El Mínimum Vital

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  • 1EL MNIMUM VITAL

    I

    EN LA SITUACIN exasperante y deshonrosa a que han llegado,y en la cual se han estancado casi todos los pueblos; en esasituacin de lucha cruel y acrrima en que los millonesacumulados surgen de la opresin y de la ruina de loshambrientos; en que atesorar es una palabra sagrada, y en quela envidia, disfrazada de reivindicacin, acecha impaciente elmomento de trastornar las cosas, de manera que losmiserables de hoy sean los opulentos de maana..., es naturalque algunos hombres de sentimientos delicados surjan detodas partes, y busquen ansiosos un camino de reconciliacin,una frmula que renueve la alianza entre hombre y hombre,entre hermano y hermano, y sobre la cual, con sentido nuevoy verdadero, pueda lucir una vez ms la palabra Dios.

    En busca de esa frmula los pueblos y sus conductores se hanextraviado a veces lamentablemente, y las ms dolorosas eirrazonables exageraciones han sido aceptadas como doctrinassalvadoras. A dnde han conducido? Al odio de clases, alrencor de los que padecen, a la organizacin de los que estnabajo preparando el da del desquite. Y cuando llegue queser cuando los de arriba hayan agotado los medios deopresin y represin, tendremos el mismo desorden, lamisma construccin malvada y estpida, en que sirve decimiento el esclavo y de coronamiento el seor.Esa lucha, ese odio de clases, ese afn de atesorar, y, porconsiguiente, de oprimir en unos, y de vengarse en otros, se hacristalizado en nuestros das en dos formas agudas: una, quetiende a la destruccin de las clases cultas, al nivela mientoeconmico, al rebajamiento de un comunismo absoluto; yotra, excrecencia de la codicia insania y perversin de algunos

  • 2millares de vampiros, para quienes la dignidad, la libertad laindependencia, la sangre misma de las naciones son materiaprima para fabricacin de dlares. Ah ha llegado el mundo,con sus darwinismos comprendidos idiotescamente, con sudoctrina de la lucha, de la supervivencia del ms apto, queviene a ser, segn el criterio del egosmo, el ms vido ydescorazonado.

    Y a esta hora, ese odio y esa codicia son dos venenos mortalese insidiosos que se han infiltrado en el corazn de casi todoslos pueblos. Consciente o inconscientemente, la humanidadentera se est afiliando en esas dos legiones deirreconciliables: la de los que padecen y odian y aspiran a lavenganza, y la de los que atesoran y gozan, y por necesidad yceguera se sostienen y se defienden con la represin.En medio de esas hordas de lobos, hay hombres que sienten lavida, no slo como un dolor, sino como una vergenza, comouna vileza. Y, en verdad es una vileza tal vida; y conformarse avivir as, es abdicar el hombre de su condicin espiritual, yresignarse a volver a la condicin de fiera.La que nosotros llamamos Doctrina del Mnimum Vital, viene aser, as, como un llamamiento al buen sentido de los hombres,a su bondad primaria, a su instinto de conservacin, casi a suegosmo, para que no se desgarren, para que no se devoren;para mantener en unos la esperanza fundada de un mayorbienestar, y en otros la seguridad de no ser despojados deaquel excedente de riqueza, obtenido sin extorsin ni ruina desus semejantes.

    ElMnimum Vital dice al trabajador, al proletario, al asalariado:confrmate con lo imprescindible; contntate con que se teasegure aquello indispensable, sin lo cual no podras vivir;esfurzate para erigir sobre esa base mnima el edificio de tuholgura y de tu riqueza, y as ascenders o descenders segntu esfuerzo, segn tu disciplina, segn la firmeza de tuvoluntad. Y al poseedor, al rico, le dice: consiente en que haya

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    Ah queda flotando en el ambiente, como flota el polen de lasflores, confiado en que el viento lo llevar sobre sus alas,adonde halle tierra propicia, y agua y sol para germinar yflorecer.

    Hay una hora para las ideas como hay una hora para que seabran los capullos de las rosas. La brisa, el torrente, el buchedel pjaro, la tierra y las nubes conocen esa hora, y hacen sudeber para que la Voluntad de lo Alto se cumpla. Es un secretoque Dios les confa, y al cual ellos, con gozosa fidelidadconsagran sus fuerzas.

    Ha llegado esa hora para el Mnimum Vital, para unaorganizacin de la Vida en que las palabras Justicia y Amortengan sentido?S, ha llegado.San Salvador, agosto de 1928 a febrero de 1929.1

    1 De El Mnimum Vital (Ensayo Sociolgico), San Salvador, Editorial Helios,1929. Guatemala, 1929. Obras de AlbertoMasferrer, I, 18-37 Biblioteca Universitaria. San Salvador, 1948. El MnimumVital y otras obras de carcter sociolgico, 185-210. Guatemala, 1950.

