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95 ESTADO DEL MUNDO O A S I S , N ° 10 El Islam en el mundo árabe: respuesta a una globalización excluyente Rosa Duro Montealegre* Profesora/investigadora de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia. correo electrónico: [email protected] INTRODUCCIÓN: En la actualidad y desde hace ya va- rios siglos (con el Renacimiento en el si- glo XVI), la memoria histórica y los clichés, han impuesto la visión de mun- do imperante u Occidental y propugna- do un estado de ignorancia acerca del Islam y su naturaleza 1 . Es difícil cambiar en poco tiempo más de cinco siglos de ideologización y demonización de la rea- lidad islámica, máxime cuando en la con- temporaneidad, el nuevo orden mundial, establecido tras la caída del muro de Ber- lín y la disolución del bloque comunista, configura un panorama geopolítico, des- tinado a representar los claros intereses de Washington y sus aliados, para erigirse como potencia hegemónica en el ámbito militar, económico y político que se ex- tiende a todos los territorios y pueblos de la tierra, como organización global del planeta, bajo un modelo, cuyos pilares se definen con la asunción, en lo político, de las formas democráticas, y en lo econó- mico, del libre mercado. En este estado de cosas asistimos a un debate en torno a la consideración de los enemigos actualizados que amenazan a este nuevo orden, ya que las disidencias no * Fecha de entrega, 23 de julio de 2004. Fecha definitiva 24 de agosto de 2004. Fecha de aceptación, 6 de octubre de 2004. 1 Villepin de D., 2003, “Islam y Occidente”, en Revista Política Exterior, N° . 95, septiembre.

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    El Islam en el mundo árabe:respuesta a una globalizaciónexcluyente

    Rosa Duro Montealegre*

    Profesora/investigadora de la Facultad

    de Finanzas, Gobierno y Relaciones

    Internacionales de la Universidad

    Externado de Colombia.

    correo electrónico:

    [email protected]

    INTRODUCCIÓN:

    En la actualidad y desde hace ya va-rios siglos (con el Renacimiento en el si-glo XVI), la memoria histórica y losclichés, han impuesto la visión de mun-do imperante u Occidental y propugna-do un estado de ignorancia acerca delIslam y su naturaleza1. Es difícil cambiaren poco tiempo más de cinco siglos deideologización y demonización de la rea-lidad islámica, máxime cuando en la con-temporaneidad, el nuevo orden mundial,establecido tras la caída del muro de Ber-lín y la disolución del bloque comunista,

    configura un panorama geopolítico, des-tinado a representar los claros intereses deWashington y sus aliados, para erigirsecomo potencia hegemónica en el ámbitomilitar, económico y político que se ex-tiende a todos los territorios y pueblos dela tierra, como organización global delplaneta, bajo un modelo, cuyos pilares sedefinen con la asunción, en lo político, delas formas democráticas, y en lo econó-mico, del libre mercado.

    En este estado de cosas asistimos a undebate en torno a la consideración de losenemigos actualizados que amenazan aeste nuevo orden, ya que las disidencias no

    * Fecha de entrega, 23 de julio de 2004. Fecha definitiva 24 de agosto de 2004. Fecha de aceptación, 6 deoctubre de 2004.1 Villepin de D., 2003, “Islam y Occidente”, en Revista Política Exterior, N°. 95, septiembre.

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    son admitidas. Un debate, en el que losmedios de comunicación, que monopoli-zan la información a escala global, han te-nido mucho que ver en la generación delvigente imaginario colectivo en torno a lamas conocida civilización islámica. Segúnun estudio de Daya Kishan, profesor de pe-riodismo de la Universidad de Coventry enGran Bretaña: “los principales medios decomunicación occidental, especialmente losanglo-estadounidenses, que dominan losservicios de cadena, televisión, radio y pren-sa a escala mundial, y distribuyen aproxi-madamente el 80% de las noticias en elmundo, han contribuido a proyectar laimagen del Islam, como una religión con-traria a los valores de la civilización (enten-dida esta como occidental)”2. De estaforma, la gran prensa occidental logra cons-truir una agenda de noticias global confor-me con los intereses de sus países.

    Uno de los estudiosos más reconoci-dos del tema, el palestino Edward Said,habla en su libro más citado Orientalis-mo3, de como Oriente no es un tema so-bre el que se pueda tener libertad depensamiento, puesto que se nos da ya de-finido, acotado y dispuesto de una formacerrada y acabada. La relación entre Orien-te y Occidente es una relación de poder,en la que el primero se subordina al se-

    gundo, el cual emite la noción colectivaque define el “nosotros” contra todos aque-llos “no europeos”.

    Se acepta como válida la tesis de laconfrontación entre dos mundos, por unlado la superioridad del Occidente pos-moderno, laico, desarrollado, democráti-co y racional, por otro y enfrentado a él,el mundo islámico, representado comoarcaico, oscurantista, subdesarrollado, fa-nático, irracional, y lo que es peor comofundamentalista y terrorista. El Islam es,en este momento, considerado como unelemento disruptor del sistema internacio-nal, según el profesor Said, “existe un con-senso sobre el Islam como una especie dechivo emisario para cualquier suceso queno nos guste sobre los nuevos modelospolíticos, sociales, y económicos a nivelmundial. Para la derecha, el Islam repre-senta el barbarismo; para la izquierda, unateocracia medieval; para el centro, una es-pecie de exotismo desagradable. A pesarde que existe un acuerdo de que allí nohay demasiado que se pueda aprobar”4. Endefinitiva esta civilización es vista comoun obstáculo para la imposición de los“nuevos valores” de libertad, como unaamenaza a la seguridad del sistema, al quepor tanto que hay que combatir, lo que aojos de los ‘hegemones’, legitimaría la in-

    2 Kishan Thussu, D., “Como se manipula la información sobre el terrorismo: La demonización del Islam”,en Economic and Political Weekly, Mumbai, 1997.3 Said, Edward, Orientalismo, Libertarias/Prodhufi, S.A., 1990.4 Said, Edward, Covering Islam. How the media experts determine we see the rest of the world. Routledge andKegan Paul, London, 1985.

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    tervención y la guerra, hoy calificada como“preventiva”, para asegurar la paz en elmundo. Un reciente estudio de la RANDCorporation rezaba: “Hoy el rol del po-der militar de EE.UU. puede ser definidoampliamente como el de proteger y pro-mover los valores y los intereses america-nos y los de sus aliados en cualquier lugardel mundo. A veces ese rol implica pelearguerras, mayormente previniéndolas”5.

    Estas visiones serán alimentadas des-de la academia por aportes tan controver-tidos como lo fue en su época, el artículodel analista político, Samuel P. Hunting-ton, publicado en 1993 en la prestigiosarevista Foreign Affairs, y titulado “Choquede civilizaciones”6, en cuyo análisis anti-cipaba un mundo en el que el escenariointernacional estaría dominado por con-flictos entre culturas. Los críticos consi-deraron el artículo como un llamado a unanueva cruzada contra el Islam liderada porOccidente en cabeza de los EE.UU.

