El Mercado Como Auto-regulador Social

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LUIS HERNANDO MUTIS IBARRA Página Web: www.D10Z.com O EL FIN DEL ESTADO PATERNAL República de Colombia Departamento de Nariño Municipio de pasto

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Desde los años 70s en Colombia comienza certeramente el proceso de la privatización o el fin del estado paternal, con lo cual la plantelización es hoy simplemente las puertas del edificio ya elaborado de las nuevas condiciones sociales y económicas de la educación globalizada.

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LUIS HERNANDO MUTIS IBARRA Página Web: www.D10Z.com

O EL FIN DEL ESTADO PATERNAL

República de Colombia Departamento de Nariño

Municipio de pasto

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El mercado como auto-regulador social o el fin del estado paternal Luis Hernando Mutis Ibarra

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EL MERCADO COMO AUTO-REGULADOR SOCIAL

O el fin del Estado Paternal

C O N T E N I D O

1. Las nuevas condiciones sociales

2. El neoliberalismo, o las políticas para un desastre social

3. Un balance coercitivo:

4. ¿Hacia dónde?:

5. La condición globalizada

5.1. De la globalización

5.2. Algunas matizaciones del proceso de globalización

5.3. Virtualidades de la globalización cultural

5.3.1. Como cualidad compartida.

5.3.2. Globalización e hibridación.

5.3.3. Marco para pensar nuestro mundo, nuestra cultura y nuestros

problemas.

5.4. Consecuencias para la educación

Bibliografía

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1. LAS NUEVAS CONDICIONES SOCIALES

¿Sacrificar al hombre en aras de la reestructuración productiva? GAUDÊNCIO FRIGOTTO

“… la utopía da sentido a la vida, porque exige, contra toda verosimilitud, que la vida tenga sentido”

C. MAGRIS

Contextuar el ámbito educacional de nuestra región implica hacer un tejido con los hilos de las huellas que han precedido las experiencias de nuestras realidades, nutridas en el seno de las diferentes tradiciones culturales que se niegan a desaparecer o cambiar; con nuestras percepciones del mundo desde las incidencias intelectuales, las vivencias pasadas y desde nuestros proyectos y deseos, los cuales nos otorgan y nos dotan de sentido y significación para valorar nuestros propios mundos.

Estas percepciones tienen una carga histórica significativa y de una valoración que estuvieron, están y estarán presentes en todo momento. Por estos motivos, la caída de las visiones y cosmovisiones arrastraran consigo la esperanza de la vida y de la educación. Al apreciarlas es porque se la considera útil para perfilar avances progresivos para los individuos y su sociedad. Hoy, mas que nunca se tienen condiciones propicias para forjar un futuro desde el aquí y el ahora, donde daremos sentido y formularemos nuestros propósitos acerca de las finalidades que merecen la ser perseguidas. Es un encuadre que tendremos que consolidar desde lo que imaginamos aquello que aspiramos con lo que vivimos y experimentamos, para manejar lo que tenemos en nuestras manos y podemos manejar, junto la las fuerzas externas poderosas (mundiales y locales) que se imponen con o sin nuestro consentimiento, queriendo direccionar mecánicamente y de manera perversa nuestros propios destinos. Desde hace casi medio siglo, comenzamos a vivir y a sentir la implementación cada vez con mayor intensidad la transformación del Estado Bienestar que llevara inexorablemente al establecimiento del mercado como auto-regulador de la sociedad, donde entremezclados con los conceptos de modernidad se va produciendo la desocialización progresiva; es el fin del Estado Paternal, donde poco a poco y con intensidad creciente se entrega a la gente su propia responsabilidad social, hasta llegar a una liberación (privatización) total del estado frente a sus políticas sociales.

A esto se le unen las nuevas condiciones valorativas de la modernidad, expresadas en el retiro creciente del individuo a su esfera privada, que repercute intensamente en la apoliticidad, la imaginación pobre de la política, poca creación cultural y artística, desvalorización del pasado, el conformismo generalizado, consumo desmesurado como fuente de goce, desorientación de la vida, dificultad para envestir proyectos futuros, inestabilidad y la adhesión incondicional a entusiasmos vacíos. Dichas políticas contribuyen al desarrollo del “Mecanomorfismo”, referido al paso de una vida hueca, sin sentido, de un vacío interno profundo, el cual se desea llenar (inútilmente) con estímulos externos como los grandes espectáculos, la televisión (cable, video-juegos), el cine; la prioridad es pasarla bien (pasivismo) como sea. Lo que lleva a las desilusiones, la fatiga, el cinismo, la soledad; todos ingredientes para encalambrar la inteligencia. Es lo que, en palabras de Guilles Lipovetsky llama la “era del vacío” o la sociedad Narcisa. Plantear la educación desde el análisis de las innumerables presiones y condiciones de la sociedad actual (modelos socioeconómicos, políticas neoliberales, la agonía del deber, el estado de derecho, el individualismo, surgimiento y asunción de un nuevo sistema de

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valores, intensidad de las tecnologías informacionales, la globalización) es hablar del paisaje de nuestros propósitos en un horizonte de nuestras intencionalidades sentidas de progreso para mejorar nuestros entornos institucionales y los sujetos que en ellas se forman. Toda sociedad y toda cultura han seguido y persisten en una trayectoria mas o menos definida (arbitraria o intencionada), recta o curvilínea, que implica la consolidación del curso de su historia en una determinada dirección, constituyendo su pasado, asignando sentido al presente y marcando la orientación de su futuro. Esas presiones y condiciones se comportan o las vemos como nuestros modestos nuevos dioses. Depende de nuestra comprensión y conocimiento de ellas para nos dejemos llevar por ellas o que tomemos el mando para poderlas utilizar y hacernos de nuestras propias rutas.

2. EL NEOLIBERALISMO, O LAS POLITICAS PARA UN DESASTRE SOCIAL

La política del nuevo individuo (neoliberal), conduce al detrimento de las políticas de

ayuda social del estado; es decir, de una sociedad que no requiere de política social, porque es la de los vendedores privados y de consumidores o clientes sumisos, con el supuesto de que existe la suficiente y variada oferta de bienes y servicios, por lo cual no se necesita interiorizar y universalizar valores como la solidaridad, la equidad, la organización, la participación, el bien común y los derechos humanos. Se rechaza el estado interventor, para que tenga cabida el individualismo posesivo y excluyente. El neoliberalismo rechaza el Estado, por lo que se promulga por una sociedad que no requiera de política social alguna.

En el siglo XIX Herbert Spencer refería que “pobres y desempleados no son otra cosa que parásitos de la sociedad”, pues quienes entran al círculo de la asistencialidad se vuelven pasivos y acaban enclaustrados en el círculo de su propia marginalidad y dependencia. Este tipo de pensamientos reducen conceptualmente la pobreza a una simple insuficiencia de ingresos (medición cuantitativa), deshumanizando y homogeneizando a los pobres, considerándolos un sector fragmentado y residual a la meta macroeconómica, que en últimas reafirman su status y reproduce las desigualdades sociales. Sin embargo, se acepta luego que la existencia de grupos sociales excluidos, requieren políticas asistenciales y focalizadas de manera transitoria mientras logran vincularse al mercado.

El Banco Mundial desde los años ochenta viene impulsando este segundo concepto (Línea blanda del neoliberalismo)1, donde intenta contribuir a solucionar la crisis fiscal del estado mediante la reducción del gasto social, focalizando la ayuda en los grupos más vulnerables; se comienza igualmente a preconizar la privatización de la política social. Ya en la década de los noventa se considera una segunda generación de las políticas sociales, pues las anteriores fueron un fracaso. Se toman nuevas medidas: Invertir en las personas focalizadas, aminorar el crecimiento demográfico, invertir más en las mujeres, impulsar la participación de las comunidades, mejorar la gestión del gobierno, conocer más la pobreza, coordinar la colaboración del sector privado y las ONG2.

Lo que se hace es la redistribución de la pobreza: la sisbenización o estratificación de la sociedad; deshumanizando a los pobres, se da un alivio conservador, orientado al individuo focalizado y fragmentado, de corta duración, que en últimas reafirman su status quo y reproduce las condiciones de desigualdad social.

1 ACOSTA, Alejandro: Análisis del Contexto Regional, Procesos de descentralización y su impacto en la Educación.

2 ACOSTA. Op.Cit.

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¿Qué es un pobre? Cuando el ser humano no tiene la posibilidad de Ser, se dice que es pobre, ya que este término se define por la no-satisfacción de aquellas necesidades que apuntan a la supervivencia y la calidad de vida: Alimentación, vestido, vivienda, salud, educación y trabajo. Una vez cubiertas, vienen luego: afecto, identidad, libertad, participación, creatividad, recreación, tiempo libre y espiritualidad.

Así mismo, en el programa financiero de la televisión CNBC, el comentarista informaba que “el memo de la compañía definía a una persona pobre como la que no tiene al menos 100 mil dólares en efectivo para invertir”3. Lo que significa que la mayoría de la población somos pobres. Este criterio no sólo es un criterio de algunas empresas de Estados unidos para aceptar clientes, sino también para hacer contrataciones. A estas entidades no les interesa la educación universitaria ni la experiencia de los aspirantes al trabajo; para ser contratados, estos deben escribir una lista de conocidos que tengan más de 100mil dólares para invertir. Si su lista es extensa obtienen el empleo, sino, lo rechazan.

En Latinoamérica se podría decir que por lo general toda la población es pobre, puesto que los estadísticos distribuyen la población así4:

1. No pobres el 20%, de los cuales sólo el 5% vive en confort y el 15% restante están en la frontera de la pobreza.

2. Pobres el 80%, de los cuales el 20% no están en la indigencia y el 60% son indigentes, de estos, el 40% no es extrema, pero el 20% sí lo es.

El estado venía protegiendo la pobreza con sus políticas de asistencia social. Es la

garantía por parte del estado de unos estándares mínimos: ingreso, alimentación, salud, vivienda, educación, seguridad social; estos son derechos políticos y no gestos caritativos del gobierno, puesto que fueron conquistas sociales que acompañaron el proceso de industrialización y urbanización.

