El Médico a Palos

37
PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ. 1 CONTENIDO El médico a palos Primer acto Segundo acto Personajes Lucas Melisa Papillas Lucinda Martina Valentín Lisandro

description

Lucinda hija de Geronte, ha quedado muda, todo parece indicar que se trata de una enfermedad difícil y complicada, pues ningún medico del lugar ha podido curarla. Por lo cual se ven en la necesidad de buscar uno en regiones lejanas. Sganarelle es un leñador de oficio y flojo por naturaleza. Constantemente golpea a su mujer quien cansada de la situación y con el oportuno conocimiento de la necesidad de este reino aprovecha la ocasión y planea una venganza que lo hace médico a sabiendas de que no tiene ni la más remota idea de cómo aplicar la medicina, pero no contaba con la habilidad del recién graduado y apaleado galeno, que aprovecha las circunstancias e ignorancia de la gente, que lo convierten, sin lugar a dudas en el mejor médico del mundo.

Transcript of El Médico a Palos

Page 1: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

1

CONTENIDO

El médico a palos

Primer acto

Segundo acto

Personajes

Lucas

Melisa

Papillas

Lucinda

Martina

Valentín

Lisandro

Page 2: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

2

PRIMER ACTO

PRELUDIO

Se encienden las luces lentamente. Entra música suave. Todo debe crear un clima onírico.

Aparecen en escena los habitantes del pueblo en actitud festiva, con bailes y juegos malabares.

Del grupo se distinguen dos personajes seguidos por reflectores: Lucinda y Lisandro, los que

empiezan a buscarse entre la gente hasta que se encuentran y quedan abrazados en una

imagen detenida.

Apagón.

Page 3: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

3

PRIMER CUADRO

La casa de Papillas.

Al encenderse la luz Melisa plumerea los muebles. Está la radio encendida: se oye música de

moda. Entra Lucas.

Lucas: (Apaga la radio.)

Melisa suspende la tarea. Pone las manos en jarra, se acerca a la radio y la enciende.

Lucas: (Luego de una pausa vuelve a apagar la radio.) Te tengo dicho una y mil veces que el

señor Papillas dice que en esta casa se gasta mucha electricidad.

Melisa: (Se planta delante de Lucas.) ¡¡Papillas es un amarrete!! (Enciende.)

Lucas: Es un patrón. (Apaga.)

Melisa: Con la plata que tiene, gastar un poco no le va a hacer nada. (Enciende.)

Lucas: No me interesa. (Apaga.)

Melisa: A mí sí. (Enciende.) El muy avaro no quiere comprar una aspiradora y tengo que andar

con el plumero todo el día… y el plumero… (le plumerea la cara a Lucas.)… ¡no sirve!

Lucas: (Apaga.) Si no fueras mi hermana…

Melisa: (Interrumpe.) ¿No te parece hermanito que ya es hora que te prepares la comida?

Lucas: ¡Es cierto! Ya son las once y ni siquiera pelé las papas. Papillas se pondrá furioso si el

puchero no está listo para las doce. (Sale.)

Melisa: (Canturrea.) Este Lucas es rematadamente tono. (Plumerea vigorosamente las paredes

y, al entrar súbitamente Papillas, le plumerea la cara.)

Papillas: (Enojado.) ¡Puaj! ¿Por qué no mirás por dónde pasás el plumero?

Lucinda: (Saca la cabeza a través de una puerta y se ríe a escondidas.)

Melisa: Perdóneme, no lo había visto, entró tan de repente, como una áfaga de aire, como una

bala, que no pude…

Papillas: Está bien, está bien. (A Lucinda que entra en escena.) Esta muchacha me marea…

Lucinda: (Melosa.) Papá… papiii… ¿sabés una cosa?

Papillas: Vení, querida, tengo una sorpresa estupenda para vos. (Se sienta.)

Lucinda: (Se acerca y se sienta junto a Papillas) ¿Qué es?

Papillas: Don García Jovellanos de la Vega Molina y Gasset me pidió tu mano.

Lucinda: ¿Mi quéeeee? (Se mira las manos con horror.)

Page 4: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

4

Papillas: Se quiere casar con vos.

Lucinda: ¿Y ésta es la sorpresa estupenda? (Furiosa.) ¿Qué ese viejo, reviejo, requeteviejo,

arrugado y tembleque se quiere casar conmigo? (Decidida) Podés decirle que no acepto y que

no quiero verlo ni en figuritas.

Papillas: ¿Qué es esto? ¿Rebelde? ¿Desobediente? ¿Insurrecta? ¡Faltaría más! ¡Ya lo he

decidido y se hará lo que yo quiero!

Lucinda: (Llorosa) Pero papá, no ves que yo… que yo… ¡¡estoy taaaaan enamorada de

Lisandro!! ¡¡Quieeeero a Lisandro, no a García Jovellanos, etcétera, etcétera,…!! ¡Sé buenito,

comprendeme!

Papillas: Es inútil que llores y te quejes. He decidido que te vas a casar con dos García

Jovellanos de la Vega Molina y Gasset y lo que yo digo es una orden. ¿Entendido? (Al decir

esto, enojadísimo, da un golpe sobre la mesa y se clava una chinche.) ¡¡Ayyy!!

Lucinda: ¿Qué te pasa?

Melisa: ¿Qué le ocurre?

Papillas: ¿Quién dejó una chinche sobre la mesa? ¡Me pinché la mano!

Lucinda: ¿Te duele mucho?

Melisa: (Aparta a Lucinda y toma por la fuerza la mano de Papillas que aúlla de dolor.)

Permítame. A ver… hum… qué terrible, un pinchazo feo, hay que hacerlo ver, puede ser grave.

¡¡Uyuyuy! No cabe duda…

Papillas: (Atemorizado.) ¿Es peligroso…? ¿Te parece que…?

Melisa: Claro, claro, no hay tiempo que perder. Seguro que nunca se dio la vacuna antitetánica.

Papillas: Nunca.

Melisa: ¿No decía yo? Un pinchazo profundo, los gérmenes ya pueden estar actuando. Rápido,

hay que lavar la herida y echarle alcohol y agua oxigenada y desinfectante y darle la inyección

con el suero y la vacuna y vendarle la mano y guardar cama y …

Papillas: (Cada vez más asustado) Oh. Oh, qué mal me siento y… es grave. Voy a pedirle a

Lucas que vaya a la farmacia. (A Lucinda.) Después hablaremos, hija… estoy mareado… (Sale)

Page 5: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

5

Cuando sale Papillas, Lucinda y Melisa se sientan y ríen.

Lucinda: ¡Jajajá! ¡Mirá que sos increíble!¡No sé cómo podés decir semejantes disparates con

tanta seriedad!

Melisa: ¡Shhh! No hable tan alto. Aproveché la oportunidad para que Papillas se fuera y nos

dejara a solas un momento.

Lucinda: ¿Por qué? ¿Tenés alguna novedad de Lisandro? (Se acerca a Melisa.)

Melisa: (Se la saca de encima.) Despacio, señorita. (Saca una cartita de un bolsillo secreto.)

Tome, aquí tiene una carta de su novio.

Lucinda: (Alegre) ¡Gracias! (Besa la carta y besa a Melisa. Lee la carta mientras Melisa trata de

leerla de ojito.) ¡No seas curios! (se da vuelta Melisa sigue leyendo encima de su hombro.

Lucinda suspira.) ¡Ahhhhhh!

Melisa: (Suspira.) ¡Ahhhhhh!

Lucinda: ¡Ahhhhh!

Page 6: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

6

Melisa: ¡Ahhhhhh!

Lucinda: (Mira desafiante a Melisa mientras esconde la carta. Melisa se hace la desentendida.

Lucinda cambia de posición para leer. Melisa sigue leyendo de costado. Lucinda, molesta, le

dice:) ¡Qué curiosa!

Melisa: Claro, ¿no?. Pero bien que la ayudo mandarse cartitas con ese jovencito.

Lucinda: ¿Cuándo te la dio?

Melisa: Esta mañana cuando fui a hacer las compras.

Lucinda: ¿Entonces lo viste?

Melisa: Por supuesto.

Lucinda: ¿Y cómo estaba? Contame… ¡No! Mejor no me cuentes.

Melisa: (Molesta.) ¿En qué quedamos, le cuento o no le cuento?

Lucinda: No te enojes, vamos… (Le hace mimos) No te enojes…

Melisa: Por lo que escuché recién, su padre parece muy decidido a casarla con ese pasa de uva

de don García Jovellanos etcétera, etcétera, etcétera…

Lucinda: Sí, él está muy decidido, pero no sabe lo que le espera… Porque no me voy a casar

con el viejo ricachón.

Melisa: ¿Y qué piensa hacer?

Lucinda: Se me ocurrió una cosa que… puede dar resultado.

