El libro del juguete de Denia

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1 LOS JUGUETES DEDENIA UN SIGLO DE ACTIVIDAD INDUSTRIAL INTRODUCCIÓN En todas las culturas y en todas las épocas ha existido el juego y el juguete como una necesidad; los juguetes han potenciado la vitalidad del cuerpo y la mente de los niños y han sido un complemento en su desarrollo. Para poder jugar no es preciso disponer de juguetes; los juegos tradicionales sin elementos se perpetúan oralmente, solo son necesarias unas normas transmitidas de padres a hijos, de generación en generación. No obstante el juguete se ha disfrutado con reglas o sin ellas y ha formado parte de la historia de los pueblos. La imaginación de los niños y también la de los creadores de juguetes han construido y, continúan haciéndolo, mundos cercanos a la realidad y mundos muy lejanos alimentados por la imaginación. Según el poder adquisitivo de la familia los juguetes serán de mayor calidad y naturalmente más caros, pero ante una madera con cierto parecido a una barca o a una pistola, de un niño sin juguetes comerciales, su imaginación volará y creará unas situaciones y unas aventuras extraordinarias; de la misma manera, los juguetes más antiguos sin una gran complejidad ni mecanismos muy perfeccionados, hacían que los niños suplieran esas carencias y fomentaran más su imaginación. Es evidente que la importancia de los juguetes en épocas sin cine o televisión, sin “Play Station”, sin DVD, móviles… era mayor que en la actualidad. 2

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Historia del nacimiento, declive y desaparición de la industria del Juguete en Denia

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LOS JUGUETES DEDENIAUN SIGLO DE ACTIVIDAD INDUSTRIALINTRODUCCIÓN En todas las culturas y en todas las épocas ha existido el juego y el juguete como una necesidad; los juguetes han potenciado la vitalidad del cuerpo y la mente de los niños y han sido un complemento en su desarrollo. Para poder jugar no es preciso disponer de juguetes; los juegos tradicionales sin elementos se perpetúan oralmente, solo son necesarias unas normas transmitidas de padres a hijos, de generación en generación. No obstante el juguete se ha disfrutado con reglas o sin ellas y ha formado parte de la historia de los pueblos. La imaginación de los niños y también la de los creadores de juguetes han construido y, continúan haciéndolo, mundos cercanos a la realidad y mundos muy lejanos alimentados por la imaginación. Según el poder adquisitivo de la familia los juguetes serán de mayor calidad y naturalmente más caros, pero ante una madera con cierto parecido a una barca o a una pistola, de un niño sin juguetes comerciales, su imaginación volará y creará unas situaciones y unas aventuras extraordinarias; de la misma manera, los juguetes más antiguos sin una gran complejidad ni mecanismos muy perfeccionados, hacían que los niños suplieran esas carencias y fomentaran más su imaginación. Es evidente que la importancia de los juguetes en épocas sin cine o televisión, sin “Play Station”, sin DVD, móviles… era mayor que en la actualidad. 2

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Los juguetes que han sobrevivido a manos de los niños se presentan a nuestros ojos como un juguete antiguo, con una mezcla de nostalgia y ensoñación. Nuestra mirada los recorre y puede ver simplemente un juguete, una obra de arte, un documento de una época o una pieza de colección. También nos podemos percatar de algunas lecciones que el propio juguete nos ofrece de forma casi evidente: - Los materiales para fabricar juguetes han estado muy diversos desde arcilla, cañas, hojas de cañaveral, cartón, telas, alambres, hojalata, madera, plástico, huesos de frutas etc.

- Los mecanismos pueden ser muy sencillos o con una cierta complejidad: con movimiento o sin movimiento, eléctricos, en pilas, con resorte...

- Las maquinarías pasarán de las más elementales a las más “inteligentes”, con complejas ordenadores que sustituirán en gran parte la mano del hombre. Esta actividad de hacer juguetes, convertida en industria, va evolucionando juntamente con la sociedad y va cambiando tanto en las materias empleadas como en los procesos de trabajo y en las maquinarias.

- La cultura material de un pueblo y la cultura anímica, rituales, supersticiones, etc. serán también una interesante lección a aprender ante los juguetes de otro tiempo.

Visitando un museo de juguetes podremos hacer una lectura global de los aspectos anteriormente citados. Si miramos detenidamente las piezas del museo, lo que observamos es un resumen de una sociedad con sus costumbres, ritos, actividades laborales, vajillas, mobiliarias, medio de transporte de la época; es como la entrega a los niños de las formas de la vida adulta a medidas reducidas; así ellos pueden conocer la realidad de otro tiempo reproducida en los juguetes. En cierta medida es una lección de historia. Los juguetes representan la cultura material de una sociedad, pero además indican sus valores muchos de los juguetes, que fomentan el rol de madre y ama de casa se han regalado siempre a las niñas. Los niños han tenido armas, coches, camiones, trenes, etc. Este libro es un compendio de amor por el mundo del juguete unido a la nostalgia del pasado, a la apasionante investigación científica de estudiar aspectos concretos de un momento de nuestra historia reciente. Conexión con nuestras raíces y nuestros antepasados. También hemos querido poner al alcance de todas unas vivencias que la población de Denia con trabajo e imaginación supo utilizar para superar momentos económicos difíciles Todas estas razones hemos confluido en la idea de Eustaquio Castellano, director del Museo Valenciano del Juguete, que tiene comenzado un ambicioso trabajo sobre los juguetes en la Comunidad Valenciana. Conocedor y admirador del juguete de Denia ha contribuido desinteresadamente a la realización de nuestra tarea aportando datos y resultados de investigaciones personales que él había llevado a cabo.

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Esta razón ha acabado de alentarnos en nuestra meta del estudio del juguete de Denia. Los materiales utilizados en el presente trabajo han sido muy diversos y los clasificamos en documentos de consulta y material de trabajo de campo. Entre los primeros destacaremos los anuarios, directorios, catálogos, matrículas industriales, revistas, cartas, etc. El trabajo de campo ha estado realizado mediando las conversaciones con los escasos fabricantes que aún viven en Denia y con algunos familiares que han sido también informadores, muy valiosos, que han respondido a las preguntas de un cuestionario previamente confeccionado y en algunos casos muy personalizado. 3

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Las respuestas de los informadores se han trascrito literalmente, entre comillas y en cursiva, respetando su forma de decir las cosas. Los procesos seguidos en la realización de un juguete son muy variados y diversos. Las propias palabras de los informadores explican, en primera persona, algunos aspectos de las diferentes modalidades: la realización de un triciclo, el torneado de la madera, la pintura de un camioncito, la fabricación de una guitarrita, el prensado del cartón, el proceso del trabajo de la hojalata o de la confección de una disfraz, etc. De la misma manera que el trabajo nos remonta a los orígenes e historia del juguete, dedicándole un capítulo al principio del libro, hemos considerado oportuno verificar el estado actual con la consulta de diferentes especialistas como fabricantes y exportadores actuales, directores de museos, coleccionistas, restauradoras, miembros de asociaciones, etc. La actualidad de esta industria es de gran interés pero totalmente diferente a la de antaño; no nos podemos detener, pero sí que dedicamos algunos breves capítulos a la actualidad de este mundo: a las Ferias del Juguete, a los Museos donde figuran juguetes de Denia, al coleccionismo, a la restauración de piezas, a las Asociaciones, a empresas de otros pueblos de la Comarca, relacionadas con los juguetes... Un listado de léxico específico del mundo del juguete, una relación nominal alfabética y a bibliografía consultada a lo largo del extenso período de la confección del libro lo dará por acabado.

LA INDUSTRIA En el siglo XIX y principio del XX, Denia era una ciudad muy unida al cultivo de la vid y más particularmente a la pasa. Gran parte de la mano de obra del campo era temporera. Los pueblos de la Comarca de la Marina hervían de actividad en el verano, época de la elaboración de la pasa, los paseros debían estar disponibles para resguardar los cañizos llenos de uva, caso de lluvia o humedad. Una vez la pasa seca, se debía transportar al puerto de Denia, generalmente en carro. Acabada la vendimia y el laborioso proceso de la elaboración de la pasa, el trabajo en el campo era muy escaso. Algunos pueblos contemplaban la dispersión de sus hombres hacia la Ribera, a segar arroz; también se iban en diferentes épocas del año al Sur de Francia y a África, donde los trabajadores de la Comarca estaban muy bien considerados como podadoras. La ciudad que más se beneficiaba de las ganancias aportadas por el comercio y exportación de la pasa era Denia. Su puerto comercial daba salida a muchos productos, pero principalmente a la pasa. Llegaba hasta EEUU, a Inglaterra, al Norte y Centro de Europa... y movilizaba la actividad agrícola de todos los pueblos de la Comarca. Denia tenía una vida muy dinámica con hoteles, casinos, teatros, cines...manifestaciones de una vida moderna con lujo y progreso. El puerto era un trajín de ir y venir de carros y gente. Fue la época gloriosa de la ciudad. 4

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Algunos factores económicos ajenos a los agricultores y a los comerciantes, como la enfermedad de la filoxera en las vides de moscatel o la competencia de otros mercados, acabaron aquella época dorada y la población tuvo que replantearse su forma de vida y sobretodo nuevos trabajos. Esta crisis que se acusó a partir de 1890 arrastró muchas actividades e industrias derivadas de la exportación de la pasa, como fue la de la madera: fábricas que hacían las cajas de diferentes tamaños para embalar y transportar el fruto, debieron cerrar su negocio pero la maquinaria y las herramientas permanecieron inactivas y no fue por mucho tiempo, porque una industria, la juguetera, las restablecería de nuevo en su actividad. Como las campañas más fuertes de la agricultura y de la industria juguetera no solían coincidir, al principio, muchos dianenses y algunos trabajadores de la Comarca decidieron que podían pasar temporadas en el campo y el resto en las fábricas, haciendo juguetes de forma artesanal. Muchos agricultores temporeros pasaron a ser empleados en las fábricas jugueteras, sobre todo niños y mujeres. Los hombres se formaron en distintos oficios: ebanistas, torneros, etc. y algunos más tarde crearán sus propias empresas. Dos poblaciones alicantinas, Ibi y Onil, formaron junto a Denia, el triángulo de la incipiente industria del juguete, teniendo en común algunas características como el predominio de empleo agrario, la desocupación durante los mesas que no había actividades agrícolas, la existencia de otras industrias con gente con mentalidad emprendedora. Esta circunstancia socioeconómica y la presencia fortuita en Denia de Juan Ferchen, empresario alemán, hicieron posible el montaje de la primera fábrica de juguetes en la ciudad, el 1904. Las condicionas eran favorables: una mano de obra disponible, la aportación de maquinaria de Alemania y la tradición juguetera en el país del empresario, así como el conocimiento de los hombres de estas tierras del trabajo de la madera, y también de la hojalata, como materia de la que fabricaban objetos domésticos, embudos, moldes de pastelería, regaderas... Estas y otras razones permitieron que Juan Ferchen montara en mayo de 1904 la “Metalúrgica Hispano-Alemana”, fábrica situada entre la estación ferroviaria y el puerto. El nombre de Juan Ferchen resaltó desde el comienzo de la nueva industria juguetera de Denia y posteriormente el de su hermano, Enrique, con juguetes metálicos, juguetes de hojalata litografiada como tamboras, aros, carracas, cocinitas, trenecitos, soldados, etc. mezclados con otros objetos de consumo tradicional. Según el Heraldo de Denia de 1904 “el Sr. Ferchen ha importado de Alemania...más de 70 máquinas de diversos tamaños, movidas a mano unas y a electricidad otras...Entre las citadas máquinas debemos citar las de estañar planchas. Además hay prensadoras, estampadoras y una variadísima colección de moldes para fundir metal”. “Esta numerosa variedad de grandes y pequeños aparatos se hallan instalados en un gran zaguán, en el piso bajo del edificio; en otros departamentos se ven materiales metálicos y piezas sueltas para juguetes, importados de Alemania. En la planta baja está también el

