Parroquia Nuestra Señora de Lourdes Comunidad Juvenil “Ven y Sígueme”

Cuatro partes del testimonio

1.- Como éramos y como estábamos necesitados de salvación.

Aquí se subraya nuestra vida lejos del Señor y como Él fue tejiendo el camino para encontrarnos. 2.- El encuentro personal con Jesús por la fe.

Se presenta que sucedió y como aceptamos la salvación de Jesús, centrándose en la fe y la conversión como medios para alcanzar la salvación. 3.- El cambio de todo lo que se enumeró en el primer punto.

No nos presentamos como perfectos, sino como simples testigos en quienes Dios ha iniciado su obra salvífica. En la primera parte no se enumera toda la vida de pecado, sino, especialmente, aquellos aspectos en donde ya se ha experimentado la salvación traída por Jesús. 4.- La motivación. El testimonio siempre debe terminar con una explicita exhortación: “Sí lo hizo en mí, lo puede hacer en ti. El Señor quiere hacerlo también en tu vida”.

“Van a recibir una fuerza, la del Espíritu Santo, que vendrá sobre ustedes y serán mis testigos hasta los límites de la tierra” Hch 1:8

EL CATEQUISTA LLAMADO POR DIOS

“"Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los he escogido a ustedes y les he encargado que vayan y den mucho fruto, y que ese fruto permanezca."

(Jn.15, 16)

1.- ¿QUÉ ES LA CATEQUESIS? Viene de la palabra griega “katejein”, que significa hacer eco, resonar. “La catequesis, como continuación del primer anuncio del Evangelio, promueve y hace madurar la conversión inicial, educando en la fe al convertido e integrándolo a la comunidad cristiana” (Directorio General para la Catequesis nº 61 – DGC)

“...el centro de la catequesis encontramos esencialmente una Persona, la de Jesús de Nazaret, que ha sufrido y ha muerto por nosotros y que ahora, resucitado, vive para siempre con nosotros…” (DGC nº 5) “…en la catequesis lo que se enseña es a Cristo, el Verbo encarnado e Hijo de Dios y todo lo demás en referencia a Él; el único que enseña es Cristo, y cualquier otro lo hace en la medida en que es portavoz suyo, permitiendo que Cristo enseñe por su boca…” (DGC nº 6) 2.- LA PALABRA DE DIOS, FUENTE DE LA CATEQUESIS “La Catequesis extraerá siempre su contenido de la Palabra de Dios, transmitida mediante la Tradición y la Escritura…”

(Catechesi Tradendae CT. nº 27) 3.- ¿QUIÉN ES UN CATEQUISTA?

Llamado: Mc. 1,16-18; Jn. 1,35

Parroquia Nuestra Señora de Lourdes Comunidad Juvenil “Ven y Sígueme”

Enviado: Mc. 16,15-20; Jn. 20,21

Testigo: Hch. 1,8; 1JN. 1,4

Educador de la fe: Hch. 8,26-39 4.- EL LENGUAJE EN LA CATEQUESIS Todo catequista debe procurar que sus oyentes escuchen y entiendan lo que él quiere transmitir. A veces, esta comunicación no se logra por diversos motivos: voz débil, espacios abiertos, gran número de oyentes, hablar rápido, etc.

EL LENGUAJE EN LA CATEQUESIS DEBE TENER ESTOS CINCO ELEMENTOS:

Lenguaje familiar: Mc. 4,33; 1Co. 3,12

Lenguaje respetuoso: Ef. 5,34

Lenguaje vivo: Ef. 6,19

Lenguaje testimonial: 1Jn. 1,1

Lenguaje alegre: Is. 61,1; 62,7

5.- LÍNEAS DE ESPIRITUALIDAD DEL CATEQUISTA “Es necesario que el catequista tenga una profunda espiritualidad, es decir, que viva en el Espíritu que le ayude a renovarse continuamente en su identidad específica.” (Guía para los Catequistas nº 06)

Cuatro elementos que alimentan la espiritualidad del catequista:

a) La Palabra de Dios: nunca vas a poder hablar del que no conoces

por eso es importante, leer la palabra de Dios ya lo expresa el Salmo 119,105: “Su palabra es luz para nuestro camino.” Definitivamente que el catequista debe de ser un hombre y mujer de Palabra de Dios.

b) La Vida Sacramental: El catequista debe participar frecuentemente

de los sacramentos: Reconciliación y Eucaristía ya que estos son el sustento de todo cristiano, el sacramento de la reconciliación nos ayuda a estar en gracia delante de Dios y la Eucaristía debe de ser un prioridad en nuestra vida, ya que es el culmen de la vida cristiana. El servicio catequístico no se sostiene si no está animado por la Eucaristía.

c) La Dirección Espiritual: es necesario siempre estar bajo la autoridad y guía espiritual de nuestro sacerdote, religioso (a) o laico maduro en la fe; ya que eso impedirá que nos alejemos de la sana doctrina, y nuestro ministerio vaya de acuerdo al plan de Dios. Además de que será el acompañante ideal en el camino de la fe.

d) Formación permanente en la Doctrina Cristiana: es importante que

el catequista se esté preparando constantemente ya que el ministerio lo requiere: tomando cursos en la parroquia, visitar sitios web católicos, compra de libros, etc.

6.- EL TESTIMONIO EN LA CATEQUESIS El testimonio personal es el centro y la clave de una evangelización y catequesis eficaz. Por testimonio se entiende la expresión verbal de cómo Jesús ha cambiado mi vida y como vivo ya los efectos de su muerte y el regalo de su resurrección. Por tanto, es vivencial y personal. No se presentan ideas o doctrinas, sino hechos concretos donde se han experimentado y se experimenta la salvación de Jesús. El catequista es el factor principal para el éxito de un método. Es decir, los métodos y técnicas no funcionan por si solos. La catequesis es, ante todo, un testimonio, y los aparatos o los mecanismos no pueden dar testimonio. Solo las personas son testigos.