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EL ESPACIO RURAL, ENTRE LA DIFERENCIACIÓN Y LA RECOMPOSICIÓN Alain Berger CRPEE-CNRS Durante mucho tiempo sinónimo de tierra de éxodo y de despoblación, el mundo rural debe esa identificación al papel dominante que ha tenido en él la agricultura y a la estrecha relación entre la evolución de esta actividad y la de la ocupa- ción del espacio rural. Hoy día la agricultura registra, en un contexto de competencia nacional e internacional y de manera incesante y apremiante a favor de ciertas regiones, una con- centración de explotaciones, una modernización de técnicas de producción y una nueva distribución espacial de sus localiza- ciones. Según sus modalidades de inscripción espacial, este desaro- llo se traduce ya sea en una modernización que conduce al monocultivo en un sistema cada vez más intensamente produc- tivo, ya sea por el contrario, en un programa de disminución y de abandono temtorial. En estas dos situaciones extremas se producirá un descenso de la población agrícola que será más o menos matizado según las especificidades de los medios en que se produzca. En el contexto de la evolución de la agricultura, la diná- mica del medio rural puede esquematizarse según las siguientes modalidades: 589

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EL ESPACIO RURAL, ENTRE LA DIFERENCIACIÓN

Y LA RECOMPOSICIÓN

Alain BergerCRPEE-CNRS

Durante mucho tiempo sinónimo de tierra de éxodo y de

despoblación, el mundo rural debe esa identificación al papel

dominante que ha tenido en él la agricultura y a la estrecha

relación entre la evolución de esta actividad y la de la ocupa-

ción del espacio rural. Hoy día la agricultura registra, en un

contexto de competencia nacional e internacional y de manera

incesante y apremiante a favor de ciertas regiones, una con-

centración de explotaciones, una modernización de técnicas de

producción y una nueva distribución espacial de sus localiza-ciones.

Según sus modalidades de inscripción espacial, este desaro-

llo se traduce ya sea en una modernización que conduce al

monocultivo en un sistema cada vez más intensamente produc-tivo, ya sea por el contrario, en un programa de disminución

y de abandono temtorial. En estas dos situaciones extremas se

producirá un descenso de la población agrícola que será más omenos matizado según las especificidades de los medios en quese produzca.

En el contexto de la evolución de la agricultura, la diná-

mica del medio rural puede esquematizarse según las siguientes

modalidades:

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- Un incremento de su ocupación, acompañado por una

diversificación de las actividades. Este modelo correspon-

dería a la mayoritaria imagen que se tiene de un espacio rural

sometido más o menos intensamente a una urbanización y donde

la actividad agrícola asiste a un eclipse relativo, y hasta defini-

tivo.

- Una atonía en cuanto a la variación demográfica,que está relacionada con el mantenimiento de una agricultu-ra activa pero solitaria. Este proceso evolutivo está acom-pañado de una dinámica de la propiedad territorial que resul-ta en una apropriación casi total del espacio por la actividadagrícola;

- Una tendencia a la despoblación consecutiva al aban-dono progresivo del sector agrícola cuando, frente a lascondiciones de la competencia, las potencialidades locales nopermiten incrementos suficientemente importantes de la pro-ductividad.

A pesar de todo, las informaciones relativas a las dinámi-cas demográficas, suministradas por los sucesivos censos, vienena poner en cuestión esa visión ampliamente dominante de laevolución del espacio rural. Con niveles de intensidad diferen-tes, según los países, con desfases temporales en la manifesta-ción del fenómeno, con disparidades todavía importantes segúnlos espacios rurales, los diferentes observadores coinciden enhablar hoy día de una recuperación demográfica del espaciorural, recuperación que afecta en el caso francés a una partedel terrirorio nacional, y más particularmente al sur del país,en regiones tales como el .Languedoc-Roussillon o Provence-Cóte-d'Azur.

Originalmente dos mecanismos se revelan como explicativosdel proceso demográfico en acción: la extensión y diversifica-ción del espacio urbanizado, y la creación y crecimiento deespacios turísticos intensivos en las costas y en la alta monta-ña.

Por tanto, si bien la consiguiente generalización y extensiónde la repoblación de los campos continúa nutriendose de laurbanización y del turismo masivo, otros mecanismos parece quedeben estar jugando y participando en la creación de movi-mientos de población que riegan, revivifican y transforman el

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espacio rural. Con el fin de ponerlos en evidencia y analizar-los, nos basaremos_ en el ejemplo francés', y en particular en el

caso de las regiones rurales mediterráneas, donde ivestigadores

del CRPEE han realizado numerosos trabajos y encuestas duran-

te estos últimos años. Nos esforzaremos en mostrar las cohe-

rencias que se destacan entre, por una parte, los flujos demo-

gráficos dirigidos hacia el campo y, por otra parte, los nuevos

comportamientos económicos que se van manifestando en esos

mismos territorios. Intentaremos pues, a partir de esta situación,

dilucidar las nuevas orientaciones manifestadas por los espaciosrurales mediterráneos.

1.- LA RENOVACIÓN DEMOGRÁFICA, UN

MOVIMIENTO MASIVO Y EXPANSIVO

Hasta los años sesenta, el espacio rural francés iba perdiendopoblacion en beneficio del espacio urbano, es decir, el éxodorural era todavía el fenómeno dominante en términos cuantita-tivos. A partir del censo de 1968, se constata sin embargo elfin de la erosión demográfica de los campos, en términos glo-bales. A partir de entonces el ritmo de crecimiento de la pobla-ción rural se acelera y hoy día si bien es inferior en términosabsolutos al de la población urbana, ha llegado a ser netamentesuperior en términos relativos.

