EL FRANCISCANISMO - Dialnetvilla, supuso una regeneración de un espacio urbano poco distante con el...

EL FRANCISCANISMOEN ANDALUCÍA

MANUEL PELAEZ DEL ROSALDIRECCIÓN Y EDICIÓN

CLARISAS CONCEPCIONISTAS Y TERCIARIAS REGULARES CONFERENCIAS DEL X CURSO DE VERANO

(Priego de Córdoba, 26 a 30 de julio de 2004)

CÓRDOBA2006

MANUEL PELAEZ DEL ROSAL (Ed)“El Franciscanismo en Andalucía”X Curso de Verano (2004)

Primera EdiciónJulio 2006

Páginas:980; tamaño 17 x 24 cm; resolución: 150 - 200 ppp.

Composición:María Isabel García de la Puerta

Tipografía:Texto realizado en tipo Times New Roman 10, notas y cabeceras en 8 pts.

Papel:Estucado de 80 grs.

Encuadernación:Rústica, cosido con hilo vegetal y cubierta plastificada

Motivo de la cubierta:Planta superior de los dormitorios del antiguo convento de San Francisco de Priego de Córdoba (en proceso de rehabilitación)

Motivo de la contracubierta:Rosetón de la escalera de acceso a la planta superior

ISBN: 84-93339-77-3-3

Depósito Legal: CO-926-2005

© MANUEL PELÁEZ DEL ROSAL© A.H.E.F.

Impresión:Digital Asus, S.L.Sor Ángela de la Cruz, 314014 - CórdobaTeléfono 957 270 200E-mail: [email protected]

IMPRESO EN ESPAÑA - PRINTED IN SPAINEste libro se edita con una ayuda parcial de la Universidad de Córdoba y CajaSur

A.H.E.FSede de Priego de Córdoba

MANUEL PELÁEZ DEL ROSALUniversidad de CórdobaNA SANZ DE BREMOND Y MAYÁNS plutenseEL CONVENTO DE CLARISAS DE LA VILLA DE PRIEGO (1617-1872): ASPECTOS, ECONÓMICOS, JURIDICOS, DEMOGRÁFICOS, ARTÍSTICOS Y CULTURALES

Sobre el convento de San Antonio de la Orden de Santa Clara o de franciscanas clarisas de la villa de Priego –fundado en 1617 y desamortizado en 1868- no se ha escrito –que sepamos- hasta la fecha ningún estudio monográfico, pese a su relevancia, no sólo desde el punto de vista histórico-artístico, que la tiene y en sumo grado, sino desde otros ángulos específicos, como el devocional y religioso, o el sociojurídico y económico, de no menor interés. Constituye, por tanto, este trabajo un breve ensayo de tales perspectivas, con el ánimo de ofrecer un apunte o noticia que permita obtener un conocimiento aproximado de sus orígenes, evolución, función y significado, y desaparición. Con ello se pretende hacer justicia a la centenaria institución, de más de 250 años de vida, puesto que la incautación de sus bienes y archivo económico, primero, en 1835, y la dispersión de su patrimonio documental y artístico, después, en 1870, han hecho bastante difícil la recuperación de su memoria histórica 1. En la actual ciudad de Priego de Córdoba tan

1 A este respecto conviene indicar que la documentación del convento conservada se encuentra en el Archivo Municipal y de Protocolos de Priego (AMPP), por lo que se refiere a las escrituras de constitución de dotes, fundamentalmente, en el del Registro de la Propiedad (ARPP) de esta ciudad, y en el de Montilla (APM), que guarda la escritura fundacional. También se encuentra una copia de esta escritura en el Archivo del Duque de Medinaceli (ADM) y en el Archivo General de Andalucía (AGA) (Sevilla), Sección Priego, en el que se localizan documentos institucionales y económicos de interés. En el Archivo Histórico Provincial de Córdoba (AHPC) se registran las escrituras de carácter económico, principalmente sobre censos, y el inventario económico de 1835. Conviene anotar igualmente los legajos con número provisional 2307, 2312, 2320, 2324, 2328, 2329, 2335, 2337, 2339, 2344, 2345 y 2352. En el Archivo de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Priego (APA) están los importantísimos libros de profesiones y de hacienda, aparte de documentación suelta sin clasificar. También existe documentación oficial en los Archivos diocesanos de Córdoba (AGOC) y Jaén. El inventario de 1868 que describe todos los bienes existentes al tiempo de su desamortización, está en el Archivo de la Comisión de Monumentos de la provincia de Córdoba, hoy en la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba, y en el Archivo de la Provincia Bética se encuentra una Real Cédula impresa de 1749 referida a la donación de una fanega anual de sal de las salinas reales. Cfr. sobre esta última noticia, Zamora Jambrina, H., “Documentos referentes a los conventos franciscanos de la villa de Priego de Córdoba y a la propia villa, conservados en el Archivo Provincial de la actual Provincia Bética OFM”, en V y VI Curso de Verano. El Franciscanismo en Andalucía (ed. de Manuel Peláez del Rosal), Córdoba, 2001, pág.527 y n. 6. Finalmente existe una copiosa documentación judicial en el

X CURSO DE VERANO “EL FRANCISCANISMO EN ANDALUCÍA”PRIEGO DE CÓRDOBA, 2004

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solo ha sobrevivido el nombre de una importante arteria urbana, que se conoce desde casi la misma fundación con el nombre de “Carrera de las Monjas”. El espacio que ocupó el convento y la iglesia, ambos bajo la advocación de San Antonio, constituye el lugar denominado popularmente “El Paseíllo”, en uno de cuyos extremos se alza el Palacio Municipal, construido en 1952.

Para situarnos en la cuestión debemos referirnos, ante todo, al marco más general de los conventos de monjas contemporáneos 2. Se ha puesto de relieve que las poblaciones andaluzas midieron su entidad y categoría gracias al establecimiento de conventos femeninos, que acogieron los excedentes de familias hidalgas o de cierta consideración social, aunque estructurándolas estamentalmente por grados: abadesas, madres vicarias, discretas, hermanas, novicias o donadas y criadas, entre otras especies. No fue ajeno a este movimiento la villa de Priego a principios del siglo XVII, en el que ya existía desde la centuria anterior un convento masculino, perteneciente a la Orden franciscana, el de San Francisco de la Observancia, fundado hacia 1510. En la fundación de un nuevo convento, este femenino, los promotores se decantaron por la misma Orden franciscana, rama clarisa, del que el marquesado de Priego tenía ya otras fundaciones similares en Montilla y Aguilar. Si la fundación del convento de San Francisco, en un costado de la villa, supuso una regeneración de un espacio urbano poco distante con el camino de Granada, no lo fue menos la erección de un nuevo edificio, en el centro neurálgico de la población, la denominada Puerta del Agua, divisoria de la villa en tres ejes, uno hacia el casco antiguo, el barrio de la Villa, otro hacia la Fuente del Rey, y otro hacia la Carrera del Palenque, que comenzaría a denominarse entonces como Carrera de las Monjas.

Las fundadoras, doña Juana Enríquez de Ribera, marquesa de Priego, y su hermana, doña María, optaron por la construcción de un edificio con una arquitectura unitaria y compacta. Pero como ha dicho el profesor Bonet 3 difícil resulta hoy estudiar a fondo la disposición interior de los conventos. Para el de Priego se adquirieron unas casas de particulares que se fueron conformando paulatinamente hasta constituir el edificio. No tendría, por tanto, una planta racionalizada, de clara y lógica organización. Hasta donde se nos alcanza se compuso con una serie de elementos entre los que destacan un conjunto de casas con sus correspondientes pisos o plantas desde las cuales se divisaba la calle paralela que fue llamada por ello Carrera de las Monjas. Otro elemento lo constituyó el edificio llamado de Las Moradas al que se accedía por medio de un túnel construido bajo la calle Cava y situado junto a la calle Tercia, desde el que se contemplaba a los cuatro puntos cardinales la villa y su paisaje urbano y agrario, principalmente la Vega. No faltaba tampoco el refectorio, el claustro, la huerta y el jardín. Y principalmente la iglesia longitudinal y de una sola nave muy larga, con sus famosos miradores construidos sobre la bóveda de la capilla mayor, con su torre de campanas y sus dos puertas al exterior. Nada de extraño tiene, pues, que la procesión del Corpus que hoy se acerca hasta las puertas del Ayuntamiento construido sobre el solar del antiguo convento, penetrara en la

Archivo de la Real Chancillería de Granada (ARCHGr.) y cuyas signaturas separadas por barras o guiones responden a su ubicación en cabina o sala, legajo y pieza. De lo dicho puede colegirse la ardua tarea de estudio y acopio de todo este material que hemos llevado a cabo para redactar este trabajo.

2 Cfr. Bonet Correa, A., “Los conventos de monjas en el Barroco andaluz”, en Peláez del Rosal, M. (ed), El Barroco en Andalucía, Córdoba, 1984, I, pp. 235-237.

3 Ib. p. 236.

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iglesia del convento y discurriera por su larga nave, pasando delante del coro en donde se habría congregado la comunidad, participando de este modo aunque estáticamente las esposas de Cristo de la fiesta colectiva. Castillo interior, vivero de virtudes, huerto de azucenas, todo esto y mucho más conformaba el convento prieguense por sus elementos materiales y espirituales y por su actividad mística, aparentemente aislada del núcleo urbano, pero a la suma en relación directa con él.

Las monjas vivirían, pues, replegadas dentro de su convento, pero en contacto visual con el entorno y el campo para hacer más liviana y entretenida la vida de por sí consagrada a la oración y meditación. Los dos coros bajo y alto, separados por rejas, aunque abiertos a la capilla mayor en uno de los lados del presbiterio, le permitirían a las monjas establecer cierta comunicación con el público y difundir los cánticos musicales bajo cuya disciplina transcurriría gran parte de la vida en comunidad. Sobre este particular y por su relevancia volveremos más adelante.

No ha quedado escrita una historia del convento de San Antonio de la Orden de Santa Clara de la villa de Priego, a cuyo estudio contribuimos, pero ello no obsta a que exista alguna información al respecto 4, que la hay, aunque de las dos más consistentes, y que vamos a sintetizar a continuación, la primera sea algo primaria, y la segunda algo tardía y menos expresiva que la anterior. La que ahora añadimos con nuestro estudio amplía considerablemente la memoria histórica.

La descripción del convento en la Crónica del P. Torres La primera descripción, como acabamos de decir, del convento clariso

prieguense se encuentra en la Crónica del P. Torres, publicada en el año 1683 5. El cronista se refiere en primer lugar al momento y circunstancias de la fundación y a su necesidad: “En la villa de Priego, hermoso paraíso de Andalucía, y porque aún no le faltase algún remedio de nuestros primeros padres, ya que la ilustraba nuestro Patriarca S. Francisco en un Convento de religiosos de su Orden, dispuso Dios nuestro señor hacerle tan semejante compañía con Santa Clara en un Monasterio de sus hijas”. A continuación alude el cronista a la hermana de la fundadora, doña Juana Enríquez de Ribera, hija del duque de Alcalá, y viuda del IV marqués de Priego don Pedro Fernández de Córdoba y Figueroa 6, y a la dotación económica para llevar a efecto dicha fundación,

4 Ver como obra general la de Alférez Molina, C., Priego de Córdoba en la Edad Moderna: Epdemias, hermandades y arte devocional, Priego de Córdoba, 2004 (Excmo Ayuntamiento), pp. 167-171.

5 Chrónica de la Santa provincia de Granada de la Regular Observancia de N. Seráfico Padre San Francisco, Madrid, 1683, fols. 121-129 y 678-679, edición facsimilar con introducción y notas de Rafael Mota Murillo, Madrid, 1984, en la Colección de “Crónicas franciscanas de España”, n.º 7, fols. 121-129 y 678-679.

6 Los datos genealógicos de doña Juana los ofrece Fernández de Betancourt, Historia Genealógica de los Grandes de España, pp. 205-206. La marquesa doña Juana Enríquez de Ribera Cortés había casado en Sevilla en 1587 con Pedro Fernández de Córdoba y Fernández de Córdoba, IV marqués de Priego (Montilla 1563-1606) y era hija del II Duque de Alcalá de los Gazules y nieta de Hernán Cortés, conquistador de México y marqués del Valle de Oaxaca. Murió el 17 de noviembre de 1635 en Montilla. Tuvo grande y merecida fama de piadosa y caritativa: gastó en buenas obras la mayor parte de su patrimonio, fundó (mejor dotó) el Convento de Monjas Clarisas de San Antonio de la villa de Priego, favoreciéndolo constante y generosamente y dejando su Patronato al Marqués don Alonso, su hijo primogénito. Fernández de Betancourt, ob. cit., p. 206.

También el Abad de Rute hace de la marquesa justísimo elogio: “de cuyas grandes partes, conocidas y experimentadas en el Andalucía toda, pudieran formarse no menores escritos, a no pasar plaza de lisonjas las alabanzas verdaderas de vivos en oídos ignorantes”. Cfr. Fernández de Betancourt, ob. cit., p.. 206.


cifrada en una aportación anual de sesenta ducados de renta “y otras cantidades”, a la que se comprometió por escritura otorgada ante el escribano Juan Díaz en Montilla el día 15 de septiembre de 1616 7. Se relata, acto seguido, que el Consejo de Castilla en 1 de febrero de 1617 dio su provisión real, a la que se sumó la licencia del abad en 5 de agosto del mismo año 8. El provincial fray Alonso Fusteros otorgó el correspondiente poder a fray Juan Ramírez, que con el definidor fray Dionisio de Alfaro se trasladaron a la ciudad de Osuna, en cuyo convento de Santa Ana residía sor María Enríquez de Ribera 9, hermana de la marquesa doña Juana. Siguiendo el relato de la Crónica, la propia marquesa con sus carrozas y toda su familia llevó a Priego a la fundadora, a la que acompañaban otras dos monjas, sor Isabel de San Pedro Lobillo 10 y sor Inés de San Miguel 11, con tres sirvientas o criadas, una proporcionada por la marquesa y dos por la duquesa de Osuna, y “con toda esta ostentación y aparato entraron en la villa de Priego”, haciéndose la traslación del Santísimo Sacramento “solemnísima” con concurso de mucha gente el 9 de agosto de 1617 12.

7 Un traslado de 23.4.1732 en ADM 131-003-022 (AGA 1004/557-563), comprensivo de la aceptación del ministro provincial de Granada. Anexo 1.

8 Lo era a la sazón don Galcerán Albanell, nombrado como tal por Real Cédula de Felipe III, de 20 de enero de 1617, aunque la mayor parte de las gestiones para la fundación del convento se hicieron en tiempos de su predecesor, don Alonso de Mendoza, fallecido en 1616. Cfr. Garrido Espinosa de los Monteros, D., Historia de la Abadía de Alcalá la Real, (ed. de F. Toro Cevallos y D. Murcia Rosales), Jáen, 1996, pp. 104-109.

9 En el Libro de Profesiones del Convento se registra como doña María de San Luis Enríquez, hermana de la señora duquesa de Osuna y de la señora marquesa de Priego. El P. Torres en su Crónica le dedica unos breves párrafos biográficos, indicando que había tomado el hábito en el convento de Santa Clara de Moguer y de allí pasó al de Santa Ana de Osuna, del que llegó también a ser abadesa y cuyo cargo disfrutaba cuando decidió fundar el convento de Priego. Aquí permaneció hasta su muerte ocurrida en 1627 y aquí gobernó la casa estableciendo las santas leyes de la religión “con el acierto que pedía tan larga experiencia”. Añade que la fundación tuvo muchos embarazos por lo que padeció trabajos innumerables. Confortábale Su Majestad apareciéndosele con la cruz a cuestas, coronado de espinas, herido y llagado, agrega el cronista, “bastante motivo para acrisolar y confirmar su mucha paciencia”. Tras su fallecimiento acaecido el 10 de julio de 1627 se le apareció a la nueva abadesa Sor Inés de San Miguel, manifestando el cielo la felicidad de su alma”, cuando la Comunidad cantaba maitines, diciéndole que se iba a gozar de la gloria y encargándole de la observancia de la regla. Pasado un año abrieron su sepultura y encontraron el cadáver entero e incorrupto. Vino el doctor Benavides que era el médico de la villa quien le hizo unas rajas en el vientre y en las piernas, hallando su interior fresco “como si gozara de los espíritus vitales”. La vistieron con un hábito nuevo, le pusieron toca y velo, le lavaron la cara y la pusieron de pie arrimada a la pared. Después la pusieron en una caja y la depositaron en un nicho del coro.

10 Fallecida la fundadora Sor María Enríquez de Ribera, se volvió al convento de Osuna el 1 de junio de 1628.

11 En el Libro de Profesiones se indica que falleció el 17 de febrero de 1653.12 Aunque la Crónica imputa a la marquesa doña Juana la iniciativa de la fundación, fue

precisamente su hermana doña María la tributaria de este hecho, recayendo el primer nombramiento a su favor, y siendo tenido como año de aquélla el de 1617, no es menos cierto que anteriormente se sentía esta necesidad entre los religiosos y vecinos pobladores de la villa.

El antecedente más remoto puede constatarse en el año 1610. Lo revela cierta controversia entre un vecino de Priego, Alonso de la Cruz Mollejón, y los frailes del convento de San Francisco. Manifiesta aquél que tiene unas casas en la calle del Río de esta población, que albergan un molino de zumaque, dos lagares y tres bodegas, en las que deposita el vino, aceite y zumaque de las viñas, zumacares y olivares que posee. Aduce igualmente que los frailes del convento le vejan ante la justicia seglar pretendiendo quitarle su casas para construir en ellas un monasterio de monjas franciscas, sin tener licencia para ello. Añade que lleva gastados más de 200 ducados en la contienda. Y solicita al provisor de la abadía de Alcalá la real que resuelva declarando que los frailes no tienen dicha autorización. El 3 de mayo de este año el licenciado Gutiérrez de


La Crónica del P. Torres alude al primitivo edificio del convento: “una casa de pocas conveniencias que estaba dispuesta donde hoy persevera el monasterio”, y a la “estrecha clausura” por la que pasó con mucho trabajo la Comunidad durante algunos años, a causa de que la dotación de la marquesa no se amplió “por algunos incidentes”, que no expresa.

La iglesia se acabó en 1663 y en este mismo año se hizo el traslado -otra vez- del Santísimo Sacramento solemnemente. La descripción de su estado es bastante jugosa: “La iglesia es pieza muy primorosa, pues lo rumboso, lo capaz y pulido de su arquitectura es lo mejor de aquella villa y tan moderno... Su altar mayor además de las imágenes de su titular San Antonio y la gloriosa Santa Clara, tiene dos reliquias preciosas que trajeron las fundadoras. La una es una Nuestra Señora de talla; y la otra un Niño Jesús a quien comúnmente llaman el fundador. La Crónica se extiende en este icono del que dice que vino acompañando a las primeras religiosas y que era muy milagroso, pues “desde el principio de la fundación ha hecho continuamente tantos milagros que ha sido y es el amparo de aquella villa, llevándole a los enfermos de peligro y sanando casi todos”. “Es tan devota imagen la referida que Sor Juana de la Cruz, Condesa de Feria y religiosa de Santa Clara de Montilla, la tuvo siempre como espejo en quien se miraba y por donde veía la mayor felicidad y gloria, pues continuamente le hablaba este Niño Jesús, la consolaba y daba dirección en las cosas de su alma. Hállase en su rostro –prosigue- una pequeña mancha originada de una luz, que enterneció el barniz en ocasión que la Condesa de Feria le estaba haciendo oración fervorosa. Y concluye: “Hase intentado varias veces quitarle la mancha por pintores sobresalientes y a pocos días se vuelve a descubrir la señal; sin duda que lo permite la Majestad divina para hacer su imagen más devota”.

La Crónica se entretiene a continuación en describir puntualmente el resto: “Corona todo el altar mayor debajo de un dosel muy rico, un Crucifijo de la estatura de un hombre, de rara escultura. En los dos lados colaterales de la Capilla Mayor hay dos altares de rica pintura de San Ildefonso y Santiago. Con la misma perfección prosigue el cuerpo de la iglesia, adornada la cenefa de su bóveda por muy buenas pinturas, como también lo está la media naranja de la Capilla Mayor con cuatro evangelistas y un rico florón en medio. Los dos coros, alto y bajo de las religiosas con sus rejas muy bien labradas, prosiguen en la misma perfección y anchura que el cuerpo de la iglesia”. Por lo que respecta al coro bajo destaca que está muy bien adornado, porque en él preside un Crucifijo de marfil, de crecida estatura, en una cruz de ébano, engastada en plata, que un devoto de este santo monasterio envió desde Indias; hechura tan singular que arrebata

Pineda manifiesta sobre la pretensión deducida que nadie hasta el presente había solicitado llevar a cabo este propósito, pese a que el Dr. Bartolomé Méndez de Segura había dejado unas casas para fundar en ellas un colegio de doncellas y que al parecer eran las mismas que los frailes intentaban recuperar. Cfr. ACh.Gr., cab. 403, leg. 83, pieza 18 (5201). Poco después, en una escritura de 4 de julio de 1611, otorgada ante el escribano Alonso de Córdoba comparecen el licenciado Bartolomé González del Águila, abogado, Miguel Jiménez de Priego, Alonso de Morales, Miguel Ruiz Morales y Salvador Ramírez, síndico del convento de San Francisco, y acuerdan aportar 600 ducados, cada uno la cantidad de 120. Se argumenta esta decisión indicando que lo será para el sustento y menester de “un convento de monjas de la vocación de señora santa Clara que se pretende hacer y fundar... para poder obtener licencia del prelado de esta abadía conforme lo dispone el Santo Concilio de Trento... y que se encuentran movidos de tan piadoso intento como es que tenga efecto la fundación, dotaciones y congruas y puedan acudir más puntualmente al culto divino y obligaciones de su religión loando y alabando a Dios nuestro Señor...” (AMPP, oficio de Alonso de Córdoba, año 1611, n.º 60, fol. 704).


la atención”. Por lo que respecta al coro alto dice que “entre otras pinturas e Imágenes, está una nuestra Señora, que envió Doña Ana Fernández de Córdoba, Duquesa de Feria y Virreina de Nápoles, por muy singular”.

También alude a los miradores que se labraron “sobre la bóveda de la capilla mayor para el recreo de las religiosas, con tal discreción que a todas cuatro partes tiene repartidas sus rejas, dominando en contorno no sólo montes, valles y arboledas, de que es el país abundante, sino también lo mejor de la Villa por estar fundado el monasterio en una plaza llamada la Puerta del Agua, por donde hace tránsito un río, donde vienen a parar las principales calles, y donde es el concurso de la nobleza, de la gente política y la demás popular de la dicha villa”.

Agrega que la sacristía “es muy rica de ornamentos; y en particular tiene dos ternos que envió (también) Doña Ana Fernández de Córdoba, duquesa de Feria y virreina de Nápoles, con una urna de una vara de largo. Su materia es los marcos y encajes de ébano fino, con abrazaderas y bisagras de plata sobredoradas; y los campos, tableros o cuarteles, todos de una piedra azul, tan singular y preciosa que es espejo por unas partes, y por otra hace tales visos, y tiene tan peregrinas vetas que embelesa. Corónase con una cruz de lo mismo, y sirve el Jueves Santo para encerrar el Santísimo Sacramento”.

Finalmente, “la torre de las campanas hace frente a la referida plaza, con muy famosa fábrica de cantería, con sus dos campanas muy sonoras, hermoseando más la obra y dilatando más las vistas para las religiosas”; y por lo que respecta a la clausura indica que en el año 1683 se sigue obrando, pero “tiene algunas piezas considerables, como sus dormitorios, que se acabaron el año de 1676, muchas y muy buenas celdas y un patio espacioso con variedad de flores, árboles y una abundante fuente para el desahogo de las religiosas, y porque sea más decente hace en él la Comunidad la Vía Sacra todos los viernes del año, y otros muchos santos ejercicios”.

La relación del P. Torres se completa con la referencia al número de religiosas componentes de la Comunidad, establecido en 54, amén de las sirvientas, a las monjas de vida virtuosas y a algunas cosas notables sucedidas en el monasterio, como la mutación de voluntad de una monja llamada Doña María de la Paz, que habiendo dejado sus bienes fuera de la dote a favor de sus parientes, decidió convertir en heredero al convento, ordenando entre otras cláusulas decir cinco misas el día de Nuestra Señora de la Paz.

La descripción del convento según Ramírez y las Casas DezaDe las fuentes históricas que pudieran suministrarnos datos sobre este instituto

sobresale junto a la anterior del P. Torres, la que se contiene en la Corografía de Luis M.ª Ramírez y Las Casas Deza 13 más próxima al tiempo de la exclaustración. No es tampoco muy extensa, pero sí suficiente para tener una idea general 14. Dice textualmente ésta:

13 Ramírez y las Casas-Deza, Corografía histórico-estadística de la Provincia y Obispado de Córdoba, Estudio Introductorio y edición de A. López Ontiveros, Ed. CajaSur, Córdoba, 1986, p.. 382.

14 Lacónicas son, en cambio, otras inmediatas, como la que refiere P. Alcalá-Zamora o P. Madoz. La primera se limita a decir: “Existe en Priego un convento de monjas urbanistas. Su iglesia es muy capaz y el edificio de clausura coge una gran manzana aislada y parte de otra, para la que se pasa por una mina que atraviesa por bajo de la calle de la Cava. No tiene este convento ni escultura, ni pintura de merito”. Cfr. Ms. 100. Biblioteca Pública Provincial de Córdoba. El segundo añade al dato de las fundadoras lo que sigue: “El edificio es grande; las celdas son un conjunto de casitas formando una calle y plazuela que ocupa el centro, en las que viven las religiosas y sus sirvientas con independencia unas de las otras. La iglesia está dedicada


“Tiene esta villa un convento de religiosas claras urbanistas que fue fundado en 1617 con el título de San Antonio de Padua. Es edificio muy capaz que coge una gran manzana aislada y parte de otra a la que se pasa por una mina que atraviesa la calle denominada de la Caba. Fue fundado por Sor María Enríquez de Rivera, hermana de la Marquesa de Priego Doña Juana, religiosa en Santa Clara de Osuna, la cual vino con otras dos compañeras a la fundación, que fueron Sor Isabel de San Pedro Lobillo y Sor Inés de San Miguel Mesa, siendo el Comisario para la erección Fr. Juan Ramírez: después fue ampliado y la obra no se concluyó hasta el año de 1676.

La iglesia es de orden dórico, pero en los adornos que en tiempos posteriores a la fundación se le han añadido en los arcos y bóvedas se manifiesta el mal gusto. Tiene cuatro altares: el mayor es un moharracho ridículo en que se ve en el cuerpo inferior una imagen de Ntra. Sra. de la Concepción de José de Mora, a la derecha un San José del mismo autor y a la izquierda un San Buenaventura. En el cuerpo superior está colocado un crucifijo de talla de tamaño natural y de mucho mérito y a sus lados San Francisco y Santa Clara.

Los tres altares del cuerpo de la iglesia tienen retablos de mal gusto y lienzos que representan: uno la aparición de la Santísima Virgen a San Ildefonso, el otro a Santiago cuando se aparece a dar favor a los cristianos contra los moros, y el tercero tiene dos que representan a San Bernardo y San Sebastián.

En el coro hay algunas pinturas de mérito, obras de Don Antonio Monroy, y muchas urnas con varias imágenes, y entre ellas una de Ntra. Sra. de los Dolores, siendo de notar la rica joya que pende de su cuello, que es una magnífica cruz compuesta de dos cristales de roca engarzados en oro con adornos de mucho gusto: los cristales contienen una multitud de figuras microscópicas de madera fina que representan hechos de la Pasión del Señor y son de una ejecución admirable. Esta cruz sirvió de pectoral al Excmo. e Ilmo. Sr. Arzobispo, obispo de Córdoba, D. Antonio Caballero y Góngora, ilustre hijo de esta villa” 15.

El establecimiento La fundación del convento tuvo como mentoras, por tanto, dos hermanas,

doña Juana Enríquez de Ribera, marquesa de Priego, y doña María Enríquez de Ribera. Eran ambas hijas del II Duque de Alcalá, y su educación debió ser, como personas relacionadas con el estamento nobiliario, muy exquisita. La escritura de compra de las casas en donde se fundó el convento dice que doña María era abadesa del convento de Santa Clara de Osuna. Efectivamente las casas se compraron una vez que fue hecha la dotación por la marquesa doña Juana. En la escritura de fundación del convento otorgada en 15 de septiembre de 1616 16 declara la marquesa que ha tenido deseo y devoción de hacerlo sujeto al provincial de la regular observancia de San Francisco, dotándolo

a San Antonio de Papua, y en ellas se cuentas cuatro altares que nada tienen de notable”. Cfr. Diccionario voz Priego de Córdoba.

15 Una hermana del obispo, Tomasa, ingresó en el convento en 1738. Cfr. Anexo n.º II.16 APM, escritura de 15 de septiembre de 1616, ante Juan Díaz de Morales. Un traslado auténtico

de 23.4. 1732, se encuentra también en ADM 131-003-022, en cuya carátula se expresa la aceptación del Ministro Provincial y de toda la provincia de Granada, y en particular del P. Fray Juan Ramírez, consultor del Santo Oficio y Padre de toda la Orden de la provincia de Granada en nombre del ministro provincial Padre fray Alonso Fustelo.


con 12.000 ducados de principal y 600, que valen 225.000 maravedís de renta anual, resituándola en 375.000 de juro al quitar, al 20% el millar, sobre las alcabalas de Sevilla por privilegio de Su Majestad dado en Madrid el año 1567 en cabeza de don Fernando Enríquez de Ribera y doña Juana Cortés, sus padres, futuros duques de Alcalá, y a favor de su marido don Pedro, quien por su muerte pasó a serlo de ella. Dicha dotación se estipula han de cobrarla el convento de los arrendadores, cogedores y fieles de las alcabalas de la ciudad de Sevilla. Dona en la misma escritura la cantidad de 800 ducados que valen 300.000 maravedís con destino a la adquisición de cálices y ornamentos de sacristía. Se compromete aumentar el capital fundacional con 200 ducados más para los alimentos de su hermana la abadesa y tres compañeras más que deberán componer el equipo fundador, disminuyéndose este importe conforme fueren muriendo a razón de 50 ducados por cada una, y muertas las cuatro quede ella y sus herederos libres de esta obligación. Y para asegurar esta elevada suma avaló la dotación comprometiendo el capital de su marquesado que ascendía a 407.707 maravedíes de tributo anual y 738.736 de principal afectados por facultad real por escritura otorgada en Sevilla ante Simón de Pineda el 15 de septiembre de 1595, instituyendo al convento por procurador y defensor de esta causa.

Era lógico, por tanto, prever cuál sería el lugar en el que la comunidad inicial debería establecer su sede. La escritura se otorgó en la villa de Priego, según menciona otra otorgada en Granada en fecha 27 de mayo de 1617 en la que se contienen en primer lugar los nombres de los otorgantes, de una parte, doña María de Cabrera y su esposo, don Alonso Pérez de Alba, receptor de la Real Audiencia de Granada, y su primo, y Alonso López de Atencia Valdivia, vecino de Priego, y de otra, doña María Enríquez de Ribera y Alonso de Morales, primer mayordomo del convento. La venta consistió en la transmisión de una casas principales con tres tiendas, linde unas con otras y con casas de Martín de Nájera, zapatero, en la carrera del Palenque junto a la Plaza de la Puerta del Agua, por precio de 1.250 ducados, pagados 300 sobre un censo impuesto sobre las propias casas, que se abonaba a don Juan del Moral, vecino de Antequera, y el resto de 400 ducados, entregado el 17 de mayo anterior, y 550 a pagar el día de San Miguel del mismo año. Había sido condición establecida en la escritura de venta que habían de aprobarla y ratificarla de mancomún los vendedores, doña Ana y su marido, y obligarse al saneamiento de las dichas casas y tiendas. En el mismo instrumento se añade que doña Juana de Ribera y Alonso de Morales habían pagado por mano de Andrés Salado y Solórzano 250 ducados, cantidad que se anotó en las cuentas de fray Dionisio de Alfaro. No cabe duda que la marquesa debió estar al tanto durante los años de su gobierno de la consolidación del convento donde se residenció su hermana. En su testamento otorgado en el año 1635 indica tener los patronatos del convento de san Francisco de Paula de la villa de la Puente y el de san Antonio de Padua de la villa de Priego “que son fundaciones que yo he hecho” –dice- y “mando que sucedan en ellos el dicho marqués de Priego duque de Feria mi hijo y los demás señores de los dichos estados que le sucedieren perpetuamente para siempre jamás”. Declara acto seguido que de los patronatos referidos no debe cosa alguna, porque existe escritura en donde consta “tenerlo satisfecho en la parte que se me remitió” 17. También su hijo, el marqués don Alonso hubo de prestar ayuda a su tía la abadesa en las circunstancias que se le ofrecieran. Así en el mismo año de la fundación,

17 APM, escritura de 14 de noviembre de 1635 ante Luis de la Fuente.


1617, ampara a dos de sus criadas, doña Micaela de la Cruz y doña Isabel de la Cruz, por haber decidido éstas entrar en el convento, proporcionándole veinte ducados y un cahíz de trigo por los alimentos del año del noviciado y por sus dotes dos caballerías “en concepto de donación irrevocable”, a elegir por el convento de entre las que vacaren, y contribuir de este modo al ingreso de dos monjas cuando fallecieren las beneficiarias, amén de proporcionarles el ajuar conforme a la costumbre de las monjas de Santa Clara, y en defecto de aquella renta la cantidad de 600 ducados 18.

Desbordaría el objeto de nuestra comunicación la progresiva implantación del edificio conventual, iglesia incluida 19. De su fábrica existen, no obstante, pocas noticias, así como de la aportaciones de los artistas que contribuyeron a su ennoblecimiento.

Todavía se acometieron obras a principios del siglo XIX. En efecto, el 13 de julio de 1802 José de Lamas y Juan de Flores, maestro de cantero y albañilería, respectivamente, otorgaron escritura de trato y obligación con el convento en virtud de la cual se acordó la construcción de una portada de piedra sepia de la cantera del valle de Luque, para cada una de las dos puertas principales del templo recayentes a la carrera llamada de las Monjas, con dos medallas y dos esculturas, una de san Antonio y otra de santa Clara, bajo diseño de don Francisco Quintallán, por precio de 9.000 reales de vellón que habrá de esculpir el artista que designe el convento 20. La obra se añade debería estar concluida para el mes de mayo del año siguiente de 1803.

Tampoco vamos a tratar de la organización interna del convento regulada por las Constituciones y disciplinada en sus más variados aspectos respecto a los distintos cargos desempeñados por sus miembros: abadesa, vicaria, madres discretas, novicias y sirvientas. Nuestro trabajo se centra en distintos aspectos que nos permiten una visión de conjunto en cuestiones de importancia para el funcionamiento del cenobio 21.

La desamortizaciónSobre el solar que ocupó el convento de San Antonio se alza hoy el Palacio

Municipal, y delante de él existe un amplio espacio sin edificar con una fuente en su

18 APM, escritura de 28 de julio de 1617 ante Juan Díaz de Morales.19 Pese al triunfalismo con que se suelen acompañar los relatos de las fundaciones, resultan

evidentes la precariedad de medios y las dificultades iniciales. En la fundación del convento de la Purísima Concepción de Franciscanas Descalzas de la ciudad de Salamanca, su cronista, Manuela de la Santísima Trinidad (1622-1696), nos proporciona un panorama bastante deficitario, como debió ocurrir en Priego. Cfr. Triviño, M.V., Escritoras clarisas españolas, BAC, Madrid, 1992, pp. 240 ss: “...entraron las tres Madres Fundadoras... en una casa tan pequeña, que no tenía capacidad para hacer las camas divididas, siendo solo cuatro las que la habitaban; una pequeñita sala era la iglesia, y el coro otro aposento, que tendría doce pies de ancho, y otro tanto de largo sin más vivienda. Y todo era tan viejo y tan sin luz, que pudiera afligir a quien más ansia tuviera de encierro”. Hasta que el convento prieguense levantara cabeza transcurrirían algunas décadas no exentas de carencias y dificultades. No otra explicación tendría la vuelta de una de las fundadoras, doña Isabel Lobillo, al convento de procedencia.

20 Eran a la sazón abadesa, madre perpetua y secretaria del monasterio, sor Teodosia de san Francisca Javier y Torralbo, sor Manuela Antonia de san Pedro y Campo y sor Pascuala del Espíritu Santo y Caballero. Cfr. AMPP José García Hidalgo, 1802-1803, (leg. 404), fol. 325 ss.

21 Para un conocimiento bastante compendiado de estos particulares, cfr. Olivares, A., Parejo, M.ª J. y Tarifa, A., “Estudio de las fundaciones clarisas en la comarca giennense de La Loma (siglos XIII-XVIII)”, en Archivo Ibero Americano, núms. 215-216, 1994, pp. 735 ss.


centro, al que popularmente se le denomina “El Paseíllo” y antes Plaza Nueva 22. Quizás convenga comenzar por el proceso de incautación 23 y posterior demolición del edificio antiguo y de las vicisitudes políticas que llevaron a su término. Con anterioridad, en 1836, se había despojado a las monjas de su riqueza inmueble urbana y agraria. En el Boletín oficial de la Provincia de Córdoba del año 1841 aparecen a partir del número 88 numerosos anuncios de subastas de ventas y arrendamientos decretadas por el Intendente de Rentas 24. Pero lo malo estaba por llagar pocas décadas después.

El inmediato antecedente fue la Revolución de 1868 25. Es éste el año del comienzo del famoso sexenio revolucionario, continuador hasta la más completa exacción de los bienes de la iglesia, para incorporar el ansiado patrimonio eclesiástico a las arcas del Estado, minado por frentes tan diversos como el de las guerras carlistas, el estado de la hacienda y la deuda nacional 26. El 22 de septiembre en la Plaza de la Puerta del Agua, repleta de furibundos liberales de la localidad, excitados por sus correligionarios de Carcabuey, se dieron “vivas” a la libertad y a España con honra a España, y “mueras” a Isabel II. Aquella noche, escribe Carlos Valverde López, previa un acta en que el

22 Recibió este nombre como en otras poblaciones (Lucena, Granada, Sevilla etc.) y a ella alude Don Antonio Vicente López, Apuntes históricos sobre la ciudad de Priego, Córdoba, 1891, pág. 13, quien añade que “fue destruido hace algunos años, para construir en la superficie que ocupaba la nombrada Plaza Nueva”.

23 El tema de la desamortización en España (de Mendizábal y Madoz) es tan amplio como complejo y a él han contribuido numerosos autores desde los más diversos puntos de vista. Baste citar entre otros muchos estudios científicos los de Revuelta González, M., Política religiosa de los liberales en el siglo XIX. Trienio constitucional, C.S.I.C., Madrid, 1873, y Martí Gilabert, F., La desamortización española, Rialp, Madrid, 2003.

24 Dichos negocios tuvieron lugar en las casas Consistoriales ante el Alcalde Constitucional, Procurador Síndico, Comisionado Subalterno y Escribano. En el Suplemento a dicho número se inserta la curiosa noticia: “La Junta de Bienes Nacionales en uso de las facultades que le concede el artículo 38 de la real Instrucción de primero de Marzo de 836, se ha servido adjudicar las fincas que se dirán cuyos remates se han publicado en los boletines de esta provincia a los sujetos a saber: A D. Antonio Castilla para ceder un cortijo llamado el de la Cuesta de Algarinejo término de Priego, que perteneció al Convento de Santa Clara de la misma… a D. Francisco Ferrer otro llamado de la Pedriza… A D. Antonio Castilla un huerto en el Callejón de la Fuente Nueva… al mismo un pedazo de tierra de riego con casa pequeña, en id. de id….”. El referido era hijo de don José Tomás Castilla Arjona y Doña María de la Cabeza Serrano y Molina, se había recibido en Granada como abogado, pero se estableció en su villa natal “a gusto de su vecindario”. Cfr. su expediente en el Archivo Histórico Nacional (AHN), Consejos, 13.381, 61 bis.

