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El Cielo hablaa los

PRESOS

Dirección para Nuestros Tiempos Revelaciones a Ana, apóstol laica

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El Cielo habla a los Presos

Dirección para Nuestros TiemposRevelaciones a Ana, apóstol laica

ISBN: 978-1-933684-16-1

© Derechos 2004-2010 Direction for Our Times.Todos los derechos reservados. Ninguna parte deeste libro podrá ser reproducido de ninguna manerasin autorización por escrito.

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Dirección para Nuestros Tiempos es unaorganización libre de impuestos 501(c)(3).

Publicado en los Estados Unidos de América

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Dirección para Nuestros Tiempos desea manifestarsu absoluta obediencia y sumisión de mente y cora-zón al juicio final y definitivo del Magisterio de laIglesia Católica y del Ordinario local, en cuanto a lanaturaleza sobrenatural de los mensajes recibidospor Ana, apóstol laica.

En este espíritu, los mensajes de Ana, apóstol laica,han sido sometidos a su Obispo, Reverendo LeoO’Reilly, de Kilmore, Irlanda, así como a laCongregación Vaticana para la Doctrina de la Fepara su revisión formal. Entretanto, el ObispoO’Reilly ha otorgado permiso para su publicación.

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Indice

25 de Julio, 2005Jesús . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1Sn. Francisco de Asís . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3Sn. Francisco de Asís . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5

26 de Julio, 2005Sn. Francisco de Asís . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7Sn. Francisco de Asís . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9Sto. Tomás Apóstol . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11Sto. Tomás Apóstol . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13Sto. Tomás Apóstol . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15Santa Madre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17

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25 de Julio, 2005Jesús

Deseo dirigirme a los que están presos por

cualquier motivo. Queridos hermanos y

hermanas: su familia cristiana los nece-

sita. Sus oraciones y sacrificios tienen un

gran poder. Si unen a Mí sus sufrimientos,

los podré usar para la salvación de

muchas almas. Por ejemplo, si ustedes Me

ofrecen cada día, tomaré este ofrecimiento

y lo utilizaré para ablandar el corazón de

aquellos de sus familiares que están sepa-

rados de ustedes. Usaré su ofrecimiento

para borrar cualquier daño que sus peca-

dos haya causado. No necesito decirles que

en su alma obraré milagros; no necesito

decirlo porque ya lo saben. Es parte de Mi

promesa a todos los apóstoles laicos. Uste-

des no han llevado una vida perfecta, sean

culpables o no de los crímenes por los que

los acusan, pero aún cuando esos crímenes

no fueran el tema de discusión, de todos

modos no han sido perfectos. ¿Cómo lo sé?

Se los diré: ningún hombre o ninguna

mujer es perfecto o perfecta, todos son

pecadores. A mis ojos, no eres peor que otro

que no está en prisión ¿comprendes? Qui-

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zás sientas que los ojos del mundo están

sobre ti condenándote, pero ante los ojos

del cielo no resaltas. Tú eres Mi amigo, Yo

Soy tu amigo. Hay muchas almas que, sin

estar en prisión, son mucho más culpables

que tú. Eres apreciado y eso es lo que vine a

decirte. Descansa tu cabeza sobre Mí, tu

Jesús, y Yo te sanaré.


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San Francisco de Asís

¿Cómo pueden ser libres las personas cuandola humanidad las ha encarcelado? Se los diré:el mundo podrá aprisionar su cuerpo, queridosamigos, pero nadie tiene el poder de encerrarsu alma; el alma pertenece a Jesucristo. Él,que es Dios, te creó para servir al cielo y esono cambia simplemente porque estés en la pri-sión. Como todas las cosas existen en funciónde su servicio al cielo, es preciso que des porun hecho que Jesús necesita que lo sirvas jus-tamente en el lugar donde te encuentras. Qui-zás llegue el día en que seas liberado de laprisión y entonces serás llamado a servir enotro lugar; por lo pronto, debes servir allídonde estás. Te quiero decir muchas cosas,pero lo más importante para ti es que sepasque eres amado, tal como eres, en la condiciónen la que estés. Jesús te ama. Jesús, que es todoamor y también es misericordia. Él te perdonacualquier pecado que hayas cometido bajo nin-guna condición excepto que te arrepientas. Enotras palabras: es probable que sientas que elpanorama de tus pecados es muy grande; qui-zás sientas que tus pecados son tan graves ytan frecuentes, que Jesús no se podría estarrefiriendo a ti cuando ofrece su perdón. Que-


