EL CORDERO DE DIOS COMOmanaeterno.org/LATRAYECTORIADELCORDERODEDIOS-wss..libro4.pdf · Ni la luna...

Serie 1990

Serie 1990

Este mensaje predicado por nuestro amado

hermano William Soto Santiago,

Es distribuido gratuitamente.

“Y el Espíritu y la esposa dicen: Ven. Y el que oye

diga: Ven. Y el que tiene sed venga; y el que

quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.”

Apocalipsis 22:17

CONTENIDO

EL CORDERO DE DIOS

HABLANDO LA PALABRA 5

EL CORDERO DE DIOS TRAE LA

BENDICION DEL PRIMOGENITO 13

LA VOZ DEL CORDERO DE DIOS

JUNTANDO A LOS ESCOGIDOS 33

EL CORDERO DE DIOS

JUNTANDO LOS ESCOGIDOS 38

Salmo 121

Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?

2 Mi socorro viene de Jehová,

Que hizo los cielos y la tierra.

3 No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda.

4 He aquí, no se adormecerá ni dormirá

El que guarda a Israel.

5 Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha.

6 El sol no te fatigará de día,

Ni la luna de noche.

7 Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma.

8 Jehová guardará tu salida y tu entrada

Desde ahora y para siempre.

44 WILLIAM SOTO SANTIAGO

gran voz de trompeta en esta ocasión. Dios te bendiga, Dios te

guarde, amigo radioyente y amigo aquí presente.

Y recuerda que El te está llamando y juntando a todos los

escogidos. Y tú, siendo un escogido de Dios, en esta noche has

podido escuchar la trompeta de Dios, con la cual el Cordero de Dios

está llamando y juntando a los escogidos.

``EL CORDERO DE DIOS JUNTANDO LOS

ESCOGIDOS.'' Dios les bendiga a todos, Dios les guarde y les prepare para

recibir la bendición de la primogenitura, que es la bendición para la

cual el Cordero de Dios está juntando a los escogidos.

El cuerpo eterno que hemos de poseer es una bendición que se

encuentra en la bendición del Primogénito. El está juntando a los

escogidos para darle la bendición de la primogenitura. Por esa causa

el Cordero de Dios, con gran voz de trompeta, está juntando los

escogidos.

Dios les bendiga a todos. Muchas gracias por vuestra amable

atención, amigos radioyentes y amigos aquí presentes.

Con nosotros nuevamente el señor Miguel Bermúdez Marín

para concluir nuestra parte en esta noche.


ESCOGIDOS.''

“La Trayectoria del Cordero de Dios”

EL CORDERO DE DIOS

HABLANDO LA PALABRA

Por William Soto Santiago

Sábado, 5 de mayo de 1990

Ciudad Guatemala, Guatemala

Muy buenas tardes, amados amigos y hermanos, colaboradores

en la obra de Dios, ministros del Señor Jesucristo en esta hora,

personas que trabajamos en una u otra forma en la obra de Dios, es

para mí un privilegio muy grande estar con ustedes en esta tarde, ver

a cada uno de ustedes; y también ver y entender la labor que están

llevando a cabo aquí en Guatemala.

Estuve viendo la construcción que se llevó a cabo, la cual es una

labor muy hermosa e importante, para beneficio de todos los que se

reúnen en ese auditorium, y de beneficio para toda la obra de Dios.

También he estado viendo, entendiendo, la labor que están llevando

a cabo en una u otra forma para que el mensaje llegue a las personas

que todavía no han llegado. También he visto cómo el mensaje ha

llegado a muchas personas, y cómo ha traído a esas personas al seno

de la Palabra de Dios, y al seno de nuestra Edad. Tenemos por

delante una labor muy importante, la cual ya ha comenzado, y cada

día esa labor es más importante en la obra de Dios.

Hemos visto cómo la Palabra ha estado recorriendo toda la

América Latina, cómo ha sido llevada la Palabra por medio de las

cintas grabadas, películas de video, y aun de televisión; y también a

través de folletos, y de otras formas diferentes, tales como el

periódico, a través del cual la Palabra ha corrido y ha llegado al oído

y al corazón de muchas personas; también siendo predicada

personalmente, ha llegado a muchas personas.

Y toda esta obra que estamos viendo, y a los jóvenes

moviéndose en este tiempo para trabajar en la obra de Dios, los

adultos y también los niños, no es otra cosa sino un Gran

Movimiento Divino en el cual el Cordero de Dios, el Señor

Jesucristo, está llevando a cabo una gloriosa labor en la Trayectoria


Divina, en la cual está señalada esta Obra del tiempo final. Y

estamos viendo cómo el Cordero de Dios, que es la Palabra...

``En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el

Verbo era Dios.

Por El fueron hechas (creadas) todas las cosas, y sin El, no fue

hecho nada de lo que fue hecho.''

Todo lo que se relaciona a Creación Divina, se lleva a cabo por

la Palabra hablada. Y lo lleva a cabo el Cordero de Dios. Lo lleva a

cabo el Verbo, que es el Cordero de Dios.

``Y aquel Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros (y vimos

su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de

verdad.''

Y cuando Juan vio al Verbo hecho carne, dijo: ``He aquí el

Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.'' Y Juan bautizó al

Cordero de Dios, a la Palabra hecha carne. Juan también escuchó al

Verbo, la Palabra hecha carne. Y también lo escucharon multitudes

de personas en aquel tiempo. Y los que recibieron esa Palabra que el

Verbo hecho carne estaba hablando, fueron bendecidos. Aun el

mismo Juan el Bautista decía: ``El amigo del esposo escucha la voz

del esposo (cuando le esta hablando a la esposa), y se alegra de la

voz del esposo.''

Así que Juan también sabía del mensaje que estaba predicando

el Señor Jesucristo. Y conociendo estas cosas, y sabiendo que Dios

le había dicho: ``Sobre quien tú veas el Espíritu Santo descender en

forma de paloma, sobre quien tú veas esta señal, ese es el Cordero de

Dios, ese es el Mesías, el Cristo.'' Y él dice: ``Y yo vi al Espíritu

Santo descender sobre El (sobre Jesús de Nazaret); por lo tanto, éste

es el Cordero de Dios.''

Y podemos ver el Cordero de Dios que es la Palabra. Y por la

Palabra fueron hechas, y seguirán siendo hechas, todas las cosas que

Dios tiene en Su Programa. Porque Dios creó los cielos y la Tierra

por Su Palabra. El Verbo, la Palabra, es el Autor de la creación, es el

Padre de la creación. Por esa causa cuando se manifiesta el Verbo,

una obra de creación se lleva a cabo. Vean ustedes que el Verbo

manifestado en carne humana tenía todo el Programa Divino sellado

EL CORDERO… JUNTANDO A LOS ESCOGIDOS 43

Apocalipsis 22:16:

``Yo Jesús he enviado mi ángel para dar testimonio de estas

cosas en las iglesias.''

El Ángel mensajero del Señor Jesucristo viene con el doble

ministerio de Moisés por segunda vez, y de Elías por quinta vez,

llamando y juntando a todos los escogidos con gran voz de trompeta.

Es el Cordero de Dios, el Señor Jesucristo, por medio de Su

Ángel mensajero, el que lleva a cabo esta obra del tiempo final, la

obra de llamar y juntar a todos los escogidos, para luego producir la

Resurrección de los muertos en Cristo en cuerpos incorruptibles, y la

Transformación de los escogidos que están vivos en este tiempo; los

cuales son llamados y juntados por el mensaje de gran voz de

trompeta, por medio del Ángel mensajero del Señor Jesucristo, que

es el instrumento que el Cordero de Dios usa en este tiempo final

para llamar y juntar a todos los escogidos.

“EL CORDERO DE DIOS JUNTANDO LOS

ESCOGIDOS,” con el mensaje de la trompeta final, con el mensaje

de la Gran Voz de Trompeta.

El Cordero de Dios está llamando a todos los escogidos con el

mensaje de la trompeta final.

Amigo radioyente y amigo presente aquí en este lugar: Dios está

haciendo llegar a tus oídos y a tu corazón el mensaje de la Gran Voz

de Trompeta, y está llamando y juntando a todos los escogidos en

este tiempo final.

La voz del Señor Jesucristo, la voz de gran voz de trompeta, ha

llegado a tus oídos; y ha llegado a tu corazón en esta noche, porque

El está llamándote: El está llamando y juntando a Sus escogidos en

este tiempo final, para luego darnos un cuerpo eterno, para que

podamos regresar a la Casa de nuestro Padre celestial.

Nosotros hemos salido de Dios, hemos venido de Dios. Y en

este tiempo final regresamos a Dios, a la Casa de nuestro Padre

celestial, con vida eterna, en un cuerpo eterno. Porque somos los

Hijos de Dios, los herederos de Dios, los escogidos de Dios. Y en

este tiempo final el Cordero de Dios, con Gran Voz de trompeta, está

juntando los escogidos. Por esa causa ha llegado a ti el mensaje de


tales también los celestiales.

Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos

también la imagen del celestial.

Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden

heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.''

Es necesario entonces que este cuerpo mortal sea vestido de

inmortalidad, y es necesario que los muertos resuciten en cuerpos

inmortales, para poder vivir eternamente. Y todo esto se estará

llevando a cabo en este tiempo final; porque este es el tiempo de la

Gran Cosecha, este es el tiempo en que el Señor recoge a todos los

escogidos, los cuales están representados en el trigo.

Así que estamos viviendo en el tiempo más grande y glorioso de

todos los tiempos, en el tiempo en el cual el Cordero de Dios, el

Señor Jesucristo, por medio de Su Ángel mensajero, llama y junta a

todos los escogidos, para regresar a la vida eterna con un cuerpo

eterno, inmortal, incorruptible.