Melisa: ¿Qué cosa?

Lucinda: Vení.

Melisa: Soy toda oídos.

Lucinda: El plan es el siguiente. (Le cuchichea al oído.)

Melisa: (Mientras oye, in crescendo.) Oh… ¡OH!... ¡¡OHHHHH!!

Lucinda: ¿Te parece bien?

Melisa: No sé.

Lucinda: ¿Te parece mal?

Melisa: No sé.

Lucinda: ¿Por qué no sabés?

Melisa: Porque como hablaba muy bajo y como no me dio tiempo a sacarme los algodones que

uso para no escuchar los gritos de Lucas…(Se saca largas tiras de algodón de las orejas)

Lucinda: ¡Qué disparate de mujer! Escuchá. (Se le acerca al oído.)

Melisa: (A medida que oye, ríe hasta estallar en una soberana carcajada.) ¡Espléndido!

¡Fabuloso! ¡Sensacional!

Page 7: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

7

Lucinda: Pero ninguna palabra a nadie y mucho menos a tu hermano, que es un estómago

resfriado. Sólo a Lisandro.

Papillas: (Voz en off) ¡Luciiiindaaa!

Lucinda: Me llama papá. Ya sabés, durante el almuerzo comenzará el operativo

Mudez. Cuando papá hable del casamiento, yo… (abre la boca y hace como si hablara pero sin

emitir sonido.)… ¡muda!

Melisa: Perfecto.

Apagón.

INTERLUDIO

Se encienden las luces. Reaparece la gente del pueblo con su música y sus festejos. De entre

ellos se destacan con dos reflectores: Melisa y Lisandro. Melisa busca a Lisandro entre la gente

y, al encontrarlo, le describe con una pantomima la mudez de Lucinda. Lisandro ríe y s va con

una carta que le entrega Melisa.

Apagón.

SEGUNDO CUADRO

La casa de Valentín y de Martina. Sube la luz.

Martina: (Teje abstraída mientras entra Valentín con un enorme pescado en la mano.) ¿Qué es

eso Valentín? ¿Es un pescado?

Valentín: No, ¡si va a ser el gran tiburón blanco de los mares de Caribe!. Es una merluza,

Martina, para que me prepares una cazuela de pescado. ¡Vamos, mujer! ¡ A cocinar! (Le tira el

pescado y Martina lo taja pero se le escurre repetidas veces de las manos hasta que lo aferra y

va a la cocina, que está a la vista. Valentín se sienta a leer el diario.) ¡Qué buena vida me doy!

Martina empieza a descamar la merluza.

Page 8: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

8

Valentín: (Mientras lee.) ¡En Alaska cayeron unos copos de nieve, qué barbaridad!

Martina: (Que se ha acercado a Valentín dice, mientras lo baña con escamas de pescado.) Haré

meluza nevada.

Valentín, impasible, se limpia, mira de dónde vienen las escamas, mira con odio, se limpia una

vez más y sigue leyendo.

Martina: (Va a la cocina, toma la sartén y pone la merluza al fuego. Luego se sienta a tejer.

Mientras teje, se le cae el ovillo de lana que rueda a los pies de Valentín. Éste lo recoge y

gentilmente comienza a ovillarlo deshaciendo así el tejido de Martina. Ella primero se queda

espantada mirando las agujas y luego exclama.) ¡¡¡¡Mi tejido!!!!

Valentín: ¡Se quema! ¡El pescado se quema!

Martina: (Todavía furiosa, va hacia la sartén. La toma a una agarradera por el mango. Hace

como que trastabilla y le dice a Valentín:) ¡Ayudame que me quemo! Valentín: (Toma la sartén

sin la agarradera y se quema en serio.) ¡¡Ayyy, ayyy, ayyy!! ¡¡Jabón, crema, aceite, dentífrico,

cubitos de hielo, aguaaaa!! (Sale corriendo por la habitación mientras Martina, luego de tratar de

darle todo lo que pide, recoge el pescado y sirve la mesa.)

Martina: A la mesa. (Toca una campanilla.) A comer,mi querido Valentín. (Valentín trata de

calmar su dolor con agua.) A la mesaaaaaaa…

Valentín se sienta, toma el diario y hace oídos sordos.

Martina: (Pega un grito.) ¡¡¡Ahhhhh!!! (Luego, modosita.) Dije a la mesa, la merluza está lista.

Valentín: (Se arregla el traje, se sienta. Mira de reojo al pescado y sin siquiera probarlo dice:) Le

falta pimienta.

Martina se la alcanza.

Valentín trata de echarle pimienta al pescado pero no sale. Intenta destapar el frasco con la boca

y se la llena de pimienta. A raíz de esto, se sofoca, saca la lengua y señala la soda.

Martina trata de ponerle soda en el vaso pero el sifón está trabado.

Valentín le saca el sifón de las manos, lo sacude y sale un chorro de soda que empapa a

Martina.

Martina tiene los ojos llenos de soda. Valentín toma la punta del mantel para limpiárselos, pero

tira tanto que cae al suelo todo lo que estaba sobre la mesa. Martina se seca, parsimoniosa,

toma su tejido y comienza a tejer.

Valentín se acomoda, toma lo que quedó del diario, lo estira y se pone a leer.

Page 9: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

9

Pausa.

Martina: (Levanta la vista y dice:) Hay que darle de comer al canario.

Valentín: Es un jilguero.

Martina: ¡Qué va a ser un jilguero, buen hombre, es un canario!

Valentín: Desde cuándo mi mujer discute lo que yo digo. (Trae la jaula y la muestra.) Es un

jilguero hecho y derecho.

Martina: ¡Qué tontería! ¡Sé perfectamente que es un canario por el color de las plumas! ¡Sí, por

el color, el color!

Valentín: (Se tapa los oídos y salta frenético.) ¡No aturdas! Para discutir hay que mantenerse

sereno, así, sereno, ¿ves? Y además (conteniéndose) no me vas a enseñar a mí el color de los

pájaros. (Grita:)¡¡Es un jilguero!!

Martina: Es un canario.

Valentín: Vos no sabés nada de pájaros.

Martina: Sé mucho y muchísimo más que vos: conozco al pájaro azul, al pájaro loco, a la pájara

pinta, al pajarraco y a los pajaritos que tenés en la cabeza.

Valentín: ¡No me hagas reír! Jajaja.

Martina: No permito que te rías. Porque como todos ustedes apreciarán, señoras y señores,

basta con mirarle la cola (la muestra) para saber que es un canario.

Valentín: ¡Mujer, mujer, no me saques de mis casillas!

Martina: Nunca estuviste en tus casillas.

Valentín: ¡Basta! Vos no sabés nada de nada y es un jilguero. Todo el mundo me va a oír.

¡Señoras y señores, sepan ustedes que esta mujer ignorante confunde un canario con un

jilguero!

Martina: (Durante el último parlamento, canturrea y sigue.) Canario, canario tralalá, canario

tralalá, pipipipííí…

Valentín: ¡¡¡Jilgueeeroooooooo!!!

Apagón.

Page 10: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

10

INTERLUDIO

Sube la luz, lentamente, con música e pájaros y trinos. Aparecen los personajes del pueblo,

vestidos con capas. Llevan palos rematados por pájaros de papel y crean imágenes de

bandadas, revoloteos, etcétera.

Apagón.

TERCER CUADRO

La casa de Papillas. Sube la luz. Papillas y Lucinda están sentados a la mesa.

Page 11: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

11

Papillas: Ya te dije que don García Jovellanos…

Lucinda: …y etcétera, etcétera, etcétera…

Papillas: …¡Ejem!... es un marido ideal: tiene una hermosa casa, auto… de todo. Y piensa hacer

una fiesta de bodas si reparar en gastos… pagándolo todo él, claro.

Lucinda: Qué bien.

Papillas: ¡Por fin! Ah, cuánto me alegra oírte. Ya era hora de que ovidaras a ese Lisandro, un

pelagatos… un antropófago

Lucinda: Ornitólogo.

Papillas: ¡Bah! Es lo mismo, no lo defiendas. Entonces, querida, tenés que elegir la fecha.

Lucinda: (Luego de hacerle una señal a Melisa empieza a hacerse la muda.) Ho, ho, hum, oh…

Papillas: ¿Qué decís?

Lucinda: (Farsescamente desesperada.) He hoho hum…

Papillas: No te entiendo…

Lucinda: (Más desesperada, se para, hace gestos.) Ho ha hum hihu ha.

Melisa: ¡Dios mío! ¡Ayayayayayay! ¿Qué tiene, señorita?

Lucinda: Ho hala hohoho.

Melisa: ¿Qué le pasa? (A Papillas.) ¡Qué barbaridad!

Papillas. (Desconcertado y asustado.) Pero qué… qué…

Lucinda: (A Papillas.) Hohu haaa ha…

Papillas: (A Melisa.) Melisa, ¿qué le pasa a Lucinda? ¡Ay, que me muero de susto!

