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Rondamar / infantil-juvenilEdiciones ORTO

2009

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Edición: Maydolis Garcés Remón

Diseño, composición: Yuri Y. Baldoquín Suárez

Corrección: Ariella I. Bode RosabalIlustraciones: Yuri Y. Baldoquín Suárez

©Odalis Robleda Cabrera y Orlando E. López Rodriguez, 2009© Sobre la presente edición Ediciones ORTO, 2009

ISBN 978-959-223-164-1

Ediciones ORTOPlácido no. 161esquina a Pedro FigueredoManzanillo, Granma, Cuba.e-mail: [email protected]

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Hay que inclinar la frente ante los libros,para poder levantarla ante los hombres.

JOSÉ MARTÍ

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Como leve susurro del amanecero gotita de luz escondida

en el ocaso, llegó:a hilvanar toda la fantasíaque guardé en mi sonrisa,

a zurcir cada espacio de sol y primaveraextraviado en las flores,

a poblar de ternura mi antigua soledad…

Un año después, nació este libro.No encuentro otra justificación

que el puñado de travesuras y sueñosque por segundo me obsequia

mi niña Cátherin Rocío,a quien van dedicados todos estos poemas.

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El ciempiés que se quedósin zapatos

Al ciempiés se le rompieronde caminar los zapatos,varias gestiones hicieronen la tienda de los patos.

Cien pares ya le ha mostradoGuaripampán, el gerente,su medida de calzadono encontró la dependiente.

—¿Usas el cuarenta y dos?—¡Ay, no sé, estoy confundido!—Bueno, sólo treinta y doszapatos he conseguido.

Los números se acabaron.Dígame usted ¿qué va a hacer?El almacén revisaron,nada puedo resolver.

El ciempiés desconcertadose fue a su casa a llorar,porque no tiene calzadopara salir a pasear.

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Luego se fue a la glorietamás tranquilo a meditar.—¡Compraré una bicicleta,no tendré que caminar!

A la tienda de los patosenseguida regresó,dijo: —no quiero zapatostodo se solucionó.

Búsquenme una bicicletaque tenga los cien pedales,me voy para la retretadel barrio Los Naranjales.

El ciempiés contento estámontado en su bicicleta,por el camino se vaa disfrutar la retreta.

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La hormiga glotona

Les contaré de una hormigaque en sus dos patas cargaba

sin ayuda, miga a miga,todo lo que se encontraba.

Parecía un comejénal invadir mi cocina.

Tenía un gran almacéncon la mejor golosina.

En su casa almacenaba:merengue, sirope, miel,

mango, níspero, guayaba,galletas, queso y pastel.

Ayer estaba afligida,no la vi por mis cazuelas.

Desolada, adolorida,ha perdido varias muelas.

Se comió diez raspaduras,un pan de almendra y maíz,

una fuente de friturasy una natilla de anís.

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Por comilona la hormigafue llevada hasta el salónpues su dolor de barriga

terminó en operación.

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En el salón El Rizado

En el salón El Rizadodel barrio de Buena Vista,un cangrejo bien osadose creía el estilista.

Al pelar al señor Osole cortó las dos orejaslucía extraño, gracioso,sin pestañas y sin cejas.

A la lechuza Tirintela dejó allí desplumadale aplicó tan mal el tinteque se fue traumatizada.

A don Mono lo tomócasi, casi de sorpresa,completo sí, lo afeitóde los pies a la cabeza.

Quien se quiera divertiro hacerse un nuevo peinado,nunca deje de asistira este salón El Rizado.

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La rana vanidosa

Estaba la ranita Ranicroa

croando,en un charco de aguas verdes

chapochapoteando,

en una fiesta de ranascanta

cantando.Vino un sapo verdeolivocamuflado y rechonchón.

—¿Quieres bailar rana chica?Eres tan tierna y bonita

—No bailo con sapos feos,gordinflones y alocados,un sapo elegante y fuerte

es lo que quiero a mi lado.—¡Qué rana más engreída,

orgullosa, presumida!Yo, de tonto enamorado,

quedo siempre mal parado.y molesto se marchó…

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Rani la rana bailó,croa que croa

cantando,salta que salta

bailandoy en sus patas se enredó.

En la charca se cayó,permaneció enmudecida

pues la ropa que traíaen el agua la perdió.

Todos los sapos reían,croaban.

¡Se divertían!¡Ay! la pobre Raniranaestaba avergonzada;

pero el sapo camuflado,al que llamó gordiflón,fue por ella y la cargó.

Le hizo un vestido estampadocon las flores que encontró.

Raniranade verde se puso

coloraday las excusas pidió:

—Discúlpeme, señor Sapo,es usted un caballero.Y un beso dulce le dio

al sapo que cortésmentede la charca la sacó.Ranirana y don Sapo

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bailaron con alegría,croabansaltaban

reíancon tremenda algarabía.