El dijo que enviaría Sus Ángeles con gran voz de trompeta, y

juntarían a todos los escogidos. El ministerio de los Ángeles del

Señor, es el ministerio de los Ángeles de la gran cosecha, es el

ministerio de los Ángeles que recogen a todos los hijos de Dios, es el

ministerio de los dos Olivos, es el ministerio de los dos Candeleros

de Apocalipsis capítulo 11, y también de Zacarías capítulo 4. Este es

el ministerio de Moisés manifestado por segunda vez en este planeta

Tierra; y es también el ministerio de Elías manifestado por quinta

vez.

El ministerio de Elías se manifestó por primera vez en Elías

Tisbita; y se manifestó por segunda vez en Eliseo, el cual tuvo la

doble porción del espíritu que estaba en Elías; y luego en Juan el

Bautista se manifestó por tercera vez, el cual vino en el Espíritu y

virtud de Elías.

El Espíritu de Elías se manifestó por cuarta vez en William

Marrion Branham, el mensajero de la séptima etapa o Edad de la

Iglesia gentil, y precursor de la Segunda Venida del Señor. Y se

manifiesta por quinta vez en el Ángel mensajero que el Señor

Jesucristo envía en este tiempo final. Como está prometido en

EL CORDERO DE DIOS HABLANDO LA PALABRA 7

en El. Y Jesús comenzó a llevar a cabo una labor, una obra, cuando

estuvo en carne humana.

Muchas personas pensaban que era algo humano. Y los que

sabían que no era algo humano… Algunos de los que no creían,

entonces decían que eso sobrenatural que ellos veían era del diablo.

Pero no era del diablo, sino de Dios. Ellos pensaban que era el

príncipe de los demonios; pero más bien era el Príncipe de Paz, era

Melquisedec, el Rey de Salem, el Rey de Paz y Sacerdote del Dios

Altísimo manifestado en carne humana, llevando a cabo una obra

creadora para nuestro regreso a la vida eterna.

En palabras más claras: El Señor estuvo preparando todo,

porque la forma en que usted y yo teníamos que venir aquí a la

Tierra a vivir, no se llevó a cabo en la forma correcta después de ``la

caída;'' y por lo tanto no pasamos por la Sexta Dimensión, como

teníamos que pasar para obtener nuestro cuerpo teofánico... Pero el

Señor en Su obra y manifestación en Su Primera Venida, hizo el

camino para nosotros poder pasar por la Sexta Dimensión, y obtener

nuestra teofanía, y luego obtener, en la Resurrección de los muertos

y la Transformación de los vivos, el cuerpo eterno que nos

corresponde a nosotros como hijos de Dios; el cual ha sido diseñado

y predestinado para cada uno de nosotros desde antes de la fundación

del mundo.

Así que todas estas cosas las podemos ver cómo han estado

siendo llevadas a cabo. Y podemos ver que todo ha sido llevado a

cabo por el Verbo de Dios, el Cordero de Dios, a medida que se ha

ido manifestando en Su trayectoria. Así que lo vimos también en ``la

creación.'' ``Por El fueron hechas (creadas) todas las cosas, y sin El

nada de lo hecho (creado), fue hecho.'' Por lo tanto, podemos ver que

todo es hecho por el Cordero de Dios, porque es una obra de

creación la que El lleva a cabo a través de Su trayectoria desde la

eternidad hasta la eternidad, pasando por este ciclo terrenal de

tiempo, el cual es temporero.

Ahora, estamos nosotros viviendo en un tiempo muy

importante, en donde la Palabra tiene que ser hablada para que se

lleve a cabo la Obra Divina, la Obra Creadora, que culminará con la


creación de nuestros cuerpos eternos, en el tiempo en que los

muertos resuciten, y nosotros recibamos nuestro nuevo cuerpo.

Nosotros veremos a los muertos resucitados, y recibiremos nuestro

nuevo cuerpo, del polvo de la tierra. Ya nosotros tenemos reservado

el polvo de la tierra que Dios va a usar. Así que solamente estamos

esperando por esa obra creadora, por esa Palabra creadora de la

trompeta final, que se lleve a cabo la creación de los cuerpos eternos

que hemos de recibir todos los escogidos, tanto los que estamos

vivos y los que partieron en el pasado.

También el recogimiento de todos los escogidos se lleva a cabo

por esa misma Palabra creadora, la cual penetra hasta lo profundo

del corazón de las personas, y comienza ahí a crear una Obra Divina,

la cual culminará con la transformación de esa persona que está

escrita en el Libro de la Vida del Cordero. Así que nosotros estamos

trabajando en una Obra de Creación. Y esto es tan grande y tan

importante que nuestra mente terrenal no puede captar

completamente lo que eso significa para cada uno de nosotros. Pero

una cosa sí sabemos: que tenemos la promesa de un cuerpo nuevo, y

tenemos la Palabra creadora, que es la Trompeta Final que producirá

lo que Dios ha prometido. El no hace nada si no es por Su Palabra.

A través de las Edades del pasado el Cordero de Dios estuvo

manifestándose y hablando por medio de cada uno de los mensajeros

que envió en el Antiguo Testamento y también en el Nuevo

Testamento. La Palabra, el Verbo, se hizo carne en la porción que

correspondió para cada etapa. Y luego de hacerse carne, esa Palabra

se expresó, se manifestó, fue hablada esa Palabra; y una Obra fue

llevada a cabo.

Tenemos la Obra más grande de todos los tiempos: la obra que

por la Palabra creadora llevará a cabo el regreso de todos los hijos de

Dios a la vida eterna. Esto no es una obra humana; es una obra del

Cordero de Dios, que es el Verbo. ``En el principio era el Verbo, y el

Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.'' Y sigue siendo Dios a

través de toda su trayectoria. El Verbo se hace carne y de esa manera

se expresa, se manifiesta; y así surge el mensaje correspondiente. Y

ese mensaje es el Verbo manifestado en forma de mensaje, así como


Porque es necesario que esto corruptible se vista de

incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.

Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y

esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la

palabra escrita: Sorbida es la muerte en victoria.''

Luego no habrá muerte para los escogidos, para los hijos de

Dios; porque ya todos tendremos un cuerpo incorruptible, un cuerpo

eterno.

Estamos viviendo en el tiempo en donde el mismo Señor

Jesucristo, con trompeta de Dios, llama y junta a todos los escogidos.

¿Para qué? Para llevar a cabo la Resurrección de los muertos, y

luego la Transformación de nosotros los que estamos vivos. El dijo:

``He aquí, la hora viene cuando todos los muertos escucharán la voz

del Hijo de Dios, y se levantarán.''

El apóstol San Pablo, en Primera de Corintios 15, verso 44 en

adelante, también dice:

``Se siembra cuerpo animal (el cuerpo que nosotros poseemos

es un cuerpo mortal, un cuerpo que es de esta Tierra), resucitará

cuerpo celestial. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual.''

Tendremos a los muertos en Cristo resucitados en un cuerpo

celestial, un cuerpo que no está ni limitado al tiempo, ni a la

dimensión terrenal; no estará limitado a las cosas a las cuales están

limitados estos cuerpos mortales; porque será un cuerpo

interdimensional, será un cuerpo que no tendrá barreras de

dimensiones ni de tiempo, ni de edad; ni de ninguna cosa tendrá

limitaciones: Ni se enfermará, ni se envejecerá. Será un cuerpo para

vivir por toda la eternidad.

``Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre, Adán,

alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante (que es el Señor

Jesucristo).

Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo

espiritual.

El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre,

que es el Señor, es del cielo.

Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial,


la imagen y semejanza del Señor Jesucristo, y así tener un cuerpo

eterno, tener un cuerpo incorruptible, el cual Dios ha prometido para

cada Hijo de Dios.

Y cuando esto se realice, esto será la adopción de los hijos de

Dios; esto será la redención de nuestros cuerpos terrenales. Nuestros

cuerpos terrenales serán redimidos, serán convertidos en cuerpos

eternos; vendrá una transformación para nuestros cuerpos, para

impartirles vida eterna.

Y por esa causa el Cordero de Dios en Su trayectoria, en la Obra

que corresponde a la trayectoria del Cordero de Dios en este tiempo

final, está llamando y juntando a todos los escogidos. El apóstol San

Pablo dijo en Primera de Tesalonicenses 4:

``Porque el mismo Señor descenderá del cielo, con aclamación,

voz de arcángel, y trompeta de Dios; y los muertos en Cristo

resucitarán primero.

Y luego nosotros que vivimos, los que hayamos quedado;

juntamente con ellos seremos arrebatados para recibir al Señor en

el aire.''

Esa es una Promesa Divina para cada Hijo de Dios. El ha

prometido que el mismo Señor con aclamación, con voz de arcángel

y con trompeta de Dios descenderá del Cielo para llevar a cabo esta

Obra, la cual se lleva a cabo en este tiempo. Y el Cordero junta a

todos los escogidos para nuestro regreso a la vida eterna.

En esta Carta de Primera Tesalonicenses 4, verso 16 en

adelante, lo hemos visto. Y también en Primera de Corintios 15,

encontramos que el apóstol San Pablo nos habla de esta Gran

Manifestación Divina de los Hijos de Dios en el tiempo final, cuando

el Cordero de Dios haya juntado, recogido, a todos los escogidos.

Dice el apóstol San Pablo en Primera de Corintios 15, verso 51 en

adelante:

``He aquí, os digo un misterio: Todos ciertamente no

dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en

un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la

trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros

seremos transformados.


la Biblia es la Palabra escrita, el Verbo en forma de letra.

Y en este tiempo en que vivimos tenemos el Verbo en forma de

mensaje. El es la Palabra, el mensaje. Tenemos la Palabra para que

vaya encarnándose en cada ser humano que ha de recibir esa

transformación que tanto nosotros necesitamos.

Así que es una Obra de creación la que El está llevando a cabo,

que culminará con la creación del cuerpo eterno que El ha prometido

para cada uno de los escogidos.

Así que llevemos siempre hacia adelante por todos los lugares el

mensaje; porque estamos llevando al Cordero de Dios en forma de

mensaje. Y él penetra hasta lo profundo del corazón de las personas,

y comienza ahí una Obra de creación, que culminará con la creación

del cuerpo eterno.

