El Instante Agonico_Libro II

5/8/2018 El Instante Agonico_Libro II - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/el-instante-agonicolibro-ii 1/102

Arte

yDiseño :O

swaldoSán

chez

Osana

Soft

Agosto 2011



Lo fantástico en la obra literaria se

manifiesta, más que por la narración de eventos

extraordinarios o sobrenaturales, por la

presencia de fuerzas que envuelven ese otro

orden oculto y misterioso.

María Luisa Rosenblat

El monstruo de pronto está allí, como la

más enigmática de las presencias, como una

irrupción inesperada, o temida, en un horizonte

de reconocimientos. Y su presencia es, en esehorizonte, la violenta revelación de una

quebradura, la desbordada manifestación de una

extrañez.

Víctor Bravo

2



A mi familia y amigos

3



CONTENIDO

Epígrafe

dedicatoria

Introducción

La Alteridad y lo Fantástico

La Vida como Excusa.........................................…………………………………..(14)

El Instante Agónico ..........................................……………………………………(19)

La Alteridad ............................................................................................................ (40)

Lo Fantástico ........................................................................................................... (47)

El Mal

Formas Representativas del Mal ............................................................................. (56)

El Mal como ente aniquilador de Sujeto………..………………………………… (62)

Intertextualidad

Comparación Intertextual entre Horacio Quiroga y Edgar Allan

Poe.....................................................................................................………………(68)

Vida de Horacio Quiroga y Edgar Allan Poe ...................................................……(69)

Comparación de algunos ensayos de Horacio Quiroga y Edgar Allan Poe ............ (74)

Comparación de algunos cuentos de Horacio quiroga y Edgar Allan Poe ............. (79)

Comparación de la vida personal y de algunos textos de Horacio Quiroga y Franz

Kafka .....................................................................……………………………… (85)

4



Dos Formas de Escritura

Razones por las cuales Horacio Quiroga adopta dos formas de escritura …....….. (94)

Primacía de una de esas dos formas de escritura en Horacio

Quiroga.............................................………………………………........................ (97

Bibliografía

5



INTRODUCCIÓN

En ocasiones, la tragedia se centra en lo más íntimo del hombre y lo lleva a lafatalidad de la muerte, se apodera de él, lo domina y lo derrumba ante un

acontecimiento extraño, es decir, existen seres que en su transitar, en su cotidiano

vivir experimentan cómo se va engendrando en ellos la tragedia, llegando un

momento en que ésta es tan fuerte que los aniquila. Así es la vida del escritor que

hoy nos ocupa, Horacio Quiroga.

Se podría decir que, a diferencia del común de los seres humanos, Quiroga

fue un hombre que vivió abrazado por lo trágico, desde que la luz llegó a sus ojos

hasta que ésta se apagó para siempre. Pareciera que el universo se hubiese

confabulado contra él, pues según sus biógrafos, lo trágico irradia en toda su

existencia personal, y estas experiencias se hacen presentes en su obra literaria, ya

que lo trágico está reflejado en el espíritu de sus textos narrativos.

Toda la obra de Quiroga es una definición de su yo

imaginario,…

(…)Si se recorren los textos de Quiroga, si se busca la verdad

escondida bajo la ironía, si se comparan los símbolos

utilizados, percibimos que la vida está en cierto punto

articulada en los cuentos. (FUENMAYOR, V, 1998, 51,

52).

El planteamiento de Fuenmayor corrobora, en cierto sentido, una de las ideas

que se desarrollará en esta investigación, pues literalmente el autor no expresa su vida personal a través de sus personajes, sin embargo, las constantes (temática, acciones,

ambiente físico, etc) en toda su obra hacen posible la relación entre autor-obra. Es

decir, por esta presencia de elementos constantes puede deducirse en algún momento

cierta delineación del carácter, de la firme personalidad del autor.

6



Horacio Quiroga nos ha llamado especialmente la atención por la innegable

calidad de su obra literaria; y es este aspecto, junto a la visión trágica lo que nos

impulsa a interesarnos en dicho autor y a realizar este estudio.

En la presente investigación se hará el análisis textual e intertextual de siete

cuentos de Horacio Quiroga, a saber: “El hijo”, “El hombre muerto”, “A la deriva”,

“La insolación”, “El almohadón de plumas”, “El regreso de Anaconda” y “Los

destiladores de naranja”. Estos textos fueron escogidos, por una parte, debido a la

gran similitud que existe entre ellos y la experiencia personal vivida por mí, es decir,

estas narraciones poseen en su argumento fragmentos que fácilmente podrían

equipararse con mis vivencias en el campo, en las zonas rurales de Escuque, y lasexperiencias de los campesinos de mi propia familia, amantes de la caza y de la

naturaleza.

Consideramos además, que es allí donde, a nuestro modo de ver, se centra con

mayor agudeza el instante agónico, la alteridad y lo fantástico, aspectos éstos que se

persiguen en este estudio, y que son el eje central de esta investigación.

Nos parece pertinente aquí, realizar una comparación entre estos textos y los

de otros autores que trabajan estos temas, incluyendo la vida personal de losmismos. Narraciones tales como “La máscara de la Muerte Roja” y “El Tonel

amontillado” de Edgar Allan Poe, y “La metamorfosis” de Franz Kafka, para

verificar la similitud o la diferencia que existe entre estas narraciones.

El procedimiento para llevar a cabo esta investigación está basado en el

análisis crítico intratextual e intertextual de los cuentos mencionados y en la vivencia

personal de los respectivos autores. Estos textos serán estudiados desde el punto de

vista de sus características internas, su estilo, su organización, etc, (análisis

intratextual) y serán relacionados con otras narraciones ya señaladas (análisis

intertextual).

Gérard Genette, refiriéndose a las posibilidades que tiene el texto literario de

transcenderse él mismo, y a las relaciones que establece éste con otros textos del

mismo género, señala:

7



La transtextualidad o transcendencia textual del texto (…),

como “todo lo que pone al texto en relación,

manifiesta o secreta con otros textos”. La transtextualidad

sobrepasa ahora e incluye la architextualidad y algunos

tipos más de relaciones transtextuales.

(…) me parece percibir cinco tipos de relaciones

transtextuales.

(…)

La intertextualidad. (…), como una relación de

copresencia entre dos o más textos, es decir,eidéticamente y frecuentemente como la presencia

efectiva de un texto en otro. (GENETTE, G, 1982, 9, 10).

A través de estas relaciones que se establecen en el texto y de éste con otros

textos se persigue encontrar los temas que son objeto de este estudio. Así como

consideramos de suma importancia tomar en cuenta la parte biográfica de los autores

respectivos porque sus vidas personales guardan una estrecha relación con lo

plasmado en sus obras, ya que allí se presenta como constante lo trágico y en la vida personal de estos escritores la tragicidad es frecuente. Ya Bajtín lo ha señalado, al

decir que el mundo circundante del autor está inmerso en la obra del mismo.

Comparando la vida de estos escritores en referencia, son muchos los

elementos y/o aspectos que los relacionan y que indudablemente van a estar en sus

narraciones. Señala Víctor Fuenmayor haciendo referencia a la relación dual que hay

en la escritura de Horacio Quiroga: “La biografía de Quiroga debe ser leída bajo un

doble registro: el de una historia, de un horror de la vida y un destino tejido por los juegos de las palabras que criptan su existencia” (1998, 25), en este sentido, se

plantea aquí esa relación que existe entre el autor y su obra.

En sus cuentos “bajo el signo de la fatalidad” como sería pertinente llamar a

estos textos en referencia, Quiroga plasma de cierta manera una pequeña porción de

8



todo ese mundo oscuro y de experiencias de muerte que le tocó vivir. Señala Emir

Rodríguez Monegal (1976, 91), refiriéndose a ese aspecto:

Pero el horror y la dureza (hay que insistir) no respondían a

sádica perversión, a indiferencia por el sufrimiento ajeno, a mera

lujuria verbal, sino al auténtico horror que conoció él mismo en

su propia vida y que marcó tantos momentos de su existencia: la

muerte de su padre, en un accidente de caza, cuando él tenía

apenas unos meses y estaba en brazos de su madre; el suicidio

brutal de su padrastro al que casi le tocó asistir cuando era un

adolescente; el involuntario asesinato de uno de sus mejores

amigos, Federico Ferrando, el único de sus compañeros de

bohemia que también tenía genio poético.

Como puede evidenciarse en lo que señala Rodríguez Monegal, la vida de

Quiroga estuvo siempre acechada por acciones de muerte, es decir, su contacto con la

muerte fue muy fuerte. Por ello, puede decirse que su obra literaria no es lo

suficientemente expresiva de su vida personal, pues con todo el aspecto trágico quese perfila en sus cuentos no logra expresar la enormidad de la tragedia que conllevó

su transcurrir por el mundo y con la que cohabitó.

Horror, tragedia, mito, la vida misma de Quiroga parece un

cuento de terror, un teatro oracular, una mitología

personal. Esas tres primeras palabras se encuentran de una

crítica a otra como si la vida misma de Quiroga se hubiese

convertido en un género literario.

(…)

Es imposible escribir una biografía de Quiroga sin tener

presente el espíritu de conjunto de su obra. Así veremos

como utiliza las notas de su Diario del Viaje a Paris para

9



elaborar algunos de sus cuentos (…) La obra de Quiroga

puede ser considerada como la elaboración de un exceso

de personalidad. (FUENMAYOR, V, 1998, 23, 49).

Parte de este trabajo de investigación versa, sobre la concepción de que, bajo

la palabra escrita se esconde la vida personal del escritor en referencia, es decir,

nuestro ánimo se orienta hacia el análisis de los textos tomando en cuenta el

imaginario del escritor.

El autor quizás, de una u otra forma quiso esculpir la tragedia de su vida en

su obra, pero es más grande su personal vivencia trágica que la que existe y vivenlos personajes en sus cuentos. Utilizando su entorno social crea su obra literaria. A

partir de hechos que le han ocurrido al mismo escritor se genera lo literario, y en la

escritura plasma los acontecimientos no exactamente como ocurrieron, pero sí como

materia guía. Se podría decir que Quiroga ve en su propia vida un potencial literario,

el cual utiliza para su beneficio.

Un aspecto importante que hay que destacar es el aporte que hace a la

narrativa de su tiempo, pues se considera que Horacio Quiroga, con su forma de

elaborar cuentos, crea una nueva estética escritural, ya que rompe con un pasado

literario existente e implanta nuevas leyes para hacer literatura, especialmente en la

estética del cuento.

Tanto creía Quiroga en sus narraciones que propuso un Manual y un

Decálogo del Perfecto Cuentista, para dejar plasmado en el papel la forma cómo

deberían elaborarse cuentos. Toda esta concepción literaria, según han explicado los

críticos, surge de la experiencia que tuvo en su vida personal y artística.

Nos interesaba el ser humano y su destino(…) los dos teníamos

un concepto libertario de la libertad del hombre, y tanto él como

yo lo hemos expuesto en nuestras obras (…) independientemente

de cual ha sido su norma de conducta en la vida, ese valor aflora

10



en lo más genuino de su producción. (MARTÍNEZ. E, E, 1968,

73).

Martínez Estrada es un escritor que vivió muchos momentos junto a Quiroga;

él lo conocía bastante, por ello sus palabras corroboran lo que hasta aquí hemos

dicho: el entorno social y espiritual de Quiroga aflora en su obra literaria. Sus

experiencias están relacionadas con sus producciones literarias.

El escritor en referencia vive en Misiones, una pequeña población que está

en las fronteras entre Brasil, Argentina y Uruguay. Este es un sector selvático, los

seres que allí viven son en su mayoría campesinos que luchan día a día con la madreselva, y el ambiente de los cuentos que estamos estudiando es agreste, quién mejor

que él para retratar en literatura ese espacio circundante, con el cual convivía y al que

amaba.

Los personajes de los cuentos de Horacio Quiroga presentan un mundo

alucinante, es decir, los actantes se desenvuelven en su quehacer cotidiano. Allí

encuentran la muerte pero justo minutos antes de que se produzca su deceso

respectivo, encontramos que ellos se sumergen en una especie de submundo, donde

todavía viven, aunque por espacio de segundos. Aquí ellos experimentan la

alucinación, es ese instante agónico lo que sucede al lector y hace que éste se interese

en la narración.

En esta investigación, tomando en cuenta los relatos mencionados se

verificará un aspecto relevante: el Mal considerado como puente entre la realidad y la

ficción. Es decir, cuando el Mal se apodera de los personajes, éstos sufren un proceso

de transformación justo momentos antes de producirse su deceso final, lo que

proporciona la alteridad y origina lo fantástico. Respecto de este punto el profesor

Víctor Bravo (1993, 64, 76) señala:

11



El Mal (…) es la expresión de una escisión, algo que es a la

vez interior y extraño en el sujeto, irrumpe, aflora en el

ámbito del yo para intentar eliminarlo y ocupar su lugar.

(…)

Se constituye en el ámbito “otro” que irrumpe o acecha en

el ámbito de las expectativas cotidianas.

En este sentido, el Mal es visto como un ente que al presentarse aniquila al

personaje, es una entidad destructora del sujeto; generalmente se encuentra fuera de

él, pero el Mal en los cuentos en estudio, se va haciendo interior, a través de una

mordedura, incisión, bala, una insolación, una succión, una luz más transparente o

cualquier efecto perturbador. El espacio que alberga a la malignidad es la naturaleza,

es allí donde él se erige como triunfador e invade el ambiente eliminando al sujeto.

Cuando el Mal como ente hace contacto con el sujeto, se produce lo alterno:

“…, la posibilidad de crear, un ámbito “otro” respecto al mundo, es poner en escena

la alteridad” (BRAVO, V, 1993, 20), justo en este momento los personajes se

sumergen en la alucinación quebrando el orden lógico establecido. Cuando este

límite entre lo real y lo alterno es trastocado, se produce lo fantástico, tachándose

uno de los dos ámbitos.

En las narraciones que aquí se estudian, el ámbito fantástico sale triunfante, es

decir, tacha al real, allí se produce la desaparición física del personaje. Señala Louis

Vax (1979, 30);

El relato fantástico nos presenta por lo general a un

hombre como nosotros, que habita el mundo real pero quede pronto se encuentra ante lo inexplicable (…), lo

fantástico se nutre del escándalo de la razón (…), lo

fantástico exige la irrupción de un elemento sobrenatural

en un modo sujeto a la razón.

12



Según este teórico, lo fantástico es un desequilibrio en un mundo sujeto a la

lógica, fundamentado en la equidad, en el raciocinio. En la normalidad natural se

presenta un acontecimiento insólito que no se adapta al mundo real ni a la lógica,

produciéndose un asombro en quien lo experimenta. Estos aspectos son los que

queremos develar en los cuentos aquí analizados.

13



LA ALTERIDAD Y LO FANTASTICO

La vida como Excusa

Como hemos dicho en la introducción, la vida del escritor Horacio Quiroga

estuvo siempre marcada por la tragedia. Se podría decir que a diferencia de la

mayoría de los seres humanos, él fue un ser que vivió en los brazos de lo trágico,

desde el mismo momento en que su vida comenzaba hasta su último respiro.

Primero fue su padre quien se hirió de muerte

involuntariamente en una partida de caza; luego es su hermano

mayor el que perece también en forma accidental. El tercer

golpe es siniestro: su padrastro que había quedado casi del

todo paralítico, acciona mediante el dedo de un pie el

disparador de una escopeta cuyo cañón tenía apoyado contra

el rostro que cae destrozado frente a su hijastro. El cuarto

resulta el más absurdo, el más desgarrador, porque es Quiroga

mismo quien, en víspera de un duelo, da muerte aun amigo

querido mientras examina una pistola. Y cuando se piensa

además, en el súbito deceso de la primera mujer del artista,

en Misiones, y en el de él en un hospital de Buenos Aires, se

acaba por vislumbrar una secreta elección, se siente como un

símbolo esa persistencia oscura y aterradora de la muerte. Es

a eso, a esa sórdida serie, a lo que se hace referencia cuando

se afirma que la vida de Horacio Quiroga fue una tragedia.

(Murena H. A. El Horror, En A. Flores (Comp.) (1976).

Aproximación a Horacio Quiroga, p. 27).

Esta vida llena de la sombra de la muerte es capaz de enloquecer al más

fuerte. Sin embargo, Quiroga no se deja vencer y cada vez que cae vuelve a

levantarse. Es terrible presenciar la agonía y la muerte de otro ser. Colocarse en el

14



lugar de Horacio Quiroga al vivir todos estos momentos y situaciones trágicas es

asistir a la transformación de un carácter y de una personalidad que aún no está

totalmente desarrollada, es decir, todos estos sucesos marcan el temperamento de

cualquier ser.

Siempre se ha considerado la adolescencia como la etapa más difícil del ser

humano por ser allí donde se forma la mayor parte de la personalidad y el carácter

del mismo. Cuando sucede el acontecimiento del suicidio de Ascencios Barcos,

padrastro de Quiroga, éste es un adolescente. Lo que un hecho de esta naturaleza

causa en la parte física y mental de cualquier persona es devastador, y más aún en

la de uno que hasta hace poco ha sido niño y que todavía no ha alcanzado eldesarrollo completo. Tal vez por ello, se observa en Quiroga esa fisonomía huraña

que siempre lo caracterizó.

La muerte de su mejor amigo Federico Ferrando, es otra situación que marca

al escritor en referencia, aunque ya no es un adolescente, pues tiene veinticinco (25)

años aproximadamente, incide notablemente en su carácter. En relación a este hecho

señala Noé Jitrick

Toda índole de versiones ha llegado hasta nosotros acerca de la

hurañía de Horacio Quiroga. La gente que lo conoció, o

conoció a gente que lo conoció, coinciden en afirmar que antes

de la muerte de Ferando era un joven amable y alegre, aunque

Brignole y Delgado, recuerdan que los padres de María Esther

(…) le impidieron que la siguiera visitando a causa de su

carácter irritable y enojadizo. (Jitrik, N. Soledad: Hurañía,

desdén y timidez. En A. Flores (Comp.) (1976). Aproximación a Horacio Quiroga, p. 37).

Jitrick deja cierta duda sobre la influencia de la muerte de Federico Ferrando

en la manifestación del carácter de Quiroga. Es cierto que este acontecimiento lo

15



estremece, pues fue juzgado, y además era su mejor amigo a quien había dado

muerte accidentalmente. Sea como fuere, todos estos hechos trágicos marcan la vida

de Quiroga y lo convierten de una manera u otra en un ser poco social, que huye del

bullicio, tanto así que ve a Misiones como el espacio ideal para vivir, alejado de la

gente.

En el amor también Quiroga fracasó, como señala Jitrick. Su primer amor no

se logra, ya que su primera esposa se suicida, y la segunda lo abandona a su suerte.

En la realidad, el amor fue, para Quiroga, siempre

frustración. Fueron frustrados su amor por María Esther (…), su amor por la primera esposa, su amor por la tercera

María (…) y el último de los grandes amores de su vida, el

que sintió por su segunda esposa.. (Conteris, H. El amor,

la locura, la muerte En A. Flores (1976) Aproximaciones

a Horacio Quiroga, 151).

La parte espiritual, psíquica, emocional del hombre, es sumamente

importante, pues es allí donde reside el equilibrio emocional del mismo, y Quiroga,

según Conteris y otros críticos, está casi destruido en su estructura elemental, ya

que no logra aprehender y mantener sus idilios amorosos.

Cuando cree que ha superado esa crisis existencial, vuelve a aparecer el amor

en su vida: conoce a una joven de diecinueve (19) años, cuando él contaba con unos

cuarenta y dos (42) años aproximadamente. Se casan, pero tal vez, por la distancia de

edades entre ellos, caracteres y formas de pensar diferentes, hacen que esta relación

no funcione y la esposa lo abandona.Desde esta perspectiva, se puede decir que el escritor Horacio Quiroga conoce

y vive el amor, pero no lo consolida.

16



Finalmente enferma y le diagnostican cáncer: aunque no se lo dicen, él, con su

instinto para detectar la tragedia lo sospecha, recurriendo al cianuro como único

camino posible para encontrar el descanso.

A su muerte, en las primeras horas de la mañana del 19

de Febrero de 1937, en el Hospital de Clínicas de Buenos

Aires, Horacio Quiroga estaba completamente solo.

Consumido ya por el cáncer, pone fin a su vida porque

sabe que su destino en la tierra estaba cumplido.

(…)

…, Quiroga dejó el Hospital de Clínicas un día (…), hizo

la ronda de las dos o tres casas amigas, vio a la hija (…),

entró a una farmacia a comprar cianuro y regresó en la

noche a su cuarto de enfermo. A la mañana siguiente ya

lo encontraron muerto. (Rodríguez M, E, 1976, 67, 83.).

Como puede evidenciarse en lo anteriormente expuesto, la vida de este

escritor uruguayo estuvo marcada por la tragedia y el amor frustrado. Su transcurrir en el mundo puede verse como una larga agonía, traducida ésta en sufrimiento,

quizás por ello en algunos de sus cuentos, los personajes experimentan esa aguda

agonía antes de morir, es decir, se presenta en ellos esa resistencia y ese sufrimiento

antes de su deceso final.

