El castellano

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 IFRR   CAMPUS BOA VISTA    DIRETORIA DE GRADUAÇÃO    LICENCIATURA EM LETRAS - ESPANHOL E LITERATURA HISPÂNICA    FILOLOGIA ROMÂNICA    PROF. MIGUEL LINHARES EL CASTELLANO 1. Historia El castellano 1  o español es una lengua románica, es decir, es la continuación de un dialecto del latín, más precisamente del latín que se hablaba en el rincón formado por el encuentro de los montes Cantábricos con las sierras del Sistema Central, donde nacen los ríos Ebro y Duero y donde antes y durante el dominio romano se encontraban pueblos de estirpe celta, celtibera y vasca. La conquista de la península Ibérica por Roma empieza en el año 218 a. de C., cuando Gneo Cornelio Escipión desembarca en el Έμπόριον griego en la actual costa catalana para combatir a los cartagineses por la hegemonía en el Mediterráneo occidental, eventos conocidos como guerras púnicas. Pese a la victoria, el avance fue lento, con episodios tan memorables como la toma de Numancia, cuyos habitantes prefirieron el suicidio a la derrota. La conquista se acaba en 19 a. de C., cuando Augusto vence la última resistencia de los astures y los cántabros. No obstante, la romanización de la península nunca ha sido total, puesto que h asta hoy permanece un pueblo que ya estaba ahí ant es: los vascos. Esta brevísima descripción del escenario de la conquista romana revela, aunque implícitamente, algunos datos importantes para la historia de la lengua española: surgió en un territorio montañoso, de difícil acceso, en la vecindad de pueblos que nunca han adherido completamente a la cultura romana, ni mucho menos han adquirido la lengua latina. La matriz del castellano es, por tanto, un dialecto latino más distante de la n orma culta y más innovador, lo que explica el h echo de el castellano posee rasgos distintos de todos los demás romances peninsulares, sobre todo de los dos otros de mayor extensión, el portugués y el catalán. De hecho, el castellano es como la rotura de un continuum : sus eslabones eran las hablas mozárabes, es decir, los romances hablados bajo l a dominación musulmana. Los árabes y bereberes a servicio del califa de Damasco invaden la península en 711, y luego desmantelan la monarquía visigoda que se había sucedido al Imperio Romano. En el principio todas las tierras al sur de los montes Cantábricos y los Pirineos se convierten en dominios del Califato, pero en fines del siglo ya se articulan ahí dos núcleos políticos, de los que surgieron los reinos cristianos  posteriores. De un lado, en los montes Cantábricos, el reino de Asturias, cuyos reyes se consideraban continuadores de los visigodos. De otro, en los Pirineos, la Marca Hispánica, territorio fronterizo del Imperio Carolingio. Los eventos que la conquista musulmana desencadenó tienen tal monta que los dominios territoriales mismos de las lenguas iberorrománicas derivan en parte de ella. Como se ha dicho, en un  primer momento había dos núcleos de resistencia cristiana. El reino de Asturias se convierte en reino de León al inicio del siglo X. En el siguiente se desmiembra de él Castilla y en el otro Portugal. En la Marca Hispánica se consolidan tres Estados: el reino de Navarra en occidente, el reino de Aragón en el centro y los condados catalanes, la mayoría de los cuales estaba bajo la soberanía del conde de Barcelona, en oriente. Así, se configuran antes del siglo XIII cinco Estados cristianos peninsulares que corresponden a los cinco diasistemas lingüísticos que cubren este territorio hasta hoy: el gallegoportugués, correspondiente a Galicia y Portugal; el asturleonés, a Asturias y León; el castellano, a Castilla; el vascuence, en parte a Castilla en parte a Navarra; el aragonés, en parte a Navarra y sobre todo a Aragón; el catalán, a Cataluña.  Nótese que los dominios territoriales actuales de estos diasistemas lingüísticos, salvo el vascuence, se extienden en franjas de norte a sur, que espejan precisamente el movimiento de la Reconquista, nombre con el que la historiografía europea concibe la expansión de los Estados cristianos sobre los musulmanes en la península Ibérica. Así, el dominio del portugués alcanza el Algarbe, el del castellano Andalucía y el del catalán Valencia y las Islas Baleares. Sin embargo, observándose tanto el mapa político antiguo como el mapa lingüístico actual se ve que la franja territorial del castellano es  bastante más ancha que las demás, lo que refleja el poderío de Castilla sobre los demás reinos y, por consiguiente, el poderío de la l engua castellana. 1  El nombre más antiguo de la lengua y tal vez el más común entre los usuarios cuando se refieren a ella entre sí es castellano,  puesto que durante la Edad Media se entendía a España como la Hispania romana, o sea, la península Ibérica. Durante la consolidación de la Corona española como Estado moderno la lengua oficial, el castellano, pasó a identificarse como la española, que se firma como su nombre internacional: portugués língua espanhola, italiano lingua spagnola, francés langue espagnole, inglés Spanish language, alemán Spanische Sprache, holandés Spaanse taal  etc.

