EL HERALDO Domingo 12 de abril de 2009

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EL HERALDO Domingo 12 de abril de 2009 3B OPINIÓN “La excepción confirma la regla” SPUTNIK Por Joachim Hahn L os adagios populares poseen una sabiduría contundente. Cuando se observa con nau- seabundo sentimiento -mez- cla de tristeza, asco, rabia- el espectáculo carroñero de des- pedazamiento de la Corpora- ción Autónoma Regional del Atlántico, vale la pena pregun- tarse…..¿será la CRA excepción o regla? Sospechosamente fácil, des- de el ciudadano humilde hasta los más encumbrados burócra- tas ministeriales, caemos en la trampa de la flagelación: se trata de un típico caso, dicen allá en Bogotá, de la corruptela coste- ña; ahí estamos pintados, afir- mamos desesperanzados aquí. Y todos finalizamos aliviados con la misma ilusión equivoca- da -aquí- e hipócrita -allá: hay que exigir la intervención de las autoridades nacionales. Del Mi- nisterio, Procuraduría y demás “ías”, mejor aún, del Presidente mismo. ¡Que venga a componer esta vaina!. Y, por supuesto, co- incidimos al unísono: una vez más, son (somos) incapaces de administrar sus (nuestras) au- tonomías y recursos. El caso de la CRA hay que analizarlo con menos apasio- namiento y más criterios. Pues podría ser una extraordinaria oportunidad -no para una inter- vención centralista- sino para un futurista paso de integración regional. Hay que preguntarse si la cínica saña y el destructi- vo cortoplacismo con que se ha administrado es un hecho aislado o, por el contrario, es más común de lo que se cree. Aquí surge la primera y grande sorpresa: solo un par de las cor- poraciones autónomas del país funcionan bien…¡la CRA no es una excepción, es la regla!. Solo que momentáneamente la más notoria y la más podrida. Pero el asunto no se detiene ahí. Ojalá la CRA fuera sólo un caso más de la tradicional politiquería de provincia y sus aliados nefastos, el clien- telismo y la “contratitis”. Es un mal muy grave, pero menor en trascendencia. Quedarnos en ese punto para el análisis y, sobre todo, para las propues- tas de solución, representaría otra lamentable equivocación. Una, cuya ineludible cuenta de cobro será regional y la pa- garemos todos, incluyendo a nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. La deforestación de la Sierra Nevada y el suministro de agua para la mitad del Caribe y para una importantísima actividad agroindustrial. La existencia física de las ciudades, puertos, infraestructura costera y la acelerada erosión marina. El futuro de la industria turística y la biodiversidad. Las ciénagas y el control de las inundacio- nes. Estos son apenas ejemplos en los que hay una clara y dura lección: la administración del ambiente no debe circunscri- birse a límites políticos. Y otra como para Ripley: ¡uno solo de nuestros ríos es administrado por cinco entes diferentes, ca- da uno sujeto al mismo clien- telismo y corrupción, pero de clanes diferentes!. Nuestro futuro ecológico -el de todo este bello país y, muy especialmente, el del promi- sorio Caribe colombiano- fue condenando el día en que se fraccionó políticamente la administración de sus ecosis- temas. Nuestra ignorancia es peor que la corrupción. Y mu- chísimo más costosa, según lo ha demostrado el Dr. Eduardo Posada Flórez. Si -como dicen por ahí con mucho bombo y poco conte- nido- “el Caribe nos une”, éste es el momento de hacerlo rea- lidad: hay que acabar con esta parcelación absurda y crear una sola entidad Caribe para la administración provecho- sa, sostenible y autónoma de nuestro más común y precia- do bien: nuestra ecología. La nuestra. Porque hay otro sabio adagio: “divide y vencerás”. En este caso “divide y perderemos to- dos todo”. [email protected] La razón de la reelección Por Vicente Noguera C. Como en todo país civilizado resulta de la mayor importan- cia escuchar y analizar con rei- terado respeto los argumentos planteados por los ciudadanos que consideran que la segun- da reelección del Presidente Álvaro Uribe podría atentar contra las “instituciones de- mocráticas”, afirmando inclu- sive que en la práctica pudiera degenerar en una especie de dictadura, preocupación que no parece experimentar los lideres de ciertos movimien- tos políticos de izquierda de Colombia en torno a Venezue- la, a pesar de que a diferencia de nuestro país en donde las altas Cortes asumen sistemá- ticamente y con plena libertad posiciones extremadamente hostiles contra el Gobierno, en