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    Ntese bien que la verificacin en los hechos, de esta doctrina,no est necesaria ni absolutamente ligada a tal o cual rgimenpoltico ni econmico; si se tratara de un pueblo depescadores, o de slo mineros, donde el cultivo fueraimposible, la doctrina subsistira con el mismo imperio que enun pas de agricultores; si se tratara de una tribu nmada cuyavida dependiera nicamente de sus ganados, sera lo mismo.Porque en todas partes y en todas las condiciones imaginables,el hombre est en contacto con las grandes Sustancias Vitalesde la tierra, del aire, de la luz, del agua, del calor, sobre lascuales tiene que actuar para vivir.

    Maneras de organizar el funcionamiento econmico denuestra doctrina, habr muchas: tendrn que variar segn loslugares y las pocas, y sern inadecuadas para unos puebloslas que resulten mejores y ms eficaces para otros. Lo quesubsistir siempre, es el derecho de la criatura a vivirntegramente: la confirmacin y realizacin de ese derechomediante su voluntad de trabajar, es decir, de emplear susinstrumentos de trabajo, en la transformacin de lasSustancias Vitales; su posesin perpetua, inalienable,imprescriptible de tales substancias, y su uso en la cantidad yforma que determine el Acuerdo Social, y finalmente, elreconocimiento claro, invariable y total, de parte de laconciencia colectiva, de que su deber, su ms alto deber, sudeber primario, es mantener seguro y fcil el acceso a la VidaIntegra, para todos los miembros de la Comunidad.

    ***

    Termina aqu la exposicin sinttica de la Doctrina delMnimum Vital, en lo que se refiere a su Filosofa, su tica, suDefinicin y su Finalidad.

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    un lmite para tu ambicin; contntate con que se te dlibertad para convertir en oro el rbol y la piedra, pero no lamiseria, no el hambre, no la salud no la sangre de tushermanos. Traza una lnea mxima a tus adquisiciones, y nopases de ah, para que no te desvele el odio de tus vctimas;para que te dejen gozar en paz, riendo y cantando, de lo queatesoraste.

    * * *

    Un lmite para el que domina, para el que atesora. Por quno? Todas las cosas en el Cosmos lo tienen; todas las criaturasvivientes reconocen esa lnea limitadora que se llama rbitapara el Sol, y playa para el ocano. "De aqu no pasars", es laley divina impuesta a cuanto existe, y toda criatura quetraspasa esa lnea, se hipertrofia, degenera y perece.

    Y para el que trabaja, para el que carece, un mnimum: la vidairreductible, lo elemental, lo que es semilla capaz de germinar:agua, techo, abrigo, recreo, luz y pan. Y de ah en adelante,para tus goces, para tus holguras, para tus riquezas,esfurzate, empate, economiza, desvlate, y que laesperanza te aliente y la voluntad te d alas.

    Y eso es todo. Pero as tan sencillo como es, tan equitativo ytan fcil, encierra esta doctrina la nica posible salvacin delhombre en la hora presente. En esta hora en que nadie quierediferir su ventura para un ms all, comprndola con sumiseria de aqu; en esta hora de odio y de codicia extremos, deconcupiscencia enloquecida y de miseria exasperada, elMnimum Vital es la tabla de salvacin en el naufragio. No esun estado ideal, no es tan alto como otras formas de vida quehan soado los hombres. Pero es LO POSIBLE, es LO FACTIBLE,es LO SENCILLO, es el remedio de urgencia; es el sendero nicopor el cual se puede transitar para mientras se encuentra de

  • 4nuevo el camino real, la vida ancha y clara del amor, adondealgn da los hombres volvern.

    II

    Definido concretamente, Mnimum Vital significa LASATISFACCIN CONSTANTE Y SEGURADE NUESTRAS NECESIDADES PRIMORDIALES.Necesidades primordiales son aquellas que si no sesatisfacen, acarrean la degeneracin, la ruina, la muerte delindividuo. La salud, la alegra, la capacidad de trabajar, lavoluntad de hacer lo bueno, el espritu de abnegacin, lafuerza, en fin, en todas sus manifestaciones, estn vinculadasa la satisfaccin constante, segura, ntegra, de talesnecesidades.

    Si no se satisfacen, sobreviene la debilidad la apata, laenfermedad el abandono, la tristeza, el pesimismo, la pereza,la propensin a todos los vicios. Hombres que no se alimentanbien, que no se abrigan bien, que no descansan bien, que nose guarecen bien, no sirven ni para trabajadores ni paraciudadanos; ni para defender a su patria, ni para sostener a sufamilia.

    As, la satisfaccin plena de nuestras necesidadesprimordiales, es la base y la condicin perenne de la vida y dela salud. Asegurarla "para todos", no puede ser el intersrestringido de una casta, de una clase social, de un grupo deprivilegiados, sino el inters supremo de la Nacin entera,puesto que ella extrae todas sus eficiencias de la salud, de lafuerza, del equilibrio, de la alegra y del valor de todos sushijos.

