EL DOCENTE Y LA ENSEÑANZA UNIVERSITARIA

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Vicerrectorado Académico Centro de Tecnología Educativa CURSO DE FORMACIÓN Y ACTUALIZACIÓN DOCENTE UNIDAD CURRICULAR Nº 1: INDUCCIÓN A LA DOCENCIA UNIVERSITARIA EJE TEMÁTICO Nº 1.- EL DOCENTE Y LA ENSEÑANZA UNIVERSITARIA Francy del V. Tineo A. C.I. 19.116.762 Médico Cirujano. INTRODUCCIÓN El maestro ideal es aquel que se ofrece como un puente que tiende a sus discípulos a fin de que, a invitación suya, puedan cruzarlo. Sin embargo, una vez que con su ayuda lo han franqueado, el puente se viene abajo clamorosamente. El maestro les alienta entonces a construir sus propios puentes. Nikos Kazantzakis En la práctica, el docente se presenta como un comunicador de saberes a sus discentes, sin embargo el trabajo del docente universitario no se limita a éste precepto. Se debe ofrecer a los alumnos la información pertinente de una manera clara y precisa, invitándoles a comprender y cuestionar los conocimientos que han sido construidos por la comunidad científica a través de los años, e invitándoles, de igual manera, a construir sus propios conocimientos por medio de la investigación. Se habla entonces del docente como un cultivador que siembra el conocimiento en las mentes a las que está destinado enseñarles, propiciando el germinar de nuevos saberes. 1.1.- El Docente como orador: Concepción y fundamentación. Condiciones para la comunicación efectiva. La oratoria y la elocución como herramienta pedagógica. El arte de hablar en público: Introducción al lenguaje corporal y verbal. El educador tiene como responsabilidad fundamental modelar (y ser modelo) de las conductas y actitudes que espera de sus discentes, dicha responsabilidad le confiere un papel de líder y formador, debe expresar sus conocimientos de manera coherente, sustentado con un lenguaje hablado pulcro y dominio del lenguaje corporal permitiéndole comunicarse de manera efectiva. La Real Academia Española define la oratoria como “el arte de hablar con elocuencia, de deleitar, persuadir y conmover por medio de la palabra”. Esta definición nos permite delimitar los fines de la oratoria (Alexander Albán Aléncar: 2005): Deleitar, agradando al auditorio para que el discurso sea aceptado con entusiasmo. Persuadir, permitiendo que los oyentes acepten lo dicho en el discurso como verídico. UNIVERSIDAD DE ORIENTE NÚCLEO NUEVA ESPARTA

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Vicerrectorado Académico

Centro de Tecnología Educativa

CURSO DE FORMACIÓN Y ACTUALIZACIÓN DOCENTE

UNIDAD CURRICULAR Nº 1: INDUCCIÓN A LA DOCENCIA UNIVERSITARIA

EJE TEMÁTICO Nº 1.- EL DOCENTE Y LA ENSEÑANZA UNIVERSITARIA

Francy del V. Tineo A.

C.I. 19.116.762

Médico Cirujano.

INTRODUCCIÓN

El maestro ideal es aquel que se ofrece como un puente que tiende a sus discípulos

a fin de que, a invitación suya, puedan cruzarlo. Sin embargo, una vez que con su ayuda lo

han franqueado, el puente se viene abajo clamorosamente. El maestro les alienta entonces

a construir sus propios puentes. Nikos Kazantzakis

En la práctica, el docente se presenta como un comunicador de saberes a sus

discentes, sin embargo el trabajo del docente universitario no se limita a éste precepto. Se

debe ofrecer a los alumnos la información pertinente de una manera clara y precisa,

invitándoles a comprender y cuestionar los conocimientos que han sido construidos por la

comunidad científica a través de los años, e invitándoles, de igual manera, a construir sus

propios conocimientos por medio de la investigación. Se habla entonces del docente como

un cultivador que siembra el conocimiento en las mentes a las que está destinado

enseñarles, propiciando el germinar de nuevos saberes.

1.1.- El Docente como orador: Concepción y fundamentación. Condiciones para la

comunicación efectiva. La oratoria y la elocución como herramienta pedagógica. El

arte de hablar en público: Introducción al lenguaje corporal y verbal.

El educador tiene como responsabilidad fundamental modelar (y ser modelo) de las

conductas y actitudes que espera de sus discentes, dicha responsabilidad le confiere un

papel de líder y formador, debe expresar sus conocimientos de manera coherente,

sustentado con un lenguaje hablado pulcro y dominio del lenguaje corporal permitiéndole

comunicarse de manera efectiva.

La Real Academia Española define la oratoria como “el arte de hablar con elocuencia,

de deleitar, persuadir y conmover por medio de la palabra”. Esta definición nos permite

delimitar los fines de la oratoria (Alexander Albán Aléncar: 2005):

Deleitar, agradando al auditorio para que el discurso sea aceptado con entusiasmo.

Persuadir, permitiendo que los oyentes acepten lo dicho en el discurso como

verídico.

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Conmover, moviendo la sensibilidad del público oyente.

Enseñar, través de un discurso que lleva un mensaje cargado de conocimientos.

