El género literario YAHVISTA

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El género literario YAHVISTA, definición y generalidades. By Juan Revilla on marzo 21, 2010 Uno de los géneris literarios más usado en el A.T es el Yahvista, a través del pentateuco el uso constante de Yahvé para dirigirse a Dios determinó este género literario. GÉNERO LITERARIO YAHVISTA Con este término se designa una fuente del Pentateuco (o, según M. Noth, del Tetrateuco). La palabra “fuente» corresponde a “mano de un escritor o de varios escritores», a “tradición redactada por escrito ». Se la reconoce gracias a la historia de la crítica literaria que, en lo que atañe al Pentateuco, comienza con J Astruc en 1753 y alcanza su cima con la nueva hipótesis documental, formulada sobre todo por J. Wellhausen y su escuela (Prolegomena zur Geschichte Israels, Berlín 1878). La redacción-tradición yahvista se llama así convencionalmente porque se designa a Dios con el nombre de Yahveh. Precisamente por el uso constante de este nombre, el Yahvista manifiesta una idea teológica concreta: no existe solución de continuidad entre los acontecimientos del origen, las experiencias de los patriarcas y la acción-enseñanza de Moisés. La sigla que se usa habitualmente es la fecha en que se sitúa tradicionalmente la redacción yahvista es entre el siglo x y lX a.C., es decir, la época davídico- salomónica; aun teniendo en cuenta la importancia de ciertas dudas y la posibilidad de discutir semejante fecha, como ha ocurrido en estudios recientes, el Yahvista puede ser considerado como el teólogo de la historia del pueblo de Dios y de la salvación universal. Estas características se expresan sobre todo gracias a los dos temas de la maldición y de la bendición. Bajo el signo de la maldición (Gn 2,4b1 1,30) el hombre se deshumaniza y se autodestruye; con la bendición (Gn 12,lss), que es el obrar típico

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El género literario YAHVISTA, definición y generalidades.By Juan Revilla on marzo 21, 2010

Uno de los géneris literarios más usado en el A.T es el Yahvista, a través del pentateuco el uso constante de Yahvé para dirigirse a Dios determinó este género literario.

GÉNERO LITERARIO YAHVISTACon este término se designa una fuente del Pentateuco (o, según M. Noth, del Tetrateuco). La palabra “fuente» corresponde a “mano de un escritor o de varios escritores», a “tradición redactada por escrito ». Se la reconoce gracias a la historia de la crítica literaria que, en lo que atañe al Pentateuco, comienza con J Astruc en 1753 y alcanza su cima con la nueva hipótesis documental, formulada sobre todo por J. Wellhausen y su escuela (Prolegomena zur Geschichte Israels, Berlín 1878).La redacción-tradición yahvista se llama así convencionalmente porque se designa a Dios con el nombre de Yahveh. Precisamente por el uso constante de este nombre, el Yahvista manifiesta una idea teológica concreta: no existe solución de continuidad entre los acontecimientos del origen, las experiencias de los patriarcas y la acción-enseñanza de Moisés. La sigla que se usa habitualmente es la fecha en que se sitúa tradicionalmente la redacción yahvista es entre el siglo x y lX a.C., es decir, la época davídico-salomónica; aun teniendo en cuenta la importancia de ciertas dudas y la posibilidad de discutir semejante fecha, como ha ocurrido en estudios recientes, el Yahvista puede ser considerado como el teólogo de la historia del pueblo de Dios y de la salvación universal.

Estas características se expresan sobre todo gracias a los dos temas de la maldición y de la bendición. Bajo el signo de la maldición (Gn 2,4b1 1,30) el hombre se deshumaniza y se autodestruye; con la bendición (Gn 12,lss), que es el obrar típico y permanente de Dios, el hombre se constituye en pueblo gracias a la Palabra, al servicio que se rinde a Dios (el culto), y se convierte en mediación de la salvación para todos los pueblos. La vida de los patriarcas y luego la de Moisés está bajo este proyecto. El Yahvista orienta hacia una solución de problemas muy graves: exime a Dios de la existencia del mal; hace depender de él toda la realidad del mundo; interpreta la presencia de la infecundidad y de la no elección del primogénito; capta la presencia operante de Yahveh, Dios de los dioses, en la historia humana.L. Pacomio

Bibl.: N. Negretti, Yahvista y Elohísta, en DTI, 1V 701-743. W H. Schmidt, Introducción al Ántiguo testamento, Sígueme, Salamanca 1983: H. Cazelles, Introducción a la Biblia, Herder Barcelona 1981 : F, GarcíaLópez, Del Yahvista al Deuteronomista, Estudio critico del Génesis, en Rev. Bibl. 87 (1980) 514-559.