25 Sánchez Garrido, A., “Del Concordato de 1851 al de 1953: Estatus jurídico-administrativo de la Iglesia española”, en Codex (Boletín de la Ilustre Sociedad andaluza de estudios histórico-jurídicos), n.º 1 (Córdoba, 2002), se hace eco de un texto muy significativo de Ivonne Turín, quien afirma que en 1868 estallaron las viejas estructuras políticas y religiosas arrastrando a España por el camino en que ya estaba Europa hacía tres cuartos de siglo. Sin embargo el proceso extirpador había comenzado medio siglo antes, pasando por diversas fases, delimitadas por la invasión francesa, el trienio liberal y la revolución de 1835, afectando a las personas y bienes de cinco establecimientos monásticos: el convento de San Onofre, de los hermanos hospitalarios de San Juan de Dios, el de San Pedro, de franciscanos descalzos, el de San Esteban, de franciscanos observantes, el Hospicio de Nuestra Señora del Carmen, de carmelitas descalzos, y el de San Antonio, de clarisas.

26 Las causas no eran solamente políticas. Las luchas de 1864-1868 fomentaron la desconfianza comercial, a la que se sumó la crisis presupuestaria y la algodonera, descendiendo la exportación por la guerra civil americana. Se abandonó la construcción de los ferrocarriles y se aumentó el impuesto sobre la tierra, al que se añadió por si fuera poco el mayor alza del siglo en el precio del trigo. Creció la oposición a Isabel II por la imposibilidad de optar a ideas distintas de las establecidas por el sistema. El clima, por tanto, favorecía el cambio, que al fin se produjo. Cfr. López Cordero, J. A., “Instituciones civiles giennenses en el reinado isabelino (1843-1868)”, en BIEG, n.º 148 (1993), pp. 194 ss.


alcalde declinaba sus responsabilidades por las razones que en ella consignaba, entregó el poder a una Junta Revolucionaria, presidida por Gregorio Alcalá-Zamora y Caracuel, que como primera providencia destituyó a todos los empleados municipales e hizo nuevos nombramientos en personas de su confianza 27. La hora de la desamortización era llegada. El decreto del Ministro de Justicia, a la sazón, Antonio Romero Ortiz, se inserta en el Boletín oficial del Obispado de Córdoba al día siguiente de su publicación, 19 de octubre de 1868. Sus términos son drásticos:

“En uso de las facultades que me compelen, como individuo del Gobierno provisional y Ministro de Gracia y Justicia, he venido en decretar de acuerdo con el Consejo de Ministros, lo siguiente: ….Art. 5.º Todos los conventos, monasterios, colegios, congregaciones y demás casas religiosas que quedaron subsistentes por la ley de 29 de Julio de 1837, se reducirán en cada provincia a la mitad, y los Gobernadores civiles, oyendo a los Diocesanos, designarán en el término de un mes, contado desde la publicación de este decreto, los que hayan de conservarse, prefiriendo aquellos que tengan algún mérito artístico y trasladando las religiosas de los que se supriman a otros de la misma orden…. Art. 8 Las religiosas cuya profesión fuere anterior a la citada ley de 29 de Julio de 1837, tendrán derecho a la pensión de 5 rs. Señalada en el art. 29 de la misma: pero las de entrada posterior solo la tendrán a reclamar sus dotes en la forma prevenida en el art. 4.º del presente decreto”. Y el Conde de Hornachuelos, Gobernador de Códoba lo comunica al Obispo Juan Alfonso Alburquerque “para que a tenor de lo que dispone el art. 5.º se sirva manifestarme los conventos que a juicio de V.E. I. deban conservarse tanto en la capital como en los pueblos de su provincia a fin de que el número de los que queden se reduzca a la mitad de los que hoy existen” 28.

El Obispo acusa el duro golpe y en 2 de noviembre dirige al Ministro de Gracia y Justicia una comunicación que asimismo se publica en el Boletín del día 13 29 del siguiente tenor:

“… No ha muchos días, Excmo. Sr., que con harta amargura de mi corazón hube de suprimir cuatro conventos en esta capital, para satisfacer las peticiones de su Junta revolucionaria, cerrando mis oidos a los justos lamentos de estas inocentes vírgenes del Señor, obligadas a dejar su propia casa donde ya esperaba descansarían sus huesos a su muerte; a alterar su método de vida…a sufrir las molestias de reunirse y amontonarse, por decirlo así, doble o triple número de religiosas, en un lugar solo de las que en él cabían, todo esto siendo muchas de ellas muy ancianas, y agobiadas por los achaques y dolencias de la vejez y de su vida mortificada. Resonaban todavía en mi interior estos tristes gemidos, cuando circula el decreto de V.E. para la reducción de conventos, y las religiosas se afligen, y los pueblos se alarman, y cada cual hace sus comentarios,

27 Valverde López, C., Memorias íntimas y populares, año 1868, Ed. El Almendro, Priego de Córdoba, pág. 150. Sobre la biografía de don Gregorio, cfr. Peláez del Rosal, M., “El ministro togado y senador don Gregorio Alcalá-Zamora y Caracuel (1825-1894): una vida consagrada a la política”, en Rev. Fuente del Rey, 1990, n.º 78, pp. 6-7.

28 Boletín Eclesiástico del Obispado de Córdoba, 21 de octubre del año 1868, pp. 346-348.29 Núm. 146, pp. 362 y ss.


por cierto nada favorables al Gobierno. Todas las preladas han acudido suplicándome tenga en consideración las circunstancias especiales de su convento y comunidad para que se conserve existente, y a la vez los pueblos, ya de palabra, ya con exposiciones cubiertas de un si número de firmas, piden lo mismo, queriendo cada cual permanezca su convento”. Y argumenta: “Cuando tan alto se proclama, Excmo. Sr., el derecho de asociación pacífica, no es concebible se prohíban las más legítimas y las más pacíficas que pueden imaginarse: las religiosas habitan en su casa propia, y el objeto de su reunión es vivir retiradas del mundo, porque así los han elegido en uso de su libertad, para santificarse con la práctica de las virtudes y con el trabajo, porque no es cierto vivan en la ociosidad , y para pedir de contínuo a Dios por el remedio de todas las necesidades sociales”.

Finalmente aduce que son muy pocos los enemigos de las monjas “unos pocos periodistas y algunos hombres irreflexivos”, en una nación de diez y seis millones de habitantes… “me atrevo a rogar a V. E. derogue el decreto de supresión de conventos de monjas” 30.

En cabildo de 1 de enero de 1869 por el Alcalde 2.º don Federico Alcalá-Zamora se expuso que habiéndose ya verificado la supresión del convento, y hallándose desocupado e incautado, era indispensable que se realizase el objeto con que fue pedida aquélla, y que no era otro que dotar al pueblo de una plaza de abastos 31. Había sonado la hora de la libertad y a su amparo se solicita la inmediata adquisición del convento suprimido de Santa Clara para construir en su solar una plaza de abastos. Se indica posteriormente que cuando el Estado se incautó el convento se hizo un inventario de sus pertenencias 32. Con fecha 5 de agosto de 1870 el Ministerio de Hacienda comunicó al Municipio que el Gobierno de S. A. el Regente del Reino había accedido a lo solicitado por aquel para destinarlo a Plaza de Abastos. Con posterioridad, el 5 de septiembre de 1870 se dio cuenta de haberse concedido por Su Alteza el Regente del Reino el exconvento de Santa Clara al municipio. Era a la sazón alcalde don José Arriero Manjón 33.

A tales efectos se procedió a otorgar el 13 de septiembre de 1870 la escritura de cesión a censo por el representante del Estado y en su calidad de administrador subalterno de propiedades del Estado por el partido de Lucena, D. Juan Bautista Herrera, a favor del Ayuntamiento representado en la persona del alcalde, D. José Arriero Manjón y Hoyo, caballero comendador de la Orden de Isabel la Católica, y alcalde accidental. En ella se

30 Boletín Eclesiástico del Obispado de Córdoba, 13 de noviembre de 1868, pp. 361-364. A continuación se incluye otra carta del Obispo de Jaén, Antolín Monescillo dirigida al Ministro por el Obispo sobre los cuatro decretos publicados en la Gaceta “dignos de consideración y de lástima”; y un bello texto literario de Víctor Hugo defensivo de los conventos. Ib. pp. 365-377.

31 AMPP. Leg. 24, cabildos de 1.1. y 18.6.1869; 9.12, 23.11 y 18.12.187118.6 y 27.3. 1871.32 Cfr. éste en Anexo. I y II. Una R.O. de 27 de octubre de 1822 dispuso a este efecto que

los inventarios deberían consignarse en cinco listas: 1.ª escrituras y documentos; 2.ª objetos en diversas dependencias; 3.ª fincas rústicas y urbanas; 4.ª libros, cuadros y efectos de la biblioteca; y 5.ª vasos sagrados, imágenes y objetos litúrgicos. Los que se elaboraron inicialmente en Priego (año 1835) y con posterioridad (1868) no obedecen a este patrón común, aunque se aproximan lógicamente con el contenido de todos los bienes. Cfr. Peláez del Rosal, M., “Algunas páginas inéditas del convento de san Esteban de Priego de Córdoba”, en IV Curso de Verano El Franciscanismo en Andalucía, CajaSur, Córdoba, 2000, pp.362-378.

33 AMPP. leg. 288, cabildos de 5.9 (fol. 46 vto.), 23.7 (fol.38 r. y 38 vto.), 13 y 14.9 (fol.890), 17.10 (fol.. 60 ss.) y 9.12.1870.


interesaba el depósito y se refería que el convento tenía 4.063 metros cuadrados, y que la Comisión de Monumentos había informado sobre que el edificio no contenía mérito alguno que mereciera su conservación. Se añadía que el Municipio debería satisfacer al Estado 611 pesetas anuales en concepto de canon (el 2%), a tenor del art. 3 de la Ley de 6 de septiembre de 1869, pues la Junta provincial de ventas y la superior habían tenido en cuenta la escasa importancia de la villa de Priego y a que el establecimiento de una plaza de abastos era de suma necesidad y utilidad para la población, dada la insuficiencia y las malas condiciones de la actual. Se tasó el edificio en la cantidad de 30.528 pesetas y 6 céntimos, fijándose como canon o censo que habría de satisfacer el municipio al Estado en un 2%, quedando, por tanto, la renta establecida en 611 pesetas anuales. Asimismo por aplicación de la Orden del Ministerio de Hacienda de 6 de septiembre de 1869 se acordó que los efectos del exconvento se vendieran en pública subasta. Y finalmente que se confeccionara un inventario, y que se comunicara al Gobernador y al Obispo los bienes de mérito artístico o pertenecientes al culto público 34. Al día siguiente, 15 de septiembre, se otorgaba nueva escritura por la que el alcalde declaraba que el día anterior había firmado la de adquisición por el pueblo del exconvento de Santa Clara, por acuerdo de la Corporación para la formación de una plaza, y que el Ayuntamiento no se hacía cargo del edificio, interesando el depósito y la subasta en el ser y estado que constaba en el inventario que se hizo cuando la nación se lo incautó 35.

A este dispositivo seguiría el año siguiente el derribo del edificio 36, estableciéndose las condiciones en escritura el 2 de enero de 1871 37. Se habría de prestar fianza de 40.000 reales en fincas, nivelarse el solar con la calle Prim (antes Carrera de las Monjas), construirse una sola cañería para abastecer una fuente que debería costear el contratista en el centro de la explanada, y cuyas dimensiones serían las de 60 metros el lado mayor y

34 AMPP, Oficio de Patricio Aguilar, leg. 564, año 1879, escritura de 13.9. 1870, fols. 890 ss.35 AMPP, Oficio de Patricio Aguilar, leg. 564 cit. fol. 903.36 Sobre este objeto, aunque con carácter general, vid. “Exposición de los Prelados de la provincia

eclesiástica de Sevilla al Excmo. Sr. Presidente del Gobierno provisional”, en la que se manifiesta: “No se ha inferido menor agravio a la Iglesia con la supresión y derribo de los templos, de que hemos sido arbitrariamente depsojados. ¡Increíble parece, que cuando tanto se proclama el respeto a la propiedad, se hayan cometido tantas violencias contra la propiedad sagrada de la Iglesia!… ¿Con qué derecho, pues se ha procedido a la demolición de esos templos, sin respetar la propiedad, y cerrando los oídos a los clamores del pueblo, que con lágrimas ha pedido su conservación?”, en Boletín Eclesiástico cit., de 3 de febrero de 1869, p. 41.

37 El edificio se inscribió en el Registro de la Propiedad de Priego el 9 de marzo de 1871, tomo n.º 76, folio 71 vto., finca n.º 4007. Su descripción fue escueta: “Un edificio que fue convento de religiosas de Santa Clara de esta villa, dividido en dos fracciones, la primera, o sea el convento su fachada mira al Sud, en la calle llamada de Prim, y linda por su derecha por la calle llamada Casalilla, por la izquierda con la calle Cava, y por su espalda con la calle Tras de las monjas; la otra fracción su fachada mira al norte, en la calle de la Cava, y linda por su derecha con solar de don Antonio Castilla y Serrano, por la izquierda con la Tercia y por la espalda con la misma Tercia. Esta finca según el título que se presentó está libre de censo y le afecta ninguna otra obligación. El Estado en virtud de lo dispuesto en la ley primero de mayo de mil ochocientos cincuenta y cinco se incautó en dicho edificio y lo viene poseyendo pacíficamente y sin interrupción, si bien carece de título de propiedad. Y habiendo sido dado a censo, previos los requisitos legales, en cinco de agosto último por Su Alteza el Regente del Reino al Municipio de esta villa... inscribo a favor del Estado la posesión del edificio convento de monjas religiosas de Santa Clara, sin perjuicio de tercero que pueda tener mejor derecho de propiedad”. La historia registral del edificio se encuentra en su devenir en el propio Registro de la Propiedad de Priego de Córdoba, Ayuntamiento de Priego de Córdoba, tomo 108 (del Ayuntamiento) y 200 (del Archivo del Registro), en el tomo 168, libro 90, Fol.. 226-227.


36 el menor. Dicha explanada tendría una elevación de medio metro y a ella se accedería por unos graderíos de 4 metros de longitud por cada lado. La duración del derribo no podría ser superior a doce meses. El contratista recibiría por su trabajo de derribo los despojos de él, a excepción del edificio conocido por el nombre de Las Moradas. Tiene interés este acuerdo por cuanto tres de los concejales implicados, D. Nicolás Lozano 38, D. Antonio Rosa y el presbítero D. Francisco Nereo de Reina hicieron objeción de conciencia, manifestando que repugnaba “a sus sentimientos católicos la demolición de la iglesia”, protestando del acto en lo que a dicha iglesia concernía por más que estuviesen conformes en el resto del acuerdo 39. La subasta se celebró el 28 de octubre y se adjudicó a favor de D. Francisco Caracuel Cámara, administrador de las rentas estancadas, y profesor de instrucción primaria, figurando como fiadores D. José Eustasio Alcalá Zamora y Caracuel, abogado, D. Francisco de Paula Calvo Aguado de Arias, D. Juan Alcalá Zamora y Caracuel, D. Francisco de Burgos y Suárez, administrador de Correos, D. Antonio María de Gámiz y Ferrer, y D. Juan José Molina, conocido por Castilla, y como testigo D. Manuel Alcalá Zamora Caracuel, secretario del Ayuntamiento. El 23 de noviembre la subasta se aprobó por la Diputación provincial. Se nombró como perito para inspeccionar las obras del derribo a D. José María Nadales y Torres. Y finalmente se declaró concluido el depósito por el adjudicatario que con el inventario a la vista había recibido todas las pertenencias del edificio “de mano y poder del depositario, habiéndolo encontrado conforme con el dicho inventario sin faltar cosa alguna”.

En cuanto al edificio conocido por el nombre de “Las Moradas” y el sobrante igualmente se cedieron a don Francisco Caracuel y Cámara, por escritura otorgada en 6 de junio de 1872, comunicado por la Cava por un camino subterráneo 40. Se indica en ella que se encuentra en estado ruinoso y que limita por el fondo e izquierda con el edificio conocido con el nombre de La Tercia, con una extensión de 760 metros y 2.367 centímetros cuadrados, y el sobrante con 1.050 metros y 70 centímetros cuadrados. El precio de la venta fue de 1.140 pesetas, por las Moradas, y 1.575 por el sobrante, que abonaría en diez plazos, comprometiéndose a hacer en él las construcciones que contribuyeran al ornato público.

El derribo se remató también en D. Francisco Caracuel Cámara, y con fines no muy claros –se intuye la especulación urbanística y el tráfico de influencias- el solar fue a

38 En cabildo de 14 de septiembre de 1870, éste le preguntó al alcalde si la iglesia estaba comprendida en la adquisición, respondiéndosele que sí lo estaba y que así lo demostraba el plano levantado por el arquitecto, “siendo además preciso su derribo -se añadía- porque no podría sostenerse y para conservarla sería preciso inmediatamente reforzarla con obra de crecido gasto que no sería nunca justificado, por más que un celo católico excesivamente exagerado lo extrañase en una población del vecindario de Priego que cuenta en el día tantas y tan buenas iglesias”. AMPP., leg. 288. Libro Capitular de 1870. Pocos años antes, en 26 de octubre de 1867, el arcipreste don Manuel Ramírez escribía al gobernador eclesiástico de la Abadía manifestándole que el número de presbíteros adscritos a la parroquia ascendía a veinte para los servicios de culto en seis ermitas y cinco iglesias (Santa Clara, Colegio de Niñas Educandas, Hospital Civil, San Francisco y San Pedro).

39 AMPP, Oficio de Patricio Aguilar, leg. 570, año 1871, escritura de 2.1.1871, fol. 1.40 AMPP, Oficio de Patricio Aguilar, leg. 575, fol. 343. En este documento se determinan las

medidas del solar (polígono irregular de siete lados) , según certificado de 1 de julio de 1870 suscrito por el ingeniero industrial y arquitecto de la Real Academia de San Fernando en la provincia de Córdoba, D. Manuel Antonio Capo y Ronduo, lindante con la calle Prim (58,90 mts.), Casalilla (61,80), Detrás de las Monjas (36,51), y Cava (86,65).


parar a las manos de algunos miembros locales de la influyente familia Alcalá Zamora 41, concretamente don Juan y don Eustasio Alcalá Zamora y Caracuel, hermanos de don Manuel Alcalá Zamora y Caracuel.

La supresión del convento de San Antonio fue la consecuencia de un clima político contaminado y revolucionario que injustamente produjo el resultado de su final depredatorio 42. Lo relata con indignación Luis María Ramírez de las Casas Deza 43:

“Manifestaron (en 1868) las juntas revolucionarias su odio a la religión y a todo lo que a ella toca, y lo mismo demostró después el gobierno provisional: se pidió y sancionó la libertad de cultos, se imprimieron herejías y absurdos en materia de religión, se acometían desacatos contra ésta, se aconsejaba el cisma y se acriminaba y calumniaba al clero y a los Obispos. En La Gaceta del día 13 de octubre estampó las atrocidades siguientes la Junta Superior de Gobierno de Madrid:

“Considerando que la creación de comunidades y asociaciones religiosas decretada o consentida por los anteriores gobiernos tenía por objeto establecer en España, instituciones contrarias a la libertad.

“Considerando que estas comunidades religiosas hacían parte integrante y principal del régimen vergonzoso y opresor que la nación acaba de derribar con tanta gloria, etc....

“Espantosa iba siendo la anarquía que reinaba y aún reina por todas partes, e inconcebible las contradicciones del gobierno provisional y de las juntas, los cuales proclaman el derecho de asociación pacífica y disuelven las conferencias de San Vicente de Paul y extinguen los conventos de religiosas”.

Por su parte Carlos Valverde López refiere lo que sigue:

41 Pueden verse las escrituras en AMPP, oficio de Patricio Aguilar, leg. 581, fol. 172, otorgadas a favor de D. Juan Alcalá Zamora Caracuel, en fecha 9 de marzo y 13 de septiembre de 1873, y en las que ya se habla de Plaza Nueva, actual Paseíllo. En 9 de febrero de 1874 don Juan Alcalá Zamora inscribió a su favor el título de adquisición de los dos solares. Sin duda se le premiaban así sus servicios por su participación política desde 1868. En ellos haría su casa principal y otras diez más por importe de 300.400 reales que enajenaría posteriormente. La suya la describe así el Registro de la Propiedad de Priego: “Finca n.º 5755. N.º 1. Finca urbana. Una casa principal y diez pequeñas situadas en la Plaza de Abastos de esta villa, formando el todo de las mismas una sola manzana. Con una sola fachada formadas sobre una superficie de mil ochenta y tres metros y ochenta y siete decímetros cuadrados. La primera contiene en su planta baja zaguán, grandes portales, con loserías blanca y negra de Génova, dos salas, dos cocinas, una a la francesa y otra a la española, corredor, varios cuartos dormitorios, tres despensas, despacho con puertas a la calle Cava, bodegas de tinajas, lavadero y caballerías, dos patios y jardín con sus fuentes de agua potable. En la planta alta contiene una escalera con peldaños de piedra blanca de macael, pasamanos de tierno calado, antesalas, tres salas, cinco cuartos dormitorios, gabinetes, graneros, cuartos pasadizos, todo losado de losa berroqueña y de cielos rasos con buenas puertas, cerraduras y cristales. Y en el tercer piso un desván y azotea cubierta con cierre de cristales. Las diez pequeñas contienen en su planta baja portales para tiendas cuarto pasadiso y patio; en la alta antesala y sala”. Algunos miembros de esta acreditada familia local toman durante este tiempo posiciones ventajosas respecto de la facción carlista, que lideraban, entre otros, algunos miembros de las familias Valverde y López Caracuel. Federico Alcalá Zamora en 5 de mayo de 1869 es relevado del cargo de segundo alcalde y concejal de la villa por haber sido nombrado Comisario de Ferrocarriles. Ver Actas de la Diputación Provincial, año 1869, fol. 106.

42 En el Boletín Eclesiástico del Obispado de fecha 8 de enero de 1873, p. 17, se indica que el valor de los bienes de que se incautó el estado pertenecientes al clero secular y regular y de las fábricas de las Iglesias fluctuó entre 2.500.000 y 5.000.000 de reales.

43 Biografía y memorias especialmente literarias de Don Luis María Ramírez de las Casas Deza, entre los Arcades de Roma Ramilio Tartesiaco, individuo correspondiente de la Real Academia Española, Instituto de Estudios Andaluces, Córdoba, 1977, p. 268.


“No terminó el año (1868) sin que otro acontecimiento impresionara, siquiera fuese en distinto sentido, a este vecindario: en la semana anterior a la Pascua de Navidad, se procedió a la exclaustración de las religiosas de la Orden de Santa Clara, existentes en el Convento de lo que hoy es plaza pública.

Esto se efectuó al anochecer, y yo, desde un quicio de la puerta conventual, presencié la salida de todas ellas. Desalojaron el local una a una, con el velo echado sobre el rostro y acompañada cada cual por su familia o persona de su confianza.

Era a la sazón abadesa de la Comunidad mi tía sor Manuela Valverde, quien al poco tiempo se recluyó en un convento de Alcaudete donde murió.

El convento de Priego quedó vacío y su iglesia se cerró al culto bien pronto. Las imágenes y cuadros de ella pasaron a otros templos; las puertas de la calle son las que hoy dan entrada a mi molino” 44. Sin embargo, todavía y hasta que fuera derribado fue utilizado en algunas “empresas” 45.

Aspectos económicos El convento de San Antonio dispuso de un abultado patrimonio. Se conserva

afortunadamente también el libro de hacienda (llamado, creemos, en el lenguaje del monasterio “libro de capitales”), en el que se relacionan tanto los bienes como los movimientos de caja y cobro de créditos, y cuyo estudio puede descubrir nuevas facetas para un mejor conocimiento de la importancia patrimonial del cenobio 46. No vamos a hacer su estudio, sin embargo, porque ello traspasaría los límites que nos hemos impuesto en este trabajo, pero tampoco queremos dejar de completar la correspondiente página que nos permita hacernos una idea de la afirmación antecedente. Nos servimos de un inventario que se conserva íntegro localizado en el Archivo Histórico Provincial de Córdoba y formado por causa de las primeras leyes desamortizadoras 47.

44 Valverde López, C., Memorias íntimas y populares, Granada, 1987, Ed. El Almendro, pág. 150. El molino estaba situado en la calle Tras de las Monjas, Cfr. “Partido de Priego. Comprende Partido de Priego de Córdoba y sus agregados”, en Guía de Córdoba y su provincia, Córdoba, 1..., p. 531, emplazamiento en donde también se anuncia su propietario como abogado.

No menos traumática fue la incautación de otros monasterios, como el de Aguilar, población en la que las monjas protestaron airosa y jurídicamente, acudiendo al notario en 27 de abril de 1873 y manifestando que salían de su convento “contra su terminante voluntad”. Cfr. “Notables sucesos religiosos en nuestra diócesis”, y “Expulsión de las dos comunidades de religiosas de Santa Clara y Concepcionistas de la ciudad de Montilla”, en Boletín Eclesiástico del Obispado de Córdoba, de 19 de julio de 1873, pp. 115-127.

45 En 1869 se levantó en sus aledaños, en el ángulo comprendido entre la calle Cava y Carrera de las Monjas, un espacioso tablado, a cuyo pie daba guardia la milicia nacional que tenía su retén en el exconvento. Cfr. Valverde López, ob. cit., p. 150.

46 Lleva por título Libro en que se escriue la hacienda que tiene este conuento de mi padre Sam Antonio de Papua de Priego. Hiçose por mandado de N.R.P. Fr. Francisco Soriano, ministro provincial de esta santa provincia de Granada, siendo abadesa la Madre D..ª María de San Pedro y Toro y superintendente administrador el P. Predicado Fr. Salvador de Flores. Año de 1672. En el mismo manuscrito se indica que lo heredó el presbítero D. José Serrano Aguilera de su tío el presbítero D. Antonio Aguilera Jiménez, el cual lo entregó a la parroquia el día 7 de noviembre de 1949.

47 Hay, no obstante, importantes documentos en ADM, como el que lleva por signatura 2236-064-010 (en AGA 1102/134-405), por el que Pedro Sancho de Navarra, juez de comisión, vende al convento la heredad del Cigarral, escritura ante Francisco Suárez, traslado de 23.7.1746; o el 2911-089-014 (en AGA 1141/480-483) sobre los capítulos para la transacción, convenio y concordia entre la abadesa del convento para cortar el pleito con los interesados en los diezmos de la villa; o el 1164-022-007 (AGA 1036/263-272), de fecha 25.7.1707, por el que José de la Oliva presta declaración en el pleito entre el convento y varios vecinos


Los azarosos hechos sucedidos en la primera mitad del siglo XIX (invasión napoleónica 48 y exclaustraciones de los conventos franciscanos masculinos de la villa (San Francisco, San Pedro) y la de los hospitalarios y carmelitas), produjeron la natural inquietud y zozobra, incrementada por las disposiciones emanadas de la Real Orden de 7 de febrero y Real Decreto de 8 de marzo, que tuvo su reflejo en el inventario practicado en 1837, comenzado el 31 de ese mismo mes y concluido tras varias sesiones el día 8 de abril. Fue confeccionado y suscrito por la abadesa sor Antonia Villalobos, don Bernardo Muñoz Piquer, comisionado subalterno de arbitrios y amortización del partido de Priego, y don Jerónimo Caracuel, administrador de rentas nacionales y delegado del contador del ramo. Constituían a la sazón la comunidad 21 religiosas 49. Es éste sin duda un documento importantísimo para cuantificar el patrimonio del convento a deducir de las propiedades y productos reconocidos jurídicamente a su favor. Entre ellos se incluyen como más significativos las fincas rústicas: el cortijo del Caballero en el Campillo, de 150 fanegas, el llamado del Soldado de Priego, de 70 de tierra y monte, el del Barranco de la Palma o Pedriza, el de la Poyata en la cuesta de Algarinejo, de 284, el de la Calzada, de 217, el del Peñón con 279, dos de nombre Alcaraz, con 361 y 88 respectivamente, el del Campillo de Molina, con 148, el de Millán o Castellar en el Arroyo de las Parras, con 215, el del Portillo, con 115, y el de Ramírez, con 104, ambos en las Lagunillas, el de la Cruz, el de Santa Clara en el Barranco del Lobo, el de San Bernardo también en el Castellar, con casa de teja, y 147 fanegas de cabida, el de Azores y Haza de la Peligra, con 96, el de los Merinos, de 119, y el de las Navas y Puente del Bebedero, de 106. Otro tanto podría decirse de las hazas y chozas (del Sillero y Barrientos en las Lagunillas, del Navazo, de la Fuente de la Madera, de Espinar en los Charcones de Lagunillas, la del Arroyo de Cabrera, el Higuerón, y la de San Antonio); de las caballerías (la del Portichuelo de los Mojones, la de Encina Morales, la de la Alberquilla, la de la Cubertilla, la de Castil de Campos, llamada de Peñalosa, y la de Cornicabras); y de los huertos y huertas (la del Callejón del Barranco, las del Valle de San Luis, la de las Navas, las de la Vega, la de la Fuente Milana, la de la Peña del Búho, la del Perulejo y Salado, la de la Fuente de la Cubel, la de las Ánimas, la de la calle Valdadores, la de Marchar, la de Morales en la Hoya, la de la Venta en las Navas, las de la Milana, Zagrilla, Azores y Saltadero, las de la Fuente María, la de los Prados, la de la Moraleda, la de los Morales por bajo del Adarve, Puerta del Sol y Genilla la baja). Capítulos igualmente destacados lo constituyen el conjunto de hazas de secano y riego (situadas en la Fuente Cubel,

sobre el reparto del agua de la Fuente Milana y Genilla; o el 1186-022-029 (AGA 1036/483-491), de fecha 19.7.1749 por el que Bartolomé de Rojas testimonia en los autos entre el marqués y Sor Estefanía de Quiroga y León, y religiosas del convento sobre las escribanías públicas y de número de la villa.

48 En el testamento de doña Luisa Carrillo Albornoz, viuda de don Ambrosio Caballero y Góngora, y padres de la clarisa Sor María de la Concepción Caballero y Albornoz se dice: “..considerando las causas que han sobrevenido a motivo del intruso gobierno francés que puso en un estado lamentable y de indigencia principalmente a expresado convento y sus religiosas”. Cfr. AMPP, leg. 409, fol. 150 vto.

49 Componía la Comunidad el 21 de marzo de 1837 las siguientes: Sor Madre Abadesa Doña Antonia Villalobos, Sor D.ª María de la Candelaria Infante, Sor D.ª Francisca de Paula Míguez, Sor D.ª Juana Cecilia García de la Nava, Sor D.ª Josefa de la Presentación Madrid, Sor D.ª Francisca María Lucena, Sor D.ª Pascuala Trujillo, Sor D.ª Francisca de Paula Infante, Sor D.ª María Rosalía del Pino, Sor D.ª Antonia Serrano, Sor D.ª Antonia María del Pino, Sor D.ª Micaela Álvarez, Sor D.ª María Josefa Ximénez, Sor D.ª Ana de los Ángeles, Sor D.ª Manuela Valverde, Sor D.ª María Josefa Madrid, Sor D.ª Isabel García, Sor D.ª María Ramona, Sor D.ª Teodosia Roldán, Sor D.ª Francisca de Paula Martínez y Sor D.ª Francisca Tallón.


Hoya, Valle de San Luis, Almorzara (sic) y Llano Carretero, Perulejo, Fontanar y Fuente Milana, todas ellas en el término), y el de casas y molinos (el de pan de dos paradas en Almedinilla, la tenería, dos tiendas en la Plaza, otras dos casas, una mayor y otra menor en Almedinilla, otra arruinada en los Perulejos y otra contigua al convento dada al mandadero). Numerosos son los censos impuestos a favor del convento tanto en Priego como en Carcabuey, las memorias, rentas de valimiento, títulos de pertenencias, créditos en su contra y libros. Sobre este último particular, son de reseñar el titulado de hazas, huertos, huertas, cortijos y casas, el de censos, el de recibo de las rentas de trigo de las hazas y cortijos, el de los granos y el de asiento 50.

En el inventario de 1837 51 se consignan varios epígrafes que revelan la riqueza patrimonial del convento: fincas rústicas, chozas y hazas, caballerías, huertas, casas, censos de Priego y Carcabuey, memorias, títulos de pertenencia, créditos en contra, y libros.

Las rentas del convento, a deducir de su patrimonio, debieron ser muy cuantiosas. Consta en el Libro de Profesiones los importes de las dotes, expresadas en ducados, y aumentadas progresivamente con el tiempo. En algunos casos el ingreso de la novicia se condiciona y va aparejado con la entrega en metálico de una determinada cantidad producto de una transacción de un inmueble sobre el que recae un gravamen. Así se consigna en escritura de 6 de abril de 1773 otorgada por el convento contra don Antonio de Gámiz Aguilera, quien confiesa haber comprado el día de la fecha tres cuartas partes de una casa dotada de fuente de agua corriente en la ya entonces llamada Carrera de las Monjas, de la que poseía una de ellas su esposa doña Antonia González de Molina, dos partes don Juan Míguez de Arana y su mujer doña Josefa Gabriela González de Molina y la restante don Joaquín Caballero y otros consortes, que eran los que se las habían vendido. La finca adquirida resultaba además con el cargo y gravamen de tres principales de censo que sobre sí tenían, con el particular de estar afectas e hipotecadas las partes del matrimonio Míguez-González de Molina a la seguridad de 6.600 reales a pagar al convento de Santa Clara en concepto de ayuda a la profesión de su hija menor doña Francisca Míguez, una vez que se cumpliera dicha condición de profesar en el referido monasterio 52.

Otro aspecto de interés relacionado con la vida de convento en el siglo XVIII lo ofrece la “tasa y distribución de la hacienda y rentas” para sus gastos. Han llegado a nuestro conocimiento dos documentos correspondientes a los años 1712 y 1747, aunque en el primero por nota se indica que se hizo otra en 1730, y hay suficientes indicios para afirmar que hubo también otras anteriores. Ambas reflejan el estado del consumo del monasterio en cuanto a sus productos básicos o esenciales. Y su comparación es elocuente.

50 Una copia del original se encuentra en el Archivo Histórico Provincial de Córdoba, al que hemos tenido acceso para constancia de los datos referidos supra.

51 Cfr. AHPC. Priego: Inventario de Monjas Franciscas de Santa Clara de Priego: Inventario de las fincas y bienes pertenecientes al convento de monjas de Santa Clara.

52 Cfr. AMPP, protocolo de Juan Antonio García Moreno, fol. 89 s., en la que se añade que tanto si se saliere del convento la novicia, como si se quedare sin profesar la cantidad indicada la percibirá el convento, como si hubiese profesado teniendo la edad.


El expediente se inicia a instancia de la abadesa dirigida al ministro provincial 53 con fundamento en el aumento del caudal del convento, quien libra una patente en la que exhorta al P. fray Francisco Antonio Martínez, contador de la provincia, a verificarla “teniendo entera satisfacción de la ciencia, conciencia y experiencia de V. R. en materia de cuentas”, y que “la hará con toda legalidad”.

En el año 1712 la renta del convento ascendía a 24.175 maravedíes que se distribuía de la siguiente forma (ver cuadro) aplicada a la Comunidad constituida por 45 monjas. En cuanto al gasto de ración se computa doble a la abadesa. En la ayuda para el lechón de San Andrés, en cambio, no se le reputa doble. Respecto al aceite la arroba se valora en 16 reales y se distribuye su importe total que alcanza la cifra de 23 arrobas, entre la madre abadesa para los gastos de su oficio (3), madre provisora (11), repartidas entre la lámpara del Santísimo de la Capilla Mayor, confesor (1), candil de la cocina (1) y lámpara del dormitorio (3), madres sacristanas para las lámparas del otro dormitorio (6), coro bajo (1), madres enfermeras (2) y farol de torno (1). Cuarenta reales de la partida de la cera se aplican a la fiesta entre año, monumento y Candelaria. La cantidad que recibe la madre enfermera va a parar “a las yerbas de las aguas”. Las partidas correspondientes a monjas traen su causa en rentas privativas y se anotan como reservas. La que corresponde al cirujano se distribuye por igual entre sangrías (100), cirugía (100) y sanguijuelas (100). En el gasto de la botica se encarece que las madres del gobierno, discretas y demás religiosas que “procuren con gran cuidado y vigilancia el excusar todo lo que fuere superfluo en sus curaciones, sobre que se les encarga las conciencias, pues de lo contrario darán estrechísima cuenta a Dios. Se establece un régimen especial para los apreciadores de trigo, cebada y bellota, no contabilizándose los de las caballerías. Las religiosas difuntas devengarán al síndico del convento de San Francisco la ración de un año de superlicencia, y las criadas de dos años de antigüedad 100 reales por 50 misas a dos reales de estipendio cada una. De los 220 reales que le corresponden al sacristán se detraen 20 para zapatos. Se distingues y diferencia el oficio de casero y el de mandadero. Habiéndose distribuido solo 20.908,16 reales quedaba un saldo favorable de 3.266,18, que se repartirían entre el agente cobrador (1.000) y 2.266,18 para las obras y gastos menores. Finalmente se establece la renta de trigo (arrendamiento de tierras a grano y molino de pan) que se eleva a 590 fanegas, de las que 498 serán distribuidas entre las religiosas, madre abadesa, sacristana, casero y mandadero, quedando un remanente de 92. Por lo que respecta a la renta de cebada ésta alcanza a 133 fanegas, distribuidas entre las religiosas, visitas y elecciones del P. Provincial (a éste para la ayuda al sustento de la mula) y enfermera (para el cocimiento de las enfermas), quedando como remanente 104 fanegas al resultar un gasto anual de 28 fanegas y 2 celemines. Y finalmente se ordena que se reparta entre las religiosas profesas la renta de semillas, gallinas, escaña, fijándose que de la renta de cebada perciba el agente cobrador 12 fanegas.

53 Cfr. Lo era en la primera de ella dada en Lucena el 25 de mayo de 1712, fray Miguel de Aguilar. AHPC., legajo 2339.


CONCEPTO IMPORTES EN REALES Y MARAVEDÍES

Ración ordinaria 1.992,16

Leña de comunidad 936

Ayuda un lechón 3.150

Bulas 112,50

Sal 70

Sermones 119

Fiesta de Navidad 60

Fiesta de S. Antonio 100

Fiesta de Santa Clara 100

Fiesta de la Purísima 100

Semana Santa 100

Confesiones de regla 110

Vinagre 16

Aceite (23 @) 368

Vino 44

Cera 640

Madre enfermera 20

Sor María Micaela de San José 132

Sor María de San Juan 66

Sor Antonia de Cristo 66

Sor Ana de Jesús y Palomar 165

Sor Teresa de San Pablo 33

Vestuario del Padre Confesor 200

Médico 250

Cirujano y sangrador 300

Botica 400

Memorias de misas 360,17

Memorias a la iglesia parroquial 69,06

Patronato de Fernando García Pastor 110,10

Conde del Arco 20

Capellanía de don Pedro Aparicio 6

Gastos de apreciadores de frutas, trigo y bellota 200

Sacristán 220

Casero y mandadero 330

TASA Y DISTRIBUCIÓN DE LA HACIENDA Y RENTAS DE 1712


El segundo expediente 54 se insta por Nicolás de Torres y Gadea en 1747 quien actúa en nombre del convento poniendo en conocimiento de la autoridad abacial la petición formulada por éste para la asignación de millones que necesitaba para su consumo libre de toda clase de derechos y sobre cuya cuestión se había seguido pleito en el tribunal eclesiástico de Alcalá la Real entre aquél y la Real Renta de Millones de la villa de Priego con base a la asignación hecha para el estado eclesiástico en 1743.

