El Diseño de La Casa

7/24/2019 El Diseo de La Casa

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EL DISEO DE LA CASA

Todas las citas bblicas se encierran entre comillas dobles ("") y han sido tomadas de la Versin Reina-Valera Revisada en 1960 (RVR60) exceptoen los lugares en que, adems de las comillas dobles (""), se indican otras versiones, tales como:

BTX = Biblia Textual, 1999 por Sociedad Bblica Iberoamericana, Inc.LBLA = La Biblia de las Amricas, Copyright 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, Usada con permisoVM = Versin Moderna, traduccin de 1893 de H.B.Pratt, Revisin 1929 (Publicada por Ediciones Bblicas - 1166 PERROY, Suiza)

Ezequiel 43: 10-12; Hechos 2.-

Sermn pronunciado en Aberdeen, Escocia, Reino Unido, en la tarde del Mircoles 13 de Septiembre de 1922.-

Mientras hemos estado reunidos, se ha hecho referencia a esa maravillosa Escritura de Efesios 5que nos dice que "Cristo am a la iglesia, y se entreg a s mismo por ella, para santificarla,habindola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentrsela a smismo, una iglesia gloriosa." (Efesios 5: 25-27). A partir de esta Escritura, nosotros juzgamoscorrectamente que para el corazn de Cristo la Iglesia es la cosa ms preciosa en la tierra hoy

en da.

Me propongo hablar ahora sobre un aspecto de la Iglesia de Dios. Nosotros sabemos, noes as? que la Iglesia es presentada en dos grandes aspectos en el Nuevo Testamento. Primero,como el cuerpo de Cristo, despus, bajo otra figura, como la Casa de Dios. Cuando hablamos dela Iglesia como el cuerpo de Cristo, nosotros pensamos en todos los Cristianos en la tierraformados en un solo cuerpo por el Espritu Santo y unido a Cristo como la Cabeza en el cielo;pero cuando hablamos de la Iglesia como la Casa de Dios, nosotros pensamos en todos loscreyentes unidos por el Espritu Santo para formar la morada de Dios en la tierra.

En otras palabras, si pensamos en la Iglesia como el cuerpo de Cristo, pensamos msespecialmente en la Iglesia en su aspecto celestial, porque es obvio que si estamos unidos a la

Cabeza en el cielo, nosotros pertenecemos al lugar donde est la Cabeza. Pero cuando hablamosde la Iglesia como la Casa de Dios, nosotros pensamos en la Iglesia en su aspecto terrenalcomola morada de Dios en la tierra, y, por lo tanto, como un testimonio de Dios para el mundo. Es aeste ltimo aspecto de la Iglesia al que me quiero referir esta tarde, a saber, la Casa de Dios.

Como la verdad de la Casa de Dios puede ser nueva para algunos de los que estn aqu,me referir primeramente a dos Escrituras que muestran claramente que Dios tiene Su casa enla tierra en la actualidad. Permtanme leer un versculo; Efesios 2:22, "en quien vosotrostambin sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espritu." Lean despus 1Timoteo 3: 14, 15, "Estas cosas te escribo, esperando ir en breve a verte, por si tardare mslargo tiempo, para que sepas cmo debes portarte en la casa de Dios." (VM). Luego el apstodice claramente que la Casa de Dios es "(la iglesia del Dios vivo) columna y apoyo de laverdad." (VM). Me refiero sencillamente a estas dos Escrituras para demostrar el gran hecho deque Dios tiene Su Casa en la tierra hoy en da.

Ahora bien, hermanos, yo les recordara un hecho histrico que es un tanto notable.Muchos de los que estn aqu recordarn cmo en el ltimo siglo, alrededor de 1825, Dios en Sugracia revivi la gran verdad de la Iglesia, y la verdad que fue aprehendida primeramente enaquel momento fue la de la Iglesia en el aspecto del cuerpo de Cristo. Es sorprendente el hechode que no fue hasta algunos aos ms tarde que la verdad de la Iglesia como la Casa de Diosfue generalmente aprehendida o enseada. Fue slo en el ao 1860 que el Sr. Darby public su


