iT:’CEj1A PAOIA Lenes, 23 de noviembre de 1959_ELMTYNDO DEPORTIVO

L equipo. español apuntó, desde el primer cuarto de hora, el cañilno de un victoria c1ar, pues su veioddad y su ce fueron ueri a Austria :: Los austriacos mejorandu en el segundo tiempd al decaer el ritmo del partido, evitaroñ una derrota m clara, al apvehlos dós únicos errores del sistema defensivo de Espafia :: Una memorable actuadón de Gento, que con EUiOO Márihiez, fuí el rjr el césped :: El deficiente arbitraje de Mr. Schwinte, tüvo alguna influéncia en el renItado, . al conceder ua peiiay coira

. que Ramallets, esta vez, no pudo parar :: Mestalla registró un lleno huta la bandera y el público tuvo un rtamkno exceete(De twestro enviado espec!I CROS PAWO)

selección nacional número un delfútbol europeo.

UN GRAN PASO EN FIRMEY HACIA ADELANTE

Bajo el cuadro de estas constderaciones de orden general, sitUamos este seis a tres sobre Am.tria, en Mestalla. La victoria significa, c.ertamente, un nuevo paso en un camino seguro y brillante cuya culminación debe ser unatotal revancha del fótbol españolde sus anteriores tropiezos, en elcampeonato mundIal del año 62.en Chile.

Dicho esto quisiéramos aleja!del pensamiento del lector la a-firmación, por nuestra pprte, deque España ha hecho un partidoperfecto. En primer lqgar, no tu-yo necesidad de ello, porque Austria, prácticamente, estaba fuerade combate a los veinte minutosde juego. Fuera de combate, porun lado, por los dos goles que yahabía encajado; y, asimismo, por.que la clase y la velocidad estabande nuestro lado. ‘

Era lógico que este fácil despejede las incógnitas que podían cernirse sobre eh resultado llevasena nuestros jugadores en algo, enellos muy consubstancial ; a reservar fuerza. Al futbolista español,y esta es una cosa que hemos vis.to reiteradamente demostrada, lecuesta, en verdad, desplegar lasvelas del esfuerzo que considerainútil. Contra lo que el tópico pro-dama, es más cerebral que otracosa, y en una dura temporada,ante partidos de compromiso prómmes, este dos a cero que a losquince minutoS campeaba en elmarcadór había de producir, fa-talmente, un «ralentimiento» deun juego, hasta entonces, centelleante, inspirado, de signo mági’co, para caer en un fútbol que,conservando los mismos quilatesde clase e instinto, era menos rópido y, por lo tanto, más propicioa ser seguido pog los austríacos,

, Si jugando a sesenta por hora,para citar una cifra convencional,Austria no podía seguirnos, en elmomento en que España dejó elacelerador en cuarenta, los jugadores centroeuropeos . pudieron,con fatiga, situarse ‘ e algunosmpmentóa a nuestra altura. Nunca. para inquietarnos seriamentepor la ventaja en el marcador ypor la superioridad do clase, pa-ro para dar, por lo menos, a ciertas fases un equilibrio que nuncaexistió en la fase verdaderamenteresolutivaS del ((match)), su prime!cuarto de hora.

Es posible que de ello Austria

hubiera sacado un niayor parti’do, sin tener, en verdad, posibi,Ildad alguna de victoria,- de nohaber existido en nuestras filasun extraordinario Jugador que nosólo mantuvo su ritmo de granvelocidad, sino que, incluso, la su’peró en el segundo tiempo.

Estamos hablando de Gento, elhombre-milagro, de este partido,la flecha centelleante y endiablada que desdeel ala izquierda bal.16 contnuamente a la defensaaustríaca., ofreciendo los mejoresy más espectaculares momentosde la tarde. •

EL REY DE LOS EXTREMOSIZQUIERDA

El seis a tres, en cierto modo,se puede explicar a través de es-te fabuloso jugador que al terminar esta gran tarde internacional,con el balón del recuerdo en susmanos, recibió una ovación dehirante de este gran público quellenando Mestalla hasta los topes,demostró su fervor e ilusión por el encuentro internacional tantasveces prometido.

