EL DOMINIO EN ARISTOTELES

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EL DOMINIO EN ARISTÓTELES por Ricardo Etchegaray 1 Aristóteles diferencia entre dominio y poder. Dominio es una forma del poder en la que hay roles fijos o funciones; en la que los amos mandan y los esclavos obedecen; donde los roles no pueden intercambiarse: los mismos sujetos desempeñan siempre las mismas funciones. El dominio es el poder despótico 2 . Su estructura es rígida y asimétrica. Para Aristóteles, la mejor o más perfecta relación de poder es la política, en la que los que mandan y los que obedecen no son siempre los mismos, sino que van rotando en el ejercicio de las magistraturas. La política es la relación de poder propia de los hombres libres, de la condición del ciudadano. Si la lógica de la comunidad doméstica se traslada a la comunidad política, ésta se desnaturaliza. Pero no podría haber una comunidad de hombres libres, es decir, una comunidad política, si no hubiese unos hombres que dediquen sus vidas al trabajo, posibilitando el ocio que requiere el ejercicio de la libertad de los otros. Para Aristóteles, el poder y el dominio nunca podrían ser equivalentes, pero son, en cierto sentido, complementarios: puede haber hombres que intercambian roles porque hay otros que tienen roles fijos. Podría plantearse si la teoría aristotélica aporta categorías para comprender lo que sucede en las sociedades modernas. En cierto sentido, se puede decir que las relaciones descriptas por Aristóteles existen y son funcionales en el sistema capitalista. Éste funciona porque no todos tienen vocación de ser hombres libres o no todos pueden ser hombres libres. Para Aristóteles, tanto las relaciones de poder como las relaciones de dominio son naturales 3 , es decir, de acuerdo a la naturaleza de las cosas. El dominio no tiene una valoración negativa, sino que es una forma de relación inferior a la política. Lo que tiene valoración negativa para Aristóteles es lo que es impedido en su desarrollo o apartado de su curso natural. Lo negativo es que un ser no desarrolle todas sus potencialidades por un impedimento exterior. Sin embargo, Aristóteles diferencia también las distintas formas de gobierno, posibles e históricas, en que los hombres libres han organizado sus relaciones de poder. Dentro de estas formas políticas de poder establece una jerarquización valorativa desde la monarquía (la mejor) hasta la tiranía (la peor). La jerarquización valorativa, como la distinción entre las tres formas legítimas de gobierno y las tres ilegítimas, es efectuada en base a su relación con el bien común, que es el fin de toda comunidad y de todo gobierno de la comunidad. En las 1 Etchegaray, R.: Dominación y política, La Plata, Ediciones Al Margen, 2000. 2 Max Weber utilizó el término “patriarcalismo” para referirse a la autoridad del señor sobre la comunidad doméstica que define el tipo ideal puro de dominación tradicional. 3 “Hacia el siglo vi a.C., este nuevo desarrollo [del comercio y los contactos culturales] había llevado a la disolución parcial de las viejas formas de vida e incluso a una serie de revoluciones y reacciones políticas. Y no sólo provocó múltiples tentativas de retener el tribalismo por la fuerza, como en Esparta, sino también aquella gran revolución espiritual que fue la invención de la discusión crítica y, en consecuencia, del pensamiento libre de obsesiones mágicas. Al mismo tiempo se descubren los síntomas de una nueva inquietud. La tensión de la civilización comenzaba a hacerse sentir. [...] La tensión se halla íntimamente relacionada con la tirantez entre las clases, que surge, por primera vez, con la caída de la sociedad cerrada. Esta no conoce, en realidad, ese problema. Por lo menos para los miembros que desempeñan el gobierno, la esclavitud, las castas y el gobierno de clase son «naturales», en el sentido de que a nadie se le ocurriría cuestionarlos” (Popper, K.: La sociedad abierta y sus enemigos, Barcelona, Editorial Planeta-Agostini, 1992, pp. 173-4).

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Introducción a la filosofia política de Aristoteles

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EL DOMINIO EN ARISTÓTELES

por Ricardo Etchegaray1

Aristóteles diferencia entre dominio y poder. Dominio es una forma del poder en la que hay roles fijos o funciones; en la que los amos mandan y los esclavos obedecen; donde los roles no pueden intercambiarse: los mismos sujetos desempeñan siempre las mismas funciones. El dominio es el poder despótico2. Su estructura es rígida y asimétrica.

Para Aristóteles, la mejor o más perfecta relación de poder es la política, en la que los que mandan y los que obedecen no son siempre los mismos, sino que van rotando en el ejercicio de las magistraturas. La política es la relación de poder propia de los hombres libres, de la condición del ciudadano. Si la lógica de la comunidad doméstica se traslada a la comunidad política, ésta se desnaturaliza. Pero no podría haber una comunidad de hombres libres, es decir, una comunidad política, si no hubiese unos hombres que dediquen sus vidas al trabajo, posibilitando el ocio que requiere el ejercicio de la libertad de los otros. Para Aristóteles, el poder y el dominio nunca podrían ser equivalentes, pero son, en cierto sentido, complementarios: puede haber hombres que intercambian roles porque hay otros que tienen roles fijos.