En un primer momento, que corresponde al período 1954-1962, el crecimiento de los municipios rurales se debió unica-mente a los efectos difusores de urbanización procedentes de lasgrandes aglomeraciones. Luego, las ciudades medianas, los cen-tros secundarios y hasta las villas rurales se convirtieron pro-gresivamente, en centros de difusión del crecimiento. Estos efec-tos difusores no fueron por entonces cuantitativamente suficientes

' Los interrogantes de este tipo no son específicamente franceses. Los auto-res anglosajones se han interesado por el fenómeno desde hace veinte años: v.Beale C. (1975) y Berry BJ.L. (1976) en EEUU y Champion A.G. (1990),Champion T. (1991), Cloke P. (1992), Cross D.F. (1990) para Gran Bretaña.Más cercano a nosotros, la revitalización rural interesa a los científicos espa-ñoles: Calatrava ( 1994), Melero (199^).

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para compensar el continuo éxodo y la población rural en con-

junto siguió disminuyendo.

cuadro 1

Variación de las poblaciones rurales y urbanas entre 1954 y

1990 (conjunto de Francia) (en miles de habitantes)

Conjunto de

municipios

Municipios

rurales

Municipios

urbanos

1954-1962 + 3691 - 303 + 3994

1962-1968 + 3236 - 26 + 3482

1968-1975 + 2906 + 10 + 2894

1975-1982 + 1707 + 844 + 863

1982-1990 + 2280 + 832 + 1448

Fuentes: INSEE-RGP. Definición rural-urbana elaborada para cada año inicial

del período. Se consideran como rurales los municipios de menos de

2000 habitantes que viven concentrados.

La extensión espacial de la recuperación demográfica ganó

a continuación, más allá de las periferias urbanas y de los gran-

des ejes de comunicación que enlazan las aglomeraciones entre

sí, a zonas más amplias, englobando de este modo a los espa-

cios rurales peri-urbanos. Se habla ya de zonas urbanas, de

espacios urbanizados, consagrando siempre la urbanización como

factor explicativo esencial, incluso único, de las migraciones hacia

lo rural.Sin embargo, una profundización del análisis del funciona-

miento económico de esas zonas rurales urbanizadas muestra ya

que han entrado en acción, o están en proceso de entrar, otros

componentes explicativos del crecimiento de la población rural.

La evolución más reciente de la positiva dinámica demo-

gráfica rural durante el periodo de 1975-1982, y más todavía

en el de 1982-1990, afecta a nuevos espacios distintos fsica-

mente de las zonas urbanas y responde a unos niveles de den-

sidad demográfica mucho más reducidos.

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Cuadro 2Evolución demográfica según tamaño de los municipios rura-

les entre 1982 y 1990 (número de habitantes)

Tamaño Aumento Saldo Evoluciónde los municipios natural migratorio total

Menos de 50 habitantes

de 50 a 99 habitantes

de ] 00 a 199 habitantes

de 200 a 499 habitantes

de 500 a 999 habitantes

de 1.000 a 1.999 hab.

Más de 2.000 hab.

Total rural

- 2 094 - 1 430 - 3 521

- 7 382 - 14 - 7 396

- 21 395 + 22 553 + 1 158

- 24 004 + 170 222 + 146 218

+ 12 004 + 280 868 + 292 872

+ 25 322 + 298 104 + 323 436

+ 45 241 + 258 867 + 304 108

+ 27 705 + 1 029 170 + 1 056 875

Fuente: RGP-INSEE - Definición rural 1990

El período de 1968-1975 se presenta como la época bisa-

gra en la ruptura de las trayectorias demográficas del espacio

rural francés. En efecto, es en este lapso de tiempo cuando se

efectúa, a nivel nacional, un cambio en la orientación de los

determinantes demográficos que conducen a una variación glo-balmente positiva de la población rural.

El crecimiento natural, hasta entonces positivo, e incluso

muy positivo derivado de la tradicionalmente elevada natalidad

de las poblaciones rurales, se hace negativo en lógica corres-

pondencia a una regresión puesta en marcha desde hace muchos

años.

A1 mismo tiempo, el saldo migratorio, negativo durante más

de un siglo y que era la expresión estadística del éxodo rural,se hace cero, prefigurando el cambio de las tendencias migra-

torias que marcarán los periodos siguientes. La variación total

de población, resultado de la acción conjunta de dos compo-

nentes demográficos y hasta entonces negativa, se hace positivadespués de este período.

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2.- LOS FLUJOS MIGRATORIOS, LARGO TIEMPORESPONSABLES DE LA DESPOBLACIÓN DELOS CAMPOS, SON HOY DÍA EL ORIGEN DESU REPOBLAMIENTO

Durante más de un siglo, los campos han estado sometidosa una intensa presión migratoria que era el resultado de la con-

junción entre el éxodo agricola y el éxodo rural. La evoluciónde los sistemas de producción agrícolas, con la especialización,la intensificación capitalista, la concentración de las explotacio-nes, la ampliación de los mercados, favoreció y aún favoreceuna hemorragia permanente de la población agrícola. Este fenó-meno económico, interno al sector agrícola, se acompañaba de

la movilidad geográfica de una parte de la población, que bus-caba en el medio urbano los empleos que la agricultura, o las

actividades a ella ligadas, no podían ofrecer.El éxodo rural sería durante muclio tiempo la imagen demo-

gráfica dominante, si no exclusiva, de los campos condenadosa una irremediable despoblación. Solamente los espacios rura-

les periurbanos parecían escapar a este destino, aunque, deri-vado de la definición estadística de los municipios rurales2, fue-ran suprimidos del conjunto espacial considerado rural, a medidaque iba creciendo su población (Berger 1994).