Gente ha sido grande muchastardes sobre un .céped de fútbol,pero dudo que su velocidad, suagudeza y su vdlor hayan llegadoa un grado tan alto como en elrecital que, •para delicia de se.senta mil espectadores, nos haofrecido.

. Gento, a nil entender, quedóconsagrado, esta tarde, no sólo co-mo el mejor extremo izquierdaque exIste en Europa — y deci.mos esto dejándole a América elbeneficio de ‘ la duda —,

asimismo, como el mejor ala zur•do que el fütbol español ha pro-ducido en todos los tiempos.

y .i en la primera parte contóa st ‘ favor con el benefiCio deltremendo error de la defensa austríaca de hacer una inocente de.fensa en zona que era algo asicomo poner la cabeza en el tajoante la guillotina de unos domt.nadores de balón como los delan.toros españoles a los que encimase dejaba en libertad en el moinento de recibir la pelota, en lasegunda mitad, Austria había crregido este error ordenando un marcaje individual y situando jun to a Gento el extremo derechoHalla, en el reemplazo tácticobajo un simulacro de lesión— dellateral Oslansky que, en los prf.meros veinte minutos de juego ha.bía sido algo asf como una tortu.ga pretendiendo cerrarle el pasoa una liebre.

Acentuado el juego sobre el la-do izquierdo, porque Arteche se

‘ había difuminado y la tendencia española era c’rquestarlo haciaallí, Hapappi, Halla y el duro

4 central Stoz, corrido a este espa1 cio, significaban otras tantas va-

x - has a salvar por Gento, obstácu tos, además, erizaoa en el lógico1 __ eneivainento de unos jugadores

, . que se veían burlados una y otra1 vez por la tnfiltración hasta e]

1 palo de este mago de la velocidady el escatnóteo. x A los treinta y cinco minutos

del segundo tiempo; o sea, a. losx - ochenta de juego, Gento hfa

2 hecho las suficientes diabluras, y/ servido goles, e bandeja como1! para poder sestear y dedicarse n recoger laureles bien ganados en¿ ___ una fase de juego. particularmen

1 te dura. Los austríacos Iban por___ él con bastantes malas pulgas y

1 nadie hubiera encontrado ma] cierta tendencla a pasar desaper

1 ___ cibido Ahí fué. precisamente, don1 — de Gento demostró su grandeza.

Siguió con su acción pidieido elbalón. y esa pelota que llevó co-

__ mo una centelle hasta Fa mlsm&línea burlando, con paso de gacela, tres duras entradas por velo. cidad pura., la última ciega y caside penalty de un Stotz fuera yde su casillas, fué una leccuónmagistral de velocidad y control

. de balón. Una. vez solo. el pase matemático, suave a un Mateosrecién salido al campo, reemplasando a Martínez y que hallaba

__ en esta jugada que levantó a te-dos . de los asientos. el regalo de..

uno de los goles de antologia— ue Un extremo ha creado, sin

marcarlo, en la historia del equl— po nacional.

UNA EXPLICACIONAL SEIS A PEES

En realidad, por lo que ál mar.cador se refiere, nuestro equiporio tuvo nunca necesidad de luchar, como hemos dicho, y elloexplica, en gran parte, nuestrasintermitentes ráfagas de juego.

Asimismo hay que destacar otraimportante contingencia que, eaciertas fases, desdibujó a nuestroequipo, cuando la delantera bajósu tren, y ella es que los austrlaces en el único terreno en elque estuvieron realmente Isien,por la especial idiosincracia desu juego, fué en la zona de nadie,en este medio campo donde ellostreazan tan bien su vals de ele-boración, sus pases rasos y gene.ralmente laterales un hombreque sube. . . y da un nuevo paseal lado. rete tpo de fútbol llevóa niir’! ros m’dios, a un encueri•t c-raniete bastante borroso.

