El conferenciante II orador - · PDF fileIit'i cualidades y condiciones de cualquier persona...

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.PA ~TE.. Z.., 1parte

El conferenciante II orador

1. La capacidad de hablar en público ¿esinnata o adquirida?

Ésta es una cuestión que antes se discutía: hoyse considera una controversia no significativa ...Muy pocos son los que sostienen que se nace ora-dor. que las cualidades oratorias son innatas. O.por el contrario, casi nadie afirma que se llega aserlo con sólo capacitarse para lograrlo. Ex ¡SIC unacuerdo bastante generalizado de que la capacidadde hablar en público es una combinaci()n de lo in-nato y lo adquirido: es un don y es u~a conquista.

Es un don porque no se puede negar que cier.las cualidades o dones naturales predisponen adelenninadas personas a la palabra pública: segu-ridad en sr mismo, rasgos más o menos simpáti-cos, el timbre o potencia de la voz, la prestanciadel cuerpo, el aplomo o audacin y. sobre todo lavitalidad y el entusiasmo son cualidades que ayu-dan a transformarse en un buen orador.

Por el contrario, si se adolece de graves defi4ciencias, sobre touo en la expresión verbal. difí-cilmente se puede lograr un pleno desarrollo en la

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cnpaciJnu d~ comunicaci6n oral. Sin ningunadisposici6n innata, no se put:l1e IIl'gar a ser unbuen orador.

y es IJIHI {'f)O(luista porque-, .si bien ciertascualidades SOI1 necesarias, 110 son por sí mismnssuficientes: hay que hacerse omdor. En ningunapersona existen conJiciones innatas para la ora-toria. sólo sujetas a madumción. Por muy Jcs!a~cadas que sean c.sas cual ¡Jades. siempre es nccc~safio hacer un esfuerzo para prepararse.

Hablar bien en público tiene mucho de arte, sicntenúcI1l0s por arte una "manera de hal:cr C()(I.forme 'con ullas reglas", pero advirtienJo que el

solo conocimiento de las reglas no asegura elhuen hacer. Lo importante es que, C0l110 todo ar-te. pueJe enseñarse y aprenderse, beneticiánJosellc las cualidades naturales que se puedan tener.

A lo largo de este libro, estudiaremos CÓmoaprender a hablar en público. Pero antes diremos

que, para forjarse un orador. para llegar a ser unbuen conferenciante. hay dos condiciones funda-mentales que pucden ayudar mucho, y son dos

condiciones que están más alhi de las téc~icas decomunicación oral:

• tener una personalidad madura. activa yproductiva, capaz de autoexpresarse;

• tener algo que decir acen,,:a de un tema,

con el cual se está <.:ompenetrado; mejortodavía si se está implicado en él.

Luego, hay que conseguir una forma L1eprc-

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sentar aquello que se quiere transmitir: saber cú-(111) decirlo ... Para ello hay que prepararse.

2. La preparaci()n del orador: ¡,cómoaprender a hahlar en públicu'!

Ahora biell, j,C{lI1lOprepararse'!; ¿cómo culti-

var y dcsarrollar las cualidades y condiciones qUl'permiten llegar a ser un buen orador o confen:n-ciante'!, ¡,cómo mejorar y L1esarrollar la hahilidadp:Jra hablar en público? ..

Como ya dijimos -y advcrtimos- en la in-troducción. no hay recetas ni varitas mágicas, pe-ro ciertas sugerencias pueden ayudar. Medianteun esfuerzo de preparación. cualquier persona111t:L1ianamente dOlada plledl~ aprenLlc:r •.1 organizarun discurso y a adquirir ciertas habilidades que le

pcnnit::ln hahlar en público en forma útil. e inclu-so agradable. y, lo que es l11~lSimportante -y qut:

Je verdad interesa-o podrá ser capa l. de transmi-tir un mensaje. de cOlllunicarse con un público.