Según la cronología presentada por Emir Rodríguez Monegal, en la edición

de la Fundación Biblioteca Ayacucho (1981), los cuentos que en esta investigación se

estudian son los mejor logrados de Horacio Quiroga. En este sentido se puede decir

que en ellos está, de alguna manera, el reflejo de su vida, y bien lo ha señalado

Bajtín1, al afirmar que en todos los autores está reflejado su mundo circundante.

Las narraciones de Horacio Quiroga escogidas para esta investigación: “El

hijo” (1928), en Los Desterrados; (1926), “El hombre muerto” (1920), “El1 Mijaíl M. Bajtín. Problemas Literarios y Estéticos. (1986, 45, 225).

17



almohadón de plumas” (1920), “El regreso de Anaconda” (1925), “Los destiladores

de naranja” (1923), en El Salvaje (1920), “A la Deriva” (1912) y “La insolación”

(1908), en Cuentos de Amor de Locura y de Muerte (1917); son una pequeña

porción de todo ese mundo de muertes trágicas que siempre hubo en su vida y que

ya se ha mencionado en líneas anteriores.

Por lo antes expuesto, consideramos que la vida personal de este autor

rebasa su obra literaria, pues con todos los aspectos trágicos que poseen sus

cuentos, no logran expresar todo lo funesto y fatal que conllevó su existencia y con

cuyas consecuencias vivió toda su vida.

Señala Emir Rodríguez Monegal (1976, 92), después de hacer referencia a loacontecimientos trágicos presentes en la vida de Quiroga:

Los cuentos de horror y de crueldad, vistos en esta perspectiva

biográfica, parecen liberaciones de sus pesadillas del sueño y de

la vigilia. Demasiado sincero para ocultarse el horror del mundo,

su crueldad sin sentido, o para buscar en su arte sólo una vía de

escape, Quiroga prefirió explorar hasta los bordes mismos del

delirio, hasta la fría desesperación, esos abismos interiores.

Acotamos que lo literario no le basta a Quiroga para expresar su tragedia

porque la magnitud de las situaciones fatales que vive el escritor difícilmente se

podrían exponer en su totalidad con la escritura, y más aún la de un ser como el

autor en referencia, que es un ser huraño, y a quien no le gustaba hablar de su

existencia con nadie. Es cierto que la literatura es un medio de comunicación que

nos permite expresarnos pero hay cosas, deseos que sencillamente, aunque se quieranescribir son difíciles de expresar. En este sentido nos atrevemos a decir que Quiroga

en su obra, expresó sólo aquello que secreta e implícitamente pudo, lo que la misma

literatura le permitió exponer.

18



EL INSTANTE AGÓNICO EN LOS CUENTOS: “EL HIJO”, “EL HOMBRE

MUERTO”, “A LA DERIVA”, “LA INSOLACIÓN”, “EL ALMOHADÓN DE

PLUMAS”, “EL REGRESO DE ANACONDA” Y “LOS DESTILADORES DE

NARANJA” DE HORACIO QUIROGA.

Como ya se señaló, en esta investigación se estudiarán siete (7) cuentos de

Horacio Quiroga, los arriba mencionados. Ellos están relacionados con el destino del

hombre; a saber, el ser debe cumplir ciertas etapas para llegar a su total desarrollo

como son: nacer, crecer y morir.

En todas estas narraciones: “El hijo”, “El hombre muerto”, “A la deriva”, “La

insolación”, “El almohadón de plumas”, “El regreso de Anaconda” y “Los

destiladores de naranja”, se presenta el deceso del personaje, la última fase por la

cual innegable e inevitablemente deben pasar todos los seres que nacen. Aquí el

narrador se detiene a observar el instante agónico, el momento antes del

fallecimiento que experimentan esos seres.

Como en el resto de la producción de Quiroga, la muerte está

allí siempre, y sólo es posible salvarse de ella evitándola. Está

en la reverberación del sol, en el calor que todo lo invade, en

el sufrimiento que implica ese desprenderse de la naturalidad del

mundo. En la insolación. (Bravo, V, 1993, 115).

Desde sus primeros relatos bajo el signo de la fatalidad, podemos observar

que Quiroga siente una especie de obsesión por mostrar la agonía del ser, el dolor

que le produce al hombre alejarse del mundo donde ha vivido y se desenvuelve. En

los cuentos en referencia, es presentado ese instante agónico desde distintos ángulos,

es decir, revelándolo con toda su crueldad.

19



En un cuento como "El hijo", apenas se sugiere el horror de la muerte. No

hacen falta descripciones para mostrarnos que se ha producido la muerte o que se ha

dado "la parada de un movimiento, la parada de los movimientos expresivos y de

movimientos o procesos psicológicos"2. La aniquilación del sujeto se indica muy

levemente.

En ese instante no muy lejos suena un estampido- La Saint-

Etienne...- Piensa el padre al reconocer la detonación. Dos

palomas de menos en el monte...

Sin prestar más atención al nimio acontecimiento el hombre seabstrae de nuevo en su tarea. (Quiroga, H, 1993, 295).

Se presenta en el cuento citado una especie de atmósfera que hace vacilar al

lector ¿fueron palomas o el hijo quien murió? En este sentido existe una sugerencia

del fin o término de la vida del personaje, una insinuación de la parada de esos

"movimientos expresivos" del ser. Aquí la agonía no se centra en el personaje que

muere, sino en el padre que enloquece por la pérdida de su hijo:

La cabeza al aire y sin machete, el padre va. Corta el abra de

espartillo, entra en el monte, costea la línea de cactus sin hallar

el menor rastro de su hijo.

(...). Y cuando el padre ha recorrido las sendas de caza

conocidas y ha explorado el bañado en vano, adquiere la

seguridad de que cada paso que da en adelante lo lleva, fatal e

inexorablemente, al cadáver de su hijo.

(...)

Nada se ganaría con ver el color de su tez y la angustia de sus

ojos. Ese hombre aún no ha llamado a su hijo. Aunque su

corazón clama por él a gritos, su boca continúa muda. Sabe

2 Emmanuel Lévinas. La Mort et le Temps. (1991, 4)

20



bien que el solo acto de pronunciar su nombre, de llamarlo en

voz alta, será la confesión de su muerte.

¡Chiquito!- se le escapa de pronto. Y si la voz de un hombre de

carácter es capaz de llorar, tapémonos de misericordia los

oídos ante la angustia que clama en aquella voz. Nadie, nada ha

respondido. Por las picadas rojas del sol, envejecido en diez

años, va el padre buscando a su hijo que acaba de morir.

(Quiroga, H, 1993, 296).

Cuando el padre tiene la certeza de que su hijo ha muerto se presenta en él la

agonía, es decir, toda la angustia que puede experimentar un padre al reconocer

irremediablemente que su adoración, su tesoro, yace tendido, muerto en un

alambrado. Esto lo sumerge en un estado de aflicción extrema.

En el texto “El hijo” la agonía tiene una variante, no es la angustia del que

muere física y psicológicamente, sino es la del padre, la tristeza, el pesar de alguien

distinto (el padre), al tener la seguridad de la muerte de un ser amado, el deseo del

padre por cambiar la realidad que lo está envolviendo y que es inesperada, lo hace

alucinar. Es allí donde se da la agonía del padre en su sufrimiento, mas no del quemuere.

La forma de dar a conocer la agonía es diferente a la que se presenta en las

demás narraciones en estudio, pues aquí la experimenta un personaje que no es el

que muere. El narrador se centra en la alucinación que produce el deceso de otro.

En “El hombre muerto” también se sugiere el horror de la muerte; basta un

pequeño resbalón y un machete que no debió estar en ese sitio para que comience

la agonía, el sufrimiento del personaje. El hombre está limpiando su bananal y al

dar un mal paso, su machete se inserta en su costado (vientre). Todo se desenvuelve

por un pequeño pero mortal resbalón. Ese ser racional está en su quehacer

cotidiano, eso es lo que hace todos los días y, de repente, su compañero de siempre

(el machete), lo traiciona. Se incluye como parte de sí, pero lo aniquila.

21



Tal vez Quiroga en este texto, con la manera de presentar la muerte del

hombre, trata de decir que aunque se viva con y en la naturaleza, llega un momento

en que ésta puede ser fatal para la vida, porque el hombre y su machete en un campo

prácticamente son uno, pero el objeto machete, al tocarlo, lo destruye.

El foco narrativo en este texto está centrado en la agonía del hombre que

muere. El hombre mayormente vive de la naturaleza, pero llega un momento en que

ésta lo destruye; esto es lo que sucede en el cuento “El hombre muerto”, el personaje

todos los días de su vida está en contacto directo con la naturaleza, y el texto así lo

señala, pero un día cualquiera se rompe la cotidianidad de la rutina y el ser es

aniquilando. El narrador coloca toda su atención en el sufrimiento de ese hombreque fue traicionado por el machete, instrumento de su quehacer diario.

En los cuentos en estudio los sujetos se encuentran en sus labores cotidianas,

generalmente inmersos en la selva, allí se desarrollan y viven los personajes,

ejecutando, realizando y viviendo con lo de siempre. Cuando se presenta un hecho

inesperado como un arma mal accionada, una inadecuada pisada, una mordedura de

serpiente entre otros, se trae a presencia lo no cotidiano, lo no frecuente y es en este

punto que se origina la aguda agonía del sujeto.

Mas al bajar el alambre de púa y pasar su cuerpo su pie

izquierdo resbaló sobre un trozo de corteza

desprendida del poste, a tiempo que el machete se le

escapaba de la mano. Mientras caía, el hombre tuvo la

impresión sumamente lejana de no ver el machete de

plano en el suelo. (Quiroga, H, 1993, 190).

El resbalón que el hombre sufre sobre un trozo de madera representa la

posibilidad para que el machete se introduzca en él, pues al caer el personaje en el

suelo su instrumento laboral lo traiciona y se le incrusta en su vientre, y de allí en

adelante, la narración muestra el sufrimiento del sujeto y con él la agonía, es decir,

22



esas dos acciones: resbalón e inserción del machete, son las responsables directas de

que en el sujeto se dé el instante agónico.

La agudeza de la agonía en “El hombre muerto” la engendra la

contemplación de lo cotidiano, ya que se observa en el agonizante un fuerte dolor al

despegarse de su cotidianidad, de todo lo que ama y envuelve su ser.

El narrador, consciente del deceso del protagonista, hace que aflore en el

texto todo lo trágico y doloroso que comporta este acontecimiento. Por ello tal vez,

dice: “La boca que acababa de abrírsele en toda su extensión, acaba también de

cerrarse”3. En este sentido, estas palabras indican que el sujeto ha iniciado un

proceso mental, es decir, es su imaginación la que nos habla, ya que él no puedeexpresarse más por medio de la articulación de palabras.

Ahora lo que nos da a conocer la narración, es la contemplación de su

bananal a través de su imaginación, y esto ocurre sólo en segundos de tiempo, tal

como se conoce por la observación de los momentos finales de la mente humana.

Aún no han pasado dos segundos:

(…)

Sólo él es distinto. Desde hace dos segundos su persona, su

personalidad viviente, nada tiene ya que ver ni con el potrero

(…) ni con el bananal(…) hace dos minutos: se muere.

(…)

… Deben de haber pasado ya varios minutos.

(Quiroga, H. “El hombre muerto”, 1993, 192).

Las acciones se presentan en un orden lógico, es importante señalar que el

tiempo que Quiroga utiliza en este cuento es cronológico. El tiempo que tarda el

sujeto en morir es brevísimo, casi que como sucede en la realidad; bastan segundos

para perecer. Desde que el hombre cae pasan cinco (5) minutos aproximadamente

3 Horacio Quiroga. “El hombre muerto”. Publicado en 1920.

23



para que se produzca su deceso. Pareciera que Quiroga quisiera concientizar a los

lectores de lo próxima que tenemos la muerte, que nos alcanza sólo en segundos de

tiempo.

Generalmente la agonía en los personajes de los cuentos de Quiroga dura sólo

segundos, y lo menciona constantemente para significar que el tiempo del reloj

pareciera que avanza más rápido cuando estamos en estas situaciones de agonía.

Es importante destacar que en un texto como “El hombre muerto” se muestra

la agonía como parte de la muerte. Ya el sujeto no pertenece a su mundo circundante,

sólo alucina por su resistencia a morir.

La primera oración de la cita deja ver que ya no es el hombre quién limpiael conuco, sino que es otro, pues, el hombre quien se muestra en la narración se está

muriendo. Quizás transcurren cinco (5) minutos, como ya se dijo, en este estado de

agonía. Esta insistencia en señalar el tiempo puede ser una marca de que Quiroga se

encuentra en la corriente realista y éste es más o menos el tiempo que un ser

humano tarda en el proceso de agonía cuando ha sido sorprendido violentamente por

la muerte.

Desde esta perspectiva, en el cuento de Quiroga “El hombre muerto”, laagonía se muestra por espacio de minutos, lo que nos deja bien claro que la muerte

está acechándonos a cada momento, y que por cualquier intersticio puede

aniquilarnos.

El proceso de agotamiento de las fuerzas vitales del personaje en el cuento

“A la deriva”, se presenta cuando el protagonista llamado Paulino, es mordido por

una Yaracacusú. A partir de aquí se genera el transcurrir de la agonía en el sujeto.

El hombre pisó algo blancuzco, y enseguida sintió la

mordedura en el pie. Saltó adelante, y al volverse, con un

juramento vio una yaracacusú que, arrollada sobre sí misma,

esperaba otro ataque.

(…)

24



Se arrastró por la picada en cuesta arriba; pero a los veinte

metros, exhausto quedó tendido de pecho.

(…)

…, enderezó pesadamente la cabeza: se sentía mejor, la pierna

le dolía apenas, la sed disminuía, y su pecho, libre ya se abría

en lenta inspiración.

El bienestar avanzaba y con él una somnolencia llena de

recuerdos. No sentía ya nada ni en la pierna ni en el vientre.

(Quiroga, H, 1993, 78).

El veneno se va apoderando del sujeto, ya que el personaje siente mucho

dolor, tiene vómitos y no puede caminar. Eso es lo que lo sumerge en el

padecimiento, pero durante esa agonía llega un momento en que Paulino pierde el

conocimiento de la realidad “real” y comienza a sentir una falsa mejoría.

Con la presencia del bienestar corporal, el agonizante se aleja más de su

mundo circundante, hecho éste propio de la experiencia de agonía. En ocasiones, y

es sabido por conocimiento personal, en el moribundo se observa una mejoría

artificial, y luego sobreviene el deceso.Es de hacer notar que en “A la deriva”, el personaje comienza su agonía

desde el mismo momento en que se inicia la narración. El foco narrativo se centra en

la agonía del personaje. Lo agónico aquí es constante. Se inicia desde que el veneno

se introduce y surte su efecto hasta que se produce el deceso del sujeto. Yurkievich,

refiriéndose al cuento “El hombre muerto”, señala:

El tiempo en que se desarrolla la acción es en general

cronológico. El tiempo objetivo casi coincide con el de esta

obra literaria hasta la escena cuarta, inclusive; hasta entonces

el autor no se anticipa ni retrocede temporalmente. Cuando

en agonía, próximo a la muerte, el hombre comienza a sentirse

mejor y la acción se torna subjetiva; el tiempo se vuelve

25



psicológico; Quiroga nos traslada a la mente de ese hombre,

que se proyecta hacia el futuro deseando encontrarse en el

pueblo con amigos de antaño y hacia el pasado tratando de

recordar cuando conoció a uno de ellos; pero por debajo,

subyacente, el tiempo del reloj avanza implacable, y el veneno

surte su efecto y el lapso necesario para obrar. (Yurkievich, S.

A la deriva, En A. Flores (1976) Aproximaciones a Horacio

Quiroga. p. 221).

En todos estos momentos agónicos el tiempo es importante. Es necesario que

el lector tome conciencia de ello pues el narrador lo enfatiza. El tiempo, al igual que

la muerte nos acecha y nos destruye. El ser humano puede verse como una gota de

agua en el inmenso mar de la creación (naturaleza), ya que cualquier cosa puede

destruirlo. Sin embargo, el hombre se olvida de esta realidad y muchas veces se erige

como un ser omnipotente, dejando de lado una gran verdad: el acontecimiento más

nimio puede hacerle daño, en un tiempo también nimio.

En las narraciones de Quiroga, todos los personajes deben luchar contra los

elementos bióticos y abióticos de la naturaleza como única forma de conservar su permanencia en el medio, pero ni aún defendiéndose logran en medio del caos la

sobrevivencia.

Ya se sabe que hasta cierto punto toda la obra de Quiroga

fue regionalista. Pero lo fue en esencia más no en accidente.

Él aportó al regionalismo una perspectiva universal. No buscó

el color local sino el ambiente interior; no buscó la

circunstancia anecdótica sino el hombre. (Rodríguez M, E.

1976, 103).

En la cuentística del autor vamos a encontrar al hombre con su problemática,

enfrentado a la naturaleza, es decir, los cuentos lo presentan en su quehacer diario,

26



realizando sus trabajos acostumbrados, con sus dificultades, generalmente en medio

de una selva- naturaleza que lucha contra él y que al final lo vence.

Quiroga le concede primacía al espacio geográfico, pues el ambiente de la

mayor parte de sus cuentos es Misiones, una población que como ya se dijo, está

casi en mitad de la selva, entre las fronteras de Brasil, Uruguay y Argentina, pero su

temática se centra en la problemática que vive el hombre americano.

No se observa en los cuentos de Quiroga la presencia del color local como en

otros escritores tales como José Hernández, quien presta mucha atención a las

costumbres, y plantea una filosofía de la vida. Quiroga no estudia estos aspectos,

sino que se ocupa del hombre y los problemas con los cuales éste vive y lucha cadadía de su vida, ya que su literatura se inserta en el Naturalismo. Señala Coronado

haciendo referencia a la literatura del Realismo:

Ahora a los escritores les interesaba criticar la realidad,

incluso moralizar, es decir, enseñar formas de conducta.

(…)

El Realismo le sirve a Hispanoamérica para empezar a

mostrar al mundo no sólo su realidad política, social,

cultural, (…). El hombre siente la necesidad de contar su

lucha con el ámbito geográfico que lo envuelve: la pampa,

las montañas, los valles, la selva, el destierro. (Coronado,

M, 2000, 17, 18).

El crítico Seymour Menton (1992) considera a Horacio Quiroga como el

padre de la tendencia criollista, tal vez porque es un autor que desarrolla la mayor

parte de su obra literaria en zonas rurales. Sin embargo, se puede asegurar que se

distancia de él, pues el criollismo hace hincapié en el tema de la civilización contra la

barbarie, y en la protesta social.4

4 Seymor Menton. El Cuento Hispanoamericano. (1992, 218)

27



Otro crítico, Enrique Anderson Imbert (1991), ubica a Quiroga dentro de la

corriente modernista. En sus primeros escritos había comenzado como modernista, 5

pero luego se va alejando de esta corriente literaria, inclinándose hacia el

Naturalismo, pues sus temas predilectos son el hombre, la naturaleza, el

alcoholismo, entre otros, temas estos que plantea el Naturalismo. Señala Seymour

Menton, refiriéndose a los autores naturalistas:

… se ponían a hurgar en las llagas de la sociedad con un

bisturí despiadado (…) Los temas predilectos eran el

alcoholismo, la prostitución, el adulterio y las miserias delas masas.

(…)

Las descripciones eran detalladas para copiar cada minucia

de la realidad (…), el autor presenta un panorama

completo tanto de la familia del personaje como del

medio en que se mueve antes de hacerle irrumpir

activamente en la obra. (Menton, S, 1992, 114, 115).

Por las diversas lecturas realizadas, concluimos que Quiroga asume aspectos

del naturalismo, aunque se ha servido en algunos momentos de varias corrientes

literarias, y luego se aleja de ellas por algunos aspectos que éstas plasman, y que en

su obra literaria no están presentes.

Podemos decir que del Romanticismo toma el paisaje natural, los tipos

humanos y la manera de vivir en las diferentes circunstancias sociales. Deja de lado

la Historia Romántica que este movimiento enaltece. Recordemos que en América

esta corriente literaria se inspira en las guerras de independencia, y después de ésta,

aquí se mantuvieron regímenes anárquicos, muchos escritores con sus obras

literarias lucharon contra los tiranos, otros sin embargo, vieron en la literatura la

fundación de una cultura nacional.5 Enrique Anderson Imbert. Historia de la Literatura Hispanoamericana I. (1991, 16)

28



De la corriente modernista, toma todos sus principios al comienzo de su obra

narrativa, pero se aleja de ella porque aún siendo huraño no quería encerrarse en

una torre de marfil, ya que su necesidad era otra: dar a conocer el hombre de su

tierra. Experimentó el lenguaje siguiendo el canon modernista pero se apartó de él

para centrarse en la naturaleza. Amaba lo cotidiano, y los personajes de sus cuentos

no son héroes en busca de princesas, sino seres tratando de sobrevivir en medio de la

naturaleza agreste.

De los textos de Quiroga tomados para este estudio se desprende que en el

autor hay un apego hacia sus raíces, ya que en su literatura muestra el espacio

geográfico de su entorno. Es la población de Misiones la que está reflejada en estasnarraciones, por lo tanto no se observa el desarraigo que se presenta en los

modernistas y muchos otros elementos y/o aspectos, como el refinamiento o el

esteticismo que se despliega en las obras modernistas.

