Por Dalibor Soldatic

"el defensor" de pedro salinas

Si bien la primera edición inicial de Eldefensor data de 1948, ésta de la Alian­za Editorial puede considerarse como laprimera por ha~erse perdi~o la anteri~rcasi en su totalIdad destrUIda en un so­tano en Colombia. Pedro Salinas resultaen este volumen de ensayos un críticode gran sensibilidad, consciente de larealidad que lo rodea y defensor detoda una serie de tradiciones espiritua­les y culturales que ve seriamente ame­nazadas por el progreso y la mecaniza­ción de la sociedad contemporánea. Apesar de que los ensayos fueron escritosen los años cuarenta la problemáticaque plantea el autor sigue vigente ennuestros días, resultando los textos inte­resantes no sólo para un círculo limitadode hispanistas, sino también para un am­plio número de lectores. Las críticas deSalinas, su visión del lenguaje, del tiem­po, de la literatura y sus preocupacionescreadoras denotan a un humanista quese siente limitado por el sentido excesi­vamente práctico que está adquiriendola vida contemporánea.

Su primer ensayo se intitula "Defen­sa de la carta misiva y de la correspon­dencia epistolaria" y nos ofrece un aná­lisis amplio de lo que significa la cartapara el ser humano. Pasando por la his­toria de la correspondencia Epistolar ymeeliante un estudio cuidadoso, Salinasdemuestra que la misiva es un factorimportante en la vida espiritual delhombre. Mediante ella se logra estable­cer la comunicación entre seres huma­nos venciendo distancias. Se trata deuna nueva especie de relación entre lagente, una especie de diálogo y presen­cia muy peculiares, "una relación de en­tenderse sin oírse, un mirarse sin pre­sencias". Para el autor escribir unacarta es cobrar conciencia de nosotrosporque al terminarla sabremos de nos­otros mismos un poco más de lo quesabíamos antes. De gran importancia esla relación de la correspondencia y eltiempo. Escribir significa vencer al tiem­po. Una carta requiere de paciencia:hacer una cosa despacio y vencer a la"velocidad santificada". En esta formase opone el autor a la amplia y triste­mente conocida frase "time is money".Su crítica es dura y amarga: "Por mie­do a no perder el tiempo sin hacer nadase malgasta, se derrocha el tiempo pre­cioso, en numerosas simulaciones dehacer algo, y que son auténticas nadas."y la carta a su vez nos devuelve al usogeneroso y noble del tiempo.

El siguiente ensayo consiste en la de­fensa de la lectura, ardua tarea para elpoeta en una época en la que "el serhumano contemporáneo tiende a reali-

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zarse en el número . " la forma que enél toma la lucha can el destino es la deuna pugna con los números". Enfocadaesta idea en el terreno intelectual, elhombre se encuentra perdido entre unaenorme cantidad de libros, perdido enel centro de la cultura, la cual, ame­nazada por el progreso, se toma a suvez una amenaza. El problema es bási­camente de distribución del tiempo.Salinas no cree que falte tiempo parala lectura; por el contrario sospecha le­gítimamente que entre sus contemporá­neos existe una falta de deseos de leer.Es por eso que asume una actitudcontraria a cualquier tipo de edicionesreducidas que pretenden acortar el tiem­po de lectura mutilando en esa formaa los clásicos de la literatura universal.Los métodos, tan populares de lecturarápida, que consisten en entrenar allector para aumentarle el número de pa­labras leídas en un minuto, tampoco sonaplicables a las obras literarias porque"hay un tiempo de leer cronológico,mensurable y tabulable, en relación conla materia numérica leída; pero el ver­dadero tiempo de leer es variable paracada ser humano ..." Éstas son las ra­zones por las cuales niega cualquierposibilidad de mecanización de la lec­tura. La única solución consiste en se­leccionar los libros, siempre y cuandose tenga cuidado con el criterio selec­tivo, que tiende a deformarse en la so­ciedad industrializada. Por lo pronto losdistintos clubs y sociedades de lectoresson la primera gestación de esa ame­naza, por ser subjetivos, y en últimainstancia comerciales, lo que significaque tienden siempre a agradar a sus so­cios, proponiéndoles un libro que espe­ran va a gustarles de antemano. La obrade los clásicos queda relegada para ofre­cer al público, en la mayoría de estassociedades, las últimas producciones li­terarias.