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ELOHÍSTA: gérnero literario y tradición, definición y generalidadesBy Juan Revilla on marzo 27, 2010

ELOHÍSTACon esta palabra se indica una de las fuentes, género o tradición del Pentateuco (o, según M, Noth, del tetrateuco). El término fuente corresponde a “mano del escritor (o de los escritores)”; se trata de la tradición redactada por escrito.

Se reconoce gracias a la historia de la crítica literaria, que en lo que atañe al Pentateuco, comienza con J. Asbruc en 1753 y que alcanza su cima con la “nueva hipótesis documental” formulada sobre todo por J. Wellhausen y su escuela (Prolegomena zur Geschichte Israels, Berlín 1978).El Elohísta es amplio en su contexto, una redacción menos unitaria que la del Yahvista, más fragmentaria: por eso su identificación resulta más dificil.

La denominación depende del doble nombre con que se indica a Dios: durante el período patriarcal es llamado Elohim (de aquí la sigla E); a partir de la revelación a Moisés de Éx 3 se le llama Yahveh. Parece ser que la época de redacción de estos fragmentos debe fijarse después de la división del reino davídico-salomónico (es decir, entre los siglos IVIll a.C.) concretamente en el reino del Norte de Israel).Como temas principales podemos destacar que, a diferencia del Yahvista, el Elohísta prefiere no hacer hablar directamente a Dios con el hombre, sino que entable el diálogo salvífico a través de unos mensajeros mediadores (” ángeles») o a través de los sueños “el Señor”.Se presenta bastante riguroso – hasta inflexible con los pueblos cananeos, como ocurría con los profetas contemporáneos. También el problema ético se trata de forma más explícita casi correctiva que en el Yahvista; es sintomática en este sentido la confrontación que puede establecerse entre la narración de defensa de la mujer en Gn 12.10-20 (J) y la de Gn 20.1-18 (E): en este último texto se corrige la posible interpretación de Abrahán como mentiroso.L, Pacomio

Bibl.: Para identificar los textos de J y de E y para profundizar más en el tema, cf N. Negretti, Yavista y Elohista, en DTI, IV 70l-743: W R, Schmicht, Introducción al Antiguo Testamento, Sigueme, Salamanca 1983: J L Sicre, Introducción al Antiguo Testamento, Verbo divino, Estella 1993; E. Charpentier, Para lleer el Antiguo Testamento, Verbo divino, Estella 1995

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El judaísmo, definición y contexto general.By Juan Revilla on marzo 23, 2010

JUDAÍSMO

1. Término.- Con la palabra «judaísmo» se suele indicar, en diversas lenguas europeas, el conjunto de tradiciones religiosas y culturales que distinguen a los judíos del resto de la humanidad.

El término se deriva del nombre «Judá” (hebreo, Yehudah), el cuarto hijo del patriarca Jacob y de Lía, que se convirtió también en el nombre de «la tierra de Judá” y de la tribu que allí se estableció, El nombre Yehudí indicaba inicialmente a un habitante de aquella región, especialmente en la época en que el pueblo hebreo se dividió en dos regiones: la de Judá y la de Israel (930-721). Después de la destrucción del reino de Israel, el nombre Yehudí pasó a ser común a todo el pueblo, especialmente después del retorno del destierro de Babilonia en el 538 a.C. En algunas lenguas europeas modernas se prefiere no usar este nombre, debido al recuerdo de Judas Iscariote. Por ejemplo, en Italia se prefiere usar el término “hebraísmo”, mientras que la comunidad de los judíos se autodefine como «comunidad israelita”‘.