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tratado, "The House of God; the Body of Christ" (La Casa de Dios; el Cuerpo de Cristo), y en1867 apareci su segundo tratado, "The Church The House and the Body." (La Iglesia - LaCasa y el Cuerpo. N. del T.: este tratado puede ser ledo en Espaol siguiendo el vnculo en el ttulo encolor azul o en la siguiente direccin de internet: http://www.graciayverdad.net/id110.html). Laimportancia de esto radica en que la Iglesia como la Casa de Dios es la ltima gran verdad queha sido revivida por Dios. Y pongan atencin, queridos amigos, la verdad que es la ltima en serrevivida es la verdad que primero abandonamos en un da de alejamiento, y por eso yo piensoque nosotros estaremos de acuerdo que esta verdad de la Iglesia como la Casa de Dios es de

importancia fundamental, y, por consiguiente, me atrevo a traerla ante ustedes de una manerasencilla y prctica.

Pues bien, antes de que yo vaya ms lejos, les pedir que se vuelvan a Ezequiel 43: 10-12: "T, oh hijo del hombre, muestra a la casa de Israel esta Casa, para que se avergencen desus iniquidades; y midan ellos el diseo. Y si se avergonzaren de todo lo han hecho, dales aconocer la figura de la Casa, y la disposicin de ella, y sus salidas, y sus entradas, y todas susformas, y todos sus reglamentos, y todas sus formas, y todas sus leyes; y escrbelo delante desus ojos, para que guarden todas sus formas y todos sus reglamentos, y los pongan en prcticasta es la ley de la Casa..." Todos nosotros sabemos que Ezequiel fue el profeta de laCautividad; l estuvo hablando al pueblo de Israel cuando ellos fueron llevados cautivos debidoa la iniquidad de ellos, y Dios dio a Ezequiel una visin magnfica de la Casa de Dios, y l dice,por as decirlo, a Ezequiel, Muestra t al pueblo esta visin de la Casa de Dios para que ellos

puedan ver cun lejos se han apartado de Mi pensamiento. Hay dos cosas que se le digo aprofeta que hiciese; primero l deba mostrarles el diseo de la Casa, luego l continadiciendo, en lo esencial, una segunda cosa "Si", y por favor pongan atencin a aquel "Si" - sieste pueblo se avergenza del modo en que han apartado del diseo, tu puedes continuar ypuedes mostrarles la ley de la Casa. Hay, entonces, dos cosas: 1.- el diseo de la Casa, y 2.- laley de la Casa.

Yo puedo sealar a un edificio magnfico, y ustedes pueden admirar su diseo y mepueden decir, Si, yo veo el diseo, pero dgame sobre qu principios es gobernada la casa?Pues bien, Dios tiene Su Casa, y l tiene Sus principios para la administracin de Su Casa, y,

presten atencin a esto, nosotros no podemos aplicar la ley de la Casa de Dios a una casa que ehombre ha diseado; ustedes slo pueden aplicar la ley de Dios al diseo de Dios; ustedes nopueden tener un diseo propio, y despus tratar de trabajar ese diseo sobre los principios deDios. Por tanto, a menos que el pueblo se arrepintiera, el profeta no tena nada ms quedecirles; pero si ellos se arrepentan, si reconocan que se haban apartado del diseo, l podadecirles la ley de la Casa.

Viniendo ahora a los tiempos del Nuevo Testamento, encontramos que Dios tiene an SuCasa en la tierra. De los versos que les le, uno en Efesios y el otro en Timoteo, es muy evidenteque la Casa de Dios no est formada, hoy en da, de piedras materiales; es una Casa formadapor piedras vivas, de creyentes y, adems, Dios nos ha dado el diseo de Su Casa, as comotambin la ley - el principio - sobre el cual Su Casa es administrada. Ahora bien, con el objetivode traer ante ustedes la inmensa importancia de esta gran verdad, permtanme mostrarlesbrevemente qu gran lugar tiene la Casa de Dios en el Nuevo Testamento.