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    la produccin y del consumo, un MNIMUM DE VIDA INTEGRA,o sea la satisfaccin de las necesidades primordiales;

    2oLa Naturaleza ha previsto lo necesario a laconsecucin de ese fin, dotando a la Colectividad de SustanciasComunes, que son la materia prima del trabajo y de la vida, ydotando a cada individuo de instrumentos que le capacitenpara transformar esas sustancias, y extraer de ellas todo lonecesario para la sustentacin individual y colectiva;

    3oLa tierra, el agua, el aire, la luz, el calor solar, contodas sus modalidades y potencialidades, son esas sustanciascomunes, herencia y propiedad de todos los seres, y porconsiguiente no apropiables a ttulo perenne por ningnindividuo, sino por usurpacin que nada puede jamsjustificar. As, ningn hombre es dueo legtimo de la tierra:usa de ella en cuanto se lo permiten las leyes y costumbrescreadas por la Colectividad que es la sola y legtima poseedora;

    4oLos instrumentos de trabajo de cada hombre,con sus brazos, sus piernas, sus sentidos, sus pensamientos. Elmotor de ellos, su voluntad de trabajador; y en cuanto realizaesa voluntad, mantiene su derecho imprescindible a unMnimum de Vida Integra;

    5oEl deber primario, anterior a todo, por encima detodo, para el individuo, la familia, la Comuna y el Estado, esorganizar la propiedad el trabajo, la produccin y el consumo,lo mismo que las relaciones entre hombre y hombre, demanera que todo converja a la realizacin perenne y fcil delMnimum Vital: es decir, a que el trabajador encuentresiempre las condiciones necesarias para alcanzar su Mnimumde Vida Integra.

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    soberana, independencia, autonoma, carecen de sentido paralos innutridos, para los desmedrados, para los miserables, paralos mendigos. La vida, la fuerza, la salud son las fuentes dedonde manan todas las prerrogativas y todos los derechosreales. Cuando se tiene vida, se es independiente, se es libre,se es soberano, y se tiene aliento para luchar, y para morirdefendiendo la libertad; la independencia, la soberana y todolo dems.

    El Mnimum Vital coloca el vivir, el vivir sano, alegre, fuerte,por encima de todo y como base de todo. Es a la vez, la raz delrbol y el penacho que le corona. Y no puede confundirse conla Caridad ni con el Altruismo, con la Beneficencia, con laDemocracia. No quiere que se le confunda ni en los fines ni enlos medios, con sistemas que han sido ya ampliamenteexperimentados, y cuya eficacia resulta siempre harto limitaday eventual.

    El hombre necesita ahora asentar todos sus anhelos sobre laREALIDAD BIOLGICA, que no es entidad ni soberana, ni otrascosas de este jaez, sino nervios, msculos, sangre, pulso fuertey respiracin profunda. Y eso lo da el trabajo bueno, el buensueo, el buen descanso, la casa buena, el vestido bueno, lacomida buena.

    Es un Vino Nuevo, que tenemos que echar en odres nuevos.VIII

    Dicho en sntesis, y para que lo recuerden mejor quienes hayanledo estas pginas, elMNIMUM VITAL se resume as:

    1oToda criatura, por el simple hecho de nacer y devivir, tiene derecho a que la Colectividad le asegure, medianteuna justa y sabia organizacin de la propiedad, del trabajo, de

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    Cules son, reducidas al mnimum, esas necesidadesprimordiales, vitales, supremas, sin cuya satisfaccin no hayms que debilidad degeneracin y aniquilamiento?

    Tal como las comprendemos nosotros, son stas:

    1aTrabajo higinico, perenne, honesto, yremunerado en justicia;

    2a Alimentacin suficiente, variada, nutritiva ysaludable;

    3aHabitacin amplia, seca, soleada y aireada;4aAgua buena y bastante;5aVestido limpio, correcto, y buen abrigo;6aAsistencia mdica y sanitaria;7aJusticia pronta, fcil, e igualmente accesible a

    todos;8aEducacin primaria y completamente eficaz, que

    forme hombres cordiales, trabajadores expertos, y jefes defamilia conscientes;

    9aDescanso y recreo suficientes y adecuados pararestaurar las fuerzas del cuerpo y del nimo.

