201212

La obesidad y el reloj biológico

En nuestro país, la obesidad es un pro-blema de salud pública que ha alcanzado proporciones alarmantes en los últimos 10 años. Se estima que actualmente más del 70% de los adultos presentan sobrepeso. La obesidad da lugar a una gran varie-dad de enfermedades que son causa de muerte en México, tales como infartos del corazón, diabetes tipo 2 e incluso algunos tipos de cáncer. Aunque el sobrepeso y la obesidad pueden tener un origen genético, la mayoría de los casos obedecen a dos causas principales: la falta de ejercicio y las dietas ricas en grasas y carbohidratos. Consumir comida rica en energía, cuando somos cada vez más sedentarios, tiene como consecuencia la acumulación de grasa. Además, recientemente se ha añadi-do a la lista de hábitos una tercera causa, que tiene que ver con los horarios en que se consumen los alimentos.

Los seres vivos organizamos la mayoría de

nuestras funciones alrededor del ciclo del día y de la noche y para ello contamos con un mecanismo que, a manera de un “reloj”, mide o calcula el paso del tiempo. Así, este “reloj” ayuda a adaptar y coordi-nar de forma más eficiente las funciones del organismo con su medio ambiente. Es natural que las horas en que consu-mamos alimentos ricos en energía sean cercanas a la parte del día en que vamos a requerirla. Nuestro metabolismo es más eficiente en los periodos en los que co-memos. Es importante recordar que el metabolismo tiene que ver con el manejo de la energía química en el organismo, y que el proceso comprende dos fases fundamentales; el anabolismo que abar-ca los mecanismos de reconstrucción y crecimiento, es decir, el uso de energía para sintetizar las moléculas necesarias para mantener los procesos de la vida, y el catabolismo, el cual consiste en el uso de moléculas energéticas para mantener

la función de los órganos y tejidos. Al pare-cer, gran parte de las funciones anabólicas ocurren durante la noche, mientras que las catabólicas ocurren con mayor intensidad durante el día, sobre todo aquellas que tie-nen que ver con la actividad física al estar despierto y activo. Es decir, estas dos fases varían entre el día y la noche, cuando hay actividad o reposo.

¿Ahora bien, qué participación tiene el reloj biológico en todo esto?

La vida en nuestro planeta ha evolucionado íntimamente asociada a la sucesión diaria del día y la noche y, consecuentemente, algunas especies se han adaptado para ser activas en uno u otro de esos periodos. Esta capa-cidad de tener ciclos de actividad y reposo, ocurre aún si nos encontramos en ambien-tes aislados, donde no cambie la luz ni la temperatura; es decir, presentan un ritmo sin necesidad de ver qué hora es y el ciclo

Manuel Miranda Anaya

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se repite aproximadamente cada 24 horas. Por eso se dice que tenemos un reloj bioló-gico que marca la duración aproximada de un día; o de otra manera, tenemos un reloj circadiano (circa=cercano a, diano=día). Nuestro reloj circadiano ajusta las distin-tas funciones del organismo al momento en que resultan más útiles. De esta forma existe un “horario interno” en que nuestras funciones biológicas son más eficientes. En los mamíferos, el reloj circadiano es un conjunto de neuronas empaquetadas (nú-cleo) en la base del cerebro, justo por enci-ma (supra) de donde se cruzan los nervios ópticos (quiasma óptico), por lo que recibe el nombre de núcleo supra-quiasmático y es del tamaño de la cabeza de un alfiler.

Se sabe que el reloj circadiano ajusta dia-riamente el “horario interno” mediante las señales de luz que ocurren entre el ama-necer y el atardecer. Por ejemplo, cuando recibimos luz durante la madrugada, ade-lantamos el horario: en cambio, cuando recibimos luz después del atardecer, lo retrasamos. Es por este mecanismo que diariamente ajustamos nuestro día interno al día externo. Una señal muy importan-te también es la presencia del alimento, la cual suele estar presente durante nuestra fase activa. Al modificar estas señales de manera artificial, adoptando hábitos irregu-lares de sueño y comer en horas en las

que normalmente se duerme, se provo-can desajustes en el reloj biológico.

