EL CORREO Separan a un cura de Astorga por una agresión ... · politano del cineasta: las piezas...

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30/1/2017 Kiosko y Más El Correo 30 ene. 2017 Page #18 http://lector.kioskoymas.com/epaper/viewer.aspx?noredirect=true 1/1 Lunes 30.01 .17 EL CORREO Separan a uncura de Astorga por una agresión sexual a unseminarista Elobispo pide perdón en nombre de la Iglesia porlos abusos. cometidos hace décadas y quesalen a la luz después de quela víctima los denunciara anteel papa Francisco :: A.E. LEÓN. El obispo deAstorga (León), Juan Antonio Menéndez , ha apar - tado de l ejercicio del sace rdocio a un cura de la diócesis y ha enviado una carta en la que pide perd ón por un caso de supuestos abusos sexua- les cometido a finales de la década de 1980 en el seminario menor de la localidad leonesa de La Bañeza. Las medidas adoptadas por el Obis- pado se han producido de spués de que la víctima se dirigiera por escri- to al Papa Francisco I para relatar le lo sucedido. «Me robaron mi infancia, mi ilu- sión y mi inocencia », ha declarado el denunciante a un diario zamora - no , en el que supone el primer caso reconocido por la Iglesia en Castilla y León. La víctima, segú n cuen ta , aún revive 28 años después las «no- ches de angustia y sufrimiento » que vivió en La Bañeza. Al igual que él, según ha relat a- do, hubo otros menores que sufrie- ron abusos en ese mi smo semi na- rio. Dos de ellos llegaron a denun- ciarlos al rector del centro en el mo- mento en que se produjeron , pero no se adoptó medida alguna. El obis- po de Astorga asegura por su parte, en la carta en la que la diócesis pide perdón , que el sospechoso, J. M. R, está «sinceramente arrepentido» por su «conducta moralmente ina- ceptab le y graveme nte dañina para él y para la Iglesia». Tareas asistenciales El obispo se ha comprometido en nombr e de la institución a repara r el daño causado y ha adelantado que J. M. R. ha sido suspendido del ofi- cio de párroco durante un periodo «no inferi or a un año». Tendrá un seguimiento tut elado por otro cura y se dedicará a tareas asistenciales a sacerdote s ancianos e impedidos. «Sémuy bien que nada en este mun- do podrá reparar sufici ent emente el daño causado», agrega. El denunciante relató lo ocurri- do al Papa en dos cartas remitid as despué s de que en noviembre de 2014 se difundiera otro caso en Gra- nada en el que inte rvino el Pontífi- ce. El presunto autor de los abusos ejerció como párroco en Tábara (Za- mora) durante 26 años, hasta que el pasado verano fue suspendido del sacerdocio. En est os momento s se mantiene como delegado diocesa- no de Patrimonio en Astorga.

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30/1/2017 Kiosko y Más ­ El Correo ­ 30 ene. 2017 ­ Page #18

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Lunes 30.01 .17 EL CORREO

Separan a un cura de Astorga por una agresión sexual a un seminarista El obispo pide perdón en nombre de la Iglesia por los abusos. cometidos hace décadas y que salen a la luz después de que la víctima los denunciara ante el papa Francisco :: A.E. LEÓN. El obispo deAstorga (León), Juan Antonio Menéndez , ha apar­tado de l ejercicio del sacerdocio a un cura de la diócesis y ha enviado una carta en la que pide perdón por un caso de supuestos abusos sexua­les cometido a finales de la década de 1980 en el seminario menor de la localidad leonesa de La Bañeza. Las medidas adoptadas por el Obis­pado se han producido después de que la víctima se dirigiera por escri­to al Papa Francisco I para relatar le lo sucedido.

«Me robaron mi infancia, mi ilu­sión y mi inocencia », ha declarado el denunciante a un diario zamora­no, en el que supone el primer caso reconocido por la Iglesia en Castilla y León. La víctima, segú n cuen ta , aún revive 28 años después las «no­ches de angustia y sufrimiento » que vivió en La Bañeza.

Al igual que él, según ha relat a­do, hubo otros menores que sufrie­ron abusos en ese mismo semi na-

rio. Dos de ellos llegaron a denun­ciarlos al rector del centro en el mo­mento en que se produjeron , pero no se adoptó medida alguna. El obis­po de Astorga asegura por su parte, en la carta en la que la diócesis pide perdón , que el sospechoso, J. M. R, está «sinceramente arrepentido» por su «conducta moralmente ina­ceptab le y graveme nte dañina para él y para la Iglesia».

Tareas asistenciales El obispo se ha comprometido en nombr e de la institución a repara r el daño causado y ha adelantado que J. M. R. ha sido suspendido del ofi­cio de párroco durante un periodo «no inferi or a un año». Tendrá un seguimiento tut elado por otro cura y se dedicará a tareas asistenciales a sacerdote s ancianos e impedidos. «Sé muy bien que nada en este mun­do podrá reparar sufici ent emente el daño causado», agrega.

El denunciante relató lo ocurri­do al Papa en dos cartas remitid as despué s de que en noviembre de 2014 se difundiera otro caso en Gra­nada en el que inte rvino el Pontífi­ce. El presunto autor de los abusos ejerció como párroco en Tábara (Za­mora) durante 26 años, hasta que el pasado verano fue suspendido del sacerdocio. En estos momento s se mantiene como delegado diocesa­no de Patrimonio en Astorga.

