El Catecismo de la Iglesia católica - Alfa y Omega ... · Nº 327-7-XI-2002 SEMANARIO CATÓLICO DE...

34
EDIC. NACIONAL SEMANARIO CATÓLICO DE INFORMACIÓN Nº 327-7-XI-2002 El Catecismo de la Iglesia católica: Una brújula para la vida El Catecismo de la Iglesia católica: Una brújula para la vida

Transcript of El Catecismo de la Iglesia católica - Alfa y Omega ... · Nº 327-7-XI-2002 SEMANARIO CATÓLICO DE...

EDIC. NACIONALSEMANARIO CATÓLICO DE INFORMACIÓN Nº 327-7-XI-2002

El Catecismo de la Iglesia católica:

Una brújula para

la vida

El Catecismo de la Iglesia católica:

Una brújula para

la vida

Sumario

Tú tambiénTú tambiénhaces realidadhaces realidad

nuestronuestrosemanariosemanario

Colabora con

PUEDES DIRIGIR

TU APORTACIÓN

A LA FUNDACIÓN

SAN AGUSTÍN,A TRAVÉS DE

CUALQUIERA DE ESTAS

CUENTAS BANCARIAS:

Banco Popular Español: 0075-0615-57-0600131097

Caja Madrid: 2038-1736-32-6000465811

BBVA: 0182-5906-80-0013060000

CajaSur:2024-0801-18-3300023515

Etapa II - Número 327Edición Madrid

Delegado episcopal: Alfonso Simón Muñoz

Redacción: Pza. del Conde Barajas,1.

28005 Madrid. Téls: 913651813/913667864

Fax: 913651188

Dirección de Internet:http://www.alfayomega.es

E-Mail: [email protected]

Director: Miguel Ángel Velasco Puente

Redactor Jefe: José Francisco Serrano Oceja

Director de Arte: Francisco Flores Domínguez

Redactores: Benjamín R. Manzanares,Anabel Llamas Palacios,Ricardo Benjumea Vega,

Carmen María Imbert Paredes,Jesús Colina Díez (Roma)

Secretaría de Redacción:Elena de la Cueva Terrer

Documentación:María Pazos Carretero

Internet: Beatriz Jaso Ollo

-Imprime y Distribuye: Prensa Española, S.A. -

Depósito legal: M-41.048-1995.

Edita:Fundación San Agustín.Arzobispado de Madrid

8 La foto

9 Criterios

10 Cartas

Aquí y ahora

11 Ver, oír y contarlo.

12 El servicio de cada día.

13 Los congresos Católicos y vidapública

Iglesia en Madrid

12 Madrid honra a su Patrona.

13 La voz del cardenal arzobispo

14 Testimonio

15 El Día del Señor

16-17 Raíces

Carlos de Haes, en Madrid:El pincel que revolucionóel paisaje español

18 España

10 años del Foro de Laicos.Rafael Serrano, nuevo SecretarioGeneral de Manos Unidas

Mundo

20 El sacerdote, columna vertebralde la parroquia.

21 No se justifica el diaconadofemenino

22-23 La vida

Desde la fe

26 Escribe José Ignacio Tellechea,en la muerte de monseñor Laboa.

27 Habla el obispo auxiliar de Ríode Janeiro: Brasil se salvará sihumaniza el modelo económico.

28 Cine.

29 Libros.

30 Con ojos de mujer.

31 No es verdad.

Televisión

32 Contraportada

3/7Diez años

del Catecismouniversal

de la Iglesia.Manual

de instruccionespara la felicidad.

El Catecismo,motor de la nueva

evangelización

19Las familiasnumerosasson la esperanzade todos

24/25Habla un testigo excepcional del Concilio.

Entrevista al cardenal Roberto Tucci:

La medicina de la misericordia

En portada Alfa y Omega 7-XI-2002 3

Del 8 al 11 del pasado mes de octubre, se hacelebrado, en Roma, un Congreso con oca-sión de los 10 años de la promulgación por el

Papa Juan Pablo II del Catecismo de la Iglesia ca-tólica, y de los cinco de la publicación por la Con-gregación para el Clero del Directorio general parala catequesis, inseparable del mismo Catecismo yclave para la interpretación de la catequesis que es-te Catecismo inspira y reclama. Como es sabido, elPapa Juan Pablo II, tras la aprobación correspon-diente, el 25 de junio del año 1992, promulgó so-lemnemente, el día 7 de diciembre del mismo año, elCatecismo de la Iglesia católica. La fecha coincidíacon el 27 aniversario de la clausura del Concilio Va-ticano II. Ahora se cumplen los 40 de su comienzo.No podemos, por tanto, separarlo de este Concilio,verdadera obra del Espíritu en la Iglesia, y muchomenos contraponerlo a él.

La publicación del Catecismo de la Iglesia ca-tólica fue, y continúa siendo, un acontecimiento his-tórico de gran importancia, tanto para el futuro de laIglesia como de la misma sociedad. No se trata de uncatecismo más, ni de un simple resumen de la teología católica comúnmente admitida, sino de untexto de referencia para todos los catecismos, con-siguientemente para toda la acción catequética dela Iglesia en los años venideros. Un acontecimiento,pues, de incomparable riqueza e importancia. Talvez sea el acontecimiento eclesial más relevante aca-ecido en los años posteriores al Concilio, y uno de losde más largo alcance del siglo XX. Fue y es un donde Dios a la Iglesia, y aun al mundo entero. No vinoa cerrar puertas en la Iglesia, sino a que permanez-can abiertas y a que prosiga aquella primavera delVaticano II.

Como señaló, en su día, el Papa Juan Pablo II,es el fruto más maduro y completo de la enseñanzaconciliar. Es un instrumento que prosigue la granrenovación que el Espíritu Santo impulsó en su Igle-sia a través del Concilio. Con él se ha buscado una re-vitalización de los fieles y del espíritu misionero delos católicos, comprometidos a dar razones de su fey de su esperanza en el mundo contemporáneo, queestá pidiendo razones para vivir y esperar.

El Catecismo de la Iglesia católica fue dado atoda la Iglesia para que «sirva de texto de referenciaseguro y auténtico para la enseñanza de la doctrinacatólica, y muy particularmente para la composi-ción de los catecismos locales». Este catecismo,«instrumento válido y autorizado al servicio de lacomunión eclesial y norma segura para la enseñan-za de la fe», ofrece «una exposición de la fe de laIglesia y de la doctrina católica, atestiguadas o ilu-minadas por la Sagrada Escritura, la Tradición apos-tólica y el Magisterio eclesiástico».

Después del Vaticano II era necesario un textocomún con el que probar la autenticidad cristianade toda predicación y catequesis. Durante los añosposconciliares se había producido una abundante li-teratura catequética, en la que a veces se silencia-ban cosas que pertenecen a la fe cristiana, incluso ala sustancia viva del Evangelio, o, también, se acen-tuaban unos elementos y se dejaban en la penum-bra otros de la misma. A veces también se echabamano de catecismos, en otro tiempo beneméritos,pero que no resultaban aptos en nuestro tiempo pa-ra iniciar básicamente en la fe y en la vida cristiana.Una y otra tendencia fueron superadas en el Cate-

cismo de la Iglesia católica, que refleja fielmentela expresión de la fe que la Iglesia, bajo sus legítimospastores presididos por el sucesor de Pedro, profesa.

El Catecismo no sólo ofrece un caudal de doc-trina fundamental de la fe cristiana, sino que ade-más, como instrumento de comunión y al servicio dela nueva evangelización, propugna una determinadacatequesis, que no es otra que la que se encuentraal servicio de la iniciación cristiana y como partede su proceso. Por ello era necesario que se publicasetambién un Directorio general para la catequesis,que propugnase e impulsase la catequesis que de-manda el Catecismo, fiel a la llamada del Espíritu ya las exigencias conciliares. Catecismo y Directo-rio son, pues, inseparables y se refieren mutuamen-te entre sí.

Se necesita hoy que todos los fieles y comuni-dades cristianas asuman de manera decidida y cor-dial, cada vez con mayor hondura, el Catecismo dela Iglesia católica y el Directorio general para lacatequesis, para una catequesis renovada y vigoro-sa, que es, en expresión del Papa, la mejor inversiónde la Iglesia para el futuro. Se necesita por lo mismoasumir el Catecismo, diez años después, cada vezcon mayor claridad y sentido de unidad y fidelidada la fe de la Iglesia, tanto en sus contenidos como ensus criterios inspiradores, en todos los itinerarios yprocesos de iniciación y formación cristiana, comose explicita en el Directorio.

El Congreso celebrado en Roma ha mostrado có-mo, tanto uno como otro texto –el Catecismo y elDirectorio–, van penetrando en la conciencia y enel quehacer catequético de las distintas Iglesias lo-cales y de los mismos catequistas. Se ha recorrido unlargo camino –así se ha mostrado en la rica y pluralpresencia de los representantes de las distintas par-tes del mundo–, al tiempo que se aprecia que es to-

davía mucho lo que queda por recorrer para que es-tos textos tomen la carta de ciudadanía y sean asu-midos con toda plenitud, fidelidad y cordialidad porparte de todos. De esta asumpción surgirá, sin duda,una gran esperanza y vitalidad para la Iglesia.

La publicación del Catecismo de la Iglesia ca-tólica no dejó indiferentes a los hombres de hacediez años. Tampoco puede dejarlos hoy. Las gen-tes, de ahora como las de entonces, ante lo que estáaconteciendo a su alrededor, ante los grandes y gra-ves problemas que afectan a la Humanidad, ante ladesmoralización de las sociedades modernas, anteuna cultura que no ofrece verdad sino fragmentosde la misma, ante la quiebra y caída de las ideolo-gías…, esos hombres y mujeres de hoy se preguntanpor el sentido de todo, buscan verdad y certeza don-de asentar su vida, y razones para proseguir el ca-mino con esperanza. Sin duda que estas gentes, en elCatecismo, en el que la Iglesia entrega lo que ha da-do y da razón a su vida: su fe, pueden hallar las res-puestas que andan buscando.

Interés especial tiene el Catecismo para esa mul-titud inmensa de católicos que andan buscando lafe de la Iglesia en la que creer y desde la que vivir,pero que quizá se encuentra zarandeada y no exen-ta de lagunas, y aun llena de oscuridades y perpleji-dades; buscan la certeza de la fe católica y apostóli-ca de siempre, que ha dado a los que le han precedidoen la misma fe sentido y esperanza, razones para lu-char, para sufrir y para morir; buscan, en medio de unpluralismo que dispersa, la unidad en lo necesario, elcontenido común de la fe, que se nos ha dado una vezpor todas en Jesucristo, y el lenguaje fundamentalcompartido por todos.

+ Antonio CañizaresArzobispo Primado electo de Toledo

Diez años del Catecismouniversal de la Iglesia

En portadaAlfa y Omega4 7-XI-2002

Jesús Colina. Roma

Este pontificado, calificado con frecuencia co-mo el de los records, que en sus 24 años deduración es ya el quinto de la Historia, habrá

dejado en el Catecismo su documento más impor-tante: presenta con un lenguaje actual el compen-dio de la fe católica. El libro, publicado el 11 de oc-tubre de 1992, en cuya redacción participó un equi-po internacional de redactores, fue presentado en elcongreso por su autor principal, el cardenal JosephRatzinger, Prefecto de la Congregación para la Doc-trina de la Fe, como una auténtica respuesta a la sedde felicidad de todo hombre y mujer. El cardenalbávaro constató en la conferencia inaugural del Con-greso, convocado por la Congregación vaticana pa-ra el Clero, con la participación de 250 cardenales,obispos, teólogos y catequistas de los cinco conti-nentes, que «el impulso primordial del hombre, quenadie puede negar, y al que en último término nadiese opone, es el deseo de felicidad, de una vida lo-grada, llena». En este sentido –aclaró–, la terceraparte del Catecismo, dedicada a la moral cristiana,«es la doctrina de la vida lograda, la ilustración, porasí decir, de las reglas para alcanzar la felicidad».

«El libro –añadió el cardenal Ratzinger– poneen relación esta tendencia innata en el hombre con lasbienaventuranzas de Jesús, que liberan al conceptode felicidad de todas las banalidades, le dan su au-téntica profundidad y, de este modo, permiten verel lazo entre el bien absoluto, el bien en persona–Dios– y la felicidad».

«La teología moral cristiana no es nunca una sim-ple ética de la ley, supera también el ámbito de unaética de las virtudes: es ética en diálogo [entre Diosy el hombre], pues el actuar moral del hombre sedesarrolla a partir del encuentro con Dios», afirmó elcardenal. «Por tanto, no es nunca un actuar única-mente propio, autárquico, y autónomo, pura reali-zación humana, sino la respuesta al don del amorde Dios», aclaró.

El cardenal alemán reveló algunos detalles hastaahora inéditos sobre la redacción del Catecismo,que tuvo como coordinador del equipo de redacciónal entonces teólogo dominico Christoph Schönborn,actual cardenal arzobispo de Viena. La elaboraciónde la parte del Catecismo relativa a la moral cristia-na fue la más complicada, confesó Ratzinger, no só-lo por «los difíciles problemas en el ámbito de laética política, de la ética social, y de la ética bioéti-ca, en continuo proceso evolutivo», sino tambiénporque «el debate sobre matrimonio y familia, sobreética de la sexualidad está en pleno desarrollo».

Ahora bien, el cardenal matizó que el Catecis-mo no es un libro de investigación teológica, es elenunciado de la fe de la Iglesia. Por tanto –expli-có–, «quien busca en el Catecismo un nuevo sistemateológico, o nuevas hipótesis sorprendentes, queda-rá decepcionado. Este tipo de actualidad no es lapreocupación del Catecismo. Éste ofrece, recurriendo

Conclusiones del Congreso Catequístico Internacional, a los diez años de la publicacióndel Catecismo de la Iglesia católica

Manual de instruccionespara la felicidad

«El Catecismo de la Iglesia católica, publicado por Juan Pablo II hace exactamente diez años, es un auténtico manual de instrucciones para la felicidad». Ésta fue la conclusión más significativa del Congreso Catequístico Internacional

que se celebró en Roma, del 8 al 11 de octubre

En portada Alfa y Omega 7-XI-2002 5

a la Sagrada Escritura y a la riqueza global de laTradición en sus múltiples formas, e inspirándoseen el Concilio Vaticano II, una visión orgánica dela totalidad de la fe católica, que es bella precisa-mente en cuanto totalidad, una belleza en la que re-luce el esplendor de la verdad».

«La actualidad del Catecismo es la actualidad dela verdad nuevamente expresada y pensada. Esta ac-tualidad permanecerá, a pesar de las críticas que re-ciba», aseguró.

Don privilegiado para la Iglesia

El broche de oro del Congreso corrió a cargo deJuan Pablo II, quien presentó el Catecismo como undon privilegiado para toda la Iglesia de inicios de mi-lenio, al celebrar los diez años de su publicación. «Encuanto exposición completa e íntegra de la verdad ca-tólica, de la doctrina tanto de fe como de costumbres,válida siempre y para todos, con sus contenidos esen-ciales y fundamentales, permite conocer y profundizar,de manera positiva y serena, en lo que la Iglesia cree,celebra, vive y reza», explicó el Santo Padre.

El mismo Papa recordó que este documento tie-ne una naturaleza magisterial colegial sumamenteparticular, es decir, ha sido redactado por toda laIglesia. La petición fue presentada por el Sínodo deObispos de 1985, y su redacción se realizó consul-tando a todos los obispos del mundo. La versión ori-ginal se publicó en 1992 (en francés), mientras quela edición latina (de referencia), en 1997. En variospaíses, como por ejemplo en Francia, ha sido un au-téntico best-seller en el año de su publicación.

Diez años después de su publicación, según elPapa, este Catecismo «mantiene todavía hoy su re-alidad de don privilegiado, puesto a disposición detoda la Iglesia católica, y también ofrecido a todohombre que nos pida razón de la esperanza que hayen nosotros y que quiera conocer lo que cree la Igle-sia católica».

«Al presentar la doctrina católica de manera ge-nuina y sistemática, si bien de manera sintética, elCatecismo refiere todo contenido de la catequesisa su centro vital, la persona de Cristo Señor», ex-plicó Juan Pablo II. Por este motivo, y ésta fue laconclusión del Congreso catequístico, la gran laborque tiene ahora la Iglesia, y en particular los párro-cos, profesores de Religión y catequistas, consiste en«intensificar nuestro compromiso renovado por sumayor difusión, por una acogida más gozosa, y poruna mejor utilización en la Iglesia y en el mundo».Para lograr este objetivo, el cardenal Darío CastrillónHoyos, Prefecto de la Congregación para el Clero,consideró que es decisivo el que el Catecismo de laIglesia católica sea el punto de referencia de los ca-tecismos locales o libros de religión con los que seilustra la fe católica.

Entre los niños de la callede Río de Janeiro

Esta dimensión existencial del Catecismo que-dó genialmente ilustrada por Maria Christina Sa,mujer laica, casada y con tres hijas, encargada de lapastoral de la arquidiócesis de Río de Janeiro a favorde los niños de la calle. El 24% de los jóvenes queviven en las favelas no tiene trabajo y forma «unauténtico ejército al servicio de la ilegalidad y de lamarginación», constató la catequista ante los car-denales, obispos y teólogos de todo el mundo.

Si abandonamos a los niños de la calle, «que vi-ven al límite de la supervivencia», sólo podrán es-coger entre dos opciones: «ser asesinados por la vio-lencia o la droga, o ser reclutados por las organiza-ciones criminales o por la prostitución». Según Ma-ria Christina, el anuncio del Catecismo entre estospequeños se ha convertido, en estos años, en el mo-tor de la labor de la Iglesia para ofrecer a estos pe-queños una esperanza real, concreta, existencial, pa-ra sus vidas, capaz de redimir un terrible pasado.

Ahora bien, en esta misión la diócesis se plan-tea, como primer objetivo, tratar de recuperar la re-lación de estos niños, adolescentes o incluso jóvenes,con sus familias de origen. Es necesario –explicó–hacer todo lo posible para que los niños de la callepuedan tener la posibilidad de ser acogidos por unafamilia, o para que vuelvan al seno de su propia fa-milia. «La primera escuela de vida y de palabra es lafamilia» –observó–, una lección que alcanza can-dente actualidad en otros contextos, como el español,en el que el número de niños testigos de uniones ro-tas de sus padres sigue en aumento.

Pero esta labor –dijo– no se puede realizar sincatequistas laicos, que hoy «son numerosos, pero

están desperdigados». Y, dirigiéndose a líderes ca-tólicos de los cinco continentes, insistió en que «tie-nen que asumir la conciencia de sus propias res-ponsabilidades». Ahora bien –concluyó–, «promo-ver el laicado no significa clericalizarlo», pues «loslaicos no pueden sustituir a los sacerdotes en el ejer-cicio de funciones que son propias del ministeriodel Orden».

Seis propuestas

Al final del Congreso, los participantes escribie-ron un Mensaje final en el que recogen seis pro-puestas para ofrecer un anuncio de la fe que res-ponda a las necesidades del hombre de hoy:

Reconocen que el Catecismo se quedaría enletra muerta si no es acompañado por un procesode iniciación en la fe, que implica sobre todo elanuncio de lo que creemos y la catequesis.

Explicaron que la forma en la que hoy día seenseña el Catecismo, especialmente en la escuela, de-be recuperar «las demás dimensiones del catecu-menado, en las que la transmisión del mensaje seaenriquecida y apoyada por ritos y celebraciones, in-tegrada por ejercicios ascético-penitenciales, seaapoyada por el testimonio y la compañía de la co-munidad eclesial y la familia, para convertirse enuna auténtica escuela de vida».

Concluyeron que «la comunicación de la fe, to-mada de la Sagrada Escritura, es hoy más deseada ydifundida que nunca. El Catecismo de la Iglesia ca-tólica ayuda a leer la Biblia según la fe de la Iglesia».

Recordaron que el Catecismo es el instrumentoimprescindible para la formación de los agentes dela catequesis, para quienes pidieron «cualificadasescuelas de formación, incluso a nivel central de laIglesia».

Reconocieron que la «catequesis será eficaz acondición de que se dé un adecuado ambiente de fevivido por la comunidad, animado por catequistasidóneos, apoyado por textos válidos».

Pidieron que se afronte el imponente trabajo deredactar catecismos nacionales destinados a las di-ferentes edades.

En portadaAlfa y Omega6 7-XI-2002

El Catecismo de la Iglesia católica ¿es el fru-to de una escuela de teología? ¿Es produc-to de una corriente romana, resultado de

un concepto de teología europea, distinto al asiá-tico, africano, o iberoamericano?

El Catecismo de la Iglesia católica no quiere sery no debe ser el fruto de un concepto teológico de-terminado, al contrario; se enmarca en un nivel queprecede los conceptos teológicos y los fundamen-ta. El Catecismo no se pone al nivel de las teologías,necesariamente plurales, sino a nivel de la regla dela fe, que es necesariamenteuna sola si existe unasola fe. Todo lo quesea considerado co-mo parte de unaescuela teológicadebe ser descar-tado del Cate-cismo. Parasanto Tomásde Aquinoestá claroque los ar-tículos defe, resu-midosen elCredo,

no constituyen sentencias teológicas, sino los prin-cipios mismos sobre los que debe basarse toda re-flexión teológica. Los artículos de fe tienen el mis-mo papel que tienen los axiomas en las ciencias na-turales. La teología no juzga los principios, sino quetrabaja a la luz de estos principios.

El Credo de la Iglesia es muy breve, el Cate-cismo, sin embargo, con sus 2865 números es unaauténtica enciclopedia. ¿Todas las afirmacionesdel Catecismo deben ser consideradas como prin-cipios de la teología?

Los cuatro pilares del Catecismo constituyen,sin duda, las fuentes de la vida, de la fe y

de la enseñanza de la Iglesia, incluida lateología. Estos cuatro pilares tienen

realmente el carácter de axio-mas, son los presupuestos

de cualquier trabajo teo-lógico: el Credo, los sie-te Sacramentos, los diezMandamientos, las sie-

te peticiones del PadreNuestro, son íntimamen-te comunes a toda laIglesia, a todos los fie-les. Es la expresión con-

densada de lo que cree laIglesia, y de lo que vive.

Sabemos, por tanto, queestos pilares constituyen la esen-

cia de la catequesis bautismalde la Iglesia antigua y del Or-

den de iniciación de losadultos hoy.

Pero, ¿no es

la

Biblia la fuente principal de la teología?La fe cristiana no es una religión del Libro. El

cristianismo es la religión de la Palabra de Dios: esdecir, no es una palabra escrita y muda, sino el Ver-bo encarnado y viviente. No es el libro en cuantotal la fuente, sino la Palabra viva de Dios, Palabra he-cha carne que se ha quedado entre nosotros. Con-sidero sumamente urgente que se haga un catecismobreve, un pequeño catecismo basado en el Catecis-mo de la Iglesia católica. Mientras tanto, constata-mos con alegría que muchos fieles, incluso sin unagran preparación, utilizan el Catecismo, y sacan deél apoyo e iluminación para su vida de fe y vida cris-tiana.

¿Por qué se ha escrito en los años noventa (noantes o después) este Catecismo?