Estudios recientes tanto en animales de laboratorio como en humanos indican que la obesidad puede afectar esta capacidad de ajustar nuestro reloj circadiano a los cambios naturales. Este desajuste acarrea la desorganización paulatina de las fun-ciones internas del organismo. Por otra parte, desajustes en el reloj circadiano en sí mismo pueden dar lugar a la obesidad, por lo que malos hábitos de dormir poco y cenar comidas muy pesadas, o levantar-se a comer de noche, dan señales equi-vocadas a nuestro reloj biológico y éste puede ser menos eficiente en la coordina-ción de diversas funciones corporales. En síntesis, la obesidad afecta las funciones del reloj biológico y viceversa: los hábitos que afectan las funciones de éste pueden ser causa de obesidad.

Todo lo anterior muestra que el sedenta-rismo aunado a la falta de control en el contenido energético de los alimentos (ca-lidad nutricional), y la irregularidad en los horarios de alimentación y de los ciclos de actividad y reposo, obstaculizan y hacen deficiente el equilibrio metabólico del or-ganismo. De hecho, la balanza se inclina hacia la acumulación del exceso de ener-gía en forma de grasa. Esto lleva a recor-

dar ese viejo proverbio: dormir bien, comer en horarios adecuados y mantenerse activo durante el día son conductas fundamentales para no desarrollar obesidad y reducir los riesgos que esta conlleva.

Para entender mejor este problema, se lle-van a cabo alrededor del mundo una gran diversidad de estudios en distintos modelos animales, que incluyen mutantes o bien roe-dores tradicionales cuyas dietas son muy ricas en grasas y/o carbohidratos. En la UMDI estudiamos al ratón de los volcanes. Este roedor es un modelo natural en el que la obesidad se desarrolla de manera diferen-cial y afecta más a las hembras. Su estudio nos ha revelado que la condición de obesi-dad cambia la organización de la actividad circadiana a lo largo del día afectándoles el patrón de sueño; y que en las hembras au-mentan las concentraciones circulantes de las principales hormonas que regulan el me-tabolismo como la insulina y la leptina. Ade-más muestra una reducción importante en la amplitud del ritmo circadiano de actividad. Los ratones obesos son menos eficientes para sincronizar sus ritmos circadianos con los ciclos de luz y oscuridad del ambiente. Esto nos permite ver en esta especie no sólo los efectos producidos por la obesidad, sino además cómo se manifiestan según el sexo de los animales.

La organización del tiempo interno en un organismo depende de la interacción entre múltiples relojes, una comunica-ción inadecuada entre ellos puede dar lugar a desajustes fisiológicos como la obesidad y la depresión. El núcleo su-praquiasmático del cerebro (al centro, en puntos amarillos) es el marcapasos que coordina toda la orquesta de ritmos internos.

Los ciclos irregulares de vigilia, el se-dentarismo y la ingesta de comida rica en calorías en horas que deben ser de sueño facilitan el desarrollo de obesidad. Para entender mejor las consecuencias de la obesidad sobre los ritmos circa-dianos se usan modelos animales que son de fácil estudio, como el ratón de los volcanes.

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No. 20 Abril - Junio 201214

Cinco años de biotecnología ambiental

Germán Buitrón, Iván Moreno y Alejandro Vargas

El 21 de noviembre de 2007, hace casi 5 años, la Unidad Académica Juriquilla del Instituto de Ingeniería fue inaugurada, pero el 22 de mayo de 2012 nos adelantaremos a celebrar nuestro quinto aniversario.

El grupo de investigación tiene sus oríge-nes en 1994 en Ciudad Universitaria con dos académicos. Actualmente lo formamos 3 investigadores (un nivel 3 del SNI y dos nivel 1), 2 técnicos académicos y 2 posdoc-torantes (uno nivel candidato SNI), además de los estudiantes de posgrado y licencia-tura. En noviembre de 2007, tras gestio-nes de aprobación del proyecto académico hechas desde noviembre de 2005, nació el Laboratorio de Investigación en Proce-sos Avanzados de Tratamiento de Aguas (LIPATA), dentro de la Unidad Académica Juriquilla, la primera unidad académica fo-ránea del Instituto de Ingeniería, que es el centro de investigación más productivo del país en diversas áreas de la ingeniería, con

más de 200 académicos y casi 650 es-tudiantes.