2. El judaísmo en la historia de las religiones.- La fe judía se refiere de buen grado a la llamada divina percibida por Abrahán, a la fe con que él acogió esta llamada y a las promesas de descendencia y de tierra dadas al patriarca. En medio de las diversas religiones politeístas del Asia occidental, los que se tenían por descendientes suyos supieron conservar una fe monoteísta (quizás, inicialmente, con ciertas características henoteístas). Esta fe se convirtió en el signo distintivo del pueblo liberado de la esclavitud de Egipto, que precisamente en esa liberación fue constituido como pueblo. La revelación de la Ley dada a Moisés definió ulteriormente la estructura socio-religiosa de este pueblo, basado en la fe/obediencia como respuesta a la iniciativa divina de establecer una alianza con el pueblo.Aunque muchos de los elementos de la estructura socio-religiosa del judaísmo, como prescripciones cultuales, creencias sobre el origen y el fin del mundo, normas éticas, etc., se encuentran en otras religiones del Asia occidental antigua, el judaísmo ha sido la única que ha continuado su observancia hasta la era presente, y esto con una combinación típica de tres principios fundamentales. El primer principio es la fe en el Dios único. Un Dios trascendente, pero al mismo tiempo irrevocablemente comprometido con la historia de su pueblo mediante sus alianzas. La declaración de fe más importante: «Escucha, Israel…» (Dt 6,4ss) afirma la unidad y la unicidad de Dios. Por eso, el pecado más grave consiste en la idolatría. En segundo lugar, es esencial para el judaísmo ser pueblo. Este pueblo no encuentra su identidad únicamente en una pertenencia étnica, ni expresa su existencia necesariamente en estructuras jurídicas y políticas, sino que consiste ante todo en la conciencia participada de una historia común. Es una historia particular, pero con un significado universal para todos los pueblos de la tierra. El tercer principio fundamental del judaísmo es la Torá (literalmente, «doctrina”), refiríéndose a la revelación recibida de Moisés y en

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particular al Pentateuco (la palabra «Ley” indica solamente un aspecto parcial de esta doctrina). Aunque en las generaciones sucesivas y por parte de algunos judíos particulares se han interpretado de manera distinta estos tres elementos, desde el punto de vista histórico parece dificil que pueda hablarse de «judaísmo” sin estas características principales.Para la historia de las religiones, el judaísmo ha tenido también el papel importante de ser el ambiente en donde nació el cristianismo y quizás de forma menos determinante, el islam,

3. El judaísmo contemporáneo.- Para comprender de algún modo el fenómeno complejo del judaísmo contemporáneo hay tres hechos históricos importantes: e1 primero es el hecho de la diáspora, que comenzó va con las deportaciones a Mesopotamia en el 722 a.C. y continuó con el “destierro de Babilonia”‘ (a partir del 586 a.C.). El segundo hecho va íntimamente unido al anterior: la transposición del centro de culto del templo a la sinagoga, y del papel de los rabinos como dirigentes religiosos en lugar de los sacerdotes. En adelante, será en torno al estudio de la Torá donde se expresará la identidad judía, y no en el culto en el templo. El tercer hecho consiste en la concatenación de los movimientos sionistas, la Shoah (“(destrucción», palabra hebrea para recordar el holocausto) y la fundación del Estado de Israel ( 1948).La diáspora por diversas partes del mundo ha producido dos corrientes en el judaísmo: el judaísmo sefardita (de tradición española y difundido en el mundo árabe) y el judaísmo ashkenazi (que se desarrolló en la Europa central y en la oriental). En el judaísmo ashkenazi se desarrolló también el hasidismo, que comprende varios movimientos de piedad popular de diversos tipos, vinculados a las dinastías de los rabinos. Los grupos citados constituyen el judaísmo ortodoxo, que se distingue del judaísmo reformado por la fidelidad a la observancia de la ley (halakha), especialmente como codificada en el Sulhan Arukh de Joseph Caro (1488-1575). El judaísmo reformado comenzó en el siglo XIX con movimientos en varios países, especialmente en Alemania y luego en Estados Unidos.Es importante para el «Refonn Movement”‘ en Estados Unidos el llamado «Pittsburgh Platform” de 1855, y modificado en 1937 El judaísmo histórico, nacido también en el siglo XIX del europeo, constituye una corriente más tradicional y ha tomado el nombre de Conservative Judaism en los Estados Unidos, donde cuenta con casi el 40°Z0 de los judíos que se declaran afiliados a una sinagoga. De esta última corriente se ha desarrollado una pequeña rama en los Estados Unidos, el Reconstructionism.La fundación del Estado de Israel constituye un nuevo hecho para la identidad judía. Para casi todos los judíos del mundo, el Estado de Israel es el centro espiritual del mundo judío.Entre los judíos de Israel, casi la mitad se consideran como ” seculares”. su identidad judía coincide por tanto con la ciudadanía israelita. Entre los “religiosos”, la mayor parte está formada por los ortodoxos, que ven en el establecimiento del Estado un acontecimiento religioso que requiere una síntesis de nación, sinagoga y vida según la Torá. Pero para un grupo importante, los Haredim, el nuevo Estado no constituye un hecho religioso; esto sólo podrá tener lugar después de la llegada del Mesías. Para el grupo mesiánico de los Gush Emonim, el Estado de Israel es ya el comienzo de un proceso salvífico que culminará en la llegada del Mesías.A. Roest Crollius