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    Es posible facilitar y aun asegurar a todos los habitantes de lanacin este mnimum de vida, sin el cual toda existencia es unfracaso, toda criatura humana degenera y se bestializa? Sinduda que lo es, puesto que se realiza constantemente en lafamilia. Toda familia normalmente constituida atiende, enprimer trmino, a obtener y mantener para cada uno de susmiembros el Mnimum Vital: a que todos ellos se alimenten,

  • 6trabajen, se vistan, habiten en buenas condiciones, adquieranuna instruccin elemental, y se desarrollen en todo siguiendouna norma de equidad y de justicia. Y si la familia, que estsubordinada enteramente al medio social que la rodea; quelucha contra obstculos innumerables; que a veces carece delos ms necesarios elementos, realiza, en ms o en menos, lasatisfaccin de las necesidades primordiales de todos lossuyos, cmo no ha de poder realizarlo la Nacin, que es libre,que es duea de todas sus riquezas, arbitro de su legislacin einstituciones, que puede regular su trabajo y sus gastos,imprimir nueva direccin a las costumbres y a las ideas, influirsobre los sentimientos, e intentar una y otra vez los ensayosque considere conducentes a una vida ms cordial y ms justa?Sin duda, la Nacin es en esto extraordinariamente poderosa;sus fuerzas sobrepasan a las dificultades de una empresa cuyanecesidad y justicia palpita en la conciencia de todos, y paracuyo xito la Naturaleza ha previsto en ancha esfera, dotandoa los hombres de todos los elementos indispensables al trabajoy a la produccin.

    Si hasta ahora las naciones no han realizado esta cosa sencillay justa del Mnimum Vital, es, simplemente, porque no hanpensado en ello; porque en la escala de sus actividades le hansealado el ltimo lugar, en vez de asignarle el primero;porque no han visto con amor esa realizacin primaria de lajusticia, y es claro que no se alcanza lo que no se anhela. Perodesde el preciso momento en que la Nacin CAMBIE DECONCEPTOS; en que piense y sienta que su deber elemental yfundamental, su finalidad primordial y predominante ESPROCURAR LA SATISFACCIN DE LAS NECESIDADES VITALES DETODOS SUS HIJOS, desde ese instante comenzar a parecerfactible, sencillo, lo que antes pareca utpico y en demasacomplicado. Este CAMBIO DE CONCEPTOS es el paso decisivo,ineludible, para la transformacin que proclamamos: esta FENUEVA de la colectividad es la semilla de que ha de brotar el

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    11aVelar para que sean cumplidos los DERECHOSDEL NIO, a quien han de considerar como supremo elementopurificador y edificador de la vida social;

    12aNo prestarse nunca, ni por recompensa ni poramenaza, a servir de instrumento de ninguna opresin,explotacin o tirana que afecten a los derechos vitales de losotros.

    * * *

    As, sumisos con docilidad y fervor a estos mandamientos, encuya obediencia y cumplimiento han de hallar su alegra y suorgullo, concebimos nosotros a los sembradores de estasemilla de justicia, de armonizacin, de verdad y de vida.

    VII

    Necesitamos repetir una y otra vez, que el Mnimum Vital noes Beneficencia, sino Derecho, y derecho primario y absoluto.No es el Estado dando escuelas y otras cosas, "despus deatender a la funcin principalsima de defender la soberana",si no la Nacin organizada como una gran familia en que seatiende a la funcin CAPITAL PRIMARIA, de procurar vida atodos sus miembros.

    Nosotros los vitalistas no queremos or hablar de soberana nide abstracciones de ningn gnero; queremos or hablar denios que comen buen pan y toman buena leche; de gentesque van calzadas y vestidas de verdad; de trabajadores que senutren bien; de familias que viven en casa amplia, soleada,aireada; en fin, de un pueblo fuerte, sano, vigoroso, alegre,cuya religin es trabajar, y cuya recompensa es VIVIR.

    Nosotros sabemos, y no queremos perder el tiempo endemostrarlo, porque es evidente, que las palabras de

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    2aHonrar el TRABAJO VITAL, como el fundamento yla condicin indispensable del bienestar comn y de la justiciasocial;

    3aSer trabajadores asiduos, esforzados, atentos yleales con su obra, cuya perfeccin han de considerar ligadantimamente a su honor y a su probidad;

    4aAyudar a todos sus hijos, y a sus padres ancianosy necesitados;

    5aContribuir lo mejor que puedan al sostenimientode los orfanatorios, hospitales y asilos de indigentes de sucomuna o de su provincia;

    6aProteger a los animales no dainos, yespecialmente a los pjaros, como eficaces auxiliares denuestra vida;

    7aRespetar y proteger al rbol, como acumulador ydistribuidor de la vida en el planeta;

    8aSer limpios y bien hablados;

    9aNo embriagarse ni narcotizarse; no aventurar aljuego el producto de su trabajo; no disiparse ni prostituirse, afin de que todas sus fuerzas converjan a la eficacia mxima desu labor;

    10aNo explotar ningn vicio; no vivir de la usura; nousurpar en ninguna forma el trabajo ajeno; no acaparar latierra, ni las casas, ni los vveres, ni nada que sea indispensablea las necesidades vitales de los dems;

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    rbol de la vida nueva; y si no se verifica la sustitucin delantiguo credo social por otro ms justo y ms sabio, est claroque la Nacin continuar girando sobre sus goznes oxidados,camino de su ruina como nacin y como raza.