El objetivo del grupo de investigación del LIPATA es estudiar, concebir y desarro-llar procesos eficaces para el tratamiento de aguas con un enfoque multidisciplina-rio. Los procesos ambientales son el eje central y tres disciplinas interactúan para estudiarlos de forma integral: (i) la ingenie-ría de procesos aporta su conocimiento sobre la forma de operación de reactores, las variables a considerar y su interpreta-ción y análisis; (ii) la teoría de sistemas y control contribuye con el modelado ma-temático de los procesos y el diseño de controladores automáticos e instrumenta-ción adecuada; y (iii) la microbiología de biosistemas aporta el estudio de la parti-cipación de microorganismos, su ecología y los mecanismos de adaptación.

Si bien el grupo desarrolla ahora varias

líneas de investigación, desde el tratamien-to de aguas residuales industriales hasta el modelado matemático y el control de bio-rreactores, pasando por la microbiología de bioprocesos, recientemente los esfuerzos se han concentrado en la valorización de los re-siduos presentes en el agua. Esto responde a un cambio de paradigma en el tratamiento de aguas: ya no sólo se trata de remover los contaminantes del agua residual, sino de también aprovechar al máximo sus com-ponentes como recursos. De esta manera, el grupo de investigación ha incursionado fuertemente en la biotecnología ambiental, entendiéndose ésta como el desarrollo, uso y regulación de sistemas biológicos para la remediación de ambientes contaminados y para procesos amigables con el ambiente. A continuación se presentan algunos ejem-plos.

En la tecnología anaerobia para el trata-miento de agua, los consorcios bacterianos

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15http://sitios.iingen.unam.mx/LIPATA

anaerobios son capaces de transformar la materia orgánica presente en el agua re-sidual en biogás, que es una mezcla de dióxido de carbono (CO2) y metano (CH4), principalmente. El metano resulta atractivo por su potencial como combustible (ver Gaceta Juriquilla No. 17), pero su combus-tión produce gases de efecto invernadero.

Sin embargo, algunas bacterias de este consorcio son capaces de convertir, en un paso intermedio del proceso de digestión anaerobia, la materia orgánica en hidróge-no gas (H2). Este es un mejor combustible que el CH4, pues su poder calórico es mayor y su combustión sólo produce vapor de agua. Como muchos otros centros de investigación a nivel mundial, nos hemos abocado al estudio de la producción de hi-drógeno mediante la fermentación de resi-duos orgánicos (líquidos y sólidos). Nuestro aporte se da fundamentalmente en la pro-puesta de mejoras a la estabilidad del pro-ceso mediante el uso integrado del control de procesos y la microbiología, procurando que la productividad de H2 sea máxima (ver Gaceta Juriquilla No. 14).

El estudio de la producción de H2 no ter-mina aquí. También estamos estudiando la manera de producir electricidad direc-tamente a partir de las reacciones bioquí-micas que suceden al ser degradados los contaminantes del agua residual por otro tipo de bacterias. Esto se hace en celdas de combustible microbianas (CCM) (ver Gaceta Juriquilla No. 15), donde se produ-ce electricidad al “alimentar” la celda con agua residual. El potencial eléctrico que produce una CCM es bajo y difícilmente será una tecnología que supla nuestras centrales termoeléctricas, pero podría ser suficiente para proporcionar energía eléc-trica a una celda bio-electroquímica (CBE), que es un biorreactor similar a una CCM, donde las bacterias también degradan los compuestos orgánicos del agua residual, pero en vez de liberar electrones, éstos se usan para producir hidrógeno mediante electrólisis con productividades mucho ma-yores que en los fermentadores explicados

anteriormente. Es decir, combinando las dos tecnologías -las CCM y las CBE- se podría lograr no sólo la descontaminación del agua, sino también una alta produc-ción de H2.

Los fermentadores productores de H2 ge-neran también agua con otros compues-tos (ácidos grasos y solventes orgánicos) que son el alimento ideal para otros pro-cesos, por ejemplo para la producción de biopolímeros 100% biodegradables (ver Gaceta Juriquilla No. 19). Pero también puede emplearse para producir metano en otro biorreactor. Al final combinando los gases de este sistema de dos pasos se produce “hitano”, una mezcla de meta-no e hidrógeno.