    Como reza en la Introducción delcapítulo, que Geopolítica del caos, destinaal análisis del Islam contemporáneo:

    “El Islamismo recibe hoy, y muy es-pecialmente desde los países del norte, unalectura incierta en la que se entremezclanla invención de ‘un enemigo de Occiden-te’, un colonialismo perenne y un racis-mo apenas disimulado, junto a necesidades

    geopolíticas (estratégicas, militares y eco-nómicas), en la era de la globalización”7.

    Esposito asegura que la comprensiónde los movimientos islamistas ha sido li-mitada y selectiva y que resulta erróneoreducir el Islam al activismo islámico y alterrorismo. El autor considera que la no-ción moderna de religión, como sistemade creencias personales, hace del Islam, quese extiende a casi todos los aspectos de lavida e integra la religión con la política yla sociedad, algo anormal, incomprensi-ble y amenazador.

    Pero, a la hora de analizar el activis-mo islámico, a menudo se olvida que to-das las religiones del mundo, en susorígenes e historia, fueron maneras de vi-vir de las que casi nada se excluía. Y, sibien la relación de la religión con la polí-tica en el mundo occidental se ha modifi-cado, la religión sigue siendo una formade vida con fuerte acento en la comuni-dad en numerosos países de las más dife-rentes creencias.

    Solo en Occidente, a partir del Siglode las Luces, se aplica una noción restrin-gida de la religión, como una mera creen-cia personal que no compromete a lasociedad. Así, se ha llegado a equiparar lasecularización con progreso, y a creer quemodernización y occidentalización, vannecesariamente de la mano.

    5 “Shipshape. A Reorganized Military for a New Global Role”. www.rand.org/publications.6 Huntington, S., Summer, “The Clash of Civilitations?”, en Foreign Affairs, Vol. 72, N° 3, 1993.7 Ramonet, Ignacio, “Geopolítica del caos”, Ed. Le Monde Diplomatique, 1997.

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    8 Esposito, J., The Islamic Threat: Myth or Reality, Ed. Oxford University Press, 1999.9 Carothers, T., “Promoting Democracy and Fighting Terror”, en Foreign Affairs, January-February, Vol.82, N°. 1, 2003.

    ¿Por qué se percibe el islamismo comouna amenaza en Occidente? “Para los go-biernos occidentales –afirma Esposito–,tanto tiempo acostumbrados a las alian-zas pragmáticas con regímenes escasamen-te democráticos y represivos, perodominados por elites de orientación occi-dental, el salto a lo desconocido de unposible fundamentalista dista mucho deser atractivo. Como consecuencia, el de-safío del resurgimiento islámico contem-poráneo a la clase intelectual y a la políticaestablecida, se ve fácilmente transforma-do en amenaza”8.

    La llegada al poder de George Bushen EE.UU., favorecerá un enfoque realistaen la ejecución de la política exterior nor-teamericana9, ya anunciada desde su cam-paña en el año 2000. Los ataques quetuvieron lugar en septiembre de 2001 con-tra la superpotencia, profundizaron en lavisión de mundo arriba señalada, se prio-rizó en la guerra contra el terrorismo, en-tendiendo a éste como la mayor amenazapara la seguridad internacional y se iden-tificará a los nuevos enemigos que inte-grados en el llamado “eje del mal” seríanllamados a ser combatidos. Entre estospaíses cabe recordar que dos de ellos Iráne Iraq son de mayoría musulmana.

    Es necesario, entonces, desvelar algu-nos de los mitos que existen sobre una delas civilizaciones más importantes del glo-

    bo, en términos de población, lengua,cultura, ubicación geográfica, pero sobretodo por la importancia estratégica, queesta civilización tiene para el sistema in-ternacional en la actualidad y vislumbrarqué se esconde tras este enfoque cultura-lista, que se erige como matriz para expli-car el conflicto en el sistema internacional.Al respecto, debemos plantearnos seria-mente cuáles son, en realidad, las diferen-cias culturales con el Islam, profundizaren ellas y elaborar un modelo de coexis-tencia pacífica desde la compenetracióncultural. Para ello es necesario acercarnosa los orígenes de esta civilización, su evo-lución en la historia, los aportes que des-de el Islam se han hecho a la historia delmundo, acercamiento que nos ayudará aentender su situación en la actualidad ysu inserción en el sistema global.

    EL ISLAM MÁS QUE UNA

    RELIGIÓN UNA CIVILIZACIÓN:

    A menudo los análisis que se reali-zan sobre el Islam hacen hincapié en elIslam como una religión, obviando pa-rámetros que nos harían comprender aésta como lo que en realidad es: una ver-dadera civilización. La religión es, sinduda, uno de los elementos más impor-tantes para tener en cuenta y que hanidentificado a las comunidades creando

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    10 Sodaro, Michael, J., “Nation-States, Nationalism and Supranationalism”, en Comparative Politics a Glo-bal Introduction, N. Y., Ed. MacGrawHill, 2001.11 Miralles, R., “Islam y mundo árabe, en la escuela y medios de comunicación”, en Revista Verde Islam, N°.12, Año 5, España, 2000.12 República Islámica de Irán, el Corán (texto coránico en español difundido por las embajadas iraníes en elmundo), 1995.13 Moro, L. V., “Consideraciones en torno al Islam y la contemporaneidad”, en Revista Verde Islam, España,2000.

    civilizaciones10, sin embargo, y aunqueel mundo islámico se caracteriza por lacentralidad del fenómeno religioso, ésteno se explica por sí solo ni el surgimien-to, ni la expansión, ni la evolución, ni lasituación actual del Islam en el mundo.En muchos casos las descripciones de losprocesos políticos y sociales del mundomusulmán se limitan a explicar éstascomo manifestaciones de religiosidadextrema, “las explicaciones suelen apun-tar al propio Islam, al fervor religioso yfanático, mientras se silencian los facto-res sociales, políticos y económicos”11.

    El Islam (DAR-AL ISLAM), nace enel siglo VII de la era cristiana, con voca-ción de expansión universal, como otrascivilizaciones su signo de identidad másimportante será la religión. Islam en ára-be significa “sometido a Dios”, nace enterritorios, hoy de Arabia Saudí, lugar enel que al profeta Mahoma le es reveladoAL-QURAM12, el Corán (que en árabe sig-nifica “el recitado”), el libro que contienetodas las indicaciones para guiar la vidade los musulmanes. El origen y la expan-sión del Islam suponen la transformaciónde las sociedades beduinas y nómadas en

    una verdadera comunidad, desde enton-ces integradas en la UMMA, de UMM (sig-nifica mamá).

    El Islam desde sus orígenes incorpo-ra tanto un proyecto religioso como unproyecto político, entre los que no existedivisión, pues en el Islam como en el ca-tolisismo de la misma época lo religiosoabarca cada uno de los aspectos de la con-ducta humana. Según Mansur Abdussa-lam, presidente de la Junta IslámicaEspañola: “por su naturaleza unitaria e in-tegral, y la efectiva vinculación religioso-política, el Islam no admite proceso algunode secularización, el libro revelado, el Co-rán, mantenido libre de alteraciones, si-gue siendo la referencia de todomusulmán”13.