Los flujos de salida del espacio rural continúan mani-festándose, aunque hayan disminuido en intensidad como con-secuencia de la reducción cuantitativa de las poblaciones agrí-colas y de la atenuación del poder de atracción del empleourbano. Afectan, de manera privilegiada, a los elementos másjóvenes de la población, en el momento de su entrada en elmercado de trabajo o en la época de su formación. Esta sali-da de jóvenes, entre 18 y 25 años, continúa favoreciendo elenvejecimiento de las poblaciones autóctonas y ocasiona un dese-

quilibrio entre efectivos masculinos y femeninos de las zonasrurales, a la hora de la formación de nuevos hogares.

Mientras que las sociedades rurales tenían una fuerte nata-lidad no se veían afectadas de manera definitiva por los flujos

2 Hay que [ener en cuanta que el municipio rural francés se define por

un número de habitantes cencentrados inferior a 2000.

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de salida. Su dinamismo sufría, pero mantenían una cierta cohe-sión y unas particularidades definidas en relación a las socie-

dades urbanas. Hoy día, los flujos de emigración rural afectanprioritariamente al mundo agrícola y al mismo tiempo a la socie-

dad rural tradicional. Incluso aunque sean inferiores al flujo deinmigración hacia el medio rural, continúan dando a este últi-mo una imagen de declive y de despoblación.

Los flujos de llegada al medio rural se han converti-do por su importancia cuantitativa y sus características fisicas

en los vectores de las mutaciones socio-económicas de los espa-cios rurales franceses.

Como acabamos de ver, compensan hoy día, en la mayorparte del territorio nacional los flujos de partida y son, por otraparte, el origen de las inversiones del comportamiento demo-gráfico de los espacios rurales.

A lo largo de los años ochenta, el saldo migratorio entre elmedio rural y el medio urbano fue de más de un millón depersonas, a favor del espacio rural. Para un total de casi 15millones de personas en 1990, aquél representa un umbral míni-mo de renovación de la población en torno al 7%. En reali-dad, la tasa de renovación demográfica, por efecto de la movi-lidad de los hombres es netamente más elevada, teniendo encuenta la continuación del éxodo de ciertos componentes de laspoblaciones autóctonas. No es aberrante imaginar un ritmo derenovación anual del orden del 1.2%. Todo esto lleva a supo-ner, en la hipótesis de una continuación de los procesos migra-torios, en una renovación espectacular de la composición socio-económica de las poblaciones rurales en el curso de los próximosaños.

A1 mismo tiempo que se observan estos flujos de llegada denuevos rusales, no ha dejado de reducirse el peso absoluto y rela-tivo de la población agrícola en el seno de la población rural.La acción conjunta de la continuación del éxodo agrícola y dela llegada de nuevas poblaciones no agrícolas explica este decli-ve. La población agrícola (personas activas y retiradas en laagricultura), que representaba el 23% de la población rural fran-cesa en 1968, no representaba nada más que el 19% en 1975,el el 17% en 1982, y el 13% en el censo de 1990.

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La reducción del carácter agrícola de la población rural es,

sin ninguna duda, uno de los aspectos más espectaculares de

las mutaciones en marcha en las sociedades rurales de hoy día.

Aunque bien entendido, se trata de una media para toda Francia

que encubre grandes disparidades según las regiones y según eltamaño de los municipios. No obstante, en el largo plazo, entre

1968 y 1990, todas las categorías de comunidades rurales, según

tamaño, se ven afectadas por este declive relativo de las pobla-

ciones agrícolas y por tanto de la relación entre lo rural y la

agricultura (Berger 1995).Así pues, si bien las nuevas poblaciones rurales efectúan por

sus actitudes y sus motivaciones de localización un acercamiento

al medio natural, se alejan al mismo tiempo de la agricultura.

3.- LAS CARACTERÍSTICAS DE LAS MIGRACIONES

HACIA LOS ESPACIOS RURALES

Las encuestas realizadas durante los años 80, y en concre-

to sobre las características de las migraciones hacia las zonas

rurales profundas del midi mediterráneo y sobre sus mecanismos

explicativos (Berger y Catanzano 1985 y 1987) han permitidotener un conocimiento de los procesos generadores de estas nue-

vas movilidades.Los principales resultados suministrados por estos estudios

han sido confirmados por análisis similares realizados en otrasregiones francesas (Baron 1086; Kayser y alii. 1987) y con-

cuerdan con los resultados del censo general de población de1990, referidos al conjunto del espacio rural francés.

La observación de la población migrante revela tres parti-

cularidades singulares en relación a las poblaciones rurales autóc-

tonas:

- Se trata mayoritariamente de familias jóvenes, a menudo

con niños de corta edad.

- Son personas activas o en edad activa, los jubilados tie-

nen sólo un peso limitado en el conjunto de los flujos.

- El nivel de fomación de los migrantes es bastante más ele-

vado que el de las poblaciones de acogida.

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El orígen geográfico de los migrantes interregionales privile-gia a las zonas periféricas de dos regiones meridionales (entre el20% y el 23% de los migrantes}: la Region Parisienne (19%) yel extranjero (sobre todo la Europa del norte); los restantes pro-vienen del conjunto del territorio nacional. Dos tercios de lasfamilias residían, antes de su movilidad, en el medio urbano.

Cuadro 3

Factores de motivación a la movilidad (en %)

Primera

razón

Segunda

razón

Tercera

razón

Mejor calidad de vida 24 40 34

Razones profesionales 21 10 12

Razones familiares 14 11 12

Rechazo hacia el medio urbano 10 15 15

Edad de jubilación 8 3 3

Otras razones 23 21 24

Encuesta por CRPEE - 1985100 % de las personas encuestadas dieron al menos una razón, el 55% por lo

menos dos y el 25% tres.