Bibl.: J. Maier – P Schafer, Diccionario de judaísmo, Verbo divino, Estella 1996; L. Moraldi, Judaísmo, en NDTM, 938-969. C. Tassin, El judaísmo. Verbo Divino, Estella 1989, W Keller, Historia del pueblo judío, Desde la destrucción del templo hasta el nuevo estado de lsrael, Omega, Barcelona 1969; H. KUng, El judaísmo. Pasado, presente, futuro, Trotta, Madrid 1993; H. Mechoulan, Los judíos de España, Trotta, Madrid 1993, J Caro Baroja, Los judíos en la España moderna y contemporánea, siglos XVI-XX. 3 vols., . Madrid 1978, Istmo,

Targum, definición y generalidades

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By Juan Revilla on marzo 25, 2010

Palabra que encierra un significado muy especial, juega un papel importante en la compresión de la lengua aramea, sin dudar el conocer su entorno nos resulta de un beneficio importante.

Se aplican aquídiversas reglas hermenéuticas que conviene señalar, privilegiandolos ejemplos del targum palestino llamado Neofiti.

TARGUM

Término arameo que equivale a «traducción» y se aplica a las diversas versiones arameas de la Biblia. Cuando el hebreo dejó de ser la lengua hablada en Palestina, sustituida por el arameo, fue necesario que tras la proclamación de la Palabra de Dios en las sinagogas se hiciera su traducción para el pueblo. Esto se hacía mediante una paráfrasis que incluía junto con el texto un esbozo de interpretación.De aquí la importancia de los Targumim (plural de targum) para recuperar el sentido que se daba a cada uno de los pasajes de la Biblia en tiempos de Jesús. En efecto, aunque el arameo se había convertido en la lengua de los judíos desde el regreso del destierro (siglo VI a,C.), los textos de los targumim que han llegado hasta nosotros son del siglo 11 d.C. y posteriores, con inclusión de un material más antiguo.Existen Targum de casi todos los libros bíblicos, pero el más importante es el del Pentateuco. Se conocen tres recensiones: el Targum de Onkelos, el Targum del Pseudo-Jonatán o de Jerushalmi (Jerusalén) y el Targum Neofiti, descubierto en Roma en 1956, llamado así por haberse descubierto en una colección llamada de los « neófitos » .E. Vallauri

Bibl.: A. Díez Macho, El Targum. Introducción a las traducciones aramaicas de la Biblia, CSIC, Madrid 1979: Íd” Ms. Neophizi, 1, Barcelona-Madrid 1968-1979; P Grelot, Los tárgumes. Textos escogidos, Verbo Divino, Estella 1987; J. Ribera. El targum de Isaías, Inst, San JerónimoNerbo Divino, Estella 1988; Íd” El targum de Jeremías, Inst, San JerónimoNerbo Divino, Estella 1991,

La Misná significa y generalidadesBy Juan Revilla on febrero 16, 2010

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MISNÁ

La palabra Misná se deriva de snh, raíz hebrea que significa repetir o también estudiar oralmente.