    1. Como proyecto religioso:

    El Islam tiene en común con las otrasdos grandes religiones, el ser una de lastres religiones monoteístas que planteanla existencia de un solo Dios, y religionesreveladas o del libro, es la última en surgirtras el judaísmo y el cristianismo:

    Judaísmo: Tohrá - Biblia

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    Cristianismo: Evangelios - BibliaIslam: CoránEl Islam reconoce que la revelación

    se expresó en estos tres libros anteriores:el Zabu de David, la Torá confiada a Moi-sés y el Evangelio de Jesús, por tanto, seconstituye en una continuación, profun-dización y perfeccionamiento de las reve-laciones anteriores, lo cual contradice laimagen generalizada, del surgimiento delIslam como una religión contraria al cris-tianismo y al judaísmo.

    Pero también comparte con las ante-riores el respeto a la tradición profética:para el Islam tanto Abraham, como Moi-sés y Jesús son profetas considerados, sien-do Mahoma el guía, con cuyo ejemplo devida se cierra la profecía.

    El Corán, además de ser el libro sa-grado es, ante todo, la palabra misma deAlá, el único Dios verdadero, se apren-de, se salmodia o recita en árabe, y semantiene libre de interpretaciones por-que propone una relación directa entreDios y los musulmanes (los que se some-ten a Dios), ya que el Islam no estableceun cuerpo sacerdotal jerarquizado parasu interpretación. El Corán fue reveladopor el arcángel Gabriel, Yibril, a Maho-ma y tiene un contenido de 114 capítu-los o suras (que significan sendero) quese clasifican según su dimensión. El Co-

    rán lo contiene todo y está dedicado atrazar la historia de los pueblos desde laantigüedad en relación con los profetas.

    El texto coránico es fijado a los cin-cuenta años de su revelación, la Doxa delIslam admite como fuentes: a las revelacio-nes de Yibril a Mahoma (el Corán), la Sun-na (o tradición), los Hadits (hechos y dichosdel profeta en su vida), la vida de Mahoma(guía y ejemplo para la comunidad) y, fi-nalmente, las enseñanzas de los cuatro ca-lifas (Abu Bakr, Uzman, al-Malik, Alí)14.

    El credo islámico está basado en cin-co pilares15 de obligado cumplimiento paratodos los musulmanes:

    a. La profesión de fe: Sahada. Decir enpúblico que hay un solo Dios. Procla-ma en árabe la fórmula que resume laalianza entre Dios y sus fieles.

    b. La oración: Salat. Es la oración ritualque se realiza cinco veces al día, en mo-mentos específicos que coinciden conla ubicación de los astros: antes delamanecer, al medio día, al atardecer(antes de la puesta de sol), después dela puesta de sol, por la noche (antes dedormir).Es el momento del contacto con Dios,la práctica se llama Raka, se origina conAbraham y es perfeccionada por Ma-homa. Es preceptivo lavarse antes de

    14 Khalifa Rashad. “La llave: Al Fatehah”, ponencia presentada en Seminario de Magos de la Tierra, Picar-quín, Chile, 2000.15 Poupard, Paul, Diccionario de religiones, Ed. Herder and Herder, 1998.

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    la oración, como forma de expresar lapurificación.

    c. El ayuno: Sawn. Es de un mes, según elaño cambia la fecha, esto responde a quelos musulmanes se rigen por el calen-dario lunar (13:28). No se come, nibebe durante las horas en que hay luz.Este ayuno recuerda el mes de la lunanueva, durante el cual Mahoma reci-bió la revelación divina. En todas lasreligiones existe el ayuno como formade purificación. Más conocido comoRamadán.

    d. La limosna: Zakat. Limosna obligato-ria, el 10% de las rentas en dinero oespecie, su producto es entregado a lospobres, de este modo tiene la funciónde justicia social. En la actualidad es ges-tionada desde los estados como una for-ma de redistribución de la riqueza, quese podría asimilar a un sistema de im-puestos.

    e. La peregrinación a la Meca: Havy. Re-presenta un retorno a las fuentes de lafe y manifiesta la unidad y universali-dad del Islam. Todo musulmán estáobligado a hacer esta peregrinación unavez en su vida “si está en la posibilidadde hacerla”. La Makka es uno de loslugares sagrados para el Islam y un lu-gar de congregación para la Umma.

    Pero, además, debemos tener en cuen-ta para la comprensión integral del Islam,

    el proyecto político que desde sus oríge-nes propone.

    2. Como proyecto político:

    El Islam contiene elementos objetivosque lo hacen considerar más que una reli-gión, como una verdadera civilización, puescontiene el conjunto de normas políticas,económicas, sociales y culturales que de-ben guiar la vida de todo musulmán16. ElIslam es una manera de vivir en sociedad.Entre estos elementos podemos citar:

    a. La era musulmana: Hégira o Hyira: quese inicia en el año 622 después de Cristoy expresa el hecho histórico de la huídade Mahoma de la Meca a Medina.

    b. Corán: como texto eminentemente po-lítico, ya que abraza toda la vida delhombre, las relaciones de éste con Dios,el culto, la higiene, la urbanidad, la edu-cación, la moral individual y la vida encomunidad. Para un musulmán, su vidaestá regida por el Corán que proponela consecución de una sociedad ideal,basada en la vida de Mahoma.

    c. La comunidad o Umma: comunidadsolidaria, inscrita en el Corán, que pro-clama la hermandad de todos los mu-sulmanes en la consecución de unasociedad más justa para todos, basadaen una utopía originada en los precep-tos del Islam.

    16 De Pino, Domingo, “Islam: ortodoxia y pluralismo”, en Revista Política Exterior, N° 42, V. IX, 1995.

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    17 Esposito, J., The Oxford history of Islam, Ed. Oxford University Press, 2000.

    d. El profeta Mahoma: que además defunciones religiosas incluye funcionespolíticas, no hay que olvidar que Ma-homa es el guía de la Umma, la mayorexpresión política del profeta se mate-rializa con su ascensión al califato y porser el fundador del primer estado islá-mico en la historia.

    e. La ley islámica o Sharia: significa cami-no, además de ser la ley divina es leycivil, conjunto de normas para organi-zar a la comunidad hacia un proyectode vida común.

    f. El Estado islámico: estados en que elCorán es la constitución y la Sharia, laley islámica, la norma. En la actualidadlos estados islámicos son: desde la revo-lución de 1979, Irán, Arabia Saudí,Sudán y el Afganistán talibán.

    Esta integración del proyecto políti-co y religioso que hace el Islam desde susorígenes, desautoriza muchas de las críti-cas, que desde occidente, se le hacen a estacivilización como premoderna por no ha-ber desarrollado en su seno un proceso desecularización tendente a establecer unaclara diferencia entre lo político y lo reli-gioso. Para el Islam esta separación notiene sentido, ya que ambos son consus-tanciales a su naturaleza y, por lo tanto,inseparables. La política, como ejerciciode intervención en los asuntos comunita-rios, se hace siempre con base en un idea-

    rio, en un modelo de sociedad, en unasnormas de comportamiento, en formas deregulación y de protección social17.