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almacén y en los restantes pisos, los departamentos de pintura, barnizado, etc.” En estos orígenes de la industria juguetera de Denia sería injusto no destacar el nombre de un dianense, Enrique Sauquillo, su empresa “Juguetes Sauquillo” ha pasado a la Historia de Denia por su proyección nacional e internacional, en el mundo del juguete. 5

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Según el empresario Ramón Sauquillo, nieto de Enrique Sauquillo, los inicios de la fábrica se remontan a comienzos del siglo XX, en el que Enrique con la ayuda de algunos trabajadores, se lanzó a la producción de juguetes metálicos. Posiblemente haya sido el primer fabricante de juguetes de Denia, desde 1901, como afirman sus herederos. También, especializada en juguete de metal, destacó la fábrica de Manuel de Jesús García (1908), sucesora de Ferchen, que posteriormente comenzó una importante producción de juguetes de madera, característicos de la industria juguetera de Denia. Otra empresa, “La Universal” de J. Bordehore, que se inició el 1909 estaba especializada en juguetes metálicos y rivalizó cono “Metalúrgica Hispano-Alemana”. Gran parte del juguete metálico de consumo nacional se produjo en esta zona de Alicante, Ibi y Denia principalmente. Hemos podido verificar que el año 1913, en Denia existían tres fábricas importantes de metal (ya citadas anteriormente) y seis de madera. Muy pronto los juguetes de madera adquirieron una gran importancia en la industria dianense, debido a dos factores principalmente: la importante “serrería” de Riera Vallalta (1878-79), fabricante de envases para la exportación de pasa, y el puerto de Denia donde se desembarcaba la madera. Un fabricante, Pedro Riera Mulet (1913-1914) destacó por la calidad y originalidad de sus juguetes de madera, de gran delicadeza y magnífico acabado. Los mueblecitos de madera con apliques metálicos germánicos, son una autentica obra de arte. La fábrica estuvo en actividad un año solamente. La 2ª década del siglo será de consolidación en la industria del juguete de Denia, incrementándose el número de fábricas y realizándose un tipo de juguetes que más tarde se consideraron como prototipo de Denia: los denominados juguetes de “sport” (triciclos, coches, patinetes...). En 1921 se experimentó una novedosa organización social de trabajo, con el nombre de “Cooperativa La Diana”. Un grupo de trabajadores se emanciparon del patrón y fundaron la Cooperativa con capital propio, con acciones populares de 25 pesetas cada una. Muy pronto, los fabricantes dianenses vieron en esta industria del juguete un trabajo con futuro. En el año 1924 ya existían en Denia al menos 15 fábricas montadas por hombres de negocios del país y el 1929 más de 20. La industria del juguete fue sensible a los conflictos nacionales e internacionales. Según J.R. Valero Escandell la Primera Guerra Mundial y la proclamación de la República favorecieron coyunturalmente a algunos sectores de la industria española con nuevas posibilidades de producción y de compra; algunos de los países competidores que tradicionalmente eran productores debían transformar su economía para poder adaptarse a las necesidades bélicas; la demanda de juguetes también se vio afectada. La competencia de juguetes extranjeros se redujo y España pudo convertirse en país exportador. Según Corredor Matheos en este momento España era la tercera nación europea en la fabricación de juguetes. El año 1929 marcó un hito en la industria juguetera: la presencia de Denia en la “Exposición Internacional de Barcelona”. A partir de este año y hasta el 36, comenzó la exportación de los juguetes de Denia a

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varias naciones iberoamericanas y a Bélgica, Holanda, Suiza, Inglaterra, Países Escandinavos e incluso la India. Los juguetes de Denia eran muy apreciados internacionalmente, sobretodo en Alemania y en España, en Cataluña. 6

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Este período fue la cuna de la industria juguetera dianense donde muchos trabajadores y trabajadoras tuvieron su formación profesional en fábricas como las de Oliver Morand, F. Calabuig, Sauquillo, Simó y Monllor, entre otros. El crac de 1929 que afectó a toda la economía mundial provocó también una fuerte crisis en el juguete español pero pudo resistir haciendo frente a las dificultades que eran menores que las de Alemania o E.E.U.U, porque su mercado era fundamentalmente nacional. En el 1931 se efectuó una larga huelga, fruto de la lucha de los trabajadores del juguete por lograr unas mejores condiciones laborales; los obreros querían un contrato colectivo y los patrones lo querían individual. Francisco Calabuig Domenech, el mes de junio de este año, aceptó las bases íntegras de un Convenio Laboral, presentadas por la “Unión Obrera Dianense”, Sección de Constructores de Juguetes, en general. La decisión de la aceptación de las bases fue muy positivamente valorada. Esta huelga tuvo repercusión provincial, no solamente en la industria juguetera sino también en otras ramas de la industria. La lucha fue tan fuerte que en algunos momentos intervino la Guardia Civil. Del 1932 al 1938 se prolongó el conflicto y tuvo repercusiones laborales. Se lograron nuevas bases de trabajo, destacando el seguro de maternidad que sería pagado por los patrones; los obreros tendrían facilidades para su educación personal y profesional y se acordaron los siguientes sueldos: - Mujeres trabajadoras: 4 pesetas de jornal.

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- Peones: 6’5 pesetas de jornal.

- Oficiales de primera: 9 pesetas de jornal.

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- Oficiales de segunda: 7’5 pesetas de jornal.

- Serradores: 8’5 pesetas de jornal.

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- Afiladores mecánicos: 8’5 pesetas de jornal.

- Aprendices chicos: 1’5 pesetas de jornal.

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- Aprendizas chicas: 1 peseta de jornal.

Con la guerra civil se acabaron las exportaciones a los diferentes mercados; la producción se mantuvo pero se abrió una etapa de dificultades. Durante el conflicto para afrontar la crisis el sector se unió y la industria juguetera dianense formó de manera mancomunada, “Industria Juguetera Colectiva”: J.I.C. que aglutinaría toda la producción juguetera durante la guerra. Según José Carrasco en las fábricas de juguetes se vieron obligados a fabricar bombas de mano, estabilizadores para morteros y camas de hospital. El emplazamiento de las fábricas estaba en lugares muy peligrosos y decidieron trasladar parte de la maquinaria a la Cueva de “las Calaveras” en Benidoleig como prevención de posibles ataques. Finalizada la guerra civil española, algunos de los antiguos propietarios recuperaron el control de las empresas. La madera no era la única materia necesaria, hacían falta otras como el cartón, el hierro, la hojalata, los esmaltes, el acero, las telas, las pinturas... La dificultad para lograr estas materias en la posguerra fue enorme y frecuentemente se acudía al mercado negro. En 1940 se formó una Sociedad Anónima, LA I.A.U.C.C.A. formada mayoritariamente por Joaquín Calabuig Morales y Francisco Calabuig Domenech, experimentados empresarios de Denia. 7

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Esta importante fábrica dianense es recordada, aún hoy, con admiración, por todos los que la conocieron, por su variada producción, de una grande calidad. Llegada la posguerra, la industria juguetera se convirtió en la principal base de mano de obra entre la población dianense. Existían unas treinta fábricas, en la década de los 50. La madera continuó como principal materia prima resultaba más económica y el producto final era más accesible al usuario. Hacia el 1950 Denia sumaba unas 50 fábricas de juguetes y artículos afines, complementos y accesorios. Así como una docena de talleres auxiliares. Estas fábricas se convirtieron en el principal ingreso de la clase obrera dianense. Entre los factores que favorecieron el auge comercial de esta industria destaca la favorable situación de la ciudad y disponer de estación de ferrocarril. Barcelona y Madrid eran los principales puntos de venta y también lo eran Sevilla, Zaragoza, Valencia y Bilbao. Una novedad en la industria juguetera de Denia fue la adquisición por José Monllor de la licencias de algunos productos de Walt Disney y de otros personajes como Popeye, Betty, etc. Posteriormente otros fabricantes también obtuvieron licencias como Giner, Sendra, Josman, etc. La fábrica de Esteban Giner a partir de la década de los 60 se especializó en juguetes de tema marinero: barcos, barquichuelos, “catamaranes”, balandros, veleros, etc... La temporada juguetera era la de primavera – verano para producir y la de octubre a diciembre, para preparar y servir los encargos para las ventas de Reyes; algunas empresas distribuían trabajo a domicilio entre la mano de obra tanto masculina como femenina; eran las sucursales que en terminología actual sería la economía sumergida. Una característica general de las fábricas era la de tener un número reducido de trabajadores; se veían obligadas a completar su actividad con las citadas sucursales y con las industrias auxiliares que fabricaban accesorios. Excepcionalmente destacaban algunas fábricas con mayor número de operarios como Giner, Sauquillo, JAVIS que disponían de todo lo necesario en la misma fábrica, tanto la maquinaria como los operarios especializados. El juguete no era un artículo de venta durante todo el año y los fabricantes optaran por diversificar sus artículos. Una parte de la juguetería de tubo metálico se orientó hacia el mueble infantil, el artículo escolar, de “camping”, puericultura, artículos para la casa, etc. solucionando de esta manera el problema de la estacionalidad en el trabajo. La madera, hasta la aparición del plástico, era la materia prima fundamental siguiendo en importancia la hojalata y el hierro; se utilizaron otras materias complementarias y a partir de los 60 el plástico y sus derivados, los cuales ofrecieron múltiples ventajas: se podían hacer objetos con más complejidad, mejor acabado, proceso de producción sencillo y limpio, automatización de la maquinaria y producción en serie, reutilización del material sobrante, menos esfuerzo físico por los trabajadores. No es de extrañar el éxito del juguete de plástico, tan bien aceptado por los fabricantes y por los usuarios.

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Además algunos empresarios observaron que los juguetes con elementos de plástico tenían muy buena aceptación entre los clientes, que los encontraban novedosos y modernos. Otro grupo de empresarios vieron sin embargo, en este cambio, muchos inconvenientes, como es la enorme inversión que suponía adquirir la nueva maquinaria y aprender su manejo. Fue un momento de cierre de algunas fábricas de Denia; en otros casos se dio una transformación en la empresa y también aparecieron de nuevas ya con los últimos avances y materiales. 8

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Comenzó a desaparecer el juguete de madera tradicional y algunas empresas introdujeron nuevos tipos de juguetes como los juegos de mesa, juegos didácticos, guitarras, los disfraces… Los artículos variaban continuamente y las empresas tenían una gran movilidad: unas cerraron, otros cambiaron de especialidad; se abrieron fábricas nuevas, algunas fábricas se trasladaron a la periferia, a la Avda. de las Industrias, o al Polígono Juyarco. En el comienzo de la década de los 60 algunos fabricantes de Denia se unieron para constituir una Asociación: JUYARCO. Era una forma de potenciar la adquisición de materias primas a menor coste y dar una imagen sólida al exterior. El 9 de febrero de 1971, 55 empresas firmaron el reglamento de la Asociación y dos años más tarde se instalaron en un polígono industrial acabado de crear donde estaban la mayor parte de fábricas de juguetes y empresas auxiliares de tubo metálico, ruedas de goma, plásticos y galvanoplastia. El primer presidente de JUYARCO fue Vicent Monllor Roselló de Juguetes Javis. El mismo 1971 Roberto Roselló Ribes representó, en la Feria Internacional de Johannesburgo a varias firmas de Denia: Amorós y Pons, CAYRO, Giner, Llobell, Morand, Nober, Sauquillo, Sendra, y Simó. El 1972 se confeccionó el primer catálogo general de la agrupación con la clasificación por productos y no por fabricantes. Es curiosa la introducción al catálogo que decía: “Toda una ciudad con un siglo de tradición en la fabricación de juguetes y artículos artesanos se une en el esfuerzo de seleccionar sus mejores y más bellas creaciones, que a través de este catálogo tiene el placer de ofrecerle”. Otro paso importando fue crear una oficina de ventas en Denia, a c/Patricio Ferrándiz y una exposición permanente en Valencia, c/ Ermita. En 1973 a consecuencia de la crisis del petróleo el precio del plástico comenzó a subir, hubo gran dificultad para lograr la materia prima y se buscaban por todas las empresas productoras de plástico, en Valencia, Barcelona, Madrid... En 1974 comenzaron a instalarse algunas fábricas en el polígono; JOSMAN, CAYRO, JUGUETES LLOBELL. El 23 de agosto del 76 JUYARCO inauguro la cooperativa de consumo JUYSOCO, economato dirigido a las familias de las empresas jugueteras que desapareció por los años 80. En la actualidad queden tres empresas jugueteras en el polígono de JUYARCO: JUGUETES CAYRO, JUGUETES LLOBELL I JOSMAN. Otras empresas continúan, pero casi exclusivamente como empresas auxiliares. 9