Bn la oratoria. como en todo arte. ciencia ()

disciplina. nada pueJe hacerse sin un trahajo pcr-severante que presupone un 90 % de "transpira-ción" y un lO (Yo de "inspiración". Toda persona

que por la índole de su trabajo de he hablar en pú-

blico. tienc la responsabilidad ética/profesionalde hacer un esfuerl.o para mejorar la capacidadde cOlllunicaci6n.

Habida cuenla de que es necesario prepararse.

al La preparación remota

Esta preparación que. como ya se dijo. presu-pone y exige esfuer7.o y tenacidad. comporta dosmomentos:

• la preparación remot"a:• la preparación inmediata.

Consiste en disponer de ulla provisión de ua-tos. información. conceptos. opiniones. recuer-dos e imágenes a fin de poder recurrir a ellos, tan-to para la preparación como para el desarrollo dela conferencia. En otras palabras. 'el orador nopuede prescindir de una cultura general; culturaque de ningún modo hay que confundir con lacultura académica o con saberes puramente li-brescos. 'Una mayor escolaridad o instrucción nosignifica necesariamente una mayor cultura.

Esta preparación la llamamos remota, en elsentido de que no se hace inmediatamente parapreparar un discurso. Es la preparación que se vaadquiriendo a lo largo de toda la vida y que ayu .da para poder hablar en público con cierta efecti-vidad, Se expresa en tres aspectos o dimensionesestrechamente ligadas entre sí. a saber:

hahilidatles que permilen mejorar lo4ue )'a se posec.

sallcr aplicar los conocimientos.• Aprendera hacer ...

Si u~lcd trabaja para lograrlo. no le quepa du-da de qut: c~lt: e~ un propósilo akanzable;puedt: c~lar ~eguro de los rC~l1ltado~. No serequicre ningún don especial. sino de lrahajl)y perseverancia.

Por csto. Iit'i cualidades y condiciones decualquier persona normal bastan para aprender acomunicarse en público, a condición de que selas cultive y desarrolle. apoyándose en tres prin-cipios básicos de la pedagogía moderna:

• Aprenderl1 ser desarrollarse como ser humanll.• Aprendera aprt"nder......... saber apropiarse de COllfll.:imienlos y

cabe preguntar: ¿en qué consiste esa prepara-ción? Lo esencial es saber reunir y ordenar lospensamientos. ideas y convicciones propias, enrelación con el tema que es motivo de la confe-rencia o discurso: encontrar una forma de presen-tacil\n que sea clara. precisa y atractiva. y luegoaprender a expresarlos adecuadamente para quepuedan ser comprendidos por aquellos a quienesva destinado el f!lensaje. Una buena comunica-ción no consiste fundamentalmente en hablarbien. sino en saber decir algo a otro u otros deforma tal que los destinatarios reciban y com-prendan el mensaje.

Lo que debe quedar claro es que la capacidady la destrcza para hablar en plíblico pueden ad.quirirse.

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• Tener "idras asimiladas". que contrapo-l1t~mosa las "ideas acumuladas". Las ideasasimiladas son aquellas que forman partede nuestra manera de ser, de haL'cr y Llcpensar. Cuanlin lo que se expresa son iJeasacumuladas. no es la persona la que habla:lo que oímos es Imis bien un eCll y. a vcct:s.proviene de un papagayo cultural que s610sane repeti~ lo que otros han Jkho. Por es-lo. no hasta tener algo que decir; lo quehay que tener es un:.l auténtica y profundaconvicción en relación con lo que se dice.porque se trala de algo asimilado.

• Poseer experiencia de "ida. no sólo por-que la vida es fuente de inspiración. sinotambién porque sólo lo que se vive y for-ma parte de nuestra existencia se transmi.te con fuerza .

• Actuar con sentido de lo concreto: estosignifica e implica saber conectar con larcalidad. con las cuestiones concretas: delo contrario, se podní ser "charlista". ca-paz de decir palabras sin expresar ideas. ode decir ideas sin que éstas tengan muchoque ver COII la realidad.