la hermana Nación, las ra- mas del poder, especialmente la judicial hoy están al servi- cio del Ejecutivo, como lo de- muestra la implacable perse- cución judicial de los últimos días contra los opositores del régimen. En efecto, y como argumento de fondo la mayoría de nues- tros opositores, a nivel polí- tico y privado, incluidos los principales medios de comu- nicación, y hasta distinguidos prelados de la Iglesia, prego- nan que con un tercer período del Presidente de la República, se estaría atentando contra la democracia del país, a pesar de que ha sido el pueblo repre- sentado por mas de 5 millones de firmas el que ha planteado al Congreso la respectiva re- forma constitucional para que mediante la figura del Referen- do se le consulte si considera o no benéfico para el país la continuidad de una adminis- tración a la que hasta la pre- sente ha venido avalando por sus ejecutorias en materia de seguridad democrática como único y esencial soporte para poder aspirar a consolidar un auténtico desarrollo económi- co y social en cualquier comu- nidad civilizada. Por lo tanto, y con el debido respeto considero que el ar- gumento esgrimido por sus opositores en torno a la de- mocracia, no propiamente re- sulta aplicable en el presente caso, si de conformidad con el sentido y alcance del voca- blo “Democracia” y que según registra el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, está compuesto por 2 acepciones, “Demos”: Pue- blo, y “Kracia”: Autoridad, o sea régimen en el que el pue- blo ejerce la soberanía, aun- que delegándola en sus gober- nantes como en efecto opera en nuestro país, al consagrar en la Constitución Nacional como principio fundamental la denominada “Democracia participativa” y “Pluralista” con prevalencia del interés general, y justamente, con base en cuyos postulados es que han procedido tan impor- tante número de colombianos para poder satisfacer su justa aspiración de que en nuestro Nación se terminen de conso- lidar los resultados que esta administración le ha venido deparando en beneficio de la colectividad. En este orden de ideas, co- rresponde al Congreso, para no incurrir en un burdo des- acato a la clara voluntad de los tantos millones de pro- motores del referendo sobre su clara intención al suscribir el documento de reelegir de inmediato al actual manda- tario, adecuar su texto a tan evidente propósito, vale decir, en el sentido de interpretar que su única condición es que el mandatario haya sido ele- gido en 2 periodos consecuti- vos, para así ser consecuente o acorde con la denominada “Verdad Lógica” o sea la con- formidad o adecuación del entendimiento con su objeto, o del pensamiento con la rea- lidad, que en el caso concreto no pudo ser otro que la reelec- ción inmediata. Por lo tanto si bien desde el punto de vista teórico se puede seguir ejerciendo el derecho a disentir, inclusive con los reiterados sofismas de distracción que aparentan alguna lógica para combatir la reelección, independien- temente del reconocimiento que el pueblo desea brindar al Presidente por su gestión, pienso que en el momento no resulta conveniente desde el punto de vista practico ensa- yar con ninguno de la serie de candidatos que aunque de buena fe se andan proclaman- do a cambio, ante el riesgo de caer en manos de poderosas coaliciones presuntamente movidas y estimuladas por las conocidas organizacio- nes político terroristas que a nivel continental amenazan a nuestro país con el poder del petróleo y del dinero del narcoterrorismo, e inclusive con aliados en nuestro terri- torio que olvidando su pasa- do criminal como dirigentes destacados de la organización terrorista que tan cruelmente atentó contra las institucio- nes asesinando magistrados en asocio con la mafia, hoy se atreven a identificarse como depositarios de la moral para continuar engañando al pue- blo en contra del gobierno. AIG: se buscan vivos o muertos Por Gina Montaner* E s como el Lejano Oeste, cuando en las tabernas aparecían carteles de búsqueda y captura de los más temibles forajidos. Los altos ejecutivos de AIG (American Internatio- nal Group) son hoy los Jesse James y Liberty Balance que antes campeaban a sus anchas en Wall Street. Ya Michael Do- uglas los había inmortalizado en el cine con aspecto de chaca- les elegantes vistiendo camisas a rayas y tirantes de marca. En la exclusiva tienda Brook Bro- thers compraban trajes de im- pecable merino y en los clubes de moda de Nueva York muchos de ellos