También se han realizado estudios bási-cos de caracterización y determinación de cambios en las comunidades de mi-croorganismos por medio de técnicas de biología molecular, lo cual ha servido para entender qué sucede durante los proce-sos de tratamiento de los residuos.

Los ejemplos anteriores ilustran que el tratamiento de aguas ha evolucionado. Ya no es sólo cuestión de remover los con-taminantes, pues el agua residual es en realidad un recurso renovable que puede aprovecharse. En el LIPATA estamos conscientes de este cambio de paradig-ma y creemos que en un futuro cercano las plantas de tratamiento de aguas más bien serán consideradas bio-refinerías sustentables.

A lo largo de estos 5 años, los miembros del LIPATA nos hemos consolidado como líderes a nivel mundial en lo que respecta a nuestras áreas de investigación. Hemos participado en 18 proyectos de investiga-ción, tres de ellos internacionales, patroci-nados tanto por empresas (ICA, Total Oil Group), como por CONACYT y la misma UNAM. Producto de estos proyectos en este tiempo el grupo ha publicado 30 ar-tículos científicos en revistas indizadas y 22 artículos en memorias de congresos

y simposia. Hemos participado también en la organización de congresos internacionales y nacionales, entre ellos el congreso Young Water Professionals en 2010, realizado en el CAC del campus Juriquilla.

Formamos también recursos humanos en los Posgrados de Ingeniería Ambiental (de la que somos sede) y en Ciencias Biológicas de la UNAM, en la Licenciatura en Tecnolo-gía de la UNAM y en las Licenciaturas de Biotecnología, Química Ambiental y Biología de la UAQ. A la fecha se han atendido a más de 90 alumnos. Los alumnos han procedido de 17 estados de la República y de 5 países extranjeros, a la fecha se han graduado 3 estudiantes de doctorado, 12 de maestría y 4 de licenciatura. Además se han impartido 17 cursos de maestría y 8 de licenciatura.

Tenemos vinculación con otras universida-des y grupos de investigación, tanto en la región como en los niveles nacional e inter-nacional. En el ámbito de la difusión, se han concedido entrevistas de radio a medios lo-cales y de prensa a periódicos y revistas de distribución nacional, y hemos escrito varios artículos de difusión. También participamos y co-organizamos talleres de ciencia para niños en colaboración con otras entidades del Campus Juriquilla, por ejemplo el actual Pasaporte al Conocimiento Científico.

Para finalizar, sólo nos queda continuar me-jorando para afrontar los nuevos retos de los años venideros. Los esperamos el 22 de mayo en el Centro Académico y Cultural del Campus Juriquilla para juntos celebrar nues-tro primer lustro con conferencias magistra-les y mesas redondas en torno al agua, su tratamiento y aprovechamiento.

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No. 20 Abril - Junio 201216

En noviembre pasado el Centro Académico Cultural (CAC) de la UNAM, Campus Juri-quilla, cumplió 5 años de vida. El proyecto original se gestó gracias a la inquietud de un grupo de investigadores del Instituto de Neurobiología que venían realizando es-fuerzos por programar actividades cultura-les en sus instalaciones sin contar con un espacio adecuado para ese fin.

En un momento en que el Campus se per-filaba como uno de los polos de desarrollo científico más importantes de la UNAM fuera de Ciudad Universitaria, y siendo punta de lanza de una filosofía de descon-centración promovida desde la Rectoría en la década de los setentas, durante la ges-tión del Dr. Guillermo Soberón; el CAC fue inaugurado el 24 de noviembre de 2006.

El complejo posee un recinto/auditorio que alberga tanto actividades académicas (se-minarios, conferencias, congresos), como aquellas asociadas con la difusión de la cultura y las artes (conciertos, teatro, danza, cine, exposiciones). Cuenta tam-bién con una biblioteca central que reúne el acervo bibliográfico de cada una de las

entidades que conforman el Campus Ju-riquilla, además de cuatro salones y dos laboratorios de docencia, dos aulas con equipo para videoconferencia y un aula de cómputo. En el CAC también están las oficinas administrativas y la cafetería que atiende a toda la comunidad y a los visi-tantes.