Hay quienes afirman que la preparaci6n re~mota que ayuJa a ser un buen orador es la que leha permitido adquirir un "huen dedr". la que lepermite conocer y dominar los secretos de la len-gua. No es cierto; se puede llegar a comunicar

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con un auditorio cometiendo incorrecciones ybarbarismos lingüisticlls. Esto explica por qué uncampesino. que no ha tenido mucha escuela.cuanoo habla de sus cultivos pueoe llegar a quie-nes se dirige; la razón es simple: habla expresan-do un saber asimilaoo. Y esto explica también porqué algunos profesionales o estudiantes a vecesno llegan a la gente; hablan de mil cosas mal sa~bioas a través de lecturas:' expresan un saber ,ICU~

Illulada. Lo "asimilado" tiene que ver con la ex-periencia de vida y es lo que permite tener senti-do de lo concreto y sentido de la realidad; lo"acumulado" es aquello que en nuestra vida tenc-mos como "prendido (;011 alfileres". Est;.íadheridoa nosotros, pero no forma parte de nuestra vida.

h) Preparación il1ll1ediat~ (algunas rc-glas gcnerales)

Cuando se ha decidido adquirir una capacita-ción más específica e inmcdiat;.\ en el arte de co~municaéión con grandes grupos. es menesterpreocuparse en conseguirla por:

• los ojos.• los oídos.• la acción.

Por los ojos

Esta forma de preparación se hace fundamen-

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lalmente a través de la lectura, pero no leyendode 1:1Ialquier fonna. He aquí algunos consejosque pueden servir para que la lectura sea útil co-mo adiestramiento para la oratoria:

• Leer primero el texto en voz baja, con lavista, a fin de tener una comprensión de él.Esta lectura hay que hacerla como si se es~tuviese des"cífrando una partitura musical.

• Luego, leerlo en voz alta, siguiendo elmovimiento de la frase, marcando las pau~sas o intervalos según se trate de comas,puntos, dos puntos, paréntesis, guiones ...

• A continuación, leer de nuevo en voz alta,variando la entonación y el énfasis, con-forme con el sentimiento que expresan laspolabras y las frases .

• También es útil analizar el texto en sus de~talles, subrayando las expresiones que pa-rezcan interesantes o nuevas (comparacio-nes, metáforas, antítesis, giros de frases.etc.).

• Anotar los pensamientos o ideas que estánacordes con lo que uno piensa. A veces,también conviene anotar las que contradi-cen nuestra manera de pensar. De ser nece-sario, yeso va de acuerdo con la manerade trabajar, copiar en fichas o en un cua-derno lo que nos ha parecido interesante.

• Por último, aunque esto no es tan necesario,puede rcsultnr útil analizar el discurso tra-

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tando de componer un esquema que. a mo~do de radiografía, revele su estructuración.

Esta preparnción por medio de la lectura per-mite alcanzar otros fines:

• Ejercitarse en la correcta pronunciaciónde las silabas y las palabrns, mediante lalectura en voz alta. pronunciando lenta yarticuladamente. (Se trafa de los ejerciciosde dicción que se explican más adelante.)

• Enriquecer el vocabulario. el léxico, tannecesario para mejorar la oratoria: por unapane. al conocer más palabras evitamosrepeticiones de términos en una mismafrase; por otra, al aumentar el léx ico ayu-damos al desarrollo del pensamiento o, almenos, a expresarlo mejor.

Por los oídos

Oyendo también se aprende a hablo, en públi-,co. Para ello no hay que perder la ocasión de oCra los buenos oradores y conferenciantes. Esto sehace frecuentando conferencias y reuniones pú-blicas. También es útil estudiar las técnicas queutilizun los profesores que "saben llegar".

Ahora bien, no se aprende por los oídos escu~chando en fonna pasiva. Hay que escuchar conatención y poner en juego el espíritu crítico/ana-lítico. Cada vez que se escuch<1<1un buen orador

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() conferenciante. hay que prcgurHarse qu~ es Inque hay en él que "Ikga" a la gente con su pala-bra: su VOl. su decisión. sus gestos. su hUlllor, MI

1110dode razonar y de estructurar su discurso. ele.Pero ese ~Hl<ÍJisis nn hasta; hay que preguntarsecu¡Ílcs son las cualidades que ese orador liclle.con las que se pueda mejorar nuestra capacidadlÍe cOlllunic[lción.

