El Divino Pastor Apóstol Sergio G. Enríquez O. Estudio para Pastores Guatemala, 28 de septiembre del Año De La Revelación

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La escritura nos deja ver que Dios se presenta como pastor a Sí mismo, en cada una de sus personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo; esto quiere decir que, al darnos este título, lo debemos considerar un enorme privilegio que no podemos demeritar en lo personal, deseando tener otro ministerio como el apostólico o profético, por lo que es necesario que sepamos verdaderamente a qué fuimos llamados. Salmos 23:1 (RV60) Salmo de David. Jehová es mi pastor; nada me falta. Si hay alguien que nos puede enseñar a pastorear es Dios mismo, pues aunque tengamos mucha experiencia pastoreando seguimos cometiendo errores. En el pueblo de Israel era el padre el que instruía a sus hijos en el oficio al que se dedicaba, por lo tanto nuestro Padre Dios es el que nos enseñará el oficio de Pastor. Lo primero que podemos ver es que a las ovejas de Jehová no les hace falta nada, sin embargo reconocemos que en nosotros mismos hay cosas que nos faltan, pues Dios tiene sus razones para no darnos todo lo que quisiéramos, por lo que no debemos sentirnos mal porque a nuestras ovejas les haga falta algo también, pero debemos esforzarnos en proveerles todo lo que espiritualmente necesitan. Salmos 48:14 Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre; Él nos pastoreara aun más allá de la muerte. En este verso destacamos que el ministerio de pastor va más allá de la muerte, por lo que no debemos pensar en retirarnos, pues podemos estar seguros de que si Él nos dio este trabajo, Él nos sostendrá. En cuanto a la función pastoral más allá de la muerte, vemos que cuando Lázaro murió, ángeles vinieron a escoltar su alma, ejerciendo una función pastoral, por lo que podemos decir que si tuvimos pastor mientras estábamos en la tierra, también tendremos quien nos pastoree después de la muerte. Esto significa que si las ovejas no se dejan pastorear aquí, otro (el enemigo) los pastoreará en el más allá (Salmo 49:14). Por otro lado, también en el pastoreo terrenal podemos ir más allá, por lo que veremos algunos ejemplos de líderes que pasaron más allá. Mateo 5:20 (ECR) Pues os digo que si vuestra manera de interpretar y obedecer la Torah no va más allá de la establecida por aquellos soferim y perushim, para ir y recibir la justicia prometida en la Torah, no entraréis tampoco al Reino de los Cielos. Mateo 5:20 (LBLA) Porque os digo que si vuestra justicia no supera la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Los escribas y fariseos establecieron una forma humana de interpretación bíblica que Dios no aprobaba; por esta causa es que no podemos estar de acuerdo con los seminarios teológicos, pues estos obligan a interpretar la Biblia según sus propias “leyes de interpretación bíblica”, anulando la revelación del Espíritu Santo, si no concuerda con ellas. Sin embargo entendemos que hay ciertas reglas que el Señor dejó en las escrituras por las cuales nos debemos regir, por

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ejemplo, no podemos salirnos de lo que está escrito, y ser como los bereanos (Hechos 17:11), que comprobaban con las escrituras lo que el Apóstol Pablo les hablaba. Dios no se basa en reglas humanas, ni en conocimiento humano para capacitar a sus ministros, pues Él llama a los fieles para ungirlos y volverlos aptos por medio de Su sangre (Hebreos 13:20-21). Jesús hizo cosas que los escribas y fariseos tenían prohibido hacer: sanaba en el día de reposo, echaba fuera a los demonios, etc., dado que la unción que lo acompañaba era tanta, no podía regirse a esas normas humanas. Jueces 3:26 (BTX3) Pero Aod se escapó mientras ellos se demoraban, y pasando más allá de Pesilim, se puso a salvo en Seirat. Aod era un juez y, pasó más allá de Pesilim, se traduce del H6456 peciyl que significa ídolos o imagen grabada. Esto significa que debemos ir más allá de la idolatría, siendo un poco más estrictos con algunas cosas, por ejemplo, el usar símbolos propios del pueblo judío como la estrella de David o el arca del pacto, pues no podemos hacernos ninguna imagen porque podemos desviarnos. Debemos echar fuera de nuestra congregación todo tipo de idolatría, ya sea de ministros, salmistas, líderes, etc., porque el centro de nuestra atención debe ser siempre Cristo y no un ministro. Por eso es importante que no nos dejemos idolatrar, porque puede ser que debido a las carencias de atención en nuestro pasado, queramos buscar reconocimiento de hombres, y podamos dar paso a la idolatría. Juan 7:24 (NTV) Miren más allá de la superficie, para poder juzgar correctamente. Muchas veces nos dejamos guiar por las apariencias cuando juzgamos algún caso, y esto nos puede llevar a cometer injusticias. Lo primero que debemos hacer es escuchar a las dos partes del conflicto, de forma imparcial y discernir, guiados por Espíritu Santo. 1 Samuel 14:23 (LBLA) Así libró el SEÑOR a Israel en aquel día. La batalla se extendió más allá de Bet-avén. Avén es una palabra que se traduce idolatría o vanidad. Esto significa que al pastorear debemos pasar más allá de la casa de la vanidad. El concepto de vanidad puede ser muy amplio pero se puede resumir en el querer guardar un estatus, por querer ser admirado. También se puede referir a algo vano, es decir algo que no tiene valor, que no tiene sustancia. Debemos ir más en nuestra función pastoral, así como lo hace nuestro Padre Dios.