Así que estamos en el tiempo más grande y glorioso de todos

los tiempos. Encontramos al Cordero que tomó el Libro, y luego

abrió los Sellos; pero encontramos al Cordero como León de la tribu

de Judá llevando a cabo esa obra gloriosa, para reclamar a todos los

que El redimió; reclamar toda la creación, la cual está sellada en ese

Título de Propiedad o Libro de los Siete Sellos, y luego desciende a

la Tierra en Su Segunda Venida como el Angel fuerte, con el arco

iris sobre Su cabeza, y con el Librito abierto en Su mano; y clama

como cuando ruge, no como un cordero, sino un León. Y es el

Cordero de Dios, el Señor Jesucristo, rugiendo como un león.

Los Sellos son abiertos en el Cielo, y muestran la historia

pasada y las cosas que ocurren en el presente, y muestran también las

cosas que han de ocurrir. Y emiten sus voces aquí en la Tierra, en la

Segunda Venida del Señor, para darle a los escogidos la fe de Rapto,

de Transformación, la fe que cada uno de nosotros necesitamos para

poder obtener la transformación de nuestro cuerpo.

Así que tenemos también que escuchar la voz del Cordero de

Dios rugiendo como un León, emitiendo esos siete Truenos que

revelan el Séptimo Sello, y esos Truenos son la voz del Señor, son el

mensaje del Señor de este tiempo final, el mensaje de la Tercera

Dispensación, el mensaje del Evangelio del Reino, proclamando el

Séptimo Sello.


¿Todos entendieron lo que les dije? Proclamando la Segunda

Venida del Señor Jesucristo como León de la tribu de Judá, como

Rey de reyes y Señor de señores.

Así como el Evangelio de la gracia proclamó la Primera Venida

del Señor Jesucristo como Cordero de Dios; proclamó la Venida del

Cordero de Dios en Su Obra Expiatoria; asimismo el mensaje del

Evangelio del Reino, que son los Siete Truenos de Apocalipsis,

proclaman la Segunda Venida del Señor, la Venida del Cordero de

Dios como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor

de señores, para así darle al pueblo de Dios una fe que no tenía antes.

La fe de una nueva Dispensación, la revelación de una Tercera

Dispensación, la revelación de la Segunda Venida del Señor

Jesucristo como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y

Señor de señores, llevando a cabo la obra de reclamo que

corresponde para este tiempo final.

Y así cumplirá lo que le prometió a cada uno de Sus hijos: un

cuerpo eterno para reinar con el Señor Jesucristo durante el Milenio

y por toda la eternidad; porque El nos ha hecho reyes y sacerdotes; y

reinaremos con Cristo por mil años (y eso es para comenzar), y luego

por toda la eternidad. Y todo esto lo hace el Cordero en Su

trayectoria en beneficio de toda la creación.

Así que podemos ver al Cordero de Dios hablando la Palabra,

podemos ver al Cordero de Dios rugiendo como un león, emitiendo

esos Truenos, que es la voz del Señor Jesucristo en Su Venida. Y

esos Siete Truenos son el mensaje del Evangelio del Reino, es el

mensaje de Gran Voz de Trompeta, es el mensaje de la trompeta

final, es el mensaje de la trompeta del año del jubileo actualizada en

este tiempo final.

El Cordero de Dios hablando la Palabra, rugiendo como un

león, hablando los Siete Truenos apocalípticos, para darle a Su

pueblo la fe, la revelación, para nuestra Transformación, la cual tanto

necesitamos nosotros.

``EL CORDERO DE DIOS HABLANDO LA PALABRA.''

Y eso mismo es lo recomendado para cada uno de nosotros:

“¡Habla la Palabra! Haz que el mensaje llegue en forma de


El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que

somos hijos de Dios.

Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos

con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que

juntamente con él seamos glorificados.

Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no

son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de

manifestarse.

Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la

manifestación de los hijos de Dios.

Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia

voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque

también la creación misma será libertada de la esclavitud de

corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.

Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está

con dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino que también

nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros

también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la

adopción, la redención de nuestro cuerpo.

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les

ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son

llamados.

Porque a los que antes conoció, también los predestinó para

que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo...''

Aquí tenemos la Escritura que nos identifica como Hijos de

Dios; la cual da testimonio de que Dios ha colocado a Sus Hijos aquí

en el planeta Tierra con un Propósito Divino; y son herederos de

Dios y coherederos con Cristo Jesús.

Estos Hijos de Dios todavía no han estado manifestados como

Hijos de Dios en esta Tierra; es decir, nunca han estado manifestados

en cuerpos eternos a imagen y semejanza del Señor Jesucristo; sino

que han estado aquí en la Tierra en un cuerpo mortal, temporero,

corruptible.

Y se ha estado llevando a cabo aquí en la Tierra un Programa

Divino, el cual lleva a los Hijos de Dios a la perfección, para obtener


EL CORDERO DE DIOS

JUNTANDO LOS ESCOGIDOS


Viernes, 11 de mayo de 1990

Nicaragua

Muy buenas noches, amigos presentes y amigos radioyentes, es

para mí un privilegio muy grande estar con ustedes en esta ocasión, y

transmitir mi saludo a través de esta radioemisora amiga.

En esta noche quiero leer una escritura bíblica, en el Evangelio

Según San Mateo, capítulo 24, verso 31:

``Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a

sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo

hasta del otro.''

A través de la historia bíblica encontramos al Cordero de Dios

en Su trayectoria llevando a cabo una Obra Divina; y esta Obra

Divina es el programa trazado por Dios desde antes de la fundación

del mundo.

En esta noche, veremos al Cordero de Dios en Su trayectoria

juntando a los escogidos.


ESCOGIDOS.''

¿Quiénes son los escogidos? Son los Hijos de Dios, los cuales

han sido enviados a este planeta para vivir una temporada aquí en la

Tierra, para participar del Programa Divino que Dios lleva a cabo en

el tiempo en que El lo envía. Así que los escogidos de Dios son los

Hijos de Dios, los cuales han venido de la eternidad.

Hablando de estos Hijos de Dios, el apóstol San Pablo, en la

Carta a Los Romanos, capítulo 8, verso 14 en adelante, dice:

``Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios,

éstos son hijos de Dios.

Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra

vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el

cual clamamos: ¡Abba, Padre!


película (ahí está la voz); haz que llegue en cintas magnetofónicas,

en folletos, y en todas las formas que puedan ser posibles, para que

la voz del Cordero de Dios penetre al corazón de las personas y lleve

a cabo esa obra de creación que El ha prometido para este tiempo

final.”

No hay cosa más importante para escuchar que la voz del

Cordero de Dios.

``EL CORDERO DE DIOS HABLANDO LA PALABRA.'' Dios nos guarde, y nos bendiga con la Palabra hablada del

Cordero de Dios.

Que pasen todos muy buenas tardes. Muchas gracias por vuestra

amable atención. Ha sido para mí un privilegio muy grande estar con

ustedes en esta comida, una cena, tanto material como espiritual.

Y lo más importante es la parte espiritual; la cual es la que nos

une a todos nosotros, y nos deja ver quiénes somos nosotros aquí en

la Tierra, y nos da a conocer que somos hermanos, y que hemos

venido de la eternidad, y que estamos pasando por una temporada

aquí en esta Tierra; porque aquí en la Tierra se está llevando a cabo

una Obra de Creación Divina, la cual el Cordero de Dios está

llevando a cabo. Así que por esa causa estamos aquí.

Y sabemos que somos hermanos, y nos amamos los unos a los

otros con ese Amor divino, con ese Amor con el cual El nos amó a

nosotros; ese Amor eterno, el cual está más allá del entendimiento

humano, el cual sale de lo profundo de nuestros corazones y se

expresa hacia nuestros hermanos.

Así que con ese mismo Amor yo les amo a ustedes, y ustedes

me aman a mí; y por esa causa yo les doy, yo les hablo, la Palabra

del Cordero de Dios; y ustedes reciben esa Palabra, y también la

hablan a otras personas con ese Amor divino. Y así funciona

correctamente esa Palabra creadora. No puede funcionar con un

amor terrenal, sino con Amor divino, y entonces se obtiene la

victoria del Amor divino. Y estamos viviendo en el tiempo de la

victoria del amor divino, porque estamos viviendo en la Edad del

Amor divino, estamos viviendo en la Edad de la Palabra hablada, esa

Palabra creadora, que es la Palabra del Amor divino.


Así que Dios les continúe bendiciendo a ustedes, y a mí

también, con esa Palabra creadora, y con todas las bendiciones que

trae esa Palabra creadora.

Y ya mañana nuevamente estaremos reunidos para continuar

hablando de esa Palabra creadora, y viendo, escuchando,

entendiendo, las cosas que trae esa Palabra creadora, ese mensaje

creador, correspondiente a nuestro tiempo.

Así que Dios les bendiga, Dios les guarde, y hasta mañana

domingo, Dios mediante. Con nosotros Miguel Bermúdez Marín

para concluir en esta tarde.

``EL CORDERO DE DIOS HABLANDO LA PALABRA.''

LA VOZ DEL CORDERO… JUNTANTO A LOS ESCOGID… 37

sola voz: la voz del Cordero de Dios en este tiempo final, en esta

etapa, la cual está bien identificada como la gran voz de trompeta.

Esta es la voz del Cordero de Dios, la voz que dijo en Apocalipsis

capítulo 4:

``Sube acá, y yo te mostraré las cosas que han de ser después

de éstas.''

Es esa la voz del Cordero de Dios hablando directamente al

corazón de cada escogido, para recoger a todos los escogidos; y

producir por la Palabra creadora el nuevo cuerpo que El ha

prometido para cada uno de Sus escogidos.

Este ha sido un saludo con todo mi corazón, y con todo lo que

Dios ha puesto en mi corazón para cada uno de los hijos de Dios.