La televisión '-yen menor medida el cinc-nos permiten un aprendizaje que combina In vis.lo y lo oído. Tener en video algunos discursos yestudiarlos puede ayud.lf mucho a mejorar la pre-paración on.Horia.

Aprenda escuchando discursos. pero tenga laprcl.'auci{)n de no quedarse en la simple imita-ción. Bien lo dice Pmchnow: "Nunca imile n na.die. por mucho que admire su manera de habbr.Estudie y analice el serrclo de su fuerza y encan-lo. r~ro no copie."!

Por la acdiin

Practicar. He aquí el principal consejo y lomejor que usted puede hacer. La pníctica es fun-damental e insustituible en este tlrnbito. ya que lacapacidad de hablar se afirma y se desarrolla des-pués de cada experiencia.

Conviene participar en algún curso dc orato-ria. Pero un curso en sí mismo. sin ejerciciosprácticos. de poco sirve. como de poco sirve limi-

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tarse a leer este Iibl\). Está harto demostrado queno es posible adquirir y desarrollar la capacidadde hablar en público. sin el esfuerzo Lkl aprcnJi-I.aje pníctil.'o. El ofid¡') de conferendante. comoel que más. se aprende en la práctica.

Este apn:nJiJ:~~e por la acci6n puede llevarsea cabo Je diferentes maneras. Una buena prácticaes grabar cn vidcocasetc' la intervcnción y. des-pués dc ello. unalizmla. Igualmente es útil -ymás simple- que. después de la intervención dequien hace la pr;.íctica, los participantes que hanescuchauo hagan comentarios a la inlef\'en~ión.señalando aquellos aspectos que ayudan <1que lle-gue a ~er un buen conferenciante:. y aquellas cosa:,que tiL'ne que mejorar. Con la grabación en videonos podemos ver actuanuo. y por las obsL'rvi.lcio-!les que nos hacen podemos saber cómo nos per-ciben en cuanto conferenciantes: qué cosas hue-llas y qué limitaciones detectan en nosotros.

Tamhién se pucue lItiliLar un cuestionario deevaluaci6n (ver anexo) que debe llenar cada unooc los que forman parte del auJitorio. Disponeruc estos cuestionarios. llenados por quienes hanescuchaJo. nos puede ayud<lr a complementar lainformación acen....;] de lo que sabemos de noso-tros en cuanto a aprendices de oradores.

Otro buen enlrelli.lflliento es hablar cn toda(l~..•asión que se presenta para intervenir cn públi.co (durante una asamblea, el coloquio Je unaconferencia. un congreso. etc.). Decimos y rec()-

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mClldamos intervenir en toda ocasión, pero conuna advertencia: no ser aburrido, pretencioso ocharlatán; para decirlo en una palabra que lo de-fine bien: hay que evitar ser "pelmazo" o. comodicen otros, "pesado". Si cuando uno habla en pú-blico (aun en intervenciones ocasionales) cae pe-sado, es porque hay ulgo que tiene que corregir.

Ya lo hemos dicho -y lo reiteramos otravez-: el oradoF se hace hablando. pero no decualquier cosa o de"cualquier modo. De ahf la im-portancia de que todo curso de oratoria tenga supráctica; ello ayudará a descubrir las propias po_sihilidades (las cualidades para una buena comu-nicación) y las propias limitaciones (los aspectosque hay que mejorar).

Uno puede ser consciente de la necesidad depreparan;e para hablar t'n púhlico. puede ha-ocr tomado la decisión de hacerlo. Hasta pu,do panidpar en un curso. Sin emhargo. tienesin resolver un problema: ¡.cómo superar elmiedo que ohstaculil.a la capacidad de expre'sarse y de comunicarse en público?

