El Conejo Blanco FZN #2

Fosforescente,

profundo

Tu estela es una nocheencogida en el pasado

el tiempo duermecomo un niño sonámbulo

bandada distraídaentre las estrellas microscópicas

* l Sala

mañana a la mañana

voy a morderme la lengua y escupir sangrevoy a correr muy lejos de acávoy a comprar mil cuadernos rayadosy luego los voy a quemarvoy a escribir una canción eternay voy a hacértela cantarvoy a sentarme a mirar la lunaa ver si me ayuda o se hace la boluda y se vavoy a destruir todo almanaquevoy a quemar las cartas, me las voy a fumarvoy a hacerte muchos dibujos y me los voy a quedarvoy a pegarme un tiro en la espalday voy a meterme al mara jugar con los peces y a ponerme a

llorarvoy a perderme, voy a estar en pazvoy a aprenderme las reglas del azarvoy a reír y dejar de soñar, o al revésvoy a pensarte cada tantovoy a imaginarte seriamenteaferrándome a la formarecordando el milagro, creyendoescribiendo poemas, maldiciendovoy a morir y te voy a venir a buscarcuando vuelvacon flores del cieloy la cabeza del tiempoy algo para brindarvoy a estar preparadovoy a tener todo planeado, calculadomañana puede ser el díaalgo me lo dirá.

“En su centro solo un número de serie lo diferencia de los demas resabios del sistema. Remendado, los alambres

sostienen su fragil cuerpo que de suyo ya no le queda nada. donde puede se protege con mas basura como si fuera su armadura, como si aún tuviera más guerras por lu-

char, como si aún pudiera remendar su existencia.”

llorarvoy a perderme, voy a estar en pazvoy a aprenderme las reglas del azarvoy a reír y dejar de soñar, o al revésvoy a pensarte cada tantovoy a imaginarte seriamenteaferrándome a la formarecordando el milagro, creyendoescribiendo poemas, maldiciendovoy a morir y te voy a venir a buscarcuando vuelvacon flores del cieloy la cabeza del tiempoy algo para brindarvoy a estar preparadovoy a tener todo planeado, calculadomañana puede ser el díaalgo me lo dirá.

Giros, giros, girosvolver y hamacarse otra vezArremangarse los puños y dibujarnosescribir en reglones en blancoy salir a deslumbrar.Marcas color celesteviajes que nunca vivistey la oportunidad que anochece.Giros, giros, girosvolver y hamacarse otra vez.

* Nehuen J.

Recuerdos de infancia perfumes de verano

caminando por el infiernoobservo a una niñasaltar dentro de un charco y empaparse de valor

La muerte,

sentada,espera.

Nunca me voy a olvidar de El Diferente

Descalzogolpeaba la puerta de casa a la madrugadaporque había perdido los zapatos en un colectivode larga distancia.Se sentaba en la cocinaa hablar de músicasacando vino de la heladeray entre botella y botellatemblaba un poco.Rescataba personas imaginarias de ahogarse en el marpersonas imaginarias lo idolatrabanlo tenían vigilado, lo perseguíansu condena era el éxtasis perpetuo.Y recordando sus jornadas de cacería de rataspara calmar el hambreen Rio de Janeiro,una tristeza invadía sus ojos achinadosy enloquecía por la nocheorinando paredes y deambulando por calles vacías.

Nunca me voy a olvidar de sus impulsos“más vale sentir dolor que no sentir nada”y prendía un cigarrillomientras empezaba a maldecir de la emociónal descubrir colgada en la paredla nueva pintura que había traído de mi primer taller.O ese brillo que se producía alrededor de élcuando bailaba como si no existiera el mundoalguna canción de rock.Tanta hermosura quedó en esa sillajunto a la mía,junto a la ventana.Éramos dos vagabundos perdidospasando las horasentre remolinos espectralesde allanamientos policiales, tormentas, encierrosque terminaban depurándoseen mañanas soleadas.Tantas veces me atraganté de monotoníay él le aportaba emoción al mundolos colores eran más intensoscuando extrañaba a sus tres amores

esa navidad que nadie lo llamó.Está en el mar su esenciay en la noche.Sí, la nochecuando una vecina oyócómo lanzó por los aires sus discos, sus libros, sus mueblescon amor y con furiaal igual que su propia vida.Cómo envejeció de prontoaquel que como una carta perdidame hizo sentir que la vida erala canción más inspiradora de todas.

* F Romero.

Los hombres de gris corrense amontonanse apretanse estrujanse empujan,para entrar.una vez dentro, se miranse odianse enojan con los otroscon sus paresse creen unicos, creen quesolo a ellos les molestahasta que un ruidoy todos a buscar en sus bolsillosmirando, buscando,pegandole codazos a los demas,que no los dejan buscar

transpiracionmas ruidouno lo encuentralo saca y atiende

-No te escucho, estoy en el subte.

El Conejo Blanco FZN #2

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