    LA EVOLUCIÓN Y EXPANSIÓN

    DEL ISLAM

    Para entender la importancia actualdel Islam, haremos un recorrido históricodesde su surgimiento, pasando por su ex-pansión, para llegar a su análisis actual.

    El Islam, como todas las civilizacio-nes, está profundamente condicionadopor su pasado. Desde sus inicios en el si-glo VII, nace con vocación de expandirseuniversalmente. Desde sus orígenes entierras árabes, conoció una fulgurante ex-tensión. Tras su primer siglo de existen-cia se extendía ya desde la penínsulaIbérica hasta el norte de la India. En laexpansión del Islam se conjugó tanto unproceso de islamización (expansión de lareligión islámica), como de arabización(expansión de la cultura y lengua árabe),ya que el Corán no admite traduccionesni interpretaciones, lo que explica que lassociedades que asumieron esta civilización,tuvieron que asumir desde el inicio, tantola lengua, como parte de la cultura, de loque se conoce como el Corazón del Islam(el mundo árabe), por ser aquí donde seorigina, por ser la lengua en la que se ex-presa y por encontrarse ubicados geográ-ficamente en los lugares sagrados del

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    18 Balta, Paul, El Islam, Barcelona, Ed. Salvat, 1996.19 Etienne, Bruno, El islamismo radical, España, Ed. Siglo XXI Editores, 1996.

    Islam: la Meca, Medina y Jerusalén)18.También desde los inicios se empieza

    a plantear las diferencias, que hoy en mu-chos casos son magnificadas para explicarlas posteriores rupturas al interior de laUmma o comunidad islámica (descono-ciendo los factores exógenos de estas divi-siones en la actualidad y que en la mayoríade los casos las explican y profundizan).Nos referimos, por supuesto, a la bifurca-ción del Islam: entre Sunnismo y Chiís-mo19, introducida desde la muerte delprofeta, que no dejó solucionado el pro-blema de la sucesión. Aunque estas divi-siones aún perduran en el Islam, no debenser sobreestimadas. A grandes rasgos el Sun-nismo, que deriva de Sunna o tradición,respetaría la tradición y ortodoxia islámicay el califato como forma de organizaciónpolítica, el primer sunnita fue Mahoma yhoy, la mayoría del mundo islámico se ins-cribe en esta tradición (90%). Mientras elChiísmo, que se deriva de la Chía, partidode los seguidores de Alí, yerno del profetaasesinado en el año 659, que considera ile-gítimos a los califas omeyas gobernantes,defiende que la sucesión de Mahoma debequedar dentro de sus descendientes. LosChiítas, atribuyen más importancia al co-nocimiento que se habría transmitido oral-mente entre los doce imanes descendientesde Alí y defienden la figura del Immanato.El imán es el líder, el que se mantiene ade-

    lante. En el mundo islámico el chiísmo esuna tendencia minoritaria, aunque muyimportante, pues países islámicos comoIrán, parte de Iraq y Kuwait representanesta tendencia.

    La cultura islámica tuvo al inicio uncarácter ecléctico, la propia religión mu-sulmana, deriva en gran parte del judaís-mo y el cristianismo, las aportaciones delas tierras y pueblos conquistados por elIslam, se integraron con las tradicionesárabes, dando lugar a lo que hoy denomi-namos como civilización islámica. Éstafue, si excluimos a la lejana civilizaciónChina, la más desarrollada del mundodurante toda la Edad Media.

    La conocida como “Edad de Oro delIslam”, que se extiende desde el siglo VIIal siglo XV, incluye tanto el Califato de losOmeyas (659-750), como el Abbasí desdeel 750. En esta época se crea y consolida elimperio islámico que se caracterizó por ungran esplendor en comparación con la os-curidad cultural que se vivía en la Europamedieval. Gran parte de los adelantos en elconocimiento astrológico y matemático sonadeudados al Islam y al papel que éste jugóen la formación del espíritu científico, dan-do lugar al renacimiento de las ciencias yde las artes y al establecimiento de las ba-ses que harían surgir a la Europa moder-na, aunque a menudo el papel que el Islamjugó en la modernidad sea desconocido

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    20 Santoni, Eric, El Islam, Madrid, Ed. Acento Editorial, 1994.21 Freeman-Grenville and Stuart Munro-Hay, Historical Atlas of Islam, 2002.

    invisibilizándolo. Un ejemplo de esta sim-biosis fue España, donde ocho siglos depresencia musulmana dejaron una enor-me huella en diferentes dominios de estasociedad y de la que salieron figuras de lahistoria científica universal como Averroes,Avicena, entre otros. En la actualidad estainfluencia sigue presente y se manifiesta enel uso de muchas palabras de origen árabey en numerosos hábitos y costumbres, apesar de que desde la construcción del Es-tado español, con la unificación territorialde los reyes católicos, se tratara de borrarcualquier presencia árabe e islámica en elterritorio.

    La emergencia de los turcos otoma-nos en el siglo XV, abre un nuevo ciclo deexpansión territorial de los musulmanesen Europa. Conquistan el Imperio Bizan-tino, Constantinopla en 1453 y continúansu avance hacia Europa Central, donde enel siglo XVII estuvieron a punto de tomarla ciudad de Viena.

    Durante siglos Europa se enriqueciócon los aportes culturales (en literatura,ciencia, filosofía) que llegaban de la civi-lización islámica. Sin embargo, desde fi-nales de la Edad Media, el imperioislámico empezó a dispersarse en reinosindependientes, entrando en una crisis yestancamiento cultural que hace que apa-rezcan con fuerza otras civilizaciones, que

    como la europea, le disputen la hegemo-nía en el mundo conocido20.

    A partir del siglo XV, la Europa cris-tiana conoce una fuerte expansión econó-mica y comercial que acaba otorgándoleuna clara superioridad política y militarfrente al Islam, las revoluciones industrialy burguesa de los siglos XVII y XVIII, con-solidan y profundizan este proceso. Des-de este momento el Islam entró en unperiodo de decadencia que llegó a su cul-men desde el siglo XVIII, cuando el colo-nialismo europeo se impuso violentamentesobre los pueblos musulmanes, generan-do en ellos un sentimiento de profundodesconcierto y humillación.

    EL ISLAM EN EL MUNDO

    El Islam es hoy una de las civilizacio-nes más importantes del mundo. En laactualidad aproximadamente 1300 millo-nes de personas en el planeta se sientenparte de esta civilización (que representa-ría, más o menos un 1/4 de la poblaciónmundial). Con una implantación masiva,que en sus distintas variantes, se extiendedesde el Magreb hasta Indonesia. Además,teniendo en cuenta el irreversible procesode globalización, a través de las migracio-nes, la presencia del Islam estaría garanti-zada en los cinco continentes21.

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    Por áreas se distinguen:

    1. El Islam árabe: los países árabes del Ma-greb y del Próximo Oriente, constitu-yen el núcleo fundamental de lacivilización islámica, por ser esta la zonade surgimiento de esta civilización, serárabe la nacionalidad de su profeta Ma-homa, ubicarse en territorios árabes loslugares sagrados de la religión musul-mana, ser su foco de expansión y ser lalengua árabe el vehículo de transmisiónde la misma. Esta zona es conocidacomo el “Corazón del Islam” tanto geo-gráfica como afectivamente, a pesar deque en la actualidad, tan solo el 20% delos islámicos sean árabes, aproximada-mente 240 millones de personas.