Arrebatar la pelota a los centro.europeos allí no era fácil. En eamblo. unos metros más allá, en elcheque con la defensa, todas ls.luchas se &cidía:n en favór denuestra enticipación y esta velo-ciclad.

Una buena actuación de tinalíne de medios, un juego de ata-que sostenido,’ le da más personahidad a un equipo. Segarra yGensana ayer dIfícilmente pudieron hacerl, pese a nuestro doniinio, en parte por el indscutibleprestigio de los interiores en jueiío, Di Stefano y Suárez Que re-cogían su. juego ‘ tras la cortinablanca del medio campo y, asimismo, porque su terreno de luchase hallaba allí donde Austriaplqriteaba sus mejores acciones,bastante de fútbol por el arte, nopor el gol, ya que Nemeo, su es-pigado y lento ariete, no encontraba, mientras duraba el vaivéndel medio campo, las posicionesde desmarcaje, perfectamente vi-gilado por Garay, que requierenestos goles jaque mate, tan bus-cados y ‘ tan escasamente encohtrados por los jugadotes blancos,fieles a esta vieja y absurda. ten-rfa, de que no hay que arriesgaruna pelota, ceder una posibilidadde gol a . tiro a distancia, o a lajugada imp±evista de inspiración,auténticos resortes de tantos triunfos éspañoles.

También quedan por explicarlos tres goles que encajó nuestrapuerta que quizá llevarán a la nojusta impresión de que el sistemadefensivo no tuya su seguridadhabitual. En realidad, hay que deoir que la apertura’ de la metaespañola en este peiialty que Ea-ruahleta rozó adivinando, de nueve, el lado del tiro; pero perdien.do, quizá por la pesadez del carnpo la décima de segundo de laanticipación, fué un tremendaerror arbitral. Esta pelota de lucha de Gensana con un delanteroaustriaco no era castigo máximo,

t4AS CI, TIMAS

NOVEDADES •

BISUTERLA

El pTimer tiempo defensivo es-pa’ol fué, en realtdad,. perfectoe incluso un factor considerableen el ágil entoque del «matchii,por nuestra parte.

Algunas reservas pueden ya ha-cerse a la segunda mitad de nuestros defensores, . cuançlo «ralentí-do» el juego delante, los austria-cos lIgaron más y sobre todo.tuvieron ocasión de empldar sucuerpo, en las jugadas de luchpersonal. Ciertas fisuras, pocas,perQi a,considerar se brjeron, en-ton.ces, en nuestro bloque y saLen el segundo gol austríaco, faltóel reflejo de Garay en su, probsblemente, único fallo; para impedir el remate casi fusilado, trasun trenzado y en el tercero Ra.mallets tuvo su error al cogerleel tiro cruzado, no muy difícil, enuna salida a contrapié.

En realidad, Austria tuvo muypocas oportunidades más queaquellas en las que encontró sustantos y, por lo tanto, este tresde su casillero, en realidad, forjado en el segundo tiempo, mientras al otro lado flameaba el festival Gento, se explica más pordoe momentos Inciertos de la de-fçnsa española, que como la re-sultante de un duelo intenso en-tre la vanguardia blanca y loecinco encarnados de atrás, resuelto en favor de los delanteros.

EL MAS XTN.

SO SURTIDO E

VOLLAKJiIS

LA FURIA... JUGANDOAL FUTBOL

Si la ovacói grande de la tsrde fué para Gento, otra que leanduvo muy cerca se la llevóEulogio Martínez, cuando Helen loHerrera, unos doce minutos antes del, final, le hIzo dar la alternativa a Mateos. El camb4o, so-bre el propio clima’ del partidono tenía, desde luego. justifica-ción alguna; pero posiblementeen él. quiso el preparador daroportunidad a un reserva al tiémpo que sacaba de la quema a unhombre que puede serle vital pa.ra los dos partidos que el Bar-celona juega esta semana.