Cualquiera que sea la procedencia geográfica de los

migrantes, las motivaciones de su mouilidad representan una com-binación de factores, que asocia lo económico a lo no eco-mómico. En el conjunto de las respuestas, la calidad de viday la voluntad de vuelta a la tierra, en una acepción amplia ymatizada de este término, con una referencia frecuente a lafamilia, juegan un papel tan determinante como los factoresde motivación ligados al empleo o, más ampliamente, a razo-nes económicas.

Las movilidades profesionales acompañan a las migraciones,pues afectan en la mayoría de los casos a sectores de pobla-ción en edad activa. Así, sobre el millar de hogares encuesta-dos en Langedoc-Roussillon, comprendiendo 2000 adultos, el60%, tenía un empleo antes de su salida. A su llegada a laregión sólo era el 43% y manifiestan progresivamente las mismatasa de actividad durante los años posteriores a su instalaciónen el medio rural. La caída de la tasa de actividad es la con-

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secuencia de la migración a nivel familiar y, en este caso con-creto, de la frecuente pérdida de empleo por uno de los doscónyuges.

El reparto de los nuevos rurales entre los diferentes secto-res de actividad en los que se inscriben, es bastante consisten-te con las potencialidades de empleo ofrecidas por el mediorural, con un peso siempre mayor para la agricultura.

Las características socioprofesionales dominantes de los emi-grantes hacia el medio rural son, por una parte, una fuertemovilidad profesional de los individuos afectados y, por otraparte, en un tercio de los casos, la movilidad social. La movi-lidad a favor del campo es pues un paso muy importante parael. individuo o la familia que lo realiza. A1 desplazamiento geo-gráfico, con el frecuente paso de lo urbano a lo rural, se super-pone frecuentemente tanto un cambio de actividad económicacomo del estatus social. Es así como la llegada de los nuevosrurales acrecienta en el traspaís rural mediteráneo el númerode trabajadores independientes de manera espectacular.

Cuadro 4

Estatus profesional de migrantes activos hacia el medio rural(en %)

Estatus profesional 1975 ADM 1984

Asalariado, aprendizIndependiente

8416

7822

5743

ADM: penúltima migración

Fuente: encuesta CRPEE, 1975

La dificultad de encontrar un empleo asalariado en las zonasrurales profundas, es decir, relativamente alejadas del mediourbano, explica en parte la trayectoria social que sigue una por-ción importante de los nuevos rurales. La voluntad de reforzarel carácter independiente del modo de vida elegido conduceigualmente a los migrantes a orientarse hacia la creación de supropia actividad.

Del mismo modo, la fragilidad del mercado de trabajo enlos medios rurales conduce a que una parte importante de la

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población busque fuera del marco local los ingresos necesariospara las familias. Esto se traduce en un aumento en las dis-tancias recomdas para llegar al lugar de trabajo y en una inten-sificación de los flujos migratorios diarios (Schmitt 1993).

Todo esto puede desembocar en una búsqueda de diversospaliativos económicos, con el crecimiento del trabajo negro yde los empleos estacionales, el aumento de los beneficiarios delRMI (Revenue Minimum d'Insertion - Renta Mínima deInserción), del número de parados y del recurso a la asistenciafamiliar prolongada, favoreciendo en conjunto un aumento dela pobreza (Bailley et alii. 1992), de la precariedad y, even-tualmente, una degradación del tejido social local.

La creación de empleos por los propios migrantes, sobre labase de actividades individuales, aparece así como el resultadode las condiciones económicas, pero también como la expresiónde una elección deliberada de independencia y de individualis-mo.

El análisis de las actividades económicas implantadas en elmedio rural, y en particular, de las actividades creadas ex novo,va a permitir por una parte confirmar algunos de los resulta-dos observados en el momento de realizar las encuestas sobrelas migraciones y, por otra parte, obtener informaciones relati-vas a las nuevas actividades y sus modalidades de funciona-miento en entornos de baja densidad.

4.- LA DIVERSIFICACIÓN DE LA AGRICULTURA YEL ROL DE NUEVOS AGRICULTORES

La referencia exclusiva a los indicadores generales que pro-vienen de los censos agrícolas tiene el peligro de llevar al obser-vador a encerrarse en una visión de la evolución de la activi-dad agrícola y de su peso en el seno del espacio rural sumamenterecesiva. El número de explotaciones agrícolas disminuye añotras año, las superficies cultivadas se reducen, así como las pobla-ciones directamente relacionadas con la actividad agrícola.

Sin embargo, esta actividad no deja de evolucionar, de diver-sificarse, de adaptarse a las nuevas condiciones socioeconómi-cos. La afirmación de una segmentación entre diferentes siste-

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mas de produccción agrícola, de una oposición entre una agri-cultura productivista cada vez más integrada en la economíainternacional y otras formas de agricultura se manifiestan dediferentes formas en los espacios rurales.

En la región del Languedoc-Roussillon se realizó una encues-ta específica acerca de las explotaciones agrícolas que desarro-llan nuevas formas de producción e introducen nuevos sistemasproductivos. No nos detendremos en las características de estaencuesta, presentadas en otro lugar (Dedeirte 1995), mencio-nando únicamente los elementos relativos a los nuevos agricul-tores.