Podría plantearse si la teoría aristotélica aporta categorías para comprender lo que sucede en las sociedades modernas. En cierto sentido, se puede decir que las relaciones descriptas por Aristóteles existen y son funcionales en el sistema capitalista. Éste funciona porque no todos tienen vocación de ser hombres libres o no todos pueden ser hombres libres. Para Aristóteles, tanto las relaciones de poder como las relaciones de dominio son naturales3, es decir, de acuerdo a la naturaleza de las cosas. El dominio no tiene una valoración negativa, sino que es una forma de relación inferior a la política. Lo que tiene valoración negativa para Aristóteles es lo que es impedido en su desarrollo o apartado de su curso natural. Lo negativo es que un ser no desarrolle todas sus potencialidades por un impedimento exterior. Sin embargo, Aristóteles diferencia también las distintas formas de gobierno, posibles e históricas, en que los hombres libres han organizado sus relaciones de poder. Dentro de estas formas políticas de poder establece una jerarquización valorativa desde la monarquía (la mejor) hasta la tiranía (la peor). La jerarquización valorativa, como la distinción entre las tres formas legítimas de gobierno y las tres ilegítimas, es efectuada en base a su relación con el bien común, que es el fin de toda comunidad y de todo gobierno de la comunidad. En las

1 Etchegaray, R.: Dominación y política, La Plata, Ediciones Al Margen, 2000. 2 Max Weber utilizó el término “patriarcalismo” para referirse a la autoridad del señor sobre la comunidad doméstica que define el tipo ideal puro de dominación tradicional. 3 “Hacia el siglo vi a.C., este nuevo desarrollo [del comercio y los contactos culturales] había llevado a la disolución parcial de las viejas formas de vida e incluso a una serie de revoluciones y reacciones políticas. Y no sólo provocó múltiples tentativas de retener el tribalismo por la fuerza, como en Esparta, sino también aquella gran revolución espiritual que fue la invención de la discusión crítica y, en consecuencia, del pensamiento libre de obsesiones mágicas. Al mismo tiempo se descubren los síntomas de una nueva inquietud. La tensión de la civilización comenzaba a hacerse sentir. [...] La tensión se halla íntimamente relacionada con la tirantez entre las clases, que surge, por primera vez, con la caída de la sociedad cerrada. Esta no conoce, en realidad, ese problema. Por lo menos para los miembros que desempeñan el gobierno, la esclavitud, las castas y el gobierno de clase son «naturales», en el sentido de que a nadie se le ocurriría cuestionarlos” (Popper, K.: La sociedad abierta y sus enemigos, Barcelona, Editorial Planeta-Agostini, 1992, pp. 173-4).

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formas legítimas, el que manda lo hace en función del bien común, mientras que en las formas ilegítimas, lo hace en su propio beneficio, como el déspota en la esfera doméstica. La ilegitimidad en la esfera política consiste en su degradación a la esfera doméstica. Es natural la persecución del bien propio en la comunidad doméstica, pero es ilegítimo hacerlo en la esfera política. El despotismo en la esfera política es antinatural. Aristóteles conjuga una perspectiva puramente lógica con una perspectiva empírica. Desde el punto de vista lógico, una comunidad de hombres libres sólo puede tener tres formas de gobierno: el gobierno de uno solo (monarquía), el gobierno de algunos (aristocracia) o el gobierno de todos (democracia). Formal y abstractamente, a partir de las características propias de cada una de las tres formas posibles, establece una jerarquización, ponderando defectos y virtudes, ventajas y perjuicios. Este orden jerárquico es: monarquía, aristocracia, democracia (formas legítimas), demagogia, oligarquía y tiranía (formas ilegítimas). Abstractamente, es decir, sin tener en cuenta las condiciones particulares histórico-culturales de cada comunidad, la mejor forma es la monarquía. Pero de acuerdo a las circunstancias y condiciones particulares de cada comunidad habrá que determinar cuál es la mejor forma de gobierno en esas condiciones. A partir de la clasificación lógica es posible ordenar y estudiar las formas históricas con los datos empíricos disponibles. Toda comunidad está dirigida a algún bien4. El bien de la comunidad doméstica es garantizar los niveles elementales de la vida: la manutención y la reproducción. Las lógicas de lo político y de lo doméstico están diferenciadas y separadas. Es en la época moderna, que la lógica igualitaria de lo político5 comienza a invadir las otras esferas de la vida y a cuestionar las relaciones diferenciales consideradas naturales. Paralelamente, las nuevas ciencias comienzan a alterar el concepto mismo de naturaleza. Si las concepciones antiguas de la naturaleza suponían diferencias cualitativas, la concepción moderna comprende a la naturaleza como homogeneidad y a las diferencias como cuantitativas. La distinción entre el mundo supralunar y el sublunar se disuelve al formularse una legalidad única para todo el universo. La unificación y homogeneización de la naturaleza se extiende al ámbito de lo humano y de lo político, y desde allí a lo social y económico. La economía se convierte en una esfera dentro de la política. La economía nace como economía política. Mientras que las luchas emancipatorias, las luchas contra la dominación, se desarrollaron en la modernidad como efecto de una extensión de la esfera igualitaria de lo político hacia las otras esferas, se entendió por dominación toda extensión, inversamente a la consideración anterior, de las lógicas diferenciales y no-igualitarias. Pero, por otro lado, el concepto de naturaleza en la modernidad, mantiene un significado que ya estaba presente en la época antigua: lo que es siempre lo mismo, lo necesario. En este sentido, lo natural es lo que se opone a lo histórico.