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rido hermano en Cristo, ¿te puedo decir queesta no sería la primera vez que te equivoca-ras? Te estoy diciendo la verdad: Jesús te haperdonado. Ahora acude a Él y dile que estásarrepentido. Él es Dios y tiene derecho a tuarrepentimiento. Entiende que es preciso quehagas esto por Él. Si te arrepientes y pides per-dón de tus pecados, Jesús sanará todas lasheridas de tu alma que te provocaron tus peca-dos. El ser humano en la tierra frecuentementeexperimenta dolor, y claro que hay muchostipos de dolor, pero el dolor de no sentirseamado o cuidado, es particularmente penosopara un alma porque esa situación puede crearuna predisposición para cometer pecados. Estapudo haber sido tu situación y Jesús loentiende. A pesar de todo, los errores siguensiendo errores, y las almas deben aceptarlos,confesarlos si son pecado, y seguir adelante.Sigue adelante con Jesús. Él te está exten-diendo su mano en hermandad y amor. Toma sumano y camina con Él alejándote de la oscuri-dad hacia la Luz. Esto no será un error: será ladecisión más sabia que hayas tomado jamás.


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Es muy bueno saber que el cielo está muyabierto y disponible para alguien que estápreso, ¿sabes porqué?, te lo voy a decir: en latierra, las almas que están en la cárcel hanperdido todo lo que tenían en el mundo —aun-que sólo sea por un breve tiempo—. Cuandomueras, querida alma, también perderás todoaquello que en el mundo posees y te irás conDios. En el cielo no existen los secretos; todossaben todo, no hay nada escondido, y eso esprecisamente lo que ya estás viviendo, en elsentido de que tu pecado ha sido expuesto almundo. Otras personas que no están en prisióntambién tienen pecados, como ya lo dijimos,pero sus pecados no han sido expuestos de lamisma forma que los tuyos, por lo tanto, túestás en posibilidades de llegar a una gransantidad. Las trampas del mundo han quedadolejos de ti, y por eso estás en una mejor posi-ción —y por mucho— de hacerte santo, a dife-rencia de una persona que, aunque viviendo enel mundo, está alejada de Cristo. Conocerásseguramente algunas almas amantes de lomaterial; bueno, pues en el cielo ellas tendránque aprender a despojarse de sus posesiones,sin embargo, tú ya lo estás practicando desde


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ahora para irte al cielo. Si murieras el día dehoy, no tendrías muchos apegos. Espero queentiendas cuál es la razón por la que Cristo teestá llamando a que camines muy de cerca deÉl. Cristo te necesita y la familia de Cristotambién te necesita. El mundo está padeciendolas tinieblas del pecado, pero Jesús está regre-sando; está viniendo para traer la luz celestiala este mundo, y a ti te está pidiendo que lo ayu-des a lograrlo. ¿Responderás al cielo con un‘si’? Yo, Francisco, te prometo esto: Jesús terecompensará más allá de lo que jamás hayaspodido imaginar. En el cielo, Jesús te darámuchísimo más de aquello que hayas perdidoen la tierra, y tu tristeza y dolor quedarán en elolvido porque todo ese dolor se habrá esfu-mado. En el cielo te sentirás dichoso y serásbienvenido entre nosotros, los santos, porquehoy le habrás respondido ‘si’ a Jesús.