3. Obstáculos psicológicos a la comunica.ción: el miedo y la timidez

¿Usted liene miedo de hablar en público? Siresponde afirmativamente. no se sorprenda. Estono tiene nada de especial; lo extraño sería lo con~

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trario. Normalmente, la mayoría de las personassienten miedo n temor de hablar en público.

Ahora bien. si usted. por la índole de su traba-jo, dehe hablar en público y liene miedo (aquí noimporta si es mucho o poco), piense dos cosas:puede disminuir las incidencias del miedo o timi~dez a tal punto que no afectará la calidad de sudiscurso. y un poco de miedo o temor es saluda-ble: eso evidencia que usted posee responsabili-dad. Hace siglos que Cicerón lo consideraba nos610 natural sino necesario: itA mis ojos --de~da-, el orador. incluso el mejor, el que tiene lacomunicación mas fácil y mejor adornada, si nose intimida en el momento de tomar la palabra ....es un desvergonzado o poco menos."

No se preocupe por eliminar completamenteel miedo de hablar en púhlico; lo que dehemoseliminar es el miedo o timidez que dificulta. pa-raliza u obstaculiza para hablar frente a un audi-torio. Es lo que se lIam3 "miedo escénico". Por sile sirve de consuelo y de aliento, le diremos quela historia nos revela que la timidez ha sido el "ta-lón de Aquiles" de grandes personajes hislóricos.y que buena parte de los grandes oradores han si-do personas tímidas. No se desaliente ni se desa~nime si usted es una persona tímida. "De una ca.sa a lo menos podemos estar seguros: de que eladiestramiento y la ejercitación harán desvanecerel temor del auditorio. instalándonos por siempreconfianza en nosotros mismos y valor. .. "2

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Quisiémmos hablnr de dos tipos de miedosante: un auditorio. Uno es el mied~) normal y elotro es el miedo rar~lizallte. Toda persona, cuan-do tiene que enfrentm a un auditorio. si poset: uncierto grado de responsabilidad. ha de tener algu-na ansiedad o temor. Esto es "natural y necesa-rio". como decíamos antes, citando a un gran or~l-dor. Este tipo de miedo es saludllble. ya que esti-mula el cerebro y nos hace más agudos y másdespiertos.

Pero. si esta ansiedad se tmnsfonna en mie:uoy temor. con síntomas paralizantes en lo físico yen lo psíquico. es necesario superarla.

Cuando tenemos miedo. nuestro cerebro or-dena a la glándula suprarren::ll que L'omienL'ea se-cret::lr adrenalina a la corriente silnguínca. y estoproduce una serie de reacciones físicas específi-cas: nuestras glándulas sali vales no secretan losutkiente. se seca la bOL'ay la garganta. y cuan-uo es mucill) el temor la boca se vuelve pastosa y

en ocasiones se traba la lengua. Los músculos uelrostro quedan bloqueados. los movimientos delcuerpo. de los brazos y de las piernas se vucl ventorpes. se produce transpiración. se traban la arti-culación y la voz. )", lo que es peor. se obnubilala mente y la persona se siente invadida por unasensari6n ue vacío cerebral y aturdimiento. loque !w('e difídl ruzonnr, memorizar. coordinadasideas y la afluencia natural de las palabras. O sea:el mieuú se transforma en un fen6meno psíquicl..)

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paralizante y. cuando se produce el lIamaJo"dc('to de ciclo". el mieJll produ('l~ m;ís miedo.Y. cuando va más all;í de dcrtos límites. estamosparalizados con la consiguiente incapacidad paracoordinar nuestras ideas y expresarlas adecuada-mente.

Si el miedl..)de hablar en público ('s tan cn.rriente. ¡,qué puede hacerse? ¡,c.xisien remedioscontra el temor al auuitorió? ¿qué podemos ha-cer para superar el miedo. o al menos p<lra con-trolarlo?