El Estado Bienestar, comienza hacer crisis desde los sesentas, manifestándose en el desequilibrio entre la capacidad contributiva y las obligaciones distributivas del sistema; igualmente crece la crisis de legitimidad, puesto que se va perdiendo el apoyo social y político, se debilitan aceleradamente los sindicatos, las organizaciones sociales y los partidos políticos. Contribuye también la crisis del socialismo el cual, degeneró en un estado autoritario, burocrático, policial y jerárquico. El totalitarismo se alimentó de autocracia y dictadura. En América Latina, la concentración sin precedentes de la riqueza y el empobrecimiento, el desempleo o el subempleo de la mayoría de la población económicamente activa, la pérdida de derechos (salud, educación, vivienda tierra) sentencia a vivir en la injusticia. Este panorama con las políticas internacionales de desmantelar los Estados Bienestar y el crecimiento desmesurado del poder transnacional se le da la entrada al gran dictador “El mercado”, él ordena nuestro presente y ordena nuestro porvenir; pero también es la apertura para la subversión de la pobreza y la inseguridad social. Por lo tanto en la educación, se trata de institucionalizar el principio de la competencia con dos propósitos fundamentales: Uno para el control de calidad por medio del mérito y la competitividad y el otro para subordinar la producción a las demandas, en la cual se evalúa la pertinencia. Así que, la propuesta neoliberal combina dos lógicas: La hipercentralización,

3 TRUMP, Donald J. y KIYOSAKI, Robert T. “Queremos que seas rico”, dos hombres un mensaje. Editorial Aguilar.

Bogotá –Colombia. 1ª edición, junio de 2007. Pág. 329-330. 4 ESCOBAR HERRAN, Guillermo León. “Los Interrogantes de la Pobreza” Unión Gráfica Ltda, pág. 12

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donde se maneja el control pedagógico (curricular, evaluación, formación de docentes); y La descentralización, para el control financiero, funciones y gestión del sistema. De esto se deriva la flexibilización en las formas de contratación y las redistribuciones salariales de los docentes.

Según el Consenso5 de Washington6, la crisis actual de los sistemas educativos latinoamericanos básicamente es de eficiencia, eficacia y productividad antes que de universalización y extensión del servicio (ya no se habla de derecho a la educación); en síntesis es una crisis de calidad o Gerencial como se la llama ahora.

La crisis ha demostrado la incapacidad del Estado para administrar las políticas sociales, ”la crisis de productividad de la escuela no sintetiza otra cosa que la crisis del centralismo y la burocratización propias del estado interventor. Los gobiernos han sido, según ello incapaces de asegurar la democratización de la enseñanza mediante el acceso de las masas a las instituciones educativas y, al mismo tiempo, incapaces de garantizar la eficiencia productiva que debe caracterizar las prácticas pedagógicas en las escuelas de calidad”7. La educación, según este tratado debe someterse a las reglas del mercado, lo que implicaría sacrificar al ser humano en aras de la reestructuración productiva; “la reforma administrativa propuesta por el neoliberalismo se orienta a despublicisar la educación, a transferirla a la esfera de la competencia privada. Reducida a una condición de mercancía, la educación debe ser protegida no por supuestos derechos sociales sino por los derechos que asisten el uso y disposición de la propiedad privada por parte de sus legítimos propietarios... El modelo de hombre neoliberal es el ciudadano privatizado, responsable, dinámico: el consumidor”8.

En la época de frontera, o de transición entre el Estado Paternal y el mercado como auto-regulador social, se suscita una encarnizada lucha por recluir al individuo a su esfera privada y/o por hacer que el Estado se haga cargo de él, por lo que se necesitaría grandes cargas económicas que ningún país puede soportar. Inclusive existen indicios paradójicos de dicha pugna; es el caso por ejemplo, para citar uno de ellos, que con algunas políticas sociales del actual presidente Álvaro Uribe Vélez, como “las familias en acción” y “las familias Guardabosques”; por un lado han favorecido el alivio y control de la pobreza en la ciudad y el campo respectivamente, por otro lado ha llevado a estimular la disminución y la intensidad del trabajo (varias familias piensan que ya no tienen necesidad de hacerlo, ya que cada mes el gobierno se hace cargo de ellas), lo que ha conducido por ejemplo a una menor participación (en algunos casos ha desaparecido) en actividades de cooperación comunitaria, como es el caso de las “mingas”, para resolver o contribuir a la resolución de problemas comunes; puesto que, se argumenta que debe pagarse el salario o jornal diario, de lo contrario ya no se quiere participar. Aquí es donde se necesitaría crear o estimular el ámbito educativo para que la conciencia emerja a favor de los factores equilibrantes de la cultura del individuo – social y entre lo público y lo privado.

La crisis tiene responsables, como es el estado interventor (bienestar) el cual, “creó

las condiciones de una profunda indisciplina social basada en la confianza que la comunidad terminó por depositar en las falsas promesas que los propios Estados han formulado y que

5 El consenso es un acuerdo unánime entre naciones o grupos que negocian asuntos de interés común (poderosa estrategia

de coerción). 6 GENTILI, Pablo. “El consenso de Washington: la crisis de la educación en América Latina”. En la revista Horizonte

sindical. Octubre 1.998 Nº 10/11.Págs 7-22. 7 Ibid, Pág. 9

8 M. Apple, T.T. da Silva y P. Gentili. “El neoliberalismo y la crisis de la escuela pública”. Buenos Aires. Losada, 1.997.

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los sindicatos han exigido: la necesidad de construir una escuela pública gratuita y de calidad para todos... Si la educación es una inversión cuyo retorno inmediato es fundamentalmente individual, la transferencia al Estado de dicha responsabilidad convierte a éste en una instancia inoperante y al individuo irresponsable e incompetente en una de las causas más claras de la crisis de la escuela”9. Otro gran responsable es el Sindicato, ya que han exigido exactamente al Estado aquello que, para el neoliberalismo, genera la propia crisis: más intervención, aumento de los recursos, criterios igualitarios, expansión la escuela pública. “Los gobiernos latinoamericanos han tenido en los sindicatos un enemigo paradójico, ya que éstos, al haber reafirmado (y exigido) la centralidad del Estado en la planificación y el diseño de las políticas educativas, se han transformado en una barrera insalvable tanto para modernizar los sistemas escolares como para transformarlos en un conjunto de mercados competitivos y flexibles”10.

Las políticas neoliberales alimentan, estimulan e impulsan el individualismo salvaje, pues dice que el colectivismo no permite reconocer el valor de la cultura del trabajo, que la metamorfosis de la educación depende sólo de la capacidad, la inventiva, el esfuerzo y el mérito incesante de cada individuo para cambiar su propio trabajo en su propia escuela. La ética individualista reconoce el esfuerzo, la tarea ardua y constante, amor al dinero y el progreso material, admiración de los triunfadores, satisfacción espiritual y material y ganador en la vida.

Para el sistema educativo, se dice que el problema no es aumentar recursos, sino que hay que hacer una asignación más eficaz; no es aumentar el presupuesto, sino gastar mejor lo asignado; no es aumentar docentes, sino racionalizarlos; no es construir más escuelas, sino hacer uso adecuado y racional del espacio escolar; no hacen falta más alumnos, sino hacer alumnos más responsables y comprometidos con el estudio. Se impulsa una profunda reforma que reconozca que sólo el mercadeo puede desempeñar un papel eficaz en la asignación de recursos y en producir la información necesaria para implementar mecanismos competitivos meritocráticos.

3. UN BALANCE COERCITIVO

Tanto el Banco Mundial (BM) como el Fondo Monetario Internacional (FMI) han ejercido y ejercen un fuerte carácter tutelar de las economías latinoamericanas, los cuales aplican políticas de ajuste con el objeto primordial de garantizar el pago de la deuda externa (tan inagotable y eterna). Por lo tanto, el sentido interventor y condicionante de ambas instituciones se ha intensificado en los asuntos vinculados con la política interna de estos países, sobre todo en lo referido al diseño de las políticas sociales efectuadas en cada país. En esta última década, como nunca antes nos han hecho sentir a todos los latinos el peso de dicha deuda, y para garantizar las respectivas amortizaciones los organismos financieros internacionales ejercen gran presión para reducir dramáticamente el supuesto elevado gasto público e inversión social.

Se llama a cuentas y, para renegociar la deuda para poder captar nuevos empréstitos, estarán sujetos a nuevos imperativos (o chantajes) de limitar al extremo la intervención de los gobiernos a la esfera de las políticas sociales, la reducción del gasto público, la implementación de un riguroso programa de privatizaciones. La educación, en

9 GENTILI: Op.Cit. Pág.11,12.

10 GENTILI. Op.Cit. Pág. 11.

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este marco, fue uno de los sectores más fuertemente sometidos al ajuste de dichas políticas. El impacto de las políticas de ajuste estructural demuestra que la realidad tiende a alejarse diametralmente de cualquier visión exitista.

En la esfera del sistema educativo colombiano la implementación de dichas políticas ha sido cada vez con mayor radicalidad y perversidad, a la par que se exige mayor calidad de resultados. Las siguientes son instauraciones y tendencias de aplicación:

Reducción progresiva del gasto en el sector educativo11.

Pauperización del gremio: Los salarios pierden su poder adquisitivo, más aun cuando las políticas salariales de nuestro país intentan nivelar los salarios por lo bajo, puesto que la ponderación del aumente, todos los años en esta ultima década se hacen de mayor a menor. Educadores con 20 años o más de experiencia y sus títulos de postgrado no alcanzan los 6 salarios mínimos. Cuando se implementa de amanera arrazadora estas nuevas políticas, el diálogo sobre salario profesional del magisterio colombiano se silencio.

Aumento de la responsabilidad de las familias para financiar la educación de sus hijos.

El sistema descentralizador y de transferencia de recursos a los municipios, lejos de limitar los efectos antidemocráticos de esta tendencia, los ha profundizado. Inclusive, la asignación de recursos por estudiante ha ido disminuyendo de acuerdo al capricho gubernamental; acaba de suceder el paro nacional (julio 2007) por el recorte a dichas transferencias.

Introducción gradual de la privatización: en la nominación ya no existirán nombramientos, sino nuevas formas de contratación, por lo cual aparecen figuras como: Municipal, contratada, ONG, OPS, de fundación. No se reemplazan las plazas vacantes.

Las condiciones de ingreso laboral al magisterio se regula por concurso, períodos de prueba y capacidad fiscal de pago, sobre todo el ascenso del escalafón, donde se tiene que esperar turno y disponibilidad presupuestal, lo que entorpece y estanca el mejoramiento salarial de un educador.

Degradación de las condiciones de enseñanza y aprendizaje en las instituciones escolares.

Creación de la nueva figura de la “Institución Educativa Municipal”, lo cual es una forma de controlar y manejar la pobreza de los planteles educativos. Aunque para innumerables planteles la pobreza se multiplicó en sus ámbitos. Ya que, si antes le llegaban algunos recursos mínimos para su funcionamiento, ahora, en las nuevas condiciones, se encuentra supeditada al capricho del rector de la institución, el cual maneja esta nueva condición con viejos hábitos burocráticos.

Aumento desmesurado y brutal de desgrane, conservación y retención escolar.

Ante la deuda, las multinacionales prestamistas se aseguran primero de que puedan recibir las respectivas amortizaciones, para lo cual exigen a los países deudores planes de desarrollo que viabilicen los ajustes requeridos. A esos acuerdos de voluntades entre los

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El porcentaje del ingreso de la nación al situado fiscal desde 1.996 es de 24.5% (ley 60 de 1.993), la congelación causa

déficit de 804.00 millones en 1.998 que se cubrió con el fondo de compensación educativa. Con el acto legislativo Nº 7 de

1.998 se reduce la base de liquidación del situado fiscal al deducir de los ingresos corrientes los intereses de la deuda

externa.