Melisa: (Exagerada) Señor… creo que… ¡Ay, señor!...

Papillas: ¡Qué! ¡Qué!

Melisa: Creo que la pobre niña se ha quedado… ¡MUDA!

Papillas: Ah. Bueno, no será nada. (Se sienta y sigue comiendo. De pronto reacciona.) ¡Qué

dijiste? ¡¿Muda… MUDA… MUUUDAAA?!... Es decir, ¿que ha perdido, perdido, perdido… el

habla?

Melisa: Sí, señor.

Papillas: ¡Ahhhhh! ¡Qué desgracia! (Se desploma) ¡Qué espantosa desgracia! (Se para

bruscamente) ¡No, no puede ser! (Se acerca a Lucinda, que le da la espalda muerta de risa.)

Melisa: (Lo aleja para que no advierta la risa.) Señor, no se altere, siéntese. (Lo sienta de

golpe.) Recuerde que el médico le ha dicho…

Papillas: El médico, es verdad… pero… ¡Oh! (Llora sobre el hombro de Melisa. Entra Lucas.)

Oh, Lucas, ¡es terrible! ¡Lucinda está muda! (Se le echa en los brazos.)

Lucas: (Sacándoselo de encima.) Bueno, no llore, ya se le pasará.

Page 12: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

12

Melisa y Lucinda cuchichean.

Papillas: ¿En serio? ¿Te parece?

Lucas: (Cansado de Papillas, lo sienta a la fuerza.) Por supuesto. Debe ser algo pasajero. Tome

sus medicinas. (Le da sus medicinas. Papillas se resiste.)

Papillas: (Traga una pastilla.) ¡Ah! (Traga otra.) ¡Qué suerte! (Traga otra.) Entonces… (Traga

otra y se atora. Tose. Melisa se acerca corriendo para golpearle la espalda.) ¡Basta! (Lucas

sale.) A ver, Lucinda… (Se le cerca y le toma la cara.) Vamos, abrí la boca… más grande… más

grande… (Mira como un domador en la boca del león.) ¡Más cerca de la luz! (Se corren para

varios lados. Melisa sigue el juego de cerca.)

Melisa: ¿Y…? ¿Ve algo?

Papillas: Nada. Bueno. No te preocupes, hijita, no debe ser nada grave.

Lucinda: ¿Hahe? ¡He hahíhiho!

Melisa: No será grave, ¡no será grave! ¡Desalmado! ¿Cómo la va a dejar así? ¿Tiene que hacer

algo!

Papillas: (Molesto y confundido.) ¡Ohohoh! (Se desmorona en la silla)

Melisa: (Se acerca a Papillas que protesta con gruñidos.) Oh, ¿qué? ¿Qué masculla?

Papillas: ¿Y si ahora que está muda don García Jovella…

Melisa: …nos de la Vega Molina y Gasset…

Papillas: …se niega casarse con ella, ¿eh? ¿Y si perdemos este candidato, eh?

Lucinda: Hohahá he he hueha…

Papillas: ¡Pronto! Hay que hacerla ver por un médico. (Entra Lucas con una fuente. En ese

momento, Papillas, que no lo vio, grita a todo pulmón.) ¡¡¡Luuuuucaaaas!!

Lucas da un respingo del susto y cae al suelo con fuente y todo. Melisa recoge las cosas del

suelo.

Lucas: (Recomponiéndose y furioso.) ¿Llamaba el señor?

Papillas: ¡Bárbaro! ¿Qué forma de entrar es ésa?

Lucas: Su grito me asustó, pues ya había entrado.

Papillas: Creo que voy a volverme loco.

Lucinda: (Dice, mientras lo lleva a la silla y le da pastillas.) Haha ha ha ha he…

Papillas: (Traga a desgano.) No, no quiero…

Page 13: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

13

Lucas: (Indignado) ¿Y?

Melisa le da un tirón de orejas.

Papillas: (Se recompone.) Andá en seguida a la casa del médico y decile que digo yo que vengo

volando.

Lucas: Sí, señor. (Va hacia la puerta. Se detiene y regresa.) Pero, señor…

Papillas: ¿Qué?

Lucas: ¿Y si está comiendo?

Papillas: Que venga igual.

Lucas: Sí, señor. (Como antes.) Pero, señor…

Papillas: ¿Qué pasa ahora?

Lucas: ¿Y si no quiere venir igual?

Papillas: (Terminante.) Que venga lo mismo he dicho y se acabó. (Lo empuja. Lucas sale.)

Melisa: (A Lucinda.) Pobrecita, pobrecita… Venga, siéntese aquí.

Papillas: (Se sienta y come.) ¡Ay, qué disgusto! Es inútil, ya no tengo hambre (Sigue

comiendo.)… no puedo tragar la comida (Sigue comiendo.) si como, me caerá mal… (Come y de

pronto se detiene con la boca abierta)… el hígado… el estómago… el páncreas… (Se toca todo

lo que nombra menos el páncreas, pues lo busca por su cuerpo sin dar con él.)… ¡Ay!, no me

siento bien… (A Lucinda, hecho un estropajo.) Me voy a descansar, quedate tranquila, no tengas

miedo. (Inicia mutis.) ¡Ay! ¡Llámenme cuando venga el médico… (Melisa, casi aforando)

Quedate con ella. (Suspira y sale.)

Lucinda y Melisa se abrazan y ríen.

Lucinda: Todo salió perfecto.

Melisa: De maravillas.

Lucinda: (Se remeda a sí misma.) Haha ha ha ha he…

Melisa: Esto se está poniendo muy divertido.

Lucinda: Sí. El único problema es mantenerse seria. ¡Jajajá!

Melisa: ¡Shhh!. Más bajo…

Lucinda: Ahora lo importante será pasar la revisión del médico sin que desconfíe.

Melisa: Si es por eso, muchos médicos la verán, querida, y ninguno encontrará la causa de su

mudez…

Lucinda: ¿Te parece que no se darán cuenta del engaño?

Melisa: Estoy segura. (Suena el timbre.) Ya llegaron. Voy a abrir. ¿Valor! (Sale.)

Page 14: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

14

Lucinda: (Dice mientras baja la luz) Juro que no volveré a hablar hasta que pueda casarme con

Lisandro. (Se sienta. Entran Melisa, Lucas y un médico que casi no se ve. Sube música.)

Apagón.

CUARTO CUADRO

La casa de Martina y Valentín. Al encenderse la luz se ve a Martina y a Valentín en el mismo

juego escénico en el que los dejamos en el segundo cuadro.

Valentín: (Golpea sobre la mesa.) ¡Jilguero!

Martina: Canario tralalá, canario tralalá, pipí pipí… ca-naaaa-riooooooo…

Page 15: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

15

En ese momento entra Lisandro, pues la puerta está abierta, y llama golpeando las manos. Trae

una carpeta y lapicera en mano.

Valentín: ¡Pase! ¡Jilguero!

Martina: ¡Pase! ¡Canario tralalá…!

Lisandro: ¡Qué gritos! (Mira alrededor.) ¿No le da vergüenza gritarle a su mujer?

Martina: (Lo enfrenta con los brazos en jarra.) ¿Y quién es usted para enseñarle a mi marido lo

que debe o no debe estar?

Lisandro: ¿Cómo?

Martina: Él me grita porque yo quiero, ¿sabés?

Lisandro: Está bien. Yo decía nada más.

Martina: ¿Por qué mete sus narices donde nadie lo llama? ¿Alguien pidió su opinión?

Lisandro: No. Tiene razón. Pero si me permite…

Martina: ¿Y quién es usted, señor nadie, para meterse en nuestras cosas?

Lisandro: Nadie, por supuesto, yo venía por…

Martina: ¡Métase en lo suyo!

Lisandro: Bueno, bueno…

Martina: (Interrumpe.) Para que sepa, a mí me gusta que me griten.

Lisandro: Claro, claro…

Martina: ¡Y que no se vuelva a repetir!

Lisandro: (A Valentín.) Perdón, usted es dueño de hacerlo que quiera. ¿Sí?

Valentín: Sí.

Lisandro: (Reacomodándose.) Bien, yo venía por… bien… (Extendiendo la mano para saludar.)

Lisandro, ornitólogo.

Valentín y Martina: ¿Orni quéeee?

Lisandro: Or- ni-to-lo-go: señor que estudia los pájaros. Estoy haciendo un censo y necesito

saber cuántos pájaros hay en esta casa.

Martina: (Fascinada.) ¡Ahhhh! ¡Un pajarero!

Valentín: Justo lo que necesitábamos. Venga para acá. (Lo arrastra hacia la jaula.) ¿Ve este

pájaro?

Lisandro: Sí, hombre, lo veo.

