“EL MODELO DE IGLESIA EN EL CONCILIO VATICANO...
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Universidad Rafael Landívar
Facultad de Teología
Campus de Quetzaltenango
“EL MODELO DE IGLESIA EN EL CONCILIO VATICANO II
-CONSTITUCIÓN LUMEN GENTIUM-”
TESIS
Armando López Sandoval
Carné 2058708
Quetzaltenango, noviembre de 2013
Campus de Quetzaltenango
Universidad Rafael Landívar
Facultad de Teología
Campus de Quetzaltenango
“EL MODELO DE IGLESIA EN EL CONCILIO VATICANO II
-CONSTITUCIÓN LUMEN GENTIUM-”
TESIS
Presentada a Coordinación de Facultad de
Teología
Por:
Armando López Sandoval
Previo a conferirle en el grado académico de:
Licenciado
El título de:
Teólogo
Quetzaltenango, noviembre de 2013
Autoridades de la Universidad Rafael Landívar
del Campus Central
Rector Padre Rolando Enrique Alvarado S. J.
Vicerrectora Académica Doctora Lucrecia Méndez de Penedo
Vicerrector de Investigación
y Proyección Social Padre Carlos Cabarrús Pellecer S. J.
Vicerrector de Integración
Universitaria Padre Eduardo Valdés Barría S. J.
Vicerrector Administrativo Licenciado Ariel Rivera Irias
Secretaria General
Autoridades de la Facultad de
Teología
Decano Lic. Rodolfo Alberto Martín Angulo, MA
Secretario Lic. Guillermo Enrique Téllez Ibarra, MA
Director del ICCRE Lic. Abdón Camacho, fsc
Director de los Programas
de Quetzaltenango Hno. Melvin Aristides Otero
Director del Diplomado
en Teología Lic. Francisco Romero Gonzáles
Directora de la Licenciatura
en Teología Lic. María de la Luz Ortiz Martínez, MA
Director del PEM en Filosofía Lic. Agustín Mate Mansilla, MA
Coordinador de PIL (EDP) Lic. Andy Roger Aguilar López
Coordinador del Área de Ética Lic. Víctor Virula
Licenciada Fabiola Padilla de Lorenzana
Miembros del Consejo
Campus de Quetzaltenango
Director del Campus Arquitecto Manrique Sáenz Calderón
Subdirector de Integración
Universitaria Msc. P. José María Ferrero Muñiz S. J.
Subdirector de Gestión General Msc. P. Mynor Rodolfo Pinto Solís S. J.
Subdirector Académico Ingeniero Jorge Derik Lima Par
Subdirector Administrativo MBA. Alberto Axt Rodríguez
Asesor
Licenciado Alfonso Darío de León Camacho
Revisor de Fondo
Lic. Mario Mauricio Recancoj Mendoza
Agradecimientos
A Dios: Por darme la sabiduría y la inteligencia de
trabajar este proyecto, lo cual me ha ayudado
mucho en mi crecimiento persona y comunitario.
A mis Padres: Anacleto López Chávez y Matilde Sandoval
Chilel, por brindarme su apoyo económico y
moral, que Dios les bendiga siempre.
A mis Hermanos: Elda Adelina, José Luis, Jhonatan Obdulio, y
Benito Elías López Sandoval que me apoyaron
incondicionalmente, gracias. Que el buen Dios
les colme siempre con su amor, buscando
siempre hacer el bien.
Dedicatoria
A Dios: Por darme la sabiduría y la inteligencia de
trabajar este proyecto, lo cual me ha ayudado
mucho en mi crecimiento persona y comunitario.
A mis Padres: Anacleto López Chávez y Matilde Sandoval
Chilel, por brindarme su apoyo económico y
moral, que Dios les bendiga siempre.
A mis Hermanos: Elda Adelina, José Luis, Jhonatan Obdulio, y
Benito Elías López Sandoval que me apoyaron
incondicionalmente, gracias. Que el buen Dios
les colme siempre con su amor, buscando
siempre hacer el bien.
A mis Abuelitos: Eusebio López y Josefa Chávez, por apoyarme
con sus sabios consejos.
A mis Padrinos: Octavio Ramírez y Estela Chilel por haberme
apoyado moralmente.
Al Párroco Rigoberto
Matías Rabanales: Por apoyarme moralmente, gracias, y que Dios
le acompañe siempre en su servicio a los demás.
A la Religiosa: Juana María Mansilla por brindarme su apoyo
incondicional, que el Espíritu Santo la sigua
guiando en su caminar de la fe cristiana.
A la Comunidad Cristiana: Que de una u otra forma me apoyó
incondicionalmente.
A la Iglesia Católica: Que me ha ayudado a fortalecer mi fe hacia Dios
y me ha guiado hacia el camino del bien.
A los Catedráticos de la
Universidad Rafael Landívar: Por haberme orientado, y guiado con sus sabias
enseñanzas.
Índice
Pág.
INTRODUCCIÓN…………………………………………………………… 1
1. Tema…………………………………………………………………………... 3
2. Planteamiento del problema……………………………………………… 3
2.1. Definición……………………………………………………………………... 3
2.2. Delimitación………………………………………………………………….. 4
2.2.1. Institucional………………………………………………………………….. 4
2.2.2. Geográfico…………………………………………………………………….. 4
2.2.3. Temporal……………………………………………………………………… 4
2.2.4. Personal ………………………………………………………………………. 4
3. Aporte…………………………………………………………………………. 4
4. Formulación de la pregunta de investigación………………………… 4
5. Justificación…………………………………………………………………. 4
6. Descripción de la investigación………………………………………….. 5
7. Objetivos……………………………………………………………………… 5
7.1. General……………………………………………………………………….. 5
7.2. Específicos…………………………………………………………………… 5
8. Variables de estudio……………………………………………………….. 6
8.1. Conceptualización de las variables……………………………………….. 6
8.2. Operación de las variables………………………………………………….. 7
9. CAPÍTULO I. REALIDAD DE LA IGLESIA LOCAL……………………… 8
9.1. Etapa histórica………………………………………………………………… 8
10. CAPÍTULO II, LA IGLESIA EN LA LUMEN GENTIUM………………… 12
10.1. La Iglesia según la Constitución Dogmática Lumen Gentium………….. 12
10.2. El Misterio de la Iglesia…………………………………………………….. 15
10.3. El Pueblo de Dios……………………………………………………………. 18
10.4. Constitución jerárquica de la Iglesia……………………………………….. 22
10.5. Los laicos……………………………………………………………………… 28
10.6. Universal vocación a la santidad…………………………………………… 33
10.7. Los religiosos…………………………………………………………………. 36
10.8. Índole escatológica de la Iglesia……………………………………………. 39
10.9. La Santísima Virgen María…………………………………………………… 42
11. CAPÍTULO III. EL DESAFÍO DEL MODELO DE IGLESIA QUE
PRESENTA LA CONSTITUCIÓN “LUMEN GENTIUM” PARA LA
IGLESIA LOCAL……………………………………………………………. 47
11.1. Desafío de la Iglesia local en diálogo con el Concilio Vaticano II,
“Lumen Gentium”…………………………………………………………….. 47
12. CONCLUSIONES…………………………………………………………… 50
13. RECOMENDACIONES……………………………………………………… 52
14. PROPUESTA………………………………………………………………… 54
15. REFERENCIAS……………………………………………………………… 55
15. ANEXO…………………………………………………………………………. 57
Resumen
La Iglesia es Esposa Inmaculada del Cordero Inmaculado, a la que Cristo amó y se
entregó por ella para santificarla, la unió consigo en pacto indisoluble e
incesantemente la alimenta y cuida. Mientras que la Institución camina en esta tierra,
se considera como en destierro, buscando y saboreando las cosas de arriba, donde
Cristo está sentado a la derecha de Dios, donde la vida de la Iglesia está escondida
con Cristo en Dios hasta que aparezca con su esposo en la gloria.
La Institución es el pueblo de Dios, son tomados en cuenta todos los que han sido
bautizados y siguen a Cristo. Dentro de la misma están los religiosos, las religiosas,
personas que deciden vivir solteros, solteras, durante toda su vida sirviendo más de
cerca a Dios. Dejan su familia para servir a los demás, es un estilo de vida que
pocos deciden llevarla.
Los laicos por su parte también sirven a Dios y a los demás según su condición de
vida, lo hacen desde la familia, con la esposa, esposo, hijos e hijas, seguidamente
tratan de una u otra forma hacer presente el Reino realizando buenas obras, la
voluntad de Yahvé.
No obstante en la iglesia hay diversos ministerios que la persona puede optar, todos
son importantes porque con el trabajo de todos se puede lograr tener una iglesia
como lo presenta Vaticano II, Pueblo de Dios, ya que todos, autoridades
eclesiásticas, religiosos, laicos están llamados a la santidad por medio de estos
ministerios la persona alcanza su perfección. Toda persona puede ser santa siempre
y cuando haya cumplido con los requisitos.
El Documento conciliar, y en especial la Constitución “Lumen Gentium” son
documentos que no deben de faltar en los conocimientos de los fieles, ya que la
Iglesia es presentada como Pueblo de Dios, que está conformado por todos los
bautizados, que son llamados laicos. Por lo cual se llega a considerar que es
necesario dedicarle un trabajo específicamente sobre la Iglesia en el Documento del
Concilio Vaticano II, tomando como punto de partida la Constitución arriba
mencionado para tener un mejor resultado dejando un aporte que le sirva a la
Institución, como un documento de catequesis para los fieles.
1
INTRODUCCIÓN
Los laicos ejercen un apostolado múltiple, tanto en la Iglesia como en el mundo. Los
laicos tienen su papel activo en la vida y en la acción de la Iglesia, como partícipes
que son del oficio de Cristo sacerdote, profeta y rey. Su acción dentro de las
comunidades de la Iglesia es tan necesaria que sin ella el mismo apostolado de los
pastores muchas veces no puede conseguir plenamente su efecto. Pues los laicos
que con amor siguen el camino de Cristo, a la manera de aquellos hombres y
mujeres que han realizado buenas obras dando su vida por los demás, suplen lo que
falta a sus hermanos y reaniman el Espíritu Santo de los pastores como del resto del
pueblo fiel.
Los fieles por naturaleza traen consigo derechos y obligaciones que le comprometen
trabajar dentro de la Iglesia juntamente con la jerarquía para cumplir con la misión
que Cristo encomendó. La Iglesia es el cuerpo de Cristo, es la madre de todos los
que participan en ella, es la encargada de alimentar a sus hijos llevándoles la
Palabra, la Buena Nueva, principalmente la fe como fundamento de la vida cristiana.
Sin embargo, se alimenta también de una madre que es la Santísima Virgen María,
la sierva del Señor, la que alimentó y cuidó al Verbo encarnado durante su vida
terrestre, ella es la madre de todos los cristianos, que de ella aprenden a creer y a
decir si a Dios ya que ella fue la primera misionera que confió y dijo sí al Padre.
También sigue aprendiendo de ella, es respetada y venerada por los católicos
porque fue una persona importante de la historia y porque es la madre de Cristo.
La Institución es el pueblo de Dios, son tomados en cuenta todos los que han sido
bautizados y siguen a Cristo. Dentro de la misma están los religiosos, las religiosas,
personas que deciden vivir solteros, solteras, durante toda su vida sirviendo más de
cerca a Dios. Dejan su familia para servir a los demás, es un estilo de vida que
pocos deciden llevarla.
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Los laicos por su parte también sirven a Dios y a los demás según su condición de
vida, lo hacen desde la familia, con la esposa, esposo, hijos e hijas, seguidamente
tratan de una u otra forma hacer presente el Reino realizando buenas obras, la
voluntad de Yahvé.
No obstante en la iglesia hay diversos ministerios que la persona puede optar, todos
son importantes porque con el trabajo de todos se puede lograr tener una iglesia
como lo presenta Vaticano II, Pueblo de Dios, ya que todos, autoridades
eclesiásticas, religiosos, laicos están llamados a la santidad por medio de estos
ministerios la persona alcanza su perfección. Toda persona puede ser santa
siempre y cuando haya cumplido con los requisitos
El Documento conciliar, y en especial la Constitución “Lumen Gentium” son
documentos que no deben de faltar en los conocimientos de los fieles, ya que la
Iglesia es presentada como Pueblo de Dios, que está conformado por todos los
bautizados, que son llamados laicos. Por lo cual se llega a considerar que es
necesario dedicarle un trabajo específicamente sobre la Iglesia en el Documento del
Concilio Vaticano II, tomando como punto de partida la Constitución arriba
mencionado para tener un mejor resultado dejando un aporte que le sirva a la
Institución, como un documento de catequesis para los fieles.
En este trabajo se hizo uso del método ver, juzgar y actuar, lo cual permite tener un
amplio panorama sobre la realidad eclesial que vive la parroquia de San Cristóbal
Ixchiguán, confrontándola así con la Constitución Dogmática Lumen Gentium, Iglesia
Pueblo de Dios, en donde todos los incorporados a Cristo forman parte de ello sin
discriminación alguna ya que el hombre ha sido creado como imagen de Dios con
capacidad para conocer y amar a su creador. Así como el Teólogo Hans Kung
menciona que, como pueblo de Dios queremos una Iglesia en la que nos sintamos
incluidos todos, no queremos un pequeño grupo dominante que controle todo.
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1. Tema:
El modelo de Iglesia en el Concilio Vaticano II, Constitución “Lumen Gentium”
2. Planteamiento del problema
Los laicos de la Parroquia de San Cristóbal Ixchiguán San Marcos, tienen un bajo
conocimiento sobre lo que es Iglesia, y menos aún los documentos conciliares, en
especial la Constitución Lumen Gentium, lo cual les lleva a practicar cosas que la
mayoría de veces no van de acuerdo al Evangelio, cometiendo así errores que traen
consigo consecuencias negativas que no ayudan al desarrollo de la Iglesia.
2.1. Definición
Por el modelo de Iglesia en San Cristóbal Ixchiguán, San Marcos en el Concilio
Vaticano II, documento conciliar, y en especial en la Constitución “Lumen Gentium”
se entiende como los aportes dejados por este documento, que insta a formar una
Iglesia como pueblo de Dios, y la fundamentación que proporciona al conocimiento,
comprensión y vivencia de los laicos dentro de la Institución, sin discriminación
alguna.
Consiste en confrontar la realidad eclesial local con los fundamentos identificados,
percibiéndolos como un desafío de la Parroquia de Ixchiguán San Marcos el vivir
como Pueblo de Dios en donde todos participen aportando según su condición de
vida para el desarrollo de la misma.
Alcances:
Investigación bibliográfica y de campo, confrontando así, la realidad y las bases
teológicas que sustentan el modelo de Iglesia en el Concilio Vaticano II, Constitución
Dogmática “Lumen Gentium”.
4
2.2. Delimitación
2.2.1. Institucional:
Parroquia San Cristóbal Ixchiguán
2.2.2. Geográfico:
Municipio de San Cristóbal Ixchiguán, departamento de San Marcos.
2.2.3. Temporal:
Enero a noviembre de 2013
2.2.4. Personal:
20 catequistas, entre ellos 11 mujeres y 9 hombres.
3. Aporte:
Presentar un manual de catequesis para la formación de los Catequistas, con
relación a lo que propone el Concilio Vaticano II, “Lumen Gentium”.
4. Formulación de la pregunta de investigación:
¿Cuál es el desafío que deja el modelo de Iglesia en el Concilio Vaticano II,
Constitución “Lumen Gentium”?