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gobiernos, los traslada al ministerio de hacienda con las administraciones regionales y este a su vez con las locales, son los llamados “convenios de desempeño”; una vez suscritos se hacen legales, haciendo de ellos el mecanismo de control severo12; dicho convenio pone las metas, se firma y se convierte en ley. La vigencia depende del déficit fiscal que tenga cada departamento, pueden ir desde un año para las regiones más solventes, hasta 20 años y más para los paupérrimos. De la estrictez en el cumplimiento de los compromisos dependen los desembolsos.

En el ámbito general la privatización hace su curso invadiendo todas las instituciones. Se estratifica a la sociedad: Estratos 1,2 y 3 el bajo- bajo, el estrato 4 y 5 el medio-bajo y medio-alto respectivamente, el estrato 6 es el alto. Es una estrategia para la reorganización de la pobreza de la cual se pretende atender a los más pobres de los pobres; sin embargo la política de mercado y del capitalismo salvaje, es de que “el que tiene plata que pague”, lo que hace que en instituciones públicas comience el proceso de privatización pues, se paga de acuerdo a la declaración de renta. Recordemos que el Estado Bienestar permitió a los países en desarrollo: Articular un buen tejido social, dinamizar las economías, redistribuir el ingreso y que las personas se sientan individuos con futuro y ciudadanos con derechos en la práctica. Esto no sucedió en Latinoamérica, y sobre todo en Colombia, lugar en el que se implanta un modelo incoherente con los logros requeridos para ello.

Se da una orientación previa de subsidiar a las instituciones que ofrecen servicios sociales, pues a ellas llegan todo tipo de personas; es el “subsidio a la oferta”, la cual se cambia por el “subsidio a la demanda”, es decir al que necesita el servicio; es otra estrategia para focalizar y controlar la pobreza.

En la educación el panorama es igualmente crítico para los que aspiran o vivimos de la profesión de educador, existen reformas desde el nivel laboral y gremial, institucional, administrativo, organizativo y pedagógico. A continuación se reseñan algunos de esos aspectos relevantes.

La percapitación: Introducir la privatización en el sistema educativo implica llegar desde la asignación presupuestal de acuerdo al número de alumnos que tenga el territorio indicado, al cual se le estipula un rubro anual por cada estudiante. La intencionalidad es que a cada institución le lleguen los recursos de acuerdo al índice de cobertura. Es la ruta estratégica hacia la plantelización.

Esto, de no manejarse y mantener un frente de sostenimiento social del estado, podría llevar a la desaparición de la escala salarial (escalafón) única del país, puesto que sería según la capacidad económica de las entidades territoriales. Es la total descentralización y municipalización de la educación; además estimularía el hacinamiento escolar, se aplicarían las nuevas formas de contratación, las cuales evitan erogaciones económicas por prestaciones sociales. Ya no se necesitarían organizaciones sindicales, porque no existirían derechos que defender. Llevaría a la pauperización del gremio magisterial. El Nuevo Colegio –Plantelización-: Para fusionar lo público y lo privado, donde la nueva institución escolar está regida por parámetros privados con dineros del estado; puesto que, tendría autonomía financiera, ya que sería libre para nombrar sus docentes y fijarle salarios; en ella se implanta el nuevo sistema de gestión (gerencia educativa). El gobierno quiere

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VARGAS, Janeth. “Alerta por crisis fiscal departamental y municipal”. En EL SIGLO. Domingo 5 de septiembre de

1.999, Informe/13.

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convertir las Instituciones en empresas de producción material; por eso, se estimula lo técnico. Rectores, Directores y Coordinadores pierden el carácter de docentes.

Racionalización: Es matematizar la percapitación sin tener presente factores diversos que hacen de la labor docente una jornada ardua y difícil, es la perversión de las nuevas políticas de las multinacionales (BM, FMI, BID). Por lo cual los estadísticos de relación alumno/maestro13 y el número total de estudiantes determinan la planta de personal. Esto ha llevado a algunos directivos despistados y con ceguera política a hacer administraciones déspotas y dictatoriales, donde convierten a los educadores en serviles y esclavos, sin el menor indicio de respeto por sus derechos; creando de esta manera ambientes hostiles y denigrantes

Jornada Única: Hace 30 años que las políticas del estado nos volvió una sociedad de medio tiempo, todo para evitar aumentar el presupuesto en educación, evitándose construir nueva infraestructura para atender la población descolarizada. Volver a esa cultura ha implicado e implicará: Invertir en infraestructura, Bienestar estudiantil y salario profesional para los educadores.

Prácticamente se comprimió la clase y la institución; pues, tiene que compartirse la planta física con otras jornadas, los educadores tenemos que buscarnos otras vinculaciones para poder sobrevivir, y los estudiantes con sus tardes de televisión y videojuegos.

Para la mayoría de los educadores, volver a la jornada única es volver a un pasado con condiciones actuales que ya no se pueden echar atrás. Sin embargo, con el decreto 1850, se intenta ir creando dichas condiciones, donde se regula la hora efectiva (60 minutos), lo cual contribuye a la disminución de plantas de personal docente, así como la exigencia de permanencia en el plantel.

Jornadas complementarias: Es la escuela virtual, donde se extiende la jornada, sin alumnos y sin maestros. Es atendida generalmente por personas a las cuales el estado quiere que aporten gratuitamente o contribuyan a sus políticas, y que muchas veces no están preparados para atender dichas poblaciones. Esta estrategia para llevar a la jornada única es viable, pero debería haber compromiso del Estado para permitir y crear las posibilidades de ejecución con condiciones dignas para el desarrollo de los profesionales docentes y sus estudiantes. Con esto, se requiere que las Instituciones Educativas ya no tengan otras jornadas de estudio formal donde tengan que compartir sus planteles; por el contrario, sean tiempos y espacios que contribuyan a la potencialización humana de los que son parte de la institución.

El ingreso laboral: Se ha creado unos nuevos requerimientos y un nuevo estatuto docente, o sea, según los requisitos previstos en el decreto ley 1278 de 2002 (Estatuto de Profesionalización Docente; el Estatuto Docente antiguo, o decreto 2277 ya no da derecho a gozar de las prerrogativas de la carrera docente). Es de resaltar que es imposible pensar que el país puede avanzar en el mundo de la cultura, la ciencia, la participación política o la industria, sin contar con educadores de las más altas calidades profesionales y humanas. El Estado puede hacer mucho en el desarrollo de modelos de evaluación, inversiones de

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Para 1998 la relación era de: 1/25 en lo rural y 1/35 en lo urbano; hoy es de: 1/30 en lo rural y 1/37 en lo urbano; aunque

en las instituciones de prestigio, el tamaño del aula, arbitrariamente y por presión (de influencias y exigencia por demanda

de cupos) fluctúa entre los 45 y 52 estudiantes.

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infraestructura, dotación de instituciones o transformación de la organización del sistema educativo, pero si no cuenta con profesores bien preparados e identificados con su responsabilidad social todo aquello será inútil o, por lo menos, muy insuficiente. Es el nivel profesional de los educadores el que otorga dignidad al ejercicio del magisterio ante la sociedad.

La carrera como profesional de la educación: Para garantizar la idoneidad de quienes

educan a niños y jóvenes hacen falta facultades de Educación de muy alto nivel, procesos de formación continuada, condiciones laborales comparables con las de otras profesiones, sistemas de estímulo y reconocimiento social para los más destacados y sistemas exigentes de ingreso a la profesión. Los gremios magisteriales han sido reiterativos en reclamar todas estas condiciones. La expedición del estatuto docente hace casi treinta años ha permitido una mejora de las condiciones laborales, aunque todavía no sea la que muchos quisieran. Las facultades de Educación se han ido depurando. Se han hecho grandes inversiones en capacitación de docentes en ejercicio. Ahora se abrió después de varios años los concursos de ingreso para la vinculación de varios miles de nuevos maestros: esta es una gran oportunidad.

Incorporar nuevos maestros debe ser un ritual de gran impacto social que toda la sociedad debe ver con ilusión y vigilar con exigencia. Casos en los que maestros falsifican títulos y certificaciones no pueden tolerarse, como tampoco pueden tolerarse políticos y gobernantes corruptos, policías deshonestos o jueces venales. Y la forma de hacerlo es mediante concursos de méritos transparentes donde cuenten las condiciones profesionales y la preparación académica al margen de las recomendaciones políticas o las marrullas que, sacándoles el cuerpo a los concursos, restan dignidad al ejercicio de la docencia.

Por esto es importante pedir al Ministerio de Educación y a los medios de comunicación que informen a la ciudadanía todo lo pertinente a los concursos: número de maestros que se contratarán, lugares a los que irán, condiciones que se les piden, número de aspirantes y procesos de selección. Nombrar maestros en propiedad no es un asunto trivial: por el contrario, se trata de un tema de la mayor trascendencia pública y, por lo tanto, nos incumbe a todos los ciudadanos. En el país hay suficiente cantidad de gente que ha concluido sus estudios universitarios a quienes se debe dar oportunidad de competir limpiamente para ocupar los cargos.

Es importante que esto tenga éxito, que quienes quieran ejercer esta profesión se presenten al concurso y que gremios y ciudadanía vigilen que el proceso se cumpla debidamente para asegurar que el relevo generacional se haga con la mejor gente posible, seleccionada mediante mecanismos claros y equitativos. Este es el primer paso hacia una política de estímulos que está en mora de desarrollarse en el país. Sólo así se logrará el fortalecimiento de la educación pública, que constituye la base fundamental del sistema democrático, a pesar de lo que opinan quienes propenden por la privatización, amparándose en la supuesta corrupción generalizada del magisterio.

La evaluación del Docente. Es de hacer énfasis, en que la evaluación deberá ser un

instrumento diagnóstico para determinar políticas de actualización, capacitación y profesionalización. La evaluación es valoración de procesos de desarrollo, donde no existen malos ni buenos. La valoración no es lo que a mí me sirva, sino que es para entender al otro. El Examen aniquilación o descalificación no es solución para cualificar la educación, son políticas que han permitido que personas no cualificadas estén guiando a los niños y jóvenes de este país

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Reformas laborales: Además de las anteriores consideraciones, existen innumerables

aspectos y condiciones que lesionan los derechos conquistados por todos los educadores colombianos, y muchas de ellas en caso de a aprobarse lesionarían profundamente las condiciones del gremio magisterio colombiano:

Incompatibilidad salario – pensión, no habría jubilados activos.

Se pierde la pensión gracia. Si no tiene los requisitos, quedaría una única pensión.

Tambalea la retroactividad de las cesantías.

Propuestas para la disminución de la pensión de jubilación (por ejemplo, liquidarla con el promedio devengado en los últimos 10 años).

Pasar al régimen de ley 100, lo que implican aportes del 5 al 13%, afiliación a fondos privados de pensiones y medicina prepagada.

Se destruirían las organizaciones sindicales.