Algunas slIgcrcncias para supcrar elmiedo frclltc a un auditorio

No hay recetas: no ohstante. si el miedo no esmorboso, existen algunos medios que permitensuperarlo o. por lo menos. atcnuilrlo lo suficientecomo para poder expresarse en plíhlico y lograrcomunicarse. He aquí algunas recomendacionespnkticas que pucuen ser útiles.,a) SlIber bien el tema que uno va a desarro-

llar y l'star compenetrado con él. Verdad de Pe-rogmllo pero de gran importancia p3ra quitarse elmiedo; esta verdau se basa en un hecho bien co-nocido: la seguridad intelectual da seguridad psi-col6gica. Por esta razón ---como se explicará másadelante-o s610 hay que hablar de los temas per-tenecientes nI propio ámbito de conocimiento o

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experiencia y que. además, han sido suficiente-mente preparados para desarrollarlos en una con-ferencia o discurso.

Se puede hacer frente al público con más se-guridad y confianza, si se ha preparado bien eldiscurso. El cabal conocimiento del tema reduceconsiderablemenle la lensión, da aplomo y pro-voca una actitud menlal de apoyo. Por el contra-rio, si uno no sabe bien lo que va a decir, o no es-tá familiarizado con el tema, o no está interesadoen las cosas que dice. difícilmente podrá sentirsetranquilo cuando hable anle un auditorio.

Preparar y eSludiar un discurso con el firmepropósito de hacerlo bien ... ayuda a hacerlo bien.

h) Lograr una decontracción/relajación.combinada con una concentración/ensimisma.miento. Antes de hablar hay que disminuir al má-ximo la ansiedad y las tensiones que nos bloquean(no la tensión que nos da lono vital comunicativo).En ese sentido, uno se relaja, pero al mismo tiem-po hay que concentrarse/ensimismarse, aislarsedel ruido y de la agitación. para crear en sí mismoun estado emocional acorde con el lema de la con-ferencia y una concentración en relación con loqu.e_seva a decl~ Relajar los múscl.IL~_ycºncen-trar la mente; he aquí la primera recomendación.

e) Controlar la mecánica corporal. Una vezfrenle al auditorio o público, aun cuando el con~ferenciante ha tratado de producir una decuntrac-ción/relajaci6n antes de comenzar a hablar. no es

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extraño que se mantenga tenso y, en algunos ca-sos, invadido por el miedo; éste produce un cier~10 temblor. y el sentirse tembloroso aumenta elmiedo. Para romper este círculo vicioso y salirdel "efecto de ciclo", no hay nada mejor que en.contrar alguna forma de relajarse. habida cuentade que ya está frente a un público. Para lograrlo,realizará algo que alivie la tensión: tomar un li-bro, acomodar una ficha, (espirar profundamenteen cada interrupción (cuidado con ser exagerado •que podría ser ridículo), cambiar la postura (conello se evita la sensación de hormigueo), mover-se apoyándose hacia adelante, etc.

Ayuda mucho a quitar el susto tener algo quehacer frente al auditorio: escribir en la pizarra.explicar un gráfico. señalar un punto en un mapa.tomar agua. etc. Liberando el cuerpo de la ten-sión y el nerviosismo. se libera la mente. A ma-yor soltura muscular, se eSlá en mejores condi-ciones para expresar las ideas. La decontracciónfísica estimula la inteligencia, aviva el raciocinioy facilitada elocución.

d) Desarrollar actitudes mentales de sos~tén. Los psicólogos suelen señalar tres actitudesmentales que ayudan al apoyo psicológico delque habla:

• Proceder con confianza en sí mismo: lainseguridad personal es un obstáculo parala comunicación; quien tiene una mala odisminuida imagen de sí mismo, o se sien-

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le inferior. casi seguro que se sentirtí le-meroso ue revelar a un aullitorio su propiapersonalidad. Por el contrario. la confian-za en sí mismo crea una disposición men-tal que ayuda a superar el miedo. Aquí va-le aquella cOllociLla frase de Wílliam Ja-mes que suelen cilar los profesores de ora-toria: "Para sentir valor, procedamos co-mo si fuéramos valientes, empeñemos 10-

da nuestra buena voluntad para ese fin. ylo müs probable será que un arrebato deentusiasmo reemplace d estado dc le-11I0r. "

• Ansia por ofrecer algo que consideraimportante que los otros n'ciban: quienhabla deseando que los oyentes reciban sumensaje. sin duda producirá estímulos ca-paces de suscitar un estado emocional enel que la ansiedad y el miedo se diluyen.