Desde nuestra perspectiva, y tomando en cuenta los textos de Quiroga que

aquí se analizan, sería pertinente ubicar al escritor dentro de las corrientes literarias

del Naturalismo y el Realismo.

En Hispanoamérica el Naturalismo y el Realismo son movimientos quecoincidieron6, es decir, se dieron simultáneamente, y en su obra nuestro escritor,

aparte de mostrar aspectos de las corrientes ya mencionadas, tiene mayor

preferencia por éstas dos últimas, pues en su narrativa encontramos que los

personajes se presentan abrumados por el ambiente circundante, aspectos propios de

los escritores naturalistas. Se diferencia de ellos por la poca o casi nula descripción

que se hace de los personajes o del ambiente dentro de los textos.

Tomemos como ejemplo el cuento “El hijo”. No sabemos casi nada de la vida

de esos dos personajes, sólo se infiere que viven en un ambiente campestre y les

gusta la cacería, y así sucede con las demás narraciones, exceptuando “Los

destiladores de naranja” donde el narrador nos da noticias de algunos personajes.

6 Seymour Menton. El Cuento Hispanoamericano. (1992,114)

29



Además, los naturalistas debían hacer largas descripciones de los

personajes,7 y Quiroga en su Decálogo del perfecto Cuentista (1981) aconseja la

concreticidad de las narraciones. Lo ubicamos como naturalista porque Quiroga toma

en cuenta la destrucción que causa el ambiente salvaje sobre los personajes, sobre el

hombre.

Ya se ha expuesto en líneas anteriores que Quiroga retrata al hombre

americano en su cotidianidad, en su ambiente natural.

El Realismo se interesa por reflejar la vida y las

costumbres con un más profundo sentido de eso quellamamos la realidad exterior. Retrata lo que el escritor

palpa y ve del mundo que lo rodea (…) El escritor realista

prefiere describir lo que observa en el mundo, en vez de

imaginarlo o inventarlo. (Coronado, M, 2000, 16).

Quiroga coloca al personaje en la naturaleza con su rutina, y toma un

momento de ese quehacer diario del hombre rural, tal vez, para mostrar al lector la

vida en Hispanoamérica en esa época; lo que hace, siente, piensa y sufre este ser, en

este caso el hombre de Misiones, de Uruguay; su gente con la que convive todos los

días, pues él también forma parte de esa población.

El escritor en referencia es realista-regionalista, pues según Rodríguez

Monegal (1992), en Hispanoamérica el Realismo tiene dos vertientes: la regionalista

o arraigo, y la cosmopolita o evasión. Quiroga se queda en América y expresa en

términos originales el paisaje natural y humano en el que vive.

En este sentido, se puede decir que Quiroga fue un gran observador, quesupo ver la situación en que vivían las gentes de América para ese momento. Los

mostró en su ambiente rural, donde no sólo importa lo natural sino también el

7 Idem, 115

30



hombre. Emir Rodríguez Monegal refiriéndose a la presencia de la selva y al hombre

en sus narraciones señala:

Lo que él estaba descubriendo en plena selva sería el camino

que habría de recorrer buena parte de la literatura

hispanoamericana de su tiempo, desde José Eustasio Rivera

con su Vorágine (1924) hasta Rómulo Gallegos con su Doña

Bárbara (1929): el camino de la novela de la tierra y del

hombre que lucha ciegamente contra ella, fatalizado por la

geografía, aplastado por el medio.(Rodríguez. M, E, 1976, 74).

Como ya se señaló, hay escritores realistas regionalistas que se centran en la

exposición de las costumbres y psicología del hombre de América; el escritor que

nos ocupa trata a este hombre pero en una forma diferente; lo da a conocer a través

del contexto en sus narraciones, es decir, no se detiene a hablar del sujeto sino que

ofrece una anécdota y la desarrolla. Allí va implícita la personalidad del personaje,

y el lector debe descubrirla a medida que lee.

Tal vez este estilo con que Quiroga trata a sus personajes responde a su

concepción del cuento, pues señala: “Un cuento es una novela depurada de ripios”8.

No hay tiempo ni espacio para describir los hábitos y costumbres del personaje,

éste se presenta en su ambiente y desde allí se da una visión de lo que es y hace,

pero sin enfocar el hilo narrativo en este aspecto sino en su lucha dentro del medio

donde está inmerso.

Menciona Etcheverry, haciendo referencia a este aspecto: “Él rechaza las

voces y expresiones regionalistas y folklóricas (…) la psicología debe conseguirse por su actuación y no por su léxico” (Etcheverry, J. E, La Retórica del cuento

(1976) En A. Flores. Aproximaciones a Horacio Quiroga, p. 171). En los cuentos de

Quiroga lo que importa es lo que los personajes dicen, pues lo que se quiere

8 Horacio Quiroga. “Decálogo del Perfecto Cuentista”, en Cuentos (1993, 307)

31



denunciar es la forma cómo viven y los problemas que se les presentan a los

actantes.

Pablo Brescia (2002), al clasificar a Horacio Quiroga, reconoce la dificultad

para ubicarlo en un género narrativo determinado, llegando a decir que también

pertenece a la vanguardia por los aspectos innovadores de su cuentística.

Aunque ubicado en los manuales de literatura como

precursor de la novela de la tierra”, Quiroga es difícil de

calificar. Si es algo, es vanguardista por su heterogeneidad

narrativa; por el establecimiento definitivo, gracias a suobra, del cuento como género literario en la literatura

hispanoamericana, por su búsqueda de un estilo como él

mismo decía “a machetazos”; por su continuo cruce de

fronteras geográficas, lingüísticas y psicológicas y,

finalmente por su elástica figura: algodonero, yerbatero…

(BRESCIA, P, en la Revista Quimera, 2002 No 218, 219,

66).

Quiroga toma aspectos de estas cinco corrientes narrativas: Romanticismo,

Modernismo, Naturalismo, Realismo y Vanguardismo, porque en sus textos

encontramos temas o principios que plantean estas corrientes, pero que él supo dejar

de lado para no alejarse de su verdadero camino. Él quería que se conociera a través

de su escritura la vivencia del hombre americano, y su relación con la tierra.

En el caso del cuento “La insolación”, el triunfo de la naturaleza sobre el

hombre es evidente. Cuando míster Jones entra al pajonal, significa que va a

comenzar su agonía: la falta de respiración, el fuerte latido de las arterias que le

producían una sensación muy extraña en la cabeza, los mareos. Todos estos

síntomas indican que está sufriendo, víctima del exceso de calor, y que morirá.

32



Míster Jones lo atravesó, sin embargo, braceándose entre la

paja restallante y polvorienta por el barro que dejaban las

crecientes, ahogado de fatiga y acres vahos de nitratos.

(…)

El aire faltaba, con la angustia cardiaca que no le permitía

concluir la respiración.

(…)

Desde hacía rato le golpeaba en los oídos el latido de la

carótida. Sentíase en el aire, como si dentro de la cabeza le

empujaran el cráneo hacia arriba. Se mareaba mirando el

pasto. (Quiroga, H, 1993, 76).

A míster Jones se le van agotando las capacidades físicas y mentales por la

presencia de esa naturaleza implacable, sumergiéndose en la desesperanza, perdiendo

la noción del tiempo y del espacio. En la narración, de pronto aparece un clon de

míster Jones (los perros lo ven). Cuando el verdadero míster Jones está en agonía el

clon, que observan los fox-terrriers, aprovecha para apoderarse de él y aniquilarlo.

En el momento en que el hombre del pajonal y su réplica entran en contacto, el primero cae, desplomándose completamente, así muere.

Al igual que en el cuento "A la deriva", en "El almohadón de plumas", la

agonía del personaje se inicia desde el momento en que comienza la narración, pues

desde la primera línea que inicia el cuento, Alicia (protagonista), es mostrada como

una persona que sufre; cada día se ha debilitado más.

Existe aquí una especie de clímax, es decir, la agonía de Alicia es bastante

prolongado, pero llega un momento en que el sufrimiento de ésta es insoportable y

pierde el conocimiento, agudizándose su agonía.

Su luna de miel fue un largo escalofrío

(...)

Tuvo un ligero ataque de influenza que se arrastró

insidiosamente días y (…) Mas, Alicia no se reponía nunca.

33



(...)

Alicia fue extinguiéndose en subdelirios de anemia, agravados

de tarde, (...)

Perdió luego el conocimiento. Los días finales deliró sin cesar

a media voz. (Quiroga. H, 1993, 34, 35, 36).

La agonía de Alicia se ha presente por todo el texto, pero se puede señalar

como el momento culminante, cuando experimenta las alucinaciones y en una de

ellas ve a su esposo Jordán trasfigurado en un horrible monstruo.

En sus últimos días, a Alicia se le perturba la razón y su agonía es más aguda.El texto sólo da a conocer que se sumergió en constantes delirios, mas no describe,

no muestra explícitamente los últimos momentos que vive Alicia.

Pareciera que en "El almohadón de plumas", la atención del narrador se centra

en el horrible animal que succiona a Alicia y no en la muerte misma del personaje;

aunque venimos siguiendo la huella de la agonía del personaje, sin embargo, nos

encontramos con que la protagonista muere y el narrador no presta mucha atención a

este hecho. Es una muerte diferente a la que se presenta en los cuentos analizados

hasta aquí, pues el texto no se centra en el deceso mismo del protagonista sino en el

elemento que causa su muerte.

En el cuento "El regreso de Anaconda", el instante agónico se hace presente

cuando la serpiente Anaconda recibe un disparo en la cabeza.

..., cuando distinguió un pequeño copo de humo en la proa del

vaporcito, y su cabeza golpeó contra los palos del embalsado.

(...)Tenía, sin embargo, la impresión de que algo le había pasado.

Sentía el cuerpo dormido, primero; y luego una tendencia a

balancear el cuello, como si las cosas y no su cabeza, se

pusieran a danzar oscureciéndose. (Quiroga, H, 1993, 276).

34



La serpiente no tiene conciencia de su agonía, al contrario; toma ese hecho

extraño como un sueño. No está consciente de que sufre un proceso agonizante, que

experimenta la agonía de la muerte.

Anaconda regresa a la tierra de sus antepasados, pero es algo irónico que sea

en ese preciso lugar donde encuentra la muerte, sorprendida tal vez, en su cotidiano

vivir. Allí halla su deceso. En "El hijo", "El hombre muerto", "A la deriva" y " La

insolación", no se observa esta inconsciencia de la muerte, pues los personajes de una

u otra forma saben que ha llegado el fin de su existir. Anaconda no lo experimenta

así. Por su condición de animal irracional, no tiene conciencia de que se debe nacer,

crecer y morir.El abuso del alcohol es el detonante que desencadena lo agónico en el cuento

"Los destiladores de naranja". Aquí un padre alcoholizado ve monstruos,

confundiendo a su hija con unos de ellos, y es este padre junto a su hija quienes

experimentan la agonía, con la salvedad de que la hija la vive más agudamente antes

de morir.

La muchacha acababa sin embargo de abrir los ojos, y su

mirada excavada y ebria ya de muerte, reconoció por fin a su

padre.

¡Qué hiciste papá!

(...)

Pobre papá... No es nada... ya me siento mucho mejor...

Mañana me levanto y concluyo todo... Me siento mucho mejor,

papá...

(...)

¡Yo me muero, papá...!- Hijita... - murmuró sólo el hombre.

-La criatura intentó respirar hondamente sin conseguirlo

tampoco. (Quiroga, H. 1993, 260).

35



A Else, el padre de la maestra, el abuso del alcohol lo ha hundido en un

estado deplorable. Experimenta la agonía en el transcurrir de su vida, pues es un ser

solitario, sumergido en el abismo del licor. Tal vez su agonía comienza después de

haber matado a su hija. Al estar consciente de haber dado muerte al ser amado, la

conciencia no lo dejará en paz. Psicológicamente su agonía será más intensa porque

desde el punto de vista de la psicología, cuando una persona mata o maltrata al ser

amado siente una especie de culpa. Su conciencia no lo dejará vivir en paz.

Los protagonistas de los cuentos “El hijo”, “El hombre muerto”, “A la deriva”

y “La insolación”, con su resistencia a través de la búsqueda de la ansiada mejoría o

tranquilidad, se niegan a la muerte, no admiten la realidad que los está invadiendo, esdecir, no aceptan que ha llegado su hora de morir. El narrador centra toda su atención

en los instantes agónicos que presentan los personajes de estas narraciones. Es allí

donde se producen las alucinaciones de quiénes realizan las acciones.

En el momento en que los actantes toman el fatal deceso como algo diferente

a esto, ellos alucinan; aquí se presenta una especie de realidad apartada ya del entorno

que los envolvía hasta entonces, es decir, al alucinar los protagonistas se separan del

mundo real, entran en otra realidad; podría verse como la realidad de la muerte.Cuando a los personajes les llega este acontecimiento extraño hasta entonces

para ellos, comienza una lucha, ya sea por medio de la contemplación de lo cotidiano

(“El hombre muerto”), la búsqueda de medicina (“A la deriva”), el deseo de salir del

pajonal (“La insolación”) o simplemente alucinar (“El hijo”), todos rechazan esa

“otra realidad”que los está envolviendo, y que finalmente los aniquila o trastorna.

En el primer cuento, el deceso del hijo llega sin previsión. La muerte se acerca

al sujeto (hijo), perturbando también al padre, pues éste comienza un proceso de

alucinación como una manera de evasión, de la no aceptación de la realidad que ha

invadido a su hijo.

En el segundo; “El hombre muerto”, el hombre que muere, se niega a aceptar

la muerte, se evade por medio de la contemplación de su bananal y de las cosas que

siempre lo han rodeado. En “A la deriva”, Paulino sabe que está muriendo, sin

36



embargo, lucha contra ese hecho extraño que lo acecha: viaja en una canoa por el

Paraná, pero no logra vencer el veneno. Éste surte su efecto, y Paulino muere en la

canoa.

En el cuarto cuento “La insolación”, míster Jones apresura la marcha para

escapar del pajonal pero sus esfuerzos son inútiles, pues no logra salir de allí y

perece, muere en la lucha directa con la naturaleza que lo aprisiona y le quita su

aliento de vida.

Los personajes: El hijo, El hombre, Paulino y míster Jones, están conscientes

de que van a morir, tal vez por ello inventan una forma de evasión y luchan. Quizás el

primero, el hijo, no esté totalmente consciente, pero un padre debe saber que un armade fuego en manos de un niño, representa un peligro inminente. Se muestra el rechazo

de las armas por parte del escritor, pues el niño se mató con una de ellas.

Otra cosa sucede en los cuentos “El almohadón de plumas”,”El regreso de

Anaconda” y “Los destiladores de naranja”, ya que los protagonistas, en el momento

antes de la muerte, de cierta forma aceptan esa “otra realidad” que los está

penetrando, es decir, no se observa en los respectivos personajes Alicia, Anaconda y

la Maestra, esa resistencia a la muerte que se ha venido mencionando.Alicia y la Maestra saben que se están muriendo, pero no accionan ningún

mecanismo de defensa, simplemente admiten lo que les sucede. Con la Anaconda

sucede algo particular; ella no está consciente, no sabe lo que le está pasando y toma

la muerte como un simple descanso (sueño), porque como ya se dijo en líneas

anteriores, ella es un animal irracional que no procesa las etapas de la vida.

Horacio Quiroga, refiriéndose a la muerte dirá: “… y él es el infinitamente

dulce descanso del sueño a que llamamos muerte” (Martínez. E. 1968, 107). En este

sentido Quiroga inscribe la muerte como un sueño por eso, aparte de lo dicho

anteriormente, cuando llega la muerte, Anaconda cree que es un sueño y nada más.

Podemos decir que en los cuentos que son objeto de estudio en esta

investigación se observa cómo el hombre debe luchar contra la naturaleza y ésta con

él, ambos pueden perecer en este enfrentamiento. “La selva acomete y el hombre trata

37



de defenderse. Arrecia el ataque y se redobla la resistencia. La lucha continúa hasta

que el hombre cae desecho.”(Correa. G, L. (1976) La selva y sus conflictos b) Los

trabajadores En A. Flores (Comp.) Aproximaciones a Horacio Quiroga, 129), el

hombre debe sostener una constante lucha con el medio donde se desenvuelve para

poder sobrevivir.

El hombre que Horacio Quiroga retrata en sus narraciones es el de Misiones,

una población que si se quiere, está en mitad de la selva. Ésta tiene su estructura

funcional y cuando un intruso (Hombre) entra en sus dominios ella se defiende, pero

el agresor también se ampara con sus mecanismos y estrategias, que al lado de la

inmensidad natural quedan reducidos a casi nada. De ello se desprende que Quiroga pertenece al género literario del realismo regionalista típico: integrado por el paisaje y

por el hombre.9

Cabe señalar aquí que los personajes, por medio de su imaginación

(mecanismos- estrategias), ponen en práctica formas de evasión, como la alucinación.

Dice Nicolás Bratosevich; “Y es que para Quiroga cuanto más auténtica es la

realidad, más desaforada, alucinatoria y fantástica se nos presenta.” (En Los

desterrados como libro en A. Flores (Comp.) (1976) Aproximaciones a HoracioQuiroga, 253). Cuanto más verdadero parece ser el acontecimiento, más se turban

los personajes, crece aun más ese deseo de no querer experimentar ese hecho, y la

evasión de la realidad se ofrece con mayor intensidad.

En los cuentos “El hijo”, “El hombre muerto”, “A la deriva”, “La

insolación”, “El almohadón de plumas”, “El regreso de Anaconda” y “Los

destiladores de naranja”, la presencia de la muerte solamente está sugerida

ligeramente, es decir, el lector participa en el relato imaginándose la representación o

llegada de la muerte al sujeto- personaje, pues no se dice explícitamente, sino que se

insinúa. Llega un momento en que el lector puede suponer que los personajes están

vivos, pero al finalizar la narración, el lector comprende que irremediablemente han

muerto víctimas de la naturaleza o del mismo hombre.

9 Emir Rodríguez M. Narradores de esta América. (1976, 40)

38



Cuando los personajes de los cuentos son tocados por lo desconocido para

ellos hasta entonces: una inserción de un machete, una bala accidental o premeditada,

una mordedura de animal venenoso o mortal, un exceso de sol o alcohol, un fuerte

golpe en la cabeza (son acontecimientos que el hombre no está habituado a ver o

sentir). Se observa en ellos, como ya se dijo, una resistencia, y este deseo de

salvación los coloca frente a las alucinaciones.

Se produce una lucha constante con eso que no es frecuente pero que está

allí implícito en la vida de los mismos personajes, es un aspecto ontológico 10 porque

cada ser lo lleva en su constitución física, espiritual y se puede manifestar cuando él

menos lo espera, pero necesita un detonante o una causa para que venga a presencia.Los personajes antes de su deceso dan la impresión de sufrimiento, pues la

muerte los sorprende en su vivir cotidiano y para no ver realmente el suceso toman

una cosa por otra11, es una resistencia a morir. Aunque con todo y que están insertos

en el medio físico en el que aparecen inscritos, los sujetos no desean morir y se

aferran a esa realidad que desde hace sólo minutos no les pertenece más.

Es interesante como en el momento agónico se observa en los protagonistas

trastornos psicosensoriales, pues cuando les llega el hecho extraño de la muerte,imaginan que es otra cosa, no la aceptan, ya que el acercamiento a la muerte lo

admiten como un descanso, tanto así que nos atrevemos a decir que ellos se mueren

pensando que van a volver a despertar cuando ya el sueño haya cumplido su función.

La Alteridad

En los cuentos que venimos estudiando, se presenta un momento en la

narración donde el personaje se aleja de la realidad circundante; cuando esto ocurreestamos en presencia de lo alterno, es decir, esa ocasión para alejarse de su realidad y

ser o existir en otra dimensión distinta a la real, hace posible la alteridad.

10 Víctor Bravo. Los Poderes de la Ficción. (1993, 116)11 José Echeverri. En Aproximaciones a Horacio Quiroga. (1976, 274)

39



La producción de lo literario supone la puesta en escena de la

alteridad: a través del intento de anulación o profundización

de esa complejidad que lo constituye (la alteridad)…, la

posibilidad de crear un ámbito “otro” respecto al mundo, es

poner en escena la alteridad. (Bravo, V, 1993,20).

El discurso literario concebido desde esta perspectiva puede verse como un

ámbito “otro”, pues se podría decir que es el lenguaje hablando del lenguaje, la

palabra se desdobla para hablar de sí misma. El discurso literario tiene la cualidad deser otro espacio respecto a la realidad del mundo circundante. Lo real está poblado de

lo alterno (dualidades) y para controlar esto, el hombre ordena y sacraliza algunos

referentes del mundo. La posibilidad de crear universos distintos, diferentes al

universo real, es la alteridad.

Nos parece adecuado señalar lo expresado por el máximo líder religioso de

occidente hace dos mil (2000) años, Jesús, cuando estando frente a Poncio Pilato en

el interrogatorio, éste le pregunta si Él era el Rey de los Judíos: “Respondió Jesús: Mi

Reino no es de este mundo; si mi Reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían

para que yo no fuera entregado a los Judíos, pero mi Reino no es de aquí”. (San Juan,

18:36). Con estas palabras quería significar que existe otro mundo aparte del que

nosotros conocemos.