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26 de Julio, 2005San Francisco de Asís

Te preguntarás cómo es que puedes servir aJesús si estás en prisión. No será nada difícil sihaces lo que te digo. Para poder servir a Jesús,tienes que ser como Él, y para ser como Él, tie-nes que entregarte a Él. Cuando te entregues aJesús, Él te transformará en un apóstol. Unapóstol se comporta como Jesús, claro está, opor lo menos lo intenta, y ahora te diré cómo secomporta Jesús: Él jamás condena a un hombreque está arrepentido o, incluso, a un hombreque muestra el menor deseo de arrepentirse.Quizás es en este primer señalamiento delcamino donde estés atorado. Quizás veas laseñal que dice ‘Arrepentimiento por aquí’, perotú no lo sientes, pero aquí es donde la bellezade Jesús reluce en todo su esplendor, porqueaún esto se lo puedes pedir. Dile que deseasarrepentirte pero que no lo sientes. Pídele aJesús que te de la gracia de sentir dolor por tuspecados; pídele que te de un espíritu de arre-pentimiento, y Jesús lo hará. Él lo hará todo.Alza tus ojos, míralo, y reconoce que Él es tuRey, tu Salvador y tu Creador. Jesús hará elresto. ¿Ves cómo no puedes fallar con Jesús?Simple y sencillamente no puedes fallar.


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Bueno, ya te arrepentiste de tus pecados. Sieres católico y tienes posibilidades de confe-sarte con un sacerdote, hazlo. Ahora ya estáslisto para dar otro paso en el camino para serapóstol. He aquí el siguiente paso: levántatetodos los días y ofrécele tu día a Jesúsmediante el Ofrecimiento Matutino. Le ofrecestu día a Jesucristo y ¿qué hace Él con este ofre-cimiento? Toma todos tus actos, todas tus ale-grías, cada una de tus penas, tus tristezas, y lasutiliza obteniendo gracias para los demás,para aquellos que no viven en su luz. Algunavez tu también estuviste en la oscuridad yalguien habrá ofrecido su día, y Jesús pudo uti-lizar ese ofrecimiento obteniendo gracias parati. Ahora ya conoces a Jesús y estás viviendo ensu luz. ¿Ves cómo todos trabajamos unos porotros y todos trabajamos para Cristo? Lo másdifícil para Jesús es que un alma, aunque seauna sola, se pierda por toda la eternidad; eneste tiempo son muchas las almas que se estánperdiendo y esto le provoca una tristeza indeci-ble. Tú puedes ayudarlo, ofreciéndole tu día, ajalar almas de regreso a su luz. Tú estássufriendo ¿no es verdad? Si eres un alma quevive en la tierra, estarás sufriendo de algún


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modo: ofrécele tu sufrimiento a Jesús unién-dolo a su sufrimiento en la cruz. A ningún hom-bre se le podría pedir que muriera de la mismaforma en que murió Jesucristo, y sin embargo,Él murió voluntariamente. Amigo mío, Jesúsaceptó morir porque te amaba.


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Santo Tomás Apóstol

Qué dichoso me siento de que Jesús me permitahablar contigo. Estoy contigo y tú lo sabes.Todos estamos contigo. Hay muchos santos enel cielo que por algún tiempo estuvieron presosen la tierra por varias razones. Estás llamadoa ser santo No se te ocurra ni por un momentopensar que estas palabras cayeron en manosequivocadas o que están dirigidas a alguienmás. No, te estoy hablando a ti; Francisco teestá hablando a ti, y con mucho más certeza,Jesús se está dirigiendo a ti para tratar de cap-tar tu atención. Ya que ha quedado claro que elcielo te está buscando a ti, tienes que tomaruna decisión. ¿Te decidirás por Cristo o tedecidirás por el mundo? Hay un solo Dios, yése es Cristo Jesús. Él es Dios en el cielo. Él esel Dios que caminó por la tierra como hombrey Él es el Espíritu que le está hablando a tualma ahora mismo. Así de sencillo. No permi-tas que tu alma se confunda. Hay un solo Dios.Este Dios, este único y verdadero Dios, te ama.Él sabe todo lo que haya que saber de ti y teama. Te ama tanto, que ha perforado los murosde tu prisión para llevarte este mensaje deamor. Dios es amor. Te ama. Fuiste creadopara servir y Dios necesita que lo sirvas ahora,


