EL EVANGELIO EN HABACUC - Gracia Sobre...

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Domingo 12 de agosto 2018 - A pesar de su ansiedad, él no renuncia a su comprensión de Dios como un refugio en la confusión y el problema, como la Roca (1:12), como Santo (1:13) y como uno que tiene el control (1:14). Dios estaba siendo justo, y su carácter como Dios estaba siendo exaltado. 2. LA RESPUESTA DE DIOS AL PROFETA (capitulo 2) Habacuc sabía que Dios oía su queja, y que pronto le enviaría una respuesta. Y Dios le contestó: “Entonces el Señor me respondió, y dijo: Escribe la visión y grábala en tablas, para que corra el que la lea. 3 Porque es aún visión para el tiempo señalado; se apresura hacia el fin y no defraudará. Aunque tarde, espérala; porque ciertamente vendrá, no tardará” (Habacuc 2:2-3). - Dios le estaba diciendo a Habacuc que la profecía se cumpliría, aunque pareciera tarar. Ya había un tiempo estipulado para su cumplimiento sobre la invasión de los caldeos, y debería quedar hasta escrito en tablas; y a pesar de los argumentos y quejas, todo se cumpliría. Dios le dice que, aunque tarde, que la espere. - Luego, Dios, en el v. 4, describe el orgullo de los caldeos o babilonios, y lo malos que eran. Pero también le dice que aquel que fuera justo, como el profeta, viviría en la fe, en la bondad y misericordia de Dios: “He aquí el orgulloso: en él, su alma no es recta, mas el justo por su fe vivirá”. "El justo por la fe vivirá”, no por las circunstancias, ni por los comentarios, ni por los razonamientos, sino por la fe en lo que dijo Dios que sucedería. En los v. 6-19 se pronuncian cinco “ayes” en los que vemos los pecados del pueblo de Judá que Dios aborrece: avaricia y codicia violenta; homicidio a sueldo; embriaguez o drogas; y la idolatría. Estos son los mismos pecados que contaminan a las naciones en la actualidad, y Dios los aborrece tanto hoy como lo hizo en los día de Habacuc. Pero la promesa sigue en pie, la gloria de Dios un día llenará la tierra: “Pues la tierra se llenará del conocimiento de la gloria del Señor como las aguas cubren el mar” (Habacuc 2:14). 3. ALABANZA Y CONFIANZA EN DIOS POR SU GRANDEZA (capítulo 3) La revelación de la soberanía del Señor en los capítulos 1 y 2, transforma la queja de Habacuc en un himno de alegría. En lugar de esperar ansiosamente y con queja, entendió el mensaje del Señor. Así, Habacuc ora lleno de esperanza en que el Señor actúe de acuerdo con las obras y cualidades que mostró en el pasado. RESUMEN DEL TEXTO “¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás? ¿Hasta cuándo daré voces a ti diciendo: “¡Violencia!”, sin que tú libres?” (Habacuc 1:2). “¿Por qué pues, contemplas a los traidores y callas cuando el impío destruye al más justo que él?” (Habacuc 1:13b). Estas dos preguntas de Habacuc manifiestan lo que el profeta sufría en su época: era tanta la idolatría, y después corrupción, que invalidaba la ley. Lo asombroso de esta profecía, es que Dios no se dirige al pueblo, sino que es más bien un diálogo entre el hombre y Dios. El mensaje de este libro se desarrollará en tres puntos: 1. LAS QUEJAS DEL PROFETA Y LA JUSTICIA SOBERANA DE DIOS (capítulo 1) Habacuc 1:2-4: “¿Hasta cuándo, oh Señor, pediré ayuda, y no escucharás, clamaré a ti: ¡Violencia! y no salvarás? 3 ¿Por qué me haces ver la iniquidad, y me haces mirar la opresión? La destrucción y la violencia están delante de mí, hay rencilla y surge discordia. 4 Por eso no se cumple la ley y nunca prevalece la justicia. Pues el impío asedia al justo; por eso sale pervertida la justicia”. - Cuando el pueblo volvió a la idolatría y a la injusticia, desobedeciendo la ley de Dios por medio del rey Joacim, surge el primer problema que asombra al profeta: violencia, injusticia, destrucción, rencilla, contención, arrogancia en el pueblo. Habacuc está preocupado porque Dios no hace nada y Judá está dominada por los malvados, a expensas de los justos. Entonces, se muestra la justicia soberana de Dios: “Mirad entre las naciones, observad, asombraos, admiraos; porque haré una obra en vuestros días que no creeríais si se os contara” (Habacuc 1:5). ¿Cuál era esa obra asombrosa que Dios haría?: “Porque he aquí, yo levanto a los caldeos, pueblo feroz e impetuoso, que marcha por la anchura de la tierra para apoderarse de moradas ajenas” (Habacuc 1:6). Dios levantó a los caldeos, pueblo feroz e impetuoso, para castigar la iniquidad de Judá, así Dios mostraría su justicia. - Habacuc no entendía cómo un Dios santo usaba a una nación tan malvada para castigar a su propio pueblo, los judíos. Él escogió a los caldeos para vindicar su justicia, castigar a su pueblo, y poner alto a la maldad que denunció previamente Habacuc. En medio de todo esto, Habacuc lucha con preguntas y dudas con respecto a la justicia de Dios y la dirección sobre su pueblo. EL EVANGELIO EN HABACUC PASTOR HÉCTOR RICO © 2018 Gracia sobre Gracia. Todos los Derechos Reservados