descorchaban botellas de la Veuve de Cliquot para ce- lebrar sus hazañas bursátiles. Eran los tiempos de la burbuja financiera, de la gran especula- ción y bonos millonarios que se derrochaban en resorts de las mil y una noches. Ya sabemos cómo acabó es- ta orgía que parecía perpetua: con las más grandes compañías financieras llorando miserias ante el Congreso de los Esta- dos Unidos y pidiendo limos- na a un Estado que cada vez se comporta más como una dama dedicada a la caridad pública. Mientras a Lehman Brothers lo dejaron pudrirse en un rin- cón, AIG fue un pordiosero más afortunado y recibió mi- llones antes de hundirse por su mala gestión. El gobierno aseguró que proteger a AIG era una forma de salvarnos todos y economistas como el Premio Nobel Paul Krugman han dado por buena la receta, advirtien- do que los bailouts son un mal necesario para prevenir la de- bacle mundial si se permite el orden natural de la selección de las especies que defiende el capitalismo darwiniano. Bien, ahora también sabemos que la junta de directivos de AIG tomó de la dádiva un total de 165 millones de dólares pa- ra repartir entre los ejecutivos de la división financiera. Pudo más la nostalgia por el caviar, las mansiones y las vacaciones sibaritas que el deber de po- ner en orden los números de la empresa. Era inevitable el sentimiento de rencor social entre una población que apenas mantiene vivo su plan de retiro o 401 K y lucha por no perder sus viviendas. El espíritu versión light de la Revolución Francesa recorre el tejido social de un país en recesión. De la noche a la mañana los Wonder Boys del mercado de valores se esconden en sus chalés como María Antonietas asustadas por la sombra de la guillotina. El pueblo siempre quiere san- gre a modo de castigo ejemplar y los jefes de AIG huyen hasta de las cuchillas Gillette. La administración Obama ha querido aplicarle un torniquete a esta herida social que se desan- gra, pero ya es muy tarde. Con la anuencia de un Congreso ador- milado, aprobaron el plan de salvamento sin incluir cláusu- las legislativas que velaran por el destino y manejo de la sub- vención. Lo que ha hecho AIG con la limosna puede ser mo- ralmente reprochable, incluso repugnante, pero es legal. Como simple accionista, el gobierno tiene las manos atadas frente a la directiva de la corporación. O sea, se encuentra en la misma si- tuación que cientos de miles de individuos cuyas acciones están al desamparo de los manejos y triquiñuelas de unos pocos que deciden por muchos que al final no tienen ni voz ni voto. En vista de la torpeza infinita de los políticos, la imaginación colectiva juega con descabe- lladas fantasías en las que los ejecutivos de AIG pagan por su desvergüenza. Un congresista republicano ha llegado a suge- rirles que lo más honroso sería el suicidio. Eso es confundir a los de Wall Street con samuráis. Qué ingenuidad. *Periodista cubana Personajes RUBIANO Y REELECCIÓN Recomienda a Uribe no aspirar Terminó la Semana Santa, pe- ro el paso de la misma dejó un abierto enfrentamiento entre la Iglesia Católica y el Gobier- no, tras la recomendación del cardenal Pedro Rubiano al presidente Álvaro Uribe de no aspirar a un tercer mandato consecutivo. El prelado abogó por la libertad de los secues- trados en Colombia y pidió un diálogo sincero entre Gobier- no y guerrilla para lograr la re- conciliación nacional. MEDELLÍN VIOLENTA La ciudad tiembla por los narcos El Ejército militarizó las co- munas de barrios pobres de Medellín, luego de que se re- gistraran la semana pasada 29 muertes violentas, que son atribuidas a choques entre pandillas de sicarios al servicio de narcotraficantes. Las auto- ridades aseguran que la ola de asesinatos sería una respuesta a la captura, en Barranquilla, de Fabio Gómez, alias ‘Riñón’, jefe de sicarios de la ‘Oficina de Envigado’. 196 AÑOS DE OPTIMISMO Anuncian paquete de obras Aprovechando el cumpleaños 196 de Barranquilla, la admi- nistración distrital anunció la puesta en marcha de una ini- ciativa denominada “Abril… obras mil”, que incluye la in- auguración de distintas obras de beneficio social y el inicio de otras, en distintos sectores. El alcalde Alejandro Char dijo que la ejecución de proyectos rela- cionados con mejoramiento de infraestructura vial, educativa, de salud, es el mejor regalo que le puede dar a la ciudad. La administración Obama ha querido aplicarle un torniquete a esta herida social que se desangra, pero ya es muy tarde.