Desde el inicio, y por sus cualidades acús-ticas y panópticas, el auditorio del CAC se ubicó como uno de los espacios im-portantes y necesarios para atender las inquietudes culturales de la población de Querétaro, especialmente en la zona nor-poniente de la ciudad.

El vertiginoso crecimiento y desarrollo del CAC evidencia que tiene ya un corazón propio, y que su generoso quehacer está impulsado siempre por el espíritu univer-sitario de promover las mejores causas en beneficio de su comunidad y de la socie-dad en su conjunto. Del mismo modo, a los eventos científicos y académicos pro-pios del Campus, el CAC suma, semana tras semana, un programa intenso y diver-so de actividades culturales, artísticas y

de divulgación de la ciencia para todo públi-co. El CAC también implementa actividades para nuevos públicos, fomenta el gusto de estas propuestas en las comunidades más jóvenes, quienes en algunos años agrade-cerán haber asistido a su primer concierto, obra de teatro o acercamiento a la lectu-ra en este espacio. El apoyo y solidaridad de la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM y sus diferentes direcciones, así como del Instituto Queretano de la Cultura y las Artes, han sido fundamentales para con-solidar este espacio en el gusto de públicos muy diversos.

Los cinco primeros años de CAC permiten reflexionar sobre el papel e importancia que tiene la cultura para la formación integral de un público informado y crítico. El CAC es la reiteración de que la UNAM, la universi-dad pública de todos los mexicanos, nunca descansa en la generación de conocimiento y en el albergue de las manifestaciones cul-turales y artísticas de la sociedad a la que se debe. Enhorabuena a todos los que han contribuido a hacer del CAC un espacio vivo, permitiendo así robustecer la presencia de la UNAM en el Bajío.

5 años del CAC. Un oasis cultural en el semidesierto queretano

Consejo Editorial

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17www.campusjuriquilla.unam.mx

Y usted...¿que opina? La cultura y su público: un círculo virtuoso

La promoción y creación de público para actividades culturales y de divulgación de la ciencia no es un asunto sencillo, a tal grado que varias universidades en el país han profesionalizado la gestión cultural.

Cada año, y en diferentes ámbitos, se dis-cuten los avances, estrategias e innovacio-nes en esa materia, pues aún contando con todos los recursos y estrategias de di-fusión no se garantiza la asistencia regular del público a los eventos. De hecho, más que un problema de difusión se trata de un vacío en la formación educativa desde su nivel más elemental y, siendo más precisos, es un problema en la formación pedagó-gica de los profesores a todos los niveles.

Para realmente incidir en la educación in-tegral de un alumno, el profesor debería contar con una sólida formación humanísti-ca y pedagógica que le permitiera desarro-llar las herramientas y estrategias docentes para fomentar la lectura, sensibilización ar-

tística y divulgación de la ciencia.

Ya se ha escrito mucho sobre la impor-tancia de invertir recursos en educación, pero poco se ha dicho sobre la necesidad de incluir también un programa de forma-ción, sensibilización y actualización para profesores (de todos los niveles).

Cada nivel escolar debería aplicar un programa muy preciso de fomento a la ciencia y la cultura, dirigido a profesores, y elaborado por las instituciones más im-portantes del país, en esas dos áreas del conocimiento.

Tener profesores formados en esta temá-tica permitiría iniciar un trabajo educativo que verdaderamente incida en los alum-nos, y de paso aprovechar el canal hacia los padres de familia, para lograr un im-pacto más profundo en la sociedad.

Hay muchos factores que influyen en la

creación de público (económicos, sociales, subjetivos y de tiempo). Para contar con una radiografía más precisa del fenómeno tendrían que desmenuzase los puntos antes mencionados, que no es la intención del presente texto.

En materia de creación de públicos nunca serán suficientes todos los esfuerzos. De-bemos iniciar por sensibilizar a nuestro cír-culo más cercano, ese es un buen inicio, y usted... ¿qué opina?

Juan Villagrán López

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No. 20 Abril - Junio 201218

Dr. Jorge Carpizo McGregor: una vida íntegra y de polémica

Consejo Editorial

El pasado 30 de marzo falleció el ex-Rector de la UNAM, el Dr. Jorge Carpizo McGre-gor, abogado, académico y político, cuya huella estuvo varias veces precedida por la polémica, quizá porque su recorrido lo hizo en un periodo especialmente turbio para México. Sin embargo, su integridad le permitió desempeñarse en diferentes puestos estratégicos de la nación.