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hoy. Dirás: ‘alomejor Dios no existe; creo queeste hombre está mal.’ Respondo a tu inquietudcon toda firmeza: no estoy mal, estoy en elcielo y el cielo es real. Y así como el cielo esreal, también el infierno es real y te aseguroque no querrías estar allí. Aventúrate, pues,conmigo; corre el albur por así decirlo. SoyTomás y te ayudaré a llegar al cielo. Hoymismo toma la decisión de servir a Jesucristo.


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No esperes estar seguro de nada porque ten-drás dudas. Los grandes apóstoles sirvieron enmedio de constantes dudas. Cuando mueras yJesús venga por ti, Él no se fijará en las dudasque tuviste, sino en el servicio que prestaste. Sefijará en tu amor; mirará tu dolor y la forma enque se lo entregaste. Si estás en la tierra,habrás de experimentar la soledad hasta quellegues al cielo. Cualquier hombre experimentala soledad porque todavía no llega a su hogar,la casa celestial. Algunos intentan disfrazar susoledad a través del alcohol o algún otro tipode hábitos que adormezcan el dolor, pero esoes lo peor que pueden hacer porque se alejantodavía más de Dios y de su Reino encontrandoque al final del camino sólo hay desesperación.Quizás esto ya lo sepas. No intentes adormecertu dolor; siéntelo y luego ofrécelo a Jesús, elSanador divino que todo lo cura y hará que tudolor desaparezca. El dolor que sientes porestar separado de Jesús —cuando te permitessentirlo— es un dolor santo, porque aunquequisieras venir a Él, sabes que te necesita en latierra y por eso sirves gustosamente como Él lohizo. Sé un apóstol de servicio; a tu alrededorhay personas que sufren ¿no es verdad? Tú les


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puedes llevar a Jesús. Es lo mismo que si lle-varas a un enfermo grave con el doctor, seríauno de los mayores acto de misericordia. Éstaes sólo una de las múltiples cosas que puedeshacer como apóstol de Jesucristo. Pídeme quete consiga la gracia de la fortaleza; no tedefraudaré. Jamás tengas miedo del hombreporque no puede tocar tu alma, teme sólo estarpermanentemente separado de Jesús.


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Para que puedas conocer a una persona, espreciso que pases tiempo con ella, y si te esta-mos diciendo que debes ser como Jesús, enton-ces primero has de conocerlo para despuésimitarlo. Dedica tiempo para que lo conozcas.Pasa todos tus días en su compañía: Jesús estácontigo y siempre lo ha estado, pero no siem-pre descubriste su presencia. Ahora es tiempode que lo hagas. Habla con Jesús en tu corazóndurante todo el día. Pregúntale qué debeshacer en cada situación. Pregúntale qué deciren cada conversación. Pregúntale a todashoras qué necesita de ti. Esto es hacer oración.La gente te dice que ores todo el día y lasalmas piensan que esto es imposible, sinembargo, la oración es simple y sencillamenteun estar con Dios. Habla con Jesús y Él teexplicará todas las cosas en tu alma. Comen-zarás a cambiar. Verás cómo tu amarguracomienza a desaparecer y tu corazón comienzaa ablandarse. No lo lograrás sin una porciónde dolor porque todo comenzará a salir y noquedará nada escondido, como ya te lo diji-mos. Te verás en la necesidad de hacerle frentea tus heridas. Enfréntalas, pues, pero ahoracon Jesús Quien se las llevará dejando tu alma


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abierta a su amor. Posteriormente —y ésta esla respuesta a la total oscuridad del mundo—,posteriormente Él comenzará a fluir en elmundo a través de ti. El regreso de Jesús sedará alma por alma. Una gran renovación estápor llegar, amigo mío. Jesús está reclamandoeste mundo para el cielo. ¿Lo ayudarás?