Este es un saludo con amor divino y con la Palabra divina que El ha

colocado en mi corazón.

Dios les bendiga y les guarde a todos.


eternidad, entonces esa persona puede vivir aquí en la Tierra

tranquila, segura. Y puede decir como dijo el Señor Jesucristo: ``Salí

de Dios y regreso a Dios.''

Cada uno de los hijos de Dios también puede decir como dijo

Jesús: ``Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo

del Hombre, que está en el cielo.'' Y nosotros estamos en lugares

celestiales con Cristo Jesús. Y El dijo: ``Y los ángeles de estos

pequeñitos ven el rostro de mi Padre cada día.'' Aunque estamos aquí

en la Tierra, también estamos en el cielo, en lugares celestiales en

Cristo Jesús. El ángel de cada escogido ve el rostro de nuestro Padre

celestial cada día.

¿Sabe lo que descubrimos con estas cosas, con estas Palabras

del Señor Jesucristo? Que somos seres celestiales. Lo único mortal

que tenemos es el cuerpo físico, y va a ser cambiado. Pronto

obtendremos el cuerpo inmortal.

Así que continuemos entonces escuchando la voz del Cordero

de Dios en este tiempo final, que está llamando y juntando a todos

los escogidos con el mensaje de la gran voz de trompeta, de la

trompeta final, para producir el recogimiento de los escogidos, y

luego la Resurrección de los muertos en Cristo, y la Transformación

de los que estamos escuchando la voz del Cordero de Dios en esta

etapa de la trayectoria del Cordero de Dios.

Dios nos continúe bendiciendo con la voz del Cordero de Dios,

que está llamando a todos los escogidos con gran voz de trompeta.

Con nosotros nuevamente Miguel Bermúdez Marín para

concluir en esta noche nuestra parte. Muchas gracias a cada uno de

ustedes por vuestra atención. Este ha sido mi saludo de parte del que

me envió, del Cordero de Dios, para cada uno de los que tienen su

nombre escrito en el Libro de la vida del Cordero.

Con nosotros Miguel para concluir nuestra parte, y así estar

nuevamente mañana para continuar escuchando la voz del Cordero

de Dios en este tiempo final, en esta etapa de Su trayectoria,

conforme a como Dios lo prometió en Su Palabra para cada uno de

nosotros.

Nosotros continuaremos en esta vida terrenal escuchando una


EL CORDERO DE DIOS TRAE LA

BENDICION DEL PRIMOGENITO


Domingo, 6 de mayo de 1990

San Lucas, Guatemala

Muy buenos días, amigos y hermanos presentes, es para mí un

privilegio muy grande estar con ustedes en este día aquí en San

Lucas, Guatemala; y también con ustedes allá en Cayey, Puerto

Rico; y también con ustedes en Bogotá, Colombia, y demás lugares

de Colombia; y con los diferentes lugares de la América Latina y de

Norteamérica, a través de la línea telefónica.

Es realmente una bendición muy grande poder estar en esta

ocasión con todos ustedes para traer la conferencia de esta ocasión,

titulada ``La bendición del Primogénito;'' la cual encontramos en la

trayectoria del Cordero.

``EL CORDERO DE DIOS TRAE LA BENDICIÓN DEL

PRIMOGENITO.''

Quiero leer una escritura en la Carta a Los Hebreos, capítulo 12,

verso 21 en adelante. Dice de la siguiente manera:

``...y tan terrible era lo que se veía (en el monte Sinaí), que

Moisés dijo: Estoy espantado y temblando;

sino que os habéis acercado al monte de Sión, a la ciudad del

Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares

de ángeles,

a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los

cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos

perfectos,

a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que

habla mejor que la de Abel.''

En esta serie titulada ``La trayectoria del Cordero de Dios'',

tenemos para esta mañana: ``EL CORDERO DE DIOS TRAE LA

BENDICIÓN DEL PRIMOGENITO.''

La bendición del Primogénito es la bendición más grande que


un ser humano puede recibir. Y para recibir esa bendición del

Primogénito no depende de la persona, sino que depende de Dios.

Esa bendición está predestinada por Dios para todos los

primogénitos inscritos en el cielo, en el Libro de la Vida del

Cordero. Estos primogénitos de Dios tienen la promesa de recibir esa

bendición del Primogénito. Esta bendición del Primogénito ha sido

mostrada a través del Antiguo Testamento. Pues en medio del pueblo

hebreo se mantenía esa bendición para juntar a los primogénitos que

nacían en el pueblo hebreo. Y esto estaba mostrando que a los

primogénitos escritos en el cielo, en el Libro de la Vida del Cordero,

les llegaría un momento glorioso en el cual la bendición celestial del

Primogénito vendría sobre esos hijos de Dios escritos en el Libro de

la Vida del Cordero.

Ahora, tenemos que ver que todo esto Dios lo reflejó con el

pueblo hebreo, porque este pueblo terrenal es tipo del pueblo

celestial. Hay un Israel terrenal, y hay un Israel espiritual.

Hemos visto que Dios habla de la Jerusalén celestial, habla de

un pueblo celestial, habla de un Israel celestial, pero también hay un

Israel terrenal. Por lo tanto, el Israel y la Jerusalén terrenal es tipo y

figura del Israel y de la Jerusalén celestial; entonces siendo tipo y

figura de lo celestial, en lo terrenal se refleja lo celestial. Todo lo del

celestial ha sido reflejado en el terrenal, en tipos y figuras. Por esa

causa encontramos que el pueblo hebreo recibió de parte de Dios

leyes y ordenanzas para ser guardadas, en las cuales los tipos y

figuras fueron establecidos en medio del pueblo hebreo.

Podemos ver, por ejemplo, que Dios estableció para el pueblo

hebreo un sacrificio por el pecado, para cubrir el pecado de los seres

humanos. Esto lo tenía el pueblo hebreo, porque ese pueblo es tipo y

figura del Israel celestial. Así que él tenía que tener todo lo que el

Israel celestial tendría en el tiempo asignado por Dios.

Cuando se llegó el tiempo para el Israel espiritual tener al

Cordero de Dios, y llevarse a cabo el sacrificio por el pecado,

entonces apareció el Cordero de Dios del Israel celestial; y Este era

nada menos que Jesús de Nazaret. Por esa causa, cuando el Señor

Jesucristo apareció en donde Juan estaba predicando y bautizando,

LA VOZ DEL CORDERO… JUNTANTO A LOS ESCOGID… 35

trayectoria, la cual es de eternidad a eternidad.

Usted encuentra en la Biblia donde dice que el Cordero de Dios

fue inmolado desde la fundación del mundo, fue inmolado desde

antes de la creación. En la mente divina, en los pensamientos

divinos, ya Dios lo vio así; Dios lo diseñó así para expresar esos

atributos que estaban en El.

Y cuando podemos ver todo el programa divino llevado a cabo,

entonces podemos entender que todo eso estaba en la mente de Dios;

y era tan real en la mente de Dios, que Dios llama todas esas cosas

como que son, aunque todavía no se habían materializado; pero para

Dios ya eran en Su mente, ya existían en Su mente; por lo tanto era

una obra de creación lo que se llevaría a cabo. Dios lo sabe todo, lo

ve todo, lo conoce todo, porque Dios lo vio en Su mente, lo planificó

en Su mente.

Y lo que podemos ver a través de la historia y trayectoria del

Cordero de Dios, es nada menos que los pensamientos divinos

materializados en este planeta Tierra. Y cada pensamiento divino se

manifiesta por el poder de la Palabra creadora, para que pueda seguir

sus etapas, y pueda llegar a la eternidad; porque de la eternidad ha

venido ese pensamiento divino, el cual se ha materializado aquí en la

Tierra.

Cada hijo de Dios, cada escogido, estaba en Dios. Como el

cuerpo físico de cada persona estaba en su padre terrenal, así

también cada hijo de Dios, el alma de cada hijo de Dios, estaba en

Dios. Y aquí nos hemos materializado en cuerpos mortales, pero nos

materializaremos en cuerpos inmortales.

Para eso es la voz del Cordero de Dios, porque con la voz del

Cordero de Dios se entra al programa de creación divina, para

impartirle vida eterna a esos pensamientos divinos, a ese programa

divino, que se ha estado llevando a cabo en la Tierra.

Cuando cada hijo de Dios descubre que ha venido de Dios, que

ha venido de la eternidad, que es eterno, y que solamente está aquí

en la Tierra pasando por una etapa temporera en esta dimensión de

luz, tiempo y materia, para escuchar la voz del Cordero de Dios en el

tiempo que le ha tocado vivir, para luego pasar a la vida, a la


escuchan la voz del Cordero de Dios en el tiempo que les

corresponde vivir, y pueden ver al Cordero de Dios en ese tiempo, en

la trayectoria por la cual El pasa; y se detiene en esa edad o

dispensación para hablarle las Palabras de amor divino a cada uno de

los que tienen sus nombres escritos en el libro de la vida del

Cordero.

Cuando El da Su mensaje, cuando Su voz se deja oír, por medio

del mensajero que corresponde para ese tiempo, para esa Edad o esa

Dispensación, entonces los escogidos están escuchando al Cordero

de Dios llamándolos por sus nombres, llamando a cada uno de los

escogidos que tienen su nombre escrito en el libro de la vida del

Cordero.

En palabras más claras: para cada escogido, el Cordero abre ese

libro, y lo llama por su nombre.

Siendo el Cordero de Dios la Palabra, y siendo cada hijo de

Dios la Palabra, entonces cuando el Cordero de Dios habla la

Palabra, está hablando y llamando a cada escogido por su nombre.

Vean ustedes, la Palabra, el Verbo, se ha manifestado a través

de Su trayectoria. Y cuando se hizo carne, le conocimos por el

nombre de Jesús de Nazaret.

Este es un gran misterio que estuvo oculto por muchos siglos;

pero en nuestro tiempo ha sido abierto este gran misterio divino. Y

hemos visto cómo el Elohim y Melquisedec del Antiguo Testamento,

es el Jesús del Nuevo Testamento.