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La administración Obama ha querido aplicarle un torniquete a esta herida social que se desangra, pero ya es muy tarde.

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EL HERALDO Domingo 12 de abril de 2009 3B

opinión

“La excepción confirma la regla”SPUTNIK

Por Joachim Hahn

Los adagios populares poseen una sabiduría contundente. Cuando se observa con nau-

seabundo sentimiento -mez-cla de tristeza, asco, rabia- el espectáculo carroñero de des-pedazamiento de la Corpora-ción Autónoma Regional del Atlántico, vale la pena pregun-tarse…..¿será la CRA excepción o regla?

Sospechosamente fácil, des-de el ciudadano humilde hasta los más encumbrados burócra-tas ministeriales, caemos en la trampa de la flagelación: se trata de un típico caso, dicen allá en Bogotá, de la corruptela coste-ña; ahí estamos pintados, afir-mamos desesperanzados aquí. Y todos finalizamos aliviados con la misma ilusión equivoca-da -aquí- e hipócrita -allá: hay que exigir la intervención de las autoridades nacionales. Del Mi-nisterio, Procuraduría y demás “ías”, mejor aún, del Presidente mismo. ¡Que venga a componer esta vaina!. Y, por supuesto, co-incidimos al unísono: una vez más, son (somos) incapaces de administrar sus (nuestras) au-

tonomías y recursos. El caso de la CRA hay que

analizarlo con menos apasio-namiento y más criterios. Pues podría ser una extraordinaria oportunidad -no para una inter-vención centralista- sino para un futurista paso de integración regional. Hay que preguntarse si la cínica saña y el destructi-vo cortoplacismo con que se ha administrado es un hecho aislado o, por el contrario, es más común de lo que se cree. Aquí surge la primera y grande sorpresa: solo un par de las cor-poraciones autónomas del país funcionan bien…¡la CRA no es una excepción, es la regla!. Solo que momentáneamente la más notoria y la más podrida.

Pero el asunto no se detiene ahí. Ojalá la CRA fuera sólo un caso más de la tradicional politiquería de provincia y sus aliados nefastos, el clien-telismo y la “contratitis”. Es un mal muy grave, pero menor en trascendencia. Quedarnos en ese punto para el análisis y, sobre todo, para las propues-tas de solución, representaría otra lamentable equivocación. Una, cuya ineludible cuenta de cobro será regional y la pa-garemos todos, incluyendo a nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos.

La deforestación de la Sierra Nevada y el suministro de agua para la mitad del Caribe y para una importantísima actividad agroindustrial. La existencia física de las ciudades, puertos, infraestructura costera y la

acelerada erosión marina. El futuro de la industria turística y la biodiversidad. Las ciénagas y el control de las inundacio-nes. Estos son apenas ejemplos en los que hay una clara y dura lección: la administración del ambiente no debe circunscri-birse a límites políticos. Y otra como para Ripley: ¡uno solo de nuestros ríos es administrado por cinco entes diferentes, ca-da uno sujeto al mismo clien-telismo y corrupción, pero de clanes diferentes!.

Nuestro futuro ecológico -el de todo este bello país y, muy especialmente, el del promi-sorio Caribe colombiano- fue condenando el día en que se fraccionó políticamente la administración de sus ecosis-temas. Nuestra ignorancia es peor que la corrupción. Y mu-chísimo más costosa, según lo ha demostrado el Dr. Eduardo Posada Flórez.

Si -como dicen por ahí con mucho bombo y poco conte-nido- “el Caribe nos une”, éste es el momento de hacerlo rea-lidad: hay que acabar con esta parcelación absurda y crear una sola entidad Caribe para la administración provecho-sa, sostenible y autónoma de nuestro más común y precia-do bien: nuestra ecología. La nuestra.

Porque hay otro sabio adagio: “divide y vencerás”. En este caso “divide y perderemos to-dos todo”.

[email protected]

La razón de la reelecciónPor Vicente Noguera C.

Como en todo país civilizado resulta de la mayor importan-cia escuchar y analizar con rei-terado respeto los argumentos planteados por los ciudadanos que consideran que la segun-da reelección del Presidente Álvaro Uribe podría atentar contra las “instituciones de-mocráticas”, afirmando inclu-sive que en la práctica pudiera degenerar en una especie de dictadura, preocupación que no parece experimentar los lideres de ciertos movimien-tos políticos de izquierda de Colombia en torno a Venezue-la, a pesar de que a diferencia

de nuestro país en donde las altas Cortes asumen sistemá-ticamente y con plena libertad posiciones extremadamente hostiles contra el Gobierno, en la hermana Nación, las ra-mas del poder, especialmente la judicial hoy están al servi-cio del Ejecutivo, como lo de-muestra la implacable perse-cución judicial de los últimos días contra los opositores del régimen.