30/1/2017 Kiosko y Más ­ ABC ­ 30 ene. 2017 ­ Page #41

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Rezo del Ángelus

El Papa pide «no obstinarse en las propias opiniones» El Papa Francisco abogó ayer por que haya «menos divisio­nes, enfrentamientos y polémicas », advirtiendo de que los cristianos no deben «obstinarse en las propias opiniones, sino escuchar con respeto y aceptar las decisio­nes de otros». En su cita dominical para el rezo del Ángelus , el Pontífice recordó la primera de las bienaventu­ranzas e invitó a vivir «la admiración por la belleza de las cosas» , pero sin caer «en el consumo voraz de cuanto más tengo , más quiero», pues eso mata el alma» .J. v. BOO

Deia 30-01-2017J,\l ,\ L.\ l

En guerra .Juan Céufos l barra

E L mundo vive en guerra Hay quien dice, por ejemplo el Papa, que es la tercera guerra mundial. Tal vez tenga

ra;,ón. Eso que conocemos como Prirn era y Segunda guen·as mund iales tampocoe mpei.a­ron tal día del año tal. La Historia fija las fechas del inicio exacm de un conílicto tiempo des­pués, cuando los mue11os se cuentan ya por cientos de mi les y por millones los desplazados. El Guemica de Picasso es hoy sím­bolo mundial de la paz. tal y como ayer recordó Sabino Ara-na Fundazioa. No nació el 26 de abril de 1937. Hoy vivi ­mos en guerra; ya nos dirán desde cuando.

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UNIVERSOS PARALELOS

Diego. A. Manrique

Un Trump en el Vaticano

El espectador de 'El joven Papa ' puede dejarse arrastrar sin advertir las trampa s

Evidente: Pao lo Sorrentino no pensaba en la ascens ión de Donald Trump cuando rodó El joven Papa. Hoy, sin embargo, es imposible ignorar al déspo ta de Washington cuando con­templamos los destrozos causados por el ficti­cio Lenny Belard o en el Vaticano. Un guapo card enal estadounidense que asciende a la si­lla de san Pedro como solución de com promi­so a un empate entre facciones eclesiásticas.

Encarnado por un Jud e Law en estado de grac ia, Pio Xlll rompe con el (re lativo) consen ­so que rige la política vaticana desde los sesen­ta. A pesar de su juventud, es má s ultramon ta­no que los cardenales conse rvadores. Nada de ecumenismo o tolerancia. No hablemos de aborto o euta nasia; hasta pretende expulsar a los curas homosexua les. Como Trump , despre­cia e l abe de la economía: prefiere un a Iglesia orgu llosa y ais lada, aunq ue arruin ada . Inclu­so rechaza el merchandising y la prom oción de su persona: aspira a ser invisible, arg um en­tando que está respaldado por la leyenda naci­da alrededor de Salinger, Banksy o Daft Punk.

Para tratarse de un carca iracundo , Pio

XIII reve la u na sorp renden te cultura pop. Se proclama desde la care ta, con una poderosa vers ión del Ali Along the Watchtower dylania­no. Por cierto, habría que preg untar a Sorre n­tino si pensaba en Dylan cuan do hace decir a un escritor respecto al premio Nobe l: "Desa­fortunadament e , han cogido la cost umbr e de dárselo únicament e a los que no lo qui eren".

Alguno s de los guiños revela n el or igen na­politano de l cineasta: las piezas de Pepp ino di Capr i o Roberto Mu rolo, la pas ión por el Napo ­li FC. .. Otros son deta lles de brocha gorda: mientras el Papa se viste para apabullar a l coleg io de cardenales , suena el Sexy ami I Know I l, de LMFAO; el tema no apa rece en el doble disco de la extraord inaria banda sono ra.

Como en otros filme s de Sorrentin o, el fon· do musical abarca desde angus tiadas partitu ­ras contemporáneas a e lectró nica de co lmi­llo fino, con margen para los cap richos. En visita oficia l, la prim era min istra de Groen­landia rega la al Papa un (impos ible) single de vin ilo de la cantante Nada. No se explican los motivo s pero la canción , un a joyita de 2004

titulad a Senza un perché, domina el capít ulo cuarto y, en la vida real, se disparó a lo alto de las listas italia nas.

El joven Papa ofrece tal encaden ado de chis tes, provocaciones y masajes audio visu a­les que e l espec tador puede dejarse arras trar sin advert ir las trampas. El argum ento tien­de a lo espas módi co, lejos del tapiz denso de los guiones made in USA. Abund an los tiem­pos muertos. No se sostiene el Macguffin del paradero de los padres de Lenny. Desap arec e el íntimo cómpl ice del Papa y, caramba , éste luce impe rturbable; toda la visita de monse ­ñor Gutiérrez (Jav ier Cámara ) a Nueva York resul ta un dis parate.

Cierto que las objeciones se desvanecen an­te escenas ta n arrolladoras como el choq ue dia léctico ent re Pio XIII y el pr imer mini stro de Italia , tras unto de Matteo Renzi que sale bu fando: "Este Papa es d iabó lico". Una galaxia de deslum bra ntes secundari os enriqu ece este festin para los sentidos. Otros pueden buscar el sustrato teológico: aquí disfruta mos con una farsa que esconde su aguijón venenoso.

Deia - Lunes, 30 de enero de 2017

Tribulla abie1·1Lt

Comulgando con piedras de molino

"ºI{ .Juan Gorostidi Bcrrondo

"I··~<; inevitable que haya escándalos. Pero, iaydcquicn cscandalizara au n ni.ño! Más valieraquc le atasen al cuello unapicdraclc molino.'' lo arrqjaran al m[u-" (Lucas 17, 1-2)