La muerte parece ser la puerta que abre ese otro mundo alterno, el de la

eternidad, según la doctrina que enseña la religión católica y otras religiones. En

esta religión, se tiene como recompensa la vida eterna si el ser humano ha actuado

bien, siguiendo los principios establecidos por esta religión.

En el cuento “El hijo”, la alteridad se produce cuando el padre se niega a

aceptar la muerte de su hijo y alucina. Esta alucinación es la puerta de entrada hacia

un mundo diferente a la realidad de ese hombre, un agricultor; esa posibilidad de otro

40



universo también autónomo, pero alejado de la realidad como conjunto de lógicas,

acontecimientos y contextos previsibles, en los cuales el sujeto actúa.

Ya antes, en plena dicha y paz ese padre ha sufrido la

alucinación de su hijo rodando con la frente abierta por una

bala al cromo níquel.

(…)

Las fuerzas que permiten entregar un pobre padre

alucinado a la más atroz pesadilla tienen también un límite.

Y el nuestro siente que las suyas se le escapan, cuando ve

bruscamente desembocar de un pique lateral a su hijo.

(Quiroga, H. 1993. 296, 297).

La certidumbre de la muerte del hijo genera lo alterno, pues el padre por

medio de la alucinación se sumerge en otro mundo, donde su hijo vive. Es decir, su

hijo en la realidad “real” ha estado muerto desde las diez (10:00 a. m), pero en el

espacio “otro” creado por su alucinación, este hijo aún vive y abraza al padre. Es en

este hecho donde se centra la alteridad; gracias a la alucinación la apertura de la puerta de otro mundo se genera, sucediendo de esta forma lo alterno.

El fenómeno de la alteridad en el cuento “El hombre muerto”, se produce

cuando se le inserta el machete en el vientre al personaje. Desde ese momento el

sujeto comienza a contemplar las cosas cotidianas, desde una perspectiva distinta y de

hecho el cuento así lo narra;

Apreció mentalmente la extensión y la trayectoria del

machete dentro de su vientre, y adquirió, fría, matemática

e inexorablemente, la seguridad de que acababa de llegar el

término de su existencia. (Quiroga, H. 1993,190).

La inserción del machete en el vientre del hombre abre, de cierta forma, la

puerta de entrada hacia esa otra realidad; ese sólo hecho desencadena lo alterno,

41



hace que ese hombre se despegue de su realidad circundante y se sumerge en la

alucinación que lo trasporta, al principio mentalmente, hacia una realidad distinta, y

luego, lo traslada también físicamente. A partir de este momento la narración se

desarrolla en ese mundo creado por el personaje para evadirse de su realidad actual, y

allí perece el sujeto.

En "A la deriva", las dos primeras oraciones sirven de marco a la alteridad, es

decir, la mordedura de la serpiente es el puente que une lo real con lo alterno, con ese

otro mundo que es desconocido para el personaje pero que de alguna manera suaviza

su dolor por la partida.

El hombre pisó algo blancuzco y en seguida sintió la

mordedura en el pie. Saltó adelante, al volverse con

un juramento vio una yaracacusú que arrollada sobre

sí misma, esperaba otro ataque. (Quiroga, H. 1993.

78).

Es en este primer párrafo donde se inicia el trastrocamiento de la realidad quehasta entonces rodea al personaje. La mordedura representa el acceso hacia otra

realidad, son dos pequeños huecos, que gracias a esos diminutos orificios lo alterno

irrumpe, penetra la realidad del ser.

Generalmente lo alterno, cuando se manifiesta, viene acompañado de lo

fantástico produciéndose un desequilibrio en quien lo experimenta, anulando la

realidad, es decir, ocupando el espacio de ésta. En “La insolación", esto sucede

cuando los rayos del sol penetran literalmente la piel de míster Jones, perturbando y

anulando sus capacidades vitales.

Míster Jones lo atravesó, sin embargo, braceando entre

la paja restallante y polvorienta por el barro que dejaban

las crecientes, ahogado de fatiga y acres vahos de nitrato.

42



(...)

El aire faltaba, con la angustia cardiaca que no le

permitía concluir la respiración.

(…)

Miró atrás y la cabeza se le fue en un nuevo vértigo.

(Quiroga. H. 1993, 41).

Es interesante ver cómo en este texto, antes que se abra la puerta de acceso

hacia esa "otra realidad", ya lo fantástico se ha hecho presente, pues los fox-terriers

ya han visto a míster Jones, es decir, antes de que haya fallecido los perros lo han

visto en forma fantasmagórica. Se manifiesta aquí un planteamiento muy antiguo y

que es del argot popular, donde el ser que va a morir “desanda”, pues se dice que su

espíritu corre por lugares conocidos antes de morir.

En este cuento, a diferencia de los demás en estudio, lo alterno tiene el poder

de filtrarse en la realidad del mundo real sin ninguna puerta de acceso. En la

narración observamos el fantasma de míster Jones sentado en un tronco, pero el

verdadero míster Jones aparentemente está bien. No se ha producido el hecho que

separa la realidad de lo alterno, y este último ya se ha hecho presente, pero necesita

el “orificio” de acceso para poder ocupar la realidad, lo que nos hace suponer que

esta posibilidad de acceso (la alteridad) es lo que le permite a lo alterno destruir y

ocupar el lugar de la realidad, es decir, la constitución del individuo, en este caso del

personaje.

Cuando se duda de las verdades que ha implantado la cultura o la religión, y

existe la factibilidad de crear otros mundos el ser enfrenta la alteridad. Desde esta

perspectiva se puede decir que esos otros mundos están ocultos “en los mismos pliegues de lo real"12, pues pueden generarse del resquebrajamiento de la

representación.

12 Víctor Bravo. Los Poderes de la Ficción. (1993, 15)

43



En el cuento "El almohadón de plumas", las constantes alucinaciones de

Alicia abren el camino hacia lo alterno. "Pronto Alicia comenzó a tener

alucinaciones, confusas y flotantes al principio y que descendieron luego al ras del

suelo.” (Quiroga, H. 1993, 35). Las alucinaciones experimentadas por la protagonista

le permiten al narrador introducir la alteridad, se crea un ámbito "otro" del cual no

podrá salir y allí perecerá irremediablemente.

En "El regreso de Anaconda", basta sólo un ligero "golpecito seco"13 y se

inician las alucinaciones. "Miraba indiferente hacia aquello cuando distinguió un

pequeño copo de humo en la proa del vaporcito, y su cabeza golpeó contra los palos

del embalsado." (Quiroga, H, 1993, 276). La bala disparada es la responsable de quese quiebre la certidumbre de los constituyentes del mundo, es decir, la bala

resquebraja lo real y abre la posibilidad de crear otros mundos: el alucinado. Allí

Anaconda es aniquilada, su primera realidad es ocupada por otra.

El “otro" aniquilador que se presenta para tachar a un yo, en el cuento "Los

destiladores de naranja", es el Doctor Else, un biólogo sueco, a quien el exceso de

alcohol le disminuyó notablemente sus actitudes y aptitudes. En este texto se puede

decir que la puerta hacia esa otra realidad se va abriendo paulatinamente, pues Elseingiere grandes cantidades de alcohol continuamente. Éste va destruyendo sus

capacidades vitales, llegando un momento en que se manifiesta ese otro mundo

acompañado de sus monstruos.

..., a la hora en que el médico comenzaba a ver alimañas

raras prendidas del dorso de su mano.

(...)

De golpe la monstruosa rata surgió en la puerta, Se

detuvo un momento a mirarlo y avanzó por fin contra

él, Else enloquecido de terror lanzó hacia ella el leño

con todas sus fuerzas. (Quiroga, H. 1993, 259,260).

13 Horacio Quiroga. “El regreso de Anaconda”. Publicado en 1925.

44



Else sufre un conjunto de trastornos mentales causados por lesión o difusión

cerebral a consecuencia del abuso alcohólico. En la medicina esto se llama psicosis

alcohólica. Cuando la ingesta de alcohol es interrumpida o disminuida sin una

adecuada alimentación, el individuo presenta el llamado Delirium Tremens.

Así, en quien ingiere el alcohol se produce la alucinosis alcohólica, cuando el

alcohólico presenta alucinaciones visuales, auditivas, al mismo tiempo siente miedo

y sufre delirio de persecución. Y esto es precisamente lo que le sucede a Else. Deja

de ingerir alcohol por la llegada de su hija, suprime de golpe el sostén de su vida 14

originándose la alucinosis.Esta psicosis alcohólica es la hendidura por la cual penetra lo alterno, la

abertura o la grieta (alteridad) por la cual el mundo alterno se hace presente y la

alucinosis alcohólica (manifestación de la psicosis alcohólica) es la que proporciona

lo fantástico, pues crea otro mundo, que es el experimentado por Else, el de los

monstruos.

Ese mundo de monstruos se posesiona del Doctor Else y causa la muerte de la

maestra, su hija; en ella también se presenta lo alterno, es decir, hace posible que segenere otra realidad, cuando Else la confunde con una gran rata, recibiendo el golpe

con el leño. Allí se abre hacia otro espacio que la invade.

En este sentido, en el texto “Los destiladores de naranja", se presentan dos

mundos alternos que envuelven a los personajes: el de Else que lo aniquila física y

mentalmente por el consumo de alcohol, pero no le destruye completamente su

realidad, y el de su hija que al recibir el fuerte golpe transcurre segundos en agonía, y

luego se muere, es decir, en el espacio circundante de Else, ese mundo alterno

aparece sólo por momentos pero no lo anula completamente; en el ambiente de la

maestra lo alterno se manifiesta una sola vez, y anula su realidad, la ocupa

definitivamente.

14 Horacio Quiroga. “Los destiladores de naranja”. (1981, 259)

45



Con lo dicho hasta aquí, se debe señalar que la presencia de esa puerta hacia

otra realidad nos indica ya, que el sujeto ha entrado en otro espacio diferente a su

realidad, pues la incisión nos muestra que se ha dado la alteridad, allí se presentan

dos espacios diferentes pero en correspondencia mutua.

Destacamos que la alteridad, la presencia de dos

ámbitos distintos y sin embargo en interrelación,

supone, aparte de los dos universos, una frontera, un

límite que separa sus territorios y que se convierte

también en elemento significativo. (Bravo, V, 1993,35)

Al producirse lo alterno se crean dos ámbitos: el real y lo alterno. El

segundo tiene autonomía aunque no absoluta, pues siempre estará relacionado con lo

real, es decir, esa “otra realidad” se constituye a partir de los referentes del mundo, su

autonomía reside en la relación que establece con lo real del universo donde se

encuentra el lector.En este sentido se puede decir que Quiroga tiene en su escritura dos formas

de alteridad: por un parte, la que propone con su narración (el texto en sí es una

dualidad), y en segundo lugar él crea “otra realidad” dentro de esa realidad textual

pues como se explica en líneas anteriores los personajes en la realidad textual se

encuentran en su ambiente natural, luego el Mal los toca y crean con la evasión lo

alterno, otro mundo donde también existen por cuestión de minutos ya que allí

perecen.

Tal vez Quiroga, y desde esta perspectiva, quiere significar que cada vez que

se genere “otra realidad” en la realidad textual, ésta es aniquilada porque cuando esa

“otra realidad” (alterna) se apodera completamente del protagonista el cuento acaba.

Esto sucede en “El hijo”, “El hombre muerto”, “La insolación”, “A la deriva” y “Los

destiladores de naranja”. En los otros dos cuentos en estudio “El almohadón de

46



plumas” y “El regreso de Anaconda”, después que esa “otra realidad” se presenta,

bastan sólo líneas para que culmine la narración.

Como quiera que sea, esas dos realidades alternas que se están tratando,

están relacionadas con lo real, porque toman los elementos con que se constituye el

mundo real.

Lo Fantástico

Hay un límite entre la realidad o los referentes del universo y la alteridad u

otro ámbito respecto al mundo. Al violarse este límite de separación, esta frontera,estamos en presencia de lo alterno, generándose dos ámbitos distintos, y cuando uno

de estos dos espacios invade al otro estamos en presencia de lo fantástico.

Castex (1969, 8) en Le Conte Fantastique en France, señala que: "Lo

fantástico se caracteriza por una intrusión brutal del misterio en el marco de la vida

real.". Cuando se introduce en la cotidianidad un acontecimiento inaccesible a la

razón, que no puede comprenderse o explicarse por medio de ésta, estamos en

presencia de lo fantástico.

Se debe mencionar aquí que no solamente en los cuentos estudiados en esta

investigación este aspecto misterioso se presenta en forma cruel y violenta, pues en el

mundo real del hombre, en el espacio donde se encuentran los referentes en los que

se apoya la obra literaria, este hecho tiene las mismas características. Según Louis

Vax (1979, 30).:

El relato fantástico nos presenta por lo general a un hombre,

que como nosotros, habita el mundo real pero que de pronto

se encuentra ante lo inexplicable (...), lo fantástico se nutredel escándalo de la razón (...), lo fantástico exige la irrupción

de un elemento sobrenatural en un mundo sujeto a la razón.

47



Lo fantástico, entonces, es un desequilibrio en un mundo sujeto a la lógica,

fundamentado en la razón. Cuando en la normalidad natural del hombre se presenta

un acontecimiento insólito que no se adapta al mundo real, sujeto a la lógica,

produciéndose un asombro en quien lo experimenta, se engendra lo fantástico.

Castex (1969) y Vax (1979) proponen que lo fantástico es una irrupción en la

apacible cotidianidad del hombre, y que este acontecimiento no puede ser explicado

a través de la razón, pues con su aparición se quiebra de cierto modo, la estabilidad

del mundo y de las leyes que lo rigen.

En el cuento "El hijo” el sujeto que es el padre, perturbado por la certidumbre

de la muerte de su hijo, recurre a la alucinación, trayendo a presencia lo alterno, y junto a ello lo fantástico, pues se quiebra con la alucinación del padre la estabilidad

del mundo real, se rompe lo que de lógico había en él.

-Chiquito... -murmura el hombre. Y, exhausto se deja caer

sentado en la arena albeante, rodeando con los brazos las

piernas de su hijo.

La criatura, así ceñida, queda de pie; y como comprende

el dolor de su padre le acaricia despacio la cabeza:

-Pobre papá...

(...)

Juntos ahora, padre e hijo emprenden el regreso a la casa.

(...)

Sonríe de alucinada felicidad... pues ese padre va solo.

(Quiroga. H. 1993, 297).

El padre, convencido que su hijo ha muerto, vacila y evade la realidad por el

dolor que esto le causa, surgiendo de esta forma lo fantástico, pues la muerte del hijo

perturba al padre, y lo sumerge en la alucinación, anulando así las certezas y

proposiciones sobre tiempo y espacio que conforman las dimensiones del ser y del

mundo.

48



También podría verse la unión del Padre y el Hijo que se plasma en La Biblia.

El padre que muestra el narrador del cuento “El hijo” crea ese mundo de alucinación

para unirse de cierta manera con su hijo. Según La Biblia: “Todavía un poco, y no

me veréis; y de nuevo un poco, y me veréis; porque yo voy al Padre (…) Salí del

Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo, y voy al Padre.” (San Juan,

16:16, 28), Jesús debe morir para ser parte del mundo del Padre (Dios). En el cuento

“El hijo", este hecho es contrario, es el padre quien se abstrae de su realidad para

entrar al mundo donde ahora se encuentra el hijo.

Se expone la comparación del Padre que se menciona en La Biblia y el padre

al que hace alusión Quiroga por la forma cómo el narrador utiliza la palabra “padre”,ya que en el texto, esta palabra está mencionada veinte y seis (26) veces, y además

se expresa textualmente: “Juntos ahora, padre e hijo emprenden el camino a casa.”

(QUIROGA, H, 1993, 296), este párrafo nos transporta de cierta forma a la Biblia.

Lo que llama la atención en este texto es esa insistencia en el padre, y la

inversión de los valores propuestos en el texto bíblico. Además en la literatura

latinoamericana del siglo XIX y XX se observa un motivo literario que se reitera, la

búsqueda del padre. Se muestra al hijo buscando al padre. Unos ejemplos claros deeste tema literario son las novelas Pedro Páramo de Juan Rulfo y Mi Padre, el

Inmigrante de Vicente Gerbasi; entre otros. En “El hijo” este proceso se invierte, ya

que es el padre quien está en la búsqueda del hijo.

En La Biblia, el Padre es el ser supremo, el Todopoderoso, sólo a él se debe

obedecer; Jesús en vísperas de su crucifixión dice: “Padre mío, si es posible, pasa de

mí esta copa, pero no sea como yo quiera sino como Tú” (San Mateo, 26:39), y se

impone el deseo del Padre. En el cuento “El hijo”, el padre es el sacrificado, se

desequilibra emocionalmente para ir hasta su hijo. Hay en este sentido, una especie

de inversión de esos valores que propone La Biblia, pues Jesús debe morir para ir al

encuentro del Padre; para así salvar a los hombres del pecado y garantizarles la vida

eterna.

49



En el texto bíblico es en el Padre donde reside la importancia, obedeciendo

una orden de Éste su hijo debe morir para que se pueda dar el encuentro entre Dios y

su Hijo. En el cuento “El hijo” pareciera ser que es en el hijo donde reside la

importancia; el padre se vuelve nada ante la desaparición del hijo. En La Biblia, el

Padre se fortalece aún más con la desaparición física de Jesús, su Hijo. Según Roger

Caillois, en Au Cour Fantastique (1970, 161) , propone que:

Lo fantástico pone de manifiesto un escándalo, una

ruptura, una irrupción insólita, casi insoportable en el

mundo real. (...), nos encontramos con un hecho fantásticocuando lo sobrenatural aparece como una ruptura de la

coherencia universal. El prodigio se vuelve aquí una

agresión prohibida, amenazadora, que quiebra la

estabilidad de un mundo en el cual las leyes hasta

entonces eran tenidas por rigurosas e inmutables. (...) Lo

fantástico aparece cuando un texto narrativo se estructura

a partir de la coexistencia conflictiva desde el punto de

vista de la razón, de los órdenes; natural y sobrenatural.(...) Todo lo fantástico es una ruptura del orden

reconocido, una irrupción inadmisible en el seno de la

inalterable legalidad cotidiana.

Lo fantástico desestabiliza la facultad o principios de explicación de la

realidad, es decir, para explicar este hecho inadmisible que se hace presente, este

acontecimiento desconocido hasta entonces para el hombre, la razón no tiene ninguna

respuesta que pueda ser certera, no se puede interpretar este hecho por medio de las

lógicas que rigen el mundo de lo real.

Cuando este hecho se presenta, las leyes que rigen lo real quedan abolidas,

desde el punto de vista de la logicidad que envuelve el universo.

50



Este autor plantea lo fantástico como los dos teóricos anteriores (Castex y

Vax): "Irrupción en lo cotidiano" de un acontecimiento que no se puede explicar a

través de la razón. Es decir, en el quehacer del hombre se presenta algo que escapa a

lo natural, sustentado éste en argumentos lógicos, y se genera un desequilibrio en ese

espacio que estaba hasta entonces lógicamente constituido.

En el cuento "El hijo", al padre se le presenta la muerte de su hijo

(acontecimiento insólito), en su cotidianidad (está trabajando), es uno de esos tantos

días en que su hijo sale a cazar ¿Qué puede salir mal? Lo inesperado irrumpe y crea

el universo alucinado. Y allí su hijo vive, pero no hay una respuesta para explicar

cómo ese hijo sigue vivo, si ya murió en un alambrado. En esta ilusión, percepción,alucinación no lógica reside lo fantástico.

Cuando el padre regresa a la casa con su hijo abrazado, ya se encuentra en ese

''otro mundo”. Este suceso es algo que en el ser como tal no es común observar, pues

universalmente está planteado que el ser al morir, no vuelve a aparecer como vivo en

su mundo, aunque puede aparecer en otro. Es en ese "otro" universo, donde se

encuentra el padre con su alucinación.

En el cuento "El hombre muerto", el hecho fantástico se representa cuando elnarrador expresa:

Sólo él es distinto. Desde hace dos minutos su persona, su

personalidad viviente, nada tiene ya que ver ni con el

potrero (...). Ni con el bananal, (...). Ni con su familia.

(...)

... Hace dos minutos: se muere. (Quiroga, H. 1993, 192).

El hombre con su cómoda postura, aunque todavía respira, es parte ya de otrarealidad. Lo invade una especie de pesadilla, donde éste duda de su muerte, pues

nada ha cambiado en el ambiente, tal como lo expresa la primera oración de la cita:

"Sólo él es distinto", nos indica que ya es "otro", un "otro" se ha apoderado de él y lo

ha arrancado bruscamente de su realidad y se impone el agresor.

51



Con el deceso del protagonista, se da una transferencia de entidades, éste deja

la realidad y pasa a formar parte de otra (lo alterno). La invasión se produce y sólo

uno es el conquistador de la realidad, en este caso lo alterno es el aspecto vencedor.

En "A la deriva", lo fantástico lo encontramos en la mejoría falsa y repentina

del personaje Paulino.

..., enderezó pesadamente la cabeza: se sentía mejor, la

pierna le dolía apenas, la sed disminuía, y su pecho, libre

ya, se abría en lenta inspiración.

(...)El bienestar avanzaba y con él una somnolencia de

recuerdos. No sentía ya nada ni en la pierna ni en el

vientre. (Quiroga. H. 1993, 79).