    2. El Islam negro: África negra será de lasprimeras regiones a las que llegue el Is-lam; la temprana islamización y arabi-zación de esta región, se explica por elcontacto antiguo permitido por las re-laciones comerciales mantenidas a tra-vés de las rutas caravaneras. El Islamaquí presenta unas características origi-nales, producto de una simbiosis entreéste y las creencias autóctonas politeís-tas. En la actualidad el 30% de la po-blación islámica del mundo se ubica enesta región.

    3. El Islam asiático: constituyen el 40%de la población islámica del mundodebido a la gran presión demográficaque caracteriza a esta área. Se puede se-ñalar el caso de Indonesia, el Estado quemayor proporción de musulmanes tie-

    ne en el mundo. En Asia la presenciadel Islam también fue muy temprana.

    4. El Islam iraní: persa y de raíz sií, Irán trasla revolución de 1979, se constituye enel primer Estado islámico del mundo.

    5. El Islam turco: importante por ser elúnico país de mayoría musulmana enAsia menor que desde hace ochentaaños con un Estado laico, está condicio-nando sin duda, las posibilidades de suadhesión a la UE. También hay presen-cia islámica en numerosos países de laEuropa Central y Oriental tal es el casode Bosnia, hasta recientes épocas bajo laégida del comunismo yugoslavo.

    6. El Islam chino-soviético: aunque unaproporción no desestimable de las po-blaciones de estos estados son musulma-nes, el Islam tuvo y tiene unas relacionescomplicadas con el comunismo, quepromovió el ateismo y en ocasiones, re-primió las distintas confesiones en susterritorios.

    7. El Islam en Europa y América: en laactualidad, tanto el continente europeocomo el americano, son lugares deasiento y establecimiento de numero-sos musulmanes a través de las migra-ciones, una de las causas que pone alIslam en la cúspide de los temas por tra-tar en la agenda internacional. En Amé-rica Latina se estima que hay presenciade no menos de 6 millones de musul-manes, en su mayoría árabes.

    Después de este recorrido general porel origen y la expansión del Islam, centra-

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    remos nuestro análisis en la importanciageopolítica del Islam en el mundo árabe yen Oriente Medio (incluyendo a Iráncomo país de mayoría musulmana, perode raíz persa)

    En esta región, desde mediados delsiglo XX, se produjo una revitalización dela cultura con profundos anclajes históri-cos, que resurge con unas connotacionespuristas en lo religioso y radicales en losmétodos22, características que son indica-dores de la desilusión y el descontento, deunas poblaciones cuyos estados no fueroncapaces de resolver los problemas socialestras la independencia y descolonización,pero en cuya causa, también se encuen-tran factores exógenos, como lo son las po-líticas que las potencias han propugnadoen la región con el fin de la consecuciónde intereses geopolíticos (rutas colonialesy contención de la URSS, zona de petró-leo, gas, armas). Así la explosión de losradicalismos la entenderemos como unarespuesta de las masas a la inserción delmundo árabe y del oriente medio en elsistema internacional globalizado desde unestatus de marginalidad y dependencia.

    EL MUNDO ÁRABE

    El mundo árabe, conocido como el“Corazón de Islam”, es uno de los con-

    juntos geográficos más importantes delmundo. En la actualidad está compuestopor 22 países que en su mayoría, se inte-gran en la Liga Árabe (Marruecos, Mauri-tania, Argelia, Túnez, Libia, Egipto,Líbano, Siria, Jordania, Iraq, Somalia, Su-dán, Baharain, Djibouti, Kuwait, Omán,Qatar, Arabia Saudita, Emiratos ÁrabesUnidos, Yemen del Norte y del Sur y Pales-tina). Con aproximadamente 240 millonesde habitantes, la nación árabe comparte unalengua que en la actualidad es consideradala sexta más hablada del mundo y una cul-tura forjada por siglos de historia común,en la que la religión jugó y juega un impor-tante papel de identificación.

    Su ubicación geográfica, dominan-do el Mediterráneo, mar interno y cen-tro de convergencia de tres continentes(europeo, africano y asiático), hacen almundo árabe y al medio oriente tener unaubicación estratégica, pero por si esto fue-ra poco, bajo este suelo yacen 3/4 partesde las reservas de petróleo del planeta,además de importantes reservas de gas na-tural, hoy en día recursos necesarios parael funcionamiento de las sociedades con-temporáneas. En palabras de BicharaKhader “El mundo árabe y oriente me-dio se enfrentan hoy a tres problemasprincipales: la geografía, la geología y lateología”23.

    22 Sablier, Edouard, “Bajo el integrismo islámico: un proyecto de revolución mundial”, en

    Revista Política Exterior, N° 35, V, VII, 1993.23 Khader, Bichara, “La Resurgence Islamiste dans le Monde Arabe”, en la website del Movimiento Federa-lista Europeo, www.mfe.it

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    HISTORIA COMÚN

    Las tierras y pueblos que hoy confor-man el mundo árabe compartieron unahistoria desde los inicios de la civilizaciónislámica. Todos ellos fueron parte de unImperio, que en cabeza de las dinastíasOmeya y Abbasí, vivió su época dorada,así mismo estuvieron bajo la égida de losturcos otomanos y sufrieron la decaden-cia a que fue abocado el Islam tras el sur-gimiento de la Europa moderna.

    Utilizando la expresión de SamirAmín, el mundo árabe hizo de placa gira-toria, conectando a través de las rutas delcomercio, a Oriente y Occidente, funciónde mediadores que, sin embargo, no les sir-vió para invertir en la generación de un te-jido industrial propio, que les sirviera parapotenciar un desarrollo autocentrado24.

    También compartieron estas socieda-des su destino como colonias, que desdeel siglo XVIII se abatió sobre los pueblosárabes, proceso liderado por las poten-cias de la época, principalmente GranBretaña y Francia25. La apertura en 1869,del Canal de Suez, haría recobrar a la zona,el movimiento que la caracterizó en épo-cas pasadas, gracias a la reactivación delcomercio, sin embargo, tampoco en estaocasión la nación árabe se benefició conesta bonanza, al quedar la gestión del ca-

    nal en manos de las metrópolis. Tras másde dos siglos de dominio colonial, a prin-cipios del siglo XX, muchos de los paísesque hoy conforman el Medio Oriente,asumieron la figura de protectorados pormandato de la Sociedad de Naciones (pre-cedente de la ONU), que continuó impo-niendo modelos dependientes tanto en elplano político como en el económico.

    Para los años cincuenta del siglo XX,empezaron a surgir movimientos socialesy políticos que en estas sociedades, pre-sionaron para liberarse del yugo colonial.La independencia fue un proceso lento ycostoso, para la mayoría de las poblacio-nes árabes, pues en no pocas ocasiones,las metrópolis acudieron a la guerra y a larepresión de los movimientos de libera-ción nacional, para mantener por la fuer-za estos lazos de servidumbre. Los procesosde independencia y descolonización, cul-minaron en los años sesenta con el surgi-miento de los estados emergentes árabeslos cuales no cumplieron, en la mayoríade los casos, con las aspiraciones de estassociedades, que habían achacado al domi-nio colonial la mayoría de sus males.