Martínez hizo una gran presentación en el equipo nacional ysu combatividad, su cierto, susideas inspiradas le sitúan, despuésde Gente, en la valoración deméritos de la linea. Es curosQademás, que este paraguayo cosangre española en sus venasaporte al equipo el rasgo de juego, posiblemente, más racial detodo el conjunto. Viendo a estejugador cara de niño, todo acción y vitalidad. uno tiene. clerlamente, la Impresión de que set-eencarna, en un sentido . moderOno del fútbol. la’s más vie!as vrtudes de nuestro eqinpo. Martínezes la furia, esta virtud añea quetantos creen totalmente desaparechía, pero es una furia canalizada, operante, una furia que pien-ea, reáliza y dispone racionalmente su juego. Exactamente nos pa-rece un prototipo de futbolistacomo para desear que surjan mu-ches más, . porque amalgama latécnica de balón más depurada,Con la presencia casi constante,con el afán de lucha permanente. En Martínez no hay altibajosni frialdades ni reservas, y laaportación de este espíritu a ladelantera española fué un elemento de valor positivísimo en estaacción de punta que ayer realizóentre Dl Stefano y Suárez, quesiendo grandes, son otro tipo deJugador.

Los dos interiores tuvieron jugadas maestras, de nuevo depositaren en algunas fases estos brillantes de su clase y de su Inspiración que los’ hace indiscutibles.Pero elconunto de su prestacióntuvo un aire de menos entrega.Dl Stefano, inteligente, en segulda se fué haca esta zona de nadie, donde su pensamiento táctico tiene un ampito campo paradesarrollar la gama de su fútbol.Suárez planteó esquemas brillan-tísimos e lnstñuó disparos yarda-deramente maestros, porque pre.suponía un estudio casi logísticode la jugada sobre este felinoSomied, uno de los mejores austríatos, bajo los palos. Pero junte a ésto tuvo las inhibiciones enél clásicas y qte responden a unacierta frialdad de temperamento.

Ni uno nl otro, en la fase másconstructiva de los austríacos, seextralimitaron en el fútbol defensivo. En general, eludieron estacortina blanca del medio campo,tras la que se colocaron y. eneste sentido, no apoyaron muchoa sus medios, lo que llevó a éstos a su «match» desigual.

Tempoco Arteche ha tenido fortuna en su nueva presentación in•ternaclonal. Hay como un signofatalista sobre este excelente jugador así que enfunda la zamarranacional. Tras un comienzo vivaSy prometedor, se desdibujé rápidamente pata quedar en el fríoe Incoloro Arteche de tantos en-cuentros Internacionales.

Hemos hecho ya la critic.a delos medios, pero añadamos, comonota adicional, que Gensana su-peró a un Segarra. meJor en elcorte que en el pase, reiterandode todas formas, que ni el desenvoivimierito riel partido se prestóa sü lucimiento y que operaronen lo mejor de Austria, allí don

de sus jugadores se desenvolvíancon niá acIerto

Atrás. el debut internacional deMestre tuvo e perfil clúsico; mi-nutos primeros de nervios e incertidumbre y rapido afianzamienlo ti-as salvar una acción muy pa-ligrosa, para seguir por el caminode rna «ctuacón valiente y dcci.alda, más qpe técnica.

Garay, elegante y colocado, imprinilendo a la línea su eciuilibrada personalidad. mandó bienen su. área. especialmente en lasjugadas abiertas. Algo medos firmeen losesçasos zig mgs rápidosa ras de suelo, en uno de elloscometió un error, por otra parte,en él clásico. que costó un gol.Fué el ún co lunar en una actuación impecable y de clase. Gracia,muy sobrio y certero, cubrió pez-fectamente .las Infiltraciones delala izquierda. .