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LA FÁBRICA El emplazamiento de las industrias jugueteras a Denia se distribuyó en tres zonas: la ciudad histórica entre la Ronda de las Murallas...y el puerto contaba con talleres y fábricas pequeñas, instaladas a menudo en la misma casa del empresario y en ocasiones en antiguos almacenes de exportación de pasa. La segunda zona era el barrio del Saladar y la tercera zona el Oeste y Sudoeste de la ciudad histórica, sobretodo talleres auxiliares. A partir de la segunda mitad de los años 60 algunas fábricas comenzaron a desplazarse hacia el Oeste de la ciudad y se creó un polígono industrial. (Vid. Anexo 30) El ambiente de algunas fábricas de juguetes de Denia en sus comienzos era semejante a la atmósfera de un almacén de pasa. En algunas fábricas había un dominio de mujeres y también de niños. Nos comentó una informadora, Rosita Cervera, algunos aspectos de la vida en las fábricas cuando ella trabajaba con Esteban Giner: “La encargada era una mujer, Salvadora, aunque era más normal que el encargado fuera un hombre. Eran unas diez mujeres, había muy buen ambiente, generalmente cantábamos. Ellos estaban en las máquinas. Quizá la fábrica tendría 25 o 30 trabajadores”. Los hombres estaban generalmente en las máquinas mientras que las mujeres pintaban o embalaban. La viabilidad de trabajar algunos meses en las fábricas de juguetes o en los almacenes de pasa, ofrecían a la mujer la posibilidad de sacar algún dinero para poder hacerse el ajuar o por completar el sueldo de la casa. En los inicios del siglo XX la edad reglamentaria por poder trabajar eran los 14 años, pero tenemos constancia de niños y niñas de 10, 11, 12 y 13 años que ya trabajaban. Por esta razón es interesante un anuncio publicitario de la fábrica “Metalúrgica Hispano Alemana” ofreciendo trabajo y aclarando que no se contrataría a nadie menor de 14 años. Había una buena relación entre los trabajadores de diferentes oficios y cuando era la época de más demanda los fabricantes de juguetes tenían la colaboración de operarios ajenos a la fábrica. La duración de la jornada era larga; en algunas fábricas de 12 a 14 horas, en otros de las 6 de la mañana a las 10 de la noche y en ocasiones se prolongaba, en épocas fuertes, a altas horas de la noche para servir con urgencia los pedidos. La idea y la imagen de una fábrica es muy amplia no significa un espacio con unas determinadas medidas, ni un número concreto de trabajadores y unas máquinas determinadas. Las fábricas que Denia ha tenido durante los años más fecundos en la producción juguetera han sido muy diversas y con enormes diferencias: algunas han dispuesto de espacios reducidos donde los trabajadores y trabajadoras estaban alrededor de una mesa o banco de trabajo como si se tratara de la sala de su casa. En el otro extremo había fábricas muy importantes, con las últimas novedades de maquinaria, normalmente importadas de Alemania; se trabajaba la madera, el hierro... se hacía el proceso completo de la fabricación de juguetes de una grande complejidad.

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Algunas de estas fábricas eran unas enormes naves separadas según la actividad, con maquinaria muy moderna para la época y donde podían trabajar de 80 a 100 operarios. 10

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Una empresa podía comenzar en una fábrica pequeña e ir ampliándola o incluso trasladando su domicilio por falta de espacio. Algunos documentos como el Reglamento de Régimen Interior” de la Y.A.U.C.C.A. (1951) una de las empresas más importantes en la industria juguetera de Denia, nos dan a conocer la organización y clasificación de los trabajadores tanto en el sector del metal como en el de la madera. Divididos en cuatro grupos quedaban de la siguiente manera: personal técnico, personal administrativo, personal subalterno y personal de fábrica o taller. El personal de fábrica o taller, en el sector siderometalúrgico se clasificaba según las funciones que realizaba en - Oficial de segunda, incluido el ajustador matricero y capataz del taller mecánico.

- Oficial de tercera, incluido el ajustador - tornero.

- Especialista de primera, trabajador mayor de 18 años, que hubiera demostrado capacidad suficiente por ejecutar un trabajo de responsabilidad, un acabado y un rendimiento adecuado y perfecto.

En el departamento del metal, siderometalúrgico se hace la distinción entre los artículos “sport”, el taller de máquinas, el taller de la hojalata y el taller de pintura. En el departamento del metal, siderometalúrgico se hace la distinción entre los artículos “sport”, el taller de máquinas, el taller de la hojalata y el taller de pintura. Los trabajadores de artículos “sport” realizaban tareas muy diversas y eran montadores de bicicletas de juguete, montadores de rueda, niqueladores, pulidores, taladradores, ayudantes de montadores de triciclos, de patines y otros artículos “sport”, estampadores, etc. Los trabajadores de la sala de máquinas, eran estampadores, prensadores a mano, rebordeadores y cortadores de hilo de alambre. En el taller de la hojalata, eran preparadores, torneros de hojalata, manipuladores de hilo de alambre, soldadores, fresadores, etc. En el taller de pintura había ralladores, pintores a mano y pintores a máquina. En el departamento de madera se hace la distinción entre personal masculino y personal femenino. El personal masculino se clasifica en los siguientes grupos: - Oficial de primera, que puede llegar a hacer el juguete completo, desde la interpretación del dibujo a su completa realización. El afilador de sierras estará asimilado a este grupo y tendrá como misión afilar, soldar y preparar las sierras de cintas para serrar las maderas.

- Oficial de segunda, que monta, encola, contrachapa, y realiza la finalización de los juguetes. Adscritos a esta categoría están el que realizaba los cajones y el embalador.

- Oficial de segunda de máquina, encargado de las máquinas de sierra circular, de la lijadora taladradora, cepilladora. También se encargaba de la limpieza y mantenimiento de los motores. Se asimilaba a esta

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categoría, el tornero de madera y el confeccionador, montador de cajas de cartón.

- Ayudantes, que colaboraban con los oficiales y comenzaban a realizar trabajos preliminares para poder pasar a la categoría superior. 11

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- Peones y aprendices.

- Serrador de segunda, que trabajaba en sierras automáticas.

- “Tupista” de segunda, el que trabaja en la tupí.

El personal femenino del departamento de madera tenía las siguientes categorías, adscritas a la clasificación anterior en la descripción del personal masculino: - Oficial de primera.

- Oficial de segunda.

- Ayudantes.

- Aprendices.

Es curioso el artículo 55 del Reglamento de “La I.A.U.C.C.A” en el Capítulo VII de vacaciones y permisos que dice así: “El personal al servicio de esta empresa, menor de 21 y 17 años, respectivamente, según sea masculino o femenino, disfrutará de un periodo de vacaciones retribuidas de 20 días naturales, siempre que acudan a campamentos, cursillos o viajes organizados por el Frente de Juventudes y a petición de éste”. De las diferentes tipologías de trabajo, los de madera y los “sport” son los que suman mayor nº de oficios como serradores, “bugidors”, torneros, lijadores, montadores... Algunas fábricas importantes como la del Sr. Monllor tenían todo tipo de máquinas, emplazadas en diferentes secciones, incluso las de hacer las cajas por el embalaje. En palabras del Sr. Roig “Allí entraban los tableros y los troncos de madera y salía el carretero con la mercancía embalada en cajas hacia el tren”. “Cada máquina además de un oficial tenía al lado un aprendiz”. Las condiciones materiales de la fábrica eran muy básicas. Para iluminarse había diferentes sistemas como el gasógeno, “el carburero” y en ocasiones utilizaban la corteza de almendra como fuente de energía. Comenta el Sr. Luis Catalá que “en el barrio de Baix la Mar había muchas fábricas, en las calles Sandunga, Senieta, Puente, La Mar... En esa zona estaba todo lleno de fábricas y a mediodía cuando salían a comer, daba gusto, se llenaban las calles de trabajadores, hombres y mujeres”. El Sr. Juan Carrió Sastre trabajó desde los 12 años en diferentes fábricas de juguetes, como aprendiz, como oficial y como empresario. Cuando piensa en su vida y nos la cuenta parece que se trate del argumento de una película; narra y describe minuciosamente los detalles de los procesos de trabajo y también de los espacios donde ha estado trabajando. Una de las fábricas donde pasó algunos años fue La IAUCCA: “Estaba en Patricio Ferrándiz. El despacho en la parte de arriba; abajo, a mano izquierda, la maquinaria del trabajo del hierro con prensas, troqueles, moldes. Eran máquinas muy buenas para la época. Teníamos una prensa de 150 toneladas que hacía de una sola

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troquelada toda la puerta de una nevera de hielo o el lateral de un coche grande de pedales. El hierro estaba separado de la madera, que estaba en otra nave, al fondo, con sus máquinas de calar, la lijadora de canto, los tornos, los “atupins” para hacer piñones, la máquina de serrar... 12

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Separado por un patio estaba la pintura donde trabajaban 14 personas; se hacía a pistola y con taladros. En otra nave se realizaba el embalaje y allí mismo llegaban los carros para cargar...”. Han pasado algunos años y el mundo del trabajo ha cambiado sustantivamente; las nuevas tecnologías y las nuevas formas de producción se han impuesto en el mercado. Lo que acabamos de describir de las fábricas de juguetes parece estar inmerso en un pasado muy lejano y ningún empresario imaginar ya el funcionamiento de su fábrica sin la ayuda de las nuevas tecnologías.

EL JUGUETE: DISEÑO Y TIPOLOGIA La primera fase en la producción de un juguete era el diseño, el papel era el soporte de una idea que después de un largo proceso se materializaba en el objeto en cuestión. Generalmente un diseñador podía ser un pintor, un dibujante o el mismo fabricante que con su creatividad plasmaba en algún papel sus propios inventos. Los dibujantes o diseñadores frecuentemente trabajaban para varias fábricas. Destacamos a Roldan, Honorato Salvador, J. Ramiro, Arturo Vicens, José Catalá, Calandin, José Salort Cardona,…todos ellos provenían de diferentes profesiones como: artistas, profesores de dibujo… Uno de los rasgos más característicos del juguete dianense, de madera, es su variado colorido de tonalidades muy vivas. Una modalidad de la Industria del juguete eran las fábricas que hacían “juguetes en blanco” que posteriormente eran acabados y comercializados en otras fábricas. Una de las clasificaciones más generalizadas entre los fabricantes de juguetes de Denia e industrias afines es la siguiente: - Juguetes “sport”, de tipo deportivo como las bicicletas, coches de pedales, “karts”, monopatines, patines, etc. - Juguetes de madera y de lata: cocinitas, mobiliario, juguetes de playa: palas, rastrillos, pozalitos, cochecitos, arrastres, carros, camiones... - Juguetes de cartón. - Muñecas. - Guitarras. - Muñecos de paño y muñecos y animales de fieltro. - Disfraces. - Reproducciones de embarcaciones antiguas. - Mobiliario escolar: pupitres, pizarras... - Mueble infantil (puericultura): andadores, cunas, parques, sillitas. 13

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- Artículos de campo y playa: columpios, balancines mesas plegables, sillitas.

- Artículos de la casa: neveras, bandejas, escalas plegables...

Por tal de unificar los procesos de trabajo nos hemos servido de las materias de los juguetes para agruparlos y explicar los diferentes rasgos y fases del trabajo. Destacamos que en el caso de los juguetes de madera y de hojalata, más que la materia de la que estaban realizados, eran juguetes que definían un tipo muy característico de la industria juguetera.