Según el testimonio expedido al respecto el convento tenía 76 personas, de ellas 35 religiosas profesas, 6 novicias, 30 doncellas sirvientes, el padre vicario confesor, el mayordomo, el casero, el sacristán y el mandadero. Se especifica que para una familia de tres personas se asigna por día una libra de carne de a 32 onzas, por lo que le corresponde a toda la Comunidad (computada como 25 familias), días clásicos, pascuas y extraordinarios incluidos, 25 libras y 10 onzas. En el mismo documento se explicita el destino de algunas de las partidas. Por ejemplo el aceite se debe emplear en luces de las religiosas, lámparas de la iglesia y coro, faroles en escaleras, dormitorios, oratorios y sitios de devoción dentro de la clausura. El vino se destina al gasto del culto divino, funciones de titulares y demás festividades clásicas. El jabón para la ropa, sacristía, refectorio, enfermería y la de los sirvientes. La nieve se precisa en los cuatro meses y medio de calor. El pescado fresco y bacalao en Cuaresma, Adviento y días de abstinencia. El cacao en los días de las Pascuas y titulares, gratificaciones de los bienhechores y visitas de los superiores. El azúcar para labrar el chocolate y “maniobra” de dulces. Respecto a otros productos (papel, canela, clavo, pimienta, lienzos, mistelas, aguardientes y otras especies que causan millones) se indica que de ellas se provee el convento en los puertos y sus administraciones se devengan en rentas generales, no pudiéndose determinar los derechos que corresponden hasta que no se envíe a por ellas y se expida testimonio.

54 AHPC., leg. 2337.

CONCEPTO CANTIDADES

Carne 25 librasCerdos 54Aceite 280 arrobasVino 300 id.

Vinagre 140 id.

Jabón 50 id.

Nieve 280 id.

Pescado fresco 160 id.

Bacalao 60 id.

Cacao 16 fanegas

Azúcar 100 arrobas

Otras Sin determinar

TASA Y DISTRIBUCIÓN DE LA HACIENDA Y RENTAS DE 1747


Aspectos jurídicosDesde un primer momento, como fácilmente se puede colegir ante tan abultado

patrimonio y su administración, la vida del convento en su dilatado periodo, se vio inmersa en un considerable número de controversias no pocas de los cuales terminaron en litigios ante los tribunales. El Archivo de la Real Chancillería de Granada conserva numerosos expedientes a los que hemos tenido acceso y en los que se plantean interesantes litigios 55.

Comenzamos por el que lleva por fecha la de 1621 instado por Alonso de Morales, mayordomo del convento, contra el vínculo y patronazgo que sobre sus bienes dotó y fundó Hernando García Guerrero y su mujer doña Inés López de Gámez, en cuyo testamento se dejó dispuesto se entregaran al convento 800 ducados destinados a la fiesta cantada de Nuestra Señora por sus ánimas, durante cada sábado del año perpetuamente, poniéndose en ejecución a la muerte de cualquiera de los cónyuges. Muerto el testador su mujer revocó la referida manda, por lo que el convento pretendió que de los bienes del difunto le fuera satisfecha la cantidad a la que aquél se había obligado. El alcalde mayor, el doctor don Gómez Esquivel de Santa Eufemia, ante el que el pleito se sustanció, dictó auto declarando no haber lugar a recibir el pleito a prueba como pretendía el patronato, contra el que la parte contraria representada por su procurador Pedro Sánchez Moreno en nombre del administrador Pedro García Guerrero se opuso alegando que tenía derecho al recibimiento a prueba del pleito, y a que de la hacienda que administraba solo pudieran detraerse 400 ducados, los que le correspondían al testador, pero no alcanzase a los de su mujer 56. El pleito se complicó pasando a la jurisdicción de los oidores de la Chancillería de Granada quienes retuvieron su jurisdicción, ante la petición formulada por el demandado de recusación de la justicia de la villa de Priego.

Tiempo después, en octubre de 1621, el procurador de las monjas comparece ante el tribunal alegando que la disposición testamentaria no podía ser revocable una vez sucedió la muerte del testador, porque “luego comenzó a tener ejecución”, solicitando se le diera la posesión de tierras y censos del patronato en cantidad de 800 ducados. El tribunal acordó tenerlo por concluso el 5 de noviembre de 1621. Dos años después, en 3 de octubre de 1623 falló la Audiencia constituida por los oidores don Gaspar de Saavedra, don Juan del Castillo y Sotomayor y don Antonio de Valencia, condenando al patronato a pagar la mitad de los 800 ducados y mandando se le entregara al convento las tierras señaladas en el testamento y lo demás en censos, para que con ello se cumpliera la voluntad del testador en cuanto a la mitad de las misas y los demás sufragios contenidos en la manda, las cuales se dispuso que se dijeran por el alma del fallecido solamente, absolviendo a su mujer del pago de los 400 restantes. No satisfecho el convento con la resolución, la apeló alegando que los testadores acordaron que fue su voluntad que la

55 Algunos de los expedientes aparecen confusos, incluyendo documentación del convento de concepcionistas de Nuestra Señora del Rosal, de Priego de Cuenca, o de otros asuntos.

56 Con tal motivo se reunieron el 3 de marzo de 1621 la Comunidad “a clamor de campana tañida” integrada a la sazón por la abadesa María de San Luis Enríquez, la vicaria Isabel de San Pedro, y las monjas profesas y conventuales Inés de San Miguel, Isabel de la Cruz, Micaela de Jesús, Isabel de San Francisco, Magdalena de Santa Ana, Isabel de San Antonio, Juana de San Antonio, María de Santa Clara, Catalina de San Antonio y Catalina de Todos los Santos, para otorgar poder con el que comparecer en la Chancillería de Granada, el cual recayó en el procurador Jerónimo de la Torre de Epalza.


manda se contrajere a la cantidad de 800 ducados solo con la muerte de uno de ellos 57. De nuevo, en 1672, el convento se ve inmerso en otra controversia 58. Comparece

en su nombre fray Salvador de Flores, en calidad de superintendente 59, ante el alcalde mayor de Priego don Alonso Fajardo Mesía, y declara que su representado tiene y posee por suyo propio un crédito derivado de unos censos impuestos sobre un cortijo y tierras sitas en Lagunillas, de cabida total 115 fanegas, pertenecientes en parte al convento y en parte a doña Antonia Ramírez de Tejada, mujer de don Juan de Rueda Palomar, alguacil mayor del Santo Oficio de la Inquisición de Córdoba, cuyos principales alcanzan a más de 800 ducados, por lo que aquél solicita que se liquiden por el obligado los réditos y costas. Dirige su demanda el convento a todos los implicados en el asunto, demandando a don Juan de Rueda y a sus vendedores, la familia Jiménez Barrientos.

En 1672 los dueños del cortijo, Gregorio Jiménez Barrientos (hijo y heredero de Cristóbal Jiménez Barrientos) y Pedro Lozano (marido de Francisca Jiménez Barrientos) pagaban en concepto de censos impuestos sobre su finca la nada desdeñable cantidad de 521.040 maravedíes (209.440 a don Juan de Rueda, 10.000 al convento de Santa María Egipcíaca de Córdoba y 301.600 al convento de San Antonio de la villa de Priego). Resultaba obvio, como se declaraba en la escritura de reconocimiento y traspaso de censo a favor de este convento, otorgada en 23 de octubre de dicho año, que los titulares se hallaban imposibilitados de poder labrar y cultivar el cortijo y sobre todo imposibilitados de poder pagar sus réditos. Ello obligó a los propietarios del cortijo gravado a traspasar una parte al convento en pago de sus censos y réditos, no sin antes hacer determinadas diligencias y ofertas a los acreedores, y entre ellos a don Juan de Rueda Palomar, quien no lo aceptó, haciéndolo en cambio el convento de San Antonio, comprometiéndose éste a su vez a reconocer y pagar lo debido a los otros acreedores.

Ante tal estado de cosas los mismos titulares Gregorio Jiménez Barrientos y Pedro Lozano venden la otra parte a don Juan de Rueda con los principales de censos y corridos impuestos sobre el cortijo objeto de ella, a cambio de una casa situada en la calle Loja, habiendo también aquél comprado el fruto de bellota por 40 ducados. Y éste a su vez se querella contra aquellos, quienes alegan no haber existido con el comprador contrato perfecto de venta. Tras un azaroso procedimiento probatorio, en que los testigos “llevados del afecto del poderoso”, a juicio de los demandados, declararon sobre los hechos, concluyeron estos solicitando la absolución, entre otras razones por no haber intervenido en el contrato la mujer de uno de los demandados, Pedro Lozano.

En 7 de agosto de 1673 se dictó finalmente sentencia fallando el juez don Juan de Liébana Roldán, alcalde mayor de la villa de Priego, absolviendo a don Juan de Rueda y reconociendo pertenecerle las 38 fanegas de tierra con sus árboles de encinas y quejigos y la casa cortijo de un cuerpo que en ella había, y las 22 fanegas y media de tierra con sus árboles también de encinas y quejigos, datas de sus censos en la concurrente cantidad que correspondía a cada fanega de dichas tierras. Entre los restantes pronunciamientos quedaron declarados absueltos igualmente los demandados en cuanto a la acción criminal

57 No contiene el expediente la sentencia de revista, desconociéndose si al final el convento logró la satisfacción completa de su pretensión. Cfr. ARCHGr., cabina 3-legajo 688-pieza 4.

58 Cfr. ARCHGr., Sala 3ª, legajo 1.391- pieza 13.59 Éste había sido apoderado por el ministro provincial fray Francisco Soriano en la ciudad de

Jaén, a 12 de junio de 1670.


interpuesta por don Juan de Rueda contra Gregorio Jiménez Barrientos y Pedro Lozano y de las multas impuestas por don Alonso Fajardo Mesía, alcalde mayor de la villa de Priego, condenándoles en las costas devengadas a la fecha de 18 de noviembre de 1672, ya abonadas.

No pararon ahí las cosas, pues el convento obtuvo una real provisión a su favor, dada en 26 de septiembre de 1675, permitiéndole formular un interrogatorio de preguntas conforme a las cuales deberían ser preguntados los testigos que presentaran, y en particular si sabían si antes de traspasarles al convento Gregorio Jiménez Barrientos y Pedro Lozano, como dueños del cortijo y tierras de Lagunillas, se lo ofrecieron a don Juan de Rueda por su censo, por los que se pagaban al convento y al de Santa María Egipcíaca de Córdoba. También habrían de ser preguntados los testigos sobre si las 60 fanegas de don Juan de Rueda eran las mejores del cortijo y si valían la mitad más que las que le quedaron al convento por dar mucho fruto y ser las tierras de mejor calidad; y si de haberse encargado el convento de pagar todos los censos impuestos sobre dicho cortijo no hubiera aceptado el traspaso que le hicieron del cortijo por no valer las tierras restantes los censos que sobre el cortijo tenía el convento 60.

En 11 de septiembre de 1676 se dictó nueva sentencia confirmando la de instancia, la que fue suplicada por el convento sin que conste la definitiva 61.

Quede, sin embargo, patente el peregrinaje judicial del convento y la defensa a ultranza de sus derechos supuestamente conculcados.

Tal es el caso de la controversia promovida en el año 1714 por don Juan Francisco Parrilla, vecino de Priego y ex -administrador de los bienes y rentas del convento, contra éste, sobre el abono de diferentes partidas que dio por no cobradas en las cuentas de dicha administración y de las que resultó alcanzado. Planteado el asunto ante la Justicia de la villa, el convento recusó al abogado que la había asesorado, don Luis Infante, entre otras personas, y el juez condenó al pago de las costas del incidente al demandante. Considerado lesivo este pronunciamiento el condenado la impugnó argumentando que le correspondían abonarlas por entero al convento recusante, o al menos la mitad, amén de haberse practicado una tasación excesiva e indebida, solicitando la remisión de los autos al tasador general de la Corte 62.

Al año siguiente comparecen igualmente ante los tribunales Francisco González Santaella y Bartolomé Martín, querellándose contra el corregidor, porque teniendo los litigantes arrendado un molino de pan moler propio del convento de Santa Clara por 287 fanegas de trigo al año, éste solicitó a aquél que los prendiera suponiéndoles deudores de crecidas sumas. El documento señala que “por el mucho manejo que (el convento)

60 Componían la comunidad entre otras madres, doña Ana María San Pablo y Serrano, doña Catalina de Cristo y Espinosa, y doña Águeda de la Ascensión y Bustos.Y presidente del convento de san Francisco, fray Bartolomé de Porres, por ausencia de su guardián fray Bartolomé de Castro.

61 El legajo que documenta el pleito, lamentablemente, no se encuentra completo, antes bien está bastante deteriorado, lo que impide en no pocas secuencias restablecer el discurso del proceso en cuestión. Desconocemos el total desenlace del pleito. Existen en el Archivo de la Chancillería otros expedientes sobre rentas y censos de relativo interés. Así sucede con el datado en 1689 por el que el convento demanda a José Rodríguez de Lara, marido de María de Linares, y en cuyo pleito recayó auto de ejecución por cierta cantidad de maravedíes de los corridos de un censo de 280 ducados de principal impuestos sobre 50 fanegas de tierra de encinas en el sitio del Castellar.

62 Cfr. ARChGr., 321/4327/31.


tiene con dicho corregidor consiguió el que pusiese preso al dicho Bartolomé Martín”, y hubiese conseguido otro tanto con Francisco González si éste no hubiese colocado en el molino a un hombre con salario de seis reales cada día para que percibiese las maquilas. Asimismo se habían embargado los ganados de los querellantes y los habían puesto en depósito para venderlos, pues la pretensión era la de “destruir a las partes”, originándose crecidas costas y salarios sin justa causa. El querellante alegaba que el molino molía más de 30 fanegas de trigo y con su maquilas se podía pagar cómodamente la renta, lo que no se había verificado por la sequía que había padecido la villa en 1715, y porque la acequia no llevaba el agua suficiente –se molían sólo 15 fanegas- y porque además tan solo se podía hacer tres días a la semana, ya que los demás días el agua la utilizaban las huertas para el riego, y que en años anteriores no hacía falta el agua de los riegos por lo abundante, siendo suficientes las fianzas para evitar la cárcel. Los querellantes concluían pidiendo una real provisión que acordara la libertad del preso y que cesaran las vejaciones y molestias. El 22 de agosto de 1715 la Real Chancillería acordó que la justicia de Priego oyera a ambas partes sus excepciones y defensas “obrando conforme a derecho, sin dar lugar a quejas”.

La amplia riqueza rústica del convento, propietario de varias huertas de riego, fue también causa de no pocas controversias.

Traemos ahora a colación la generada en el 11 de junio del año 1731, ante el corregidor de la villa de Priego, por don Francisco Coello, don Andrés Bravo y doña Juana del Villar contra don Juan González de Molina, en cuya petición exponían aquellos que había llegado a su conocimiento que por éste se había otorgado escritura de arrendamiento vitalicio de un huerto de morales propiedad del convento, que confinaba por las espaldas con las casas y otro huerto de su propiedad. Alegaban también que el referido don Juan se había obligado a incluir el riego del huerto de las monjas por sus propias casas, en donde él tenía el repartimiento, causándoles el correspondiente perjuicio, cuando desde siempre se había regado por el caz o acequia antigua, atravesando antes los huertos de los demandantes, que tenían la cuasi-posesión del acueducto, y posteriormente el de las monjas. A tal efecto se le había requerido al demandado intimándole a que no inquietare ni perturbare ni extraviase el agua y riego para el susodicho huerto, ni usase de él salvo cuando le tocase el reparto del agua por la acequia antigua como de costumbre, so pena de 50 ducados. El pleito de retener la posesión había seguido sus trámites con determinados reconocimientos (vista de ojos) y alegaciones de contrario, para finalmente recaer auto acordando amparar a los demandantes y ordenando dar parte al alcalde repartidor del agua para que el agua se condujere por la acequia antigua y no por la nueva so pena de diez ducados y veinte días de prisión.

Si el patrimonio inmueble del convento se acrecentó con el tiempo considerablemente fue debido a una serie de circunstancias tan variadas como provechosas. Baste reseñar lo contenido en un pleito de mediados del siglo XVIII entre José de Trillo y el convento, a quien éste le había arrendado un molino de pan moler en 1745, dejándole a deber en 1748, fecha de su término contractual, la cantidad de 364 fanegas de trigo aproximadamente. Tras diversos requerimientos aceptó el deudor en la cesión de una haza de tierra y monte de labor suyo lindante con dicho molino apreciada por peritos. El convento prevaliéndose de su ventaja trató de cuantificar el precio del trigo a razón de 50 reales fanega para consumir todo el valor de la finca, produciéndose


en el caso cierta extorsión, pues el valor otorgado no era el de los años en que se causó el débito, en que la real tasa solo ascendía a 28 reales, sino el posterior que había aumentado considerablemente a casi el doble 63.

Con ser elocuentes estas notas no menos lo son las partidas que en 1753 se encuentran relacionadas en el Catastro de Ensenada. Su división alcanza a varios segmentos muy nutridos de bienes o derechos: casas urbanas y en el campo, tierras de secano y de regadío, censos, memorias y bienes y rentas propiedad de las monjas a la sazón profesas en el convento 64.

Aspectos demográficosLos libros del género (clero religioso regular femenino) destacan ante todo los

casos de religiosas ejemplares o de singular y piadosa vida. En el convento de San Antonio de Priego el P. Torres 65 selecciona a dos de las fundadoras (Sor María de San Luis y Sor Inés de San Miguel) y agrega otras tres más (Sor Magdalena de Santa Ana, Sor María de Jesús y Sor Gabriela de San Agustín 66). La primera era hermana de la marquesa de Priego, doña Juana y de la duquesa de Osuna, doña Catalina Enríquez de Ribera y Cortés, casada ésta con el tercer duque don Pedro Téllez-Girón y Fernández de Velasco, llamado “El Grande” (1574-1624) 67, séptimo conde de Ureña y segundo marqués de Peñafiel. Por lo que respecta a Sor Inés de San Miguel, también fundadora, sucedió a la anterior en su cargo de abadesa. De ella refiere habérsele aparecido su predecesora y haberle encomendado que cuidare que no decayera la Comunidad en la observancia de la regla y de las costumbres que había introducido la primera. A los diez años renunció a la prelacía, pero pasado el trienio trataron de volverla a elegir, a lo que se opuso arrojándose a los pies de sus hermanas, que compadecidas “pusieron sus ojos en otra”. Falleció en 1641 “con loable opinión”. La tercera de las reseñadas, Magdalena de Santa Ana, era hija de cristianos viejos, honrados y ricos. Fue muy devota de las Ánimas

63 En 1752 componían la Comunidad la abadesa sor Josefa Antonia de San Gabriel Fernández del Campo, y las monjas sor Estefanía de San Leonardo Calvo de León, Sor Manuela Antonia González de Molina, sor Ángela de San Bernardo, Sor Rosalía Antonia de Santo Domingo y Arias, sor María Francisca de la Asunción y Salazar, sor Manuela de la Madre de Dios y Quiroga, sor Rosa de los Santos y Salazar, sor Ana de los Reyes y Navas, sor Juana Tersa de las Ascensión y Quiroga y sor Laura de Santa Rosa Aguilar, secretaria.

64 Cfr. AHPC., Catastro de Ensenada. Familias de Eclesiásticos, libro 442.65 Alonso Torres, Crónica cit., Fol.. 773-775.66 Mención aparte merecen las clarisas prieguenses que profesaron en otros conventos. El P.

Torres, ob. cit. págs 678-679, hace una breve biografía de la abadesa Sor Isabel de los Ángeles, que vivió en el convento de Santa Clara de Montilla y de la que dice que era hija de padres honrados y que se crucificó al mundo y fue espejo de penitencia, abstinencia, silencio y oración y demás virtudes”. Fui muy amante del coro y en cierta ocasión teniendo lastimados los pies se arrastraba de rodillas por no perderse los oficios divinos. Falleció el 14 de enero de 1634, el día en que la iglesia celebra el misterio de las Bodas de Caná, del que ella era muy ferviente, a los 74 de edad.

67 El P. Torres lo confunde con Fernando Enríquez de Ribera y Portocarrero, II Duque de Alcalá, casado con doña Juana Cortés y Zúñiga. Cfr. sobre aquél Valverde Fraikin, J., Títulos nobiliarios andaluces. Genealogía y toponimia, Granada, 1991, pp. 16 y 394. Cfr. sobre éste supra nota 9 y sobre su azarosa vida Atienza Hernández, I., Aristocracia, poder y riqueza en la España moderna: La Casa de Osuna, siglos XV-XIX, Siglo Veintiun editores, Madrid, 1987, pp. 101-104. Clásicas son las biografías de Rodríguez Marín, F., El gran duque de Osuna, Madrid, 1920, y Beladíez, E., Osuna, El Grande. El duque de las empresas, Madrid, 1954.


del Purgatorio y “puso gran cuidado en las ceremonias santas y loables costumbres de la Religión”. Murió en 1643. Sor María de Jesús “escogió por especial fruto en su profesión la virtud de la penitencia”. Padeció muchas enfermedades las que combatía “estrechando los ayunos, avivando las vigilias y multiplicando las disciplinas”. Fue su patrono San Diego de Alcalá al que se encomendaba, y a quien en cierta ocasión hallándola afligida se le apareció mostrándole el libro de la vida, reparando que aún quedaban algunas hojas blancas, con lo que quedó muy consolada. Falleció en 1648. Finalmente, Sor Gabriela de San Agustín, y a diferencia de las anteriores que eran todas ellas naturales de la villa de Priego, había nacido en Montilla y era sobrina de San Francisco Solano “cuyo espíritu heredó en su esclarecida sangre. De ella se relata que asistía tanto a la cocina como al coro “porque sus vivas diligencias daba lugar para lo uno y para lo otro, y para muchos ratos de contemplación”. Cuando murió en 1654 “quedó su rostro muy hermoso, y se tuvo esto por evidente señal de su bienaventuranza, fundándose para entenderlo así en su conocida virtud”.

Afortunadamente se conserva el libro de las profesiones en el que se insertan los nombres de todas las ingresadas, así como algunas notas sobre determinadas circunstancias personales: identidad, filiación, dote, edad, renuncia a legítimas y fecha de fallecimiento y causa, entre otras. El interesantísimo documento, cuya síntesis ofrecemos como anexo III, se encuentra en el Archivo Parroquial de la Asunción de Priego de Córdoba y fue ingresado por el presbítero don José Serrano Aguilera quien lo heredó de su tío, también presbítero, don Antonio Aguilera Jiménez, contemporáneo de la acción desamortizadora y al que se lo debió entregar alguna de las monjas exclaustradas, puesto que en él se anotan varias defunciones indicándose que el convento estaba ya suprimido 68.

Por él se sabe oficialmente que el convento inició su andadura con las tres madres fundadoras, procedentes del monasterio de Osuna. Por cierto, una de ellas, doña Isabel Lobillo, fallecida la fundadora, hermana de la marquesa de Priego y de la duquesa de Osuna, regresó a su convento de origen. Llama la atención en la primera parte de su relacionada nómina dedicada a las entradas la cuantía de la dote, fijada en 600 ducados, o su equivalente en posesiones, salvo excepciones (las fundadoras aportaron 1000 cada una), que con el tiempo oscila a la baja o al alza, fijándose posteriormente en 800 ducados. Asimismo se indica la cantidad que se aporta como alimentos o como ajuar conventual entre tanto la novicia profesa (ordinariamente 30 ducados y un cahíz de trigo) y también la forma de pago, en su totalidad o en plazos o censos 69. Cuando la ingresada es menor de edad, y en variadas ocasiones se hace saber que es una niña de 5 años, ésta permanece

68 Lleva como título Libro donde se escriuen las noviçias y lo que traen de dote i sus profesiones con día, mes i año desde 1617, y asimismo donde se escriben las religiosas que mueren. Lo compone un total de 87 folios, aunque no se comprenden los correspondientes a la numeración 35 al 69. En la página primera se añade: Libro donde se escriuen las novicias que toman el avito y lo que traen de dote y ante qué escribano se hiço la escritura con día, mes y año. Y a la vuelta de la misma foxa donde se escriue el día que tomó el avito se a de escrevir su professión con día, mes y año, y firmarlo la Madre Abadesa que diere la professión y Madres discretas del conuento y también la que professa y a la postre de todas la Madre escriuana del conuento y esta orden se a de guardar siempre.

69 Los conventos son tanto tributarios como destinatarios de censos perpetuos como redimibles. En el Libro de Hacienda así como en el inventario de 1837 se relacionan los que poseía la comunidad. Ver al respecto Cerrato Mateos, F., Monasterios femeninos de Córdoba: Patrimonio, rentas y gestión económica a finales del antiguo Régimen, Universidad de Córdona, Córdoba, 2000, p. 156 y s.


en el convento hasta alcanzar la edad de 16, fecha límite para profesar 70, si bien obtenida la oportuna licencia o patente del provincial franciscano de turno 71. No es tampoco infrecuente el ingreso de más de una hermana, a veces hasta cuatro 72, disponiéndose en tales casos una penalización. Por regla general todas las novicias son oriundas de la localidad (raramente de otra, Castro, Luque o Córdoba) y de familia distinguida (linajes Quiroga, Madrid, Caballero, Aguilera, Coello, Serrano, Ramírez, Ruiz, Spínola etc.) 73. A las novicias que ingresan con cualidades para el canto o la música se les exime de pagar la dote, que se sustituye por su “habilidad”(se les llama músicas, cantoras, maestras de capilla u organistas). Otro dato relevante es el relativo a la mención de las escrituras que se otorgan por la que ingresa o profesa, y en las que se establecen los compromisos del pago de la dote o las cantidades relativas a la manutención hasta que se alcance la mayoría de edad 74. Otros aspectos singulares se refieren a la identidad de la novicia, que ingresada con un nombre fallece con otro sobrenombre, lo que a veces hace dificultosa la identificación. Destacan algunas devociones particulares de las profesas, relacionadas con determinadas advocaciones (San José San Pedro o San Antonio, San Luis, San Juan, San Bernardo, San Sebastián, San Ildefonso o Santiago). Éstas últimas podrían estar relacionadas con la incorporación al ajuar artístico de la iglesia de las pinturas de los respectivos retablos.

Aunque en el Libro de las Profesiones no se alude a la celebración del acto solemne del ingreso, para la novicia que profesaba constituiría el día más importante de su vida. Se conservan varios sermones predicados con tal motivo 75, aunque su data es bastante tardía, pero dejan entrever el protocolo y la ritualidad del día.

En el cuaderno de las defunciones son igualmente destacables las menciones a la edad, lugar de enterramiento o situación personal. Respecto al primer punto la norma general es el ingreso de la interesada joven, si bien no es raro que alguna sea viuda o

70 En 1769 tomó el hábito doña Francisca de Paula de los Desposorios Míguez, de 5 años, y se hace constar que no entra en el noviciado hasta 1775. Cfr. Libro de Profesiones fol. 26 vto.

71 El Provincial Bartolomé de Castro autoriza a finales del siglo XVII varias entradas de menores, y el P. Francisco Mayorgas hace otro tanto ya entrado el siglo XVIII. Cfr.Anexo II. Ingreso de doña María de la Asunción y Salazar (1698), doña María Antonia de San Ignacio Coello (1697) y doña Juana Teresa de la Asunción (1701).

72 En 5 de julio de 1785 entró en el convento la cuarta hermana doña Josefa de la Presentación y Madrid, a quien el propio nuncio de Su Santidad le había librado la oportuna dispensa el 4 de marzo de 1785. Cfr Libro de Profesiones, fol. 29 vto.

73 Alguna novicias son descendientes de cargos marquesales (administrador del marqués) o conventuales (mayordomos del convento). Por cierto que la dote la pagan o la promete pagar en tales casos el marqués o el duque. En 6 de enero de 1626 la monja sor María de San Antonio aportó como dote 600 ducados que debe la señora marquesa duquesa de Priego. Libro de Profesiones, fol. 1 y 2 vto.

74 Véase en este mismo volumen los trabajos al respecto de María Isabel García de la Puerta López (pp. 311-321) y M.ª Antonia Flores Olivares (pp. 593-604).

75 Reproducimos uno íntegro en el Apéndice, Anexo VI, titulado “Sermón de la Profesión de la Señora D.ª Sor M.ª de la Cabeza del Santísimo Sacramento Castilla”, fechado en 31 de mayo de 1859”. APA, Documentos sin clasificar. Se conserva igualmente el Sermón del ingreso de Josefa María de San Francisco, fechado el 26 de junio de 1858 y el de Sor Hermenegilda de Jesús Nazareno, de 1857. Otro sobre la profesión de la Madre Sor Narcisa del Señor S. José en el convento de Santa Clara de Alcaudete, en 1858; e igualmente la profesión de varias hermanas en el colegio de las Angustias de Priego, el de Sor María de los Ángeles del Corazón de Jesús, sin fecha, y el de María de la Purificación y del Amor de Dios, en 1831. En todos ellos se omite su autor, aunque se presume pudiera serlo el capellán de estos institutos.


persona mayor que quiere transcurrir el último tramo de su vida apartada del mundanal ruido. En un primer momento el asiento de la defunción registra su enterramiento en el convento (suponemos que en su cementerio), pero más adelante se indica el lugar preciso: bóveda de San Bernardo, del comulgatorio o puerta del coro, o coro bajo. También se anota su cargo personal, en su caso, abadesa, madre perpetua o simplemente madre o señora. La causa del fallecimiento se hace constar ya avanzado el siglo XVIII, siendo frecuentes las de tuberculosis o tisis, tabardillo, timpanitis, hidropesía, “insulto”, asma o zaratán (cáncer de pecho) 76. Los asientos de muertes recogen la hora del fallecimiento en no pocos casos, así como el día y hora del enterramiento. Podemos afirmar que durante los 250 años aproximadamente de existencia del convento no hubo ninguna novedad en las exequias. Anecdótico resulta, no obstante, el sepelio de la madre sor Isabel María de la Soledad y Sarmiento, natural de Alcaudete, e hija de don Manuel Sarmiento y doña Josefa Martínez, profesa en el convento de Jesús Maria de esta población, y que se trasladó a Priego con el deseo de recobrar la salud, sobreviniéndole la muerte el 26 de julio de 1812. Su tío el presbítero don Antonio de Cañete suplicó a la abadesa del convento prieguense que se enterrase su sobrina en su iglesia, a lo que accedió ésta, asistiendo al acto el capellán del cenobio don Francisco Guillén, quedando sepultada en la bóveda de San Bernardo con las preceptivas licencias del obispo de Jaén en un ataúd con llave que se llevó su tío 77.

El gran trauma que produjo la legislación desamortizadora de 1836 dejó al convento además de mermado en su patrimonio inmobiliario o rústico desabastecido de sus correspondientes ingresos sustituidos por las denominadas “designaciones”, que los gobiernos que sucedieron al luctuoso trance incumplieron sistemáticamente 78. Aparece de nuevo la constancia en los asientos de establecer por testamento el destinatario de las cantidades adeudadas una vez sean satisfechas si ello sucediere después de la muerte de la causante. En la última etapa del convento la madre escribana anota las cualidades con las que se distinguió la finada: muy caritativa, muy devota de tal o cual advocación, muy limosnera, resplandeciente en virtudes (humildad o paciencia) exacta en sus oficios u obligaciones. Finalmente el libro de tomas de hábito y fallecimientos registra a veces los nombre de los administradores del convento o del que lo inspecciona (en 1670 era administrador fray Salvador Flores, o en 1824 lo registra fray Miguel Torralba y Rojas, lector jubilado, exsecretario general de la Orden y Ministro provincial). El manuscrito finaliza con el asiento de la defunción de doña Isabel del Corazón de Jesús García, que falleció el 21 de diciembre de 1871, a los tres años de la exclaustración.

76 Las causas de los fallecimientos son tan plurales como la vida misma. Osuna Luque, R., La población de Priego de Córdoba (1857-1985), Ayuntamiento de Priego de Córdoba, Priego de Córdoba, 1988, pp. 93 y ss. se refiere a las causas de los fallecimientos estableciendo las correspondientes tasas en el periodo 1860-1864, lo que nos puede dar una idea de la situación en este periodo.

77 Cfr. Libro de Profesiones, fol. 81 r. Tenía la finada 40 años de edad y llevaba 20 de profesa. En el libro 17 de difuntos de la iglesia parroquial de la Asunción de Priego se anota que hasta el año 1748 se celebraron los entierros en la iglesia del convento de Santa Clara igual que en la del convento de San Francisco, entrando la cruz de la parroquia hasta el medio de la iglesia, cantando un responso y dando las gracias acostumbradas, retirándose a continuación la cruz de la parroquia y los religiosos a su convento para continuar allí el oficio y sepelio, satisfaciendo “las Madres a los Religiosos”.

78 La Ley de 29 de julio de 1837 reconoció a las monjas una pensión de una peseta diaria, existiendo constancia de que a algunas comunidades se les debía de 37 a 68 mensualidades, allanando el camino para su extinción. Cfr. Martí Gilabert., ob. cit., p. 147.


A medida que el convento fue consolidándose el número de religiosas aumentó considerablemente. No fueron infrecuentes las vueltas a casa. En el año 1786 componían su censo poblacional 37 religiosas de coro y 4 legas 79. El número de las profesas como podemos observar fue reduciéndose, sobre todo a partir de la desamortización de Mendizábal, que dejó en la mayor de las incurias estos cenobios.

Nos sorprende, no obstante, que entre las más de 200 monjas que profesaron en este monasterio no hayan destacado de forma sobresaliente alguna de ellas. En la Crónica del P. Torres se incluyen algunas de las cualidades virtuosas del elenco que recoge 80.

Aspectos artísticos: La dispersión del patrimonio No desapareció el convento, como ocurriera con los masculinos, por virtud de

las disposiciones desamortizadoras de Mendizábal. La vida del convento de clarisas alcanzó hasta finales de la década de los sesenta, como hemos indicado más arriba, y no sin cierta protesta e indignación. No hemos localizado el inventario total de los bienes artísticos de su propiedad, sino tan solo parciales, alguno de los cuales obra en poder de particulares 81. En el anexo II reproducimos el que hizo al respecto la Comisión de Monumentos.

El 11 de septiembre de 1870 se procede a la formación del inventario de los bienes que se entregarían por don José Arriero Manjón, alcalde segundo accidental, a don Manuel Ramírez Pino, arcipreste y cura párroco de la villa. Fueron testigos don Antonio Aguilera Infante y don Antonio Aguilera Vallejo, y don Juan Bautista Herrero, en su calidad de administrador de las propiedades y derechos del Estado en los partidos de Lucena y Montilla. Entre los efectos dedicados al culto se contabilizaron con sus correspondientes ajuares, el retablo y altar de San Ildefonso, el de San Bernardo, el de Santiago, una tabla pequeña con un San José pintado, un Santo Cristo con dosel, el retablo mayor con una Purísima, un San Francisco, un Santo Cristo, una Santa Clara, un San José, un San Buenaventura y un Santo Domingo, y la pila de agua bendita.

Bien será dar cuenta ahora del destino de algunos de ellos. El retablo y altar de San Ildefonso, los de Santiago y los de San Bernardo encontraron su ubicación nueva en la iglesia parroquial de la Asunción, y todos ellos construidos en el siglo XVII. Por su factura destacan los dos primeros, de iconografía repetida abundantemente y de gran tamaño. Se encuentran situados a los pies de las naves laterales del templo (Santiago en la del Evangelio, y San Ildefonso en la de la Epístola), y tienen forma de medio punto. En la iglesia conventual de las clarisas también se encontraban situados en las naves colaterales de la iglesia, pero junto a la capilla mayor, como hemos indicado más arriba. En la parte inferior del lienzo de Santiago aparece la firma del autor en clave: EML

79 Garrido Espinosa de los Monteros, D., Historia de la Abadía de Alcalá la Real, (ed. de F. Toro Ceballos y D. Murcia Rosales), Jaén, 1996, p. 269 y s. Los conventos restantes de la localidad se componían a su vez de 38 religiosos y legos (San Francisco), 32 (San Pedro) y 13 (San Juan de Dios).

80 Cfr. Ob. cit. Fol.. También Alférez Molina, ob. cit., pp. 168-169.81 Miguel Forcada Serrano, cronista oficial de la ciudad, conserva una hoja con uno de ellos,

procedente de su archivo familiar. En él se contienen referencias a bienes artísticos del convento que fueron subastados en la localidad. Numerosos bienes raíces ya habían sido subastados en el año 1841 en el propio Ayuntamiento de Priego. Pueden verse los correspondientes anuncios de la Comisión Principal de Arbitrios de Amortización, por disposición del Sr. Intendente de Rentas, en el Boletín Oficial de la Provincia de Córdoba núms. 88, 99, 101, 102, 106, 108, 110, 113, 126, 127, 132 y 153 (julio a diciembre).


FRUS ME FECI, que se corresponde como descubrimos hace ya algunos años 82 con la del pintor jiennense, nacido en Arjona, Manuel (Emmanuel) Francisco (Franciscus) de Arias Contreras. El modelo debió tomarlo el discípulo de su maestro Antonio del Castillo, pues el motivo se semeja al existente en el Museo de Bellas Artes de Córdoba, obra de este famoso pintor, aunque en éste se ha retratado a una vieja portando un cirio y una pequeña corte de angelillos, uno de los cuales lleva el báculo y otro la tiara, según la obra de Lope de Vega. En el de Priego, se nota la influencia del maestro, pero hay más movimiento en la parte superior y un grupo de tres vírgenes que podrían ser tres monjas situadas en el lateral izquierdo, con motivo del lugar para el que fue encargado. De la boca de la Virgen sale una jaculatoria que desciende hasta alcanzar la cabeza del santo 83. En el testamento de Manuel de Arias otorgado en Córdoba en 1674 el causante ordenó que se le enterrara en el convento de san Francisco de esta ciudad y que se le dijeran 50 misas rezadas además de la de réquiem. En este mismo instrumento se indicaba que el pintor estaba empadronado en Córdoba en el año 1671 84, así como el nombre de su esposa, Ana de Rojas. Ambos cuadros debieron pintarse antes de 1663, fecha en la que se había dado término a la iglesia del convento. El escudo que hay en la parte inferior del lienzo de la imposición de la casulla, nos podría dar la clave de quien lo encargó y el año de su confección, que aparecía en una cartela situada al pie en el lado izquierdo, hoy rasgada y perdida lo que hace imposible su lectura total, pero dejando entrever que fue construido para servir de sepultura del comitente, cuyo escudo o blasón aparece sin yelmo, aludiendo sin duda a la familia de la monja profesa que lo encargó y que creemos fue la de Alonso de Morales. El texto de la leyenda incompleta del margen inferior derecho se refiere al destino del cuadro en la capilla del entierro de la familia Morales, su bienhechora y a su devoción.

El otro cuadro que representa a San Bernardo, también hoy en la nave de la epístola de la parroquia de la Asunción, procede de la capilla de su nombre situada en el referido convento de las clarisas. En cuanto a su comitente sabemos que lo fue un mayordomo administrador de la Hacienda del marqués de Priego, llamado don Pedro de Sicilia Ximénez, quien en su testamento otorgado en 1718 declara que su voluntad es la de ser enterrado en la bóveda de la capilla “que hicimos en 1692” con la advocación de San Bernardo “en virtud de la escritura que nos hizo la Santa Comunidad” 85. Precisamente

82 Cfr. Peláez del Rosal, M., “Un cuadro identificado: La imposición de la casulla a San Ildefonso del pintor Manuel Francisco Arias Contreras, en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción”, en Rev. Fuente del Rey, n.º 120 (dic. 1993), pp. 5-7, 10-11.

