El maestro pensamientos

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EL MAESTRO@ El maestro era pobre su reino no es humano así era el maestro sembrador de Israel. Vestía sayas pardas, no enjoyaba su mano. ¡Era su espíritu un inmenso joyel! MAESTRO@ viajero@ de los ásperos caminos, la lejanía gris el inhóspito clima. No sacas a relucir tus prendas porque las llevas ocultas en su corazón. No le falta hombría apara defenderse de los falsos. Te levantas en espíritu, como una antorcha viva para alumbrar el camino de quienes lo necesitan Así es el maestro@: SACERDOTE, en su profunda mística social. MÉDICO, en la fuerza creadora de la vida. SOLDADO, en la lucha de redimir sin tregua su intelectual labor. LABRIEGO, en los surcos de la mente, el alma y el corazón que sus frutos no eres quien cosecha, pero sientes la emoción del deber cumplido. ARTISTA, en el ánfora de la luz y en el pedestal de sus obras maravillosas, para relucir la belleza de la vida.

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EL MAESTRO@

El maestro era pobre su reino no es humano así era el maestro sembrador de Israel. Vestía sayas pardas, no enjoyaba su mano.

¡Era su espíritu un inmenso joyel!

MAESTRO@ viajero@ de los ásperos caminos, la lejanía gris el inhóspito clima.

No sacas a relucir tus prendas porque las llevas ocultas en su corazón.

No le falta hombría apara defenderse de los falsos.

Te levantas en espíritu, como una antorcha viva para alumbrar el camino de quienes lo necesitan Así es el maestro@:

SACERDOTE, en su profunda mística social.

MÉDICO, en la fuerza creadora de la vida.

SOLDADO, en la lucha de redimir sin tregua su intelectual labor.

LABRIEGO, en los surcos de la mente, el alma y el corazón que sus frutos no eres quien cosecha, pero sientes la emoción del deber cumplido.

ARTISTA, en el ánfora de la luz y en el pedestal de sus obras maravillosas, para relucir la belleza de la vida.

ARQUITECTO, en la obra de la estatura más bella de toda la creación.

Bienaventurados los que cumplen con esta sagrada misión, los que enseñan con fe, los que dan sin condición.

Los que educan con celo inquebrantable, los que cuidan con esmero, con cariño el fruto del viñedo ajeno.

Poniendo una gota de fe, de amor, paciencia y comprensión en todo lo que diga y todo lo que haga.

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