EL MUNDO, SAN JUAN, P. R. - DOMINGO.11 DE...

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» EL MUNDO, SAN JUAN, P. R. - DOMINGO.11 DE SETIEMBRE DE 1938. La segunda enseñanza en Puerto Rico bajo la dominación Primeros alumnos del Seminario Conciliar y creación del Instituto Civil de Segunda En- señanza.-Peripecias que sufrió por cambios políticos.-Discurso de don José Julián Acosta Por PEDRO C. TIMOTHEE Los estudios de segunda enseñan- ' Rijos Correa, Santiago Rijos Co- za en Puerto Rico quedaron debi- ' rrea. damente organizados al crearse en San Juan el Seminario Conciliar que admitía algunos alumnos con becas de merced. Unos estudiantes se preparaban en dicho Seminario para continuar los estudios del Sacerdocio, y otros después de terminar los cursos del bachillerato se dedicaban a profesiones. E! Seminario Conciliar fu* inau- gurado el dia dos de Julio de 1832. anunciándose la apertura de este centro docente por medio de un edicto del obispo doctor d o n Pe- dro Guitiérrez de Cos. Requeríase que los alumno» del Seminario fue- ran Jóvenes de buena índole, na- De Naguabo: Antonio Florencio García Rivera. De Bayamón: José J. Aguayo y Canales. Teodosio Ramírez Dávila, José Vicente Dávila y Dévila. Do- mingo Roméu y Aguayo. D.» Cayey: Antonio Caldas y Be- rrios. José Vázquez Vázquez, Flo- otras ' rendo López Collazo. Juan López Collazo. Justo Vidal Santiago. Ra- món Vidal Santiago, Hemeterio Co- lón Warrens, Marcelino Sierra Da- vid. De Luquillo: Manuel Cruz Pimen- tel. De Moca: Norberto García Ace- vedo. Andrés Méndez Acevedo, Fran e i s c o Acevedo Polanco, Cristóbal El doctor Pedro G. Goyco. quien figuró en el cuerpo tedrátlrm del Instituto de Segunda Enseñanza turales de la isla, de origen espa- ñol, limpios de mala raza, hijos de legítimos matrimonios, de padres pobres y honrados, de edad por lo menos de doce anos, que hubiesen recibido alguna vez la Sagrada Eu- caristía y el Sacramento de la Pe- nitencia, que supieran la Doctrina Cristiana y leer y escribir compe- ten terrón te. Los hijos de lo« ricos pagarían una pensión semestral equitativa- mente computada. Fué nombrado primer Rector del Seminario el competente y probo sacerdote Ángel de la Concepción Vázquez. En los primeros años n> existen- cia del Seminarlo fueron alumnos de dicha institución los siguientes Jóvenes de esa época. De la Capital: Juan Antonio Nú- ñez Urquizuy. Juan B. Alegría Ca- pote. Juan Fuertes Padilla, Baldo- rnero Montañés G a r el a, Joaquín Caívo Reboredo, Juan F. Barrera y Vidal. Francisco de P. Sicardó, Pedro Gutiérrez del Arroyo. Eduar- do Micault Pijrnatelli, Antolln Due- ño Delgado, Nicolás Larregul, Cris- tino Hernández Bastado, Diego Ló- pez Ramos, Manuel Calderón Ló- pez. G a b I n o Pozo, José Porrata Santana. Demetrio, Dávila Quiño- nes. Calixto Domínguez Flores, Francisco Moraza Díaz, Buenaven- tura Quiñones Vizcarrondo, Juan Benejam Domínguez, Luis Antonio Maisonave. De Río Piedras: Manuel L. Gar- cía Cepeda, Manuel García Salga- do. De Toa Baja: Juan B. Landrón Córdova, José L. Pasalaequa Cor- dova, Francisco J. Hernández Mar- tínez, Tomás Landrón Rivera. Ra- món Córdova Martínez, Eusebio Córdova Martínez, Manuel Salgado Otero. De A recibo: Severo Olmo y Ri- vera, Cornello Gómez Urbiztondo, Pedro Rivera Colón. José de J. Castro Muñiz, Rosendo Colón Rive- ra, Jacinto Mayml Torréns. Francia co J. Pérez Freytes, Emiliano As- tor Ramos, Ramón Gandía Córdo- ba. De Caguas: Marcos F. Jiménez Cruz Ramírez. Rafael Crusas Ote- ro, Pedro Sánchez Valdéa, Ignacio Herrera Grajirena. De San Germán: Antonio Pabón Vélez, Juan J. Acosta Brlgnonl. Féiix Irizarry Ortiz, Félix López Rivera. De Sabana Grande: José R. de Soto y Borell, Joaquín Soto Bore- 11, José Nazarlo Cancel. De Ponce: Juan E. Conde Ale- cen. De Yauco: Antolln Nin Capace- 1e, Miguel Llubret Contreras, He- menegildo de Torres Rodríguez. ¿EXPONE ÜD. la salud de sos queridos hijltoi? Si Ud. quiere, compre precios da f an(a la ropa, los zapatos o los juguetes para sus hijitos. Pero so- tes Uevsr s su case, medicimeo- tes desconocidos, a precios da realización, para sus niños con* salte s su médico! Preguntéis a su médico qué* opi- nión tiene sobre la Leche de Magnesia de Phillips. 