Emma Jiménez Triviño 4ºB

Había una vez un gatito que lo conseguía todo porque era muy bonito, claro como era

pequeñito todas las personas lo querían. El tenía el pelaje negro pero también tenia

manchitas de color naranja y blanco.

Una vez se puso muy malito, cuando una chica que se llamaba Andrea lo vio dijo que

lo cuidaría siempre y que no se separaría de el nunca. cuando paso una semana el gatito

que ella lo llamaba Loló se curo ,pero aunque se halla curado el no se quería ir . Cuando

pasaron muchos años el gato y Andrea eran inseparables.

La chica se hizo muy mayor y le regalaron una gatita blanca, era hermosa. Pero lo malo

es que cuando la gatita blanca tuvo celos porque Loló se llevaba todos lo mimos i ella se

quedaba en el sofá, por eso cada vez que la dueña se daba la vuelta la gatita blanca le

pegaba un arañazo y se peleaban claro ella no los veía pero Loló se lo quería explicar

pero claro como todos sabéis los gatos no hablan y no se lo pudo decir. La gatita se

hacia la buena pero era la que le arañaba.

Andrea le riñó a el por que pensó que se había ido y le habían arañado los gatos

callejeros.

Bueno la gatita se rió y consiguió que le dieran mimos, era muy mala. Por la noche

pelearon por la comida pero ella claro no se enteraba por que estaba durmiendo, pero

una vez los vio e intento cuidar a los dos por igual y busco un remedio para que la gatita

se portara bien. Bueno ella lo consiguió y la gata blanca se porto bien y los dos gatos se

portaron muy bien.

Pero Andrea vio un chico que se llamaba Guillermo y le gustaba en el colegio cuando

era más pequeña y le invito a un café pero luego iba a ir a su casa con su perro que era

muy malo mordía a todos los animales que veía: perro, gatos, pájaros, peces…

¡El perro iba a morder a los gatitos!

Pero no, no los iba a morder por que Guillermo del perro sabia que les iba a morder y lo

ató a la entrada y el al ver a los gatos como no se podía portar mal se hicieron amigos

Y pudo salir sin hacer daño a nadie. Compartían la comida la bebida todo lo compartían

asta los juguetes el perro tiraba la pelota con la boca y los gatos la cogian, luego al revés

¡Se divierten mucho!

Los dueños también se divierten pero no tanto como ellos pero bueno no pasa nada.

Ellos mientras que sus mascotas jugaban se iban de paseo al parque, al campo…

En fin que vivían felices, pero un día apareció un señor que parecía muy extraño pero la

verdad es que al final era el padre de Guillermo que venia a ver a su nueva novia, lo

malo es que era muy pesado para la novia y no lo soporto más, dijo que se iba a ver

como estaban los animales que le parecía haber oído un ladrido y era verdad el perro de

Guillermo estaba ladrando a los gatos por que se estaban arañando, mordiendo…

Y el quería pararlos pero el no pudo hacer nada entonces Andrea le quito la pelota y no

jugo ni el uno ni el otro solo jugo el perro solo. Como el padre pensó que estarían

mejor solos se fue.

Bueno se hizo de noche y todos estaban durmiendo, por el día todo se llevaban muy

bien lo único que no podían ir de vacaciones por que los animales se quedarían solos

casa y nadie les podría dar de comer, de beber, pararles cuando se pelearan pero

tuvieron una gran idea como la madre de la chica era veterinaria pudieron llamarla y

pudo cuidarlos por que como era verano ella tenia días libres y no trabajaba. Cuando

ellos llegaron la madre estaba en la habitación durmiendo claro era de noche, por la

mañana los dueños se despertaron con el desayuno en la mesa y una carta que decía

“he visto que habéis llegado por eso me he ido y tengo que trabajar”

Bueno ellos ya sabían a quien llamar en caso de que se fueran de vacaciones.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.