83 Cfr. Peláez García de la Puerta, F., “Iconografía y reminiscencias franciscanas en la parroquia de la Asunción de Priego de Córdoba”, en El Franciscanismo en Andalucía, vol. VII-VIII (1) (dir. M. Peláez del Rosal), Córdoba, 2003, pp. 91- 92.

84 Pérez Lozano, M., “Aproximación al estudio de la pintura en Priego de Córdoba (siglos XVI-XVIII)”, en Rev. Fuente del Rey, n.º 83, pp. 4-6.

85 Cfr.AMPP, Protocolo de Gragera, leg. n.º 248 (1718-1721), escritura de 7 de febrero de 1718, fols. 26-35. Manifiesta igualmente don Pedro de Sicilia que al tiempo que se puso el retablo del altar mayor del convento, que dio de limosna su amigo don José de Alcaraz y Ordóñez, mandó hacer él una imagen d e san Antonio de Padua de cuerpo entero de talla, que se colocó en el lado derecho del retablo, como titular del convento, y que le costó 1.300 reales. Y añade que habiéndola quitado de dicho lugar las monjas y habiéndola colocado en la sacristía sin que en su nueva ubicación tuviere la decencia que se merece, “es nuestra voluntad que nuestros herederos pidan se restituya a dicho retablo o que se la entreguen para colocarlo en la iglesia o convento que les pareciere a donde esté con toda decencia”.


este hidalgo fue síndico del convento desde 1678 a 1701 86. Una de sus hijas también se llamó doña María de San Esteban Sicilia y Morales, y es este santo –y no san Sebastián con quien se la ha confundido- el que figura en el medio punto de la parte superior del lienzo del retablo. En el poder para testar que otorga a favor de su hermano también declara ser enterrada en la bóveda de la capilla de este santo en el convento 87.

El patrimonio artístico de la iglesia y convento nutrió –que sepamos- la iglesia parroquial de la Asunción, y las exconventuales de San Francisco 88, San Pedro y San Juan de Dios 89. Otras piezas de bronce, talla, escultura y pintura, fueron a parar a las iglesias de la Virgen de la Cabeza y Almedinilla 90. Existen igualmente noticias sobre la incautación, venta o trueque de algunos de sus ingentes bienes muebles. Entre los primeros hacemos constar los el Apostolado de Herrera el Viejo que pasó al Museo de Bellas Artes de Córdoba 91, y que recientemente restaurados han sido mostrados en la Exposición celebrada en la Fundación Focus en 2005.

Se trata de cuatro de los doce apóstoles, de más de medio cuerpo (1,13 x 0,90 m. los dos primeros, y 1,25 x 0,89 y 1,12 x 0,89 m., los dos segundos) con sus atributos correspondientes y barbados: San Juan Evangelista, Santiago el Mayor, Santiago

86 Su mandato como mayordomo se vio salpicado por juicios lesivos sobre su persona. Cfr. ARCHGr., Sala 3, leg. 1021, pieza 8, que contiene el procedimiento del pleito ejecutivo seguido en 1699 por don Pedro Sicilia Jiménez, en nombre de la Comunidad, contra doña Catalina de Molina, viuda de Martín Ruiz de Tienda, por los réditos de un censo de 300 ducados de principal propio del convento, que importaban 806 reales y 11 maravedíes, lo que originó el embargo de una casa de su propiedad sita en la calle Real, cantidad por la que sumada a las costas que se tasaron en 1.579,se despachó mandamiento de apremio “por odio y mala voluntad que tiene a mi parte el mayordomo”. Sobre excesos del mayordomo da cuenta también el concurso de acreedores instado en 1703 por Juan Rodríguez de Valdelomar con el convento de San Antonio, Pedro Coello de Portugal y otros consortes acreedores a los bienes y concurso de Manuel García de Flores.

87 Cfr. AMPP, Protocolo de Eulogio de Valenzuela y Pedro Soria, leg. n.º 265 (1720), escritura de 2 de abril , fol. 22.

88 A los pies de la iglesia entrando por la puerta de su derecha se encuentra el altar de Santa Clara, cuya imagen procede de la antiguo iglesia, posiblemente sea la que estuvo en su altar mayor, por las dimensiones propias de las restantes, San José (en la iglesia parroquial de la Asunción), la Purísima (en la iglesia parroquial de la Trinidad), San Buenaventura (en San Pedro) y San Francisco (en la parroquia de San Juan de Almedinilla). En el inventario confeccionado el 11 de septiembre de 1870 se entregan al arcipreste don Manuel Ramírez Pino una serie de efectos dedicados al culto, y entre otros todas las esculturas del altar mayor, entre las que se hacen figurar: “Una Purísima (hoy en la iglesia de la Trinidad), un Santo Cristo (Tesoro de la Asunción?), un San Francisco (en Almedinilla), una Santa Clara (en San Francisco), un San José (en la Asunción), un San Buenaventura (sacristía de San Pedro) y un Santo Domingo (Asunción?)”.

89 En la iglesia de este exconvento se encuentra hoy una bellísima imagen de Santa Clara, perteneciente a una monja exclaustrada del convento, donada recientemente por doña María Dolores Fernández Lozano, para que aquélla reciba culto en dicho edificio por cercanía a su antigua ubicación.

90 A la primera una de las campanas llamada Sor María de los Dolores, que se hizo siendo abadesa Sor María de la Presentación Míguez, en 1828, como reza su leyenda; y a la segunda, el púlpito, un lienzo de la Divina Pastora y un San Francisco.

91 De ello se hizo eco Palencia Cerezo, J. M.ª, Museo de Bellas Artes de Córdoba: Colecciones fundacionales (1835-1868), Córdoba, 1997, p. 25, quien dice: “Respecto a la desamortización de 1868 en relación a la provincia de Córdoba… ingresaron en el Museo diversas obras –según selección realizada por Maraver y Saló-, procedentes del Monasterio femenino de Santa Clara de Priego… Entre ellas destaca un completo Apostolado que debió colgar de las paredes de su Iglesia, y Romero consideró obra de Juan Luis Zambrano, preocupándose inmediatamente de mejorar su lamentable estado de conservación, aunque investigaciones recientes relacionan su autoría con Francisco herrera el Viejo”. A este conjunto se unió un San Jerónimo Penitente de Domenico Brandi., ob. cit., p.38. El expolio parece datarse en noviembre de 1868.


el Menor y San Felipe. Tradicionalmente se había atribuido su autoría a Juan Luis Zambrano, pero la crítica científica (Pérez Sánchez, Navarrete Nieto y Valdivieso) más moderna ha despejado la incógnita imputándoselos a Herrera el Viejo. En el Catálogo de la Exposición referido se hace constar la soberbia calidad del conjunto, potenciada ahora por la lectura clara de los versículos del credo que aparecen al pié de cada uno de los cuadros. En otra Exposición anterior, titulada “Tres siglos de dibujo sevillano” ya se advertía de la relación con alguno de los dibujos conservados en el Kunsthalle de Hamburgo. Particularmente el San Felipe, de perfil limpio, majestad y modelo de retrato romano de gran empaque, con nariz ganchuda y barbilla redondeada. La limpieza a que ahora han sido sometidos son un claro exponente de su atractivo pictórico y “de sus coloraciones tostadas y carminosas”. Las concomitancias se advierten mejor en ciertos detalles que se nos muestran en la obra de Herrera, como algunos de sus sanjosés o en San Basilio dictando su doctrina, del Museo del Louvre o en el de La Sagrada Parentela del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

Por lo que respecta al hoy denominado Cristo de la Buena Muerte- el Gran Cristo sito en el Oratorio que en el Convento tenía el Ayuntamiento-, por el inventario hecho en 1868, lo recuperó éste, lo depositó en el Cementerio Municipal que a la sazón se construía, para ir a parar finalmente a manos de la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores de Priego de Córdoba que lo procesiona el Viernes Santo de madrugada, y a la que le fue cedida en 1970 por la Corporación Municipal de dicha localidad 92. Algún objeto de culto sagrado fue permutado por la iglesia de Carcabuey 93.

No dudamos que alguna pieza en el trasiego fuera distraída por algunos de los que formaron parte de la comisión liquidadora. Como en todas las subastas propiciadas por el Estado, y presididas por criterios de oportunidad y por la exigencia de rapidez en la conversión de los bienes en metálico, o recelos por adquirir estos bienes incautados, creemos que algunos vecinos se aprovecharon del expediente judicial instruido al efecto pujando a la baja. Resulta por ello difícil reconstruir el desaguisado producido. No

92 Cfr. López-Luna Delgado, Marín Molina, J. F.,Moreno Marín, F. V., “Miscelánea sobre el arte de Alonso Cano y su escuela”, en Adarve números 667-668 (15.3 y 1.4 2004), pp. 49-51, para quienes la fecha de su autoría que vinculan al arte de Pedro de Mena se circunscribe a los años 1673-1683, así como su localización en el altar mayor del convento. Del inventario de los bienes del convento que anexamos queda despejada la incógnita de su ubicación en el convento, en un oratorio de la iglesia, así como la propiedad municipal de la imagen. Sobre la cesión de la imagen vid. Alcalá Ortiz, E., Historia de la cofradía María Santísima de los Dolores y Cristo de la Buena Muerte y de la ermita del Calvario de Priego deCórdoba, Priego de Córdoba, 2006, pp. Su parecido con el Cristo de la cofradía de las Angustias de Priego en la ermita de su nombre, y con el de la Piedad del convento de Santa Clara de Montilla, es muy pronunciada. Ambos se atribuyen igualmente a la gubia de José de Mora. Cfr. A.J.V., “Cabeza del Cristo de la Piedad”, en Nuestro Ambiente, Montilla (marzo 1989), p. 25.

No es, por tanto, este Cristo que las fuentes llaman “de rara escultura”, el que estaba situado en el altar mayor, que creemos es el que hoy está en el tesoro de la parroquia de la Asunción.

93 El cura de Carcabuey en 8 de marzo de 1871 se dirigió al gobernador de la abadía de Alcalá la Real, pidiendo autorización para permutar un jarrón de plata inútil, unas pequeñas arañas quebradas y una antigua urna bastante deteriorada con un peso total de siete libras y media, por una urna magnífica de plata con un peso de 22 libras para la colocación del Santísimo en la solemnidad del Jueves Santo, con la obligación de pagar el exceso del peso. El gobernador don José María de Castro escribe en 13 de marzo al Obispo de Jaén haciéndole saber el objeto de la permuta, y éste en 16 del mismo mes y año le comunica que informe el arcipreste de Priego, habiéndole extrañado, no obstante, que aquél le hubiera autorizado invertir 7.310 reales del dinero de fábrica (en total 14.545) “sin nuestro previo consentimiento”. Cfr. Carpeta de Correspondencia de la Abadía de Alcalá la Real, en el Archivo Diocesano de Jaén. Documentos sin clasificar.


sabemos dónde iría a parar el contingente restante, al no existir un inventario de la venta pormenorizado 94. De lo que no tenemos tampoco duda es de su cuantía y valor. La alta posición familiar de las monjas profesas así lo debieron evidenciar. Sabemos que gran parte de los administradores de los marqueses de Priego fueron a su vez mayordomos del convento (Morales, Quiroga, Parrilla, Sicilia etc.), y que algunas de sus hijas ingresó en él llevando como ajuar ricas piezas artísticas que quedaron entre su mobiliario o recuperaron a la fecha de la desamortización. Consta que algunas de las monjas exclaustradas se llevaron sus pertenencias y éstas pasarían a integrar el patrimonio mueble familiar o a instituciones. En 1902 una de ellas doña Balbina Pérez y González, de 73 años de edad otorga su testamento y manifiesta que lega un San Antonio que posee, y que tiene colocado un collar de perlas falsas, al convento de capuchinas recoletas de Córdoba. Añade que sea colocado en una caja de madera bien acondicionado y sea enviado a la señora madre abadesa con encargo especial de que sea conservado cuidadosamente y adecuado en un lugar adecuado según permita la orden religiosa de citado convento 95.

Aspectos culturalesDe entre la actividad de la comunidad destaca ante todo la de la preparación de

las novicias para profesar. Las Madres de Novicias son las encargadas de la instrucción pertinente. Salvadas todas las dificultades la novicia se encontrará dispuesta para formular los votos. La fiesta alcanza a toda la Comunidad pero también a las familias y amistades. Y el día señalado se celebrará con toda pompa incluido el oportuno sermón 96. Pero especialmente destaca la actividad musical y cantora. En una escritura del 25 de mayo del año 1619 la abadesa María de San Luis Enríquez, la vicaria Isabel de San Pedro y la monja discreta Inés de San Miguel declaran que tiene el convento grande y precisa necesidad de que haya monjas músicas en él, así de instrumentos como de voces, para que con toda solemnidad posible se celebren los oficios divinos. Se argumenta la carencia por ser fundación nueva y se acuerda por ello concertar con Cristóbal López de Contreras, vecino de la ciudad de Jaén, que entren por monjas sus hijas María de Santa Clara, conocida por María de Torres Pelaya, y Catalina de San Antonio, también

94 Un San Jerónimo penitente del siglo XVII se encuentra en nuestro poder, en pago de honorarios profesionales por servicios prestados a D.ª Carmen Caballero Cruz, quien lo heredó de su tío, el Pbro. D. Francisco Cruz, quien posiblemente la obtuviera de alguien que la compró en la subasta de los bienes muebles del convento de Priego. Creemos que esta obra es la que donó el escribano Esteban de Armijo por su testamento otorgado el 21.5.1635 al convento en donde había profesado una hija suya:”Mando al convento de San Antonio de Padua a quien tengo mucha devoción dos cuadros de San Jerónimo y otro de Nuestra Señora de la Rosa”. APP, oficio de Juan Ruiz de Baena, 1635, fol. 1515 ss.. Ver copia de la escritura en AHPC en leg. 1707 (antiguo). En el santuario de la Vera Cruz de Urda (Toledo) existe otra muestra iconográfica similar al San Jerónimo de Priego, por lo demás trasunto del grabado de “San Jerónimo oyendo la trompeta del Juicio Final” (2.ª versión), de Francisco de Ribalta, existente en el Museo y Galería de Capodimonte (Gabinetto dei Disegni e delle Stampe, Nápoles, inv. n.º 91800). El de Priego lleva la firma “C. Laestanhay fecit”, y una leyenda: “Memorare nouissima tua et in aeternum non peccabis”.

95 En dicho instrumento público también ordena una fundación de dos dotes con un capital de 15.000 pesetas, para dos monjas que han de profesar en uno de los conventos de Córdoba de Claras o Agustinas, u otra provincia, en cualquiera de ellos que ofrezca más facilidades su entrada por existir vacantes. Su orden de preferencia será en cuanto a la admisión de las novicias las parientas de D. Eduardo y D.ª Asunción Expósito, conocidos por los apellidos de Chavarri y Rico, y en su defecto, naturales de Priego de Córdoba Cfr. APP, oficio de D. Luis Casanueva, escritura de 8 de enero de 1902, n.º 8.

96 Ver lo dicho más arriba al respecto.


llamada mundanamente Catalina de Contreras Almagro 97. Se agrega que Catalina de San Antonio es música además de bajón y órgano, y que previamente se le ha hecho examen, y todo ello a cambio de que no se les cobren dotes, ni propinas ni alimentos ni traigan otra cosa más que sus voces y habilidades y dos bajones, uno grande y otro tenor, y además una guitarra, un monocordio, un arpa y los libros propios de música que poseen, así como media arroba de cera, y sus hábitos y ajuares personales. Se estipula asimismo que perteneciéndoles a cada una la cantidad de 400 ducados para ayuda de casamiento por parentela de la memoria que dejó Gaspar Alcaide, veinticuatro de la ciudad de Sevilla, pasen a ser de su propiedad, con sus rentas, así como lo que ganaren de trabajos de sus manos, para ayuda de sus hábitos, necesidades y regalos, y al fin de sus días para el convento, deducido lo que gastare su padre en el litigio para su obtención por ser monjas. Y todo ello con la oportuna licencia del padre provincial fray Juan Moreno Salamanca, consultor del Santo Oficio, dada en el convento de san Francisco de Baeza el 28 de abril de 1619.

En el Libro de Profesiones se incluyen otros ingresos de novicias con idéntico objetivo. Así, en 9 de mayo de 1737 tomó el hábito doña Josefa García, hija legítima de Juan García y doña Francisca de Rivas “la cual entra para música en plaza entera y ofrece por su dote labor y habilidad para ser sochantra y mostrar a las demás religiosas” 98. En 26 de abril de 1801 lo hace doña Lorenza de San José y Ruiz, hija de Pedro Ruiz y doña María de Córdoba constando que ocupa “plaza de música y da por su dote la voz para ser cantora continua y enseñar a las religiosas que sean idóneas para ello” 99. En 8 de diciembre de 1812 ingresa doña Micaela Álvarez, hija de don Domingo Álvarez y doña M.ª Antonia Torralbo, “en plaza de organista que concedió el Rvdo. P. Vicario General fray Miguel de Acevedo, “con la obligación de enseñar para que no falten las divinas enseñanzas” 100. En alguna ocasión se hace patente el cargo de maestra de capilla, consignado a favor de doña María de San Jerónimo y Santiago, fallecida el 23 de septiembre de 1712 101. Todavía en 1858 se instruye un expediente para la entrada de doña María de la Aurora Álvarez y Ordóñez, de 16 años de edad. Se señala que carecía de recursos para asegurarle la congrua alimenticia (tres reales vitalicios desde el mismo día en que tomaren el hábito), y que con el beneplácito de la comunidad 102 se había puesto de acuerdo con el organista de la iglesia parroquial, don León Vidaburu, para que le adiestrase en los conocimientos necesarios para posesionarse de la plaza de organista vacante en el convento. Tras la instrucción pertinente fue examinada conjuntamente con el maestro de capilla, don Francisco de Paula Quintas, el 25 de septiembre, y aprobada

97 Se recibieron por músicas sin dote el 13 de junio de 1620. Libro de Profesiones, fol. 1 vto.; y AMPP, oficio de Juan Ruiz de Baena, 1619, fol. 194 s.

98 Cfr. Libro de Profesiones, fol. 22 r.99 Cfr. Libro de Profesiones, fol. 31 r.100 Cfr. Libro de Profesiones, fol. 31 vto.101 Cfr. Libro de Prefesiones, fol. 74 vto.102 Componían la Comunidad la abadesa sor Manuela Valverde, la presidenta, sor María Josefa

Madrid, y las discretas sor María Josefa Jiménez, sor Isabel García, y la secretaria sor Francisca de Paula Infante. Era igualmente capellán don Luis Caracuel.


como organista presunta 103, por poseer los conocimientos prácticos y teóricos de su facultad, solicitó recibir el velo negro de la profesión, lo que tuvo lugar tras 16 meses de preparación, con otra compañera, doña Domitila Medina, el 26 de noviembre de 1859, “de filarmónica educación” 104. El proceso de recepción de ésta es más jugoso, si cabe. La abadesa del convento, a la sazón, Sor Manuela Valverde, pide al gobernador de la Abadía de Alcalá la Real la provisión de una plaza de cantora con la dotación de tres reales diarios por la dotación estatal para el culto y clero previsto en el Concordato de 1851. Al mismo tiempo refiere que la aspirante tiene “una voz fuerte, de todos los usos y armoniosa”, hasta el punto de haber estimulado para poner en práctica “las antiguas solemnidades y actos religiosos con que esta Comunidad edificara al vecindario”. Y finalmente se testimonia el repertorio interpretado en la prueba que se le hizo por los profesores antedichos en la iglesia del convento para aprobar a la candidata, consistente “en el canto de unas vísperas, introito, Gloria y Credo de una Misa no estudiada, algunos trozos de jaculatorias, estrechándolas en el ascenso, descenso y variedad de entonaciones, ya por sí sola, y ya con acompañamiento del órgano, pasando de aquí a la teoría del canto gregoriano...” 105.

Particular relieve tiene la actividad religiosa del convento. Aunque dedicadas a la vida contemplativa, las monjas fueron beneficiarias de no pocas fundaciones de memorias que dinamizaron, lógicamente, la vida del cenobio. Traemos a colación dos de ellas bastante expresivas. La primera data del año 1709, fecha del fallecimiento de la fundadora 106. Doña María Báez Tostado otorgó testamento el 14 de abril de 1703 y en una de sus cláusulas dispuso dar 10 reales de limosna para una fiesta de octavario que se celebraba en el convento dedicada al Santísimo Sacramento. En dicha disposición se declaraba que hacía dos años se había fundado en él una hermandad titulada del Santísimo Sacramento y de ella había sido recibida como hermana con la condición de dar 10 reales de limosna para sufragar una fiesta con su misa que se decía en la iglesia del convento en la octava del Corpus, ordenando que en uno de los días del octavario las religiosas dijeran la misa correspondiente con dicha dedicación. Establecía la memoria peregrina gravándola sobre las casas de su morada sita en la calle de la Carrera de las Monjas, sin que se prohibiera su enajenación. Por su pertenencia a dicha hermandad le correspondía también que cuando muriese se le dijera por su alma una misa y vigilia. Consta en la documentación conservada que en el año de 1782 aún se venía celebrando la fiesta instituida y el propietario de la casa don Bartolomé Rubio satisfacía la carga de la memoria.

103 Constan reseñadas genéricamente las pruebas practicadas: “dejé a éste (el maestro de capilla) el primer extremo de la práctica, que por necesidad ejecutó, acompañando cuantas piezas hubo de cantar la novicia de plaza presunta; continuando con algunas otras sueltas y un largo intervalo de teoría a que contestó con el acierto mismo que había pulsado el órgano la interesada...está capaz para desempeñar cuantos acompañamientos se ocurran en los actos y festividades con que esta comunidad honra al Todopoderoso”.

104 Cfr. Ruiz Vera, J.L., “La enseñanza musical en el convento de Santa Clara de Priego de Córdoba”, en Revista Fuente del Rey, n.º 209 (mayo 2001), pp. 6-7.

105 Ib. p. 7.106 Memoria a favor del convento y religiosas de señora Santa Clara de esta villa de Priego, de

10 reales en cada un año, que dejó D.ª María Báez por su testamento que otorgó ante Fernando de Arteaga en 14 de abril de 1703. AHPC, Caja n.º 2320, año 1753.


En 30 de diciembre de 1800 doña Francisca Castillo Ortiz del Moral otorga su testamento y en dicho instrumento público instituye un legado en el que se contenía la fundación de una curiosa memoria en cuyo dispositivo se manifestaba que hacía donación al convento de “una escultura de madera representativa a Dios Niño, con una urna grande de talla sobredorada, dos vestidos, el uno de tisú y el otro de terciopelo morado con galón de oro, dos vestiduras blancas interiores, una joya para el pecho con un Santo Cristo de oro, dos hilos de perlas finas pendiente una cruz pequeña también de perlas fines, cinco hilos de perlas finas en cada muñeca que sirven de pulseras a dicho Niño, una cruz alta de plata fina que le sirve de báculo, un canastito, corona de espinas y potencias también de plata fina que tiene”. Añadía que regalaba también al convento una lámina de Nuestra Señora de las Angustias y dos cornucopias de talla sobre dorada, y todo ello se debería colocar en el coro bajo y allí permanecer permanentemente “con la decencia que corresponde”, encareciendo a las monjas que no se les pudiera dar otro destino y “de cuyos buenos procederes y arregladas conductas fío su total cumplimiento”. Al mismo tiempo beneficiaba al convento con un censo de 200 ducados de principal impuesto sobre una casa de su propiedad sita en la calle de San Marcos que producía 66 reales y 6 maravedíes de réditos anuales para que la Reverenda Comunidad de Religiosas hiciera al Niño en la fiesta del Dulce Nombre de Jesús una función de misa cantada, expuesto el Santísimo Sacramento y responso al final por su alma e intención 107.

Podríamos hacer un corolario extenso de todo el proceso evolutivo del convento de clarisas de San Antonio de Priego y de sus aportaciones al ámbito de la cultura. El enjuiciamiento por muchos conceptos debe ser encomiable, aunque no dispongamos de más fuentes, como, por ejemplo las literarias que, sin duda enriquecerían el juicio. Muchas leyendas calumniosas e injuriosas se han urdido al respecto, no obstante, tratando de denigrarlas, no siendo inusual oír que entre las monjas y los frailes de San Pedro hubo sus más y sus menos, facilitadas sus relaciones por el subterráneo existente en la Cava, próximo al convento de estos. Pura falacia, si tenemos en cuenta la obligatoriedad por parte de las monjas de observar la más rígida clausura. Por otra parte, estudiar el destino de sus bienes urbanos y rústicos vendidos en subasta pública con ocasión de la desamortización de Mendizábal, nos daría muchas sorpresas al comprobar quiénes fueron sus destinatarios. Y más extrañeza nos produciría aún el conocimiento de los beneficiarios de las pertenencias conventuales, clérigos incluidos, que las adquirieron en subastas que favorecían a los adinerados y cuyo procedimiento fue por lo general una pura picaresca al sacarse los bienes con tasaciones por bajo de su valor y dificultando que acudieran a ellas tanto por motivos de conciencia como por amaños y fraudes licitadores para facilitar aún más la baja 108. De haberse conservado este convento del siglo XVII, con su iglesia y dependencias anejas, hoy la ciudad podría presumir de un monumento barroco más, precursor de la explosión artística que se produjo en la centuria siguiente. La destrucción hasta sus cimientos de la iglesia y del convento fue, sin duda, como se ha dicho aplicado a otros casos “un asesinato de piedras”, aunque en el caso de Priego, hoy

107 La donante falleció el 31 de enero de 1801 cumpliéndose la voluntad testamentaria. Cfr. AHPC. leg. n.º 2324.

108 Una Real Orden de febrero de 1836 ordenó a los gobernadores provinciales que no permitieran el ejercicio de sus funciones de predicación y confesión a los eclesiásticos que por su conducta política se olvidaran de su fidelidad a la Reina y de las obligaciones patrias. Cfr. Martí Gilabert, ob. cit., p. 54.


la zona se halle embellecida por el empaque del Palacio Municipal. Queden, por tanto, para la memoria histórica estas páginas que tratan de recuperar una parcela importante para un mejor conocimiento de la ciudad, al margen de los juicios descalificadores.

APÉNDICES

Anexo n.º 1 Inventario del año 1868 (Comisión de Monumentos. Archivo de la Real Academia de Córdoba. Sin clasificar)

Priego año de 1868. Testimonio del inventario practicado en el Ex-convento de Monjas Claras de esta Villa.

Don José Gómez Valdivia, Escribano de actuaciones en el Juzgado de primera Instancia de esta villa de Priego. Doy fe: Que habiéndose dispuesto por el Excmo. Sr. Ministro de Gracia y justicia la supresión de algunos conventos de Monjas y, siendo algunos de ellos el de Santa Clara de esta villa, por el Señor Gobernador de la Provincia se expidió comunicación a este Señor Alcalde para llevarla a cabo, la cual copiada a la letra con las diligencias a su virtud practicada, inventario formalizado con las consecuencias y otras actuaciones que le han subseguido, su tenor literal es el siguiente:Comunicación. Hay un sello cuya orla dice=Gobierno de la Provincia de Córdoba= Sección 1.ª=N.º 706= Con esta fecha digo lo siguiente al Excmo. e Iltmo. Sr. Obispo de Jaén. En cumplimiento al Decreto dado por el Excmo. Sr. Ministro de Gracia y Justicia, reduciendo a su mitad el número de los Conventos que quedaron existentes en 1835 y considerando que el de Sta. Clara de Priego es de los que deben quedar suprimidos en esta provincia/ he creído oportuno oficiar a V. E. I. por pertenecer aquella villa a la juridicción Eclesiástica de Alcalá la Real para que se sirva dar las órdenes oportunas a fin de que las religiosas se trasladen al convento a que V.E.I. las destine, haciendo entrega del edificio y efectos aceptar a el Alcalde de la citada Villa en quien para este asunto he delegado. Lo que traslado a V. para que en representación de mi autoridad y con las debidas formalidades se haga cargo del citado edificio y efectos, auxiliando a la vez a la autoridad eclesiástica en cuanto sea posible para la traslación de las religiosas de ese conventos Dios guarde V. muchos años. Córdoba 20 de noviembre de 1868. El Duque de Hornachuelos= Sr. Alcalde de Priego.

Auto. Habiendo determinado el Alcalde que suscribe en cumplimiento de la anterior comunicación y, después de conferenciar con el Ayuntamiento y tomado las precauciones necesarias, que la salida de las Religiosas y (verifique, sic) Seglaras del convento de Santa Clara de esta Villa se verifique en el día de mañana diez y nueve del corriente y hora de/ las cinco de la tarde a lo que se está de acuerdo con la autoridad Eclesiástica, con el objeto de que así se realice cítense al efecto y para su consecuencia al convento a la hora designada al Sr. Arcipreste de este Partido una comisión del Municipio que la compondrán el Regidor don Juan León y el Secretario don Manuel Alcalá Zamora y Caracuel, el Administrador de Rentas en representación de la Hacienda y al vecino honrado mayor contribuyente con el carácter del testigo Don Antonio de Castilla y Serrano con cuya asistencia se proceda a la extracción de indicadas religiosas y seglares y luego que esto se verifique se sobreclaven las puertas del edificio que quedará a cargo del que suscribe, extendiéndose de todo la oportuna acta, practicándose a seguida un escrupuloso inventario de los efectos que quedan en el convento y en la Iglesia del mismo, cuyas llaves un las llaves se entreguen al/Sr. Arcipreste y en vista de todo se determinará lo que conduzca. Lo manda así y firma el Sr. Don Augusto Estrada y Rejano, Alcalde Constitucional de esta villa de Priego en ella a diez y ocho de Diciembre de mil ochocientos sesenta y ocho, de que doy fe. Augusto Estrada= José Gómez.

Notificación y citación. En dicho día yo el Escribano notifiqué el auto que antecede, citando como en el mismo se manda al Sr. Arcipreste de este partido Don Manuel Ramírez, se dio por citado y firma, doy fe. Ramírez= Gómez.

Otra al regidor Don Juan León. Incontinenti yo el Escribano notifiqué el auto anterior citando como en el mismo se manda al Regidor Don Juan León y Burgos, se dio por citado y firmar de que doy fe. Ramírez=Gómez.

Otra al Secretario del Ayuntamiento. En repetido día yo el escribano notifiqué, leí íntegro di copia literal del auto que antecede al Secretario del Ayuntamiento Don Manuel Alcalá Zamora y Caracuel, citándole como en el mismo se manda; manifestó quedar enterado; se dio por citado y firma doy /fe. Alcalá Zamora=Gómez.


Otra al Administrador de Rentas. En referido día yo el Escribano notifiqué, leí íntegro y di copia literal del auto que antecede a Don Antonio de Castilla y Serrano de esta vecindad, citándole en debida forma para el objeto que está mandado; se dio por citado manifestando estar pronto a asistir y por ello firma de que doy fe. Castilla= Gómez.

Acta. En la villa de Priego siendo la hora de las cinco de la tarde de hoy diez y nueve de diciembre de mil ochocientos sesenta y ocho, el Sr. Don Augusto Estrada y Rejano alcalde constitucional de esta villa acompañado de mi el escribano se constituyó en el Convento de Monjas de esta villa en donde se encontraban/ por vía citación civil el Sr. Arcipreste Eclesiástico de este partido, el Regidor de la Corporación Municipal Don Juan León, el Secretario de la misma Don Manuel Alcalá Zamora, Don Carlos Caracuel Cámara, como Administrador de Rentas y Don Antonio de Castilla y Serrano como vecino honrado y en clase de testigo, y en cumplimiento de lo que está mandado en el auto anterior a virtud de la comunicación del Sr. Gobernador, que por cabeza, se procedió a la salida de las Religiosas y Seglaras, que se verificó con el mayor orden, sin que a pesar de la inmensa concurrencia se alterase este en lo más mínimo como era de esperar de la sensatez del vecindario, y evacuado el edificio se sobreclavó la puerta reglar, después la del Compás que le sigue, y la que da entrada a la grada alta, y por último se cerró y echó la llave en la puerta de afuera, lacrándose aquélla con papel en/ que se estampó la firma de su merced y de mí el Escribano. Entregadas que fueron las llaves por el Sacristán Don Juan Siles quedaron en poder de mí el Escribano cuatro llaves y la de la puerta de la calle y dos llaves de la puerta exterior de la iglesia se entregaron y quedaron en poder del Sr. Arcipreste. Y para que conste se extiende la presente acta y firma el Sr. Arcipreste y demás señores concurrentes de que doy fe. Augusto Estrada= Manuel Ramírez= Juan León= Manuel Alcalá Zamora= Carlos Caracuel= Antonio de Castilla= José Gómez.Diligencia de inventario. En la villa de Priego siendo las once de la mañana de hoy veinte de diciembre de mil ochocientos sesenta y ocho, el Sr. Alcalde conmigo el Escribano y con asistencia del Sr. Arcipreste del Partido, del Regidor Don Juan León, del Secretario del Municipio Don Manuel Alcalá Zamora y del testigo como vecino hacendado Don Antonio de Castilla, así como del Administrador de Rentas don Carlos Caracuel se constituyó en la iglesia del Convento de Santa Clara y se procedió al inventario de los efectos contenidos en la misma, empezando por la derecha entrando en la forma siguiente:

-Una puerta de confesionario bajo párrafo con cerradura y llave y dentro un sillón de Loja.-Una repisa de madera sobredorada que sostiene una urna de cristal con una imagen de la Asunción.-Un cuadro al óleo que representa un Apóstol.-Una cornucopia pequeña dorada.-Otro cuadro al óleo con marco dorado que contiene la Sagrada Familia.-Otra repisa dorada de madera que sostiene una urna que contiene solamente algunas flores y que según expresa Don Juan de / Siles, Sacristán que ha sido, es de la propiedad de doña Isabel García.-Otra cornucopia pequeña igual a la anterior.-Otro cuadro al óleo de un apóstol de la misma condición que el anterior.-Una repisa de manera dorada que sostiene otra urna de madera y cristal también dorada, y propiedad según manifestación del Sacristán es de Doña Antonio María de la Cabeza Molina, Religiosas de este convento. -Dos puertas de madera o sea una puerta partida con un cajón de madera que se comunica con el coro, aquélla con llave y es el comulgatorio.

-Dos verjas de hierro que comunican al coro bajo con una Torrecita campanario con seis campanas en el intermedio de las dos verjas.-Otra verja de madera que comunica al coro alto./-Un cuadro al óleo tomado con yeso de la Purísima Concepción, y a sus lados dos pequeños marcos al óleo, cuya significación no se distingue.

Testero del norte continuando a la derecha

-Ocho cornucopias medianas y dos pequeñas, una de ellas rota y dos sin cristal.-Cuatro cuadros al óleo de Apóstoles.-Otros tres cuadros al óleo, tomados con yeso, con dos Evangelistas y Santa Clara.-Una urna de madera dorada con cristales que contiene en su interior unos Pastores, y que según manifestación pertenecen a Doña Manuela Valverde, Abadesa de este convento.


-Otro igual con un pastor que pertenece a Doña Domitila Medina, según manifestación del mismo. -Un altar con retablo dorado que contiene en el fondo dos cuadros al/ óleo, el uno representando a San Bernardo, y el otro a San Sebastián.-Una urna de madera dorada y cristal que contiene un San Rafael de bulto con dos Ángeles, algunas flores y varios votos de plata, propiedad la dicha urna de Doña Rosario Lucena= Un crucifijo de madera pequeño con embutidos de nácar= Cuatro palmatorias de hoja de lata= Un atril de madera= Dos sacras de idem doradas= Dos candeleros de metal dorado y mantel de hilo con su palia adornado de encaje también de hilo, como complemento del altar.-Cuatro bancos de madera.-Dos puertas del confesionario con picaporte, y cada una dentro un ... y un sillón.-Un confesionario portátil pero/ fijo en la pared./-Un púlpito con respaldo dorado, tornavoz y Crucifijo.-Dos escabelillos de madera, de a tres escalones cada uno, que son de propiedad del sacristán Don Juan Siles, según manifestación suya.-Una tabla de Indulgencias.-Un ángel de madera tallado que sostiene un candelabro de madera de cuatro luces.-Una repisa de madera dorada con una urnita pequeña que contiene un pastorcito que es propiedad de Doña Antonio Morgado, según manifestación del sacristán.-Una puerta con escalera y llave que da paso a la Sacristía.-Un altar con retablo dorado y tallado que contiene en su fondo un cuadro al óleo que representa a Santiago con otros dos más chicos de la misma clase que representa a Santo Domingo y / a la Purísima, San Judas Tadeo de talla de madera con diadema de lata= un atril de madera= Dos sacras con cristal y talla dorado, y un crucifijo de madera con incrustaciones de nácar= Dos candelabros de metal dorado=Un vaso de purificación de cristal con tapas y un plato de porcelana blanca y un purificador de hilo= Unos manteles de hilo con encaje y su palia=Un cornualtar también de hilo=Un frontal de damasco de seda= Una vampanilla para ayudar la misa. En el mismo altar el sagrario que contiene un copón de plata con tapas sueltas, ara y corporales.-Una lámpara de metal dorado.-Una mesa de nogal con su atril también de madera.-Dos cuadros ovales al óleo que representan/ dos Evangelistas.-Una ventana de cristal con yeso, cortina y barra de hierro.

Testero del OesteAltar Mayor y Presbiterio

-El altar mayor contiene un retablo de madera tallada y dorada= Un San Buenaventura de talla= Una Santa Clara de idem= Un Santo Cristo de talla= Un San Antonio con cuatro ángeles alrededor también de talla= Un tabernáculo también de madera= Una Purísima también de talla con corona de lata= Un San José con niño Jesús también de talla= Un San Francisco con diadema de hoja de lata= Un Santo Domingo y la Virgen del Rosario de talla= Dos sacras=Seis candeleros de metal dorado= Una palmatoria de lo mismo= Una campana/ de idem= Unos manteles de hilo con su palia= Un frontal de damasco y un cornualtar= Un Santo Cristo de metal=

-En el Presbiterio se contiene la verja correspondiente, dos ciriales y dos atriles de madera.

Testero del Mediodía

Dos cuadros ovales al óleo de dos Evangelistas, marco de yeso.-Un altar con retablo dorado y en el fondo un cuadro que representa a San Ildefonso= Dos sacras= Dos candeleros de madera= Un atril de madera= Una.. de idem= Un mantel de hilo con encaje, palia y cornualtar.-Un confesionario portátil de madera sujeto con yeso.-Una repisa de manera dorada que sostiene una urna de la misma clase con cristal y contiene una ima / gen de Santa Rita, perteneciente a Doña Ramona Gálvez.-Una tabla de Indulgencias. -Un ángel de madera tallada que sostiene un candelabro también de madera con cuatro luces.-Una repisa como una urna que contiene una Pastora perteneciente a doña María Josefa Jiménez, según el Sacristán.