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Resumen de la historia y la extensión de la lengua española.

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  • IFRR CAMPUS BOA VISTA DIRETORIA DE GRADUAO LICENCIATURA EM LETRAS - ESPANHOL E LITERATURA HISPNICA FILOLOGIA ROMNICA PROF.

    MIGUEL LINHARES

    EL CASTELLANO

    1. Historia

    El castellano1 o espaol es una lengua romnica, es decir, es la continuacin de un dialecto del latn, ms precisamente del latn que se hablaba en el rincn formado por el encuentro de los montes

    Cantbricos con las sierras del Sistema Central, donde nacen los ros Ebro y Duero y donde antes y

    durante el dominio romano se encontraban pueblos de estirpe celta, celtibera y vasca.

    La conquista de la pennsula Ibrica por Roma empieza en el ao 218 a. de C., cuando Gneo

    Cornelio Escipin desembarca en el griego en la actual costa catalana para combatir a los cartagineses por la hegemona en el Mediterrneo occidental, eventos conocidos como guerras pnicas.

    Pese a la victoria, el avance fue lento, con episodios tan memorables como la toma de Numancia, cuyos

    habitantes prefirieron el suicidio a la derrota. La conquista se acaba en 19 a. de C., cuando Augusto vence

    la ltima resistencia de los astures y los cntabros. No obstante, la romanizacin de la pennsula nunca ha

    sido total, puesto que hasta hoy permanece un pueblo que ya estaba ah antes: los vascos.

    Esta brevsima descripcin del escenario de la conquista romana revela, aunque implcitamente, algunos datos importantes para la historia de la lengua espaola: surgi en un territorio montaoso, de

    difcil acceso, en la vecindad de pueblos que nunca han adherido completamente a la cultura romana, ni

    mucho menos han adquirido la lengua latina. La matriz del castellano es, por tanto, un dialecto latino ms

    distante de la norma culta y ms innovador, lo que explica el hecho de el castellano posee rasgos distintos

    de todos los dems romances peninsulares, sobre todo de los dos otros de mayor extensin, el portugus y

    el cataln.

    De hecho, el castellano es como la rotura de un continuum: sus eslabones eran las hablas

    mozrabes, es decir, los romances hablados bajo la dominacin musulmana.

    Los rabes y bereberes a servicio del califa de Damasco invaden la pennsula en 711, y luego

    desmantelan la monarqua visigoda que se haba sucedido al Imperio Romano. En el principio todas las

    tierras al sur de los montes Cantbricos y los Pirineos se convierten en dominios del Califato, pero en fines del siglo ya se articulan ah dos ncleos polticos, de los que surgieron los reinos cristianos

    posteriores. De un lado, en los montes Cantbricos, el reino de Asturias, cuyos reyes se consideraban

    continuadores de los visigodos. De otro, en los Pirineos, la Marca Hispnica, territorio fronterizo del

    Imperio Carolingio.