Allá en el Antiguo Testamento El estuvo manifestándose en Su

cuerpo teofánico, Su cuerpo angelical; pero cuando se hizo carne, lo

conocimos por el nombre de Jesús de Nazaret.

Ahora, podemos ver al Verbo de Dios, al Cordero de Dios, en

Su trayectoria de eternidad a eternidad, haciendo una parada en cada

edad y en cada dispensación para llevar a cabo una obra en favor de

Sus hijos. Hemos visto al Cordero de Dios hablándole esas Palabras

de amor divino y revelándole Su programa correspondiente a los

escogidos de cada Edad y de cada Dispensación.

Y los escogidos de cada Edad y de cada Dispensación han

podido ver al Cordero de Dios en la parada que ha hecho en Su

LA BENDICIÓN DEL PRIMOGÉNITO 15

Juan dijo: ``He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del

mundo.'' Ese es el Cordero del Israel celestial. Así que podemos ver

estas cosas para así comprender las cosas que corresponden al Israel

celestial y a la Jerusalén celestial.

Por eso San Pablo, escribiéndole a los hebreos, dijo que las

cosas celestiales tenían que ser purificadas con un sacrificio mejor

que el sacrificio terrenal que se llevaba a cabo en medio del Israel

terrenal. Y con un sacrificio mejor, el sacrificio del Cordero de Dios,

el Israel celestial fue limpiado de todo pecado.

El Israel celestial lo encontramos registrado en el Libro de la

Vida del Cordero desde antes de la fundación del mundo. El Israel

celestial es la congregación de los primogénitos inscritos en el Cielo,

en el Libro de la Vida del Cordero. Así que siendo los primogénitos

escritos en el Libro de la Vida del Cordero en el Cielo, tienen

derecho a la bendición del Primogénito: una bendición celestial que

Dios tiene para todos los primogénitos que están inscritos en el cielo.

Ahora, esta es la bendición más grande del Cielo y de la Tierra

para todo hijo de Dios; pero solamente reciben esta bendición del

Primogénito los primogénitos escritos en el Libro de la Vida del

Cordero. Y esta bendición es tan grande que tiene que ver con la

posición que ocuparemos en el Reino del Señor Jesucristo. El dijo

que hemos sido hechos reyes y sacerdotes. En Apocalipsis 4:10 dice:

``Y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y

reinaremos sobre la tierra.''

Y leamos también en Apocalipsis capítulo 1, verso 6:

``Y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios y su Padre; a él sea

gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.''

Y también en Apocalipsis 20:6, hablándonos de esta posición en

el Reino de Dios, dice:

``Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera

resurrección; la segunda no tiene potestad sobre éstos, sino que

serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.''

Ahora, podemos ver esta bendición tan grande de ser reyes y

sacerdotes, y reinar con el Señor Jesucristo por mil años, para

comenzar, y luego por toda la eternidad. Esta bendición de ser reyes


y sacerdotes viene por causa de la bendición de la primogenitura,

establecida por Dios para todos Sus primogénitos; y fue esta

bendición reflejada en tiempos pasados en medio del pueblo hebreo,

ya que el Israel terrenal tiene en tipos y figuras, en sombras, las

cosas que corresponden al Israel celestial. Aquí en Números 3:12

dice:

``Habló además Jehová a Moisés, diciendo: He aquí, yo he

tomado a los levitas de entre los hijos de Israel en lugar de todos los

primogénitos, los primeros nacidos entre los hijos de Israel; serán,

pues, míos los levitas.

Porque mío es todo primogénito; desde el día que yo hice morir

a todo primogénito en la tierra de Egipto, santifiqué para mí a todos

los primogénitos en Israel, así de hombres como de animales; míos

serán. Yo Jehová.''

Ahora, vea usted que esa bendición de los primogénitos de en

medio del pueblo hebreo pasó a los levitas, para Dios tomar a los

levitas como los primogénitos de en medio del pueblo hebreo, para

que hicieran servicio en el templo de Dios. Ya que los primogénitos,

todo varón que nacía primero en la familia, el primer hijo de la

familia, si era varón, era el primogénito, tenía la bendición de la

primogenitura. Pero si estas personas no eran levitas, entonces no

podían ministrar la Palabra en medio del pueblo hebreo, no podían

ser ministros en medio del pueblo, en el templo; por lo tanto, esa

bendición de primogenitura; porque todo varón primogénito

pertenece a Dios; entonces Dios tomó a los levitas como los

primogénitos, o por la bendición de los primogénitos de Israel, en

lugar de tomar para el servicio de Dios a cada varón nacido como

primogénito. Así que la bendición del primogénito pasó a los levitas

en lugar de quedarse en aquellas personas que habían nacido

primero.

Esto muestra que el ministerio del Israel celestial; el cual será

manifestado aquí en la Tierra durante el Milenio y por toda la

eternidad es una bendición de primogenitura. Por cuanto hemos

nacido en Dios y somos los primogénitos de Dios inscritos en el

cielo, esta bendición de la primogenitura nos da derecho a ser reyes y


LA VOZ DEL CORDERO DE DIOS

JUNTANDO A LOS ESCOGIDOS


Miércoles, 9 de mayo de 1990

El Salvador, San Salvador

Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes aquí

en El Salvador, para mí es un privilegio muy grande estar con

ustedes para saludarles.

En esta noche hemos estado escuchando a nuestro amigo

Miguel Bermúdez Marín hablándonos acerca de ese programa

divino, ese programa glorioso, en el cual cada uno de nosotros

fuimos predestinados por Dios, y por esa causa estamos aquí en la

Tierra en este programa divino.

Nosotros estamos viviendo aquí en este planeta Tierra en el

tiempo final. Y en la trayectoria del Cordero correspondiente a este

tiempo, estamos viendo al Cordero de Dios, y estamos escuchando al

Cordero de Dios en Su gran voz de trompeta, en Su voz de trompeta

final, llamando y juntando a todos los escogidos, y preparando a

todos los escogidos para obtener la transformación de nuestros

cuerpos, los que estamos vivos, y los que han partido, los santos que

han dormido en las edades pasadas, y algunos de este tiempo

también, están esperando su resurrección, conforme a la promesa

divina. Ellos están escuchando la voz del Cordero de Dios en este

tiempo final para recibir la Resurrección y obtener ese cuerpo

glorioso, eterno, glorificado, que Dios ha prometido para cada uno

de Sus escogidos, de los predestinados, de los que tienen sus

nombres escritos en el libro de la vida del Cordero.

Por eso los que tienen su nombre escrito en el libro de la vida

del Cordero, escuchan al Cordero en el tiempo que les toca vivir, y

siguen al Cordero por dondequiera que va a través de Su trayectoria

de Edad en Edad y de dispensación en dispensación.

Los que tienen sus nombres escritos en el libro del Cordero


entregará al Angel mensajero de la Edad de la Piedra Angular, que

estarán representando a todos los hijos de Dios que viven en esta

Tierra.

Bueno, con nosotros nuestro amigo y hermano Miguel

Bermúdez Marín para concluir en esta tarde nuestra parte; y así darle

gracias a Dios por la bendición de la primogenitura, y continuar

hacia adelante luchando para obtener materializada esa bendición de

la primogenitura, realizada, en cada uno de nosotros.

Dios les bendiga y Dios les guarde a todos.


sacerdotes sobre la Tierra. Ahí está basada esa bendición de ser reyes

y sacerdotes: en la bendición de la primogenitura. Todas las

bendiciones están escondidas en la bendición de la primogenitura, la

cual le corresponde a cada hijo de Dios que tiene su nombre escrito

en el Libro de la Vida del Cordero.

Ahora, estas bendiciones de la primogenitura, tales como ser

sacerdotes y reyes, y reinar sobre la Tierra por mil años y luego por

toda la eternidad, todavía no están materializadas. Estas bendiciones

tienen que ser habladas, tienen que ser echadas sobre los

primogénitos escritos en el cielo; estas bendiciones tienen que ser

dadas y confirmadas sobre cada escogido de Dios.

Vean ustedes que Jacob, el cual representa a todo el pueblo

hebreo, a todo el Israel terrenal, y también representa al Israel

celestial... Vean ustedes la vida, la trayectoria de Jacob, para poder

obtener esa bendición de la primogenitura; y usted tendrá un cuadro

más claro de toda la trayectoria del Israel espiritual para recibir esa

bendición celestial de la primogenitura prometida para el Israel

espiritual.

Vean ustedes que Jacob tuvo que luchar por la primogenitura,

tuvo que comprar la primogenitura a su hermano. Luego tuvo que

luchar para obtener esa bendición de la primogenitura hablada por su

padre Isaac; y luego tuvo que luchar con el Angel del Señor para

obtener esa bendición hablada; en donde el Angel de Jehová, el

Angel del Señor, tenía que hablar ciertas cosas para que Jacob

pudiera tener completamente confirmada esa bendición de la

primogenitura, y poder realizarse esa bendición del primogénito

sobre él y sobre su descendencia.

Luego encontramos también que el pueblo hebreo, el Israel

terrenal como pueblo, tuvo también que pasar por una trayectoria

para obtener esa bendición del primogénito. Y Dios dijo de Jacob:

``A Jacob amé, y a Esaú aborrecí.'' Así que Jacob recibió la

bendición del primogénito, porque la recibe aquel que es amado de

Dios. También del Israel terrenal, Dios dice que es Su hijo. Dice:

``Israel es mi primogénito.''

