HIJOS DE JACOB 1

EL consejo, un modo de guiarnos

Una de las enseñanzas adquiridas en las Sagradas Escrituras es poner en manos de Elohím todos nuestros proyectos y

planes. Aparecen muchos textos que lo confirman, ejemplos los encontramos en Proverbios 16:9 y Proverbios 3:5-6.

- Proverbios 16:9: “El corazón del hombre piensa su camino: Mas YAHWEH endereza sus pasos”.

- Proverbios 3:5-6: “Fíate de YAHWEH de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en

todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas”.

Por medio de la consulta al Todopoderoso, alcanzamos dirección divina, de esta manera, nuestros caminos quedan

asentados, teniendo la aprobación de YAHWEH.

Los grandes siervos de Elohím tenían este concepto como base elemental en sus vidas, consultando a Elohím en todo

momento.

1 Samuel 23:2-4, 1 Samuel 30:7-8 y 2 Crónicas 18:4 son clásicos que podemos citar:

1 Samuel 23:2-4: “Y David consultó a YAHWEH, diciendo: ¿Iré a atacar a estos filisteos? Y Yahweh respondió a

David: Ve, ataca a los filisteos, y libra a Keila. Pero los que estaban con David le dijeron: He aquí que nosotros aquí

en Judá estamos con miedo; ¿cuánto más si fuéremos a Keila contra el ejército de los filisteos? Entonces David

volvió a consultar a YAHWEH. Y YAHWEH le respondió y dijo: Levántate, desciende a Keila, pues yo entregaré en

tus manos a los filisteos”.

1 Samuel 30:7-8: “Y dijo David al sacerdote Abiatar hijo de Ahimelec: Yo te ruego que me acerques el efod. Y

Abiatar acercó el efod a David. Y David consultó a YAHWEH, diciendo: ¿Perseguiré a estos merodeadores? ¿Los

podré alcanzar? Y él le dijo: Síguelos, porque ciertamente los alcanzarás, y de cierto librarás a los cautivos”.

2 Crónicas 18:4: “Además dijo Josafat al rey de Israel: Te ruego que consultes hoy la palabra de YAHWEH”.

Además, podemos afirmar que cuando no ponemos nuestras intenciones delante de Elohím, constituye un acto que

desagrada totalmente al Todopoderoso. Observemos el texto siguiente:

Sof 1:4-6: “Extenderé mi mano sobre Judá, y sobre todos los habitantes de Jerusalén, y exterminaré de este lugar los

restos de Baal, y el nombre de los ministros idólatras con sus sacerdotes; y a los que sobre los terrados se postran al

ejército del cielo, y a los que se postran jurando por YAHWEH y jurando por Milcom; y a los que se apartan de en

pos de YAHWEH, y a los que no buscaron a YAHWEH, ni le consultaron”.

Teniendo como fundamento esencial, que por medio de la oración, consultamos a YAHWEH, nos surge una

pregunta:

¿Cómo recibiremos respuesta de Elohím, una vez que lo hemos consultado?

- Por medio de profetas. Dt 18.20-22: “El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien

yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá. Y si dijeres en tu

corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Yahweh no ha hablado?; si el profeta hablare en nombre de Yahweh, y

no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Yahweh no ha hablado; con presunción la habló el tal

profeta; no tengas temor de él”.

- Por el Urim y Tumim. Esdras 2:63: “Y el gobernador les dijo que no comiesen de las cosas más santas, hasta que

hubiese sacerdote para consultar con Urim y Tumim”.

- Por sueños. Mat 1:20: “Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo

de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Rúaj HaCodesh es”.

- Audible. Núm 7:89: “Y cuando entraba Moisés en el tabernáculo de reunión, para hablar con Elohím, oía la voz

que le hablaba de encima del propiciatorio que estaba sobre el arca del testimonio, de entre los dos querubines; y

hablaba con él”.

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1 Samuel 28:6 es una porción interesante que respalda lo anterior: “Y consultó Saúl a YAHWEH; pero YAHWEH no

le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas”.

Analizaremos un método que podemos utilizar para alcanzar dirección en nuestras vidas:

El consejo, un modo de guiarnos

El propósito del artículo es demostrar, por medio de los Escritos Sagrados, la importancia que tiene el consejo como

modo de guía.