Se reduce significativamente los educadores oficiales pagados por el estado.

El régimen de prestaciones será según la regulación que se haga en cada municipio.

Desaparece el tiempo doble.

Las Juntas de Escalafón no tendrían razón de ser.

Las vacaciones sólo serían de 15 días hábiles.

Quedamos como empleados de libre nombramiento y remoción.

Se disminuye el incremento anual del situado fiscal con la pretensión de amortizar la deuda externa.

Se destituirían masivamente a los educadores territoriales.

El estado comienza por abandonar la responsabilidad financiera de los preescolares y educación media; puesto que posteriormente lo hará con la básica porque los educadores serán pagados con recursos percápita, provocando simultáneamente estímulos al hacinamiento en las aulas escolares.

El gobierno se auto-otorga un cheque en blanco para retirar, trasladar y realizar evaluaciones sansionatorias a los educadores.

Al suprimir el régimen de traslados, se dan facultades omnimodas a los nominadores para disponer al antojo la estabilidad laboral de los docentes.

Se aplicarían políticas de retiro e indemnización como en otras empresas.

Desplaza el papel de las juntas: JUNE, JUDES, JUMES, JAL y Veedurías.

Acéptese o no el panorama para el empleado actual, la situación tiende a complicarse, en el sentido de que, las políticas de los países apuntan definitivamente a terminar con el estado paternal, el cual ya no se hace cargo del empleo. Todos hemos sentido la incidencia legal de la aplicación de leyes que indican la descarga gradual y continua del Estado de las prestaciones sociales de los trabajadores (desde 1975 se congela la nómina de nombramientos; aunque posteriormente se siguieron realizando, pero con condiciones diversas; en 1980 se suspenden los derechos de pensión de gracia; para los profesores nacionales, sus cesantías son canceladas de acuerdo al monto o valor devengado año por año –no es con el valor del último salario-). Es el caso que se flexibiliza las formas de contratación (sea privado y/o con el Estado); primero se fijo por cada año (para el pago inmediato y no acumulado de prestaciones salariales), luego se recurre a la contratación por

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cierto número de meses (primero fue de 10 meses, luego por cada tres meses, hasta llegar al pago por horas), aparece así el salario integral.

Las políticas para terminar con el pensamiento de merecimiento son globales. En el sentido de que “millones de personas carecen de recursos financieros y esperan que el gobierno se haga cargo de ellos y resuelva sus problemas económicos. Si el gobierno no se ocupa de ellos, ¿Quién lo hará? Con los precios al alza, ¿quién tiene los recursos para hacerlo? El problema no puede posponerse por más tiempo. Con las grandes e inmanejables deudas por seguridad social, parece que la única solución es hacer lo mismo de siempre: gastar más de lo que ganamos, pedir prestado más de lo que podemos pagar, e imprimir más dinero. Es un círculo vicioso provocado por la incapacidad de resolver el problema”14. Todo esto ha lleva y conduce al descontrol absoluto de la deuda pública15, la hiperinflación, la devaluación creciente de la moneda (el dinero cada vez vale menos y para quienes vivimos del salario fijo la vida es cada vez más cara), inmenso y creciente número de jubilados, el creciente déficit comercial, la caída del dólar, los refugios fiscales para los ricos.

La realidad global es que lo que separa a ricos y pobres es cada vez más abismal, “Estados Unidos y muchos otros países se están convirtiendo en sociedades de dos clases (o masas): ricas y pobres. Una razón de peso: si no decides ser rico, lo más seguro es que te vuelvas pobre. En las naciones occidentales, la clase media está desapareciendo lenta, inexorable y catastróficamente”16. Actualmente, la preocupación mundial no es tanto cómo se resuelve el problema de la pobreza y los pobres, sino cómo se controla y se maneja adecuadamente, por eso se crean estrategias vitales para su equilibrio.

En un mundo con cada vez menos seguridad laboral, sería absurdo seguir pensando en aspirar a ella. Tiene que redireccionarse y reconceptualizarse la idea del dinero, conocer su funcionamiento, la forma de conseguirlo y manejarlo, es decir trabajar en las instituciones educativas sobre el desarrollo de la inteligencia financiera. Es por eso que se exhorta a entender que, “el único problema que el dinero no puede resolver es la pobreza. La pobreza tiene muchas causas, y una de ellas es la falta de educación financiera. Intentar resolver la pobreza con dinero, sólo provoca que haya más personas pobres y que los pobres continúen como están…, la verdadera solución a la pobreza mundial es la educación financiera, no el dinero. Si el dinero pudiera resolver la pobreza, bastaría la donación de él. Conforme la educación financiera aumente se reconocerá oportunidad por todas partes”17. La verdad es que, la educación en este sentido, daría una visión distinta, y la visión dará la capacidad de identificar problemas económicos para convertirlos en grandes oportunidades financieras; aunque es recomendable tener en cuenta que “no se puede aprender a nadar en un libro”, o visto desde estas consideraciones, “no se puede aprender negocios en un libro”; tampoco se quieren habitantes bien educados pero económicamente necesitados. Con esto de la educación financiera, se buscaría que las personas sepan salvarse a sí mismas antes de acabar con la pobreza mundial, lo cual requiere muchísimo tiempo.

14

TRUMP, Donald J. y KIYOSAKI, Robert T. “Queremos que seas rico”, dos hombres un mensaje. Editorial Aguilar.

Bogotá –Colombia. 1ª edición, junio de 2007. Pág. 104. 15

Estados Unidos ha pasado de ser el país más rico del mundo al más endeudado de la historia. Es importante tenerlo en

cuenta porque suele decirse que “cuando estados Unidos estornuda, el mundo pesca un resfriado”. 16

Ibíd. Pág. 72. 17

Palabras de Sharon Lechter en la Introducción de: TRUMP, Donald J. y KIYOSAKI, Robert T. “Op.cit. Pág. 25

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4. ¿HACIA DONDE?

Según el documento emitido por la comisión internacional sobre educación, equidad y competitividad económica en América Latina y el Caribe llamado “El futuro esta en juego”, manifiestan puntos relevantes en torno a la educación en el siguiente sentido:

“Los países deben realizar un esfuerzo especial por mejorar el prestigio de la profesión docente... Deben incrementar los salarios a un nivel que le otorgue mayor prestigio a la profesión y atraiga y permita mantener a los profesores talentosos” “Una organización que no es capaz de medir la cantidad y la calidad de su producto más importante – el aprendizaje – tiene pocas probabilidades de éxito”. “La educación es esencial para la prosperidad. Es esencial para satisfacer las necesidades más básicas del cuerpo y el espíritu humanos. Es por esta razón que el siglo XXI tendrá que ser el siglo de la educación y el siglo de los educadores”

El educador, hoy se debate entre la zozobra, la angustia y la impotencia ante la

arremetida de las políticas neoliberales, donde realmente favorecer su status en el contexto donde se desarrolla, está totalmente en vía antagónica de la retórica gubernamental, pues la hace como si estuviera en contextualizaciones del primer mundo, donde por ejemplo, la evaluación sintetizara el propósito gerencial para obtener resultados proyectados conforme a indicadores costo-beneficio; no es el mundo nuestro, porque no hay condiciones de que la educación este en el mercadeo; porque tal como vivimos, el mercado condena el pensamiento, el conocimiento, la colectividad a formas secundarias, reduce la pedagogía a una técnica instrumental y conductista, la lleva a racionalidades de eficiencia.

Se necesita recuperar la lucha social para hacer respetar los derechos conquistados y defender el estado Bienestar que garantice la igualdad de oportunidades y hacer efectivo el ejercicio de derechos sociales y económicos básicos, sin los cuales la proclamación de la libertad civil y la libertad política es mera retórica; el sector privado es incapaz de atender demandas sociales satisfechas por programas públicos. Es imperativa la reestructuración del estado bienestar en un estado social de derecho en la cual se incorpore la evaluación permanente, que tenga un horizonte ético para el derecho y el desarrollo humano sostenible (Libertad – participación – protección). Si el estado ha venido sutilmente descargando su responsabilidad a los territorios y las comunidades, asfixiándolos en las deudas eternas, es hora de devolverle la responsabilidad a la nación, puesto que municipios, departamentos y comunidades ya no resisten la carga económica y social a la que se les ha obligado cargar.

El sentido de pertenencia a una comunidad requiere un estatuto de ciudadanía basado en derechos civiles, políticos y sociales ampliamente desarrollados; sin ellos se viven conflictos permanentes; esta integración es de carácter institucional garantizada con una amplia participación de la comunidad. En este sentido la participación popular y la autonomía local para impulsar el desarrollo, se está convirtiendo en el propósito central de nuestro tiempo.

El desarrollo debe entenderse no solo como crecimiento económico sino como un concepto fundamental que englobe una interrelación activa de: paz, justicia social, libertad, participación ciudadana, economía sana, desarrollo científico, técnico y ético de responsabilidades colectivas e individuales. Debe orientar a mejorar la calidad de vida y el

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bienestar de las personas y no a mantener los procesos productivos animados por la lógica del capital y el poder del estado.

Para salir de la miseria psíquica y moral deben reorganizarse las instituciones sociales, las relaciones de trabajo y las relaciones económicas, políticas y culturales, de tal forma que se ponga la economía en su lugar para que no sea central o única, sino que sea un medio y no un fin.

La nueva política debe ser de fundamentación ética, que apele a la solidaridad y el bien común, donde se rechace la injusticia, las desigualdades y las exclusiones, donde se aprende a convivir y compartir; recordemos que la pobreza mata pero no muere nunca. Hay que dotar de mayor sustancia y realidad a los derechos sociales en un proceso de empoderamiento de la sociedad civil. El estado social no debe ser sólo una ayuda para los casos extremos y penosos, sino también una experiencia común y compartida por la mayoría de los ciudadanos, pues el objetivo debe consistir en garantizar derechos sociales que formen ciudadanos y no súbditos.

En el desarrollo histórico del estado bienestar, la primera fase es la extensión de los derechos democráticos de los ciudadanos, los cuales se asimilaron a la construcción social del estado bienestar; luego viene la política social en cuyo fin es la eliminación de la pobreza, para culminar en la maximización del bienestar y la consecución de la igualdad.

Los bienes meritorios o de las necesidades básicas humanas son18: 1. Nutrición. 2. Educación Básica. 3. Salud primaria 4. Vivienda nueva 5. Mejoramiento de vivienda y saneamiento básico 6. Alimentación 7. Subsidio de enfermedad y desempleo 8. Pensión de invalidez y vejez 9. Poblaciones especiales: discapacitados, jóvenes jefes de hogar,

desarrollo rural.