Puede significar varias cosas: la tradición oral, globalmente considerada; las enseñanzas de los doctores hasta el siglo 11 d.C., llamados tanna’im; la colección del material hecha por R. Jehudah ha-Nasi, en el siglo II-III d.C.

La Misná, escrita en lengua hebrea, se subdivide en seis sedarim (órdenes), que son los siguientes;

1. zera’im, que significa “simientes»;

2. mo’ed, que significa “fiestas’”‘,

3. naShim, que significa “mujeres».

4. neziqim, que significa “daños,”;

5. qodaShim, que significa “cosas sagradas’”;

6. tohOrOt que significa “purezas’”.

Cada uno de estos seder se divide a su vez en tratados, que son en total 63; cada tratado se subdivide en capítulos y cada capítulo en secciones.

Recordemos finalmente que no toda la enseñanza tannaítica está incluida en la Misná, está recogida en el Talmud (raíz lmd, estudiar. comentario y discusión de la Misná, en la Baraita (colección de midraSim) y en la Tosefta (colección del siglo III d.C.).

L. Pacomio

Bibl.: De la Misná disponemos en español de una traducción hecha por C. del Valle, La Misná, Editora Nacional, Madrid 1981 : P. Stefani, Lectura judía de la Biblia, en NDTB, 998-1018; H. L. Strack – G. Stemberger Introducción a la literatura talmúdica y midrásica, Inst. San Jerónimo, Valenci1 1988; P. Lenhardt – M. Collin, La Torá oral de los fariseos, Verbo Divino, Estella 1991.

El Talmud significado y generalidades

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By Juan Revilla on febrero 16, 2010

TALMUD

Este nombre se deriva de la raíz hebrea lmd (enseñar) y equivale a ” enseñanza”. Con él se designa a una obra compuesta de varios tratados relativos a diversos aspectos de la vida, vistos en la perspectiva de la religiosidad judía.

Se trata en particular de normas que interpretan la ley mosaica, pero también de anécdotas. aforismos, anotaciones, que lo convierten en una especie de Summa del judaísmo. Los tratados son: Zeraim (semillas): sobre la agricultura: Moed (estaciones): sobre las festividades: Nashim (mujeres); sobre el matrimonio y el divorcio; Nezikim (daíios): sobre -las responsabilidades civiles y penales: Kodashim (cosas santas): sobre los lugares y los objetos sagrados y sobre los ritos; Torohot (purezas): a propósito de la limpieza ritual.

El Talmud se ha ido formando a través de un largo proceso de crecimiento mediante la aportación de sentencias de los más cotizados maestros del judaísmo, desde los tiempos de Esdras (por el 450 a.C.) hasta mediados del siglo VI d.C. El punto de partida es la legislación bíblica sobre la que los rabinos se pronunciaron, bien sea para precisar su contenido, bien para adaptarla a los nuevos cambios de vida. Hubo al principio una colección de sentencias, primero orales y luego escritas (la Misná), a la que se añadió un suplemento (la Tosefta), Sobre estas dos colecciones desarrollaron luego los rabinos sus reflexiones, dando origen a la Gemarah, de donde proviene el Talmud. Del Talmud existen dos recensiones: el «Talmud palestino» (o de Jerusalén fue recopilado en Palestina por el siglo 111 d.C.: la tradición lo atribuye a R. Johannan ben Nappoha, muerto en el 279): es incompleto, bastante descarnado, mal conservado, pero importante para seguir el desarrollo de la halakah y de la haggadah. Está además el «Talmud babilonio»., escrito en arameo en Mesopotamia, donde florecía una numerosa colonia judía con una renombrada escuela rabínica; el iniciador de este Talmud, según la tradición, fue R. Akira (muerto en el 247 a.C.), llamado «Rab», el maestro por excelencia, por su sabiduría. El Talmud babilonio es más rico, más completo, y está mejor conservado.