5. Justificación
La Iglesia cuenta con un sinfín de documentos que pueden apoyar en el proceso
formativo de los agentes de pastoral, fortaleciendo un determinado modelo de
Iglesia. El Concilio Vaticano II, proporciona las bases teológicas y pastorales
necesarias e indispensables para confrontar el actual modelo de Iglesia de la
Parroquia y establecer una propuesta de formación para fortalecer una dimensión
eclesial marcada por la indiferencia entre hermanos.
5
Es una cantidad de laicos que demuestran con su actitud que ignoran el contenido
del Vaticano II, Lumen Gentium, con esto se ve claramente que se necesita líneas de
trabajo con las personas, para darles a conocer lo que realmente nos propone este
documento, fortaleciendo así a los catequistas para una formación constante hacia
los laicos.
6. Descripción de la investigación
Para realizar el presente trabajo se utilizó el método: ver, juzgar y actuar, por medio
del cual inicialmente se vio a fondo la realidad de los laicos y laicas. Posteriormente
se buscó iluminar dicha realidad con los aportes del Concilio Vaticano II en la
Constitución “Lumen Gentium” y finalmente se brinda líneas de acción pastoral que
permitan la formación integral respecto al documento ya mencionado.
7. Objetivos:
7.1. General
7.1.1.1. Determinar el desafío del modelo de Iglesia en el Concilio Vaticano II,
“Lumen Gentium” confrontándola con la realidad local para tomar líneas de acción
en el trabajo pastoral.
7.2. Objetivos específicos
7.2.1.1. Identificar las bases teológicas que sustentan el modelo de Iglesia en el
Concilio Vaticano II.
7.2.2. Confrontar las bases teológicas presentadas por el documento arriba
referido con la realidad, estableciendo el desafío para la Iglesia local.
7.2.3. Presentar un manual de catequesis para la formación de los laicos y
catequistas,
6
con relación a lo que propone Vaticano II, Constitución Dogmática “Lumen
Gentium”.
8. Variables de estudio
Independiente
Vaticano II: documento Lumen Gentium
Dependiente
El modelo de Iglesia
8.1. Conceptualización de las variables
Vaticano II
El Vaticano II es un documento conciliar que dan a conocer varios aspectos sobre el
caminar de la Iglesia hacia la perfección. Lumen Gentium es un documento Conciliar
que pone énfasis en la Iglesia, constituyendo Cristo como la Luz del pueblo, y por
ello “este sacrosanto concilio desea ardientemente iluminar a todos los laicos,
anunciando el Evangelio a toda criatura con la claridad de Cristo, que resplandece
sobre la faz de la Iglesia. Y porque la Institución es en Cristo un Sacramento de la
unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano”.
Por tanto es necesario que el laico conozca los contenidos del documento
anteriormente mencionado, para conocerse así mismo, sus derechos y obligaciones
dentro y fuera de la Iglesia, para así tener más participación utilizando su propia
creatividad teniendo en cuenta su preparación para poner en práctica el Evangelio.
Según el documento arriba citado la Iglesia es el pueblo de Dios donde los laicos y
las laicas tienen la misma dignidad y los mismos derechos que las autoridades
eclesiales. La Institución tiene que verse como pueblo de Dios donde todos
participan y aportan para el Reino. La preparación del laico, laica con relación a este
7
documento debe ser constante y adecuada para iluminar su participación y aporte
dentro de la Iglesia.
Iglesia
La Iglesia es el pueblo de Dios, esposa de Cristo, cuerpo de Cristo, así la ella es un
redil, cuya única y obligada puerta es Cristo. Es también una grey, de la que el
mismo Dios se profetizo Pastor y cuyas ovejas, aunque conducidas ciertamente por
pastores humanos, son guiadas y alimentadas continuamente por el mismo Cristo,
buen pastor y príncipe de los pastores, que dio su vida por sus ovejas.
La Iglesia es también descrita como Esposa Inmaculada del Cordero Inmaculado, a
la que Cristo amó y se entregó por ella para santificarla, la unió consigo en pacto
indisoluble e incesantemente la alimenta y cuida. Mientras que la Institución camina
en esta tierra, se considera como en destierro, buscando y saboreando las cosas de
arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios, donde la vida de la Iglesia
está escondida con Cristo en Dios hasta que aparezca con su esposo en la gloria.
8.2. Operación de las variables
Variables Indicadores Herramientas de
recabación de datos
Vaticano II, Identificadas las bases teológicas que
sustentan el modelo de iglesia que
predomina en el vaticano II.
Investigación
bibliográfica.
Desafío del
modelo de
iglesia
Identificado el desafío del modelo de iglesia
inspirado en el municipio de San Cristóbal
Ixchiguán, San Marcos.
Encuestas,
Investigación de
campo.
Método ver, juzgar y
actuar.
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CAPÍTULO I
REALIDAD DE LA IGLESIA LOCAL
9.1 Etapa histórica
La parroquia de San Cristóbal Ixchiguán San Marcos, nació hace 65 años, cuando la
población apenas crecía. No contaba con párroco propio, sino, que, los mismos
catequistas de la parroquia celebraban la Palabra de Dios en diferentes viviendas.
En realidad la Iglesia la formaba un grupo de personas, no había templo como
ahora lo hay. Con el tiempo en el centro del municipio una familia dio prestada y
luego dono una casa para convertirla en templo y allí celebrar siempre la palabra de
Dios.
Con el transcurso del tiempo un grupo de personas se organizó para pedir ayuda
económica a los demás, y construir su propio templo. Decidieron edificar un templo
grande y mejor que el que tenían, era nada más de botar la casa de adobe y levantar
un templo más grande y con otros arreglos para verse mejor.
Los laicos tenían en su pequeño templo la imagen del patrono del municipio que es
San Cristóbal. En algunas ocasiones cuando llegaban a trabajar en el templo, la
imagen no estaba, generalmente llamaban a los catequistas para ver lo que pasaba.
Cierto día se preocuparon porque pensaron que alguien la había robado. Empezaron
a buscar y preguntar con los vecinos. Así pasaron tres días. Y en una tarde unos
catequistas encontraron la imagen en la casita que estaba en el parque, decidieron
llevarla de nuevo a la pequeña Iglesia, pero la sorpresa fue que al otro día estaba de
nuevo en la misma casa.
Fue pasando el tiempo y los laicos no se explicaban el porqué de esa situación,
luego comprendieron que San Cristóbal quería que la Iglesia se construyera en
donde siempre aparecía. Empezaron a construir el templo, en frente del parque
9
central, votaron la casita, empezaron a edificar una Iglesia no tan grande, fue
construida de adobe, con dos torres de piedra con cemento y cal.
Los fieles estaban trabajando duro para terminar la construcción. Mientras que se
terminara el edificio, aseguraron la casa porque era de adobe, e hicieron otros
arreglos para celebrar la Santa Eucaristía. Pasaron aproximadamente 10 meses
cuando se terminó la construcción. Se hizo una celebración para agradecer a Dios
por haber finalizado la construcción de la Iglesia. Seguidamente los catequistas se
organizaron para celebrar la Palabra de Dios.
Es así como se empezó a formar la familia de la Iglesia católica, gracias al apoyo de
los hermanos catequistas. Aún no se contaba con un párroco, solamente dos
religiosas. Ellas llegaron tres meses después, lo cual alegro mucho a la gente. Las
religiosas empezaron a trabajar con los catequistas para que la comunidad tuviera
una mejor organización. Con el tiempo llegó un sacerdote a celebrar la Eucaristía
una vez al mes, luego el Obispo de la diócesis de San Marcos, mandó a un cura a
celebrar la misa cada semana, y los laicos cada vez aumentaba en número. La
Iglesia fue desarrollándose cada vez más, conforme pasaba el tiempo. Los
catequistas y la comunidad católica decidieron construir un salón y una casa
parroquial. Empezaron la construcción, con la ayuda y aporte económico de todos y
todas, la construcción terminó ocho meses después.
Después 50 años se estableció en la parroquia un párroco llamado Regino, para
acompañar a la comunidad. Se estableció en la casa parroquial, el párroco con su
trabajo se logró avanzar mucho en la educación de los laicos. Se volvió a remodelar
el templo, botando las paredes de adobe y construyéndolo de block. Así es como
ahora tenemos la iglesia de San Cristóbal Ixchiguán, con más de 65 años de
antigüedad, el primer párroco tardó 10 años, ahora hay uno nuevo que lleva seis
años, Padre Rigoberto Matías Rabanales. También se cuenta con una religiosa y se
llama Juana María Mancilla, de la congregación sagrada Familia, que apoya
fuertemente a la Iglesia y en especial a la pastoral de niños.
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Gracias a Dios la comunidad cristiana en Ixchiguán ha crecido en varios aspectos.
Se sigue luchando con la preparación de los laicos. Hace cuatro años se demolio el
salón parroquial porque estaba muy viejo y estaban rajadas las paredes. Se
construyó un edificio de tres niveles de material de concreto, gracias al apoyo de las
comunidades del municipio y de otras instituciones religiosas.
En la actualidad se cuenta con un templo grande, con sus dos torres y una casa de
dos niveles, donde está establecido el salón parroquial para la formación de
catequistas y fieles en general. La Parroquia de San Cristóbal Ixchiguán cuenta con
un gran número de laicos que buscan a Cristo participando activamente dentro de la
Iglesia.
Hoy en día la parroquia de San Cristóbal Ixchiguán tiene una mejor organización con
relación a las pastorales, ya que existen la pastoral de la mujer, de salud, de lectores,
de jóvenes, de ministros, de celebradores, social, de niños, de enfermos entre otras,
que de una u otra forma realizan su servicio a la sociedad en busca del desarrollo y
crecimiento espiritual. La participación de los fieles es más constante dentro las
diferentes actividades que se realizan dentro en la referida parroquia.
Existen organizaciones de parte de las diferentes comunidades para asistir a misa
cada domingo con sus propios lectores, ministros, ministerio de alabanza para
animar la eucaristía y participar del banquete. De igual manera también los jóvenes
se desenvuelven dentro de la Iglesia para crecer en la fe y ser cristianos capaces de
cambiar la realidad que se vive en el país. Los encargados de la parroquia, como lo
es el Padre Rigoberto Matías Rabanales, hermana Juana María Mansilla acompañan
a los laicos de una manera especial, llevándoles a conocer la Palabra para crecer en
la fe Cristiana realizando diferentes actividades, formaciones, retiros, encuentros,
asambleas, etc. Las pastorales también reciben su formación específica según su
trabajo.
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Es así como la comunidad cristiana crece en los diferentes ámbitos de la vida,
conociendo más a Cristo y aportando su granito de arena para hacer presente el
Reino de Dios en medio de tantas dificultades que el mundo vive.
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Capítulo II
LA IGLESIA EN LA LUMEN GENTIUM
10.1 La Iglesia según la Constitución Dogmática Lumen Gentium
La Iglesia es identificada como pueblo de Dios, Cristo es la Luz de ese pueblo que
busca perfeccionarse a la santidad. La Lumen Gentium es, sin duda, el documento
magisterial más significativo y central del Vaticano II sobre la Iglesia, y más aún
cuando comparte con la Dei Verbum, el documento por excelencia sobre la
Revelación, el significativo calificativo de constitución dogmática. La Institución es
una sociedad perfecta en el sentido de que no está subordinada a ninguna otra y
en el sentido de que no le falta nada de lo requerido para su plenitud institucional.
También tiene todas las características de una sociedad verdadera. Cristo no dejó a
esta sociedad indefinida y sin su forma. Sino que, más bien, él mismo le dio
existencia, y su voluntad determinó la forma de esta existencia y la constituyó. Una
de las cosas más importantes es que dentro de ella todos tienen los mismos
derechos fundamentales y los mismos deberes, el Papa y los obispos, todos y todas
están juntamente incluidos en el creyente pueblo de Dios.
El pueblo de Dios se compone no solo de las autoridades eclesiales, (Papa, Obispos,
Presbíteros, diáconos, Sacerdotes, religiosas, religiosos), sino que también por todo
aquel que ha sido bautizado(a), laicos(as), que día a día buscan a Dios. Por lo tanto
la Lumen Gentium da a conocer que Cristo es la Luz de aquel pueblo que busca
perfeccionarse, pero por una u otra razón no ha llevado su misión de la manera
correcta ya que ha tenido errores que tiene que superar.
Por otra parte, la Institución es la esposa y el Cuerpo de Cristo. Cristo es el esposo y
la Cabeza de la santa Iglesia, lo cual permite que la misma se haga llamar Santa
Católica y Apostólica, porque Cristo es el fundador. Es comparada a una madre que
alimenta a sus hijos con el pan o, de un modo más impersonal la barca de Pedro
que lleva a los creyentes a las lejanas playas del cielo, proporcionándoles sustento
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para el camino. De acuerdo a Cipriano: “Quien no tiene a la Iglesia por madre no
puede tener a Dios por Padre”. Interesante reconocer que la Iglesia es madre de
todos(as) los(as) que en ella participan, porque de ella se recibe el alimento sagrado,
el cuerpo de Cristo que alimenta y da vida, para así como él se haga la voluntad del
Padre, en este mundo que grita pidiendo ayuda.
La Iglesia son todos los (as) que incorporados en Cristo han recibido el Bautismo. El
paradigma principal de la misma, que dan a conocer los documentos del Concilio
Vaticano II es el de Pueblo de Dios. Siempre tener en mente que la imagen de,
Pueblo de Dios es un concepto bíblico que tiene profundas raíces en el Antiguo
Testamento, en el que Israel es visto en todo momento, en cuanto la nación que ha
recibido una especial predilección por parte de Dios. La Institución cristiana de hoy
se presenta como el nuevo Israel o como el Pueblo de Dios de la Nueva Alianza.
El Nuevo Pueblo de Dios es descrito como una comunidad llena de Espíritu, una
camaradería de vida, caridad y verdad, es lo que presenta la constitución Lumen
Gentium con relación a lo que es Iglesia. La constitución ya mencionada presenta a
la misma como un redil cuyo dueño o fundador es Cristo, la cual todos están sujetos
a Él. Es vista como una comunidad de personas, cada una de ellas individualmente
libre. Acentuando la continua misericordia de Dios y la necesidad de arrepentimiento
por parte de la Iglesia, el modelo de Pueblo de Dios plantea muchos de los temas
favoritos del Concilio Vaticano II. Siendo pueblo de Dios según Lumen Gentium, los
fieles laicos forman parte importante, teniendo los mismos derechos, oportunidades y
deberes, que las autoridades eclesiales, sin discriminación alguna. Tiene que haber
igualdad entre todos.
Cristo como esposo, dio su vida por ella, no sin antes santificarla y encomendando
la misión de serle fiel y anunciar la Palabra de Dios a todo el mundo, por eso el
significado de la referida Institución es universal. Cuando se habla de la Iglesia como
Pueblo de Dios, no quiere decir que ella es la única, sino que todo aquel que cree y
es bautizado en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo es parte de ese
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Pueblo. La comunidad cristiana, debe ser designada como el Pueblo de Dios de la
Nueva Alianza, un pacto que completa y hace explícita la relación de fidelidad y amor
dentro de la cual Dios ha entrado en relación con la Humanidad gracias a su Hijo
amado, Jesucristo.
Los cristianos son puestos en lugar aparte por el reconocimiento explícito de la
nueva y maravillosa Alianza, pero no son ellos únicamente el Pueblo de Dios. Ya que
cristo murió no solo por los cristianos, sino por toda la humanidad con el fin de que
los que ahora no son cristianos se conviertan al evangelio y crean en él. Cristo como
cabeza de la Iglesia no discrimina a nadie, él quiere que los miembros de su cuerpo
estén unidos realizando lo que a cada uno le corresponda. Es importante enfatizar
nuestra mirada en el Cuerpo de Cristo y Pueblo de Dios, ya que iluminan, desde
diferentes puntos de vista, la noción de la Iglesia como comunión o comunidad. Es
una comunión de hombres y mujeres. Es el lugar del laico donde alimenta su
Espíritu, donde come del cuerpo de Cristo para fortalecerle y darle vida. Pero
además de eso, Cristo le ha encomendado la misión de extender la Palabra de Dios
a los rincones del mundo.