Mientras todo esto tiene los espacios y tiempos para que se den los procesos necesarios para que pueda ser posible, tenemos que ayudar o contribuir para que sea así; por ello, se han ido consolidando procesos de organización social, nuevos discursos y narrativas, nuevas concepciones, nuevos quehaceres e ideas por operacionalizar como:

Desobediencia civil: Cuando se han conquistado derechos a través de arduas y largas luchas, muchas veces sangrientas; las normas construidas fruto de la consolidación gremial y social, se interiorizan con tanta raigambre que generalmente son los principios que guían la labor del trabajador. Dado el momento de arrebatar y destruir lo conseguido provoca una inusitada violencia, sensación de abandono, de angustia, de impotencia, pero también de locura, de coraje, de rabia, de dureza. Por lo tanto el proyecto de desobediencia no es de conveniencia, puesto que tiene una base ética, ya que no se trata de hacerle conejo a lo desobedecido, por el contrario se proponen alternativas para lograr consolidar lo siempre propuesto: La calidad de lo que se hace. Es una perogrullada que en todo el mundo se respete la justicia, pero cuando la ley es el incumplimiento o va contra los

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OROZCO, Op.Cit.

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derechos y la moral de los ciudadanos, atenta contra su conciencia, por eso dicha ley se desacata. La desobediencia civil no es violencia, es resistencia; no es irresponsabilidad, sino la máxima obediencia a la conciencia19; es un acto de voluntad mediado por un criterio moral; es la mayor educación política frente a la injusticia; no es una evasión, implica un mayor grado de comprensión.

Responsabilidad teórica y profesional: Cuando se logró cristalizar un sueño de los

educadores, que fue lograr la estabilidad con la emisión y sanción del decreto-ley Nº 2277 del 14 de septiembre de 1.999, el cual regula el empleo como educador y las relaciones laborales: Ingreso, ejercicio, estabilidad, ascensos, derechos y deberes, estímulos, prohibiciones, permanencia, retiro; es el que crea la carrera docente en Colombia, por eso se le denomina “Estatuto Docente”. La gran importancia de esto, o una de las grandes intencionalidades de esta política fue la de crear condiciones para la cualificación de los educadores, pues 4 años después en el XII Congreso promulgado por FECODE en agosto de 1.982 en la ciudad de Bucaramanga fue aprobado e impulsado el Movimiento Pedagógico Colombiano con el lema “Educar y luchar por la liberación nacional”, este “tiene una razón de ser, a partir de la imposición de políticas estatales como el Mapa Educativo y la Reforma Curricular que buscaban “racionalizar” y “mejorar la calidad” de la educación. Con esta mira de control político y pedagógico el Estado creó, en efecto, el ambiente propicio para generar un proceso de estudio, investigación y respuestas por parte del magisterio colombiano al punto de desembocar en la idea de movimiento pedagógico”20. A pesar de todo esto y por varios factores cruzados en las políticas del estado que fomentó objetivamente la irresponsabilidad intelectual y profesional del maestro al tolerar prácticas políticas tales como la incorporación clientelista de maestros sin vocación ni formación, mediante la implantación de doble jornada y mediante el empobrecimiento y la tecnificación de la formación y capacitación. Por esto y demás aspectos de las condiciones diversas de los educadores la visión general al respecto es desalentadora; aumentó la burocratización de la educación pero no su calidad. “Maestros y maestras, chantajeados por los títulos universitarios, por la mercadotecnia de los supermercados del saber, por el hedonismo sin fronteras”21 es todavía necesario preguntarse ¿qué Hacer?

“Responsabilidad en el decir y en hacer, responsabilidad más allá del rumor, del chisme, que hacen de elementos esenciales en nuestra cultura de la habladuría, del verbalismo cínico; muchos pasos en la escritura para desplazar esta epidemia que identifica al docente colombiano. No puede haber responsabilidad ciudadana docente, si esquivamos la tradicional y dolorosa tarea de la escritura y la lectura, puede llevarnos a tomar posicionamientos de conciencia crítica – reflexiva, así como entre los chinos milenarios lo que no pasaba por la música no existía, para nosotros hombres que estamos en el segundo nuevo milenio de historia del mundo, lo que no pase por la escritura, sencillamente no puede pensarse”22. La responsabilidad es nuestra si queremos otro país, hay que comenzar ya, independientemente que otros quieran o no cambiar, hay que ser “proactivos” y no reactivos.

19

GANTIVA, Silva Jorge. “Un lustro de la ley”. Conferencia emitida en el INEM, San Juan de Pasto, junio 12 de 1.999.

Notas de cuaderno sobre la desobediencia civil. 20

GANTIVA, Silva Jorge. “Orígenes del movimiento pedagógico”. En la Revista EDUCACION Y CULTURA Nº 1, julio

de 1.984. Pág.13. 21

PERICO, Alvaro León. “Filosofía de la responsabilidad docente”. Conferencia en el Foro Departamental por la Defensa

de la Educación Pública, CEID-SIMANA, Septiembre 10 de 1.999. Mimeo 22

Idem, Pág. 4.

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Formación para un pensamiento político: Una educación sin filosofía ni política, es

para que el individuo rinda cuentas sobre resultados del saber y no para que acceda a pensar en los procesos que conducen a esos saberes o a los resultados de ese saber, pues se le ahorra al individuo la angustia del conocer. Esto es lo que se conoce como la imbecilidad del investigador, del pedagogo, del intelectual o de cualquier estudiante que no sepa desde que políticas se orientan dichos saberes. El trabajo como educador está necesariamente teñido de un gran compromiso político porque es un productor de bienes culturales y sociales. El distanciamiento de la política (no hablo de politiquería) produce falta de identidad de la profesión. De allí que generalmente en muchos casos, hasta tergiverse su compromiso político, y se adhiera a propuestas puntuales que distorsionan su propia imagen de educador, y que en muy pocas ocasiones discuta y reflexiones sobre lo que determina y define su oficio. El sentido político del que hablo no es el partidista, sino el de compromiso, puesto que la responsabilidad social que nos atañe y radica en la formación de los individuos que promuevan los cambios estructurales necesarios. El maestro debe ser ese “intelectual orgánico” del que habla Gramsci, el cual juega un papel fundamental en la dirección política y cultural de la comunidad en la que se concretiza su praxis social. Para ello debe ser consciente de su necesidad permanente de formación, de generar procesos continuos de autocrítica sobre su trabajo, de contextualizar su que hacer y de crear estructuras renovadas del saber pedagógico.

Reorganización social y resistencia civil: La globalización de las penurias para el tercer mundo empeoran cada vez más, lo cual ha comenzado a expandirse la idea de la reorganización social, la cual se creía había pasado de moda. Las últimas protestas y paros cívicos van dando los espacios y reflexiones en torno a esta necesidad, puesto que si no luchamos en unidad el riesgo es inmenso de ser destruidos por separado. Trabajadores estatales, campesinos, vendedores, usuarios de bancos, políticos, voces y plumas de personajes y dirigentes influyentes23 pasan por encima de los subterfugios y especulaciones que impiden o dificultan ubicar a los gobiernos como agentes principales y títeres de las multinacionales que tutelan la economía y política colombiana. La población decanta como consigna, un lema de batalla, cuya virtud reside en ubicar el blanco y movilizar a los trabajadores del país a unirse contra las políticas neoliberales. Tan antinacional ha sido el desempeño del gobierno, que incluso entre los estratos altos provoca justas y airadas resistencias24.

Nuevas narrativas y proyecciones autodeterminadas: Es importante analizar la

complejidad que representa la educación en estos momentos e estas situaciones donde se cruzan multitud de variantes imprescindibles en el nuevo orden social, lo que implica el descubrimiento de las coordenadas básicas para el diseño de proyectos de política educativa y de planes de cada institución y de cada educador. Estos son, en definitiva, específicos para cada individuo, aunque es imprescindible y hay múltiples motivos compartidos por grupos sociales, clases sociales, sectores profesionales, y por grupos

23

Carlos Lemos Simonds, contra la improvisación, la incompetencia y la irresponsabilidad de las gestiones pastranistas de

paz. Edmundo López Gómez, repudiando la insolencia intervencionista de Estados Unidos. Jaime Castro, alertando sobre

las gravísimas y trascendentales implicaciones contra la unidad territorial del país derivadas de que alguna o varias de las

agrupaciones armadas obtuvieron el estado de beligerancia. Los obispos, reclamando garantías para sus prelados. López

Michelsen, por la defensa de cerrada Caja Agraria. 24

ADE. “Documentos de análisis político y sindical”. Separata sobre Desobediencia Civil. 1998. Pág.7.

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étnicos, filosóficos y/o religiosos. Esta dimensión dinámica de la educación ha ido acumulando propósitos que se superponen unos a otros, que se potencian y se amalgaman entre sí y que también pueden resultar conflictivos entre ellos.

Se pretender ahondar en estas aspiraciones modernas al servicio de las cuales se pone la educación, el sistema escolar y las prácticas pedagógicas concretas. Es necesario y urgente ocuparnos de esas supuestas utopías que caracterizan a nuestro tiempo. Ellas son los pilares que desde distintos puntos de vista sostienen el hecho de que apreciemos a la educación como relevante, invirtamos gran cantidad de recursos en ella, aspiremos a extenderla a todos y a que reciban su influencia por un tiempo prolongado, porque tenemos esperanza. También dan sentido a la actuación de los profesores y orientan la selección de los contenidos de los planes de estudio. Algunos de esos paradigmas constituyen orientaciones profundas, estables, nítidas y son ampliamente compartidos por los miembros de una sociedad, con todos los matices y diferencias que se quiera.

Este análisis tiene que ver con la necesidad de proveer argumentos para generar discurso utópico (sueño proyectado que ha comenzado a ser), en el mejor de los sentidos de este término; una necesidad urgente para salir del déficit de pulso o tensión para seguir descubriendo nuevos significados del progreso en estos momentos en los que aparecen agotados los discursos, cuando las políticas educativas carecen de ambición y los movimientos sociales de los interesados en la educación (sindicatos, asociaciones de padres, partidos políticos, etc.) apenas se limitan a asegurar lo conseguido sin comprender que eso se devalúa ante los retos del presente. La educación está dejando de ser considerada como un factor determinante de la calidad de vida, de los programas de reforma social y del porvenir, como si también en este sentido la historia hubiese terminado.

Cuando no se cree en determinismo alguno ni en el destino prefijado, los pasos a dar en la línea del progreso (no necesariamente recta) serán el fruto de las respuestas que se vayan dando y hallando a las alternativas, dilemas e inquietudes abiertas que presenta la coyuntura de cualquier presente. El futuro no está nunca determinado, sino que se abre en cada momento como posibilidad entre alternativas que ofrece el presente. Pero que sí se encuentra orientado por las coordenadas elegidas, en tanto no las cambiemos y exista una continuidad de propósitos. La construcción del futuro, del individual y del colectivo, se guía en alguna medida y manera por una especie de proyecto de existencia a alcanzar, donde juega un papel importante la imagen de lo que queremos ser. No se trata de tomar posiciones a favor de un voluntarismo ingenuo, sino de considerar el papel de lo que queremos en la resolución a las alternativas ante las que nos sitúa el presente.