El Catecismo de la Iglesia católica nace de unafirme convicción de la Iglesia: la unidad y la unici-dad de la fe. Los Padres del Sínodo extraordinario de1985 presentaron esta argumentación pidiendo alPapa un catecismo del Concilio Vaticano II. El car-denal Bernard Law, de Boston, fue el primero enlanzar la idea. Su argumentación era tan sencilla co-mo convincente: en un mundo que se convierte ca-da vez más en aldea global, en la que los jóvenes

viven en una culturaglobalizada,

¿por qué nofiarse de

la uni-dad

de

El Catecismo, motorde la nueva evangelización

¿Es posible sintetizar en un libro la fe de la Iglesia? ¿No puede ser algo reductivo? ¿No es un documento enciclopédico demasiadoalejado de la vida de la gente? A éstas y otras objeciones que se hacen al Catecismo de la Iglesia católica respondió el cardenalChristoph Schönborn, arzobispo de Viena y coordinador del equipo que redactó el Catecismo, promulgado hace exactamentediez años por Juan Pablo II. Ofrecemos, en forma de preguntas y respuestas los pasajes más destacados de su intervención

en el Congreso Catequístico Internacional celebrado en el Vaticano con motivo del este décimo aniversario

Foto

de

La V

angu

ardi

a

la fe y de la posibilidad de expresarla en común, conuna sola voz, con un solo corazón?... La diversidad delas culturas y de los idiomas no excluye la expresióncomún de la fe.

¿Cuál es el desafío que debe afrontar la Iglesia,y en particular los catequistas, para presentar elCatecismo?

Desde hace años, luchamos con proyectos de en-señanza religiosa escolar fragmentados, que rechazanaparente o explícitamente la idea misma de cohe-rencia, de organicidad. Vivimos en la época de losflashes, de toques, de impresiones, de intentos. LaBiblia se presenta fragmentada. No se presenta comouna historia de Dios con los hombres, como un de-signio de Dios con el mundo y la Humanidad. Sepresentan pedazos y fragmentos tomados de aquí y deallá, que dan la triste impresión de opciones arbitra-rias. Lo mismo sucede con los temas de la fe. Es im-posible que los alumnos perciban la fe como algoorgánico, que exige una fe de vida coherente en todoslos aspectos de la vida. Este concepto de enseñanzareligiosa y de la catequesis ha arrinconado la mis-ma idea de la unidad de la fe. No hay que sorpren-derse, por tanto, si el Catecismo no es acogido enambientes de la catequesis oficial. Se rechaza la mis-ma idea de Catecismo.

¿Cómo hay que presentar el Catecismo?La fe, transmitida por la Iglesia no es en primer

lugar un conjunto de doctrinas fijas que hay quetransmitir una tras otra, sino la llegada de una reali-dad nueva, inaudita, creadora, regeneradora. Creoque para muchos jóvenes de hoy, y para nuestrassociedades occidentales, el descubrimiento de la fees también el descubrimiento de un nuevo mundoque genera percepciones y experiencias nuevas. Esverdad que la catequesis debe comprometerse siem-pre a poner en relación la fe y la experiencia, pero lafe muestra que es necesario entrar antes en una nue-va realidad para poder acceder a ciertas experien-cias.

¿Podría hacer un breve balance de los resul-

tados logrados por el Catecismo, diez años des-pués de su publicación?

Tras el Concilio Vaticano II, en el que la Iglesia to-mó conciencia, como nunca antes, de su universali-dad, de su vocación a ser Sacramento de la salva-ción universal, la Iglesia ha querido afirmar su fe enun Catecismo universal, un Catecismo que quiere

ser declaradamente católico para toda la Iglesia, ex-presión de su catolicidad, de su fe única destinada atoda la Humanidad, instrumento del anuncio de laBuena Noticia a todos las gentes para que seandiscípulos de Jesús y enseñarles todo lo que Él mis-mo ha enseñado. Es un proyecto enorme, pero elEvangelio no nos permite ignorar esta exigencia.Con alegría y gratitud podemos decir, diez años des-pués de su publicación por el Santo Padre, que elCatecismo de la Iglesia católica se ha convertido enun magnífico instrumento para el gran proyecto de lanueva evangelización.

En portada Alfa y Omega 7-XI-2002 7

La nueva evangelización tambiéndepende de la clase de Religión

Cómo es posible dar la propia contribución a la nueva evangelización en el ambiente, im-portantísimo para el futuro, que es la escuela hoy? La escuela tiene como caracterís-

tica el ser no sólo un lugar de instrucción, sino también de educación, mediante la mani-festación de la cultura, que es la reflexión crítica y sistemática sobre la experiencia que ca-da hombre ha sido llamado a cumplir.

La educación es una verdadera y propia obra humana, comparable al generar, porqueintroduce al alumno en el descubrimiento de todo aquello que existe y que tiene un propriosignificado. Mediante esta propuesta, el alumno llega a ser culto por haber aprendido el sig-nificado de los hechos. Esta aventura es de todos, y es esto lo que piden nuestros alum-nos. Porque cada hombre lleva dentro esta pregunta, y en cada momento de su existenciaafirma, tantas veces de manera inconsciente, que existe algo por lo que vale la pena vivir.

En la aventura de la construcción de la propia personalidad, el estudiante encuentraen el profesor de Religión el testigo apasionado que al proprio problema seriamente humano,el del significado de la existencia, no sólo da una respuesta positiva, sino una posibilidadde experiencia.

El Santo Padre lo recordó en la memorable Vigilia en Tor Vergata: «En realidad es a Je-sús a quien buscáis cuando soñáis la felicidad; es Él quien os espera cuando nada os sa-tisface de aquello que encontráis; es Él la belleza que tanto os atrae; es Él quien os provocacon aquella sed de radicalidad que no os permite adaptaros a los fútiles compromisos; esÉl quien os empuja a quitaros las máscaras que hacen falsa la vida; es Él quien lee en elcorazón las decisiones más verdaderas que otros pretenden aniquilar. Es Jesús quiensuscita en vosotros el deseo de hacer de vuestra vida algo que sea grande, la voluntad deseguir un ideal, el rechazo de dejaros arrastrar por la mediocridad, el coraje de compro-meteros con humildad y perseverancia por mejoraros a vosotros mismos y a la sociedad,haciéndola más humana y fraterna. Es Él, Cristo».

Stefano Giorgi

«Que no haya nunca más niños muertos así; dadnos escuelas se-guras»: ante el Presidente de la República Italiana, lo dijo con firmeentereza la madre de uno de los 26 niños víctimas del terremoto queha sembrado la tragedia en el pueblo italiano de San Giuliano de Pu-glia, en la región de Molise. El Presidente Ciampi, profundamenteconmovido, no dudó en reconocer: «No hemos sido capaces deproteger a nuestros hijos. La escuela del pueblo debe ser el sitio másseguro. No os abandonaremos». Y Juan Pablo II, que siguió horatras hora la tragedia, expresó su honda cercanía espiritual con to-das las víctimas del terremoto, especialmente los niños. «Perma-neced cerca de ellos», dijo el Papa. En las fotos, diversos mo-mentos de la tragedia. San Giuliano de Puglia es un pueblo que seha quedado de repende prácticamente sin futuro. Toda una gene-ración de niños nacidos en 1996 han muerto, y esa foto de las mo-chilas y de los libros y cuadernos de los pequeños es de una elo-cuencia abrumadora. Afortunadamente también hay supervivientes.La cercanía y la solidaridad con ellos y con las familias se hacemás urgente que nunca.

La fotoAlfa y Omega8 7-XI-2002

Tragedia en Italia

Hay que estar con los tiempos,es preciso superar situacionesdel pasado, que son anacróni-

cas. Y aún hay que avanzar muchomás»: así se comenta, estos días, enlos medios de comunicación, en la ca-lle, en todas partes el gran avance en lanormativa del Benemérito Cuerpo dela Guardia Civil que sus actuales diri-gentes han dado al abrir a las parejashomosexuales, eso sí, que sean de he-cho, el uso de las viviendas oficiales–es decir, pagadas por todos los con-tribuyentes– de las Casas Cuartel. Yadieron un paso adelante, hace algu-nos años, en dicha normativa quienesabrieron tales viviendas a las parejasde hecho heterosexuales. ¿Cuál seráel siguiente paso adelante en la «de-mocrática normalización de ese co-lectivo», como dicen los defensoresde semejantes aperturas, tan demo-cráticas que sin duda son rechazadaspor las beneméritas personas y fami-lias que constituyen una Guardia Civilnecesitada de otras normativas de jus-ticia social verdaderamente urgentes?

Con el más sincero respeto a quie-nes sufren anomalías en su sexuali-dad, resulta de una ceguera inauditaque las reivindiquen como si fueranun bien, ¡e incluso equiparable al úni-co matrimonio y familia que corres-ponde a tales nombres!; y ciertamen-te resulta sarcástica tal reivindicaciónpor parte, precisamente, de quienesdirigen y pretenden formar parte deun Cuerpo que tiene la misión de velarpor el bien, la justicia y la paz de todoslos ciudadanos. ¿Acaso el bien es só-lo no robar y no matar, y no lo es ladefensa de la verdad del matrimonio yde la familia? Por cierto, entre esospasos adelante que aún faltan en lasnormativas de los servidores de la so-ciedad, ¿no tendrán que incluirse losderechos al aborto, y al dinero fácil…?¿Hacia dónde se pretende avanzar?¿No es acaso retroceder dos milenioshacia atrás, a las sociedades de Co-rinto y de Roma con las que se en-contró san Pablo? El Apóstol las des-cribe así: «Impuros, idólatras, adúlte-ros, afeminados, homosexuales, la-drones, avaros, borrachos, ultra-jadores... ¡Tales fuisteis algunos devosotros! –les recuerda quien les mos-tró la verdad del hombre que se nosha dado en Jesucristo–…»

Si lo que deseamos todos los sereshumanos es mirar al futuro con espe-ranza, ¿no es acaso necesario recupe-rar la auténtica novedad de esta ver-dad del hombre y del matrimonio yde la familia, que afecta, al mismotiempo, a toda otra verdad de la vida,individual y social? Indudablemente,se hace urgente mostrarla. Es lo queha hecho la Iglesia, acercándola a lasituación de hoy, con la publicacióndel Catecismo de la Iglesia católica,que hoy cumple su décimo aniversario.Y es preciso, desde el primer mo-mento, reconocer realmente de qué se

trata. El cardenal Schönborn, arzo-bispo de Viena, uno de los principa-les protagonistas en la redacción deljustamente llamado Catecismo del Va-ticano II, como se recoge en estas mis-mas páginas, lo ha dicho con toda cla-ridad en el Congreso internacional ce-lebrado en el Vaticano con este moti-vo: «El cristianismo no es religión delLibro, sino de la Palabra hecha car-ne». Sin un encuentro humano conCristo vivo, aquí y ahora, es sin dudatotalmente inútil todo intento de edu-car en cristiano, es decir, de educarpara ser auténticamente hombre.

«Desde que encontré a Cristo, medescubrí hombre»: así confesaba el

pretor romano Mario Vitorino frente aquienes le acusaban de convertirse alcristianismo. No podía definir mejor lavida que palpita en el anuncio cristia-no, que, antes que en las letras del ca-tecismo, lo está en los labios y en elcorazón de quien lo anuncia y lo ex-plica. A lo largo de veinte siglos, in-numerables testigos del verdaderoavance que llena de esperanza la vi-da, avalan con la carne de sus vidaslas palabras del Catecismo de la Igle-sia católica; todas, también éstas quecitamos a continuación: «La Tradi-ción ha declarado siempre que los ac-tos homosexuales son intrínsecamen-te desordenados. Son contrarios a laley natural. Cierran el acto sexual aldon de la vida. No proceden de unaverdadera complementariedad afecti-va y sexual. No pueden recibir apro-bación en ningún caso. Un númeroapreciable de hombres y mujeres pre-senta tendencias homosexuales pro-fundamente arraigadas. Esta inclina-ción, objetivamente desordenada,constituye para la mayoría de ellosuna auténtica prueba. Deben ser aco-gidos con respeto, compasión y deli-cadeza. Se evitará, respecto a ellos,todo signo de discriminación injus-ta… Las personas homosexuales es-tán llamadas a la castidad».

Recordar esto no es menosprecioa ninguna persona que sufre, sino jus-tamente lo contrario: es la expresióndel máximo respeto y amor por ella.

Criterios Alfa y Omega 9

Familiasnumerosas

El III Congreso Nacional y I Eu-ropeo de Familias Numerosas

hace las siguientes constatacionesy demandas respecto a las políti-cas familiares en España y laUnión Europea:

La protección social, econó-mica y jurídica de la familia en Es-paña, que es un mandato constitu-cional, ha de ser un objetivo prio-ritario en las políticas públicas.

Las familias con hijos espa-ñolas se encuentran en inferiori-dad de condiciones respecto a lasfamilias europeas, que gozan demayores oportunidades, gracias alas prestaciones de las que disfru-tan en sus países. Es necesario yurgente equiparar, de una vez, laprotección a las familias españo-las con la que reciben las europeas,y conseguir la convergencia socialde los países que formamos partede la Unión Europea.

Se constata y denuncia la in-justicia tan grave que supone laprestación por hijo a cargo en Es-paña: es el único país en el que noes una prestación universal, es decir,para todas las familias con inde-pendencia de sus ingresos. Por otrolado, la renta máxima exigida es deuna cuantía tan baja, que el 90% delas familias numerosas no puedenacceder a dicha prestación. Es ne-cesaria una revisión a fondo de loshorarios escolares y laborales enEspaña, para que los padres y ma-dres de familia puedan disponer detiempo efectivo para atender y edu-car a sus hijos. En relación con laanunciada paga mensual de 100 eu-ros para las madres con hijos me-nores de tres años a su cargo, quetrabajan fuera de casa, según la re-forma del IRPF, en tramitación par-lamentaria, para que no haya dis-criminación, se reclama que se ha-ga extensiva a todas las madres, conhijos menores de tres años a su car-go, incluyendo a las que única-mente trabajan en el hogar.

Este Congreso felicita al Go-bierno por su promesa de una nue-va Ley de Familias Numerosas enel más breve tiempo posible, quesustituya la actual preconstitucio-nal de 1971, obsoleta y desfasada.Al mismo tiempo, pide que en laelaboración de esta Ley se cuentecon la voz de las propias familiasnumerosas, a través de sus asocia-ciones representadas en la Fede-ración Española de Familias nu-merosas. Una Ley como ésta no sepuede hacer al margen de las pro-pias familias.

ΑΩ

7-XI-2002

Avances hacia atrás, no

Adiós, MaríaAntonia

Fue un 15 de octubre. Casi ayer. Te fuiste sinavisar. Fuiste para mí catequista, compa-

ñera, amiga y... mucho más. Recuerdo nuestrasreuniones, charlas y todo lo que me ayudastecuando tuve problemas. Por eso, se me doblóel corazón cuando me dijiste que tenías cáncer.Te intenté ayudar, pero era demasiado tarde.Hoy, te he querido ofrecer este pequeño y be-llo homenaje, María Antonia, amiga mía, porqueeres una santa, y tú te lo mereces todo. Aunqueen algunas cosas no pensábamos igual; peronos queríamos. Sé que ha sido la voluntad delSeñor y que allí nos estás esperando, interce-diendo por nosotros y guardándonos un lugarjunto a ti. Aquí se quedan tu marido, familiaresy amigos. Pronto nos veremos para disfrutardel lugar que el Señor nos tiene preparado.¡Gracias por todo, María Antonia!

Luis MarínMadrid

Adopción por homosexuales

Veamos el siguiente razonamiento: Primero. El interés de la gran mayoría de los

niños es prioritario sobre los deseos de los as-pirantes a adoptar: ¿verdadero o falso?

Segundo. Supongamos que de 100 niñosque nacen, dos serán homosexuales y 98 he-terosexuales.

Tercero. Si a 100 parejas homosexuales seles permite adoptar un niño, habrá 100 niños

adoptados: ¿verdadero o falso?Cuarto. Aceptando este razonamiento, de

esos 100 niños dados en adopción, lógica-mente, dos serán homosexuales y 98 hetero-sexuales: ¿verdadero o falso?

Por tanto, para encajar a 2 niños adopta-dos, habremos desencajado a 98. Se premia (?)a una pequeñísima minoría y se castiga, con las

dificultades e inadaptación que experimenta-rán según se vayan haciendo mayores, a unainmensa mayoría contra todas las reglas de lademocracia.

Es una temeridad y una injusticia concederla adopción a parejas homosexuales.

Ángel CrespoMadrid

Paz y perdón

Mientras que unos pretenden conseguir lapaz y estabilidad de nuestro querido Pla-

neta Azul bombardeando Irak, y otros intentanhacerlo mediante interminables reuniones enla ONU, hay una persona tan anciana de cuer-po como joven de espíritu que ha propuestoel camino más inteligente y eficaz: rezar el Ro-sario a la Reina de la Paz. Juan Pablo II –queno deja de sorprendernos– en el inicio del XXVaniversario de su Pontificado ha escrito unaimpresionante Carta apostólica, que lleva por tí-tulo Rosarium Virginis Mariae, y ha declaradoAño del Rosario al período comprendido entreoctubre de 2002 hasta octubre de 2003. Estecamino del rezo del Rosario es el mismo que laVirgen propuso a tres pastorcillos en Fátimapara lograr la paz en 1917. También ahora, an-te una situación tan incierta, con tantos pro-blemas personales, familiares a los que dedicaparte de la Carta, sociales y globales, es el ca-mino sabio para lograr que Dios transforme elinterior de las personas, cambiando el resenti-miento por la paz y el perdón. El que no se locrea, puede hacer la prueba.

Fernando Sivit Gañán Madrid

CartasAlfa y Omega10 7-XI-2002

Las cartas dirigidas a esta sección deberán ir firmadas y con DNI, y tener una extensión máxima de 20 líneas. Alfa y Omega se reserva el derecho de resumir su contenido

Misioneros

Me acojo a la noticiaque leo en varios pe-

riódicos –y, por supuesto,nos honra y lo celebro–de que «España, que esel país del mundo conmás misioneros, es tam-bién el segundo más ge-neroso en cuanto a dona-ciones». Gracias a Dios.Sí, en el mundo son unos20.000 misioneros espa-ñoles. Hace unos 20 añoseran unos 22.000. Quie-ro decir con ello que, desde entonces, están bajando, y ya, desde ahora, en forma inexo-rablemente rápida, debido a que muchos mayores van muriendo y se puede decir que de allíya no llega ninguno. Ahora en España se oyen consignas expresamente descristianizado-ras, se fomenta en muchos instrumentos masivos una mentalidad rabiosamente paganizantey se han tomado actitudes anticristianas y antivida.

El oscurecimiento de la racionalidad de la fe hace que vaya surgiendo el embruteci-miento, las idolatrías y supersticiones de toda laya que, desgraciadamente, ya masca esasociedad. Esto ya lo había enseñado san Pablo. Y las profecías se cumplen. Más, muchomás necesitamos los valores cristianos allí, que los dólares que agradecemos aquí.

Donato Jiménez SanzLa Rioja

Confesión

Unos artículos recientes en Alfa yOmega sugieren que los fieles han

perdido en gran mayoría su costumbreasidua de confesarse. Sin embargo, pa-rece que los autores de estos artículosignoran el hecho de que son sacerdo-tes en muchas parroquias de Madrid losque han eliminado por su propia inicia-tiva el sacramento de la Penitencia. Igle-sias que fueron construidas con dos otres confesionarios, ya solamente tie-nen uno –y éste de adorno–. Algunossacerdotes oyen confesiones solamen-te antes de la misa. Otros no tienen con-fesiones nunca, pero uno puede confe-sarse previa petición, aunque jamásanuncian este hecho. «¿No podemos

volver a la práctica de hace años, cuando en la tabla de anuncios de cada iglesia figurabael horario de misas y el horario específico de las confesiones? Un horario fijo cada semana.Nos da mucho reparo pedir individualmente a un sacerdote que nos confiese. Personal-mente, yo me traslado al centro de Madrid a una de las muchas iglesias, antiguas y tradi-cionales, cuando quiero confesarme. ¿No somos una Iglesia? Muchas veces me parece queno; incluso en asuntos tan importantes.

Brian ChamberlainMadrid

José Francisco [email protected]

Ha escrito recientemente el filósofo Rafael Alvira que, «porque la familiaes el lugar de la diferencia, es también el de la identidad propia y el dela comunicación. El marido hace presente a la mujer, la mujer al mari-

do, los padres a los hijos y los hijos a los padres, el hermano al hermano. No haynunca lo uno sin lo otro, de tal manera que, al estar uno presente ante el serdiferente, es presencializado por él. Cada uno tiene su lugar y no hay mejor nipeor. El marido es el principal –escándalo para cierto feminismo–, pero la mu-jer es el final, y tan importante es el principio como el fin. Los padres son prin-cipales y los hijos finales. Carece de sentido la guerra de importancias. Mari-do y mujer juntos hacen presente la humanidad. Por eso el matrimonio es físi-ca y espiritualmente el lugar por excelencia de ella».

No hay mejor política familiar que una buena antropología, y la campaña po-lítica ha comenzado en el territorio de la familia. Esperemos que no termine enel de la persona, y con la persona.

Celebrado, el pasado fin de semana, el numeroso Congreso de Familias Nu-merosas, leemos a José Eulogio López en el siempre políticamente incorrectoconfidencial Hispanidad: «Todos ustedes saben ya del Congreso, pero me temoque no saben lo que ocurrió ese día en el Palacio de Congresos de Madrid. No seha reflejado en ningún medio que el ponente más aplaudido del Congreso nofue ningún cargo del PP, sino la decana de la Facultad de Ciencias Econó-micas y Empresariales de la Universidad Complutense, María Teresa Ló-pez, quien fue despedida con gritos de ¡Presidenta, Presidenta! Ni ElMundo, ni ABC, ni La Razón han reseñado sus palabras, especial-mente cuando advertía –mujer, madre y catedrática (de Econo-mía, no de Derecho Canónico)– que la política del PartidoPopular sobre la Familia era de corte feminista, más pre-ocupada por las mujeres liberadas que por padres e hi-jos. Fue la más aplaudida. Es más, ahora que el Pre-sidente busca su tanque de cerebros para la ma-crofundación FAES, a la que piensa dedicartodos sus desvelos intelectuales cuandoabandone La Moncloa, ahí tiene un buenfichaje. También puede nombrarle Se-cretaria de Asuntos Sociales, por-que la actual, Concepción Dan-causa, asimismo invitada alCongreso, gusta bastantemenos a las familias.Todo sea por la fami-lia. Y es que estees el problema.

Verán: políticafamiliar no consis-

te en conceder sub-venciones a la familia, si-

no en tener un concepto so-bre la familia. El centro refor-

mismo aznariano tiene dosconceptos sobre la familia: el uno

consiste en que la familia no existe, si-no que hay 300 tipos distintos de familia.

Intelectualmente, esta primera opción no tie-ne desperdicio, sobre todo porque de definición

no tiene nada. La segunda acepción, siempre enclave qué-progres-somos-rediez, pertenece al insigne

pensador Alberto Ruiz-Gallardón: una familia son dos

que se quieren. Esto es definitivo, electrizante. Una de-finición tan brillante ni tan siquiera necesita con-cretar qué es eso del cariño (de hecho, es unadefinición tremendamente romántica), o sila pareja de amantes alude solamente aseres humanos, o cualquier otra seriede entes, por ejemplo, dos amebas».

En la entrevista a Jaime Ma-yor Oreja, publicada en ABC,el lunes 4 de noviembre, ala pregunta sobre cuálesserán las ideas centra-les de la campañadel año 2003 del

Partido Popu-lar, responde: «Las

ideas centrales iránen torno a la familia.