• Hablar por una causa: actitud similar ala anterior; cuando UIl<lpersona está fuer-lemente convencida de una callsa por lacual lucha. se torna naturalmente elocuen-le y encuentra una fuerza interior que leayuda a superar los obstáculos psicológi-cos que pudieran inhibirJ<l. Cuanto másfuene es la motivación, menor sen} el ni-vel de ansiedad y, a menor nivel de ansie-dad. menos temor y menos miedo.

l'l Lanzarse al agua cun un huen comienzo.Se recomienda dc maner;., especial preparar c..:ui-dadosamcllle la introducción. es decir. el comien-zo del discurso. Si se han preparado muy bien laspalabras iniciales -incluso si se hall' memoriza-do-, aun est<lndo nervioso o tellsq, la seguridadaplasta los nervios. Un cqmienzo seguro y firmeda seguridad para todo el discurso. Por el conlra-rio. un comienzo inseguro nos hace más insegu-ros todavía. ya que esto produce un doble efecto:sobre el audilOrio. que sufre una cierta deccpci()nal encontrarse freme a un conferenciante insegu-ro. y sobre el 1~lismo conferencian le. que quedacorno disminuido por su inseguridad .

Si se tiene bien preparado el comien/.o. des-pués de pronunciar algunas plllabras y de iniciarel desarrollo dcl lellm. el temor se irá desvane-ciendo poco a poco. Lo sustancial es lan/.<lrse alagua. o sea, dirigirse resuelwmente hacia losoyentes. Cuando se comienza a hablar. disminu-ye la len~ión. puesto que las secreciones inlern;'lsde adrenalina se nivelan y podemos ir seremlndo-nos. Y. una vez serenos. estamos en mejores con-diciones de dominar la situación.

f) Respirar adecumlamentc. También sirvede ayuda el respirar bien y. antes de comenzar. te-ncr una provisión aumenlada de oxígeno si serespira profundamente varias veces anles de em-pezar a hablar. Una buena oxigenación del cere-bro facilita la rcllcxi6n y la mcmori;'l. al mismo

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tiempo que calma la tensión y atempem la exci-taci(ln. La falta de aire puedc resultar desastrosa,sobre todo si el conferenciante comicnza a tarta~mudear. Por eso, la recomendación de respirar,cuidur la respiración, respirar bien.

g) Procurar asumir posturas y comporta-mientos extravertidos. Cada uno de nosotros, porcaracterísticas de personalidad. tiende a ser má.."omenos introvertido o más o menos extravertido.Sin embargo. cualquiera que sea nuestra caractero-logía, debemos tener en cuenta dos cuestiones:

• la introversión, en cuanto repliegue sobrcuno mismo, manifestada en una forma"encogida" de presen,tarse en público, noes un factor favorable para la comunica-ción con los otros;

• cuando estmnos frente a un .auditorio. elasumir posturas y comportamientos extra-vertido.";,que revelan vigor, entusiasmo ysalud, ayuda a la buena comunicación.Además, este "hacer cosas" que expresanextraversión sirve para liberar las tensio-nes y romper inhibiciones; en suma, ayudaa estar en mejores condiciones para desa-rrollar el tema de la charla o conferencia.

Si somos introvertidos, no debemos tomar es-te hecho como un condicionamiento caracteroló-gico insalvable, sino como un dato al que. por co-nocerlo, podemos introducir correcciones.

h) Concentrarse en el discurso, no en sí

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mismo. Importa mucho concentrarse en el dis~curso y no pensar acerca de lo que puede estarpensando de nosotros cada una de las personasque forma parte del auditorio. Dicho en otras pa-labras: hay que centrarse cn el tema, más que enel público; de esta forma, se libera el temor queproduce el hccho de estar expuesto a tantas mira-das y juicios potenciales.