5. LA CONDICIÓN GLOBALIZADA

5.1. DE LA GLOBALIZACIÓN El término globalización, también se utiliza como mundialización. El concepto de

globalización es relativamente reciente (desde los años ochenta) y tiene una significación confusa ya que se han utilizado diferentes acepciones. En términos generales significa el establecimiento de interconexiones entre países o partes del mundo, intercambiándose las formas de vivir de sus gentes, lo que estas piensan y hacen, generándose interdependencias en la economía, la defensa, la política, la cultura, la ciencia, la tecnología, las comunicaciones, los hábitos de vida, las formas de expresión, etc. Se trata de una relación que lo mismo afecta a la actividad productiva que a la vida familiar, a la actividad

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cotidiana, al ocio, al pensamiento, al arte, a las relaciones humanas en general, aunque lo hace de maneras distintas en cada caso. Ya en la década de los sesenta, McLuhan había propuesto la idea de “aldea Global” para significar el empequeñecimiento del mundo que producía la expansión de los medios de comunicación. De alguna manera, la globalización puede ser una nueva metáfora para concebir el mundo actual y ver cómo se transforma. Es también un modelo deseado, temido y vilipendiado; es decir, es una imagen deseada y negada a la vez. En definitiva, se trata de un modelo conceptual acerca de cómo está organizado el mundo (o sobre cómo se halla desorganizado), trascendiendo lo local, lo nacional y la cultura propia.

En la actualidad esos procesos se agudizan por el impacto de las tecnologías de la información25 que prometen expandir logros positivos de la humanidad para todos (mercado libre, democracia, ciencia, tecnología, progreso…); para algunos es sólo una consecuencia de la modernización; para otros, por ejemplo, consideran que se trata de algo más complejo y contradictorio, ya que combina aspectos civilizatorios, sociales, mundiales, regionales, individuales, étnicos y de autoconciencia; y lo hace en sentidos opuestos: bien hacia la concentración o la diferenciación, bien hacia la homogeneización o la fragmentación; es la relativización. De ahí que surgen dos debates importantes ocupan las discusiones hoy, con proyecciones importantes en la educación: uno versa sobre la idea de que la cultura se globaliza (lo que hace temer el peligro de la aniquilación de las menos potentes y pequeñas, de una homogeneización o uniformidad cultural); el otro apunta hacia las diferencias culturales (lleva al reconocimiento, con el peligro de caer en el aislamiento y en los particularismos). Ambas ideas de la cultura son contradictorias internamente y confusas en cuanto a las proyecciones en la educación.

Al convertirse la educación en un instrumento para el desarrollo y control de las masas y de intervención en las actividades productivas, las políticas educativas han presionado desde el exterior para acometer las reformas demandadas por una determinada visión de la sociedad y de su cambio, de modo que a la educación se le ha pedido responder mejor a las necesidades interpretadas por los intereses políticos gestionados por los administradores de la educación.

Aunque, aquellos discursos sobre políticas de reforma educativa no han dado mucho fruto todavía, en el sentido de marcar líneas maestras de acción y propósitos claros para la educación, se puede decir que los procesos de globalización, abren nuevos escenarios cada vez más complejos para la adquisición de experiencia. En las sociedades afectadas por dichos procesos, la cultura26 accesible potencialmente es más amplia, se hace más pública y disponible a todos ensanchando los contenidos que cada sujeto puede reelaborar en la privacidad. Mientras los estudios culturales nos han hecho, quizá, algo más relativistas, la globalización de las comunicaciones desborda las fronteras de los países, de las sociedades y de las culturas. La educación se ve acuciada por las nuevas realidades de un mundo que se concentra (se hace más pequeño) bajo la dinámica de esos procesos que cambian las referencias de las que partíamos para considerar al sujeto de la educación.

La globalización así, puede significar mestizaje y es defendible desde el punto de vista ético, si no es avasalladora, permite la reciprocidad y si se produce gracias a un

25

CASTELL, Manuel. “La era de la información”. Volumen 1. La sociedad red. Alianza, Madrid, 1997. 26

Aquí cultura significa la totalidad de las influencias del ser humano. Recordemos que la Institución Educativa no vive en

el vacío, sino que muestra y reproduce la que hay fuera de ella. La cultura escolar por otro lado, se alude como la fuerza

para modelar la personalidad que desarrollan las instituciones educativas. Su expresión sería el proyecto educativo que

éstas llevan a cabo a través de los mecanismos de hacer, crear y reproducir la cultura, tanto los explícitos como los

implícitos (los del currículum oculto).

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contacto natural, consecuencia de la comunicación entre las gentes y los pueblos, aceptándola libremente por convencimiento.

Las consecuencias en el campo educativo desde estos nuevos referentes, son entonces inevitables. Así por ejemplo, el eje vital de ella, o el currículo, ya no son considerados defensores bienintencionados de una cierta cultura y de valores civilizatorios válidos para todos, porque para el relativismo postmoderno ya no es posible pensar en la cultura universal –que es más la de unos que la de otros-, sino en la multiplicidad de culturas. Pluralidad que no sólo ha de ser tenida en cuenta, de forma que cada sistema escolar responda a la tradición cultural de su contexto, sino que tendría que contemplar las variabilidades internas de las diversas comunidades culturales que están presentes en cada país y que pueden reclamar su legitimidad para ser incluidas en el currículo.

Sin embargo, estos movimientos27 han sido acompañados por el reverdecer de la añoranza28 por los valores tradicionales y la vuelta a los conocimientos básicos que han encontrado poca resistencia en un terreno en el que la cultura objetivo de las escuelas ha sido muy discutida. Todos estos factores provocan un panorama de inestabilidad de los poderes y legitimidades que venían rigiendo la educación, de inseguridades, conflictos y urgencias pragmáticas ante las que se yerguen pocas voces desde la intelectualidad y la conciencia ética proponiendo direcciones. Carecemos de proyecto seguro, estamos debilitados para proponer caminos, la normatividad ha sido minada en el pensamiento educativo. Una especie de apatía, desgano, impotencia y hasta de resignación se ha apoderado de sus actores. Pues, por un lado se ha robustecido la comprensión de los fenómenos educativos, pero, por otro, han disminuido los proyectos, las utopías, las narrativas y las voluntades de acción para darle un sentido y una significación más clara a nuestro sistema escolar. Prácticamente, la inseguridad acerca de un proyecto que defender se ha ocultado detrás de las preocupaciones acerca de la metodología pedagógica, así como la culpabilización de las nuevas formas de evaluar (supuesta promoción mecánica y no automática) del fracaso escolar.

Así mismo, por ejemplo, en el ámbito de la convivencia, la democracia, se ha visto como un simple procedimiento para gestionar el bien público que es la educación, pero que muestra un vacío de contenidos y de ideas que direcciones el trabajo, pues, esta al garete y capacidad de cada educador; se vive una dispersión desesperante y agobiante.

Los nuevos medios permiten tomar conciencia a gran escala acerca de las complejas realidades del mundo de la naturaleza, del mundo social y del cultural. Mezcla lo local con lo que es externo, relaciona la propia experiencia con la de otros lejanos, abriendo a los individuos posibilidades distintas entre las qué elegir que no existirían si sus opciones quedasen limitadas a su mundo inmediato

29. En las sociedades de creciente globalización y

apertura culturales, los nutrientes que proceden de redes sociales delimitadas a pequeñas comunidades coexisten y se mezclan con los que proceden de redes más amplias. Lo local

27

Por un lado, la presión de un mercado laboral necesitado de obra especializada bien preparada al servicio de la economía

independizada de la política y de cualquier proyecto de sociedad humanizada. Y por otro lado, en las dos últimas décadas

del siglo xx, el triunfo del economicismo neoliberal ha debilitado cualquier consideración que planteara ideales educativos

extensibles por igual para todos, primando un sentido de la libertad insolidario que fragmenta a la sociedad, siendo

incompatible con un currículum común. 28

Es el caso por ejemplo del clamor por regresar a las viejas formas de evaluar en Colombia (amenaza, calificar para

descalificar, pérdida del año, castigo, temor y miedo), y evidenciadas en la consulta para el Plan Decenal de Educación. La

preocupación y la recuperación deberá partir de una nueva lectura desde nuestro tiempo y no de un retorno al pasado, eso

ya no funcionará jamás. 29

GIDDENS, A. “Modernidad e identidad del yo”. Península, Barcelona, 1995. Pág. 105.

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es nutrido por lo global (glocal), a la vez que es exportado hacia un mundo ampliado donde se fusiona con otros contenidos locales, debiendo recordar que dentro de las sociedades y culturas, existen reglas que regulan los intercambios. “Cuando lo cultural se desliga tanto de lo social y de lo afectivo se puede estar construyendo una modernidad desquiciada en la que es compatible compartir universalmente determinados componentes o rasgos de cultura y, al mismo tiempo, tener que apoyarse en otros rasgos culturales muy locales como coyunturas de las identidades, porque éstos si están enraizados en la esfera de relación social en la que el individuo se siente alguien con otros. Desquiciamiento que se incrementa cuando la globalización cultural exporta significados y formas de ver el mundo, pero esa universalización no se corresponde con los modos de vida, de trabajo, de la economía, etc., a los que van ligados los significados culturales”30.

Para los excluidos, para quienes por razones económicas, políticas o educativas son discriminados por cualquier motivo (los más) y no son invitados o no pueden participar de ese mundo globalizador, pasan a ser víctimas de un proceso del que no podrán extraer beneficios. Para ellos, ese universo será algo caótico, incomprensible, repulsivo, de poca o nula ayuda y sin sentido ni significado. ¿De qué sirve tener o contar con decenas de canales de televisión, si la falta de educación conduce a grandes masas a consumir programas basura e inútiles, que embelezan y robotizan a su audiencia? ¿De qué sirven las bibliotecas virtuales a quienes no saben qué leer? ¿Para qué Internet, si ni siquiera se sabe qué buscar y por lo cual se ven atrapados en los mercados de la información (pornografía, pedofilia, satanismo, suicidio, terrorismo, Light…) que pueden conducir a su propia destrucción? ¿Cómo aprovechar el acceso gratuito a la Enciclopedia Británica a través de Internet quienes no saben inglés, o no tienen teléfono, banda ancha o ni siquiera acceso a la energía eléctrica? En vez de más autonomía, la nueva situación prometedora puede deparar a estos desheredados en mayor sumisión, más dependencias de quienes gobiernan la red, menos oportunidades de trabajar y de ganarse la vida con actividades dignas. Sus identidades ya no pueden anclarse en las redes tradicionales destruidas (familias, comunidad local, trabajo seguro, etc.). Tampoco pueden basarse en la valoración alta de sí mismos por tener una vida rica de autorrealizaciones o por el crecimiento social de cualidades sustanciales, como la cualificación de desempeñar trabajos relevantes o la alta capacidad cultural. Formarán parte de la nueva muchedumbre solitaria que puede verse tentada a buscar salida de su aislamiento entregando su inútil libertad al regazo seguro de movimientos religiosos o de comunidades culturales más cerradas, que les restituyan el aprecio basado en otra identidad tradicional a la vez que postmoderna, porque les nutre de materiales tradicionales que son elaborados después bajo las nuevas condiciones.