Valentín: ¿Qué clase de pájaro es?

Lisandro: ¿Uhhh! ¡Qué hermoso!... Pero este pajarito no debe vivir en jaula. ¡Es un cabecita

negra!

Page 16: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

16

Valentín: ¡Ignorante! ¿Qué clase de pajarero es usted que no sabe que este pájaro es un

jilguero?

Lisandro: Claro, claro… ¿y qué dije yo?

Valentín: Dijo que es un cabecita

Martina: ¡Ignorante! Hágame el favor, no diga pavadas.

Lisandro: Me confundí, quise decir que es… el que ustedes dicen.

Martina: Pues yo digo que es un canario, señor pajarero.

Lisandro: Ornitólogo, señora. (Pausa.) ¿Un canario? Sí, canario es lo que quise decir.

Valentín: Pero yo digo que es un jilguero.

Lisandro: (Totalmente desconcertado) ¿En qué quedamos? Su mujer dijo…

Martina: Yo dije. Pero usted no tiene por qué repetir lo que yo diga ni decir lo que dice mi

marido, señor pajarero.

Lisandro: (Ofuscado) ¡Ornitólogo, señora!

Valentín: Bien dicho, mujercita mía.

Lisandro: Yo… yo… Bueno, llámele usted jilguero al canario y canario al cabecita negra,

pajarero al ornitólogo y grítele usted a su mujer y…

Valentín: ¡No se me da la gana! Es mi mujer, no la suya. ¡Y no me va a engañar lo que tengo

que hacer, señor ornitólogo!

Lisandro: ¡Pajarero, señor! (Pausa) ¿Qué digo? Bueno. (Gesto de iniciar mutis)

Valentín: (Lo ataja) Y para terminar… (lo empuja rítmicamente hacia la puerta.) … es usted un

impertinente meterete.

Lisandro huye espantado. Valentín y Martina estallan en carcajadas.

Valentín: Bueno, ésta sí que fue una linda broma, ¿eh?

Martina: Buenísima. (Se seca los ojos de tato reír.)

Valentín: Y ahora hagamos las paces.

Martina: ¡Ah, sí! ¡Claro! ¿Después del zafarrancho que armaste el almuerzo aquí no ha pasado

nada?

Valentín: Vamos, dame la mano. (Tiende la suya)

Martina: (Agarra el tejido indiferente.) No quiero.

Valentín: No te ofendas, chocá esos cinco.

Martina: No, señor.

Valentín; Sí, hagamos las paces…

Page 17: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

17

Martina: Nada…

Valentín: Vamos…

Martina: No, estoy de mal humor y quiero estar de mal humor.

Valentín: Por una tontería…

Martina: Bueno, por una tontería…

Valentín: Dame un beso.

Martina: ¡Dejame en paz!

Valentín: (Salta y dice, payasesco: ) Te pido perdón, de rodillas, en cuclillas, en zapatillas…

Martina: (Ríe) Está bien. Te perdono. (Gira hasta enfrentarlo y le da un beso. Luego, al público,

dice:) ¡Pero ya me las pagarás! Ya va a ver lo que le espera.

Valentín: ¿Qué decís?

Martina: ¡Ejem! Que la leña te espera.

Valentín: (Toma el hacha.) ¡Allá voy! ¡Cortaré más de cien haces de leña para hacer un asadito!

(Sale)

Martina: (Una vez que queda sola) ¡Ahhhh! ¡Señor Valentín! Arrojarme un pescado, deshacer mi

tejido, bañarme con soda tirar del mantel y romperlo todo y dale con que el canario es un

jilguero… Ya me las vas a pagar, porque voy a hacerte una broma tan gorda y tan grande como

nunca imaginaste… Pero, ¿cuál podrá ser? Tengo que pensarlo.

Apagón.

INTERLUDIO

Sube lentamente la luz con música y pantomima de los médicos, más la familia Papillas (él,

Lucas, Melisa y Lucinda) y van desfilando uno tras otro cuatro o más médicos que revisan

Lucinda de pies a cabeza, de manera jocosa, sin poder resolver el enigma de su mudez, ante la

desesperación cada vez mayor e Papillas.

Apagón.

Page 18: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

18

QUINTO CUADRO

La calle.

Lucas: (Que trae a Melisa a la rastra y además llega tocando un tambor.) ¡Vamos, caminá! No

me obligues a arrastrarte…

Melisa: (Se suelta) Estoy cansada… Y además es inútil. Nos vamos a encontrar a ningún

médico capaz de curar a Lucinda.

Lucas: Entre tantos, quizás haya uno bueno.

Melisa: ¡Bah! Ya la vieron como veinte y ninguno pudo curarla.

Lucas: De todos modos, papillas nos ordenó buscar un médico y debemos obedece. (La toma

de la mano e intenta arrastrarla.)

Melisa: (Se empaca como una mula) ¡Obedecer! ¡Obedecer a ese viejo desalmado! Sólo quiere

que Lucinda se cure para casarla con esa antigüedad de don García Jovellanos etcétera,

etcétera, etcétera… cuando no es la mudez la enfermedad de Lucinda…

Lucas: ¿Cómo que no? ¿Acaso no está muda?

Melisa: Por supuesto que sí. Pero hay que ver también lo otro..

Lucas: ¿Qué otro?

Melisa: Loco… otro, lo de más allá, lo de aquí (se señala el corazón.), lo profundo…

Lucas: Hablá claro.

Melisa: Síiii, ¡digo que no hay que olvidar que está enamorada de Lisandro!

Lucas: Ésa es cuestión de ella. La nuestra es encontrar un médico…

Melisa: Muy bien. (Se para sobre un practicable.) ¡Ahhh, de la aldea!... ¡Ahhh, de las casas!...

¡Atención! ¡Atención! (Se va acercando gente de a poco. Martina está sentada en la calle y teje.)

(Lucas toca el tambor.) para quien lo sea y para quien no lo sepa también. (Aparte.) ¡Y para

quien no lo sepa, muchísimo mejor! (Lucas da un redoble.) Han de saber que el muy ilustre

ciudadano de esta benemérita ciudad, aldea, pueblo o lo que le corresponda ser según el censo

poblacional…¡ejem!... decía, que el honorable caballero por muchos conocido por su proverbial

bonhomía y por muchíiiisimos otros, no (Lucas da un redoble.), es decir, que don Jerónimo

Javier Papillas ha sufrido una desgracia espantosa, calamitosa, escandalosa. Su hija Lucinda-

niña, pupila y retina de sus ojos-, es decir, la más querida de sus hijas, no sólo porque es la

única, sino porque además la adora… aunque no la comprende (Lucas da n redoble de tambor

para llamarle la atención.)… digo, digo, que la pobre Lucinda se ha quedado muda.

Page 19: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

19

Sí, señoras y señores, amigos, compatriotas, conciudadanos: muda de la más horripilante

mudez, es decir, que n puede hablar. ¿Entienden? No puede pronunciar ni una sola palabra…

¡nada!

Y como es justo que ustedes sepan el motivo de este elocuentísimo discurso con el que trato de

conmoverlos y de removerles los resortes de generosa humanidad que cada uno de ustedes

alberga en alguna parte, cada cual donde le guste, paso de inmediato a informarles que ni uno,

ni dos, ni tres, ni cuatro, ni cinco, ni seis, ni siete (Lucas toca el tambor para calmarla.)… bueno,

que más de cien médicos eminentes la han visto, revisado, estudiado, investigado sin encontrar

la más mínima causa, motivo o razón de ser e su empedernida mudez, y lo que es peor aún,

señores y señoras, compatriotas, conciudadanos, es que ninguno, ¡presten atención!, ninguno

ha dado en la tecla, es decir, ninguno ha podido curarla.

Oh, amigos, no permanezcan indiferentes. Ayúdennos, por favor. Porque además… ¡¡estamos

hartos de ir de ahí para allá!! (Lucas toca el tambor.)… digo, dennos una manito, ¿eh?. San

gentiles. (La gente hace gestos de indiferencia.) ¿Ninguno conoce a un médico que sirva para

algo? (La gente se encoge de hombros y se va de a poco.) ¿Usted, señor…? (El señor se va)

¿Usted…? (Ídem.) Señora… (Ídem) ¡Un médico, por favor… un enfermero, un camillero…!

(Queda sola Martina que durante todo este tiempo ha estado tejiendo mientras escuchaba con

fingida indiferencia.) Señora, un médico ara curar la mudez… ¡Un otorrinolaringólogo, caramba!

(A Lucas) ¡Viste! No hay caso. (Ambos se sientan abatidos.)

Martina: (A público) ¡Pero qué idea extraordinaria se me ocurrió! ¡Ya sé cuál será la broma para

Valentín!... lo haré pasar por médico, jejeje (Se acerca a Melisa y a Lucas sin dejar de tejer.) Yo

conozco a un médico.