Ese bienestar inesperado que siente el protagonista, sugiere la presencia de

"otro" que lo está aniquilando, ocupando su lugar y su espacio. Aquí lo fantástico

irrumpe en el ámbito de lo cotidiano del hombre.

Cuando el personaje se pone en contacto con la naturaleza, es decir, cuando la

culebra muerde al hombre (transgrede el límite que separa lo real del viviente de lo

alterno), el veneno se introduce en él para anular su realidad, rompe con el orden

racional. En este espacio el hombre siente una mejoría segundos antes de emitir su

último suspiro. En esta extraña mejoría reside o se centra lo fantástico que el cuento

posee.

Hay una fuerza desconocida en el cuento "La insolación" que revela ese otro

orden oculto, misterioso: la muerte.

Allí, el cachorro vio de pronto a míster Jones que lo

miraba fijamente, sentado sobre un tronco. Old se puso

52



de pie, meneando el rabo. Los otros levantáronse

también, pero erizados.

(...)

El cachorro, incrédulo fue a avanzar pero Prínce le

mostró los dientes:

- No es él, es la Muerte. El cachorro se erizó de miedo

y retrocedió al grupo. (Quiroga, H. 1993, 38,).

-

Míster Jones aparece en un lugar, estando al mismo tiempo en otro, esta

clonación es la que proporciona lo fantástico, pues vivimos en un mundo sujeto a la

razón. Este hecho es insólito, la aparición de ese otro míster Jones puede verse como

algo sobrenatural que rompe con la coherencia, de las experiencias acostumbradas,

altera completamente las estructuras del mundo.

Alicia con sus alucinaciones, ve monstruos en su habitación, se rompe con

ello el orden establecido: “Todo lo fantástico es un ruptura del orden reconocido”15

pues en la realidad real no existen los monstruos que la protagonista observa.

- ¡Jordán! ¡Jordán?- Clamó, rígida de espanto, sin dejar de

mirar la alfombra.

Jordán corrió al dormitorio, y al verlo aparecer Alicia

lanzó un alarido de horror.

-Soy yo, Alicia, soy yo.

(...)

Sus terrores crepusculares avanzaban ahora en forma

de monstruos que se arrastraban hasta la cama, y

trepaban dificultosamente por la colcha. (Quiroga. H.

1993, 35. 36).

15 Roger Caillois. Au Cour du Fantastique. (1976, 161)

53



Los monstruos de Alicia representan ese "otro mundo” que nos acecha. Los

monstruos son producto de la imaginación de Alicia, y gracias a éstos el cuento en

estudio puede considerarse como fantástico. Pues cuando esa otra realidad hace acto

de presencia aniquila y ocupa el lugar del sujeto, se presenta lo fantástico.

En "El regreso de Anaconda”, el hecho sobrenatural se origina cuando está

muriendo, al final de la narración. "Vio de pronto ante sus ojos la selva natal en un

viviente panorama, pero invertida; y trasparentándose sobre ella, la cara sonriente del

mensú." (Quiroga, H, 1993, 277). El mensú, el cual Anaconda cuidaba, había muerto,

y cuando ella se encuentra en su deceso, ve a éste sonriendo, lo que nos hace suponer

que los dos órdenes (natural y sobrenatural) se han unido y uno de ellos tachará alotro.

En “El regreso de Anaconda” con la sonrisa del mensú fallecido ya, el

narrador nos deja ver que se han transgredido los límites y que ya un ámbito ha

invadido al otro, pues el personaje hace horas está muerto, y Anaconda en su deceso

lo ve sonriendo.

La presencia de ese hecho insólito, inexplicable, es decir, lo fantástico, en

“Los destiladores de naranja” se observa en dos versiones: en el Doctor Else,constituido por los monstruos producto de su imaginación, y en su hija, la maestra, se

presenta segundos después del golpe que recibió, cuando experimenta una especie de

mejoría.

Else intentó todavía sonreír a una bestia que había

irrumpido de golpe en medio del rancho...

De golpe la monstruosa rata surgió en la puerta, se detuvo

un momento a mirarlo y avanzó por fin contra él, Else

enloquecido de terror,...- Pobre papá... No es nada... ya me siento mejor... (...)

Me siento mucho mejor. (Quiroga, H. 1993, 259, 260).

54



En la cita anterior, cuando los personajes pierden de una forma u otra sus

facultades físicas y mentales crean realidades distintas, es decir, Else se sumerge en

la alucinosis alcohólica y observa monstruos en todas partes, incluyendo a su dulce

hija, pues la confunde con una rata gigantesca y avanza contra ella y la aniquila. La

hija de Else trae a presencia ese mundo alterno, al dudar que se está muriendo; ese

extraño alivio nos indica que ella ya es parte de la muerte.

La muerte que incursiona en la realidad del yo, y producto también, en

algunos cuentos estudiados, de la vacilación entre la vida y la muerte del sujeto, es

decir, por ejemplo en los cuentos: "El hijo” "A la deriva" y "Los destiladores de

naranja", el lector experimenta una especie de duda ¿Realmente se muere o se mejorael personaje? Esto también, según Todorov, en Introducción a la Literatura

Fantástica (1974), proporciona el acontecimiento de lo fantástico.

Lo fantástico es lo que escapa a la tranquilidad del sentido, lo que se hunde en

el abismo de las discontinuidades, de las heterogeneidades. Es una manifestación de

la alteridad.

EL MAL

Formas representativas del Mal

Como hemos señalado, las fases sucesivas en el transcurso del tiempo en que

se representa la cultura tienen como norma la estructura binaria de sus recursos, así

tenemos lo oscuro y lo luminoso, lo sagrado y lo profano, el bien y el mal; estos dos

últimos elementos envuelven, configuran y rigen la vida del hombre.

Aquí se propone conceptualizar el Mal como el daño u ofensa que el individuo-

personaje recibe, y que él mismo puede poseer en su interior, causándole desgracia y

calamidad. Si el Bien es ceñirse a las imposiciones sociales, morales, religiosas, etc;

el Mal será todo lo contrario, irá contra todo lo instituido. Dice Víctor Bravo (1993,

64):

55



…; el Mal (…), es la expresión de una escisión: algo, que

es a la vez interior y extraño al sujeto, irrumpe, aflora en el

ámbito del yo para intentar eliminarlo y ocupar su lugar.

Concebido en su valor funcional, antes que ético, el Mal en

la literatura es una de las formas de la libertad.

Esa cortadura, ese rompimiento ya sea interno o externo tratará siempre de

dañar al sujeto para aniquilarlo y quitarle su lugar en la realidad. En los textos que

estamos analizando de Horacio Quiroga se presenta el Mal como daño, agravio,

escisión de los personajes.En los cuentos “El hijo”, “El hombre muerto”, “A la deriva”, “La insolación”,

“El almohadón de plumas”, “El regreso de Anaconda” y “Los destiladores de

naranja”, el Mal puede encontrarse en el mismo hombre, en animales, aparte de estar

también en objetos concretos y abstractos. Tomemos como ejemplo el cuento “El

hijo”: “en ese instante no muy lejos suena un estampido – la Saint Etienne – piensa el

padre al reconocer la detonación.” (Quiroga, H, 1993, 295). Aquí la muerte se hace

presente en un arma de fuego: una escopeta marca Saint – Etienne (objeto concreto),

que se dispara supuestamente en forma accidental.

El Mal se introduce en el yo (el hijo), proveniente de un disparo, es decir, de

un “afuera” y se internaliza en él por medio de las balas que finalmente lo

aniquilan.

En el cuento “El hombre muerto”, el Mal lo proporciona un objeto: “apreció

mentalmente la extensión y la trayectoria del machete dentro de su vientre.”

(Quiroga, H, 1993, 190), el Mal es el machete que se introduce en el hombre a través

del resbalón y poco a poco va anulando su realidad.En “El hombre muerto”, el Mal proviene también de un “afuera”. La muerte

se la proporcionan al personaje los objetos que usa como medio de supervivencia. En

este sentido los objetos se convierten, de cierta forma, en entes portadores del Mal,

que dañan la constitución física y mental de los personajes.

56



En “A la deriva” el Mal se hace presente en un animal: “El hombre pisó algo

blancuzco, y enseguida sintió la mordedura en el pie.” (Quiroga, H, 1993, 78). Es una

serpiente yaracacusú, la que lleva el Mal implícito en el veneno, éste se infiltra en el

cuerpo del hombre llamado Paulino; se evidencia su presencia en la agonía que

experimenta el personaje después de ser mordido por la culebra.

Podemos establecer una relación con el texto bíblico, como hemos hecho en

otros momentos de esta investigación. En la Biblia la serpiente representa el Mal, es

la causante de la expulsión de Adán y Eva del Paraíso que Dios les había regalado.

Con el lenguaje, la culebra convence a Eva para que coma del fruto prohibido, y por

esta razón son desterrados del Jardín del Edén.

Ahora bien, la serpiente resultó ser la más cautelosa de todas

las bestias salvajes del campo que Dios había hecho. De

modo que empezó a decir a la mujer: “¿es realmente el caso

que Dios ha dicho que ustedes no deben comer de todo

árbol del jardín (…) de modo que empezó a tomar de su

fruto y a comerlo después dio de él también, a su esposo.

(…)

Más tarde oyeron la voz de Dios que andaba en el jardín.

(…)

Con eso Dios los echó del jardín del Edén (….). De modo

que expulsó al hombre, y al este del este del jardín del Edén.

(La Biblia: GÉNESIS, 31:1, 8, 23 y 24).

En “A la deriva”, la serpiente es el agente que ejecuta la expulsión del

hombre desde su realidad hacia la muerte, pues ella con sus colmillos inserta el

veneno en la constitución de Paulino, y lo destruye. La serpiente es vista de diversos

modos por las culturas antiguas, para los egipcios es la sabiduría; en la Biblia el

hombre se reconoce después de haber probado la manzana por orden de la serpiente.

Entonces, en la doctrina cristiana la culebra es portadora del conocimiento, y todo

57



aquel que posee este don tiende a la desobediencia, generalmente esto lleva a la

destrucción de los seres.

En este sentido, desde los tiempos bíblicos, en muchos textos la serpiente es

considerada un representante del Mal. Ella lleva implícito el horror en su ser; por

ello, tal vez, el escritor la toma como ente causante del deceso del protagonista. Por

otra parte, estas experiencias suelen darse entre las gentes que trabajan en los campos

donde hay serpientes, qué mejor que el animal más peligroso y escurridizo del medio

natural para mostrar esa lucha y esa problemática con que se enfrenta el hombre de

América para esa época, en que todavía no ha llegado la industrialización y aún se

encuentra con actividades agrícolas manejadas con mano de obra manual.En “La insolación”, el Mal está representado por un elemento abstracto; el

exceso de calor. "Míster Jones lo atravesó, sin embargo, braceando entre la paja

restallante y polvorienta, ahogado de fatiga y acres vahos de nitratos." (Quiroga, G,

H, 1993, 41). El Mal en este cuento gravita en el ambiente, es decir, no lo percibimos

con bastante nitidez, pues él va surtiendo su efecto en el organismo del personaje, sin

que explícitamente se halle en esta acción el centro de la narración, no es allí donde

se centra la atención del narrador.La presencia del Mal en “La insolación”, apenas está sugerida, quizás sea

porque el calor es algo abstracto y en consecuencia, el lector no logra captar el

fenómeno de la insolación con la agudeza que ésta conlleva. Sin embargo, se infiere

que es el exceso de calor el causante del Mal en esta narración. La temperatura

excesiva daña el organismo del hombre.

En "El almohadón de plumas", también es un animal el portador del Mal:

"Noche a noche, desde que Alicia había caído en cama había aplicado sigilosamente

su boca - su trompa mejor dicho - a las sienes de aquella chupándole la sangre."

(Quiroga, H. 1993, 37). El Mal está presentado en un parásito de las aves (animal),

que estaba escondido dentro del almohadón de plumas de Alicia, se introduce en el

yo (Alicia), se evidencia esto en la agonía del personaje. Este Mal proveniente del

parásito que a través de las constantes succiones de sangre se ha convertido en un

58



enorme y horrible monstruo, es decir, viene de un "afuera" y se introduce en ella por

medio de las succiones.

También este Mal se nota en el ambiente que rodea a Alicia. Así, observamos

que el Mal no solamente perturba al sujeto Alicia, sino también el ambiente que la

circunda.

En "El regreso de Anaconda", el Mal lo proporciona un estampido de

escopeta: "..., cuando distinguió un pequeño copo de humo en la proa del vaporcito, y

su cabeza golpeó contra los palos del embalsado." (Quiroga, H. 1993, 276). Quiroga

utiliza en este cuento el mismo elemento que usa en el texto “El hijo”, el objeto

portador del Mal es una escopeta, tal vez no de la misma marca pero igualmentedestructora.

En este texto pareciera que no es la bala quien lleva el Mal, sino el hombre

que la ha disparado. Hay en él la intención de destruir a Anaconda, por ello, en esta

narración, hombre y escopeta son portadores del Mal. Lo misterioso reside en que la

escopeta, en un caso, es disparada por alguien con deseos de destruir.

En "Los destiladores de naranja", el Mal se presenta en dos personajes,

configurándose en ambos de manera diferente.

Por lo que respecta al químico y su colega, lo bebían sin tasa

tal como goteaba de los platos del alambique con sus

venenos cerebrales.

(...)

(...), Else enloquecido de terror, lanzó hacia ella el leño con

todas sus fuerzas. (Quiroga, H. 1993, 258, 260).

En Else, el Mal está representado por el exceso de alcohol, que va trastocando

al sujeto, y en la maestra, el fuerte golpe con el leño constituirá el Mal que la

desploma.

59



Es en el personaje Else donde el Mal tiene sus aposentos, pues éste se vale de

Else para causar daño, tanto a sí mismo como a otro personaje, su hija. Es decir, el

Mal como ente se posesiona del sujeto, lo destruye en todos los aspectos, pero

también anula a otro yo (La hija de Else), que lo ama intensamente y a quién él

también ama.

Víctor Bravo en Los Poderes de la Ficción (1993, 76), refiriéndose al tema del

Mal en la cuentística de Horacio Quiroga, señala: “El Mal se constituye en el ámbito

"otro" que interrumpe o acecha el ámbito de las expectativas cotidianas.” (76). El Mal

está en el ambiente circundante, es decir, en lo cotidiano se engendra la fatalidad, en

su quehacer diario el hombre es tocado por algo desconocido, o está allí asechándolo para perjudicarlo.

Esas balas, ese machete, esos animales, ese calor y ese trozo de leño

personifican el Mal en los cuentos en referencia; son ellos los responsables de la

agonía de los actantes, de lo alterno y de lo fantástico que se presenta en los

personajes, es decir, cuando estos entes del Mal se ponen en contacto con los sujetos,

éstos comienzan un proceso de agonía donde alucinan, abriendo así el acceso a lo

alterno; sucedido esto, esa "otra realidad" viene a ocupar el espacio real del sujeto yse produce de esta forma lo fantástico.

Estos pequeños seres, animales y objetos son portadores del Mal,

desencadenantes de las demás acciones en los textos. La presencia del Mal hace que

los personajes se sumerjan en un mundo de alucinaciones. Cuando el Mal se

posesiona del sujeto actante, éste comienza una especie de recorrido, bien sea por

cosas ya vividas, o por cosas imaginadas.

Se podría decir que el Mal trastoca a los personajes y los transporta hacia un

mundo alucinado, donde tiene el lugar propicio el deceso de éste.

Desde esta perspectiva, puede considerarse el Mal en los textos revisados, al

comienzo como algo exterior al sujeto. Éste, a través de sus estrategias (machete,

bala, animales, excesos, golpes) se desplaza desde la naturaleza o ambiente hacia los

60



personajes internalizándose en ellos, y cuando hace contacto con sus cuerpos los

protagonistas inevitablemente perecen.

Al igual que en la vida real, en estos textos encontramos el Mal en el

ambiente. Éste se manifiesta, como aparece en nuestra vida diaria. También este Mal

puede estar fuera del sujeto e irse introduciendo progresivamente en el yo, para

finalmente, después de una intensa agonía, aniquilarlo.

Así como en estas narraciones en estudio, lo que le sucede a los personajes: el

hijo, el hombre, Paulino, Míster Jones, Alicia, Anaconda, Else y la maestra; la acción

que genera la narración puede darse en nuestra realidad circundante y sucederle a

cualquier persona: Luis, María, Pedro, etc, pues el ente desencadenante del decesodel personaje puede estar en una mordedura de serpiente, un resbalón, un disparo de

escopeta accidental o premeditadamente, una insolación, un exceso de alcohol.

Desde esta perspectiva podemos decir que el texto toma los elementos, los

referentes del mundo, y los transgrede, los cambia. De allí que los cuentos de

Horacio Quiroga se parezcan tanto a la realidad de los lectores.

En cuanto a los objetos utilizados en estos cuentos para destruir a los

personajes, son los mismos que pueden causar la muerte a los individuos quecomponen la sociedad, y que generalmente están en contacto con la naturaleza

salvaje. Son en su mayoría campesinos los que realizan las acciones en estos textos en

estudio, exceptuando a Alicia. Sin embargo, ella vive en una gran casa que da la

impresión de estar situada en un pueblo cercano a un campo. De una u otra forma los

personajes están relacionados con el ambiente campesino.

El Mal como aniquilador del Sujeto en: “El hijo”, “El hombre muerto”, “A la

deriva”, “La insolación”, “El almohadón de plumas”, “El regreso de Anaconda”

y “Los destiladores de naranja” de Horacio Quiroga

En los cuentos mencionados, la muerte está en el ambiente circundante. Hace

falta la cotidianidad para que se produzca la partida, el fallecimiento. El hombre se

61



desenvuelve en sus ocupaciones diarias, es por eso que "la parada de esos

movimientos expresivos biológicos y psicológicos”16, siempre estará a su lado, es

algo que vive en su ser, pero que se necesita un agente del Mal para que se

manifieste.

El hombre como ser viviente tiene un conjunto de atributos propios que lo

hacen conjugarse como un ser vivo. Cuando el Mal se configura en cualquier objeto,

esos aspectos ontológicos pierden su estabilidad, y en "El hijo", "El hombre muerto"',

"A la deriva", "La insolación", "El almohadón de plumas", "El regreso de Anaconda"

y "Los destiladores de naranja" el Mal se apodera del sujeto, es decir, ese semblante

metafísico del ser es abolido cuando el Mal hace acto de presencia.Horacio Quiroga inserta la muerte en su obra a través del Mal, esa presencia

de la fatalidad, que es constante en la existencia del hombre, y que aparte de estar en

lo cotidiano, se manifiesta también en la naturaleza, es decir, que se hace presente

cuando los personajes se ponen en contacto con ésta y deciden hacerle frente,

llevándolos esta decisión, irremediablemente, a la fatalidad de la muerte.

En este sentido, la muerte se presenta en el espacio de lo cotidiano del ser-

personaje para abolirlo, anulando así su realidad. "La muerte es ese "otro"aniquilador: Es esa parte inquietante del yo hundida en las raíces mismas de la

ontología, que espera su momento para manifestarse.” (Bravo. V. 1993, 116). La

muerte es parte del ser, de toda su generalidad y abstracción, siempre nos está

vigilando, y el Mal es el instrumento, el medio que utiliza para tachar al sujeto.

Es algo que está dentro de los principios y causas que rigen al ser en general.

Es natural en el sentido de que el hombre está habituado a experimentar la muerte,

tanto así que Lévinas (1992, 4) señala: “ Mi relación con la muerte está también

hecha de la repercusión emocional e intelectual del saber de la muerte de otro.”

Lévinas plantea que el ser no sabe nada de la muerte de sí mismo, que todo su saber

proviene de la observación del deceso del prójimo.

16 Emmanuel Lévinas. La Mort et le Temps. (1991, 5)

62



La muerte está implícita, escondida, dormida en el hombre, es decir, él la

lleva en su ser y sólo hace falta un pequeño movimiento imprudente para que

despierte y accione todos sus mecanismos de apropiación.

En los cuentos de Quiroga que venimos tratando, cuando se produce el

contacto entre el Mal y el yo, este último es aniquilado no de manera inmediata sino

que el Mal tarda un poco para apoderarse definitivamente del yo. Trascurren

solamente segundos para el deceso total de los personajes, el recorrido hacia ese

otro mundo que, según la religión cristiana, es “el mundo de la eternidad”.

El Islam es la doctrina predicada por Mahoma y recogida en El Corán, libro

sagrado de los musulmanes. El principio básico de esta religión es la sumisión plenaa la voluntad de Alá, el Dios único, ellos al igual que el judaísmo creen en la

eternidad como sitio donde van los muertos, que cuando vivos han hecho la voluntad

de Dios. Si comparamos el Corán con La Biblia observamos que hay algunas

semejanzas y también diferencias. En el primero, Dios se llama Alá, en la segunda

se llama Yahveh, Dios o Jehová.

En ambos textos se contempla la obediencia al Dios único, el ayuno, la

limosna, el paraíso-la eternidad o el infierno. Estas religiones, como quiera que sea,creen en un sitio donde las personas van al morir, dependiendo de su

comportamiento en la tierra. Toda persona que haya actuado según lo que dice El

Corán o La Biblia con seguridad, al morir gozará de la vida eterna. Si no ha hecho la

voluntad de Dios expresada en estos libros sagrados irá al infierno, es decir, dentro de

los principios que poseen estas religiones encontramos unos preceptos y el hombre

que los cumpla y los practique gozará de un lugar privilegiado al morir.