Por ejemplo, en los Hechos vemos el diseo ejemplificado en un modo prctico. En 1Timoteo hallamos el diseo de la Casa en un modo doctrinal. Luego, en 1 y 2 Corintios tenemosla ley de la Casa, o, los principios divinos para la administracin de la Casa, tales comoasociacin, comunin, santidad, libertad, amor, edificacin, y separacin. Despus, nuevamente,en las Epstolas a las siete iglesias en Apocalipsis 2 y 3, tenemos la historia proftica de la
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Iglesia como la Casa de Dios en la responsabilidad de los hombres, con el resultado de que ellaha sido arruinada. Luego, volviendo a 2 Timoteo, tenemos enseanza acerca de cmo caminaren un da de ruina, y finalmente, en Apocalipsis 21, en la visin de esa ciudad magnfica, nos espresentada simblicamente, la Casa de Dios en exhibicin milenial. De estas Escrituras ustedesvern que una parte muy grande del Nuevo Testamento est ocupada con las enseanzas encuanto a la Asamblea, la Iglesia de Dios, vista como la Casa de Dios.

Habiendo hecho estas observaciones preliminares, les pedir que se vuelvan a Hechos 2,

para presentar unos pocos hechos definidos que traern ante nosotros, en una manera prcticael diseo de la Casa de Dios. Cuando miramos fuera, vemos la Cristiandad dividida eninnumerables sectas, cada una de ellas teniendo una forma especial de gobierno eclesistico,sosteniendo credos que las distinguen y conduciendo sus servicios religiosos segn formas yceremonias especiales. Vemos, asimismo, un vasto nmero de sociedades y organizaciones paraenviar misioneros, y generalmente, dirigiendo obra religiosa, y en todas ellas vemos hombresconsagrados por quienes podemos dar verdaderamente gracias a Dios.

Pero, amados hermanos, cuando miramos fuera a la Cristiandad, cuando vemos estavasta maquinaria para llevar a cabo el servicio de Dios, bien podemos preguntarnos, es esto loque Dios tuvo en mente? Es toda esta maquinaria religiosa el modo de obrar de Dios para llevaradelante Su obra? Es segn el diseo? Esta, ciertamente, es una pregunta apropiada a serformulada, y para responder esta pregunta nosotros debemos volver al Libro, por la sencillarazn de que no es posible, en un da de ruina y alejamiento de la verdad, mirar fuera en estatierra y ver alguna ilustracin concreta de la Casa de Dios.

Por consiguiente, para obtener un concepto verdadero de la Casa de Dios - y nosenfrentamos aqu a una dificultad - nosotros debemos obtenerla en un modo abstracto.Abstrayendo nuestras mentes de todo lo que vemos alrededor, debemos procurar tener antenosotros el diseo de la Casa de Dios tal como es presentada en la Escritura, volviendo a losdas de Pentecosts. Pienso que obtendremos algn pensamiento verdadero del diseo de laCasa en una manera prctica, y, como he dicho, debemos tener el diseo antes de que podamoshablar de la ley de la Casa.

En los primeros captulos de los Hechos, nos encontramos con tres grandes hechos. Antesque nada, la redencin est cumplida. En Hechos 1:3, leemos, "A los cuales tambin se presentvivo, despus de su pasin." (VM). Sus padecimientos haban terminado entonces - la redencinse haba cumplido. Ese era un gran hecho. Dos otros hechos siguen a continuacin - el SeorJesucristo es recibido en lo alto en la gloria - el Espritu Santo es recibido en la tierra. La Iglesiano poda existir aparte del cumplimiento de estos tres estupendos hechos. La redencin debacumplirse para quitar todo lo que impedira a Dios tener Su Iglesia; luego el Seor Jess debatomar Su lugar en la gloria, y el Espritu Santo deba descender a la tierra.

Ahora bien, queridos amigos, deseo, slo por un momento, enfatizar esos dos ltimoshechos, debido a que toda verdad esencial del Cristianismo depende de ellos. Hoy en da hay unHombre, un Hombre verdadero, en la gloria, y hay una Persona Divina en la tierra. Cuando yodigo que hay un Hombre en la gloria ustedes no deben pensar, ni por un momento, que yo estoyolvidando que el Hombre, el Seor Jesucristo en la gloria, es "Dios sobre todas las cosas,bendito por los siglos." (Romanos 9:5); l es eso, pero con todo, la manera en que la Escriturapresenta la verdad es que l ha regresado a la gloria como un Hombre.