Partimos de que hace añosel debate era familia sí, fami-

lia no. El falso progresismo llegóa decir que la familia era una insti-

tución burguesa. Ahora el debate esdistinto, ya que es el grado, la profundidad

y la autenticidad de las distintas opciones ala hora de ocuparse de la familia. La primera re-

flexión que debemos hacer es en qué direccióncamina políticamente esta cuestión, y se confirma

que el progresismo más profundo está asociado a la fa-milia. Tenemos que darnos cuenta que los valores más

asociados a la familia (el esfuerzo, la solidaridad, el cari-ño…) permanecen, pero la España de hoy es distinta. Ahora

hay que compatibilizar el pleno empleo con la institución fami-liar. Al margen de las importantes iniciativas legislativas que benefi-

cian a las familias numerosas, al estatuto patrimonial de los discapacitadosy al marco jurídico para las personas dependientes, lo que queremos es im-

pulsar un especial ambiente social en que la familia pueda desenvolverse, quela pongamos un poco más de moda, que la convicción por la familia aumente. Alhablar de familia podemos abordar cientos de aspectos que están relacionados,pero lo que queremos es abordar lo que el 95 por ciento de las familias españo-las tienen que resolver. El problema de las parejas de hecho puede ser para un 1ó 2 por ciento, o el tema de los homosexuales mucho menos. Vamos a pensar enlos problemas que tiene el 95 por ciento».

Suponemos que, en las políticas familiares, se tendrán en cuenta los erroresde la deseducación sexual, como alertaba Josep Miró y Ardevól en La Van-guardia, el pasado día 4: «Nuestros adolescentes, ¿tienen más conocimientos se-xuales que los de su edad hace diez años? Es obvio que sí. Basta con conocer susconversaciones y leer algunas de sus revistas especializadas para constatarlo.¿Utilizan en mayor medida el preservativo? Sí, mucho más. Entonces, ¿por quélos embarazos entre las chicas de 14 a 17 años se han disparado? Sólo en Cata-luña 841 en 1998; 924 en el año siguiente; 1.023 en el 2000. Además, dos terciosde estas adolescentes han abortado. Miles están condenadas a llegar a la edad adul-ta con la frustración y el dolor de un embarazo y un aborto a cuestas. ¿Cómo va-mos a construir una sociedad razonablemente feliz, con estos mimbres? ¿Res-ponde esto a una política responsable de la condición femenina? Las campa-ñas de información sexual basadas en el preservativo como respuesta única y ex-clusiva, donde el sexo se reduce a lo genital y su práctica se presenta como unjuego intrascendente, han evidenciado su fracaso reiterado, tanto aquí como enEuropa».

Aquí y ahora Alfa y Omega 7-XI-2002 11

y contarlooír...Ver

Los problemas ¡del 95 por ciento!

Madrid se prepara para cele-brar la solemnidad de San-ta María la Real de la Al-

mudena. Esta tarde, a las 19 h., con-cluye el Triudo preparatorio en honora nuestra Patrona en su catedral. Lavíspera de la fiesta, mañana viernesdía 8, a las 20:30 h., en la catedral,tendrá lugar la Vigilia para jóvenes,presidida por el cardenal arzobispo.

El día de la fiesta, sábado 9 de no-viembre, tendrá su punto culminanteen la solemne Eucaristía, presididapor el cardenal arzobispo, en la PlazaMayor, a las 11:30 h. Al comienzo, elalcalde de Madrid, don José María Ál-varez del Manzano, renovará el Votode la Villa, última ocasión en que lohará, al abandonar próximamente sucargo de primer edil. La tradicionalProcesión, que sigue a la celebracióneucarística, recorrerá: calle Gerona,plaza de Santa Cruz, calles Esparte-ros y Mayor, Puerta del Sol, calle Are-nal, plaza de Isabel II, calle Bailén y,por último, la imagen de la Virgen dela Almudena llegará a su catedral. A lolargo de todo el día, se realizará ante lafachada de la catedral en la calle Bai-lén la Ofrenda floral, desde las 9 dela mañana hasta las 9 de la noche.Durante todo el día, tanto la catedralcomo la Cripta permanecerán abier-tas, y los fieles podrán subir a vene-rar la imagen de la Virgen de la Al-mudena en su altar. Habrá misas en lacatedral a las 9, 10, 17, 18, 19 y 20horas, y en la Cripta a las 10, 11, 17:30y 18:30 horas.

El domingo, 10 de noviembre, ha-brá un recital de órgano en la cate-dral a las 20 h. Será ésta la presenta-ción oficial del organista titular de lacatedral, Roberto Fresco, que inter-pretará obras de Sebastián Aguilerade Heredia, Antonio de Cabezón, J.

Titelouze, W. Weckmann, V. Lübeck yJuan Sebastián Bach.

Todos estas celebraciones formanparte ya de la vida en la capital. Perono está de más recordar que, hasta ha-ce menos de 10 años, Madrid, en un

tiempo «capital de un Imperio católi-co, donde nunca se ponía el sol», yprimera ciudad del mundo que hizovoto a la Inmaculada, no tenía cate-dral ni un templo digno «que cobijaraa su venerada Patrona». Con este re-

cuerdo arranca don Pedro Calleja surecorrido por la historia de la catedral.En su libro, La catedral de la Almu-dena. Guía práctica e ilustrada (Ed.La Librería), que prologa el Deán de lacateral, don Antonio Astillero, des-cribe además su arquitectura y patri-monio artístico, e incluye una brevehistoria de la devoción mariana de losmadrileños, así como de su más re-ciente historia, que se abre con la de-dicación-consagración por el PapaJuan Pablo II el 15 de junio de 1993.Así la anomalía de que una ciudad co-mo Madrid no contara con catedralpropia hasta casi en puertas del sigloXXI, queda compensada por el privi-legio que ha correspondido a esta ge-neración de ser testigo de un aconte-cimiento singular: la consagración desu catedral por el Santo Padre. «Undía caluroso –narra el libro– desper-tó a la ciudad engalanada para la oca-sión, deseosa de encontrarse con elPapa, que tanto quiere a Madrid». Yrecuerda de modo especial «la Euca-ristía de canonización de san Enriquede Osó, todo un baño de mutitud entorno al Santo Padre, en la emblemá-tica plaza de Colón, en su segunda jor-nada en Madrid». Y cierra este capí-tulo del libro la oración del Papa antela imagen de Santa María la Real de laAlmudena: «Tú, que estuviste ocultaen murallas del viejo Madrid, te ma-nifiesto hoy como madre de inmensaternura. Tu nombre de Almudena ha-ce referencia a la fortaleza. Danosconstancia en la fe, mantén vivo yfuerte nuestro amor, para que ningúnobstáculo pueda desviarnos del cami-no de la salvación. Llena con tu pre-sencia maternal la dura soledad de losque sufren. Acoge con amor los dese-os de tus hijos, abre nuestros corazo-nes a la alegría del espíritu».

Iglesia en MadridAlfa y Omega12 7-XI-2002

9 de noviembre, fiesta de la Virgen de la Almudena: el Alcalde renovará el Voto de la Villa

Madrid honra a su Patrona

El nueve de marzo de 1952 se abrían al cul-to las puertas de un nuevo templo en Ma-

drid dedicado al Inmaculado Corazón de Ma-ría, en la confluencia de dos calles del barriode Argüelles: Marqués de Urquijo y Ferraz.

La actual iglesia venía a sustituir a la anterior,situada entre otras dos calles: Mendizábal yBuen Suceso. En la contienda civil del 36 unabomba la destruyó del todo.

Los Misioneros Claretianos que la regenta-ban, después de denodados esfuerzos de to-da índole, lograron que Regiones Devastadaserigiera un nuevo templo sustitutorio que es elque ahora ostenta en su fachada el título de

Santuario del Inmaculado Corazón de María, yque tiende su arquitectura desde Marqués deUrquijo hacia Ferraz.

La actual comunidad de Misioneros Clare-tianos de la calle Juan Álvarez de Mendizábal67, con objeto de no dejar desapercibido el cin-cuenta aniversario, quiso organizar una seriede celebraciones durante el pasado mes de oc-tubre, hasta el día 24, festividad de San AntonioMaría Claret. A tal efecto, se sucedieron den-tro del mismo templo y en sus salones parro-quiales conciertos de órgano y arpa, de músicareligiosa, conferencias sobre la labor apostólicay misionera en Madrid de san Antonio María

Claret y los claretianos. La asistencia a todos losactos superó con creces las expectativas. Lascelebraciones concluyeron con un Triduo deacción de gracias y de preparación a la solem-nidad de San Antonio María Claret, fundadorde los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazónde María (claretianos), culminando con la so-lemne Eucaristía que presidió el cardenal ar-zobispo de Madrid, y en la que participaron lasdiversas ramas de la Familia claretiana.

Este santuario del Corazón de María es uncentro de pastoral espléndido dentro de la ar-chidiócesis de Madrid. Tanto por sus variadasactividades eclesiales con jóvenes, adultos, cá-ritas, catequesis, etc. –18 grupos funcionarán enla preparación del Sínodo Diocesano–, comopor su culto. Diecisiete misas se celebran envísperas y festivos. El servicio de confesiones encontinuidad de horas lo conocen bien todos losmadrileños.

Julio Sanz Misionero claretiano

50 años del santuario del Corazón de María

Vuelve un año más la fiesta dela Patrona de la archidiócesisde Madrid. El próximo sába-

do, día 9 de noviembre, la celebrare-mos con el gozo y el fervor típicos delos madrileños que, desde hace prác-ticamente un milenio, han ido descu-briendo cada vez más hondamente ala Virgen de La Almudena como aque-lla Madre común que les guía y acom-paña con un amor singular en todoslos acontecimientos más decisivos desu vida personal y familiar y, también,de su historia eclesial y civil.

Queremos cantar de nuevo este añolas alabanzas de Santa María, la Realde La Almudena, darle gracias por suamor de Madre, siempre solícito y mi-sericordioso, y confiarnos a su cora-zón maternal, con la renovación denuestra consagración a Ella de todolo que poseemos y somos. La Vigiliade los jóvenes, la solemnísima Euca-ristía en la Plaza Mayor, la procesiónde retorno con su venerada imagen asu catedral, la visita a la misma y laofrenda de flores... nos servirán para irdesgranando públicamente las mues-tras de nuestro afecto filial y la plega-ria por Madrid y por todos los madri-leños. ¿Cómo no vamos a honrarla yaclamarla y a cobijarnos en su rega-zo, cuando lo que nos ha ofrecido ysigue ofreciéndonos es lo más valiosode sí misma y lo infinitamente valio-so para nosotros que es su Hijo, Je-sús, nuestro divino Salvador? Éste esel perenne e insuperable motivo denuestra devoción a la Virgen de La Al-mudena: el habernos dado a Jesucris-to, el Salvador del hombre –de todohombre que ha venido, viene y ven-

drá a este mundo–, a través de esa for-ma multisecular en que se ha mani-festado su presencia en la Iglesia y enla comunidad humana de Madrid, tanpróxima a los avatares históricos dela vida de sus hijos, a los que no hadejado de confortar e iluminar en elcamino que les lleva a la verdadera vi-da: el camino de la fe, de la esperanzay del amor de Cristo. Con ella, con sudescubrimiento espiritual –tan biensimbolizado en el hallazgo de su anti-gua imagen en las murallas del Ma-drid medieval, liberado y recuperadopara su tradición cristiana–, los ma-drileños emprendían el milenio másfecundo de su historia espiritual y ciu-

dadana. Bajo su amparo, que celebra-remos e invocaremos con confiada yfestiva alegría, nos proponemos afron-tar los retos y las esperanzas del nue-vo siglo y milenio que estamos ini-ciando.

Un bien precioso y de futuro

Un bien precioso de sumo valor pa-ra el futuro temporal y eterno de to-dos los hijos de Madrid queremos po-ner en sus manos en su fiesta de esteaño: la paz. Naturalmente la paz delos países sumidos en guerras abier-tas, que destruyen y matan a los hom-bres y a los pueblos sembrando el odio

en las almas. ¿Cómo no recordar conespecial dolor la guerra en Tierra San-ta, su tierra y la de su Hijo Jesucris-to? También la paz de los que sufren elacoso amenazador del terrorismo,siempre al acecho, dispuesto a sem-brar miedo, destrucción y muerte deinocentes: un terrorismo organizadointernacionalmente que golpea en lossitios y momentos más inesperados;un terrorismo que lleva las siglas deETA en España, y que venimos pade-ciendo desde hace varias décadas contantos sufrimientos, tantas víctimas ytanta amenaza, y no en último lugaren Madrid, escenario reiterado de ho-rribles atentados terroristas. Esa paz,nuestra paz, libre de la guerra y del te-rrorismo, se la encomendamos y su-plicamos con encendido acento anuestra Madre de La Almudena. Ycon esa paz, le pedimos el don plenode la paz para las familias y la socie-dad madrileña: la que se edifica todoslos días a través de la concordia yamor entre los esposos, y entre los pa-dres y los hijos; la que brota cotidia-namente a través de la educación delas generaciones jóvenes en el apre-cio y estima del valor supremo de ladignidad inviolable de toda personahumana; o, lo que es lo mismo, la quenace de una formación religiosa y mo-ral que les aleje de las tentaciones de laviolencia, de la droga y de las fórmu-las degradantes a la hora del trabajo, dela diversión y del tiempo libre; la pazque ha de venir también, y necesaria-mente, por la integración plenamentehumana y cristiana de tantos emi-grantes: muchos, hermanos en la fe–la mayoría– y, todos, siempre her-manos por su vocación de hijos deDios.

Y con esa paz plena, que se originay alimenta en la paz de la conciencia ydel corazón de cada uno, le pediremosa la Virgen de La Almudena por el ter-cer Sínodo de la archidiócesis de Ma-drid cuya fase preparatoria de oracióny de consulta acaba de ponerse enmarcha en toda la comunidad dioce-sana. Que ella nos ayude y nos acom-pañe maternalmente para que el Es-píritu Santo, por quien concibió en suseno a su Hijo, el Redentor del hom-bre, ilumine a la Iglesia en Madrid a lolargo de su empeño sinodal de ser re-novado instrumento del Evangelio en-tre todos los madrileños, a fin de quepueda mostrarles, como lo piden losnuevos tiempos, a Jesucristo, frutobendito de su vientre.

Sí, a ti te lo pedimos, Madre: Ohclementísima, oh piadosa, oh dulceVirgen María de La Almudena.

+Antonio Mª Rouco Varela

Iglesia en Madrid Alfa y Omega 7-XI-2002 13

La voz del cardenal arzobispo

El bien precioso de la pazMadrid celebra la Virgen de la Almudena: éste es el título de la exhortación pastoral que nuestro cardenal arzobispo escribe

esta semana, y en la que dice:

Arriba: fotograbado publicado en La Ilustración española y americana, dibujado por Pérez (1872);abajo: La Virgen de la Almudena, en la muralla junto a la Puerta de la Vega, y en primer término

san Isidro en el milagro de la fuente, cuadro de autor anónimo y fecha indeterminada que perteneció a la colección del doctor Forns. Fue publicado en la revista

Blanco y negro en 1933

Hace unos cuantos años, ya másde veinticuatro, un hombre jo-ven, gritaba con inusitada

fuerzas unas palabras que llamaron laatención a todos sus interlocutores,aunque por razones distintas. Habíansido pronunciadas muchas veces y dediversas formas a lo largo de los años.Eran las palabras que los testigos pri-mitivos habían oído de diversa formay en situaciones muy diversas. La pa-labra central era el verbo abrir, pero,sobre todo, él se refería a la acción vo-luntaria de ese verbo, la apertura. Na-da hasta aquí anormal, aunque, a decir

verdad, todo lo que ocurrió esa tardefue anormal. De repente, como si setratase de un auditorio duro de oídos,aquel hombre joven volvió a la cargacon el abrir. Pero en esta segunda inu-sitada ocasión utilizó otra palabra, co-mo para oralmente expresar lo que to-do su ser quería transmitir ante su au-ditorio, ciertamente elevado. Utilizóla palabra spalancare. En español sig-nifica abrir de par en par. ¿Abrir depar en par, qué, a quién y para qué?Lo dijo inmediatamente: las puertas–teniendo en su corazón las palabrasque un testigo oyó–, a Cristo, paradescifrar a los hombres, a todo el hom-bre. No se conformaba con que exis-tiese una apertura, sino que ésta fuesetotal. Y desde esa tarde, sólo vive pa-ra eso. Lo novedoso de ello era quelos destinatarios de esas voces no era

un grupo más o menos numeroso depersonas, de una cierta región, de uncierto país, sino que, desde esa tarde,él quería que explícitamente fuera laacción principal para todos los hom-bres del mundo. No estaban improvi-sadas esas palabras, no eran fruto deun fervorín, ni incluso de una incon-tenible emoción, sino consecuenciade lo que había tratado de ser y hacerdurante toda su vida hasta ese precisomomento. Y como quien está segurode que eso es lo mejor, continuó des-velando su secreto, con más fuerza enla medida que sus interlocutores ha-

bían sensiblemente aumentado. Ter-minada la invitación y el anuncio, sepuso manos a la obra para que esa fan-tástica apertura fuese posible.

Si la invitación había sido pronun-ciada atípicamente, atípica sería suforma de llevarla a cabo. Atípico, en elsentido de que ni un solo segundo desu existencia ha estado ajeno a esaspalabras. Tres meses después, co-menzaba a decir las mismas palabrasen otro auditorio, por si alguien no sehabía enterado, y así hasta en casi tres-cientos puntos distintos del planeta,para que no haya nadie que, al menos,no se entere para lo que existe en estemundo. Si su potente voz se ha apa-gado con el paso de los tiempos, loimportante, la voz de su propia vida, loimportante que esa voz física quierecomunicar, no ha hecho más que cre-

cer. Es lo que vulgarmente se dice: unejemplo vale más que mil palabras.En este caso más que millones de mi-nutos de oratoria –tenemos que pensarbrillante y estupenda–, pero que nodejan de ser eso, palabras. Viene aho-ra lo decisivo, la encarnación de esapalabra, lo que se dice hacerlo vida.El hacerlo vida, por parte de este hom-bre joven, está fuera de toda parciali-dad de cualquier tipo. Es potentementeimpactante la encarnación existencialde aquellas palabras en su vida.

Algunos quisieron silenciar esasexcéntricas palabras en la vida de

aquel hombre joven, porque poníanen riesgo la inmediatez de su vida.Pero ni las balas mortíferas pudierondar muerte a la encarnación de esaspalabras. Hicieron, si cabe, redoblarla intensidad y urgencia del mensajecentral de aquella memorable tarde.Ni barreras lingüísticas, ni técnicas, nide pensamiento, ni de cultura, ni decálculo de ningún tipo, se opusierona que aquel spalancare le porte fue-se posible en todos los ambientes, entodas las realidades, en todas las so-ciedades, en todos los hombres. Elinmenso y desolador panorama su-ponía una dramática lucha interna yexterna. El hombre joven lo sabía per-fectamente. El entrenamiento ante lasadversidades había sido el pan de ca-da día en su vida. Por ello, redoblóel entrenamiento inexplicablemente

ante el asombro de todos los pruden-tes. Cuanto más grandes parecían losobstáculos, mejor se sorteaban. Antetal espectáculo, el auditorio se pre-guntaba qué injería, qué tomaba; ¿ha-cía dopping? Él estaba ansioso pormostrar su secreto, el secreto que ledaba el éxito por todas partes. No te-nía la más mínima intención de ocul-tar su secreto, más bien todo lo con-trario. El secreto que le daba ese éxi-to inhumano era precisamente su ser-vicio total, con desgaste físicoincluido. Era el haberse entregado to-do él, todos sus minutos de su tiempoen el servicio de aquellas revolucio-narias palabras, no solamente con suespíritu y sus potencias, sino tambiéncon su cuerpo.

La revolución del servicio

Era la revolución del servicio laque este hombre joven quería, no pa-ra unos cuantos, sino para todos susinterlocutores que, de forma miste-riosa, tenían una relación con él. Elservicio así suponía, y tanto, un des-gaste de tal categoría. Un desgaste fí-sico, humano, material si se quiere,pero es el precio a pagar ante el com-promiso frente a aquellas palabras.Pero lo más importante que este hom-bre joven comunica, con y a pesar deldesgaste material, es que ese servi-cio es lo que explica el hombre y atodo el hombre; es decir, que el hom-bre no se puede ni entender, ni reali-zar, ni comprender, ni amar sin el ser-vicio. Y dice más: esto es la verdad.Solamente desde la verdad es comose puede construir esta obra de jus-ticia y paz, intrínsecamente unidadesde la fundación del mundo, y tanmediáticamente golpeada en nues-tros días. Solamente abriendo de paren par las puertas a Cristo es comoel hombre, la Historia y el mundo al-canzan su sentido y su plenitud. Noimporta, por tanto, ahora, llegados aeste punto, la imagen, la producción,lo útil, el marketing. No importa in-cluso el hacer muchas cosas nuevas,como hacemos los hombres de hoyen día. Muchos inventos, el curar mu-chas enfermedades, el construir mu-chos puentes, el leer muchos librosnuevos, el hablar muchos idiomas, elhacer… Importa redescubrir el serdel hacer. El hombre joven nos dice:no consiste solamente en hacer co-sas nuevas, sino en hacer nuevas lascosas. Esto último no se fija en lascosas, en lo material, en lo contable,en lo medible, en lo palpable, sino enel adjetivo, en lo nuevo; en la forma.El hombre joven nos dice que el se-creto de la novedad de las cosas estáen el servicio.

¡Ah!, por si quedaba todavía algunaduda a estas alturas, el hombre joven alque me refiero es Juan Pablo II.

Carlos Antonio Simón Vázquez

Aquí y ahoraAlfa y Omega12 7-XI-2002

El servicio de cada día

Se anuncia el Congreso Católicos y vida pública. Se trata del IV. Van sien-do tradición anual. Un fruto importante es ya una mayor unidad del laica-do sensibilizado en la proyección pública de la fe. Así, la organización de

encuentro entre cristianos, iniciada en Cataluña, denominada en castellano e-cris-tianos, con ocasión de la celebración del tercer congreso celebrado en 2001, serelacionó con la Asociación Católica de Propagandistas y, como consecuenciade estos contactos, ésta se incorporó a título institucional a dicha organización,especie de plataforma para la actuación pública católica.

Los católicos somos Iglesia o no somos nada. Ahora bien, sólo el que tie-ne fe es consciente de ello. La Iglesia contemplada por el no creyente no pa-sa de ser un poder fáctico. Si el que no cree es inteligente, la considerará im-portantísima, incluso la principal ONG. No es lo mismo sentirse pertene-ciendo a lo que llamamos civilización occidental, que se ha ido formando a tra-vés de siglos a partir del judeocristianismo, la filosofía griega, el Derechoromano y la ciencia moderna, que a la Iglesia. A mí no me salva, no da sen-tido definitivo a mi vida, ahora y des-pués de la muerte, la pertenencia a lacivilización occidental. En todo ca-so, puede ser considerada la menosmala de las posadas para pasar la ma-la noche de esta vida terrena. Quienme salva es Jesucristo muriendo comoun miserable torturado en un made-ro, y en el fracaso más total, pero aQuien el Padre Dios acreditó nadamenos que con el sello de la resu-rrección. Los creyentes estamos con-vencidos de que, por mucha simpatíaque en principio alberguemos por lostiempos en que nos ha tocado vivir ypor sus vigencias, y por mucho queapreciemos sus aspectos positivos, latensión con el mundo moderno se vaa producir. Para el cristiano no tienepor qué ser norma de su vida lo polí-tica, ética y culturalmente correcto.Cumple siempre referirse, en cual-quier actuación cristiana, a la esen-cial gratuidad en que consiste la Igle-sia de Jesucristo, con independenciade las resistencias que hasta en la mis-ma Iglesia en su vertiente humana sedan contra esta dimensión de sí mis-ma. No son nuestras obras, sino losfrutos en nosotros de la acción del Es-píritu, por quien nos dejemos dócil-mente guiar, los que nos lleven a unmundo mejor.