La muerte, como ya se dijo, está en el interior del hombre, es algo misterioso,

extraño, que cuando se manifiesta, lo anula. En este sentido, el Mal cancela la

expresividad del sujeto, es quien hace posible la desaparición total de los personajes.

En los cuentos "El hijo", "El hombre muerto", "A la deriva "La insolación",

"El almohadón de plumas", "El regreso de Anaconda” y "Los destiladores de

63



naranja", va a ser en la naturaleza donde el Mal tendrá sus aposentos y donde el

personaje encuentre la muerte.

Esa naturaleza ejerce una fuerza destructora sobre los personajes. Así, éstos

perecen, siendo parte a través de este acto, de una nueva entidad: la muerte.

Saúl Yurkievich, refiriéndose a la naturaleza como elemento aniquilador del

sujeto, señala: "Pero es la naturaleza (...), la que gravita sobre la acción, la que

aniquila al hombre y determina el desenlace del relato." (En A la deriva en A. Flores

(1976) Aproximaciones a Horacio Quiroga. (pp. 222, 225), en esta interpretación la

naturaleza vista como el Mal, es el ente aniquilador, es decir, en el enfrentamiento

con el medio natural se produce el deceso de los personajes.En la naturaleza existe lo que se denomina la comunidad biológica o un

conjunto de poblaciones diferentes que se interrelacionan entre sí y viven en un área

determinada.

Una de las relaciones más importantes que existe entre las poblaciones que

forman una comunidad biológica es la relación alimenticia o cadena alimenticia, para

que los individuos puedan subsistir. Gracias a esto se presenta en el ambiente una

armonía, un equilibrio. El hombre viola esta equidad al entrar en su ámbito,convirtiéndose, en cierto sentido, la selva en antropófaga, como única forma posible

de defenderse de la intromisión humana. Esto es lo que ocurre en la mayor parte de

los cuentos mencionados: el sujeto se introduce en la naturaleza, hace contacto con

uno de sus componentes e inmediatamente, ésta responde a la agresión del hombre.

La inclusión del hombre en la naturaleza es vista por ésta como un ataque al

que debe hacérsele frente y es allí donde el hombre es víctima de la selva traducida

en sus componentes (sol, trozo de madera, serpiente, y todo lo demás).

En ocasiones no es necesario que el personaje se inserte en la naturaleza,

como en el caso de “El almohadón de plumas”; la selva representada en un parásito,

llega hasta el sujeto ya no en el medio natural, sino en una casa.

Es verdad que el Mal se encuentra en la naturaleza y que ella en estos cuentos

en estudio puede verse como la personificación de éste, pero no como algo que se ha

64



ido posesionando o formando en ella, sino como un arma para defender la vida, para

conservar la permanencia en el mundo, es decir, ese Mal se hace presente siempre

que exista una amenaza, una irrupción en su ámbito. La naturaleza devora al hombre

cuando éste entra en su hábitat, pues él es considerado allí como un “sujeto extraño".

En este sentido, la naturaleza en sí misma no es malvada ni cruel sino que el

hombre la despoja de su ámbito, invade su espacio y se produce la reacción de una

parte de ella, generándose así la fatalidad.

Cuando el hombre incursiona en la naturaleza, ésta se pone a la expectativa y

con un resbalón, una mordedura, un exceso de calor o con un exceso de destilación de

naranja, lo arranca de su cotidiano vivir.El hombre por ser racional se precia de su lugar en el mundo, erigiéndose en

dueño de la naturaleza, pero ésta se defiende de su agresión y de su vanidad,

mostrándole que es un objeto más entre los objetos del mundo. Esta lucha dura hasta

que el hombre es vencido y cae deshecho.

En "El hijo", "El hombre muerto", "A la deriva", "La insolación” “El

almohadón de plumas", "El regreso de Anaconda" y "Los destiladores de naranja" los

personajes hacen contacto con la naturaleza. Cuando esto sucede, el personaje estáfatalmente expuesto a ser devorado por ésta, y una vez que se produce el

acercamiento entre naturaleza y hombre, la primera se encarga de aniquilarlo.

El ambiente circundante es visto como negativo, perjudicial para quien se

atreve a enfrentarlo. La muerte en estos cuentos en estudio está planteada como

"suceso normal que alcaza al hombre cuya voluntad es tenderse a descansar"17. Ella,

como ya se dijo, es algo propio del ser y por ello muchos escritores la ven como una

posibilidad de descanso.

Conociendo la vida del escritor en referencia, quizás se podría suponer que

les da a sus personajes el descanso que él nunca tuvo en su vida, es decir, los

17 José Etchevery El hombre muerto En A. Flores (1976) Aproximaciones a Horacio Quiroga.(269).

65



protagonistas, después de una intensa agonía encuentran la muerte para que así

puedan descansar.

Emmanuel Lévinas en La Mort et le Temps. (1991) refiriéndose a la muerte,

señala:

La muerte es la desaparición de los seres, de esemovimiento expresivo que los hace aparecer como vivos.La muerte es partida, fallecimiento, negatividad (...). Lamuerte es escándalo, crisis (...). Esta crisis, este escándalose reduce a la destrucción de alguno. (Lévinas, E, 1991, 5,6).La muerte es un ente negativo que hace que el ser desaparezca del mundo real. Es ella la causante del

deceso, de la partida de los sujetos hacia un mundodesconocido. Gracias a este ente aniquilador el ser pierdetodos sus movimientos expresivos, tanto físicos como psicológicos, aquellos que lo hacen vivir. Es negativa porque destruye ese hálito de vida del ser y ocupa su lugar,anulando su existir.

En este sentido, la negatividad de la que habla Lévinas, está referida a la

cancelación total del aliento del sujeto, pero que como ya se dijo, desde el punto de

vista religioso, la muerte no es negatividad, ella es la puerta de entrada hacia un

mundo donde supuestamente los seres serán completamente felices. Lo cierto es que

hasta este momento, en relación a este tema sólo hay especulaciones, no tenemos

nada seguro, solamente sabemos que vamos a morir, pero no sabemos cuándo.

La mayoría de los autores de obras literarias saben cuándo sus personajes

morirán. Algunos en los textos ni siquiera hacen uso de esta acción, sin embargo, hay

otros, como nuestro escritor, que a partir de la segunda o tercera línea de la narración,

utilizan la acción de la muerte y muestran el sufrimiento de los personajes cuando

ésta llega.

INTERTUEXTUALIDAD

Comparación intertextual entre Horacio Quiroga y Edgar Alan Poe

66



Edgar Allan Poe es uno de los escritores que mayor influencia tuvo sobre la

literatura durante la segunda mitad del siglo XIX y aun proyecta esta influencia en

las narraciones de los actuales momentos.

Algunos escritores tomaron de él aspectos que luego desarrollaron en sus

obras. Autores de mucha trayectoria como Mallarmé, Beaudelaire, traducen varias de

sus obras; Rubén Darío lo incluye en su obra “Los Raros”; Julio Cortázar toma de

Allan Poe la manera de ver y sentir la realidad.

Cabe señalar que el mundo de los sueños, el gusto por lo sobrenatural, esa

necesidad de explorar el misterio y lo desconocido son algunos de los aspectos que

caracterizan la obra literaria de Poe. La presencia de estos atributos en su narrativaatrae la atención de muchos fundadores y seguidores de diversas corrientes literarias

como el Simbolismo, el Modernismo y el Surrealismo, entre otras.

Posteriormente, su forma de aprehender la realidad y de narrar se manifestó a

través de la cuentística de escritores como Arévalo Martínez y muy especialmente

del escritor uruguayo Horacio Quiroga.

Si se sigue la biografía de Edgar Allan Poe y de Horacio Quiroga notamos

que la vida de ambos estuvo signada por la tragedia y el amor frustrado, aunquedebemos significar que en cada uno de ellos estos aspectos se observan de manera

diferente, ya que, aunque en la vida de los dos siempre estuvo presente esta faz

negativa, sin embargo, en uno de ellos se encuentra en mayor grado, en Quiroga.

Vida de Horacio Quiroga y Edgar Allan Poe

Como se expuso en el primer capítulo de esta investigación, Horacio Quiroga

vivió en los brazos de lo trágico, desde que su vida comenzaba hasta su muerte, pues

queda huérfano de padre a muy tierna edad. Luego, su padrastro se suicida. Seenamora por primera vez y esta experiencia fracasa. Posteriormente mata

accidentalmente a su mejor amigo, Federico Ferrando. Luego se casa y su esposa se

suicida. Vuelve a contraer matrimonio, y su segunda esposa lo abandona.

67



Finalmente, el escritor enferma de cáncer, no espera su deceso natural sino

que se suicida. Señala Emir Rodríguez Monegal:

… y que marcó tantos momentos de su existencia: la

muerte de su padre, en un accidente de caza, cuando él

tenía a penas unos meses y estaba en los brazos de su

madre; el suicidio brutal de su padrastro (…); el

involuntario asesinato de uno de sus mejores amigos,

Federico Ferrando… (Rodríguez Monegal, E, 1976, 91).

La vida de Edgar Allan Poe se parece un poco a la de Quiroga, pero aquí la

tragedia no es tan intensa, pues es cierto que queda huérfano a muy temprana edad y

pasó al cuidado de John Allan y Frances Allan. Al igual que Quiroga, su primer amor

fracasa porque siendo un adolescente se enamora de una dama de la alta sociedad.

Poe se vuelve a enamorar y fracasa nuevamente, por una traición de su padre

adoptivo. Asiste a la Universidad, pero debe abandonarla por falta de recursos

económicos.

Posteriormente ingresa al Servicio Militar y más tarde pide la baja. Pasado un

tiempo, entra a la Academia Militar de West Point, de donde fue expulsado por

decisión propia, pues hizo un conjunto de cosas a propósito, tales como conducta de

indisciplina y desobediencia. Esto debido a que su padre adoptivo ya no le enviaba

dinero para cubrir sus gastos.

Durante su estadía en el ejército muere su madre, Frances. Poe regresa a

vivir con su tía Mrs Clemn. Cuando fallece su hermano mayor, contrae matrimonio

con su prima Virginia Clemn de trece (13) años. Ésta enferma y muere después deuna larga agonía. Muy pronto Poe enferma y también fallece.

En aquellos días conoció a Helen su primer amor

imposible, su primera aceptación de destino que había de

signar toda su vida.

68



(…)

Su madre adoptiva lo quiso siempre eternamente, pero

empezaba a ceder a un enigmático mal.

(…)

Edgar acababa de enamorarse de una jovencita de bellos

rizos, Sarah Elmira Royster (…) a John Allan no le gustó

la idea de que Edgar llegará a casarse con Elmira(…) sin

duda habló con Mrs. Royster, y de esa conversación en

beneficio de los hijos nació una torpe traición.

(…)

Edgar debió de verse en una miseria tan espantosa que sólo

atinó al magro recurso de engancharse en el ejército como

soldado raso (…) Frances Allan murió mientras él estaba

en el cuartel.

(…)

Pero en Marzo de 1830, Poe fue aceptado en la Academia

Militar (…) sucesivas y deliberadas desobediencias, (…),

le valieron una expulsión en regla.

(…)

Murió a las tres de la madrugada del 7 de Octubre de 1849.

(Cortázar, J, 1994, 294, 295, 296, 300, 302, 329).

A través de estas breves notas biográficas observamos como Quiroga, en

cierta forma, tiene un contacto más directo con lo trágico que Poe. La tragedia de

Quiroga es más cruda y directa.

Cabe decir, desde nuestra perspectiva, que Edgar Allan Poe fue un ser

"descuidado", es decir, parte de las desgracias que hubo en su vida fueron

ocasionadas por él mismo, pues es sabido que toda persona que no obedezca los

parámetros sociales está condenada a sufrir, y él fue un ser que la mayoría de las

veces se rebeló contra todo lo instituido. Su personalidad era muy inestable porque

69



cuando lograba sus objetivos, los desatendía y los perdía. Señala Julio Cortázar

(1994, 297, 298, 302, 307, 308, 316).:

Edgar se empecinó en mantener el nivel de vida de sus

camaradas (…) Poe, jugaba, perdía casi invariablemente, y

bebía.

(…)

Por fin, alguna referencia de Allan a la “holgazanería” de

Edgar provocó otra violenta querella.

(…)

…, en un patético testimonio de su fundamental

inadaptación a las leyes de los hombres.

(…)

Digamos de él que, si Edgar hubiera seguido algunos de

los sólidos caminos profesionales o comerciales que su

protector le proponía, nada hace dudar de que Allan lo

hubiera ayudado hasta el fin.

(…)

Terminó por encontrar a un caballero dispuesto a financiar

su obra literaria, y entonces sus amigos de Washington lo

llamaron a la capital (…) duele pensar que todo ello pudo

ocurrir exactamente así, y que Edgar tuvo la culpa de que

no ocurriera.

Allan Poe no supo apreciar lo que la vida le estaba ofreciendo; la

providencia llegaba, pero él de una u otra forma la rechazaba. Por ello en líneasanteriores se afirma que su tragedia se debe a su manera de proceder, a no saber

aprovechar las oportunidades que se le presentaban.

El exceso de alcohol le trajo siempre grandes consecuencias negativas a Edgar

Allan Poe. Pero se debe señalar que en la mayoría de los casos en que fracasaron,

70



estos autores, Poe y Quiroga, supieron enfrentar sus tragedias, pues según lo

observado en las diferentes biografías que de ellos han hecho críticos como Emir

Rodríguez, Julio Cortázar entre otros, estos escritores fueron seres que se levantaban

cada vez que los asediaban los dolores, pues tienen esa voluntad de volver a

comenzar y no se dejan vencer en sus altivos espíritus, es decir, no decaen ante las

circunstancias que los envuelven.

En cuanto a las motivaciones por los cuales Quiroga y Poe escriben, debemos

decir que, en cierta manera son diferentes, pero se relacionan; Quiroga escribe para sí

mismo. Confiesa en una carta que escribe, no con el fin de ser reconocido ni adquirir

riquezas, sino para expresar lo que siente. Dice:

Dos años sin saber si una cosa que uno escribe gusta o no,

no tiene nada de grato. Lo que me interesa saber, sobre

todo, es si se respiraba vida en eso: y no podía saber una

palabra.

(...)

...tan acostumbrado estoy a escribir para mí solo. (Quiroga,

H. CARTA A JOSÉ MARÍA DELGADO. Junio 8,1917).

A Horacio Quiroga lo mueve el deseo de ser leído, de que la gente pueda

recrearse con lo que él escribe, tan cierto es que confiesa “… tan acostumbrado estoy

a escribir para mí solo” pero esto no quiere decir que escriba para sí mismo, pues su

prosa no es hermética, “el lector más ingenuo” puede comprenderla, ya que el

sentido de ésta no es complicado, con muchos rebuscamientos o cargada de recursos

literarios.Todo autor escribe para ser leído de una u otra forma. Quiroga narra porque

necesita expresar en literatura lo que ve y siente, y no tiene la esperanza de vivir

económicamente de sus escritos, para eso él trabaja arduamente en su selva. No ve a

la literatura como un medio económico de subsistencia.

71



A Edgar Allan Poe, a diferencia de Quiroga, sí le interesaba lo literario como

recurso económico, pues según Cortázar (1956, 23) Poe escribe con fines de lucro,

tal vez, por la estrecha situación económica en que siempre se encontraba por su

despilfarro.

..., buscaba asimismo publicar al Aaraaf. Largo poema

en el cual depositaba infundadas esperanzas.

(...)

Su atención, hasta entonces dedicada íntegramente a la

poesía, va a volverse hacia el cuento, género más

"vendible"- lo cual en esos momentos constituía un

argumento capital -, y que interesaba además como género

literario al joven escritor. (Cortázar, J, 1994, 301,305).

No se duda en ningún momento del gusto de Edgar Allan Poe por la

literatura, sólo que también la ve como un instrumento para su crecimiento

económico y social.

Ambos escritores, tal vez, utilizan la literatura como un medio para expresar

la tragedia de sus vidas. La vida que envuelve a Quiroga fue un infortunio, y quizás por ello en sus cuentos encontramos la reiteración de lo trágico. Poe en sus escritos

destiló el terror de la vida; es posible que lo haya experimentado y por eso haya

elegido esos temas, ya que su vida fue una constante y dura lucha por sobrevivir.

Comparación de algunos ensayos de Horacio Quiroga y Edgar Allan Poe

La obra cuentística de Horacio Quiroga se desarrolla desde 1900 hasta 1936,

aproximadamente. Para 1927 ha alcanzado la categoría de maestro del cuento.

Publica una serie de trabajos sobre el género, tales como: la Retórica del Cuento, el

Decálogo y el Manual del Perfecto Cuentista. En ellos propone fundamentos de

cómo deben elaborarse este tipo de narraciones.

72



En el Decálogo del Perfecto Cuentista, Quiroga señala: “Cree en un maestro

-Poe, Maupassant, Kipling, Chejov- como en un Dios.” (1981, 307), en este sentido

coloca a los escritores mencionados como sus grandes maestros y son las obras de

éstos las que van a producir ciertos efectos sobre la narrativa de Quiroga.

Además, propone que no se debe imitar a menos que sea estrictamente

necesario. Plantea que se ame el arte de escribir. Cuando se comienza a contar una

historia se debe tener certezas sobre lo que se va a plasmar, es decir, conocer el

comienzo y el final de la misma para que no se pierda la intensidad. Pone el énfasis

en la concreticidad del texto. Allí Quiroga sostiene que al escribir, el autor debe ser

objetivo, sin pensar en sí mismo, sino en el cuento que se está creando.Edgar Allan Poe, en su ensayo Filosofía de la composición también propone

una especie de normativa para escribir cuentos, aquí él razona sobre los

fundamentos psicológicos, estéticos y retóricos que le sirven de normas para

componer sus cuentos; reflexiona sobre su manera de sentir, la forma de tratar la

belleza para plasmar sus narraciones, su modo de experimentar lo que va a escribir.

Poe en este texto subraya la perfección y la armonía que debe haber en el

relato para que éste infunda deleite o admiración en quien lee. Además, en el cuentotodo debe decirse de manera entendible para que no se pierda su significado.

Desde esta perspectiva Quiroga y Poe establecen leyes y normas que se

deben seguir para escribir textos bien logrados, pues ellos meditan y reflexionan

sobre su propia poética: realizan y dejan el testimonio de sus apreciaciones sobre la

narración, en este caso, cuentos.

La preferencia de Poe por el cuento literario, entre otras cosas, se fundamenta en

la brevedad, condición esencial para la creación del "efecto" en la obra literaria.

Por necesidad psíquica del lector, un poema no debe

extenderse más del límite que permite apreciarlo en una

sola sección para que no se pierda la intensidad de su

efecto poético. El poema perfecto no debe sobrepasar los

73



cien versos. (Poe, E. Allan, FILOSOFÍA DE LA

COMPOSICIÓN)

.

La brevedad en el texto facilita su comprensión total, y viene a ser una

condición indispensable para lograr la intensidad del efecto o el fin del cuento.

Quiroga apunta también el mismo aspecto de brevedad o extensión del texto. Dice:

No adjetives sin necesidad. Inútiles serán cuantas colas de

color adhieras a un sustantivo débil. Si hallas el que es

preciso, él sólo tendrá un color incomparable. Pero hay que

hallarlo. (Quiroga. H. 1981,307).

Ambos escritores, Quiroga y Poe, prestan atención al aspecto de la extensión

del relato, pues consideran que se puede perder la verdadera significación de la

narración si ella se hace muy extensa. Esto se cumple en la mayoría de sus textos, sin

embargo, al leer los cuentos de los dos escritores, apreciamos que algunos de ellos

son relativamente largos.

Tomemos el ejemplo del poema que hizo famoso a Poe “El cuervo”. Desde el punto de vista de la estructura externa, está compuesto por ciento ocho (108) versos

y según el mismo Poe en su Filosofía de la Composición dice que todo poema debe

poseer cien (100) versos máximo, para que sea perfecto, lo que hace suponer que hay

una contradicción entre lo que plantea como norma de composición (creación

artística) y lo que realmente escribe, o por lo menos, viola en ciertos momentos los

estatus que él mismo ha impuesto.

En algunos cuentos como “El crimen del otro”, “Una estación de amor”, “Lagama ciega” y “Anaconda” de Horacio Quiroga, no existe este principio de brevedad.

Sin embargo, la mayoría de ellos cumplen con este precepto ya que tienen una

extensión de tres (3) o cuatro (4) páginas. Esta brevedad según Emir Rodríguez

74



Monegal (1976, 102), es producto del limitado espacio que las editoriales concedían

al escritor para publicar sus textos.

Cabe suponer que la razón de su no extensión, es que deseaba cumplir con

el principio de concreticidad y brevedad, porque aún después que fue conocido, leído

y las casas de publicación le conceden mayor espacio de redacción, sigue

conservando su “escritura corta”, es decir, creando y elaborando sus textos en forma

breve.