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Las sardinas enlatadas

En una lata, encerradas,juntas todas las sardinas,saltaban desesperadasen las salsas cristalinas.

Día y noche discutíanpor un espacio mayor,con frecuencia se ofendíandando gritos de pavor.

Ocho gordas, una fina,casi sin poder moverse,se empujaban a la esquina,no querían comprenderse.

Una noche el abridorla tapa con fuerza abrióy un gato en el comedorlas sardinas se comió.

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El camaleón enamorado

Elegante el camaleónsiempre se cambia de traje,

usa crema, maquillajey se sienta en el balcón.

Improvisa una canciónentre las mágicas flores.

Pensando está en sus amoresmuy feliz el pequeñuelo,muestra su rojo pañuelo

sus disímiles colores.

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El mono malcriado

Estaba la monadormi dormitandoy un mono malcriadomole molestando.Tira que te tiraplátano y pastel.¡Qué mal educadoera el mono aquel!Dormi dormitandomuy tranquila estaba,pero en su cabezaél descascaraba:naranja maduramelón y guayaba.Tira que te tiraplátano y pastel.¡Qué mal educadoera el mono aquel!En la verde ramacabe cabeceandola mona Ramonase está despertando.

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Mono descarado,¿acaso no tienesnada más qué hacer?¿Por qué no te ponesun rato a leer?.

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El tratamiento

A Florencia la avestruzlas plumas se le cayeron,

allá en la casa de Cruztratamiento le pusieron.

Hierva ramas de yagrumacon aguacate y limón,

cuando la mezcla haga espumaes porque está la infusión.

Beba tres tazas por hora,tenga en nosotros confianza.

Ya verá como mejora,con la fe todo se alcanza.

A la semana siguienteal verla se sorprendieron,en su cuerpo de repente

pelos por plumas salieron.

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Nino el pingüino

Cuando el invierno aparecey la nieve cubre el río,Nino el pingüino pareceque se va a morir de frío.

Por eso siempre preparaun mes antes su maleta,viaja en avión al Saharay lleva su bicicleta.

Muy contento él se recreadisfrutando del verano,hasta en camello paseacon quitasol en la mano.

Cinco días han pasadoy Nino tiene calor,cuando está desesperadoduerme en el congelador.

Ayer hubo un apagóny la nevera paró.¡Ay, qué gran indignaciónel equipo se quemó!

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Pingüino estaba impacientecerca del ventilador,echaban humo en su frentelas gotitas de sudor.

Su vecino preocupadoal hospital lo llevó.—La fiebre no le ha bajadodijo el doctor que lo vio.

Lo bañaron en la tinacon agua bien congelada,le dieron una aspirina,pero no mejoró nada.

—Hay que llevarlo enseguidaal Polo Norte en avión.Él puede perder la vidasi hace una complicación.

A su país regresó,Pingüino está como quiere,nunca más él se enfermóni de calor ya se muere.

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Nano el ratón

Dentro de un tazón de sopay desprovisto de ropavive el ratoncito Nano

tan pequeño que en mi manopuede muy bien descansar.

A veces suele bailarfeliz aquí en mi mejilla,o se sienta en mi rodilla

para mirarme bañar.¡Cómo le gusta jugar

con las pompas de jabón!Es listo y muy juguetón.Ahora está en la cocinaretozando con la harina,

con las ruedas de cebollas,o escondido entre las ollas.

Así pasa todo el día,es tanta su algarabía,

su desorden desmedidoque ayer cayó en el batido.

Quiso practicar clavadoy lo encontré casi ahogado.

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Temblaba cual gelatinacuando lo bañé en la tina.

Se me escapó el muy bribón,fue a parar bajo el fogón.

Salió loco, disparado,sin pelos, achicharrado.Lo trasladé al hospital,

el pobre, estaba muy mal.Dijo la doctora Gema

que debo untarle una crema,darle sopa de gallina,sacarlo de la cocina.

Lo mudé para el libreroduerme allá con el tintero,se ha vuelto todo un lector,

dice que será escritor.

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El loro enamoradoA Edú, por el amor

y la poesía que habita en sus ojos

En el balcón de Marielahabía un loro que silbabaa su amante la cotorrachifla que chifla, chiflaba.Casi no podía hablarcomo si tuviera un nudo,se le enredaba la lenguaporque él era tartamudo.—Co...co...ticade mi coco,co ...cora...zón dechoco...late.Por ti es...toyca...casi lo...co.Lo...lo...loco de re...mate.Mi co...co...razón late...late.Por ti lin...daco...co...tica.Dime que si...si...si...sienteslo...lo...lo mis...molo...lo...lo mis...moque si...si...sien...to yo.

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Y ¿saben que contestóla cotorra enamorada?—Es mejor que chifles loro,porque yo no entiendo nada.