La misma Constitución Dogmática Lumen Gentium (capítulo I, el misterio de la
Iglesia, numeral cinco, párrafo dos) menciona:
La Iglesia, enriquecida con los dones de su Fundador y observando fielmente sus
preceptos de caridad, humildad y abnegación, recibe la misión de anunciar el reino
de Cristo y de Dios, e instaurado en todos los pueblos, y constituye en la tierra el
germen y el principio de ese reino.
El anuncio del reino de Dios, es dar a conocer la Palabra de Dios a los que la
desconocen, es anunciar la buena nueva a todos para que formen parte del pueblo
de Dios sin hacer ninguna diferencia y así juntamente luchar por hacer presente el
reino en el mundo.
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10.2. El Misterio de la Iglesia
Dios muestra su infinito amor hacia los cristianos enviando a su Hijo único para dar a
conocer que él es el Dios de los Pobres, de los que sufren, de los que lloran, de los
desprotegidos. Jesucristo por su parte viene a demostrar que es el Mesías
Prometido, vino a este mundo a proteger a las personas oprimidas por la sociedad,
viene a servir y no ser servido.
Cristo Jesús fue enviado al mundo como verdadero mediador entre Dios y los
hombres, por lo tanto se puede decir que Jesús es el nuevo Adán, lleno de gracia y
de verdad, ya que es constituido cabeza de la humanidad renovada. Así, pues, el
Hijo de Dios siguió los caminos de la encarnación verdadera para hacer a los
hombres partícipes de la naturaleza divina; se hizo pobre con los pobres, siendo rico,
para que fuesen ricos por su pobreza. Ricos en espíritu. En realidad el Hijo del
Hombre no vino a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate de muchos, es
decir Cristo vino, murió y resucitó para dar vida a toda la humanidad. Jesús se hizo
hombre, nació de una mujer, vivió como vive cualquier persona, convivió con los
demás, en especial con los pobres, pero la gran diferencia es que él no pecó, lo cual
quiere decir que Él fue perfecto llevando una vida santa, y haciendo siempre la
voluntad del Padre.
Jesús mismo afirmo, (Cf. Jn, 10,36): "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me
ungió, y me envió a evangelizar a los pobres, a sanar a los contritos de corazón, a
predicar a los cautivos la libertad y a los ciegos la recuperación de la vista" (Lc.,
4,18), y de nuevo: "El Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba
perdido". Estos fueron unas de las palabras importantes de Jesús, lo cual lo condujo
hasta la cruz, después el Señor, una vez que había completado en sí mismo con su
muerte y resurrección los misterios de la salvación y de la renovación de todas las
cosas, recibió todo poder en el cielo y en la tierra por parte del Padre.
Cristo fundó su Iglesia como sacramento de salvación para toda la humanidad, y
envió a los Apóstoles a todo el mundo, como él había sido enviado por el Padre,
16
diciéndoles: "Id, pues, enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo: enseñándoles a observar todo cuanto yo os he
mandado" (Mt., 28,19)."Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura.
El que creyere y fuere bautizado se salvará, más el que no creyere se condenará"
(Mc., 16,15-16). Por ello la Iglesia tiene el deber de propagar la fe y la salvación de
Cristo, con la cooperación de los miembros que la conforman, tanto del sucesor de
Pedro y los Obispos, sacerdotes y de files. Trabajando juntos como el cuerpo de
Cristo, cada uno dando según su condición de vida.
La misión, pues, de la Institución se realiza mediante la actividad realizada por sus
miembros en el mundo, llevando como práctica lo que Jesús le encomendó, por la
cual, obediente al mandato de Cristo y movida por el Espíritu Santo, se hace plena
y actualmente presente a todos los hombres y pueblos para conducirlos a la fe, la
libertad y a la paz, Cristo por el ejemplo de su vida y de la predicación, por los
sacramentos y demás medios de la gracia, de forma que se les descubra el camino
libre y seguro para la plena participación del misterio de Cristo. Debe caminar, por
moción del Espíritu Santo, por el mismo camino que Cristo siguió, es decir, por el
camino de la pobreza, de la obediencia, del servicio, y de la inmolación de sí mismo
hasta la muerte. El fin primordial de esta actividad misional es la evangelización e
implantación del reino de Dios en las comunidades, pueblos o grupos en donde
todavía no ha enraizado.
Según el Catecismo de la Iglesia católica (Capítulo Tercero: la respuesta del hombre
a Dios, Numeral 168) dice:
“La Iglesia es la primera que cree, y así conduce, alimenta y sostiene la fe. La Iglesia
es la primera que, en todas partes, confiesa al Señor. Y con ella y en ella somos
impulsados y llevados a confesar también: "creo", "creemos". Por medio de la Iglesia
recibimos la fe y la vida nueva en Cristo por el bautismo”.
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Tomando en cuenta esta afirmación, es de suma importancia, que la misión sea
llevada de la mejor manera posible, realizando lo que Cristo encomendó, ya que
siendo la primera que cree, tiene que enseñar a creer también a los fieles en el Dios
de Amor. Recordando a la misma como esposa de Cristo, es necesario mencionar
que hay que serle fiel al amado en todo sentido, llevando el Evangelio a los demás
con sinceridad y amor, así como lo hizo Jesús, para que así los laicos se nutran y
vivan de la palabra de Dios y del banquete de la Eucaristía, para que crean, se llenen
de fuerza y así poner en práctica la Palabra. La Iglesia, enviada por Cristo para
manifestar y comunicar la caridad de Dios a todos los hombres y pueblos, sabe que
le queda por hacer todavía una obra misionera enorme. Hay mucho que trabajar
como Pueblo de Dios y como discípulos de Cristo, hay que estar unidos íntimamente
con los fieles y juntos dar el verdadero testimonio de Cristo. La verdadera vida es
Cristo, que comunica vida y fecundidad a los sarmientos, que son todos lo fieles
laics, que permanecen en el por medio de la Institución.
La voluntad de Dios fue enviar a su Hijo Unigénito; convirtiéndose en la imagen de
Dios visible, para que con su obediencia rescatara la humanidad. Cristo Inaugura su
santa Iglesia o Reino de los cielos; manifestado por la palabra y las obras. Y en el
pan Eucarístico los laicos hacen parte del cuerpo de la Iglesia siendo por supuesto la
cabeza el mismo Cristo, es decir está compuesta de dos partes una divina y otra
humana. Dios no solo crea al hombre si no todo el universo, para dar a los hombres
la gracia de participar en la vida divina, dando a su Hijo el poder para borrar el
pecado, Él es imagen de Dios visible, primogénito de toda criatura, que configuró a
su Santa Iglesia desde el origen del mundo. Desde Pentecostés, el Espíritu Santo
ha guiado al Pueblo de Dios al seguimiento de Cristo, para Santificarla logrando que
los laicos se acerquen por Cristo al Padre en un mismo Espíritu. El Espíritu Santo
habita en ella y en los corazones de los fieles, ya que en el Evangelio toma
conciencia de su misión como esposa.
Un punto importante que no hay que olvidar es el Reino de Dios, que comienza con
la predicación de la buena nueva y que este Reino se manifiesta con la Palabra y
18
por las obras. La Iglesia es misionera por naturaleza, su misión es anunciar el Reino
de Cristo y establecerlo en medio de todas las gentes. En el capítulo 6 de la Dei
Verbum, (La sagrada Escritura en la vida de la Iglesia; numeral veintitrés, primer
párrafo) menciona que “La esposa del Verbo Encarnado, enseñada por el Espíritu
Santo, se esfuerza en acercarse, de día en día, a la más profunda inteligencia de las
Sagradas Escrituras, para alimentar sin desfallecimiento a sus hijos con la divina
enseñanza”. Ella se encarga de alimentar a todos por medio del cuerpo del verbo
encarnado, que es el alimento sagrado que lleva a la vida eterna.
La Sagrada Escritura la presenta de una manera especial ya que utiliza varias figuras
para identificar y caracterizar a la misma; es como; redil, grey (Rebaño), campo de
labranza de Dios, edificación, Jerusalén de arriba y madre nuestra. Como grey, todos
participan de un mismo pan eucarístico, los fieles son parte también de un solo
cuerpo místico porque se unen en Cristo y así todos quedan hechos miembros del
mismo cuerpo.
La Lumen Gentium, (Capítulo I: el misterio de la Iglesia, numeral 7, párrafo 9) afirma
que: “Cristo, en verdad, ama a la Iglesia como a su esposa, convirtiéndose en
ejemplo del marido, que ama a su esposa como a su propio cuerpo”. Partiendo de
esto, se deja claro que el misterio de la Iglesia es la encarnación del Verbo, que
muere para darle vida a la misma, convirtiéndola en su Esposa, prometiendo
quedarse siempre con ella hasta el fin de los tiempos, es por eso que ahora es la
encargada de trasmitir la fe a los fieles laicos que con su trabajo en común con la
misma colaboran para hacer presente el Reino de Dios, en el mundo que se vive,
para que cada día sea agradable para Dios.
10.3. El Pueblo de Dios
Cuando se escucha hablar del Pueblo de Dios, rápidamente se piensa que son las
personas que conforman la estructura Jerárquica, siendo ellos los encargados de
llevar la Iglesia hacia delante, el papa, los obispos, sacerdotes, religiosas. Esto es lo
que comúnmente las personas piensan, excluyéndose ellos mismo de ese pueblo.
19
Se llega hasta el punto que los laicos piensan que los pastores son personas santas,
sin pecado y que se merecen un respeto especial. Es cierto que ellos son los que
llevan a la Iglesia hacia adelante, pero como todos, también tienen pecado, y
además son hijos también de Dios al igual que los laicos. Es importante conocer
todas estas cuestiones ya que como hijos de Dios necesitan saber, que también ellos
forman parte del pueblo de Dios. Jesucristo vino para dar vida a todos, fundando su
Iglesia, conformando todas aquellas personas que deseosos de seguir a Dios
participan dentro de ella para tener un nuevo estilo de vida, con forme lo establecido
en el Evangelio.
El Pueblo de Dios la conforma todas aquellas personas que han recibido el bautismo
y que con su testimonio demuestran el amor hacia Dios. También se puede decir
que son todas las personas que creen en el Evangelio y que de una u otra forma lo
demuestran con su actitud. El Bautismo y el creer, son dos armas poderosas que el
ser humano tiene para incorporarse al redil, cuyo formador es Cristo. Él es la cabeza
del pueblo que va peregrinando en el mundo, y esta comunidad la integran todos
los fieles laicos que con su trabajo y esfuerzo buscan el mejoramiento de la
Institución, con relación a su práctica.
El Catecismo de la Iglesia Católica (párrafo 2, La iglesia Pueblo de Dios, Cuerpo de
Cristo, templo del Espíritu Santo. La Iglesia pueblo de Dios, numeral 781) menciona:
“En todo tiempo y lugar ha sido grato a Dios el que le teme y practica la justicia. Sin
embargo, quiso santificar y salvar a los hombres no individualmente y aislados, sin
conexión entre sí, sino hacer de ellos un pueblo para que le conociera de verdad y le
sirviera con una vida santa. Eligió, pues, a Israel para pueblo suyo, hizo una alianza
con él y lo fue educando poco a poco”.
También da características del pueblo de Dios, (en el mismo párrafo, numeral 782):
El Pueblo de Dios tiene características que le distinguen claramente de todos los
grupos religiosos, étnicos, políticos o culturales de la historia:
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Es el Pueblo de Dios: Dios no pertenece en propiedad a ningún pueblo. Pero Él ha
adquirido para sí un pueblo de aquellos que antes no eran un pueblo: una raza
elegida, un sacerdocio real, una nación santa.
Se llega a ser miembro de este pueblo no por el nacimiento físico, sino por el
nacimiento de arriba, del agua y del Espíritu, es decir, por la fe en Cristo y el
Bautismo.
Este pueblo tiene por Cabeza a Jesús el Cristo: porque la misma Unción, el Espíritu
Santo fluye desde la Cabeza al Cuerpo, es el Pueblo mesiánico.
La identidad de este Pueblo, es la dignidad y la libertad de los hijos de Dios en cuyos
corazones habita el Espíritu Santo como en un templo.
Su ley, es el mandamiento nuevo: amar como el mismo Cristo mismo nos amó. Esta
es la ley nueva del Espíritu Santo.
Su misión es ser la sal de la tierra y la luz del mundo. Es un germen muy seguro de
unidad, de esperanza y de salvación para todo el género humano.
Su destino es el Reino de Dios, que él mismo comenzó en este mundo, que ha de
ser extendido hasta que él mismo lo lleve también a su perfección.
El pueblo de Dios, son todos los que incorporados a Cristo han sido bautizados en el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y que durante su vida profesa la fe
en el Señor. Jesucristo ama a su pueblo y lo ha demostrado dando su vida por él.
Todos los hombres están llamados a formar parte de ello, por lo cual debe
extenderse a todo el mundo y en todos los tiempos, para así cumplir el designio de la
voluntad de Dios.
21
Recordando lo que Jesús realizó durante su vida, no se compara con lo que hoy la
Iglesia práctica, son muchos los cuestionamientos que el hombre se hace día a día,
con relación a la práctica eclesial. Pero como cristianos católicos es necesario tomar
muy en cuenta lo que los documentos dicen, ya que lo que se necesita es creer, ser
bautizados y proclamar la fe, practicando lo que Jesús realizó. Muchos laicos han
manifestado que lo más importa es practicar la Palabra. Es importante ser
bautizados, Jesús fue bautizado para demostrar que también era humano y para
que también nosotros fuésemos bautizados para alcanzar la gracia. Jesucristo
siendo el Mesías, no necesitaba del bautismo porque él era la gracia, él creía en su
Padre, sin embargo se bautizó para dar a conocer que los seres humanos también
necesitan del bautismo para limpiarse, ser purificados y estar llenos de la gracia de
Dios, y así participar de la vida cristiana para dar a conocer a los demás la verdadera
fe.
El Pueblo de Dios participa, por último, en la función grandiosa de Cristo. Cristo
ejerce su esplendor atrayendo así a todos los hombres por su muerte y su
resurrección. Cristo, Rey de Reyes y Señor de Señores, se hizo el servidor de todos,
no habiendo venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por toda la
humanidad. Para el cristiano, servir a Cristo es reinar con él, especialmente en los
pobres y en los que sufren donde se descubre la imagen de su Fundador pobre y
sufriente. El pueblo de Dios realiza su dignidad majestuosa viviendo conforme a esta
vocación de servir con Cristo, Él fue el primero que enseñó con su ejemplo y aún
sigue enseñando a través de los hombres que dan la vida por sus hermanos. Sigue
actuando hoy en medio de su Pueblo y demuestra que sigue amando cada día más a
su rebaño.
Dios eligió a su pueblo amado, que era Israel, porque vivía bajo la opresión de
Egipto, desde ese tiempo Dios demuestra su amor hacia los que sufren, hacia los
pobres, oprimidos. De igual manera la opción de Jesús fue por los pobres. La Iglesia
entonces es el nuevo pueblo de Israel, pueblo de Dios. Entonces los que forman este
pueblo, no son las autoridades eclesiales, aunque muchas veces se cae en el error
22
de creer eso, sino que, todos los bautizados que creen y que con su testimonio
demuestran su amor hacia Dios. Y que en este pueblo no exista discriminación
alguna porque Dios ama a todos por igual, y los cristianos tienen que aprender amar
al prójimo y al enemigo, porque todos son hijos de un mismo Creador, que nadie se
sienta superior a los demás, ni siquiera los que dirigen la iglesia, sino que todos se
sientan iguales, con la misma dignidad en la viña del señor.
