El imperio retórico- Perelman

Capítulo 4: selección, presencia y presentación

Las concepciones modernas de la demostración han llegado a concebir la prueba como un sistema en el cual todos los elementos se formulan explícitamente. Este esfuerzo de formalización hace que el sistema sea mecanizable. La argumentación se inserta en un pensamiento cuyos diversos elementos son solidarios los unos con los otros.Para adaptar el sistema a la experiencia estamos obligados a recurrir a la argumentación y a reinsertar el sistema en el conjunto de nuestros conocimientos y a reestablecer el contacto entre el dominio que queríamos aislar y el conjunto de nuestras creencias y de nuestras convicciones.El orador que argumenta deberá escoger sus premisas: deberá proceder a una selección de hechos y valores. Selección de elementos, selección de un modo de descripción o de presentación, juicio de valor o de importancia.Una afirmación y una presentación que a primera vista parece objetiva e imparcial, manifiesta su carácter voluntaria cuando se la confronta con otros testimonios en sentido opuesto. Es gracias a la intervención como se puede distinguir mejor lo subjetivo de lo objetivo.Es éste el criterio que permite a Kant distinguir la persuasión de la convicción.El test de la objetividad y de la universalidad debe renovarse constantemente. El resultado no establece sino una presunción y no una necesidad o una evidencia.La escogencia de ciertos elementos que uno retiene y que presenta en un discurso los pone en primer plano de la conciencia y por este hecho les da una presencia que impide olvidarlos.La presencia obra de una manera directa sobre nuestra sensibilidad y la presentación de un objeto puede conmover a los auditores pero la presencia efectiva ofrece también inconvenientes, pues no solo puede distraer a los auditores sino que puede conducirlos en otra dirección distinta a la deseada por el orador.Las técnicas de presentación son esenciales cuando se trata de evocar realidades lejanas en el tiempo y en el espacio. Es por esto que es importante no identificar la presencia, que es presencia a la conciencia, con una presentación efectiva.El recurso a los efectos del lenguaje y a su capacidad de evocación es el que establece la transición entre la retórica como arte de persuadir y la retórica como técnica de expresión literaria.

Lo que está presente para nosotros se encuentra en el primer plano de la conciencia y se vuelve importante. Lo que pierde en importancia se vuelve abstracto, casi inexistente.El lazo que se establece entre la presencia de ciertos elementos en la conciencia y la importancia que se les otorga, ha permitido no ver en la retórica sino el arte de crear esta presencia gracias a las técnicas de presentación.El orador no debe como el lógico, enumerar todos los eslabones de su razonamiento: puede dejar premisas sobreentendidas que todo el mundo conoce. sin embargo, para crear la presencia es útil insistir sobre ciertos elementos que no son dudosos.Se ha recomendado, por los maestros de retórica diversas técnicas. La insistencia puede resultar de la repetición, se tratará un tema primero de una manera sintética luego por la enumeración de las partes.Esta técnica para desarrollar un tema recibió el nombre de amplificación, se trata de una figura retorica que utiliza para crear la presencia la división de un todo en sus partes.La congeries, se comienza por enumerar las partes y se termina por una síntesis.De la misma manera en la sinonimia o metábole, se repite la misma idea con ayuda de palabras diferentes.Mientras que la repetición de una misma palabra expresa simplemente la insistencia, la metábole refuerza esta insistencia acentuando tal o cual aspecto. Un efecto análogo, reemplaza el futuro por el presente, se realiza un efecto de presencia marcado: “si tu hablas, estas muerto”.Estos ejemplos de figuras retóricas nos permiten insistir sobre las relaciones de las figuras con la teoría de la argumentación.La hipotiposis es la figura que expone las cosas de una manera tal que el asunto parece desarrollarse y la cosa sucede frente a nuestros ojos.La interrogación será una figura, pues el orador conoce la respuesta a la pregunta. La prolepsis es una figura útil cuando el orador presenta objeciones a las cuales se apura a responder inmediatamente.Una figura es argumentativa si su empleo parece normal con relación a la nueva situación así sugerida. Si el discurso no logra la adhesión del auditor la figura será percibida como ornamento.Concibiendo las figuras como ornamentos agregados al discurso se ha visto en la técnica retórica un simple estilo vacío por exceso de ostentación.El acuerdo sobre la manera de presentar ciertos hechos puede favorecer el acuerdo del auditorio sobre el fondo del problema.

Capítulo 5: significación e interpretación de datos

En un discurso todos los elementos de los que el orador habla solo pueden ser descritos por medio de un lenguaje comprendido por el auditorio, de tal manera que los hechos conllevan, además del dato, la Manera de interpretarlo y de describirlo.La interpretación no es solo selección, ella puede ser también creación de significación, inserción en un contexto nuevo, en una teoría general. Los problemas de interpretación y de significación se presentan a propósito de los signos y de los índices. El signo es un fenómeno susceptible de evocar lo que designa, en la medida que es utilizado en un acto de comunicación con el fin de esta evocación. Los índices remiten a otra cosa de manera objetiva independientemente de toda voluntad de comunicación. Las marcas trazadas sobre los árboles para guiar a los paseantes en el bosque, son signos; las huellas dejadas por un jabalí en la nieve son índices.