El flamenco y la política de patrimonio en Andalucía ... · PDF fileel momento...

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  • Introduccin. El flamenco como patrimonio cultural

    El 3 de Julio de 1999 se public en BOJA el Decretopor el que se declaraban Bien de Inters Cultural, conla categora de Patrimonio Documental, los registrossonoros de la Nia de los Peines radicados en Andalu-ca. La definitiva publicacin en BOE (11 de Agosto de1999) culminaba el proceso por el cual, por primeravez, se ejecutaba la poltica andaluza de Bienes Cultura-les sobre el flamenco, entendido como Patrimonio Cul-tural en su expresin ms estrictamente administrativa.

    Este acontecimiento no ha pasado por alto a quienesentendemos que la exclusiva consideracin del fla-menco como un gnero ar tstico supone seccionaruna significacin cultural de calado mucho ms hondo.Mxime cuando es un fenmeno todava no suficien-temente valorado ni por las instituciones ni por la so-ciedad civil. El flamenco puede parecer incluso "intru-so" o sin car ta de naturaleza en el campo delPatrimonio Histrico y Cultural, acostumbrado a se-guir criterios reduccionistas en sus acciones, tales co-mo la aplicacin prctica sobre los bienes residuales, aextinguir, raros, antiguos o preferentemente objetosmateriales.

    La publicacin de la Ley del Patrimonio Histrico deAndaluca (1/1991) abri nuevas posibilidades para in-corporar al Inventario de Bienes de Inters Etnolgico,inscribir en el Catlogo del Patrimonio Histrico deAndaluca o Declarar como Bien de Inters Culturalexpresiones culturales cuyo carcter "tradicional" nosiempre coincide con la norma dictada en la Ley96/85 de Patrimonio Histrico Espaol para los llama-dos "Materiales Etnogrficos" 1. La legislacin andaluzasobre Patrimonio Etnogrfico se basa ms bien en larelevancia de estos bienes para la "cultura y modos devida propios del pueblo andaluz" 2, remitiendo antes alconcepto "identidad" que a difusos atavismos, y adop-ta un criterio emergente, en expresin de GarcaCanclini, para los nuevos significados y valores, prcti-cas y relaciones sociales sobre los que procede.

    Diversos agentes han puesto de manifiesto la dificultadde plantear acciones concretas en cier tos apartadosde este patrimonio, por varios motivos: el excesivo ypoco definido contenido de lo que pueda considerar-se "relevante", la urgencia de las decisiones a tomar -que impide en ocasiones un diseo racionalizado deestrategias-, y, en general, la carencia de medios parallevarlas a cabo. Pero, sobre todo, se hace notar unacomn inquietud acerca de la complejidad de incor-porar al automatismo administrativo elementos patri-moniales que no tienen una plasmacin material exac-ta (acciones, rituales, representaciones simblicas,significacin social...), mxime cuando son considera-dos a un nivel de "patrimonio modesto" en nada com-parable a grandes monumentos, objetos ar tsticos oraros yacimientos.

    La reglamentacin del Catlogo del Patrimonio Hist-rico de Andaluca3 y la incorporacin de las categorasde Lugar de Inters Etnolgico y Actividad de IntersEtnolgico 4, deben entenderse como intentos deoperacionalizar la complejidad antedicha. Para el Patri-monio Etnogrfico se puede hacer uso, adems, de lastipologas de "Monumento" (como los Lugares de In-ters Etnolgico, dentro del Patrimonio Inmueble) y"Objetos e instrumentos de inters etnogrfico" (den-tro del Patrimonio Mueble), quedando disponibles lascategoras ms especficas de Patrimonio Bibliogrficoy Documental para otro tipo de bienes. Quiere estodecir que, con la legislacin en la mano, los instrumen-tos disponibles podran recoger expresiones culturalestan diversas como un molino aceitero, un corral devecinos, el entorno natural de una romera, el significa-do de determinada imagen para los procesos de

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    ias El flamenco y la poltica de patrimonio

    en Andaluca. Anotaciones a los registrossonoros de la Nia de los Peines

    Cristina Cruces Roldn

    Profesora Titular de Antropologa Social de laUniversidad de Sevilla

    Baile por sevillanas actual

    Este artculo es un resumen dealgunos de los contenidos del libro,actualmente en prensa, El flamencocomo Patrimonio. Anotaciones sobrela Declaracin como Bien de IntersCultural de los Registros Sonoros de laNia de los Peines.

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    identificacin local de un pueblo, el asociacionismo delos cuarteles cordobeses de Semana Santa, la doma ala vaquera, los saberes aplicados a la elaboracin debotas y zapatos de baile flamenco, o el traje masculinode los cascabeleros de Alosno. Lo determinante, entrminos legales, es que todos estos aspectos seanpar te de la identidad cultural de Andaluca o algunode los colectivos que la forman. En principio, para lalegislacin andaluza, no importa tanto la "tradicionali-dad" como la "significacin cultural", por lo que valdraincorporar al Catlogo, Inventario o declarar comoBien de Inters Cultural manifestaciones actualizadasen las que no estn presentes ni subjetivos criteriosestticos, ni lmites preestablecidos de antigedad, es-casez, rareza o monumentalidad: formas de sociabili-dad de los jvenes urbanos andaluces, la feria de no-che de Almera, el modelo educativo de la familia...siempre y cuando tengan sentido identitario.