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Domingo 12 de agosto 2018

- A pesar de su ansiedad, él no renuncia a su comprensión de Dios como un refugio en la confusión y el problema, como la Roca (1:12), como Santo (1:13) y como uno que tiene el control (1:14). Dios estaba siendo justo, y su carácter como Dios estaba siendo exaltado.

2. LA RESPUESTA DE DIOS AL PROFETA (capitulo 2)Habacuc sabía que Dios oía su queja, y que pronto le enviaría una respuesta. Y Dios le contestó: “Entonces el Señor me respondió, y dijo: Escribe la visión y grábala en tablas, para que corra el que la lea. 3 Porque es aún visión para el tiempo señalado; se apresura hacia el fin y no defraudará. Aunque tarde, espérala; porque ciertamente vendrá, no tardará” (Habacuc 2:2-3).

- Dios le estaba diciendo a Habacuc que la profecía se cumpliría, aunque pareciera tarar. Ya había un tiempo estipulado para su cumplimiento sobre la invasión de los caldeos, y debería quedar hasta escrito en tablas; y a pesar de los argumentos y quejas, todo se cumpliría. Dios le dice que, aunque tarde, que la espere.

- Luego, Dios, en el v. 4, describe el orgullo de los caldeos o babilonios, y lo malos que eran. Pero también le dice que aquel que fuera justo, como el profeta, viviría en la fe, en la bondad y misericordia de Dios: “He aquí el orgulloso: en él, su alma no es recta, mas el justo por su fe vivirá”. "El justo por la fe vivirá”, no por las circunstancias, ni por los comentarios, ni por los razonamientos, sino por la fe en lo que dijo Dios que sucedería.

En los v. 6-19 se pronuncian cinco “ayes” en los que vemos los pecados del pueblo de Judá que Dios aborrece: avaricia y codicia violenta; homicidio a sueldo; embriaguez o drogas; y la idolatría. Estos son los mismos pecados que contaminan a las naciones en la actualidad, y Dios los aborrece tanto hoy como lo hizo en los día de Habacuc. Pero la promesa sigue en pie, la gloria de Dios un día llenará la tierra: “Pues la tierra se llenará del conocimiento de la gloria del Señor como las aguas cubren el mar” (Habacuc 2:14).

3. ALABANZA Y CONFIANZA EN DIOS POR SU GRANDEZA (capítulo 3)La revelación de la soberanía del Señor en los capítulos 1 y 2, transforma la queja de Habacuc en un himno de alegría. En lugar de esperar ansiosamente y con queja, entendió el mensaje del Señor. Así, Habacuc ora lleno de esperanza en que el Señor actúe de acuerdo con las obras y cualidades que mostró en el pasado.