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La guasaza

Saza, la gorda guasazaes hambrienta, comilona,

siempre al borde de la taza,prueba todo la glotona.

Le gusta mucho lo asadosi es dulceamargo también

agrio, crudo, azucarado,lo malo le sabe bien.

Permanece en la cocinasumergida en la cazuela,

detrás de la golosinade los postres de la abuela.

Ayer Saza descubrióun plato sobre la mesa,

era de sopa y cayó,por golosa, de cabeza.

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Duende atrevidoa Adriel, principito de mis sueños

¿Quién te ha enseñado Cocuyoa iluminar el jardínde noche, cuando el jazmínnaciendo está en su capullo?

¿Has descubierto el arrullodel zunzún en su nidal?Tu luz tiene algo especial.

¿Serás un duende atrevidoo un solecillo escondido en la sombra del rosal?

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¡Qué descuido!

En el bosque ensortijadodel barrio Las EstacionesCigüeña había extraviadosu agenda de anotaciones.

Tres bellos recién nacidos,ella debía entregar

con esos datos perdidos, tuvo deseos de llorar.

Se vio en un grave problemaal perder las direcciones,no recordaba el sistema

de las localizaciones.

Cigüeña, muy triste estaba,ya no podía pensar

y un águila que pasabaal verla, quiso ayudar.

Y con ternura le dijo:—no llores, ya pasará,

llevaré a cada hijocon urgencia a su mamá.

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Dejó al mono con la hiena,el chivo al león que vio,el pingüino a la ballena

y así todo resolvió.

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Hipo el hipopótamo

Hipo el hipopótamono quiere ser un varón,se pone las minifaldasen vez de usar pantalón.Le fascina maquillarse,modelar frente al espejo,ahora pretende cambiarsesu verdadero reflejo.

El papá desesperadoal hospital lo llevó.—Doctor, mi hijo se ha enfermado,algo raro en él pasó.

—¿Tiene vómitos, diarrea,fiebre o un poco de tos?—No, el mal que le acarreaes que es muy fina su voz.Camina como las nenas,lo maquilla un estilista,usa pulsos y cadenasy entorna mucho la vista.

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¡Qué vergüenza !¡Qué dilema!¿Tiene solución su mal?—Yo no veo ningún problema¿Es educado, formal?—Su conducta es la mejor,es bueno e inteligente.—Trátelo con mucho amor.¡Él es sólo DIFERENTE!

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Mi vaca Dorada a mi abuela Margarita,

por la ternura

Mi linda vaca Doradaparece vivir un sueño,me da la leche cortada

cada vez que yo la ordeño.

¿Será que se ha enamoradodel toro gris del vecino?Me tiene desesperado,

en vez de leche da vino.

A veces no sé qué haceral verla tan afligida,

la quisiera complacerporque ella es mi consentida.

Cuando le dije que yocompraría el toro a Meche,

del susto se desmayóy dio cien litros de leche.

Que me vendiera su toroya le supliqué una vez,y peleando como un lorodijo: no es de mi interés.

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Yo pudiera conseguirleun toro de la ciudad,

nada más por consentirlepues la quiero cantidad.

Es una vaca coqueta,presumida, soñadora,ilusionada y discreta.

¡Cómo llora, cómo llora!

En el toro del vecinoella sigue encaprichada,

y ya no sólo da vinosino la leche salada.

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Llegó don Canarioel veterinario.¡Atiéndame urgente!grita aquel paciente.

Con amor y ciencia,con mucha paciencia.Canario, el doctorles quitó el dolor.

¡Qué gran corazón,tenían razón!¡El doctor Canarioes extraordinario!

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El camello mensajero

Don Camello está cansadoy es de tanto trabajar,

bajo una palma sentadose dispuso a descansar.

Todos los bultos lanzó:sombrero, reloj, chaqueta.

Cerveza fría compróy de ron una cubeta.

Allí se puso a beber,del mundo se creía dueño,

sin pensar en su deberterminó en brazos del sueño.

El viento alerta y potentepor aquel lugar pasó,

algo ocurrió de repente,ropa y bultos se llevó.

En la arena del desiertoestaba todo escondido.

Don Camello está despiertopreocupado, sorprendido.

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—¿Dónde están mis equipajes?dijo con indignación

¡Se extraviaron los mensajesde toda la población!

¿Ahora qué me voy a hacer?preguntaba con jaqueca.

Nunca más vuelvo a beber¡Ay, mis bultos! ¡Mi chaqueta!

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Mensaje urgente

Se permuta apartamento.dirección: Barrio Tormentopiso cuatrocientos trespreguntar por el ciempiés.

Aceptamos las propuestas,necesitamos respuestasrápidas y alentadoras,por favor, no más demoras.

Estamos desesperados;pues vivimos divorciadosbajo una guerra infernalque ya no tiene final.