Si nuestra mente y nuestra preocupación seconcentran en el público, éste nos aparecerá co-mo un "dragón de cien cabezas" pero, si nos con-centrarnos en el tema y nos involucramos intensay profundamente en él, el dmg6n se diluye y que-damos sin sentir el peso psicológico de la presen~cia y la mirada del público.

i) La ayuda de estimulantes. Está compro-bado que los vasodilatadores producen un au~mento de lucidez mental (despejan y despabilan).El café. la yerba mate. la aspirina son también es-timulantes útiles.

A veces, el déficit dc estimulación/motiva-ción/energía psicológica se procura compensarcon alcohol. Algunos creen que. para estar tran~quitos ante el público, hay que estimularse conalgunos tragos. Unos recomiendan un vaso de vi-no, otros un poco de brandy, hay quienes prefie-ren el ron y los tlue sugieren el whisky. Cierta-mente. pueden ayudar a sacudir los nervios, perotambién se corre el riesgo de "relajarse" demasia-do o de "estimularse" hasta quitar el miedo y lue-

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gIl... no saber lo que se dice.Si ~c fuma (hábito nada rccomendable para

un orador). encender un cigarrillo (l una pipa pue-de ayudar a serenarse. a concentrarsc y tener ocu~padas las manos con las que a \'cces no se sabequé hacer (como explicaremos más adelante).Durante un discurso ante una multitud. no se pue-de fumar: las ralones son obvias.

f)espué~ de cstas sugerencias de cómo quilar-se el miedo. quisiéramos hacer una adverten-cia sobre algo que nos ha mostrado la prácli-ca en nucslrtls eun;os de oratoria: las personasno pueden quilarse el mi('dll. a no ser que es-lén resucllas él quitfl.f!'c1o.

4. Ohstáculos sociolágicos a la comunica.cián: la organizacián autoritaria de la so.ciedad )' el no protagonismo de la gente

Casi sin excepción, cuando sc plantean, estu-dian o enseñan aspectos prácticos en relación conel arte de hablar en público. se silencia todo lo re-ferente a los obstáculos sociológicos a la comuni-cacÍlln.

En la escuela se nos ha enseñado a leer ya es-cribir. pero ¡.por qué no se nos ha enseñado a ha-blar en p(¡blico? .. Ciertas convenciones o forma-lidades sociales también constituyen obstáculospara la comunicación. "La tradicional tiesurafrancesa -dice Yves Furet-, el tratarse siemprede usted. las conveniencias y hucnas maneras so-

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dales haccn que las gentes sigan sicndo extrañasunas a otras."~ Ciertas pautas dc comportamientonos pcrmiten decir muchas cosas con cortesía. pe- .ro no por ello nos comunicamos como personas.

Por olra parte. un3 sociedad no participativa(donde se da de hccho casi permanentcmente unaapropiación-expropiación del derecho a decidirsobre cuestiones socio/políticas que conciernen otiencn incidcncia en la propia vida) configura untipo de personalidad no protagonista. es decir,una persona que no dice su palabra o. mejor, a laque no le permiten decir su palabra. El decir "lapalabra" queda reservado a los que tienen podery autoridad.

Formarnos y capacitarnos para hablar en pú-blico es adquirir algo que tendría que ser naturalen las relaciones sodalcs dentro de una sociedaden donde cada uno tiene -o debería tener- unrol protagónico en todo lo que le concierne. Unaparticipacidn activa en la vida social nos daría lacapacidad de "saber decir la palabra", Mejor 10-

davía si \podemos decirla sin utilizar las máscarasde las formalidades.

No es en un curso de técnicas de comunica-ción oral donde se debe hacer el análisis de esteproblema -y menos aún trazar líneas pura rcsol-verlo-, pero es oportuno mencionarlo, aunquesólo sea de paso. para rellexionar sobre cllo.

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