    Con la independencia, los gobiernosde los estados árabes pusieron en marchadistintos modelos de desarrollo, que en ge-neral tendrán como consecuencia la pro-fundización de las crisis en las que por largo

    24 Amín Samir, “Islam político y globalización imperialista”, en Revista Insignia, Octubre, 2001.25 “El colonialismo europeo y el Islam”, en http://www.aunmas.com. Website destinada al análisis del mun-do islámico.

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    26 Etienne, Bruno, El islamismo radical, España, Ed. Siglo XXI Editores, 1996.27 Jáuregui Adell, Juan, Y en el centro, el Islam, Barcelona, Ediciones 29, 1996.

    tiempo se encontraban sus sociedades.Por una lado la tendencia del socia-

    lismo nacionalista y arabizante, que obtu-vo gran protagonismo durante el procesode descolonización y que se impuso en Iraqy en Siria, con el partido Baas, en Egiptocon Nasser y en Argelia con el FLN deBoumedian26. Esta tendencia optó por unamodernización moderada, para responderal desafío de occidente y tratar de supe-rarlo. Se trataba de aprovechar aquellosaspectos más válidos de la sociedad occi-dental y adaptarlos a las realidades de lasociedad islámica, reavivando a través delpanarabismo, la Umma árabe, es decir, launión de los pueblos y tierras del corazóndel Islam. Esta tendencia contó con granrespaldo popular hasta hace unas décadas.

    Otra de las tendencias fue la defensade la occidentalización radical, por partede unos líderes que asumieron que mo-dernizarse exigía imitar a occidente. Éstefue el camino escogido en Turquía porAtaturk y seguido en Irán por los Palhevi.El modelo elegido fue el Estado laico y laneutralidad confesional unidos al comba-te de cualquier tipo de manifestación ex-terna de religiosidad: se trataba de unaverdadera capitulación cultural que cho-caba fuertemente con los planteamientosde la religión musulmana.

    El fracaso de estas experiencias ha te-nido graves consecuencias para las socie-

    dades islámicas, con la descolonización sehabían abierto grandes esperanzas que nose vieron cumplidas. Tras la descoloniza-ción, las nuevas elites educadas en losambientes laicistas europeos asumieron laherencia colonial con unos modos políti-cos que, inevitablemente, chocaron con lainmensa mayoría de la sociedad civil. Lacorrupción del poder, añadida al naci-miento de un Islam “oficial”, protegidopor el Estado para legitimarse, provocó enpoco tiempo la aparición de partidos, aso-ciaciones o movimientos que reclamaronla aplicación estricta de la sharía, comoprincipal seña de identidad frente al de-monizado laicismo occidental.

    Un elemento que marcó un puntode inflexión en el desarrollo de las socie-dades árabes, fue el descubrimiento delas mayores reservas de petróleo27 delmundo bajo su suelo. Desde ese momen-to, los árabes entendieron que el crudopodría ser utilizado como un arma estra-tégica para hacer oír su voz en el sistemainternacional. En ese contexto surgió laOPEP (Organización de Países Produc-tores y Exportadores de Petróleo), comoforo de concertación político-económi-co. Ni siquiera las enormes riquezas ob-tenidas con la explotación del petróleo,lograron acercar el tan anhelado progre-so a las sociedades árabes. Las rentas pe-troleras engendraron grandes inequidades

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    28 Martín Muñoz, Gema, “Arab Status Islamism and the West”, en Online Global Magazine Open Demo-cracy: Free Thinking for the World. www.opendemocracy.net, 2002.29 Ayari Chadi, “La dimensión económica, el mundo árabe y la batalla económica del nuevo orden mun-dial”, en Revista Eurosur. www.eurosur.org, 1992.

    e injusticias sociales, siendo doblementeconfiscadas, por un lado por los grandesconsumidores mundiales y, por otro, porlos regímenes en el poder en los paísesrentistas.

    Tras los dos choques petroleros (1974y 1979) los países árabes contrajeron gran-des deudas que generaron a principios delos años ochenta, una crisis sin preceden-tes, provocada por los compromisos adqui-ridos en la devolución de los préstamos. Deesta situación se originaron los planes deajuste estructural, que diseñados por el Fon-do Monetario Internacional y el BancoMundial, propenderían por una liberaliza-ción y apertura de las economías árabes, locual desencadenó graves conmociones es-tructurales al interior de estos sistemas, quefueron difíciles de controlar, los procesosde privatización y la reducción del gastopúblico, acabaron por abrir una crisis ge-neralizada de deslegitimación de los esta-dos. En el mundo árabe el tandemdemocracia-libre mercado no se cumplió arajatabla: a pesar de que desde los añosochenta se dan fuertes demandas reivindi-cando políticas de democratización y plu-ralismo, no podemos decir que en elespectro de los regímenes de la región exis-tan democracias en lo esencial, la instaura-ción de las economías de mercado liberalesacentuaron el carácter represivo del poder.

    Desde los años noventa las socieda-des árabes presentan las siguientes tenden-cias28: aumento de la deuda, pauperizaciónde grandes masas de población, reducciónconstante del poder de compra, desem-pleo de alrededor del 30% de la pobla-ción activa, aumento de la marginalidad,desaparición de las clases medias surgidasde los empleos públicos estatales, incre-mento de las diferencias sociales por elaumento en la concentración de la rique-za y el ingreso, aumento de la migración(legal o ilegal) hacia el norte...

    El tunecino Chadi Ayari, profesor derelaciones financieras internacionales enFrancia, concluye en un análisis sobre ladimensión económica del mundo árabe:

    «El mundo árabe se presenta hoy como un

    apéndice del orden económico mundial, depende

    de occidente para su alimentación, a pesar de sus

    inmensas riquezas agrícolas, está gravemente su-

    bindustrializado, a pesar de sus materias primas y

    recursos naturales, científicamente y tecnológica-

    mente atrasado, a pesar de sus grandes recursos en

    capital humano»29.

    La situación de crisis generalizada(económica, política y social) que carac-teriza al mundo árabe en la actualidad, hagenerado en estos pueblos un sentimien-to de frustración y desencanto que es el cal-

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    do de cultivo que explica la explosión delislamismo extremista. Así, la explosión delos radicalismos la entenderemos como unarespuesta de las masas a la inserción delmundo árabe y del oriente medio en el sis-tema internacional globalizado desde unestatus de marginalidad y dependencia.

    El Islam caló en las masas desposeí-das como una forma de solucionar susproblemas, sin embargo, este discurso esen la actualidad instrumentalizado pormuchos líderes con fines políticos.

    EL SURGIMIENTO

    DEL ISLAMISMO EN EL MUNDO

    ÁRABE CONTEMPORÁNEO

    Aunque el surgimiento del islamismocon características radicales no es nuevoen la región árabe, ya que este proceso seinicia desde principios del siglo XX, es enla actualidad en que el fenómeno se vi-sualiza con fuerza por la profundizaciónde las crisis en estas sociedades y las reac-ciones violentas ante las mismas.

