El hombre loco

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EL HOMBRE LOCO Había una vez un hombre que media dos metros y era muy delgado. Vivía solo en una chabola pero siempre iba bien vestido y tenia mucho dinero, a todas las personas del pueblo les daba pena y por eso intentaban invitarlo a sus casas a comer o a cenar, al cine o a las fiestas de Navidad. Un día al pobre hombre se le fue la cabeza porque la gente no paraba de comentar que estaba retrasado, el se cabreó mucho y empezó a beber alcohol y cogió el coche con tan mala de fortuna de atropellar a un grupo de individuos que pasaban por la calle, le cogió la policía y lo metieron en la cárcel. Allí se volvió loco y empezó a pegarse cabezazos contra la pared. Los carceleros le tuvieron que tranquilizar varias veces pero un día cuando entraron dos guardas a decirle que tenia visita, el les dejó sin respiración y logro escaparse. Después de huir de la cárcel, se puso muy contento y se dió un festín con prostitutas, alcohol, drogas…

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Treball d'Alex i Rubén

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EL HOMBRE LOCOHabía una vez un hombre que media dos metros y era muy delgado. Vivía solo en una chabola pero siempre iba bien vestido y tenia mucho dinero, a todas las personas del pueblo les daba pena y por eso intentaban invitarlo a sus casas a comer o a cenar, al cine o a las fiestas de Navidad.

Un día al pobre hombre se le fue la cabeza porque la gente no paraba de comentar que estaba retrasado, el se cabreó mucho y empezó a beber alcohol y cogió el coche con tan mala de fortuna de atropellar a un grupo de individuos que pasaban por la calle, le cogió la policía y lo metieron en la cárcel. Allí se volvió loco y empezó a pegarse cabezazos contra la pared. Los carceleros le tuvieron que tranquilizar varias veces pero un día cuando entraron dos guardas a decirle que tenia visita, el les dejó sin respiración y logro escaparse. Después de huir de la cárcel, se puso muy contento y se dió un festín con prostitutas, alcohol, drogas…

Cuando volvía a su casa en coche, se imaginaba cosas e iba gritando por en medio de la carretera, llevaba una pierna en el acelerador y la otra la llevaba por fuera del coche, en una curva no pudo controlar el coche y se cayó por un precipicio.

Nunca se volvió a saber más de aquel pobre hombre loco, lo único que se supo es que aquella noche se gastó más de cien mil euros en alcohol, drogas y prostitutas.