4 El concepto de dominio en la modernidad está indisolublemente ligado al de autonomía individual y ésta es impensable en la antigüedad, ya que se parte del supuesto de que todo individuo es lo que es en y por la polis (comunidad) a la que pertenece. El desarrollo de la autonomía individual supone el desarrollo de su condición de posibilidad: la sociedad civil. 5 En realidad, se trata de una lógica político-religiosa, porque la igualdad de los hombres libres (en lo político) se cruza con la igualdad de todos los hombres llamados a la salvación y redimidos por Cristo. Es significativa la lectura hegeliana de la Reforma como el punto de ruptura con la antigüedad.

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La igualación de las condiciones políticas muestra que estas relaciones no son naturales. La economía política clásica pretenderá que las relaciones políticas son históricas y contingentes mientras que las económicas son naturales y necesarias. Es este significado no cuestionado durante los primeros siglos de la modernidad el que se hará manifiesto y será objeto de crítica a partir de Hegel y Marx (por no mencionar al italiano Giambattista Vico, cuya obra fue ignorada hasta hace poco). Moreau destaca la preocupación aristotélica por que la economía (la esfera doméstica) no se saliera de sus límites: posibilitar la vida de la comunidad política. La crítica más inmediata que podría hacerse a la sociedad actual desde el punto de vista de Aristóteles sería, precisamente, que la economía se ha salido de órbita y ha invadido todas las esferas de la vida de la comunidad. En este sentido, la crítica habermasiana, que busca poner límites a las diversas lógicas de lo social, sigue la tradición aristotélica y kantiana. La sociedad capitalista actual supone que el consumo es la forma básica de toda relación social y no admite otras. En cambio, una postura aristotélica sostendría que el consumo es lícito dentro de ciertos límites, es lícito como condición de posibilidad de otras formas de relación “mejores”: las relaciones políticas. No puede suprimirse el consumo, porque hay una tendencia natural a consumir, pero tampoco se puede admitir que invada las demás esferas. GUÍA DE PREGUNTAS: 1. ¿En qué se diferencian las relaciones familiares o despóticas de las relaciones entre ciudadanos o políticas? 2. Explique qué significa que las relaciones de dominio son “naturales”. 3. ¿Cuáles son las tres formas de gobierno? ¿Cuáles son las perversiones de estas formas de gobierno? 4. Señale cuáles son los elementos lógicos y cuáles los empíricos en la concepción aristotélica.

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Libro I - Capítulo II6

Si uno presta atención desde un comienzo al desarrollo natural7 de los seres, podrá

observar también este problema8, como los otros, del mejor modo9. En primer lugar es necesario que se emparejen10 los seres que no pueden subsistir