De una manera general, la encuesta muestra que en el ampliocontexto del declive del número de activos agrícolas y de laatenuación del caracter agrícola de las poblaciones rurales, laagricultura puede participar, como actividad económica, en larevitalización del espacio rural profundo:

- puede ofrecer empleos y actividades,- puede ser objeto de nuevas estrategias productivas,- puede ofrecer oportunidades a los nuevos rurales, favore-

ciendo su inserción en el medio local.

Origen y ^ierfil de los nueUOS agricultores

Los agricultores migrantes interrogados en Languedoc-Roussillon, tienen un origen geográfico muy diverso. Casi lamitad de ellos proceden de Francia, fuera de la región delLanguedoc, y solamente un tercio ha migrado en el interior dela región. Los otros países de la Unión Europea, especialmen-te los países de la Europa septentrional, suministran un 17%de los migrantes; el resto proceden de los DOM-TOM(Départements et territoires d"outre-mer: Antiguas colonias fran-cesas, actualmente provincias y territorios autónomos deUltramar) o de otros países extracomunitarios.

Dos tercios de estos agricultores neo-rurales residían antesen medios urbanos. De las motivaciones más importantes queles empujaron a irse a residir a un medio rural, un tercio deellos respondieron que fue la búsqueda de un cierto tifio de aida yun 18% el retorno a su tierra. El terreno disponible, poco estruc-turado y a unos precios competitivos, determinó la decisión deinstalación en el caso de un 17% y sólo un 14% justifica su

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instalación en la existencia de un proyecto agrícola preestable-

cido o en la obtención de la explotación por herencia (8%).Guando se suman las dos razones principales aducidas por

los migrantes, el deseo de adquirir una explotación agrícola apa-

rece en casi la mitad de ellos. La búsqueda de una forma devida queda sin embargo intimamente ligado a otras razones y

aparece como una de las mayores motivaciones.El origen profesional de estos nuevos agricultores es muy

diverso, al igual que su origen geográfico. Un tercio proviene

del mundo de los pequeños asalariados, obreros, empleados y

profesionales intermediarios. Los ejecutivos y enseñantes forman

el 20% de nuevos agricultores, un 16% eran anteriormente empre-sarios individuales (comerciantes, artesanos, jefes de empresas) ysólo un 15% eran estudiantes, por tanto no activos antes de

migrar y de la instalación de la explotación.El nivel previo de formación es un factor importante de

diferenciación entre agricultores migrantes y autóctonos. En elcaso de estos últimos, la formación dominante es el nivel GAP,BEP, BPA (en conjunto el 60% de ellos), los nuevos agriculto-

res migrantes tienen, por el contrario, una formación superioren el 40% de los casos. Estas diferencias de nivel no se deben

a las diferentes edades de las poblaciones encuestadas, pues enese aspecto tienen una estructura parecida. Lo que de hechotienen son orígenes y sobre todo trayectorias pasadas muy dife-

rentes. También los comportamientos socio-económicos de los

nuevos agricultores serán diferentes, tanto a nivel de la instala-ción como, más tarde, en la gestión de la explotación.

Las estrategias económicas de los agricultores neo-rurales: El resurgir de

los tenenos

Las experiencias agricolas reveladas por las encuestas reali-zadas sobre los agricultores migrantes y autóctonos localizadosen un medio rural profundo, han permitido poner en eviden-cia la orientación mayoritariamente elegida por los agricultores

hacia una agricultura de terreno* (Dedeire 1995).

• Nota del traductor: agricutture de tarair en el original. También podría

traducirse por «agricultura del terruño» o incluso por «agricultura ecológica».

601

La agricultura de terreno, en oposición a la agricultura pro-ductivista ampliamente desarrollada desde los años sesenta, sepuede identificar partiendo de tres criterios básicos:

- En primer lugar, la agricultura de terreno no puede desa-rollarse en cualquier lugar y necesita un espacio particular. Elespacio no se concibe únicamente como el soporte de las acti-vidades de producción, sino como un componente esencial dela producción.

- En segundo lugar, los productos puestos en el mercado seelaboran partiendo de saberes originales, es decir, de técnicaspoco difundidas o reactualizadas.

- En tercer lugar, esta agricultura llamada de terreno necesi-ta una identificación del producto con el espacio en que se pro-duce, permitiendo así asimilar producto y territorio.

La encuesta realizada en los espacios rurales de poca den-sidad demuestran que el 90% de los explotadores agrícolas inte-rrogados tienen relación con al menos uno de los criterios men-cionados. Dos tercios de ellos transforman los productos agrícolasobtenidos, recurriendo a prácticas artesanales que les sitúan enel margen de la actividad agrícola.

Las producciones más frecuentes en los terrenos transfor-mados son el vino (18%), las conservas de fruta (12%), la fabri-cación de quesos (11%), las pastas, yoghures y zumos de fruta(8%) y los productos derivados de la carne (5%). Estos pro-ductos tienen una protección jurídica muy dispar según las explo-taciones. En un tercio de los casos, los agricultores no dispo-nen de protección tipo AOC (Denominación de OrigenControlada) o definición biológica, etiqueta o marca registrada.

El desenvolvimiento económico de esta agricultura va másallá del simple nivel local. El ámbito económico de la agricul-tura de terreno es plural en la medida en que las ventas deproductos se hacen a niveles territoriales que corresponden avariadas formas de comercialización. Los ámbitos económicosde distribución son locales en el 43% de los casos, y el mer-cado es regional para un 27% de las explotaciones, pero tam-bién más de la mitad de los encuestados declara estar presen-te a nivel nacional o internacional.

Estos diferentes niveles de inserción económica se deben alas formas de comercialización privilegiadas por los agricultores.