-Seis cuadros al óleo que representan seis apóstoles.-Un cuadro de indulgencias con cristal.-Dos piletas de mármol negro para agua bendita.-Una repisa de madera que sostiene una urna también de madera dorada que contiene la Imagen de Nuestra Señora de la Sierra con media luna de plata y corona.-Una tabla dorada que contiene nueve relicarios; una y otra cosa perteneciente a Don Fausto Lozano/ Infante, según expresión de Don Juan Siles.-Tres escaños de madera.-Cuatro ventanas con cristales y red de alambre con cuatro cortinas y cuatro barras de hierro.-Un altar que contiene un gran Santo Cristo, que según declaración del antedicho don Juan Siles y del Regidor Don Juan León y de Don Antonio de Castilla pertenece al oratorio del Ayuntamiento= dos candeleros grandes de figura salomónica de madera y cuatro más pequeños de otra figura pero también de madera= Un atril de madera= Dos Sacras= Dos candeleros de metal dorado= Unos manteles de hilo con encaje, cornualtar y palia= Dos faroles de cristal= Una lámpara de hoja/ de lata y dos candiles de madera= Dos puertas exteriores con sus correspondientes llaves.-Y un viacrucis de madera.

SacristíaPor su derecha entrando -Un cuadro con marco de madera representando a Santo Tomás.-Un escaño de madera.-Un sillón de idem.-Un espejo de madera.-Una urna vieja basta.-Cinco sillones de madera y badana.-Un sillón confesonario de madera.-Un jarro.-Dos cuadros grandes de lienzo.-Dos cornucopias rotas.-Un dosel con Santo Cristo.-Una tabla pequeña con San José.-Una alacena de dos puertas con cerradura y llave que contiene cuatro misales.-Un escaño.

-Un cuadro grande del lienzo que/ representa el martirio de Santiago.-Un espejo con marco de madera negro.-Cuatro cuadros.-Una cajonera con seis cajones que contiene las ropas siguientes:-Un terno completo morado de seda= Otro terno blanco también de seda= Otro id. id. encarnado= Otro id. negro= Dos casullas verdes con capa= Un paño de hombro para comuniones con su estola y roquete= Dos albas blancas de hilo con su encaje= Dos amitos y cíngulos= Una casulla blanca completa, estola, manípulo y bolsa de corporales= Una casulla negra con id. id. id.=Otra morada y otra encarnada ambas con id. id. id.= Dos estolas una morada y otra blanca.-Dos toallas una de mano y otra de vinajeras=-Un acetre de metal blanco.-Un cáliz de plata dorada con sus con su patena de plata, purificador con cucharilla de plata.-Una tablilla de ánimas.-Otra para el almanaque.-Una escalera de madera, de mano con diez escalones.-Dos perchas de madera.-Una mesa de piedra con columna de idem de vara y media de larca y vara de ancha.-Una fuente de mármol con respaldo y grifo de metal.

Sacristía alta

-Un pasamanos de madera.-Una puerta con cerradura y llave de madera..-Una baranda de madera.


-Ocho sillones de baqueta y madera.-Dos sillas de Loja en mal estado.-Una mesa de madera.-Seis cuadros al óleo pequeños con/ diferentes representaciones y marco de madera.-Tres estampas en papel con marco de madera.-Un dosel de damasco encarnado viejo.-Una puerta alacena con cerradura y llave que contiene en su interior una tabla.-Otra puerta de madera sin llave ni cerradura que comunica a una alacena vacía.-Un escaño de madera.-Una ventana con yerro y sus puertas de madera.-Un rollo de estera.-Unas cortinas de algodón con su barra de hierro.-Una Virgen de los Dolores con manto y vestido de terciopelo con pun/tilla y estola de galón dorado, media luna y resplandor de plata y un rosario de perlas falsas; cuya imagen se aseguró proceder de D.ª Manuela Linares y Navas.-Concluido en esta forma el Inventario de la Iglesia y su sacristía se pasó para continuarlo al Convento, y abierta que fue la puerta exterior y puesto en ella los correspondientes guardias se reconocieron por mí el Escribano los sellos que se colocaron en la puerta y de que hizo mérito en el acta de ayer, y habiéndolos encontrado intactos se rompieron y habiendo abierto las puertas que comunican con el interior del convento y presentes los antedichos Señores se continuó el Inventario como a seguida se expresa.

Sacristía interior del convento

-Una puerta de madera que es su entrada con cerradura y llave.-Una ventana que le da luz con hierro y alambrera y puerta de madera.-Una cajonería de madera con cuatro cajones.-Cuatro candeleros de platina.-Una lámpara de hoja de lata.-Un palio con sus varas plateadas.-Un cajón para los Santos Sacramentos.-Un paño negro para los entierros.-Ocho pañitos morados para las cruces.-Un frontal y viso verde.-Seis albas.-Nueve pares de corporales. Nueve amitos.-Tres manteles de hilo.-Cuatro palias.-Nueve purificadores.-Cinco cornualtares.-Dos sobrepellices.-Seis cíngulos.-Dos toallas, una de mano y otra/ de vinajeras.-Un torno sobre dorado, cruz y sitiales de palo.-Una cruz de palo sobre dorada para los Sacramentos.-Tres almohadas de suelo.-Tres alfombras.-Dos tapetes.-Tres platos con sus vasos.-Dos tazas para los óleos.-Dos candeleros de azófar.-Una mesa de ara.-Un arca de madera vieja.-Dos lebrillos. -Un martillo.-Una plancha.-Un acetre de azófar.-Una vara de las Marías.?


-Un paño de holandilla para los entierros.-Un candelero para el cirio.-Un tenebrario.-Cuatro hacheros para el coro.-Un escaparate para cruz y/ ciriales.-Una tablilla de ánimas.-Cuatro tablas en mal estado.-Una alcuza de hoja de lata.

Entrada del coro bajo.

-Un bastidor de madera sin puerta.-Una pila de agua bendita, piedra de jaspe negra.-Una puerta de dos hojas con su bastidor, armadura y llave.-Una pila de mármol negro de agua bendita.-Coro bajo-Cinco escaños.-Un atril con pie de madera.-Un facistol.-Cinco nichos o capillitas con retablos dorados y tallados, vacía.-Una grande urna de madera dorada y tallada, vacía, conteniendo por encima, en la misma talla/ el sitio de una cruz que falta y por bajo el sillón de presidencia.-Dos ventanas con sus hierros, alambres y puntal de madera. -Una puertecita con cerradura que comunica con el comulgatorio.-Una gran marco de madera tallada pegado con yeso, vacío de contenido. -Seis grandes palos de sostén clavados en la pared.-Una pequeña cornucopia.

Puerta reglar

-Dos campanitas de mano, de metal.-Nueve estampas de papel.-Dos cuadros pequeños al óleo, en mal estado.-Una puerta de madera que comunica con una habitación vacía y tiene cerrojo, cerradura y llave.-Otra puerta vieja suelta.-Dos rejas de yeso que forman unas ventanas.-Un hueco de alacena con / dos tablas.-Una tarima de madera con otra puerta que comunica al primer patio con cerradura, cerrojo y llave. -Una puerta de madera para bajar a un sótano.

Celda n.º 1

-Una escalera de cuatro escalones en que se nota estar desprendidos recientemente los pasamanos.-Una puerta de entrada de una hoja con picaporte, cerradura y llaves.-Dos rejas embebidas sin puertas. -Una alacena con dos tablas cogidas con yeso y puestas las dos hojas con cerradura y llave.-Una alacena con dos tablas y sin puertas.-Otra escalera exterior también sin pa / samanos y con señales evidentes de haber sido arrancado reciente y violentamente.-Otra alacena en la escalera con dos tablas y sus puertas de madera.-Una tabla ba...-Una alacena con bastidor, pero sin puertas ni tablas, pero con vestigios de haber sido arrancadas.-Un balcón con antepecho de hierro, bastidor de madera, pero sin puertas.-Otro bastidor que comunica a los dormitorios de la Comunidad, pero sin puertas.-Una puerta de comunicación a la escalera alta con cerradura y picaporte.-Una baranda de madera.


-Una alacena con tres tablas y sus puertas de dos hojas.-Otra alacena con dos tablas y / puerta de una hoja.-Otra idem, idem, idem.-Una puerta de dos hojas con cerrojo que da paso a un palomar.-Dos rejas de hierro con puertas de madera.-Una puerta de paso a otra escalera con cerrojo y cerradura, pero sin llave.-Cuatro ventanas de madera en mal estado.

Dormitorio-Dos barandas con sus puertas de madera.-Una puerta comunicación a una celda.-Otra id. a id. pero sin hoja, como de haberla arrancado.-Otra idem a un corredor con pasillo de hierro y cerrojo y sobre ella una barra de cortina.

Celda número/ dos

-Dos entradas sin bastidor pero sin puerta.-Dos rejas al patio con yerros pero sin puerta.-Una puerta bajada al sótano con cerrojo.-Una puerta de comunicación entre dos habitaciones bajas de madera.-Una alacena en la misma escalera sin puertas.-Seis alacenas con bastidores y sin puertas de madera.-Dos balcones con antepecho de hierro pero sin puerta de madera aunque con bastidor.-Tres ventanas al patio sin hierros y sin puertas de madera.

Contiguo a la celda n.º 2.-Una puerta de madera con cerradu / ra y picaporte, pero sin llave.-Una reja al patio con cuatro puertas de madera.-Una alacena con tres tablas y la puerta con cerradura, perso sin llave.-Una alacena a la escalera sin cerradura y dos tablas.-Un antepecho de madera.-Dos alacenas con puerta una de dos hojas.-Un bastidor de ventana que da al patio, sin hojas.-Una puerta de una hoja, pero sin llave.-Un balconcillo de madera que da al patio con puertas.

Y siendo dada la hora de las cuatro y media de la tarde mandó el Sr. Alcalde suspender esta diligencia de inventario para continuarla en el día de mañana y hora de / las diez de ella, quedando todos los efectos inventariados en la iglesia y Sacristía, coro bajo y alto, ropas y demás a cargo del Sr. Arcipreste quien a su vez lo ... y el sacristán don Juan de Siles que recogió las llaves de la Iglesia para el culto de la misma; y las llaves del convento en poder de mí el escribano, cerrándose sus puertas nuevamente y firman los señores concurrentes y el don Juan de Siles de que doy fe. Augusto estrada. Manuel Ramírez. Manuel Alcalá Zamora. Juan león. Carlos Caracuel. Antonio de Castilla. Juan de Siles, José Gómez.

Continuación de la diligencia de inventario. En la villa de Priego siendo la hora de las diez de la mañana de hoy, veinte y uno de diciembre de mil ochocientos sesenta y ocho, el Sr. Teniente Alcalde D. José Luis Rubio por ocupación del Sr. Alcalde Don Augusto Estrada y en su representación se constituyó acompañado del caballero regidor Don Juan León y Burgos, del Secretario / del Ayuntamiento Don Manuel Alcalá Zamora, el administrador de rentas Don Carlos Caracuel y el vecino honrado Don Antonio de Castilla y de mí el Escribano, en el convento de Monjas Claras de esta villa, y abiertas que fueron las puertas del mismo, cuyas llaves obran en mi poder, se procedió a la continuación del inventario suspendido en el día de ayer, en la forma siguiente:

Celda n.º 3.

-Nueve bastidores de madera, de puertas y alacenas, todos sin hojas, en uno de ellos una reja embebida que cae al patio y en otros un antepecho de madera y en la escalera un bastidor con una pierna menos, con señales visibles de haber sido extrídas con violencia.


Celda n.º 4.

-Puerta de su entrada con / cerradura y llaves.-Dos alacenas con sus tablas y puertas, cerraduras y llaves cada una.-Dos ventanas al patio con sus hojas.-Una puerta con marco y hojas de la escalera, con armadura y sin llaves.-Un pasamanos pequeño de madera con cuatro balaustres.-Dos ventanas madera con su marco y hojas en el segundo piso.-Dos alacenas con puerta de una hoja, una de ellas con tablas, cerradura y llave.-Un postigo suelto de ventana y madera.

Celda n.º 5

-Un bastidor al patio sin puerta.-Dos rejones al patio, de yeso con bastidor y sin puertas.-Un bastidor de alacena sin hoja y con una tabla.-Otro bastidor de madera sin puertas para bajar al sótano.-Otro bastidor sin puerta en la escalera sin hojas.-Una puertecilla pequeña de una hoja que figura una alacenilla.-Un pasamanos pequeño de cuatro balaustre de madera nogal.-Un antepecho en la misma escalera de igual manera y con cinco balaustre.-Una alacena sin tablas con bastidor de madera y sin hojas.-Una ventana al patio solo con el bastidor.-Dos balcones de hierro al patio uno de ellos boleado y el otro embebido, los dos con bastidores / y sin puertas.-Un bastidor de madera en la escalera del segundo piso, sin puertas.-Un antepecho en la escalera con cinco balaustre.-Una alacenas sin tablas con puertas y cerradura.-Una ventana al patio solo con el marco.-Otra ventana mediana con reja de marcas de araña y sin hoja.-Una ventana con marco y hoja de madera.-Dos alacenas con sus tablas y puertas de madera de una hoja cada una.-Un cuartillo como palomar con un paño de celosía y un bastidor en las puertas sin hojas.-Una puerta con bastidor y aquélla de una hoja que sirve de comunicación a otra ha / bitación.-Dos alacenas con dos tablas cada una y puertas de una hoja con paño de celosía.-Dos marcos de ventana que caen al patio, sin hoja.-Un bastidor con puerta de una hoja y picaporte, por donde se sube al tercer piso.-Otros dos marcos de ventanas en dicho tercer piso.-Un antepecho en la escalera de madera con cuatro balaustres.-Una puerta de una hoja en una en una despensilla en la escalera.-En la misma un bastidor de puerta sin ella.-Una puerta para bajar al sótano, sin hoja.-Otra puerta, de una despensilla que tiene tres tablas y un paño / de celosía, advirtiéndose haber sido extraídas dos tablas, una de ellas aserradas recientemente al parecer y la puerta solo con el bastidor.-Una puerta en el rincón de la cocina solo con el bastidor.-Un balconcito con cinco hierros y solera la de arriba y abajo de madera con su bastidor y puertas de dos hojas con dos postiguillos.-Una puerta con marco de madera de una hoja, con cerradura, llave y picaporte, que da al patio y sirve de entrada.

Celda n.º seis

3er. piso. -Dos ventanas con bastidores y puertas de una hoja, al patio.

2.º piso. -Unas puertas en la escalera solo con el bastidor.


-Tres puertas de alacenas solo con dos bastidores, una de ellas con / unas tablas, otra sin ninguna y la otra con cinco.-Una ventana al patio solo con el bastidor.-Otra alacena en la meseta de la escalera solo con el bastidor y dos tablas.

1er piso. -Una puerta de entrada en la escalera con bastidor de madera y picaporte. -Una puerta en una especie de trascocinilla solo con el bastidor y en aquella una tabla.-Una puerta de alacena con dos tablas y aquella sin hoja.-Una puerta de entrada solo con el bastidor.-Una hoja de hierro de zanca de araña con bastidor de madera y sin puertas.

Celda n.º siete

3er. piso. -Dos ventanas al patio solo con / los bastidores.-Una alacena sin tablas con bastidor de madera y sin puertas.

2.º piso. -Una puerta en la escalera solo con el bastidor.-Un antepecho de madera de nogal con seis balaustres.-Dos alacenas sin tablas y solo con los marcos de madera.-Una ventana al patio solo con el bastidor.-Un balcón boleado de hierro con bsatidor y sin puerta.-Una puerta de una hoja en la escalera con su bastidor, cerradura, llave y picaporte.-Un pasamanito de madera con cuatro balaustre.

1er. piso. -Tres tablas de madera a la bajada del sótano.-Una puerta para bajar a dicho sótano, solo con el bastidor.-Una alacena en la cocina, sin tablas y solo con el basti / dor.-Una reja grande de zancas de araña, con bastidor, puertas y postiguillos de madera.-Unas puertas de calle como de unas tres varas, de goznes, con cerradura y llave.

Celda n.º ocho

3er piso. -Una ventana con bastidor, hoja de madera y una redecilla de alambre.-Una puerta de una hoja de quicio. En una especie de canariera sin puertas al parecer extraídas recientemente hay dos hojas de ventanas pegadass con yeso que caen al patio.-Una ventana al patio con bastidor, hojas de madera y en ella postiguillos con dos cristales pequeños.-Cuatro alacenas tres de ellas con puertas de una hoja, la otra que es la más pequeña de dos, una con tres tablas, otra con dos, otra con una y la / última hay señales como de haberle arrancado las dos que tenía.

2.º piso. -Una puerta en la escalera, de roquete y de una hoja.-Un corredor con antepecho de madera y al ... una ventana solo con el bastidor y una puerta de madera con sus dos hojas y postiguillos.

1er. piso. -Una puerta en la escalera solo con el bastidor.-Un pasamano en la misma, de madera con tres balaustres.-Una alacena con tres tablas, con bastidor y sin puerta.-Una alacena con tres tablas, con batidor y sin puerta.-Otra alacena con tres tablas, con bastidor y una puerta de una hoja de madera.


-Un bastidor de ventana, de madera, al patio sin hojas y con cuatro yerros.-Una puerta para bajar al sótano solo con el bastidor.-Dos tablas de madera y un paño / de celosía en la escalera de dicho sótano, y una rejita de yeso que cae al mismo y da luz al portal.-Un par de puertas en la entrada con roquete y goznes.

Celda n.º nueve.

2.º piso. -Una alacena pequeña con una tabla y sin puertas.-Una puerta que da entrada a un cuarto oscuro, solo con el bastidor.-Una alacena sin tabla y con un bastidor de madera, sin puerta.-Una ventana que cae al patio solo con el bastidor de madera.

1er. piso. -Una puerta de madera en la escalera solo con el bastidor.-Una puerta con bastidor de madera y aquélla de una hoja en la escalera del sótano y una tabla en dicha escalera.-Una alacena con dos tablas y puerta/ con dos hojas de madera.-Una ventana de madera solo con el bastidor.-La puerta de entrada solo con el bastidor.-Una tabla como de bazar en la cocina.

Celda n.º diez

3er. piso. -Dos ventanas al patio con bastidores y puertas de dos hojas.-Dos especies de alacenas sin tabla ni puerta.-Una puerta de madera de una hoja con una despensilla.-Una puerta en una especia de alacena, de una hoja.

2.º piso. -Una alacena en la alcoba, de una hoja.-Una ventana al patio solo con el bastidor.-Un balcón de madera embebido con puertas de una hoja.

1er. piso. -Una puerta en la escalera solo con el bastidor.-Una alacena en la cocina con / tres tablas y marcos de madera, sin puertas.-Unas puertas en la cocina con bastidor y dos hojas de madera.-En una despensita sin tabla, y en la puerta un bastidor sin hoja.-En la escalera del sótano una tabla y un bastidor sin puertas.-Una ventana que cae al patio con cinco yerros, con bastidor y puertas de dos hojas con postiguillos.-Una puerta de entrada como de tres varas de dos hojas con zoquetes y goznes, cerrojo y llaves.

Celda n.º once

3.er piso. -Dos ventanas al patio con bastidores de madera y puerta de dos hojas.

2.º piso. -Un balcón grande de hierro con dos puertas de dos hojas, con la madera pintada en verde.


1er. piso. -Una rejita para dar luz al sótano.-Una puerta de una hoja en la bajada del mismo.-En la entrada a la celda no hay puerta ninguna, en la que aparece haberlo habido anteriormente, y lo mismo sucede en las ventanas bajas que solo tiene cuatro flejes de hierro.

Celda n.º doce.

3er piso. -Una ventana al patio solo con el bastidor.-Una especie de alacena sin puertas ni bastidor, pero notándose en ella haber tenido puertas y haber sido extraídas recientemente.-Una puerta, ventana singular en el pollo de la escalera.

2.º piso. -Una puerta en la escalera solo con el bastidor. y en la misma se nota haber habido un pequeño pasamanos y haber sido aserrado y pintado/ recientemente.-Una despensita pequeña sin tablas y la puerta solo con el bastidor.-Dos alacenas pequeñas sin tabla con bastidores de madera y sin puerta faltándole a una de ellas una pierna y notándose señales visibles de haber sido extraídas recientemente.-Un balcón con antepechos de madera con bastidor y puertas de madera con postigos.

1er. piso. -Una puerta en la escalera solo con el bastidor.-Una puerta de una hoja para bajar al sótano de figura singular.-Una alacena en la cocina, sin tablas, con bastidor de madera sin puerta.-Una ventana de una hoja con / puerta de madera.-La puerta de entrada de una hoja con bastidor sin solero, cerradura y llave.

Celda n.º trece

3.er piso.-Una ventana al patio con bastidor, puerta de una hoja y postiguillos.

2.º piso. -Una puerta en la escalera solo con el bastidor.-Una despensita en el hueco de la escalera con dos tablillas, bastidor y puerta de una hoja de madera de una hoja, una de ellas con dos tablas y la otra con una.-Un balcón embebido de madera con bastidor y puerta de dos hojas sin postiguillos.-Un pasamanos de madera con seis balaustres.

1er. piso. -En el patinillo unos anafes con una ventana de madera de dos/ hojas.-Una puerta para estar en dicho patinillo, de una hoja.-En la cocina una ventana vieja de dos hojas con postiguillos.-Dos alacenas con bastidores de madera, sin puertas, una de ellas con tres tablillas.-Un bastidor en la puerta de la cocina, sin puertas.-Una puerta de una hoja para bajar al sótano.-Las puertas de entrada de dos hojas, como de dos varas y media, de zoquete y goznes sin cerradura ni llave.


Celda n.º catorce

Son dos celdas que se comunican por la parte de abajo.

3er. piso -Tres ventanas que caen al patio con bastidores y puertas dos de ellas de una hoja y la otra de dos. Una especie de canariera con una ventanilla pequeña al patio/ y en la entrada un bastidor sin puerta.-Una alacenita sobre la escalera con bastidor y puerta de una hoja con cerradura y llave.Para entrar en el cenicero se observa como de haber tenido una puerta.

2.º piso. -En la escalera un bastidor de madera, sin puertas y por cima una puertecilla pequeña de una hoja.-En la Sala principal dos alacenas con bastidor y sin tablas ni puertas, observándose que algunos tambanillos donde estaban las tablas se han extraído.-Un balcón boleado grande de hierro con dos puertas que solo tienen los bastidores.

4.º inmediato. -Una ventana con bastidor dos hojas una de ellas con postiguillo y cristal que cae sobre un tejado.

-Dos puertezuelas pequeñas de una hoja con su bastidor en los claros de la chimenea.-En la puerta de entrada solo existe el bastidor. A la meseta de la escalera cae un pequeñuelo postigo de cristal.

1er. piso. -Un pasamanos de madera compuesto de cuatro balaustres. En el hueco de la escalera hay una/ despensilla con marco de madera y sin puerta y con señales visibles de haber sido ésta violentada recientemente.-En la puerta de la escalera solo había un bastidor sin hoja.-A la bajada del sótano se encuentra un bastidor de madera con una pierna menos al parecer sustraída con violencia recientemente.

Trascocina. -Una despensa con tres tablas y puertas de una hoja con bastidor todo de madera.-Una puerta pequeña con bastidor de una puerta de una hoja de madera que da al patio y sobre ella una ventana con bastidor y aquélla de dos hojas, la puerta de la cocina solo tiene el bastidor y con señales visibles de haber sido violentada hace poco tiempo.-En el portal una reja embebida de hierro con marco de madera sin puerta.-Las puerta de entrada son de dos hojas y de altura como de dos varas y media con zoquete y goznes, cerradura, llave y aldaba.-En la puerta por donde se comunican ambas celdas hay solo un bastidor sin puerta.-En la cocina de la primera de dichas celdas hay una alacena con una tabla y una puerta vieja de una hoja.-En el rincón de la misma una ventana de dos hojas con postigos y una red de alambre y en uno de los testeros una tabla como de dos varas y media y en la entrada de la misma un bastidor sin puerta.-Para bajar al sótano o bodega hay una puerta de una hoja con su bastidor, todo de madera con cerradura y llave.-En el portal una reja embebida para dar luz al sótano y dos ventanas una mayor que la otra con reja de hierro embebidas con sus bastidores de dos hojas.-En la subida de la escalera un bastidor sin puertas y con señales visibles de haber sido extraído violentado recientemente.

3.er piso. -Tres ventanas de dos hojas cada una y su bastidor que caen al patio.-Una especie de cuarto pequeño con una puerta y su bastidor todo muy viejo.-Una alacena con bastidor y puerta de una hoja, con cerrojo y cerraja sin llave.-En la puerta que da entrada a dicho piso se observa haber habido una puerta y haber sido extraída con violencia recientemente.


2.º piso. -Un cuarto pequeño con tres tablas y una puertezuela de una hoja con cerradura y llave.-Una alacena sin tabla con su bastidor de madera sin puerta y con señales visibles de haber sido ésta extraída recientemente.-Dos ventanas ambas de dos hojas con sus postiguillos que caen al patio y un balcón embebido de madera con su bastidor y puertas de dos hojas con sus postiguillos.-Y al final de la escalera un pequeño antepecho de tres balaustres.

Y siendo dadas las dos de la tarde dispuso el Sr. Alcalde suspendiese esta diligencia sin perjuicio de continuarla mañana a la misma hora y que se cerrasen las puertas exteriores en los mismos términos que se verificó lo cual se hizo a seguida a presencia de todos los concurrentes quedando aquéllas en poder del actuario y firman todos con dicho Sr. Alcalde, doy fe. José Luis Rubio. Manuel Ramírez. Juan León. Manuel Alcalá Zamora. Antonio de Castilla. Carlos Caracuel. José Gómez.

Otra diligencia de inventario. En la villa de Priego a veintidós de diciembre de mil ochocientos sesenta y ocho. y hora de las diez de la mañana, el Sr. Alcalde con asistencia de mí el escribano y los señores que aparecen en la anterior diligencia, se constituyó en el Convento de Monjas a continuar el inventario y abiertas las puertas se procedió en la forma que sigue.

Celda n.º quince, que son dos celdas corridas

Cocina alta. 2.º piso. -Una puerta con bastidor de una hoja y dentro unos anafes de yeso.-Una alacena en el rincón de una hoja y bastidor de madera que se conoce no haber tenido tabla.-Otra alacena de una hoja con bastidor, puerta y cerradura, sin llave ni tabla.-Una ventana de una hoja con bastidor, puerta y aldabilla de hierro que cae a un tejado.-Una alacena de dos hojas con bas / tidor de madera, una tabla y aldabilla de hierro.-Otra alacena de una hoja con bastidor, tres tablas y cerrajas sin llave.-Un balcón de madera viejo con sus... y puerta de dos hojas partido y sus postigos con cristales.-Una puerta de entrada de una hoja con bastidor de madera, tres tablas y sus puertas, notándose haberlas arrancado violenta y recientemente.-Otra alacena de dos hojas con bastidor de madera, dos tablas y cerradura sin llave.-En una despensita pequeña dos tablas y una puerta de una hoja con cerrojo y bastidor.-En un camaranchoncillo una puerta de una hoja con bastidor y tarabita de madera.-Una ventana con sus postigos y en uno de ellos un cristal y pasador de hierro con su marco y rejas de hierro de zancas de araña.-Un balcón embebido de madera con puertas de dos hojas y postigo y bastidor.

2.ª Sala. -Una puerta de comunicación con la anterior que solo tiene bastidor.-Un balcón grande boleado de hierro con dos puertas y que solo tienen los bastidores.-Un bastidor de madera en la subida del desván, sin puerta.-En la escaleras de dicho desván una tabla en la pared, en lo interior del mismo dos ventanillas de una hoja y en una especie de palomarillo otra de una hoja con tablillas en forma de reja.-A la entrada de ésta segunda sala un bastidor de madera.-En la escalera una ventanilla de una hoja con bastidor que cae al patio.

Pisos bajos. Cocina. -Un balconcillo embebido de madera con bastidor y puerta de dos hojas divididas.-En la puerta de entrada tres gradas de piedra en mal estado, un bastidor de madera sin puertas.-Una ventana de dos hojas con postiguillos, uno de ellos con cristal y bastidor de madera que cae al patio.-Una alacena pequeña con bastidor y puertas de dos hojas y dos tablas de madera.-En la subida de la escalera un pasamanos de madera con tres balaustres y una puerta de una hoja con su bastidor.-Para bajar al sótano una puerta de una hoja, cerradura y sin llave con cerrojo.-En la meseta de la escalera una alacena con dos tablas y bastidor de madera sin puertas.-Y para pasar a la habitación inmediatamente otro bastidor de madera y sin puerta y con señales de haber sido


extraída recientemente, teniendo dicho bastidor una puerta rota.-En esta habitación una alacena con puerta de una hoja y bastidor de madera con una aldabilla de hierro y una tablilla pequeña y por bajo una puertecilla de una hoja con bastidor.-Un balcón de madera embebido con cuatro hojas de ventana desde ella con postiguillo y un cristal.-A la subida de la escalera de esta habitación, una alacena con tres tablas y puerta de dos hojas con un bastidor.-En la puerta que da al patio dos gradas de piedra con su bastidor de madera y sin puertas.-Para bajar al otro sótano un bastidor de madera sin puerta y enfrente una puerta de una hoja que da al patio con bastidor, picaporte de hierro y cerraja de hierro sin llave.

Celda n.º diez y seis

2.º piso. -Un balcón boleado de madera con puertas de dos hojas con sus postigos y bastidor.-Un fogón de cocina francesa que se conoce haber tenido puertas y haber sido sustraída recientemente según se nota por el cascajo.-Una puerta que da al comedor de una hoja con bastidor y cerradura sin llave.-Un bastidor de madera sin puertas.-En otra habitación un balcón embebido de madera con puerta de dos hojas y postigos y en uno de ellos unos cristales viejos, las puertas con su aldabilla y pasadores.-Un hueco de alacena con dos tablas.-En otra habitación una ventana con marco de madera y sin puertas.-Un balcón boleado de hierro un bastidor de madera sin puertas.-Dos huecos, uno de alacena, uno de ellos con dos tablas y otro con una.-Otros dos huecos de alacena sin tablas.-Despensa. Una ventanilla pequeña con puertas de una hoja y bastidor.-Otra ventanilla con bastidor de madera y sin puertas.-Otra ventanilla pequeña con red de alambre, sin puerta.-Otro hueco de alacena sin tabla conociéndose haberle quitado las puertas recientemente.-Se nota en los cuatro huecos de alacena designados anteriormente obra nueva como de haberles quitado las puertas y a la subida de la escalera también obra nueva como de haber tapado una alacena.-En la entrada de la despensa y en otra habitación se advierte obra nueva y como de haber tapado digo quitado las puertas y tapado el claro que da al corredor recientemente.-En la escalera para subir al patio digo al piso principal se nota haberse extraído el antepecho o pasamanos pues se advierte un corte. En dicha escalera solo hay un bastidor sin puertas.

Cocina baja. -Una despensita por bajo del hueco de la escalera con cuatro tablas y para entrar un bastidor sin solero y con señales visibles de haber sido extraída violentamente aquélla.-Una ventana con puerta de dos hojas y sus postiguillos con aldabillas de hierro, bastidor de madera y una rejita de hierro embebida enclavada por las parte de fuera.-Unas puertas de dos hojas que sirve de entrada aquella como de dos varas y media con zoquetes y goznes y cerraja sin llave.-Otro bastidor de dos hojas con postiguillos, bastidor y reja embebida.-En uno de los rincones un bastidor pequeño sin puertas.

Trascocina. -Para entrar un bastidor de madera sin puertas y en lo interior una ventanilla pequeña con puerta de una hoja y bastidor y una puerta vieja de una hoja para bajar al sótano.-En otra habitación pequeña otra puerta de una hoja con bastidor por donde se baja también al sótano.-Una ventana con una red de alambres y tablas de madera atravesadas.-Una alacena con dos tablas puertas de dos hojas y bastidor de madera y por bajo una puertecilla pequeña de una hoja con su bastidor.-Una puerta que comunica a otro patio con bastidor de madera y una hoja.


Celda diez y siete

3er piso. -Once bastidores de ventana y puertas y alacenas sin puertas ni ventanas y con señales de haberse extraído recientemente con violencia algunas de ellas.

2.º piso -En la escalera una ventana de dos hojas con postiguillos.

Sala principal. -Dos balcones boleados de hierro y siete bastidores de puertas y alacenas sin hojas con señales visibles de haber sido extraídas recientemente con violencia.-En la meseta de la escalera un pasamanos pequeño con tres balaustres.-Una especie de alacena o despensa con puerta de una hoja con dos paños de celosía y bastidor de madera y por cima una ventanita con marco de madera una rejita embebida de hierro y otro paño de celosía.Cocina. -Tres rejones embebidos uno mayor que las otras con bastidores de madera sin puertas.-Dos alacenas con bastidores de madera sin puertas y una de ella con dos tablas.

Trascocina. Una tabla larga en la pared y en la puerta de entrada solo existe el bastidor.

Portal. -Una puerta de una hoja con bastidor y algunos balaustres para bajar al sótano.-Al principio de la escalera un pasamanos pequeño de cuatro balaustres.-Dos ventanas que caen a un patio con bastidor de madera y sin puertas.-En la entrada de dos cuartos bajos o despensas hay un bastidor de madera en cada una sin puertas y por cima de cada uno una pequeña claraboya de hierro.-En la puerta de entrada de dicha celda solo hay un bastidor de madera sin puerta.

Celda diez y ocho

3er piso. -Una alacena pequeña con bastidor y puerta de dos hojas y una tabla.-Tres ventanas que caen al patio una de ellas con bastidor y puerta de dos hojas y las otras dos de una.

2.º piso o principal. -Una ventana con bastidor y puer/ tas de dos hojas con postiguillos.-Una alacenita pequeña para mariposas con una puertecita de cristal.-Un bastidor de madera sin puertas.

Ante sala. -Dos alacenas solo con los bastidores y sin tabla.-Una ventana que cae al patio solo con bastidor y sin hoja.-En el cuarto de dicha antesala hay una claro que cae al patio como de haber tenido ventana.-Para entrar a dicho cuarto hay un bastidor de madera y sin puertas con señales de haber sido extraída recientemente.-En la entrada de la sala principal y en la escalera del terrado se notan indicios de obra nueva como de haber habido puerta, un pequeño pasamanos y mamperlanes.

1º piso cocina. -Una ventana con puerta de dos hojas y postiguillos según los indicios que se notan de obra nueva parece haber habido otra mayor.-En la campana de la chimenea hay también obra como nueva e indicando de haberse extra/ido el palo que la sostenía.


Despensa. -Una despensa cuya puerta solo tiene el bastidor.

Portal. -Una alacena solo con el bastidor. La puerta de entrada solo tiene el bastidor sin solera.-Y en un pollo con su mamperlán se nota como de haber habido una ventana y esta tapada recientemente.

Celda n.º diez y nueve

3.er piso. -Una ventana de una hoja con su bastidor.-Otra ventana o claro de otra ventana sin puerta ni bastidor y según la obra nueva que aparece se calcula haberse extraído la que tenía.2.º piso. -En el corredor un antepecho de madera y en el claro que sirve de puerta se encuentra roto y como de haberse extraído la que tendría.

Se nota tapados al parecer recientemente dos huecos a los lados del cañón de la chimenea.Al principio de la escalera del terrado se advierte un hueco como de haber servido de alacena o ropero sin tablas ni bastidores y lo mismo en la puerta de dicho terrado.

Obsérvase también faltar el antepecho o barandilla de la escalera recientemente.

Cocina. -Un bastidor de madera son hoja en la puerta para bajar al sótano.

-A la subida de la escalera un bastidor de madera sin puerta.-Una puerta de dos hojas estrecha con bastidor de madera y cerrojo que da a un patinillo, y sobre ella otro bastidor de una ventana sin puertas.-Una alacena con puerta de una hoja y aldabilla.

Portal. -Un bastidor de madera sin puertas.-Una ventana con balaustres de madera puertas de dos hojas con sus postiguillos.-Una alacena sin tabla con un bastidor de madera sin puertas.-Un bastidor de madera también sin puertas.

Celda n.º veinte

-Una alacena con bastidor y puerta de una hoja.-Una ventana y bastidor con puerta de dos hojas y postiguillos.-Una puerta de una hoja con su bastidor y cerrojo sin llave.-Un balcón pequeño de madera embebido con puerta de cuatro hojas y postiguillos.-Una puerta de una hoja con bastidor y picaporte.-Otra puerta de una hoja con bastidor y cerrojo sin llave.

N.º 21. Enfermería alta

-Dos balcones de madera embebidos con bastidores y ventanas de cuatro hojas y postiguillos con cerrojos y aldabillas.-Una alacena con dos tablas bastidor y puerta de una hoja con cerradura y llave.-Otra puerta de comunicación con una escalera con bastidor y puertas de una hoja con cerradura y llave.-Unas puertas que es la entrada principal de citada enfermería con bastidor y aquella de dos hojas con cerradura, llave y picaporte de hierro.


Celda n.º veinte y dos

Piso alto. -En un cuartillo pequeño una puerta vieja con bastidor y aquella de una hoja.-Una especie de despensa o alacena pequeña donde se nota haberse extraído las puertas y tablas violentamente.-Dos ventanas embutidas y puertas de una hoja que caen a un patio.-Otra puerta pequeña con bastidor y aquélla de una hoja que da a un cuartillo.

Cocina. -Una puerta que da a los corredores de una hoja con bastidor.-Una alacena con una tabla, bastidor y puerta de dos hojas.-Un balconcito de madera embebido con puerta de cuatro hojas con postiguillos.Trascocina. -Para subir al terrado un bastidor de madera sin puerta. En el hueco de la puerta una despensilla con bastidor y puer/ tas de una hoja.

Sala principal. -En la Sala principal un bastidor sin puerta con señales de haber sido extraído con violencia recientemente.-Otro bastidor grande que cae al patio sin puerta y con señales de haber tenido antepecho.-Otro bastidor que cae a un corredor con una pierna menos sin solero y sin puertas.

N.º veinte y tres

-Una alacena con dos tablas, bastidor y puerta de una hoja, un cerrojo y cerradura sin llave.-Otra alacena con dos tablas, bastidor y puerta de dos hojas.-Una ventana que da a un corredor con red de madera, bastidor y puertas de dos hojas con postiguillos.-Un bastidor nuevo en la entrada de esta habitación sin puertas.

Siendo dadas las tres de la tarde por el Sr. Alcalde, Delegado/ se mandó suspender esta diligencia de inventario para continuarla en el día de mañana a la misma hora; y cerradas las puertas exteriores se recogieron las llaves por el actuario y firma dicho Sr. Alcalde con los Señores concurrentes, doy fe. José Luis Rubio. Manuel Ramírez. Manuel Alcalá Zamora. Juan León. Antonio de Castilla. Carlos Caracuel. José Gómez.

Otra diligencia de inventario. En la villa de Priego a veinte y tres de Diciembre de mil ochocientos sesenta y ocho y hora de las diez de la mañana, el Sr. primer teniente alcalde con asistencia de mí el Escribano y de los señores que aparecen de la anterior diligencia se constituyó en el conventos de monjas de esta villa a continuar el inventario; y abiertas las puertas del mismo se procedió en la forma que sigue.

Celda n.º veinte y cuatro. 2.º piso. Sala alta-Una ventana de dos hojas con sus postiguillos y bastidor.-Otra ventana de dos hojas con bastidor y rejas de zanca de araña.-Otra puertecita pequeña de una hoja que cae a un caramanchoncillo.-Una alacena sin tabla, con bastidor de madera sin puer/tas.-Una puerta de una hoja con bastidor y picaporte.

Cocina. -Una alacena con dos tablas, puerta de una hoja con bastidor, cerradura sin llave.-Una ventanilla de dos hojas, bastidor y aldabilla.-Otra ventanilla de una hoja con bastidor y una rejilla.-En la escalera una ventanilla de una hoja con bastidor y reja embebidas.-Una puerta de una hoja con bastidor y sin solero con cerrojo y sin llave.