L OS compa fieros de clero del pede­rasta Juan Kru z Mend izabal se han man ifestad o muy afecta dos

por el caso , quejándose de su "'sobreexposi ­ción mediática". Resultan elocue ntes las palabras de l teó logo Joxe Arregi: '"Me sien­to muy cerca de Kakux. Profundamente cerca ... Y además está lo que ha significado y s ignifica para la Iglesia guipuzcoana. Y todo lo que ha hecho por ella. Me con mue­ve, me da infinita pena. imag inarlo en lo más oscuro del abis mo. Él y su mad re y sus am igos más cercanos. Me pongo en su lugar. Yo no soy mejor qu e él. Eso leo en el Evangelio de Jesús ... Pero conviene situa r los hechos en el con ­texto de la histo ria recient e de la Iglesia Católica. Puede ayudar en ello la revisión de película s recientes de am plia difus ión o el docu mental de la TV3 cata lana Els inter­na es de la po r (Los int ernados del miedo) . He vuel to estos días a la irlandesa Los niiio s de San Juda s (2003). la ch ilena El club y la nort eamericana Spot ligh~ ambas de 2015. La irlandesa se basa en la historia rea l de los refo rmatorios católicos vigentes has ta 1985; la chilen a recrea una ··casa de reti ro'" para cur as acusados de delito s gra­ves (asesinato s, bebés robados , pedera s-tia ... ). y la norteame ricana reco nstruye la fam osa investigac ión del Rosta n Globe

publ icada en 2002 qu e dese ncadenó una casca da mu ndial de acusac iones y el repla nteam iento de la política cató lica ante la enverga du ra de las denu ncias. En todas se muestra a victi mas y perpetr adores y no resu lta nada difícil identifi car us act itud es y declaraciones con las esc uchadas entre nosot ros la pasa da semana: un niño forza­do lo es en cualqu ier latitu d, y el pe rfil de los clér igos se identifica claramente en nu est ro "mun do católico".

DEL PERDÓN V LA MISERICORDIA La iglesia guipuzcoa na ha hablado tras años de silen­cio en el mom ento en que a lgunas victi mas ha n expuesto sus casos públicamen te. Esto obedece ju sta mente al cambio de la políti­ca ec lesial tras la "pés ima ges t ión" del caso Spot/ight. Han compre ndido que convie ne saturar los medios con sus declarac.iones pa ra minimizar en lo posible el efecto de las declarac iones de las víctima s. El prime r com unicado del Obispado guipu zcoa no antepone s iem pre la pala bra '"reverendo " al nombr e del cura qu e ya ha sido conde nado por el los mismos y utiliza el lenguaje alam ­bicado e int imidan te de los ju ristas ecles ia ­les: ..... siguie ndo r itualmente el protocolo ca nónico estab lecido para t ratar estos casos , creó rodas las condic iones jur ídicas mat eria les y proce sa les para que ...... O "declarac ión de culpabilidad del reo y la imposi ción a este de diversas penas expia­to rias ex cann. 1336-1338 CJC y de ot ras medidas ad minist rat ivas y disc iplina res". En res umen, manifiest a su pena y solidar i­dad con las víct imas y pide perdón -ego me abso lvo ... -, pe ro tambi én su solidaridad con el desdic hado reveren do. El final del texto lleva la marca incon fund ible del len­guaje ecles ial: "Esta Tglesía particu lar , en comun ión con el Sucesor de Pedro, el Papa Francisco y unida fra tern alme nte con su Obispo José lgnac io. eleva desde la fragi li­dad una oración confiada a l Señor , irn plo-

Deia - Astelehena, 2017ko urtarrilaren 30a

ran do con confia n za los dones de la ju st i­cia. el perdó n m isericord ioso y la paz "_ El obis po Mu n illa tuvo que to mar la inicia­tiva ante la publicación de un nuevo testi­mo n io ("los hec hos se han pr ecipita do") y compa rec ió dos días desp ués a nte los medios para lee r un nu evo co m un icado. En él, nos explica lo bu ena q ue es la verda d para todos y q ue "esta mos a nte un p rob le­ma del que no está exe nto nad ie" pa ra sub ­raya r, a continu ación, que la Iglesia dispo­ne de su prop io sis tema judi cia l "pa ra es ta­blece r pe nas que pr iven a los fieles de cual ­q, ,ier bien es pirit ua l o temp ora l (can. 1312 §2 CIC)", y q ue dicho sistema se enc uentr a "entre los m ás severos en comparación con otras reg u laciones pena les". En es te caso, el reo co nd enado por "abu so en grado de tocam ientos des hones tos" ha sido con denado a pasar un a tem pora da en un m onaste rio y a seguir una tera pia ··psi­cológica y esp ir it ual". La Igles ia , in cluso cuand o pide d isculpas. no puede evita r habla rn os des de s u autori dad , un a autori ­dad que ema na d irecta mente de Dios y de un a Com uni da d Universa l y Etern a . Pero. ¿qué dice nues tro "reverendo presbítero" tras cas i un afio de con dena y tra ta m ien to a l ser preg unta do por los casos ele pede ras­tia? "Quiero decir q ue la Iglesia no ha abo r­dad o de manera adecuada estos casos. o lo sé en Euska l Herr ia, noso tr os no conoce­mos ningú n caso de es te t ipo , pe ro en Esta­dos Unidos inte ntaron soluci ona r el pro ­ble ma co n din ero . La co nsec uencia ha sido que no se ha a rr eglado nada y ade m ás la Igles ia se ha quedado sin dinero. Hay q ue protege r a las fam ilias y acercarse a e llas sin prob lemas . Hoy en día , la Iglesia y la J ust icia está n unid a , pero no hay res q ui­cio par a la cooperación". Obvia men te , el cu ra qu e habla así tras su ju icio y conde na lo hace des de el se n ti­mie nt o de impu nidad que le co ncede la tra­dic iona l ome r tá eclesia l pero , ¿po r qué no cons iderar sinceras sus palab ras? El cur a pederasta que se en frenta a las pregu ntas de l jesuita qu e ha sido enviado po r su s sup eriores a su retir o en la pelic ula f.'/ Club pa rece hablar sinceramente: "He expe r i­me nt ado la luz divina en el sexo más abyecto y profund o" o "us ted y yo esta mos con denados a se r cuerpos des ho nestos" . El psicó logo expe rt o cons u ltado en Spoclight aftr ma q ue el pe rfi I de l clero católico es pe rfecta mente reco nocible desde la psi­quia tr ía ; qu e se calcu la qu e la mi ta d m an-