RESUMEN DEL TEXTO

“¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás? ¿Hasta cuándo daré voces a ti diciendo: “¡Violencia!”, sin que tú libres?” (Habacuc 1:2). “¿Por qué pues, contemplas a los traidores y callas cuando el impío destruye al más justo que él?” (Habacuc 1:13b). Estas dos preguntas de Habacuc manifiestan lo que el profeta sufría en su época: era tanta la idolatría, y después corrupción, que invalidaba la ley. Lo asombroso de esta profecía, es que Dios no se dirige al pueblo, sino que es más bien un diálogo entre el hombre y Dios. El mensaje de este libro se desarrollará en tres puntos:

1. LAS QUEJAS DEL PROFETA Y LA JUSTICIA SOBERANA DE DIOS (capítulo 1)Habacuc 1:2-4: “¿Hasta cuándo, oh Señor, pediré ayuda, y no escucharás, clamaré a ti: ¡Violencia! y no salvarás? 3 ¿Por qué me haces ver la iniquidad, y me haces mirar la opresión? La destrucción y la violencia están delante de mí, hay rencilla y surge discordia.4 Por eso no se cumple la ley y nunca prevalece la justicia. Pues el impío asedia al justo; por eso sale pervertida la justicia”.

- Cuando el pueblo volvió a la idolatría y a la injusticia, desobedeciendo la ley de Dios por medio del rey Joacim, surge el primer problema que asombra al profeta: violencia, injusticia, destrucción, rencilla, contención, arrogancia en el pueblo. Habacuc está preocupado porque Dios no hace nada y Judá está dominada por los malvados, a expensas de los justos.

Entonces, se muestra la justicia soberana de Dios: “Mirad entre las naciones, observad, asombraos, admiraos; porque haré una obra en vuestros días que no creeríais si se os contara” (Habacuc 1:5). ¿Cuál era esa obra asombrosa que Dios haría?: “Porque he aquí, yo levanto a los caldeos, pueblo feroz e impetuoso, que marcha por la anchura de la tierra para apoderarse de moradas ajenas” (Habacuc 1:6). Dios levantó a los caldeos, pueblo feroz e impetuoso, para castigar la iniquidad de Judá, así Dios mostraría su justicia.

- Habacuc no entendía cómo un Dios santo usaba a una nación tan malvada para castigar a su propio pueblo, los judíos. Él escogió a los caldeos para vindicar su justicia, castigar a su pueblo, y poner alto a la maldad que denunció previamente Habacuc. En medio de todo esto, Habacuc lucha con preguntas y dudas con respecto a la justicia de Dios y la dirección sobre su pueblo.

EL EVANGELIO EN HABACUC

PASTOR HÉCTOR RICO

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IMPLICACIONES PARA NOSOTROS HOY

A) NO CREYENTES: No les vaya a pasar como a los de Judá en tiempos de Habacuc, creyendo que no habrá juicio (Habacuc 1:5). No lo dude, Dios hará justicia, usted se enfrentará a Dios después de su muerte, lo crea o no, y él le pedirá cuentas por sus pecados. Si usted se arrepiente y cree en Cristo y el mensaje del evangelio, será perdonado por sus pecados… si no, será condenado.

B) CREYENTES: 1. ESPERE EN JESCUCRISTO

- En medio de las más grandes y agobiantes dificultades, nuestra esperanza es Dios por medio de la persona de Cristo. Nos gozaremos en el Dios de nuestra salvación.

2. CONOZCA A DIOS- En los primeros dos capítulos, Habacuc es una persona

diferente; después de que escuchó la Palabra de Dios (capítulo 3), vemos a Habacuc adorando a Dios, reconociendo la grandeza de Dios y gozándose en Él, no importando si las cosas se ponen peores.

- Nuestra confianza está en conocer a Dios, no en otras personas, en nuestras propias capacidades y posesiones, no en un partido político… nuestra confianza está solo en Dios.