    Los eventos que la conquista musulmana desencaden tienen tal monta que los dominios

    territoriales mismos de las lenguas iberorromnicas derivan en parte de ella. Como se ha dicho, en un

    primer momento haba dos ncleos de resistencia cristiana. El reino de Asturias se convierte en reino de

    Len al inicio del siglo X. En el siguiente se desmiembra de l Castilla y en el otro Portugal. En la Marca

    Hispnica se consolidan tres Estados: el reino de Navarra en occidente, el reino de Aragn en el centro y

    los condados catalanes, la mayora de los cuales estaba bajo la soberana del conde de Barcelona, en

    oriente. As, se configuran antes del siglo XIII cinco Estados cristianos peninsulares que corresponden a

    los cinco diasistemas lingsticos que cubren este territorio hasta hoy: el gallegoportugus, correspondiente a Galicia y Portugal; el asturleons, a Asturias y Len; el castellano, a Castilla; el

    vascuence, en parte a Castilla en parte a Navarra; el aragons, en parte a Navarra y sobre todo a Aragn;

    el cataln, a Catalua.

    Ntese que los dominios territoriales actuales de estos diasistemas lingsticos, salvo el

    vascuence, se extienden en franjas de norte a sur, que espejan precisamente el movimiento de la

    Reconquista, nombre con el que la historiografa europea concibe la expansin de los Estados cristianos

    sobre los musulmanes en la pennsula Ibrica. As, el dominio del portugus alcanza el Algarbe, el del

    castellano Andaluca y el del cataln Valencia y las Islas Baleares. Sin embargo, observndose tanto el

    mapa poltico antiguo como el mapa lingstico actual se ve que la franja territorial del castellano es

    bastante ms ancha que las dems, lo que refleja el podero de Castilla sobre los dems reinos y, por

    consiguiente, el podero de la lengua castellana.

    1 El nombre ms antiguo de la lengua y tal vez el ms comn entre los usuarios cuando se refieren a ella entre s es castellano,

    puesto que durante la Edad Media se entenda a Espaa como la Hispania romana, o sea, la pennsula Ibrica. Durante la

    consolidacin de la Corona espaola como Estado moderno la lengua oficial, el castellano, pas a identificarse como la espaola,

    que se firma como su nombre internacional: portugus lngua espanhola, italiano lingua spagnola, francs langue espagnole, ingls

    Spanish language, alemn Spanische Sprache, holands Spaanse taal etc.

  • De hecho, desde el inicio de las literaturas vernculas el romance castellano se fue firmando

    como lengua culta en Len (integrante de la Corona de Castilla desde 1230), Navarra y Aragn, lo que

    provoc la sustitucin de los romances vernculos de estas regiones por el castellano en gran parte de sus

    territorios, de tal manera que hoy se encuentran en grave peligro. Adems, el establecimiento de la sede

    regia en Toledo y despus Madrid, la riqueza obtenida en las Indias que no eran posesiones espaolas, sino castellanas y el valor de la produccin intelectual de la Corona de Castilla en los siglos XVI y XVII, cuando vivieron escritores como Miguel de Cervantes, Lope de Vega, Luis de Gngora, Francisco

    de Quevedo o Pedro Caldern de la Barca; filsofos como Joan Llus Vives; los pintores El Greco, Diego

    Velzquez o Francisco de Zurbarn; escultores como los Churriguera o arquitectos como Juan de Herrera, son condiciones que favorecieron la consolidacin del castellano como lengua dominante del territorio

    espaol y su absolutizacin como la lengua espaola.

    Si en la Edad Contempornea Espaa pierde la hegemona que ejerca bajo la dinasta de los

    Austrias, se firma el dominio territorial de la lengua, que revive un perodo de apogeo cultural en el siglo

    XX, con nombres como los chilenos Pablo Neruda y Gabriela Mistral, el argentino Jorge Luis Borges, el

    cubano Alejo Carpentier, el guatemalteco Miguel ngel Asturias, adems de los escritores del llamado

    Boom latinoamericano, cuyas figuras principales fueron el argentino Julio Cortzar, el colombiano

    Gabriel Garca Mrquez, el mexicano Carlos Fuentes, el peruano Mario Vargas Llosa. De Espaa cumple

    sin duda mencionar al genio universal de Federico Garca Lorca.