' tie ne re lacio nes sex ual es y qu e un 6% son ped órilos . En cuanto a las víctimas elegi­das , tam bién es reco noc ible su pe rfi l: pob res , des proteg idos , de fam ilias debili ta­das ... Los escá n dalos de Irlan da y Bos to n son los q ue ma yor reperc usió n me diát ica han teni ­do en las últimas déca das. Los de l país m ás católico del nor te eur op eo resu lta ban tan abund a nt es y escan dalosos que el gob ierno ir la ndés se vio obligado a crear una com i­sió n de invest igac ión que necesitó diez años para redacta r su informe. Es te fue pub licad o en 2008 , acep ta ndo las co n dicio­nes de la Ig lesia católica irlan desa. Entre otras, la de no publica r los nombres de los imp lica dos. El infor me hab la de 25.000 vic-

Resulta muys igniik at ivo que nosc hayan producido investigaciones como la realizadaen lrlm1daen los países rnás católicosdel sur de Europa América: una verdadera

'rnuesti-a de nuestra 'catolicidad'

timas; de 40 0 religiosos y 100 seg lares imp licados . Tras estas pu blicac iones. el Vatica no se vio desbo rdado por las denun ­cias qu e sigu ieron : más de 6.000 en un a década, m ás de 1.000 curas exp ulsa do s.

o DE LA IMPUNIDAD Resu lta m uy significat i­vo qu e no se haya n produci do invest igacio­nes de esta índ ole en los pa íses más cató li­cos del su r de Euro pa y Am érica: u na ver ­dadera mu es tra de n uest ra caro li cidad. Sin emb argo, cualq uiera de cierta edad qu e haya pasa do su infa ncia y prim era j uven­tud en internados o insti tu cio nes católicas ha sido tes tigo de ab usos físicos de to do tipo. Y son muc h os ent re los naci dos a me diados de l pasa do sig lo, sobrevivientes a un sistema de terror en el que intentamos pro tege r n uestro n úcleo más intim o. Nues ­tra ma rca es tam bién fácilme nt e reconoc i­ble: se nos not an las con sec uenc ias de ta l esfuerzo, obligados en un medio ext rema­damen te host il y perverso, a elegiJ· entre los go lpes y las agres iones sex ua les en las cond iciones de vu lnera bi lidad y sole dad prop ias de nuestras infa ncias. Cuan do lo peor de aqu ello pasó, veía mo s cómo los agreso res permanecían im punes .

IRITZ IA 5

El País Vasco des taca por su mayor pro po r­ción ele co legios católicos en relac ión a otros territo rios vec inos. El sis tema co ncer­ta do con el Estado hace qu e los sueldos de los p rofeso re s de dicho s co leg ios sean pagados po r el gobierno , entr e otras ayu­das. o hab laré aq uí de los pri vilegi os fis­cales o las in matr iculacio nes, pues habla­m os de otr a dimensió n, a un que los dos á mb itos esté n relac ionados . A pesa r de e llo, para lñi go Urku llu e l recien te escá n ­da lo co ncierne est rictam ente al á mbito ecles iás tico (es taba casualme nt e de visita en el Vatican o cua nd o fue preg un tado). Es indud a ble la in íluencia y el poder ele la Iglesia ca tó lica, y e l a lboroto de los días pasad os debe ría per m itirn os fijarnos por un momento en sus raíces e implicac iones : una inst it ució n qu e ha mo nopolizado secu­la rme nte el min iste rio del perdón ha crea­do, en pr ime r lugar, un sistema inm une a cual qui er res ponsab ilida d; s u grado de im pu nid ad ha siclo yes cas i abso luto . Es por eso que se mues tran tan afect ados estos días den u ncia ndo el "lincham iento m ediát ico" a qu e se ven somet idos . Com o decí a , sus je fes ha n apr en did o de la ma la ges tió n an teri or y utiHzan s u enor m e in íluencia pa ra imp on er su discu rso sobre e l testi mo nio de las víctimas. No es cas ual q ue el obispo Mun illa sea presidente de la "Com isió n de Comunicac iones Soc iales" de los obisp os eu ropeos. Sus pa labras en la ho milí a de l pasad o dom ingo res u me n bien s u pos ició n: "¡Es prof undamen te inj usto q ue la ent rega de toda una vida a la ca usa del Evangelio y a l ser vicio de los más nece­sita dos, se vea p ues ta en cuest ión po r la sospecha que gene ra la traición de un com ­pa iiero!". Llevan déca das de cru zada contra lo q ue cons idera n pervers io nes sex ua les, denu n­c iand o "la deg radació n de la soc iedad" que pe rmit e e l divorcio, la hom osexua lidad, los a nti concept ivos o el aborto, en nom br e de la defe nsa del eva nge lio de Jesús de aw­ret. Pero lo cierto es que en esos tex tos no

se especi fica un a doc tr ina sobre dichos te mas. Si se ha bla, sin emba rgo, de la pede­rastia: "Es inevi tab le q ue haya escá nd alos . Pero . ¡ay de qu ien esca nda lizara a u n n ifio! Más vali era que le atasen al cuello LLna pie­dra ele mo lino y lo a rroj ara n al mar " (Lucas 17, l-2). No he esc uchado de su boca est a cita tan aclaratoria ni una sola vez en estos días, acos tu m br ados como está n a da rn os de com ulga r co n piedr as de molino .

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OPINIÓN

TRIBUNA ! INTERNACIONAL El autor denuncia lo que está sucediendo en Siria y lamenta que los políticos e intelectuales que tienen la responsabilidad de ejercer liderazgo moral en una sociedad, en su mayoria, no lo han hecho.