Así como el Teólogo Hans Kung, agosto 2011, (Entrevista publicada por el portal de
noticias religiosas de España religión, digital, con motivo de su último libro, párrafo
quince) menciona: “Como pueblo de Dios queremos una Iglesia en la que nos
sintamos incluidos todos, no queremos un pequeño grupo dominante que controle
todo”. De igual manera los fieles se unen a esto, porque si se practica lo que este
autor propone la Iglesia se encamina a ser Una Santa Católica y Apostólica, y así
formar el verdadero Pueblo de Dios. Ya que el único Pueblo de Dios está presente
en todas las razas de la tierra, pues de todas ellas reúne sus ciudadanos y estos lo
son de un reino no terrestre, sino celestial. Todos los fieles dispersos por el orde
comunican con los demás en el Espíritu Santo. Y así quien habita en Roma sabe que
los de la India son miembros suyos, y como el reino de Cristo no es de este mundo.
Todos son incorporados al Pueblo con el bautismo, sin importar su cultura, clse
social, religión, etc.
10.4 Constitución Jerárquica de la Iglesia
El gran tema de la jerarquía eclesial ha sido criticado por muchos laicos Teólogos, en
el caso de Hans Kunk, (Entrevista publicada por el portal de noticias religiosas de
España religión, digital, con motivo de su último libro, agosto 2nd, 2011. Tercer
párrafo) critica diciendo: “Suponemos que los obispos han aprendido que no pueden
seguir actuando de una forma tan autoritaria como hasta ahora, que han de escuchar
al pueblo. Pero no es así, ni siguiera han aprendido eso. Creo que ¡nosotros somos
el pueblo! La gente dice: se nos está agotando la paciencia, queremos participar en
las decisiones, también en nuestras parroquias”.
23
El teólogo por su parte, critica lo que ha observado durante su vida cristiana,
realizando investigaciones, observando detenidamente a la Institución, diciendo que
la jerarquía es mala, ya que se excluye a los fieles y que no se les toma en cuenta, y
que la persona que tiene la última palabra es el Papa. En realidad la jerarquía es una
organización fundada por Cristo desde que eligió a sus Apóstoles, hasta que los
manda a anunciar la buena nueva a todo el mundo.
El Papa es el sucesor de Pedro, es la máxima autoridad de la Iglesia Católica, él es
el encargado de guiarla hacia un buen camino juntamente con los Obispos,
religiosos, sacerdotes, etc. O sea que, es una organización de personas
consagradas y preparadas, capaces de guiar a la misma y cumplir la misión que
Jesús le encomendó, tratando siempre de que alcance su perfección. Ya que ella
necesita a personas que la dirijan, y que también es necesario un líder como sucesor
de Pedro a nivel de todo el mundo. Con palabras de Cristo: tú eres Pedro y sobre
esta piedra edificare mi Iglesia, Pedro queda como el encargado de guiar a la
Institución fundada por el Mesías, de allí que en la realidad hay un jefe Eclesial a
nivel de todo el mundo que, guiado por el Espíritu Santo realiza su trabajo con rigor.
El trabajo de los pastores es acompañar a los fieles con la formación cristiana, en
donde todos se sientan iguales, todos participen, opinen, critiquen para el
mejoramiento de la práctica de la Palabra. En donde nadie se sienta superior ni
inferior a los demás, que todos sean uno como Jesucristo y Dios son uno. También
aporta el sacerdote y teólogo José Comblin, (la Iglesia católica sospecha de la
democracia, Enero 21, 2011. página 2) diciendo que: “La tarea de la organización
eclesiástica es cuidar la transmisión de la fe”. Es muy importante tomar en cuenta
esta aportación, ya que una de las tareas de la jerarquía es eso, cuidar y fortalecer la
fe que el laico tiene hacia Dios. Y para los que no creen es necesario hacer que
crean dándoles un acompañamiento especial.
Jesucristo antes de morir, organizó un pequeño grupo, los doce Apóstoles quien los
bendijo para guiar al pueblo, y colocó como guía principal a Pedro. Estas personas lo
24
acompañaron aunque al final nadie estuvo con él. Después de resucitar Jesús, los
Apóstoles volvieron a él, para recibir la misión de llevar el evangelio a todo el mundo,
recibieron poder para sanar y perdonar pecados, de igual manera llevando a los
demás lo que habían visto, bautizando a las personas para convertirlos en
discípulos de Cristo.
La Iglesia toma muy en cuenta la forma de vivir de los Apóstoles, y es modelo para
la organización de la estructura. Por eso existe una persona como sucesor de
Pedro, como la máxima autoridad, (el Papa) y los obispos, sacerdotes, religiosos,
religiosas como los demás apóstoles, tomando la misma misión de anunciar la
Palabra a todo el mundo, bautizando a los demás para que formen parte del pueblo
de Dios. Por la misma razón la Iglesia toma el significado de universal, porque
incluye a todas las personas sin discriminación alguna. Se convierte en el cuerpo, en
la esposa y en el pueblo de Dios, porque desde el momento en que Jesús envía a los
Apóstoles, allí comienza con su misión de llevar la buena nueva a los demás,
tomando como ejemplo la vida de Jesús.
Hoy la jerarquía eclesial es criticada con mucha frecuencia por los teólogos, ya que
la participación de los laicos ha sido muy escasa en ella, con relación al
mejoramiento de la misma, las decisiones son tomadas por los obispo y la última
palabra la tiene el Papa, el Obispo en la diócesis y el sacerdote en la parroquia. Si
esto es cierto, entonces es necesario que estos tomen muy en cuenta a los
miembros como hermanos, teniendo en mente que ellos son parte también del
Pueblo de Dios, y que sin laicos la iglesia no sería la misma. El cuerpo de Cristo, la
esposa, tiene que hacer presente el Reino de Dios, colaborando en ella, la jerarquía
y laicos.
También el sacerdote jesuita Alfonso Llano Escobar, (Me duele la iglesia, pagina 1 y
2) da su aporte:
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Sí, me duele la Iglesia y, porque la amo, me duelen más tantas debilidades de la
Iglesia oficial: el Papa, el Vaticano, Roma. No la ataco. ¡Dios me libre! La quiero,
como a madre, el deseo Santo, abierto al mundo, humana, con sentido común, no
cerrada sobre sí misma, de espaldas a la realidad.
No entiendo por qué tus clérigos usan tantos títulos ceremoniosos, como Monseñor,
Su Reverencia, Su Excelencia, Su Eminencia, Su Santidad. ¿Dónde queda la
humildad de tu Maestro, que abrió senderos de sencillez y fraternidad? Santa Iglesia:
¿por qué no derribas los muros del Vaticano y te abres al mundo libre y actual, como
la Alemania Oriental, para entablar un diálogo permanente y sincero con él, un
diálogo con los pobres de Italia y del mundo, con los recaudadores de impuestos y
prostitutas, con los niños y los ancianos de hoy?.
Iglesia querida: no te pongas de espaldas al mundo, no pierdas la dimensión humana
que Dios asumió al encarnarse en Jesús: sé humana, sé sencilla, sé aterrizada en
tus documentos y mensajes de fe: deja ese estilo esotérico y señorial que te aleja de
nosotros y te hace distante e incomprensible.
Personas como estas, que hacen su crítica positiva y dan propuestas para mejorar,
son muy pocas, por eso hay que aprovechar su aporte a lo máximo, no con el fin de
poner en mal a la Iglesia, sino que de mejorar cada día la práctica del Evangelio,
para agradar a Dios, el amado. Es necesario como laicos corregir a la madre Iglesia
cuando sea necesario, con la intención de ir mejorando como institución día a día.
La Iglesia tiene que cambiar muchas cosas, principalmente tiene que dar amor a
todos por igual, en donde todos se sientan importantes, participando y sintiéndose
libres de opinar para el mejoramiento del cuerpo de Cristo. Es necesario que los
pastores sean más abiertos al diálogo, tomando muy en cuenta la participación de
los laicos, y nunca sentirse superior a los demás, sino que, se sientan iguales en
dignidad, para poder trabajar mejor, en comunión con los fieles. Que no exista
discriminación alguna contra los demás, tomando como ejemplos al Maestro, que dio
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la vida por todos, sin preferencias. Que su vocación de ser sacerdotes, religiosas, no
sea motivo para sentirse mejor que los otros, sino más bien que sea motivo de
humildad y de servicio a los demás, así como lo hizo Jesús. Todo esto es para que
los que dirijan y los laicos, vivan y trabajen en comunión, donde no haya diferencia
de ninguna clase, para así hacer presente el Reino de Dios en medio de la sociedad
que necesita mucho de la Palabra para vivir en paz y con amor.
El Verbo encarnado, Hijo de Dios, que vino a salvar del pecado a su pueblo y a
santificar a todos, hombres y mujeres, pide a todos, que así como Él fue enviado por
el Padre, así también envía a sus Apóstoles, a quienes santificó, por medio del
Espíritu Santo, para que también ellos glorifiquen al Padre sobre la tierra y salven a
los hombres. De igual manera los que conforman la jerarquía han sido santificados
para que glorifiquen a Dios. No perder de vista el significado de Iglesia según Lumen
Gentium, para poder trabajar.
El Decreto Christus Dominus, sobre el Ministerio Pastoral de los obispos (capítulo I,
los obispos con relación a toda la Iglesia.I. Papel que desempeñan los obispos con
relación a la Iglesia universal, numeral cuatro) menciona: Los obispos, por el hecho
de su consagración sacramental y por la comunión jerárquica con la Cabeza y los
miembros del Colegio, quedan constituidos miembros del Cuerpo Episcopal. "Más el
orden de los Obispos, que sucede al Colegio de los Apóstoles en el magisterio y
régimen pastoral, y en el cual se continúa el cuerpo apostólico, juntamente con su
Cabeza, el Romano Pontífice, y nunca sin Él.
El Papa es la cabeza, todo funciona bajo las direcciones de él como máxima
autoridad y acompañados a los demás que lo siguen, cuidan el rebaño para que
nadie se pierda. Puesto que esta organización ha sido creada para el bien de la
Iglesia universal. Trabajan para que los fieles conozcan plenamente y vivan el
misterio Pascual por medio de la Eucaristía, de forma que constituyan un cuerpo
único. Los sagrados pastores, en cuanto se dedican al cuidado espiritual de su grey,
atienden también al bien y a la prosperidad civil, uniendo su obra eficaz para ello con
27
las autoridades públicas, en razón de su ministerio, y como conviene a los obispos y
aconsejando la obediencia a las leyes justas y el respeto a las autoridades
legítimamente constituidas.
Según la Constitución Lumen Gentium (Capitulo III, constitución Jerárquica de la
iglesia, y particularmente el Episcopado, numeral dieciocho) afirma que: Para
apacentar el pueblo de Dios y acrecentarlo siempre, Cristo Señor instituyó en su
Iglesia diversos ministerios, ordenados al bien de todo el cuerpo. Pues los ministros
que poseen la sacra potestad, están al servicio de sus hermanos, a fin de que todos
cuantos pertenecen al Pueblo de Dios y gozan, por tanto, de la verdadera dignidad
cristiana, teniendo libre y ordenadamente a un mismo fin, alcance la salvación.
Claramente la constitución lo dice: “los que están ordenados tienen el deber de
buscar el bien de toda la comunidad cristiana”. El Papa actual, Francisco lo está
demostrando con sus actos, ya que tiene como opción a los pobres, es un Papa que
busca romper esquemas y paradigmas, es humilde, pone en práctica lo que Jesús
realizó, y se cree que la Iglesia Católica tendrá avance, siempre y cuando que
también los laicos se involucren.
Los obispos, sacerdotes son el fundamento visible de unidad en sus Iglesias
particulares, lo cual quiere decir que ellos son los encargados de cuidar a los laicos
de la mejor manera, fortaleciendo siempre la fe, para que juntos con amor se viva la
comunión cristiana. El Decreto Apostolicam Actuositatem, sobre el Apostolado de los
Laicos (Capítulo V, orden que hay que observar, relaciones con la jerarquía, numeral
24) afirma que: “Es deber de la Jerarquía promover el apostolado de los laicos,
presentar los principios y subsidios espirituales, ordenar el ejercicio del apostolado al
bien común de la Iglesia y vigilar para que se respeten la doctrina y el orden”.
Hay en la Iglesia muchas obras apostólicas constituidas por la libre elección de los
laicos y se rigen por su juicio y prudencia. En algunas circunstancias, la misión de la
Iglesia puede cumplirse mejor por estas obras y por eso no es raro que la Jerarquía
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las alabe y recomiende. Ninguna obra, sin embargo, puede arrogarse el nombre de
católica sin el asentimiento de la legítima autoridad eclesiástica.
Entonces no se puede hablar mal de la jerarquía, claramente se ha dicho que es una
organización de consagrados, representantes de los Apóstoles para guiar a la
Iglesia, al Pueblo de Dios, con las características ya mencionadas, y que los laicos
también tienen la obligación de colaborar con ellos para que se tenga una Institución
cada vez mejor. No olvidar que Cristo instituyo en su Iglesia diversos ministerios,
ordenados al bien de todo lo el cuerpo. Pues los ministros que poseen la sacra
potestad están al servicio de sus hermanos, a fin de que todos cuanto pertenecen al
Pueblo de Dios, y gozan, por tanto, de la dignidad cristiana, teniendo libre y
ordenadamente a un mismo fin, alcancen la salvación para gozar de la morada, de la
vida eterna.
10.5. Los Laicos
Los lacios son todas las personas que por el bautizo forman parte del pueblo de
Dios, sin ningún reconocimiento por parte de la Iglesia, (consagración a la vida
sacerdotal, religiosa, sacerdocio ministerial), son todos los cristianos que participan
de la fe católica. Y tienen un papel fundamental para desempeñar dentro de la
comunidad Cristiana.
Los fieles tienen derechos y deberes, por esta razón no tiene que haber ningún tipo
de discriminación hacia ellos, porque tienen la misma dignidad que los demás, como
se ha dicho en temas anteriores, y algo muy importante que también es motivo para
apoyarlos, es que tienen la misma misión que las autoridades eclesiales, aunque no
del todo, pero sí, es el de anunciar la buena nueva a todo el mundo, iniciando por
cambiar su propia vida y la de su familia. Son semilleros de vocaciones. Algo
interesante también, es que, los fieles laicos participan de las funciones de Cristo,
Sacerdote, Profeta y Rey, lo cual quiere decir que ellos desde que nacen, traen la
misión especial de anunciar la Palabra según su condición de vida, de llevar la
29
Palabra de Dios a los demás, buscando que el Reino de Dios se haga presente en la
realidad.
La Constitución Pastoral Gaudium Et Spes (Capítulo I, la dignidad de la persona
humana, el hombre imagen de Dios) da su aporte con relación a los laicos, diciendo:
“La Biblia nos enseña que el hombre ha sido creado a imagen de Dios, con
capacidad para conocer y amar a su Creador, y que por Dios ha sido constituido
señor de la entera creación visible para gobernarla y usarla glorificando a Dios”. La
persona humana es sin lugar a duda imagen y semejanza de Dios ya que desde la
creación de la tierra así los creo, por lo tanto el laico es un ser que merece respeto
por todos, también merece que sus derechos sean respetados. Con esta afirmación
que Gaudium Et Spes hace, queda completamente claro que todos los seres
humanos son iguales en dignidad, nadie es mejor que nadie y también todos tienen
el derecho de seguir a Cristo según su condición. Todos están llamados a trabajar en
la viña del señor.