Al Talmud le corresponde en gran medida el mérito de haber mantenido durante siglos la identidad judía a pesar de la dispersión entre poblaciones de religión distinta. No han faltado frente al mismo algunos movimientos contestatarios dentro del judaísmo (los caraítas del siglo VIII d.C. llegaron a rechazarlo), pero sobre todo fuera de él, cuando se intentó eliminar lo específicamente judío. Sin embargo, continuó y continúa uniendo y

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forjando a los judíos en su conciencia de pueblo de la promesa. De él dimana un profundo sentido de la unicidad y de la grandeza de Dios, de la veneración que se debe a su voluntad expresada por la ley, de serena confianza en su dirección de la historia humana.

E. Vallauri

Bibl.: H. L. strack – G. stemberger Introducción a la literatura talmúdica y midrásica, Inst. San Jerónimo, Valenciá 1988; D. Maisonneuve, Parábolas rabínicas, Verbo Divino, Estella 1985; P. Lenhardt – M. Co11in, La Torá oral de los fariseos, Verbo Divino, Estella 1991; J Trebolle, La Biblia judía y la Biblia cristiana, Trotta, Madrid 1993, 403-404,

La hermenéutica biblica, concepto y contextoBy Juan Revilla on abril 15, 2010

HERMENÉUTICA BÍBLICA

El término «hermenéutica» se deriva del verbo griego herméneuein que. en su raíz nominal, se relaciona con Hermes o Mercurio, el dios del lenguaje. No es casual que, en los Hechos de los Apóstoles, después de la curación de un cojo, los habitantes de Listras confundieran a Pablo con Hermes: “era él quien hablaba» (Hch 14,12). Este significado del término pone de manifiesto un primer aspecto fundamental de la misma hermenéuticas bíblica contemporánea: se trata de un lenguaje que intenta explicar los acontecimientos, lo «dicho» y lo “no-dicho».Con este significado se relaciona consiguientemente el de «explicar» o “comentar». En este sentido Lucas indica que Jesús, después de la resurrección, caminando con los discípulos de Emaús, «empezando por Moisés y los profetas, les explicó lo que decían de él las Escrituras» (Hch 24,27). Con esta acepción la hermenéutica bíblica no se detiene en una ” interpretación » general, sino que se convierte en una «explicación» del texto mismo como fuente de interpelación para los lectores. Por eso, si se concentra en este proceso explicativo e interpelativo, la hermenéutica se caracteriza como exégesis, es decir, como explicitación o explicación (cf. también Hch 10,8). De esta indicación se deduce que la hermenéutica y la exégesis bíblica, aunque están estrechamente relacionadas entre sí, no se identifican, sino que -como opinan algunos- la exégesis no representaría más que la actuación de la hermenéutica. Por el contrario, el proceso hermenéutico no se puede reducir a la interpelación que un texto suscita en el lector, sino que representa además la exigencia