1. Juguetes de hojalata La I Guerra Mundial está vinculada cronológicamente al juguete de hojalata, dándose un gran impulso a esta industria en España, por la interrupción de las importaciones de los países europeos en conflicto. Con respecto al proceso de este metal en aquellos momentos, se impuso una técnica decorativa, la estampación litografiada, es decir la impresión sobre superficies metálicas. Una vez logrado el diseño se añadían los colores manualmente. Posteriormente llegó la impresión en color; se podían utilizar hasta doce colores; ese cromatismo daba una gran calidad al juguete de hojalata. En una primera fase la litografía fue introducida de forma parcial y algunos detalles completaban el trabajo con aerógrafo o con pincel: los conductores de vehículos, las crines de los caballos, los laterales de los coches... También por la misma época se generalizaron los juguetes de cuerda o con resorte y también otros sistemas inventados en las mismas fábricas para dar movimiento. Los buenos momentos de la industria del juguete de hojalata finalizaron durante la guerra civil, quedando la mayor parte de las empresas socializadas transformándose en industrias auxiliares de guerra. Una vez acabado el conflicto, el material de hojalata era muy escaso y se recurría a reciclar botes de conserva, botes de pintura y los envases de hojalata del queso y leche en polvo llegado de América., que se prensaban y se niquelaban por poder fabricar juguetes. En la década de los 50 apareció un nuevo material, el plástico. Al principio la hojalata no desapareció por completo y muchos juguetes, como los camiones de JAVIS conservaban la cabina de hojalata y el resto de madera. Otro ejemplo fueron las vajillas de las cocinitas, de plástico y hojalata. Cuando entró en la industria un nuevo material más refinado, el polietileno, la hojalata no pudo competir. En 1975, con el aumento del precio del petróleo, parecía que iba a introducirse nuevamente la hojalata, pero posteriormente desapareció. En la actualidad los juguetes de hojalata no están permitidos por la normativa europea de seguridad, excepción hecha a los de colección, fabricados de hojalata, porque no van dirigidos a niños.

2. Juguetes de madera Una de las materias más utilizadas en Denia, en la realización de los juguetes, era la madera. Según la parte de juguete trabajada gastaban un tipo de madera u otra. Los fabricantes preferían emplear la madera blanda y que se pudiera pintar bien. Las maderas más aprovechadas

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eran el pino gallego, plátano, aliso (“aliso”) “Oregón rojo”, nogal, haya... 14

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Nos comentan “que en momentos de penuria también se utilizaba la madera de las cajas y cajones empleados para embalar. Las mejores eran las de la leche condensada “La Lechera” A partir de los años 50 comenzó a utilizarse para el fondo del jugueteo para lugares poco visibles el “contrachapado y el “tablex”. Los fabricantes distinguen por la forma de trabajo entre juguetes macizos, recortados, juguetes torneados y calados. Vicente y Francisco Serra, fabricantes de juguetes de madera, nos explicaron el proceso para hacer un juguete. “El dibujante o diseñador hacía los dibujos a tamaño real aproximadamente; posteriormente se sacaban las plantillas con madera resistente, generalmente haya, que se calcaban encima de una plancha de zinc; con la sierra de “bugir” (calar) iban calando y hacían una plantilla de zinc que después ponían sobre la “madera” y servía de guía para serrar (calar o bugir); las sierras primero eran manuales, mecánicas, a pedal, y más tarde en las empresas importantes eran eléctricas; gastaban sierras finas”. “Para realizar un camión, primero se hacían los dos laterales, después los de la cabina. La cabina necesitaba una madera más gruesa; algunas cabinas de camiones eran macizas; a la parte delantera de la cabina le daban la forma con la lijadora, después se clavaba todo con clavos sin cabeza y un poco de cola; se lijaba todo a mano. Para hacer las ruedas cortaban un hexágono con un agujero en medio y lo llevaban al tornero. Un tornero de los más conocidos, es el “Saorí”, Pepe Martí. También gastaban ruedas de hojalata, pero resultaban más caras; al final (años 58-60) las ponían de goma y plástico.” Algunos juguetes de madera disponían de algún tipo de mecanismo de tracción, como podemos observar en los arrastres. La fábrica de los Serra además de los juguetes de madera produjo, en una segunda etapa guitarras, infantiles y para adultos. La madera empleada era muy diversa. Nos dicen los hermanos Serra que” los mangos solían ser de samba; las guitarras de mejor calidad eran fabricadas con madera de palo santo; otras maderas utilizadas eran sapelli, Oregón, chopo, madera de mansonia. Se fabricaban bastantes modelos, hasta doce, de todas las medidas. El dibujo estaba serigrafiado”. La maquinaría que hacían servir para hacer las guitarras era, al principio, la misma que la empleada por hacer los juguetes de madera: sierra circular, lijadora, tupí, prensas, cizallas, y algunas más específicas... Otro fabricante de la época, José Luis Calabuig Adán, de la empresa La IAUCCA, la describe así: “Es impresionante contemplar la variada y complicada maquinaría de la industria juguetera: prensas , turnos mecánicos, fresadoras automáticas, cepilladoras mecánicas, taladros, máquinas de soldadura eléctrica y autógena, todo tipo de herrajes para el trabajo de la hojalata y de la madera; la fábrica tenía un taller de serrar, serrería mecánica, máquinas lijadoras, tornos automáticos para la madera, universales, tupís y la sección de pintado y decorado con numerosas cabinas aerográficas; el taller de galvanoplastia para niquelado, cobre y cromado de accesorios y juguetes completos” Algunos vehículos como los coches de la I.A.U.C.C.A. utilizaban un mecanismo de cuerda tipo caracol. 15

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Observamos por la maquinaría citada que la empresa de la I.A.U.C.A era muy importante y que trabajaba la madera, la hojalata y el juguete de "sport". Naturalmente eran pocas las fábricas que disponían de tanta maquinaría y que realizaban trabajos tan complejos y diferentes. J. Calabuig continúa recordando el trabajo del juguete y nos enumera las principales materias empleadas para su realización: “ Además de la madera, gastábamos alambres brillantes, galvanizados, de aluminio, tornillería de toda clase, clavos, hierros redondos de muchas medidas (calibres), chapas de hierro desde 0,5mm.hasta 5 o 6 mm, hojalata, estaño, aceros para matricería, tubos para las bicicletas y triciclos, aros, varillas de soldar, zinc, cartón, telas, papel de embalaje, pinturas de celulosa, esmaltes, grasas ,imprimaciones, anilinas, colas, etc. El Sr. Calabuig, comentando el proceso de fabricación de un juguete de madera pasó a describir la fase de pintura:” La pintura era a mano, por trepas i a pulso. Generalmente era esmalte. Las plantillas denominadas trepas, consistían en unas planchas de zinc, que se recortaban a mano. Cada color tenía una trepa”. Primero se hacía el dibujo sobre la plancha de zinc, iba recortándose con una sierrecilla de hierro. Según el Sr. Luis Catalá “el que mejor hacía las trepas era Pablo Cervera” Respecto a la pintura Calabuig explicó minuciosamente que “La primera fase del proceso era preparar la madera con una pintura base de imprimación, para sellar los poros y lijar a mano las posibles asperezas. Después ponían la pintura del fondo del juguete, normalmente dos pasadas y con las trepas se pintaban los otros colores; el negro el último. “ La pintura realizada con las trepas era inicialmente un trabajo a mano, pero posteriormente estas trepas se rellenaban a pistola o aerógrafo. Para algunas piezas utilizaban el procedimiento de inmersión sumergiendo la pieza dentro la pintura. Una forma sencilla y económica era la calcomanía que también decoraba el juguete aunque no se podía comparar con la calidad del juguete pintado. Uno de los oficios importantes en los procesos del trabajo de la madera es el de tornero. Antes de aprender el oficio de tornero, “el Saorí” contó “que pasé por diferentes máquinas como el taladro, la sierra, hasta que me enseñaron a trabajar con el torno y me especialicé en esta tarea. Comencé en la fábrica de Monllor” Todos los informantes coinciden que el “Saorí” ha sido un magnífico tornero. Él comenta “El proceso era el siguiente: el diseñador y modelista Luis Catalán, dibujaba una pieza y se la llevaba al tornero por tal que la modelara. Una vez las piezas del juguete modeladas, la faena era más sencilla y repetitiva; en algunos casos podían utilizar algún tipo de plantilla por guiarse. Era un trabajo que precisaba buen pulso y mucha paciencia”. Entre las aportaciones más significativas de la entrevista realizada al “Saorí” están los nombres de herramientas de trabajo y maquinaria: la cepilladora, la "gruixadora" o la “tupí”, la sierra, la “lijadora”, y entre las herramientas destacan los buriles, las gubias (algunas se las hacía él mismo) cortantes (cuchillos de talla), taladros, escofinas. Como tornero trabajaba principalmente haciendo las figuras de Walt Disney (Mickey, Pluto, Blanca Nieves y los Enanitos, Popeye y Rosario,

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etc...)En las fábricas de juguetes se hacían también otros objetos como bomboneras (él lo recuerda como un trabajo dificultoso, sobre todo por el encajamiento de la tapa y el vaciado de la madera) Una vez las piezas estaban torneadas se lijaban, masillaban y daban imprimación; se pintaban y se montaban. 16

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La madera que más gastaban por tornear era el aliso (era una madera sin veta y bastante resistente, proviniendo del nordeste de Europa o de Canadá). Otras maderas buenas por tornear eran el haya y el olivo.

3. Juguetes de sport “El juguete de "sport” es una de las primeras modalidades de juguetes, que daría fama a Denia por su perfección y su acabado. Destacan los autos, los patinetes, las bicicletas y los triciclos. En la fabricación de juguetes de Denia, uno de los más carismáticos fue el triciclo. Francisco Santacreu ha sido el informante que nos ha aportado información muy valiosa sobre la fabricación de un triciclo. Él nos dice que la maquinaría y los materiales utilizados en su fábrica eran bastante variados y específicos. El triciclo estaba compuesto por dos materias fundamentales: el hierro y la madera. Las piezas fabricadas en madera eran la plataforma o el asiento, los puños del manillar, los perfiles de cabezas de animales o personajes...Solían ser de hierro: los pedales, el manillar, la horquilla, las ruedas... A partir de los años 50, cuando apareció el plástico las partes de madera se sustituyeron por esta materia. También el hierro fue reemplazado por el tubo. Las herramientas y máquinas para realizar un triciclo son las cizallas, el martillo vertical, el contrapunzón, los gatos... Para trabajar es indispensable el banco de trabajo. La devanadora y el caracol... Las ruedas estaban formadas por el rayo de alambre, el cubito, las arandelas, los “aros” de caña con un “aro” de goma por fuera o los “aros” de hierro. Las ruedas eran la parte más complicada del triciclo. Según Santacreu “se las hacía Moncho, que le llamaban el “rodero”. Él trabajaba en la misma fábrica. También las hacía Sendra en su taller, como industria auxiliar; pero ellos le daban todo el material preparado y él las montaba. Era de destacar la diferencia de 5 cm. que había entre las rueda de detrás y la de delante, que variaba según la edad del niño: 13-18 cm (2-3 años)/15-20 cm (4-5 años)/18-22 cm (6-7años)/20-25 cm (7-8 años)” “Para los rayos de las rueda gastaban alambre acerado de 2mm. que se compraba por Kg.; venía en rollos y tenían que pasarlo por una máquina, que llamaban la devanadora, para hacerlo recto; después se cortaban y los extremos se doblaban y se hacía como una cabecita que se introducía dentro del hierro de la rueda que también llevaba unos agujeritos y las remachaban con un martillo vertical especial. Después de acabado el triciclo los elementos de madera “se pintaban en la fábrica; primero daban una capa de imprimación y lijaban; también masillaban si hacía falta; después se daban dos manos de pintura y encima se ponía la trepa y con una pistola se pintaba”. En cuanto a los elementos de hierro la horquilla y las otras pletinas se pintaban de color oscuro y encima llevaban unas rallitas como una cenefa que se hacían a mano y a pulso.” Otro sistema de acabado, para las piezas de hierro, era el niquelado, realizado por inmersión. Muchos de los elementos del triciclo son coincidentes con otros juguetes de “sport”, siempre con detalles diferenciadores. Comenta Santacreu “Para la plataforma del patinete era muy importante tener en