3. PERMANEZCA EN EL SEÑOR Y SU PALABRA- En situaciones difíciles muchos cristianos dicen: es el

momento de estar unidos como familia, como matrimonio... y no esta mal hacerlo, pero esto puede ser peligroso, porque podemos caer en idolatría hacia estas personas.

- En medio de situaciones difíciles debemos primero estar unidos al Señor, estudiando su Palabra y unirse a su familia alrededor de la Palabra. Congréguese, ore, discipúlese, refúgiese en Dios; conózcalo, estudiando su Palabra.

4. GÓCESE EN LA SALVACIÓN DEL SEÑOR- Escuchar su Palabra con entendimiento nos llevará a

adorar y, no importando si las cosas mejoran o no, gocémonos en el Dios de nuestra salvación.

- Dejemos de poner nuestra mirada en nosotros, en nuestra justicia, y adoramos a Dios, cualquiera que sea su voluntad.

PASAJES CITADOS EN EL SERMÓNHabacuc 1:1-11; 2:2-4; 2:14; 2:17-19; Romanos 1:17.

- Dios se encargó de que Habacuc entendiera al escuchar todo en el capítulo 2, para que su esperanza estuviera en Dios y no en su justicia propia. Por eso dice: “Oh Señor, he oído lo que se dice de ti y temí. Aviva, oh Señor, tu obra en medio de los años, en medio de los años dala a conocer; en la ira, acuérdate de tener compasión” (Habacuc 3:2).

- Lo que hace el profeta es volver al pasado y recordar lo que Dios ha hecho, y eso es lo que lo llena de esperanza y de confianza en él.

Tanta fue su confianza y fe en Dios que el profeta termina diciendo: “Aunque la higuera no eche brotes, ni haya fruto en las viñas; aunque falte el producto del olivo, y los campos no produzcan alimento; aunque falten las ovejas del aprisco, y no haya vacas en los establos,18 con todo yo me alegraré en el Señor, me regocijaré en el Dios de mi salvación.19 El Señor Dios es mi fortaleza; El ha hecho mis pies como los de las ciervas, y por las alturas me hace caminar” (Habacuc 3:17-19).

- Cuando parece que la maldad y la injusticia gobiernan, solo podemos confiar en la soberanía de Dios, y aun si empeorara la situación lo que debemos hacer es adorar y regocijarnos en el Dios de nuestra salvación.

IDEA CENTRAL DEL LIBRO

Frente a la inquietud del profeta por la aparente falta de intervención de Dios ante la violencia y la maldad en su tiempo, Dios le responde explicando los juicios sobre su pueblo y sobre los malos, diciéndole que el justo por la fe vivirá. Así, al ver la grandeza de Dios, Habacuc cambia su lamento en alabanza y confianza, a pesar de lo que vaya a suceder.

EL EVANGELIO EN NAHÚM

Pablo usa Habacuc 2:4 como texto fundamental para su proclamación del evangelio en Romanos 1:17: “Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe; como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá”. Luego de decir que el evangelio es poder de Dios para salvación al que cree, Pablo, al igual que Habacuc, sabía que el pecado es incompatible con la santidad de Dios y que la lucha entre el pecado y la santidad de Dios solo podría resolverse si alguien pagaba por ese pecado. Al igual que Habacuc, Pablo también afirmó que la verdadera vida solo es posible en una relación de total dependencia a Dios. Tal dependencia se basa en la fidelidad de nuestro Dios que transforma nuestra vida en este mundo lleno de pecado. En la cruz, Jesús recibe la justicia por nuestros pecados de idolatría e inmoralidad. Además, en la cruz, Dios muestra su gracia y perdona los pecados a todos los que creen en su hijo, en Cristo, por medio de su muerte y resurrección. Por lo tanto, es en la cruz del calvario que la justicia y la misericordia se encuentran. Es decir que el evangelio promete salvación y gozo a los que confían en Jesucristo, pero a los malos anuncia y promete juicio.