uno sin otro; por ejemplo, la hembra y el macho, con vistas a la generación. (Y esto no en virtud de una previa elección, sino que, como en el resto de animales y plantas, es natural el impulso a dejar tras de sí a otro individuo semejante a uno mismo11.) 0, por ejemplo, lo que por naturaleza domina y lo dominado12, para su supervivencia13. Porque el que es capaz de previsión14 con su inteligencia es un gobernante natural, un jefe natural. En cambio, el que es capaz de realizar las cosas con su cuerpo es súbdito y esclavo, también 6 Aristóteles, Política, Barcelona, Editorial Altaza, 1993. 7 Lo “natural” y lo que es “por naturaleza” son conceptos que tienen significados precisos en el pensamiento de Aristóteles. 1) Lo natural se distingue de lo artificial y de lo cultural pero no se oponen. Lo que los hombres hacen (artificial, cultural) está incluido dentro de lo natural y no es su opuesto. 2) Lo natural no es lo que está fijo y dado, sino que implica un desarrollo, un crecimiento, una evolución, una realización. A esto le llama “fin” y “bien”. 3) Lo natural es lo propio de cada cosa, lo que cada ser es en sí mismo, lo que los filósofos medievales llamarán “esencia”. (Las notas pertenecen a Ricardo Etchegaray, salvo aquellas en que se deje constancia de la pertenencia al autor de la obra). 8 Siguiendo el desarrollo natural se puede observar cómo son las cosas, lo que permite resolver el problema de la mejor forma de gobierno. Algunos piensan que en la familia, en la aldea y en la polis, se da el mismo tipo de relación de mando y obediencia. Sostienen que la única diferencia que hay es cuantitativa: en la familia son menos, en la aldea son más que en la familia y en la polis muchos más que en la aldea. Estos autores piensan que no hay diferencia cualitativa en la forma de gobernar. Aristóteles sostiene lo contrario: hay diferencias cualitativas en cada una de estas organizaciones. El problema es si las formas de gobierno que tienen cada una de las comunidades (familia, aldea, polis) difieren cuantitativamente o cualitativamente. Para poder estudiar mejor una realidad compleja como la polis, Aristóteles propone dividirla en sus elementos simples. Cuando no se puede abordar lo complejo directamente, es menester dividirlo en partes, lo cual va a permitir resolver el conjunto. Propone, en consecuencia, observar cómo se ha llegado a formar naturalmente la comunidad de la polis: lo que en su resultado es algo muy complejo, fue generándose progresivamente a partir de elementos más simples. Si se sigue el curso natural de la evolución de esos elementos simples, podrá observarse “del mejor modo” el problema complejo. 9 El problema que se está tratando en esta obra es el de la constitución, la organización y la forma de gobierno propias de las polis. Aristóteles advierte que, como en cualquier otro problema, es necesario tener en cuenta el proceso y no solamente lo que ya está dado (el resultado). El conocimiento del proceso de desarrollo natural da información sobre la “naturaleza” de los seres que se quieren comprender, en este caso, de la polis. Todo desarrollo se inicia con un comienzo u origen. El origen de la polis se encuentra en la fuerza natural que impulsa al macho y a la hembra a la unión sexual, a la formación de la pareja. 10 Emparejarse es formar pareja, es decir, unirse, juntarse, asociarse. 11 Hay una especie de instinto sexual, de tendencia natural que une al macho y a la hembra, por eso dice “no en virtud de una previa elección”. No se trata de que se haya decidido hacerlo así, sino de un impulso o deseo natural. Para apoyar su hipótesis, dice que en todos los seres vivos pasa lo mismo. No es que el hombre sea una excepción. ¿Cómo explica que se haya formado una comunidad entre los hombres? Por esta tendencia natural a perdurar, la unión está en función de la procreación, de la supervivencia. 12 Es decir el que manda y el que obedece, el amo y el esclavo. 13 El más débil necesita del más fuerte para su supervivencia. A continuación, Aristóteles no retoma el tema de la fuerza y de la protección sino el de inteligencia. Hay algunos que tienen la capacidad de organizar a los otros naturalmente ¿Por qué? Porque hay algunos que son capaces de previsión. Éstos que pueden prever los acontecimientos son los que naturalmente mandan al comienzo. 14 La capacidad de previsión o deliberación (cf. infra nota 38) es la función más alta de la razón y, como tal, no está al alcance de todos los seres humanos. Por esta razón, Aristóteles piensa que los individuos que naturalmente tienen esta capacidad están por naturaleza capacitados para mandar, mientras que los que no la tienen están obligados a obedecer. De lo contrario se hace más improbable la supervivencia, sobre todo de los que no son capaces de prever.

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por naturaleza15. Por tal razón amo y esclavo tienen una conveniencia común16. De tal modo, por naturaleza, están definidos la mujer y el esclavo17. (La naturaleza

no hace nada precariamente, (...) sino cada cosa con una única finalidad. Así como cada órgano puede cumplir su función de la mejor manera cuando no se le somete a varias actividades, sino a una sola18.) Entre los bárbaros la mujer y el esclavo ocupan el mismo rango19. La causa de esto es que carecen del elemento gobernante por naturaleza20. Así que su comunidad resulta de esclavo y esclava. Por eso dicen los poetas: «Justo es que los griegos manden a los bárbaros», como si por naturaleza fuera lo mismo bárbaro y esclavo21.

De las dos comunidades, la originaria22 es la casa familiar, y bien lo dijo Hesíodo en su poema: «Ante todo, casa, mujer y buey de labranza.» Porque el buey hace las veces de criado para los pobres. La familia es la comunidad, constituida por naturaleza, para satisfacción de lo cotidiano23, por los que Carondas llama “compañeros de panera”, y Epiménides de Creta, “los del mismo comedero”.

