El Día de las Servilletas

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Ayer sábado, en vísperas del debate a dos, Mariano Rajoy cruzó el umbral de ‘¡Qué tiempo tan feliz!’ y se presentó ante María Teresa Campos. Ella le había brindado la posibilidad de acercarse a las clases pasivas, que son los votos de oro de todas las elecciones. El presidente fue bien recibido y correspondió. No es que él sea la alegría de la huerta, pero donde hay cariño, se conmueve. 

CARMEN RIGALT

La política, los políticos y el baile de San Vito

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La política, los políticos y el baile de San VitoLOS GUSTOS MUSICALES DE RAJOY

Día después del 20-D, los mismos que hoy abren la sonrisa como un buzón de correos nos darán la espalda.

Si Ana Pastor huele a comunista, a Vicente Vallés la serenidad le hace parecer más gubernamental

Ayer sábado, en vísperas del debate a dos, Mariano Rajoy cruzó el umbral de ‘¡Qué tiempo tan feliz!’ y se presentó ante María Teresa Campos. Ella le había brindado la posibilidad de acercarse a las clases pasivas, que son los votos de oro de todas las elecciones. El presidente fue bien recibido y correspondió. No es que él sea la alegría de la huerta, pero donde hay cariño, seconmueve. 

Caso distinto era el apartado musical del programa, donde el grupo Supersingles interpreta las canciones que han elegido los entrevistados. En el caso del presidente del Gobierno sonaron Los Beatles (Rajoy fue recibido con el ‘Twist and Shout’), la canción de Nino Bravo ‘Te quiero, te quiero’ y finalmente, ‘Ojalá que llueva café’, de Juan Luis Guerra, canción en la que todos advirtieron un matiz premonitorio. 

A instancias de Campos, que preguntó por activa y por pasiva, Rajoy recordó que él sólo se ha sentido moralmente obligado a debatir con el jefe de la oposición. Y no sólo eso. El presidente aprovechó para decirle a Pedro Sánchez que él tampoco debió prestarse a ese debate.

Carmen RIGALT

BERTA