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cuenta que la malla de la madera de la parte más larga tenía que tener una dirección y la más estrecha otra, a contramalla. Algunos patinetes llevaban una pieza que se llamaba “cuello de pato”* 17

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4. Juguetes de cartón Denia, que había sido pionera en el juguete de hojalata y “sport” y que había adquirido una enorme fama en el juguete de madera, comenzó a introducir otras materias y otros tipos de juguetes. Entre el año 30 y 50 el material básicamente utilizado para hacer muñecas, caballos, y todo tipo de muñecos menudos y personajes fue el cartón. Uno de los primeros fabricantes de cartón de Denia, en el año 1932, fue Vicente Mahiques Sentí. En el trabajo de cartón destacó Julio Ferrer que en 1942 abrió una fábrica especializada en muñecas. Otra empresa LUDI estuvo especializada en juguetes de cartón por la misma época. Vicente Denia trabajó desde muy jovencito en la fábrica de LUDI y Juan Carrió Sastre en la de Julio Ferrer, respectivamente. Ellos han sido los informantes que han explicado los diferentes procesos de algunos juguetes, según la materia empleada. El Sr. Denia comenta que “sobre los años 40 en su empresa se fabricaban juguetes de cartón troquelado, combinado con madera; algunos tenían movimiento como un perrito, una gallinita que ponía huevos, una gitanita que bailaba... o personajes como Charlot, Cantinflas, los Hermanos Marx...” La especialidad de Julio Ferrer era la fabricación de muñecas de diferentes tipos y calidades. Nos explicó Juan Carrió Sastre, trabajador de la empresa que “...una de las formas posibles para hacer la cabecita de una muñeca, era introduciendo en las dos partes de un molde de escayola el cartón mojado y una vez blando mezclándolo con engrudo. Con las manos se iba dando la forma. Las piernas, el cuerpo y los brazos se realizaban con este mismo sistema. Algunas muñecas tenían el cuerpo, las piernas y los brazos de trapo”. También nos comentó otro sistema para realizar las cabezas de las muñecas, con moldes. “El molde de escayola, dividido en dos partes se unía y formaba la cabecita; se untaba con un líquido para que la masilla líquida una vez endurecida no se pegara en el molde; por el agujero del cuello se vertía la masilla liquida; con formol se lograba que se extendiera bien todo el líquido. Se dejaba en cajitas para que se secaran las cabecitas y se endurecieran. Una vez secas, se sacaban de los moldes. Todos los rasgos, incluso el pelo quedaban marcados.” Para realizar el acabado de las muñecas, después de pasar una selladora, se lijaban las diferentes superficies, principalmente las caras, con mucha cuidado y ya estaban preparadas para pintar a mano o con trepas los diferentes rasgos (los ojos, las cejas, la boca, etc.) Posteriormente entraban por hueco del cuerpo las piernas y los brazos, enganchados con goma. La indumentaria de las muñecas era muy variada y se realizaba en el taller de Josefa Ribes y allí mismo una vez acabada la indumentaria, las muñecas ya trajes se embalaban para facturarlas. En este taller trabajaban varias mujeres cosiendo. Otra fábrica, la de Francisco Calabuig introdujo una sección de muñecas de calidad, dirigida por su mujer Mª Concepción Adán Andrés. En la fábrica LUDI, Leonardo Denia realizaba asientos de bicicleta de cartón prensado, en el año 52. Nos cuenta el Sr. Vicent Denia: “Hicimos una matricería especial, para cortar la forma de los sillines; se aplicaba

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la prensa manual durante 5 minutos; después se ponía sobre una plancha de hierro con remaches para darle consistencia y finalmente se pintaba, primero dando una pátina especial y después pintándolo color cuero. Una buena producción eran 100 sillines diarios”. 18

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5. Muñecos de fieltro, de paño y peluche Las primeras muñecas de paño aparecieron en España al principio de la década de los 20. Primero eran muñecas con las caras de fieltro, momento álgido en la fabricación de muñecas de paño. Las facciones de las muñecas estaban bordadas. Posteriormente los ojos y la boca de fieltro de diferentes colores, eran pegados al fieltro. También tenemos el testimonio de Mercedes Pla, buena conocedora de la fabricación de muñecas en Denia. Nos comenta que “al principio, las muñecas se llenaban con paja, después con corcho y en la última fase con polietileno expandible. Los materiales eran telas, lana, seda,” fieltro”, “franela”… “ Mercedes hacía los patrones de papel de “manila” y los marcaba con tiza. Tenía una máquina de coser y una prensa. Con unos troqueles con forma de cabezas o de cuerpo, los cortaba. Tijeras, agujas y cola blanca eran los elementos indispensables... Mercedes recuerda que “llegaron a ser 20 mujeres cosiendo” en su empresa “Marilitas”. El embalaje también lo hacían las mujeres. Ella era la diseñadora y las otras cosían. Con la aparición del plástico, una modalidad era comprar las caretas de celuloide o plástico y las mujeres de la fábrica hacían el resto. Una de las fábricas de Denia dedicada a los juguetes de fieltro y de peluche, animales y personajes de cuento, fue “Artesanía Teddy. El proceso de peluche era semejante al de las muñecas de fieltro.

6. Otras modalidades de juguetes En los últimos años, un cambio importante en el mundo del juguete es el de la estacionalidad. Hace algunas décadas era impensable que los niños tuvieran regalos en una época que no fuera la de Reyes. El juguete era un fetiche, que se convirtió posteriormente en un artículo de consumo. Los aniversarios, los santos, el premio por las buenas notas, etc. comenzaron a ser motivo de regalos por parte de los padres, de los abuelos y del resto de la familia, así como de los amigos del entorno. También cambió el concepto de juguete y de juego, que en algunos casos sobrepasaba el objetivo lúdico, añadiendo el didáctico entre otros. Los estudiosos del tema, en la actualidad, ya no consideran de forma separada las diversas finalidades y opinan que cualquier juguete puede cumplir intrínsecamente diversos objetivos. Toda esta diversificación estacional y social ha funcionado paralelamente a los tipos de juguetes y a las edades de los potenciales clientes, que en terminología actual son auténticos consumidores. Aparecen diferentes modalidades de juguetes fabricados en materias diversas: madera, plástico, metal...Los juegos y los juguetes no van dirigidos solamente a los niños, sino a públicos muy diferentes, desde el bebé, a los adultos de todas las edades, personas discapacitadas, etc. De los materiales aparecidos en la década de los sesenta, destacó el plástico, con el cual se fabricaron nuevos juguetes y también los tradicionales: diábolos, raquetas, juegos de tenis, “yoyós”, trompas, aros, dianas... Una fábrica de Denia, Cayro, empezó a trabajar la totalidad de sus artículos en plástico. Patentó uno de los primeros juegos de construcción del mercado español: “Laso Miniaturas Locas” 19

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En la década de los 70 apareció una gama muy importante de juegos magnéticos; eran los juegos de viaje: los deportivos como los de fútbol, tenis, regatas, etc. y los juegos clásicos: oca, parchís, solitario, guerra de barcos... Los de mayor éxito fueron los juegos de ajedrez y de damas. Las modas cambian y los empresarios se adaptan a las diferentes sensibilidades de los clientes. Juegos y juguetes casi olvidados vuelven al recuerdo y se fabrican de nuevo en la actualidad, con una estética sugeridora de otras épocas: las tabas, los bolos, la trompa, laberintos, construcciones, rompecabezas... En la década de los 80 empezaron los jardines particulares y algunos jardines públicos a amueblarse con juguetes de colores vivos: toboganes, balancines, columpios. Algunas de las antiguas fábricas de juguetes tradicionales los sustituyeron por estos nuevos juegos, generalmente de plástico, para jugar al aire libre. Otro tipo de artículo exitoso de esta época fue el relacionado con el deporte, raquetas, palas, juegos de ping-pong, etc.

7. Disfraces Una de las evoluciones de la industria del juguete ha sido la confección de disfraces. En Denia la empresa Josman creada en, en el 1964 cambió sus artículos por disfraces, en el 1978. En la actualidad es una fábrica con una plantilla de 50 trabajadores. Hablando con el empresario Manuel Noguera, nos ha hecho la distinción entre artículos genéricos y de licencia. Se denominan genéricos aquellos disfraces creados, diseñados, confeccionados... etc. por la misma fábrica. Son, naturalmente, las más laboriosas para la empresa. Los de licencia son artículos de marcas de series televisivas, películas, dibujos animados, personajes famosos... En los disfraces genéricos, el proceso es lento, pese las avanzadillas tecnologías de la empresa. Concebida la idea se realiza el diseño. La modista corta y cose las diferentes partes del disfraz con telas muy diversas: seda, algodón, raso... Le presenta el artículo, expuesto en el maniquí al empresario y él toma la decisión de dar salida al disfraz o lo retira si considera que no cumple las condiciones comerciales según su punto de vista. Por medio de un programa específico, introducen los datos al ordenador y después de ser dibujados los patrones, se cortan (hasta cien en cada operación). La siguiente fase la realizan las costureras o modistas y una vez acabado el trabajo, sale de la fábrica en las cajas de embalaje. El mismo disfraz se realiza en tres tamaños diferentes. Los disfraces de licencia tienen un proceso parecido exceptuando la fase de creación que está ya resuelta por la concesionaria de la licencia. El diseño ya viene realizado y se debe completar en la fábrica.

8. Juguetes de goma y de plástico La introducción de nuevas materias como la goma y el plástico supuso enormes cambios en la industria y el comercio del juguete. Cambio la materia, los procesos de trabajo, la maquinaría, etc. 20

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La goma es una materia que se ha empleado más para accesorios de los juguetes a partir de la década de los 50, como son los aros de las ruedas de los vehículos: camiones y cochecitos, juguetes “sport”: bicicletas, patines, triciclos, coches.... También se fabricaban con goma los puños de los manillares y otros elementos. El primer período de este proceso fue esencialmente manual y las escasas máquinas eran muy elementales. Muy pronto comenzaron a introducirse nuevas técnicas y maquinaria sofisticada. Para la fabricación de los aros se utilizaba preferentemente goma negra. Unas láminas de goma eran cortadas a tiras y se introducían en un aparato denominado “budinadora”; salía a modo de un churro macizo de forma redonda que era cortado en diferentes medidas y formas, según la necesidad y que eran introducidos en el molde de fundición. El calor y la presión de la prensa completaban la configuración de la pieza. La última fase consistía en recortar la rebaba o goma sobrante. Todas las piezas eran contadas y metidas en sacos para su transporte. También se fabricaron algunos juguetes de goma, solían ser artículos sencillos, económicos, de gran éxito comercial: puñalitos, pequeños martillos, hachas, burritos... La aparición del plástico constituyó para los sectores industriales, entre ellos la fabricación de juguetes, una materia esencial en los procesos de fabricación. Se crearon una serie de establecimientos manipuladores del plástico que preparaban productos semielaborados, piezas, complementos y accesorios para las diferentes industrias. En algunos casos existían fábricas que desarrollaban una actividad manufacturada propia. Los inicios fueron hacia los 60 y la primera maquinaría era completamente manual. El desarrollo del trabajo era menos complejo que el de la goma. El primer paso del proceso era la colocación del molde o matriz a la máquina; se ajustaba la temperatura y el tiempo según el tipo de plástico. Se introducía en la tolva o depósito la materia prima que se presentaba en triturados que podían ser de diferentes grosores y se inyectaba a presión. Posteriormente se abría para desmoldar la pieza. Los moldes utilizados eran de acero y de hierro, fabricados con tornos, fresadoras etc. Además del proceso del inyectado, posteriormente se introdujo el soplado y moldeado. 21

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INDUSTRIAS VINCULADAS AL JUGUETE 1. Industrias afines y auxiliares Desde el momento en que un juguete nace en la mente de un inventor o del diseñador, hasta llegar a manos de un niño, participan oficios e industrias muy diversas, comenzando por el que proporciona la materia prima: madera, hierro, plástico…hasta llegar a manos del fotógrafo. Estas industrias auxiliares surgían a menudo por la demanda de accesorios y otros elementos necesarios para las fábricas de juguetes.