Ahora, vean ustedes que Israel, como pueblo, es el pueblo


primogénito de Dios; por lo tanto, es el pueblo terrenal que recibe las

bendiciones del Primogénito. Y no hay otro pueblo, otra nación,

como el pueblo hebreo; al cual Dios le ha hecho las promesas de

bendición de primogenitura. Bendición de primogenitura es la

bendición más grande que una nación puede recibir. Por esa causa,

cuando Dios esté tratando con el Israel terrenal, en la segunda parte

de la Semana Número Setenta, El tratará con las personas que tienen

su nombre escrito en el Libro de la Vida del Cordero; los cuales

tienen promesa de bendición de primogenitura. Y por esa causa Dios

dice que son las primicias de Dios. En Apocalipsis 14:4, dice:

`Èstos son los que no se contaminaron con mujeres (mujeres

representan `ìglesias, religiones''), pues son vírgenes. Estos son los

que siguen al Cordero por dondequiera que va. (Ellos se encuentran

con el Cordero de Dios en la trayectoria por la cual el Cordero de

Dios estará manifestado en este tiempo final). Estos fueron

redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el

Cordero.''

Así que son primicias de Dios, son primogénitos de Dios. Estos

reciben la bendición del Primogénito.

Ahora, tenemos que ver que la bendición del Primogénito será

compartida con los escogidos primogénitos de entre los gentiles, y

los escogidos primogénitos de entre los hebreos. Esto fue

representado en el pueblo hebreo, cuando José llevó a sus dos hijos:

Efraín y Manasés, delante de su padre Jacob, para que Jacob echara

su bendición sobre ellos, porque ya Jacob había llegado al tiempo en

que tenía que morir; pero antes de su muerte, él tenía que echar esa

bendición del primogénito, la cual él llevaba consigo. Porque la

bendición del primogénito siempre ha estado encarnada, ha estado

siempre en un hombre, en un profeta. Y cuando se termina el tiempo

de ese hombre aquí en la Tierra, entonces tiene que pasarla al

próximo que le corresponde la bendición del Primogénito.

Ahora, aquí en Jeremías capítulo 31, verso 9, nos habla de esta

bendición del Primogénito, y nos dice quién es el Primogénito en

medio del pueblo hebreo:

`Ìrán con lloro, mas con misericordias los haré volver, y los


las bendiciones de la primogenitura, conforme a Su promesa y a Su

voluntad.

`ÈL CORDERO DE DIOS TRAE LA BENDICIÓN DE

LA PRIMOGENITURA.''

Dios les bendiga, Dios les guarde. Muchas gracias por vuestra

amable atención, y continuemos pasando un día feliz, lleno de las

bendiciones de la primogenitura, que nos corresponde a nosotros.

Con nosotros nuevamente Miguel Bermúdez Marín, para

concluir en esta tarde. Dios les continúe bendiciendo a todos ustedes

allá en Puerto Rico. Y muchas gracias a cada uno de ustedes en los

diferentes países de la América Latina y de Norteamérica, que han

estado escuchando esta conferencia.

Dios les bendiga grandemente a todos con la bendición del

primogénito, y a ustedes también aquí en Guatemala, Dios les

bendiga grandemente, y pronto nos dé la gran bendición del nuevo

cuerpo, que es una de las grandes bendiciones de la primogenitura, la

cual tenemos nosotros.

Tenemos la primogenitura, por lo tanto nos corresponden todas

las bendiciones de la primogenitura.

Bueno, con nosotros Miguel Bermúdez Marín, para concluir en

esta tarde.

Bueno, hemos visto cómo el Título de Propiedad, el Libro que

contiene los derechos de la primogenitura, fue abierto en el cielo y

traído a la Tierra; y cómo está siendo dado a cada uno de los

primogénitos a través del mensaje de gran voz de trompeta; y usted

está recibiendo los derechos de la primogenitura para obtener todo lo

que usted necesita. Usted está recibiendo todos los derechos.

Por lo tanto, teniendo todos esos derechos, usted los recibirá

materializados: los derechos a la vida eterna, al cuerpo eterno, a la

felicidad eterna, al Reino eterno. Todos estos derechos nos

corresponden porque tenemos el Título de Propiedad que contiene

esos derechos, el cual fue abierto en el Cielo.

Así que el Cordero trae la bendición de la primogenitura,

cuando trae ese Librito abierto en Su mano; y lo entrega a los seres

humanos, al entregarlo a un hombre; representando así que lo


correspondiente a este tiempo, trayéndonos la bendición de la

primogenitura, como El lo anunció.

``EL CORDERO DE DIOS TRAE LA BENDICIÓN DE LA

PRIMOGENITURA.''

Y la pregunta es: ¿Y cuántos de nosotros estamos viendo y

escuchando al Cordero de Dios trayendo y hablando la bendición de

la primogenitura en este tiempo final? Todos nosotros estamos

viendo al Cordero de Dios en Su trayectoria, y todos nosotros

estamos escuchando al Cordero de Dios en Su trayectoria, trayendo

la bendición de la primogenitura en este tiempo final.

Por esa causa sabemos que pronto los muertos han de resucitar,

y pronto los que estamos vivos hemos de ser transformados; porque

esa bendición del nuevo cuerpo está en la bendición de la

primogenitura, la cual estamos nosotros recibiendo.

Dios les bendiga con todas las bendiciones de la primogenitura,

y Dios los guarde en todas esas bendiciones y con todas esas

bendiciones de la primogenitura; y pronto nos transforme, nos dé el

cuerpo eterno para vivir eternamente; y continuar trabajando en el

Reino de Dios en una forma más elevada, en una forma superior a la

que podemos hacerlo en estos cuerpos mortales.

Habrá una obra para ser llevada a cabo cuando tengamos el

nuevo cuerpo. Pero aprovechamos bien el tiempo llevando a cabo la

obra que nos corresponde llevar a cabo estando en estos cuerpos

terrenales; porque luego no tendremos la oportunidad de llevar a

cabo una obra estando en cuerpos terrenales; porque ya tendremos

un cuerpo glorificado, un cuerpo eterno. Por eso aprovechamos bien

el tiempo para llevar a cabo la obra del Señor Jesucristo que

corresponde a este tiempo, estando en estos cuerpos terrenales.

Nosotros tenemos el gran privilegio de ser colaboradores con el

Señor Jesucristo en Su obra, aun estando en cuerpos mortales. Todo

esto está en la bendición de la primogenitura, por la cual hemos

luchado, estamos luchando y lucharemos todo el tiempo que sea

necesario luchar, y obtendremos todas las bendiciones de la

primogenitura, porque nos pertenecen.

Y el Cordero de Dios ha venido en Su trayectoria, para traernos


haré andar junto a arroyos de aguas, por camino derecho en el cual

no tropezarán; porque yo soy a Israel por padre, y Efraín es mi

primogénito.''

Ahora, vean: ``..yo soy a Israel por padre, y Efraín es mi

primogénito.'' Aquí dice: ``...y los haré andar junto a arroyos de

aguas.'' Y en Apocalipsis dice: ``El que tenga sed, venga y tome del

agua de la vida gratuitamente.'' Así dice el Espíritu y la Esposa en

este tiempo final.

Ahora, vean ustedes que Efraín es el primogénito, por cuanto

Dios así lo estableció.

Cuando Jacob fue a bendecir a los hijos de José, a quien le

fueron dados los derechos de la primogenitura, vemos en el libro de

Crónicas... Quiero leerlo, para que tengamos un cuadro claro de esta

bendición tan grande, que es la bendición de la primogenitura, a la

cual nosotros tenemos derecho. Primera de Crónicas 5:1, dice:

``Los hijos de Rubén primogénito de Israel (porque él era el

primogénito, mas como violó el lecho de su padre, sus derechos de

primogenitura fueron dados a los hijos de José, hijo de Israel, y no

fue contado por primogénito; bien que Judá llegó a ser el mayor

sobre sus hermanos, y el príncipe de ellos; mas el derecho de

primogenitura fue de José).”

Ahora, vean ustedes, que el profeta José, hijo del profeta Jacob,

recibió la bendición de la primogenitura, los derechos de la

primogenitura. Podemos ver que los derechos de la primogenitura

van pasando de un profeta a otro profeta. Y vean ustedes que aunque

Rubén era el mayor, y aunque Judá era príncipe en medio de sus

hermanos; José, el Profeta, fue el que recibió los derechos de la

primogenitura. El hijo de la mujer amada, hijo de Raquel. Así que

vean ustedes cómo Dios obra todas las cosas, para que todo sea

canalizado, y todo salga conforme a ese Programa Divino.

Los derechos de la primogenitura que obtuvo José, pasaron a

sus hijos Efraín y Manasés. Efraín era menor que Manasés, sin

embargo Jacob puso su mano derecha sobre Efraín, y bendijo a

Efraín con la bendición de la primogenitura; la cual se echaba

primero sobre el primogénito; y luego se seguían echando las demás


bendiciones a los hijos de éste que tenía la bendición para ser

echada.

Ahora, Jacob luego bendijo a Manasés; por cuanto la bendición

de la primogenitura cayó sobre José, y luego esa bendición pasó

directamente a la descendencia de José: a Efraín y Manasés.

Manasés recibió también bendición de primogenitura; pero la parte

mayor de esa bendición cayó sobre Efraín. Y esto es tipo y figura de

la muerte del Señor Jesucristo trayéndole a los escogidos gentiles la

bendición de la primogenitura, la cual es mayor que la bendición que

le toca a los escogidos hebreos.

En este tiempo final los escogidos de entre los gentiles recibirán

esta bendición materializada en toda su plenitud. En esa bendición

materializada está escondida la Resurrección de los muertos y la

Transformación de los vivos; porque en esa bendición del

Primogénito está escondida la vida eterna, está escondido el cuerpo

eterno que todos los escogidos han de recibir, están escondidas todas

las bendiciones divinas.

Así que es necesario que esta bendición del Primogénito sea

escuchada en este tiempo final, siendo hablada sobre cada uno de los

escogidos.

Y como aconteció con Jacob en la trayectoria de su vida

terrenal, cuando en una ocasión tuvo un encuentro con un mensajero

celestial, con el Angel de Jehová; y sabiendo Jacob que tenía los

derechos a la primogenitura, que le había comprado la primogenitura

a su hermano Esaú, y que había escuchado esa bendición de la

primogenitura siendo hablada sobre él por su padre Isaac; entonces

cuando se encontró con el Dador de la primogenitura, se encontró

con el que materializaba la bendición de la primogenitura.

