LOS CLAVOS

• Esta es la historia de unos padres que tenían

muy mal carácter. •Decidieron pedir ayuda

a un consejero para acabar con la dinámica

que tenían en casa.

•El consejero les dio una bolsa de clavos y les dijo que cada vez que perdieran la paciencia,

deberían clavar un clavo detrás de la puerta.

•El primer día, clavaron 37 clavos detrás de la

puerta.• Las semanas que

siguieron, a medida que aprendían a controlar

su genio, clavaban cada vez menos clavos

detrás de la puerta.

•Descubrieron que era más fácil controlar su

genio que clavar clavos detrás de la

puerta.   

•Llegó el día en que pudieron controlar su carácter durante

todo el día.

•Después de informar al consejero, éste les sugirió que retiraran un clavo cada día que lograran controlar su

carácter.

•Los días pasaron y los padres pudieron

anunciar al consejero que no quedaban más clavos para retirar de

la puerta...

• El consejero les llevó hasta la puerta y les

dijo:•“Habéis trabajado duro,

pero mirad, ¿Veis todos esos hoyos en la

puerta?. • Nunca más será la

misma.

•Cada vez que perdéis la paciencia, dejáis

cicatrices exactamente como las que aquí veis.

• “Podéis insultar a alguien y retirar lo dicho, pero el modo como se lo

digáis lo devastará, y la cicatriz perdurará

para siempre. Una ofensa verbal es tan dañina como una ofensa

física”.