El análisis del texto Ezequiel 7:25-26 es muy importante para alcanzar claridad en el asunto.

Ezequiel 7:25-26: “Destrucción viene; y buscarán la paz, y no la habrá. Quebrantamiento vendrá sobre

quebrantamiento, y habrá rumor sobre rumor; y buscarán respuesta del profeta, más la ley se alejará del sacerdote,

y de los ancianos el consejo”.

En esta porción observamos cómo Elohím manifiesta su ira hacia Israel por causa de pecado. Es interesante ver que

uno de los resultados de la desobediencia es que YAHWEH escondería de Israel el consejo de los ancianos.

En el versículo 26, existe un paralelismo entre la revelación profética y el consejo de los ancianos, teniendo el

consejo un elevado atributo.

Esto nos da señas de que ambos elementos tienen igual categoría (V26>buscarán respuesta del profeta, más la ley se

alejará del sacerdote, y de los ancianos el consejo).

2 Samuel 16:23 es otro texto muy importante, el cual muestra la veracidad del consejo. 2 Samuel 16:23: “Y el consejo

que daba Ahitofel en aquellos días, era como si se consultase la palabra de Elohím. Así era todo consejo de Ahitofel,

tanto con David como con Absalón”.

David era un ungido del Todopoderoso, hombre lleno de Rúaj, rodeado de sacerdotes y profetas. Sin embargo, él

estimaba en gran manera el consejo de Ahitofel, tan es así, que el consejo de Ahitofel era como la palabra de Elohím

en los días de David y Absalón.

Podríamos pensar que Ahitofel era un hombre sabio, en quien único se cumplía este don, pero 1 Crónicas 27:32-33

nos muestra que David tenía más de un consejero: “Y Jonatán tío de David era consejero, varón prudente y escriba;

y Jehiel hijo de Hacmoni estaba con los hijos del rey. También Ahitofel era consejero del rey, y Husai arquita amigo

del rey”.

Salomón, amado de YAHWEH, corroboró esta actitud de su padre David, escribiéndola en uno de sus proverbios.

Proverbios 24:6: “Porque con ingenio harás la guerra, Y en la multitud de consejeros está la victoria”.

¡Si David necesitaba de consejeros, para buscar dirección, ¿cuánto más nosotros?!

Con el propósito de ahondar más en el tema, analicemos otras porciones de vital importancia, las cuales demuestran

que el consejo es una herramienta eficaz.

1 Re 1:11-13: “Entonces habló Natán a Betsabé madre de Salomón, diciendo: ¿No has oído que reina Adonías hijo

de Haguit, sin saberlo David nuestro señor? Ven pues, ahora, y toma mi consejo, para que conserves tu vida, y la de

tu hijo Salomón. Ve y entra al rey David, y dile: Rey señor mío, ¿no juraste a tu sierva, diciendo: Salomón tu hijo

reinará después de mí, y él se sentará en mi trono? ¿Por qué, pues, reina Adonías?”.

El procedimiento anunciado por el profeta Natán no tenía vínculo alguno con revelaciones directas de Elohím, esta

estrategia solo respondía a su sabiduría y entendimiento, por lo que así pudo dar un consejo aceptado.

Imaginemos que Betsabé hubiera endurecido su corazón, rechazando el consejo de Natán, por el simple hecho de no

ser revelación directa de YAHWEH.

Al final, se hubiese cumplido la profecía del reinado de Salomón sobre Israel (1 Crónicas 28:5-6), pero de seguro

Betsabé no hubiera sido protagonista de este ascenso real, teniendo Elohím otra variante para hacerlo.

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De igual modo, pasaría con el conocido pasaje de Éxodo 18:13-27:

Éxodo 18:19-20: “Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Elohím estará contigo. Está tú por el pueblo delante de

Elohím, y somete tú los asuntos a Elohím. Y enseña a ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por

donde deben andar, y lo que han de hacer”.

Jetro aconseja a Moisés, conforme con su experiencia y sabiduría, no conforme con revelaciones directas de Elohím

en cuanto al asunto.

La actitud de Moisés es una evidencia de la eficacia del consejo, por cuanto él oyó la voz de su suegro, sometiéndose

a su recomendación.