2. Las sucursales Hacia los años 60 hubo un incremento de maquinaria en la industria del juguete, adscrita a la inyección de plástico y para hacer moldes que daban forma a la goma. Se incrementó el trabajo y las fábricas no podían absorber la producción demandada. Destacó el fenómeno de la economía sumergida, que en la época se nombró “Sucursal”. En Denia había muchas sucursales, nombre que se le daba en las casas habilitadas como talleres improvisados y provisionales, en los que trabajaba toda la familia, montando juguetes, por tal de obtener un sueldo suplementario. Esta práctica se generalizó en casi todas las fábricas, en momentos puntuales de urgencia de salida de los artículos. Esta nueva modalidad de trabajo a domicilio se dio en un buen número de industrias. Ibi, dedicada al juguete como Denia distribuía también trabajo por las casas, principalmente a mujeres y niños. En Denia lo que era habitual, entre las mujeres jóvenes, era abandonar el trabajo al casarse, porque el principal objetivo había sido ganar dinero para hacerse el ajuar. Los trabajadores y trabajadoras que trabajaban en su domicilio, no estaban inscritos en el censo.

3. La producción en pueblos próximos Algunos pueblos de la Comarca de la Marina se dedicaron a la actividad juguetera a partir de la década de los 40. El más vinculado a la industria dianense fue Ondara. De este pueblo y también del pueblo de Pego se han podido consultar los archivos y verificar algunos datos. También hemos sabido que en 1927 José Borrell y Pablo Cervera montaron una fábrica de juguetes “sport” en Benissa. Hacían principalmente triciclos y coches Otro caso es el de una fábrica de Teulada de la que se conoce bastante información, gracias a un trabajo de Joan Ivars Cervera. Del resto de los pueblos como como Xàbia, Gata y Pedreguer sólo se ha logrado la información por transmisión oral de algunos jugueteros que recordaban algunas relaciones comerciales con Denia, 22

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realizando algunos accesorios de artesanía vegetal como capacitos, mueblecitos de enea, accesorios de mimbre, de pita etc.

LA COMERCIALIZACIÓN 1. Embalaje, transporte y distribución Finalizado el laborioso trabajo de diseño, construcción, pintado y acabado del juguete, estaba finalizada la primera parte en el proceso del artículo, quedando una segunda, no menos importante, como es su embalaje, su distribución, transporte y venta. Por realizar todas estas tareas existen varios oficios: embaladoras, ordinarios, viajantes, representantes, fotógrafos, transportistas... y todos los derivados de las industrias auxiliares. Debemos destacar que la pintura y el embalaje lo hacían generalmente las mujeres. Nos comenta el Sr. Paco Roig que “De la pintura se pasaba a otra sección donde estaban las embaladoras, que ponían los juguetes en papel, en virutas de madera y en cajas”. También nos dice que en la fábrica del Sr. Monllor, donde él trabajaba, “en la sección de embalaje había 5 mujeres y colocaban las cajas ya en estanterías. El cajonero hacía las cajas a medida del juguete”. Otras fábricas pedían las cajas de embalaje a empresas de madera especializadas. El Sr. Roig comenta que “las ventas las hacían los mismos representantes que iban a las tiendas con el juguete en mano y los dueños les encargaban 10, 15… El ordinario iba a Valencia cada dos días y llevaba los juguetes a la tienda” Otra forma de hacer los pedidos era por correspondencia o telegráficamente. Nos dice el Sr. Catalá que “El transporte de la fábrica al tren o al ordinario se hacía por carros arrastrados por un animal, (sustituidos más tarde por el motocarro)”Él puntualiza que “el de Peiró era el más conocido. Otro medio de transporte era el carrete de mano que alquilaba, “Micalet de la Melva” (Miguel Pérez), en la plaza del antiguo Mercado. Según V. Balaguer, por el 1940 aparecían en el padrón de Denia 16 vehículos de particulares a motor, 9 de alquiler, 1 autobús y 10 camiones. Por el 1941 existían 32 carros de transporte que atendían todas las necesidades de la industria juguetera y de las otras actividades de la época. Tardaría una década la mecanización, con la llegada de los “motocarros” y los camiones. Un papel muy importante era el de los ordinarios que hacían todo tipo de encargos, desplazándose generalmente en tren, excepto Salort, Mut e Ivars que disponían de camiones propios. Juan García y Julio Ausina se desplazaban a Alicante. A Valencia iban Linares, Varela, Pastor, Curtidor, Salort... Tudela hacía también el servicio Denia-Alicante; Alicante - Denia. También se contrataban servicios a nivel nacional como el conocido “Transportes EL DIRECTO” que distribuía la mercancía por toda España y servicios internacionales como “Mateo Mateo S.A. 23

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Además había un servicio especial del tren, llamado “de puerta a puerta”, por el cual la empresa del ferrocarril se encargaba de hacer llegar directamente los paquetes desde el punto de origen, a los clientes.

2. Agentes comerciales, representantes y clientes Los representantes o agentes comerciales estaban establecidos en un área delimitada, plaza o ciudad. Hacían viajes de un mes aproximadamente. El primero era en febrero – marzo, y después el de Reyes. Las ventas se realizaban en campañas de verano, a fin de que los almacenes pudieran prepararse para las fiestas de Navidad, momento primordial en el mundo del juguete. Los agentes comerciales llevaban varías representaciones. El Sr. Roig nos comenta que acabó llevando 11 empresas. Él nos explica que “Todos nos juntábamos en el mismo hotel. De Denia, Francisco Sentí también se reunía con nosotros. El viajante más importante de esta zona fue D. Félix Castelltort. En el viaje de Reyes visitábamos pueblos y todo.” Transcribiendo de nuevo las palabras del Sr. Paco Roig, nos ayudan a imaginar a la perfección el ambiente que rodeaba su trabajo y el de sus colegas una vez fuera de Denia: “Llevábamos unas cajas forradas, las cubetas. Salí con dos cajas de 70 kg. Algunas no eran novedades últimas. Cuando llegábamos al hotel salían los encargados (mozos) y nos cogían las maletas y el albarán de facturación. Visitaban los clientes y quedaban a unas horas determinadas. Comunicaban a qué hora y donde debían llevar las cajas y ellos las transportaban en un carro. Cuando llegaban los viajantes ya estaban las maletas en su sitio. Eso fue hasta que ya fuimos en coche. Los muestrarios eran fotografías o juguetes del tamaño natural. Los encargos se hacían en lápiz/tinta y papel carbón. Había unas columnas por poner los encargos y el nombre de la fábrica. Allí mismo se tomaba la decisión. A finales de semana lo poníamos en un sobre y lo enviábamos a la fábrica. El primer viaje eran 25 días; el segundo, dos meses. Íbamos a nuestro trabajo y yo considero aunque no lo parezca, que no era un viaje de placer”. También nosotros, actualmente, debemos viajar en el tiempo para imaginar las dificultades de un mundo con unas comunicaciones y unos medios de transporte paupérrimos; primero carros arrastrados por animales, posteriormente el transporte de los juguetes se hacía primero en tren y en vapor.... Según J. A. Gisbert hacia los años treinta, los mercados del juguete de Denia se extendían por Brasil, la India, Europa Nórdica, Bélgica, Suiza, Holanda o Bélgica y los principales medios de transporte eran el ferrocarril y el barco. En las décadas de los veinte y los treinta el ferrocarril era el más frecuente. Las líneas Alicante – Denia y Carcaixent - Denia vía Valencia enlazaban con la red ferroviaria nacional. Más tarde se impuso el transporte por carretera con algún camión. Para desplazarse los viajantes lo hacían con unas condiciones deficitarias, con billete de tercera, sentados en el pasillo del vagón. Los

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de Denia se desplazaban por toda España. Como no hubieran podido sobrevivir trabajando para una sola empresa, todos llevaban varías casas. Los teléfonos eran muy escasos, de manivela (“manivela”); no se podía soñar un medio como Internet o los móviles; tampoco existían las máquinas de fotografiar particulares. Todo aquello que se quería retratar debía pasar por las manos del fotógrafo. Según el Sr. Roig “Todas las fábricas tomaban “turno” para ir a Marsal que hacía las fotografías de las novedades de juguetes para los catálogos, es decir el muestrario.” 24

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Las ventas se facilitaron mucho con la aparición de los catálogos. Hasta aquel momento los viajantes y representantes debían llevar los paquetes con los juguetes reales, o como máximo algunos disponían de un muestrario a escala reducida y fotografías coloreadas a mano. A pesar de todas estas dificultades, Denia logró una fama merecida, en la industria del juguete, por sus artículos que se distribuyeron por toda España: Según el Sr. Paco Roig “había representantes en Valencia, Barcelona, Madrid; otros hacían el Sur, dividido en dos zonas, la Mancha y Extremadura por una parte y Andalucía por otra”. También se desplazaban a Zaragoza, Bilbao, San Sebastián, Santander, Gijón, Oviedo, la Coruña y Vigo... Francisco Sentí fue uno de los representantes más prestigiosos; viajaba por toda España desde 1940 y tenía muy buena clientela. Sus hijos ejercieran la misma profesión hasta la actualidad. Durante las décadas 40 y 50 la industria del juguete de Denia adquirió una gran importancia. Cataluña era un buen mercado. Barcelona absorbía la mayor parte de la producción que distribuía a través de almacenistas. Entre los representantes que vendían los artículos por toda España tenemos constancia de los siguientes nombres: Francisco Sentí Sena, Vicente Morató en Andalucía; Francisco Catalá Ivars, en Valencia; Antonio Morera, en Extremadura; Jorge Anglada Rubio, en Cataluña; Gonzalo Castro, en Madrid; Francisco Adsuar, Jaime Catalá Ivars, Domingo Sala…”Sentí, Anglada y Castro, son algunos de los históricos” nos dice un informante. Según nos comenta el Sr. Jaime Catalán “los representantes de la IAUCCA eran: Mariano Rubio, Joaquín Jiménez, Francisco Adsuar... Tenían despacho en Valencia, en la plaza de Alfonso el Magnánimo” La empresa también tenía exposiciones permanentes en Valencia, Madrid, Barcelona, Santander... y en cada una de las ciudades trabajaba uno de sus representantes: Gonzalo Castro Montero, Alberto Pla Ventura. Oscar Mínguez, F. Sabido... Además de a los representantes estaban los viajantes, distribuidos por zonas, que iban con sus catálogos mostrando las novedades del año. Visitaban La “Ruta Norte”, “Ruta Levante y Sur”, Murcia y Albacete, Cataluña... Entre los viajantes figuran Antonio Roselló Herrero (Denia) Juan Antonio Sánchez o Juan Ramón Vives. En las tarjetas de los representantes de los años 60 aparece un subtítulo “Agente comercial colegiado”. Uno de los almacenes más antiguos y cliente del juguete de Denia fue “Almacenes EL ÁGUILA” que publicaba una revista con dibujos de los juguetes de la temporada. En una época posterior entre los clientes encontramos a Conesa y Verdú, Luís Ramallo (Don Benito), Almacenes Cuervas, Manuel Barreiro (Sevilla), La Juguetera Sevillana, de Manuel Gutiérrez Gómez. Entre los clientes de Alicante estaban Rafael Rico Jara, “Juguetes Alicante” y “Almacenes Damasco”. En Valencia, Miguel Moscardó y Marcol. Almacenes JORBA S.A. y SEPU con almacenes en Barcelona, Madrid, Zaragoza que tenía la central en Barcelona, Vía Layetana, 33. Otro de los grandes almacenes en Barcelona era “El Siglo” que existía desde finales del siglo XIX. Los días 4 y 5 de enero se hacía una grande exposición de juguetes. 25

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Un almacén importante que también tenía la casa central en Barcelona era “Almacenes Capitolio”, con gran número de sucursales distribuidas por Barcelona, Mallorca y Madrid... Otros clientes eran “Almacenes Arias” y “Almacenes Progreso” de Madrid. Además de los grandes comercios existían las tiendas, especializadas de juguetes, como el caso de la de Mataró, “Juguetes Diamante” Una parte imprescindible en el comercio es la banca; los primeros bancos donde los empresarios del juguete negociaran fueron: “Juan Merle Jugo. S.A.” (la Banca Merle) y también desde el principio el Banco de Bilbao; posteriormente se trabajó con Vizcaya, Español de Crédito y Banco de Valencia. La Banca de José Comas de Pedreguer, fue otro banco con el que trabajaran los jugueteros de Denia. No podemos dejar de nombrar otros elementos que tuvieron una gran relevancia en la comercialización de los juguetes: las ferias de muestras, la publicidad en las revistas especializadas, los anuarios y las guías comerciales.