Cada laico debe ser ante el mundo un testigo de la resurrección y la vida de Cristo y
una señal del Dios vivo. Todo juntos y cada uno de por si deben alimentar al mundo
con frutos espirituales, y difundir en él el espíritu que están animados los pobres,
mansos y pacíficos, y a quienes el Señor en el Evangelio proclamó bienaventurado.
Lo que el alma es en el cuerpo, esto han de ser los cristianos en el mundo.
La participación del laico es fundamental para el desarrollo de la Institución eclesial,
sin fieles la misión que Cristo le encomendó no sería posible llevarla a cabo, por
eso, como miembros, necesitan ser acompañados por los Pastores para que su fe
sea alimentada día a día, una formación constante, necesitan también ser tomados
en cuenta, trabajando pastorales para desenvolverse y servir a la comunidad, una
mejor atención, un acompañamiento permanente. Los fieles tienen sin lugar a duda
la capacidad de desempeñar cargos importantes dentro de la Iglesia, lo cual
necesitan antes, de los aspectos ya mencionados, ya que le ayudará a crecer y a
vivir de acuerdo al Evangelio.
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Hay que tener siempre presente que los cristianos tienen derechos y deberes, lo cual
nadie puede impedirles, como la participación y el desenvolvimiento según su
capacidad. Lo va a decir el Código de Derecho Canónico, promulgado por la
Autoridad de Juan Pablo II, dado en Roma el día 25 de enero de 1983 (libro II, del
Pueblo de Dios, parte I, de los fieles cristianos, numeral 204, 208 y 209) dice:
204 “Son fieles cristianos quienes, incorporados a Cristo por el bautismo, se integran
en el pueblo de Dios, y hechos partícipes a su modo por esta razón de la función
sacerdotal, profética y real de Cristo, cada uno según su propia condición, son
llamados a desempeñar la misión que Dios encomendó cumplir a la Iglesia en el
mundo”.
También dedica un numeral a los derechos y las obligaciones del laico (Título I, de
las obligaciones y derechos de todos los fieles, numeral 208 y 209) diciendo:
(208) Por su regeneración en Cristo, se da entre todos los fieles una verdadera
igualdad en cuanto a la dignidad y acción, en virtud de la cual todos, según su propia
condición y oficio, cooperan a la edificación del Cuerpo de Cristo.
(209) Los fieles están obligados a observar siempre la comunión con la Iglesia,
incluso en su modo de obrar. Cumplan con gran diligencia los deberes que tienen
tanto respecto a la Iglesia universal, como en relación con la Iglesia particular a la
que pertenecen, según las prescripciones del derecho.
Muy interesante lo que el cuerpo de Leyes Canónicas da a conocer, ya que toma
muy en cuenta a los fieles laicos, dando a conocer sus derechos y sus deberes. Es
un documento fundamental para los cristianos, porque, muchos de los que hoy
participan de la fe, no conocen sus derechos y menos aún si tienen o no obligaciones
dentro de la Iglesia. El papel del laico entonces es fundamental, ya lo ha
mencionado el derecho canónico, y no hay que olvidar que existen leyes que
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amparan a los cristianos. La participación de los fieles es indispensable para el
mejoramiento del pueblo de Dios.
No olvidar también, los que han sido bautizados traen por naturaleza su vocación, lo
cual en el proceso de su vida y fe, con la ayuda de los pastores, van descubriendo
para ponerlo al servicio de los demás. La base está en la fe ya que es allí donde
hallará con seguridad la humildad, la esperanza y la caridad que necesita para
perseverar en su vocación.
La vocación es el llamado de Dios que hace a toda persona desde su concepción, la
persona humana trae consigo su propia vocación, lo cual lleva un tiempo para que la
descubra, pero con la ayuda de la Palabra de Dios trasmitida por los encargados de
la parroquia, el laico descubre su vocación. No Obstante Dios llama a las personas a
realizar tareas específicas, las cuales durante su vida cristiana las desarrolla
poniéndolas en práctica, al servicio de todos y ocupándose de buscar el reino de
Dios y hacerlo presente en la realidad que vive la persona. La vocación es la misión
propia que tiene cada persona, de Evangelizar a los demás, de trabajar para que el
mensaje del Padre llegue a los que no creen, y a todo el mundo, para que todos
conozcan la Palabra y así poder practicar y alcanzar a través de ello la salvación.
Cuando se habla del pueblo de Dios, se dirige por igual a los laicos, religiosos y
clérigos; sin embargo, a los laicos, hombres y mujeres, en razón de su condición y
misión, les corresponden ciertas particularidades, ciertos trabajos que a la medida de
su condición las hacen, realizándolas siempre con amor y entrega.
Los cristianos entonces tienen derechos y obligaciones dentro de la Iglesia.
Respecto a los derechos que los mismos tienen, deben ser respetados por los
demás, y las obligaciones las tienen que cumplir durante su proceso de participación.
A nadie, absolutamente a nadie se tiene que discriminar, ya que el hecho de no ser
reconocidos oficialmente por los que ostentan el sacerdocio ministerial dentro de la
Iglesia, no quiere decir que los fieles son inferiores a ellos. De ninguna manera los
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laicos pueden ser callados y excluidos, ya que también forman parte fundamental del
Pueblo de Dios.
No hay que olvidar que sin laicos la Iglesia no puede avanzar a su desarrollo, es
necesario entonces que los pastores vayan madurando más de mentalidad, no
sentirse superiores a los demás, sino que, tengan una mentalidad de cuidar y hacer
valer más los derechos del laico, ayudándolos, orientándolos a cumplir con su
trabajo, su deber, siempre y cuando acompañándolos en su crecimiento de fe, es
necesario brindar una formación constante, para que teniendo los conocimientos y la
fe bien fundamentada trabajen con rigor y sin desmayar, que esto también es un
derecho del cristiano, de tener una formación, de ser apoyados por los sacerdotes,
obispos, religiosas. Uno de los derechos fundamentales del laico es participar de los
sacramentos de la Iglesia, para que su fe sea alimentada, para enfrentarse al mundo
y poder contribuir a la transformación. De igual manera los pastores tienen que velar
porque se cumpla las obligaciones de los fieles, el de llevar la palabra hacia los
demás, practicando el evangelio.
Los laicos por su parte tienen la obligación de velar por mejorar la convivencia
eclesial y social, trasformando primero su propia vida, seguidamente exigir a sus
pastores una buena conducta que vayan de acuerdo a lo que Jesús quiere.
Siguiendo los pasos del maestro, es como los laicos cumplen con su deber, pero
más que un deber tienen que tomar como ejemplo de vida, la práctica de Jesús, para
así ser un buen discípulo. Algo importante es también que los cristianos sin los
pastores no pueden crecer en su fe y viceversa, ambos son indispensables, tienen
que ayudarse mutuamente, tanto los que dirigen la Iglesia, los que tienen su vida
consagrada, como los fieles quienes participan dentro de la fe católica según la
condición y tiempo de cada uno. Los fieles dentro de su familia están llamados a
sembrar el Evangelio en el corazón de cada miembro.
Lo más significativo en todo esto es que se amen los unos con los otros, que nunca
exista discriminación entre laicos y pastores, sino que todos sean uno en Cristo
33
Jesús, y que cada uno cumpla su misión como hijos del Padre. Todo laico está
incorporado al Pueblo de Dios por el bautismo, el laico entonces es el bautizado que
día a día busca a Dios para perfeccionarse contribuyendo así con los demás para
buscar la salvación.
10.6. Universal vocación a la santidad
La Iglesia católica es universal, lo cual quiere decir que abarca todo el universo,
llevando a los demás la Palabra de Dios, para que la persona sienta el llamado de
Dios en su interior, seguidamente descubrir su vocación por medio de la Palabra, y
así ser partícipe de la obra salvadora, para que cada día sea santificada, ya que toda
persona, no importando el sexo, condición social, religión, edad, está llamada a ser
Santa.
La santidad es la perfección del ser humano, logrando por medio de la actitud, la
práctica del Evangelio, lo cual por esta razón para mucho es difícil alcanzarlo porque
el ser humano está rodeado de malas tentaciones que el mundo le ofrece. Pero Dios
siempre llama a pesar de todo eso, y dice: el que tenga oídos que oiga, con estas
palabras queda claro que la santidad la tiene que buscar la persona, o sea que
depende de los cristianos si quiere o no ser santo, ya que todos están llamados a
serlo.
Muchos piensan que la perfección solo la alcanzan las personas consagradas o
quienes tienen el reconocimiento especial de la Iglesia porque ellos son personas
que están más cerca de Dios. Pues en realidad la santidad es para todos, siempre y
cuando estén dispuestos a alcanzarla, o sea, que todos los cristianos están llamados
a serlo, como se ha mencionado anteriormente, pero para alcanzarla se necesita de
un gran proceso de preparación, de conversión, y de servicio hacia los demás.
En nuestro medio ha habido personas que han sido reconocidas como santos, está
Santo Tomas de Aquino, San Francisco de Asís, San Agustín, hermano Pedro de
Bethancourt, San Diego, entre otros. Estos han sido reconocidos por la Iglesia como
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personas que han alcanzado su perfección, ya que han tenido una vida al servicio de
los demás, tomando como ejemplo la vida de Jesús.
Muchas personas critican la santidad, porque dicen que nadie es santo, sino que
solo Cristo, comúnmente esto dicen los cristianos de otros credos, nadie puede ser
santo en esta tierra, las personas no pueden ser perfectos porque cada día con su
actitud cometen pecados, entonces el ser humano es un pecador, por lo tanto no se
le puede llamar santo, pero si está en el proceso de purificación. Sin embargo una
persona puede ser santa siempre y cuando practique la palabra de Dios con los
demás, hasta el punto en que dé su vida para defender a un determinado pueblo o
nación.
Los que con su testimonio evangelizan, que defienden a los más desprotegidos, que
acompañan a los demás, que luchan contra las injusticias, que buscan a Jesús en el
rostro de los que sufren, se le puede llamar santas, y que dentro de su corazón y su
vida este continuamente presente buscar el Reino de Dios en la sociedad, es el de
realizar más cosas buenas que malas, tratar de vencer las tentaciones negativas, y
perseverar en la fe cristiana hasta el final.
El Divino Maestro es el modelo de toda clase de perfección que se quiera alcanzar,
ya que él predicó a todos y a cada uno de sus discípulos con palabras y con
práctica. Y todo aquel que siga sus pasos es digno de llamarse santo porque Jesús
mismo dijo: sed pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre Celestial es perfecto.
Luego Jesús les dejó el Espíritu Santo para que en el interior de cada uno nazca el
amor hacia Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente y con
todas las fuerzas, como también el amor al prójimo.
Es necesario, que los cristianos estén bien formados, para poder enfrentarse a la
realidad en que se vive, buscando perfeccionarse con los actos que realicen. El
Maestro enseñó más con hechos y demostró el verdadero amor hacia los demás,
ahora la persona está invitada a hacer viva la práctica de Cristo con los demás.
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También algo que no debe faltar en un laico es la fe, que de allí brota el amor y el
servicio hacia el prójimo, porque una persona que no tiene fe, es alguien que no
puede dar amor y servicio. Entonces como requisito fundamental para los fieles es,
tener fe, una fe que con la ayuda y el apoyo de los consagrados, esté bien
fundamentada en el seguimiento y la práctica de los valores cristianos hasta el final
de la vida, para alcanzar la perfección y al mismo tiempo la Salvación.
Según el Código de Derecho Canónico (libro IV, de la función de Santificar la Iglesia,
834) afirma:
La Iglesia cumple la función de santificar de modo peculiar a través de la sagrada
liturgia, que con razón se considera como el ejercicio de la función sacerdotal de
Jesucristo, en la cual se santifican los hombres por signos sensibles y se realiza
según la manera propia a cada uno de ellos, a la par que se ejerce íntegro el culto
público a Dios por parte del Cuerpo místico de Jesucristo, es decir la Cabeza de los
miembros.
Entonces dentro del Pueblo de Dios, Esposa de Cristo, el laico también alcanza su
perfección con los sagrados misterios de la Palabra, los sacramentos que día a día le
ayuda a acercarse más a Dios. La Iglesia es madre que cuida de sus hijos y los lleva
a la perfección con su práctica, con las acciones litúrgicas y con los alimentos
sagrados que ofrece a toda la humanidad para alcanzar la salvación, ya que todos
los fieles están llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la
caridad. La perfección cristiana solo tiene un límite y es el de no tener límites.
Jesucristo mismo lo menciona, “si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí
mismo, tome su cruz y sígame. (Mt 16,24). A pesar de la dificultades, siempre los(as)
laicos(as) tienen que acercarse más a Dios para ser fortalecidos y seguir adelante
con su misión.
Quedan pues invitados, y aun obligados todos los fieles a buscar insistentemente la
santidad y la perfección dentro del propio estado. Estén todos atentos a encauzar
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rectamente sus efectos, no sea que el uso de las cosas del mundo y un apego a las
riquezas les impida la prosecución de la caridad perfecta.
10.7 Los religiosos
Jesús cuando llama a sus doce discípulos, lo hace con la intención de que sean
sus seguidores hasta el final; los discípulos por su parte dejan todo, su familia,
trabajo y contentos siguen al maestro. Durante el proceso de caminar juntos, hubo
alguien que lo traicionó, y después cuando Jesús estaba con muchas dificultades,
cerca de la muerte, todos lo abandonaron, incluso Pedro. Después de la resurrección
Jesús se vuelve a encontrar con los mismos, algunos ya no estaban. Con los que
permanecían les dio poder para sanar y autoridad para echar fuera a los demonios y
los manda a todo el mundo a anunciar la Buena Nueva, para que todos se conviertan
y crean en él. Los discípulos dejaron su tierra, sus hijos, su trabajo, y alegres fueron
a hablar sobre lo que habían visto y oído de Jesús, guiados por el Espíritu Santo.
De alguna u otra manera estas personas hacen su voto de castidad, de pobreza y de
obediencia al Maestro, ya que dejan todo para irse a otro lugar a predicar llevando la
Buena Nueva a los demás.
En la Iglesia católica existen personas que hacen votos de castidad, pobreza y
obediencia, pero antes han sido laicos comprometidos, han tenido una formación
constante y relación con la misma, en ese período descubren su vocación. Muchos
dejan su familia para servir a los demás convirtiéndose en religiosos, y al mismo
tiempo están más cerca de Dios dedicándole todo el tiempo de su vida bajo la acción
del Espíritu Santo. Se dedican completamente a las cosas del Padre como su amor
supremo, trabajando para que la Iglesia sea cada vez mejor en su praxis.
La forma de vida de los religiosos es muy especial porque trabajan a tiempo
completo dentro de la Institución, velando porque las cosas sean cada vez mejores, y
también con su experiencia y su formación ayudan a los demás a crecer en la fe
cristiana, o sea que, también ellos están al servicio de los demás porque desde el
principio toman el ejemplo de la vida de Jesucristo, no obstante muchos no
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desempeñan su tarea como debe de ser, otros renuncian de la vida consagrada
después de ejercer un largo tiempo, deciden descansar o llevar otro estilo de vida,
pero lo cierto es que han dado su aporte a la comunidad cristiana.
Son personas, que se preparan, y realizan los votos mencionados anteriormente
para dar un servicio a tiempo completo a Dios, por medio del servicio a los demás.
Desde el principio los religiosos deciden llevar esta forma de vida con libertad, ya
que nadie les obliga, sino que durante el caminar de su vida han tenido formación y
han sentido con el tiempo la llamada de Dios. No hay que olvidar que Dios llama a
cualquier persona, para tal estilo de vida, especialmente a los laicos que con su vida
profesan la fe, para que gocen de este don peculiar en la vida de la Iglesia y
favorezcan con su misión a los demás de acuerdo a la formación que reciben durante
el caminar de su vida y ser consagrados.