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interpelativa del lector respecto al texto, que es lo que se denomina precisamente « exégesis » finalmente, el significado todavía más específico de «hermenéutica», entendida como « traducción » pone de relieve la función semiótica’ de la hermenéutica; se trata de la ciencia que traduce en lenguaje distinto el significado del acontecimiento y de la palabra (cf. el sentido simple de «traducción» en Jn 1,42; 9,7. Hch 9,36).Por tanto, sobre la base de estos horizontes de léxico, la hermenéutica puede definirse como ciencia de la interpretación, de la significación y – de la explicitación.De estas acepciones dependen también los tres principales ámbitos de la hermenéutica bíblica: la «noemática», que consiste en el reconocimiento de uno o de varios significados del texto bíblico en cuanto tal: la «eurística», que se propone explicitar esa significación; y la «proforistica», que intenta establecer una relación interpelante entre el texto bíblico y sus destinatarios.Así pues, la hermenéutica bíblica, en sus diversas acentuaciones históricas y a través de las diversas metodología, intenta iluminar la relación “triangular» entre autor-texto-lector.Ante todo, el primer eje relacional consiste en la relación entre el autor y el texto. Cada uno de los textos, aunque se coloque dentro de un proceso de unificación, como es la Biblia, representa la objetivación escrita de un autor, con su lenguaje y con un contexto muy concreto. Por eso la teología de Ezequlel es muy distinta de la de Amós, aunque las dos pertenecen al mismo fenómeno del profetismo en el Antiguo Testamento. Así pues, en este eje relacional es necesario centrar la atención en el sensus auctoris: ¿qué es lo que quiso destacar Marcos con su evangelio? A primera vista, este nivel parece sencillo, pero en realidad resulta complejo, sobre todo si se le relaciona con la sagrada Escritura que, en su globalidad, no sólo tiene que contar con un autor históricamente situable, sino también con el autor divino, en cuanto que es inspirada.La aproximación al sensus plenior, surgida en la primera mitad del siglo xx, se propone poner de relieve un sentido más global que el literal, presente en el texto bíblico: reivindica precisamente esta doble paternidad del texto bíblico. Además, en la nueva hermenéutica se invoca a menudo la importancia del sensus auctoris, para que el texto bíblico no caiga en el subjetivismo interpretativo (cf. F. Schleiermacher, E. D. Hirsch, E. Betti). Sin embargo, esta relación no procede solamente del autor al texto, sino también al revés: del texto al autor. No todos los significados lingUísticos y semánticos de un texto bíblico pueden ser controlados por la égida racional de su autor, aun cuando le pertenezcan.Por tanto, tras una noemática del autor bíblico viene otra del mismo texto bíblico que, por eso mismo, aunque esté colocado en un contexto espaciotemporal, revela un sensus propio. Ha sido sobre todo Gadamer el que ha puesto en evidencia la centralidad del texto respecto a cualquier otra relación hermenéutica, Este principio resulta fundamental a la hora de proyectar una posible teología del Antiguo Y del Nuevo Testamento; los diversos textos asumen una interrelación significativa que prescinde a menudo de la intención de su autor inmediato, El segundo eje relacional se refiere a las conexiones entre el texto y el lector; se entiende aquí por lector a todo el que, en cualquier situación cultural o social, se pone en relación con el texto bíblico. También en esta relación hay que considerar no sólo las implicaciones relacionales entre el texto Y el lector. sino también al contrario. Ante todo, en este ámbito es donde la hermenéutica se convierte en exégesis bíblica, va que se propone, dentro del respeto a la interpelación del texto bíblico, manifestar su significado, o mejor dicho sus significados. A su vez, una exégesis adecuada del texto bíblico determinará una jerarquización semiótica del mensaje bíblico. En términos concretos, la exégesis a través de sus diversas metodologías (cf. “historia de las formas», ” redacción de las formas

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», semiótica semántica, estructuralismo, retórica) asume la tarea de aclarar el mensaje teológico del Apocalipsis, o de cualquier otro texto bíblico. Sin embargo, el itinerario inverso es igualmente fundamental, por lo que la “exégesis» y la “eiségesis» constituyen las dos fases del llamado “círculo hermenéutico».El tercer eje relacional, que se pone a menudo en segundo plano en hermenéutica bíblica, se refiere a la relación entre el autor Y el lector. En primer 1ugar, ningún aUtor, y con mayor razón ninguno de los autores bíblicos, escribe simplemente por estética literaria.Y al revés, se puede afirmar que el lector o el oyente condiciona siempre a la función comunicativa de todo autor u orador. Por consiguiente, cuanto más llegue el lector a la “fusión de horizonte» no solamente con el texto, sino también con su autor, tanto mejor podrá interpretar de modo pertinente el texto bíblico. Por eso, la hermenéutica bíblica no puede prescindir de las ciencias paralelas, como la arqueología, la geografía y la sociología bíblica.En la historia de la hermenéutica bíblica se ha acentuado unas veces u ” aspecto y otras otro, debido a la múltiple significación que asume el texto bíblico tanto respecto al autor como respecto al lector. La identificación de una isotopía basica del texto bíblico, que constituye su “sentido», si se la refiere al sensus auctoris, permite al propio texto hacerse interpelativo sin verse fagocitado por el subjetivismo de su lector.A. Pitta