    Algo de todo esto es plenamente aplicable al flamenco.El flamenco es un gnero artstico y una prctica popu-lar, "tradicional" si lo entendemos como parte de la his-toria y la herencia del pasado (pasado reciente, encualquier caso, pues no tiene ms de dos siglos deexistencia) y de la construccin de Andaluca comopueblo diferenciado. Pero tambin es una prctica viva,plenamente funcional, y de ah su persistencia y centra-lidad para la cultura andaluza. Cierto es que, mientrasla vivacidad de su manifestacin formal como espect-culo es creciente, su pujanza en el campo de la prcticapopular cotidiana atraviesa por una generalizada desa-celeracin, y en algunos casos desaparicin definitiva.Un hecho que tiene que ver con la propia transforma-cin de los espacios y los ritmos de vida ordinarios quehan servido a la convivencia en Andaluca y con la in-corporacin de claves estticas ajenas. Y ms an: elflamenco ha sufrido desde siempre procesos de apro-piacin, gestin e interpretacin extraos a sus prota-gonistas y contrarios muchas veces a los intereses deAndaluca como pueblo, desde la imagen distorsionadade los viajeros romnticos hasta su ms reciente confu-sin en el repertorio discogrfico de las "msicas tni-cas" sobre la espuria categora del "nuevo flamenco",pasando por su despreciativa inclusin en la "espaola-da" noventayochista y su estatalizacin durante la Dic-tadura franquista. Los intereses polticos han decididoen cada momento la construccin de una "imagen delflamenco", qu aspectos deban o no fomentarse,cundo hacer uso de l en los discursos sobre la cons-truccin identitaria de Andaluca. La industria artstica,por su par te, se ha encargado de redefinir e instru-mentalizar el contenido del flamenco fetichizando susentido particularizadamente andaluz en favor de unageneralizacin que descarga de contenidos tnicos yde clase el modelo expresivo al que refiere.

    Pocas veces se ha atendido, empero, a una reflexinque defina al flamenco de forma integradora comoparte del Patrimonio Cultural. El flamenco es un fen-meno que adquiere mltiples formas de manifesta-cin, es plurifuncional y polismico. Lo que resultararealmente eficaz con los instrumentos que nos ofrecela legislacin vigente sobre Patrimonio, sera no excluirningn aspecto para su definicin, sino considerarlo

    una expresin sociocultural completa, y tal vez ahora seael momento definitivo para hacerlo. Contamos con uninconveniente: una definicin holstica del flamencotiende a enmaraar ms que facilitar, en principio,cualquier acercamiento al modelo de categoras delPatrimonio Inmueble, Mueble, Etnogrfico, Bibliogrfi-co y Documental impuesto por la Ley 1/91 y su pos-terior desarrollo en el RD 19/1995 para la actuacinsobre los bienes culturales. Pensemos que en el fla-menco se combinan aspectos de muy diferente natu-raleza: se entiende por "flamenco" tanto el gnero ar-tstico como los bienes materiales, la produccinmsico-oral, los espacios y entornos flamencos, ritua-les, agrupamientos, procesos de transmisin de sabe-res caractersticamente flamencos, y hay hasta quienmenciona que el flamenco es un verdadero "modo devida", confirindole un valor de trascendencia respectoal propio arte. Por otro lado, dos cuestiones -enrique-cedoras respecto a sus contenidos- hacen imprecisa labarrera de la proteccin: una, el flamenco se encuen-tra en continua recreacin y reinterpretacin a partirde una estructura bsica, compartida en lo fundamen-tal; otra, en l participan la prctica popular, no enaje-nable, y la industria del espectculo, cada una con suspropias claves de produccin y reproduccin, nosiempre coincidentes.

    La estructura administrativa de la Consejera de Cultu-ra de la Junta de Andaluca permite la confluencia de

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    Fiesta flamenca en Sevilla (aos 10). Dos modelos de

    ritualizacin flamenca

    Entorno campestre para una ocasin flamenca tradicional:

    el columpio

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    estos dos aspectos, que la razn aconseja separar porlo que refiere a polticas de intervencin: la documen-tacin, catalogacin, proteccin, conservacin y difusindel flamenco, vinculadas a la idea de "Patrimonio Cul-tural", compete a las Direcciones Generales de BienesCulturales e Instituciones del Patrimonio; y la dimen-sin artstica y expresiva, que corresponde a la tutelade Fomento y Promocin Cultural.

    Nos centraremos en la dimensin patrimonial del fla-menco 5, aplicndole el mismo sentido totalizador yomnicomprensivo que detenta el concepto antropol-gico de "Cultura". Se puede facilitar la mecnica admi-nistrativa a travs de una primera operacionalizacinmetodolgica, que agrupe los contenidos del flamen-co