¿Por qué es imprescindible referir-se al aspecto carismático o místico dela fe, en sentido estricto, ante un Con-greso que, por su propia naturaleza, se supone que se refiere claramente alcompromiso terrenal del cristiano, en la economía, la cultura, las comunicacionessociales, la actividad política, desde el punto de vista de la doctrina social de laIglesia?

Hoy se abusa del término carismático. Se aplica a un político que seduzca alas masas, o a un buen vendedor. En un semanario religioso como éste no es ne-cesario recordar su origen religioso cristiano. El mayor peligro es acostumbrar-se por la rutina personal y las rutinas estructurales a la novedad del Evangelio.Aunque Dios no sea una simple proyección del hombre, como pretendió algún fi-lósofo, muchas veces rezamos a las imágenes subjetivas que nos formamos de Él.Pero Dios está siempre más allá de la idea que nos formemos de Él. Siempre sor-prende. Dios ama a cada uno singularmente, como si fuera el único del mundo.Dios, como Creador, no se arrepiente de los grandes dones y bienes que ha dadoa los hombres, sin haberles previamente pedido su consentimiento. Aunque un mé-dico sea ateo, puede curar con sólo que haya estudiado bien su carrera. Pero DiosRedentor, mediante la encarnación, vida, muerte y resurrección de su Hijo, nues-tro Señor Jesucristo, nos ha regalado la vida sobrenatural. En este orden es esen-

cial la acogida libre de la fe. Dios que te creó sin ti, no te salvará sin ti, como es-cribió san Agustín, y al servicio de esta vida está la Iglesia.

No existen, por tanto, los católicos como una especie de grupo social conuna ideología equiparable a la de un partido político. Esto no impide que, endemocracia, laicos católicos estén legitimados para actuar unidos, bajo su res-ponsabilidad, en la vida pública por medios pacíficos democráticos, a fin deque en la sociedad se hagan realidad los valores dimanantes de su fe. Estos va-lores pueden coincidir, y de hecho coinciden, con los que comparten otros ciu-dadanos creyentes de otras religiones, e incluso no creyentes, especialmente siéstos no se cierran en principio a la posibilidad de la transcendencia, a la hora dedar razón del sentido de la vida.

Correcto. Hasta se puede llegar a un buen diagnóstico, suponiendo que serealice el estudio con objetividad y sin apriorismos ideológicos. Conseguido unbuen diagnóstico, ¿se sigue de ahí la sanación de los males? ¿No existe la ex-periencia de que no es así? Falta, dicen, voluntad política. Más que faltar voluntad,

sobra el egoísmo del pecado y la in-capacidad que tiene el hombre de li-berarse de su yugo. Las estructuras depecado son la cristalización de los pe-cados personales. Sin la conversión delas personas es inútil querer cambiarlas estructuras en su raíz. Pero sólo elpoder de Dios, el Espíritu Santo, pue-de cambiar al hombre. ¿Puede éste porsus solas fuerzas naturales amar hastael perdón a sus enemigos? ¿No es unmilagro el tipo de amor a los más po-bres de Teresa de Calcuta, y de tantasTeresas de Calcuta y de tantos Juanesde Dios? ¿Qué motor impulsa a estoshéroes anónimos?

En este momento histórico, entrelos muchos males sociales que pade-cemos, se cierne sobre la Humanidadla guerra, cualitativamente muy dis-tinta de la de otras épocas, en cuanto asus efectos devastadores. Necesitamospolíticos, diplomáticos, periodistas,pensadores, que lideren un mundo pa-ra la paz; pero, por desgracia, la guerraa veces es inevitable y es permitida,no querida, por Dios. Es consecuen-cia del mal uso de la libertad. Para es-tas tareas no bastan los recursos natu-rales, sino un suplemento de presen-cia en esos cristianos de los carismasdel Espíritu de Dios, de resistencia, depaciencia inmensa, de discernimien-to, de capacidad de dialogar y enten-derse con personas de muchas y dife-rentes culturas.

El Espíritu Santo no sólo actúa en las personas cuando trabajan en campos don-de no existe ambigüedad, como la labor evangelizadora y de promoción huma-na con que actúan los misioneros con los más pobres; también el Espíritu ponea cada cristiano en su sitio para actuar en los campos difíciles de lo temporal, don-de el trigo y la cizaña se mezclan. Diría que es precisamente en estos campos don-de es más urgente su asistencia: cristianos que se esfuerzan con la fuerza deDios por prevenir la guerra, por tratar de asegurar que sea la última ratio, ago-tados los demás caminos para resolver los conflictos; por presionar en orden aque los efectos negativos colaterales se aminoren al máximo, porque se preveaun plan concreto y viable antes de empezarla, si no está en su mano evitarla,encaminado con realismo a la reconstrucción posbélica.

Otros cristianos que, por nuestras circunstancias, no estamos en condicio-nes de comprometernos tan directamente, podemos constituir una fuerza depresión, formando opinión pública y orando insistentemente y con confianzaosada por la paz.

Jaime Cano Cornejo

Aquí y ahora Alfa y Omega 7-XI-2002 13

Los congresosCatólicos y vida pública

Estudió Medicina en la Universidad de McGill(Montreal), y en 1945 se enamoró de Ruth,una joven y guapa judía. Vivieron juntos los fi-

nes de semana, y hablaban de matrimonio..., cuan-do Ruth quedó embarazada. Bernard escribió a su pa-dre para consultar con él la posibilidad de contraermatrimonio. La respuesta fueron cinco billetes de100 dólares junto con la recomendación de que eli-giese entre abortar o ir a los Estados Unidos paracasarse. Así que Bernard puso su carrera por delan-te y convenció a Ruth de que abortase. Se recuperó,milagrosamente, pero no tardaron en romper. «Éstefue el primero de mis 75.000 encuentros con el abor-to; me sirvió de excursión iniciadora al satánicomundo del aborto», confiesa el doctor Nathanson.

Tras graduarse, en Nueva York conoció a LarryLader. A aquel médico sólo le obsesionaba una idea:¡conseguir que la ley permitiese el aborto libre y ba-rato! Para eso fundó la Liga de acción nacional porel derecho al aborto, en 1969, una asociación que in-tentaba culpabilizar a la Iglesia de cada muerte quese producía en los abortos clandestinos. Pero fue en1971 cuando Nathanson se involucró más directa-mente en la práctica de abortos. Por otra parte, Nat-hanson desarrollaba una intensa actividad, dictan-do conferencias, celebrando encuentros con políticosy gobernantes de todo el país, presionándoles para lo-grar que fuese ampliada la ley del aborto. Realizó eneste período más de 60.000 abortos. A finales de1972, agotado, dimitió de su cargo en la clínica. «Heabortado –dirá– a los hijos no nacidos de amigos,colegas, conocidos e incluso profesores». Llegó in-cluso a abortar a su propio hijo. «A mitad de los se-senta dejé encinta a una mujer que me quería mu-cho». Ella quería seguir adelante con el embarazo pe-ro él se negó. «Puesto que yo era uno de los exper-tos en el tema, yo mismo realizaría el aborto, leexpliqué. Y así lo hice».

Pero, a partir de ahí, las cosas empezaron a cam-biar. Dejó la clínica abortista y pasó a ser jefe de obs-tetricia del Hospital St. Luke's. La nueva tecnología,el ultrasonido, hacía su aparición en el ámbito médi-co. El día en que Nathanson pudo observar el corazóndel feto en los monitores electrónicos, comenzó aplantearse por vez primera «qué es lo que estábamoshaciendo verdaderamente en la clínica». Decidió re-conocer su error. En la revista médica The New En-

gland Journal of Medicine, «había llegado a la con-clusión de que no había nunca razón alguna para abor-tar: el aborto es un crimen». Poco tiempo después,un nuevo experimento con los ultrasonidos sirvió dematerial para un documental que llenó de admiracióny horror al mundo. Se titula El grito silencioso.

Quedaba aún el camino de vuelta a Dios. El mo-vimiento Provida le había proporcionado el primertestimonio vivo de la fe y el amor de Dios. En 1989asistió a una acción de Operación Rescate en los al-rededores de una clínica. El ambiente de los que allíse manifestaban pacíficamente en favor de la vida delos aún no nacidos le había conmovido: estaban se-renos, contentos, cantaban, rezaban... Los mismosmedios de comunicación que cubrían el suceso ylos policías que vigilaban estaban asombrados de laactitud de esas personas. Nathanson quedó afectado«y, por primera vez en toda mi vida de adulto –dice–,empecé a considerar seriamente la noción de Dios».

Sintió que el peso de sus abortos se hacia másgravoso y persistente. No faltó la tentación del sui-

cidio, pero, por fortuna, decidió buscar una solu-ción distinta. Los remedios intentados fallaban.«Cuando escribo esto, ya he pasado por todo: alco-hol, tranquilizantes, libros de autoestima, consejeros.Incluso me he permitido cuatro años de psicoaná-lisis».

Por fin, el 9 de diciembre de 1996, solemnidad dela Inmaculada Concepción, en la cripta de la catedralde San Patricio de Nueva York, el doctor Nathan-son se convertía en hijo de Dios. El cardenal JohnO'Connor le administró los sacramentos del Bau-tismo, Confirmación y Eucaristía. Las palabras deBernard Nathanson, al final de la ceremonia, fue-ron escuetas y directas: «No puedo decir lo agrade-cido que estoy ni la deuda tan impagable que tengocon todos aquellos que han rezado por mí durante to-dos los años en los que me proclamaba públicamenteateo. Han rezado tozuda y amorosamente por mí.Estoy totalmente convencido de que sus oracioneshan sido escuchadas. Lograron lágrimas para misojos».

Querida familia: aprovecho la ocasión quese me brinda para enviaros un cariñoso

saludo a los tres. Primero para felicitaros porla gran persona, que es vuestra esposa y ma-dre. Me felicito yo a mí mismo, por tener enmi casa, no a una sirviente, sino como yo la ti-tulo: mi hija adoptiva. Con su cariño y entregaa todos, pero sobre todo a mi esposa, de talforma que a veces, dentro de su enfermedad,la sonríe y besa, más que a mí. Es una granpersona, me parece todo lo bueno que a unser se le puede dar en esta vida; mimarla mu-cho, se lo merece. A veces pienso lo injustaque es la sociedad en que vivimos. Me pare-

ce cruel que una esposa y una madre tengaque estar lejos de los suyos, cuando todos senecesitan los unos a los otros. Sé por expe-riencia lo que es esto. En nuestra guerra civilyo estuve fuera de la casa de mis padres du-rante casi 6 años. Por eso valoro el sacrificiode Paulina, y de tantos emigrantes que co-nozco y que quiero y aprecio, y creo que a mítambién me quieren.

Cuando llegue el día, tan deseado por vo-sotros, en que retorne al hogar, en esta casa se-rá un día triste, y al mismo tiempo deseado pornosotros, porque llegará a vuestro hogar delque nunca debió de salir. Digo que será un día

triste para nosotros porque, aunque su recuer-do será constante, nos dejará en triste orfandad.Sí, mi amigo Luis, mucho la queremos noso-tros, pero mi esposa, dentro de su invalidezmental, seguramente estará triste, pero estoes normal. Estad tranquilos; ella creo que seencuentra feliz, pues aquí la tratamos como auna hija, no como a una sirvienta.

Recibid un cariñoso abrazo de estos viejos,juntamente con los de mi hija, que quiero quehagáis extensivo a todos los familiares. Queseáis todos muy felices.

Pablo González Herranz

TestimonioAlfa y Omega14 7-XI-2002

Bernard Nathanson, médico abortista arrepentido

Una deuda impagable

Emigrante en MadridEl matrimonio Pablo y Maruja necesitaba una persona que les atendiera en casa y que cuidara de Maruja, anciana y en silla de ruedas.

Para ello contrataron a Paulina, quien ha entrado en su casa, pero sobre todo en sus vidas. Pablo dice que, «más que una persona, lo que ha entrado en mi casa es un ángel», y quiere hacer pública la carta que envió a los familiares de Paulina, en agradecimiento,

«para borrar de una vez esa leyenda negra sobre esta pobre gente que se ve en la necesidad de abandonar a los suyos»

El Día del Señor Alfa y Omega 7-XI-2002 15

Nos vamos acercando al final del año litúrgico. Es-te período es aprovechado por la Iglesia para lan-zar una apremiante exhortación a la vigilancia.

¿Vigilancia ante qué? Las primeras generaciones cristia-nas confiaban en un retorno más o menos inmediato, pe-ro en ningún caso muy lejano, de Jesucristo como señal delfin de una era y comienzo de la otra. La humillación de sudestino fue considerada el doloroso, aunque necesario,proceso para realizar la purificación de los pecados; masla salvación definitiva iría mar-cada por su llegada triunfal, quedejaría desconcertados a susenemigos y supondría la reivin-dicación de su mensaje y su per-sona, y al mismo tiempo la desus seguidores. Con el transcu-rrir de las generaciones, aunqueesta esperanza no desapareció,sí es verdad que perdió mor-diente, pues el cristiano no po-día abandonar su existencia enel mundo a cambio de la inmi-nencia de un retorno que nuncallegaba. De todos modos, lastradiciones y los textos referi-dos a esa expectativa sufrieronun desplazamiento desde lo uni-versal hacia lo particular. En úl-tima instancia, el encuentro de-finitivo con el Señor tendría lu-gar para cada uno en el mo-mento de la muerte. Y de estemodo los textos del evangelioque invitan a estar despiertosante lo inesperado de la venidade Cristo acabaron siendo utilizados como una admoniciónante el carácter inesperado de la muerte. Esto, de por sí, nohubiera sido malo, si no fuera porque, con frecuencia, seacabó planteando la vida cristiana como una preparaciónpara el último momento. En el fondo lo que importa esir al cielo, y todo lo demás es secundario. ¿Qué he de ha-cer para ganar el paraíso? Esta preocupación ha motivadoa lo largo de la Historia una serie infinita de prácticas depiedad para asegurarse la apertura de las puertas del cie-lo…, con el riesgo evidente de vivir una religión condi-

cionada a los momentos últimos. Más importante que unavida justa sería entonces una buena muerte, y los sacra-mentos serían los sucedáneos de la virtud.

El evangelio de este domingo nos ayuda a enfocar me-jor la perspectiva. El único modo de conservar siempredispuestas las lámparas es mantenerlas bien provistas, co-mo si cada momento fuera el último. No se trata, como aveces se ha acusado al cristianismo, de escapar del mun-do con los ojos puestos en un cielo irreal, despreocupán-

dose del desarrollo social, cien-tífico y económico de la Hu-manidad. En realidad, tenersiempre presente la fugacidadde la existencia nos ahínca aúnmás los pies en la tierra, nos ha-ce más conscientes de la infi-nita responsabilidad que con-lleva cada momento de nuestravida. No podemos permitir quese desperdicie ni una sola gotadel aceite de nuestro amor, denuestro tiempo, de nuestra dis-ponibilidad, de nuestra inteli-gencia, de nuestra capacidad detrabajo. ¿No será esto un pocoegoísta, como egoístas fueronlas doncellas de la parábola que,prudentes pero poco solidarias,negaron su aceite a las otras?Esta negativa tiene una funciónconcreta dentro del conjuntodel relato: recordar que, en úl-tima instancia, cada cual es res-ponsable de su vida. Nadie pue-de vivir la biografía de otro. Por

supuesto, todos debemos colaborar, unos con otros, e in-cluso entregar nuestras vidas cuando fuere necesario poramor a los demás. Pero hay algo intransferible: la perso-na, que es el sujeto agente de la propia existencia. Unaexistencia que no consiste en una carrera de méritos, sinoen saber aprovechar y saborear en toda su riqueza cadamomento, cada único, irretornable y último momento queDios quiere confiarnos.

+ Luis Quinteiro Fiuza

Domingo XXXII del tiempo ordinario

La riqueza de cada instante

En el ejercicio de su deber de enseñar, expongan los obispos la doctrina cristiana, de manera acomo-dada a las necesidades de los tiempos, es decir, que responda a las dificultades y problemas que

agobian y angustian señaladamente a los hombres, y miren también por esa misma doctrina, enseñandoa los fieles mismos a defenderla y propagarla. Al enseñarla muestren la materna solicitud de la Iglesia pa-ra con todos los hombres, fieles o no fieles, y consagren cuidado peculiar a los pobres, a quienes los en-vió el Señor para darles la buena nueva. Esfuércese en aprovechar la variedad de medios de que se dis-pone en la época actual para anunciar la doctrina cristiana, a saber: primeramente, de la predicación e ins-trucción catequística, que ocupan, sin duda, el lugar principal; pero también de la enseñanza de la doctrinaen escuelas, universidades, conferencias y reuniones de todo género, así como de la difusión de la mis-ma por públicas declaraciones con ocasión de determinados acontecimientos, por la prensa y los variosmedios de comunicación social, de que es menester usar a todo trance para anunciar el Evangelio de Cris-to. Vigilen para que se dé con diligente cuidado la instrucción catequística, cuyo fin es que la fe, ilustradapor la doctrina, se torne viva, explícita y activa tanto a los niños y adolescentes como a los jóvenes ytambién a los adultos; que al darla se observen el orden debido y el método acomodado no sólo a la ma-teria de que se trate, sino también al carácter, aptitudes, edad y condiciones de vida de los oyentes, y quedicha instrucción se funde en la Sagrada Escritura, en la Tradición, liturgia, magisterio y vida de la Iglesia.Cuiden también de que los catequistas se preparen de la debida forma para su función. Pongan tambiénempeño en que se restablezca o se adapte mejor la instrucción de los catecúmenos adultos.

Decreto Christus Dominus, 13-14

Esto ha dicho el ConcilioEsto ha dicho el Concilio

Evangelio

En aquel tiempo dijo Jesús asus discípulos esta parábola:

«El Reino de los cielos se pare-cerá a diez doncellas que toma-ron sus lámparas y salieron a es-perar al esposo. Cinco de ellaseran necias y cinco eran sensa-tas. Las necias, al tomar las lám-paras, se dejaron el aceite; encambio, las sensatas se llevaronalcuzas de aceite con las lám-paras. El esposo tardaba, les en-tró sueño a todas y se durmie-ron. A medianoche se oyó unavoz: ¡Que llega el esposo, salida recibirlo! Entonces se des-pertaron todas aquellas donce-llas y se pusieron a preparar suslámparas. Y las necias dijerona las sensatas: Dadnos un pocode vuestro aceite, que se nosapagan las lámparas. Pero lassensatas contestaron: Por si aca-so no hay bastante para voso-tras y nosotras, lo mejor es quevayáis a la tienda y os lo com-préis. Mientras iban a comprar-lo llegó el esposo, y las que es-taban preparadas entraron conél al banquete de bodas, y se ce-rró la puerta. Más tarde llega-ron también las otras doncellas,diciendo: Señor, señor, ábrenos.Pero él respondió: Os lo asegu-ro: no os conozco. Por tanto, ve-lad, porque no sabéis el día nila hora».

Mateo 25, 1-13

Sus obras transmiten todala belleza y la paz dequien reproduce el paisa-je con una mirada distin-ta, sincera y limpia, nun-ca antes vista entre los

pintores españoles. Recién llegado desu formación en Bruselas, Carlos deHaes rompió los esquemas del paisa-jismo en el siglo XIX. Fue un pintorextraordinariamente fecundo, que seentregó casi con devoción a la pinturadel paisaje, entendida como una com-binación de ciencia y poesía. Genera-

RaícesAlfa y Omega16 7-XI-2002

Dos exposiciones muestran simultáneamente la obra de Carlos de Haes

Carlos de Haes en el Museo del Prado, y Carlos de Haes (1826-1898) son el merecido homenajeque dos importantes instituciones, el Museo del Prado y la Fundación Carlos Amberes,

han querido llevar a cabo simultáneamente para recordar a uno de los artistas más importantes del panorama español en el siglo XIX

El pincel que revolucionó el paisaje español

Bosque de Palmeras (Elche)

Playa de VillervilleLa peña de Alsasua

A. Llamas Palacios

Raíces Alfa y Omega 7-XI-2002 17

ciones enteras de pintores heredaríansu filosofía al interpretar cada monta-ña, cada playa, cada laguna o cada pe-queño rincón de aire libre.

Como homenaje a la obra de Carlosde Haes, dos importantes institucio-nes muestran, durante estos días, unaselección de pinturas rescatadas de di-versas fuentes. El Museo del Prado,por un lado, presenta una exposicióntitulada Carlos de Haes en el Museodel Prado, que estará abierta al públi-co hasta el próximo 12 de enero de2003, con un total de 131 obras (91pinturas, 28 dibujos y 12 grabados),procedentes de la colección que Ha-es donó a sus discípulos y que éstos

legaron al antiguo Museo de Arte Mo-derno de Madrid. Con esta exposición,el Museo del Prado pretende rescatarla memoria del que fuera considera-do maestro por excelencia del paisa-jismo en el siglo XIX español. En ho-menaje a su figura, el Comisario deesta exposición, don José Luis Díez,jefe del departamento de pintura y es-cultura del siglo XIX en el Museo delPrado, añadió un atractivo más, pro-poniendo un montaje de las obras queevoca la original Sala Haes que tenía elya desaparecido Museo de Arte Mo-derno de Madrid.

Por otro lado, la Fundación Mar-celino Botín abordó una muestra an-tológica titulada Carlos de Haes(1826-1898) que actualmente se en-cuentra en la Fundación Carlos Am-beres de Madrid (calle Claudio Coello,99), hasta el próximo 1 de diciembre.Numerosos coleccionistas particula-res, instituciones públicas, el propioMuseo del Prado, y la localización, enHolanda, de los descendientes de Car-los de Haes, han permitido llevar a ca-bo esta última exposición, en la quese pueden contemplar diversas obrasde su juventud, inéditas en España, asícomo diversos datos y noticias docu-mentales que permiten conocer facetaspersonales antes desconocidas del ar-tista.

Carlos de Haes nació en Bruselasen el año 1826, pero vivió en Españadesde los nueve años. Hacia 1850 de-cidió regresar a su país natal, Bélgi-ca, para continuar con su formaciónartística que ya había comenzado enEspaña. A su regreso, Carlos de Haes

había adquirido un estilo diferente deinterpretar la naturaleza, que resultabatotalmente nuevo para los paisajistasespañoles de la época. En 1857 obtu-vo la Cátedra de Paisaje en la Acade-mia de Bellas Artes de San Fernando,lo que le permitió transmitir a sus dis-

cípulos esta nueva forma de interpre-tar la naturaleza, aprendida de los ma-estros belgas y holandeses.