    La lengua espaola posee ni ms ni menos que once Premios Nobel de Literatura: Jos de

    Echegaray (1904), Jacinto Benavente (1922), Gabriela Mistral (1945), Juan Ramn Jimnez (1956), Miguel ngel Asturias (1967), Pablo Neruda (1971), Vicente Aleixandre (1977), Gabriel Garca Mrquez

    (1982), Camilo Jos Cela (1989), Octavio Paz (1990) y Mario Vargas Llosa (2010), lo que da una idea de

    la potencia cultural que es.

    2. Geografa

    La lengua espaola es oficial, de jure o de facto, de los Estados soberanos siguientes: Argentina2,

    Bolivia3, Chile, Colombia4, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Ecuador5, Espaa6, Guatemala7, Guinea

    Ecuatorial8, Honduras, Mxico9, Nicaragua, Panam, Paraguay10, Per11, Repblica Dominicana, Uruguay

    y Venezuela12. Tambin es lengua oficial junto con el ingls del territorio de Puerto Rico, tutelado por los

    Estados Unidos. Segn Moreno y Otero13, operando con datos de 2000 a 2005, se estima en casi 371 millones la poblacin de la Hispanidad, o sea, el conjunto de territorios de lengua oficial espaola, de los

    que cerca de 360 millones o son hablantes nativos o tienen competencia equivalente.

    Fuera de este espacio y observando los datos del estudio mencionado, el espaol tiene una

    presencia considerable en Andorra (58% como lengua nativa), en Belice (52,1% que declaran saber

    hablarlo muy bien), en Aruba y las Antillas Holandesas, donde la lengua verncula, el papiamento, es un

    criollo de matriz medio castellana medio portuguesa. En cuanto a la presencia del espaol en Estados

    Unidos, segn el U.S. Census Bureau en 2009 haba casi 48 millones y medio de hispanos en el pas, de

    los que cerca de 34 millones y medio hablan solamente en espaol en la casa, lo que equivale al 12,2% de

    la poblacin estadounidense. En los datos de 2006 de la misma institucin los estados donde hay ms

    presencia hispnica son: Nuevo Mxico (43,27%), California (34,72%), Texas (34,63%), Arizona

    (28,03%), Nevada (19,01%) y Florida (19,01%). Moreno y Otero estiman en 40 millones y medio el

    nmero de hispanohablantes nativos o de competencia equivalente fuera de la Hispanidad. Cumple mencionar tambin los lugares que tienen una relacin histrica con la lengua espaola.

    Hasta 1974 el espaol fue junto con el tagalo y el ingls lengua oficial de Filipinas, colonia

    espaola desde el siglo XVI hasta 1898. Fruto de esta historia es el criollo chabacano, hablado todava por

    cerca de medio milln de personas, varias palabras castellanas presentes en los lxicos de las lenguas

    filipinas y los apellidos espaoles, adems del criollo chamorro, hablado en Guam e Islas Marianas, que

    2 El guaran es lengua cooficial en la provincia de Corrientes y el qom, moqot y wich en el Chaco. 3 37 lenguas indgenas son cooficiales, de las que las principales son el quechua, el aimara y el guaran. 4 Las lenguas indgenas y criollas son oficiales en sus territorios. 5 Las lenguas indgenas son oficiales en sus territorios. 6 El vascuence o euskera es cooficial en el Pas Vasco y Navarra, el cataln en Catalua, la Comunidad Valenciana (con el nombre

    de valenciano) y las Islas Baleares, y el gallego en Galicia. 7 Las lenguas indgenas y el criollo garifuna se reconocen como lenguas nacionales. 8 El francs y el portugus tambin son oficiales. 9 Las lenguas indgenas se consideran lenguas nacionales. 10 El guaran tambin es oficial. 11 Las lenguas indgenas son cooficiales en sus territorios. 12 Las lenguas indgenas son cooficiales en sus territorios. 13 MORENO FERNNDEZ, Francisco; OTERO ROTH, Jaime. Demografa de la lengua espaola. Madrid: Instituto

    Complutense de Estudios Internacionales, 2006.