Esteban levant sus ojos al cielo y vio al Hijo del Hombre a la diestra de Dios.


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Adems, por otra parte, hay una Persona Divina en la tierra, y presten ustedes atencin,Aquel que ha descendido de la gloria ha venido a representar a Cristo en usted y en m. Es decir,el Seor Jesucristo ha tomado Su lugar en la gloria como Seor, y el Espritu Santo hadescendido a dar a conocer al Seor en nuestros corazones, y la Persona que ha descendido estan grande como la Persona que ha ascendido - por tanto, l [el Espritu Santo] esperfectamente adecuado, y perfectamente competente, para tomar de Sus cosas [las cosas deSeor Jess] y mostrarlas a usted y a m.

Pues bien, el Espritu Santo desciende, y en Hechos 2, l desciende sobre los ciento veintediscpulos que estaban reunidos. l no viene simplemente sobre los doce, sino que l viene sobrelos ciento veinte. Antes de aquel da, ustedes recordarn segn esa Palabra en Juan 11:52, loshijos de Dios estaban dispersos, pero ahora, en este momento cuando el Espritu Santo vino,ellos fueron congregados en uno, y no slo eso, sino que el Espritu Santo mor en ellos- ellosfueron sellados por el Espritu Santo - y l estuvo con ellos, y el resultado fue que la Casa deDios fue creada en una manera nueva. El pueblo de Dios form la morada de Dios en la tierra.

Ahora bien, quiero presentarles, en un modo sencillo, siete hechos en este captulo(Hechos 2) que yo creo nos darn una idea del diseo de la Casa de Dios. Si tenemos el diseode la Casa de Dios en nuestras almas, seremos capaces de ver si nos hemos alejado, o no, de l.Pues bien, la primera gran marca de la Casa de Dios debe ser necesariamente que ella es elugar donde Dios habita. Por eso es que la primera gran cosa que nos es presentada en estecaptulo es la presencia, el poder, y el control del Espritu Santo. Pues bien, ustedes notarn dequ manera en el instante que el Espritu Santo viene, todo lo que los discpulos hacen es en epoder, y bajo el control, del Espritu Santo. Ellos proclaman las buenas nuevas, pero lo hicieron,"segn el Espritu les daba que hablasen." (Hechos 2:4). En Hechos 4:8, leemos, "EntoncesPedro, lleno del Espritu Santo, les dijo: Gobernantes del pueblo," etc, es decir, cuando surgila oposicin, ella fue enfrentada en el poder del Espritu Santo. Despus, si avanzamos,encontramos que surge una pregunta en Hechos 6 en cuanto a las necesidades temporales delos santos, e inmediatamente, hombres son escogidos para solventar esa dificultad, los cualeseran hombres "llenos del Espritu Santo." Despus, al final de aquel captulo, Esteban enfrentaoposicin en el poder del Espritu. Al final de Hechos 7, Esteban sufre persecucin, pero l lo

hace en el poder del Espritu - tal como leemos, "l, estando lleno del Espritu Santo, mirabafijamente en el cielo, y vi la gloria de Dios, y a Jess, puesto en pie, a la diestra de Dios."(Hechos 7:55 - VM). En el grandioso poder del Espritu Santo l fue capaz de afrontar emartirio. Avanzando a Hechos 8:29, encontramos que Felipe, el evangelista, recibe instruccionesdel Espritu, y encontramos asimismo, si avanzamos captulo tras captulo, que el Espritu Santoest presente en la Casa de Dios para tomar el control completo.

Ahora bien, amados hermanos, pienso que bien podemos hacer una pausa por unmomento, para formularnos a nosotros mismos esta pregunta, No hemos perdido nosotros, engran medida, el sentido de la realidad de la presencia del Espritu Santo? Cul fue el origen dela ruina de la Cristiandad? No fue acaso la prdida de todo sentido de la presencia del EsprituSanto? El pecado destacado de la Cristiandad es que haya desechado e ignorado de forma tanamplia al Espritu Santo. Mediante sus organizaciones religiosas y su maquinaria religiosa ellaha, en gran medida, excluido al Espritu Santo.

La presencia y el control del Espritu es, entonces, la primera marca de la Casa de Dios, yaprehendiendo esto, seremos capaces de medir cun grande ha sido el alejamiento de sudiseo.