Bibl.: H, G, Gadamer, Verdad y método, 2 vols” Sígueme, Salamanca 1988-l992: L Alonso Schokel, La palabra inspirada, Cristiandad, Madrid ’1986: Íd., Hermeneutica de la Palabra, 3 vols” Cristiandad, Madrid 1986-1988; p, Grech, El problema cristológica y la hermenéutica, en Problemas y perspectivas de Teología fundamental, Sígueme Salamanca 1982, 160-196; H Zimmermann, Los métodos histórico-críticos en el Nuevo Testamento, BAC, Madrid l 969: A Salas, Mito y desmitificación en el Antiguo Testamento, Madrid 1971; AA VV Iniciación en el análisis estruclural Verbo Divino Estella 51990; J. C. Giraud L, Paniel, Semiótica, Verbo Divino, Estella 1991

La exégesis, un concepto que involucra una interpretación crítica y completa de un texto.By Juan Revilla on marzo 14, 2010

La palabra exégesis significa ‘extraer el significado de un texto dado’. La exégesis suele ser contrastada con la eiségesis, que significa ‘insertar las

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interpretaciones personales en un texto dado’. En general, la exégesis presupone un intento de ver el texto objetivamente, mientras que eiségesis implica una visión más subjetiva.

EXÉGESIS

Es el procedimiento a través del cual se llega a comprender un texto por medio de unos métodos determinados, aplicables tanto a la interpretación del texto bíblico como de cualquier otro documento. La palabra se deriva del griego exegesis, que indica el proceso de “conducir fuera», de donde se deriva en sentido metafórico el proceso de sacar el significado de un texto siendo un procedimiento de interpretación, la exégesis está guiada por principios y criterios que regulan y orientan tal actividad; a estos principios de exégesis e interpretación se les denomina tradicionalmente hermenéutica ( /2, ).A través del trabajo exegético se permite al texto hacerse inteligible a las diversas culturas y generaciones: dada la distancia cultural entre el texto bíblico y el lector, la exégesis intenta lograr, con métodos apropiados, que el texto haga oír su voz y transmitir aquellos mensajes que el autor inspirado quería dar por medio del texto. El esfuerzo por explicar la Biblia es un hecho constante y atestiguado desde la antigüedad; por eso vemos ya una exégesis en acto, respecto a los textos del Antiguo Testamento, en los textos del Nuevo Testamento y en los manuscritos encontrados en Qumrán, así como en las obras de Filón de Alejandría, que utiliza los métodos exegéticos helenistas. Sin embargo, los métodos y las técnicas interpretativas no son un dato definido una vez por todas, sino que están condicionados por el horizonte cultural. Hoy, el horizonte cultural dentro del que se hace la lectura de la Biblia ” se caracteriza por un vivo sentido de la historia, por el despertar del espíritu crítico y – científico, por la reflexión sobre el sentido de la existencia» (Maggioni), que ha llevado a la aparición de los métodos histórico-críticos (/2,), que, vistos al principio con notable recelo por parte de los católicos, encontraron plena acogida entre ellos después de la intervención del papa pío XII (encíclica Divino Afflante Spiritu, el año 1943) y del Vaticano II . (Constitución Dei Verbum sobre la divina revelación).Los procedimientos de la exégesis requieren: a) la determinación estable del texto (/2, crítica textual), como paso previo para la traducción, con la que se intenta alcanzar la forma original del texto; b) la traducción del mismo; c) en este punto se utilizan dos tipos de método, los llamados “sincrónicos’” que estudian el texto en su forma final, o bien en una etapa determinada de su transmisión (crítica de las formas, lingüística del texto, metodología estructuralista, semántica, pragmática), y los llamados “diacrónicos” es decir los que estudian el texto desde el punto de vista de su formación y consideran la reconstrucción de las fases de la misma como uno de los principales medios para captar el significado del texto (crítica literaria, historia de las tradiciones, historia de las redacciones). Estas dos aproximaciones al texto no se excluyen entre sí, va que “cada uno de los dos métodos, con su manera de plantear la cuestión, llama la atención sobre determinados aspectos del texto» (Egger).V Dalla Vecchia

Bibl.: B, Maggioni, Exégesis, en DTI, 11, 455-467. Íd” Exégesis bíblica, en NDTB, 620-632 J Schreiner, Introducción a los métodos de la exégesis bíblica, Herder, Barcelona 1974; A, M, Artola – J M. Sánchez Caro, Introducción al estudio de la Biblia, 11. Biblia y palabra de Dios, Verbo Divino, Estella 41-995, 241-335.