El Humor- Actividades Sobre Cortázar

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Actividad 1: El humor, como género, depende exclusivamente de que el texto produzca el efecto buscado en el lector. Funciona como el terror: no existen fórmulas fijas ni elementos que lo conecten con el género. Todo depende de la consecución del efecto. Si no ocurre así, el texto fracasa. El humor ocupa un lugar muy importante en la obra de Julio Cortázar. Ausente por lo general en sus cuentos fantásticos por razones de economía, clima y ritmo, rara vez falta en los ensayos, las novelas y los libros de misceláneas. Y no aparece por accidente. Cortázar, explícitamente, deploraba la falta de humor en las letras argentinas. Compartan con los alumnos los siguientes fragmentos y, luego, pídanles que resuelvan las siguientes consignas: «Pero seamos serios y observemos que el humor, desterrado de nuestras letras contemporáneas (Macedonio, el primer Borges, el primer Nalé, César Bruto, Marechal a ratos, son outsiders escandalosos en nuestro hipódromo literario), representa mal que les pese a los tortugones una constante del espíritu argentino en todos los registros culturales o temperamentales que van de la afilada tradición de Mansilla, Wilde, Cambaceres y Payró hasta el humor sublime del reo porteño que en la plataforma del tranvía 85 más que completo, mandado a callar en sus protestas por el guarda masificado, le contesta: ‘¿Y qué querés? ¿Qué muera en silencio?’». «A los humoristas les pegan de entrada la etiqueta para distinguirlos higiénicamente de los escritores serios. Cuando mis cronopios hicieron algunas de las suyas en Corrientes y Esmeralda, huna heminente hintelectual hexclamó: “¡Qué lastima, pensar que era un escritor tan serio! Solo se acepta el humor en su estricta jaulita, y ojo con trinar mientras suena la sinfónica porque lo dejamos sin alpiste para que aprenda». Cortázar, Julio. «De la seriedad en los velorios», en La vuelta al día en ochenta mundos. México, Siglo XXI, 1968. 1) En el primer fragmento, Cortázar menciona como cultores del humor a diversos escritores argentinos. Buscar información sobre ellos en internet y establecer si en sus biografías se indica que hayan escrito textos humorísticos o que el humor fuera una constante en sus obras. Realizar una ficha con los datos básicos de cada uno de los escritores, e indicar en cada caso, cuando sea posible, alguna obra donde el humor se destaque especialmente. 2) Utilizando el procesador de textos instalado en los equipos portátiles, responder las siguientes preguntas: ¿Emplea Cortázar recursos humorísticos en los fragmentos leídos? ¿Cuáles? ¿Cómo caracterizarían el lenguaje que utiliza el autor? 3) Según Cortázar, ¿forma parte el humor del espíritu argentino? ¿Por qué?

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Cortázar y el humor

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Page 1: El Humor- Actividades Sobre Cortázar

Actividad 1:

El humor, como género, depende exclusivamente de que el texto produzca el efecto buscado

en el lector. Funciona como el terror: no existen fórmulas fijas ni elementos que lo conecten con

el género. Todo depende de la consecución del efecto. Si no ocurre así, el texto fracasa.

El humor ocupa un lugar muy importante en la obra de Julio Cortázar. Ausente por lo general

en sus cuentos fantásticos por razones de economía, clima y ritmo, rara vez falta en los

ensayos, las novelas y los libros de misceláneas. Y no aparece por accidente. Cortázar,

explícitamente, deploraba la falta de humor en las letras argentinas.

Compartan con los alumnos los siguientes fragmentos y, luego, pídanles que resuelvan las

siguientes consignas:

«Pero seamos serios y observemos que el humor, desterrado de nuestras letras

contemporáneas (Macedonio, el primer Borges, el primer Nalé, César Bruto,

Marechal a ratos, son outsiders escandalosos en nuestro hipódromo literario),

representa mal que les pese a los tortugones una constante del espíritu argentino en

todos los registros culturales o temperamentales que van de la afilada tradición de

Mansilla, Wilde, Cambaceres y Payró hasta el humor sublime del reo porteño que en

la plataforma del tranvía 85 más que completo, mandado a callar en sus protestas

por el guarda masificado, le contesta: ‘¿Y qué querés? ¿Qué muera en silencio?’».