Antes de avanzar, permtanme decir que si la presencia del Espritu Santo es el primergran rasgo destacado en la Casa de Dios, ello debe involucrar que donde est el Espritu Santo


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no puede haber lugar para la carne. De ah que ustedes pueden ver en estos captulos inicialesde los Hechos, que aunque la carne procura entrometerse, no obstante, una y otra vez, la carnees tratada. En el caso de Ananas y Safira, la reputacin religiosa es procurada mediante lamentira, y es tratada por el Espritu Santo; despus, en Hechos 6, la carne murmura y estratada por el Espritu Santo. Donde el Espritu Santo est, la carne debe ser excluida. Oh!hermanos, mirando alrededor, nosotros vemos, junto con la prdida de todo sentido de lapresencia y poder del Espritu Santo, se permite actuar a la carne en casi todas las formas.Nosotros hemos dicho prcticamente que el Espritu Santo no es capaz, que l es incompetente

para mover almas, y hemos acudido a toda clase de mtodos carnales para tratar de alcanzar ytocar a las personas. El Espritu Santo ha sido olvidado mediante msica, y coros, y solosvocales patticos, y otros mtodos carnales, olvidando que slo por el Espritu Santo las almaspueden ser alcanzadas, y que l es adecuado para hacer frente a cada posible emergencia quepueda surgir en la Casa de Dios.

Permtanme repetir, entonces, que la primera gran marca de la Casa de Dios es lapresencia y el poder del Espritu Santo. Que Dios pueda concedernos ver cun lejos nos hemosapartado del diseo, y que l pueda hacernos volver a l.

El segundo gran hecho que sale a la luz en este captulo (Hechos 2) es que la Casa deDios es el lugar donde la disposicin de Dios hacia los hombre es dada a conocer. Este es ungran pensamiento rector en la Casa de Dios. Es por eso que, inmediatamente despus que laCasa de Dios es formada, los hombres comienzan a or, en todos sus diferentes idiomas, lasobras maravillosas de Dios. Tenemos algunas de estas obras maravillosas sacadas a la luz en losversculos 22-36 de Hechos 2, de cmo Dios estuvo con el Seor Jesucristo; cmo l le librcmo l fue crucificado, cmo l fue resucitado de los muertos, cmo l fue recibido en lo altoen la gloria; y luego presten atencin a lo que dice Pedro en el versculo 38: "Arrepentos, y sedbautizados, cada uno de vosotros, en el nombre de Jesucristo, para remisin de vuestrospecados; y recibiris el don del Espritu Santo!" (VM). Yo pienso que no siempre nos detenemosa pensar qu notable versculo es ese. Pedro est hablando al pueblo que haba escupido en erostro de su Mesas, ellos Le haban clavado en la cruz; ellos Le haban coronado con una coronade espinas; ellos dijeron, "Fuera con ste, y sultanos a Barrabs!" (Lucas 23:18). Pero la cosamaravillosa es que, inmediatamente despus que la Casa de Dios es formada, sale de la Casa de

Dios este mensaje maravilloso que le dice al mundo la disposicin de Dios para con ese mismopueblo que haba expulsado a Su Hijo. Esto es lo que Pedro les dice - a pesar de lo que elloshaban hecho; pese al hecho de que ellos haban rechazado al Mesas y haban escupido en Surostro y Le haban coronado con una corona de espinas, tal era el corazn de Dios, que l puededecir, "Arrepentos, y sed bautizados, cada uno de vosotros," - sin una sola excepcin - "en enombre de Jesucristo," y recibirn la remisin de sus pecados, y el mayor don posible - "el dondel Espritu Santo!" (Hechos 2:38 - VM). Ahora bien, aquel fue el magnfico mensaje que sali dela Casa de Dios.

Por tanto, ustedes vern que otro gran rasgo de la Casa de Dios es que ella no slo es elugar donde Dios mora, sino que es el lugar donde Dios es dado a conocer. Hermanos, sinosotros prescindimos del evangelio, nos apartaremos del diseo de la Casa. Y por ello ustedesencontrarn, captulo tras captulo de este libro maravilloso, que el evangelio es proclamado, yel hecho de que se prescinda tanto hoy en da del evangelio en la Cristiandad, slo muestra cungrande ha sido el alejamiento del diseo.