Su influencia fue tan patente y de-cisiva que, sin su figura, la evolucióndel paisajismo español de finales delXIX y principios del XX no habría si-

paisaje español

El canal de Mancorbo en los Picos de Europa

Lagunas de Abcoude

Rafael Serrano es un hombrecon bigote y de bigotes. Siem-

pre le imaginé encaramado a unbidón industrial arengando a unahuelga general de la sinrazón conlos argumentos del corazón. Hasabido, como pocos, conciliar elamor a la Iglesia, y la fidelidad asu mensaje social, con las ocupa-ciones y preocupaciones de lagente de la calle, del cristiano de apie, sometido a las corrientes delos nuevos tiempos. Ahora es, unavez más, la Iglesia, madre y ma-estra, quien le pide un sprint, novamos a decir final, en su recienestrenada responsabilidad comoSecretario General de Manos Uni-das. La tarjeta de presentación pa-ra este cargo, y probablemente pa-ra esta carga, es intachable: Pre-sidente de la HOAC (1981-1989);Presidente de la Junta de la Ac-ción Católica (1992-1995); miem-bro del Comité rector de ManosUnidas desde 1992 y, en la actua-

lidad, Secretario General de la De-legación de Apostolado Seglar dela archidiócesis de Madrid. Entresus muchas virtudes humanas, ycristianas, se encuentra la de serun hombre de paz, capaz de de-senfacer los más imbricados en-tuertos. Ahora, en Manos Unidas,tiene el reto de la coordinación dela coherencia. Piensa, y así nos loha confesado, que «la cruz, paramí, es la gloria. Existen muchasONG católicas, pero la diferenciacon Manos Unidas es que ésta esuna organización de la Iglesia to-da, al servicio del desarrollo y de laeducación para el desarrollo. Elvoluntariado, en Manos Unidas,es su gran tesoro. Es un servicioimpagable el de las muchas per-sonas que van a dar su tiempo, ysu vida. Tampoco podemos olvi-darnos de la profesionalidad delos trabajadores de Manos Uni-das». Preguntado por la diferen-cia específica de Manos Unidas,

respecto a otras organizacionescatólicas de promoción y ayuda aldesarrollo, no duda en afirmar quela nota principal de Manos Unidases la eclesialidad: «Otras ONG ca-tólicas dependen de Congrega-ciones religiosas o de grupos, mo-vimientos y asociaciones. ManosUnidas es una organización de laIglesia vinculada directamente ala jerarquía. Esta cualidad es unvalor impagable, y una garantía,en nuestro trabajo diario».

El futuro de Manos Unidas pa-sa, según su nuevo Secretario Ge-neral, por «afianzar su presencia,e imagen, a nivel público, en la so-ciedad. Una imagen de organiza-ción católica para la promoción y eldesarrollo. Me gustaría que que-dara claro que somos católicos, yque vivimos nuestra pertenenciacon alegría, como parte de nuestraidentidad y de nuestra misión. Sue-ño con que Manos Unidas puedatransmitir con más fuerza la razón

fundamental de nuestra entrega:la fidelidad al Evangelio, la fideli-dad al hermano que sufre. Nuestroservicio tiene unas profundas raí-ces humanas, proque está enrai-zado en Cristo».

Rafael es muy consciente queeste horizonte forma parte del, hoycomo siempre, escándalo para losgentiles. Y no le importa, porquepiensa que «la gente, a la hora dedar a Manos Unidas, te quiere yte respeta, si de verdad transmi-tes lo que eres». Lo demás, se nosdará por añadidura.

José Francisco Serrano

EspañaAlfa y Omega18 7-XI-2002

El pasado 26 de octubre celebramos, con un Encuentro nacional de movi-mientos y asociaciones, el décimo aniversario de la creación del Foro deLaicos de España. En el documento aprobado en 1992 por la Conferencia

Episcopal Española, titulado Los cristianos laicos, Iglesia en el mundo, se dis-ponía la creación de un Foro de Laicos, como «cauce de encuentro, comunica-ción y diálogo, a fin de animar la comunión de las asociaciones y movimien-tos, una más eficaz colaboración en sus actividades, e impulsar la corresponsa-bilidad de los laicos en la vida y misión de la Iglesia en la sociedad». De los 35movimientos y asociaciones que en el momento de su creación se integraron enel Foro, hoy se ha pasado a 54 realidades eclesiales de ámbito nacional que for-man parte del mismo.

Existe un deseo creciente, por parte de muchos de los movimientos, de avan-zar en la comunión. En realidad es el mismo Espíritu Santo que, habiendo sus-citado en la Iglesia esta variedad de carismas, como instrumentos para evange-lizar al hombre de nuestro tiempo, suscita también el deseo de comunión entreellos. Juan Pablo II, en alguna ocasión, ha recordado que hemos de trabajar conla fuerza de la comunión, uniendo los esfuerzos de cada uno al de otras agrupa-ciones eclesiales. La comunión es para la misión. Es preciso hacer camino jun-tos entre nosotros, para que así la propuesta de reconciliación y unidad que ha-gamos al mundo sea más creíble. Hoy más que nunca es necesaria una unidad deacción, pero ésta no será posible si no promovemos la espiritualidad de comuniónde que nos habla la Carta apostólica Novo millennio ineunte. Difícilmente po-demos trabajar juntos de una manera eficaz, en acciones compartidas, si antes nonos conocemos y nos amamos, si no cambiamos nuestra forma de mirar al otroy desterramos, de una vez para siempre, los prejuicios que tenemos. Bajo el le-ma Un testimonio común en la evangelización, nos hemos dado cita 800 res-ponsables y militantes de los diversos movimientos y asociaciones integrados enel Foro, con la agradecida presencia de monseñor Braulio Rodríguez Plaza, ar-zobispo de Valladolid y Presidente de la Comisión episcopal de Apostolado Se-glar, y monseñor Juan García Santacruz, obispo de Guadix y responsable delForo, que alentaron a los asistentes a seguir trabajando por la unidad del laicadoasociado.

A lo largo de toda la jornada que duró el Encuentro, hubo momentos para laoración y el compartir la vida, la de cada movimiento. También se ofrecieron di-versos testimonios sobre la presencia de laicos en ámbitos distintos de la reali-dad social (mundo del trabajo, de la sanidad, de la familia, de los marginados, dela Universidad, de los mayores, etc.), intercalados con cantos y actuaciones acargo de diversos grupos musicales. Como colofón del Encuentro vivido, en laEucaristía presidida por monseñor Rodríguez Plaza, el mismo Jesús era quien nosalentaba a la comunión, que como nos ha recordado Juan Pablo II es una mira-

da del corazón que exige afecto, cercanía, admiración por la existencia del otro,distinto, pero miembro también del Cuerpo de Cristo que es la Iglesia.

El 26 de octubre de 2002 será, sin duda, una fecha importante en la vida delForo de Laicos y en el recorrido que estamos haciendo en España los movi-mientos y asociaciones eclesiales. Las dificultades para la colaboración mutua vancediendo, y las expectativas que se abren para el futuro son grandes. El laicadoasociado habrá dado un gran paso tras el Encuentro si somos capaces de apro-vechar y canalizar la riqueza que se ha generado. Estamos más cerca de dar untestimonio de presencia pública de los cristianos en nuestra sociedad.

Juan José Rodríguez VicentePresidente General del Foro de Laicos

Rafael Serrano, Secretario General de Manos Unidas

Coordinador de la coherencia

El Foro de Laicos: 10 años

España Alfa y Omega 7-XI-2002 19

Ricardo Benjumea

En las encuestas, la familia essiempre la institución más que-rida. España es un país que se

enorgullece de su cultura familiar, deque el escaso número de personas ma-yores que viven en su territorio solassea todo un lujo que pocos países de-sarrollados saben permitirse, de queel paro sea más tolerable que en otroslugares, porque siempre hay un her-mano dispuesto a compartir la carga…Sin los cimientos de la familia, todose derrumbaría, el Estado del bienes-tar y la estabilidad emocional de laspersonas. Y esto es precisamente loque muchos advierten que está pa-sando hoy, por la miopía política delos partidos políticos y por el progre-sivo aburguesamiento de la sociedad,que, responda lo que responda en lasencuestas, antepone la seguridad, laplanificación económica sobre la rea-lización personal.

La campaña electoral que se ave-cina es una buena ocasión para recor-dar que muchas cosas podrían cam-biarse con un poco de voluntad políti-ca, que creara un entorno favorable ala familia, o, al menos, no tan abierta-mente hostil. Las asociaciones pro fa-milia tienen cada vez más fuerza y sa-ben mejor cómo utilizarla. En las úl-timas semanas han hecho oír su vozen distintos congresos y han mante-nido debates con responsables de lospartidos políticos, aportando crítica ypropuestas a los programas electorales.En Madrid, se acaba de celebrar el IIICongreso Nacional de Familias Nu-

merosas –y I Congreso Europeo– connutrida presencia de responsables pú-blicos. En la inauguración estuvieronel ministro de Trabajo y Asuntos So-ciales, don Eduardo Zaplana, el alcal-de de Madrid, don José María Álva-rez del Manzano, y la Consejera deBienestar Social de la Comunidad deMadrid, doña Pilar Martínez; en laclausura, la Secretaria General deAsuntos Sociales, doña ConcepciónDancausa. Las reivindicaciones fue-ron muy claras:

«Unificar criterios para que todaslas familias españolas y europeas ten-gan la misma protección y apoyo, fi-jando un porcentaje del PIB para des-tinar a este capítulo en todos los paísesde la Unión Europea»;

«firmar un Pacto de Estado parala Familia, que garantice a nivel esta-tal unos mínimos de protección paralas familias numerosas, con indepen-dencia de las particularidades de ca-da Comunidad Autónoma»;

«agilizar la aprobación de unanueva Ley de Familias numerosas, quesustituya a la que data de 1971, queen muchos aspectos se ha quedado ob-soleta».

Es decir, tomar ejemplo de los so-cios comunitarios –todos, sin excep-ción, superan a España en la protec-ción a la familia– y acabar con el agra-vio comparativo entre ComunidadesAutónomas y municipios, que aplicanpolíticas muy dispares.

La Asociación de la Familia y Fa-milia Numerosa de Castellón (FA-NUCAS) ha aportado, en un recientedocumento, una buena batería de ar-

gumentos y estrategias para la fami-lia. Si a la sociedad y a sus responsa-bles no les satisface la justificación deque el niño tiene derecho a amor ycomprensión, y las familias, sobre to-do las numerosas, a que se recompen-se su aportación a la sociedad, FA-NUCAS conecta con uno de los gran-des miedos de la sociedad españolaen la actualidad: «Ya existen en Es-paña un millón más de mayores de 65años que de menores de 14 años y, aunmanteniendo los actuales ritmos deinmigración, España pasará de 40 a31,2 millones de población en 50 años,fecha en la que el 43% tendrá más de60 años. Afortunadamente, desde1997 estamos manteniendo unas co-tas de crecimiento en el empleo, deafiliaciones a la Seguridad Social y deinmigración productiva que están apla-cando la insuficiencia financiera pa-ra el pago de pensiones. Sin embar-go, de mantener este ritmo de creci-miento económico, que ya es ser op-timista, los expertos han calculado quepodremos sufragar las pensiones conlas cotizaciones hasta 2015. Pasaría-mos en ese año a consumir el fondode reserva, que duraría hasta 2020, en-trando entonces en una espiral de dé-ficit irremediable».

Cuanto más necesario se hace po-tenciar a la familia, más obstáculos seencuentran en el camino. En Occi-dente, se ha impuesto «una escala devalores en la que prima el nivel de con-sumo, que hace ver a los hijos comoun estorbo para la consecución de lo-gros económicos. La coincidencia en-tre la edad de triunfar profesional-

mente y la edad de tener hijos, conpreferencia por explotar la primera»,es uno de los factores que explica queun 46,6% de las mujeres entre 15 y 49años no tengan ningún hijo, ademásdel desprestigio del matrimonio; laconsolidación del aborto, que implantala consideración de la vida del niñocomo objeto de disfrute de los padres,o «la obsesión de los que están pro-metidos por tener vivienda en propie-dad».

Por si fuera poco, en España la re-alidad es que casarse y tener hijos es-tá, a todas luces, penalizado. El siste-ma fiscal «dedica una mayor protec-ción a quienes ahorran para un plande pensiones que a quienes no aho-rran por dedicar todos sus recursos a lamanutención de futuros contribuyen-tes», y «hace pagar más impuestos alas familias en las que sólo uno de loscónyuges ingresa». En los planes devivienda, apenas cuenta el número dehijos, y sí existen problemas por el ta-maño de las viviendas de protecciónoficial para los matrimonios con hi-jos, que, además, tendrán difícil acce-der a una nueva vivienda si decidentraer más niños al mundo. Además,hay casi total ausencia de políticas ac-tivas en ámbitos como el de las ayudaspor hijo, reservadas –a diferencia delresto de países de la UE– a las rentasmás bajas, o en el de la educación.

El informe incluye una cita del eco-nomista Gerardo Meil: «Resulta inad-misible que la manutención de los hi-jos siga por más tiempo privatizadaen España y sus beneficios económi-cos socializados».

Las familias numerosasson la esperanza de todos

Jesús Colina. Roma

No se ejerce de sacerdote, se es sacerdote»,afirmó el cardenal Castrillón en la rueda deprensa, en la que fue presentada la Instruc-

ción El presbítero, pastor y guía de la comunidad pa-rroquial, recordando la labor única del párroco su-mergido entre la gente, entre los problemas de cadadía y de todos –jóvenes, adultos, niños, ancianos–. Enla primera parte del documento, de carácter doctri-nal, se recuerda la diferencia que existe entre el sa-cerdocio común de todo bautizado y el sacerdocio or-denado propio del sacerdote, y se insiste en que el pá-rroco es «el hombre de la comunión, con la Iglesiaparticular y con la Iglesia universal. Por eso, debe serun modelo de adhesión al magisterio de la Iglesia, ysentirse realmente padre de la comunidad y de cadauno de sus miembros. Es un auténtico guía de lasalmas», aclaró el cardenal. Cumple esta misión cuan-do «visita tanto las bellas casas como los tugurios ybarracas, con el mismo corazón. Está junto a la vidaque nace y que crece con los sacramentos de la ini-ciación cristiana, como junto a los esposos y a las vo-caciones, al igual que con los agonizantes».

La segunda parte de la Instrucción toca los de-safíos positivos de la pastoral parroquial, y consta-ta que la cultura «ampliamente secularizada tien-de a homologar al sacerdote con las propias cate-gorías de pensamiento, despojándolo de su funda-mental dimensión mistérico-sacramental». Elsacerdote –explicó el cardenal– no tiene nada quever con la figura que, en ocasiones, se ha queridopresentar a la opinión pública: «Sociólogo, tera-peuta, obrero, político, manager..., e incluso el sa-cerdote jubilado». Esta visión del sacerdote con-funde su misión propia, y puede llevar a los mis-mos sacerdotes a convertirse en víctimas de la in-diferencia, la desilusión, que podrían conducir alfracaso, siguió aclarando el Prefecto de la Congre-gación vaticana para el Clero. Y, sin embargo –in-sistió–, en la parroquia «reside la vitalidad de laIglesia» y, en ella, las asociaciones, grupos y mo-vimientos «pueden constituir un formidable recur-so para la obra misionera de la nueva evangeliza-ción», a condición de que sean «complementarios»a la parroquia, «alentados e inteligentemente coor-dinados por el párroco».

Entre los peligros más agudos para el sacerdotehoy día, la Instrucción señala «la burocratización,el funcionalismo, el democraticismo, o la planifi-cación que atiende más a la gestión que a la pasto-ral». Por desgracia –explica el texto–, en algunascircunstancias, el presbítero puede encontrarse opri-mido por un cúmulo de estructuras no siempre ne-cesarias, que terminan por sobrecargarlo, y que tie-nen consecuencias negativas tanto sobre su estadopsicofísico como espiritual y, en consecuencia, re-percuten negativamente sobre el mismo ministerio».De este modo, el documento vaticano se convierte enun reconocimiento único de la labor de los miles depárrocos cuya difícil labor en medio de la indife-rencia religiosa y la humillación, casi siempre en laprecariedad, no es reconocida por la sociedad ac-

tual y, en ocasiones, incluso por los mismos bauti-zados.

El documento concluye proponiendo una Ora-ción del párroco a María Santísima, en la que, entreotras cosas, pide: «Dame fuerza en las horas oscuras

de la vida, confórtame en la fatiga de mi ministerio,que tu Jesús me ha confiado, para que, en comunióncontigo, pueda llevarlo a cabo con fidelidad y amor,Madre del Eterno Sacerdote, Reina de los Apóstoles,Auxilio de los presbíteros».

MundoAlfa y Omega20 7-XI-2002

El sacerdote, columnavertebral de la parroquia

«El párroco es la columna vertebral de la comunidad parroquial y debe ser el centro de su vitalidad», afirmó el cardenal DaríoCastrillón, el pasado 18 de octubre, al presentar la instrucción vaticana El presbítero, pastor y guía de la comunidad parroquial.El documento, redactado por la Congregación para el Clero, de la que el cardenal colombiano es Prefecto, tiene dos objetivos

principales: subrayar el papel del sacerdote –pastor sacramental–; y ayudar a los párrocos a vivir plenamente su misión

Sacerdotes en el mundo

En el mundo existen hoy día 405.178 sacerdotes, de los cuales 265.781 son diocesanosy 139.397 religiosos. En estos momentos, a nivel global, están aumentando las ordena-

ciones sacerdotales, que han pasado de las 5.787 registradas en el año 1980, a las 8.788 de1999. Según el Anuario Estadístico de la Iglesia (cuyos últimos datos fueron publicados enel año 2000), en el mundo hay 218.196 parroquias: 138.193 están confiadas a un párroco delclero diocesano; 24.274 a un párroco sacerdote religioso; y hay 55.729 parroquias sin párroco,de las cuales: 50.575 están gobernadas por otro sacerdote o vicario, 566 por un diácono per-manente, 237 por un religioso no sacerdote, 940 por una religiosa, 1.630 por un laico y1.781 vacantes. Aumenta también el número de seminaristas: en 1970 eran 72.900, mien-tras que hoy son 110.583.

Si bien en Iberoamérica, África y Asia aumenta constantemente el número de sacerdotes,en Europa está disminuyendo. En 1995, en el viejo continente había 217.301 sacerdotes re-ligiosos y diocesanos, en el año 2000 eran 208.659. España cuenta con 18.439 sacerdotesdiocesanos y 8.842 religiosos. Hay un sacerdote por cada 1.447 habitantes, una cifra que,para comprenderse mejor, debe compararse con los 37.804 habitantes por sacerdote deCuba, o con los 16.806 de Honduras. España contaba en el año 2000 con 2.498 alumnos enseminarios menores, y con 2.728 estudiantes de Filosofía y Teología que se preparabanpara el sacerdocio (tanto religiosos como diocesanos). Este dato contrasta, por ejemplo,con el de India, donde los católicos son una pequeña minoría, pero cuentan con 10.251 se-minaristas menores y 10.537 mayores. Si se compara la realidad española con la de otrospaíses europeos, se descubre que Italia cuenta con 3.417 seminaristas menores y 6.433 ma-yores; mientras que Francia tiene 175 seminaristas menores y 1.537 mayores.

Mundo Alfa y Omega 7-XI-2002 21

Jesús Colina. Roma

Después de cinco años de in-vestigación teológica e histó-rica, la Comisión Teológica

Internacional aprobó, a principios demes, un texto sobre el diaconado queservirá de documento de trabajo a laCongregación para la Doctrina de laFe. La polémica ha surgido a raíz deun artículo del diario francés La Croix,que recogía las declaraciones de unode los miembros de la Comisión, elteólogo Ronald Minnerath, profesoren Estrasburgo, según las cuales el do-cumento «no ha cerrado las puertas aldiaconado femenino». El padre Geor-ges Cottier, Secretario de la Comisión,ha distribuido un comunicado en elque refuta esa interpretación: es al Ma-gisterio a quien compete pronunciarsecon autoridad. No obstante, una vezclaro este punto, el padre Cottier afir-ma en su comunicado que la Comi-sión «ha presentado dos indicacionesimportantes», y que «se ha expresadomás bien en la línea» contraria a laapertura de la ordenación de mujeresal diaconado.

La Comisión Teológica Interna-cional está compuesta por 30 teólo-gos, de reconocido prestigio interna-cional, bajo la presidencia del cardenal

Ratzinger. El padre Cottier, su Secre-tario General, es además Teólogo de laCasa Pontificia –conocido como teó-logo del Papa–.

«Ante todo –afirma el comunica-do–, la Comisión ha constatado quelas diaconisas, mencionadas en la tra-dición de la Iglesia antigua, no pue-den ser simplemente asimiladas a losdiáconos». Y, «para respaldar esa con-clusión, la Comisión ha constatadoque tanto el rito de la institución comolas funciones realizadas por las dia-conisas las distinguían de los diáco-nos ordenados».

El segundo argumento que esgri-me el padre Cottier es de carácter te-ológico. Observa, al respecto, que «elestudio de la Comisión ha reafirmadola unidad del sacramento del Orden,que engloba al episcopado, al sacer-docio y al diaconado. «La distinciónentre el ministerio de los obispos y delos presbíteros, por una parte, y el delos diáconos, por otra, debe compren-derse dentro de una más profunda uni-dad del sacramento del Orden», aclarael padre Cottier. «La Comisión ha con-firmado esta enseñanza después de re-alizar un detallado estudio de la tradi-ción eclesial, sobre todo de la doctrinadel Concilio Vaticano II y de la ense-ñanza del Magisterio posterior al Con-

cilio». Si bien el comunicado no lo re-cuerda, Juan Pablo II, en su carta apos-tólica Ordinatio sacerdotalis, de 1994,concluía que «la Iglesia no tiene, enmodo alguno, la facultad de conferirla ordenación sacerdotal a las muje-res, y que este dictamen debe ser con-siderado como definitivo por todos losfieles de la Iglesia».

Las mujeres en la Iglesia

Oportuna coincidencia: el papel dela mujer en la Iglesia ha sido el temade la última videoconferencia mun-dial organizada por la Congregaciónvaticana para el Clero, el pasado día29. Este tipo de conferencias tiene lu-gar todos los meses, con la participa-ción de cardenales, obispos e impor-tantes teólogos de los cinco continen-te: Roma, Madrid, Moscú, NuevaYork, Taipei, Bogotá, Manila, Sidney,Johanesburgo y Munich.

La conferencia de anteayer pudoseguirse en directo, y en diferido, en lapágina web de la Congregación para elClero (www.clerus.org). Los textos delos participantes pueden ser consulta-dos en esta página.

Dignidad

Al encontrarme con el se-ñor Benoît Cardon De

Lichtbuer, nuevo embajadorde Bélgica –segundo paísdel mundo, después de Ho-landa, en haber legalizadoeste año la eutanasia– an-te la Santa Sede, subrayélos peligros que plantea es-ta práctica. El hombre, crea-do por Dios y llamado a com-partir su vida divina, ha es-tado siempre en el centro dela visión cristiana del mun-do, y por este motivo la Igle-sia respeta y defiende el donde la vida. ¿Cómo podría ca-llar su profunda inquietud ysu reprobación ante las le-yes votadas recientementeen diferentes países que hanlegalizado la eutanasia acti-va, convirtiéndose así en se-ñores de la vida y la muer-te?

En una sociedad, en laque con demasiada fre-cuencia sólo parecen con-tar la buena salud y la ren-tabilidad, es necesario vercon otros ojos a las perso-nas débiles o que están alfin de la vida; en particular,aplicando y desarrollandocuidados paliativos para to-dos los enfermos cuya si-tuación lo requiera. Estoscuidados permiten aliviar eldolor y acompañar en ladignidad de quienes van amorir. El reconocimiento delcarácter sagrado y de la in-violabilidad de toda perso-na humana, conferidos porel Creador, es de hecho laúnica auténtica defensacontra las violaciones siem-pre posibles de su dignidad.

Una sociedad que co-rriera el riesgo de poner encausa estos fundamentos,se expondría a peligros mu-cho más graves, en parti-cular el de hacer dependersolamente del consenso,siempre cambiante, el de-recho de las personas y losvalores fundamentales.