    * * *

    Por esto, a la cabeza de los PRINCIPIOS que forman la filosofade la Doctrina Vitalista, figuran estas afirmacionesfundamentales:

    1aQue el Estado, la Provincia y la Comuna, tienencomo finalidad y obligacin primarias, trabajar ante todo ysobre todo para que las Necesidades Vitales sean procuradasigualmente a todos los habitantes del pas.

    2aQue cualquiera otra forma de actividad essecundaria, y que es ilcita si se ejerce con dao o postergacinde la primera.

    3aQue el ideal constante y supremo del Estado, dela Provincia y de la Comuna ha de ser acercarse lo ms posiblea la gratuidad completa de la alimentacin, del vestido, de lahabitacin y del agua.

    4aQue la Asistencia Mdica, la Justicia y laEducacin, han de ser siempre gratuitas y accesibles, puestoque la salud, la justicia y la educacin, constituyen los tresmayores intereses de la raza.

    5aQue el trabajo es la condicin indispensable de lasalud individual y colectiva, en su triple aspecto de saludcorporal, .moral y mental, entendida la salud como llave delbienestar, de la concordia y del progreso; y que, porconsiguiente, la aspiracin y el deber ms altos son para cada

  • 8uno, vivir de un trabajo honesto, lcito y benfico para lacomunidad.

    6aQue no es trabajo lcito ninguna forma deactividad que directa y manifiestamente cause la ruina delindividuo, de la familia o de la raza.

    III

    Por el simple hecho de ser trado a la existencia, un nioadquiere plenos derechos a la vida ntegra, y todas las fuerzasfamiliares y sociales deben subordinarse a la necesidad deprocurarle esa vida ntegra. Sus padres, la Comuna, laProvincia, el Estado, han de constituir para l una cudruplepaternidad a fin de que esa vida que se inicia adquiera sumxima potencialidad y llegue a ser un da la justificacin desus progenitores, del medio social que le form, y la redencinde aquellos entre quienes va a florecer.El nio, decimos, es el perdn de hoy y la purificacin delmaana: slo en l cabe el mejoramiento visible ytrascendente de la sociedad; slo en l alcanzan su realizacinlas esperanzas y los anhelos de acrisolamiento. Es el verdaderotorbellino que organiza la vida, atrayendo para organizara, loselementos ms puros del ambiente social y csmico. Es uncentro de cristalizacin, al cual afluyen las fuerzas vivas yrenovadoras que forman el ro perenne de la vida.

    As, pedir para el nio elMnimum Vital, es como implorar unalimosna para el dueo del tesoro; como pedir un sorbo de aguapara calmar la sed de quien posee el manantial y la nube. Slouna barbarie insana, un encostra miento de la mente, unabastedad de sentimientos buena para rinocerontes, puedeexplicar que todava subsisten la palabra y la condicin deorfandad, y que nos imaginemos que un hospicio es unainstitucin de suficiente vala para saldar nuestras obligacionescon el nio hurfano.

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    poesa, pintura, estatuaria y msica. Por medio de la formaartstica, que es un vehculo emocional poderoso y sencillo,prender en los corazones que han sentido hambre y sed dejusticia, externndose en hechos y costumbres; y luego, contoda la fuerza acumulada a travs de esas cristalizaciones, sehar legislacin, derecho escrito. Mas, sea cual fuere la marchaque siga, y el tiempo y el esfuerzo que requiera su realizacin,no hemos de consentir en que disipe su fuerza en los escarceosde una literatura vaca, ni en los perifollos de una legislacinque nadie sostiene, porque nadie la siente ni la vive.

    El Mnimum Vital, a pesar de su voluntaria restriccin que secontenta con satisfacer las necesidades primordiales, es todoello cosa viva, cuya finalidad es Xa vida, cuyo manantial ycamino tienen que ser, literal y espiritualmente, vida. Y nopuede nacer, ni desenvolverse, ni culminar, sino MEDIANTE LAACCIN CONTINUA, DISCIPLINADA Y FERVOROSA DEHOMBRES QUE LA SIENTAN, LA PIENSEN Y LA QUIERAN.

    Estos son los sembradores que hacen falta para esta siembra:hombres que asienten la mano decidida sobre la mancera delarado, y hagan penetrar hasta el fondo su reja anhelosa dellegar hasta las races de la justicia y de la verdad.

    Tales adeptos fervorosos, han de proclamar y extender laDoctrina Vitalista con hechos, con normas de conducta, con lasujecin a una manera de vivir que est propagando por smisma y en todo momento, la eficacia de la Nueva Fe, delNuevo Orden Social que se trata de establecer.

    Y para ello, deben asumir como DEBERES IMPRESCRIPTIBLES,stos que sealamos a continuacin, a manera deMandamientos Individuales.

