El Caso Oscorima

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Elcaso Oscorima Del regalo de 100 soles por voto al saqueo del erario público. El gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Osccorima, fue sentenciado a 5 años de cárcel efectiva por el Tercer Juzgado Unipersonal de Ica que lo enco responsable, a él y a varios funcionarios cómplices, del delito contra la administración pública en la modalidad de negociación incompatible y aprovechamiento indebido del cargo, inhabilitándolo además tres años para ejercer cargo público. La irregularidad no es menor; el 2011, so pretexto de encarar los desastres naturales, Osccorima, fomentó la compra de maquinaria sin licitaciones por u monto de S/.20 millones. En abril, fue sentenciado en otro caso a dos años d prisión por la compra irregular de maquinaria agrícola por S/.6 millones. En el caso de los 20 millones la actitud de Osccorima fue alevosa; para prom las compras sin licitación derogó una norma regional anterior y para darle f legal a sus intenciones declaró el agro ayacuchano en emergencia, desoyendo exigencias directas del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estad (OSCE). Lo sucedido en esta región es clamoroso por el nivel de corrupción alcanzado durante la gestión del ahora prófugo gobernador regional. Osccorima está procesado por el caso Bertolero, muy parecido al de Comunicore en Lima, y afronta investigaciones debido a denuncias de la Contraloría por irregularid

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LA REPUBLICA

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El caso Oscorima Del regalo de 100 soles por voto al saqueo del erario pblico.El gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Osccorima, fue sentenciado a 5 aos de crcel efectiva por el Tercer Juzgado Unipersonal de Ica que lo encontr responsable, a l y a varios funcionarios cmplices, del delito contra la administracin pblica en la modalidad de negociacin incompatible y aprovechamiento indebido del cargo, inhabilitndolo adems tres aos para ejercer cargo pblico.La irregularidad no es menor; el 2011, so pretexto de encarar los desastres naturales, Osccorima, foment la compra de maquinaria sin licitaciones por un monto de S/.20 millones. En abril, fue sentenciado en otro caso a dos aos de prisin por la compra irregular de maquinaria agrcola por S/.6 millones.En el caso de los 20 millones la actitud de Osccorima fue alevosa; para promover las compras sin licitacin derog una norma regional anterior y para darle forma legal a sus intenciones declar el agro ayacuchano en emergencia, desoyendo las exigencias directas del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE).Lo sucedido en esta regin es clamoroso por el nivel de corrupcin alcanzado durante la gestin del ahora prfugo gobernador regional. Osccorima est procesado por el caso Bertolero, muy parecido al de Comunicore en Lima, y afronta investigaciones debido a denuncias de la Contralora por irregularidades de varios colegios y un hospital. Adems, fue objeto de investigaciones por lavado de activos, nombramientos indebidos y compra de votos, entre otros.El caso es que Osccorima fue reelegido a pesar de los procesos que pesaban sobre l. Fue candidato porque las leyes electorales lo habilitaban a la reeleccin, incluso a pesar de que durante varias semanas, desde noviembre del ao 2013, estuviera prfugo y por lo tanto reo contumaz luego de que no se presentara a la lectura de la sentencia por el delito de haber nombrado indebidamente al asesor legal de la regin sin que este tuviese ttulo profesional de abogado.Lamentablemente, su historia no es singular y es parte de una forma de hacer poltica convertida en tradicional. Es el caso de un empresario supuestamente independiente que argumenta que no necesitando de dinero una pretendida vacuna contra la corrupcin reclama el voto contando con el concurso de un partido vientre de alquiler, siendo elegido luego de una campaa millonaria y sin mayor atributo que su proclamado xito personal.En su primera campaa, el ao 2010, Osccorima regalaba 100 soles a cada elector por su saludo y segn un reportaje de este diario del 31 de mayo de ese ao, hasta esa fecha haba obsequiado medio milln de soles. Esa campaa, con dinero y sin ideas implicaba ya un desprecio al elector ayacuchano y un envilecimiento del principio de la representacin. En aquel momento, ms de uno se pregunt cunto le costar a Ayacucho esa forma de hacer poltica supuestamente nueva e independiente.Las respuestas estn a la vista y lamentablemente el sistema an no cuenta con las previsiones legales para impedir que este caso se repita.