EL CEBIL

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EL CEBIL, PARAÍSO ANCESTRAL Por Ricardo Camogli (*) Desde el fondo de los tiempos El uso del alucinógeno se remonta a las primeras civilizaciones americanas y conformaba su componente cultural básico. Este elemento ritual y mágico era parte ineludible de la religión, el arte y la medicina de los pueblos. Nuestras serranías no fueron la excepción. (*) Periodista. Presidente de la Junta de Historia de Los Cocos, Punilla, Córdoba. Ilustración: Ricardo Camogli. “Toman por las narices el sebil, que es una fruta como vilca; hácenla polvo y bébenla por las narices…”. Así describió Sotelo de Narváez, cronista del nacimiento de Córdoba, allá por 1538, la acendrada costumbre de comechingones y saravirones de consumir el poderoso alucinógeno que se obtenía de los dilatados bosques de cebiles, que otrora señoreaban desde el noroeste cordobés hasta las regiones de arriba. Aunque existen numerosas constancias del consumo del cebil, por parte de nuestros antepasados originarios, aún hoy quedan lagunas por explorar. ¿De qué se trataba realmente? En primer lugar, se trata de identificar el árbol, la exacta identidad del cebil. Los cronistas e historiadores no se han puesto de acuerdo en la especie productora de la droga. Entre los nombres de uso popular, al cebil (y sebil) se lo conocía también como cebila, yopo, cohoba, yupa, parica, vilca… En su clasificación botánica, todas estas denominaciones regionales aceptan referirse a una mimosa (Mimosoidea), clasificada indistintamente como Anadenanthera, Piptadenia o Parapiptadenia, con sus diversas especies, existiendo además otras emparentadas o con efectos análogos (anchico, curupay y otras). Hoy se coincide en afirmar que la droga, localmente, se obtenía de la Anadenanhtera peregrina A. colubrina. La sustancia contenida en las semillas del cebil posee un principio activo llamado dimetiltriptamina (DMT), un alcaloide de breves pero espectaculares efectos. Otras plantas alucinógenas utilizadas por los

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Breve historia

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EL CEBIL, PARASO ANCESTRALPor RicardoCamogli (*)Desde el fondo de los tiempos

El uso del alucingeno se remonta a las primeras civilizaciones americanas y conformaba su componente cultural bsico. Este elemento ritual y mgico era parte ineludible de la religin, el arte y la medicina de los pueblos. Nuestras serranas no fueron la excepcin.

(*) Periodista. Presidente de la Junta de Historia de Los Cocos, Punilla, Crdoba.Ilustracin: Ricardo Camogli.

Toman por las narices el sebil, que es una fruta como vilca; hcenla polvo y bbenla por las narices. As describi Sotelo de Narvez, cronista del nacimiento de Crdoba, all por 1538, la acendrada costumbre de comechingones y saravirones de consumir el poderoso alucingeno que se obtena de los dilatados bosques de cebiles, que otrora seoreaban desde el noroeste cordobs hasta las regiones de arriba.

Aunque existen numerosas constancias del consumo del cebil, por parte de nuestros antepasados originarios, an hoy quedan lagunas por explorar. De qu se trataba realmente?

En primer lugar, se trata de identificar el rbol, la exacta identidad del cebil. Los cronistas e historiadores no se han puesto de acuerdo en la especie productora de la droga. Entre los nombres de uso popular, al cebil (y sebil) se lo conoca tambin como cebila, yopo, cohoba, yupa, parica, vilca

En su clasificacin botnica, todas estas denominaciones regionales aceptan referirse a una mimosa (Mimosoidea), clasificada indistintamente como Anadenanthera, Piptadenia o Parapiptadenia, con sus diversas especies, existiendo adems otras emparentadas o con efectos anlogos (anchico, curupay y otras). Hoy se coincide en afirmar que la droga, localmente, se obtena de la Anadenanhtera peregrina A. colubrina.