Ensordecedor silencio sobreAlepo FRANCISCO DE BORJA IASHERAS

AL SURFSTE de Sarajevo, en la región de Romanija, co­mienza un altiplano que recuerda al Medio Oeste norte­americano. Tambaleantes postes eléctricos se suceden jun­to a una carretera que discurre entre colinas y bosques hasta llegar al valle del río Drína. En un desvío mal indica­do hay un camino rural que se adentra en un bosque y lle­ga a un claro. Allí encontraron hace seis años una fosa con restos de una decena larga de bosnios musulmanes asesi­nados en 1992, al comienzo de la guerra, tras caer la wna en manos de las fuerzas serbias de Radovan Karadzic y Ratko Mladic. F.sa fosa era una más de tantas que siguen apareciendo en Bosnia. Años de cavilaciones internacio­nales, no ya sobre las complejas opciones de paz sino so­bre algo tan inmediato como qué respuesta ante hechos reminiscentes de la barbarie de la Segunda Guerra Mun­dial, alentaron la impunidad. Con las cámaras mirando al Sarajevo sitiado, se llevó a cabo la limpieza étnica de casi toda Bosnia oriental, acompañada de sistemáticas viola­ciones, ejecuciones y matanzas, lo que culminó en el ge­nocidio de Srebrenica tres años más tarde ante los ojos de la ONU (poco después del de Ruanda). Hoy, chauvinistns a este y oeste ponen en cuestión los hechos y a veces tam­bién Auschwitz. Vuelve el revisionismo histórico y está de moda la llamada posverdad -la subversión sin rubor de he­chos establecidos para lograr la hegemonía política y des­truir la democracia deliberativa- que utilizan el Kremlio, la actual Casa Blanca y sus acólitos. Pero a mí, en ese bos­que en Romanija, los restos humanos que emergían de la tierra me parecían bastante reales, como ciertos son los datos demográficos de antes y después de la guerra

No obstante , a pesar de la información sobre matan ­zas y violaciones o imágenes de campos de concentra ­ción, algunos elementos de la izquierda apoyaron al sis­tema responsab le de la mayor parte de esas fosas. Pen­saban, ilusos, que Milosevic era un comunista que no se

«Para nuestras sociedades democráticas, Siria muestra la necesidad de repensar un uso limitado de la fuerza militan>

doblegaba ante Oc­cidente, en vez de un oportunista que alimentó el nacio ­nalismo radical pa­ra acapa rar el po­der y eliminar la oposición. Un cíni-co cuyo aparato de

seguridad diseñó la estrategia para armar los serbios del Drína y otras regiones de Bosnia y Croacia, dando apo­yo logístico a Mladic y la horda de mercenario s y para­militares vinculados con el crimen organizado que des­cendieron sobre Bosnia. Un papel parecido al de Rusia en Ucrania hoy, además de operac iones directas de su ejército regular --amén de los voluntarios y tontos útiles de siempre que piensan que luchan contra el fascismo y no con el fascismo. También otros creían ciegamente en su día que luchaban contra los «fundamentalistas islámi-

cos» de Sarajevo--. Veinte años después, el confuso pero implacable argumentario ideológico y el perfil de gran parte de esa izquierda verdadera que apoya a Bashar Asad en Siria, es casi idéntico a los que apoyaron a Mi­losevic hasta su entrega a La Haya y despué s también . Asimismo, por alguna razón que se escapa a la razón ló­gica, siguen viendo en Putin y su imperíalismo un baluar­te contra el «imperialismo occidentab>, a pesar de su xe­nofobia y represión, Crímea o el MH 17. Se tragan a gran­des cucharadas esa propaganda con la misma voracidad con la que no pocos crédulos occidentales negaron en su día el gulag. Así, van de la mano de casi todos los grupos fascistas en Europa que ven en la Rusia de Putin un mo­delo a seguir, parte del nuevo mundo de Le Pen, Wtlders y otros demagogos.

El mundo cambia. los dogmáticos ideologizados, no tan to. El silencio sobre Alepo y las atrocid ades y bom­bardeos indiscriminados contra la población civil en Si­ria han sido ensordecedores. Cuando éramos veintea­ñeros, salimos a las calles contra la guerra de Irak de la administración de George W Bush. Años después , en nuestras calles y foros ha reinado el silencio, salvo alguna voz de la sociedad civil (no tanto en España) . Muchos de los que salieron legítimamente a protestar contra los excesos de un pr esiden te de derechas de EEUU no hacen lo propio con tra un pres idente tam ­bién de derechas , del otro imperio en Europa, o su alia­do sirio. Es otra muestra de nuestra crisis de valores y cierta deshumanización ante el sufrimiento ajeno, más allá de la consternación pasajera co mo un tui! ante imágenes a menudo sin impacto duradero. Si antes nos indignábamos ante Sarajevo, hoy nos indignamos algo o mucho un rato pero nos acostumbramos rápido a la guerra de at rición en Alepo y he chos similares .

En estos casos, los políticos e intelec­tuales tienen la responsabilidad de ejer-cer liderazgo moral en una sociedad . Mayormente, no lo han hecho. Peor, ese segmento político e ideológico teó­ricamente anti-autoritario ha virado en­tre la ambigüedad y la negativa a apo­yar en el Parlamento europeo o asam­bleas nacionales resoluciones criticas con Asad (o Putin). Algunos incluso han rendido visitas de pleitesía y amis­tad a tales déspo tas. los argumentos son los de siempre y reflejan una nota­ble mezcla de simpleza, adoctr ina­miento, contradicciones, incredulidad extrema ante hechos acreditados junto con la credulidad más extrema ante teorías de conspiración, estilo Trump.