En efecto, y como argumento de fondo la mayoría de nues-tros opositores, a nivel polí-tico y privado, incluidos los principales medios de comu-nicación, y hasta distinguidos prelados de la Iglesia, prego-nan que con un tercer período del Presidente de la República, se estaría atentando contra la democracia del país, a pesar de que ha sido el pueblo repre-sentado por mas de 5 millones de firmas el que ha planteado al Congreso la respectiva re-

forma constitucional para que mediante la figura del Referen-do se le consulte si considera o no benéfico para el país la continuidad de una adminis-tración a la que hasta la pre-sente ha venido avalando por sus ejecutorias en materia de seguridad democrática como único y esencial soporte para poder aspirar a consolidar un auténtico desarrollo económi-co y social en cualquier comu-nidad civilizada.

Por lo tanto, y con el debido respeto considero que el ar-gumento esgrimido por sus opositores en torno a la de-mocracia, no propiamente re-sulta aplicable en el presente caso, si de conformidad con el sentido y alcance del voca-blo “Democracia” y que según registra el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, está compuesto por 2 acepciones, “Demos”: Pue-blo, y “Kracia”: Autoridad, o

sea régimen en el que el pue-blo ejerce la soberanía, aun-que delegándola en sus gober-nantes como en efecto opera en nuestro país, al consagrar en la Constitución Nacional como principio fundamental la denominada “Democracia participativa” y “Pluralista” con prevalencia del interés general, y justamente, con base en cuyos postulados es que han procedido tan impor-tante número de colombianos para poder satisfacer su justa aspiración de que en nuestro Nación se terminen de conso-lidar los resultados que esta administración le ha venido deparando en beneficio de la colectividad.

En este orden de ideas, co-rresponde al Congreso, para no incurrir en un burdo des-acato a la clara voluntad de los tantos millones de pro-motores del referendo sobre su clara intención al suscribir

el documento de reelegir de inmediato al actual manda-tario, adecuar su texto a tan evidente propósito, vale decir, en el sentido de interpretar que su única condición es que el mandatario haya sido ele-gido en 2 periodos consecuti-vos, para así ser consecuente o acorde con la denominada “Verdad Lógica” o sea la con-formidad o adecuación del entendimiento con su objeto, o del pensamiento con la rea-lidad, que en el caso concreto no pudo ser otro que la reelec-ción inmediata.

Por lo tanto si bien desde el punto de vista teórico se puede seguir ejerciendo el derecho a disentir, inclusive con los reiterados sofismas de distracción que aparentan alguna lógica para combatir la reelección, independien-temente del reconocimiento que el pueblo desea brindar al Presidente por su gestión,

pienso que en el momento no resulta conveniente desde el punto de vista practico ensa-yar con ninguno de la serie de candidatos que aunque de buena fe se andan proclaman-do a cambio, ante el riesgo de caer en manos de poderosas coaliciones presuntamente movidas y estimuladas por las conocidas organizacio-nes político terroristas que a nivel continental amenazan a nuestro país con el poder del petróleo y del dinero del narcoterrorismo, e inclusive con aliados en nuestro terri-torio que olvidando su pasa-do criminal como dirigentes destacados de la organización terrorista que tan cruelmente atentó contra las institucio-nes asesinando magistrados en asocio con la mafia, hoy se atreven a identificarse como depositarios de la moral para continuar engañando al pue-blo en contra del gobierno.

AIG: se buscan vivos o muertosPor Gina Montaner*

Es como el Lejano Oeste, cuando en las tabernas aparecían carteles de búsqueda

y captura de los más temibles forajidos. Los altos ejecutivos de AIG (American Internatio-nal Group) son hoy los Jesse James y Liberty Balance que antes campeaban a sus anchas en Wall Street. Ya Michael Do-uglas los había inmortalizado en el cine con aspecto de chaca-les elegantes vistiendo camisas a rayas y tirantes de marca. En la exclusiva tienda Brook Bro-thers compraban trajes de im-pecable merino y en los clubes

de moda de Nueva York muchos de ellos descorchaban botellas de la Veuve de Cliquot para ce-lebrar sus hazañas bursátiles. Eran los tiempos de la burbuja financiera, de la gran especula-ción y bonos millonarios que se derrochaban en resorts de las mil y una noches.