La primera comunidad que a su vez resulta de muchas familias y cuyo fin es servir

15 A partir de la época moderna se ha supuesto que todos los hombres son iguales “por naturaleza” y en nuestro siglo XXI este supuesto ha llegado a ser considerado obvio y natural. Sin embargo, todos los autores de los siglos anteriores suponían lo contrario. Aristóteles fundamenta esta diferencia en la naturaleza: si los hombres de hecho tienen diferentes capacidades, se debe a que las diferencias están en la naturaleza, porque si fuesen iguales por naturaleza, llegarían necesariamente a ser iguales de hecho. Si se partiera de las mismas condiciones con iguales capacidades, se llegaría necesariamente a los mismos resultados. 16 Se unen porque tienen algo que les conviene a los dos. El esclavo acepta ser mandado por otros, porque el otro puede prever, y la previsión los protege tanto de los elementos naturales como de la agresión de otros. Si bien los hombres son naturalmente diferentes, de allí no se deriva la aversión o la exclusión sino la posibilidad que sean complementarios. 17 Hay, por lo tanto, tres grados o tipos humanos: los varones libres, las mujeres y los esclavos. 18 Aristóteles señala que en la naturaleza hay una cierta división del trabajo y una especialización. Lo que ocurre con los órganos del cuerpo, ocurre también con los distintos tipos humanos. 19 Aristóteles sostiene que hay un orden natural, que le da a cada ser su función. Cada cosa o cada ser tiene un fin natural. Lo que se ha diferenciado en principio son dos grados de inteligencia: una que puede prever y otra que no puede prever. Ésta solo está definida negativamente. Entonces los bárbaros no hacen distinciones entre las mujeres y los esclavos, piensan que los dos están en la misma condición porque son el elemento que obedece, contrapuesto a los que mandan. Cuando advierte que los bárbaros no hacen distinciones, está diciendo: “nosotros los griegos, sí hacemos esta distinción”. Para los griegos la mujer y el esclavo no tienen la misma naturaleza ni las mismas capacidades. Esta cuestión lo conduce a la distinción entre los griegos y los bárbaros. Aristóteles también ve en esto una razón natural: ¿por qué los griegos hacen esta distinción y los bárbaros no?, porque esa capacidad no se ha desarrollado entre los bárbaros. Y la capacidad de hacer estas distinciones es lo que diferencia a un ser libre del que no lo es, y por eso, como decían los poetas: los bárbaros y los esclavos son iguales, los bárbaros son esclavos por naturaleza. Si bien muchas de las afirmaciones de los poetas son verdaderas, la poesía no puede explicar o fundamentar sus afirmaciones a diferencia de la ciencia y la filosofía, que argumentan y dan razones. 20 Los bárbaros carecen de la capacidad racional de deliberación, razón por la cual no son capaces de comprender la diferencia entre una mujer (que como el esclavo carece de la capacidad de deliberación) y el esclavo (que, además de la capacidad de deliberación carece de la de decisión). En estos dos grados diferentes, los bárbaros encuentran sólo uno: el los que obedecen, el de los subordinados. 21 El bárbaro y el esclavo se identifican en tanto que ambos carecen de la capacidad de deliberación. 22 “Originaria” en el sentido de lo que genera o da origen y de lo que es anterior en el tiempo. Los griegos llamaban oikos a la casa familiar. De allí deriva la palabra “economía” que significa las reglas o leyes de la familia (nucleada alrededor de la casa). La familia griega es diferente a la familia típica burguesa. El grupo familiar incluye varias generaciones, con los parientes que se agregan por los enlaces e incluye también a los esclavos y a los animales. La familia llega a ser idéntica a la tribu. 23 La familia se define como una comunidad cuyo fin es la satisfacción de las necesidades que hacen a la supervivencia. Por esta razón Aristóteles cita a los poetas que afirman que el grupo familiar se reúne alrededor de la mesa del pan, de los alimentos que procuran la supervivencia.

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a la satisfacción de necesidades que no son meramente las de cada día24, es la aldea [municipio]. Con mucha razón se podría llamar a la aldea [municipio], si se atiende a su naturaleza, una extensión de la familia, constituida como está –a decir de algunos- por quienes han mamado la misma leche, por sus hijos y por los hijos de sus hijos25. Esta es la razón por la cual nuestras polis [ciudades26] fueron primero gobernadas por reyes, y lo son aún las naciones extranjeras, en su formación; en efecto, concurrieron elementos sometidos a autoridad real –ya que toda familia es regida por el más viejo como por un rey-; y así lo fueron las aldeas27 a causa de la consanguinidad entre sus miembros. Y esto es lo que quiere dar a entender Homero cuando dice que “cada uno da la ley a sus hijos y a sus esposas”. Las familias ciclópeas28 en efecto, estaban dispersas, y así se vivía en lo antiguo. Por esto mismo también todos hablan de los dioses como sometidos a un rey, y como los hombres se representan a su imagen la forma de los dioses, otro tanto han hecho con su vida.