Un argumento recurrente es el y tú más: como también hay violaciones de derechos humanos en países como Arabia Saudí, no condenamos las de Siria, Venezuela o Rusia. El hecho es cierto, la conclusión absurda: uno pue­de y debe procurar condenar todo abu­so - incluidos los de países occidentales en la guerra contra el terrorismo--para erradicar la impunidad internacional , lo que no es incompatible con estable­cer prioridades en crisis como ésta. <Se imaginan que nuestras autoridades se quedaran quietas ante ejecuciones su­marias en una calle o región por unos individuos, alegando que lo mismo su-cede en otra cercana, por otros? Pues, en síntesis, ese mundo sin ley es lo que postulan estas fuerzas, con la tran­quilidad de que ellos no sufren las consecuencias. Otro ar­gumento es el maniqueo todo es culpa de Occidente, que confunde Irak 2003 con Siria 2011-2017. Este argumento, repetido hasta la extenuación, está basado en una cuestio­nable pero cómoda superioridad moral que les exime de la complejidad de abordar las causas de los conflictos y asumir la responsabilidad de definir posiciones que se sal­gan de la línea marcada. De fondo, uno intuye cierto refle­jo pseudo-rolonialista: otros pueblos no tienen su propia opinión de cómo quieren ser gobernados y, pobres, son manejados siempre por la CIA, Soros y demás agentes del Mal. As~ contnbuyen indirectamente a debilitar cualquier plataforma democrática y moderada en estos países, alen­tando que los radicales ocupen el espacio público, como

EL MUNDO. LUNES 30 DE ENERO DE 2017

ha ocurrido en Siria (qué lejos quedan las protestas paci­ficas de 2011) y ocurrió en Balcanes.

Al sureste, Siria y el bloqueo de Naciones Unidas con­firman que la falta de una decisiva intervención multilate­ral en fases clave puede animar a una escalada de violen­cia y la injerencia desmedida de actores regionales y más subguerms, llevando a peores escenarios que los iniciales. Para nuestras sociedades democrát icas, fraguadas con muchos sacrificios y guerras, algunos de los dramas en Si­ria muestran también la necesidad de repensar un uso li­mitado de fuerza militar, más allá del énfasis en la lucha contra el terrorismo, para procurar evitar masacres y atro­cidades por actores estatales y actores no esta tales. En tiempos de contrarrevolución política y cultural , miedo y autócratas en el poder mundial, y sobre todo tras Afganis­tán, Irak o libia, la idea de los 90 de la responsabilidad de proteger individuos y poblaciones es aún más problemá­tica. Pero si los europeos aún valoran la seguridad huma­na, no pueden abandonar estos principios. Hay fuerzas po­líticas en la izquierda, como el Partido Verde alemán y otros partidos escandinavos, que lo entienden.

IA DÉBIL socialdemocracia tiene la oportunidad de de­finir una posición propia desde la izquierda, normativa y realista, para que ante crisis como Siria o próximas Bos­nias no seamos esclavos de la geopolítica militar de unos ni de las utopías inhumanas de otros. Una posición que marque líneas rojas básicas, como que el uso de armas químicas no puede quedar sin respuesta (la horma del za­pato de Obama tras el ataque de Ghouta en 2013, atribui­do a Damasco) y el recurso a tribunales internacionales por crímenes de guerra. La respuesta militar ante la linea roja final---0tro bombardeo de un mercado en Sarajevo en agosto de 1995--contribuyó a terminar (tarde) la guerra en

LPO

Bosnia en pocos dias y acelerar las negociaciones. Siria es quizá ya inmanejable, pero en el 2000 bastaron 150 para­caidistas británicos en Sierra Leona para acabar con los teóricamente invencibles West Side Boys , una milicia no­toria por sus atrocidades, y acelerar la paz.

Es un mundo cruel. Quizá muchas veces no podamos evitar estos hechos y crear falsas expectativas es contra­producente. Intentar terminar la guerra no resuelve el pro­blema de la paz, como muestran los acuerdos de Dayton en 1995. Pero no renunciemos a hacer todo lo posible y más para no dejar morir a la gente, sin esperanza , como en esas colinas de Bosnia.

Francisco de Borja Lash eras es d irector del European Coun­

cil On Foreign Relat ions Mad rid y autor de Bosnia en el lim­bo, testim onios desde el rl o Drina (Ed. UOC, próx .) .

LA RAZÓN • Lunes. 30 de enero de 2017

TRIBUNA 1

La conversión al cristianismo comenzó en Inglaterra en el año 597 y significó el regreso de la civilización romana desde el centro estelar de la Roma de los papas, que enseñaba la caridad, la humildad y el interés sobre las cosas espirituales

Mario HERNÁNDEZ SÁNCHEZ-BARBA Catedrático de Historia de América. Universidad Francisco de Vitoria

LA CRISTIANIZACIÓN DE INGLATERRA

E I año 430 de nuestra Era se inició el acceso de los anglosajones ger­manos a Inglaterra. Con anterio­

ridad lo habían hecho los celtas indoeu­ropeos en los comienzos del primer milenario (a.C.). El año 55 (a.C.) Julio César, que ha conquistado la Galia, atra­viesa el Canal de La Mancha y efectúa un reconocimiento breve por el Támesis. Al año siguiente, el 54 (a.C.), regresó, al frente de cinco legiones -unos 27.000 hombres-, que rompieron fácilmente la resistencia de los celtas, dirigida por Caswallawn, que Julio César, en la «Gue­rra de las Galias», singulariza con el nombre latino de Cassivellaunus. Éste fue sometido, tuvo que entregar rehenes a César y accedió a pagar tributo a Roma. Los romanos no volvieron a invadir In­glaterra hasta unos cien años después, bajo el emperador Claudia, un siglo des­pués de las expediciones militares de César, cuando tuvo lugar la verdadera conquista de la isla.