602

Si dividimos a éstos según dos clases de redes en las que eli-gen operar, directas e indirectas, el carácter migrante o nomigrante de los agricultores resulta explicativo de la elecciónefectuada. En efecto, las redes indirectas, que están normalmenterepresentadas por las cooperativas, se utilizan sobre todo porlos agricultores autóctonos, 60% de los cuales hacen total o par-cialmente referencia a ellas para la comercialización de su pro-ducción, mientras que sólo un 28% de los agricultores migran-tes suelen recurrir a ellas.

Como consecuencia de operar en redes indirectas, la inter-dependencia económica es más fuerte entre los agricultores nomigrantes que entre éstos. Esas diferencias de situación se man-tienen en gran parte por la voluntad más firme de los migran-tes de dominar la mayor parte de sus estrategias económicas.La venta directa toma formas variadas. Desde el lugar de pro-ducción, pasando por los mercados locales o urbanos o las redesde relaciones personales, estas estrategias comerciales permitena casi la mitad de los agricultores migrantes realizar por sí mis-mos lo esencial de sus facturaciones, cuando solamente están eneste caso el 27% de los agricultores autóctonos.

Finalmente, debemos insistir en las estrategias económicasque conducen a los agricultores a orientarse hacia la prestaciónde servicios. Más de una explotación de cada dos presenta estetipo de actividad como importante en términos de ingresos. Lasactividades terciarias permiten una apertura de la explotaciónagrícola a la vida económica exterior, sobre todo gracias a lasfunciones de hospedaje que favorecen la demanda de produc-tos naturales.

5.- LAS ACTIVIDADES NO AGRÍCOLAS Y LOSNUEVOS EMPRESARIOS

Partiendo de las encuestas sobre las empresas no agrícolas(Berger y Font 1994) situadas en el medio rural profundo, sepuede precisar el comportamiento de los neo-rurales, creadoresde actividades en el lugar de destino de su migración. Será asíposible efectuar comparaciones con los resultados obtenidos deencuestas migratorias hechas hace una decena de años y de

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verificar la verosimilitud de la hipótesis de durabilidad que ha-bíamos avanzado anteriormente a propósito de los comporta-mientos de inserción de una parte de los neo-rurales.

La muestra de empresas encuestadas comprende 179 activi-dades de los sectores secundario y terciario, localizadas en 8cantones del traspaís del Languedoc-Rousillon. Esta muestra deempresas dominada por las pequeñas unidades, en particularartesanales, se distribuye al cincuenta por ciento entre empre-sarios originarios de la región y empresarios extraregionales.

Coherencia con los comportamientos migratorios

Lbs empresarios neo-rurales provienen principalmente de lasregiones periféricas del Languedoc-Roussillon, de la RegionParisienne y del extranjero (Europa del norte). Encontramos, enesta distribución de regiones de origen, la misma estructura queya habíamos precisado en el análisis de los flujos migratorioscn 1985.

Yendo siempre en el sentido de una confirmación de lasencuestas migratorias, el examen de los niaeles de formación de losempresarios suministra las siguientes indicaciones: teniendomenos posibilidad de aprendizaje que los autóctonos, los empre-sarios procedentes de otra región tienen, en general, un nivelde formación más elevado. Esto es evidente sobre todo en elcaso de los oficios artesanales, donde el reducido número deefectivos que poseen el CAP y BEP se compensa ampliamentepor el seguimiento más sistemático de la enseñanza secundaria,y sobre todo de la superior. En el caso de los no artesanos,esta diferencia es mucho menos perceptible, salvo para la cate-goría de formación superior, donde se encuentra el 42% de losmigrantes frente al 36% de los autóctonos.

La pregunta acerca de las motivaciones que han llevado ala elección de residencia de los jefes de empresas, muestra que lamitad de ellos ha decido su implantación por el hecho de queson de familias oriundas del área. Esto se deduce normalmen-te de las características de la muestra que indican que la mitadde los empresarios eran de las regiones.

Para los empresarios rurales de origen extra regional, lasmotivaciones de orden económico están muy presentes entre losdeterminantes de la localización residencial y pueden, en cier-

604

tos casos, revelarse como prioritarios. La movilidad, en los casosafectados, se opera más sobre la base de la residencia que lade la actividad. Esto es tanto más considerado por los intere-sados cuanto más pertenezcan a las categorías de los que tomandecisiones económicas y cuya empresa es frecuentemente indi-vidual. El tamaño de la empresa, y su carácter normalmenteartesanal permite, a muchos de ellos, liberarse de los habitua-les condicionantes de la localización de las actividades (proble-ma de mano de obra, por ejemplo). El tipo de vida puede puesjugar un papel determinante en la decisión de situar su resi-dencia y, de ahí, en la localización de la empresa misma.

Los motivos explicativos de la decisión de crear su empresa vuel-

ven a los manifestados mayoritariamente por los artesanos o lospequeños empresarios, cualquiera que sea su localización urba-na o rural; a saber, la búsqueda de independencia en su tra-bajo, la voluntad de ser su propio patrón. Se menciona fre-cuentemente no obstante, en el caso de los empresarios rurales,la necesidad de crear su propio empleo, su fuente de ingresos,ligada a la decisión de residir en un lugar determinado y a ladificultad de encontrar en él un empleo asalariado.

Como último elemento que confirma las informaciones quecaracterizan el comportamiento económico de los migrantes, lamayoría de los empresarios rurales piensa que su renta seríamás elevada si su actividad estuviera situada en el medio urba-

no. En el caso de las migraciones hacia el medio rural pro-fundo, un porcentage importante de las familias aceptaba unareducción de su renta como precio por su nueva elección resi-dencial y del deseado modo de vida rural. Parecería pues que lospequeños empresarios rurales, tanto autóctonos como migrantes,tienen el sentimiento de pagar, en tanto que ganancia no rea-lizada, su localización. Sin embargo, esta virtual penalizaciónno pone en cuestión su implantación en el medio rural pro-fundo, puesto que las tres cuartas partes de ellos declaran quepermanecerían en él aunque su actividad peligrara.