Imaginemos que Moisés no hubiera escuchado el consejo de su suegro. La respuesta a esta incógnita la dejo a

consideración del lector.

Lo que sí es innegable son los resultados favorables que tuvieron Moisés y Betsabé al escuchar y poner por obra un

consejo; de esta manera queda confirmado el consejo como método para guiarnos.

Existe una cuerda muy fina, la cual debemos transitar a la hora de recibir consejos, y mucho más cuando queremos

ponerlos en práctica.

El asunto es que no todos están capacitados para dar un consejo eficaz, lo que implica que debemos ser muy

selectivos a la hora de escoger de quién recibir un consejo.

Proverbios 12:5 nos ayuda a establecer normas de protección para determinar de quién oír un consejo:

Proverbios 12:5: “Los pensamientos de los justos son rectitud; Mas los consejos de los impíos, engaño”.

Existen otras porciones que consolidan Proverbios 12:5:

Job 21:14-16: “Dicen, pues, a Elohím: Apártate de nosotros, Porque no queremos el conocimiento de tus caminos.

¿Quién es el Todopoderoso, para que le sirvamos? ¿Y de qué nos aprovechará que oremos a él? He aquí que su bien

no está en mano de ellos; El consejo de los impíos lejos esté de mí”.

Sal 1:1-2: “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en

silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Yahweh está su delicia, Y en su ley medita de día y de

noche”.

De estos pasajes escriturales, no hay mucho de que comentar en cuanto al consejo, pues la esencia de la enseñanza

está muy clara. Bajo ningún concepto podemos poner oídos a los consejos de los impíos.

En ocasiones, podemos encontrar consejos no adecuados de personas observadoras de los mandamientos de Elohím.

1 Reyes 12:13-14 nos ofrece un escenario bíblico que no podemos ignorar:

1 Reyes 12:12-14: “Al tercer día vino Jeroboam con todo el pueblo a Roboam, según el rey lo había mandado,

diciendo: Volved a mí al tercer día. Y el rey respondió al pueblo duramente, dejando el consejo que los ancianos le

habían dado; y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre agravó vuestro yugo, pero yo

añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones”.

Notemos que, en este caso, la causa del error no consiste en poner por obra los consejos de un impío, sino en

depositar la confianza en personas no experimentadas. Roboam atiende el consejo de los jóvenes, subestimando el

consejo de los ancianos, cometiendo, de esta forma, un error.

Aun cumpliéndose los designios de Elohím (1 Reyes 12:15), no significa que el consejo de los jóvenes fuera el

correcto, solo que el Todopoderoso sabía que para tomar su decisión, Roboam prestaría atención a la entidad

incorrecta, cumpliéndose, de esta forma, lo que ya había sido profetizado.

Es decir, en 1 Reyes12:13-14 la comparación no es entre justos e impíos, sino entre ancianos y jóvenes, ambos se

suponen que eran obedientes a los mandamientos de YAHWEH, por lo menos, el texto no demuestra lo contrario.

De este modo, apreciamos que los ancianos son mucho más certeros que los jóvenes a la hora de ofrecer consejos.

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¿Por qué los ancianos tienen más crédito a la hora de aconsejar?

Una respuesta atractiva al respecto la podemos encontrar en Job 12:12: “En los ancianos está la ciencia, Y en la

larga edad la inteligencia”.

Igualmente, en Ezequiel 7:26 literalmente se nos habla del consejo de los ancianos, es decir, se especifica de dónde

tiene que venir el consejo (de los ancianos), para que se comparare con las palabras proféticas (V26> buscarán

respuesta del profeta, más la ley se alejará del sacerdote, y de los ancianos el consejo).

Entonces, tenemos otro elemento más, que nos puede servir para identificar de quién recibiremos consejos: de los

ancianos, no de los jóvenes.

Por último, analizaremos el factor más importante para discernir la autenticidad del consejo: no puede faltar a

nuestras vidas el conocimiento de la voluntad de Elohím.

Para ilustrar este elemento, analizaremos dos ejemplos ya enunciados.