La sustancia contenida en las semillas del cebil posee un principio activo llamado dimetiltriptamina (DMT), un alcaloide de breves pero espectaculares efectos. Otras plantas alucingenas utilizadas por los aborgenes americanos contenan el mismo principio activo u otros anlogos, y con certeza eran utilizadas en mezclas que potenciaban o disminuan los efectos alucingenos..

Los orgenes

El camino de estas drogas parece haber partido del norte, en la cultura chavin, donde se utilizaba la mescalina contenida en el cacto San Pedro para lograr efectos alucingenos, posteriormente se lo encuentra en la cultura moche y finalmente en las culturas de los Andes, donde se usaba otra especie de cacto, donde la mescalina es reemplazada por el DMT, el mismo principio activo que contiene las semillas del cebil.

La DMT es producida actualmente en laboratorios clandestinos, ya que carece de usos mdicos, y est catalogada por la DEA como una droga que no ocasiona dependencia fsica, aun cundo se desconoce si produce dependencia psquica. Para este tipo de droga, que puede ser administrada en forma oral, inyectada, fumada o inhalada, se indican como efectos las ilusiones y alucinaciones, baja percepcin del tiempo y la distancia. Para los casos de sobredosis, los efectos pueden originar episodios de viaje ms largos e intensos, psicosis y posible muerte. La DMT es un principio similar al de la bufotenina, la secrecin venenosa de la piel de ciertos sapos, de efectos dramticos.

La herramienta utilizada por los indgenas para inhalar el cebil, consista en largos tubos hechos con los tallos de algunas plantas, o fabricados con huesos largos de patas de mamferos y aves. Utilizaban estas caas huecas terminada en horquilla y con forma de Y, introducindose cada rama en una fosa nasal. Tambin se han encontrado recipientes de madera y conchas de gasterpodos terrestres, usados como recipientes para el polvo del cebil, con un tubo adosado para su inhalacin. En nuestra zona, el utensillo ms comn parece haber sido la pipa de arcilla.

Religin y arte

Numerosas referencias dan cuenta de la utilizacin de este alucingeno entre diversas poblaciones aborgenes de Sudamrica y Antillas, con directa participacin en sus ritos sagrados. Cuenta un autor que lo utilizaban con el fin de colocarse en trance espiritual para hacer el diagnstico intuitivo, caracterstico de la medicina primitiva. Realizaban una ceremonia de magia mdica colectiva de expulsin de enfermedades e impetracin de ayuda a los espritus

El polvo era aspirado por los mdicos de las tribus, quienes desparramaban en el suelo pequeas porciones del polvo para los espritus de los mdicos muertos, convocados a la ceremonia. El cebil les provocaba un gran estado de excitacin motriz y psquica, durante el cul el hombre parece que vuela. No obstante, era usado tambin desde las ms antiguas civilizaciones con fines medicinales. Se afirma que los pacientes de las famosas cirugas cerebrales incaicas eran preparados para la trepanacin tras hacerles ingerir alcohol, y sustancias alucilgenas como el cebil.

Segn un estudioso del pasado cordobs, las alucinaciones provocadas por el uso del cebil, explican las curiosas expresiones artsticas de las culturas pre y posincaicas del actual territorio del noroeste argentino. Un rasgo comn de estas culturas es el uso intensivo de los alucingenos en el ritual religioso.

Se sostiene que en el hbitat de comechingones y saravirones, o en sus cercanas, existan bosques de cebiles en cantidad suficiente para su normal provisin y consumo, que inhalaban el polvo de sus semillas utilizando pipas y mezclado con bebidas alcohlicas y que su uso era esencialmente religioso y ritual, an cuando mezclado con otros componentes (tabaco, chicha) fuera usado tambin con fines teraputicos.

Como en todas las antiguas culturas americanas, el uso de alucingenos conforma un componente cultural bsico, de enorme trascendencia para la vida de esas comunidades.

Nuestros antepasados serranos, no fueron una excepcin.