Ya sabemos cómo acabó es-ta orgía que parecía perpetua: con las más grandes compañías financieras llorando miserias ante el Congreso de los Esta-dos Unidos y pidiendo limos-na a un Estado que cada vez se comporta más como una dama dedicada a la caridad pública. Mientras a Lehman Brothers lo dejaron pudrirse en un rin-cón, AIG fue un pordiosero más afortunado y recibió mi-llones antes de hundirse por su mala gestión. El gobierno aseguró que proteger a AIG era una forma de salvarnos todos y economistas como el Premio

Nobel Paul Krugman han dado por buena la receta, advirtien-do que los bailouts son un mal necesario para prevenir la de-bacle mundial si se permite el orden natural de la selección de las especies que defiende el capitalismo darwiniano.

Bien, ahora también sabemos que la junta de directivos de AIG tomó de la dádiva un total de 165 millones de dólares pa-ra repartir entre los ejecutivos de la división financiera. Pudo más la nostalgia por el caviar, las mansiones y las vacaciones sibaritas que el deber de po-ner en orden los números de

la empresa. Era inevitable el sentimiento de rencor social entre una población que apenas mantiene vivo su plan de retiro o 401 K y lucha por no perder sus viviendas. El espíritu

versión light de la Revolución Francesa recorre el tejido social de un país en recesión. De la noche a la mañana los Wonder Boys del mercado de valores se esconden en sus chalés como María Antonietas asustadas por la sombra de la guillotina. El pueblo siempre quiere san-gre a modo de castigo ejemplar y los jefes de AIG huyen hasta de las cuchillas Gillette.

La administración Obama ha querido aplicarle un torniquete a esta herida social que se desan-gra, pero ya es muy tarde. Con la anuencia de un Congreso ador-milado, aprobaron el plan de salvamento sin incluir cláusu-las legislativas que velaran por el destino y manejo de la sub-

vención. Lo que ha hecho AIG con la limosna puede ser mo-ralmente reprochable, incluso repugnante, pero es legal. Como simple accionista, el gobierno tiene las manos atadas frente a la directiva de la corporación. O sea, se encuentra en la misma si-tuación que cientos de miles de individuos cuyas acciones están al desamparo de los manejos y triquiñuelas de unos pocos que deciden por muchos que al final no tienen ni voz ni voto.

En vista de la torpeza infinita de los políticos, la imaginación colectiva juega con descabe-lladas fantasías en las que los ejecutivos de AIG pagan por su desvergüenza. Un congresista republicano ha llegado a suge-rirles que lo más honroso sería el suicidio. Eso es confundir a los de Wall Street con samuráis. Qué ingenuidad.

*Periodista cubana

Personajes

ruBiano y reelecciónRecomienda a Uribe no aspirar

Terminó la Semana Santa, pe-ro el paso de la misma dejó un abierto enfrentamiento entre la Iglesia Católica y el Gobier-no, tras la recomendación del cardenal Pedro Rubiano al presidente Álvaro Uribe de no aspirar a un tercer mandato consecutivo. El prelado abogó por la libertad de los secues-trados en Colombia y pidió un diálogo sincero entre Gobier-no y guerrilla para lograr la re-conciliación nacional.

medellín ViolentaLa ciudad tiembla por los narcos

El Ejército militarizó las co-munas de barrios pobres de Medellín, luego de que se re-gistraran la semana pasada 29 muertes violentas, que son atribuidas a choques entre pandillas de sicarios al servicio de narcotraficantes. Las auto-ridades aseguran que la ola de asesinatos sería una respuesta a la captura, en Barranquilla, de Fabio Gómez, alias ‘Riñón’, jefe de sicarios de la ‘Oficina de Envigado’.

196 años de optimismo Anuncian paquete de obras

Aprovechando el cumpleaños 196 de Barranquilla, la admi-nistración distrital anunció la puesta en marcha de una ini-ciativa denominada “Abril…obras mil”, que incluye la in-auguración de distintas obras de beneficio social y el inicio de otras, en distintos sectores. El alcalde Alejandro Char dijo que la ejecución de proyectos rela-cionados con mejoramiento de infraestructura vial, educativa, de salud, es el mejor regalo que le puede dar a la ciudad.

La administración Obama ha querido aplicarle un torniquete a esta herida social que se desangra, pero ya es muy tarde.