    Cuando la religión entra a interferir yse mezcla con lo político se habla, enton-ces, de islamismo, es así como la religión esinstrumentalizada, convirtiéndose en unelemento de lo político que tiene una granpotencialidad movilizadora y que es utili-zado: o bien como un medio (para llegar alpoder) o como un fin en sí mismo paralegitimar en este caso la lucha armada.

    El islamismo es una doctrina que de-manda la adhesión total de los humanos ala ley sagrada del Islam y rechaza, en la

    medida de lo posible, cualquier influen-cia exterior. Está imbuido de una profun-da hostilidad hacia los no musulmanes y,muy especialmente, hacia el mundo occi-dental. Trata, en definitiva, de convertirel Islam, una religión y una cultura, enuna ideología político-religiosa.

    El islamismo es muy diferente del Is-lam tradicional, es una ideología surgidaen el siglo XX y que responde a problemasde una sociedad urbana con problemas eco-nómicos graves propios de su época. Aun-que arrastra a mucha población pobre, susdirigentes no pertenecen a los estratos máshumildes de las sociedades musulmanas,son más bien reclutados entre clases me-dias relativamente prósperas y cultas.

    La revolución islámica en Irán en1979 permitió acceso al poder político deestas capas medias por primera vez en lahistoria. Otros países como Sudán y Afga-nistán establecieron sistemas similares.Existen importantes movimientos en mu-chos países árabes y musulmanes, movi-mientos que en muchos casos han optadopor una deriva terrorista.

    EVOLUCIÓN DEL ISLAMISMO

    RADICAL

    A principios del siglo XX, y comocuestionamiento a los regímenes colonia-les impuestos a la mayoría de los paísesárabes desde el siglo XVIII por las metró-polis europeas (fundamentalmente Fran-cia y Gran Bretaña), el Islam resurgió confuerza dando respuesta a los procesos de

  • Capítulo 1

    111

    E S T A D O D E L M U N D O

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    30 Sehimi, Mustapha, “No todo es integrismo en el Islam”, en Revista Política Exterior, N°58, V. XI, 1997.

    aculturación sufridos por estas naciones,en las que en muchos casos se les negaronla posibilidad de hablar su lengua, el ára-be y de profesar su religión, el Islam. Estaprohibición en muchos casos estuvo acom-pañada de una fuerte represión.

    En los años 20 y 30 del siglo XX se dainicio a un proceso de recuperación cultu-ral (lengua, historia y las bases religiosas)con la creación de asociaciones culturales30

    islámicas, ejemplos de estas asociaciones sonlos Hermanos Musulmanes.

    Durante los años cincuenta el Islamsirvió de base, como sustrato ideológico-político para llevar a cabo la lucha por laindependencia de algunos pueblos árabescolonizados, a través de movimientos deliberación nacional.

    A grandes rasgos, puede decirse queel proceso de construcción de los nuevosEstado-nación árabes e islámicos ha co-nocido tres etapas en un corto tiempo:

    1. La legitimidad de las nuevas elites go-bernantes basada en la lucha por la in-dependencia y que da lugar a unacorrupción generalizada con olvido delas necesidades más perentorias de lasociedad civil (1960-1980).

    2. Una tímida apertura democrática, pen-sada como escenario de supervivenciade los sistemas establecidos y que per-mitió a la oposición islamista organi-zarse para reclamar la aplicación de laley islámica con el consiguiente temor

    occidental alimentado por la revolu-ción iraní (ejemplo, Argelia tras eltriunfo en las elecciones de 1992 deeste grupo integrista).

    3. Una posterior represión de la oposi-ción islamista, que se fragmenta engrupos, algunos de los cuales optanpor la violencia.

    LA EXPLOSIÓN

    DEL FUNDAMENTALISMO

    ISLÁMICO EN EL MUNDO ÁRABE

    Las palabras que siguen tratan de ex-plicar en qué consiste el fenómeno del is-lamismo y de analizar su proyecciónpolítica en el mundo árabe actual. Para elloes necesario aclarar algunos conceptos quea menudo utilizamos indistintamente.

    Islamista: hace referencia al que poneal Corán como inspirador supremo de susactos, más preocupado por la moral y prác-tica religiosa que política.

    Fundamentalista: utiliza la religión conel objeto de adueñarse del poder político,o influir en‘él, si es preciso por la fuerza,imponiendo la tradición y la ley islámica.

    Integrista: designa a los que defien-den la interpretación más tradicional einmovilista de su religión.

    Desde la década de los ochenta se pre-senta un aumento y expansión de fenó-menos como el fundamentalismo (uso dela religión con fines políticos). El fenó-meno fundamentalista no es ni exclusivo

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    112

    ni característico del Islam, esta tendenciase puede presentar en cualquiera de las re-ligiones monoteístas, de hecho surge en elseno del cristianismo en el siglo XIX, sinembargo, es en el Islam, específicamenteárabe, donde esta tendencia se agudiza enla actualidad. La tendencia al fundamen-talismo aumenta en situaciones de crisis,económica, política, social y cultural, ypretende una vuelta a las raíces como so-lución a los problemas existentes, revita-lizando lo que un día hizo grande yrespetado al Islam, en contraste con lashumillaciones presentes. El compromiso re-ligioso tiende a aumentar en periodos dedificultad, cuando las transformaciones ycambios culturales amenazan pautas tradi-cionales de comportamiento, poniendo enpeligro los cimientos del sistema de valorespor las que se rigen.

    En un artículo el profesor Hrair De-kmejian, define como características deeste fenómeno31:

    Generalidad, en los países islámicos.Policentrismo: no existe un solo foco deirradiación.Persistencia: del fenómeno a través deltiempo.

    Las señas de identidad del fundamenta-lismo son:

    Confusión, Estado y religión.Compromiso personal, con los cincopilares y a trabajar por una sociedadideal en la tierra.Islamizar la modernidad, en lugar demodernizar el Islam.Xenófobo y anti-occidental, se consi-dera a occidente el origen de gran par-te de los problemas que hoy sufren lospueblos árabes32.

    Hoy por ser EE.UU. la cabeza de lacivilización occidental, el antiamericanis-mo se convierte en un sentimiento queno hace más que aumentar en estas socie-dades con las últimas guerras, que en con-tra del terrorismo33 han servido para atacara países islámicos (Afganistán, Iraq).

    Este movimiento se extiende conenorme rapidez en los últimos años, li-gados a la crisis que hoy vive el mundoislámico, y en particular el árabe, muchasson las razones que lo explican, destaca-remos con Jorge Dezcallar34:

    1. La existencia de un gran problema de

    31 Dekmejian, Hrair, “Islam in Revolution: Fundamentalism in the Arab World”, en Dekmejian, Contem-porary Issues in the Middle East, 2nd. Ed. Syracuse, N.Y, Syracuse University Press, 1995.32 Hadas, Samuel, “Fundamentalismo religioso y política”, en Revista Política Exterior, Vol. 50, marzo-abril1996.33 Trujillo Julio, “La cortina de humo del terrorismo”, en Revista Política Exterior, N° 66, V. XII, 1998.34 Dezcallar, Jorge, “El fundamentalismo islámico en el mundo árabe: las razones de su éxito”, en RevistaPolítica Exterior, N° 1, Vol. V, 1998.