Lucas y Melisa: ¿Sí? ¿En serio?

Martina: Uno que es lo máximo, un sabio, un pozo de sabiduría.

Lucas: ¡Qué suerte! ¿Dónde vive?

Martina: En estos momentos fue a buscar leña. Sucede que es un poquitín raro, ¿saben?. Y

además caprichoso y maniático, como los verdaderos sabios. Parece tonto, pero es la ciencia

caminando.

Lucas: Entonces no importa que parezca tonto.

Martina: Pero hay algo más. No sólo prefiero hacerse el tonto para ocultar su talento sino que

además tiene la manía de negar que es médico.

Lucas: ¿Niega ser médico?

Martina: Sí. Y es tan cabeza dura que para obligarlo a confesar que es médico tendrán que

darle una buena paliza.

Page 20: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

20

Lucas: No puede ser.

Melisa: ¡Vaya manía!

Martina: Pero en cuanto le hayan pegado los sorprenderá con sus conocimientos.

Lucas: Vamos en seguida. ¿Cómo se llama?

Martina: Valentín, Lo reconocerán por sus bigotazos y por su traje verde. (Se escucha la voz de

Valentín que canta en off.) ¡Uyyyy! ¡Dejé la leche en el fuego! Disculpen… adiosito… (Sale

disparando.)

Valentín entra cantando y con un haz de leña.

Lucas: Ése debe ser, tiene bigotazos.

Martina: No cabe duda. Tiene traje verde.

Lucas: (Se acerca a Valentín.) Doctor, es usted el doctor Valentín, ¿verdad?

Valentín: Mitad y mitad.

Lucas: ¿Cómo?

Valentín: Claro, soy Valentín pero no soy doctor.

Lucas: (A Melisa.) Y empezó a hacerse el tonto. (A Valentín.) Veníamos a buscarlo por un

asunto que usted puede resolver…

Lucas: Comprendo. Pero le aclaro que yo vendo a diez pesos el kilo.

Melisa: ¿Qué dice?

Page 21: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

21

Valentín: ¿Le parece caro? Es leña de excelente calidad.

Lucas: No se trata de eso.

Valentín: Si están conformes con el precio, digan cuántos kilos van a llevar.

Melisa: Ninguno, doctor.

Valentín: Es una leña buenísima…

Lucas: Hablamos de cosas distintas. (Melisa y Lucas lo sientan.) Pero, por favor, siéntese…

Valentín: Pro no, pep, pep, pep,…

Lucas: Déjenos hablar.

Melisa: Lo buscamos por otro motivo.

Valentín: Yo no hice nada, se lo aseguro…

Melisa: Usted sabe que el mundo necesita de quienes, como usted, poseen la virtud de curar.

Lucas: Los conocimientos que curan los males de la humanidad.

Valentín: ¡Están locos!

Lucas: ¡Es urgente! No disimule. Se trata de una enferma.

Valentín: Claro, los enfermos necesitan calor y esta leña…

Lucas: No trate de engañarnos: ya lo sabemos.

Valentín: ¿Qué saben?

Lucas: Que es usted un médico excepcional.

Valentín: ¡Médico será usted!

Lucas: Hombre, no lo tome así que no es un insulto.

Valentín: Yo nunca fui médico, no lo soy ni lo seré jamás.

Melisa: (Enojada.) Usted ES médico.

Valentín: ¡No señor!

Lucas: ¡Sí señor!

Lucas y Valentín juntan nariz con nariz y giran como en las riñas de gallos.

Valentín: ¡Que no!

Lucas: ¡Que sí!

Valentín: (Separándose.) ¡Baaaaastaaa! ¡Qué testarudos!

Lucas: Es más terco que una mula.

Valentín: Me cansé. Me voy a casa. (Inicia mutis.)

Melisa y Lucas: ¡Alto! (Lo detienen.)

Melisa: (Interceptándole el paso.) No dé un paso más.

Page 22: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

22

Lucas: Le aseguro que hubiese preferido no llegar a esto.

Melisa: Comprenda que para nosotros es desagradable. (Ella y Lucas toman leños.)

Lucas: Pero no hay más remedio, así que le pido perdón por anticipado, aunque sólo usted tiene

la culpa.

Valentín: ¿Culpa? ¿Perdón? ¿De qué hablan?

Lucas: (Le asesta el primer golpe.) ¡Diga que es médico!

Valentín: ¡Ay! ¡Ay!

Melisa: ¡Confiese que es médico! (Le da otro golpe.)

Lucas: Por favor, confiese. (Golpea.)

Melisa: (Con otro golpe.) Confiese por su bien.

Valentín: ¡Ay! ¡Ay! Está bien. Confesaré. (Al público.) Tendré que seguirles la corriente o me

romperán los huesos. (A Lucas y Melisa.) ¡Soy médico y farmacéutico y si lo desean soy Ministro

de Salud!

Lucas: (Al público.) Esa mujer tenía razón. Qué tipo raro. (A Valentín.) Doctor, muchas gracias.

Ahora que nos pusimos de acuerdo le ruego que nos acompañe. La hija de señor Papillas se

quedó muda y nadie ha podido curarla.

Valentín: Pero lo que ustedes necesitan es un médico… y yo no…

Lucas: Procedamos.

Lucas: ¡A nosotros nos duele más que a usted!

Valentín: ¡Ayayayayay! ¡Basta! ¡Pido gancho, piedra libre! Seré lo que ustedes quieran.

Lucas: Por fin, sabio doctor.

Valentín: (A público.) ¿Me habré vuelto médico sin darme cuenta? (A Lucas.) ¿Está seguro de

que soy médico?

Lucas: El mejor.

Valentín: ¡Habrá sido un milagro!

Melisa: No perdamos más tiempo. Papillas le pagará lo que pida.

Valentín: Si ellos lo afirman, no tengo por qué negarlo… y además puede ser divertido. (A

Lucas.) Vayamos. (Señalando la leña.) Y llévenme eso… ¡es orden del médico! (Salen.)

Apagón.

Page 23: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

23

SEGUNDO ACTO

La casa de Papillas. En escena Papillas. Se apsea con las manos por la espalda, muy agitado.

Papillas: ¡Las cinco! ¡Las cinco de la tarde y todavía no volvieron! No puedo más; mis nervios

están a la miseria. ¡Será posible que esos inútiles no hayan encontrado un médico? (Suena el

teléfono. Antes de llegar al aparato, Papillas grita.) ¡Hola! (Al darse cuenta de lo pasado, se

enoja.) ¡Grrrrr! ¡Ya no sé lo que hago! (Descuelga y grita furioso) ¡Hola! (Se dulcifica.) ¡Ah! Hola,

señor García Jovellanos de la Vega Molina y Gasset. No… no… ¿no? (Se enfurece.) ¡Yo qué

culpa tengo! Son cosas de la vida… ¿Y qué quiere que haga? (Se desinfla de a poco.) Claro…

sí… Muda no le conviene… el casamiento se suspende…(Entra Lucinda y escucha)… hasta que

recupere el habla… sí, tiene razón… una esposa muda no es lo ideal…(Lucinda se frota las

manos satisfecha.) Claro, entiendo…

Lucinda: ¡Bravo! Eso es justamente lo que quería: ¡ganar tiempo! (Sale.)

Papillas: …bueno, cualquier novedad le aviso. Adiós, (Cuelga.) ¡Maldición! ¡Lo único que faltaba!

¡Viejo pretencioso! ¡García Jovellanos de Mongo Picho! ¡Ja! ¡Viejo ridículo! ¿Quién se habrá

creído?... Si no fuera por sus millones ya vería quién soy yo ¡y ni rodillas lograría casarse con

Lucinda! (Suena el timbre.) ¡Por fin! (Va a abrir. Entran Lucas, Melisa y Valentín.) ¡Doctor!

Lucas: ¡Lo conseguimos! (A Papillas.) Es un poco raro, pero dicen que es un genio.

Papillas: (aparta a Lucas.) ¡Eso ya lo veremos! (Se acerca a Valentín y lo mira por los cuatro

costados. Luego de ese estudio le hace una reverencia hasta el suelo.) Doctor, ¡encantado de

tenerlo en mi casa!

Valentín: (Saluda hasta el suelo.) Encantado de estar en su casa.

Papillas: (Ídem.) ¡Encantado!

Valentín: (Ídem.) ¡Encantado!

Papillas: (Ídem.) ¡Encantado! (Al querer enderezarse, se queda duro) ¡¡Ayy!!

Valentín: (Le pregunta a Lucas.) ¿Qué le pasa?

Lucas: Es el lumbago… ¿pero qué me pregunta a mí? El médico es usted.

Valentín: (Trata de enderezar a Papillas, que chilla.) Noto, señor, que usted no puede

enderezarse…

Papillas: Eso, eso, sabio doctor.