Los neo-empresarios rurales, actores de la recomposición del medio sural

La encuesta sobre las trayectorias y el funcionamiento delas empresas rurales no agrícolas, permite poner ^ en evidencia

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las diferencias en los comportamientos empresariales según suorigen.

Una mayor diaersificación de las actiUidades

La identificación de la naturaleza de las actividades llevadaa cabo por las dos submuestras manifiesta el papel específicode los empresarios migrantes en la apertura del abanico de acti-vidades presentes en el medio rural. En efecto, los de la re,^ióncontrolan mayoritariamente las actiovidades relacionadas con laagricultura, así como también destacan en la construcción yobras públicas y en el comercio. En este último caso, no obs-tante la presencia de nuevos llegados no es desdeñable.

Los no originarios de la región son mayoría en el sector dela producción de bienes de consumo, así como en los servicioscomerciales y a las empresas. Se les encuentra tras la mayorparte de las actividades relacionadas con el turismo, así comoen las diversas profesiones liberales (sanidad, consulturía). Seconstata pues que los empresarios autóctonos se orientan, engeneral, a las actividades tradicionalmente presentes en el mediorural, mientras que los migrantes se muestran más innovadoresen su elección de actividad, no vacilando en crear ^incluso empre-sas off-shore.

Los empresarios neo-rurales, factores de inserción de la economía local

El análisis de la determinación espacial del mercado paralos productos de la empresa, según el origen del resposable dela misma, muestra un componente diferente de acceso al mer-cado en el caso de los migrantes. Los empresarios locales pare-cen más centrados, incluso replegados, en los mercados locales.Por el contrario, los responsables procedentes de otras regionesestán proporcionalmente mucho más presentes en los mercadosregionales, nacionales e internacionales.

El hecho de haber migrado geográficamente tiene, en con-junto, una influencia determinante en la dimensión del mercadode aenta que viene a conjugarse con la naturaleza de la activi-dad creada. Esto que puede revelar lazos y conocimientos man-tenidos con la región de origen, puede corresponder igualmen-te a un espíritu de conquista más sólido, con la asunción de

606

riesgos e iniciativas más originales. La movilidad residencial inte-rregional revela en sí misma este tipo de comportamiento.

^

Cuadro 5

Acceso a diferentes mercados de venta según el origen de losempresarios (en %)

Autóctonos Exteriores a la regiónNúmero % Número %

Mercado local:Presentes 67 69,8 39 48,7No presentes 29 30,2 41 51,3Total 96 100,0 80 100,0

Mercado regional:Presentes 21 21,9 28 35,0No presentes 75 78,1 52 65,0Total 96 100,0 80 100,0

Mercado nacional

o internacional:

Presentes 14 14,6 30 37,5No presentes 82 85,4 50 62,5Total 96 100,0 80 100,0

Fuente: Encuesta CRPEE - 1994

Ante un mercado frecuentemente de ámbito local, el empre-sario originario da prueba, mucho más que el migrante, de lavoluntad de no extender su ámbito.

Es evidente pues que los empresarios neo-rurales, por supolitica de apertura y de conquista de mercados más amplios,contribuyen a una acentuada integración del medio local en suentorno económico. Sin embargo, algunos de ellos, yendo hastael extremo de su lógica residencial, limitan la extensión de sumercado para no ser absorbidos en un ciclo productivista quepondría en cuestión su modo de vida.

607

La constitución de nueuas redes

Los neo-rurales son más sensibles que los autóctonos a lasensación del aislamiento, se sienten menos implicados en la

vida del medio rural. No obstante, y tal vez como contraparti-

da, constituyen redes de empresarios neo-rurales, ya sea en el

ámbito de su actividad, ya sea sustentados en su origen exte-

rior al medio rural.En el primer caso, las redes constituidas serán de carácter

económico, implicando colaboraciones, intercambios, etc. y una

dimensión espacial consecuente con ellos. En el otro caso, setratará de la constitución de una red social, de menor exten-

sión, que garantice solidaridad y estructuración social en unmedio local en el que resulta di0cil penetrar.

El recurso a medios modernos de consumo y de gestión (fax,informática, etc.) es mucho más frecuente en el caso de los neo-rurales que en el de los empresarios autóctonos. Estas tecnolo-

gías que, entre otras cosas, favorecen la constitución de redes,tienden sin embargo a generalizarse y la diferencia actual, afavor de los migrantes, está destinada a desaparecer por efecto

de imitación o de la moda.En conclusión, vemos que las informaciones suministradas

por las encuestas sobre las migraciones rurales, realizadas haceuna decena de años, se confirman en lo esencial, por los resul-tados obtenidos acerca de empresas rurales no agrícolas. El papelde las poblaciones migrantes parece ser importante en la recom-posición tanto demográfica como económica de los espacios rura-les, incluso en aquellos que parecen más aislados y menos expues-

tos al cambio.Los estudios realizados conjuntamente en las mismas zonas

rurales profundas acerca de las explotaciones agrícolas (Dedeire

1995) muestran el mismo proceso de mutación. Los agriculto-

res migrantes desarrollan igualmente, en el ámbito agrícola, elpapel iniciador y experimental que sus colegas llevan a cabo enotros sectores de actividad. Diversificación económica, integra-

ción nueva de los territorios, puesta en acción de nuevas redessociales y económicas marcan así la recomposición de los espa-

cios de baja densidad.