Según el Código de derecho canónico (libro II, del Pueblo de Dios, Titulo II, de los
institutos religiosos, numeral 607) afirma que: “La vida religiosa, como consagración
total de la persona, manifiesta el desposorio admirable, establecido por Dios en la
Iglesia, signo de la vida futura. De este modo el religioso consuma la plena donación
de sí mismo como sacrificio ofrecido a Dios, por el que toda su existencia se hace
culto continuo a Dios en la caridad”.
La vida religiosa es la total entrega a Dios y al servicio de los demás, como una
donación de cuerpo y alma para servirle de una manera especial, como también se
trata de un sacrificio personal que se hace para agradar a Dios y así cumplir su
voluntad. Su formación es constante, en una casa religiosa. Es en donde pasan un
gran tiempo para poder meditar sobre su vida y para recibir la formación que se
necesita y así estar seguros de querer llevar la vida consagrada.
El cristiano mediante los votos y otros vínculos sagrados, por su propia naturaleza
semejantes a los votos, con los cuales se obliga a la práctica de los tres susodichos
consejos evangélicos, hace una total consagración de sí mismo a Dios, amándolo
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sobre todas las cosas, de manera que se ordena al servicio de Dios y a su gloria por
un título nuevo y especial. Reciben la consagración, la cual, les acredita como
religiosos, siendo fieles a su religión, y defendiendo siempre su fe hasta el final.
Es de mucha importancia mencionar que los religiosos antes de consagrarse, han
tenido una vida laical, por eso cuando reciben la consagración muchos se sienten
superiores a los fieles, no se trata de eso, ni nada por el estilo, sino más bien, se
trata de servir a los demás, porque la vida religiosa toma el estilo de vida de los
Apóstoles y de Jesús como testimonio vivo para ponerlo en práctica. Es cierto que
los religiosos, religiosas son personas especiales pero no es motivo para sentirse
más que los otros, quiera o no esto sucede en la Iglesia, esto, en realidad está mal,
por eso se empiezan a discriminar laicos y religiosos. No se trata de quien es
superior a quien, o inferior, se trata más bien de tener una igualdad entre los dos
estilos de vida y exista respeto entre ambos. Tanto el laico tiene que respetar a las
personas consagradas, porque son personas quienes con su calidad de vida y su
formación aportan a los fieles laicos un ejemplo de vida, como también éstos deben
ser respetados por aquellos.
El catecismo de la Iglesia Católica (Consejos Evangélicos, vida consagrada, numeral
novecientos quince) dice lo siguiente:
Los consejos evangélicos están propuestos en su multiplicidad a todos los discípulos
de Cristo. La perfección de la caridad a la cual son llamados todos los fieles, implica
para los que asumen libremente el llamamiento a la vida consagrada, la obligación
de practicar la castidad, la pobreza y la obediencia por el Reino de Dios . La
profesión de estos consejos en un estado de vida estable reconocido por la iglesia,
es lo que caracteriza la vida consagrada a Dios.
Las personas o los laicos cuando se deciden ser religiosos, no pueden tener
esposas, esposos ni hijos, ya que la vida consagrada es entregarse completamente
a Dios sin ningún compromiso familiar. Una persona para hacerse religioso, primero
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forma parte de los fieles laicos, por lo cual es necesario entender que los cristianos
forman parte importante del Pueblo de Dios, los religiosos también, lo importante de
esto es que fieles y religiosos se tienen que ayudar mutuamente sin discriminación
alguna, es así como la Iglesia, la fe cristiana y la praxis del Evangelio encontrará su
perfección.
10.8. Índole escatológica de la Iglesia
La escatología se entiende como el final de los tiempos, juntamente con la parusía
indican la segunda venida de Jesús, para juzgar a vivos y muertos. Será el tiempo en
donde toda la humanidad hará entrega de su testimonio y serán juzgados cada uno
según la obra que hayan realizado. Pues la Iglesia por su parte también rendirá
cuentas al Señor, lo cual será el encuentro entre la Esposa y el Esposo, el cuerpo y
la cabeza.
La Institución no alcanzará su consumada plenitud, sino en la gloria celeste, cuando
llegue el tiempo de la restauración de todas las cosas, y cuando junto con el género
humano, también la creación entera será renovada con perfección en Cristo. Porque
Cristo atrajo hacia si a todos. Jesús ha sido fuente de vida, por lo cual los cristianos
tienen que alimentarse de él siempre. La plenitud de los tiempos ha llegado a todos y
la renovación del mundo será irrevocablemente decretada y se anticipa realmente en
este siglo, pues la Iglesia católica está en la tierra desde su fundación adornada de
santidad, lo cual indica que ella es santa en la medida en que practica el Evangelio
con verdadero rigor, realizando en la tierra lo encomendado por Cristo.
La Iglesia aún sigue siendo imperfecta porque a veces no ha realizado su trabajo
como debería de ser, aún queda mucho por trabajar. Pero mientras que la llegada
de Jesús no se presente, aún hay tiempo para remediar y ser mejor en la práctica de
la Palabra.
Al Pueblo de Dios le espera una tierra nueva la cual sería la tierra promedia,
recordando al Pueblo de Israel, así Cristo prometió una tierra nueva. Los cielos
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nuevos también forman parte de la promesa de Cristo, lo cual compromete más a
los fieles a alcanzar la perfección para gozar de los nuevos tiempos. Se terminarán
los tiempos de sufrimiento, vendrá la alegría para los que con amor han llevado el
evangelio a los demás. Pero mientras que ese tiempo no llegue, la Iglesia seguirá
en el mundo peregrinando, como hasta ahora lo ha hecho, e ira perfeccionándose
día a día. Por lo tanto, mientras se mora en este cuerpo, se vive en el destierro lejos
del Señor, por eso hay que procurar agradar en todo a Cristo. Y como no se sabe ni
el día, ni la hora, es necesario que los fieles laicos estén velando constantemente, en
el sentido de que estén más comprometidos con él para poder entrar en la morada
del Señor. Él vendrá rodeado de sus ángeles, será el día en que todos se
presentaran personalmente con Él, será el final de la vida cristiana.
Jesús murió y resucitó para dar vida, dejó fundada su Iglesia para que los cristianos
la guiaran con amor y llevaran a todos el evangelio. Ahora vendrá para juzgar lo que
se hizo durante todo el tiempo que dio para perfeccionar la vida cristiana. Para ser
fortalecidos a la perfección hay que recordar y tomar el ejemplo de vida de las
personas, que con su vida han demostrado el amor hacia Dios, ya que muchos han
muerto por hacer presente el Reino, han trabajado con esfuerzo y entrega para que
el amor, la justicia y la paz reinen en la humanidad, muchos han muerto por defender
los derechos de los más débiles, luchan para que los demás tengan una vida más
digna. A estas personas se les llaman “mártires” porque dan su vida por defender a
su prójimo. Ellos sin duda gozan de la gloria de Dios, juntamente con Jesucristo.
A los fieles laicos les queda por hacer una tarea grande, en donde la mirada
fundamental sea el hacer presente el Reino de Dios en medio de tantas injusticias
para que cuando venga Cristo se incorporen a la tierra nueva. La Iglesia también le
queda mucho por hacer; tiene que ser una buena madre que alimenta a sus hijos con
amor, enseñándoles lo que realmente es, tiene que ser una buena esposa, siempre
realizando lo que el amado le encomendó para agradarle y ser cada vez más amada.
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La Institución juntamente con la unión íntima de los laicos alcanzarán la plenitud y
gozarán de la gloria celestial. La más excelente manera de unirse a la Iglesia tiene
lugar cuando en la liturgia, en la cual la virtud del Espíritu Santo actúa sobre todos
por medio de los signos sacramentales, se celebra junto, con gozo común las
alabanzas de la Divina Majestad, todos, de cualquier religión, credo, pueblo o nación
son redimidos por la sangre de Cristo sin discriminación alguna, porque el amor de
Cristo es muy grande para todos.
Así, pues, al celebrar el sacrificio eucarístico es, cuando mejor el Pueblo de Dios se
une al culto eclesial recordando y venerando los personajes más sobresalientes de la
historia, recordando el gran amor de la santísima Virgen María, de san José, de los
Apóstoles que acompañaron a Jesús y de las personas que han dado su vida por
los demás y de todos los santos que han vivido el Evangelio y han hecho presente el
Reino de Dios.
Es necesario pues, que todos los pastores de la Iglesia, juntamente el sacerdocio
ministerial y el sacerdocio común se dediquen especialmente al ministerio de la
palabra, se sumerjan en las Escrituras con asidua lectura y, para que ninguno de
ellos resulte predicador vacío de la palabra de Dios que no la escucha en su interior,
puesto que deben comunicar a los fieles lo que se les ha confiado, sobre todo en la
Sagrada Liturgia, las inmensas riquezas de la palabra divina, para acrecentar la fe
católica e ir en busca de un mundo más humano, porque todos los que son hijos de
Dios secundan la íntima vocación de la Iglesia y participan de la liturgia de la gloria
consumada.
Cuando Cristo se manifieste y tenga lugar la resurrección de los muertos, la gloria de
Dios iluminará la gloria celeste y su lumbrera será el cordero. Entonces todos como
Iglesia adorarán a Dios y al cordero que fue inmolado proclamando con una sola voz
al que está sentado a la derecha del Padre, según el Apocalipsis. Es necesario
como familia de Cristo estar siempre al servicio de los demás, ser humildes y dar
amor a todos sin distinción, para que cuando Jesús venga todos gocen de la vida
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eterna. La salvación será para todo aquel que con amor anuncia y practica la palabra
del Señor.
10.9. La Santísima Virgen María
María fue una mujer sencilla, humilde, respetuosa y obediente al Padre, por eso la
Iglesia católica la tiene como madre, y la venera siempre, ya que con su gran
ejemplo ha impresionado a todo el mundo. Es importante mencionar que María fue
la madre de Jesús quien estuvo siempre acompañándolo hasta el final de su vida.
Demostró con su actitud ser una buena madre y una mujer obediente al mandato de
Dios, por eso, la llaman la primera misionera que llevo la Palabra echa carne en su
vientre a toda la humanidad, quien de ella los laicos toman el ejemplo para también
ser obedientes y hacer la voluntad de Dios.
La Santísima virgen, como madre de Dios juntamente con la encarnación del Verbo,
fue en la tierra la madre excelsa del Divino Maestro. Fue la humilde esclava del
Señor que no se negó a llevar en su vientre nueve meses al Emanuel. Después de
eso dedicó su vida a amarlo como una buena madre, lo acompañó en su niñez
cuidándolo como a su propia carne, como toda madre lo hace con su hijo. María es la
primera que cree, que confía en Dios. Es impresionante la fe de una mujer sencilla,
humilde ya que sin dudar dijo sí a Dios. La Virgen está unida íntimamente con la
Iglesia ya que ella es tipo de la misma, en el orden de la fe, de la caridad y de la
unión perfecta con Cristo.
Desde la anunciación hasta la resurrección de Jesús no fue apenas una madre, sino
que fue en primer lugar aquella que creía y creyendo acompañó todo el camino a su
Hijo amado, Jesús, la nueva creación que se formó en su vientre y que se crío con su
leche materna, por su propia decisión de mujer, ella alimenta al niño Dios y se
alimenta a sí misma, para ser la mujer especial y redentora.
Es pueblo, por su acción individual construye la raíz del pueblo de Dios; se vuelve
protagonista de un nuevo modelo de espiritualidad que brota del sufrimiento y del
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dolor de la humanidad. Que anuncia proféticamente la liberación y el Reino de Dios;
mujer de pueblo, pobre, campesina que entrega su vida a Dios desde su juventud.
Se dice que María es la nueva Eva, Jesús el nuevo adán, porque por Jesús y María
entra la salvación al mundo, Jesús vence la muerte y salva a toda la humanidad del
pecado, que por Adán y Eva entra en el principio de la vida.
La Iglesia entonces es la que sigue a la Inmaculada Virgen, ya que siendo la madre
sigue amamantando a la misma con su ejemplo, para que ella también alimente a
sus hijos, los fieles laicos, la comunidad Cristiana, que necesita del amor de una
madre para ser protegidos y educados en los valores cristianos. Cristo como Esposo
se encarga de dar amor a la esposa, llevándola en un buen camino en donde se
puedan encontrar nuevamente en la parusía.
Según R. de la Broise-v. Gambi (Vida de María, XXVII Edición, Capítulo I, la Reina
de los Ángeles y del mundo, pagina 10, tercer párrafo) dice:
La virgen María, predestinada a unir el mundo a Jesús, esta inmediatamente
después de Él y con El en el orden del divino pensamiento; es la primogénita de
todas las criaturas humanas, la reina cuyo dominio está preparado desde un principio
con mucho amor, la mujer que debe enseñar al mundo a glorificare a su autor.
La enseñanza más grande y valiosa que puede tener la Iglesia y que puede trasmitir
a sus hijos, al pueblo de Dios, es la vida de la Santísima Virgen, desde el principio,
cuando concibió a Jesús hasta el final cuando lo crucifican, incluso también en la
resurrección, María estuvo allí atenta al Hijo. La Iglesia de igual manera tiene que
anunciar a Cristo hasta los confines de la tierra y hasta el final de los tiempos,
amando y protegiendo a los que profesan la fe.
Es imprescindible lo que la Inmaculada Virgen enseña al Pueblo de Dios, y los
miembros deben de entregar sin dudar, su vida al Padre, trabajando siempre para la
honra y gloria del Señor. El final de la vida del Mesías fue para María un tremendo
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sufrimiento, es decir, ella sufrió juntamente con su Hijo al verlo clavado en el madero.
Pero en medio del sufrimiento hay un consuelo. Al pie de la cruz estuvo, alentando
y consolando al Hijo como sólo ella pudo hacerlo. La presencia de la madre en la
cruz era una doble fuente de dulzura y dolor. Para Cristo tuvo que ser un serenante
consuelo sentirse acompañado por ella, ver desde la cruz tangiblemente el primer
fruto purísimo de su obra redentora. Pero también fuente de enorme padecimiento
compartir el dolor de su madre. En la oscura soledad de la Pasión, María ofrece a su
Hijo un bálsamo de ternura, de comprensión, de afecto y de fe.
El Evangelio de Juan lo va a decir (capítulo 19, Versículo 25 al 27): “Estaban junto a
la cruz de Jesús su madre y la hermana de su madre, María de Cleofás, y María
Magdalena. Jesús, viendo a su madre y al discípulo a quien amaba que estaba allí,
dijo a su madre: Mujer, he ahí a tu hijo. Después dice al discípulo: He ahí a tu madre.
Y desde aquel momento el discípulo la recibió en su casa”. Esto quiere decir que
mientras Jesús padecía en la cruz, encomienda al discípulo amado a su Madre ya
que ella lo cuidará y le ayudará a creer y madurar en la fe, porque ella era
especialista en dicha virtud.
La Iglesia contemplando su profunda santidad y cumpliendo fielmente la voluntad del
Padre, se hace también madre mediante la palabra de Dios aceptada con fidelidad.
Pues por la predicación y el bautismo engendra a una nueva vida a los hijos
concebidos por obra del Espíritu Santo y nacidos de Dios. Es virgen en la medida
en que guarda pura e íntegramente la fe hacia el Esposo.
Jesús entrega a su Madre como Madre de todos los vivientes en la fe, para aprender
de ella la entrega total al Señor y dejarse llevar por su amor y sus enseñanzas. La
Iglesia desde mucho tiempo atrás ha venido venerando a la Virgen María, como
Madre de todos los creyentes, como una mujer ejemplar que sobresalió en la historia
por ser la madre de Dios. Es digna de admirarla, de venerarla como una verdadera
mujer y madre, que con su ejemplo ha llevado a la Institución eclesial a fortalecer y
vivir de la mejor manera su fe.