Este impacto será diferenciado: los individuos y las poblaciones letradas en profundidad y extensión resistirán mejor y podrán y sabrán compaginar adecuadamente las ventajas de las nuevas tecnologías y las funciones que exige la lectura. Los débilmente alfabetizados y aquellos para quienes el hábito lector no ha cuajado con fuerza, caerán subyugados ante la comodidad y facilidad de uso de las nuevas tecnologías, especialmente de las audiovisuales. Pues, en un gran porcentaje de la sociedad casi nunca lee un libro (aunque los tengan en casa); lo hemos podido observar en los noticieros, cuando dicen que en Colombia el promedio de lectura de de ½ libro por mes. Teniendo en cuenta que la mayoría de la población hemos tenido una escolarización regulada y prolongada, se anuncia un mundo en el que la lectura como centro de la cultura moderna está cediendo su primacía

30

GIMENO SACRISTÁN, José. “Educar y convivir en la cultura global”. Ediciones Morata, S.L. Madrid, España.

Colección para educadores, Tomo 10. primera publicación, 2007. Pág. 72-73.

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como instrumento de cultura, lo cual nos está alertando la deficiencia en la calidad de nuestra educación. ¿Será posible que la televisión, el computador, el cine, los videojuegos, los media, tomen el control de nuestras vidas y nos manipulen a su antojo? ¿De qué libertad y autonomía podremos hablar? La opción de de cada persona.

5.2. ALGUNAS MATIZACIONES DEL PROCESO DE GLOBALIZACIÓN

La planetarización del cine capitaneada por los EE.UU.

La ciencia se comunica con mayor rapidez, los hábitos de vida lo hacen más lentamente.

Extensión progresiva de la red, para suscitar escenarios de interrelación local, regional, nacional y/o mundial. Profundidad del impacto, intensidad del flujo de influencias y velocidad de desarrollo.

Desigualdad de la globalización en regiones con diversas condiciones económicas, políticas, sociales y culturales.

Procesos no lineales, ni articulados, sin metas determinadas de antemano, dispersión y arbitrariedad de las informaciones. Lo que se vuelve sospechoso y despierta la desconfianza.

Hemos de aprender la manera de situarnos ante él, responder, contraatacar y explorar sus posibilidades positivas.

Necesidad de nuevos modelos de pensamiento, nuevos códigos éticos y el establecimiento de nuevas formas de control democrático de las realidades que desbordan lo habitual.

Incidencia y afectación a las posiciones y modos de ser de individuos que no ocupan el mismo lugar en la sociedad o en la cultura, con desigual capacidad de asimilar ventajas y desigual probabilidad de padecer sus inconvenientes y de resistirlos.

Dimensión económica de la globalización, impuesta como única alternativa por el pensamiento y las políticas neoliberales.

“La economía y el mercado globalizados se convierten en un arma arrojadiza entre los “integrados o globafílicos”, por un lado, que cantan las excelencias de la desregulación y de la apertura a la competencia que dinamizará las economías de los países, lo cual (dicen) redundará en beneficio de todos. Los “apocalípticos o globafóbicos”, por otro lado, la demonizan, achacándole los males de la civilización actual y de ser una amenaza para el planeta, pos sus efectos contraproducentes: la pérdida de control de las sociedades sobre sus sistemas productivos en un mercado sin fronteras desplegado a escala mundial, el ser responsable de la precariedad del trabajo, de la destrucción de las estructuras de producción propias de cada país, de ser generadora de nuevas y profundas diferencias sociales y entre países, del vaciado de la democracia clásica, de amenaza para los estados-nación, de la pérdida de la identidad de las personas y pueblos sobre los que recae el fenómeno globalizador”31.

31

GIMENO SACRISTÁN, José. 2007. Op. Cit. Pág. 79.

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5.3. VIRTUALIDADES DE LA GLOBALIZACION CULTURAL

5.3.1. Como cualidad compartida. La cultura no sólo consiste en un legado fijado y petrificado, sino que también la

constituyen los significados compartidos; es decir, que tiene una dimensión intersubjetiva, pudiendo comprenderla como algo que aglutina a las personas y a los grupos humanos. Esto implica, que para la existencia y la supervivencia de toda cultura presupone una cierta dinámica de expansión, convencimiento y captación de individuos; La globalización cultural se constituye entonces en una condición inherente a la perdurabilidad de las culturas y su dinámica histórica. Sus objetos (libros, arte, memorias, ceremonias, rituales, costumbres) pueden perdurar como un legado respetado, independientemente de que alguien los reviva, los asimile o los contemple. No hay que temer a la globalización cultural por su poder de arrasar las diferencias, ya que el aprendizaje, que es condición en los sujetos para compartir y dar existencia activa a la cultura, introduce la variabilidad o heterogeneidad entre los individuos.

Al integrarse más individuos en una cultura, se producen tantas más variadas formas de apropiársela; y lo mismo ocurre con la integración de culturas: La universalización de los procesos civilizatorios acerca a los individuos en el seno de cultural más globales y convierte a las mismas en conglomerados más heterogéneos internamente, aumentando los matices de dichos procesos

32.

Tan normal es compartir, como lo es la singularidad de la asimilación idiosincrásica. La cultura, que, como afirma Heller33, es uno de los universales inventados por occidente, ha tenido siempre la connotación de ser algo variado, en contraste con otras ideas universales, como las de ciencia o libertad. Hay culturas, en plural, y hay diversidad en cada una de ellas. Querer conservar las culturas intactas como si fuesen fósiles petrificados o pretender rescatar arquetipos culturales que ya no existen resulta contrario a toda esta pluralidad. Las culturas son dinámicas, cambiantes, y hasta contradictorias, gracias a las modulaciones que de ellas hacen los sujetos o grupos al participar de las mismas.

5.3.2. Globalización e hibridación. El discurso acerca de la globalización es también una forma de descomponer el

proceso histórico de unificación del mundo en una situación de atopía social, agrupando los significados de otros conceptos hoy ya devaluados. La idea en si de universalidad comparte con el de globalización en el hecho de que ambas se refieren a lo que pertenece, se comparte, es aplicable o se extiende a colectivos muy amplios de personas. En primer lugar, la universalidad alude a la validez y capacidad de generalización de las ideas, principios y normas éticas apoyadas en la fuerza de la razón que las sustenta y anida en ellas. El de globalización por otro lado,, tiene connotaciones políticas, económicas y culturales, el cual refiere su significado a la extensión de unas ideas, principios y modos de vida (apoyándose con la universalidad) entre seres humanos, por la aceptación convincente o imposición de los mismos, que dan lugar a mejoras en sus posibilidades, algunas veces, al tiempo que destruyen otras formas culturales y modos de vida, disminuyendo la riqueza de la biodiversidad de las expresiones culturales. Prácticamente, al hablar de globalización como

32

ELÍAS, N. “El proceso de civilización”. Fondo de Cultura Económica, México, 1989. Pág. 470. 33

HELLER, A. “Políticas de la posmodernidad”. Península, Barcelona, 1998. Pág. 232.

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proceso de universalización se tocan más de cerca las formas de vivir, pensar, admirar, imitar y querer de los individuos existentes en la realidad.

La globalización es un proceso multidimensional, con diferentes manifestaciones y consecuencias, lo cual obliga a valorarla con sus diversos matices: se globaliza el deterioro del medio ambiente o la hamburguesa, pero también las posibilidades tecnológicas de comunicarnos o ciertos conocimientos para resolver problemas de los seres humanos. No tiene el mismo significado la globalización de la pizza que la deseable tecnología para combatir el hambre y mejorar la salud. Estamos ante un proceso dialéctico del que podemos extraer ventajas pero igualmente limitar sus desafueros. Es el caso de que las posiciones anti son en cierta manera reacciones negativas indiscriminadas ante una forma de entender el proceso de confluencia como si tuviese efectos predeterminados. Hay que tener claro que, se trata de una tendencia irreversible de la actividad humana a la que es inútil resistirse (como dijo Kart Jung “lo que se resiste persiste”), pero a la que es preciso gobernar y capacitar para que las personas y la sociedad sean actores y no meros receptores-consumidores.

La multiculturalidad es reivindicación legítima, apoyándonos en que las culturas son relativas, pero puede esconder la intención de mantenerlas separadas. Permanecer abiertos no significa negar el valor de lo propio, anulándolo en una interculturalidad inviable en términos absolutos, sino valorando junto a lo que nos pueda relacionar con otros. Lo que tenemos que hacer es, tratar de ver la globalización cultural como proceso que abre nuevas perspectivas y veamos qué proyecciones tiene. Son fenómenos culturales que nos servirán para ahondar en el entendimiento del aprendizaje.

Contenidos extraños y significados más remotos se hacen familiares al engarzarse en la experiencia personal y en la que tenemos del contacto con otros, haciendo de nuestro medio inmediato, que es local, algo distinto (glocal), pues, “para pensar localmente hay que pensar globalmente, como para pensar globalmente hay que saber también pensar localmente”34. Lo ajeno se suma a lo propio, lo enriquece, lo cuestiona, lo anula o le da otra perspectiva. Así vamos siendo, con materiales de otros. Los préstamos que hacen posible la globalización pueden entenderse y valorarse como pérdidas de la originalidad de cada cultura, gracias a la asimilación (voluntaria y natural en algunos casos; impuesta y violenta en otros) de rasgos y patrones de comportamiento ajenos. Sin embargo, la globalización significa también procesos de relocalización, gracias a los cuales lo importado de otros se matiza desde lo que es local y propio del importador, de forma que los procesos de globalización adquieren peculiaridades locales diferenciadas.

Somos necesariamente seres interculturales o mestizos; inevitablemente heterogéneos en grado diverso, porque cada uno de nosotros llevamos esa condición adquirida en el proceso de socialización. Otra cosa es si cada uno de nosotros tenemos conciencia de ello y si reconocemos como nuestra esa condición y como la de los demás, o la rechazamos, apoyados en el supuesto irreal de la pureza de cada cultura. El mestizaje entre lo propio y lo tomado de otros es nuestra condición y la de las culturas. Es una fuerza histórica: “La acción cultural, la configuración y reconfiguración de identidades, se realiza en las zonas de contacto, siguiendo las fronteras interculturales (a la vez controladas y transgresoras) de naciones, pueblos, lugares. La permanencia y la pureza se afirman –creativa y violentamente- contra fuerzas históricas de movimiento y contaminación”35. Adquirir consciencia de ese hecho (saberse seres interculturales o mestizos) y admitirlo

34

MORIN, E. “La mente bien ordenada”. Seix Barral, Barcelona, 2000. Pág. 31. 35

CLIFFORD, J. “Itinerarios transculturales”. Gedisa, Barcelona, 1999. Pág. 18.