El Dr. Carpizo dirigió de 1985 a 1989 el rumbo de la UNAM como Rector. Durante su gestión formuló el diagnóstico “Fortale-zas y Debilidades de la Universidad Nacio-nal”, sobre lo que consideró sus principales fallas, así como la necesidad de llevar a cabo una profunda reforma institucional. El documento provocó el movimiento estu-diantil del Consejo Estudiantil Universitario en 1986 que derivó en un paro que al final dejó trunco su proyecto de reforma uni-versitaria, sin embargo, esta situación dio lugar a la creación del Consejo Universita-rio de 1990.

En 1989, como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación contribuyó a la redacción de 31 proyectos de reformas constitucionales y legislativas. Fue funda-dor y presidente (1990-1993) de la Comi-sión Nacional de los Derechos Humanos, donde pugnó por el reconocimiento de los tratados internacionales en la materia del derecho interno (que se logró hasta 2010).

En 1993, durante la presidencia de Carlos Salinas de Gortari, fue titular de la Procu-raduría General de la República (PGR). En este periodo los claroscuros de su vida se

acentuaron, ya que no logró llevar a pri-sión a quienes acusó como malos servi-dores públicos en la institución que buscó transformar. En 1994 fungió como secre-tario de Gobernación y en medio de la cri-sis zapatista, trabajó para forjar una de las instituciones claves del país: el Instituto Federal Electoral. Durante la presidencia de Ernesto Zedillo fue designado embaja-dor de México en Francia.

El desempeño académico del Dr. Carpizo le valió innumerables reconocimientos y distinciones nacionales e internacionales, entre otros destacan los siguientes. Fue Investigador Emérito de la UNAM adscrito al Instituto de Investigaciones Jurídicas, así como Investigador Nacional Emérito del Sistema Nacional de Investigadores, y Presidente del Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional. Fue profesor de posgrado de la Universidad Complu-tense de Madrid y titular de la Cátedra de Estudios Mexicanos de la Universidad de Amberes, Bélgica, Categoría Especial de Profesor de la Universidad de La Haba-na y en nuestro Estado, Maestro Hono-ris Causa de la Universidad Autónoma de Querétaro.

Siempre crítico, en 2011 junto con el ac-tual Rector de la UNAM, José Narro Ro-bles, y otros universitarios notables, en colaboración con el Instituto Iberoameri-cano de Derecho Constitucional, elabo-raron el documento Elementos para la Construcción de una Política de Estado para la Seguridad y Justicia en Demo-cracia, que se entregó al presidente Fe-

lipe Calderón para demandar un cambio de estrategia de seguridad en el país, con un ánimo propositivo. Entre las aportaciones del Dr. Carpizo en el documento destacan la autonomía de la PGR, en la búsqueda de un cambio institucional. En este trayecto en-frentó acusaciones en su contra, la última en un libro que alude a actos de corrupción como procurador, y que lo llevaron a iniciar una denuncia por difamación, un tema que también estuvo presente en su agenda. Re-cientemente en una de sus últimas declara-ciones aseguró: “La libertad de expresión no es derecho a mentir”.

Su ideario quedó plasmado en 20 obras, entre ellas Presidencialismo Mexicano sobre las leyes, los derechos humanos, el poder y la democracia, La Constitución Mexicana de 1917, y Concepto de democracia y sistema de gobierno en América Latina.

En años recientes Carpizo apoyó el derecho al aborto y la eutanasia, temas delicados y evadidos por muchos, pero que él busco que se abordaran desde un marco jurídico y de derechos humanos. La polémica siempre estuvo presente en su vida pública hasta el final, pero también está el reconocimiento a su valía como jurista y académico, a su lega-do. Asumió diversas responsabilidades como servidor público, una trayectoria en la que tuvo aciertos y errores, que le hicieron ganar elogios y detractores, pero que sin duda marcó algunos episodios importantes de la historia de México, con él como protagonis-ta, como un hombre decidido a transformar instituciones, asumiendo el riesgo sin eludir sus convicciones.

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