    1aConsiderar la condicin de trabajador honrado yexperto como el ideal ms alto a que puede aspirar unmiembro de la comunidad;

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    oprimidos, de los que explotan y de los explotados, elMnimum Vital florecer en instituciones, leyes y costumbres;ser como una levadura infundida en todas las modalidadesdel vivir, y la nacin y la sociedad se constituirn y setransformarn lenta y seguramente, al influjo de esa levaduraespiritual.

    Entonces las formas econmicas, los procedimientos, losarbitrios, vendrn por s solos, y vendrn de acuerdo con ellugar y el momento, y no como sistema artificioso omaquinaria complicada, que falla toda ella apenas se le cae untornillo.

    Una fe, un concepto nuevo de la vida, si es amplio y verdadero,tiene virtud generadora, que va creando ella mismaa travsde los obstculos y de las viejas formas, su propia contexturay la variada y eficaz corporalidad de su espritu. Y eso no sehace nunca en un da, ni sin repetidos ensayos y errores, sinoen mucho tiempo y con esfuerzos dolorosos. As es como semanifest elCristianismo que, todava, despus de dos mil aos, estrevistindose de formas nuevas; as se manifest la RevolucinFrancesa, que todava est forcejando para cristalizar neta yeficazmente sus ideales de libertad. Y as fueron y sernsiempre todas las grandes revoluciones, las cuales al comienzo,no una superacin de nuestra conciencia colectiva, cimentadasobre una superacin de la conciencia individual.

    * * *

    Como toda doctrina viva y fecunda, esta del Mnimum Vitaltiene su origen en una concepcin del mundo, en una filosofa.De concepcin filosfica, podr extenderse al plano espiritualy revestirse con formas religiosas; del campo de la religintrascender a la esfera del arte, para manifestarse como

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    Tratndose del nio, el asegurarle el Mnimum Vital es apenasdevolverle el centsimo de lo que es suyo, y toda situacin queno le asegure siquiera ese Mnimum, es una afrenta para lafamilia, para la Comuna y para la Nacin.

    * * *

    Pero llega un momento en que el nio se hace hombre, seconvierte en UN TRABAJADOR; es decir, en una fuerza queacta y da vida. De simple estanque adonde todas las aguasvenan a verterse para henchirle y colmarle, se ha convertidoen manantial de donde las aguas emanan y parten, a henchir ycolmar otros estanques. Ayer reciba nicamente; hoy da, y dacon creces; da mucho ms de lo que recibe, pues de otramanera sera imposible la continuacin y la subsistencia social.Trabajador, significa, pues, uno que da, en proporcin mayorde lo que se le da; es uno que, adems de retribuir,recompensa.

    Ahora bien, qu es lo que yo doy cuando trabajo? DOY MIVIDA. Literal y esencialmente, el que da su trabajo da su vida.Trabajo no es sino una palabra que expresa brevemente estehecho complicado, trascendental e inconmensurable: dar uno,la vida acumulada en s. Es el mismo fenmeno de la tierra,que se da en forma de rbol, y del rbol que se da en forma defruto; del mar, que se da en forma de nube; de la nube, que seda en forma de lluvia; de la lluvia, que se da en forma demanantial.

    Cuando yo trabajo una hora, doy un valor que no puede ser nisustituido ni atenuado: porque esa hora, de trabajo, es unahora de mi vida; no de una sin trmino o de inmensurableduracin, sino de una vida de cincuenta, sesenta, setenta aos;es decir, una fraccin grande sustrada a una suma pequea,en el mejor de los casos, pues si no vivo ms all de treinta

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    aos, resultar una fraccin enorme sustrada a una cantidadmnima. Una hora de m trabajo, de mi tiempo, es un valorabsoluto, arrojado por siempre al abismo de la eternidad: connada lo puedo sustituir, con nada lo puedo compensar.

    As, pues, el trabajador es el hombre que da su vida: la da comotiempo, en cuanto no hay faena que se pueda cumplir sino enun tiempo determinado; la da como pensamiento, en cuantoningn trabajo se puede efectuar sin atencin, que espensamiento concentrado, enfocado sobre la obra que serealiza; y finalmente, la da como voluntad como corazn, si altrabajar infunde en la obra el anhelo de que salga perfecta.Tiempo, corazn, pensamiento, msculos y nervios, huesos ytendones, sangre y sudor, todo se quema en el trabajo; el serentero se trasfunde en la obra realizada, que no es ni ms nimenos que un trozo de la vida individual, trasmutado en la vidatotal.