Puede pensarse que se acostumbró y aprendió a escribir de esta manera. Lo

que sí es cierto y se evidencia en sus producciones es que Quiroga se adhiere a los

principios que estableció como base para crear. Es interesante conocer otro de susescritos. Dice:

Toma a tus personajes de la mano y llévalos firmemente

hasta el final sin ver otra cosa que el camino que les

trazaste.

No te distraigas tú viendo lo que ellos no quieren o no les

importa ver. No abuses del lector. Un cuento es una novela

depurada de ripios. Ten esto por verdad absoluta aunque

no lo sea. (Quiroga, H. 1993, 307).

Según el escritor, en un cuento debe decirse lo estrictamente necesario, pues

de no ser así se colocarían “colas” sin argumento y el lector puede cansarse de la

lectura o puede omitir el verdadero sentido del texto.

Para Quiroga estos abusos, estos excesos de palabras, llevan al lector por otro

camino que se separa del significado total del cuento, orientándose por el precepto desu maestro Poe: "Que no se pierda la intensidad de su efecto poético", porque se

perdería el esfuerzo del escritor y en consecuencia, el efecto en el cuento.

Esta característica de brevedad no constituye el cuento, ésta es sólo un

requisito necesario. Una narración debe poseer, además del aspecto mencionado, tres

75



atributos que son definitivos para que se constituya como cuento: la intensidad,

referida a la eliminación de todas las ideas o situaciones intermediarias, de todos los

rellenos o frases de transición. La tensión, que se produce a medida que el autor nos

va acercando lentamente a lo contado, y la significación, que está en el carácter

simbólico o metafórico del texto, y muestra la apertura de lo pequeño a lo grande, el

carácter sugerente de lo narrado. Señala Margot Clantz:

La literatura de Poe actúa sobre el torpe, el débil (…)

Quiroga trabaja la “composición” del cuento tal como lo

preconiza Poe y mimetiza el paisaje hasta hacerlo coincidir con los estados de ánimo de los personajes.

(…)

Quiroga ya es dueño de su modelo y diseña cuentos que

aunque conservan la importancia que los inspiró son ya

quiroguianos en esencia. (Clantz, M, Poe en Quiroga En

A. Flores (Comp.) Aproximaciones a Horacio Quiroga.

(1976, p. 99).

Clantz diferencia a Quiroga de Poe, tomando en cuenta la forma de ambos

autores para aprehender la realidad, es decir, cada uno de ellos está inmerso en un

entorno diferente, razón por la cual sus realidades van a ser diferentes. Uno es

norteamericano (Poe) y el otro uruguayo (Quiroga), sus realidades, y por lo tanto sus

escritos, van a ser diferentes. Es cierto que la obra literaria de Poe tuvo mucha

influencia sobre la de Quiroga, pero Quiroga crea, forma su propio modelo literario,

en contacto directo con la naturaleza americana, especialmente la uruguaya.

El paisaje natural que Quiroga retrata en sus narraciones pareciera ser virgen,

es decir, es puro y casi está deshabitado, su selva conserva la virginidad del comienzo

de los tiempos, o por lo menos el que tenía cuando nos conquistaron. Cuando llegaron

los españoles la naturaleza uruguaya estaba poblada por una vegetación arbórea y

76



arbustiva que fue desapareciendo a medida que aumentaba la presión combinada de

seres humanos y ganados, hoy Uruguay está poblado en su mayoría por pinos,

acacias, eucaliptos o tamarises.

En líneas anteriores se menciona el carácter sugerente de la escritura de

Horacio Quiroga. Pareciera que elabora sus textos en una forma tal que obliga al

lector a intervenir en la interpretación de los mismos. Deja una especie de abertura

por donde el lector debe insertarse para hacerse partícipe de la narración. En este

sentido Quiroga se adelanta a los demás escritores al plantear la relación que hay

entre el autor y el lector.

Durante el siglo XX, se pone en boga la participación que el lector tiene enlos textos literarios, y es en el presente siglo que se le sigue dando mayor importancia

a la relación que existe entre el lector y la persona que escribe. Tan consciente estaba

Quiroga de este norte de la creación literaria que se adelanta en este aspecto. Su obra

plantea, entre otras cosas, la relación que existe entre la persona que lee (receptor) y

la persona que escribe (emisor). Por ello nos atrevemos a decir que Horacio Quiroga

es un adelantado de su tiempo.

Comparación de algunos cuentos de Horacio Quiroga y Edgar Allan Poe

Edgar Allan Poe en su poema "El cuervo", retarda calculadamente la llegada

del pájaro: primero, se oyen los misteriosos golpes en la puerta: sale el protagonista y

no encuentra a nadie, la casa está silenciosa; es de noche y reina una oscuridad

tenebrosa. Además, está lloviendo. En noches así se suelta la imaginación: todo

puede pasar ya que se piensa que son ellas propensas para el espanto, lo que infunde

77



en el relato un destello de terror, miedo, misterio, pues todo lo que es desconocido

agudiza nuestros sentidos y nos produce temor.A mi puerta oí llamar

Como si alguien, suavemente se pusiese con incierta

Mano tímida a tocar:

Es me dije una visita que llamando está a mi puerta:

Eso es todo ¿Y nada más?

(...)

Y en el crujido, triste, incierto, de las rojas colgaduras

me aterraba, me llenaba de fantásticas pavuras,

(...)

qué oí - dije- y la puerta abrí al punto de mi estancia:

¡Sombras sólo y ... nada más¡ (Poe, E. A. 1971, 402).

El misterio invade todo el ambiente del texto, y el terror a lo desconocido, a

aquello que no podemos ver, el hecho de no encontrar a nadie al abrir la puerta,

produce en el protagonista el miedo, debido a lo ilógico de la situación. Desde el

punto de vista racional alguien debe tocar la puerta, pues ellas no tienen el poder de

llamar o de sonar solas. En el ambiente centellea el misterio y el terror. Horacio

Quiroga presenta algo semejante:

Old se puso de pie, meneando el rabo. Los otros

levantáronse también, pero erizados.

-¡Es el patrón! exclamó el cachorro sorprendido de la

actitud de aquéllos.- No, no es él - replicó Dick. Los cuatro perros estaban

juntos gruñendo sordamente, sin apartar los ojos de

míster Jones, que continuaba inmóvil, mirándolos. El

cachorro incrédulo, fue a avanzar, pero Prínce le mostró

los dientes.

78



- No es él, es la Muerte. El cachorro se erizó de miedo y

retrocedió al grupo ¿Es el patrón muerto?... (Quiroga, H.

1981, 39).

Se observa cómo se va creando en el texto una progresiva actitud de misterio.

Hay una ruptura de lo psicológicamente expuesto: ¿Por qué sí míster Jones es el amo

de los perros, éstos lo desconocen y de repente se pone al lector en presencia de la

muerte, provocando en él una especie de miedo secreto que lo conduce al misterio, al

terror? ¿Qué tienen los perros de especial en su percepción que son capaces de ver la

muerte de sus dueños o de cualquier otra persona? En la literatura oral, los perros ven

la muerte antes que se produzca el deceso del ser.Este cuento de Quiroga "La insolación" también tiene mucha relación con “La

máscara de la Muerte Roja” de Edgar Allan Poe, pues allí la muerte, al principio es

una especie de luz más roja que la normal, luego se personifica, es decir, toma una

forma humana particular, visible.

En “La insolación", la muerte se encarna en el mismo míster Jones. Su cuerpo

sirve para que la muerte se haga presente en el texto. En “La máscara de la Muerte

Roja" ésta no necesita ningún ser para aparecer y destruir. Ella sola toma su

personificación a través de una máscara:

..., pues la noche avanza y una luz más roja se filtra por los

cristales de color de sangre.

(...)

Su figura alta y flaca estaba envuelta de la cabeza a los

pies en una mortaja. La máscara que ocultaba el rostro se

parecía de tal manera al semblante de un cadáver ya rígido.

(...)

... y la máscara cadavérica que con tanta agudeza había

aflorado no contenía ninguna forma tangible.

Y entonces reconocieron la presencia de La Muerte Roja.

(Poe, E. A. , La máscara de la muerte roja).

79



En Poe, el príncipe trata de salvarse de la muerte construyendo una fortaleza.

En Quiroga, míster Jones cruza el pajonal y sigue avanzando, pero estos dos

personajes no logran salvarse del hecho que los está invadiendo; ellos perecen

luchando. Cuando la muerte personificada hace contacto con éstos, los personajes

perecen instantáneamente.

También se presenta en "La máscara de la Muerte Roja" de Poe, al igual que

en los cuentos; "El hijo", "El Hombre muerto". "A la deriva'', "La insolación", "El

almohadón de plumas", "El regreso de Anaconda", "Los destiladores de naranja" de

Quiroga, una sugerencia de la presencia de la muerte, pues ella entra al mundo(fortaleza) del príncipe en forma de una luz más roja. El lector debe estar alerta y ser

hábil para comprender que ésta ha llegado, que el Mal ha penetrado por los cristales

y ha invadido el espacio del personaje para aniquilarlo, pero no solamente a él, sino a

todos aquellos que lo acompañan.

En los cuentos que aquí se estudian de Quiroga y Poe se hace una leve

sugerencia de la presencia de la muerte. El lector de estos textos debe estar atento

para poder comprenderlos. En este sentido Quiroga y Poe hacen que el lector participe en el texto a través de la imaginación. Ellos quieren diseñar a un lector

activo.

Los personajes de los textos en comparación son pasivos, llevan la fatalidad

en su ser. En Poe, el simple hecho de que se está solo en una casa oscura, en una

noche de lluvia como e1 protagonista de "El cuervo”, o ser un personaje perverso,

egoísta y prepotente como el príncipe de “La máscara de la Muerte Roja”, es

sinónimo de un futuro incierto y trágico. En Quiroga basta llevar un machete, usar un

arma de fuego, estar en el bosque, excederse en el consumo de alcohol, para que éstos

se conviertan en elementos que conducen a contar con la fatalidad.

Las conductas y actividades de estos personajes: el estudiante, el príncipe, el

hijo, el hombre, Alicia, Anaconda, los hace más propensos a conseguir lo trágico y

con ello la muerte, es decir, los propios personajes producen su fatalidad.

80



En Quiroga, la naturaleza es un personaje más, es quien valiéndose de sus

componentes (animales, objetos, hombre), destruye al hombre, no por ser malvada

sino para defenderse de la agresión de éste. En Poe son los mismos hombres quienes

por acciones y actitudes buscan su propia destrucción. Sin embargo, podría decirse

que en el cuento "La máscara de la Muerte Roja", la naturaleza, traducida en peste

encarnada en Muerte Roja, es un personaje que destruye al hombre.

"El almohadón de plumas" de Quiroga y “El cuervo" de Poe tienen

bastantes relación, en cuanto a1 misterio que envuelve la trama, pues en el primero,

Alicia se debilita y no se conoce la causa. Sólo al finalizar la narración se muestra la

razón de este daño. En el segundo, escuchar una llamada a la puerta, luego oír tocar laventana, esas llamadas enigmáticas asustan al protagonista. Finalmente éste se da

cuenta de que es un cuervo.

El cuervo es un pájaro carnívoro de plumaje negro con reflejos metálicos,

pico cónico, es robusto y tiene patas fuertes. Para los judíos es símbolo de confesión

y penitencia. Aparece en La Biblia en diferentes contextos “Y soltó al cuervo, el cual

estuvo saliendo y retornando hasta que se secaron las aguas sobre la tierra” (Génesis,

8:7). Noé envía al cuervo para que explore y lo prevenga del peligro. Es el único ser que ve la tierra (agua) después del Diluvio.

Job es un hombre justo y bueno, pero un día cansado de sus calamidades

ofende a Dios. Éste lo interroga y una de sus preguntas es “¿Quién prepara su

provisión al cuervo, cuando sus crías gritan hacia Dios, cuando se estiran faltos de

comida?” (Job, 38:41). Job se vanagloria de su propio conocimiento, pero Dios le

demuestra que no sabe absolutamente nada del mundo en que vive.

En el libro de Isaías también se menciona al cuervo: “La heredarán el

pelícano y el erizo, el ibis y el cuervo, residirán en ella. Tendrá Yahveh sobre ella la

plomada del caos y el nivel del vacío.” (Isaías, 34:11). En la furia de Dios contra

todas las naciones no quedará sobre la tierra persona alguna y en ella sólo morarán

los pelícanos, los puercoespinos, los búhos y los cuervos.

81



El cuervo es un ave muy antigua y siempre se hace presente en los

desastres, donde hay tristeza y dolor. Tal vez por ello Edgar Allan Poe, lo toma en su

poema. Es un estudiante que acababa de perder al ser amado y como el cuervo,

según La Biblia, está presente en los derrumbamientos del mundo, nada mejor que

colocarlo allí como símbolo de un mal presagio.

Según Juan Cirlot, el cuervo en el simbolismo cristiano es alegoría de la

soledad18; el protagonista de “El cuervo” está solo en una noche muy lluviosa. Está

lleno de soledad.

Se significa que el espacio físico donde se desarrolla el poema "El cuervo'', es

mucho más tenebroso que el de "El almohadón de plumas", aunque la casa dondevive Alicia produce un cierto escalofrío. El horror está presente en los dos textos,

pero de una manera diferente. En "El cuervo", este horror lo produce el no saber

quién llama a la puerta. La noche, la oscuridad y la lluvia, son elementos que

intensifican el miedo. En “El almohadón de plumas” la causa de la muerte es el

parásito que succiona a Alicia, y la presencia de su esposo Jordán, transfigurado en

un horrible monstruo.

Comparación de la vida personal y de algunos textos de Horacio Quiroga y

Franz Kafka

Las narraciones de Kafka también se desarrollan en un ambiente de misterio,

esencialmente en su famoso texto “La metamorfosis”. Según ha señalado el escritor Francisco Riera en su libro La Muerte de los Dioses (1989,33), el escritor checo

Franz Kafka se sentía descontento con su apariencia física; tenía una obsesión

enfermiza por su cuerpo y tal vez por ello compone el famoso cuento "La

18 Juan E. Cirlot. Diccionario de Religión. (2000, 42).

82



metamorfosis". Allí el protagonista sufre una transformación radical, así muere. En la

narración titulada “Carta al Padre”, Kafka señala:

Mi única preocupación era yo mismo, pero tomaba formas

distintas. Una de ellas tenía que ver con mi estado de salud.

Se inició muy pronto y cada tanto me invadía cierto

miedo respecto a la digestión, la caída del pelo, una

desviación de la espina dorsal, y otras cosas más. Este

miedo aumentaba en matices innumerables en una

enfermedad verdadera. (Rivera, F. 1989, 34).

Kafka es un menospreciador de su propio cuerpo. Cree que su organismo no

está bien proporcionado en relación a lo perfecto. Su angustia más profunda es,

quizás, que nunca aceptó su imperfección. Nunca pudo entender que en este mundo

nada es perfecto. Además, podemos agregar que es hipocondríaco, un ser que siente

una afección nerviosa terrible caracterizada por una tristeza habitual. Esta angustia se

deriva de la disconformidad con su cuerpo y una constante sospecha de enfermedad.

Al igual que en la mayor parte de los cuentos en estudio, en “La

metamorfosis" de Franz Kafka, el personaje comienza su agonía desde las primeras

líneas de la narración. Allí Gregorio Samsa es tocado por el Mal y se sumerge en un

proceso de agonía que dura hasta que se produce su deceso.

Cuando Gregorio Samsa despertó aquella mañana, luego

de un sueño agitado, se encontró en su cama convertido en

un insecto monstruoso. Estaba echado sobre el quitinoso

caparazón de su espalda, y al levantar un poco la cabeza,

vio la figura convexa de su vientre oscuro... (Kafka, F,

1983, 391).

83



Con su literatura Kafka pone al descubierto la opresión del individuo por parte

de la burguesía, tratando así las relaciones sociales, reflexionando sobre los

problemas, su entorno y la realidad social.

“La metamorfosis” es un texto que marca un hito en la literatura de su tiempo

y sobre todo en la fantástica, pues lo irreal del cuento se conecta con las

producciones del siglo XIX, es decir, con obras contemporáneas. Esa transformación

que sufre Gregorio Samsa ya la había planteado Ovidio. Luego, Kafka la toma pero

la trata en forma diferente, y ésta influye en las obras literarias de los escritores del

siglo XX.En los cuentos: "El hombre muerto" y “A la deriva” de Horacio Quiroga, se

cumple el principio número cinco (V) del Decálogo del Perfecto Cuentista. Pareciera

que Kafka en "La Metamorfosis" lo tomara en cuenta, pues las tres primeras líneas de

la narración son las que verdaderamente estructuran el cuento, es decir, son la base

del texto. Se produce allí la transformación del sujeto y es a partir de allí que se

desarrolla la narración.

En los cuentos de Quiroga que estamos comparando, al hombre se le insertael machete, a Paulino, sujeto del segundo cuento mencionado, lo muerde la serpiente.

Estos hechos suceden en las primeras líneas de la narración. Los tres cuentos se

conectan en un primer momento por la forma en que se inician, ya que la fórmula

narrativa es muy semejante.

Los protagonistas: el hombre, Paulino y Gregorio Samsa comienzan a

contemplar lo cotidiano en esa agonía de la muerte.

No, no soñaba. Su habitación, aunque excesivamente

reducida, aparecía como de ordinario entre sus cuatro harto

reducidas paredes.

(...)

84



Gregorio dirigió luego la vista hacia la ventana;… (Kafka,

F, 1983, 391).

“Por entre los bananos, allá arriba, el hombre ve desde el

duro suelo el techo rojo de su casa. A la izquierda entrevé

el monte y la capuera de canelas. (…)

"El bienestar avanzaba, y con él una somnolencia de

recuerdos. (...) ¿Viviría aún su compadre Ganoa, en Tacurú

- Pecú?. (Quiroga, H, 1981, 79, 191).

Los personajes de las citas anteriores consideran, examinan lo cotidiano, cada

quien a su manera. Sus quehaceres de todos los días les permiten evadirse de cierta

forma de esa realidad que los está envolviendo. Esa normalidad que reina en lo

cotidiano les hace pensar que no les está pasando nada anormal. Hay un contraste

entre la normalidad de la naturaleza y su indiferencia, y la agonía humana.

En el proceso de agonía la vida se les va yendo lentamente a los protagonistas.

Pareciera que los narradores gustan y disfrutan colocando a los personajes en un

eterno sufrimiento, exponiendo así una ley humana; nacer, crecer y morir, porque,luego de una intensa agonía los que realizan las acciones (personajes), están

condenados al deceso.

Se observa en los protagonistas de los cuentos “El hijo” "El hombre muerto",

"A la deriva", "La insolación", "El regreso de Anaconda" y "Los destiladores de

naranja" de Quiroga y "La Metamorfosis" de Kafka, una resistencia a morir, es decir,

no aceptan lo que les está pasando y luchan con todas sus fuerzas para intentar

salvarse, pero ni aún así logran su objetivo. La ley de naturaleza se impone sobre

ellos.

Gregorio Samsa convertido en monstruo trata de acostumbrarse a su nueva

apariencia, como forma de conservar la vida, creyendo que sólo así podrá salvarse.

Pero esta lucha no es suficiente, quizás porque él ya no pertenece al mundo de los

85



humanos y debe morir. También en Kafka podemos ver su forma de narrar como una

manera de expresar su realidad personal, pues Kafka es judío, y los hebreos para su

época, eran cruelmente maltratados en todos los países europeos.

La forma de tratar los temas en Quiroga y Kafka es diferente. Quiroga tal vez

desea que el mundo conozca y tome conciencia de la cercanía que existe entre la vida

y la muerte. Enfatiza que cualquier acción y movimiento imprudente puede conducir

a los seres a la muerte, y una vez que se inicia el proceso, generalmente se produce

una agonía intensa, que ni siquiera con la resistencia a través de la alucinación,

contemplación o acoplamiento se puede evitar.

En este sentido, generalmente en la sociedad contemporánea el humano vale,siempre y cuando sea úti1. Cuando deja de ser productivo cesa también su

importancia como individuo espiritual. En la sociedad actual todo gira en torno a los

valores económicos y políticos. No se toma en cuenta al individuo como tal.

Quizás Kafka quiso expresar con "La Metamorfosis”, la problemática social

que experimentaban los judíos, quienes en su época eran considerados antisociales, y

obligados a vivir en barrios donde habitaban sólo los hebreos, en Praga.

En otras ciudades europeas se crearon los llamados Pogroms, este término esuna palabra rusa con el cual se designa a la matanza de los judíos siglos después de la

muerte de Jesús. En la Rusia zarista, antigua Unión Soviética, las persecuciones y

matanza de los judíos fue muy cruenta, sólo con el Igualitarismo se detuvo un poco

este fenómeno y se produce la asimilación de los judíos.

Carlos Marx, cuyo pensamiento tuvo también importancia en el siglo XX

asumió que la raza judía desaparecería con el fallecimiento del capitalismo, pues la

única forma de que el hombre sea libre es superando la individualidad. Como quiera

que sea, los judíos eran mal vistos en la sociedad de los distintos países.

Franz Kafka siendo checo, tuvo que expresarse en alemán. Lo arrancaron en

cierta medida de su contexto judío, y tal vez por ello, este cuento en estudio “La

metamorfosis” posee esos elementos estructurales, es decir, el protagonista se

86



transforma en un monstruoso insecto. Desde allí contempla lo cotidiano, de alguna

forma su nueva condición de animal esconde su sufrimiento, y así muere.