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Santa Madre

Estoy con cada uno de mis hijos. De la mismaforma en que soy la Madre de Jesús, también soysu Madre celestial. No abandono a uno de losmíos; ¿cómo podría hacerlo si los amo tan tier-namente? Alma pequeña: Jesús es tan bueno. Éles digno de tu amor y no te equivocarás si tedecides por Él. Yo te ayudaré. Si sientes que hayalgo que te impide entregarte plenamente aJesús, ven conmigo y me aseguraré de quitártelopara que no haya ningún obstáculo que teimpida acudir a mi Hijo. Conmigo puedes sacartodo el dolor que sientes porque una madrecomprende muy bien lo que es el dolor. Unamadre jamás estará demasiado ocupada comopara no escuchar el dolor de su hijo y ayudarlo aseguir adelante superado el dolor. Querida ypequeña alma: eres muy querido en el cielo. Paranosotros, tu alma es digna de cualquier cosa y teayudaremos con todos los pormenores de turegreso a Jesús. Los santos del cielo vigilanatentamente cualquier oportunidad de ayudarte,y yo nunca me separo de ti. También Jesús semantiene a la expectativa, listo para entrar pre-suroso en tu alma y llenarla con su luz. Sé muyvaliente en tu decisión de servir a Jesús, porqueel mundo intentará hacer que lo rechaces. Perono lo harás; servirás, y nosotros te enviaremostodo aquello que necesites. Por ahora, descansa


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en mi corazón maternal. Sientes mi presencia¿verdad? Es porque estoy contigo obteniendosanación y misericordia para ti. Paz, mi pequeñocorderito, aquí estoy.


Apóstoles Laicos del Regreso de Jesucristo Rey

Buscamos unirnos a Jesús en nuestro trabajo diario, y a tra-vés de nuestras vocaciones, para obtener gracias por la con-versión de los pecadores. En unión con María, nuestraSantísima Madre, la comunión de los santos, todos los santosángeles de Dios y nuestros compañeros laicos afiliados entodo el mundo, juramos obediencia a Dios Padre y colabo-ramos con el Espíritu Santo para permitir que Jesús irradiesu luz al mundo a través de nosotros.

Como Apóstoles Laicos del Regreso de Jesucristo Rey acep-tamos adoptar, lo mejor posible, las siguientes prácticas es-pirituales:

1. El Ofrecimiento Matutino, el Oración de Lealtad a Dios yuna breve oración por el Santo Padre.

2. Una hora de adoración eucarística semanal.

3. Participar mensualmente en un grupo laico de oración pararezar los Misterios Luminosos del Santo Rosario y dar lec-tura a los mensajes mensuales de Jesús.

4. Confesión mensual.

5. Además, seguir el ejemplo que nos dejó Jesucristo en lassagradas Escrituras tratando a los demás con su pacienciay bondad.

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Promesa de Jesús a sus Apóstoles Laicos:12 de Mayo de 2005El mensaje que les di para las almas es permanente. Acojana todas las almas a la Misión de Rescate. Asegúrenle a cadaApóstol Laico que así como ellos velan por Mis intereses,Yo Me ocuparé de los suyos: los pondré en Mi Sagrado Co-razón para defenderlos y protegerlos. Asimismo veré quecada uno de sus seres queridos llegue a la plena conversión.Las almas que sirvan en esta Misión de Rescate como Misqueridos apóstoles laicos, les concederé la paz. El mundo nopuede hacer esta promesa porque sólo el cielo puede otorgarpaz a un alma. En verdad esta es la misión celestial y estoyconvocando a todos los hijos del cielo para que Me ayuden.Su recompensa será grande, queridos Míos.