La polis [ciudad] es la comunidad procedente29 de varias aldeas; es perfecta30, ya que alcanza, para decirlo de una vez, el fin de la autosuficiencia, y que tiene su origen en la urgencia del vivir, pero subsiste para el vivir bien31. Así que toda polis [ciudad] existe por naturaleza, del mismo modo que las comunidades originarias. Ella es la finalidad de aquéllas, y la naturaleza es finalidad32. Lo que cada ser es, después de cumplirse el

24 La aldea es una comunidad cuyo fin es proveer a las necesidades mediatas, a largo plazo. 25 Aristóteles piensa que la evolución y ampliación natural de las familias tuvo que derivar en la constitución de las aldeas. 26 Polis se ha traducido como “ciudad” o como “ciudad-estado”. Ambas traducciones son deficientes: por “ciudad” suele entenderse la zona urbanizada donde se encuentran las casas y los edificios donde viven los hombres, a diferencia del campo. Pero la polis incluye tanto la zona urbana como los campos que abastecen a los que viven en la “ciudad”. Por “ciudad-estado” se entiende una forma de gobierno de la ciudad. Pero la polis no hace referencia a la forma de gobierno sino a la forma de vida que se llevaba en ella (la cual incluye la forma de gobierno). Esa forma de vida se caracteriza por la participación de los ciudadanos en la deliberación y resolución de los problemas comunes. 27 La forma de gobierno de la casa familiar y de la aldea o municipio no difieren cualitativamente sino sólo cuantitativamente. La composición de las aldeas es la misma que la de las familias, aunque más amplia y numerosa. De allí que las formas de gobierno no difieran en una y otra. La autoridad paterna y la autoridad real tienen una misma naturaleza. 28 Los cíclopes son seres míticos, a cuya forma de vida hacían referencia los poetas. 29 Así como las aldeas se originaron en la extensión de las familias, las polis se originaron en la extensión de las aldeas. Ambos procesos responden a la evolución natural de cada una de estas comunidades. 30 La idea de “perfección” hace referencia a la realización plena y efectiva de algo. La polis es una comunidad perfecta porque alcanza el objetivo que persigue toda comunidad: la autosatisfacción de las necesidades y la autonomía de las decisiones. 31 Aristóteles señala aquí la diferencia entre el origen y el fin u objetivo de algo. Lo que origina la polis es la necesidad inmediata de supervivencia, pero la finalidad de la polis es la autosuficiencia y la autonomía. Aristóteles piensa que el origen no determina la naturaleza de algo sino su finalidad. En el orden del tiempo primero está la comunidad familiar, después la aldea y luego la ciudad (polis). La comunidad familiar tiene su origen en la urgencia del vivir, o sea, que lo que ha motivado el surgimiento de la familia es que necesitamos sobrevivir. Pero, dice, la polis [ciudad], en la medida que es autosuficiente, no tiene por fin sólo la subsistencia sino el vivir bien, esto significa: realizar la perfección del hombre, el hombre vive bien cuando vive como hombre, cuando vive como se debe. El individuo no se autosatisface, para vivir necesita de otros, pero tampoco la familia o la aldea, porque no producen todo lo que necesitan. En consecuencia, sólo en la polis se puede decir que hay autosuficiencia y se puede alcanzar el bien propio del hombre. 32 Aquí aparece este concepto de fin. Dice primero: La polis es la finalidad de todas las otras comunidades, que tienden a la polis. Es decir, todas estas otras comunidades tienden a la autonomía, a la autosatisfacción. La polis realiza aquello que las otras comunidades no pueden realizar por sí solas. Y después dice: “...La naturaleza es finalidad...” Es decir que hay que pensar la naturaleza como algo que se dirige hacia un fin. En lo natural todo tiende a realizar su perfección, esto es, a hacer efectivas sus potencialidades. Todos los seres tienden a esto.

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desarrollo, eso decimos que es su naturaleza, así de un hombre, de un caballo o de una casa33. Además, la causa final y la perfección es lo mejor. Y la autosuficiencia es la perfección y lo óptimo34.

Por lo tanto, está claro que la polis [ciudad] es una de las cosas que existen por naturaleza35 y que el hombre es, por naturaleza, un ser que vive en polis36, y resulta también que quien por naturaleza, y no por casualidad, carece de polis, es o bien un ser de naturaleza inferior o superior a un hombre37. Como aquel al que recrimina Homero: “sin clan, sin ley, sin hogar”. Quien por naturaleza es de tal condición es además amante de la guerra38, como una pieza suelta en un juego de damas.

La razón de que el hombre sea un ser que vive en polis, más que cualquier abeja o