Kafka puso al desnudo con su crítica la inhumanidad del

Estado burgués, la continua intensificación de la opresión

del individuo mediante todos los mecanismos existenciales

del orden del mundo burgués.

(…)

Partiendo del presupuesto, comúnmente aceptado, de que el

escritor checo no hizo sino descubrir unas relaciones

humanas reales, propias de la sociedad capitalista en general,

en forma particular que adoptaron en el atrasado Estado de

la monarquía austro- húngara de su tiempo. (Soler A, F, en

la Revista Quimera, 2002, Nº 218-219, 32, 34).

La burguesía, con sus principios económicos, sociales, políticos y morales,

restringe el valor del hombre, y hace que el ser carezca de importancia y se sienta

oprimido por el régimen existencial vigente. Es tanto el deseo de Kafka de salirsede esa sociedad en la que vive que prefiere que el personaje Gregorio Samsa muera

como insecto. Su transformación en una especie de monstruo se podría decir que es

una denuncia de cómo el Estado burgués transforma y reduce al hombre hasta

quitarle lo propiamente humano.

Kafka era judío y debió hablar y vivir aislado de su comunidad checa. En su

nuevo entorno social, él quería desaparecer, dejar de ser humano, porque su raza no

cabía en dicha sociedad y tenían que recluirse en Juderías. Eran maltratados e

incluso no eran vistos como parte de la comunidad para la época: “Kafka escribió en

alemán, por lo tanto no pertenece ni a la literatura checa ni a la eslovaca, en

consecuencia no merece sino unas líneas en los libros de textos (…) y su tumba está

en el nuevo cementerio Judío, pero sus obras no se han reeditado” (Soler. A, F, en la

87



Revista Quimera, 1983, Nº 34, 34). Este autor crítica la oscuridad en que se ha

sumido la obra de Kafka en su país, señala que allí no se le ha dado a la obra literaria

de Kafka la importancia que ésta tiene, simplemente por ser judío. No es raro que un

ser con un peso tan grande a sus espaldas (la herencia de la raza) quisiera

transformarse en algo diferente a lo humano, tal como se presenta en la sociedad de

la época, y así en sus cartas expresa que desea vivir en un sótano.

La inconformidad que Kafka sentía por su cuerpo puede verse como una

manifestación de su queja por vivir en una sociedad diferente a la de Checoslovaquia,

y que tenía una disparidad con su raza. Cabe suponer que esta indisposición no es

con su cuerpo sino con la población en que habita.Con todo y lo que sufre el escritor en referencia, por las constantes

persecuciones sociales, nunca se arrepiente o menosprecia su sangre, se siente

orgulloso de ser judío y lucha a través de la literatura para que cambie el entorno, esa

disconformidad nos pone frente a ese no cambio de su persona sino de la comunidad.

Bien pudo Kafka adherirse a los preceptos de su nueva condición, sin embargo,

nunca lo hizo.

Esta problemática racista (no aceptación de la raza judía en Checoslovaquia)que se observa en Kafka es una diferencia notable con Quiroga, ya que éste último se

siente orgulloso de ser uruguayo. Él no es perseguido por la sociedad y está

conforme desde el punto de vista social con lo que es y tiene. Pero es de hacer notar

que ambos escritores; Quiroga y Kafka se conectan en la fatalidad que llevan en su

espíritu, es decir, Kafka por ser judío y Quiroga por la presencia trágica de la muerte

que lo persigue.

Desde nuestra perspectiva "La metamorfosis" es una crítica a la sociedad que

desecha a aquellas personas que, por una u otra razón, dejan de prestar servicio a la

población, o que son rechazados por pertenecer a diferentes razas. Quiroga quizás no

busca criticar a la sociedad, sino la forma de ser del hombre: su prepotencia, su

psicología egoísta. Expone la comprensión de las leyes de la naturaleza, a las que sin

duda ama, ya que en sus escritos la toma como un personaje permanente.

88



Según Bajtín: “…la vida se encuentra no sólo fuera del arte, sino también

dentro de él (…). La obra y el mundo representado en ella entran en el mundo real y

lo enriquecen,” (1986, 36, 464), el ambiente circundante de todo autor está inmerso

en su obra, por ello se dice que la escritura le sirve a estos creadores para expresar

sus miedos, sus conflictos y su forma de ver y sentir sus realidades.

Como se expuso en anteriores capítulos de esta investigación, Quiroga con sus

cuentos, quizás quería expresar todo el mundo de tragedia que le tocó vivir. Al igual

Kafka, con "La metamorfosis", esa transformación que sufre Gregorio Samsa la

debe haber deseado en su vida, y así poder escapar de su “cuerpo imperfecto" (su

herencia genética). En una carta que Kafka escribe a Felipe Bauer, dice:

Muchas veces he pensado que la mejor forma de vida para

mí constituiría en recluirme en lo más hondo de un sótano

espacioso y cerrado, con una lámpara y todo lo necesario

para escribir. Me traerían la comida y me la dejarían

siempre lejos de donde yo estuviera, detrás de la puerta

más exterior del sótano. (Rivera, F, 1989, 35).

Parece ser que Kafka quería vivir en un espacio solitario y sellado. Hay un

párrafo en "La metamorfosis", donde al personaje le dejan la comida en la puerta:

“…, pero abajo, donde estaba Gregorio, reinaban las sombras (...) Encontró una

escudilla llena de leche azucarada (...) con trocitos de pan blanco." (Kafka, F. 1983,

407). Al convertirse Gregorio Samsa en monstruo es recluido en su cuarto, no le

permiten salir, y le colocan la comida en la puerta.

El cuarto donde se encuentra Gregorio Samsa está lleno de objetos viejos y puede compararse con el sótano en el cual quería vivir Kafka. En este sentido, con

este cuento Kafka expresa en cierta medida cómo le hubiese gustado vivir, es decir,

en solitario, donde la malignidad de la gente no penetrara.

89



Las obras literarias de Horacio Quiroga, Edgar Allan Poe y Franz Kafka, están

conectadas por un elemento fundamental: las obras literarias de estos tres escritores

se inscriben en lo fantástico, porque en sus textos encontramos la descripción de

universos imaginados e interpolados en la realidad real, es decir, en el conjunto de

certeza y proposiciones sobre tiempo espacio19.

Lo fantástico en los cuentos "El hijo", "El hombre muerto” “A la deriva", "La

insolación", "El almohadón de plumas", "El regreso de Anaconda" y "Los

destiladores de naranja" de Horacio Quiroga, lo encontramos en las alucinaciones

que experimentan los personajes al ser tocados por el Mal, pasando a una especie de

"otro mundo" y según Louis Vax (1965, 5, 29): "Lo fantástico se nutre del escándalode la razón (...) Nos presenta por lo general a un hombre que como nosotros, habita

en mundo real y de pronto se encuentra ante lo inexplicable." En este sentido, a los

personajes se les presenta un hecho sobrenatural que los trastorna y los hace alucinar,

rompiendo con esto el límite de separación.20

En "El cuervo", "El tonel amontillado" y "La máscara de la Muerte Roja" de

Poe, también se presenta a los personajes este hecho que escapa a la razón: el que un

casi muerto hable perfectamente, ver a la muerte personificada, son ya hechosfantásticos. Estos acontecimientos invierten el orden de las cosas en el mundo.

En el cuento "La metamorfosis" de Franz Kafka, la transformación de Gregorio

Samsa en monstruo, es un hecho fantástico, pues: "Cuando lo sobrenatural aparece

como una ruptura de la coherencia universal (…) que quiebra la estabilidad del

mundo.” (Caillois, R, 1970,17), se produce un hecho fantástico. El acontecimiento de

la transformación es la posibilidad de violar el límite establecido entre lo natural y lo

sobrenatural.

Desde esta perspectiva, la narración fantástica une a estos tres escritores, por lo

menos en los cuentos que están siendo objeto de estudio en esta investigación.

19 Víctor Bravo. Los Poderes de la Ficción. (1993, 15)20 Idem, p, 37

90



Dos Formas de Escritura

Razones por las cuales Horacio Quiroga Adopta dos Formas de Escritura

Estudiando e indagando la obra cuentística de Horacio Quiroga hemos

observado en ella dos formas de escritura totalmente diferentes. Los críticos siempre

han señalado a Quiroga como un autor que siente una especie de obsesión por los

temas trágicos. Mencionan que presenta la muerte desde muy distintos ángulos, y

explican esta constante por medio de la vida personal del escritor, es decir,

enfocando los aspectos trágicos de la vida del narrador. Sin embargo es de hacer

notar que Quiroga no solamente escribe de la forma antes mencionada, sino quetambién escribe literatura infantil.

Haciendo una comparación cronológica de las fechas en que aparecen los

cuentos: "El hijo" (1928), "El hombre muerto" (1920), "A la deriva" (1912), "La

insolación" (1908), "El almohadón de plumas" (1907), "El regreso de Anaconda”

(1925) y "Los destiladores de naranja" (1923) y las fechas en que escribe: Cuentos

de la Selva (1918), "Carta de un Cazador (1922)", "El hombre frente a las fieras"

(1924) y "De la vida de nuestros animales" (1925), observamos que no hay períodos

fijos para sus diferentes formas de escritura.

Quiroga cruza las épocas para escribir narraciones trágicas y didácticas. No hay

en él un tiempo determinado para contar desde estas dos perspectivas. Desde el punto

de vista cronológico, Quiroga no presenta un período específico para producir sus

narraciones trágicas y didácticas.

Si se toma "La insolación" (1908), Cuentos de la Selva (1918), "El hombre

muerto" (1920), "De la vida de nuestro anímales" (1925) y "El hijo'' (1928), se

evidencia la presencia de una escritura diferente ya que lo trágico irradia en elcontexto de unas narraciones 1908, 1920, 1928, pero en los de 1918, 1925 no se

observa esta perspectiva.

Pareciera que Quiroga quisiera mostrarnos que su existencia como ser humano

no cuenta solamente con un lado trágico, sino que también hay en él amor, ternura,

91



compasión y compresión. Que a pesar de todos los altibajos que tuvo en su vida

conserva esa parte “bonita”, positiva, que todos los seres poseen, y que a pesar de su

aislamiento en la selva de Misiones, es un hombre sabio, porque supo transmutar el

dolor en esperanza, cosa ésta que deberían hacer todos los seres humanos, ya que la

vida se ve envuelta en la tragedia, en la agonía, y para equilibrar estos momentos es

necesario conectar lo bueno con lo malo, lo oscuro y lo luminoso.

De todo lo anteriormente expuesto se deduce que Quiroga, con sus dos formas

de escritura, trágica y didáctica, expresa su vida personal, su filosofía, su

personalidad, su forma compleja de hacer literatura. Dice al respecto Víctor

Fuenmayor (1998, 179, 51):

Lo que Horacio Quiroga define en su escritura es su Torah

personal como relato y vestidura, con el fin de que el lector

lo encuentre bajo la palabra.

(...)

...Cuando Quiroga habla de sí mismo, no lo hace más que

por la mediación de su obra como si su existencia estuviera

calcada sobre un personaje.

Las palabras de Fuenmayor nos convencen mucho más acerca de la vida

espiritual y trágica que se expresa en sus dos formas de escritura, pues señala que la

obra de Quiroga está íntimamente relacionada con su vida, pero no sólo con su

aspecto trágico sino con la vertiente amorosa y tierna. Por ello quizás encontramos

en él estas dos formas de escritura. Los personajes le sirven al autor para dar a

conocer sus puntos de vista, la visión que tiene del mundo y su forma de aprehender la realidad.

Además, el autor uruguayo pertenece a la corriente literaria del Realismo en su

vertiente regionalista, pues el ambiente en el cual se desarrolla su obra narrativa está

íntimamente relacionado con la regionalización, en la que se presentan una serie de

92



elementos tales como el ambiente, el que le proporciona los beneficios de la

naturaleza americana a la que sin duda ama, tales como; geografía, ambiente, color,

personajes, que accionan sus motivaciones y le dan vida a su creación literaria.

Quiroga toma los recursos de la naturaleza americana para elaborar sus

cuentos, es ese espacio geográfico el que vamos a encontrar en sus textos, por lo

tanto se puede decir que existe en él regionalismo o arraigo por su tierra. El autor, tal

vez quiso que su obra fuera testimonio de su tiempo y de su mundo, porque se siente

capaz de expresar en palabras originales el paisaje natural y humano en el cual estaba

inmerso, y quién mejor que él para hablar de la tierra y sus virtudes, un ser que se

desenvolvió en un ambiente campestre, que vio y palpó la tierra en todas sus formas.El crítico Emir Rodríguez Monegal señala que en el año 1916, Quiroga queda

especialmente a cargo de sus dos hijos pequeños (Eglé y Darío) y por ello, quizás,

siente esa necesidad de narrar exclusivamente para educar. En 1918 escribe sus

primeros cuentos infantiles en una colección cuyo título es: Cuentos de la Selva y en

años posteriores aparecen otras narraciones del mismo estilo, sin embargo, no

abandona las narraciones trágicas, pues para 1928 escribe "El hijo” uno de sus textos

de mayor tragicidad.Desde nuestra perspectiva en Horacio Quiroga existen dos formas de escritura.

Estas dos maneras son posibles debido a que su literatura refleja su vida personal, y

ésta estuvo siempre prendida a dos vertientes que posee la vida de cualquier ser

humano: una, la del amor, la ternura por sus hijos, y la otra vertiente la de lo trágico,

que jamás abandonó su vida.

Primacía de una de esas dos Formas de Escritura

Como ya se expuso en esta investigación, los críticos Rodríguez Monegal,Yurkievich, Etcheverry, Menton, Anderson, Ghiano y otros, siempre han mostrado

con mayor interés la obra literaria trágica del autor. Quizás por ello esta forma de

escritura se impone sobre la didáctica. En el canon, sus narraciones son presentadas

desde la visión trágica.

93



Se considera que lo trágico adquiere primacía, quizás porque esta modalidad

narrativa llama más la atención de los lectores; por la manera como se narran los

hechos allí, las personas que gustan de la buena literatura se sienten motivadas por

una obra de esta magnitud, antes de dejarse subyugar por una narración educativa

que ellos de cierta forma ya conocen.

Los lectores prefieren penetrar en historias que los transporten de una manera

diferente a otras esferas de la imaginación. En el caso de Quiroga, no solamente les

interesa el hecho trágico. También desean conocer el ambiente y los elementos que

componen el contexto de lo contado, pues, en la cuentística de Horacio Quiroga

aparecen como elementos omnipresentes la tierra, la naturaleza americana, descritosen forma realista por alguien que las conoce perfectamente y que las ama, ya que

convivió con ellas.

Para que un autor logre describir y decir en términos originales una determinada

temática, debe sentir, amar, y palpar eso que va a expresar. Es precisamente lo que le

sucede a nuestro escritor Horacio Quiroga, quien vivió, palpó, amó y sintió el

salvajismo y la quietud del paisaje americano y quizás también por ello es que lo

trágico adquiere preponderancia en su escritura.

BIBLIOGRAFÍA

* ADANOSKY, Ezequiel y BOMBINI, Gustavo (1991). Para Noche de Insomnio.

Textos de Horacio Quiroga. Recopilación.

94



* ANDERSON IMBERT, Enrique. (1991). Historia de la Literatura

Hispanoamericana I. Fondo de Cultura Económica. México.

* BAJTÍN, Mijaíl M. (1986). Problemas Literarios y Estéticos. Traducción de

Alfredo Caballero. Arte y Literatura. La Habana, Cuba

*_______________(1979). Estética de la Creación Verbal. Traducción de Tatiana

Bubnova (1982). Siglo XXI. México.

* BATAILLE, George. (1971). La Literatura y el Mal. Tauros. Madrid.

* BELEVAN, Harry. (1976). Teoría de lo Fantástico. Barcelona (España)

* LA BIBLIA ( 8OJOOOO )

* BLOCK DE BEHAR, Lisa. (1994). Una Retórica del Silencio. Siglo Veintiuno.

México

* BRAVO, Víctor. (1993). Los Poderes de la Ficción. Monte Ávila. Caracas.

* ______________. (1999). Terrores de Fin de Milenio. Del orden de la utopía a las

representaciones del caos. Talleres Gráficos Universitarios ULA. Mérida-Venezuela.

95



* BRESCIA, Pablo (2002). “Un Mapa de Lluvia: Viaje por la Narrativa

* BUSTILLO, Carmen. (1965). El Ente de Papel. Monte Ávila Caracas.

* CAILLOIS, Roger (1970). “Del Cuento de Hadas a la Literatura Fantástica”.

En Imágenes. Imágenes Edhasa. Barcelona. Citado por Víctor Bravo, 1993, 36.

Monte Ávila.

* CASTEX (1969). Le Conte Fantastique en France. Francia. Citado por Tzvetan

Todorov, 1974, 36. Tiempo Contemporáneo.

* CIRLOT, Juan (2000). Diccionario de Religión.

* CLANTZ, Margot. (1979). Poe en Quiroga. En Aproximaciones a HoracioQuiroga. Monte Ávila. Caracas

* CORTÁZAR, Julio (1994). Julio Cortázar. Obra Crítica 2. Santillana. México.

* DEL SAZ, Agustín. (1978). La Literatura Iberoamericana. Juventud.

España.

* ECO, Humberto. (1990). Cómo se Hace una Tesis. Gedisa. México.

96



* FERNÁNDEZ MORENO, Cesar. (1979). América Latina en su Literatura. Siglo

XXI. México.

* FLORES, Ángel (Compilador). (1976). Aproximaciones a Horacio Quiroga.

Monte Ávila. Caracas.

* FUENMAYOR, Víctor (1998). Materia, Cripta y lectura de Horacio Quiroga.

Ediciones Astro Data. Maracaibo (Venezuela).

* GENETTE, Gérard (1982). Palimpsestos. La Literatura en Segundo Grado.

Traducción de Celia Fernández Prieto. Tauros. Madrid.

* HANN, Oscar. (1978). El Cuento Fantástico Hispanoamericano en el Siglo XIX.Premia. México.

* IRMTRUD, Koning. (1984). La Formación de la Literatura Fantástica

Hispanoamericana en la Época Moderna. Verlag Peter Lang.

* JIMÉNEZ, José O. (1979). Antología de la Poesía Hispanoamericana.

Contemporánea. Alianza. Madrid.

* KAFKA, Franz. (1983). Obras Completas. Tomo I, II, III, IV. Visión Libros.

España.

97



* LÉVINAS, Emmanuel. (1992). La Mort et le Temps. L´Herne.

Francia.

* MARTÍNEZ ESTRADA, Ezequiel. (1968). El Hermano Quiroga. Arca. Uruguay

* MENTON, Seymour. (1992). El Cuento Hispanoamericano. Fondo de Cultura

Económica. Caracas.

* MIRCEA, Eliade. (1975). Tratado de Historia de las Religiones. Traducción de

Tomás Segovia. (1964). Biblioteca Era. México.

* MORON, Guillermo. (1979). Escritores Latinoamericanos Contemporáneos.Equinoccio. Caracas.

* PAZ, Octavio. (1981). Los Hijos del Limo. Seix Barral. Caracas.

* QUIROGA, Horacio. (1976). El Salvaje. Losada. Buenos Aires.

* _________________ (1981). Cuentos de Amor de Locura y de Muerte. Losada.

Buenos Aires.

98



* _________________ (1984). Cuentos de la Selva. Seix Barral. Caracas.

* __________________ (1926). Los Desterrados. Losada. Buenos Aires.

* RIVERA, Francisco (1989). La Muerte de los Dioses. Con Textos Contraloría

General de la República.

* RODRÍGUEZ MONEGAL, Emir. (1976). Narradores de esta América. Alfa.

Buenos Aires.

* ROSENBLAT, María L. (1990). Poe en Cortázar. Lo Fantástico como Nostalgia.

Monte Ávila. Caracas.

* SEMPRÚM, Jesús. (1956). Crítica Literaria. Villegas. Caracas

* SOLER ALVÁREZ (1983). “Kafka y Checoslovaquia o el Poeta y su Tierra”.

En Revista Quimera. Nº 218-219.

* TODOROV, Tzvetan. (1974). Introducción a la Literatura Fantástica. Tiempo

contemporáneo. Argentina.

* U. P. E. L. (1998). Manual de Trabajos de Grado, de Especialización, Maestría

y Tesis Doctorales. FEDUPEL. Caracas.

99



* VAX, Louis (1965). El Arte y la Literatura Fantástica. Edit. Universitaria.

Argentina. Citado por Víctor Bravo, 1993,

Trujillo, 20 de Octubre del 2003

Profesor.

100



Juan José Barreto y demás miembros del Consejo

Directivo de la Maestría en Literatura Latinoamericana.

La presente es para saludarlos y luego para hacerles la solicitud de

la asignación del jurado para la defensa del Trabajo de Grado titulado: El

Instante agónico en Algunos Cuentos de Horacio Quiroga, realizado

por Yronilde Briceño y con la tutoría de la Profesora María Eugenia

Urrutia Troncoso.

Sin más a que hacer referencia me despido de ustedes, esperandouna pronta respuesta.

Atentamente

101



_______________________

Yronilde Briceño

102

El Instante Agonico_Libro II

Documents

Transcript of El Instante Agonico_Libro II