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(identificarse) como algo enriquecedor es un rasgo de madurez cultural. La falta de interés por los otros no es un signo de fortaleza, sino de debilidad36, como es la pretensión de aislarse. Cuanto más madura es una cultura, se hace más reflexiva y más se concibe a sí misma como una forma de vida que se abre a otras dejándose refrescar por ellas.

5.3.3. Marco para pensar nuestro mundo, nuestra cultura y nuestros problemas.

Lo que se hace o se piense en un rincón del planeta acaba por afectar de alguna

manera a todo él, estableciéndose una dialéctica entre lo local y lo universal, entre la cultura propia de cada uno y los rasgos que se generalizan con la globalización.

Los problemas más graves que tenemos también tienen una dimensión mundial: contaminación, desigualdades entre pueblos, etc. Como lo dice Giddens37, nadie puede desentenderse de esta transformación a la que ha conducido la modernidad. Ahora cada cultura se sabe relativa y cada uno nos sabemos al lado de otros, aun en el caso de que su presencia no nos llegue a importar demasiado.

Estas percepciones deberían fomentar la madurez reflexiva hacia una mayor disponibilidad para servirnos de la cultura de los demás y hacia la tolerancia con ella, permaneciendo abiertos a modificar la propia. El derecho a la diferencia cultural no puede ser la apelación a la defensa de una pureza de la cultura propia frente a la de los demás, que ni existió ni existe; ni debe tratar de evitar estos fenómenos de globalización, porque contribuyen de forma espontánea al cambio y a la diversificación que son inherentes a las culturas vivas, de manera tan natural como lo es el hecho de que tengan una cierta especificidad propia. Entrar en contacto con otros no implica perder identidad ni renunciar a lo que es propio, necesariamente, aunque si es motivo para revisar la visión acerca de lo nuestro. En la sociedad occidental por ejemplo, un rasgo sobresaliente de la modernidad cultural es el cambio de sentido de las necesidades de los seres humanos y la generación de otras nuevas, lo que le lleva a decir a Heller38 que nuestras sociedades son insatisfechas, abocadas al cambio permanente.

Estos fenómenos de hibridación de rasgos y, a través de ellos, de culturas, tienen una enorme trascendencia en el porvenir de las culturas, presentando una faz ambigua y contradictoria a la hora de valorarlos. Por un lado, homogeneizan, sustituyen, anulan, se imponen a otros o destruyen rasgos de una determinada cultura; por otro, facilitan encuentros, síntesis, préstamos y amalgamas enriquecedoras entre culturas, pues suponen fecundaciones cruzadas, combinaciones, mezclas e intercambios útiles. Existen enfrentamientos, negaciones y colonizaciones, como existe colaboración y el avance gracias a lo aprendido de los demás. Pero, la naturalidad de los intercambios nos muestra lo vano de querer resucitar culturas que fueron (o que se cree que existieron) de la manera en que algunos lo imaginan. “Las culturas se suceden unas a otras y no hay modo de regresar a una previa si no es a través del viaje nostálgico que está abierto sólo al simple individuo”39.

Ya se ha dicho que la globalización cultural no significa inevitablemente destrucción o sustitución cultural, algo a lo que se oponen las posiciones “conservacionistas” puras de las culturas, sino que es también compartir, tener marcos de referencia comunes, aspiraciones

36

TODOROV, T. “Las morales de la historia”. Barcelona, 1993. Pág. 115. 37

GIDDENS, A. 1995. Op. Cit. Pág. 35. 38

HELLER, A. 1998. Op. Cit. Pág. 163. 39

HELLER, A. 1998. Op. Cit. Pág. 232

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sentidas con otros, y la posibilidad de que la tradición cultural propia sea valorada desde otros puntos de vista, y evolucionar, al ser interpretada de otra manera. De esa forma las culturas se mantienen a la vez que se van fundiendo entre sí y diluyéndose en un proceso civilizatorio que según Savater40, es nuestra del impulso de cada cultura para no enfrentarse a otras, que relativiza la propia, subordinándola a una comunidad universal. Esta condición global, reside y penetra en lo particular que, a su vez, hace heterogénea a una globalización con reciprocidades entre los englobados por ella.

5.4. CONSECUENCIAS PARA LA EDUCACIÓN La educación es una forma de universalizar rasgos de la cultura y, a la vez, es afectada por la globalización en general. Incide sobre los sujetos, afecta los contenidos curriculares, las relaciones interpersonales y con el entorno externo, las políticas educativas y en las decisiones que tomamos en todo sentido. Algunos aspectos básicos se enuncian a continuación:

La globalización económica trajo consigo el predominio de las políticas y de la ideología de corte neoliberal que han hecho retroceder al estado del Bienestar, restringiendo las inversiones en educación, en detrimento de los sistemas públicos que han experimentado un notable deterioro, cuando no su simple desmantelamiento y/o empobrecimiento.

Aparece una especie de pensamiento único pedagógico que, hasta el momento, ha impuesto, por ejemplo, la obsesión por el control, el gerencialismo, la búsqueda de la calidad, la privatización, los modelos de innovar e investigar, afán de las reformas educativas, intercambio de expertos o de colonización de nuevos lenguajes educativos.

Presión inmediatista por la preparación remota o cercana para el mundo del trabajo y la productividad, la globalización económica tiene efectos sobre la actividad productiva entre países y regiones del planeta, al margen de las fronteras nacionales y sobre los sistemas escolares.

Se reparten desigualmente las ventajas e inconvenientes de la globalización y se agudizan dichas desigualdades, reclama la necesidad de replantear los criterios de igualdad de oportunidades educativas desde marcos más amplios, y políticas educativas también globalizadas para la realización de la justicia.

Ha polarizado el pensamiento, las políticas y las prácticas a favor de la narrativa que entiende la educación como mercancía sometida a las demandas del mundo laboral, en detrimento de otros enfoques más orientados hacia el sujeto, la mejora de la sociedad o la desmocratización del conocimiento.

Estas nuevas realidades ha de comprenderse para plantear una pedagogía crítica que asuma dichas situaciones. La emancipación individual y social, las libertades y autonomía de los sujetos tienen que plantearse considerando las limitaciones globales que las entorpecen. El nuevo marco, reclama medidas contraglobalizadoras, no sólo para resistir, sino para entender y comprender los nuevos significados.

40

SAVATER, Fernando. “La universalidad y sus enemigos”. Claves de la razón práctica. Número 107, noviembre de

1995, Pág. 10-19. Página 18.

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El fin históricamente de mayor visibilidad en la educación (el de la transmisión-recreación del conocimiento y de la cultura en general) queda afectado decididamente, en sus contenidos y en cuanto a la legitimidad con la que poder defenderlos.

Es necesario volver a pensar en un equilibrio entre lo cercano a los sujetos y lo que es lejano, pero les afecta; entre lo propio y lo lejano que les contamina inevitablemente. La pedagogía de la hibridación puede ser un enfoque más adecuado, como posición que respeta el partir necesariamente del mundo que para el alumno es local, para pasar, a continuación a reconstruirlo y apreciar en él lo que es prestado, así como para entender que los préstamos además de inevitables, son convenientes.

Igualmente, deben ser pensadas las funciones de desarrollo de la subjetividad y, en particular, las identidades personales, en un contexto en el que cambian de prisa y se hacen más complejas las referencias en las que las personas se desenvuelven.

De lo anterior nos lleva inevitablemente a trabajar urgentemente en los planes de convivencia y el clima democrático en las instituciones educativas, al igual que se cuenta con los planes de estudios.

La educación escolarizada, desde los niveles elementales hasta la universidad, no es

sino una fuerza de extensión cultural globalizadora, ejercida de forma premeditada, que desempeña esa función haciendo partícipes a los individuos que asisten a ella de rasgos seleccionados de la o de las culturas. Podría afirmarse que es un agente acelerador de una selectiva globalización cultural. Su poder socializador reside en su capacidad de “englobar” o de incluir a los alumnos en una tradición cultural.

¿Qué otra función desempeña la institución escolar en la cultura, si no es la de proveer “materiales culturales ajenos” a quienes no los tienen a su disposición? ¿Qué sentido tendría la escuela que se ciñese a mostrar lo que ya está disponible de manera espontánea en el medio en que se vive? La educación es motivo de progreso para los sujetos porque los convierte, en parte de una comunidad cultural más amplia y porque les conduce o les ayuda a ir más allá de donde están, porque les aporta lo que no tienen y les proporciona contenidos de experiencia que les son ajenos.

Enseñar a leer y escribir, por ejemplo, es algo no natural para quienes no disponen de esas habilidades, a través de las cuales la educación abre horizontes. La institución Educativa es un agente que literalmente extiende cultura, globaliza contenidos y contribuye a ese proceso de civilización. Esa es su potencia universalizadora. Expandir contenidos culturales a quienes no los tienen es ejercer inevitablemente la violencia simbólica de la que hablan Bordieu y Passeron en su teoría de la reproducción, en una relación de comunicación que se realiza a través de la acción sistemática de un grupo educado, de la familia o de las instituciones escolares. “Toda acción pedagógica es objetivamente una violencia simbólica en tanto que imposición, por un poder arbitrario, de una arbitrariedad cultural”41. Otro caso, es la enseñanza del idioma inglés que se extiende por la fuerza de los hechos podríamos decir, pero, una vez que tomamos conciencia de la importancia de su dominio en las sociedades actuales, nos sumamos a su extensión de manera voluntaria.

Desde la perspectiva que se ve oportunidades en la globalización, la educación se aprecia como recurso para trascender lo local y lo cercano, abrirse a un mundo más cosmopolita, aprovechar las oportunidades que ofrece y criticar a lo que se le oponga,

41

BORDIEU, P. y PASSERON, J. C. « La reproducción ». Laia, Barcelona, 1977. Pág. 46.

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dotando a los sujetos de las competencias y actitudes necesarias para poder hacerlo, sin caer en un interculturalismo ingenuo ni en el chauvinismo miope. En esta condición globalizadota, realmente el mundo se comprime para la conciencia, se toma noticia de su totalidad y se acrecientan los intercambios, al tiempo que se desordena y manifiesta su diversidad y se reestructuran las relaciones sociales.”La condición global debe abordarse desde la complejidad de los esquemas que son precisos para reorganizar nuestros saberes especializados que nos incapacitan para la comprensión de la realidad que nos afecta, para saber acerca de las responsabilidades que nos incumben y para participar como ciudadanos en una sociedad cuyos destinos se deciden en ámbitos no siempre fáciles de identificar. La tendencia a la hiperespecialización de los currícula y la separación entre saberes y disciplinas caminan en la actualidad, sin embargo, en dirección contraria”42. Si tenemos en cuenta que hoy, se tiene la disponibilidad de recursos de información cultural pero no de igualdad en la accesibilidad a la misma, es ver, sin embargo, en el fenómeno globalizador las posibilidades para la apertura de la experiencia humana.

42

GIMENO SACRISTÁN, José. 2007. Op. Cit. Pág. 102.

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