Y cuando Jacob se encontró con el Angel del Señor, entonces se

agarró de él. Y el Angel tenía que marcharse. Ya estaba

amaneciendo, ya estaba rayando el alba; y el Angel le dijo:

``Suéltame, ya está amaneciendo; tengo que marcharme.'' El Angel

tenía una labor muy importante para llevar a cabo; y tenía que

marcharse. Pero cuando un primogénito tiene una necesidad, y ésta

tiene que ver con la bendición de la primogenitura, entonces el


bendición del primogénito, y recibirán ese nombre nuevo que viene

en esa piedrecita blanca, ese nombre nuevo que ninguno conocía,

sino aquel que lo recibe, o sea el Angel mensajero del Señor

Jesucristo.

Así está prometido para que en este tiempo final cada

primogénito reciba la bendición del primogénito. Será el Cordero de

Dios, el Señor Jesucristo como León de la tribu de Judá,

manifestándose por medio de Su Angel mensajero, para traer la

bendición del Primogénito a todos los primogénitos escritos en el

Libro de la Vida del Cordero en el cielo.

Y esto lo lleva a cabo el Cordero de Dios en Su trayectoria en

este tiempo final, en la Obra que le corresponde como León de la

tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, en Su

trayectoria en este tiempo final. Por esa causa el Cordero de Dios

trae la bendición del Primogénito, trae la bendición de la

primogenitura.

Y nosotros estando atentos a la bendición de la primogenitura,

podemos ver en este tiempo final al Cordero de Dios en Su

trayectoria trayéndonos la bendición de la primogenitura, como El lo

prometió. Porque el Cordero de Dios trae la bendición de la

primogenitura. Y cada uno de nosotros, como Jacob, estaremos

luchando hasta recibir toda la bendición de la primogenitura, y

obtener ese cuerpo eterno que El ha prometido. Y no dejaremos en

ningún momento al Ángel del Señor Jesucristo, porque El viene en el

nombre del Señor Jesucristo con una comisión celestial para todos

los predestinados, los primogénitos escritos en el cielo.

El Ángel del Señor viene con la revelación divina de la Segunda

Venida del Señor Jesucristo como León de la tribu de Judá, como

Rey de reyes y Señor de señores. El Ángel del Señor viene revelando

al Cordero de Dios como León de la tribu de Judá, trayendo así la

bendición de la primogenitura a todos los primogénitos escritos en el

cielo.

Y de esa manera nosotros podemos ver al Cordero de Dios

trayendo la bendición de la primogenitura para cada uno de nosotros

en este tiempo final. El Cordero de Dios, en Su trayectoria


el Libro de la vida del Cordero.

Por lo tanto, cada primogénito que está viviendo aquí en la

Tierra lucha por esa bendición de la primogenitura que está siendo

proclamada, que está siendo hablada. Esa es la bendición de la

primogenitura siendo hablada en la Palabra creadora de Dios, para

crear todas las bendiciones de la primogenitura que nos

corresponden a todos nosotros en este tiempo final.

Pronto recibiremos un nuevo cuerpo, un cuerpo eterno, el cual

Dios diseñó desde antes de la fundación del mundo para cada uno de

los primogénitos de Dios. Pronto los muertos en Cristo se levantarán

en cuerpos incorruptibles. Y eso está en la bendición del

Primogénito.

Todas estas cosas estarán aconteciendo en este tiempo final,

bajo el ministerio del Señor Jesucristo como León de la tribu de

Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, en la Obra de Reclamo

de todos los derechos que le corresponden a los primogénitos, a los

hijos de Dios en la bendición del primogénito.

Bajo el ministerio del Señor Jesucristo, del Cordero de Dios

como León de la tribu de Judá; manifestado el Señor Jesucristo este

ministerio por medio de Su Ángel mensajero, El traerá la bendición

del Primogénito a todos los hijos de Dios, a todos los primogénitos

que viven en esta Tierra.

Cuando los primogénitos de Dios, el Israel espiritual, ve al

Ángel enviado por el Señor Jesucristo, entonces sabe que ahí viene

la bendición para cada primogénito escrito en el Libro de la vida del

Cordero.

El primogénito de Dios sabe que el Señor Jesucristo ha enviado

Su Ángel para dar testimonio de estas cosas en las iglesias; sabe que

el Señor Jesucristo envía Su Ángel mensajero con la bendición del

Primogénito para ser hablada; y que luego esa bendición sea

materializada sobre cada primogénito escrito en el Libro de la Vida

del Cordero, como primogénito escrito en el Cielo.

Los primogénitos escritos en el cielo verán al Ángel del Señor

Jesucristo; tanto los primogénitos en medio de los gentiles, como los

primogénitos en medio de los hebreos. Y todos recibirán la


Ángel del Señor se tiene que detener; porque ese primogénito, ese

que tiene esa bendición del Primogénito, se agarra del Angel con esa

fe celestial, con esa fe genuina, que puede hacer que la bendición del

Primogénito se materialice.

Y Jacob siendo ya el primogénito, teniendo esa bendición ya

hablada sobre él, se agarró del Angel del Señor, del Angel de

Jehová; y el Angel no podía irse; y le dijo a Jacob: ``Suéltame;

porque tengo que marcharme.'' Y Jacob le dijo: ``No te dejaré, no te

soltaré, hasta que no me bendigas.'' Todo primogénito de Dios estará

siempre luchando con Dios para recibir la bendición de Dios, para

recibir esa bendición de la Primogenitura que le corresponde; pero

todas las bendiciones de Dios tienen que ser luchadas. Todo

primogénito tiene que luchar por toda bendición divina que vaya a

recibir, tiene que luchar con fe por esa bendición que le corresponde,

para que Dios pueda materializar, cumplir, esa bendición, para que

Dios pueda bendecir a todo primogénito con la bendición de la

primogenitura. Y tiene que luchar con fe real, genuina, sin apartarse

ni a diestra ni a siniestra.

Ahí está la diferencia entre un primogénito escrito en el cielo,

en el Libro de la Vida del Cordero, y una persona que solamente

entra a una religión buscando conocer un poco más acerca de Dios, y

buscando servir mejor a Dios. Hay una diferencia muy grande.

Siempre todo primogénito de Dios lucha hasta obtener esa

bendición del primogénito, no importa las circunstancias que rodeen

a cada primogénito, él tiene una meta. El camino es duro. Y todos

los escogidos, los primogénitos, lo saben. Y por esa causa ninguna

persona que no sea un primogénito, logrará llegar a la bendición del

primogénito. Es una bendición muy especial para un grupo de

personas muy especiales delante de la presencia de Dios: Los

primogénitos de Dios. Y nadie puede quitarles, arrebatarles, la

bendición del Primogénito, la cual está predestinada para ellos.

Cada primogénito luchará como individuo. Y todos (como

grupo) lucharemos también hasta obtener la bendición del

Primogénito manifestada en toda su plenitud. Todo lo que Dios hace,

y todo lo que Dios le da a Su pueblo, está bajo leyes divinas. Y


solamente conociendo esas leyes divinas se puede obtener lo que

Dios ha prometido. Y los predestinados, los escogidos, solamente

conocerán esas Leyes Divinas. A ellos les serán reveladas, y

obtendrán las bendiciones correspondientes a la primogenitura, las

bendiciones prometidas para los primogénitos inscritos en el cielo.

Ahora, sabiendo que todo está sujeto a las Leyes Divinas, los

escogidos conocerán esas Leyes Divinas, los escogidos conocerán lo

que tienen que conocer en este tiempo final, para que se materialice

en ellos la bendición del primogénito.

Ahora, vean ustedes a Jacob, como les había dicho, estuvo

luchando con el Angel de Jehová para recibir la bendición del Angel,

sabiendo que esa bendición era la bendición del Primogénito. Y el

Ángel le preguntó a Jacob: ``¿Cómo tú te llamas?'' (El Angel sabía

cómo se llamaba; pero hay cosas que los primogénitos tienen que

hablar, y hay cosas que ellos también tienen que escuchar

directamente).

El le respondió: ``Me llamo Jacob.'' Y el Angel le dice: ``Pues

no te llamarás más Jacob, sino Israel. Este será tu nombre de aquí en

adelante.''

Israel sería su nombre delante de Dios, delante del Dador de la

Primogenitura, delante del Dador de las bendiciones del

Primogénito.

Y eso fue todo lo que el Angel tuvo que decir, darle un nombre

nuevo, cambiarle el nombre; porque con el nombre que tenía, no

podía heredar las bendiciones del Primogénito. Pues su nombre

significa ``suplantador.'' Por lo tanto, el Angel le dio un nuevo

nombre, que significa ``Príncipe de Dios.'' Por cuanto había luchado

con Dios y había vencido. Había luchado con Dios en teofanía. Dios

estaba en esa teofanía llamada ``el Angel de Jehová.'' Y había

obtenido Jacob la victoria, había recibido un nuevo nombre.

Vean ustedes, la bendición del Primogénito siendo hablada para

materializarse, siendo hablada por el Angel del Señor, trae un nuevo

nombre para Jacob. Recuerden que el Israel terrenal, es tipo y figura

del Israel celestial. Ahora, tenemos un Israel terrenal y un Israel

celestial. El Israel terrenal, como pueblo, es el pueblo de Israel,


porque El redimió con Su Sangre todo lo que está escrito es ese

Libro, toda la creación escrita en ese Título de Propiedad. Por lo

tanto, El toma ese Título de Propiedad, toma los derechos de la

primogenitura, toma los derechos por los cuales El murió, y reclama

todos esos derechos, y luego los trae aquí a la Tierra, para pasar esos

derechos a todos los primogénitos escritos en el Libro de la Vida del

Cordero.

Y como el grupo de cada Edad o de cada Dispensación siempre

ha estado representado en el mensajero de cada Edad o de cada

Dispensación, así también en nuestro tiempo: el grupo de

primogénitos escritos en el Libro de la vida del Cordero están

representados en su mensajero, en el mensajero de la Edad de la

Piedra Angular.