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CONCLUSIÓN

La revitalización demográfica del espacio rural regional eshoy día una realidad. De censo en censo, las informacionesmunicipales muestran que el crecimiento de la población, bajoel impulso de los flujos migratorios, afecta poco a poco a lamayor parte del espacio rural. Sin embargo, si bien esta reo-cupación de los campos gana terreno progresivamente, ello nosignifica que se oriente hacia una forma de homogeneizacióndel territorio. Por una parte, zonas rurales minoritarias conti-núan despoblándose, por otra, la redistribución espacial de loshombres no tiene la misma intensidad en el conjunto del espa-cio rural.

Espacios de baja densidad se oponen a espacios más pobla-dos y, por ejemplo, la llanura litoral mediterránea conoce rit-mos de crecimiento demográfico mucho más espectaculares quelas zonas de planicies interiores o de media montaña.

El crecimiento de la población rural se acompaña necesa-

riamente de recomposiciones económicas de diverso carácter, sin

difuminar del todo no obstante el antiguo substrato económico

del medio rural que está él mismo por su parte en un cambio

profundo. Son las zonas rurales situadas cerca de los espacios

urbanizados las que conocen las mutaciones económicas más

espectaculares. Esta evolución viene ya de lejos y ha sido obje-

to de numerosos estudios y análisis.

Es posible resaltar varios aspectos de la recomposición eco-nómica del ámbito rural, siendo consciente, no obstante, de noser exhaustivo. Así, la consideración económica del entorno con,por ejemplo, las políticas agroambientales, pueden hacer presa-giar efectos no desdeñables sobre el espacio rural. Analizadoshabitualmente a escala microeconómica, es decir de las explo-taciones agrícolas, esas políticas económicas no trascendían hastaahora a la evolución de los indicadores estadísticos a los quehabitualmente se recurre en el estudio del medio rural.

El jenómeno sesidencial es uno de los componentes más espec-taculares de la revolución económica. El espacio rural, en tantoque soporte de la función residencial para un número crecien-te de familias es ya una realidad que continúa afirmándose yextendiéndose. Organizada hace tiempo alrededor de las ciuda-

609

des, con la difusión urbana, esta función residencial va acom-pañada de una disociación entre lugar de residencia y lugar detrabajo para los sujetos activos afectados. Las ciudades conti-núan aun drenando, en movimientos pendulares, poblacionesdifusas en vastas zonas periurbanas. Fenómeno antiguo puestoque se observa desde los años sesenta, es aún claramente sig-nificativo.

Hoy día la función residencial parece tomar una dimensiónmucho más ámplia a escala del conjunto del espacio rural, enla medida que afecta a la mayor parte de los municipios, sinque la ciudad oferente de empleo juegue siempre el papel de motor.Aparecen esparcidos polos de empleo, de dimensión muy varia-ble, sobre todo el territorio y están en el origen de una movi-lidad de personas activas que aseguran la generalización terri-torial de la función residencial. Este fenómeno contribuye a unriego de rentas de origen externo, generando él mismo proce-sos de inducción, a través del consumo de nuevas poblacionesresidentes, que favorecen el mantenimiento o la creación de acti-vidades tanto de servicios públicos como privados.

En este contexto de reconquista demográfica, se suele men-cionar el lugar y el papel de las pequeñas y medianas emfiresas, yen particular, del artesanado. Representando actividades induci-das por las poblaciones presentes, autóctonas o nuevas, y acti-vidades motrices de una mayor libertad de implantación, lasempresas productoras de bienes y servicios parecen incluso lasúnicas capaces de crear los empleos rurales que la agriculturaya no puede generar.

La naturaleza del empleo de los individuos activos en laregión Languedoc-Roussillon ilustra perfectamente esta situación.Hay que tener en cuenta que de 10 personas activas ruralesque tienen un empleo, 2 trabajan aun en la agricultura, 2 enla construcción y 6 en los servicios, de los cuales son 4 en losservicios privados. Igualmente, en el seno de la población rurallanguedociana, por cada 100 empleos agrícolas que desapare-cen, le sustituyen 246 empleos terciarios, situados en el mediorural o urbano pero ocupados por residentes en el medio rural.En los espacios de baja y de muy baja densidad, el artesana-do aparece frecuentemente como la actividad esencial y a vecesúnica de ciertos municipios.

610

La contínua llegada de nueaas poblaciones de origen general-mente urbano, con un nivel de formación elevado y con unsólido comportamiento empresarial juega un importante papel

en las nuevas dinámicas rurales. Es el origen de una renova-ción profunda del capital humano en el medio rural.

Las modalidades de inserción socio-económica de los nue-

vos empresarios rurales, que son observables tanto en la agri-cultura como en las otras actividades, son fuentes de diversifi-

cación económica y de integración de las zonas rurales en nivelesespaciales claramente superiores, regionales, nacionales o inter-nacionales.

La afirmación y el desarrollo de agriculturas de terreno enzonas abandonadas por la agricultura psoductiUista, así como lacreación y extensión de redes informales, sociales y económicas,impulsadas por los diferentes actores participantes en las recom-posiciones rurales, son ilustraciones de las nuevas formas de pro-

ducción y de estructuración que se producen en el medio rural.En el presente deben dirigirse interrogantes en esas direc-

ciones a fin de apreender mejor las nuevas organizaciones espa-ciales que se dan en los ámbitos rurales y ponerlas en relacióncon los espacios circundantes. Este conocimiento más profundoes indispensable para poner en práctica, con perpespectivas deéxito, políticas de gestión y desarrollo en las zonas rurales menosfavorecidas por la recomposición, y que alcancen también a losotros espacios rurales regionales.

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