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    identidad, creado por la dominacióncolonial, que enfrentó a dos socieda-des basadas en esquemas de valores di-ferentes, los europeos impusieron laproclamación de la separación entre elorden temporal y el espiritual, sin com-prender ni aceptar la realidad local.

    2. La independencia no mejora la situa-ción, rompiendo el equilibrio antiguode las sociedades musulmanas.

    3. El impacto modernizador, por la im-posición de modelos de desarrollo fo-ráneos que no funcionaron y que sonajenos a la realidad de esta sociedad,generó una profunda crisis cultural, loque reafirmó la necesidad del retornoa las raíces del Islam y el rechazo almaterialismo y a la secularización in-ducidas por Occidente.

    4. Desafección y divorcio entre las po-blaciones y los regímenes políticos, ca-rentes de apoyo popular, que noresponden a las aspiraciones de sus res-pectivos pueblos, y que en la mayoríade los casos se mantienen en el poderpor la fuerza de la represión

    5. En ocasiones el fundamentalismo sefomenta desde el poder cuando le esútil a este, para darle legitimidad ycontenido ideológico a su mensajepolítico.

    6. La existencia de cada vez mayores des-igualdades económicas y sociales yque, además, se han acentuado en losúltimos años. Estas diferencias se ex-presan tanto al interior de cada Esta-do (donde cada vez es mayor la brecha

    entre ricos y pobres por el aumentoen la concentración del ingreso),como entre países (dentro del mun-do árabe se distinguen tres conjun-tos geográficos: que son el Magreb,oriente árabe, el Machrek u orientemedio, y el valle del Nilo), ademásde las diferencias geográficas se pre-sentan entre ellos graves diferenciasen los PIB (países muy ricos comoKuwait con más de 20 mil US$ derenta per cápita en oposición a Mau-ritania con 200US$), que en la ma-yoría de los casos son explicadas porla renta del petróleo. Esta situaciónha contribuido a la profundizaciónen la ruptura de la Umma, comuni-dad islámica solidaria.

    7. Falta de verdadera democracia, de ca-nales de participación en la cosa pú-blica, la represión de los movimientospopulares y de izquierdas favorece elfundamentalismo. A pesar de la de-fensa a ultranza de la democracia comopilar de las sociedades occidentales,Europa y EE.UU. apoyaron la ilegali-zación de partidos islámicos, que enelecciones democráticas obtuvierongran apoyo popular. Este capítulo dioorigen a una de las guerras civiles mássangrienta en la época contemporánea,la guerra civil argelina.

    8. La falta de solución al problema pa-lestino, la profundización de la violen-cia y las masacres al que está siendosometido este pueblo, el apoyo de oc-cidente a Israel para neutralizar a lo

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    35 Khader, Bichara, “La Resurgence Islamiste dans le Monde Arabe”, en la website del Movimiento Federa-lista Europeo, www.mfe.it.36 Martín Muñoz, Gema, “Irán, islamismo y democracia”, en Revista Política Exterior, N° 73, 2000.37 Naïr; Sami, Mediterráneo hoy entre el diálogo y el rechazo, Ed. Icaria.38 Khader, Bichara, “The Euro- Mediterranean Partnership: a singular approach to a plural Mediterranean”,en CERMAC, Lovaina, Bélgica. Arab Study and Research Centre.

    árabes, han producido una profundafrustración para las masas35. En muchoscasos la causa palestina ha sido instru-mentalizada desde el poder para explo-tarla en beneficio propio. Caso SadamHussein es buen ejemplo de ello.

    9. Apoyo occidental a grupos fundamen-talistas cuando interesa por razonesestratégicas; es el caso consabido delapoyo de EE.UU. a los mujaidines en-tre los cuales el hoy terrorista Bin La-den, en los años ochenta para lucharcontra el avance soviético en Afganis-tán. O del apoyo de este mismo país aSadam Hussein en Iraq, para evitar elcontagio de la revolución islámica desu vecino Irán. O el apoyo de ArabiaSaudí a muchos grupos fundamenta-listas de la región.

    10. Triunfo de la revolución iraní en197936, que reforzará el carácter delIslam como liberador de los oprimi-dos, y su imagen combativa de anti-colonial y antioccidental, tras años deun régimen tutelado por EE.UU. encabeza del Sha.

    11. Las guerras del Golfo, de 1991 y laactual, han levantado profundos re-sentimientos antioccidentales entrelas masas árabes. Resentimiento que

    aumenta con la guerra actual em-prendida contra el terrorismo, y enla que la mayoría de estados en la lis-ta del eje del mal son musulmanes ydeben ser combatidos. Esta humilla-ción colectiva genera un aumento delfundamentalismo.

    12. El mundo árabe por su importanciageopolítica, se convierte en el campode batalla en el que la UE y los EE.UU.,luchan por la consecución de la hege-monía, en una región de la que de-penden para el suministro de recursosestratégicos vitales para su desarrollo.Ejemplos claros son la AsociaciónEuromediterránea37, propuesta por laUE a algunos países árabes con fun-cionalidad de control sobre el área, yque impide la configuración de un es-pacio árabe integrado, dividiendo aúnmás a la Umma38. Otro ejemplo es elproyecto Eizenstat, diseñado y propues-to por EE.UU. a la región en clara com-petencia con el proyecto europeo.

    13. Mantenimiento de unas relaciones nor-te/sur injustas, que dan lugar a una si-tuación de dominio económico,político y cultural, percepción que seacrecienta en la actualidad por el deba-te a fondo en las sociedades árabes so-

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    bre temas que les conciernen como lapolítica de petróleo, las migraciones,la guerra.

    * El Islamismo radical es la formapolítico-religiosa que reviste la ortodoxiamusulmana cuando ésta se ve enfrentadaa los problemas de la modernidad. Es unconjunto teórico y doctrinal que proponeuna alternativa mesiánica revolucionariay universal a la hegemonía occidental, esun movimiento de resistencia que en laactualidad no acepta las bases que rigen elnuevo orden mundial, cuestionando quelos conflictos y las guerras tengan un ori-gen puramente cultural, un orden quegenera conflictos por no generar las con-diciones necesarias para la vida digna dela integridad de la humanidad, un ordenque necesita con urgencia ser revisado, re-construido. En este sentido significa elrechazo al materialismo, la secularizacióny la inmoralidad inducidos por la domi-nación occidental y muchos dirigentesoccidentales postulan que el retorno a lospreceptos islámicos es la solución a los pro-blemas contemporáneos.

    Esta revisión debe, sin duda, aportaren la creación de modelos de desarrolloincluyentes, en los que la cooperación yno la imposición, sea la norma, en el quelas relaciones sean de interdependencia yno de dependencia, en el que la compe-netración cultural haga desaparecer a laimposición, en fin, una globalización enla que quepamos todos desde la igualdady desde la diferencia: sin estos componen-

    tes es difícil imaginar un horizonte de pazpara el planeta.

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