No se conoce la naturaleza de algo hasta que ese algo se desarrolla plenamente, hasta que agota sus potencialidades. No se puede conocer la naturaleza de algo sobre la base de lo que es en el comienzo. Por eso dice Aristóteles que la naturaleza es finalidad. El fin también es el fundamento, lo que da base a todo este proceso. Lo que da base es el fin, el resultado final. Por “fundamento” no hay que entender “condición”. Para que un individuo se junte con otros se tienen que dar ciertas “condiciones” como, por ejemplo, que sean individuos deseantes. Pero el “fin” es aquello a lo cual se dirigen todas esas acciones aun cuando no lo sepan. El fin puede justificar o fundamentar todo el proceso. Cada etapa en un desarrollo es más rica que la anterior y lo más perfecto es superior a lo menos perfecto: éste es el esquema de razonamiento de Aristóteles. Hay dos movimientos: Uno es genético o evolutivo, en ese movimiento se va de lo más simple a lo más complejo, de lo que no está desarrollado a lo desarrollado, en términos de Aristóteles: de la comunidad familiar a la polis. El otro movimiento es el de fundamentación, y la familia se sostiene en la aldea, y ésta en la polis, y ésta en sí misma. Entonces la polis es lo fundamental, porque es la finalidad última. 33 La naturaleza de algo es el resultado de su desarrollo completo. A diferencia de la concepción moderna, que entiende por naturaleza lo que está dado desde el comienzo, Aristóteles concibe a la naturaleza como lo que resulta del desarrollo, es decir, como el fin. 34 La naturaleza es lo que cada ser es después de cumplirse el desarrollo. El significado del término “naturaleza” es diferente al que se entiende actualmente. Nosotros entendemos por “naturaleza” las condiciones de las que se parte, pero para Aristóteles lo natural es lo que se ha desarrollado completamente. Por eso lo natural, la perfección y el fin coinciden. Para la modernidad son opuestos, de lo natural se parte y al fin se llega. Lo último que dice el texto es que la causa final y la perfección coinciden y esto es lo mejor. Bien, fin, causa final, perfección y natural son sinónimos. Como ya se dijo: el fin es la autosuficiencia, toda comunidad que no sea autosuficiente no ha alcanzado el fin. Sí planteamos la pregunta: ¿Podemos realizarnos como “seres humanos”? Nosotros los modernos tendemos a pensar que no. Que eso es un proceso infinito. En cambio los antiguos, piensan que hay una perfección que puede alcanzarse y hacia la cual tendemos naturalmente. Nosotros los modernos tendemos a pensar en “medios”, no en “fines”, pensamos en un perfeccionamiento tecnológico, pero los fines creemos que no se pueden determinar. Aristóteles, al contrario, piensa que hay una racionalidad de los fines. Los medios siempre están en relación con los fines, sólo importan desde los fines, va a ser el fin el que le dé valor a los medios, así como es la polis la que le da valor a la aldea y a la familia. Estas instituciones no tienen un valor por sí mismas, porque no realizan la perfección que buscan. Esa perfección o ese fin sólo se realiza en la polis y es la autonomía. 35 Es decir, es algo necesario, es algo que resulta necesariamente del desarrollo natural. 36 Acá hay un problema de traducción. Algunos traducen “animal cívico” o “animal político”. Hay que entenderlo en el sentido de un “ser viviente que vive en ciudad”, y por “ciudad” hay que entender polis. Ser un “animal cívico” o un “animal político” y ser un “ser vivo que vive en polis”, tiene el mismo significado. Sólo se puede hallar la perfección en la polis, es decir, sólo se puede ser verdaderamente humano en la polis. 37 El hombre se define como un ser que vive en polis, por lo tanto, todo ser que no necesite de la polis y que sea autosuficiente, no será humano. Será superior al hombre (dios) o será inferior al hombre (animal, bestia). 38 Ese ser que no necesita de la polis es entonces agresivo o belicoso por naturaleza. Desde el punto de vista de Aristóteles, la guerra no es constitutiva del hombre sino de un ser que es en alguna medida inferior al hombre. La guerra es la condición natural de los seres que no viven en la polis. En este punto la teoría aristotélica es opuesta a la teoría de Hobbes.

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que cualquier otro animal gregario39, es clara. La naturaleza, según hemos dicho, no hace nada en vano40. Sólo el hombre, entre los seres vivientes [animales], posee41 la palabra42. La voz es una indicación del dolor y del placer; por eso la tienen también los otros animales. (Ya que por su naturaleza ha alcanzado hasta tener sensación del dolor y del placer e indicarse estas sensaciones unos a otros.) En cambio, la palabra existe para manifestar lo conveniente y lo dañino43 y, en consecuencia, lo justo y lo injusto. Y esto es lo propio de los humanos frente a los demás animales: poseer de modo exclusivo, el sentido de lo bueno y de lo malo, de lo justo y lo injusto y las demás apreciaciones [valoraciones]. Ahora bien, la participación comunitaria en estas cosas es la que fundamenta44 a la casa familiar y a la polis [ciudad].

Es decir, que, por naturaleza, la polis [ciudad] es anterior45 a la casa y a cada uno de nosotros46. Ya que el conjunto es necesariamente anterior a la parte47. Pues si se destruye el conjunto ya no habrá ni pie ni mano, a no ser con nombre equívoco48, como se puede llamar mano a una de piedra. Eso será como una mano sin vida. Todas las cosas se definen por su actividad y su capacidad funcional49, de modo que cuando éstas dejan de existir no se puede decir que sean las mismas cosas, sino homónimas50. Así que está claro que la polis [ciudad] es por naturaleza y es anterior a cada uno. Porque si cada individuo, por separado, no es autosuficiente, se encontrará, como las demás partes, en función del conjunto. Y el que no puede vivir en polis [sociedad], o no necesita nada por su propia suficiencia, no es miembro de la polis [ciudad], sino que es una bestia o un dios.