Oración de LealtadMi amado Dios celestial: ante tu presencia te juro lealtad. Teentrego mi vida, mi trabajo y mi corazón, y sólo te pido queme des tu gracia para obedecer, cabalmente, cada uno de tusdesignios. Amén

Ofrecimiento MatutinoOh Jesús, a través del Corazón Inmaculado de María, teofrezco las oraciones, trabajos, alegrías y sufrimientos deeste día por todas las intenciones de tu Sagrado Corazón, ylo uno a todas las santas Misas que se celebren en todo elmundo en reparación de mis pecados y por las intencionesdel Santo Padre. Amén.

Los Cinco Misterios Luminosos:1. El bautismo de Jesús en el Jordán2. La manifestación de Jesús en las bodas de Caná3. La proclamación del Reino de Dios4. La transfiguración de Jesús 5. La institución de la Eucaristía


Los Volúmenes

Dirección para Nuestros TiemposRevelaciones a Ana, apóstol laica

Volumen Uno: Pensamientos sobre Espiritualidad

Volumen Dos: Conversaciones con el CorazónEucarístico de Jesús

Volumen Tres: Dios Padre se dirige a sus HijosLa Santísima Madre se dirige asus Obispos y Sacerdotes

Volumen Cuatro: Jesús el ReyEl Cielo se dirige a los SacerdotesJesús se dirige a los Pecadores

Volumen Seis: El Cielo se dirige a las Familias

Volumen Siete: Saludos Celestiales

Volumen Nueve: Ángeles

Volumen Diez: Jesús se dirige a sus Apóstoles

Los Volúmenes Cinco y Ocho serán publicados posteriormente.

Los Volúmenes están disponibles en formato PDF para bajarlos eimprimirlos gratuitamente desde nuestra página web:

www.directionforourtimes.orgAnimamos a todos nuestros lectores a imprimirlos y distribuirlos.

Los Volúmenes también están disponibles en las librerías locales(sólo en EUA).


Serie de Folletos ¨El Cielo habla”Dirección para Nuestros TiemposRevelaciones a Ana, apóstol laica

Esta serie de folletos están disponibles de maneraindividual en Dirección para Nuestros Tiempos:El Cielo habla sobre el AbortoEl Cielo habla sobre las AdiccionesEl Cielo habla a las Víctimas de Abuso ClericalEl Cielo habla a las Almas ConsagradasEl Cielo habla sobre la DepresiónEl Cielo habla sobre el DivorcioEl Cielo habla a los PresosEl Cielo habla sobre los SoldadosEl Cielo habla sobre la AnsiedadEl Cielo habla a los Jóvenes

El Cielo habla a los que se han alejado de la IglesiaEl Cielo habla a los que piensan en el suicidioEl Cielo habla a los que no conocen a JesúsEl Cielo habla a los que están muriendoEl Cielo habla a los que experimentan tragediaEl Cielo habla a los que temen el PurgatorioEl Cielo habla a los que han rechazado a DiosEl Cielo habla a los que luchan por perdonarEl Cielo habla a los que padecen necesidades económicasEl Cielo habla a los Padres preocupados por la salvación de

sus hijos

Los veinte folletos que forman la serie “El Cielo habla”están disponibles en formato PDF para bajarlos eimprimirlos gratuitamente desde nuestra página web:www.directionforourtimes.org. Animamos a todosnuestros lectores a imprimirlos y distribuirlos.


Este folleto es parte de una misión no lucrativa.Nuestro Señor ha pedido que estas palabras

se difun dan a nivel internacional.

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Tel. 353-(0)42-969-4947 o 353-(0)42-969-4734Email: [email protected]

Jesús le dicta a Ana un mensaje para el mundo el primer día de cada mes. Si desea recibir los

mensajes mensuales cruce el cuadro respectivo en la tarjeta de contestación incluida en la

contraportada o visite nuestra página de Internet:www.directionforourtimes.org

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