La definición ofrece la oratoria a su vez como un arte, es decir, esencialmente una

actividad que requiere de creatividad, aún cuando deba basarse en la aplicación de técnicas

y normas.

Las herramientas vinculadas a la oratoria se relacionan en gran medida con las

habilidades del liderazgo. Según Marta V. Müler (1999) todo buen orador debe tener las

siguientes cualidades

Naturalidad: Usar un tono adecuado de voz, expresándose con sencillez y evitando

la sobreactuación.

Sinceridad: Con el publico oyente y consigo mismo con palabras acorde a lo que

piensa y siente el orador.

Humildad: El orador, como el docente, es un servidor de la comunidad y como tal

debe tener actitudes humildes que generarán interés y admiración por parte de sus

discentes.

Cortesía: Expresando respeto hacía sus oyentes y sus opiniones, aunque no las

comparta.

Presentación Personal: El arreglo personal debe ser impecable pues es también una

forma de demostrar respeto al público.

Para que exista una comunicación eficaz docente-discente debe tomarse en cuenta

todo lo antes mencionado junto con dos principios a saber (Peralta 2011):

Conocer de lo que se habla, entre más se conozca de un tema más herramientas se

tienen para brindar al público un discurso ameno e interesante. Se debe tener una

preparación integral con dominio del tema y recursos de apoyo que lo sustenten.

Desarrollar la confianza en sí mismo, la preparación y el dominio del tema apoyan a

la seguridad del orador, logrando de esta manera mantener la atención de la

audiencia.

Con el fin de tener un manejo idóneo de “el arte de hablar en público”, es pertinente

el correcto uso del lenguaje corporal y verbal.

Cuando hablamos de las expresiones no verbales, o lenguaje corporal, nos

encontramos con una amplia gama de contenidos como son: presentación personal, postura,

contacto o control visual, movimiento y expresiones corporales. Con respecto a la

comunicación verbal se debe hacer especial énfasis en el lenguaje utilizado en la

presentación oral, el cual debe estar a nivel de la audiencia para lograr una mejor conexión

con los asistentes y que el mensaje sea entendido de forma clara. Debemos además cuidar

la dicción, el tono de voz, el ritmo y evitar el uso de “muletillas”,

“La oratoria es una práctica social y como tal es un canal para establecer vínculos

entre el docente y el discente” (Mario E. Requelme: 2014), en definitiva el docente entre

mejor orador sea despertará en sus estudiantes la curiosidad por aprender e impactará sus

vidas de forma positiva.

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1.2.- Perfil del docente universitario. Ética docente. Valores del Ser Docente. Visión

Andragógica de la docencia. Funciones del docente universitario: Docencia,

investigación y extensión. Servicio comunitario

El docente universitario, como el de otras áreas educativas, realiza la enseñanza por

medio de la comunicación de los contenidos con una intencionalidad informativa. Desde su

articulación el docente universitario ha de reunir tres requisitos fundamentales ( Herrán

Gascón: 2003):

a) Ser Entendido, Cultivador e Investigador del conocimiento sobre su área: El

docente universitario debe estar en el eslabón más alto de los buenos conocedores,

sólo de esa manera podrá tener lugar la enseñanza del tema que le compete en la

base de la honestidad y el respeto a su alumnado.

b) Ser Filósofo: En el sentido de la búsqueda del saber más allá de su disciplina, el

docente universitario debe ser amante del saber.

c) Ser Educador: Con todo lo que la palabra implica, no solo impartir una enseñanza

sino, también, ser un buen conocedor de sus alumnos y así, favorecedor de un

conocimiento mutuo, orientador en el proceso de la adquisición del aprendizaje

didacta; dotado de elementos, técnicas y experiencias que faciliten la planificación,

interacción y evaluación de las enseñanzas impartidas. Investigador de su quehacer,

siempre buscando la mejora de su propia práctica docente.

Vale destacar igualmente que el docente responde de sus actitudes frente al medio

donde se desenvuelve respetando la moral y escala de valores presentes en la sociedad

actual, en este orden de ideas deberá el docente (Acuña, Iraima/ Angulo Nerkis: 2005)

Ejercer su rol con estricto apego y respeto a las consideraciones éticas y morales.

Entender la educación como uno de los derechos humanos fundamentales. Que debe

brindarse a todos por igual y con el mayor nivel posible.

Conducir sus programas de manera que impidan la discriminación de cualquier

índole.

Propiciar la vigencia de los derechos humanos, la defensa del sistema democrático,

la búsqueda permanente de la libertad (Colegio de Psicológos 2012)

Concebir al alumno desde una perspectiva integral como un sujeto

multideterminado inmerso en sus circunstancias socioeconómicas y políticas.

Cuando hablamos de los valores del ser docente, encontramos que están estrechamente

relacionados con los principios éticos que comprende al ser docente y así a gran parte de las

disciplinas que integran la sociedad. El valor es el primer principio ético docente y es a

partir de lo que será juzgado. El docente universitario debe, por tanto, ser leal a sus

conocimientos, e internalizándolos podrá expresarse con sencillez y coherencia, tanto fuera

como dentro de su campo laboral, la vocación le permitirá enfrentar su responsabilidad con

alegría que llevando a cabo el cometido de la enseñanza de manera empática, mostrándose

siempre generoso al impartir sus conocimientos. El verdadero educador se rige por los

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efectos de la amistad, reconociendo a sus estudiantes como semejantes, con su propio

mundo emocional e intelectual.