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Ahora María será la nueva Mujer, la nueva Eva que traerá desde su maternidad la
nueva vida al mundo. La Inmaculada Virgen ensalzada por gracia de Dios después
de su Hijo por encima de todos los ángeles y todos los hombres, por ser Madre
santísima de Dios que es parte fundamental en los miembros de Cristo, es
justamente honrada por la Iglesia con un culto especial. Y es imagen y principio de
la misma que habrá de tener su cumplimiento en la vida futura, así en la tierra
precede con su luz al peregrinante Pueblo de Dios como signo de esperanza cierta
y de consuelo hasta que llegue de nuevo el Señor.
Todos los que incorporados a Cristo por el Bautismo forman parte del Pueblo de Dios
veneran a la madre del Señor y también la tienen como una madre que sigue
cuidando y dando amor a los cristianos. La Santísima Virgen María forma parte
importantísima dentro de la Iglesia y dentro de la vida de los laicos, ya que muchos
la veneran de distintas formas porque han visto el poder de ella en sus vidas, han
visto milagros sorprendentes que es razón para convertirse o de cambiar su estilo
vida, incluso se ha aparecido a personas que no creen y se han convertido; por eso
en muchos lugares la virgen se revela a varias personas que creen en ella, y por lo
mismo le han puesto distintos nombres, según el lugar donde aparece, como: la
Virgen de Guadalupe, virgen María, Virgen de Candelaria, la Virgen del Rosario,
entro otros.
Para muchas personas la virgen es digna de respeto y le dirigen la mayor parte de
su oración a ella ya que es una mujer que hay que venerarla como la primera
discípula de Dios, como madre del Salvador. Para los hermanos de otra religión la
virgen María simplemente es una mujer especial, no la veneran como los católicos lo
hacen. Pero la fe de la Iglesia católica hacia María es muy especial y significativa
porque es la máxima expresión de amor hacia ella como madre del Verbo, de la
Iglesia y de todos los laicos. Es importante aclarar algunas observaciones: La Madre
de Jesús es María, una mujer importante en la historia de la vida cristiana que con el
tiempo por su obediencia a Dios se convirtió en la madre de la fe, una enseñanza
muy interesante para los fieles, es el fíat de ella. Es una mujer digna de respeto, de
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admiración y veneración, pero no de adoración, al único que merece adoración es a
Dios juntamente con el Mesías.
En realidad muchas personas han venido adorando a María desde hace mucho
tiempo atrás, por las cosas maravillosas que han visto de ella, pero ella no es una
diosa, ella es una maestra, es la madre de Jesús y madre de todos que sigue
acompañando y manifestándose a todos los laicos, ella es la madre de la fe, la que
enseña a creer y seguir al Creador. De igual manera la Iglesia enseña a sus hijos a
creer y a amar a Dios.
Según la Constitución Lumen Gentium (Capitulo VIII, la Santísima Virgen Maria,
madre de Dios en el misterio de Cristo y de la Iglesia, III. La santísima virgen y la
Iglesia, numeral 64) dice:
La Iglesia contemplando su profunda santidad e emitiendo su caridad y cumpliendo
fielmente la voluntad del Padre, se hace también madre mediante la voluntad del
Padre, se hace también madre mediante la palabra de Dios aceptada con fidelidad,
pues por la predicación y el bautismo engendra a una vida nueva e inmortal a los
hijos concebidos por obra del Espíritu Santo y nacido de Dios. Y es igualmente
virgen, que guarda pura e íntegramente la fe prometida al Esposo, y a imitación de
la Madre de su Señor, por la virtud del Espíritu Santo, conserva virginalmente una fe
integra, una esperanza sólida y una caridad sincera.
La Institución es una madre para los cristianos y Cristo, es el esposo, la madre tiene
que enseñar a los hijos a seguir un buen camino, a fortalecer la fe, a amar a Dios
sobre todas las cosas, pero antes ella tiene que dar el ejemplo primero y así juntos
practicar el Evangelio, protegidos y guiados por la Santísima Virgen María, la
Inmaculada, la modelo de fe y de mujer, ella siempre guiará al Pueblo de Dios hacia
un buen camino, y estará siempre fortaleciendo la fe para seguir con amor,
peregrinando en la tierra y poder alcanzar la perfección.
47
CAPÍTULO III
EL DESAFÍO DEL MODELO DE IGLESIA QUE PRESENTA LA CONSTITUCIÓN
“LUMEN GENTIUM” PARA LA IGLESIA LOCAL
11.1 Desafío de la Iglesia local en diálogo con el Concilio Vaticano II, “Lumen
Gentium”
La convivencia integral de los fieles cristianos, que con el bautismo están
incorporados a Cristo y forman parte del pueblo de Dios es fundamental, lo cual es
necesario que cada uno sepa su papel como lacio, sus funciones dentro de la Iglesia,
sus derechos y sus obligaciones, para así desempeñar su papel con amor y
perseverancia. Muchos laicos participan y aportan su granito de arena para el
mejoramiento de la misma, pero la mayoría lo hacen sin haber tenido una formación
constante con relación a su aporte, y su fe no está bien fundamentada hacia Dios.
Es interesante mencionar que cuando se habla del pueblo se Dios, entran todos los
bautizados, no importando el estudio académico que tengan, todos, mujeres,
hombres, jóvenes, señoritas, niños y niñas forman parte de ese pueblo. Pero es
necesario que existan personas capaces de llevar el Evangelio a los demás, la
Iglesia necesita fieles que profesen la fe sin miedo alguno, pero para esto es
necesario trabajar cuidadosamente con ellos, dedicarles tiempo y darles una buena
formación, poniendo énfasis a lo que propone el Concilio Vaticano II, Lumen
Gentium.
El acompañamiento constante de los pastores, en este caso el sacerdote, hermanas
religiosas, hacia los catequistas, sabiendo que ellos son agentes claves de pastoral
que pueden colaborar en formar a los demás. Poner más énfasis en el documento
conciliar Vaticano II, que contiene mucha información importante que el laico tiene
que saber para poder desenvolverse en la parroquia, en la sociedad.
48
Tomar más en cuenta la participación del laico, dándole así espacio para que se
desenvuelva, tomando en cuenta que son fundamentales dentro de la Institución, ya
que sin ellos no existiría. Tanto pastores como laicos son indispensables para llevarla
hacia un mejor camino. El Pueblo de Dios son todos los bautizados, no hace
referencia a los que están consagrados o a los tienen un papel importante dentro de
la parroquia ni solamente a los que no son consagrados, sino que, son todas las
personas que han sido bautizadas en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu
Santo.
En todo el caminar de la vida cristiana es importante saber que todos son hijos e
hijas de Dios, y que todos se merecen amor y respeto, es el ver el rostro de Cristo en
el rostro de los demás, ya que Dios hizo al ser humano a su imagen y semejanza, lo
cual quiere decir que todos son iguales ante él.
Dar a conocer a los fieles la importancia de la jerarquía de la Iglesia, ya que muchos
critican a la misma porque piensan que el pueblo de Dios sólo son los sacerdotes,
Obispos y el Papa, y pueden pensar que, son pocos los que toman las decisiones
mientras los demás solo espera sin poder dar su opinión. Pero claro, esto no se da
en todas partes, pero si, es urgente que se trate de esta cuestión para que tengan
conciencia y sepan que la jerarquía eclesial son personas que están al servicio de
los demás, guiando con amor al Pueblo de Dios en su caminar hacia la perfección.
Vivir en comunión, laicos y pastores en donde exista un respeto mutuo entre ambos
para trabajar con amor la Palabra.
Tener a la Iglesia como una buena madre que amamanta a los laicos con la Palabra,
y que les acompaña con amor en busca de su perfección, así como María Acompaño
a Jesús hasta el final, de igual manera la Institución acompaña a los fieles.
Seguir venerando a la Virgen María como madre de Dios y madre de todos los
cristianos, porque ella es la modelo de ser un buen cristiano.
49
Realizar cosas que vayan de acuerdo al evangelio y que le puedan agradar a Dios,
el Sacerdote cumplir con su función de representante de los apóstoles de Jesucristo,
estando al servicio de los demás, tomando muy en cuenta la colaboración y
participación de los miembros. A laicos les corresponde seguir las buenas
enseñanzas de éste para poder crecer en la vida y en la fe cristiana buscando la
preparación y hacer el bien para ser mejores discípulos, discípulas de Cristo.
50
CONCLUSIONES
Después de haber trabajado los temas tan interesantes e importantes de Lumen
Gentium, tomando en cuenta el análisis, reflexión, se llegan a las siguientes
conclusiones:
El amor al prójimo es la base fundamental para vivir como verdadero pueblo de Dios.
La Iglesia es el pueblo de Dios, en donde todos participan, fieles laicos, sacerdotes,
religiosas, religiosos, todos los consagrados, sin discriminación alguna.
La fe es lo fundamental en la vida de los cristianos para seguir a Dios de la mejor
manera posible.
Jesús es la cabeza de la Iglesia, es el esposo que guía a la misma al camino de la
verdad.
La santísima Viren María es la madre de la Institución que le acompaña con amor y
dulzura en el caminar, en la praxis del evangelio.
La Iglesia contemplando su profunda santidad y cumpliendo fielmente la voluntad del
Padre, se hace madre mediante la palabra de Dios aceptada con fidelidad. Es virgen
en la medida en que guarda pura e íntegramente la fe hacia el esposo.
Los laicos de Ixchiguán, San Marcos desconocen completamente lo que es el
Vaticano II, como un documento conciliar y más aún los documentos que este
contiene, especialmente la Constitución Lumen Gentium, como también la Gaudium
Et Spes.
En el trabajo de campo que se realizó en la parte del ver, se vio la deficiencia de los
laicos con relación a su conocimiento sobre la Iglesia. De igual manera se encontró
51
que los fieles no han tenido cursos específicos sobre el documento conciliar,
Vaticano II.
El modelo de Iglesia que presenta la Lumen Gentium, es el modelo más importante
y significativo para todos los que en ella participan, ya que es el Pueblo de Dios, que
toma en cuenta a todos los que incorporados a Cristo han sido bautizados.
La Institución fue fundada por Cristo poniendo como Cabeza a Pedro, el sucesor de
éste, es el Papa, y queda como encargado de guiar a la Iglesia al desarrollo, de
acuerdo a la Palabra de Dios.
Como laicos es necesario conocer los documentos del Concilio Vaticano II, para
tener clara la misión dentro de la Iglesia, pero más aún para saber los derechos y las
obligaciones que les corresponden a cada uno para hacer presente el Reino de Dios.
52
RECOMENDACIONES
Amar a los demás sin distinción alguna especialmente a los enemigos, así como Dios
ama a todos por igual.
Participar de dentro de la Iglesia con amor para que la iglesia sea verdaderamente el
pueblo de Dios en donde exista comprensión, apoyo mutuo, respeto, equidad de
género, ect.
Creer en Dios sin importar las adversidades, para estar más cerca del él y así
alcanzar la salvación.
Tomar en cuenta que Jesús es la cabeza de la Iglesia para que las cosas que se
practique vayan de acuerdo a lo que el pide.
Tener como modelo de fe a la Santísima Virgen María ya que ella fue la primera que
cree y dice sí a Dios.
Tener también a la Iglesia como madre que amamanta sus hijos con la Palabra para
llevarlos a alcanzar su perfección y salvación.
A los laicos para que tomen iniciativa exigiendo a los encargados de la parroquia
una formación constante con relación al documento Conciliar vaticano II,
especialmente la Lumen Gentium.
A los catequistas agentes de pastoral que se preparen más con relación a lo que es
la Iglesia, vista desde el punto de vista de la Constitución Lumen Gentium, para tener
un amplio conocimiento y deseo de ser más comprometidos con la búsqueda de
hacer presente el Reino.
A los que dirigen a la parroquia en este caso, sacerdote y Religiosa para que
dediquen tiempo especial a la formación de los fieles con relación a la Santa
53
Eucaristía, dándoles el verdadero sentido para que con amor participen de ella y del
gran banquete que ofrece Jesucristo, y la práctica del Evangelio.
A los catequistas de diferentes pastorales para que se preparen con relación a la
jerarquía de la Iglesia, conociendo así al sucesor de Pedro, a los encargados de
guiar a la Iglesia Universal hacia su perfección, para no mal interpretar esa
organización.
Al Sacerdote, velar porque se cumplan los derechos de los laicos, como también las
obligaciones para el mejoramiento de la Institución.
54
Propuesta
Organizar más a los catequistas para prepararles con los temas mencionados
anteriormente, ya que en la parroquia se necesita personas con una formación bien
fundamentada, especialmente con relación a los documentos del concilio Vaticano II,
en especial la “Constitución Lumen Gentium”. Es necesario mantener la formación
para ellos, es y que los cursos sean permanentes, constantes y que al final se les dé
a los participantes un reconocimiento, un diploma reconocido por la Iglesia local e
incluso por la diócesis.
Trabajar con las diferentes pastorales, y crear dentro de la parroquia una escuela de
Teología guiada por el párroco y personal capacitado para impartir los cursos,
trabajando así con los catequistas para que ellos sean los encargados de ir a
compartirlos con las diferentes aldeas del municipio, como también formar a los
líderes de cada aldea para que exista un conocimiento más amplio sobre Dios para
que se viva en comunión con los demás.
Implementar la preparación del laico respecto a la Iglesia, dándoles cursos sobre su
origen y el gran significado que contiene la palabra, como Pueblo de Dios. Es el
preparar bien al laico para que se sienta seguro de la fe que profesa, para que no se
retire y cambie de religión. Profundizar más temas relacionados con la fe, ya que es
la base de toda vida cristiana.
Que el laico sea tomado más en cuenta en cuanto a su participación y aporte que
da a la parroquia, que no exista discriminación alguna hacia los fieles para que
juntos se trabaje para el desarrollo de la Iglesia.
55
REFERENCIAS
1. Alfonso Llano E. (me duele la iglesia, página 1 y 2)
2. Bac. Constitución Dogmática Lumen Gentium (capítulo I, el misterio de la Iglesia,
numeral cinco, párrafo dos); Lumen Gentium, (Capítulo I: el misterio de la iglesia,
numeral 7, párrafo 9); Christus Dominus, sobre el Ministerio Pastoral de los
Obispos (capitulo I. los obispos con relación a toda la Iglesia.I. Papel que
desempeñan los obispos con relación a la Iglesia universal, numeral cuatro);
Constitución Lumen Gentium (Capítulo III, constitución Jerárquica de la iglesia, y
particularmente el Episcopado, numeral dieciocho); Decreto Apostolicam
actuositatem, sobre el Apostolado de los laicos (capítulo v, orden que hay que
observar, relaciones con la jerarquía, numeral 24); Capítulo 6 de la Dei Verbum,
(La sagrada Escritura en la vida de la Iglesia; numeral 23, primer párrafo),
Constitución Lumen Gentium (Capitulo VIII, la Santísima Virgen Maria, madre de
Dios en el misterio de Cristo y de la Iglesia, III. La santísima virgen y la Iglesia,
numeral 64)
3. Catecismo de la Iglesia católica (Capítulo Tercero: la respuesta del hombre a
Dios, Numeral 168); Catecismo de la iglesia Católica (párrafo 2, La iglesia Pueblo
de Dios, Cuerpo de Cristo, templo del Espíritu Santo. La iglesia pueblo de Dios,
numeral 781);
Catecismo de la Iglesia Católica (Consejos Evangélicos, vida consagrada, numeral
915), 1,985
4. Constitución Pastoral Gaudium Et Spes (Capítulo I, la dignidad de la persona
humana, el hombre imagen de Dios) 1,965
5. Código de Derecho Canónico, promulgada por la Autoridad de Juan Pablo II,
dado en Roma el día 25 de enero de 1983(libro II, del Pueblo de Dios, parte I, de
los fieles Cristianos, numeral 204, 208 y 209); Código de Derecho Canónico (libro
IV, de la función de santificar la Iglesia, 834); Código de derecho canónico (libro
II, del Pueblo de Dios, titulo II, de los institutos religiosos, numeral 607)
6. Evangelio de Juan capítulo 19, versículo 25 al 27. Biblia Latinoamerica, 2,002
56
7. Hans K, agosto 2011, (Entrevista publicada por el portal de noticias religiosas de
España religión, digital, con motivo de su último libro, párrafo quince); Hans Kunk,
(Entrevista publicada por el portal de noticias religiosas de España religión, digital,
con motivo de su último libro, agosto 2nd, 2011. Tercer párrafo)
8. José C. (la Iglesia Católica sospecha de la democracia, Enero 21, 2011. Página
2)
9. R. de la broise-v. gambi (vida de María, XXVII Edición, Capítulo I, la Reina de los
Ángeles y del mundo, pagina 10, párrafo tercero)
10. Servicios Koinonia (modelos de la iglesia, estudio crítico sobre la iglesia en todos
sus aspectos, numeral diecinueve).