Valentín: …porque tiene lumbago.

Valentín: (Lo levanta tan doblado como está y lo sienta.) Dadas las circunstancias conviene que

no se mueva demasiado. ¿Ha consultado a su médico?

Page 24: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

24

Papillas: Sí.

Valentín: ¿Y él qué le receta en estos casos?

Papillas: Friegas.

Valentín: ¿Con qué?

Melisa: Con una pomada.

Valentín: (A Lucas.) Vaya a buscarla. (Lucas sale. Valentín a Papillas.) Yo podría medicarle algo

más efectivo, pero no conviene cambiar de tratamiento a mitad de caballo… digo, de caballo a

mitad de tratamiento, por ética profesional… usted comprende.

Papillas: Sí, doctor.

Entra Lucas con una caja repleta de frascos medicinales.

Valentín: ¿Qué es eso?

Lucas: Son los remedios del señor.

Valentín: ¡Qué barbaridad! (Toma los frascos y los tira.) Esto no sirve, esto tampoco, tampoco.

¡A la basura todo!

Papillas: ¡Oh, mis píldoras, mis grageítas!

Valentín: Se acabó. (A Lucas.) Vaya a tirar todo. (Se conserva la pomada.) La señorita Melisa,

que por lo visto goza de buena salud, se quedará con nosotros.

Papilas: ¿Para qué?

Valentín: Acostumbro tener una persona sana cundo curo a mis enfermos, para reforzar la

curación. ¡Y basta! No tengo por qué explicarle los secretos de la medicina.

Papillas: (Tímido.) Este… ¿le parece bien que mande llamar a mi hija?

Valentín: Paso a paso, señor. Primero necesito saber qué tiene esa muchacha… ¿cómo se

llama?

Papillas: Lucinda.

Valentín: (Anota en un cuaderno con aire serio.) Ajá, el nombre es lindo, hum… se puede

curar…

Papillas: Y ha perdido el habla.

Valentín: (Anota.) Se quedó muda… ¿Fue de golpe?

Papillas: Sí, doctor. ¿Cómo lo sabe?

Valentín: ¿No soy médico?

Papillas: Sí, sí, claro.

Page 25: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

25

Valentín: ¿Es soltera?

Papillas: Sí. Pero en cuanto se cure se va a casar con…

Melisa: …con un viejo apergaminado con solemnidad de biblioteca… cuando Lucinda está

enamorada de un joven buen mozo. Inteligente, alto, delgado, discreto, de ojos enormes y

soñadores.

Valentín: (Anota.) Ojos enormes… ¿Y por qué, señor Papillas, si ella quiere al joven usted se la

entrega al viejo?

Papillas: (Refunfuñando.) Ésas son cosas mías que nada tienen que ver con la enfermedad…

Valentín: ¡Craso error! (Se manda la parte.) ¿Acaso no ha oído hablar de la mudez del amor

contrariado?

Papillas: (Abre tamaños ojos.) ¿Qué?... no.

Melisa: (Aparte.) Si es o no cierto lo que dice este médico no importa. ¡Nos viene de perillas!

Valentín: A prenda: así como hay una mudez julepiensis y una mudez de asombrosis enormes,

hay una mudez de contrariata amoris, lo que quiere de amores contrariados. (Al público.) ¡Olé!.

Papillas: ¡Oh, qué bien que habla! Es un pozo de sabiduría.

Valentín: (Cierra la libreta.) Muy bien. Ahora sí, señorita, vaya a buscar a la enferma.

Melisa sale. Valentín toma la pomada y aprovecha para masajear a Papillas hasta hacerle ver

las estrellas.

Valentín: Entre tanto, señor, vamos a aplicarle esta pomada. (Hace las friegas, le estira los

brazos, el cuello, etc.)

Papillas: ¡Ay! ¡Ay!

Valentín: ¡Le duele!

Valentín: Perfecto.

Papillas: ¡Ay!

Valentín: El dolor es doloroso…

Papillas: Pero, doctor, ¡ay!

Valentín: Palabra de médico no se discute. (A público.) Ya que me obligan a ser lo que no soy

por este barrigón, me voy a divertir a su costa.

Entran Melisa y Lucinda. Valentín, que estaba masajeando una pierna de Papillas, la suelta de

golpe.

Page 26: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

26

Papillas: ¡Ay! Este médico es un poco brusco. ¡Qué carácter!

Melisa: Aquí está Lucinda.

Valentín: (Enfrenta a Lucinda. Va hacia ella extendiendo los brazos.) Ah, no diga nada…

Melisa: Dudo que pueda decir algo porque está muda.

Valentín: ¿Y qué dije yo? Por los síntomas lo sé perfectamente.

Lucinda gira muerta de risa.

Papillas: ¡Es un sabio!

Valentín: ¡Silencio! (Se acerca a Lucinda y hace unos pases mágicos a su alrededor. Luego

dice: ) Esta muchacha ha perdido el habla.

Melisa: ¡Vaya novedad!

Valentín: Pero la recuperará…

Papillas: ¡Hurra!

Valentín: No interrumpa. Digo que la recuperará cuando mejore.

Papillas: ¿Y cuándo mejorará?

Valentín: (Lo encara.) Señor, yo soy médico, no adivino. (A Lucinda.) A ver, trate de decir algo.

Lucinda: Ha hi hoho hiehee.

Valentín: Correcto. (Se sienta y escribe frenéticamente.)

Todos miran ansiosos. Lucinda y Melisa se ponen nerviosas. Papillas se acerca todo doblado a

Valentín. Trata de leer.

Valentín: (Le tapa el papel.) ¡Curioso! (Le da un golpe con la lapicera.)

Papillas: Entonces, ¿a qué se debe su mudez?

Valentín: ¡A qué se debe, a qué se debe! ¿Usted imagina que diagnosticar es como soplar y

hacer botellas? (Entra Lucas.) Ah, señor Lucas, preste atención: necesito inmediatamente un

bol, una cuchara, una taza y además medio litro de jugo de naranja, 30 gramos de gelatina,

crema de leche, huevos, azúcar y un cedazo. (le entrega la lista.)

Lucas: Pero…

Valentín: Nada de peros.

Page 27: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

27

Lucas: Quiero decir que no tenemos nada de eso.

Papillas: Pues andá a comprarlo enseguida.

Lucas: (Disgustado.) Está bien. (Al público.) Me estoy cansando de este médico. (Sale.)

Melisa: (A Lucinda, aparte.) Nos dijeron que era un sabio, pero me parece que es un tonto

rematado.

Papillas: Disculpe, ¿para qué necesita esas cosas?

Valentín: Para preparar el remedio.

Papillas: ¿Y por qué no lo encarga a la farmacia?

Valentín: Porque es una receta magistral y prefiero prepararla yo mismo. (A Melisa.) Mientras

tan, puede llevarse a la señorita. Que se acueste y no hable.

Melisa: Eso seguro, porque no puede.

Valentín: No me corrija: quiero decir que no diga ni una palabra, aunque recupere el habla de

golpe, porque el don de la palabra es… un hilito… un hilito (Al público.) ¡Demonios, en qué lío

me metí! (A los demás.) … un hilito verde de savia que sube por la garganta y atravesando el

diapasón de las cuerdas vocales busca el aire… ¡y debe usarse bajo control médico!

Melisa: (Burlona.) Oh, el doctor es además poeta.

Valentín: Llévese a Lucinda y regrese de inmediato.

Salen Melisa y Lucinda. Entra Lucas con el pedido.

Page 28: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

28

Lucas: Aquí está todo. (Lo desparrama sobre la mesa.)

Valentín: Bueno (A Papillas.) Ahora le ruego que se retire a descansar (Sale Papillas y le dice a

Lucas.) Señor Lucas. Mezcle la naranja con la gelatina. Bata la crema con el azúcar. Mezcle

todo. Bata las claras de huevo a punto nieve, agréguele limón. ¡Mezcle!

Lucas: (Que he estado haciendo todo como un loco y despotricando bajito.) ¡Un momento! No

puedo hacer todo al mismo tiempo.

Valentín: (Vigilando el trabajo.) ¡Muy bien! Ahora lleve la mezcla a la cocina y póngala al fuego

revolviendo constantemente hasta que se espere. Luego agréguele vino en abundancia. Cuando

esté listo me avisa.

Lucas: Toma todo haciendo equilibrio y dice al salir) ¡¡¡Estoy harto!!!

Valentín: ¡Dios mío! Espero que no se den cuenta de que se trata de un postre de naranja.

Ahora tengo que irme de aquí lo antes posible. Martina debe estar preocupada ¡y a mí pueden

molerme los huesos en cualquier momento! (En ese momento aparece una sombra embozada.

Valentín no la ve)

La figura embozada es Lisandro, que se introduce en puntas de pie y tratando de no ser visto.