(31-X-2002)

Ha

bla

el P

ap

a

Comunicado del padre Georges Cottier, Secretario Generalde la Comisión Teológica Internacional

No se justificael diaconado femenino

La vidaAlfa y Omega22 7-XI-2002

La dirección de la semana

Esta semana les ofrecemos el último y más que interesante ser-vicio que la página web del Vaticano ha puesto a disposición de

todos. Se trata del acceso por Internet a la Biblioteca Apostólica Va-ticana, el Archivo Secreto Vaticano y los Museos Vaticanos. En laprimera, por ejemplo, se puede acceder, entre otras cosas, al ca-tálogo y hacer una búsqueda de algún volumen por autor, título, te-ma, etc…

http://www.vatican.va/phome_sp.htm

Internethttp://www.vatican.va/phome_sp.htm

Nombres propios

La Iglesia necesita más que nunca laicos santos y movimientosy asociaciones laicales, a condición de que promuevan la co-

munión», ha dicho el Papa Juan Pablo II a un grupo de obispos bra-sileños a los que recibía en visita ad limina. Y añadió que, a veces,se puede correr el riesgo de un cierto apocamiento o miopía sobreel valor trascendente que el fenómeno asociativo viene asumien-do hoy en día en la vida de la Iglesia.

El profesor don Luis Suárez, de la Real Academia de la Histo-ria, inicia el próximo 13 de noviembre el ciclo de conferencias de losMiércoles culturales, que organiza la Asociación de UniversitariasEspañolas, en el contexto del actual desarrollo de la Unión Europea,sobre La formación de Europa: época medieval. Será todos losmiércoles (el último, el 29 de enero, con el paréntesis de las fiestasde Navidad) en su sede de Madrid (calle Alfonso XI, 4 ), a las 19 h.

El cardenal Jorge María Mejía, Bibliotecario de la Santa IglesiaRomana, ha informado que, a partir de 2003, se harán públicoslos documentos relativos a la Nunciatura en Alemania durante elpontificado de Pío XI (1922-1939). Monseñor Eugenio Pacelli(después Pío XII) fue nombrado Nuncio en Alemania en 1920. Es-tos documentos revelan datos inéditos sobre el pensamiento del fu-turo Papa Pío XII, la dictadura de Hitler y las instrucciones que de-jó a su sucesor en el cargo. El cardenal Mejía informó también deque el Archivo Vaticano ha propuesto a la Secretaria de Estadopublicar en 6 CD-rom, y en un volumen de introducción junto conotros 6, todos los archivos de la oficina de la Secretaría de Estadocreada en 1940 por Pío XII a favor de los Prisioneros de guerra. Es-ta oficina recopiló 3 millones y medio de fichas, muchas con infor-maciones sobre judíos, que desmienten rotundamente la calum-niosa campaña contra Pío XII y su actitud con los judíos.

El Papa ha nombrado al hasta ahora Subsecretario para lasRelaciones con los Estados, monseñor Celestino Migliore, nuevoObservador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Uni-das, en Nueva York. Monseñor Migliore, que tiene 50 años y que,nombrado arzobispo, recibirá la ordenación episcopal, sustituyeal arzobispo monseñor Martino, que el pasado 1 de octubre fuenombrado Presidente del Consejo Pontificio de Justicia y Paz.

La madre Antonia Colombo ha sido reelegida Superiora Generalde las Hijas de María Auxiliadora. Es italiana y tiene 66 años, yestá licenciada en Derecho y en Psicología aplicada.

El departamento de Patrimonio cultural de CONFER Nacional haorganizado para el 9 de noviembre, a las 18:30 h. en su Salón deactos de Madrid (Avda. Alfonso XIII, 97), la representación de la obrateatral Cada cual (Jedermann), de Hugo von Hoffmannsthal, que es-tará a cargo de la Compañía Argentina de Cámara.

La Fundación IUVE, que, a través de su programa Un kilo de ayu-da, trabaja desde el año 2000 a favor de los niños de las favelas(Sao Paulo, Brasil), realiza un plan de sensibilización que incluyela visita a nuestro país (las ciudades de Madrid y Valencia), desdeel pasado 28 de octubre hasta el 9 de noviembre, de varios niñosdel proyecto Mae e Criança, que viven en situación de riesgo, enuno de los lugares más violentos del mundo, y en ambiente fami-liar y social muy precario. Información: Tel. 91 445 61 49, o 610

Nuevo Vicario del Opus Deipara España

El Prelado del Opus Dei, monseñor Ja-vier Echevarría, ha nombrado a don

Ramón Herrando Prat de la Riba nuevoVicario Regional de la Prelatura del OpusDei en España, en sustitución de mon-señor Tomás Gutiérrez Calzada.

Don Ramón Herrando Prat de la Ribaes licenciado en Ciencias Biológicas ydoctor en Teología. Desde 1974 ha sidomiembro de la Comisión regional delOpus Dei en España, y desde 1976 haformado parte también del Consejo ge-neral de la Prelatura del Opus Dei.

San Simón de Rojas:450 aniversario

Se cumplen 450 años del nacimiento desan Simón de Rojas, trinitario. Los ac-

tos conmemorativos comenzaron el pasa-do 26 de octubre con una misa solemneen la catedral de Valladolid (edificada sobrela casa natal del santo), presidida por elarzobispo emérito, monseñor Delicado Ba-eza, y concelebrada por el Ministro Gene-ral de los trinitarios y numerosos sacedotesy religiosos. Participó la congregación delAve María, de Madrid (fundada por san Si-món). Una numerosa peregrinación deMóstoles (de donde es Patrono) y repre-sentantes de la Familia Trinitaria. San Simón de Rojas nació en Valladolidel 28 de octubre de 1552 y murió en Madrid el 29 de septiembre de1624. Fue Consejero de Felipe III y Felipe IV y una poderosa luz de san-tidad que iluminó la España de los Austrias. La efemérides culminaráen septiembre de 2003 con un Congreso y una solemne Eucaristía en Ma-drid.

Fracaso de una huelga

La confederación de Centros Educación y Gestión, patronal mayoritariaen la enseñanza privada concertada, pide a la ministra de Educa-

ción, doña Pilar del Castillo que, a pesar de las presiones, continúe conla reforma, ya que son muchos los padres, profesores y alumnos que es-tán a favor de la ley, y temen que el Gobierno dé marcha atrás. «Losgritos minoritarios de la calle y las presiones mediáticas cargadas demensajes falsos no deben condicionar la propuesta de una nueva ley queviene siendo demandada por la comunidad educativa», subraya su Pre-sidente, don Néstor Ferrera. Asimismo lamenta la instrumentalización po-lítica de esta Ley de Calidad. Se intenta manipular a la opinión pública aldecir, cuando se ha sabido que las movilizaciones en la enseñanza con-certada no han tenido ningún eco, que este sector no estaba convoca-do a la huelga. El hecho de que la huelga –secundada sólo por el 0,37%de alumnos, y sin ninguna repercusión entre el profesorado– haya sidoun fracaso en la enseñanza concertada debería hacer reflexionar a lospromotores de movilizaciones en la escuela.

Investigación con embriones

Ante la noticia de una carta firmada en una reunión sectorial de laConferencia de Rectores de la Universidad Española, por 34 Vice-

rectores de investigación, en la que se solicitaba al ministro de Cienciay Tecnología que se permita la investigación y destrucción de embrionescongelados sobrantes de los procesos de fecundación in vitro, la Plata-forma Hay Alternativas denuncia que estamos en uno de esos casossorprendentes de una carta escrita sólo para que se publique en losmedios, ya que aún no ha sido recibida en el Ministerio de Ciencia yTecnología; a pesar del número de firmantes, y tras preguntar en diver-sas universidades, específicamente en la Complutense, se aprecia quela actitud manifestada no ha sido objeto de debate en órganos científicosy representativos. No sólo no es la tesis de la totalidad de las Facultadesni centros de investigacion, sino ni siquiera del propio equipo de go-bierno de la Universidad Complutense.

La vida Alfa y Omega 7-XI-2002 23

En España, como en muchos otros países,existe una tradición oral que recoge le-

yendas tristes, alegres,crueles, maravillosas, pla-gadas de seres increíblesque unas veces se entre-cruzan con el cuento, yotras con la Historia y lafábula y la magia. En Le-yendas de España, queacaba de editar SM, Elvi-ra Menéndez y José Ma-ría Alvarez recuperan unaextraordinaria parte de

esas leyendas, las más variopintas, que sonauténtico patrimonio cultural, poético e histó-rico de nuestro pueblo que no se debe perder,un mundo fabuloso y poético, de indudableinfluencia en los seres humanos, que quizámuchos adultos no han descubierto aún. Esuna antología preciosa, pensada para que ni-ños y niñas, de la mano de sus padres y ma-estros, se inicien en este mundo mágico, pe-ro no menos real. En un espléndido prólogo,una especialista del mundo infantil comoMontserrat del Amo escribe: «A imitación delviajero experimentado que consulta los mapasantes de adentrarse en terreno desconocido,deseo concretar el significado de la palabra le-yenda: relación de sucesos que tienen más detradicionales o maravillosos que de históri-cos o verdaderos. La palabrita se las trae: li-mita al norte con el mito, al este con la geo-grafía, al sur con el cuento maravilloso, y aloeste con la Historia». Los autores aportan,con estilo transparente, elementos esencialesde la literatura infantil.

Estas 263 páginas, con el título La heren-cia de Madama, que acaba de publicar

en Ediciones Encuentro Alver Metalli, quien sedefine a sí mismo «un pe-riodista prematuro y unhombre que ha escritouna novela tardíamente»,podrán parecer a algúnlector polémicas, tanto porel final de la novela comopor lo que puede haberde tópico en alguna deellas, pero se trata, sin du-da, de una buena novela,escrita con la técnica delsuspense, que suscita interés. Su autor, en-viado especial desde los años 60 en Centroy Sudamérica y, actualmente, corresponsalde la RAI en México, ha escrito varios ensa-yos, pero esta es su primera novela, y en ellahay más, mucho más de lo que anuncia labanda publicitaria en su portada: Un thrillerapasionante. Intrigas y chantajes en torno ala elección de un nuevo Papa. Hay, sobre to-do, la pretensión de inculcar al lector la su-perioridad de una moralidad humana que na-ce de la relación amorosa con una Presenciasalvadora, perfectamente sintetizada en lacita de Péguy que abre el libro: «El desastrey la descristianización es que nuestras mi-serias ya no son cristianas. Cuando lo eran,cuando los vicios llevaban al pecado, era,por decirlo así, bueno..., había naturalmentemateria para la gracia; hoy todo es distinto».

M.A.V.

El chiste de lasemana

Libros de interés

Martinmorales, en ABC

Ayuda a la Iglesia Necesitada

El apoyo de la asociación católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada a emisorasde radio, canales de televisión, agencias de noticias, periódicos y revistas ha ido cre-

ciendo en los últimos años. El año pasado, la ayuda destinada a proyectos de medios de co-municación alcanzó la cifra de más de diez millones de euros, equivalente al 16,1% del to-tal de las subvenciones de la asociación. Más del 40% –a saber, la mayor parte de la ayudaque ofrece la asociación– se destina a los medios de comunicación de Europa Central y delEste. En Rusia se subvencionaron, en un principio, casas editoras eclesiales que, entre tan-to, han dejado de depender de ayuda del exterior. En estos momentos, se apoyan sobretodo las emisoras de radio como Canal cristiano, de Moscú. Otro proyecto importante es laagencia de noticias religiosa Blagovest-Info, que se ha convertido en Rusia en un reconoci-do servicio informativo interconfesional. Otros proyectos relevantes en esta región son elperiódico eclesial Svet Evangelia, que se distribuye en toda Rusia, y Radio Lumen, una emi-sora de la Conferencia Episcopal de Eslovaquia. En África carecen a menudo de personal es-pecializado para la puesta en marcha de proyectos radiofónicos, y también es difícil obtenerde algunos Gobiernos el permiso para gestionar una radio eclesial.

En cambio, en Iberoamérica la labor en los medios de comunicación ha experimentado undesarrollo mucho mayor. Para los cristianos árabes de Oriente Medio y de África del norte,se fundó en 1995 el canal de televisión SAT 7, que emite programas cristianos en árabe. EnAsia, Ayuda a la Iglesia Necesitada lleva más de 30 años apoyando a Radio Veritas, una emi-sora fundada a petición del Papa Pío XII, que emite programas en diecisiete lenguas. Laformación de periodistas cristianos es otro objetivo de la asociación que ha apoyado du-rante muchos años el centro de formación periodística Robert-Schumann-Schule, para pe-riodistas cristianos, primero en Bruselas y más tarde en Angers. En la actualidad, Ayuda a laIglesia Necesitada y Renovabis apoyan, junto con el Centro Europeo de Cultura y Comuni-cación de Falencia, en Varsovia, un proyecto similar.

Estudio escultórico sobre la Sábana Santa

Apesar de los numerosos estudios acerca de la Sábana Santa de Turín y la figura impresiona-da en ella, hasta la fecha ninguno se había aproximado a la realización de un estudio escul-

tórico sobre la misma. El doctor Juan Manuel Miñarro, profesor de la Facultad de Bellas Artes deSevilla, ha realizado una seriede investigaciones que se fue-ron materializando en la recrea-ción escultórica de esta figura.Ahora, la Real Hermandad de laOración en el Huerto, junto conla asociacion cultural Getsema-ní y el Patronato de la Funda-cion docente Aguilar y Eslava,de la ciudad cordobesa de Ca-bra, han promovido el montajede una exposición que recoge elresultado de la investigacióncientífica llevada a cabo por eldoctor Miñarro, y cuenta con lacolaboración del Centro Espa-ñol de Sindonología. La exposi-ción quedará configurada comomuestra permanente y tendrátambién carácter itinerante.

El purpurado italiano, de ochen-ta años, ha sido director de laprestigiosa revista italiana «Ci-

viltà Cattolica», director de la «Ra-dio Vaticana», y ha preparado la lo-gística y la organización de todos losviajes internacionales de Juan Pablo IIhasta hace un año. Éstas son sus res-puestas:

Cardenal, ¿cómo vivió aquel oc-tubre de 1962 en el que Juan XXIIIreunía en Roma a todos los obisposdel mundo?

Desde el período preparatorio delConcilio, fui nombrado por JuanXXIII miembro de la Comisión para elApostolado de los Laicos, y de estemodo pude participar en todo el Con-cilio. Además, a partir del segundo pe-ríodo conciliar, cuando la informacióndel Concilio para la prensa alcanzó unnivel aceptable, me encargaron co-mentar cada día las sesiones concilia-res para la prensa en italiano.

Concentrémonos en la primerafase del Vaticano II: ¿qué recuerdadel discurso programático del Con-cilio pronunciado por Juan XXIII?

El título era ya indicativo: GaudetMater Ecclesiae (Hoy la santa MadreIglesia se alegra). El Papa estaba muycontento por haber podido llevar a laIglesia al inicio del Concilio, despuésde una preparación bastante larga. Va-le la pena destacar, en un primer mo-mento, que el Santo Padre, a pesar deque deseaba que el Concilio comen-zara y terminara de una manera bas-tante rápida, en su Diario, después dela inauguración, muestra que era cons-ciente de que probablemente no con-cluiría el Concilio. «Yo estaba dis-puesto –dice el 12 de octubre de 1962en su Diario, la agenda en que todoslos días anotaba el nombre de las per-sonas con que se encontraba cada día ylos hechos más importantes– a renun-ciar a la alegría de este inicio. Con lamisma calma repito el fiat voluntas tua(hágase tu voluntad) sobre la posibili-dad de mantenerme en este primerpuesto de servicio durante todo el tiem-po y durante todas las circunstanciasde mi humilde vida, o de detenerme

en cualquier momento para que estecompromiso de proceder, continuar yconcluir pase a mi sucesor».

El Papa Juan inauguró el Conciliocon un gran discurso. Recuerdo quelo escuché con mucha atención y fueun gran motivo de consuelo, pues fran-camente tenía miedo de que el Con-cilio fuera algo repetitivo de las gran-des afirmaciones dogmáticas y que nose abriera a las innovaciones.

Profetas de desdichas

¿Qué decía el Papa? Al analizar este discurso, lo que

más me impresionó fue cuando dijo,por ejemplo: «En el ejercicio diariode nuestro ministerio apostólico, su-cede con frecuencia que disturbannuestros oídos las voces de aquellaspersonas que tienen gran celo religio-so, pero carecen de sentido suficiente

para valorar correctamente las cosasy son incapaces de emitir un juicioponderado. En su opinión, nuestra eraestá cargada sólo de indicios de ocasoy de desgracia. Y repiten incesante-mente que nuestro tiempo se deterio-ra continuamente en comparación conel pasado. Se comportan como si nadahubieran aprendido de la Historia, ma-estra de la vida; como si en tiemposde los concilios ecuménicos anterioresla doctrina cristiana, las costumbres yla libertad de la Iglesia hubieran triun-fado. Nos tenemos una opinión com-pletamente distinta a la de estos pro-fetas de desdichas, que prevén cons-tantemente la desgracia, como si elmundo estuviera a punto de perecer».

Aquí se puede ver en cierto sentidoel carácter del Papa Juan, que buscabaver los elementos positivos y no tanto losnegativos. Entre otras cosas subrayó que,finalmente, ya no se daban las indebidas

injerencias de las autoridades civiles en lapreparación y desarrollo del Concilio.

¿Qué más le impresionó de aqueldiscurso de apertura?

Al hablar de lo que se espera delConcilio sobre la doctrina, dijo: «Elpunto saliente de este Concilio no esninguna discusión de un artículo o deotro aspecto de la doctrina fundamen-tal de la Iglesia y de los teólogos anti-guos y modernos, que se supone queestán siempre bien presentes y cercanosen espíritu. Para esto no hacía falta unConcilio. De la renovada, serena y tran-quila adhesión a toda la enseñanza de laIglesia en su ternura y precisión, el es-píritu cristiano católico y apostólicodel mundo entero espera dar un saltoadelante, en la penetración doctrinal yen la formación de las conciencias, encorrespondencia más perfecta con lafidelidad a la auténtica doctrina, esta

Desde la feAlfa y Omega24 7-XI-2002

Juan Pablo II consideró, el 13 de octubre pasado, que el Concilio Vaticano II, del que celebramos los 40 años de su apertura, se convirtió en el inicio oficial de la nueva evangelización, tarea a la que ha consagrado los 24 años de su pontificado. Un testigo de excepción de aquel acontecimiento que cambió la vida de la Iglesia y del mundo, el cardenal Roberto Tucci,jesuita, aclara en esta entrevista las palabras del Pontífice

Habla un testigo excepcional del Concilio, el cardenal Roberto Tucci

La medicina de la misericordia

Un momento de la solemne procesión inaugural del Concilio Vaticano II

Desde la fe Alfa y Omega 7-XI-2002 25

última estudiada y expuesta con for-mas de la investigación y de la formu-lación literaria del pensamiento mo-derno. Una cosa es la sustancia de laantigua doctrina, el Depósito de la fe, yotra cosa es la formulación de su pre-sentación. Hay que poner gran énfasisen esto, aunque requiere abundantesdosis de paciencia. Hay que trabajar enello e iluminar los interrogantes que seplantean, pues el Magisterio tiene comomisión fundamental y esencial el ser-vicio a la pastoral».

Son afirmaciones de una ampli-tud sorprendente. Pero, desde su pun-to de vista, ¿los participantes en elConcilio comprendieron el significa-do de este discurso programático?

Creo que para algunos fue bastan-te oscuro. Por ejemplo, otro punto queel Papa subrayó en su discurso es quela Iglesia, ciertamente, se ha opuestosiempre a los errores contra la doctri-na cristiana, los ha condenado tam-bién con la máxima severidad, perohoy día –decía el Papa– la esposa deCristo prefiere utilizar más bien la me-dicina de la misericordia y no tanto lade la severidad. Considera que deberesponder a las necesidades de hoymostrando la validez de su doctrina,y no la condena. Después, decía queno faltan doctrinas falaces, opinionesy conceptos peligrosos, etcétera, et-cétera, pero insistía en esta Iglesia,que quiere mostrarse madre cariñosa

de todos, benigna, paciente, llena demisericordia y de bondad con los hijosque se han separado. Creo que esto loentendieron. Comprendieron que elPapa no quería un Concilio de conde-na, sino un concilio de proposición.Entendieron este mensaje sobre la me-dicina de la misericordia más que decondena. Creo que comenzaron acomprenderlo en sus implicaciones:Concilio pastoral, Concilio de pro-fundización en la doctrina en funciónpastoral, es decir, cuya función era

transmitir un mensaje a un mundo queha cambiado, a un mundo contempo-ráneo que tiene otras exigencias conrespecto al mundo pasado. Esto creoque lo comprendieron, en sus impli-caciones, con el pasar de las discusio-nes en el Concilio.

¿Le hizo alguna confidencia JuanXIII en este sentido?

Sí, en una audiencia que tuve conél. Por una parte, puedo decir que elPapa, el 27 de julio de 1962 –segúnveo en mi diario–, observaba que, enlos documentos que habían sido en-viados a los Padres conciliares con laspropuestas hechas por las Comisionespreparatorias del Concilio, había mu-chas condenas, algo que abiertamenteno le gustaba. Me mostró incluso untexto en el que había 14 condenas deerrores que había que evitar y que ha-bía que condenar expresamente. Esto

no le gustó. Por este motivo, en unaaudiencia que tuve con él, la última,el 9 de febrero de 1963, cuando la en-fermedad ya estaba en fase avanzada,el Papa me dijo que los Padres delConcilio habían comprendido lo que élse esperaba de la cumbre conciliar só-lo en la última semana, que estuvo–por así decir– caracterizada por lasintervenciones de los cardenales Gio-vanni Battista Montini (futuro PabloVI), Leo Jozef Suenens (arzobispo deMalinas-Bruselas, Bélgica) y Giacomo

Lercaro (arzobispo de Bolonia), queabrieron las perspectivas del progra-ma. En el discurso inicial del Papa, nohabía un auténtico programa, y sinembargo ellos comenzaron a ver cómoera posible organizar mejor las sesio-nes del Concilio. Pero, en aquella au-diencia de febrero de 1963, el Papaañadió que prefería que los Padresconciliares lo hicieran por sí solos. Es-to demuestra que, por una parte, esverdad, el Papa había expresado mu-chas veces su deseo de que las sesio-nes conciliares acabaran bastante pron-to, pero al mismo tiempo tenía unagran paciencia y la conciencia de queno concluiría el Concilio.

Nadie ha metido el pico

¿Escribió el Papa Juan XXIII desu puño y letra ese discurso inau-gural?

Yo sólo sé que, en aquellos días, elPapa Juan habría dicho al cardenalSuenens: «Lo he escrito todo y nadieha metido el pico». Además, se ha po-dido documentar ampliamente esta rei-vindicación de Juan XIII de haber es-crito el discurso con harina de su cos-tal. Ciertamente dice mucho sobre sutemperamento, sobre su manera de verlos problemas de la Iglesia de su tiem-po. Yo diría que los pasajes que he ci-tado son totalmente del Papa Juan, co-rresponden totalmente a su sensibili-dad mental, pastoral, religiosa.

Cuarenta años después, ¿cómosintetizaría el acontecimiento delConcilio?

El acontecimiento conciliar ha sido,ante todo, la demostración delante detodo el mundo –pues ha sido quizá elprimer Concilio seguido por la prensainternacional– de una gran libertad dediscusión dentro de la Iglesia, perosiempre llegando a conclusiones vo-tadas casi por unanimidad, pues en losvotos finales sólo una pequeñísimaminoría no aceptó la formulación devarios documentos.

Además, al final, creo que todoslos Padres conciliares, una vez que elConcilio con el Papa habían aprobadolos textos, firmaron los documentos,dándoles su aprobación. Se mostróuna gran capacidad para mirar a lasnecesidades del mundo contemporá-neo, de responder de una manera pas-toral a estas necesidades del mundo,una gran apertura hacia la libertad re-ligiosa, que abre también al diálogocon las demás religiones, así como aldiálogo con los así llamados laicos–laicistas–, los que están alejados apesar de que quizá pertenecen a la mis-ma cultura occidental, marcada por elcristianismo.