57
Anexo
Universidad Rafael Landívar
Campus de Quetzaltenango
Facultad de Teología.
Licenciatura en Teología
Tesis II
ENCUESTA
DATOS GENERALES
Pastoral:___________________________________________________________
Edad: (años)
De 18 a 30 años ( ) De 30 a 50 años ( ) Más de 50 años ( )
Sexo:
Femenino ( ) Masculino ( )
Ubicación:
Área Rural ( ) / Urbana ( )
Municipio ( ) / Aldea ( )
EXPERIENCIAS Y CONOCIMIENTOS
1. Para usted ¿Qué es la fe?___________________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
2. ¿En qué consiste su experiencia de fe?________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
58
3. ¿Cuál es su relación con la parroquia?________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
4. ¿Cómo es su relación con las demás personas dentro y fuera de la
iglesia?__________________________________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
5. Usted ¿participa en la Misa?
Sí______ No______
¿Por qué? _________________________________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
6. Según sus conocimientos, ¿Quiénes son los laicos?
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
___________________________________________________________________
7. ¿Qué importancia tiene la preparación del cristiano respecto a la Iglesia?
Mucha_____ Poca ______ Ninguna_____
¿Por qué?______________________________________________________
____________________________________________________________________
8. ¿Qué cursos ha recibido sobre la Iglesia?
Evangelización liberadora ________
El ser y el que hacer del Catequista ________
Formación Integral del Catequista ________
La Misión ________
La Biblia (cursos bíblicos) ________
Cristología ________
59
Marque con una X en cuáles ha participado.
9. ¿Qué es el Concilio Vaticano II?
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
10. ¿Qué documentos conoce sobre el Concilio Vaticano II?
- Lumen Gentium _______
- Gaudium et Spes _______
- Dei Verbum _______
- Sacrosanctum Concilium _______
Señale con una x los que ha estudiado en cursos.
11. ¿Sera que es importante conocer los contenidos del concilio vaticano II?
Sí____________ No_______
12. ¿Será importante la participación del laico dentro de la Iglesia?
Si es importante___________ No es
importante____________
¿Por qué? _____________________________________________________
____________________________________________________________________
___________________________________________________________________
60
Resultado de la Investigación de Campo
1. Para usted ¿Qué es la fe?
Para el 75% de las personas encuestadas la fe es creer en cosas que no se miran;
mientras para el 15% es la confianza que se tiene al ser supremo; y para el 10% es
el compromiso con Dios que se tiene como cristianos.
75%
15%
10%
Gráfica No. 1
La fe es creer en al go queno se mira, pero que estodo poderoso y es Dios.
Es la seguridad y laconfianza que se tiene aDios
Es recordar que tenemosun compromisimo y es lapuerta que nos conduce aDios.
61
45%
40%
10%
5%
Gráfica No. 2
En todo el caminar de la vida porqueha estado Dios presente, en la entregaa Dios y el servicio a los demas sindesonfiar de él.
En la pastoral, acercándose a Diosdesde los sacramentos enfrentandocosas dificiles para el crecimientopersonal
En la vida personal y familiar creyendoque existe Dios
No respondio a la pregunta
2. ¿En qué consiste su experiencia de fe?
Según los datos recabados de la segunda pregunta el 45% de las personas
respondieron que su fe consiste en la experiencia de la acción de Dios en su vida; el
40% respondió que su experiencia de fe consiste en trabajar dentro de alguna
pastoral y así acercándose a Dios por medio de los sacramentos; el 10% manifestó
que en la vida familiar creyendo que existe Dios; mientras que el 5% no respondió.
62
3. ¿Cuál es su relación con la Parroquia?
El 75% de las personas encuestadas respondieron que su relación con la parroquia
es el de trabajar para los demás; el 25 % respondió que teniendo una participación
activa.
75%
25%
Gráfica No. 3
Siendo Catequista paraapoyar a los demás
Teniendo una participaciónactiva y colaboración enlas actividades que serealizan
63
4. ¿Cómo es su relación con las demás personas dentro y fuera de la
Iglesia?
Según datos recabados el 55% de las personas encuestadas respondieron que su
relación con las demás personas dentro y fuera de la Iglesia es aceptable; el 25%
respondió que es de humildad; el 15% manifestó que su relación es vivir la fe en
todos los ambientes; y el 5% respondió que su comportamiento es regular porque
siempre hay errores.
55% 25%
15% 5%
Gráfica No. 4 Aceptable, amigabledomostrando amabilidada los demás portándosebien con espíritu dehermandadDe humildad siendosociable, compartiendocon los demás lasenseñanzas deJesucristoViviendo la fe en todoslos ambientes, siendocordial.
Regular
64
5. Usted ¿participa en la Misa?
Con relación a la pregunta cinco el 100% de las personas encuestadas respondieron
que si participan en la misa porque es allí donde se alimenta el espíritu para seguir
adelante, también porque es el centro de la vida cristiana y allí se recibe el cuerpo
y la sangre de Jesús. Y porque en la Eucaristía es el encuentro personal con
Jesucristo.
100%
Gráfica No. 5
Si
65
6. Según sus conocimientos, ¿Quiénes son los laicos?
Según datos recabados de la sexta pregunta del total de personas encuestadas del
100%.
El 55% contestaron que los laicos son las personas que no son sacerdotes o
religiosos pero que comparten la palabra de Dios con los demás por su
Consagración Bautismal.
El 35% coincidieron diciendo que son todos los bautizados en la Iglesia católica.
Mientras que el 10% no respondieron a la pregunta porque desconocen lo que es la
palabra laico, por lo tanto la respuesta es nula.
55% 35%
10%
Gráfica No. 6 Las personas que no estáncomprometidas a tiempo completo peroque participan en la Iglesia, en la misa,las que no son sacerdotes o religiosospero que comparten la palabra de Dioscon los demás.
Son todos los bautizados en la iglesiacatólica y que participan en ella comotambién son las personas inmersas enel mundo y están pendientes de sucompromiso
No respondieron
66
7. ¿Qué importancia tiene la preparación del cristiano respecto a la Iglesia?
Mucha_____ Poca ______ Ninguna_____
¿Por qué?
Según los datos recabados de la séptima pregunta el 100% de las personas
encuestadas respondieron que la importancia de la preparación del cristiano
respecto a la Iglesia es mucha, porque es necesario para el mejoramiento de la
misma, para conocer sus riquezas, y porque una persona preparada sabe defender
su fe, es necesario que el cristiano este actualizado para realizar su trabajo bien.
100%
0%
20%
40%
60%
80%
100%
120%
Mucha
Gráfica No. 7
67
8. ¿Qué cursos ha recibido sobre la Iglesia?
Evangelización liberadora ________
El ser y el que hacer del Catequista ________
Formación Integral del Catequista ________
La Misión ________
La Biblia (cursos bíblicos) ________
Cristología ________
Marque con una X en cuáles ha participado.
Con relaciona a la pregunta ¿Qué cursos ha recibido sobre la Iglesia?, de las
personas encuestadas el 50% marcaron la misión, o sea que son muchas las
personas que reciben solamente ese curso; el 30% ha recibido cursos sobre
cristología; mientras que el 20% han recibido otros cursos, de los cuales están:
evangelización Liberadora, El ser y el que hacer del catequista, formación integral del
catequista y la biblia.
50%
30%
20%
Gráfica No. 8 La misión
Cristología
evangelización liberadora, el sery el que hacer del catequista,formación integral del catequistay la Biblia
68
9. ¿Qué es el Concilio Vaticano II?
Según datos recabados el total de personas encuestadas del 100%
El 30% respondieron que el concilio Vaticano II es un libro que escribieron los
Obispos en Roma hace cincuenta años para la catequesis de los laicos.
El 25% manifestaron que es la segunda reunión o encuentro del Papa con los
Obispos en Roma.
El 20% respondieron que es la jerarquía de la Iglesia.
El 25% de las personas encuestadas no respondieron a la pregunta por falta de
conocimientos sobre el mismo.
0% 10% 20% 30%
Un Libro, un libro que escribieron los obispos enRoma hace cincuenta años para la catequesis.
Segunda reunión, encuentro del Papa con losobispos en Roma
Es la Jerarquía de la Iglesia, un congreso dondeelijan al Papa en un palacio
No respondieron
30%
25%
20%
25%
Gráfica No. 9
69
10. ¿Qué documentos conoce sobre el Concilio Vaticano II?
- Lumen Gentium _______
- Gaudium et Spes _______
- Dei Verbum _______
- Sacrosanctum Concilium _______
Señale con una x los que ha estudiado en cursos.
Con relación a la pregunta 10, del 100% de las personas encuestadas, el 25%
respondieron que los documentos que conocen son: Lumen Gentium, Dei Verbum y
Sacrosanto Concilium; mientras que el 75% no respondieron, con ello manifestaron
que la mayoría de los laicos no conocen ninguno de los documentos del Concilio
Vaticano II.
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
Lumen Gentium, DeiVerbum, Sacrosantum
Concilium
No respondieron
25%
75%
Gráfica No. 10
70
11. ¿Será que es importante conocer los contenidos del concilio Vaticano
II?
Sí____________ No_______
Según los datos recabados de la pregunta 11, el 95% respondió que sí es importante
conocer los contenidos del Concilio Vaticano II, y el 5% no respondió a la pregunta
porque tal vez no le interesa conocer lo anteriormente dicho, por lo tanto la
respuesta es nula.
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
Si No respondieron
95%
5%
Gráfica No 11
71
12. ¿Será importante la participación del laico dentro de la Iglesia?
Si es importante___________ No es importante____________
¿Por qué?
Según los datos recabados de la pregunta doce el 95% afirmó que si es importante la
participación del laico dentro de la Iglesia porque se necesita para trabajar en las
diferentes pastorales; mientras que el 5% no respondió.
3.1. Análisis Crítico
Habiendo tabulado e interpretado toda la información recabada en las diferentes
unidades de análisis que fueron objetos de estudio, catequistas de la parroquia de
San Cristóbal Ixchiguán, San Marcos, se detecta que el factor determinante que
provoca un bajo conocimiento con relación al Concilio Vaticano II, Constitución
Lumen Gentium, es la falta de formación constante, cursos que deberían de haber
dentro de la referida parroquia, para compartirles a los fieles los contenidos que éste
95%
5%
Gráfica No. 12
Si es importante
No respondieron
72
contiene y la propuesta por tener una mejor praxis del Evangelio. Tomando en
cuenta también a la Constitución Gaudium Et Spes donde menciona sobre la
dignidad de la persona, para que todos se sientan iguales.
No existe dentro de la parroquia local una formación constante que lleve a los laicos
a tener una mejor práctica de su experiencia de fe, lo cual con su actitud lo
demuestra. La mayoría de ellos tienen una buena relación con la Iglesia, ya que le
dan tiempo para el servicio de los demás, participan en la Santa Eucaristía porque
dicen que allí alimentan su espíritu, se encuentran con Jesús, porque es el centro de
toda vida cristiana, pero no tienen bien claro el concepto de laico, y la mayoría
desconocen lo que es el Concilio Vaticano II; muy pocos son los que han recibido
algunos cursos que la Iglesia ha impartido para su formación, pero se necesita temas
de mayor importancia para compartir con los fieles, para que su práctica del
evangelio sea cada vez mejor.
Muchos de los encuestados mencionaron que es importante conocer lo que contiene
el documento conciliar Vaticano II, para el mejoramiento de la participación.
Es indispensable la participación del laico en busca del mejoramiento de la
Institucion, ya que sin ellos la institución no sería la misma, pero para que todo vaya
en función de la palabra de Dios, es necesario que tengan una buena preparación
para que su aporte sea satisfactorio ante los ojos del ser Supremo.
73
Historia de San Cristóbal Ixchiguán
El nombre de Ixchiguán proviene de la palabra Schig, derivada del idioma Mam, y se
le llama así a un arbusto que crecía en el lugar que ahora ocupara Ixchiguán y que
los antiguos moradores utilizaban para alimentar a sus ovejas. El municipio se
integró con la aldea de Ixchiguán como cabecera municipal y las aldeas y caseríos
siguientes: San Antonio, Choapéquez, Tuichán, Tuiquiá, Pavitzalán, Colcojuitz, El
Remate, Bexoncán, Yuinimá, El Rancho, Talquiji, Xolchub y Tuiquisabel. La aldea
de Tuiquiá fue reincorporada a Tajumulco en 1,939. Por acuerdo gubernativo del 5
de Marzo de 1936, fue suprimido el municipio de San José Ojetenam y anexado a
Ixchiguán. El 21 de Mayo de 1,945 fue restablecido el citado municipio. Por acuerdo
gubernativo del 15 de agosto de 1,940, la aldea Calapté y los caseríos Pajatz, El
Plan, Julischín y La Esperanza Cieneguillas, fueron segregados de Tejutla y
anexados a Ixchiguán. Históricamente a mediados del siglo XVIII (1,750) llegaron al
territorio que ahora ocupa el municipio de Ixchiguán varias familias del pueblo de
Tajumulco dedicados a la crianza de ovejas y como éste territorio ofrecía suficiente
pastura hizo que muchas personas más fueran llegando hasta que muchos de ellos
especialmente personas de apellido (Chilel y Ramírez) se instalaron y dieron origen a
éste municipio.
74
Croquis de San Cristóbal Ixchiguán
75
Fotos del Municipio
76
Fotos de la Iglesia
77
Fotos de la Municipalidad del municipio
78
Cronograma de Actividades
ACTIVIDAD 2013
Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio noviembre
PRESENTACION DEL
PROYECTO DE TESIS X
Emisión del dictamen X
Adjudicación de asesor el Lic.
Alfonso Darío de León
Camacho.
X
Investigación bibliográfica,
Pedir algunos libros que
puedan servir como material
de apoyo para la el desarrollo
de los temas al reverendo
Rigoberto Matías
X
Investigación de campo a
través de la encuesta con el
grupo de catequistas, 20
personas portadoras de la
Palabra, el espacio físico
concedido por la Iglesia para
la recabación de información,
en la reunión de los días
sábados 4pm en adelante.
X
Confrontación y redacción
De lo teórico y con lo práctico
realizado con la investigación
de campo.
Tabulación de las preguntas
e interpretación.
X
Redacción de propuestas
hechas por los participantes
de una manera documental al
Estudiante Armando López
Sandoval,
X
Entrega de tesis X