La crítica podría ser un orientadórimportante si cumpliera su función. Apropósito de ella dice Salinas: "Por lomezquino y por lo grande el criticares función propia del hombre, el cualmerced al ejercicio de la crítica, es ca­paz de rebajarse a la mentidera male­dicencia o subirse a las claridades yhermosuras del puro entender. Honordel hombre la crítica, con tal de queel hombre la haga honor." Pero las re­vistas literarias han suplantado a la"verdadera crítica" con la reseña, yaceptado a críticos que, desconociendola literatura, dictaminan sobre obras li­terarias e ilustran al público.

El único recurso que le queda al hom­bre actual e~ enfrentarse solo al peli-

gro en que se ha visto envuelto por kabundancia de libros, acomejarse a IÍmismo ciertas limitaciones. Se requierten esta tarea una especie de resignacióna no saberlo todo. El hombre se pro.pondrá sus fines y negará a la lista,pero ni debe ni puede partir de ella."Si el alma es atributo supremo delhombre, la - lectura, función nobilísimasuya, por respéto a tantas dignidades,nacidas para el ejercicio del libre albe.drío, nunca se las debe forzar con ~tranquilos de períocas, listas y clásite6abreviados." Hay que enseñar al hom.bre defenderse y ese es un deber de lasociedad: educar para leer y leer paraeducar.

A continuación se presenta el ensayo"Defensa de la minoda literaria" que i

basa en la crítica del libro Opinions o/Oliver Allstan de Van Wyck Brooks. Elautor del libro en cuestión sostiene latesis de una clasificación de las obrasen literatura primaria y de minorías. Congran agudeza y conocimiento de la ma·teria, Salinas refuta la tesis demostJan.do la gran calidad de las obras mino­ritarias, defendiendo asi a autores dela talla de Joyce y Proust. Pero aparteeste ensayo muestra todas las preocupa·ciones e inquietudes del literato concer·nientes a la creación artística. La citaque sigue a continuación representa enesa forma una especie de credo literariodel poeta: "La faena del escritor eshacer comunicable a otros la experien­cia de vida que constituye el poema. Nipiensa en docenas, ni se im~na millo­nes. El poema es una soledad; abiertasí a todos en cuanto que es comunicabley convivible, pero cerrada en su origen,la intuición inicial del poema, dondeun hombre solo, y en su resultado, laspalabras inalterable la fonDa única, dis­tinta de todo lo demás, que toma paravivir. Su peculiaridad consiste en su ha·llarse en esa zona fronteriza entre imo­bornable soledad e inmensa compañía,entre el individuo que sinti6 a solas enel seno de su alma la voz del ángel, Yel poeta que la convierte en una rea·lidad participable a un nÚlÍlero indefi·nido de géntes." Este es el aua&ticoSalinas el cr:ítico . lleno de~el creador literano que' se· lIit.tIte imi·tado por las imposiciones d& Ja _dad, ,parlas listas de' los ~¡Jpor las clasificaciones~ JX!I: par.te de supuestos críticos. Su~ esen esta parte una búsqueda y'aDiJijsde los factores que importan 1m. fa cea·ción de una obra litéraria.· Su '.,¡¡jónde la interdependencia artíi.tic:Ir' que seforma entre el artista y 'su. púb~ jn.terdependencia mágica y misterica, re-suIta magnífica. -,.

El siguiente ensayo es la~implícita, de los vi.ejos analfabétois";~los cuales Salinas ve Una salvación alconsiderarlos lectores en pqteDcia. Elhecho de que un hombre sea ánalfabetono le priva de sus característicás huma·nas primarias. El que sí es digno de COlI1­pasión es el "neo-analfabeto", quiensabe leer pero no aprovecha sus facul.