En el caso particular del docente universitario se imparte la enseñanza en personas

adultas y de ahí la visión andragógica del docente universitario, Márquez (1998) define la

andragogía como “La disciplina educativa que trata de comprender al adulto, desde todos

los componentes humanos”, lo cual lo incluye como un ente biopsicosocial. Con la

orientación del adulto se incrementa su conocimiento, su calidad de vida y la creatividad en

el desarrollo del proceso de aprendizaje. La andragogía incluye tres componentes: El

participante adulto, el cual expresa su necesidad de aprender. El andragogo, que se presenta

como el formador y facilitador del proceso educativo en el adulto. Y el grupo, que permite

el pertinente aprendizaje del adulto a través de la interacción con otros que se encuentren a

un nivel similar.

Compete igualmente hacer mención de las funciones del docente universitario, regidas a

su vez por la Legislación Universitaria en sus diferentes reglamentos y estatutos.

La Docencia, ser docente implica ejercer la docencia, no basta únicamente tener o

dominar un conocimiento, se trata de “orientar a los alumnos en la creación y el

descubrimiento que surgen de interrogar la realidad de cada día y de interrogarse

permanentemente.” (Francisco Gamboa 2010). La Investigación y Extensión, es

responsabilidad del docente hacer trabajos investigativos que signifiquen un aporte a su

gremio como a su universidad y más apropiadamente a la comunidad, convirtiéndose en

ente precursor de un bien que no solamente favorecerá a la institución donde labora, sino

también el entorno ciudadano donde se desenvuelve. De ahí la competencia del Servicio

Comunitario, que es parte del quehacer universitario y un complemento esencial del

ejercicio docente, estimulando la capacidad creativa de los profesores e introduciendo a los

alumnos en la búsqueda de un aporte significativo y beneficioso a toda la sociedad.

1.3.- Esencia de la enseñanza universitaria. Posibilidades Metodológicas.

“Para ser docente es necesario hacer énfasis en los aspectos metodológicos y

prácticos de la enseñanza, así como en los aspectos sociales y psicológicos que van a

determinar las características de los grupos en los cuales se va ejercer la acción docente.”

(Francisco Gamboa: 2010)

El acto comunicacional de la enseñanza se ha concebido como un proceso de

transmisión: el emisor (en este caso docente universitario) envía un mensaje al receptor (el

alumnado) quien lo recibe. A partir de este principio se asume que el docente es “poseedor”

del conocimiento que transfiere a su alumno para que lo apropie, dicha apreciación no

puede ser más que falsa, los encargados de transmitir el conocimiento no son los creadores

del mismo por lo tanto no pueden estos conocimientos pertenecerle. Es competencia del

docente universitario romper con el esquema del proceso de memorización y comprensión,

convirtiéndose en un constructor de sus propios conocimientos y a la par ayudar a que los

alumnos construyan los suyos. El docente debe, más que inculcar respuestas y obtener

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repeticiones, orientar a sus alumnos y propiciar su curiosidad, incentivarla y alimentarla

con la finalidad de que estos puedan, finalmente, construir sus propios conocimientos.

CONCLUSIÓN

Ser docente va mucho más allá que impartir horas de clases. Exige no solo

ocupación sino vocación de servicio. Se trata de formar individuos libres, democráticos,

autónomos, críticos, innovadores y trabajadores; ciudadanos ejemplares que merece el país.

Para lograr este cometido el docente se vale de las herramientas de la oratoria y elocución,

permitiéndole no solo enseñar a sus discentes, sino también, agradar, deleitar y persuadir

con su discurso.

El docente universitario debe ostentar características que lo adecuen como una

persona ejemplar, conocedor, educador, filósofo, investigador y seguro de sí mismo. Todo

esto enmarcado en la ética como elemento fundamental indispensable para el ejercicio de la

profesión.

Es de importancia fundamental que el docente no solo se limite al aula de clases o a

las responsabilidades como participante de una institución universitaria, su trabajo debe

traspasar las barreras institucionales y llegar a las comunidades aportando trabajos

investigativos con fines beneficiosos para la sociedad y el gremio docente, a la vez que

fomenta en sus estudiantes el espíritu investigativo y de cooperación del que debe ser

modelo.

Finalmente se debe destacar a que la concepción del docente como “transmisor” de

conocimientos está del todo obsoleta y actualmente debe concebirse al docente

universitario como un “constructor” de sus propios conocimientos a la vez que orienta a sus

discentes a construir los suyos. Todo esto por medio del ejemplo y las herramientas

metodológicas que debe impartir en su aula de clases.

Ser docente es ser un estilista de almas, un embellecedor de vidas, que tiene una

irrenunciable misión de partero del espíritu y de la personalidad.

Francisco Gamboa. Universidad de Carabobo. 2010