Por esa causa todas las bendiciones de Dios pasan al pueblo, de

parte del Señor Jesucristo, por medio del mensajero que El tiene en

la Edad de la Piedra angular. Por esa razón El viene con el Librito

abierto en Su mano, ruge como león, en Su ministerio como León de

la tribu de Judá, y luego El entrega ese Título de Propiedad, ese

Libro que El abrió en el cielo, a Su Angel mensajero.

El Señor entrega el Título de Propiedad, el Libro de la

Redención, el Libro que contiene todos los derechos de la

primogenitura, para que así el Angel mensajero se lo coma; y luego

profetice sobre muchos pueblos, naciones y lenguas. Y de esa

manera el Angel mensajero traiga la bendición del primogénito,

hable esa bendición de la primogenitura sobre cada uno de los

escogidos; y así pueda materializarse esa bendición de la

primogenitura en cada escogido; y entonces pueda producirse la

Resurrección de los muertos, y la transformación de cada uno de los

que estamos viviendo aquí en la Tierra.

Estamos viviendo en el tiempo en que el Cordero en Su

trayectoria trae el Libro de los derechos de la primogenitura a todos

los primogénitos que viven en este planeta Tierra, y a todos los que

se encuentran en el Paraíso esperando el tiempo en que fuesen

abiertos los derechos de la primogenitura; y de esa forma entran a

esa bendición de la primogenitura todos los primogénitos escritos en


que se materialice Apocalipsis 14, verso 1 en adelante, en donde

encontramos los escogidos hebreos parados con el Cordero:

``Miré, y aquí, el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sión,

y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el

de su Padre escrito en la frente.''

El Monte de Sión espiritual es el Cuerpo Místico del Señor

Jesucristo, es nada menos que la Iglesia del Dios vivo. El Señor

Jesucristo en Su Segunda Venida viene sobre ese Monte espiritual a

la Edad de la Piedra angular. Por eso dice el profeta Isaías (59:20) y

también San Pablo, en la Carta a Los Romanos (11:26):

``Y vendrá a Sión el Libertador, que quitará de Jacob la

impiedad.''

Aquí lo encontramos ya sobre el Monte de Sión, y con El ciento

cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de El (el nombre nuevo

del Cordero), y el nombre de su Padre escrito en sus frentes. ¿Por

qué? Porque el Angel con el Sello del Dios vivo, que aparece en el

tiempo final en la Edad de la Piedra Angular, viene con el Sello del

Dios vivo llamando y juntando a todos los escogidos, y sellándolos

en sus frentes con el Sello del Dios vivo; colocando en sus frentes,

en sus mentes, el Sello del Dios vivo. Y ahí aparece el nombre eterno

de Dios y el nombre nuevo del Señor Jesucristo, el cual también es el

nombre de la ciudad de nuestro Dios, de la Jerusalén celestial.

Todas estas cosas están en la bendición del Primogénito; y esta

bendición del Primogénito, o de la primogenitura, la trae el Señor en

Su Segunda Venida. El trae estas bendiciones en Apocalipsis 10,

cuando viene con el Librito abierto en Su mano, el Libro de los Siete

Sellos; el cual El abrió en el cielo. Este Libro es el Título de

Propiedad de los cielos y de la Tierra, es el Libro que contiene todos

los derechos de la Primogenitura, para todos los primogénitos

escritos en el Libro de la Vida del Cordero.

Ahí en el Libro de la Vida del Cordero están todos los derechos

de la primogenitura que nos corresponden a nosotros. Y por eso El

toma ese Título de Propiedad que contiene los derechos de la

primogenitura. El murió y resucitó; y por eso tiene derecho a ese

Título de Propiedad. El es el Dueño de ese Título de Propiedad,


representado en Jacob, que recibió el cambio de nombre. Y el Israel

celestial también está representado en Jacob, que recibió un cambio

de nombre el cual es Israel.

Ahora, el Israel terrenal y el Israel celestial han de recibir un

nuevo nombre en la bendición del Primogénito en el tiempo final,

cuando se encuentren con el Angel del Señor Jesucristo.

Ahora, vean aquí en Apocalipsis 7, en donde tenemos una

promesa grande, y también en Apocalipsis 3:12. Y esto corresponde

al Israel terrenal y al Israel celestial también:

``Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y

nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios,

y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual

desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.''

¿Qué escribirá sobre la persona? ``...escribiré sobre él el nombre

de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén,

la cual desciende del cielo, de mi Dios.'' Así que la Jerusalén

celestial tendrá un nombre nuevo. El nombre de la Jerusalén celestial

es el nombre eterno de Dios. Y es el mismo nombre nuevo del Señor

Jesucristo.

Dice que escribirá Su nombre sobre cada uno de los escogidos;

y como grupo, lo escribirá sobre toda la ciudad. La ciudad se llamará

del nombre nuevo del Señor Jesucristo, que es el nombre eterno de

Dios. Y cada uno, como individuos, tendremos ese nombre eterno de

Dios, que es el nombre nuevo del Señor Jesucristo. Entonces le da

Su nombre, le da ese nombre, ‘ese apellido’ a Su Hijo, porque es un

hijo suyo. Y Dios le da Su nombre eterno y nombre nuevo del Señor

Jesucristo a cada uno de los primogénitos escritos en el cielo, porque

son sus hijos; y Dios los reconoce como Sus hijos, y tienen sus

nombres escritos en el Libro de la Vida del Cordero.

Así que llevaremos el nombre de nuestro Padre celestial. Así

como hemos llevado de nuestro padre terrenal, también llevaremos

el nombre de nuestro Padre celestial. Y la ciudad también llevará el

nombre de nuestro Padre celestial. Así que todos llevaremos el

nombre de nuestro Padre celestial. Todos somos nombrados de ese

nombre eterno, que el Señor Jesucristo dice que recibió como


nombre nuevo.

Vean ustedes que esto es una promesa para los primogénitos de

Dios. ¿Y cómo obtendremos ese nombre aquí en la Tierra; porque el

Israel de en medio del pueblo hebreo, que ha de recibir al Señor en

Su Venida en este tiempo final, en la segunda parte de la Semana

Número Setenta de la profecía de Daniel, también recibirá un

nombre nuevo. Ahora, veamos aquí en Apocalipsis 14, verso 1 en

adelante (este es el Israel terrenal):

``Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el

monte de Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el

nombre de él y el nombre de su Padre escrito en la frente.''

Aquí podemos ver que el Israel terrenal, ciento cuarenta y

cuatro mil, que son el Israel terrenal, primogénito de Dios, primicias

de Dios, también recibirá el nombre eterno de Dios, el nombre del

Padre celestial, y el nombre nuevo del Señor Jesucristo, el nombre

del Cordero; porque son primogénitos de Dios también.

¿Y cómo recibirán los escogidos de entre los gentiles, y los

escogidos de entre los hebreos, este cambio de nombre, este nombre

nuevo, conforme a la promesa divina? En la misma manera como lo

recibió Jacob cuando se encontró con el Angel de Jehová, y se agarró

de El, y no lo dejó hasta que no lo bendijo. Y la bendición consistía

en pronunciar el nombre que él llevaría como predestinado, como

primogénito, porque en ese nombre están las bendiciones de la

primogenitura, las bendiciones que corresponden a los primogénitos

de Dios.

Ahora, este nombre se recibe en la siguiente forma: En

Apocalipsis 2:17 dice: ``El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu

dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná

escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito

un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.''

Ahora, vean ustedes, una piedrecita blanca. Esa ``piedrecita

blanca'' es la Piedra no cortada de manos; esa ``piedrecita blanca'' es

la Piedra del Angulo, es el Señor Jesucristo en Su Segunda Venida.

Esa Piedrecita blanca será dada. Ahora, en la primera Edad de la

Iglesia gentil, al primer mensajero de esa Edad, no le fue dada la


Segunda Venida del Señor, no le fue dada esa ``piedrecita blanca'' en

Su Segunda Venida, porque todavía no era el tiempo para la Segunda

Venida del Señor. Por lo tanto, no le fue dada la Segunda Venida del

Señor al primer mensajero de la primera Edad; y por lo tanto, el

nombre nuevo que trae esa ``piedrecita blanca'', que trae el Señor en

Su Segunda Venida, no le fue dado a ese mensajero en la primera

Edad.

El nombre nuevo es el nombre del Señor Jesucristo. El Señor

Jesucristo en Su Segunda Venida trae el nombre nuevo; porque El es

la piedrecita blanca que viene con ese nombre nuevo en Su Segunda

Venida. Y no le fue dada la Segunda Venida con el nombre nuevo al

mensajero de la primera Edad, ni de la segunda, ni de la tercera, ni

de la cuarta, ni de la quinta, ni de la sexta, ni de la séptima Edad;

pero la Segunda Venida del Señor, la piedrecita blanca con el

nombre nuevo del Señor, es dada en la Edad de la Piedra angular. La

Segunda Venida del Señor le es dada al mensajero de la Edad de la

Piedra angular, con el nombre nuevo en la piedrecita blanca que El

prometió para el tiempo final. Por esa causa usted encuentra en

Apocalipsis 7:2, que dice de la siguiente manera:

``Vi también a otro ángel que subía de donde sale el Sol, y tenía

el Sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a

quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al

mar,

diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles,

hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro

Dios.

Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil

sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.''

Aquí podemos ver al Angel con el Sello del Dios vivo, el Angel

que recibe el Sello del Dios vivo, el Angel que recibe la piedrecita

blanca con el nombre nuevo, para llamar y juntar, con el mensaje de

gran voz de trompeta, a todos los escogidos; y para sellar en sus

frentes a todos los escogidos, comenzando con los escogidos de entre

los gentiles, y continuando con los escogidos de entre los hebreos,

para que sean llamados, juntados, y sellados en sus frentes; y para

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