Permtanme aadir, en relacin con el hecho de dar a conocer el evangelio, que no slo laCasa de Dios es el lugar donde se da testimonio de Dios, sino que es el lugar donde estestimonio de Dios es dado por los testigos de Dios. Es decir, en la Casa de Dios, l escogeocupar a quien l quiere para hacer Su obra; y, de hecho, l ocupa muy a menudo a personassencillas, tal como leemos en 1 Corintios 1:26: "Porque, mirad hermanos vuestro llamamiento,


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que no sois muchos sabios segn la carne, ni muchos poderosos ni muchos nobles; sino que lonecio del mundo escogi Dios para avergonzar a los sabios, y lo dbil del mundo escogi Dios,para avergonzar a los fuertes; y lo vil del mundo, y lo tenido en nada escogi Dios; lo que no es,para anular lo que es. Para que ninguna carne se jacte delante de Dios." (1 Corintios 1: 26-29;BTX). Es decir, que Dios har que un testimonio maravilloso salga de Su Casa, pero l har queese testimonio sea llevado a cabo por medio de Sus propios testigos, y Sus testigos son, en sumayor parte, los pobres y dbiles de este mundo. As que en Hechos 2 leemos, "Mirad, no songalileos todos estos que hablan?" (Hechos 2:7). Los Galileos, obviamente, eran la gente simple

del campo - el paisanaje - y Pedro, un hombre "sin letras y del vulgo" (Hechos 4:13), era sulder, y, en su mayor parte, los testigos de Dios han sido, a travs de las edades, los sencillos ypobres de este mundo. Dios, en ocasiones, puede ocupar a un hombre rico, o a un noble, paraalguna obra especial, pero generalmente, hoy como ayer, los testigos de Dios son escogidos deentre los despreciados de este mundo.

Avanzando, tenemos en Hechos 2:41 un tercer hecho. La Casa de Dios estaba formadapor personas que fueron separadas de este mundo. El versculo reza, "los que recibieron supalabra fueron bautizados; y se aadieron aquel da como tres mil personas." Ellos eran unacompaa separada. El bautismo, como todos sabemos, presenta la idea de separacin. Existaen aquel da, y existe hoy en da, el gran sistema mundial, dominado por el poder del mal y lavoluntad del hombre, pero, por otra parte, haba un crculo nuevo formado por Dios, y en aquecrculo moraba el Espritu Santo. Dominado por el Espritu Santo, y excluida la carne, haba uncrculo de vida y luz y bendicin. Los convertidos eran separados de este crculo del mundo, yeran trados al crculo Cristiano mediante el bautismo - figura de la muerte. Ellos decan, en loesencial, Nosotros hemos muerto a aquel mundo en el que una vez vivimos, lo hemos dejado

para que poder entrar en ese crculo nuevo de vida y amor donde mora Dios. Pues bien,queridos amigos, miren alrededor a la Cristiandad, y qu panorama vemos! Vemos el mundo ylos Cristianos tan mezclados que ustedes no pueden notar la diferencia. No muestra esto cungrande ha sido el alejamiento del diseo de la Casa de Dios?

Un cuarto hecho est en el versculo 42: "Y se dedicaban continuamente a las enseanzasde los apstoles" (Hechos 2:42 - LBLA), o "perseveraban en la doctrina de los apstoles." La

Casa de Dios no es un lugar donde se nos deja en ignorancia para seguir nuestro propio caminoy para que hagamos lo mejor que podamos hacer; no, esta Casa es el lugar de enseanzadivina. Para nosotros, hoy en da, tenemos la doctrina de los Apstoles conservada divinamenteen las epstolas. En Hechos 2, la enseanza se limitaba a lo que era conocido hasta aqueentonces; hoy en da, nosotros tenemos la mente de Dios revelada completamente en lasEscrituras, y la doctrina de Pablo, que ha salido a la luz desde el da de Pentecosts, es muyimportante. El hecho de que la doctrina de los Apstoles sea desechada tan livianamente slomarca una etapa adicional en el curso descendente de alejamiento del diseo. Hermanos,nosotros queremos regresar a la Palabra, y que nuestros pensamientos sean formados por laenseanza de los Apstoles.