EL JUGUETE DE DENIA EN EL MUNDO 1. El juguete antiguo y el coleccionismo Es sorprendente el número de fábricas y la cantidad de dianenses que han sido trabajadores de la industria del juguete en el período que se ha estudiado en este trabajo, a partir del 1904 El núcleo del estudio se ha centrado en el pasado, pero también se ha querido observar la presencia del juguete de Denia en la actualidad y se ha constatado que la mayor parte de aquellas fábricas que empezaron a principio de siglo han desaparecido. Actualmente quedan pocas en activo y se debe pasear la mirada por ferias y museos para poder reencontrar aquel juguete de Denia emblemático, principalmente la de madera. Los coleccionistas también colaboran muy activamente al rescate de algunos capítulos de la historia del juguete. “La tarea de coleccionar juguetes te proporciona experiencias únicas e irrepetibles. Cuando detectas una pieza largamente añorada, que puede que lleves años buscándola por todas partes, parece que tocas el cielo con la punta de los dedos. Pero este es siempre, por fuerza, un sentimiento efímero, porque nuevamente empieza una nueva búsqueda.” Un coleccionista particular de juguetes empezará, generalmente, por reunir diferente tipo de juguetes: de madera y de lata, de varias épocas, cochecitos, muñecas, etc. Poco a poco el pragmatismo le hará cambiar la línea de la colección e irá especializándose en un tipo de juguetes. Una de las principales razones de la evolución y transformación de la colección será el problema de espacio. Existen, pero muy excepcionalmente, coleccionistas que tienen reunidos una gran cantidad de juguetes heterogéneos de un gran valor por su singularidad y por su belleza. Este es el caso de Manuel Ferrando Catalá, un coleccionista de nuestra comarca, La Marina, que extasía a todo el que contempla las incalculables piezas de su tesoro. Un coleccionista vive atento al cierre de una tienda o al derribo de una fábrica. Tampoco le importará rebuscar entre los escombros por ver si encuentra un tesoro. Pero donde podrá negociar un precio será en un

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“rastro” o en un anticuario, donde seguramente las piezas ya estarán restauradas y el precio será más elevado 26

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Recientemente ha surgido otra forma de comunicación entre compradores, vendedores, coleccionistas, profesionales, amigos y entusiastas del juguete antiguo; son las ferias especializadas de juguetes antiguos y de coleccionismo y también la comunicación por Internet; algunas ferias se complementan con papel antiguo, otras con libros relacionados con el tema, etc. En España la precursora de estas ferias y que continúa celebrándose en la actualidad es la feria de Figueres. Recientemente también han aparecido otras en Madrid y Barcelona. En el año 2007, se ha celebrado la 11a edición de la Feria del juguete; ocupa un segundo lugar en las ferias nacionales del juguete antiguo; normalmente participan vendedores, compradores y visitantes de toda España e incluso del sur de Francia. La feria de Denia se celebra todos los años a principios de diciembre; se hace al aire libre, en un ambiente mediterráneo, donde se mezcla el negocio, la fiesta y la pasión por el juguete. Es más que una feria, porque se rodea de actividades de todo tipo y a mediodía no puede faltar la típica paella valenciana. Además de los juguetes se pueden encontrar libros sobre el tema y papel (recortables, tebeos...) Todos los visitantes alaban la buena organización de la feria y la cálida acogida. Está organizada por la Asociación de Amigos del Juguete con la colaboración del Ayuntamiento de Denia. Esta Asociación se creó el año 1996 y cuenta en la actualidad con 60 socios aproximadamente, la mayor parte provienen de la industria del juguete o del mundo del coleccionismo. El objetivo fundamental de la Asociación ha sido recuperar y difundir la actividad juguetera de Denia enmarcada a principio del siglo XX. Los juguetes que han perdurado en el tiempo son considerados por la Asociación como elementos materiales del patrimonio de la ciudad y es por lo que los socios protegen esta riqueza y la divulgan organizando ferias. Otras actividades de la Asociación han sido acercar este mundo a los escolares, organizar exposiciones o coleccionar piezas de valor y formar un depósito de juguetes de mucho interés, para ser expuestos en el Museo del Juguete de Denia.

2. Museos La visita a un Museo de Etnografía, de Arqueología, de Prehistoria etc. tiene la peculiaridad de conseguir transportarnos en el tiempo. El objetivo estético, muy valioso, puede quedar en un segundo lugar, porque estamos admirando un documento que nos invita a leer, analizar o interpretar un momento histórico. En el caso de los Museos del Juguete, que nos ocupan, se añade un nuevo ingrediente, y es el mundo de las sensaciones y de las emociones; recuerdos que estaban dormidos y que se despiertan ante un juguete de la infancia. Niños y adultos espectadores de ilusiones y sueños, que se hacen realidad gracias a un juguete. Se han seleccionado algunos de los museos españoles, que exponen en sus salas, juguetes de diferentes puntos de la geografía, y donde Denia tiene una magnífica representación. En esta selección se incluye, naturalmente, el Museo del Juguete de nuestra ciudad, el único de estos museos, que expone solo juguetes fabricados en Denia. 27

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La información proporcionada de cada una de las piezas es clave para aumentar el interés del espectador. Los trabajos de ordenación y clasificación, así como la de restauración de las piezas son algunas de las tareas del museo. El número de juguetes se incrementa de formas diferentes, comprándolos los Museos o Asociaciones de Juguetes, pero sobre todo gracias a las donaciones. En Denia han colaborado muchos de los ciudadanos en la formación de su Museo, entregando documentos y juguetes. En la actualidad muchos de estos Museos generan interesantes actividades que amplían el papel de espectador a partícipe en otras funciones de animación tanto para niños como para adultos. MUSEO DEL JUGUETE DE DENIA C/Calderón S/N 03700, Denia Tfn.966420260 Este museo está emplazado en el edificio de la antigua estación de ferrocarril de la línea Carcaixent-Denia, construida en 1980. El 1999 fue inaugurado el Museo del Juguete. El fondo del Museo está formado por piezas del Ayuntamiento de Denia y de la Asociación Amigos del Juguete de Denia. La etapa que comprende este museo va desde principios del siglo XX hasta el 1960. De los más 1200 artículos de la colección, el público puede gozar solamente de unos 700, por falta de espacio. La peculiaridad de este museo es que todas las piezas expuestas han estado fabricadas en Denia. El juguete de Denia ha destacado por el juguete de madera y el juguete “sport”. El juguete más antiguo de la colección es un cabriolét (del 1904 aproximadamente) y las piezas más preciadas son los mueblecitos de casas de muñecas, de la fábrica de Pedro Riera (1914) y los coches de Sauquillo. MUSEO DEL JUGUETE DE ALBARRACÍN “Fundación Eustaquio Castellano” C/Enmedio 2 44100, Albarracín (Teruel) Tfn.978710282 El emplazamiento de este museo es una casa antigua del arrabal de Albarracín, adaptada para su función de museo. Fue inaugurado el 1997 y tiene un total de 7000 referencias de las que están expuestas alrededor de 1000 piezas. Los juguetes más antiguos son un grupo de juguetes prehistóricos ibéricos de 2500-3000 años atrás, pasando por artículos representativos de la historia del juguete hasta la década de los 80. Tienen presencia en el Museo todo tipo de juguetes y se consideran los más apreciados algunos vehículos y teatros. 28

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MUSEO VALENCIANO DEL JUGUETE DE IBI C/Aurora Pérez Caballero 4 03440, Ibi Tfn.966550226 El museo está emplazado en una casa señorial del siglo XVIII, conocida como “La Casa Grande”. Este edificio pasó a ser Museo del Juguete el año 1990, con la restauración conveniente para desarrollar la finalidad museística. La modalidad dominante en este museo es la hojalata. El nº de piezas es de 3.500, de las cuales 444 están expuestas. Además sus fondos se completan con documentación, “matricería”, planos, máquinas... La pieza más antigua de la colección está constituida por dos payasos, fabricados en 1910 por la empresa alemana Günthermann. Las piezas más apreciadas son una colección de automóviles deportivos de hojalata. MUSEO DEL JUGUETE DE VALENCIA ETSID Universidad Politécnica de Valencia Camino de Vera S/N 46022, Valencia Tfn.96387030 Este museo está emplazado en la actual Escuela Técnica Superior de Ingeniería del Diseño de Valencia, desde 1989 y gracias inicialmente al fondo de la Asociación de Amigos del Juguete de Valencia. Los juguetes están agrupados por temas, distribuidos en 26 vitrinas en dos plantas de la Escuela y además existe una sala cerrada donde hay juguetes seleccionados por su volumen o por su fragilidad y antigüedad. En este museo podemos encontrar desde sencillos juguetes artesanos hasta piezas del año 2000 premiados con “Los Aros de Oro” por FEJU. Denia está muy bien representada en este Museo con piezas muy singulares de Sauquillo, de la IAUCCA, y otros fabricantes. MUSEO DE LA JUGUETA DE CAN PLANES “Colección Ton Boig Clar” C/Antoni Maura 6 07420, Sano Puebla (Mallorca) Tfn.971542389 Este museo se inauguró el 1998 en un antiguo edificio señorial adaptado a la nueva función. La colección tiene unas 4600 piezas que van del 1890 al 1960. La pieza más antigua es una muñeca de porcelana alemana de 1890 y la más apreciada una casa de muñecas artesana. 29

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La tipología es muy variada con una representación amplia del juguete de Denia, principalmente el de madera. MUSEO DE HISTORIA DEL JUGUETE Rambla Vidal 48-50 Tfn.972822249 17220, Sant Feliu De Guixols Este museo es la proyección al público de la colección de juguetes de Tomás Plan. Se inició el 1982 e incluye piezas de la juguetería de Denia. Dispone de un fondo de más de 2.500 juguetes fechados entre 1860 y 1960. La mayor parte de fabricación española. La modalidad preferente es el juguete de hojalata y el inicio del juguete de plástico. MUSEO DE JUGUETES Y AUTÓMATAS “Colección Mayoral” Plaza Mayor 23 25340, Verdú (Lérida) Tfn.973347049 El edificio del actual museo, es una antigua casa solariega conocida popularmente como Cal Jan, construida en el siglo XV; ha estado sometida a un proceso de rehabilitación exhaustivo, convirtiéndola en un centro cultural, moderno y dinámico. La originalidad del Museo es la exposición de autómatas, algunos de los cuales conservan su movimiento auténtico. Fabricados en Francia a finales del XIX y principio del XX, están entre la atracción de feria y el juguete de precisión para adultos. La colección está formada por más de 3000 piezas que seleccionadas y distribuidas en tres plantas están organizadas en diferentes ámbitos: el pueblo y el campo; las ferias y las atracciones; los vehículos pequeños y el fútbol, que es un ámbito aparte con más de 5000 objetos. Una parte muy importante de la exposición está formada por vehículos de pedales: bicicletas, triciclos, coches, aviones, etc. En este apartado Denia está representada con un gran número de juguetes. MuGaIn “MUSEO GALLEGO DE LA INFANCIA, JUEGO Y JUGUETE” Colección “Fundación Raquel Chaves” Tfn.608085081 Los fondos del MuGaIn están emplazados en la planta baja del VERBUM, “Casa das Palabras” y pertenecen a la “Fundación Raquel Chaves” de Vigo. De un total de 12.000 referencias de la fundación la selección para el museo ha sido de 2000 piezas. 30