«A los humoristas les pegan de entrada la etiqueta para distinguirlos higiénicamente

de los escritores serios. Cuando mis cronopios hicieron algunas de las suyas en

Corrientes y Esmeralda, huna heminente hintelectual hexclamó: “¡Qué lastima,

pensar que era un escritor tan serio! Solo se acepta el humor en su estricta jaulita, y

ojo con trinar mientras suena la sinfónica porque lo dejamos sin alpiste para que

aprenda».

Cortázar, Julio. «De la seriedad en los velorios», en La vuelta al día en ochenta

mundos. México, Siglo XXI, 1968.

1) En el primer fragmento, Cortázar menciona como cultores del humor a diversos

escritores argentinos. Buscar información sobre ellos en internet y establecer si en sus

biografías se indica que hayan escrito textos humorísticos o que el humor fuera una

constante en sus obras. Realizar una ficha con los datos básicos de cada uno de los

escritores, e indicar en cada caso, cuando sea posible, alguna obra donde el humor se

destaque especialmente.

2) Utilizando el procesador de textos instalado en los equipos portátiles, responder las

siguientes preguntas: ¿Emplea Cortázar recursos humorísticos en los fragmentos leídos?

¿Cuáles? ¿Cómo caracterizarían el lenguaje que utiliza el autor?

3) Según Cortázar, ¿forma parte el humor del espíritu argentino? ¿Por qué?

4) En un texto breve, exponer el punto de vista personal al respecto. ¿En qué perciben o

no el «humor argentino»?

Actividad 2:

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En 1962, Julio Cortázar publicó un libro llamado Historias de cronopios y de famas, que había

sido escrito a principios de la década de 1950. El libro está dividido en cuatro partes. La

primera, «Manual de instrucciones», contiene manuales de instrucciones para actos tales como

cantar o llorar. Luego le sigue «Ocupaciones raras», que describe las andanzas de una familia

extraña. A continuación, encontramos «Material plástico», que incluye textos variados, y la

serie culmina con «Historias de cronopios y de famas», que informa sobre la idiosincrasia y

otras vicisitudes de estos seres. Los textos que componen este libro pueden leerse en

muchas claves y el humor es una de ellas.

Compartan con los alumnos los fragmentos del libro. Cada uno corresponde a una de las partes

mencionadas.

Historias de cronopios y de famas (fragmento)

Instrucciones para subir una escalera (Manual de instrucciones)

«Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal

que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente

se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta

que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables.

Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la

derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un

peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos

elementos, se sitúa un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da

sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá

más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer

piso».

Simulacros (Ocupaciones raras)

«Somos una familia rara. En este país donde las cosas se hacen por obligación o

fanfarronería, nos gustan las ocupaciones libres, las tareas porque sí, los simulacros

que no sirven para nada.Tenemos un defecto: nos falta originalidad. Casi todo lo que

decidimos hacer está inspirado –digamos francamente, copiado– de modelos

célebres. Si alguna novedad aportamos es siempre inevitable: los anacronismos o las

sorpresas, los escándalos. Mi tío el mayor dice que somos como las copias en papel

carbónico, idénticas al original salvo que otro color, otro papel, otra finalidad. Mi

hermana la tercera se compara con el ruiseñor mecánico de Andersen; su

romanticismo llega a la náusea.Somos muchos y vivimos en la calle

Humboldt.Hacemos cosas, pero contarlo es difícil porque falta lo más importante, la

ansiedad y la expectativa de estar haciendo las cosas, las sorpresas tanto más

importantes que los resultados, los fracasos en que toda la familia cae al suelo como

un castillo de naipes y durante días enteros no se oyen más que deploraciones y

carcajadas. Contar lo que hacemos es apenas una manera de rellenar los huecos

inevitables, porque a veces estamos pobres o presos o enfermos, a veces se muere

alguno o (me duele mencionarlo) alguno traiciona, renuncia, o entra en la Dirección

Impositiva. Pero no hay que deducir de esto que nos va mal o que somos

melancólicos. Vivimos en el barrio de Pacífico, y hacemos cosas cada vez que

podemos. Somos muchos que tienen ideas y ganas de llevarlas a la práctica. Por

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ejemplo, el patíbulo, hasta hoy nadie se ha puesto de acuerdo sobre el origen de la

idea, mi hermana la quinta afirma que fue de uno de mis primos carnales, que son

muy filósofos, pero mi tío el mayor sostiene que se le ocurrió a él después de leer

una novela de capa y espada».