Demostró, por tanto, una gran ca-pacidad ecuménica, pues aunque nose pudo realizar entonces el deseo degrandes pasos en la unión de las Igle-sias, ciertamente el Concilio Vatica-no II puso las bases para todo lo quevino después: reconciliación, diálogo,acercamiento entre las Iglesias, supe-ración –al menos– de ciertas dificul-tades que son más psicológicas queteológicas entre las diferentes Iglesias.Por tanto, contribuyó a limpiar el te-rreno de argumentos que ya no eranválidos como habían podido serlo en elpasado, concentrándose más bien enlos auténticos puntos de divergenciade fondo.

* * *

Para el cardenal Tucci, una de lasmejores descripciones de los iniciosdel Concilio la hizo Juan Pablo II en laCarta apostólica «Novo millennioineunte» del 6 de enero de 2001:«Después de concluir el Jubileo sien-to más que nunca el deber de indicarel Concilio como la gran gracia de laque la Iglesia se ha beneficiado en elsiglo XX. Con el Concilio se nos haofrecido una brújula segura paraorientarnos en el camino del siglo quecomienza».

Basílica de San Pedro: cardenales padres concilares... y la prensa

Hace unos días falleció en San Sebastián, enla casa de las Misioneras de Jesús y María,monseñor José Sebastián Labora, que fue

Nuncio Apostólico en Panamá, Paraguay y Malta,así como primer Delegado Apostólico en Libia. Des-de «Alfa y Omega» nos hemos puesto en comuni-cación con José Ignacio Tellechea, su más íntimoamigo y quien le ha acompañado día a día en sus úl-timos meses de vida, para pedirle el perfil de esteamigo que contaba igualmente con amigos en to-das partes:

¿De cuándo data su relación de amistad?En la década de los cuarenta, convivimos bajo el

mismo techo en el Seminario de Vitoria, pero sin ma-yor trato. El era dos cursos superior a mí. El encuen-tro se produjo en Roma, en octubre de 1951, ya queconvivimos en el Colegio de la emigración, al que fuijuntamente con José María Setién. Allí nos encontra-mos el navarro Jesús Irigoyen, Laboa y los dos reciénllegados. Fueron años de convivencia muy feliz, cua-jada de anécdotas. Cuando diagnosticaron su enfer-medad, le dije: «Aguanta un poco, que en octubre de2001 celebraremos las Bodas de Oro de nuestra amis-tad». Y las celebramos. Monseñor Laboa, tras estu-diar Teología en la Universidad de Comillas, obtuvo enRoma la Licencia y luego Doctorado en Derecho Ca-nónico, con una tesis que le prologó el cardenal Ci-cognani, de quien, por entonces, pasó a ser su secre-tario. Por cierto, le estimaba muchísimo. El hermanodel cardenal, también cardenal, Hamleto Cicognani,cuando abandonó Estados Unidos y vino a Roma almás alto cargo bajo Juan XXIII, se entusiasmó con ély quiso que trabajara con él, pero su hermano Gaeta-no le dijo que no renunciaría a su secretario por nadadel mundo. Antes de morir, el cardenal Gaetano Ci-cognani, antiguo Nuncio en España, lo empleó en laCongregación de Ritos, de la que era Prefecto, y así en-tró al servicio directo de la Santa Sede.

¿Cómo definiría, a grandes rasgos, su vida?Un servidor directo de la Santa Sede y del Papa.

Todos, hasta el último cristiano, debemos tener de-voción al Papa por lo que él representa. Somos ser-vidores de la Iglesia, de la que es cabeza el Papa:unos sirviendo a una diócesis, a una Congregación uOrden, a instituciones de Iglesia, o intentando serverdaderamente cristianos en la vida normal de tra-bajo o familia. Pero algunos lo hacen más directa-mente, relacionados con los altos organismos de go-bierno de la Iglesia, como fue su caso, y a veces concontacto más usual con el Romano Pontífice. Mon-señor Laboa sirvió al Papa trabajando en la Congre-gación de Ritos, luego en la llamada de los Santos.Más tarde pasó a la de Propaganda Fide, con el car-denal brasileño Rossi, con quien visitó muchas par-tes del mundo. Y durante el último largo período desu vida –casi veinte años– fue Nuncio, y representóal Papa en Panamá, Paraguay y Malta, en esta últimacon el anejo de Delegado Apostólico en Libia. Gadafise mostró con él especialmente atento. Mas en to-dos estos puestos fue primordialmente sacerdote, en-tregando su vida con sentido sacerdotal.

¿Conoce usted detalles de su paso por esasNunciaturas?

Yo he pasado días con él en sus tres Nunciatu-ras, y soy testigo personal no sólo del aprecio, sinodel afecto que ganaba por dondequiera que pasó. Amí me dijeron altas personalidades: «Oiga, diga us-ted en Roma que no nos cambien al Nuncio». Sus

Nunciaturas estaban abiertas a todos: en alguna, el úl-timo sacerdote que le visitaba por la mañana se que-daba a comer con él. En el Hospital de Paitilla (Pa-namá), ví cómo visitaba frecuentemente a un jovenarquitecto tetrapléjico al que conoció por casuali-dad, y a un anciano obispo retirado, y a unas abuelassicilianas que lo trataban como a un hijo. ¿Añadiréque, en su enfermedad, le han venido a visitar desdeSan Francisco, Panamá, Paraguay y Malta, y quemuchas veces le llamaban por teléfono? Su famacomo Nuncio alcanzó cotas altísimas cuando acogióen la Nunciatura al Presidente Noriega. Él tuvo queaguantar la presión del ejército norteamericano des-plegado en Panamá, y tratar el asunto con el mis-mísimo Presidente de los Estados Unidos. Él con-venció a Noriega para que se entregase libremente,y me consta que la Santa Sede aprobó su conducta enel asunto. Su simpatía natural, su carácter activo yabierto, le abrían todas las puertas.

Y, ¿fuera de la función diplomática?Estoy seguro de que la noticia de su muerte habrá

suscitado un coro inmenso de miles de voces que lerecordarán por un favor o un regalo recibido, porbilletes privilegiados para una audiencia papal enRoma, por una comida en Alfredo o en Quatro Mo-ri, por visitas hechas a lugares memorables de Romao de su entorno, por una recomendación en asuntosmatrimoniales, por la bendición de tantos matrimo-nios, de bautizo o confirmación de sus hijos, por unempleo solicitado, y hasta por su intervención deci-siva ante el Papa a favor de un condenado a muerte.Daría para un tomo muy grueso esta lluvia de favo-res a tantas gentes; cada uno recordará el suyo.

Un vasco universal

¿Se puede decir que fue un vasco muy uni-versal?

Su pueblo natal, Pasajes de San Juan, era su granamor, hasta la muerte. Le gustaba alegrar a su pue-blo celebrando en él misa de pontifical, en Navidad,Año Nuevo, en Semana Santa. Era adorado por supueblo, donde saludaba a todo el mundo y visitaba

a los enfermos. En alguna reunión de diplomáticosen Panamá, uno de ellos evocó sus visitas a Españay Guipúzcoa, y acabó diciendo que más que San Se-bastián le gustó un pueblecito que visitó y donde secomía muy bien, Pasajes de San Juan. «Me da el in-farto –replicó Laboa–. ¡Es mi pueblo!» Este año2002 no pudo celebrar la Semana Santa en su pueblo,señal inequívoca de que no se sentía con fuerzas.Naturalmente, juntamente con su pueblo, amaba a sudiócesis, al pueblo vasco, al que hizo muchos favo-res a distancia. No en vano se le nombró hace pocosaños vasco universal. Por cierto, con tal motivo ini-ció su amistad con el futbolista del Atletic de BilbaoJulen Guerrero, a quien luego casó, y bautizó más tar-de a su hija. Julen le ha visitado varias veces duran-te su enfermedad con su mujer y su niña.

¿Ha seguido usted de cerca sus últimas horas?Durante todo este verano le he visitado todos los

días. Hemos pasado buenos ratos, a veces evocandonuestro pasado, y momentos profundos. Ha sido ad-mirable su serenidad ante la muerte. Quiso recibir so-lemnemente el Viático y la Unción. Alguna vez, re-cibiendo personalmente las llamadas de teléfono, ala obligada pregunta: ¿Qué tal estás?, respondía:«Aquí, esperando». Creyó ya próxima la muerte, yse le hizo larga la espera. Algún día le dije: «El aviónera a las diez y te has presentado en el aeropuerto alas tres. Claro es que te toca esperar». –«Tengo pre-vistos –decía él– todos los pormenores para la horade mi muerte».

No quiero silenciar una anécdota. Hace muchosmeses le hablé del milagro de la vida y de la obli-gación de reconocerlo con sólo dos palabras: Deogratias, las que pronunciara san Cipriano cuando eljuez romano le condenó a muerte. Desde aquel día,a lo largo de este verano, eran las palabras de nues-tro saludo y despedida diarias para agradecer un díamás de vida y de encuentro. Fue la última frase queescuché de sus labios, la última vez que nos vimos.No necesita comentario. Es el broche de una amis-tad de medio siglo y, además, de una vida entera.

Alfa y Omega

Desde la feAlfa y Omega26 7-XI-2002

En la muerte de monseñor Laboa: entrevista a su amigo José Ignacio Tellechea

«Sacerdote abierto a todos»

Juan Pablo II, saluda a monseñor José Ignacio Tellechea

Desde la fe Alfa y Omega 7-XI-2002 27

Jesús Colina.Roma

Cómo explica la victoria delcandidato del Partido de losTrabajadores, Lula da Silva,

ya en la primera vuelta de las elec-ciones presidenciales?

El candidato de la izquierda reco-ge los votos de protesta, de descon-tento –no tanto un modelo político oeconómico–, contra la incapacidaddel Gobierno de administrar y ges-tionar los inmensos recursos y lasgrandísimas riquezas de Brasil. Esimportante distinguir entre el modelo,que es ásperamente criticado, y la ges-tión, que es la responsable directa desu fracaso.

El modelo económico, sin em-bargo, está en el banquillo de losacusados en toda Iberoamérica.¿Cuál es la receta para salvarlo?

La estrategia es la de, antes que na-da, humanizarlo. Como dice la doc-trina de la Iglesia, debe estar al servi-cio de la persona y del bien común,en vez de al de una minoría que acu-mula dinero pensando en su interéspersonal. México es un ejemplo de có-mo se puede mejorar.

¿Cuál ha sido en Brasil el mayorerror del Gobierno anterior?

Ciertamente el de no haber reali-zado las reformas sociales y adminis-trativas, en especial la de la previsiónsocial y la tributaria, que eran im-prescindibles para el crecimiento ar-monioso del país. El segundo manda-to del Presidente Fernando HenriqueCardoso ha dejado mucho que desear. Se ha dejado a un lado tam-bién la reforma agraria, con la que sehabrían podido generar miles de pues-tos de trabajo. Hoy en Brasil hay to-davía 33 millones de personas que su-fren hambre. Apenas el 6% ha salidodel umbral de la miseria. La clase me-dia se ha empobrecido. Y sólo la cla-se más alta se ha beneficiado de la es-tabilidad económica y del fin de la hi-perinflación.

¿Podemos creer en la imagen yen los tonos moderados de Lula?

Lula se autodefine revolucionario.Pero, en un mundo globalizado comoel actual, el modelo económico dejapoco margen a las alternativas. Se pue-den introducir correctivos, ciertamen-te. Las alianzas que Lula ha hecho de-muestran, sin embargo, una incohe-rencia política de fondo. Ha aceptadoel apoyo del Partido Liberal, que aquírepresenta a la derecha de una partede ricos empresarios. Para la estabili-dad del futuro Gobierno, los aliadosde la izquierda radical-marxista quecomponen la coalición de Lula podrí-an revelarse menos peligrosos que es-tas alianzas innaturales.

Y sobre los principios moralesmás importantes para la Iglesia,¿como se presenta Lula?

No hay diferencias significativas.Todos los candidatos han mantenido,por ejemplo, el respeto de la legisla-ción actual sobre el aborto, que lopermite en caso de violación o peligro

de vida de la mujer. Desde un puntode vista moral, todos van contra laorientación de la Iglesia. Lula, sin

embargo, hace de ello una cuestiónde principio. Para él, el aborto debeser libre.

Habla el obispo auxiliar de Río de Janeiro, monseñor Filippo Santoro

Brasil se salvará si humaniza el modelo económico

Tras la segunda vuelta electoral en Brasil, ha salido de las urnascomo nuevo Presidente del país Luiz Inácio Lula da Silva, líder del Partido de los Trabajadores, frente al oficialista José Serra. En esta entrevista el obispo auxiliar de Río de Janeiro, monseñorFilippo Santoro, explica su visión del actual momento políticodel país. Conoce el terreno, pues en su ministerio afrontael problema del narcotráfico y no ahorra visitas pastoralesa la mísera periferia de Río. Pero, al mismo tiempo, es tambiénun intelectual atento a la difícil realidad política del país

El aborto en Iberoamérica

El Grupo Parlamentario Interamericano sobrePoblación y Desarrollo, de la IPPF (International

Planned Parenthood Federation), la multinacionaldel aborto, se reunió en Quito entre el 16 y el 18de octubre pasado. Paralelamente a este encuen-tro se desarrolló la I Conferencia del Consorcio La-tinoamericano sobre Anticoncepción de Emergen-cia. Las conclusiones se basaron en las afirmacio-nes, sin sustento estadístico serio, de la cultura dela muerte, como que Iberoamérica es la región conmás embarazo adolescente no deseado, y cadaaño hay 600.000 embarazos a causa de violacio-nes. De ahí que los asistentes se comprometierona promover leyes nacionales sobre derechos se-xuales y reproductivos, que incluyan los métodosabortivos de anticoncepción de emergencia, es de-cir, el legalizar el aborto, también para las adoles-centes, sin intervención de sus padres.

En varias sesiones –dice la información ofi-cial–, «los parlamentarios de Argentina, Bolivia,

Ecuador, Perú y Paraguay reconocieron que lasIglesias, especialmente la católica, han restringi-do su libertad legislativa, por sus cuestiones va-lorativas; por eso hay un retroceso en el conjuntode las políticas sociales en la región y un fortale-cimiento de la derecha, así como la reducción demecanismos y financiamiento para la acción par-lamentaria». A pesar de esto –continúan los par-tes de prensa–, la parlamentaria Alejandra Sán-chez de Lozada, hija del Presidente de Bolivia,igual que Severina Pérez, la única parlamentariaindígena asistente, anunciaron una próxima ex-tensión del seguro de embarazo en Bolivia queincluya la anticoncepción de emergencia.

Daicy Tournée, legislador, prometió que, enUruguay, antes de que termine el año, se apro-bará la despenalización del aborto.

Armando R. PuenteAgencia AICA

El nuevo Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, líder del Partido de los Trabajadores

Desde la feAlfa y Omega28 7-XI-2002

Con una enorme curiosidad y expectación haacogido el público asturiano la presencia ensus tierras del cineasta neoyorkino Woody

Allen y de toda su familia, que han cruzado el Atlán-tico para recoger uno de los premios más prestigio-sos que concede el Estado español. Sin embargo,también se han alzado voces críticas que no han du-dado en calificar dicho Premio Príncipe de Asturiascomo tremendamente inadecuado. Al margen de esapolémica, que tiene que ver más con una cierta con-cepción de lo que debe considerarse o no cultura, esésta una ocasión privilegiada para reflexionar sobreuna figura que ya tiene, en vida, un lugar propio en lahistoria del cine: Woody Allen.

El 1 de diciembre de 1935, Nueva York dio a luz auno de sus hijos más incondicionales: Allen StewartKonisberg. Judío no practicante, cómico de la angus-tia, escritor infatigable que hace cine, aterrado y ob-sesionado por las mujeres, pudoroso teórico del se-xo, psicoanalista escéptico de sus propias neurosis...,Woody Allen ha sabido como nadie poner en escenalas grandes paradojas y contradicciones de nuestrotiempo, y muy especialmente las de cierta burguesíanorteamericana. Manhattan ha tenido, y tiene, en Woody Allen un fiel espejo que le devuelve su imagenmenos agraciada, pero probablemente la más enamo-rada. Existencia de Dios, muerte, sentido de la vida,psicoanálisis, incomunicación, relaciones de pareja...,son los eternos temas a los que Woody Allen vuelve in-cansablemente con su particular perspectiva.

Es imposible recorrer de un plumazo su extensafilmografía. Pero sin duda podemos encumbrar al-gunos títulos en los que Woody Allen ha dado lo me-jor de sí mismo. La rosa púrpura del Cairo (1985) esuna de las reflexiones más interesantes y humanistassobre el séptimo arte. Y es que la época en la que elcineasta trabajó con la que fue su mujer, Mia Fa-rrow, ha dado algunos de sus mejores títulos: Hannay sus hermanas (1986); Septiembre (1987); Otra mu-jer (1988)... En los noventa encontramos un cine có-mico y de hilarante ironía, que toca todos los géne-ros: el policíaco (Misterioso asesinato en Manhattan),el musical (Todos dicen I love you), el biopic (Acor-des y desacuerdos)...; también ha ironizado sobrelos misterios de la creación literaria (Desmontando aHarry), o la cinematográfica (Un final made in Holly-wood).

Woody Allen, sin embargo, ya no es el innovadorrupturista de finales de los sesenta. Hoy encarnauna mentalidad y unos valores que ya están casieclipsados. Su búsqueda de una pareja estable, sudeseo de comprender la religión, su irreductibleconciencia de culpa, su rabioso heterosexualismo...,han dejado sitio a un cine a-conyugal, a-religioso, a-moral, bi-homo sexual... Woody Allen, que aún es-cribe a máquina y no usa ordenador, es ya un bi-cho raro para muchas jóvenes generaciones. A pe-sar de que su cine nos llega puntualmente cada año,como una cita ya establecida, Allen es ya una pro-longación del siglo XX, representa una cosmovi-

sión que no se ha dilatado más acá del once de sep-tiembre. Por todo esto y mucho más, la inmensafilmografía de este judío neoyorkino merece un lu-gar significativo en el retablo antropológico del si-glo XX, con la inquietante intuición de que quienfue un transgresor, se convertirá pronto en el vesti-gio de una sociedad un poco más humana que lanuestra.

Llevamos unas semanas generosas en es-trenos de interés, algo que no ocurría desde

hace mucho tiempo. A esta cita de buen cineno podía faltar el siempre certero rey Midas deHollywood, Steven Spielberg, cada vez menosacomplejado, a la hora de escoger argumen-tos arriesgados y de hondo calado temático.Minority report vuelve a representar ese cóctelde calidad y comercialidad del que Steven Spiel-berg es denominación de origen.

Spielberg vuelve a la carga con un cine di-vertido y a la vez profundamente reflexivo, ymuy antropológico. Minority report está basa-da en una novelita de Philip Kindred Dick, elautor del relato que inspiró la genial película deRidley Scott, Blade runner, la cual, por cierto,inspira muchos momentos del film. Situada, co-mo aquella, en la Norteamérica del futuro, nospresenta una sociedad en la que, gracias a losavances de la ciencia y de la parapsicología,

la policía es capaz de detener a hipóteticos ypresuntos criminales antes de que cometan sudelito, es decir, antes de que sean criminales.Esto ha permitido que, en Washington, hayandesaparecido prácticamente todos los asesi-natos. El oficial John Anderton, interpretado porun aceptable Tom Cruise, está al mando del de-partamento de Precognición que, a través detres videntes, llamados precogs, visualizan conantelación los crímenes. Su vida va a dar ungiro cuando los precogs anuncien que el pró-ximo asesino será él, el propio Anderton.

El conflicto entre predestinación y libertad es-tá perfectamente descrito en el Macbeth, de Sha-kespeare. Si ya se sabe lo que voy a hacer en elfuturo, ¿haga lo que haga me va a pasar lo pre-visto? ¿Incluso si no hago nada? Es decir, ¿exis-te la libertad? La película de Spielberg trasladaesto a un nivel político y jurídico: para conseguirla seguridad de los Estados, ¿es lícito controlar

tanto al ciudadano hasta eliminar el margen de sulibertad, las opciones equivocadas de su liber-tad? ¿Se puede detener a un ciudadano por loque presumiblemente hará, pero que aún no hahecho? Terrible dilema en el contexto de la actualcruzada internacional contra el terrorismo. Encualquier caso, la propuesta de Spielberg no de-ja lugar a dudas: siempre hay un punto, a vecesinfinitesimal, para la libertad, y nadie tiene dere-cho a cercenarlo.

Con una puesta en escena muy cercana asu anterior película, Inteligencia artificial, aunquecon dosis mucho mayores de acción, Minorityreport hace acopio de numerosos elementosextraídos de diversas películas del género. Conel sentido de la narración tan concreto que ca-racteriza a Spielberg, va al grano desde el pri-mer instante del film, y ya no hay respiro hastael final, un final complejo pero más redondo queel de la antedicha Inteligencia artificial. Destacala presencia de un anciano Max von Sydow(que lleva casi sesenta años en las pantallas),y una maravillosa banda sonora de piezas clá-sicas que constituye, sin duda, un homenaje aquien mejor usó la música clásica en la historiadel cine: el gran amigo de Spielberg, StanleyKubrick. Sin duda, una película que pide servista más de una vez.

Juan Orellana

Minority report:

Un Steven Spielbergen plena forma

Cine: Woody Allen

Premio Príncipe de AsturiasEl pasado día 25, en el teatro Campoamor de Oviedo, recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2002, dotado con 50.000 euros, el cineasta americano Woody Allen, en reconocimiento a su «gran talento creador» y por su condición de «hombre clave» en la historia del cine. Un día antes, el galardonado pronunció una conferencia en el Teatro Jovellanos de Gijón, con abrumadora asistencia de público.

Woody Allen, Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2002

Desde la fe Alfa y Omega 7-XI-2002 29

Como no eres frío...

Cuántas veces he meditado sobre la fra-se apocalíptica «Ojalá fueras frío o ca-

liente; pero como no eres ni frío ni calientevoy a vomitarte de mi boca». En un principio,parece evidente que el ángel que pronun-cia, en nombre de Dios, dicha frase se re-fiere a la tibieza cristiana: es decir, a los quepractican sin demasiada convicción, y tam-bién a los que se agarran a la rutina parano perder las apariencias, o para no modifi-car normas que les dictaron en su infancia.Sin embargo, tras reflexionar a fondo y com-probar que la frase como no eres frío se ci-ta tres veces en el texto apocalíptico, he da-do en pensar que, al margen de la tibieza, di-chos comentarios entrañan algo más queuna comparación convencional relaciona-da con la rutina de la práctica religiosa.

Según lo que se señala en el Apocalipsis,parece evidente que se precisa ser frío ocaliente para evitar el vómito de Dios. Porsupuesto, cae por su peso que los que soncalientes tienen asegurada la felicidad fu-tura, pero no deja de resultar extraño queel Señor los compare con los que son fríos,como si bastara su frialdad para alcanzaresa misma felicidad. De pronto, surgen laspreguntas: ¿cómo puede el Señor igualarese no ser caliente con ese no ser frío? ¿Serefiere a los paganos? ¿Está pensando enlos descreídos? ¿Considera que es mejorser frío que tibio para salvarse?