Se habían establecido en Inglaterra comerciantes, cortesanos y huestes mi­litares que convirtieron parte de la isla en una provincia romana, impusieron la cultura mediterránea y elevaron un lími­te norteño que es la muralla de Adriano, procediéndose a la romanización de Inglaterra, que en realidad es una socie­dad multicultural. Se establecieron sol­dados que crearon familias. Muchas ciudades se desarrollaron en torno al ejército: Exeter, York y Caerleon fueron bases militares; Colchester, Lincoln, Gloucester eran colonias, donde se asen­taban los veteranos después de, al me­nos, 25 años de servicio activo en el

ejército. Londres era la ciudad mayor y corazón comercial. Eran ciudades pe­queñas, de unos 15.000 habitantes, con organización municipal. Londres era el centro de donde salía una red de caminos que aún hoy mantienen la relación. La agricultura alcanzó gran prosperidad. El gobierno lo ejercían pocos magistrados. No existía una rígida burocracia; los municipios gozaban de autonomía, cada uno tenía jurisdicción sobre un área rural casi tan extensa como un condado mo­derno. Cinco ciudades tenían esta juris­dicción: Verulamium, Lincoln, Colches­ter, York y Gloucester.

La conversión al cristianismo comen­zó en Inglaterra el año 597 y significó el regreso de la civilización romana desde el centro estelar de la Roma de los papas, que enseñaba la caridad, la humildad, el interés sobre las cosas espirituales y una conciencia activa y sin sosiego; distin­ción entre alma y cuerpo, un dogma y un extraño sometimiento a la fraternidad y los valores. Naturalmente, el juego de estas fuerzas sobre el carácter nórdico, sumamente lento, les abría más bien a adorar a O din o Thor, religión común del anglosajón y el escandinavo era religión de laicos, de guerreros, que les planteaba preocupaciones de otros matices. La propagación del cristianismo inglés tie­ne el motor en Roma. Cuando el Papa Gregario el Grande, el año 597, al saber que el rey Adalberto se había casado con una reina franca cristiana envió a Ingla­terra al monje Agustín y a otros monjes romanos. El rey Adalberto se convirtió y Agustín fundó un monasterio en Canter­bury, donde fue nombrado en el año 601

TRAS LAS EXPEDICIONES MILITARES DE CÉSAR, CLAUDIO INVADIÓ INGLATERRA

LOS SAJONES ORIENTALES ACEPTARON EL CRISTIANISMO Y CONSTRUYERON SAN PABLO

COLUMBA LLEGÓ A ESCOCIA, CONVIRTIÓ A LOS PICTOS DEL NORTE EN EL AÑO 563

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OPINIÓN

primer arzobispo de Canterbury, sede primada de Inglaterra. El año 604 se fundó una segunda sede en Roches ter y también en Kent. Los sajones orientales aceptaron también el cristianismo y construyeron una catedral dedicada a San Pablo en Londres.

El impulso más importante del cristia­nismo fue misión principal de la Iglesia celta de Irlanda. San Patricio fue el motor de la expansión misionera céltica al ex­terior. Columba llegó a Escocia, convirtió a los pictos del norte en el año 563 y fun­dó un monasterio en la isla de lona. San Aidan erigió un monasterio en la isla Lindisfarne. Otro centro de expansión del cristianismo fue el reino de Northum­bria, gobernado por el rey Oswy (641-670), que venció a los mercios en el 655 y les impuso la nueva religión. El año 709 los reinos principales de la «Heptarguía anglosajona» se habían cristianizado. Oswy convocó el Sínodo de Whitby, en donde se acabó adoptando la opinión de Roma. De este modo se consiguió que la Iglesia de Inglaterra quedara unificada bajo el mismo primado, situación a la que se consiguió llegar con Teodoro de Tarso como arzobispo de Canterbury durante los años 668-670. Este gran ar­zobispo grecoparlante puso los cimien­tos definitivos de la Iglesia en Inglaterra, para lo cual estimó como mejor sistema la creación de una estructura diocesana que permaneció hasta la Edad Media. De modo que la unidad eclesial se consiguió mucho antes que la unidad política y sin duda fue la función para unir los distin­tos pueblos ingleses.Además, al introdu­cir la cultura escrita contribuyó podero­samente a introducir entre los pueblos una lengua común.

Misioneros ingleses empezaron a di­fundir, en el siglo VIII, el cristianismo. Monasterios y catedrales fueron lasco­munidades con mayor y mejor grado de organización y mayores resultados en el orden de expansión del cristianismo.

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FUNDADO E N 1903 POR DON TOR CUATO LU CA DE TEN A

LA HISTORIA Y DIOS PORRAFAELSÁNCHEZSAUS

«La concepción cristiana de Dios hace necesa ria tam bién su presen cia en la histor ia, en la genera l y en la parti cular, en la de los pueblos y en la de los individuos. Ello ha encontrado resp uesta en la idea de provid encia. la cual ha tenido que hacerse compat ible con la libertad hum ana»

E Lcrist ianismo. re ligión que desdeña el mito y lo pr ocla­ma abolido para dar cuen ­t a de lo sag rado . es un a fe qu e h a as umido ]a co nd i­ción de relato histórico y ha

experimentado desde muy pro nto la ne­ces idad de rea liza r en la hi stori a e l Rei­no de Dios que es su espera nza y su pro­mesa. Esto es has t a ta l punto así que, como esc ribi ó James Hitchcock. «el ma ­yor reto a la credibilidad de la fe no pr o­cede de las c ien cias físicas, s ino de las disciplinas históricas. capaces de desa ­cred itar al crislianism o precisa mente por se r un a fe basa da en un os hechos históricos».

La concepc ión cristiana de Dios hace necesaria tamb ién su presencia en la his­toria, en la general y en la parti cular. en la de los pueb los y en la de los individuos. Ello ha encontrado respues ta en la idea de providencia, la cual ha tenido que ha­cerse compat ible con la libertad hu ma­na. La historia, pues, tendría un sentid o, pero si lo tiene es porqu e los crislianos sabe mos que Dios quiso revelarse a tr a­vés de la historia y que su pro videncia actú a en ella.