    ***

    Ntese bien este carcter del trabajador: el hombre que abreun surco, o siembra el grano, o alza las paredes de una casa, oteje la tela para el vestido, o ensea a los nios, o cura a losenfermos, o cualquiera otra forma de actividad normal ybenfica, trasmuta su vida individual en vida colectiva, porquela cadena de influencias, de fuerzas creadoras que inicia con sutrabajo, ya no termina: se desenvuelve en una serieinconmensurable que abarca y enlaza todas las actividadessociales. Digamos, por ejemplo, la tortillera que prepar lastortillas con que me he alimentado esta maana, o la cocineraque prepar mi desayuno: Qu fue lo que me dieron? Unafraccin, una modalidad de su vida individual. Pero desde elmomento en que yo inger esas tortillas, ese desayuno, aquellamodalidad de sus vidas limitadas, concretas hasta ah,asumieron posibilidades de transformacin y de influencia

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    Ms, para lo superfluo del que le dio a la obra su formadefinitiva; pero no antes de asegurar la vida, el Mnimum Vitalde aquellos sin cuya colaboracin la obra no poda nacer nivivir.

    El Pan NUESTRO, dijo Jess, pensando, sin duda, en laconsecuencia de la Obra NUESTRA. Por desgracia, ah estamosan en la edad de la fiera, imaginando que es justicia y religiny ciencia, la forma asesina y mezquina de "el pan mo, amasadocon el trabajo de ellos".

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    Esencialmente, el Mnimum Vital es UNA FE; una maneranueva y sencilla y justa de comprender y de sentir lasrelaciones humanas. Es un CONCEPTO NUEVO de la vida; unamanera nueva de hablar la conciencia, y de traducir en hechose instituciones las slabas de esa nueva palabra.

    Lo que se profesaba antes, y veneraba como beneficencia, setransporta ahora al plano de la justicia; lo que el pueblo recibehoy como favor, lo recibir como derecho, como restitucin;lo que se tomaba como secundario, y se colocaba en lospresupuestos, en las leyes y en la moral, despus de lasoberana, del progreso, de la instruccin, de la cortesainternacional, de las diversiones pblicas, pasar a serprimario, y se colocar antes y por encima de todo.Nosotros hacemos del derecho de todo hombre a un mnimumde vida ntegra, un Derecho Absoluto; y del deber de lacolectividad de procurarle a todo hombre un mnimum de vidantegra, hacemos un Deber Absoluto.Si estos conceptos prenden, si llegan a conmover y a removerla conciencia de los hombres: de los que oprimen y de los

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    Lo HACEMOS TODO ENTRE TODOS: sta es la nica, la hornaday sencilla verdad y slo cuando la conozcamos y la sintamos entoda su evidencia, en toda su fuerza, en toda su santidadhallaremos para construir el orden social una forma cristiana,humana, digna de hombres, de seres que ya no quieren vivircomo las fieras. Lo hacemos todo entre todos: cada uno enforma diversa pero necesaria, inseparable del conjunto,pone en la obra comn su trabajo, es decir, su vida. Y puestoque deja ah su vida en forma de trabajo, justo y natural es quereporte del provecho comn aquella parte mnima quenecesita para continuar trabajando: aquel Mnimum Vital quele es indispensable para que su capacidad de trabajador nodegenere; para que su fuerza, su salud su alegra, manantialesde capacidad y de eficiencia, continen vertiendo en el YO SUSaguas renovadoras.

    ***Sin duda que en el poema que yo escribiera, en eldescubrimiento del gegrafo, en la invencin del mecnico, enel clculo del astrnomo, hay algo "suyo", algo personal, ciertosello que caracteriza la obra, una porcin y forma de trabajomayor y mejor que cualquiera otra de las innumerables queaportan los dems colaboradores. Sin esa porcincaracterstica del "Autor", sin esa aportacin siempreindividual y personalsima, la obra no hubiera nacido. Mstampoco habra nacido sin la coparticipacin annima de losotros. Sin Miguel ngel, no habra Cpula de San Pedro; massin canteros que labraran las piedras, no la habra tampoco.

    Ms a quien ms dio; mejor a quien mejor contribuy, es la leysencilla y natural. Ms, pero no todo. Ms, pero slo cuandoya tenga apartada la porcin mnima de los compaeros deltrabajo.

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    ilimitadas, inconmensurables, trascendentales como el vientoy la luz. Esas tortillas humildes, en las cuales viene ya implcitala vida de quien sembr el maz, de quien lo seg, de quien arel suelo para la siembra, de quien hizo el arado, de quien forjel hierro para el arado, esas humildes tortillas se transforman,al ingerirlas yo, en fuerza nerviosa y mental, en pensamiento,en voluntad de expresar ese pensamiento, en capacidadartstica, para darle forma; en vehculo de esta doctrina queestoy desarrollando, la cual, en un solo corazn que llegue aprender flamgeramente, puede traducirse en consecuenciasinfinitas. De aqu saldr labor para el tipgrafo, para el nioque vende el peridico, para cuantos intervienen en el trabajoperiodstico; y si, adems, la doctrina convence y mueve, yllega a culminar en nuevas y generosas costumbres, en leyesbenficas y humanas, tendremos que aquellas tortillas, alparecer insignificantes, devinieron el eslabn de una cadenasin trmino; fueron como una piedra gigantesca lanzada enmedio del ocano, de cuyo seno suscit inmensas olas,montaas de agua que fueron, hechas encaje rumoroso, abesar y a purificar las playas ms remotas...