No. A mi entender, tras esa frase hay al-go más. Algo que sólo puede conseguirse,no desde la tibieza, sino desde la frialdadya que nada más incómodo que dicha frial-dad, porque inmoviliza el espíritu y hiela lamente, a la par que nos debilita, angustia ynos impulsa a buscar el calor que nos pro-mete la misericordia de Dios. Me refiero a laalegría exultante que, el Cielo experimentacuando una oveja perdida vuelve al redil. Elque tiene ese calor desde siempre puedecorrer el peligro de acabar en la tibieza conmayor facilidad que el que padece el fríoconstante, como por ejemplo le ocurrió alhermano del hijo pródigo cuando vio que supadre acogía con entusiasmo el regreso dequien creía perdido. De pronto el calor delhermano fiel al Padre se convirtió en esa ti-bieza que lo llevó a la envidia. El calor comorutina, puede, a veces, abrasar en vez decaldear.

Es indudable que la tibieza, venga dedonde venga, aunque nos parezca suficientepara considerarnos cristianos, aburre, fatigay, sobre todo, anula la posibilidad de serecuánime y de alcanzar esa alegría que nosproporciona el hecho de sentirnos ampara-dos por la misericordia de Dios. Mientrasque la frialdad ignorante puede llegar a con-vertirse (si es capaz de vencer esa igno-rancia) en la más acogedora de las espe-ranzas, cuando el alma, desesperada, tiritay se envara de tanto hielo acumulado.

Mercedes Salisachs

Punto de vistaL I B R O SNo caeremos en la tentación, al glosar este clarificador libro

sobre la modernidad y la modernización de España, de re-petir al Ortega y Gasset que escribía que «la suerte está

echada. No soy nada moderno; pero muy del siglo XX». España esmoderna y se encuentra en un proceso permanente de moderni-zación, de progreso en los órdenes constitutivos de la existencia hu-mana, individual y socialmente considerada. Víctor Pérez-Díaz, ca-tedrático de Sociología de la Universidad Complutense, ha escri-to este ensayo, a modo de marco hermenéutico, de los procesos deconstrucción de la sociedad española desde los criterios apuntaladosen la más genuina tradición liberal; una tradición que recoge lomás granado del pensamiento político de la más puntera actualidaddesde Hayek, Oakeshott y Gray. Es éste un libro clarificador de unasituación, de un paisaje moral, en el que el ciudadano se encuen-tra, muchas veces, náufrago de las contradicciones de unas políti-cas económicas, sociales y culturales desarraigadas de los princi-pios de la libertad individual, de la relación entre el proceso deautodeterminación personal y la realidad de las instituciones es-quizofrénicamente sometidas a la burocracia de los estatalismos ylos rancios comunitarismos institucionales, y de la implantación delas culturas de la seducción que representan muchos modernosmedios de hipnosis social.

El pórtico de sus afirmaciones se esculpe en el reconocimien-to de que los problemas del futuro son los del presente. En muchasde las páginas nos encontramos con la lucidez de aquel a quienno le tiembla el pulso, a la hora de llamar a las cosa por su nombre.A saber: el fracaso del modelo de educación universitaria ancla-do en la caduca tradición francesa, que no ha sabido superar las le-yes de la evolución de la vida cultural y universitaria; o la necesa-ria regeneración de la actividad empresarial como principal ele-mento regulador de las políticas de mercado; o el protagonismo dela familia como condición necesaria y suficiente de la socializaciónde las personas. Bien es cierto que las premisas de las que parte es-ta propuesta de modernización de España, el individualismo me-todológico y el indeterminismo social, son posteriormente reguladaspor un elenco de principios morales –apuesta por un orden de li-bertad; el elogio del patriotismo moderado y la ética de la mag-nanimidad– que no debieran excluir una nítida concepción antro-pológica que respete la naturaleza de la persona y las consecuen-cias que de esta realidad se derivan, sobre todo en los ámbitos delquehacer ético y moral.

Lo primero que se me ocurre pensar, a la hora de reseñar esta pe-queña joya bibliográfica, es en la relación entre los hermanos

Rahner. Muchas lecturas descentradas, y muchas utilizaciones de-sequilibradas de Karl Rahner, se hubieran centrado y equilibradoa partir del conocimiento más profundo de la influencia que suhermano Hugo tuvo en alguno de los perfiles fundamentales delquehacer teológico de Karl; a saber, en lo referido a la doctrinade la penitencia o a la dogmática del sacramento del Orden. Estaidea es hoy clave para la recuperación –para la relectura diríanlos epígonos de las buenas esencias– de la teología contemporáneaen clave de nueva evangelización, y para los mentores conceptua-les de la ya novísima singladura de la editorial Cristiandad.

Hay en esta joya de la mariología una invitación inicial a apren-der a ver a la Iglesia en María y a María en la Iglesia. Párrafosdespués, nos encontramos con afirmaciones sorprendentes de vi-gencia, de profundidad, de valiosa espiritualidad. Por ejemplo,una segunda invitación a ser hombres interiores para saber afe-rrarnos al misterio de María en la Iglesia. ¿Cuántas veces nos pre-guntamos por el desfase entre nuestro crecimiento exterior, inte-lectual, vital, social, y el interior, espiritual? ¿No será acaso porqueno bebemos en las fuentes de la sabiduría cristiana, de los prime-ros y de todos los tiempos, y no nos dejamos acompañar por los ma-estros del Espíritu y de la gracia? Este pequeño, pero gran libro evi-ta estos y otros muchos peligros.

José Francisco Serrano

La ilusión por EspañaTítulo: Una interpretación liberal

del futuro de EspañaAutor: Víctor Pérez-DíazEditorial: Taurus

Madre de la Iglesia

Título: María y la IglesiaAutor: Hugo RahnerEditorial: Cristiandad

Desde la feAlfa y Omega30 7-XI-2002

GentesValentín Miserachs, del Pontificio Instituto de Música Sacra

«En la música religiosa, ha habido grandes autores y obras, pero tam-bién se ha abusado de la música ligera. Se han adoptado sin criterio me-lodías de la calle. La música religiosa tiene un carácter propio, no puedeser música de consumo. Como ejemplo de estas modas, baste la casidesaparición de cierto patrimonio musical que se había consolidado, co-mo signo de catolicidad, como el Pangue Lingua o la Salve. Muchas me-lodías no comunican ni invitan a nada. Y en este sentido, la música religiosa,antes de ser sacra, tiene que ser música. Hay que apostar por la formaciónmusical, tanto de sacerdotes como de laicos; hay que dignificar la músicareligiosa actual con compositores, organistas o directores de coro».

Javier Salinas, obispo de Tortosa

«El Papa Juan Pablo II nos habla de una nueva evangelización. Es nue-va la situación en la que nos encontramos y son también nuevas las res-puestas que tenemos que ofrecer en nuestro mundo. La educación católicaes un tema fundamental. Es necesario el cuidado de la persona en todosu conjunto. La Iglesia, desde el principio, comenzó a construir escuelaspara enseñar a leer a los suyos, para que pudiesen conocer la SagradaEscritura y dialogar desde su fe con la cultura, y también desde el con-vencimiento de que el ser humano tiene que crecer en todas sus dimen-siones, y es dentro de este crecimiento donde se hace presente la fe co-mo semilla en una vida renovada».

María Rosa de la Cierva, religiosa del Sagrado Corazón

«La dimensión religiosa es un elemento constitutivo de la persona, y todos losque quieran este tipo de educación tienen derecho a recibirla. La religión no es-tá presente en las aulas simplemente porque lo diga la ley; es que la ley seencarga de recoger un derecho fundamental de los padres y de sus hijos: re-cibir una educación integral. Debe evaluarse y considerarse como cualquier otramateria. En los colegios se estudia el hecho religioso, no se imparte doctrina.Para eso están las parroquias. Una cosa clara es que los colegios religiosos tie-nen una gran demanda, están al 100 por cien. No hay que olvidar que en los co-legios públicos la gran mayoría de los padres siguen eligiendo la asignatura deReligión para sus hijos. Por algo será».

Receta para una Europa mejor

La playao las flores

Después de haber visto distintos infor-mativos de televisión durante el puente

de los Santos, podemos llegar a esta con-clusión: los españoles, durante el citadopuente, se han dedicado principalmente ados cosas; a saber, o ir a la playa a tostarseal sol y chapotear en el agua, o a ir a los ce-menterios a llevar flores; aunque esto delas flores, según nos dicen, va a menos, si locomparamos con años anteriores en los queel gremio de la flor ingresaba más pesetaspor noviembre.

Se ve que los redactores de servicios in-formativos no han reparado en que, duran-te estos días, nuestras iglesias han estadollenas a rebosar de cristianos, que hayan ono llevado flores, lo que sí han hecho es re-zar y participar en la Eucaristía para ale-grarse por los santos del cielo y pedir porlos difuntos, que es lo que vale.

Y digo lo que vale porque las flores, pormuy bonitas que sean, no valen nada, por lomenos para nuestros difuntos. Ni qué decirtiene que se merece el mayor de los respe-tos una persona que expresa su cariño yamor a sus muertos adecentando sus se-pulturas y adornándolas convenientemen-te, pero no pasa de ser una expresión deamor y cercanía.

Otro comentario que se escuchaba entelevisión es que esto de honrar a los di-funtos es una tradición que nos viene de losceltas. No dudo de que este pueblo –comola mayor parte de los pueblos– haya tenidofe en otra vida tras la muerte, o en la nece-sidad de rezar por los muertos, pero a los ca-tólicos la oración por los difuntos nos vienedesde la más antigua tradición apostólica, in-cluso desde el Antiguo Testamento, si re-trocedemos hasta los Macabeos. Y para no-sotros no se puede quedar tan sólo en unacostumbre, sino en una expresión de nues-tra fe en Dios, Padre misericordioso, en la vi-da eterna y en la comunión de los santos.

Si tuviéramos que evaluar lo que ha sig-nificado para la Iglesia este puente de losSantos, hay que decir que ha supuesto ungran enriquecimiento para toda la Iglesia,ya que los cristianos hemos celebrado, jun-to con los santos del cielo, la alabanza alPadre por Cristo, unidos en el Espíritu San-to. Y hemos hecho mucho por los difuntosnecesitados de purificación, ya que nues-tras oraciones y celebraciones han sido ver-daderamente las mejores flores que les po-díamos regalar; con ellas los hemos acer-cado un poco más a la presencia de Dios,para que ahora ellos presenten esas florespor nosotros en el cielo.

Francisco Domingo Olivares

Punto de vista

Ojalá crear una Europa mejor fuera tan fácil como hacer galletas o una pizza, porque todos po-dríamos ser chefs y aportar cosas buenas para nuestra Europa. La gran diferencia es que el

respeto y la tolerancia, que son los cimientos de todo, no se puede comprar en ningún super-mercado. Y es que los ingredientes para esta receta son los más difíciles de conseguir, puesto quesólo buscando dentro de nosotros pueden aparecer. Pero, por eso mismo, una vez que los tienesestás orgulloso. Porque saben más dulces que el azúcar de mayor calidad y calman la sed tan-to como el agua fresca. ¡Pero se necesitan tantas cosas…! Sabiduría, para guiar a los demás enlos momentos difíciles y saber disfrutar en los felices. Tolerancia, para acoger y entender más ide-as que las propias. Esperanza, para confiar siempre en un horizonte con caminos más llanos y cie-los más despejados. Alegría y optimismo, para provocar sonrisas allá donde se vaya. Igualdad, pa-ra no distorsionar el interior de las personas por lo que son por fuera. Sentido común, para discernirlo bueno de lo malo, lo blanco de lo negro. Generosidad, para no tener más bienes que los comunes.Y, sobre todo, amor, mucho amor. Amor para ver desde la superficie lo bueno que hay en el fon-do. Amor para decir la verdad sin herir a nadie. Amor…

No es fácil, lo sé. Hacerse con los ingredientes puede costar años de esfuerzo, pero vale la pe-na. Si luego mezclamos suavemente y sale una masa homogénea y sabrosa, habremos terminadocon éxito la receta. Entonces miraremos desde la meta el largo camino que hemos recorrido pa-ra llegar hasta el final. Y tal vez con ojos brillantes, o tal vez con una sonrisa de satisfacción en loslabios, diremos: «Éste es el fruto de tanto trabajo, ésta es nuestra Europa: una Europa mejor».

Belén Ordóñez Marvizón

Desde la fe Alfa y Omega 7-XI-2002 31

El PSOE y su boletín oficioso, El País, saben muy bien que el presente y elfuturo de un pueblo se juega en la enseñanza, en la educación de los hijos,y, erre que erre, venga o no venga a cuento, vuelven una y otra vez a machacaren ese clavo. En los últimos días lo han hecho hasta la saciedad, acentuan-do su sectarismo y cargando las tintas de su parcialidad hasta el aburri-miento. Un ex Director General de Asuntos Religiosos durante la época so-cialista, catedrático de Derecho Eclesiástico, don Dionisio Llamazares, enartículos y entrevistas ha cargado la mano insistiendo en la verdad a me-dias de la enseñanza religiosa como hecho cultural. No hay peor mentira queuna verdad a medias: claro que es un hecho cultural, pero también es muchomás. Llamazares y El País, El País y Llamazares vuelven a la carga con elargumento, respecto a los profesores de Religión, de que quien paga man-da, y que como el Estado es el que paga... Lo que pasa es que, una de dos: ono se enteran, o no quieren enterarse de qué es eso del Estado. ¿Acaso es al-gún ente de razón, algún Leviatán misterioso, con algún ingenio prodigiosoque produce dinero para poder pagar esto, lo otro, o lo de más allá? No,quien paga no es el Estado; quien paga es la sociedad, es decir, usted y yo connuestros impuestos; es decir, los padres de familia, de los cuales, 90 de ca-da 100 quieren para sus hijos enseñanza religiosa, a la que tienen perfecto de-recho, y el Estado no tiene otra cosa que hacer que administrar rigurosa y hon-radamente lo que la sociedad paga. Así que menos Estado (que también pa-ga a catedráticos como el señor Llamazares) y más sociedad. A las dos úni-cas soluciones que el señor Llamazares en su interesada miopía ve, puedenañadirse otras varias que a lo mejor no quiere ver, pero que existen en todoel mundo; entre ellas, la que hay ahora, según la nueva Ley de Calidad de laEnseñanza; y si «la estrategia de acercamiento real del PSOE a la Iglesia»,a la que el señor Llamazares se refiere en ABC, es tan novedosa como loque indica el eslogan Separación con colaboración, apaga y vámonos; por-que, que yo sepa, desde hace más de veinte años, ya fue acuñado el lema Co-laboración e independencia; por cierto, rubricado y firmado en Acuerdos in-ternacionales con categoría de Tratado, que no se cumplen. El País planta ensu portada una foto a todo color de la reciente parcialísima manifestación con-tra la Ley de Calidad de la Educación, y en la foto campea una pancarta enla que se lee Clericalismo agresivo, no. Claro que no: ni agresivo, ni noagresivo; clericalismo no, el del PSOE, tampoco, por supuesto; y el de El Pa-ís, que a toda costa, quiere hacer tragar a sus lectores que «la Iglesia de Es-tados Unidos suaviza el castigo a los curas pederastas», mucho menos; por-que, naturalmente, no es verdad: otra cosa es que la Iglesia, que es la mismaen Roma que en Estados Unidos, haga lo posible para que no paguen justoscalumniados por pecadores culpables.

La señora ministra de Asuntos Exteriores, doña Ana Palacio, comparte,lamentablemente, a juzgar por unas recientes declaraciones suyas, la erróneay deletérea idea de que la religión es «un asunto privado, absolutamente pri-vado», y de que «la batalla de la modernidad en Europa consiste en sacar a lareligión de la esfera de lo público». No es verdad: esa peligrosísima esquizo-frenia de la fe por un lado y la vida (toda, la privada y la pública) por otro esmucho más perturbadora, para la auténtica convivencia natural y para la ver-dad y la realidad de los hechos de cada día, que la vivencia de la fe plena, sincomplejos y a cara descubierta. Hay reduccionismos mucho peores que otros,y éste quizás es el peor de todos. Llevan, por ejemplo, a querer convertir lo anor-mal en normal, a base de reglamentos y de leyes. La verdad y la mentira, lasvirtudes y los vicios, son lo que son, por mucho que se disfracen de cura, deperiodista, o de guardia civil, o por mucho que quieran normalizar lo anormala golpe de decreto el Gobierno, la oposición, o los dos juntos. La condición hu-mana no se cambia por decreto, es la que es. «Pero es que son hechos (la dro-ga, la prostitución, el sida) que están en la calle –te dicen–; legalicémoslos».El asesinato también está en la calle, ¿lo legalizamos, para hacer el paripé deque lo resolvemos?

Gonzalo de Berceo

NO ES VERDADNO ES VERDAD

TELEVISIÓNTELEVISIÓN

Entre los servicios que debe ofrece la tele, es-tán los de informar, formar, o entretener. Oí

un rumor sobre un programa en el que una chi-ca vestida de novia sorprendía a su novio paraproponerle algo serio. Como para criticar algo,hay que verlo, pues les cuento la calidad de te-levisión que vi, y que dicen programan segúnel gusto del público. No daba crédito a lo queveían mis ojos, porque es el típico programaque esperas ver una cadena de tres al cuarto. Loque vi, sólo se puede definir así: ¡Qué tristeza!

El programa, ya grabado, se emite los miér-coles en Antena 3. Seis chicas sorprenden asus novios en un programa de televisión, pi-diéndoles –ellas a ellos–, de sopetón, que secasen con ella esa misma noche, en televi-sión. Antes de entrar al plató, al novio le dejana oscuras unos segundos y se le observa gra-cias a una cámara de infrarrojos. De repente seencuentra a su moza vestida de novia, quien lepropone, en unos segundos, matrimonio, y le

deja 30 minutos para pensárselo. Ya a solas,puede llamar a quien quiera en 30 segundos:madre, amigo, etc…; cuando quiere explicar al-go, los segundos ya han pasado. ¿Cómo unade las decisiones más importantes de la vidase puede decidir tan frívolamente, en mediahora, y sin hablarlo entre sí los prometidos?…Para ayudar a que la decisión sea lo más se-ria posible, se reúne a los novios en una salavip con cubatas, para que se lo terminen depensar. Llega el momento final: la novia es-pera a que se abra de nuevo la compuerta. Elchico puede aparecer o no vestido de novio; y,en caso de aparecer, le puede decir que no. Lomás triste viene a continuación: si el novio di-ce que sí, se casan ante un funcionario judicialque ve oportuno estar allí.., eso sí, en televi-sión. Para ver cuánto le importa a Antena 3acompañar a los novios en ese momento tanimportante de cualquier persona, tras el besode rigor, el presentador, Andoni Ferreño, pa-

sando de ellos, pide perdón por romper esemomento mágico y les despide del plató paraque así entre otra de las seis parejas, comosi el casarse fuese la cola de una verdulería.

Tristemente, también en esto España esdiferente. Casi todas las noches en la cade-na italiana Rai Uno televisan un debate de unnivel que, hasta en el peor de los casos, en-sombrece a la mayor parte de la programa-ción televisiva española actual. Desde aque-llos, mejorables, de Hermida, los debates fue-ron, cada vez más velozmente, de capa caída,y cuando los hay, son siempre tendenciosos eideológicamente orientados; quiero decir de-sorientados. A ver si los directivos de las ca-denas españolas ven alguna noche Porta aPorta, por ejemplo, en Rai Uno y empiezan aver lo que es un debate con libertad, ingenio y,sobre todo, interesante.

Benjamín R. Manzanares

¡Qué desperdicio de televisión!

Mingote, en ABC

Los hechos acumulados por la Historia son, porsupuesto, importantes; pero quedan en un sim-ple archivo de investigación cuando la Histo-

ria no es capaz de asumir estos datos.Desde que supimos por Nietzsche que Dios ha

muerto, nos encontramos ante el grave problema desaber quién –aparte de los registros oficiales infor-matizados, claro está– tiene en cuenta al ser humanoo, para expresarlo de manera diáfana, ante la miradade quién vivimos, a quién debe rendir cuentas elhombre en el sentido ético y –sí, perdónenme– enel sentido trascendental de la palabra. Porque el serhumano es un ser que dialoga y no cesa de hablar, yaquello que dice o, más concretamente, aquello quecuenta, sus quejas y sufrimientos, no son meras des-cripciones, sino también testimonios, y lo que quie-re secretamente –inconscientemente– es que estostestimonios se conviertan en categoría, y la categoría,en fuerza espiritual legisladora.

En El hombre rebelde, Albert Camus –citando,creo yo, a otro, quizás a Shelley– afirma lo siguien-te: «Los poetas son los legisladores del mundo».

Creo que debemos partir de aquí. Desde luego, los po-etas –debemos entender esta palabra en un sentidomuy lato, como referida a la imaginación creadora engeneral– no establecen las leyes como los legisla-dores en un Parlamento, pero son ellos quienes obe-decen a la ley, a la ley que sigue funcionando comotal en el mundo y que crea y escribe las historias, ytambién la gran historia de la Humanidad.

Me atreveré a hacer una declaración audaz: encierto sentido y en cierto plano vivimos exclusiva-mente por mor del espíritu de la narración; este es-píritu, que se configura sin cesar en la mente y en elcorazón de todos nosotros, ha ocupado el lugar es-piritualmente intangible de Dios; es la mirada sim-bólica que sentimos sobre nosotros y bajo cuya luzactuamos o no actuamos.

He tenido que decir todo esto, a modo de preám-bulo, si quiero plantear la pregunta de por qué Ausch-witz ha llegado a ser lo que es en la conciencia eu-ropea: un símbolo universal que lleva el sello de loperdurable, que encierra en su mero nombre todo elmundo de los campos de concentración nazis y la

conmoción del espíritu universal ante ellos, y cuyo es-cenario elevado a un plano mítico debe conservarsepara que puedan visitarlo los peregrinos, como vi-sitan, por ejemplo, el Gólgota.

En Auschwitz, en ningún momento se mezclanlo bueno y lo malo. La narración sabe –algo que, porlo demás, es cierto– que millones de personas ino-centes fueron transportadas a Auschwitz, engañadasallí de manera terrible y luego asesinadas bestial-mente. Esta imagen no se ve perturbada por ningúnmatiz extraño, de carácter, por ejemplo, político: es-ta historia no se complica con menudencias.

Se alza ante nosotros como el Apocalipsis, comouna historia de terror, descrita con espeluznante mi-nuciosidad por Edgar Allan Poe, Kafka o Dos-toievski; son conocidos sus detalles, su lógica, suhorror y vergüenza éticos, la inconmensurabilidadde los sufrimientos, su lección terrorífica que, encierta medida, ya nunca podrá ser expulsada del es-píritu europeo de la narración. Todo esto, sin em-bargo, no es suficiente para que un crimen se con-vierta en un mazazo en la historia del espíritu, enuna llaga viva, en un trauma que queda en la memo-ria, como quedan en el cuerpo las heridas de un ac-cidente grave: inquietantes, imborrables, sangrandoa cada roce. Para ser así, la catástrofe ha tenido queinteresar a ciertos órganos vitales. Es el momentode echar un vistazo a los dos coautores del gran gui-ñol de este siglo, los movimientos nazi y bolchevique.

Imre Kertész

AAllffaa yy OOmmeeggaa

AAllffaa yy OOmmeeggaa aaggrraaddeeccee llaa eessppeecciiaall ccoollaabboorraacciióónn ddee::

Un impresionante silencio ante el paredón

El gran guiñol del siglo XXAgradecemos sinceramente a la editorial Herder su cortés amabilidad por permitirnos reproducir estos párrafos del libro que acaba de publicar, cuyo autor es el Premio Nobel de Literatura de este año

Fotograma de la película de Kristoff Zanussi: De un país lejano

Portada del libro