El quinto hecho es que ellos continuaron en "comunin." Comunin, lo sabemos de 1Corintios 1:9, "Fiel es Dios, por medio de quien habis sido llamados a la comunin deJesucristo nuestro Seor." (VM) Se trata de la comunin deSu Hijo Jesucristo nuestro Seor -no con Su Hijo como rezan algunas versiones de la Biblia, sino de Su hijo. Comunin es unpensamiento muy sencillo; significa que nosotros participamos en comn, y que involucra unvnculo que nos une. Nosotros participamos en comn en el dominio y administracin delseorJesucristo, reconocemos a un Seor, l es el vnculo de nuestra comunin, y, amados hermanosnosotros somos responsables de ser fieles a esa comunin.


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El sexto hecho es "Y se dedicaban continuamente. . . alpartimiento del pan." (Hechos2:42 - LBLA). En el partimiento del pan nosotros nos comprometemos formalmente a lacomunin en la muerte de Cristo. "El pan que partimos, no es la comunin del cuerpo deCristo?" (1 Corintios 10:16). Es algo que nosotros mismos hacemos. El bautismo es el acto deotro. Nosotros no podramos bautizarnos a nosotros mismos. Pero cuando tomamos la Cena deSeor, es algo que nosotros hacemos. Nos comprometemos formalmente en la muerte de Cristo,y eso, amados hermanos, significa mucho. Significa, ciertamente, que no hemos de continuarcon aquello por lo cual, y al cual, Cristo ha muerto. En este respecto lamentablemente! cun

grande ha sido el alejamiento del diseo.

El sptimo hecho es, "se dedicaban continuamente . . . a la oracin." (Hechos 2:42 -LBLA). Aqu est, entonces, la ltima gran marca de la Casa de Dios. Su marca es ser un lugarde oracin. Tal como leemos en al Antiguo Testamento, la Casa de Dios deba ser el lugar deoracin para todas las naciones, as, tambin, cuando ustedes vienen a la doctrina en la PrimeraEpstola a Timoteo, nosotros vemos que se da una importancia muy grande, mucha importancia,a la oracin. "Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas." (1Timoteo 2:8). La Casa de Dios es el lugar donde podemos ponernos en contacto con Dios a favorde los hombres a nuestro alrededor que estn en un mundo que perece. Y, siendo el lugar deoracin, es el lugar donde nosotros expresamos nuestra dependencia de Dios.

Tenemos aqu, entonces, siete marcas de la Casa de Dios - ES EL LUGAR DONDE MORA ELESPRITU SANTO y DONDE SU PRESENCIA ES CONOCIDA.

ES EL LUGAR DESDE DONDE SALE EL EVANGELIO. Es la Casa de Dios que expone ladisposicin de Dios para con este pobre mundo. Es, entonces, no slo el lugar donde mora elEspritu Santo, donde el Evangelio es proclamado, sino que ella habla de SEPARACIN DELMUNDO. Es el lugar, asimismo, donde nosotros tenemos LUZ DIVINA, COMUNIN CRISTIANAEXPRESADA EN EL PARTIMIENTO DEL PAN y en las ORACIONES.

Ahora bien, yo no estoy proponiendo nada que no sea posible hoy en da. Nosotrosestamos en medio de la ruina; todo est quebrantado, pero an tenemos el diseo de la Casa de

Dios, y una vez que yo veo el diseo, hay dos cosas delante de mi alma; primero, yo deborehusar todo lo que no es conforme al diseo, y, en segundo lugar, yo soy responsable de andarconforme al diseo.