En todos existe, por naturaleza, el impulso [la tendencia] hacia tal comunidad; pero el primero en fundar las polis [ciudades] fue el causante de los mayores bienes. Pues 39 Aristóteles advierte que no hay que confundir la sociabilidad propia del hombre, su naturaleza que está en la polis, con lo gregario, que es propio de muchas especies animales. 40 Es decir: en la naturaleza hay un orden, hay un sentido y una finalidad. 41 La posesión de la palabra marca la distinción entre dos clases de seres vivientes y dos maneras de participar de lo sensible: los que pueden comunicar el placer y el dolor por medio de la voz y los que manifiestan lo conveniente y lo dañino por medio del logos. Cf. Rancière, J.: El desacuerdo. Política y filosofía, Buenos Aires, Ediciones Nueva Visión, 1996, p. 14. 42 El término griego que se utiliza para “palabra” es logos, que significa también “razón”. Diferenciar estos opuestos (lo conveniente y lo dañino, lo justo y lo injusto) no es posible para los animales que sólo tienen voz. En la palabra hay una especie de evaluación sobre lo justo y lo injusto. 43 Otros traducen: “lo útil y lo nocivo”, y también “lo bueno y lo malo”. 44 La participación en la palabra es lo que da fundamento a las otras comunidades como la familia y la aldea. La polis es este ámbito en el cual el hombre puede ejercer la palabra; en las otras comunidades esta capacidad aún no se ha desarrollado completamente, y por eso se justifican o fundamentan en la polis. 45 Se trata de una anterioridad lógica, demostrativa, no temporal. Algo es anterior lógicamente cuando sirve de base o fundamento para lo demás. Con ello quiere decir que la polis es más fundamental que la familia y que la aldea, puesto que en ninguna de éstas se puede realizar la autosuficiencia o autonomía. Lo conveniente para el hombre sólo se realiza en la polis. Esto tiene que ver con los tres niveles de la razón: el nivel de la deliberación, el de la decisión y el de la obediencia. Esos tres niveles de la razón, también son los tres niveles de la palabra, y el nivel de la deliberación sólo puede realizarse en la polis. En la familia no se delibera en conjunto, sino que decide el padre de familia. Y en la aldea deciden los ancianos, el jefe de la unión de las familias. En cambio en la polis, todos los hombres desarrollan estas capacidades y las ejercen. 46 A los individuos. 47 El conjunto es anterior a las partes porque las partes lo son “del conjunto” y no a la inversa. Las partes no son lo que son sino a partir de su pertenencia al conjunto. La parte se define desde el conjunto. Un conjunto no es una suma de partes. Aquí está la justificación de la anterioridad en el sentido lógico, siempre es más fundamental el todo que las partes, porque la parte se define a partir del todo y no al revés. No hay que confundir con la anterioridad temporal, en este sentido las partes sí son anteriores al todo, como la familia es anterior a la polis en el tiempo. 48 Sólo se puede hablar de la “mano” o del “pie” cuando forman parte del cuerpo. La mano separada del cuerpo o sin cuerpo no es mano porque no cumple esa función. 49 Por lo que puede hacer, por las capacidades que puede realizar. 50 “Homónimo” es lo que tiene el mismo nombre.

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así como el hombre perfecto es el mejor de los animales, así también, apartado de la ley y de la justicia, es el peor de todos51.

La injusticia es más feroz cuando posee armas, y el hombre está dotado naturalmente con armas que ha de emplear al servicio de la sabiduría y de la virtud; pero puede utilizarlas precisamente para las cosas opuestas. Por eso, sin virtud, es el animal más impío y más salvaje, y el peor en su sexualidad y su voracidad. La justicia, en cambio, es algo propio de la polis (social), como que la justicia es el orden de la polis, y la virtud de la justicia consiste en la apreciación de lo justo. GUÍA DE PREGUNTAS:

1. ¿Cuáles son las tendencias naturales a la asociación que existen entre los hombres? 2. ¿Cuáles son los tres diferentes tipos humanos señalados por el texto? 3. ¿Por qué razón los bárbaros identifican a las mujeres con los esclavos? 4. ¿Cuáles son las características de la comunidad originaria? 5. ¿Cuáles son las características de las comunidades derivadas de las familias? 6. Caracterice a las polis. 7. ¿Cómo se define a la naturaleza humana? 8. Explique por qué la polis es anterior a la familia y a los individuos. 9. ¿Por qué razones el hombre es mejor y peor que cualquier animal? 10. ¿Cuáles son los elementos que componen el régimen familiar de la casa? 11. ¿Qué tipos de relaciones podría distinguir dentro de la organización familiar? 12. ¿Cómo se concibe al “cuerpo” en este texto?

51 Dado que el hombre puede desarrollar una perfección, que otros seres vivos no tienen, se puede decir que el hombre es mejor que cualquier otro animal, pero también el no desarrollo de esa perfección lo pone en una situación peor que otro animal. Por ejemplo, si el gato no habla, no es en realidad un vicio o algo malo para el gato, porque no tiene esa perfección, pero si el hombre no habla eso si es un vicio, y es algo peor que el gato que no habla.