Acefalía (Material plástico)

«A un señor le cortaron la cabeza, pero como después estalló una huelga y no

pudieron enterrarlo, este señor tuvo que seguir viviendo sin cabeza y arreglárselas

bien o mal.En seguida notó que cuatro de los cinco sentidos se le habían ido con la

cabeza. Dotado solamente de tacto, pero lleno de buena voluntad, el señor se sentó

en un banco de la plaza Lavalle y tocaba las hojas de los árboles una por una,

tratando de distinguirlas y nombrarlas. Así, al cabo de varios días pudo tener la

certeza de que había juntado sobre sus rodillas una hoja de eucalipto, una de

plátano, una de magnolia foscata y una piedrita verde». 

Viajes (Historias de cronopios y de famas)

«Cuando los famas salen de viaje, sus costumbres al pernoctar en una ciudad son las

siguientes: un fama va al hotel y averigua cautelosamente los precios, la calidad de

las sábanas y el color de las alfombras. El segundo se traslada a la comisaría y labra

un acta declarando los muebles e inmuebles de los tres, así como el inventario del

contenido de sus valijas. El tercer fama va al hospital y copia las listas de los

médicos de guardia y sus especialidades.Terminadas estas diligencias, los viajeros

se reúnen en la plaza mayor de la ciudad, se comunican sus observaciones, y entran

en el café a beber un aperitivo. Pero antes se toman de las manos y danzan en

ronda. Esta danza recibe el nombre de ‘Alegría de los famas’».

Cortázar, Julio. Historias de cronopios y de famas. Buenos Aires, Sudamericana,

1986.

Conversen entre todos en torno a los siguientes ejes:

Los recursos de humor utilizados.

El tipo de lenguaje empleado. En particular, observar y explicar las variaciones de una

parte a otra.

Las funciones culturales del humor.

El significado –probable– de cada texto. ¿A quién le corresponde fijar el significado o la

finalidad de los textos? ¿Al autor o al lector?

Actividad 3:

En 1979, Cortázar publicó Un tal Lucas, en el que se incluyen dos secciones de textos breves

sobre un personaje llamado Lucas y una sección de misceláneas. El libro tiene mucho humor e

incluye diversos registros que se superponen, dando dimensión al personaje de Lucas.

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Compartan con los alumnos algunos fragmentos de este libro. Luego, pídanles que,

individualmente, redacten una biografía de una carilla sobre el personaje de Lucas, con datos

imaginarios.

Un tal Lucas (fragmentos)

Lucas, sus compras

«En vista de que la Tota le ha pedido que baje a comprar una caja de fósforos, Lucas

sale en piyama porque la canícula impera en la metrópoli, y se constituye en el café

del gordo Muzzio donde antes de comprar los fósforos decide mandarse un aperital

con soda. Va por la mitad de este noble digestivo cuando su amigo Juárez entra

también en piyama y al verlo prorrumpe que tiene a su hermana con la otitis aguda y

el boticario no quiere venderle las gotas calmantes porque la receta no aparece y las

gotas son una especie de alucinógeno que ya ha electrocutado a más de cuatro

hippies del barrio. A vos te conoce bien y te las venderá, vení en seguida, la Rosita

se retuerce que no la puedo ni mirar.»

Lucas, su patriotismo

«Del país me queda un olor de acequias mendocinas, los álamos de Uspallata, el

violeta profundo del cerro de Velasco en La Rioja, las estrellas chaqueñas en Pampa

de Guanacos yendo de Salta a Misiones en un tren del año cuarenta y dos, un caballo

que monté en Saladillo, el sabor del Cinzano con ginebra Gordon en el Boston de

Florida, el olor ligeramente alérgico de las plateas del Colón, el superpúlman del

Luna Park con Carlos Beulchi y Mario Díaz, algunas lecherías de la madrugada, la

fealdad de la Plaza Once, la lectura de Sur en los años dulcemente ingenuos, las

ediciones a cincuenta centavos de Claridad, con Roberto Arlt y Castelnuovo, y

también algunos patios, claro, y sombras que me callo, y muertos».

Cortázar, Julio. Un tal Lucas. Barcelona, Ediciones B, 1989.

El texto deberá cumplir los siguientes requisitos:

reproducir el estilo y la estructura de una biografía de un diccionario enciclopédico;

citar bibliografía complementaria;

estar escrito en clave humorística.

El humor absurdo, también conocido como humor superrealista, es un tipo de humor que se vale de las situaciones disparatadas o incoherentes para generar la risa en el público, su comicidad se basa en la irracionalidad. Es un humor totalmente alejado de la realidad pero que a la vez nos sumerge en lo esencial de ella.