Ramahlets sólo tuvo el error deltercer gol. El estado del terrenoresbaladizo, nos parece que contribuyó a hacerle perder el equiSlibrio en esta jugada a contrapié.En compensacón, y jugándose elfísico. salvó un gol en el primertiempo. quitándole el balón de lamisma punta del pie de Nemec.en posción de fusilar. El penal-iii adivinó el lado y casi lo rozó-Parar el tércer castigo máximoconsecutivo. quizás, era demasiddo. pero este record rozó, ayer.la punta de los dedos de nuestrometa nacional. .

LOS DOS ERRORES DEAUSTRIA

El fútbol austríaco no ha cambia’do. Esta pretendida inyección develocidad a su rejuvenecida delan’lera en verdad que no apareció so’bre la piel de este equipo alineadqen Mestalla.

Y quizá el error mí.s profundo noradíque en si, en la falta de velo’cidad, que se suple con un buencontrol y rascamiento de’b.lán, sinoen la falta de profundidad o mejordicho aún, en la escasez de mamen’tos, sobre los noventa minutos delpartido, en los que la dirección delataque austríaco apunta verdade’ula puerta contraria.

Hay que reconocer que el domiojo de la jugada lateral de apoyoque tienen los austríacos es grande.Desarrollan esta acción de pase, enel momento de la entrada del con’trario al camarada que sube, de un3forma automátiCa. El mecanismofunciona perfectamente ¿pero a quconduce? Esta es a mi juicio la pra’gunta que los técilicos austríacosdeben hacerse cuando despierten desueíío de su vals futbolístico. bonitopero sin eficacia.

Este tejer y destejer no crea casinunca la figura de la jugada peligrasa. Y sin jugadas peligrosas yprofundas no hay goles en el fútbolmoderno. La obsesión de hacer elgol perfeto, el tanto de ajedrez,es por otra parte demasiado obsesiva, es como una segunda naturalezadel delantero austríaco, que jamásse atriesga al tiro a distancia o me-dia distancia, o plantea simplementela intimada individual.

Un gol, esta suprema mcta delfútbol, es pata Austria. una elaboración demasiado complicada y críta acción la figura vigorosa del juego por el arre, no por la victoria

1 queda planeado casi siempre.Si este fué el exceso. por barro’

quismo, de Austria ayer, hubo tanbién’ porque sino todo no se expli caría, el errbr de un mal plantea’miento defensivo. A equipos .rápi’dos, latinos, inspirados, con ases no Ge puede jugar arrás en zona comopretendió Auatria. Es esta una concesión suicide. En la segunda mitadse rectific& Pero el bloque defensi’yo ya no tenía ni seguridad ni mo’cal.

Individualmente Schmied, el me’ta fué el mrjor atrás. Portero rápi’do, valiente y decidido es tina pircelada meridional en ci arabescoaustríaco. Sólo Swenda se slvó unpoco atrá5, desbordado y nerviosoel central Stotz. cayendo en ci jue’go duro en el que se encuentra alhombre y no al halón HálIa. el exIremo derecho improvisado en da’fensa. cubrió mejor el flanco por laflecha Gento qu€- Oslansky, perolot dos demoran quitarse’ el soez’brero ante este «srutnik» encarnadoque cruzó por sus dominios.

La drfl’na y loa medios autria’cos tuvicron aSiOsrnO el infantilerror d dctcncrse dci veces, soli’citando faltas que Ci árbitro no ha’bía de pitar. E .s o les cosió liadamenos qio’ dos goles, lo que lesprobará que el jugador debe despe.jar primero y protestar despu...