No podemos conviviry es por tanto discutir,tuvo una gran depresiónnuestro hijo Ciempizotón.

Prometimos no pelearfrente al niño, conversar.Permuto el local por dos,ofrezco un saco de arroz,

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pago el gasto del pasaje,si le interesa el mensajellame al ocho, nueve, tresa Cucopaco, el ciempiés.

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En el campo

Cansado está el caracol,lleva en los hombros su casa,

bajo los helechos pasaprotegiéndose del sol.

La tarde con su arrebolpinta alegre la floresta.

Todo se viste de fiestade naranja, de amarillo.

Y toca feliz el grilloel violín junto a su orquesta.

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Con cámara de primera

La jirafa reporterafotos y fotos tiraba,desde lo alto de su cuellotodo muy bien divisaba.Graciosas curiosidadespretendía publicaren «Lo Fantástico», un diarioque es de veras singular.Tenía en su colección:una araña trapecista,un mosquito gordiflón,un perro paracaidista,un lagarto volador,un cocodrilo sin dientes,un sinsonte trovadory dos gaviotas con lentes.Lindos recuerdos teníala jirafa reporteray a todos fotografiabacon cámara de primera.

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De viaje

De viaje anda Cigarrillopor la luna en bicicleta

con sombrero, con maletay un traje verde amarillo.

Se fue con su amigo el grillopues querían explorar

la superficie lunar.

Llegaron entusiasmadosy ahora están desesperados

pues no saben regresar.

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Zunzún, gotita de azulA mis padres y a Adriana,

escultores de mi espíritu

Bate sus alas de prisami pequeño jardinero,

fugaz como aquel luceroque se extravió con la brisa.

Me devuelve la sonrisacon su mágico aletear.

No me canso de mirarese fantástico vuelo,

ángel de alas terciopelo.¿Quieres conmigo jugar?

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Mariposa traviesa …Vuelve mañana que alguien te espera,

Maripozuela.

VITALIANO VELIZ.

Alas de ensueño,mágico arrullo,sobre las floresdulce murmullosiempre nos deja.Vuela y retozabajo el perfumede alguna rosa.Lleva en sus alasdestellos de oro,rara bellezacomo tesoro.Alegre baila,coqueta sueña,de la mañanase siente dueña.Rauda se escapa,traviesa vuela.Musa dorada,Maripozuela.

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Sueños...Ya no hay sonidos, sólo sueños.

CARLOS ESQUIVEL

Cuando el invierno reposaen los árboles del monte,

duerme en el nido el sinsontey duerme la mariposa

bajo el olor de una rosa.Se recuesta el cenicerode su vecino el florero.

Bostezan todas las sillasy se cierran las sombrillas.

Duermen el polvo, el plumeroen el viejo escaparate.

Suspira dentro de la ollauna sopa de cebolla.

Duerme el puré de tomate,la sal junto al aguacate.

Sueñan guitarra y sonido,sueña el libro carcomido

de polillas y el retratoen la pared. Duerme el gato

como un hilo retorcido.

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Rocío:

Mágicamente dentro y fuerailuminaste todo.Ya no podré prescindir de tiporque me abrazas y el universose repleta de quietud.

Ángel azul, mariposa,¿de qué lienzo habrás salido?Vuela en mi sueños, reposaen mis párpados dormidos.

Ven siempre, princesita,ven a posarte en mis ojos.

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Soneto a mi niña

Mi niña tiene delicadas manos,posee un alma dulce, sensible e inquieta.

Iluminada por un duende poetaque suspira al sonido de los pianos.

Mi niña es otra flor en los jardines,la inspiración del ruiseñor que trina.

Mariposa, belleza peregrina,lírica melodía de violines.

Mi niña tiene el encanto de un beso,la fantasía de un zunzún travieso

que viene y se me esconde en lo profundo.

Con humildad me envuelve en su alegría.No deja espacio a la melancolía

porque es vida, pasión, consuelo y mundo.

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Índice

El ciempiés que se quedósin zapatos / 9La hormiga glotona / 12En el salón El Rizado / 15La rana vanidosa / 17Las sardinas enlatadas / 21El camaleón enamorado / 23El mono malcriado / 24El tratamiento / 27Nino el pingüino / 29Nano el ratón / 31El loro enamorado / 34La guasaza / 37Duende atrevido / 39¡Qué descuido¡ / 40Polimita / 43Hipo el hipopótamo / 44Mi vaca Dorada / 47Canario el veterinario / 49El camello mensajero / 52Mensaje urgente / 54En el campo / 57

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Con cámara de primera / 59De viaje / 61Zunzún, gotita de azul / 63Mariposa traviesa / 65Sueños / 67Rocío / 69Soneto a mi niña / 71

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Impreso en los talleres del CPLL de GranmaAgosto de 2009