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tades. Sus lecturas f;ons~ten en las pá­ginas deportivas de los diarios y loscomics. Este tipo . de actitudes son elproducto del dinamismo. creciente denuestra época, del sentido práctico, quearroja como resultado al hombre de ac··ción; el hombre dinámico, el "profesorde energía". ~ste es el hombre que nie­ga las disciplinas intelectuales, considp.­rándolas una pérdida de tiempo porconsistir en teorías y abstracciones. Hayotro grupo dentro de esta nueva especie,"los neo-analfabetos parciales", las víc­timas de la constante búsqueda de espe­cialización, quienes por falta de tiempolimitan sus lecturas a lo estrechamenterelacionado con su profesión. ~stas sonlas razones que llevan a Salinas a pro­poner una nueva dimensión en la luchacontra el analfabetismo. Otor~ar a al­guien la simple capacidad de leer no essuficiente en nuestros días. Se necesitaenseñar a la gente a gustar de la lite­ratura. La estupenda cita de T.S. Eliotque se incluye al final del ensayo ilustraperfectamente la idea: "sólo en un sen­tido muy restringido se puede decir quela educación produce cultura".

La obra se cierra con la "Defensa dellenguaje" ensayo que presenta ciertasrepeticiones por haber tratado amplia­mente el autor el problema del lenguajeen su defensa de la lectura y de lasminorías literarias.

Salinas cree que uno de los mayoreslogros de la época actual es que lagente ha adquirido conciencia del poderdel lenguaje. La historia de la humani­dad está repleta de ejemplos de lo que

-Narotzky

puede significar un lenguaje mal enten­dido o entendido a medias. Pero de he­cho, la conciencia del poder del lenguajese ha creado porque el lenguaje es ne­cesario al pensamiento, al permitirle co­brar conciencia de sí mismo. "El pen­samiento hace el lenguaje, y al mismotiempo se hace por medio del lenguaje."Éste no es un simple medio de comu­nicación, representa además, "la libera­ción del hombre, el reconocimiento yposesión de su alma, de su ser". ·Pormedio del lenguaje el hombre se enfren­tará a la realidad del mundo y se apro­piará de ella.

La diferencia básica entre el lengua­je escrito y el hablado consiste en elcuidado que pone el hombre al escribirmientras que se habla sin preocupacio­nes. Por esto la lengua escrita ayudaal hombre en la difícil tarea de superarlo temporal. El poeta desempeñará enello un papel de gran importancia al serla persona que utiliza el lenguaje ensu máxima dimensión. El poeta es lapersona indicada para descubrir la ver­dadera capacidad de la len~ua y estolleva a Salinas a la conclusión y la ad­vertencia de que prescindir de los librossería perder conciencia de pertenecer alo histórico y "condenarse a la desapa­rición en la memoria del futuro".

El problema más importante al queha de enfrentarse el hombre y sobre todoel poeta es precisamente el de su rela­ción con la lengua. Aquí se encuentra laexpresión de las inquietudes lingüísticasde Salinas, el poeta español desterrado enun país de habla inglesa, presionado

en su lenguaje. Si el hombre ha crea­do el idioma, ¿por qué no ha de ser élquien lo transforme? La respuesta finale~ clara: no puede dejarse a la lenguasm un rumbo, un destino fijo, pero porotra parte la imposición de toda unaserie de límites estrictos es ilegal por im­ponerse sobre la creación y en conse­cuencia sobre la realización del ser hu­mano y del artista. La idea de Salinases ciertamente positiva: la lengua se pue­de y se debe gobernar y gobernar en estesentido no significaría ni limitar ni vio­lentar. La lengua se gobernará desdecada hombre y para ello se hace nece­saria una educación que le despierte lasensibilidad para su idioma, le muestrelas potencialidades que su len~ua posee.

En conclusión, El defensor nos pre­senta ante todo a un poeta y a un crítico,dotado de gran sensibilidad, conscientede los peligros que acechan al mundocontemporáneo. Salinas es el hombreque emprende la ingrata tarea de de­fender ciertas tradiciones espirituales queve amenazadas y con un futuro descon­certante. Al mismo tiempo que defien­de, el autor ataca, señala en tono acu­sador, llama la atención e invita a lareflexión. Sus críticas san el fiel reflejode una conciencia poética atemorizadade la realidad. Y ése es el gran mérito desu obra, que al invitarnos a recapacitarsobre nuestro mundo, otorga a los en­sayos dimensiones de calidad insospe­chables.

Pedro Salinas: El defensor, Introducción deJuan Marichal, no. 79 de la Colección Ellibro de bolsillo, Alianza Editorial, Madrid,197, 335 pp.

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