Cuarto n.º veinte y cinco

-Un balcón de madera embebido con puerta de cuatro hojas con postigos y unos cristales rotos.-Una alacena con dos tablas, bastidor de madera, sin puertas.-Una puerta de una hoja con bastidor y cerraja sin/ llave.

N.º veinte y seisGranero-Dos ventanas de dos hojas con bastidor y dos rejas una embebida con alambrera.-Otra ventana de una hoja con bastidor, alambrera con una reja embebida de yerro y otra de madera.-Una puerta de dos hojas con bastidor y dos cerrajas con sus llaves.

N.º veinte y sieteSalón

-Un órgano viejo con dos fuelles de palanca.-Una ventana grande de dos hojas con bastidor y dos órdenes de palo figurando rejas.-Otra ventana de dos hojas con postigos y bastidor, una reja embebida que da a la calle y en el bastidor clavados unos cuantos palos figurando rejas.-Otra ventana igual a la anterior. -Otra idem idem que cae al / patio.-Una puerta de dos hojas partidas por lo alto con bastidor y dos aldabillas.

N.º veinte y ocho Coro alto-Dos ventanas de dos hojas cada una con bastidor que dan a la calle cada una con una reja de hierro embebida y otra de madera.-Una especie de nicho o capilla como para un santo con bastidor de medio punto y sin puerta.-Una puerta de una hoja con bastidor de madera y llave.-Otra puerta de una hoja con bastidor, con cerradura y llave.-Dos cruces de madera, una de ellas con un brazo roto.-Una silla presidencial antigua.

N.º veinte y nueveHabitación contigua al coro.-Una ventana con dos hojas con bastidor y aldabilla.-Una puerta de una hoja con bastidor y cerraja con llave.-Tres ventanas de dos hojas con bastidor y aldabilla y dos de ellas con dos palos cada una clavados.-Dos cruces de madera.-Una alacena sin tablas y con bastidor de madera, sin puertas.-Cuatro alacenas de dos hojas cada una con bastidor, dos tablas, una de ellas y cerrajas sin llaves, las demás sin tablas y una de ellas con cerrojo y llaves y en una de éstas se nota haberse extraído una tabla con violencia.-Una puertezuela de dos hojas con bastidor, puesta en una despensilla.

N.º 30Terrado de la Comunidad-Seis rejas de hierro algo boleadas que/ dan a la calle con sus celosías y asientos de madera de tablones de pino.-Una barandilla pequeñuela de una hoja con bastidor y dos cruces de fleje que dan al tejado.-Otra ventana de una hoja de red de madera con bastidor, cerraja y cerrojo.-Otra ventana sola con el bastidor y una celosía rota.


N.º 31 Capilla-Cuatro rejas de hierro embebidas solo con bastidores.-Una ventana de dos hojas.-Otras tres idem con rejas embebidas de madera.-Una puerta de una hoja con bastidor y cerrojo sin llave.-En la escalera un pasamanos con cuatro balaustre.

Ante sala para/ subir al terrado de Comunidad.-Una ventana de dos hojas con postiguillos y bastidor de madera.-Un antepecho de madera.

CorredoresPrincipiando frente al granero-Una ventana de dos hojas con bastidor de madera y cerrojo.-Una puerta de una hoja con bastidor, cerrojo y llave echada.-Una alacena de una hoja con bastidor de la madera.-Otras dos alacenas solo con los bastidores de madera, una de ellas con una tabla y con indicios de haber sido violentadas las demás.-Otras dos alacenas con puerta de una hoja y bastidor de madera con cerrojo y llave echadas.-Unas tablas pegadas a la pared frente a las gradas del despacho y seguidas.-Una reja embebida de yerro con / bastidor de madera.-Una alacena solo con el bastidor y con señales de haber sido extraídas violenta y recientemente.-Dos medias ventanas viejas y podridas, corridas.-Una puerta de dos hojas con bastidor, cerrojo sin llaves y picaporte que da frente a las escaleras del coro alto.

Inmediato a dichas puertas se advierte obra nueva como de haber tapado un claro.-Una alacena con dos tablas, bastidor de madera sin puerta.-Una puerta de una hoja que sirve de comunicación al otro corredor con picaporte.-Una alacena con dos tablas con bastidor y sin puertas.-Otra alacena de dos hojas con/ bastidor con dos tablas.-Inmediato a la anterior alacena podrida otra nueva como de haber tapado un claro.-Este corredor tiene cuatro antepuertas de madera con nueve balaustres cada uno y en las escaleras otro corrido con veinte y cuatro balaustre.-Una alacena inmediata al número veinte y dos con puertas de una hoja con cerraja y sin llave y dos tablas corridas.-Otra alacena grande y sin tablas y con bastidor sin puertas.-Un hueco de otra alacena sin bastidor, tablas ni puertas y con señales de haber sido arrancado todo violentamente.-En la escalera que da a los corredores bajos hay dos alacenas de una hoja con dos bastidores, una de ellas con dos tablas y la otra sin ninguna.-En la subida de dicha escalera hay/ un pasamanos de ocho balaustres.

Grada del despacho

-Una puerta de una hoja con bastidor, dos cerrajas y una llave.-Una rejita pequeña embebida con bastidor de madera.-Otra reja embebida con red de alambre que cae al patio de la puerta reglar y sin reja interior con su cristal.-El tornillo con dos puertas una interior y otra exterior.-Una verja de madera interior y otra de hierro exterior y una tabla sobre dos canes.

Grada segunda o locutorio-Una puerta de una hoja con bastidor y cerrajas con su llave.-Una pantalla de madera.-Una reja embebida de hierro/ con bastidor que cae as la Cava esta exterior y otra interior de madera con


yerro de una hoja y cristal.-Un torno pequeño de madera con dos puertas una exterior y otra interior.-Una hoja de madera exterior y otra de yerro interior.-Tres cuadros pequeños con estampas de papel.

Departamento de las Moradas

Piso alto principiando por la parte que linda a la Tercia.-Dos puertas viejas de una hoja.-Una puerta de dos hojas viejas con cerrojo.-Una ventana grande de red formando medio punto.-Cinco antepechos de madera viejos en el corredor.-Dos alacenas con puertas de una hoja viejas y una de ellas con dos tablas.-Otra ventanilla de una hoja y una puerta también con cerrojo en un cuarto pequeño./-Otra puerta de una hoja con cerrojo y cerraja sin llave en muy mal estado en la meseta de la escalera.-Al principio de la escalera una puerta de una hoja con cerrojo y cerrojo sin llave.-Una puerta vieja de una hoja en el piso bajo del mismo patio.-Otra puerta de una hoja de tablilla.-Otra puertecilla de una hoja vieja, en los gallineros y otra habitación del primer patio.-Un pilón con caño de metal y una piedra para lavar.-Una puerta grande de una hoja con cerroja, cerrojo, llave y picaporte.-Otra puerta de dos hojas formando/ medio punto con cerroja y llave en la escalera para pasar a otro departamento.-En la misma una puerta de una hoja con cerraja sin llave que da a un sótano.-Dos antepechos de madera en dicha escalera.-Inmediata a la celda número siete una puerta de dos hojas con bastidor y en lo interior unas hornillas una de ellas de hierro fundido.-Una ventana con ocho balaustres de hierro, que cae a un sótano con su candado.

Horno de pan cocer-Una artesa vieja e inútil y unas escaleruelas de seis pasos de madera.-Una tapa para el horno y tres palos.-Una nueva barra de nogal de cuatro pies.-Un batidor de bizcochos/-Un banco de madera con sus pies nuevos.-Un pilón o destilador de lejías para hacer jabón y un rodillo de hierro con mango de madera.-Dos puertas viejas de una bujía con cerrojo.-Otra puerta de dos hojas con cerrojo, cerraja y llaves.

Patio grande

-Una puertezuela de una hoja inmediata a la celda n.º catorce.-Una fuente pilón con su caño de bronce y piedra de labrar.-Tres puertezuelas de una hoja inmediata a dicha fuente.-Una fuente taza con cuatro cañitos pequeños de metal.-Otra fuente pilar con caño de yerro.-Otra idem con caño de metal y piedra para labrar.-Una alberca con bordaduras de / piedra blanca, caño de metal dorado y dos piedras para lavar.-Inmediato a dicha alberca una puertezuela de una hoja con balaustre de madera.-Una puerta de una hoja con bastidor en una despensilla con cuatro tablas.-Otras dos puertezuelas pequeñas una de dos hojas y la otra de una.-En dicho patio hay varios árboles, entre ellos naranjos y se nota que uno de ellos ha sido sacado de cuajo y otro cortado al parecer con sierra, lo que se hace constar a instancia del caballero regidor Don Juan León y Burgos; y según apreció el presente escribano les ha oido a Don Juan Alcalá Zamora, Don Francisco Caracuel y Cámara que el naranjo cortado lo había sido por Francisco Velasco dividiendo / luego el tronco de él entre


Juan Pareja Merino y Juan Antonio Álvarez, advirtiendo además que el mismo Velasco había arrancado cuatro canes de hierro que sostenían una canal de lata en la celda de su tía, D.ª Antonia Velasco marcada con el número nueve, la cual y canes mandó el expresado Velasco a Francisco Antonio Arjona las condujere a la casa de Velasco.

Y siendo dadas las dos y media de la tarde de orden del Sr. Alcalde se suspensión esta diligencia para continuarla en el día de mañana; y cerró las puertas exteriores del edificio quedaron sus llaves en poder del infrascrito firmando expresado Sr. Teniente Alcalde con los señores concurrentes doy fe. José Luis Rubio. Manuel Ramírez. Manuel Alcalá Zamora. Antonio de Castilla. Francisco León. Carlos Cara/ cuel. José Gómez.

Comunicación de la diligencia de inventario. En la villa de Priego a veinte y cuatro de diciembre de mil ochocientos sesenta y ocho y hora de las diez de la mañana el Sr. teniente Alcalde Don José Luis Rubio con asistencia de mí el Escribano y los Sres. que aparecen de las anteriores diligencias se constituyó en el Convento de Monjas a continuar el inventario y abiertas las puertas del mismo se procede en la forma que sigue:

-Pasillo del claustro bajo a los patios-Dos alacenas de una hoja con bastidor, cerrojo y llave echado.-Una torrecilla con una campanilla pequeña.-Una puerta grande de dos hojas de zoquetes y cerrojo.

Enfermería baja

-Una alacena de una hoja con bastidor y dos tablas.-Una ventanita de una hoja de uno de los confesionarios.-Una ventana de dos hojas con / bastidor y postigos.-Una puerta de una hoja con bastidor y cerrojo sin llave.-Dos ventanas de dos hojas con postigos, bastidor y rejas de zancas de araña.-Una s puertas de grandes de sos hojas con cerraja y llaves.

Corredores bajos

-Una puerta de una hoja que da a uno de los confesionarios, en un cuartito.-Dos tablas en una despensilla con puerta de una hoja, cerrojo y cerraja sin llave.-Un rejón de hierro que da luz al sótano de saladero.-Un tablón de madera para bajar a dicho sótano con cerraja sin llave y dos manillas.-Un bastidor pequeño de madera con cuatro hierros que da luz / al mismo sótano.-Una alacena grande con puertas de una hoja, bastidor y cerrojo con llave.-Otra alacena de dos hojas con unos pañitos de celosía y dos tablas y cerrojo sin llave.-Otra alacena de una hoja con un pañito de celosía, bastidor y cerrojo.

Cocina de Comunidad

-Una puerta de una hoja con bastidor y cerrojo que da al patio grande y sobre ella una ventana de una hoja con bastidor.-Una alacena de una hoja con bastidor y tres tablas.-Un tablón con una manilla y cerrojo sin llave cubriendo una hornilla.

En este acto que son las diez y media de la mañana de hoy se presenta una comunicación del Sr. Alcalde Constitucional de esta villa en la que comunica al Sr. Don José Arriero Hoyo representante del Noble Ayuntamiento Constitucional de la misma para que continúe el inventario que se está verificando en el Ex-convento de Monjas Claras de la misma, cesando en dicha hora el que estaba ejerciendo en la misma hora


Don José Luis Rubio para atender otras ocupaciones de la misma Alcaldía estando verificando el Inventario ya mencionado en la cocina de comunidad; y uniendo dicha comunicación este inventario continúo en la forma que sigue:

-Una ventana de dos hojas con bastidor y postiguillos que se comunica al refectorio.-Una tabla con tres canes pegados a la pared.-Una escalera de marco con una pierna rota y de diez pasos/ y uno de ellos quebrado.

Refectorio

-Una ventana de dos hojas con su bastidor, postiguillo y hoja de hierro embebida.-Una alacena con tres tablas y puerta de una hoja con cerrojo y cerroja sin llaves y con bastidor.-Una banca de madera cogida de la pared de todo el largo del corredor y otra igual pero como de tres varas de largo.-Un bastidor de mampara o armadura de un dosel.-Un bastidor de madera en la puerta de entrada.

Pasillo que hay entre el claustro bajo y el primer patio.

-Una banca cogida con yeso a la pared y como de dos varas y cuarta en su rincón.-Una alacena sin tablas solo con el bastidor y sin puertas.-Una bodega con su tabla con bastidor de madera.-Una puerta de madera vieja de balaustre.-Un cepo de limosna con su cajón y cerradura pero sin llave.

Grada baja

-Un torno pequeño con dos puertas una interior y otra exterior, la primera con cerrojo.-Una ventana de una hoja con bastidor y en lo interior cuatro palos atravesados y en lo interior una reja de hierro embebido con bastidor y red de alambre.-Dos rejas la interior de madera con bastidor y la exterior de hierro con bastidor de madera, las dos embebidas.-Una puerta de entrada de una hoja con bastidor, cerradura, llave y pestillo.

Habitación del torno-Una despensa con puertas de dos hojas grandes con cerradura y llave.-Una alacena de una hoja con bastidor de madera.-Otra idem pequeña de dos hojas y bastidor de idem.-Otra alacena con una tabla y puerta de dos hojas con bastidor y cerradura sin llave.-Un torno grande que cae al portal con una cadena de hierro como de dos varas de larga con una puerta de una hoja exterior sujeta a la antedicha cadena.-Un bastidor con reja de hierro embebida pero sin puerta.-Un escaño como de dos varas y media de largo.-Una puerta de entrada de una hoja con bastidor, cerradura con/ llave y picaporte.

Pasillo para la grada baja

-Una alacena grande con seis tablas en rededor, con bastidor, puerta de dos hojas, cerradura y llave.-Otra alacena con tres tablas y bastidor sin puertas.-Sala de descanso

-Una alacena pequeña sin tabla con bastidor de madera sin puertas.-Dos rejas embebidas con bastidor de madera sin puerta.-Un cuadrito pequeño con marco dorado.-Una tabla suelta como de dos varas de largo.-Una puerta de entrada de dos/ hojas con bastidor, aldabilla, cerradura con cerrojo, manilla y llave.


Patio segundo

-Una fuente piedra jaspe blanca de una pieza con caño dorado.-Una cruz de yeso que da luz en una ventana a la bodega.-Una puerta de una hoja de escape con bastidor, cerradura y llave.-Una puerta grande de un ala de dos hojas con cerradura de cerrojo y llave en la entrada de dicho patio.

Cuarto interior contiguo a la portería

-En otro cuarto se encuentra una puerta de una hoja de madera con cuatro tablas clavadas en otros tantos barrotes/ y de yerros con su bastidor sin solero con cerradura y sin llave siendo su altura un metro sesenta y seis centímetros y su ancho de un metro cuarenta y ocho centímetros: tiene dicha hoja una armella como para cerrojo grande; tiene también entre el cabecero y la hoja un poco de yeso de doce centímetros de largo y tres centímetros de ancho firme. También se nota en dicha puerta entre la pierna derecha y la misma hoja sobre el tercer gozne un pegote de yeso como de tamaño de un huevo, firme en la hoja y en el bastidor con señales de haber dado golpes y conocerse que el yeso que tiene es antiguo demostrándose también que en la chapa de la cerraja hay marcas de haber tenido algún yeso al parecer antiguo y que según el estado en que se encuentra el pestillo parece no haber te/nido uso hace tiempo.

-En el cuarto anterior se nota un pedazo de pared como de obra nueva enlucida de un metro setenta y seis centímetros de ancho, y de un metro noventa centímetros de alto, el cual pedazo de pared a petición del Sr. Delegado se rubricó con lápiz de color encarnado por los individuos que componen la Comisión de inventario incluso yo el escribano.

En seguida se pasó a la habitación que hay a la espalda de citado pedazo de obra nueva que es un granero por donde hoy se entra por la habitación del sacristán; y reconocido y medido como el anterior por el perito don José María Nadales resultó que dicho pedazo de obra nueva es un tabique que tapa un claro de un metro ochenta y cuatro centímetros de alto y de ancho un metro y cuarenta y cinco centímetros cuya parte de tabique se/ encuentra solo repellado. En este estado el señor arcipreste hizo presente que por las averiguaciones que ha hecho sobre la puerta y tabique anteriormente reseñado le consta que verificada la incautación de los bienes de este convento hace más de 30 años el sacristán del mismo Juan Siles pidió a la comunidad el granero ya referido para establecer en él un taller de carpintería y depósito de madera y habiéndoselo otorgado la comunidad se tabicó, es decir se dejó cerrada la puerta cubriéndose toda ella por la parte interior del convento con yeso. En cuyo estado ha permanecido hasta pocos días antes de la salida en que por disposición de las religiosas fue descubierta y quitada la puerta trasladándola al cuarto de la portería donde se ha encontrado y tabicando/ el claro que ella ocupaba. A seguida el señor delegado expresó que sólo ha practicado el reconocimiento de puerta y tabique en el estado que ya aparece en virtud a que creyó no debió haberse hecho alteración por ningún concepto del que antes tenía, pero que en vista de la parte oficiosa bien tienen sentido de declaración o ya de manifestación que es sin ser pedida se ha dado por el señor arcipreste don Manuel Ramírez ha creído oportuno consignar la que el que dice acaba de hacer.

Se siguió el inventario en la forma que sigue.

Granero bajo

-Se encontró en citado granero una reja embebida de tamaño regular y otra más pequeña que dan al patio de la/ puerta reglar.-Otras dos rejas a la calle de la Cava, haciendo arco en el muro y otras dos en la parte interior del dicho granero.

Habitación del sacristán

Trascocina. -Una alacena con una tabla y puerta de mampara en muy mal estado.-Una puerta de una hoja en la bajada de las escaleras.-Una puerta de entrada a dicha trascocina, de una hoja con bastidor de madera con cerrojo.


Cocina. -Una ventana de dos hojas pequeñas con rejas de yerro boleada.-Una mampara que sirve de puerta a la entrada de la cocina.Cuarto del portal. -Una alacena con una tabla y puerta de una hoja con cerra/dura sin llave.-Una puerta de una hoja con bastidor de madera, cerradura de cerrojo sin llave que sirve de entrada a dicho cuarto.

Portal. -Una ventana de dos hojas con reja boleada que da a la calle.

Sala alta. -En una alcoba una ventana de dos hojas con postiguillos, aldabilla de hierro y bastidor de madera.-Una alacena con puerta de una hoja y bastidor.-Otra id. por címa con puerta de una hoja y bastidor.-En la dicha sala una ventana de dos hojas con bastidor de madera y reja de hierro algo boleada.-En otra alcoba una alacena con dos tablas, puerta de una hoja y bastidor.-Una puerta en la escalera de / una hoja con cerraduras y cerrojo sin llave y con bastidor.-Una puerta en el hueco de la escalera de una hoja con dos paños de solería, bastidor, cerradura sin llave y cerrojo.-Una puerta de una hoja con bastidor sin solero, cerradura con llave, picaporte y aldabilla que es la que da entrada a las habitaciones del sacristán.

Hospedería

-Una ventana de una hoja con bastidor y reja embebida.-Una puerta de una hoja con bastidor, cerradura y llave.

Antesala. -Un bastidor con rejas de yerro, embebida sin puerta.

Locutorio por la parte del exterior

Una ventana de dos hojas con/ postiguillos y bastidor con una reja mediana de hierro boleada.

-Una cortina de lienzo algodón de ramos con barra de hierro.-Un marco de madera con una purísima (sic) del medio bulto.-Una puerta de una hoja con bastidor, cerradura y picaporte.

Gradas del despacho por la parte exterior

-Una ventana de dos hojas con postiguillos, bastidor y reja boleada y por bajo pollo de madera.-Una puerta de entrada de una hoja con bastidor cerraduras con llave hípica porque.-Un algo que Baranda en la escaleras como de tres barras.-Una puerta de entrada de dos/ hojas con bastidor, cerradura con llave y picaporte.-Un palo de baranda en la escalera como de tres varas.-Una puerta de moradas de dos/ hojas con bastidor, cerradura con llave y picaporte.-Una puerta de entrada al primer patio, de dos hojas, una de ellas con postiguillo... y tiene el postiguillos una cerradura con llave y su aldaba en una de sus puertas.-Un farol mediano con su garrocha y cordel.

Grada baja

-Una ventana de dos hojas con bastidor, reja embebida y red de alambre.-Dos campanas de metal en la torre medianas con su cabeza y herrajes.


-Dos ventanas con sólo el bastidor una de ellas con reja de madera/ con su candado sin llave y la otras de hierro embebida.-Una puerta de entrada a la grada baja con cerradura y llave; de una hoja con bastidor.-Y últimamente la puerta principal de este convento de dos hojas, una de ellas con postiguillo, cerradura y llave con aldaba.

Y no habiendo más efectos que sujetar a este inventario se dio por terminado con la protesta ordinaria de sujetar cualquiera otro que resultare; y cerradas las puertas como en los días anteriores el Señor Delegado hizo entrega de las llaves a mi presencia al Caballero Administrador de Rentas Estancadas de esta villa don Carlos Caracuel y Cámara que debe conservarlas, como asimismo todos los efectos ya inventariados, mediante a que por la ley es el que debe incautarse en ellas como lo queda en /efecto quedando con ello terminado este acto que firmarán el Señor Delegado y demás personas concurrentes a él, de que doy fe. José Luis Rubio. José A. Manjón y Hoyo. Manuel Ramírez. Manuel Alcalá Zamora. Antonio de Castilla. Carlos Caracuel. José Gómez.

Diligencia. Acto continuo de conclusiones la anterior y firmada por los señores concurrentes se negó a verificarlo el regidor don Juan León Burgos manifestando que siendo su cometido inspeccionar los efectos que debían inventariarse y encontrando su se trataba de extender más allá sus facultades, desde luego hacía presente su descontrato y negativa para la autorización, firmando esta diligencia de que doy fe. Juan León. Gómez.

Comparecencia. Auto. En la villa de Priego a veinte y siete de / Diciembre de 1868, ante el Sr. don José de Santa Cruz González, teniente de alcalde tercero, que desempeña accidentalmente la Alcaldía constitucional de ella, por ausencia del Alcalde y de los dos tenientes primero y segundo comparecieron los señores don Manuel Ramírez Pino, cura propio, arcipreste y vicario de estas iglesias, don José Arriero Hoyo, representante del Ilustre Ayuntamiento Constitucional y delegado para la continuación de la anterior dirigencia de inventario, don Juan León y Burgos y don Manuel Alcalá Zamora, aquél Regidor y éste Secretario de referida Corporación, don Carlos Caracuel, Administrador de Rentas de este partido y don Antonio de Castilla y Serrano que en clase de testigo como vecino honrado ha sido designado para asistir a la expresada diligencia y por ante mi el escribano: Dijeron que/ cuando se estaba terminando la anterior diligencia de inventario ocurrió el incidente desagradable de notarse en la portería recientemente tapado con un tabique el claro de una puerta que daba a la casa del sacristán; que aunque los componentes no dudaban del buen nombre de la Comunidad, considerando que eso podría interpretarse por la maledicencia de una manera desfavorable a aquélla, convinieron en el acto se practicasen ciertos reconocimientos e indagaciones que con la manifestación que hizo el expresado Sr. Vicario dieren por resultado el comprobar que cuando el Gobierno se incautó en los bienes de las Comunidades religiosas hace más de treinta años se concedió al sacristán Juam Siles el granero bajo, cuya entrada era la que ahora aparecía/ tapada para poner su taller de carpintería. Que cuando esto se verificó se dejó puesta y cerrada la puerta de madera de una hoja que tenía, enluciéndose con yeso por la parte interior del convento, quedando en esa disposición hasta ahora que la abadesa la mandó se quitase expresada puerta enlucida y se tapase con un tabique sin considerar lo que semejante novedad podía producir. Que habiéndose dejado la puerta que se quitó con inmediación al sitio que antes ocupaba se reconoció escrupulosamente y todos vieron que su hoja estaba cerrada con el pestillo de la cerraja que tiene, que aquél se hallaba muy enmohecido y la dicha puerta con señales evidentes de haber estado enlucida su hoja por la parte exterior, o sea la que daba al convento y por consiguiente sin uso hacía mucho tiempo. De/esto quedaron convencidos los comparecientes como también de que para penetrar en lo interior del convento, no era bastante la expresada puerta, aún suponiendo en uso, por existir otra frente a la reglar con dos llaves que se cierran como aquélla quedando una en poder de la abadesa que ya va indicada y otra de la portera; pero sin embargo para más corroborar que en la disposición de la abadesa que ya va indicada sólo hubo impremeditación y para que en ningún tiempo se desnaturalice la verdad solicitaban con el objeto de esclarecer más los hechos fuesen examinados bajo de juramento los albañiles Juan María Flores y Sánchez y Manuel Arjona Guerrero que según noticias fueron los/ que quitaron la puerta, hicieron el tabique y el primero el que la enlució con yeso hace más de treinta años en término bastante a que quede consignado cuanto sepan y le conste sobre el particular; encareciéndose el Flores a expresar si cuando se quitó ahora dicha puerta se hallaba en el mismo estado que cuando la enlució hacia el año de treinta y ocho; y evacuado se puso una comunicación atenta a la que fue abadesa de dicho convento Sor doña Manuela Valverde y Fernández, por si hubiere llegado a su noticia lo ocurrido le sirva de satisfacción el resultado de las diligencias y le conste la complacencia que en ello han tenido los comparecientes. En su vista el Sr. Alcalde


determinó se practicase todo como se pedía en atención a considerarlo justo y razonable, quedando instruidos los/ señores de la Comisión de Inventario que firman, de que doy fe. José González. Manuel Ramírez. José A. Manjón y Hoyo. Juan León. Manuel Alcalá Zamora. Antonio de Castilla. Carlos Caracuel, José Gómez. Encargo. En acto continuo yo el escribano encargué al municipal Leovigildo Boyer la comparecencia de los albañiles que se designan en el auto anterior, de que doy fe. Gómez.

Declaración de Juan María de Flores. Seguidamente ante el Sr. Alcalde y mi presencia compareció el albañil Juan María de Flores y Sánchez, de esta vecindad y habiendo sido interrogado bajo de juramento como se solicita en la anterior comparecencia por los señores que la suscriben, enterado Dijo: Habrá como un mes poco más o menos que fue llamado al convento de monjas de Santa Clara de esta referida villa por su abadesa doña Manuela Valverde y esta le previno que la/ puerta del granero bajo que hacía ya más de treinta años que el declarante había enlucido con yeso por la parte del convento para que dicho granero quedase independiente y unido a las habitaciones del sacristán, don Juan Siles, a quien en aquella época se lo concedió la comunidad para poner su taller de carpintería, la quitase y tapase el claro con su tabique; que al momento llamó a Manuel Arjona Guerrero y este quitó en efecto dicha puerta, y se tapó con un tabique, debiendo añadir que cuando esta operación se realizó encontró enlucida dicha puerta en los términos que la había dejado en la época referida, ó sea cuando la enlució. En este estado de orden del Sr. Alcalde fue reconocida por el testigo la puerta de una hoja que ahora se ha encontrado con inmediación a la portería y convento. No le queda duda es la misma que tenía dicho granero y la que él enlució en los términos que deja/ mencionados. Que es cuanto le consta y puede manifestar y todo ello la verdad a cargo de su juramento; que es de edad de sesenta y siete años, y no firma por no poder verificarlo mediante su edad, lo hace el Sr. Alcalde de que doy fe. José González. José Gómez.

Otra de Manuel Arjona Guerrero. Inmediatamente compareció ante el mismo Sr. Alcalde y mi presencia el testigo Manuel Arjona y Guerrero, de esta vecindad y previo juramento preguntado como está mandado y por la cita que se le hace bien enterado Dijo: Que en efecto es cierto le avisó el maestro Juan María Flores para que se presentara en el convento de Santa Clara y habiéndolo ejecutado se quitó una puerta de una hoja de madera que estaba puesta en la entrada del granero bajo de dicho convento y enlucida su hoja con yeso por la parte interior/ de aquél tapándose enseguida el claro que quedó con un tabique, lo que habrá cosa de un mes poco más o menos que se verificó. Puéstole de manifiesto por disposición del Sr. Alcalde la puerta ya mencionada; después de haberla reconocido dijo ser la misma debiendo advertir que el enlucido de yeso que tenía la citada hoja del puerta tuvieron que quitárselo a golpes. Que lo dicho es la verdad a cargo de su juramento, que es de edad de treinta y cinco años, no firma por no saber, lo hace el Sr. alcalde, de que doy fe. José González. José Gómez.

Nota con la misma fecha se libró la comunicación que antes se manda a la señora Madre Abadesa de este convento, de que doy fe. Gómez.

Comunicación. Hay un sello del Gobierno de la Provincia. En vista del oficio de V. de fecha 19 del actual, he acordado manifestarle que lleve a cabo la supre / sión del Convento de Religiosas de Santa Clara de esa villa, trasladándolas al que disponga el Sr. Obispo de Jaén, a quien con esta fecha oficio manifestándole la urgente necesidad de esta medida. Al mismo tiempo cuidará V. como le tengo prevenido, de hacerse cargo de todas las pinturas y esculturas y demás objetos que en el edificio existan, de los que formará V. el oportuno inventario del cual me remitirá copia. Dios guarde a V. muchos años Córdoba, 23 diciembre de 1868. El duque de Hornachuelos. Sr. Alcalde de Priego.Auto. La precedente comunicación del Sr. Gobernador de la Provincia únase al expediente de inventario con que tiene relación; y que mediante a que todo cuanto en ella se previene está ya practicado, sáquese la copia o testimonio del inventario según se ordena el que se remita con atenta comu / nicación a expresado Sr. Gobernador, según se sirve prevenirlo. Lo mandó y firma el Sr Alcalde accidental de esta villa de Priego en ella a veinte y siete de diciembre de mil ochocientos sesenta y ocho años, de que doy fe. José González. José Gómez.

La diligencia de inventario antes inserta con atenta comu/nicación a expresado Sr. Gobernador según se sirve prevenir. Lo mandó y firma el Sr. Alcalde accidental de esta villa de Priego en ella a 27 de diciembre de 1868, de que doy fe. José González. José Gómez.Las diligencias de inventario antes insertas a la letra están conformes con sus originales que obran por ahora en mi escribanía a que me remito. Y para que conste en cumplimiento de lo mandado en el auto últimamente


inserto pongo el presente inventario compuesto de cincuenta y ocho hojas útiles que firmo en Priego a treinta y uno de diciembre de 1868.

José Gómez.Anexo n.º 2Inventario de efectos entregados al arcipreste de Priego el 11 de septiembre de 1870 (AMP. 2 hojas manuscritas).

En la villa de Priego a once de septiembre de mil ochocientos setenta, reunidos en su exconvento de monjas de Santa Clara los señores D. José Arriero Manjón, Alcalde segundo de ella y primero accidental, D. Manuel Ramírez Pino, arcipreste y cura párroco de la única de expresada villa, D. Antonio Aguilera Infante y D. Antonio Aguilera Vallejo, vecinos de la misma como testigos, y Don Juan Bautista Herrera, administrador de propiedades y derechos del Estado en los partidos de Lucena y Montilla, no teniendo representación la Comisión de Monumentos por haber ésta evacuado su cometido con anterioridad. Se dio principio a la formación del inventario de cuantos efectos había en el citado exconvento, previa exhibición que el D. Juan Bautista Herrera hizo de las órdenes de la Administración económica de la provincia su fecha treinta de agosto último y diez del corriente, y el resultado fue el que a continuación se expresa.

Efectos dedicados al culto y entregados al Sr. Arcipreste D. Manuel Ramírez Pino.

-El retablo y altar de San Bernardo, con ara, mantel, sobremantel, cornualtar, dos bujías, un atril, una cruz pequeñita y dos sacras.-Dos confesonarios y el púlpito con tornavoz.-Dos lámparas de madera con dos ángeles que las sostienen.-Altar de Santiago, con ara, mantel, sobre mantel, frontal de seda, dos bujías, atril, retablo y lienzo.-Una lámpara vieja/ (1 anv.)-Una tabla... de indulgencia sobre dorada.-Otra id. pintada.-Dos ciriales de madera.-El altar mayor que contiene seis bujías, la cruz, mantel, sobre mantel, frontal de seda, dos sacras, una Purísima, un San Francisco, un Santo Cristo, una Santa Clara, un San José, un San Buenaventura, y un Santo Domingo.

-El altar de San Ildefonso que contiene dos bujías, una cruz de madera, con Santo Cristo, un mantel, sobre mantel, cornualtar y frontal de seda.-Dos fascistoles.-Una pila de agua bendita de piedra.-El esterado de la Iglesia y sacristía.-Una cajonera.-Una tabla de ánimas y cartilla.-Un Santo Cristo con dosel.-Una tabla pequeña con un San José pintado.-Cuatro misales.-Un terno completo morado de seda.-Otro id. blanco.-Otro id. negro.-Otro id. encarnado.-Dos casullas verdes con capa.-Un paño de hombro para la comunión con estola y roquete.-Dos almas blancas con encaje.-Dos amitos y cíngulos.-Una casulla blanca completa, estola, manípulo y bolsa de corporales.-Otra casulla negra con los mismos útiles.-Otra morada con los mismos útiles.-Otra encarnada con los mismos útiles./ (1 rev.)-Dos toallas.


-Un acetre de metal blanco.-Un cáliz de plata.-Un escaparate con dos ciriales de madera y cruz.-Una cajonera de madera con cuatro cajones.-Cuatro candeleros de platina.-Una lámpara de hojalata.-Un palio con sus basas planteadas.-Un cajón para los santos sacramentos.-Un paño negro para los entierros.-Ocho pañitos morados para las cruces.-Un frontal y viso verde.-Seis albas.-Nueve pares de corporales.-Nueve amitos.-Tres manteles de hilo.-Cuatro palias.-Nueve purificadores.-Cinco cornualtares.-Dos sobrepellices.-Seis cíngulos.-Dos toallas.-Un trono sobredorado.-Una cruz sobredorada para los sacramentos.-Tres almohadas de suelo.-Tres alfombras (en mal estado).-Dos tazas para los óleos.-Dos candelero azófar.-Una mesa de cera.-Un aceite de azófar./(2 anv.)-La caña de las Marías.-Un paño de holandilla para los entierros.-Un candelero para el cirio pascual.-Un tenebrario.-Cuatro hacheros para el coro.-Unas vinajeras de metal blanco.

Efectos enajenables en pública subasta

-Nueve escaños, un jarrero, cuatro marcos recios, diez marcos endebles, una mesa vieja de pino pequeña, catorce sillones viejos de cuero, una mesa grande de pino vieja, seis cuadros con lienzo, una mesa grande de nogal, un espejo antiguo viejo, y una urna de cristal pequeña. Y no habiendo más del cometido de esta junta se dio la diligencia por terminada extendiéndose por triplicado la presente acta.

José A. Manjón (rubricado). Manuel Ramírez (rubricado). Testigo Antonio Aguilera Infante (rubricado). Antonio Aguilera y Vallejo (rubricado). Bautista Herrera (rubricado). (2 rev.)

Anexos n.º 3-4Relación de religiosas, novicias y profesas (pp. 683-699)Relación de religiosas difuntas (pp. 700-706)(A.P.A. Libro de Profesiones)

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D.ª

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Hija

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D.ª

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2.16

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D.ª

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D.ª

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D.ª

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1664

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) 30.

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D.ª

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D.ª

Ana

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D.ª

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1666

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) 8.1

1.17

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D.ª

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D.ª

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) 28.

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D.ª

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ita S

ánch

ez14

.07.1

726

09.1

1.17

2780

0+30

**p

iso,

más

un

cahí

z de

trig

o. (

) 13.

8.17

69.

Hija

de

D. J

erón

imo

Sánc

hez

y D

.º Fr

anci

sca

Zam

ora

D.ª

M.ª

Ant

onia

de

las M

erce

des

Vid

a25

.07.1

728

26.1

1.17

3080

0+10

0*r

eale

s por

la r

enun

cia.

() 5

.7.1

779.

*Exp

ósita

. Rec

onoc

ida

desp

ués p

or su

pad

re D

. Nic

olás

de

Vid

ay

Her

mos

illa.

Esc

ritu

ra a

nte

Juan

A. H

oyo

en 2

5.11

.173

0

D.ª

Ven

tura

M.ª

A.ª

de S

.ª B

árba

ra04

.10.17

2819

.01.

1730

800+

360*

*rea

les p

or la

ren

unci

a.H

ija d

e A

leja

ndro

de

los R

eyes

y D

.ª C

atal

ina

Gal

lard

o.E

scri

tura

ant

e Ju

an A

. Hoy

o en

7.1

.173

0.

D.ª

Fran

cisc

a B

árba

ra d

e S.

Jua

n04

.10.17

2810

.12.

1731

800+

360

*rea

les p

or r

enun

cia.

Hija

de

Ale

jand

ro lo

s Rey

es y

D

.ª C

atal

ina

Gal

lard

o. E

scri

tura

ant

e Ju

an H

oyo

en 3

.12.

1731

.(

) 24.

9.17

51.

D.ª

Jose

fa d

e Sa

nta

Tere

sa In

fant

e17

.03.1

728

01.0

3.17

34E

n ce

nsos

*30

duca

dos y

un

cahi

z de

trig

o pa

ra a

juar

y a

limen

tos.

50

de r

enun

cia.

Hija

de

D. L

uis I

nfan

te y

D. J

uana

de

Mes

a.

Esc

ritu

ras a

nte

Juan

Ant

onio

Hoy

o en

17.

3.17

28, y

26.

2.17

34.

() 2

9.1.

1787

.

D.ª

Ros

a M

.ª de

los R

eyes

Car

rillo

21.01

.1733

800*

* en

din

ero.

100

0 en

pos

esio

nes.

Se v

olvi

ó a

su c

asa.

Hija

de

D. F

ranc

isco

Ber

nard

o de

los R

eyes

y D

.ª M

.ª A

nton

ia

Car

rillo

y A

guile

ra. E

scri

tura

ant

e To

más

Cre

spo

en 1

8.12

.173

2.

D.ªM

aría

Ant

onia

de

Cas

tilla

21.10

.1732

800*

en d

iner

o o

1000

en

pose

sion

es.

Esc

ritu

ra a

nte

Juan

Ant

onio

Hoy

o, o

torg

ada

por

D.ª

Mar

íaA

nton

ia d

e C

asti

lla, e

n 19

.10.

1732

D.ª

M.ª

Tere

sa d

el C

arm

en

Gon

zalb

o21

.10.17

3228

.10.

1737

() 2

7.10

.180

1.

D.ª

Ros

alía

de

los S

erafi

nes

Gon

zalb

o21

.10.17

3223

.10.

1740

Org

anis

ta*

*La

Com

unid

ad le

hiz

o la

gra

cia

con

licen

cia

de lo

s sup

erio

res.

Hija

de

D. J

osé

Gon

zalb

o y

D.º

Mic

aela

de

Men

doza

.(

) 25.

10.1

809.