La ese ncia de la visión cristiana de la historia es preguntarse por la finalidad y no solo por los proce sos . Todavía Hegel pud o construir un a historia de l cump limiento final ista de un senti do porque aún se basab a en la luz del cris­tianismo como religión verda dera. Sin embar­go, la histor iografía act ua l, al p resc indir mayo­rit ariamente de ese e inclu so de cualquier otr o principio unificador, pese a result ar tan convin­cente en sus explicac iones de hechos y estruc­tur as . adolece de la carencia de un orde n racio­na l que la haga int eligible. Esa ause ncia de fi­nalidad nos condu ce al sinse ntido. mas pos ee la vent aja de eludir a rduo s prob lemas que han fecundad o. pero tamb ién perturb ado el pen sa ­mient o histórico. Y es que. acep tada una fina ­lidad en la historia y ent endid a la prov idencia divina como el modo en que se avanza hac ia ese fin, la cuestión gira hacia la actua ción concre­ta de Dios en un determinado hecho histór ico. Una gra n tent ación cristiana ha sido ded ucir, a partir de un a creencia genera l en la divina pro­videncia, sus manif estacio nes espec íficas en la historia. Si es ta depend iera de un sent ido evi­dente que la tot aliza y termin a, ocurr iría enton­ces que esa mi sma histor ia se harí a inane en cada uno de sus capítu los. Pero esos son preci­sa mente los que int eresa n al histori ador .

Por otra part e, los sistemas inm ane nti stas, de los que el mar xismo ha sido el más ambicio-

so e influyente, no han resuelto la neces idad ra­cional de enco ntr ar un a idea organ iza dora del devenir. La des ilusión ante su fracaso se expre­sa en e l co nvencim iento actu a l de que result a va no bu sca r un a atalaya teórica desde la que contem plar la ente ra historia . Eso es tar ía bien si, al precio de esa renun cia, obtu viéram os el sentid o que, de un a forma u ot ra. nues tra cu l­tura ha anhelado siempre encontrar . Puesto que ese se ntid o no puede deducirse sin más de los puros aco ntecim ientos. es evidente que la abs­tención ac tua l t iene que ver no co n el des int e­rés, s ino co n el vér t igo de p regunt a rse po r el significado ú ltim o de la histor ia. Así. muchos historiadores que no dudan de la acción de Dios en las vidas hu manas , ent endid as indi vidu al­mente, pr efie ren no plantea rse esa acc ión en la hi st ori a. Pero s i Dios es prov idente co n cada hombre . ha de ser lo con la hum an idad en su conjunt o. La dificultad para admitirl o quizá no proceda tanto de nuestra fe o piedad persona ­les cuant o de nu es tro concep to de histori a. el cual podría tener el efecto de velarno s la acción de Dios sobre ella.

Son dos las cues tiones prin cipales: prim era, el senti do del tiempo; segund a. la selecc ión de los hechos que considera mos histór icos. Sobre la pr imera. de enorme complejid ad, baste decir ahora que el eterno pr ese nt e de Dios no tiene

por qué acomodarse en su acción al tiempo li­mitad o del hombr e, de cada ho mbr e y genera­c ión. Ahora bien, es preciso co nfesa r que, aun cuando in tentemos conte mplar los hechos his­tóricos bajo un pr isma más acorde con ese tiem-

po de Dios, muchos de ellos s iguen pa­rec iendo cont rar ios a l des ignio divino sobr e la hu ma nida d, cuand o no ca ren­tes de todo senti do.

En cuant o al segund o probl ema. cabe pensa r que. si para Dios no hay nin gú n hombre despreciable, para Él no hab ría tampoco ningún acon tecimient o super­fluo o irrelevante . Pero eso no es as í par a nosotros , y por ello la historia se co nfi ­gura, según la conocida definición de Ja­cob Burckhardt, como «el registro de los hec hos que una edad encuentr a nota­bles en otra». Quizá por e llo, la frustra ­ción nos aguarda cuando esperamos cap ­tar el sentid o de la hist or ia y esc rutar la int ención divina sobre un co njunto en e l fondo pequefi o y ses gado de aco nte­cim ientos «notables >). Es forzoso sup o­ner que innum erables mom ent os en los que Dios actúa no son preservado s por la historia.

Esas dos cuestio nes late n e n un viejo y pertinaz tercer prob lema: ¿cómo vincular a un Dios de bon­da d y just icia con hechos en los

que tan a menudo contemplarnos el triun­fo de la maldad y el pecado? Pero, en rea­lidad . so lo es una dete rmin ada idea de progreso la que nos imp ide acep tar que

el sufrimi ent o y el mal tenga n un pap el cons­tructivo en la historia. Frente al progreso de ma­tr iz iluminista, que no puede asumir la rea lidad del mal y de l do lor sino como abs urd o irrac io­nal que lo frena o impid e, la histo ri a más bien se ría, según la imagen creada por Tsa iah Berlín a partir de la concepción de Herd er, como un a sinfonía. cad a uno de cuyos movimientos tiene significado por sí mismo . Así. cada part e o mo­mento de la historia la contiene entera de algún mod o, no como peldaños de una esca lera cuyo sentido solo conoceremos al fina l. Cada sufri­miento, fracaso o logro tiene n un va lor abso lu­to fuera de la secuencia. No habría tan to un pro­greso cuanto una maduración de la hum anidad en la que pesa n todos y cada uno de los destinos hum anos. En esa figura no hay sucesos que im­pu lsa n la marcha y otros que la ret ard an o la contrarí an. Porqu e todo, tanto lo bueno como lo malo, co ntribu ye a ese proceso de madura ­ció n de los hombres y de la hum anid ad. Y as í. sufrimi ent o y dolor encuentra n su sitio. como todo lo que acont ece. la lluvia. el sol. la noche y el viento, conforma miste riosamente al fruto en el árbo l.

RAFAEL SÁNCHEZ SAUS ES CATEDRÁTICO DE HISTORIA MEDIEVAL DE LA UNIVERSIDAD DE

CÁDIZ . FUE RECTOR DE LA USP-CEU