  • formaban parte de la capitana general de Filipinas. En 2009 el gobierno filipino determin la

    implantacin del espaol en el sistema educativo.

    Por otro lado, hay el caso de los sefardes, es decir, los descendientes de los judos que vivieron

    en la pennsula Ibrica hasta 1492, cuando un decreto de los Reyes Catlicos los oblig a convertirse o

    dejar los territorios de la Corona espaola, quienes se dirigieron sobre todo a Marruecos y al Imperio

    Otomano y mantuvieron ah la lengua, que conserv rasgos del castellano del siglo XV e innov,

    constituyndose la modalidad lingstica a la que se suele llamar ladino o judeoespaol. Los sefardes que

    habitaban los Balcanes fueron diezmados por la persecucin nazi; los que escaparon, como tambin los de

    Marruecos, emigraron a Israel. Restan pocos miles de hablantes hoy.

    3. Ejemplo

    La casada infiel

    A Lydia Cabrera

    y a su negrita

    Y que yo me la llev al ro

    creyendo que era mozuela,

    pero tena marido.

    Fue la noche de Santiago

    y casi por compromiso.

    Se apagaron los faroles

    y se encendieron los grillos.

    En las ltimas esquinas

    toqu sus pechos dormidos,

    y se me abrieron de pronto

    como ramos de jacintos.

    El almidn de su enagua

    me sonaba en el odo,

    como una pieza de seda

    rasgada por diez cuchillos.

    Sin luz de plata en sus copas

    los rboles han crecido

    y un horizonte de perros

    ladra muy lejos del ro

    *

    Pasadas las zarzamoras,

    los juncos y los espinos,

    bajo su mata de pelo

    hice un hoyo sobre el limo.

    Yo me quit la corbata.

    Ella se quit el vestido.

    Yo el cinturn con revlver.

    Ella sus cuatro corpios.

    Ni nardos ni caracolas

    tienen el cutis tan fino,

    ni los cristales con luna

    relumbran con ese brillo.

    Sus muslos se me escapaban

    como peces sorprendidos,

    la mitad llenos de lumbre,

    la mitad llenos de fro.

    Aquella noche corr

    el mejor de los caminos

    montado en potra de ncar

    sin brida y sin estribos.

    No quiero decir, por hombre,

    las cosas que ella me dijo.

    La luz del entendimiento

    me hace ser muy comedido.

    Sucia de besos y arena

    yo me la llev del ro.

    Con el aire se batan

    las espadas de los lirios.

    Me port como quien soy.

    Como un gitano legtimo.

    La regal un costurero

    grande, de raso pajizo,

    y no quise enamorarme

    porque temiendo marido

    me dijo que era mozuela

    cuando la llevaba al ro.

    Federico Garca Lorca

    4. Caractersticas

  • El castellano es el romance ibrico ms distinto desde el punto de vista del cambio fontico,

    sobre todo si se lo compara a los que ocupan los extremos oriente y occidente del territorio: el cataln y el

    portugus. Acta, pues, como la quiebra de una comunin de cambios fonticos que lo contornaba: el

    enlace entre oriente y occidente se daba mediante las hablas mozrabes.

    Son cuatro los rasgos que aslan el castellano: el cambio de /f/ inicial y los de los segmentos /li/, /kt/ y /-ske,i-/.

    En cuanto al primero, en castellano, al igual que en gascn, se dio una aspiracin, que se apag

    al fin de la Edad Media, cuya seal escrita, una , se mantiene en la ortografa, p. ej. lat. facre > cast. hacer. Comprese con las formas catalana y portuguesa: fer (antes faer) y fazer.