D.ª

Ant

onia

Jos

efa

Gal

lard

o(te

rcer

a he

rman

a pr

ofes

a)21

.09.1

733

02.0

9.17

341.

200+

30*

*duc

ados

y u

n ca

hiz

de tr

igo.

Ren

unci

a 36

0 re

ales

.H

ija d

e A

leja

ndro

de

los R

eyes

y D

.º C

atal

ina

Gal

lard

oE

scri

tura

en

Juan

A. H

oyo,

oto

rgad

a po

r la

mad

re e

n 21

.9.1

733

D.ª

M.ª

Ant

onia

de

San

Ber

nard

o25

.10.17

3328

.10.

1733

800*

*por

raz

ón d

e re

nunc

ia d

io d

os lá

min

as d

e pi

ntur

a de

Rom

aco

n su

s mar

cos d

orad

os y

una

urn

a co

n un

Niñ

o Je

sús

y di

fere

ntes

paí

ses (

pais

ajes

). (

) 14.

9.17

71.

Hija

de

D. L

uis O

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es y

Car

acue

l y D

.ª A

nton

ia d

e C

asti

llaE

scri

tura

ant

e D

. Jua

n A

. Hoy

o en

28.

10.1

733


ombr

eIn

gres

oPr

ofes

ión

Dot

eO

bser

vaci

ones

D.ª

Mar

iana

Rita

Tal

ero

17.10

.1737

16.0

9.17

388.

800

real

esH

ija d

e D

. Mig

uel T

aler

o y

D.ª

Mar

iana

Val

divi

a.E

scri

tura

ant

e D

. Jua

n A

. Hoy

o. S

e ob

ligó

su tí

o D

. Fra

ncis

co

Vald

ivia

por

ella

. (

) 19.

3.17

95.

D.ª

Jose

fa d

e lo

s Áng

eles

Gar

cía

09.0

5.173

713

.06.

1738

Sin

dote

*

*Se

reci

bió

por

mús

ica

en p

laza

ent

era.

“O

frec

e po

r su

dot

ela

bor

y ha

bilid

ad p

ara

ser

cont

inua

soch

antr

a y

mos

trar

a

las d

emás

rel

igio

sas i

dóne

as p

ara

ello

”.

Hija

de

Juan

Gar

cía

y D

.ª Fr

anci

sca

de R

ivas

. (

) 6.1

.179

7.

D.ª

Jose

fa d

e la

Enc

arn.

Cab

alle

ro29

.09.1

738

25.0

9.17

3980

030

duc

ados

más

un

cahí

z de

trig

o. 1

00 r

eale

s por

ren

unci

a.H

ija d

e D

. Jua

n C

abal

lero

y D

.ª A

na d

e G

óngo

raE

scri

tura

ant

e D

. Eus

ebio

Ros

ales

. (

) 28.

6.18

04.

D.ª

Man

uela

A. d

e la

Pre

sent

. M

olin

a08

.03.1

738

05.0

8.17

42D

ote

divi

sa*

*La

mita

d en

tres

cen

sos (

1.00

0 re

ales

) y la

mita

d en

din

ero

(800

duc

ados

). D

e re

nunc

ia 2

5 m

ás 3

0 y

un

cahí

z de

trig

o.H

ija d

e D

. Jua

n de

Mol

ina

y D

.ª A

na C

abañ

as.

Esc

ritu

ras a

nte

Juan

A. H

oyo

y E

useb

io R

osal

es e

n 27

.7.1

742

24.9

.175

1. (

) 24.

8.17

52. (

) 10.

6.17

92.

D.ª

Jose

fa d

el N

iño

Jesú

s Ram

írez

10.0

5.173

8C

on 7

años

23.12

.1742

03.0

1.17

47Po

sesi

ones

**

Hue

rto

de m

oral

es d

ebaj

o de

los A

darv

esH

ija d

e D

. Bla

s Ram

írez

y D

.ª Jo

sefa

de

Her

rera

Esc

ritu

ra a

nte

Eus

ebio

Ros

ales

en

11.1

1.17

46. (

) 12.

1. 1

763.

D.ª

Tom

asa

Cab

alle

ro01

.07.1

738

30 d

ucad

os*

*y u

n ca

híz

de tr

igo.

Se v

olvi

ó a

su c

asa

cum

plid

os lo

s dos

año

s de

novi

ciad

oH

ija d

e D

. Jua

n C

abal

lero

y D

.ª A

na d

e G

óngo

raE

scri

tura

ant

e E

useb

io R

osal

es

D.ª

M.ª

Aur

ora

Cab

alle

ro(c

on 7

año

s)15

.05.1

741

28.0

9.174

612

.10.

1750

8.80

0 re

ales

*30

duca

dos y

un

cahí

z de

trig

oH

ija d

e D

. Man

uel C

abal

lero

y D

.ª A

nton

ia d

e L

eón

Esc

ritu

ra a

nte

Eus

ebio

Ros

ales

. (

) 26.

9.18

13.

D.ª

Mar

ía P

aula

de

la C

ruz

y A

rias

22.0

5.174

117

.8.17

4608

.09.

1750

830*

* D

ote

y aj

uar.

Hija

de

D. P

ablo

de

Ari

as y

D.ª

M.ª

And

rea

Infa

nte

Esc

ritu

ra a

nte

Eus

ebio

Ros

ales

en

22.5

.174

1. (

) 2.1

2.17

68.

D.ª

Julia

na d

el D

ulce

Nom

bre

Con

7 a

ños

(terc

era

herm

ana

prof

esa)

14.0

7.174

131

.01.

1753

800*

* M

as 3

0 de

aju

ar c

onve

ntua

lH

ija d

e D

. Bla

s Ram

írez

y D

.ª Jo

sefa

Her

rera

. (

) 15.

10.1

786.

D.ª

Man

uela

Ant

onia

de

S. P

edro

(con

10

años

)08

.09.1

743

23.12

.1745

30.1

0.17

57E

n ce

nsos

Más

30

duca

dos d

e aj

uar

Hija

de

Ant

onio

Fer

nánd

ez d

el C

ampo

y D

.ª G

abri

ela

Jim

énez

D.ª

Ant

onia

Lor

enza

de

Cri

sto

(con

6 a

ños)

08.0

9.174

330

.10.

1757

En

cens

osM

ás 3

0 du

cado

s de

ajua

rH

ija d

e A

nton

io F

erná

ndez

del

Cam

po y

D.ª

Gab

riel

a Ji

mén

ez(

) 7.1

1.17

86.


Nom

bre

Ingr

eso

Prof

esió

nD

ote

Obs

erva

cion

es

D.ª

Fca.

Jav

iera

Ram

írez

03.0

5.174

402

.11.17

4509

.12.

1749

1.03

0*

*Cor

resp

ondi

ente

a su

par

te d

e he

renc

ia d

e un

cor

tijo

en L

agu-

nilla

s y p

orci

ón d

e un

cen

so c

ontr

a D

. Alfo

nso

Moy

ano.

Hija

de

D. B

las R

amír

ez B

ueno

y D

.ª Jo

sefa

Her

rera

Qui

ntan

illa.

() 2

1.5.

1759

.

D.ª

M.ª

Jose

fa d

e S.

Mig

uel

Torr

albo

10.0

8.17

4508

.09.

1746

En

cens

os*

y 30

aju

ar

* C

uatr

o pr

inci

pale

s de

cens

o po

r im

port

e de

7.6

34 r

eale

s y21

mrs

. en

dine

ro, m

ás 8

55 r

eale

s y 1

3 m

rs. e

n di

nero

(com

pren

-di

dos l

os 1

50 r

s. Q

ue d

io p

or la

ren

unci

a).

Hija

de

D. A

nton

io T

orra

lbo

y D

.ª Fr

anci

sca

Agu

do

Esc

ritu

ra a

nte

Eus

ebio

Ros

ales

. (

) 8.8

.181

3.

D.ª

Ant

onia

de

S. R

afae

l y S

erra

no03

.11.17

4928

.11.

1749

8.80

0rs.

**M

ás 3

0 de

aju

ar. (

) 1.1

0.17

55.

Hija

de

D. A

nton

io S

erra

no y

D.ª

Ant

onia

Car

rillo

. (

) 9.6

.184

1.

D.ª

Mar

ía C

atal

ina

Ram

írez

(con

7 a

ños)

(cua

rta

herm

ana

prof

esa)

09.12

.1749

31.1

1.17

5780

0 du

cado

s*

Más

30

duca

dos d

e aj

uar

conv

entu

al.

Hija

de

D. B

las R

amír

ez B

ueno

y D

.ª Jo

sefa

Her

rera

Qui

ntan

illa.

() 2

6.2.

1832

.

D.ª

Ant

onia

Jos

efa

Cab

alle

ro12

.10.17

5009

.02.

1755

800*

*los

pag

a po

r cu

atro

año

s, m

ás 3

0 de

aju

ar c

onve

ntua

lH

ija d

e D

. Man

uel C

abal

lero

-D.º

Ant

onia

de

Leó

n. (

) 9.4

.179

0.

D.ª

Tere

sa d

e Je

sús y

Ari

as08

.09.1

750

23.0

1.17

538.

800

rs.*

* M

ás 3

0 du

cado

s de

ajua

r co

nven

tual

Hija

de

D. P

ablo

de

Ari

as-D

.ª M

.ª A

ndre

a In

fant

e. (

)16.

3.18

00.

D.ª

Jose

fa C

rist

ina

Vid

a y

Rol

dán

19.10

.1752

Hija

de

D. B

arto

lom

é de

Vid

a y

D.ª

Isab

el R

oldá

n. (

) 4.6

.179

6.

D.ª

Ant

onia

Fer

nand

a To

rral

ba24

.05.1

753

Hija

de

D. A

nton

io T

orra

lbo

y D

.ª Fr

anci

sca

Agu

do

Falle

ció

D.ª

Julia

na d

e S.

Fra

ncis

co

Mad

rid

04.10

.1753

18.0

2.17

63C

enso

sH

ija d

e D

. Jos

é M

adri

d y

D.ª

M.ª

Ant

onia

Gar

cía.

() 1

0.11

.182

6.

D.ª

Jose

fa C

rist

ina

de P

. C

once

pció

n21

.10.17

538.

880

rs.*

* O

frec

idos

por

su tí

a D

.ª M

aría

Rol

dán.

Más

100

rea

les p

or la

renu

ncia

.H

ija d

e D

. Bar

tolo

mé

de V

ida

y D

.ª Is

abel

Rol

dán

( de

Luq

ue)

D.ª

Fran

cisc

a S

píno

la01

.05.

1754

800*

*30

de a

juar

con

vent

ual.

No

renu

nció

. (

) 20.

8.18

01.

D.ª

Ant

onia

de

San

Juan

Infa

nte

25.12

.1753

15.0

2.17

598.

800

real

es*

*más

30

duca

dos d

e aj

uar

conv

entu

alN

ovic

iado

en

1754

. (

) 2.6

.181

0.H

ija d

e D

. Vic

ente

Infa

nte

y D

.ª Je

róni

ma

de G

óngo

ra


ombr

eIn

gres

oPr

ofes

ión

Dot

eO

bser

vaci

ones

D.ª

Juan

a de

S. R

amón

y G

arcí

a01

.07.1

754

Nov

iciad

o en

1755

12.0

7.17

59Po

sesi

ones

*

*Cor

tijo

en A

zore

s, m

ás 3

0 du

cado

s de

ajua

rH

ija d

e D

. Dom

ingo

Gar

cía

y D

.ª A

na C

ano

Se o

blig

ó a

los a

limen

tos y

dot

e su

tía

D.ª

Jaci

nta

Can

oE

scri

tura

ant

e E

useb

io R

osal

es. (

)28.

7.18

01.

D.ª

Rita

de

Sant

a C

lara

Mad

rid

(con

6 a

ños)

11.0

5.175

5N

ovici

ado

En 17

6106

.03.

1765

8.80

0 re

ales

*Más

30

duca

dos d

e aj

uar

conv

entu

alH

ija d

e D

. Jos

é M

adri

d y

D.ª

M.ª

Ant

onia

Gar

cía

Esc

ritu

ra a

nte

Eus

ebio

Ros

ales

. (

) 27.

9.18

14.

D.ª

Isab

el d

e Je

sús C

ruci

ficad

o L

ara

(con

10

años

)20

.09.1

754

29.0

5.17

648.

800

rs.*

*más

30

duca

dos d

e aj

uar

conv

entu

alH

ija d

e D

. Sal

vado

r de

Lar

a y

D.ª

Isab

el d

e L

una

(am

bos

de C

órdo

ba).

() 2

3.10

.179

4.E

scri

tura

ant

e E

useb

io R

osal

es

D.ª

Ant

onia

de

Leó

n y

Vid

a(c

on 9

año

s)19

.03.1

760

1763

nov

ic.

Hija

de

D. F

erna

ndo

de L

echó

n y

D.ª

Vic

enta

de

Vid

aE

scri

tura

ant

e D

. Eus

ebio

Ros

ales

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n 17

67

D.ª

Pasc

uala

Cab

alle

ro(c

on 1

0 añ

os)

27.0

3.176

017

62 n

ovic.

05.0

6.17

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rs.*

*Más

30

de a

juar

con

vent

ual

Hija

de

D. J

osé

Cab

alle

ro y

D.ª

Mar

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ento

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ote

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D. A

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io C

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ónig

o de

la c

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e C

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Esc

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nte

Eus

ebio

Ros

ales

y J

uan

Cab

rera

. (

) 24.

2.18

22.

D.ª

Teod

osia

de

S. F

ranc

isco

Ja

vier

19.0

5.176

617

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ovic.

28.0

3.17

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800

rs.*

*Más

30

de a

juar

y 1

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e re

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iaH

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e D

. Ant

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Tor

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D.ª

Fran

cisc

a A

gudo

Esc

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nte

Eus

ebio

Ros

ales

y J

uan

Cab

rera

. (

) 1.5

.182

3.

D.ª

Raf

aela

del

Dul

ce N

ombr

e de

M

.ª19

.05.1

766

06.0

9.17

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800

rs.*

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ás 3

0 de

aju

ar y

100

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e re

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iaH

ija d

e D

. Ant

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Tor

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D.ª

Fran

cisc

a A

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E

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tura

s ant

e E

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Jua

n C

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) 5.9

.182

4.

D.ª

Man

uela

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S. A

nton

io y

M

adri

d06

.03.1

765

nov.

1768

16.0

6.17

718.

800

rs.*

*Más

100

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e re

nunc

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330

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e aj

uar.

Otr

os 8

8 rs

. de

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-te

ncia

por

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terc

era

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ana

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tía

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nto.

Hija

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.ª A

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ia G

arcí

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Juan

Cab

rera

. (

) 15.

1.18

29.

D.ª

M.ª

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Con

cepc

ión

Cab

alle

ro(c

on 1

1 añ

os)

05.0

6.17

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ov.

05.0

8.17

75H

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e D

. Am

bros

io C

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y D

.ª L

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rillo

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dot

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io C

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lero

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rese

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. Dom

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.12.

1825

.

D.ª

Jose

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e lo

s Dol

ores

Cab

alle

ro(c

on 6

año

s)05

.06.

1766

1773

nov

.H

ija d

e D

. Am

bros

io C

abal

lero

y D

.ª L

uisa

Car

rillo

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en 1

777


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bre

Ingr

eso

Prof

esió

nD

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Obs

erva

cion

es

D.ª

Fran

cisc

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Pau

la P

orra

s(c

on 5

año

s)02

.09.1

766

nov.

1773

28.0

2.17

788.

800

rs.

Hija

de

D. C

rist

óbal

del

Pue

rto

Porr

as y

D.ª

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bara

de

Vid

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. Alfo

nso

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Juan

Cab

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. (

)30.

10.1

826.

D.ª

Ana

M.ª

de J

esús

Naz

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(con

25

años

)08

.02.

1767

Hija

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D. B

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y D

.ª A

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176

8D

.ª F.

ª de

Paul

a D

espo

sori

os

Míg

uez

(con

5 a

ños)

03.0

2.17

69no

v. 17

7506

.06.

1780

8.80

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ás 3

0 d.

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e D

. Jua

n M

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z y

D.ª

Jose

fa M

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aE

scri

tura

ant

e Ju

an C

abre

ra. (

) 23.

1.18

35.

D.ª

Jose

fa P

elag

ia C

orde

ro14

.06.

1770

04.0

7.17

728.

800

rs.*

Más

30

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Hija

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y D

.ª M

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Dom

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scri

tura

ant

e Ju

an C

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ra. (

)29.

11.1

773.

D.ª

M.º

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cede

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.1772

17.0

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e D

. Jua

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D. J

acin

to M

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tura

ant

e Ju

an C

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) 30.

1.17

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D.ª

M.ª

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S. B

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2.17

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s y D

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scri

tura

ant

e Ju

an C

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ra e

n 8.

2.17

72.

D.ª

Ana

Lui

sa M

ígue

z29

.09.1

773

19.0

8.17

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rs.

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D. J

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y D

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Juan

Cab

rera

en

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3. (

) 9.5

.183

5

D.ª

Jose

fa d

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Dom

ingo

y

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.03.1

772

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9.17

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30 r

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e D

. Jua

n B

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y D

.ª A

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tura

ant

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ra

D.ª

Lui

sa d

e Sa

n Jo

sé C

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8.17

7503

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1780

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dada

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4 añ

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Esc

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Cab

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1784

.


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D.ª

Juan

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.11.17

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1782

8.80

0 rs

.**M

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s. de

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l. (

) 12.

6.18

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Hija

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D. A

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scri

tura

ant

e Ju

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abre

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y D

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eno

(12.

1782

)

D.ª

Jose

fa d

e la

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ació

n M

adri

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.02.

1781

05.0

7.17

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500

rs.

más

res

to

en 1

786

Hija

de

D. J

osé

Mad

rid

y D

.ª M

.º A

nton

ia G

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a.E

scri

tura

s ant

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arcí

a M

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o y

Juan

Ant

onio

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bre

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S.S

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ser

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erm

ana)

. (

) 9.5

.184

4.

D.ª

Jose

fa P

edra

jas

(con

10

años

)08

.11.17

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ija d

e D

. Fra

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jas y

D.ª

Ana

Man

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E

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tura

s ant

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Se v

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D.ª

Fran

cisc

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S. E

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an

Luc

ena

19.01

.1782

28.0

3.17

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800

rs.

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aju

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Hija

de

D. P

edro

Luc

ena

y D

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anci

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tura

s ant

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Jua

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) 2.2

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0.

D.ª

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S. A

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.01.17

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1783

8.80

0 rs

.+3

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juar

Hija

de

Juan

Tru

jillo

y D

.ª M

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Ant

onia

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Dom

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Se o

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y po

r su

falle

cim

ient

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Pbr

o. D

. Fra

ncis

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io C

abre

ra. (

) 18.

7.18

58.

D.ª

Mar

ía C

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e07

.03.1

782

nov.

1787

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2.17

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rs+3

30 a

juar

Hija

de

D. D

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s ant

e Ju

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24.

10.1

787.

Ret

ornó

al c

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nto

el 2

.7.1

788.

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9.2.

1852

.

D.ª

Raf

aela

Ser

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spín

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27.0

6.17

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v. 17

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.07.

1791

Hija

de

D. A

nton

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no y

D.ª

Mar

ía R

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e E

spín

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Esc

ritu

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Juan

Ant

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Gar

cía.

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D.ª

Mar

ía T

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a V

illal

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4no

v. 17

8716

.06.

1791

6.60

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de

D. P

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D.ª

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Juan

Ant

onio

y J

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Gar

cía.

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.9.1

825.

D.ª

Mar

ía M

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la V

illal

obos

26.0

6.17

8811

.07.

1790

8.80

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30 a

juar

Hija

de

D. P

edro

Vill

alob

os y

D.ª

Bon

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s y V

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cion

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D.ª

Ant

onia

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d V

illal

obos

(terc

era

herm

ana)

19.0

6.17

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.02.

1799

8.80

0 rs

+330

aju

ar

Hija

de

D. P

edro

Vill

alob

os y

D.ª

Bon

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s y V

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José

Man

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Cór

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. (

) 7.1

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D.ª

Fran

cisc

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o pl

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30 a

juar

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e D

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fant

e y

D.ª

Ale

jand

ra R

odrí

guez

Esc

ritu

ra a

nte

José

Gar

cía.

() 2

3.12

.186

0.

D.ª

Mar

ía R

osal

ía d

el P

ino

13.11

.1794

06.0

9.17

978.

800

rs.

Hija

de

D. E

ugen

io d

el P

ino

y D

.º Jo

sefa

Ser

rano

Esc

ritu

ra a

nte

José

Gar

cía

Hid

algo

en

4.9.

1797

. (

) 26.

10.1

850.

D.ª

Ant

onia

de

San

Raf

ael S

erra

no13

.11.17

94no

v. 17

9716

.04.

1801

4.40

0 rs

rest

o en

4 añ

osco

n ré

dito

s

Hija

de

D. A

nton

io S

erra

no y

D.ª

Mar

ía R

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tura

ant

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D.ª

Mar

ía J

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d C

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.1796

nov.

1797

Hija

de

D. V

icen

te M

adri

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D.ª

Lui

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abal

lero

Esc

ritu

ra a

nte

D. J

osé

Gar

cía

Hid

algo

Se v

olvi

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su c

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el 4

.7.1

799.

() 1

0.8.

1867

.

D.ª

Ant

onia

M.ª

del P

ino

06.0

9.179

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.01.

1805

8.80

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.+

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Hija

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D. A

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o y

D.ª

Jose

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tura

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e Jo

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go y

Jos

é M

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l Gar

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(

) 5.3

.186

1.

D.ª

Lor

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ónea

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lo”.

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5 añ

os. E

n 12

.10.

1816

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s. m

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e aj

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Hija

de

D. P

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z y

D.ª

Mar

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ba. (

)22.

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34.

D.ª

Áng

ela

del P

ino

27.01

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098.

800

rs.

+ 30

0 aj

uar

Hija

de

D. A

nton

io E

. del

Pin

o y

D.ª

Jose

fa S

erra

no

D.ª

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Hija

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Ant

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Cab

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Ant

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D.ª

Isab

el d

e la

Sol

edad

Sar

mie

nto

() 2

6.7.

1812

. De

trán

sito

par

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Monjas difuntas Fecha defunción y observaciones

D.ª Isabel de San Pedro y Lobillo (3) Se volvió a Santa Clara de Osuna el 1.6.1628

D.ª M.ª de S. Luis Enríquez de Ribera (2) () 8.7.1627 Fundadora “que esté en el cielo”

D. Inés de San Miguel y Mesa (18) () 17 de febrero de 1653. (Bóveda). Fundadora. Abadesa.

D.ª Isabel María de la Cruz (19) () 12.3.1657

D.ª Micaela de Jesús y Rebolledo (15) () 16.3.1651

D.ª María Magdalena de Santa Ana (7) () 21.5.1638

D.ª Isabel de San Antonio Salazar (24) () 3.1.1661. Abadesa

D.ª Juana de San Antonio Ramírez (9) () 10.10.1639

D.ª María de la Paz (1) () 14.8.1620

D.ª María de Santa Clara Contreras (32) () 23.4.1672

D.ª Catalina Todos los Santos y Morales (29) () 20.4.1670. Abadesa

D.ª María de San Pablo y Córdoba (4) () 20.4.1633

D.ª María de Jesús (10) () 5.12.1639

D.ª María de la Asunción y Salazar (38) () 30.8.1692. Madre perpetua

D.ª Mariana de Jesús Carrillo (14) () 14.8.1648

D.ª María de Esperanza y Alcaraz (31) () 23.7.1670

D.ª Ana de la Encarnación (22) () 15.8.1658

D.ª Ana M.ª de San José y Trillo (16) () 30.8.1651

D.ª María de San Lorenzo Ortega (17) () 26.12.1651

D.ª Ana del Espíritu Santo (20) () 3.5.1657

D.ª Juana de San Pedro y Aguayo (34) () 10.4.1674

D.ª Francisca de San Juan y Morales (12) () 18.5.1646

D.ª Antonia de Cristo y Campo (109) () 30.7.1764. Abadesa

D.ª Gabriela de San Agustín y León (6) () 21.1.1637

D.ª María de la Presentación (21) () 10.3.1658

D.ª María de la Cruz y Ribera (45) () 2.2.1700. Madre perpetua

D.ª Juana María de San Francisco (23) () 23.8.1660. Se le trata como señora

D.ª Catalina Bautista y Puerta (5) () 18.10.1636

D.ª Francisca de Santa Clara Gámiz o Gámez (11) ()11.8.1641

D.ª Juana de San Esteban de Navas (13) () 10.8.1648



D.ª María de San José y Luna (8) () 1.8.1639

D.ª María de San Pedro y Toro (43) () 16.1.1699

D.ª Agustina de San José y Coello (44) () 20.7.1699. Abadesa

D.ª María de San Juan y Loja (27) () 5.5.1669

D.ª Manuela de San Ignacio y Dávila (41) () 5.4.1694. Abadesa

D.ª Catalina de S. Diego y Aguayo (28) () 27.8.1669

D.ª Catalina de San Juan Evangelista (36) () 21.1.1691

D.ª Ana de la Ascensión Carrillo (46) () 22.9.1701. Abadesa

D.ª Isabel de San Diego Aguayo (50) () 14.5.1704. Abadesa

D.ª Melchora de S. Jerónimo y Ávila o Dávila (47) () 15.4.1702. Abadesa

D.ª Juana de San Diego y Postigo (35) () 7.2.1677. Abadesa

D.ª Catalina de la Concepción Diosdado (40) () 5.7.1693

D.ª Águeda de la Ascensión y Bustos (53) () 25.10.1708. Abadesa

D.ª Antonia de San Nicolás y Aguilera (52) () 14.8.1707. Abadesa

D.ª Magdalena de S. Agustín y Navas (39) () 3.5.1693

D.ª Josefa de los Ángeles y Aguilera (48) () 13.10.1703. Abadesa

D.ª Francisca de la Trinidad y Coello (49) () 10.3.1704. Abadesa

D.ª Agustina de San José y Aguilera (25) (¿?) () 14.7.1667

D.ª Manuela de S. Gabriel y Aguilera (33) () 1010.1672

D.ª Beatriz de San Juan y Barea () 9.9.1661

D.ª Agustina de San Luis y Vázquez (62) () 7.3.1716. Abadesa

D.ª María de San Blas y Contreras (64) () 9.9.1719. Abadesa

D.ª Margarita de S. Rafael y Hurtado (57) () 21.1.1712. Abadesa

D.ª Catalina de San Juan y Peralta (74) () 13.6.1729. Abadesa

D.ª Isabel de San Bernardo Castro (56) () 17.8.1710. Abadesa

D.ª Nicolasa de San Antonio Quiroga (70) () 1.11.1726. Abadesa

D.ª María de San Ildefonso Budía (59) () 30.12.1712. Abadesa

D.ª Ana de San Miguel y Peralta (77) () 18.4.1730. Abadesa

D.ª Luciana de San Félix Carrillo (72) 1.12.1727. Abadesa

D.ª Ana de S. Pedro y Castillo (26) ()16.2.1668. Abadesa



D.ª Antonia de la Concepción Águilar (66) () 8.5.1721. Abadesa

D.ª Juana Teresa de la Ascensión y Quiroga (98) () 15.3.1752

D.ª María de San Jacinto y Ramírez (60) () 30.4.1713. Abadesa

D.ª Mariana de S. Cristóbal y Pozo (30) () 29.4.1670

D.ª Ana de Jesús y Palomar (61) () 13.2.1714. Abadesa

D.ª Inés de San Francisco y Ramírez Bueno (54) () 8.11.1709. Abadesa

D.ª Jerónima de S. Pedro y Aguayo (71) () 27.11.1727. Abadesa

D.ª Juana de S. Antonio y Aguayo (65) () 28.6.1720. Abadesa

D.ª María de San Sebastián y Navas Centellas (75) () 4.2.1730. Madre Perpetua

D.ª María de San Juan y Quiroga (83) () 31.8.1736. Abadesa

D.ª Antonia de Cristo y Quiroga (63) () 24.1.1718. Abadesa

D.ª Esmerencia de S. José Aguilera (79) () 17.1.1732. Madre Perpetua

D.ª Lorenza de S. Ambrosio y Ribera (55) () 13.11.1709. Abadesa

D.ª María de S. Jerónimo Santiago (58) () 23.9.1712

D.ª Antonia de la Trinidad y Campo (sin numerar) () 29.10.1672

D.ª Marcela de San Pedro y Campo (78) () 23.8.1730. Abadesa

D.ª Ana María de Santa Rosa y Moya (42) () 6.7.1694

D.ª Leonor de la Purificación Aguilera (37) () 9.5.1691

D.º Ángela de San Pedro y Obregón (76) () 21.3.1730

D.ª Tomasa M.ª de la Encarnación y Moral (86) () 24.3.1742

D.ª Eugenia de Santa Ana Moratalla (82) () 7.1.1736. Abadesa

D.ª M.ª Micaela de S. José y Navas (81) () 17.11.1735. Abadesa

D.ª Josefa Paula de S. Basilio y Aguado (80) () 2.2.1735. Abadesa

D.ª Teresa de S. Pablo Fernández del Campo (89) () 18.11.1743. Abadesa

D.ª Estefanía Calvo de León (104) () 31.1.1757. Abadesa

D.ª Elvira de San Antonio y Aguayo (87) () 25.2.1743. Abadesa

D.ª Antonia de Santa Clara Molina (69) () 7.11.1726. Abadesa

Manuela de San Juan y Ariza (88) () 27. 7.1743

D.ª Jacinta de S. Roque y Ariza (51) () 30.6.1707. Abadesa



D.ª Luisa Mariana de San José Parral (93) ()13.9.1748

D.ª Jacinta de S. Diego Ariza ()16.4.1664

D.ª Ángela M.ª S. Bernardo Aguilera (105) () 15.1.1759.

D.ª Rosalía M.ª de S. Domingo Arias (103) () 2.4.1756.

D.ª M.ª de la Asunción y Salazar (119) () 10.10.1774

D.ª María Antonia Coello Barrosote (110) () 10.10.1768. Madre PerpetuaD.ª Manuela de la Madre de Dios y Quiroga (116) () 4.6.1773

D.ª Feliciana de S. Clemente y Molina (67) () 23.1.1722. Abadesa

D.ª Rosa Gabriela de los Santos y Salazar (121) () 8.6.1780. En bóveda del comulgatorio del coro bajo

D.ª Salvadora de S. Gregorio y Mesa (91) () 2.1.1745

D.ªAgustina Leonarda de San José (73) () 20.10.1728. Abadesa

D.ª Ana de los Reyes y Navas (111) () 27.11.1768. Abadesa

D.ª M.ª de la Concepción Caballero (96) ()14.2.1751

D.ª Ana de los Ángeles y Yébenes (85) () 6.2.1737

D.ª Antonia de S. Agustín Ramírez (94) () 16.9.1748

D.ª Agustina Leonarda de S. José Coello (73) () 20.10.1728. Secretaria del convento

D.ª Laura de Santa Rosa y Aguilar (100) () 5.1.1755

D.ª Luisa de San Miguel Montijano (90) () 25.9.1744

D.ª Josefa de la Santísima Trinidad y Montijano (114) () 25.12.1770

D.ª Leonor de San José Infante (118) () 11.4.1774

D.ª M.º Josefa de Jesús y Valenzuela (95) () 22.9.1750

D.ª Rosa de Santa María y Aguayo (84) () 9.12. 1736

D.ª María Clara de la Rosa y Marín (92) () 19.10.1746

D.ª Evarista de San Agustín y Herrera (125) () 12.11.1786. Bóveda del comulgatorio. De repente. tercianas

D.ª María de la Concepción y Caballero (127) () 16.12.1789 . Abadesa desde 1764 a 1770. De 76 años.

D.ª Josefa M.ª Rita Sánchez (113) () 13.8.1769

D.ª M.ª Antonia de las Mercedes Vida y Hermosilla (120) () 5.7.1779. Madre Perpetua

D.ª María Ventura del Nacimiento y García (108) () 16.12.1763. Abadesa

D.ª Bárbara de S. Juan y Gallardo (97) () 24.9.1751



D.ª Josefa de Santa Teresa Infante (126) () 29.1.1787. Abadesa. De repente “de ynsulto”.

D.ª M.ª Teresa del Carmen Gonzalbo (139) () 27.10.1801. De 80 años.

D.ª Rosalía de los Serafines Gonzalbo (143) () 25.10.1809. de 87 años. Organista

D.ª M.ª Antonia de San Bernardo y Orantes (115) () 14.9.1771

D.ª Mariana Rita Talero (133) () 19.3.1795. De edad 82 años. Bóveda del comulgatorio.

D.ª Josefa de los Ángeles García (135) () 6.1.1797. De 80 años. Bóveda del órgano. Cantora.

D.ª Josefa de la Encarn. Caballero (140) () 28.6.1804. De 82 años.

D.ª Manuela de los Reyes González de Molina (129)

() 10.6.1792. Abadesa. 66 años. Costeó la fiesta de S. Antonio

D.ª Josefa del Niño Jesús Ramírez (107) () 12.1. 1763. Abadesa

D.ª María de la Aurora Caballero (146)(con 7 años) () 26.9.1813. De 78 años

D.ª María Paula de la Cruz y Arias (112) () 2.12.1768. Abadesa

D.ª Juliana del Dulce Nombre de Jesús Ramírez (123) () 15.10.1786.Timpanitos

D.ª Josefa del Campo (101) () 22.7.1755. Abadesa

D.ª Manuela Antonia de San Pedro y Campo (141) () 22-7.1807. Madre Perpetua. De 75 años.

D.ª Antonia Josefa de San Lorenzo y García (124)

() 7.11.1786. Abadesa. Con males y asma. Bóveda órgano

D.ª Fca. Javiera Ramírez (105) () 21.5.1759

D.ª María de San Miguel Torralba (145) () 8.8.1813. De 85 años

D.ª Antonia de S. Rafael y Serrano (102) () 1.10.1755

D.ª María Catalina de los Dolores y Ramírez (159)

() 26.2.1832. De 90 años. “Muy caritativa con los pobres”

D.ª Antonia Josefa del Espíritu Santo y Caballero (128)

() 9.4.1790. Maestra de Novicias. De 52 años. “Mal zaratán”.

D.ª Teresa de Jesús y Arias (136) ()16.3.1800. De 63 años. “Enfermedad insulto”.

D.ª Josefa Cristina Vida y Roldán (134) () 4.6.1796. De 73 años. Hidropesía. Bóveda del comulgaorio.

D.ª Juliana de S. Francisco Madrid (154) () 10.11.1826. Abadesa. De 80 años. Bóveda del órgano

D.ª Francisca de la Santísima Trinidad y Spínola () 20.8.1801. De 72 años.

D.ª Antonia de San Juan Infante (144) () 2.6.1810. De 67 años. Madre Perpetua.



D.ª Juana de S. Ramón García y Cano (138) () 28.7.1801. De edad 58 años. Recibió la Extremaunción.

D.ª Rita de Santa Clara Madrid (147) () 27.9.1814. De 65 años

D.ª Isabel de Jesús Crucificado Lara (130) () 23.10.1794. Bóveda del órgano. 50 años. Ectica y asmática.

D.ª Pascuala del Espiritu Santo y Caballero (148) () 24.2.1822. De 71 años. Bóveda del órgano

D.ª Teodosia de S. Francisco Javier Torralba (150) () 1.5.1823. de 71 años de edad y 60 de hábito.

D.ª Rafaela del Dulce Nombre de María (151) () 5.9.1824. De 70 años. De insulto. Bóveda del órgano

D.ª Manuela de S. Antonio y Madrid (156) () 15.1.1829. De 73 años. “Muy caritativa y limosanera”

D.ª M.ª de la Concepción Caballero (sin numerar)

() 6.12.1825. De 70 años. De insulto. Bóveda del órgano

D.ª Francisca de Paula del Niño Jesús Porras (153)

() 30.10.1826. 64 años. “Muy devota de María Santísima”.

D.ª F.ª de Paula Desposorios Míguez (159) () 23.1.1835. De 75 años. Irritación de humores. Caritativa

D.ª Josefa Pelagia Cordero (117) () 29.11.1773

D.ª M.º Mercedes S. Jacinto Bravo (131) () 30.1.1795. Ética y tísica. 38 años. Bóveda comulgatorio.

D.ª Ana de los Ángeles (164) () 25.11.1845. De 55 años. Exacta en todos sus oficios”

D.ª Ana de la Presentación y Míguez (158) () 9.5.1835. De 74 años. Madre del Gobierno. Tabardillo.

D.ª Josefa de Santo Domingo y Bravo (142) () 28.2.1808. De 46 años.

D.ª Luisa de San José Caballero y Vallejo (122) () 10.4.1784. Su mal ética (tisis)

D.ª Juana Cecilia de Jesús, M.ª García de la Nava (163)

() 12.6.1846. De 90 años. Perlesía. “Devota del Santísimo”

D.ª Josefa de la Presentación Madrid (162) () 9.5.1844

D.ª Francisca María de S. Esteban Lucena (165)

() 2.2.1850. de 92 años. Apoplejía. Devota de S. Miguel.

D.ª Pascuala de S. Antonio Abad y Trujillo (170) () 18.7.1858. De 91 años. De endeblez. Testó.

D.ª María Candelaria Infante (167)() 29.2.1852. De 77 años. Muy limosnera. Testó ante José A.García de Castro en 30.9.1851

D.ª Rafaela Serrano y Espínola (132) () 18.3.1795. 19 años. Bóveda del comulgatorio.

D.ª María Teresa de la Soledad Villalobos (152) () 4.9.1825. De 50 años. “Muy devota del Santísimo”



D.ª María Manuela de San José y Villalobos (155)

() 19.3.1828. Llevó su nfermedad con mucha paciencia.

D.ª Antonia Andrea de la Trinidad Villalobos (169)

() 7.10.1854. Abadesa durante 24 años. De 71 años. Hidropesía. Testamento en 3.12.1852 ante J. A. García Castro

D.ª Francisca de Paula Infante (173)() 23.12.1860. Heredó a su hermana Francisca para percibirla deuda de la designación que el Estado le debe.

D.ª María Rosalía de los Dolores y Pino (166) () 26.10.1850. De 67 años. Hidropesía. Bóveda puerta del coro

D.ª Antonia de San Rafael Serrano (161) () 9.6.1841. De 56 años. Inflamación en el vientre.

D.ª María Josefa Madrid Caballero (176) () 10.8.1867. De 82 años. Grande debilidad.

D.ª Antonia M.ª del Pino (174) () 5.3.1861. De 72 años. Apoplejía biliosa. Muy eficaz

D.ª Lorenza del Patrocinio de San José y Ruiz (157 bis)

() 22.5.1834. De 54 años. “Muy sufrida en sus enfermedades”

D.ª Ángela del Carmen y Pino (149) () 20.5.1822. De 29 años. Bóveda del comulgatorio

D.ª Micaela de San Antonio Álvarez (168) () 11.11.1853. De 58 años. Testó ante José A. García deCastro en 10.10.1853 y dejó la designación a Antonia Luque

D.ª María Josefa de la Presentación y Madrid (162) () 9.5.1844. De 75 años. Apoplejía. “Muy sufrida”

D.ª Isabel del Corazón de Jesús García (177)

() 21.12.1871. De 65 años. Vómitos de sangre. Vómitos. “Profesó en el convento de San Antonio suprimido hoy”

D.ª Francisca de Paula del Espíritu Santo Martínez (172) () 6.8.1860. De 53 años Su enfermedad asma húmeda

D.ª Francisca de San José y Tallón (160) () 12.1.1841.De 25 años. Inflamación en pecho y garganta

D.ª M.ª Francisca de J. Crucificado Pérez Valverde (175)

() 11.9.1865. De 35 años. Hidropesía. Eficaz en sus oficios

D.ª Josefa María de San José Aguilera () 19.2.1860

D.ª Antonia del Santísimo Sacramento Carrillo (178) () 4.9.1871. De 62 años. Dolores generales e hidrópica.