Escena de escondidas entre Lisandro y Valentín. Éste presiente que hay alguien. Lisandro

cambia de posición cada vez que Valentín se da vuelta. En ese momento entra Lucas, Lisandro

se oculta.

Lucas: Aquí está lo que encargó.

Valentín: Lléveselo a Lucinda. Que lo tome despacito, a cucarachas.

Sale Lucas, entra Melisa. Lisandro, que estaba por salir, vuelve a ocultarse.

Melisa: Doctor, ¿quiere ir a sus habitaciones?

Valentín: No, yo no puedo quedarme… ya me iba.

Melisa: ¡Ah, no! Eso arréglelo con Papillas (Aprovecha y plumerea la sala. Levanta a

Valentín de su lugar para pasar el plumero mientras dice: ) A mí me ordenó llevarlo a su

habitación y tengo que hacerlo. (Lo toma por el brazo y lo arrastra.)

Salen Melisa y Valentín.

Page 29: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

29

Lisandro: (Acercándose a proscenio) ¡Qué susto! Si me llegan a descubrir, se arma. Tengo que

ver a Lucinda cueste lo que cueste.

En ese momento entran Lucas y Papillas. Lisandro vuelve a ocultarse.

Lucas: ¡Le doy mi palabra!

Papillas: ¡No puede ser!

Lucas: Créame, señor, la receta que me mandó preparar no es un remedio: ¡es un dulce!

Papillas: ¿Y vos cómo lo sabés?

Lucas: ¡Es un dulce de naranja!

Papillas: Hablaré con el médico y…

Lucas: … eso n sirve, se defenderá.

Papillas: Entonces haré venir a un farmacéutico parea que nos saque de dudas. (Salen ambos.)

Entra Valentín en puntas de pie en actitud de huir.

Valentín: ¡Tengo que irme de aquí! Si me quedo se va a armar. (Cuando está por llegar a la

puerta lo sorprenden Papillas y Lucas y lo regresan a la sala.)

Papillas: ¡Ah, señor, lo andaba buscando!

Valentín: Veo que su estado es satisfactorio.

Papillas: No cambie de tema. Quiero decirle que el señor Lucas, aquí presente, piensa que

usted nos está engañando.

Valentín: ¿Qué yo los engaño? ¡Es el colmo!

Papillas: El señor Lucas, aquí presente (Lo pone adelante) opina que la receta que ordenó

preparar es ¡una receta de cocina!

Valentín: (Sacando a Lucas adelante.) ¡Un insulto! ¿Quién es el señor Lucas para opinar, eh?

¡Esta desconfianza me ofende y por lo tanto me marcho inmediatamente de esta casa! (Intenta

mutis.)

Papillas: ¡Un momento! (Lucas lo atrapa por el cuello del traje.) Vamos a llamar a un

farmacéutico para que revise la receta y así todo quedará aclarado.

Entran Lucinda y Melisa.

Page 30: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

30

Valentín: Llámelo, pero yo me voy.

Papillas: ¡Usted se queda!

Discuten. Melisa, aparte con Lucinda.

Melisa: Esto se pone feo, feo… ¿Por qué no dice alguna palabrita, aunque sea, para que

parezca que está mejorando?

Lucinda: ¡Jamás! (Sale)

Papillas: (A Melisa.) ¡Melisa! ¡Andá a buscar al farmacéutico!

Melisa: Imposible. A esta hora la farmacia está cerrada.

Papillas: No importa. Tocá el timbre y decile que venga.

Melisa inicia falso mutis.

Papillas: Cuando llegue me avisan. ¡Lucas! Es hora de preparar la cena. (A Valentín.) Usted no

se mueve de aquí. Cerraré la puerta con llave. (Lo hace y la pone en su enorme llavero. Sale

Lucas y cuando está por salir Papillas, Melisa le quita las llaves sin que se dé cuenta. Salen

ambos, cada uno por un lado distinto.)

Valentín: ¡Estoy frito! ¡Y lo peor de todo, sin comerla ni beberla!

Lisandro sale de su escondite y tropieza con Valentín.

Valentín y Lisandro: (Al tropezar.) ¡Eh! ¡Oh! (Se miran por todos lados)

Lisandro: Pero… ¡si es el loco que le grita a su mujer!

Valentín: (le tapa la boca.) ¡Shhhh! ¡Hable más bajo!

Lisandro: (Se suelta.) ¡Es el loco de los pájaros!

Valentín: Cállese hombre… ¡Y usted qué hace aquí! ¿Eh? ¿Por qué se oculta?

Lisandro: Yo…

Valentín: ¿No será un ladrón?

Lisandro: ¡No! ¡Le aseguro que no!

Valentín: ¿Entonces por qué entró sin tocar el timbre y anda escondiéndose por la casa?

Lisandro: (Le tapa la boca.) ¡Shhh! ¡No hable tan alto!

Valentín: Está bien.

Lisandro: Pero… recién oí que lo llamaban, “doctor”.

Page 31: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

31

Valentín: ¡Ay, sí! Pero le aseguro que no lo soy.

Lisandro: No me cabe la menor duda.

Valentín: Lo malo es que estos locos me han tomado por médico y me trajeron a la fuerza… Yo

les juré que no era médico, pero no hubo caso. Me convencieron… ¡a palos!

Lisandro: Realmente extraño.

Valentín: Y lo peor es que ahora dicen que los engañé… ¿Y usted qué busca aquí?

Lisandro: A mi novia…

Valentín: ¿Su novia?

Lisandro: Lucinda.

Valentín: ¡Ah! Ya entiendo, es el joven en cuestión.

Lisandro: Ya que nos hemos contado todo, le voy a decir algo más. (Mira para todos lados.)

Lucinda no está muda… se hace la muda para no casarse con don García Jovellanos etcétera,

etcétera.

Valentín: ¡Qué embrollo!

Lisandro: Por ahora el engaño marcha bien y ganamos tiempo, pero temo que no podremos

sostenerlo por más tiempo.

Se oyen pasos.

Lisandro: Alguien viene. (Van a esconderse. Lisandro lo logra pero Valentín se regaza.)

Melisa: (Entra.) Señor… (Valentín se queda duro.)

Valentín: ¡Estoy perdido!

Melisa: Por suerte no. Porque en la calle me encontré con una mujer. La pobre está

desesperada y me contó todo…

Valentín: ¿Qué le contó?

Martina: (Al entrar.) Que fue todo una broma para escarmentarte.

Valentín: ¿Qué broma?

Martina: Sí, yo les dije que eras médico pero que sólo a palos lo admitirías…

Valentín: ¡Qué bonito! ¿Una broma de la señora! ¡Qué rica! Y ahora, ¿cómo lo vas a arreglar?

Lisandro: (Sale de su escondite.) ¡Tengo una idea estupenda!

Valentín: ¡Lisandro! ¡No entiendo nada!

Lisandro: Escuchen. Yo me haré pasar por el farmacéutico y diré que la receta es correcta.

Valentín: ¡Gran idea!

Lisandro: Pero ya que voy a salvarlo, usted tiene que hacer algo por mí.

Page 32: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

32

Valentín: Encantado.

Lisandro: Convenza a Papillas para que autorice mi casamiento con Lucinda.

Valentín: Eso es fácil… (A Martina.) Hasta podemos hacerle una buena broma, ¿no te parece?

Martina: es nuestra especialidad.

Melisa: ¡Qué emocionante!

Valentín: ¡Vengan! (Los reúne a todos como en un scrum de rugby y cuenta en voz baja

mientras los demás exclaman: )

Todos: ¡Bravo! ¡Jajajá! ¡Sensacional ¡Estupendo!

Martina: ¿Y yo qué hago?

Lisandro: Serás la ayudante del farmacéutico, que vengo a ser yo.

Valentín: Manos a la obra. (A Melisa.) Llamá a Papillas. (Melisa sale.)

Lisandro: (Se pone bigote y barba postizos y un sombrero.) con estos postizos y este sombrero

no me reconocerán.

Entra Papillas seguido de Lucas, Melisa y Lucinda.

Melisa: (Presenta.) El señor papillas, el farmacéutico, la enfermera…

Papillas: ¡Al grano! (A Lucas). ¿Tenés la receta?

Lucas: Aquí está. (Se la entrega a Papillas)

Papillas: (Entregándosela a Lisandro.) Le ruego que lea esto.

Lisandro: Veamos… hum… (Se acerca a Lucinda.) Jugo de naranja… ¡perfecto! (Al pasar al

lado de Lucinda se saca un poco el postizo y le hace una seña. Lucinda casi se desmaya. Melisa

la ataja y le explica en voz baja corriéndola a un aparte.)… Gelatina…¡bien! (Sigue caminando y

le tira besos a Lucinda sin que lo vean.)… Mezclar con abundante vino… (Lucas trata de verle la

cara a Martina, ella lo esquiva y se encasqueta el gorro de enfermera.)