Comencemos por 1 Re 1:11-13: “Entonces habló Natán a Betsabé madre de Salomón, diciendo: ¿No has oído que

reina Adonías hijo de Haguit, sin saberlo David nuestro señor? Ven pues, ahora, y toma mi consejo, para que

conserves tu vida, y la de tu hijo Salomón. Ve y entra al rey David, y dile: Rey señor mío, ¿no juraste a tu sierva,

diciendo: Salomón tu hijo reinará después de mí, y él se sentará en mi trono? ¿Por qué, pues, reina Adonías?”.

Existían muchos motivos para que Betsabé prestara atención al consejo de Natán.

Primeramente, Natán era un hombre consagrado a Elohím, siendo uno de los profetas más cercanos al rey David, por

otro lado, era un anciano devoto, lleno de sabiduría y entendimiento. El elemento más importante que favoreció que

Betsabé escuchara a Natán en su consejo, es que ella tenía pleno conocimiento de la voluntad de YAHWEH.

Antes del nacimiento de Salomón, YAHWEH había anunciado que este sería Rey de Israel, por lo que la base del

consejo de Natán iba en esta dirección.

1 Cr 22:9-10: “He aquí te nacerá un hijo, el cual será varón de paz, porque yo le daré paz de todos sus enemigos en

derredor; por tanto, su nombre será Salomón, y yo daré paz y reposo sobre Israel en sus días. El edificará casa a mi

nombre, y él me será a mí por hijo, y yo le seré por padre; y afirmaré el trono de su reino sobre Israel para

siempre”.

En Betsabé se pone de manifiesto los tres factores más importantes que determinan si un consejo es eficaz:

1- No escuchar consejos de impíos (Pr 12:5).

2- Los ancianos reciben más autoridad que los jóvenes, en el momento de proferir un consejo (Job 12:12), (Ez 7:26).

3- Conocer la voluntad de Elohím.

Betsabé no cuestionó el consejo de Natán, puesto que se correspondía con los designios del Todopoderoso (1 Cr22:9-

10).

En el caso de Éxodo 18:13-27, se presenta un escenario similar, donde el factor determinante para la aceptación del

consejo de Jetro por parte de Moisés es el conocimiento de la voluntad de Elohím.

El versículo 23 de Éxodo 18 nos los muestra: “Si esto hicieres, y Elohím te lo mandare, tú podrás sostenerte, y

también todo este pueblo irá en paz a su lugar”. En el texto está implícito que Moisés consulta la voluntad de Elohím

para determinar si ejecutaba o no el consejo de Jetro.

No podemos finalizar esta enseñanza sin citar un texto de mucho valor. Aunque esta porción aparezca en libros

deuterocanónicos, tiene un contenido muy lleno de sabiduría y conocimiento que les será de mucha bendición.

Sirac 37:7-15: “Todo consejero indica el camino, pero algunos aconsejan en propio provecho. Ten cuidado con el

consejero; primero averigua qué necesita. Porque él piensa en sus propios intereses y en cómo sacar provecho del

asunto. Entonces te dice: “Vas por buen camino”, y después se aparta a mirar cómo te arruinas. No pidas consejo a

tus enemigos, ni cuentes tus planes secretos a quienes te envidian. No pidas a una mujer consejo sobre su rival; ni al

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que busca botín, sobre la guerra; ni a un comerciante, sobre negocios; ni a un comprador, sobre la venta; ni a un

malvado, sobre la generosidad; ni a un cruel, sobre la bondad; ni al ocioso, sobre el trabajo; ni al guardián de un

campo, sobre la cosecha. Pide consejo a uno que respete siempre a Elohím, que tú sepas que cumple los

mandamientos y tiene sentimientos iguales a los tuyo, de manera que, si tropiezas, sufrirá contigo. Atiende también a

lo que te aconseja tu propio juicio, pues nadie es para ti más digno de confianza que él. El propio juicio le advierte

al hombre más cosas que siete centinelas en una atalaya. Y, además de todo esto, pídele a Elohím que te mantenga

en el camino de la verdad”.

Analizando Sirac 37:7-15, vemos que en todo momento confirma las enseñanzas antes ilustradas, por lo que es un

texto que debemos considerar como un componente más de nuestra enseñanza.

“Conozco, oh YAHWEH, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus

pasos”. JEREMÍAS 10:23

“Mejor es el muchacho pobre y sabio, que el rey viejo y necio que no admite consejos”. ECLESIASTÉS 4:13

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