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Este museo tiene juguetes de las fábricas españolas más emblemáticas y también de otros países como Japón, USA, Francia, Alemania, Inglaterra, la URSS o Portugal. Entre las piezas más antiguas destaca un caballo-triciclo inglés del siglo XIX, los proyectores NIC de principio del siglo XX y un “Bugati” de Payà de los años 30. En la colección de la Fundación Raquel Chaves está muy bien representado el juguete de Denia; entre otros fabricantes destacan Carrasco y Viuda de José Marsal, Juguetes Sauquillo, Simó, Calabuig, Bertomeu Bolta, Monllor Linares, Esteban Giner, Juan Sánchez, etc. MUSEO DEL JUGUETE DE CATALUÑA “Colección Josep Mª Joan Rosa” C/San Pere 1 17600, Figueres Tfn.972504585 Este museo está emplazado en la antigua casa solariega del Barón de Terrades, posteriormente Hotel Paris. Se inauguró el 1982 y posteriormente hacia el 2000 se reformó adecuándolo a las necesidades del concepto actual de museo. En el museo se pueden contemplar todo tipo de juguetes. El más antiguo es una hiladora de principio del siglo XIX. La pieza más apreciada es “Don Osito Marquina”, fechada en 1910, pieza cargada de historia porque jugaron con ella Anna Mª Dalí, Salvador Dalí y Federico García Lorca. El Museo posee más de 8.000 referencias, de las que están expuestas unas 3500. Es digna de destacar una magnífica colección fotográfica de niños con juguetes y una fabulosa biblioteca. Denia está representada en este museo con varias piezas de juguete de sport y de madera.

3. La restauración de los juguetes Los coleccionistas y los Museos se enfrentan con el grave problema del deterioro de los juguetes, principalmente los de madera. La humedad y la carcoma son los principales enemigos y la habilidad de recuperar las piezas, dando su forma, color y en muchos casos movimiento es una obra de precisión y de artesanía. Observar una madera rota por el efecto de la carcoma u otras causas y reconstruirla, a veces como si de un trasplante humano se tratara, es poner en las manos del restaurador o restauradora un objeto herido y en ocasiones casi muerto que con sus conocimientos sanará. La tarea es muy minuciosa y está compuesta de varias fases como se puede comprobar en la ficha que presentamos de un coche de bomberos, restaurado por Francisca Guasch y que está en la actualidad en el Museo del Juguete de Denia. FICHA TÉCNICA: Restauración realizada por Francisca Guasch Corner FECHA INICIO: 26-10-2007 31

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FECHA FINO: 10-12-2007 ANÁLISIS: TIPOLOGÍA: Camión de bomberos MATERIAL: Madera y metal TRATADO: Fabricación industrial, ensamblaje (llaves), campana, varita de la campana y apoyo de la zona donde descansa la escalera. Pintado con aerografía especialmente en el grabado de los bomberos. CRONOLOGÍA: Fecha de fabricación 1930 ORIGEN: Fábrica de procedencia Francisco Calabuig Domenech ESTADO DE CONSERVACIÓN: Carcoma, pérdida de material, grietas, pérdida del acabado antiguo, debilitamiento de la madera, rupturas y oxidación DIAGNÓSTICO: Muy ruin. PROPUESTA DE INTERVENCIÓN: - Limpieza de suciedad superficial.

- Desmontaje de la pieza en la medida en que sea posible sin riesgo de ruptura (de los escalones de la escalera) y de toda la parte lateral de la escalera.

- Comprobación de que las partes adheridas no presenten riesgo de desprendimiento.

- Desinfección 20 días el camión y 30 días la escalera.

- Consolidación de la madera; dos piernas de los bomberos, brazo y mano de un bombero, reconstrucción del lateral de la escalera, escalón y construcción de la escalera pequeña interior completa. Y construcción de los apoyos de la bobina. Y laterales de la base del camión.

- Rellenado de los agujeros de carcoma (ruedas de camión, camión y escalera).

- Enmasillado de grietas en la parte trasera del camión.

- Montaje (encolado de los apoyos de la bobina) y montaje de los escalones y encolado de la escalera grande y pequeña.

- Reintegración del color de las partes inexistentes: piernas de los bomberos, apoyos bobina y laterales de la base del camión.

- Acabado de protección final.

- Protección anti óxido en campana, llaves y ensamblaje.

OBSERVACIONES: Construcción de la escalera pequeña completa. Con cierta documentación y el resto de unas partes pequeñas de dicha escalera, se pudo realizar el citado trabajo. Lo que 32

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Faltaba de la pieza del apoyo de la bobina de la plataforma se ha realizado según las medidas que se han estimado que son las más adecuadas.

4. Ferias del juguete Una feria es un punto de encuentro de empresarios y profesionales, con objetivos y propuestas semejantes. En una feria se inician nuevas relaciones comerciales y se dan a conocer los nuevos artículos a los compradores que visitan la feria, por parte de cada uno de los expositores. La primera fecha de la que tenemos constancia es el 1909, en el Ateneo Mercantil Valenciano que organizó la ”Exposición Regional”, en la que participaron los hermanos Payà. En 1914 en Barcelona se celebró la Primera Exposición Nacional de Juguetes y se presentó por primera vez el trabajo de los juguetes como una industria. En años sucesivos se celebraron en Barcelona y Madrid algunas ferias. Destacó en 1929 la Exposición Universal en Barcelona, con presencia de la industria juguetera. El juguetero dianense Fernando Sauquillo recibió, en esta exposición, un diploma por sus juguetes metálicos “sport” Pero el acontecimiento clave para dar vitalidad al juguete valenciano fue el año 1962, la I Feria de Muestras de Valencia, que se celebró en el Palacio de Exposiciones, en la Alameda. Ibi y Denia, dos plazas importados de esta industria serían las que tendrían más facilidad para participar por la proximidad a la ciudad. El primer año participaron en esta feria algunos jugueteros de Denia como “Juguetes Sauquillo” “Juguetes “Llobell”, “Juguetes Javis”... Fue un éxito absoluto y el año siguiente querían participar todos los fabricantes. Había una enorme demanda por parte de clientes y vendedores, y se convirtió en punto de encuentro donde intercambiar ideas y contemplar los artículos, principalmente las novedades. En las primeros ferias el ambiente era muy festivo, porque la entrada no estaba limitada a los profesionales, y los niños visitantes, acompañados por los mayores, disfrutaban de un espectáculo inaudito a sus ojos. Ramón Sauquillo, un importante empresario dianense, fue un gran impulsor de la Feria del Juguete de Valencia y mantuvo cargos de responsabilidad en este mundo juguetero. Lo más importante de estas ferias, además de la distribución de los juguetes por toda España, fue la magnitud que llegó a tener la exportación. La Feria supuso un enorme impulso para los jugueteros de Denia hacia el exterior, aunque un 80% era mercado interior. La exportación, en 1969, superaba los 20 millones de pesetas y más de 50 países figuraban como clientes, destacando Estados Unidos, Alemania Federal, Francia, Australia, Portugal y de los países de Hispanoamérica, sobre todo Venezuela. Al 1970 el incremento de público era ingente y la Feria se trasladó a Paterna. La entrada era más restringida; solamente podían visitar el certamen los profesionales del juguete. 33

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Este fenómeno de las ferias impulsó el mundo del juguete y abrió nuevos mercados al exterior. Los jugueteros de Denia comenzaron a participar en ferias extranjeras, como las de Lyon, París, Núremberg, Millán Bruselas o Nueva Cork, presentando sus artículos y observando las nuevas modas.

GLOSARIO El objetivo de este listado de léxico es aclarar conceptos o dar la definición de algunas palabras usadas en valenciano, relacionadas con el mundo del juguete y que aparecen en el libro. Por otra parte se han introducido castellanismos que los trabajadores del juguete han empleado a menudo, así como variantes de algunas palabras. A contramall: Trabajar al contrario de la malla de la madera. Arrosegall: Juguete de madera con ruedecitas que se desplaza gracias a un mecanismo o simplemente estirando de un cordel. Botó: Véase cubito. Calcomanía: Papel que posibilita pasar dibujos en color de una superficie a otra, gracias a una sustancia adhesiva. Se utilizó mucho a mediados del siglo XX. En la actualidad se utilizan las pegatinas con una función similar. Carro de varals: Tipo de carro con una barra horizontal dentro de la cual van metidas las estacas de la barandilla del carro. Coll de pato: Pieza curvada de metal que une el eje del patinete con la plataforma. Cubito: Pieza cilíndrica situada en el centro de una rueda de vehículo y en la que encajan los extremos de los rayo de la rueda. Devanadora: Máquina empleada para enderezar el alambre. Dotzena de frare: Expresión utilizada por los fabricantes y que significa que a la una docena se le atribuyen 13 artículos en lugar de 12. Embarrat: Eje de transmisión provisto de poleas empleado en el funcionamiento de las máquinas de una instalación industrial arrastradas por un solo motor central. Enrajar: Hacer entrar los rayos de la rueda de un vehículo del “cubito” al aro de la rueda. Escatar: Mitigar las asperezas de una maderas. Esquif (skiff): Triciclo con asiento de forma trapezoidal. Estabicicle: Bicicleta con dos ruedecillas posteriores para dar estabilidad. Filobus: Autobús de doble techo, fabricado en diferentes medidas desde 6 centímetros y que funcionaba con resorte. 34

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Fla: Pieza torneada del triciclo, colocada sobre el asiento, que refuerza la unión del manillar con la rueda. Forquilla: Pieza de hierro en forma de U que une el eje con los dos pedales. Joguete a mà: Juguete artesano sin la intervención de maquinaría. Juguete d’esport: Denominación de una modalidad de juguete de los años 30, que daría fama a Denia por su perfección y su acabado. Entre los juguetes de “sport” destacan los autos, los patinetes, las bicicletas y los triciclos. Joguet en blanc: Denominación de los juguetes de madera, antes de ser acabados y pintados. “Moquillo” Pequeño pincel artesanal de pelo de caballo que se hacía servir para pintar a mano las rayas y los detalles de algunos juguetes. Ordinari: Oficio relacionado con los transportes, que consistía en el desplazamiento de una ciudad a otra para hacer los encargos que se le encomendaban. Panderola: Modelo de triciclo con una barra de madera que empieza estrecha y va haciéndose más ancha formando el asiento. Pinyó: Roda dentada pequeña que ensambla con una rueda dentada más gruesa o bien con una cadena; se utiliza en las bicicletas, en algunos coches de pedales y en algunos modelos de triciclos.... En Denia hemos registrado “pinyo” Postilló: Barrita de madera de algunos arrastres que cuando se estiraba hacia que se desplazara el juguete. Ratllador/a: Denominación que se da a la persona que pinta las rayas decorativas de los juguetes a pulso, sin ayuda de regla. Generalmente esta actividad era realizada por mujeres. Representant: Agente comercial que reside en una ciudad con un domicilio comercial para vender los artículos de una empresa. Resort: Mecanismo de cuerda para impulsar el juguete. Sucursal: Modalidad de trabajo a domicilio donde se montaban o completaban los juguetes de algunas fábricas. Taconet: Pieza de madera que tapa la junta de la guitarra. Tupí: (“atupí”): Máquina que sirve para dar diferentes formas y molduras a los acabados de la madera. Viatjant: Agente comercial que se desplazaba por diferentes pueblos o ciudades mostrando y vendiendo los artículos de una o varias empresas. Vogir (calar): Recortar con una sierra fina un contorno haciendo dibujos más o menos complicados.