1-ianippi, dosarrolió un rape1 en’tre deÍensvo y distribuidor. Di Sir-fario se le escurrió hábilmente, yen’do arás, como pez que sabe dema’ajado para picar en el inocente en’zuelo rendido, El vetetano interna’cional austríaco nos gustó más enlas lares en que pudo hacer un pa’pci atacante en plan un pozo de me-dio centrO a la antigua. Sólo dis’creta Koller.

Senckovich, el reserva que conel número 15 apareció en el campo,cuando Halla fué retrasado a latera!para Intentar poner final al colade’ro que significaba Oslansky, fué elmejor de la delantera. Hábil, sudlo y oportuno dió animación a lalínea. Luego ci interior Holi, y unpoco abajo el otro «inside» Knoll,autor de un bonito gol. Nemec len-to aunque valientc, y Skcrlan, el ex’ tremo izquierdo en general sin pro’fundizar acosado a tiempo y empu’ jado hábilmente hacia la zon5muerta del bandeimn de córner.

lIna impresión general sobre Austria es la que anté equipos que cai’gan en su ritmo y elaboración dejuego. tan contra europeps tienemo,! boroa sh&liçleles .1 ce&

seguir éxitos, En cambio poco tienea hacer ante conluntos como elCuestro que le dan veiocdad y unaprofundidad al fóibol aunque estosvientos, soplen como ayer. sólo agrandes ráfagas.

EL PERFECTO PUBLICONo estaría esta crónica completa

sin hablar dl gran y hospitalariopúblico de blestalla, de esta Valen’cia que ayer una vez más demostrósu madurez deportiva y ciudadapa.Si la apoetac1ón metáica de este en’tuSiaSm puede cacuiarse en cdraque se redondean en los treS millo’nes de recaudación, lo que es incal’culabla y todavía más valioso luéla entrega total de este pticico alpartido, su sentido hospitaiario conlos austríacos a los que aplaudió ento momento, compaginándolo conSiagran fervor y entusiasmo por el

AYI.ftEN MSTALLA

1 Nuestro equipo nacional estaenderezado. Para qtiien le Jia vistoen las malas sigladuras que comenzaron en las aguas lejanas doEstambul, en el Campeonato delMundo del «bambino», seguir algarete en el torneo mundial sucesivo, es una auténtica atisfacción ver que, al fin, hay manoslirmes en el timón y que se haconseguido que el aiténtico potencial de nuestro fútbol, esa verdadera fuerza y calidad de nuestres clubs, ae reflejase, Ílnalmente, en este espejo, tanto tiemporoto y dando, por lo tanto, unamala imagen;. que fué el oncenaclona!.

Formar una selección con losmejores, en un país donde siempre han abundado los buenos futboflstas y al que luego las importaciones han aumentado el viverode ases. jamás tié extraordinaria-mente difícil. Pero once estrellas,once jugadores no suman, forzocamente, en la difícil aritméticadel fútbol un equipo. Faltaba dar-le contenido a esta selección, 11-garla en un plano táctico y técnco, hacer del buen barro de losfutbolistas de ta’ento que, generaImente, se inc’uyeron en ella estaestatua, armonía y equilibrio, hamada equipo.

ESTABI[WA

::W ;L’

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Tekfono 21 36 l5’BrceJon..

As! que se huyó de la Mcii tedría y se sjtuó la cuestión elequipo nacional en un terrenomás práctico, acer,cando el pro.blema a su verdadero fondo —tratar el once de la nación, pocomá o menos, Con los in%moprocedimientos que un club, unauténtico superclub— se ha llega-do a resultados concretos, a par-tidos del equipo de España, enlos que el temor sea1eja rápida-mente, porque se ve que los onceelecconados están acoplados, juegan en auténtico once y traducenrapidarnente con el equilibrio dahombres y lineas este valor áuténtcQ del fátbol español.

Puede afirmarse, sin miedo a laexageración, que desde los lejanosy gloriosos dias de Río, que España no habla tenido un equiponacional de la calidad del presente y añadir que éste es. con grandes posibilidades de acierto, la

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