Una observacin adicional antes de terminar. Al llevarlos de regreso a Pentecosts, esnecesario hacer sonar una nota de advertencia, debido a que nosotros omos mucho hoy en daacerca de volver a Pentecosts, pero lo que la gente quiere decir, lamentablemente! es esto,ellos quieren llegar a ser algo por ellos mismos, volviendo al poder exteriorde Pentecosts; lesgustara volver a las lenguas y sanaciones y milagros. Yo no tengo un pensamiento tal. Pero loque s digo es esto - que mientras yo no tengo ningn pensamiento acerca de tratar de volver apoder exterior de Pentecosts, sin embargo yo procurara volver a los principios divinos dePentecosts, y ustedes vern que todo lo que he trado ante ustedes esta tarde es totalmenteposible hoy en da. El Espritu Santo est an aqu; el evangelio an puede ser predicado; an esposible estar separado de este mundo, an tenemos la enseanza de los Apstoles, an esposible andar en comunin, partir el pan, y orar. No hay ni una sola marca de la Casa de Diosque yo haya trado ante ustedes, en la que no sea posible andar en su poder y su bendicin. Portanto, nosotros podemos volver a Pentecosts para obtener los principios divinos, pero yo noregreso para obtener poder exterior.

No pretendamos reconstruimos nada, o establecerlo para que sea un diseo de la casa.Nos inutilizaremos si lo hacemos. Todo lo que tenemos que hacer es procurar, en toda sencillez,


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andar de acuerdo con los principios de esa Casa, y, hermanos, lo digo de nuevo, yo no vuelvo aPentecosts simplemente en busca del poder exterior.

Si yo quiero poder - y yo s quiero poder - yo digo, no se vuelvan a Pentecosts, sinomiren hacia adelante a la gloria, y, amados hermanos, me deleito al mirar hacia adelante y verel poder que est por venir. Un da de exhibicin est por venir. Habr poder y habr exhibicinpero ustedes deben mirar hacia adelante para eso. Yo s que existe una tendencia a mirar atrsy decir que los das que se fueron eran los das mejores. Algunas veces se dice que los tiempos

de los primeros hermanos fueron los das mejores; y yo no tengo ninguna duda de que ellosestuvieron diciendo qu das maravillosos tuvieron los que vivieron en los das de Wesley yWhitefield, y estoy seguro que ellos, una vez ms, hablaran de los das de Rutheford y los'Covenanters' [2]; y si ustedes hubiesen vivido en Aberdeen y hubiesen estado en contacto conSamuel Rutheford, l podra haber dicho, Ah! si solamente ustedes hubiesen vivido cien aosatrs en los das de Lutero.; y Lutero estuvo mirando al pasado, a los das de San Agustn; yeste, de nuevo, estuvo mirando al pasado, a los das de los Apstoles; y as, todos estuvieronmirando al pasado, y todos mirando el camino equivocado. [2]

[1] N. del T.: Los 'Covenanters' fueron defensores del 'National Covenant' (Pacto Nacional), redactado enFebrero de 1638 contra el intento del rey Carlos I de Inglaterra y el Arzobispo Laud, de imponer una nuevaliturgia y un nuevo libro de oraciones a la Iglesia de Escocia (Presbiteriana).[2] N. del T: "Nunca digas: Por qu los tiempos pasados fueron mejores que stos? No es sabio que preguntesesto." (Eclesiasts 7:10 - BTX).

Puede ser que nosotros estemos viviendo en un da de gran fracaso, y seamos personasdbiles, pero los mejores das estn por venir; ellos no estn atrs; ellos estn adelanteMayor ser la gloria postrera de esta Casa que la gloria anterior. (Hageo 2:9 - VM). A pesar detoda la divisin, y de toda la ruina y de toda la debilidad, los mejores tiempos estn por venir, yen aquella gran ciudad - la Santa ciudad, la Nueva Jerusaln - yo veo la gloria y el poder y laexhibicin, y la debilidad y el fracaso habrn desaparecido para siempre, porque las primerascosas pasaron, y yo veo los propsitos de Dios cumplidos a pesar del fracaso del hombre, asque yo repito, si nosotros queremos poder y gloria, debemos mirar hacia adelante, y s

nosotros queremos que los principios divinos nos guen en el momento actual, nosotrosdebemos mirar atrs.

Que el Seor pueda darnos un sentido ms profundo del diseo de la Casa conforme a Supropia mente, y que ese diseo pueda ser transferido de las Escrituras a nuestros corazones ymentes, de modo que podamos procurar andar y vivir de acuerdo a los principios y al diseo dela Casa de Dios!

Hamilton Smith

Traducido del Ingls por: B.R.C.O. - Octubre 2010.-

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