    ***

    O sea, que toda obra es colectiva; que todo lo hacemos entretodos, y que, puesto que todos vertemos nuestras vidas en laobra comn, todos tenemos derecho a que se nos devuelva,siquiera en porcin mnima, en la de Mnimum Vital, aquelloque hemos dado: nuestro trabajo, nuestro YO.

    IV

    Que toda obra es obra colectiva, es muy sencillo decomprenderse, y yo no har aqu para evidenciarlo, sino

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    repetir con nueva forma la prueba que se adujo ya tantas vecesy que cualquiera puede comprobar.

    Imaginemos que soy un poeta, y que escribo un poema. Meaisl para ello, pues no slo no me hace falta compaa, sinoque me sera estorbosa. De instrumentos materiales, nonecesito sino mi lpiz y algunas cuartillas de papel. En el cantode una rstica mesa, y an en mis rodillas, sobre un cartapacioimprovisado, escribo mi pensamiento, que parece venir todol de las profundidades de mi ser, y lo voy revistiendo con laforma que al andar de los aos mi corazn ha entretejido conlos invisibles hilos del vivir. No hay obra ms personal, msindividual que sa: se dira que toda ella sale exclusivamentede m mismo: que nadie ms que yo pone en ella sucontingente; y si alguna vez el hombre tuvo derecho para decirmi obra, es, sin duda, al referirse a sta en que, fuera del papely del lpiz, todo es mo: las impresiones que recib; el dolor ola sonrisa en que me dejaron impregnados; los arabescos quemi fantasa bord sobre la tela; las ideas en que setransformaron; la musicalidad y el ritmo que mi odo lesimprime. He aqu, pues, UNA OBRA MA, nada ms que ma; ysi por ventura resulta una verdadera obra de arte, al darla a luzpodr gloriarme de que hago a los hombres una merced deque les agracio con un don; y no sin razn me imaginar queme deben agradecimientos y honores, por ese diamante queles dejo caer para que ilumine y embellezca sus horas.

    Quin no ha sido fascinado alguna vez por esa sirena de lagloria? A quin, hombre de ciencia, poeta, msico, filsofo,no le sedujo la ilusin de que ESTABA DANDO, sin que nadiems que l fuera el forjador de aquella ddiva? Quin, al dara los dems una obra que le sali de las propias entraas, nose sinti impulsado a decir: tomad este es mi cuerpo, esta esmi sangre? Y, sin embargo, esa individualidad exclusiva de suobra era simplemente una apariencia; ni sa, ni obra algunarealizada en la vida fue la obra de uno solo, sino la obra de

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    muchos, de todos, hasta de los ausentes y de los muertos. Yved aqu la comprobacin indubitable: mientras yo escriboahora; mientras ayer lea o paseaba, acumulando elementospara mi poema; mientras hace aos vagaba por la orilla del maro contemplaba el horizonte desde la cima de una montaa,alguien TRABAJABA, para que YO PUDIERA entregarmelibremente a mis observaciones, a transformar las impresionesque recoga del ambiente, a meditar sobre ellas, a guardarlasen el arca de la subconsciencia, para extraerlas un da, yaorganizadas y vivientes. Alguien TRABAJABA, para DEJARMELIBRE EN MI TRABAJO, cociendo el pan de que me alimentaba;lavando y aplanchando la ropa con que me vesta; limpiando yarreglando mi casa; confeccionando mi traje; cortando en elbosque la lea para cocer mis alimentos; fabricando el jabnpara lavar mis vestidos; haciendo mi calzado, preparando elcuero y la suela con que el zapatero haba de confeccionarlos.Tal como en este momento, centenares, millares de personastrabajan para que yo pueda escribir estos artculos; es decir,trabajan conmigo EN MI OBRA. Mi cocinera, mi lavandera, micamarera, la mujer que lleva las legumbres al mercado, lacampesina que las siembra y recoge, el sastre que me viste, elzapatero que me calza, el comerciante que importa el papel yel lpiz, el industrial que fabrica el papel y el lpiz, los marinosque tripulan el barco que los trae..., todos los millares ymillares de obreros, ingenieros, fabricantes, comerciantes,peones y sirvientes que intervienen en la confeccin y acarreode esos tiles, y todos los que me aprontan y facilitan las cosasque necesito para mi vida diaria, colaboran conmigo en estadoctrina, trabajan para que yo pueda trabajar en ella. Hacen,pues, su PARTE, y slo mediante esa multiforme e infinitacolaboracin, puede salir la obra, que un instante, cegado porel orgullo, quise llamar mi obra; cuando, con mayor humildady ms clara visin de las cosas, la hubiera llamado NUESTRAOBRA.