    Sobre el segundo, la forma castellana actual presupone una serie de palatalizaciones por las que

    no han pasado los dems romances: la consonante velar de mejor, /mexor/, presupone que antes era palatal, /meor/, y sta que antes era sonora, /meor/, y sta que antes era aproximante, /mejor/, deslateralizacin de la forma protorromance /meore/, correspondiente al latn melor,ris. Comprese nuevamente con las formas catalana y portuguesa: millor y melhor. Paralela es la despalatalizacin del

    antiguo fonema //, como en baxo, que entonces pas a escribirse con : bajo. Comprese con las formas catalana y portuguesa: baix y baixo.

    El tercero tambin presupone ms innovaciones por parte del castellano: las formas catalana y

    portuguesa de pectus,ris, pit (reducido un diptongo preliterario: *pieits) y peito, se detuvieron en la vocalizacin de la consonante, que antes debi de ser fricativa palatal, /t/; en castellano ocurri asimilacin de /t/ por /i/, que por ello gan un elemento prepalatal, /t/, luego el diptongo se redujo: /peito/ > /peto/, escrito pecho.

    En lo referente a /-ske,i-/, como en piscis, la particularidad que aparece en castellano es no

    haberse palatalizado, pez, como ocurri en cataln y portugus, peix y peixe, aunque en portugus

    tambin aparece la solucin no palatalizada: lat. parescre > port. parecer, pero cataln parixer. Tambin contrasta con el cataln y el portugus el mantenimiento de /n/ final, como en lmen >

    cast. antiguo lumne > cast. mod. lumbre, pero cataln llum y portugus lume. Por otro lado, en castellano

    se mantiene /n/ entre vocales, que se elidi nasalizando la vocal anterior en el portugus antiguo,

    nasalidad que se mantuvo en el portugus moderno o gener una consonante nasal palatal o se elidi: lat.

    tnet > cast. tiene, lat. spnus > cast. espino, lat. arna > cast. arena, pero port. antiguo t, espo, ara, port. mod. tem, espinho, areia.

    En cuanto a otros cambios caractersticos, unos los comparte con el cataln y otros con el portugus, lo que refleja su ubicacin central.

    Se alinea con el cataln en la reduccin de los diptongos /ai/ y /au/, fenmeno que en portugus ocurre slo en ciertos dialectos, p. ej., lat. basire > *baisare > cast. y cat. besar, lat. causa > cast. y cat. cosa, pero en portugus beijar y cousa o coisa. Tambin como en cataln, se palatalizaron /ll/ y /nn/, p. ej.

    lat. cultllus > cast. cuchillo (antes cuchiello), cat. coltell; lat. annus > cast. ao, cat. any ( = //), pero en portugus cutelo (antes cuitelo) y ano.

    Como en portugus se palatalizaron los segmentos iniciales /pl/, /kl/ y /fl/: lat. plnus, cluis, flamma > cast. lleno, llave, llama; port. cheio, chave, chama, pero en cataln ple, clau, flama. Pero en

    palabras incorporadas despus de la vigencia de este fenmeno, y que no son cultismos, no se da el

    rotacismo caracterstico del portugus: lat. *platta > cast. plata, pero port. prata.

    Por fin, el cambio ms caracterstico del castellano antiguo al moderno es, sin duda, la prdida de

    las sibilantes sonoras: /dz/ y /z/. De hecho, en la Edad Media la palabra casar se deca igual en portugus, castellano y cataln: /kazar/. La segunda persona del presente de indicativo tambin igual en portugus y castellano: /didzes/. Al fin de la Edad Media se perdi la oposicin entre estos fonemas y sus correspondientes sordos, /ts/ y /s/, a favor de stos, de manera que /kazar/ se transform en /kasar/ y /didzes/, como /ts/ se haba convertido en //, en /dies/. La repercusin sobre la ortografa moderna es que no se escribe ni antes de y . Por otro lado, en la mayor parte del dominio territorial

    se perdi la oposicin entre // y /s/, por lo que se dice indistintamente /kasar/ y /dises/.