Donadas

Jacinta de S. Diego () 16.4.1664. Donada

Isabel de la Concepción () 15.6.1668. Donada


Anexo n.º 5.- Escritura de obligación de la marquesa de Priego (ilegible) otorgada en 15 de septiembre de 1616(Archivo de Protocolos de Montilla. Protocolo de Juan Díaz de Morales. Año de 1616. Número 40).

En el nombre de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas y un solo Dios verdadero, y a honor y reverencia de la Virgen María, Madre de Dios y Señora nuestra, y del bienaventurado San Antonio de Padua, por cuya devoción quiero que sepan todos cuantos este público instrumento vienen, cómo yo doña Juana Enríquez de Rivera, marquesa de Priego, viuda de don Pedro Fernández de Córdoba y Figueroa, mi señor, marqués que fue de Priego y de Montalbán, y señora de la casa de Aguilar y de las villas de Castro del Río y Villa franca:

Por cuanto yo he tenido deseo y devoción de hacer y fundar de mis bienes un convento de monjas de la Orden de Santa Clara, advocación de San Antonio, en la villa de Priego, sujetas al provincial de la regular observancia de San Francisco, y para que mi intención y deseo tenga efecto, por el tenor de la presente otorgo que doto el dicho convento que así se ha de hacer y fundar en la dicha villa de Priego, de 600 ducados que valen 225.000 maravedíes (pág. 1) de renta perpetua, para siempre en cada un año, los cuales cargo y sitúo en 375.000 maravedíes de juro al quitar, a razón de 20.000 el millar, que yo tengo situado por privilegio de Su Majestad sobre las alcabalas de la ciudad de Sevilla; que dicho privilegio es dado en Madrid a dos días del mes de septiembre del año de 1567, en cabeza de don Fernando Enrique de Ribera y doña Juana Cortés, su mujer, mis señores padres, y después fueron duques de Alcalá, y lo dieron en dote contra el dicho marqués don Pedro, mi señor, y por fin y muerte de su excelencia, yo lo hube en virtud de ejecución, sentencia de remate y posesión, y cedo, renuncio y traspaso en el dicho convento de San Antonio, que así se ha de fundar en la dicha villa de Priego, propiedad, posesión, renta y señorío de los dichos (pág. 2) 600 ducados, en cada un año, y 12.000 ducados de principal en el dicho juro y privilegio, para que desde el día que entraren monjas en el dicho convento sean suyos propios, y los hayan y cobren de los arrendadores, fieles y cogedores de las dichas rentas de las alcabalas de la dicha ciudad de Sevilla, y de quien y con derecho deban. Y les doy poder para que tomen y aprehendan la posesión del dicho juro por su autoridad o judicialmente, como quisieren, en la dicha cantidad de 12.000 ducados de principal y 600 de renta indicada en cada año, y me constituyo por quien ha tenídola y poseídola del dicho juro para el dicho convento, y en su nombre me obligo por mí y en nombre de mis herederos y sucesores a la evicción y seguridad y saneamiento cumplido de los dichos 600 ducados de juro y 12.000 de principal, con autoría y plazo de quinto día, según y como de derecho soy obligada.

Otrosí me obligo de dar (pág. 3) y pagar al dicho convento de San Antonio, o a quien su poder tuviere, 800 ducados que valen 300.000 maravedíes, por una vez para cálices y ornamentos de sacristía, y más 200 ducados en cada un año por los días de la señora doña María Enriquez, mi hermana, monja en Santa Clara de las villa de Osuna, y de tres compañeras suyas, que han de venir a la fundación del dicho convento de San Antonio de Priego para sus alimentos, con tanto que como fueren muriendo las dichas cuatro generadoras, vayan vacando 50 ducados por cada una, y muertas todas cuatro yo y mis herederos y mis bienes habemos de quedar libres de esta obligación de alimentos, y doy poder cumplido irrevocable con libre y general administración y concesión y renunciación de mis derechos y excepciones útiles y derechos reales y personales al dicho convento de San (pág. 4) Antonio de Priego y a las monjas que de él fueren para siempre, para que hayan y cobren para sí en su hecho y causa propia los dichos 600 ducados de renta en cada año y 12.000 ducados de su principal cada que se rediman del dicho juro de las alcabala de la ciudad de Sevilla, y los 800 ducados por una vez, así de la finca del dicho juro como de otros cualesquiera bienes y rentas míos, y los dichos 800 ducados por las vidas de las dichas cuatro fundadoras en la forma que está dicha de los bienes de don Alonso Fernández de Córdoba y Figueroa, mi hijo marqués de Priego, y de los sucesores de su casa y estados y de quien y con derecho deba de las 407.707 maravedíes de tributo en cada un año, y 738.736 maravedíes de principal que yo tengo situados con facultad real sobre este Estado de Priego y Casa de Aguilar (pág. 5), por escritura ante Simón de Pineda, escribano público de la dicha ciudad de Sevilla en 15 días del mes de septiembre del año 1595, que para lo dicho es hago y constituyo al dicho convento de San Antonio por procurador, actor, defensor en su hecho y causa propia, y para cumplir, pagar y haber por firme lo que dicho es, obligo mis bienes y rentas habidos y por haber, y doy poder cumplido a cualesquier justicias y jueces de Su Majestad de cualesquier parte que sean para la ejecución y cumplimiento de ello, como por sentencia definitiva del juez competente pasada en cosa juzgada, y renuncio las leyes y derechos de mi defensa, y la ley y derecho que prohíbe la general renunciación de leyes, en testimonio de lo cual otorgo esta carta ante el escribano público y testigos yusoescritos, en cuyo registro lo firmé de mi nombre (pág. 6) que es hecha y otorgada en la villa de Montilla, en 15 días del mes de septiembre del año de 1616 años, siendo


testigos presentes don Fernando de Godoy y Morales y Diego de Angulo y el tesorero Antón Solano, vecinos de esta villa, y yo el escribano doy fe que conozco a la marquesa mi señora otorgante.

Y estando presente al otorgamiento de esta escritura el padre fray Juan Ramírez, consultor del Santo Oficio, y padre de toda la orden de San Francisco, en nombre del padre fray Alonso Fustero, ministro provincial de la dicha orden la aceptó en su favor y de toda la provincia de Granada, y del dicho convento de San Antonio de Priego, y lo firmo tres dichos.

Doña Juana Enríquez, fray Juan Ramírez, fray Juan Díaz, escribano público. Sin derechos.

Anexo n.º 6.Sermón de la profesión de la Señora D.ª Sor María de la Cabeza del Santísimo Sacramento Castilla*.(APA. Priego de Córdoba. Documentos sin claisificar)

Beatus quem elegisti, et assumpsisti, inhabitabit in atriis tuis.Bienaventurado aquel que escogiste y tomaste, morará en tus atrios: David, Salmo 64, v. 5

¡Qué ocasión tan oportuna** se me ha presentado en este día para confundir a los necios amadores del siglo bello, empeñados en desacreditar las obras extraordinarias y pasmosas de la omnipotencia, expresamente aquellas que no se acomodan a sus ideas, extravagancias y caprichos! ¡Qué ocasión tan favorable para darles en cara con una felicidad cuyas dulzuras aborrecen y miran con fastidio porque jamás las han gustado! Más ciegos, más escépticos que aquellos hebreos de que habla la escritura acostumbrados a los ajos y cebollas amargas que se crían en el Egipto, las prefieren a los arroyos de leche y miel dulcísimo, que brotan y corren por los montes y collados de la tierra feliz de Canaán; descubriré la realidad de esta figura para dar principio a captar los ánimos de un auditorio tan noble, tan lucido, tan devoto y respetable; los mundanos, esos falsos políticos del siglo resentidos acaso por no encontrar una tropa de seguidores tan crecida como solicitan, al ver al pie de los altares una virgen cristiana, a quien la gracia de acuerdo con la naturaleza se empeña en favorecer con mil prendas que la ganarían en el mundo un superior y distinguido lugar, al verla digo, renunciar sus pompas, sus deleites y vanidades, y cargar sobre sí los beneficios laboriosos de la vida religiosa, se lastiman, se compadecen y aún declaman contra tan alta resolución, la miran como una tierna víctima, que sin reflexión, ni deliberación se ofrece inocentemente al sacrificio, al escuchar los votos que pronuncia, al escuchar los votos que pronuncia, al oírla exclamar prometo vivir siempre en pobreza, en obediencia, en castidad y en una perpetua clausura, creen ha pronunciado otros tantos decretos (pág. 1) contra sí misma, el claustro les parece un prolongado cautiverio cuyas penalidades no siendo jamás apetecibles, al fin terminan en desesperación, estos actos de Religión los califican o de una juventud sin experiencia, o de una devoción precipitada; últimamente ellos vienen a ser testigos de una resolución que siendo la más santa, la más perfecta a los ojos del Altísimo, sirve de cimiento a los grandes promontorios de tumbas, burlas, sátiras y censuras que fulminan contra sus autores.

¡Mundanos retiraos, aquí os queremos hoy en el templo de Dios vivo! Ésta es la escena que se acaba de representar con esta virgen tan honrada y esclarecida: como delicada por la complexión, toda la severidad del Evangelio ha preferido a ese conjunto de placeres que forma la alternativa de otra vida. Una cosa sola dice con el Profeta Rey, he pedido a Dios con todas veras, desde mi más tierna infancia, y ahora me la acaba de conceder, habitar en su casa todos los días de mi vida; más bien quiero yo, añade, con el mismo profeta, vivir oculta y como despreciada en la soledad de los claustros, que llena de aplausos y diversiones en el bullicio y algazara del mundo, un día solo es más apreciable en los tabernáculos del Señor, que muchos siglos entre los pecadores; ¿qué decís? ¿os es molestoso este lenguaje? ¡es duro este sacrificio! ¡es pesado ese yugo! Pues retiraos y no vengáis a interrumpir los júbilos y alegrías de su espíritu; pero no, aquí encontraréis la materia de vuestra confusión.

Sor María de la Cabeza del Espíritu Santo, querida hermana mía, si hasta aquí han estado cerrados tus oídos a las fabulaciones vanas de los mortales, de hoy en adelante se han de manifestar como de bronce; oye, escucha, atiende al que jamás ha pensado sino en los adelantos de tu espíritu, y en las ganancias de tu alma, es bienaventurada, es mil veces feliz aquella criatura a quien elige el Señor entre el resto de las demás para que habite en los atrios de su casa, expresiones que si las cantaba en otro tiempo aquella porción amada del Señor (pág. 2) que escapó del cautiverio de Babilonia, cuando ya tenía a la vista su deseada Sión, lo magnífico de su templo, lo majestuoso de sus edificios, lo frondoso de sus jardines, y lo deleitable y florido de sus praderas, tú las debes repetir hoy con toda propiedad; el Señor le ha elegido entre todos los pueblos y naciones de la tierra para asociarte a un pueblo sin mancha, a una santa generación, que camina a la tierra deliciosa de sus padres burlándose de los enemigos que quieren embarazarle la carrera, pues queda repitiendo con satisfacción: Beatus quem etc...


Por lo que hace a vosotros, sacerdotes del Altísimo, hijas queridas de Abrahán y de Sara, que os dio a luz para Jesucristo, devotísimos hermanos, creed no he encontrado otras más propias para la materia que traigo preparada; yo voy a condenar a los amadores del presente siglo que miran con horror y aún con desprecio a un alma que se deserta de las banderas del mundo para alistarse en las de la religión, el asunto de este discurso será el de la mayor felicidad en el claustro, por dos favores especialísimos de Dios que advierten los expositores en los antiguos israelitas que caminaban para Jerusalén; el primero la salida del cautiverio de Babilonia; el segundo las delicias en la tierra de promisión. El alma religiosa los disfruta con mayor abundancia y liberalidad; en la elección del estado religioso: Beatus quem elegisti et asumpsisti: en la permanencia en el estado religioso: inhabitare in atriis tuis: dos felicidades que aunque desconocidas por los mundanos serán la materia de mi oración.

Señor Dios eterno, que por un efecto de tu bondad me habéis llamado a la suerte de tus amigos, ilustrad mi entendimiento, esforzad mi lengua y dad acción a mis palabras para que publique las felicidades de esta alma escogida y anumerada ya entre tus esposas; Virgen, Santa, Virgen Inmaculada, Reina de las Vírgenes y Señora de los Ángeles y de los hombres en ti se deposita y está el apoyo de nuestras súplicas, hazme participante de aquella gracia con que os habló el Ángel de Palestina cuando le saludó diciendo: Ave María (pág. 3).

La primera felicidad del alma religiosa es la elección de Dios que le saca misericordiosamente del cautiverio de este mundo. Sí, mis amados, bastaría pintarla tal y como es en ti para conocer lo que no alcanzan a ponderar las frases de la retórica más fina; bastaría decir con San Gregorio que el mundo es un teatro cuyos autores se burlan mutuamente disfrazados con la máscara del engaño, de la ficción, del interés y de la mentira, con San Agustín que es una sucesión continuada de criaturas, animadas de un espíritu corrompido y desarreglado que viven según la primera generación de Adán y no conforme con la segunda de Jesucristo, con San Bernardo que es una secta de espíritus engañados siguiendo los ímpetus de su propio corazón, separados de las máximas del Evangelio, sin reconocer otros bienes que la independencia, las riquezas y los placeres de la tierra; con el Damasceno... pero no quiero formar un perfecto dibujo del mundo en presencia de unas almas que sin haberlo experimentado aborrecen hasta la figura en el mundo, para decirlo de una vez con el Evangelista San Juan, no hay más que concupiscencia de los ojos, concupiscencia con de la carne y soberbia de la vida; éstas son las cadenas, dice San Jerónimo, con que aprisionó a sus seguidores como Faraón a los Israelitas; ¿y puede darse mayor felicidad a un alma que escaparse de ellas por su elección al estado religioso? Lo veremos en tres reflexiones que forman la división de mi primera parte.

Parte 1.ª

La naturaleza viciada y corrompida desde su mismo origen, se deja llevar con cierta especie de propensión hacia los objetos deleitables de la tierra en que (reside) la concupiscencia de la carne. Según el Padre San Agustín; el hombre, este ente perfectísimo entre todos de la Creación como se explica el Crisóstomo que salió de las manos del Hacedor Supremo coronado de gloria y honor poco menos que los Ángeles, apenas fue despojado de los nobles atributos de su ser cuando perdió toda la hermosura y se hizo como los jumentos (pág. 4) y en todo semejantes a ellos; unos brutales apetitos, unas pasiones indómitas y feroces, le poseen, le mandan, le dominan y casi le obligan a revolcarse entre el cieno y el estiércol más ciego y más obcecado que el caballo y el mulo, que no tienen entendimiento, se complace y se deleita en la satisfacción de una carne manchada, él siente gravada en sus miembros podridos una imperiosa ley, que contradiciendo a la de su razón, le deja casi sin fuerzas para resistir a poderosos atractivos que le presenta el mundo, apenas le ofrece en su dorada copa, la sabrosa miel cuando la gusta aunque le cause la muerte del espíritu como a Jonatas (sic), y para decirlo de una vez el hombre que nació para presidir y dominar el mundo, es un esclavo vil de sus deleites y placeres para lisonjear la concupiscencia de la carne.

Tal es la condición forzosa de la descendencia y el infeliz estado en que nos vemos sus individuos; el mundo este tirano más alegre y risueño en nuestras desgracias que Faraón en las molestias y trabajos del pueblo santo nos esclaviza y más de cien veces arrastra nuestra voluntad hacia donde nosotros mismos no queremos, como lo experimentó y decía de sí el grande Agustín, a cada paso nos ofrece un escollo y a cada instante multiplica sus fiestas y regocijos. Su dominio sobre nosotros es tan universal que no exceptúa ni a la inocente infancia ni a la vejez decrépita, ni respeta al seglar virtuoso, ni al venerable sacerdote, a todas partes alcanza su imperio, y no tenemos sitio alguno a que volver la cara que encontremos el motivo de nuestra ruina. Bersabel que no sale de su casa, Dalila que se presenta en la calle, las hija de Golre que buscan el recreo, David que se asoma al balcón de su palacio, Salomón que se sienta sobre el trono y otros innumerables, todos cayeron miserablemente y todos experimentaron los castigos. ¿Podremos ser felices en el Mundo? ¿Podremos ser dichosos en poder de este enemigo?


No lo creas, mi querida hermana Sor María de la Cabeza, la dicha y felicidad (pág. 5) es la tuya escogida por Dios para el estado religioso. Dios que te quería para sí desde la eternidad te miró con benignos ojos en tu niñez, y ha tenido misericordia de tu juventud desde la edad mas tierna, te ha traído a este santo monasterio; en este instante ha realizado sus amorosas ideas celebrando contigo una alianza eterna que te divorcia para siempre del mundo; Él te ha sacado como a Abrahám de la tierra maldita en que peligra el alma y te ha traído a un país en que caen con abundancia las bendiciones del cielo; la tierra en que tienes los pies es una tierra santa y sus moradores te enseñarán de sus privilegios, la austeridad del claustro aun corrige el desorden de la naturaleza, crucifica la carne con su concupiscencia, y alguna vez destruye el cuerpo corrompido sin dejar más vida que la del espíritu, la rebeldía de las pasiones se aquieta con la fuerza de un voto que las contiene dentro de sus límites; por otra parte estos objetos de la tierra que enhechizan, que encantan, que emboban, jamás se presentarán a tu vista; los teatros, las diversiones, los saraos, las visitas, las tertulias, todo este tropel de cosas de que se vale el mundo para convertir hasta la virtud más sólida; ya se acabaron para ti los escándalos y malos ejemplos no te moverán a su invitación, porque jamás los conocerás; abreviemos, de hoy en adelante no te queda más del mundo que el dolor de haber estado en él en algún tiempo, así has triunfado de la concupiscencia de la carne con tu elección a estado religioso, triunfo nada inferior al de la concupiscencia de los ojos.

2.ª

El oro, la plata, las riquezas, estos son los eslabones que forman la segunda cadena con que aprisionan el mundo a sus seguidores, ¡qué infelices, qué desgraciados hace a los que la arrastran! Siempre en un continuo desvelo; siempre echando ideas, formando proyectos, tirando líneas y en una perpetua inquietud, sin encontrar el reposo y el descanso. ¡Cuántos afanes por adquirir (pág. 6) los! ¡cuántas solicitudes por no perderlas! Compras, ventas, cambios, préstamos. Fraudes, engaños, con todo arrastra, todo es capaz de cometer un mundano, que las busca, las desea y apetece. Las riquezas, dice el P. San Gregorio, tiene tanta fuerza para llevar así el corazón del hombre como el imán a los demás metales, y son el sebo con que se alimenta una viciada naturaleza en ellas, prosigue el Santo, espera generalmente todos los hombres el complemento de su felicidad sobre la tierra, y por eso dice el Eclesiástico es una especie de milagro encontrar uno que no corra en alcance de sus encantos, en una expresión sola, las riquezas pueden llamarse con toda propiedad el eje sobre que voltean todas las acciones de los mundanos y el ídolo ante cuyas aras ofrecen todas sus atenciones y respetos.

He aquí, mi amada hermana, uno de los escollos más peligrosos que prepara el mundo, y en que caen a cada paso los idólatras de estos bienes caducos y perecederos de la tierra, aunque sepan y crean que una sabia providencia estableció desde el principio del universo el uso y aún el dominio de aquellas riquezas que les ganan, o la industria, o el mérito, o el derecho de la sangre pera no apegar a ellas el corazón, aunque oigan decir a San Dionisio que desde que cayó sobre ellas la terrible maldición de un Dios airado aun el uso más simple es contagioso; aunque les diga expresamente Jesucristo en su Evangelio que su amor es incompatible con el de las riquezas, y que pongan únicamente sus tesoros en los preceptos del Altísimo; la brillantez del oro y de la plata los deslumbra y el mundo tiene cada un día nuevos esclavos por este medio; mas un alma que sale del mundo y se desprende de todo cuanto posee por buscar a un Dios que nació pobre, vivió pobre y murió pobrísimo, que no tuvo ni aún donde reclinar su cabeza; una religiosa francisca que siguiendo el ejemplo de sus padres aspira solo por aquel tesoro que no roba el ladrón ni consume la polilla ni el gusano;¡cuán (pág. 7 )lejos está de caer en este lazo! El oro, la plata, las riquezas, lo más precioso y estimable que tiene el mundo lo desprecia, lo pisa y lo reputa como estiércol con San Pablo; la santa pobreza, ésta es su madre, su hermana, su amiga, su compañera y todas las cosas; la pobreza evangélica ésta es la que busca, y después de haberla encontrado se alegra más que la mujer del Evangelio con el hallazgo de su preciosa margarita, cuidados de perderla, inquietudes por conservarla, temores de que le falta en algún tiempo, nada le ocupa su corazón, está en una paz inalterable porque su patrimonio está en el cielo, y su tesoro en el seno de aquella providencia que alimenta hasta el hijo del cuervo que desamparan sus padres como habla el Espíritu Santo.

Llega aquí concupiscencia de los ojos ¿que podrás tú contra un alma de este carácter? ¿qué podrás tú contra un alma tan generosa, que por tener parte en aquellos bienes ofrecidos a los pobres de espíritu se hace voluntariamente pobre por Jesucristo? ¿Qué adhesión podrá tener a los encantos del oro y de la plata esta virgen, que si se habla de las conveniencias, de las galas, de los adornos y prosperidades que podrían disfrutar en el siglo, responde aquello de los Apóstoles: en teniendo el alimento preciso y con qué cubrir la honestidad estoy contenta? habentes alimenta et quibus legamus, his contenti sumus. Ofrece en buena hora abundancias a estos soberbios mundanos, cuyos corazones abiertos siempre como el abismo según los nombra el P. S. Agustín, jamás se llenan por más que reciban, y nunca dicen basta, pero el de esta virgen está satisfecho con la heredad y posesión de su Dios que ha escogido en el estado religioso, y tu soberbia de la vida, despotismo,


libertad, independencia, prepárate ahora para quedar vencida, de una vez te van a completar los triunfos de un alma religiosa.

3.ª

Vosotros lo sabéis, señores; renunciar los derechos de su (pág. 8) propia voluntad, negarse a sí mismo, éste es el sacrificio agradable a Jesucristo, más que las víctimas y holocaustos y lo que pedía a sus primeros seguidores: qui non adit ad ve animan suam non potest meus esse discipulus, éste es también el lenguaje a que cierran sus oídos los del mundo teniéndolo por duro, desabrido e impracticable como decían los de Cafarnaún; durus est ellos no quieren entender que el epílogo y compendio de todos los preceptos de la ley es sujetar la propia voluntad al imperio de la divina como afirma San Cipriano, los nombres de independencia que han aprendido en este siglo de disolusión los ha atolondrado y les ha hecho cometer mil transgresiones contra la ley indignas de resonar en el lugar santo y que omito por no abusar de vuestra paciencia.

¿Y qué hermana María no te has librado de los escollos en que precipita a las almas una voluntad rebelde y desbocada por medio de tu profesión? ¿no la has puesto bajo la Divina subordinación con el voto de la obediencia a tus superiores y prelados? ¿eres acaso, árbitra y señora de tus acciones para decir así lo quiero, así lo mando y aquí no hay más razón que mi voluntad? No, de hoy en adelante ni tienes, ni te ha quedado otra voluntad que aquélla que da el Espíritu de Dios a las almas felices que le poseen; porque ubi espiritum Domini ibi libertas; el perfecto obediente lo compara nuestro seráfico doctor Buenaventura a aquel misterioso carro de Ezequiel que sostenido y guiado de un impulso superior solo le movía hacia aquella parte que le conducía el divino espíritu; los preceptos de tu prelada los has de tener como dictados por el mismo Dios, que habla por su boca, preparando tus oídos para escucharlos; tus labios para agradecerlos, tus pies para caminar donde le ordene y tus manos para ponerlas en ejecución como aconsejaba a sus monjes el padre San Bernardo, qué dichosa serás si así lo practicais ¡qué felicidad podrá (pag. 9) compararse con la tuya! ¡Por ventura la de los israelitas cuando a la salida de Egipto se vieron libres de las corrientes del Mar Rojo! Ello es verdad que jamás se manifestaron más alegres ni contentos; puestos en seguridad volvieron los ojos hacia aquel abismo de aguas que les había ofrecido paso franco y al ver sepultado bajo las espumas a los egipcios alababan y bendecían al Dios que le había hecho escapar d aquel naufragio; más alegre, más contenta tú en la seguridad del claustro, tiende la vista hacia el mundo que dejas a la espalda y lo verás semejante a un mar alborotado entre cuyas olas perecen y se ahogan infinitas almas, míralas encontrando en él su muerte y su ruina; porque sirven y son esclavos de este soberbio faraón. Aquí debes exclamar con el profeta: Bendito sea el Dios de mis padres que ha separado de mí esta agua que sin duda anegarían mi alma; anuntiavit me de aquis multis, él me ha librado de este tirano, quitando de mi cuello las cadenas con que quería aprisionarme; soy feliz mi Dios por este beneficio que he recibido de su mano poderosa, y más feliz porque me has conducido a este lugar del paraíso; et duxit me in latitudinem. Ya estoy en salvo, oh Dios mío, y voy a experimentar las delicias de tu sagrada habitación: inhabitare in atris tuis; cuantos son, qué grandes, que abundantes. Yo te los diré en hablando dos palabras sobre la segunda parte.

Parte Segunda

Cuando David, cuando el santo rey David se miraba ausente de su amada Sión por el destierro a que le había reducido su ingrato y desconocido hijo Absalón, suspiraba tiernamente por aquellas santas mansiones, revolvía en su memoria su hermosura, su magnificencia, y publicaba la suerte dichosa de sus moradores; qué hermosos son, decía, qué amables son, oh Dios mío, tus tabernáculos; el honor de mis víctimas, la opulencia de mi reino, el trono en (pág. 10) que me siento, tu diestra poderosa, la corona que acaba de arrancar de mis sienes un hijo ingrato, nada de esto excita tanto los deseos de mi corazón como el acordarme ahora del arca santa y de aquel tabernáculo donde descansas como en el lugar de tu habitación. El gozo que recibía mi espíritu cuando ofrecía allí mis votos y descargaba el peso de mis cuidados, la satisfacción de mi alma cuando cantaba en tu presencia cánticos de alabanza meditando día y noche tu ley santa y publicando en medio de Israel el torrente de tus beneficios, estos bienes que gozaba en tu santa casa y de que estoy privado, estos son los que arrastran mi voluntad y encienden más y más mis ardientes deseos. Benditos sean mil veces los que habitan allí cantando sin cesar tus alabanzas y publicando tus misericordias: Beati qui habitant in domo tua Domine in saecula saeculorum laudabunt te.

Así dirigía sus alabanzas este santo monarca igualmente que los israelitas a aquel templo en que el Dios de sus padres se les había aparecido para ser el Dios de su pueblo y para que este fuese uno mismo con su Dios. ¡Deberé yo detener la censura de los críticos del siglo, si digo es sin comparación más feliz la suerte de un alma, no que suspira, sino que se establece en la Casa del Señor para profesión religiosa! Añado más,


¡seré tenido por un orador iluso si esta unión de Dios con su pueblo la entiendo yo en un sentido acomodaticio de la que tiene con la nueva esposa que adquiere en este día! Reflexionemos un poco. No hay duda hermana mía, has venido como un nuevo paraíso, regado con las fuentes de la gracia, de la justicia, del amor y de la verdad; que entiende San Gregorio por aquellos cuatro ríos que corrían por el primero, cuyas aguas saltan hasta la vida eterna, poblado de grandes y frondosos árboles, que sembrados de flores, llevan frutos de honor y de honestidad en sus lóbulos, sostienen cándidas e inocentes palomas que alaban a su autor en el silencio de la noche, en el rigor de la siesta, en la frescura de la aurora y en la templanza del día; entre su a (pág. 11) menidad no se enroscará el áspid venenoso, por sus atrios y puertas tienen de centinela no un querubín, sino muchos ángeles que le defienden presentando al Señor en copas de oro las preces y oraciones que se le ofrecen; en él se ve plantado el árbol de la vida cuyo fruto no causa la muerte del espíritu como al primer hombre, sino llena a las almas de gozo y las embriaga de un placer todo celestial; tienes los pies en un país ameno y delicioso, en una tierra bendita que cae el sabroso maná con abundancia y se recoge todos los días a todas horas sin prohibición alguna como sucedía a los hebreos, tierra santa como aquella que hablaba Dios a los hijos de su pueblo, poblada de montañas, cercada de fortalezas al parecer inaccesibles, en ella, yo lo confieso, se advierten algunos estorbos, porque según un profeta hay peligros en la cumbre del Tabor y en las llanuras de Samaria; ya puedes entenderme; pero al fin sus delicias las allanan, y dulcifican sus amarguras; estás en medio de aquella heredad sin portillo y rodeada de un vallado que no pueden asaltar pacíficamente las desconcertadas tropas de los enemigos; estás encerrada en la torre fortísima de David que tiene pendiente mil escudos para su defensa; en su huerto, ¡qué pretendo! ¡Podría yo describir en muchas horas la felicidad del claustro y las delicias de la Santa Casa en que estableces hoy tu morada! ¡No bastará decir que en ella habita espontáneamente el Dios que se ha dignado unirse a ti con un vínculo santo y con una alianza eterna! Gentes que vivís en el mundo traed en comparación de esta dicha cuantos vosotros os podéis imaginar; pero sacarlas afuera que son indignas de nombrarse ante las aras de Dios, que contiene en sí la plenitud de todas ellas. Hermana mía, olvida cuanto me has oído hasta aquí. Si alguna vez han merecido tu atención mis palabras sea en este instante que voy a formarte un dibujo aunque imperfecto de las cualidades de tu Esposo. Sabios y devotos, disimulad lo que faltaría a lo balbuciente de (pág. 12) mis labios y a lo torpe de mi lengua; tú en el claustro tienes siempre a la vista a tu querido, oh esposa del Cordero, es el más hermoso entre todos los hijos de los hombres, el joven agraciado de quien dice su Madre es blanco y rubio, escogido entre millares, tan rico que tiene en sus manos todos los tesoros del cielo y de la tierra, tan amante que sabe dar su sangre y su vida por lo que ama; es tan perfecto que contiene en sí la perfección de todo lo criado aunque con infinita distancia; tiende la vista por este mundo respetable, lo que en el sol encanta, lo que te admira en las estrellas, lo que te divierte en el iris; se recrea en las flores; se sustenta en los manjares, se deleita en las suaves armonías, todo se halla en tu querido. ¿Es poca felicidad? Pues sube con tu imaginación más allá de las esferas, paséale por los nueve coros de los Ángeles, considera su hermosura, su bondad y gallardía, todas las perfecciones, pues estos son los vasallos de tu Esposo. ¡Es poca felicidad! Pues pon tus ojos en la Reina de los Ángeles y de los hombres, revuelve allá en tu imaginación sus gracias, sus favores, sus excelencias, sus prerrogativas, sus virtudes, pues tu Esposo es el autor de todas ellas. ¡Es poca felicidad! Pues acabaré de una vez. Tu querido, tu amante, tu Esposo colocado en esta casa es quien, oh, ni tú podrás concebir ni yo explicarte en muchas horas cuántas felicidades en esta sola.

Qué me resta ya, sino decirte reflexiones sobre ti misma y convertida hacia esos necios mundanos le digas con una santa libertad aquello del profeta: venite, audite, quanto fecit animae meae. Venid todos y oiréis de mi boca las felicidades que me ha comunicado; venite: dejáos por un rato de esos placeres y diversiones de un mundo que os divierte, pero os engaña; audite: oíd para vuestra instrucción. Me ha sacado de esa confusa Babilonia como a su amado pueblo, me ha sacado de las cadenas que me tenían en cautiverio como a vosotros: la concupiscencia de la carne, la concupiscencia de los ojos y la soberbia de la vida (pág. 13), estos lazos que tendía el mundo para que cayese los he roto ayudada de la diestra que me eligió al estado religioso, ya estoy en un lugar de protección y de refugio donde no alcanzan las máximas seductoras del mundo. En la casa de mi Dios, y unida inseparablemente a mi Dios, ya nada tengo que apetecer ni desear el mundo ha perdido sobre mí todo su imperio. Dios es mi parte, mi posesión, mi heredad y todas mis cosas. Soy feliz Dios mío por este conjunto de beneficios en mi elección y permanencia en el estado religioso. Beatus quem elegisti et asumpsisti, inhabitavit in atris tuis.

Pues considera bien estos beneficios, mi querida hermana Sor María de la Cabeza del Santísimo Sacramento; y empéñate en agradecerlos trabajando más y más para perfeccionar con buenas obras tu elección y vocación según el consejo del Apóstol: repasa siempre en tu memoria, que siendo esclava del insolente Faraón en el Egipto del mundo te ha sacado de él por un afecto de su amor, trayéndole a la tierra prometida a sus hijos y escogidos. Memento et ne oblibiseris. El Dios de tus padres que te ha protegido atenderá desde lo alto el cumplimiento de tus deseos, mirará tu sacrificio con benignos ojos, ampliará tu


holocausto y bendecirá la pureza de tus intenciones. Esta Santa Casa quedará edificada con tus ejemplos, y quiera el cielo pueda algún día colocar tu nombre en el número de aquellas vírgenes ilustres cuya memoria vive en estos claustros y cuyos nombres creemos escritos en el libro de la vida para gloria y honor de este Santo Monasterio. Et sit nomen tuum in numerum sanctorum, memento et ne oblibiseris. Acuérdate en este día de tanta complacencia para tu Esposo de su legítimo sucesor N. Santo Padre Pío Nono que felizmente gobierna la barquilla del pescador; pídele no sea sumergida entre las encrespadas (pág. 14) olas de herejía y de impiedad, por los principales prelados de la iglesia santa y todo el clero español. Pídele por nuestra católica Reina D.ª Isabel 2.ª, y real familia, dile con un profeta que prospere su salud y llene de felicidad sus días; y las de todas las Autoridades civiles y militares, y sin afligirte con la relación de las desgracias que nos amenazan, y porque debes esforzar los favores de tu espíritu lleva tu consideración al censo de los que duermen en el sueño del Señor y aplícale todo el mérito y gracias que recibes hoy comparadas por los Padres de la Iglesia a las de un nuevo bautismo. Memento: Levanta los ojos y saca la vista de los claustros, hallarás en el recinto de este templo unas obligaciones que no puedes desentenderte, mira a tus padrinos y familia, teniendo muy presente al que es cabeza de toda ella, sin olvidarte del ausente, que a todos los presentes hoy en tu sacrificio para que tu amado Esposo Jesús los reconozca como sangre de tu corazón, y por consiguiente objetos de tu amor. Fija tu atención en esa tu amadísima y nueva familia a la que ya perteneces y tanto has deseado, estréchala y enciérrala para siempre en tu corazón, y así preséntala ante este Dios hecho carne para que la mire y derrame sobre ella las gracias y misericordias, y con especialidad por tus preladas, Madre Abadesa, y Madre Maestra, a quienes tanto debes; enjuga las lágrimas de la que te tiene a su cargo, y de las de tu celda con el paño de gratitud, pidiéndole hoy a tu Esposo divino no aparte jamás su divino rostro, lleno de salud y en el último de sus días lleno de misericordia y de perdón; mira tu pueblo que ha venido a ser testigo de tus felicidades; inclina tu vista a esos fervorosos harenes nuestros de Jesucristo tu Esposo, que (15) derrame sobre ellos la unción santa de la divina sabiduría para llenar en toda perfección su apostólico ministerio; y por lo que hace a mí te pido encarecidamente como acaso el más interesado en tu suerte feliz me tengas presente todos los días en tus oraciones a tu querido Esposo Jesús. Memento: El Dios omnipotente que te elige y establece hoy en tu casa cumpla tus peticiones en nuestros días, te llene de gracias, de favores, de felicidades con la última que es verle y alabarle eternamente en la gloria. Amén (16).

*31 de mayo del año de 1850**En el primer borrador aparece consignado lo que sigue: “Sacerdocio, nueva esposa del Cordero Jesús, Sor M.ª de la Cabeza del Santísimo Sacramento; hijas queridas de Abrahán y de Sara que os dio a luz para ser esposas del Inmaculado Cordero Jesucristo; devotísimos padrinos, pueblo católico.


Vista del Convento de Santa Clara.Lienzo de Federico Alcalá Zamora (detalle) del año 1867 (hoy en el Museo Lozano Sidro).

Antiguo Edificio del Ayuntamiento,construido sobre el solar del Convento de Santa Clara.

Vista del convento de Santa Clara (Fundación Duque de Medinaceli-Toledo). En el lienzo viene marcado con el número 6.


Espacio de la antigua iglesia y convento de Santa Clara, separado por la calle Cava a su derecha y Casalilla a su izquierda (autor: Proyecto del Sr. Cantizani)

Vista aérea de la Plaza de la Constitución y del Palacio Municipal (Antiguo solar de la Iglesia y Convento de San Antonio de monjas clarisas)


Palacio Municipal, construido en el año 1952 según proyecto del arquitecto J. Rebollo Dicenta, sobre el solar

que ocupó la iglesia y el convento de Santa Clara

Palacio Municipal, construido en el año 1952 según proyecto del arquitecto J. Rebollo Dicenta, sobre el solar que ocupó la iglesia y el convento de Santa Clara


Imagen de San José (hoy en el Altar de la Virgen del Rosario, en la Parroquia de la Asunción)

Imagen de San Buenaventura (hoy en la sacristía de la iglesia de San Pedro)

Imagen de San Antonio (hoy en la sacristía de la iglesia de San Pedro)

IMÁGENES PROCEDENTES DEL ALTAR MAYOR DE LA IGLESIA DEL CONVENTODEL CONVENTO DE SANTA CLARA

Imagen de Santa Clara, procedente del Convento de Santa Clara (hoy en la iglesia de

San Francisco)


Gran Santo Cristo (hoy denominado Cristo de la Buena Muerte) propiedad del Ayuntamiento,

pero cedido a la Hermandad de los Dolores

Gran Santo Cristo (detalle)

San Jerónimo oyendo la trompeta del Juicio Final, copia de un grabado

de Ribera, procedente del covento


Altar de San Bernardo y San Sebastían (hoy en la Parroquia de la Asunción)

Altar de san Ildefonso(hoy en la Parroquia de la Asunción)

Altar de Santiago Matamoros (hoy en la Parroquia de la Asunción)


Santiago el Mayor, de Herrera el Viejo (Serie Apostolado)

Museo de Bellas Artes de Córdoba

Santiago el Menor (Serie Apostolado)


San Felipe, de Herrera el Viejo (Serie Apostolado)


San Juan Evangelista(Serie Apostolado)



Lienzo de la fundadora del convento (hoy en la iglesia de San Pedro)

Campana de una de las torres de la iglesia del convento de Santa Clara

(hoy en la iglesia de la Virgen de la Cabeza)

Imagen de Santa Clara, procedente del convento de Santa Clara, propiedad de una religiosa, hoy en la iglesia de San Juan de Dios

“·El Fundador?” (S. XVII), (hoy en la iglesia de San Pedro)


Libro de las Profesiones (1617) hoy en el Archivo de la Parroquia de la Asunción

Libro de la Hacienda ( 1672) del Convento de Santa Clara (hoy en el Archivo de la Parroquia

de la Asunción)

Libro de Censos (1801) hoy en el Archivo Histórico Provincial de Córdoba

Portada del Libro de la Hacienda del Convento de Santa Clara

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