Papillas: ¿Qué opina?

Lisandro: Señor, habiendo leído y conforme a mis conocimientos, afirmo que se trata de una

excelente receta…

Papillas: Pero, ¿para qué?

Lisandro: ¡Una receta formidable, genial, extraordinaria para curar la mudez!

Papillas: ¡Oh!

Lucas: ¡No puede ser!

Papillas: ¡Vos te callás! Mirá qué papelón me hiciste hacer con el doctor. (A Lisandro.) Le doy

las gracias. (A Valentín.) Le pido mil disculpas…

Page 33: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

33

Valentín: (Se hace el ofendido.) Ejem…

Papillas: ¡Por favor, olvide lo sucedido! ¿Cómo decirle? No volveré a desconfiar de… Oh, ¿qué

puedo hacer para que me perdone?

Valentín: Inclínese ante mí repetidas veces diciendo: “Disculpe, doctor,”

Papillas: (Lo hace.) Disculpe, doctor; disculpe, doctor; (A la vez siguiente se queda duro.)

¡¡Ayyyy!! ¡Otra vez el maldito lumbago!

Valentín: Ahora sí está perdonado.

Lucas: ¿Las friegas?

Valentín: No, le voy a aplicar mi propio tratamiento. Señor Lucas, eche en la bañera cincuenta

baldes de agua y luego agrégele cincuenta baldes de sal gruesa hasta que se disuelva bien.

Papillas: ¡Andá volando!

Lucas: (Al público.) Aquí hay gato encerrado. (Sale.)

Lisandro se acerca a Lucinda. Juego de ambos.

Valentín: Yo, mientras tanto, les daré unas friegas preparatorias, señor Papillas. (A Martina.)

Señorita, ayúdeme. (Entre ambos lo estiran y le hacen ver las estrellas. Tratan de que Papillas

no mire hacia donde están Lisandro, Lucinda y Melisa.)

Los parlamentos que siguen son simultáneos.

Lisandro: ¡Lucinda! (Le da un beso.)

Lucinda: ¡Qué alegría!

Melisa: ¡Shhh! ¡No hablen tan alto!

Papillas: ¡Ay! ¡Ay! ¡Ayyy!

Valentín: No se queje.

Papillas: Pero me duele…

Martina: ¡Aguante, hombre!

Papillas: Hijita (Trata de mirarla pero Valentín se lo impide.) ¡Ay!... El doctor te curará.

Lucinda: Hehuho he ha he.

Papillas: ¿Qué opina, señor farmacéutico?

Lisandro: Que el doctor es un sabio… ¡su hija pronto volverá a hablar!

Papillas: ¡Qué suerte! ¡Tengo que avisarle a don García… ¡¡Ayyyy!! (Valentín le da estirón

tremendo cuando nombra al vejete.)… Jovellanos (Ídem.) ¡¡¡Ayyyy!!!

Page 34: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

34

Lucas: Ya está listo el baño.

Valentín: Bien. (Lisandro y Lucinda se alejan.) Entonces cargue su patrón, llévelo a la bañera,

desvístalo y sumérjalo en el agua salada rodeado por intensas luces y estufas hasta que el agua

se evapore. (Los demás se mueren de risa.)

Lucas carga a papillas y sale furioso. Alegría general.

Valentín: (A Martina.) Nosotros tenemos algo que arreglar, queridita.

Martina: ¡Ja! Porque una vez te gané… ¡No me negarás que fue una broma de lo más

ingeniosa!

Valentín: Mirá, te perdono porque gracias a tu broma estos muchachos van a ser felices, que si

no…

Se oye en off grito de Lucas

Lucas: (Entra a todo vapor.) ¡Socorro, bomberos, doctor!

Todos: ¿Qué pasa?

Lucas: El señor Pap… Pap… ¡Papillas!

Valentín: (Con gesto ampuloso.) No me diga nada: el señor Papillas se quedó completamente

duro…

Page 35: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

35

Lucas: Sí, duro, como una estatua de sal, todo durito.

Lisandro: Doctor, lo felicito.

Lucas: ¿Qué dice?

Valentín: ¡Le ordeno que triga a Papillas (lo empuja) tal como está! ¡Vamos!

Lucas sale.

Lucinda: ¿Duro como una estatua de sal? ¡Pobre papá! ¿Qué le hicieron?

Lisandro: No tengas miedo.

Valentín: No le pasará nada malo.

Lisandro: Es una treta.

Melisa: Estos amigos, de los que luego te hablare, inventaron una manera de obligar a tu padre

a ceder…

Lucinda: ¿Pero no le pasará nada malo?

Valentín: ¿Con la sal? ¡No! Ya lo verás.

Martina: (Que está en la puerta espiando.) ¡Silencio, allí vienen!

Entra Lucas arrastrando a la bañera con Papillas, todo blanco y duro, en cómica posición.

Valentín: (A Lucas.) Está bien. Déjelo aquí. (A Papillas.) ¿Qué tal? ¿Se siente bien?

Papillas: (Que sólo puede abrir la boca.) ¡No!

Valentín: Perfecto! ¿Duda usted de mi saber?

Papillas: Noooo…

Valentín: Pues voy a darle una sorpresa: su hija ha recuperado el habla.

Papillas: ¡¿Sí?!

Lucinda: Sí, pero sólo porque el doctor Valentín me aseguró que me dejarás casarme con

Lisandro.

Papillas: ¡Jamás!

Valentín: ¿Dice que no?

Papillas: ¡No y no!

Valentín: Mal hecho, porque si se opone a esa boda, su hija volverá a quedarse muda.

Papillas: ¡Noooooo!

Valentín: Y además, porque si no da su consentimiento… ¡Lo dejaré como está!

Papillas: Noooo, por favor.

Page 36: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

36

Valentín: Lo dejaré duro como una estatua y lo llevaré l parque… así los pajaritos revolotearán

sobre su cabeza, así… y todos los que pasen lo mirarán con asombro y dirán: “Fijate, una nueva

estatua”. Y la lluvia caerá sobre sus hombros y el sol lo agobiará y las palomas…

Papillas:¡¡NOOOO!!

Martina: ¡SÍÍÍÍ! Y su hija s casará lo mismo con Lisandro.

Lucinda: Y me casaré lo mismo con Lisandro.

Lisandro: (Sacándose el postizo y el sombrero.) Y me casaré lo mismo con Lisandro… digo, con

Lucinda.

Papillas: ¡Oh, nooo!

Lucinda: Y te iremos a visitar al parque.

Lucas: ¡Yo sabía que nos estaban engañando!

Valentín: (Tomándolo de los hombros.) Métase en lo suyo, se acabó su intervención. (A

Papillas.) Entonces, ¿qué dice?

Todos: O el casamiento con Lisandro o… ¡al parque!

Papillas: (Sonidos ininteligibles.)

Valentín: Su respuesta es…

Papillas: (Tras pausa.) Que sí, que acepto.

Todos: ¡Bien dicho!

Page 37: El Médico a Palos

PRÁCTICAS DEL LENGUAJE PROFESORA: GABRIELA ALBORNOZ.

37

Valentín: Ayúdenme a sacarlo de aquí para quitarle la sal. ¡Vamos, Lucas!

Lucas, muy enojado al principio, luego, presionado por gestos y breves comentarios como “olfa”,

“chupamedias”, etc., de los demás, accede de buena gana y sal para ayudar a Valentín. En ese

momento, choca con Papillas que entra.

Papillas: ¡Por fin! Quiero que sepan que esto es na trampa y que jamás lo voy a perdona.

Lucinda: (Melosa.) Vamos, papá. N lo tomes así. Pensá que lindos nietos vas a tener…

Papillas: (Se ablanda.) Está bien está bien. Los perdono. (Se abrazan los tres,)

Lucas: (Al ver a Martina.) ¡Ahora lo veo claro! ¡Esta mujer fue la que nos dijo que ´l era un

médico genial!

Martina: Pero no lo es, el pobre Valentín trató de decírselo a los dos. Todo fue una broma que le

hice a mi maridito…

Valentín: Sí, ¡una bromita!

Papillas: Después de todo, me alegro. Ese viejo de García etcétera, etcétera, no se merece a mi

hija. Lo único que lamento, señor Valentín, es que haya tirado todas ms píldoras… mis

grageítas… ¡Mis remedos!

Valentín: Pero hombre, ¡debería agradecérmelo! ¡Si usted está más sano que un roble!

Papillas: ¿Cómo lo sabe?

Valentín: (Deteniéndose junto la puerta con Martina.) ¡Porque soy médico! ¿no? ¡Adiós!

Todos: ¡Adiós!

Irrumpen en escena los habitantes el pueblo con cabriolas y bailes amando de este modo el

saludo final.

FIN