EL MUNDO ENTRE GUERRAS:

LA DEPRESIÓN DE 1929LOS GOBIERNOS TOTALITARIOS

Octavos Básicos

Colegio Metodista Robert Johnson

Profesora Claudia Olate

Durante la Primera Guerra Mundial, muchas empresas estadounidenses se beneficiaron directamente por las compras masivas de Francia y Gran Bretaña. Este conjunto económico se benefició indirectamente hasta 1920. Pero, durante este mismo año las compras europeas comenzaron a disminuir de forma considerable, las grandes empresas intentaron apalear este déficit ofreciendo nuevos productos al mercado a valores mucho más reducidos, esto debido a nuevos métodos de fabricación.

En los años veinte, muchas familias estadounidenses adquirían automóviles o electrodomésticos que en Europa no empezarían a ser corrientes hasta los años cincuenta.

Las ventas progresaron rápidamente hasta 1929, al igual que los beneficios de las empresas fabricantes.

La generalización del empleo del automóvil en Estado Unidos tuvo grandes e importantes consecuencias.

El fuerte crecimiento económico de los años veinte no hubiera sido posible sin el papel cada vez más importante desempeñado por los bancos, los cuales financiaban las operaciones de promotores inmobiliarios y ofrecían créditos a particulares. La buena marcha bancaria fue una condición esencial para que prosiguiera el desarrollo económico.

La Bolsa, por su parte, ocupó un lugar cada vez más preponderante en la financiación de las empresas, y el buen funcionamiento del mercado bursátil también se convirtió en una de las condiciones del crecimiento económico.

A partir de marzo de 1929 comenzó a declinar la actividad económica de algunos sectores industriales como el del automóvil. Durante el verano, prudentes financieros hicieron numerosas ventas de acciones en la Bolsa de Wall Street, la más importante de Estados Unidos. El movimiento se aceleró en otoño, derrumbándose las cotizaciones el 24 de octubre de 1929, conocido como “el jueves negro”. Ese día fortunas completas desaparecieron, multitudes se aglutinaban torno a la Bolsa con la esperanza que estás se recuperaran, miles de empresarios se suicidaron y la prensa levanto polvaredas en torno a ellos.

La Gran Depresión como era llamada en Estados Unidos o la Crisis de 1929 como se le llamó en Europa, significó el hundimiento de la Bolsa, todo el sistema financiero acusó el golpe.

También se agravo el sistema de muchas empresas industriales, cuyo mantenimiento dependía de créditos abundantes y baratos.

Las empresas despidieron a su personal para intentar sobrevivir. En 1933, cuando la crisis era más intensa, una cuarta parte de la población activa estaba sin trabajo.

La crisis económica trajo consigo despreocupación de los otros acontecimientos que se estaban lentamente conformando en Europa.

La democracia en Europa peligraba, la vida política de la mayoría de los estados estaba dominada por aristocracias latifundistas autoritarias contrarias a las reformas sociales.

Además las circunstancias históricas no eran muy favorables: la propaganda soviética facilitaba la instauración de regimenes policíacos, y por último la llegada al poder de regímenes fascistas en Italia y Alemania alentó a los partidos de extrema derecha a conquistar el poder.

El tratado de Versalles trajo consigo una serie de consecuencias negativas para Alemania.

Perdió Alsacia-Lorena, territorio que volvió a ser francés.

Se le prohibió tener un ejército de más de cien mil hombres.

Se le obligó a pagar reparaciones de guerra: la primera de cinco mil millones de marco-oro debía efectuarse entre 1919 y 1921.

Hubo encendidas manifestaciones obreras a raíz de estas imposiciones, por lo que la República de Weimar solicitó una moratoria en 1922.

A pesar de toda la prosperidad de los años 1925-1929, Alemania no se recuperó de su crisis y de los desordenes.

Alemania consideraba que el tratado de Versalles era humillante, por lo tanto, el 30 de enero de 1930 el viejo mariscal Hindenburg, presidente de la República encargó a Adolf Hitler la formación de un nuevo gobierno.

Hitler lentamente comenzó a poner de pie el Partido Alemán de los Trabajadores (NSDAP), que a comienzo de los treinta se convirtió en la primera fuerza política.

La crisis mundial (1929-1932) desempeño un gran papel en el triunfo de Hitler. Esto debido a que la población, sumida en la miseria, vio en Hitler al salvador que los vendría a rescatar.

Adolf Hitler (Austria 1889-Berlín 1945), político alemán de origen austriaco que estableció un régimen nacionalsocialista, en el que recibió el título de Reichskanzler (canciller imperial) y Führer (caudillo, líder o guía).

Al igual que Mussolini participó en la Gran Guerra, pero a diferencia de su homólogo tardo más tiempo en llegar al poder. Su primera tentativa en Munich en 1923 fue un fracaso lo que término con Hitler preso. Allí redactó su libro Mi Lucha, en el que expuso los lineamientos de la doctrina nazi.

La doctrina nazi, al igual que el fascismo esta basada en un nacionalismo excluyente y conquistador que ha de agrupar a todos los pueblos de lengua alemana en un mismo Estado (pangermanismo).

Esta doctrina se basa en el racismo, que considera la raza aria superior, cuyos representantes más puros serían los alemanes, estos serían los elegidos y se impondrían sobre las razas consideradas “inferiores”, en un primer lugar los judíos.

En 1933, tras recibir la orden de formar el nuevo estado alemán impone todas sus doctrinas, comienza una reconstrucción en base al terror que infundían los nazis - SS-, de esta forma instaura en Alemania una dictadura totalitaria en menos de dos años.

Una vez que Hitler asume el poder de Alemania, comienza una despiadada dictadura. La represión se confió a los doscientos mil hombres de la SS y a los jefes de la Gestapo, la policía de Estado. Sus métodos eran la tortura, suicidios amañados y campos de concentración. El reclutamiento de individuos se realizaba a través de un sistema escolar y universitario controlado por la juventud hitleriana.

Así como el nazismo fue un régimen totalitario impuesto por Hitler en Alemania, en Italia Mussolini estableció el Fascismo.

Benito Mussolini, antiguo dirigente socialista, se oponía por la violencia a la democracia y al comunismo.

En marzo de 1919 fundo los fasces (fasci) para conquistar el poder por la fuerza aterrorizando a sus enemigos con expediciones de castigo.

En noviembre de 1922, se convirtió en jefe de gobierno tras amenazar a las autoridades con una insurrección generalizada.

La crisis económica de los años treinta aumentó el desempleo y agudizó las tensiones sociales en el Viejo Continente. Temiendo que el comunismo impartido por la URSS, o grupos profascistas y pronazis, financiados por grupos secretos alemanes e italianos, se apoderaran del poder, las clases dirigentes de numerosos países abrieron paso a formas de gobiernos dictatoriales.