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De Guaynabo: Crecente Dlar y Cátala. Hilario López Cepero Cáta- la. José Dámaso López Cepero Cá- tala, Francisco Fernández Umple- rre, Francisco DubrinI Bayonet. De Trujlllo: Benito Rivera La- rrasa, Eduardo Rodríguez Arlz. Ce- cilio Delgado Fernández, José Fran- cisco Díaz y Díaz. De Toa Alta: Alejandro Salgado Orero, Cornello Martínez. Cornello Córdova. Lisandro Egozcue Cintrón. De Toa Baja: Jacinto López Mar- 11 n e z, Eusebio Córdova Martínez, Manu.-l Salgado Otero, Juan B. Landrón Córdova, Jacinto Mayml Torréns. De Vega Bala: Demetrio Dávlla Navedo. Santiago Seijo Rivera. De Lolza: Zoilo Dueño Martínez. De Lajas: Toribio Collado Mor- les. De Aguada: Ezequiel Santonl Hernández. Plácido Battistini Ace- vedo, Pablo Ruiz Santiago. De Cabo Rojo: Ramón Carbónell Toro. De Rincón: Santiago de la Rosa Estrada. De Fajardo: Manuel Aguiar Ro- sario. De Hatillo: Adrián Martines Gandía. De Guayama: Francisco Javier Zequefra. De Huma cao: José Eugenio To- rres Ramos. Ulises Glnorlo Betan- court, Víctor Rodríguez Capablan- co. De Juana Díaz: Francisco Alva- rado Rodríguez. De Guayanilla: Adolfo Salivas Massot. De Isabela: José Alers y Larrlux. De Yabucoa: Alejandro Aponte Rodríguez. De Añasco: Néstor Georgetti Gue- rra, Manuel Padilla Alfonso, Jueto Goycowich Cebollero. En el curso de 1867 a 68 obtuvie- \rtm el grado de Bachiller en Artes los siguientes alumnos: Juan José González, Emilio Noell, Dionisio Iturreno, Gabriel Ferrer Hernán- dez, Antonio (Soycuriz. Cayetano Coll y Tosté, Francisco del Valle Atiles, Victoriano Tlzol. Manuel Quesada. Ricardo Domínguez y Emi- lio Lázaro. Los alumnos que obtuvieron al- tas notas en el Seminarlo Conciliar demostraron más tarde ser en rea- lidad sobresalientes como se deja ver por las siguientes notas y pre- mios del curso de 1862 a 1863. Don José María Nazerio (1): Pre- miado en Teología Moral. Don Fidel Guillermety Quintero (2): Filosofía. Física y Química. Don Tullo Lerrinaga (3): Física y Química. Historia Natural, Filosofía. Don Rafael Roméu (4): Filosofía. Don Pedro Berrios (5): Filosofía. Don Juan Ramón Ramos (6) Físi- ca y Química. Don Manuel García Salgado (7): Física y Química, Historia Natural. Don José de Jesús Nin (8): Físi- ca y Química, Historia Natural. Don Rafael del Valle (9): Histo- ria Natural. Geometría, Trigonome- tría. Retórica y Poética, Griego. Don Augusto Perea: Geometría y Trigonometría, Retórica y Poéti- ca. Griego. Don José María Figueras: Aritmé- tica y Algebra, Francés. Don Pedro Hernández: Geometría y Trigonometría, Retórica y Poéti- ca. Griego. Don Esteban López: Geometría y Trigonometría. Francés. Don Ángel Franco (10): Aritmé- tica y Algebra. Latín y Griego. Don Cornado Hernández (11): Aritmétda y Algebra, Latín, Griego, Historia Profana. Don Manuel Lázaro: Aritmética. Algebra. Don Pedro Sal ¡crup: Retórica y Poética. Don Francisco SImonpietri: Grie- go. Retórica y Poética. Don Tomás María Delmonte: La- tín y Griego. Don Juan Maria Santiago: Latín. Don Alberto Suárez: Latín. Don José Gómez: Griego. Don Pablo Zayas: Griego. Don Francisco Pasarell: Latín. Don José Maria Benedicto (12): Latín. Geometría. Geografía. Don Nicolás López de Victoria: Latín y Francés. Don José de Jesús Tlzol (13): Geo- metría y Francés. Don José Vicente Colón: Geome- tría. Don Gabriel Vlllaronga: Francés. Don Cayetano Coll y Tosté (14): Doctrina. Gramática Castellana, Ca- ligrafía. Don José Coll y Tosté: Doctrina y Gramática Castellana, Caligrafía. Don Rernardino Sanjurjo: Gramá- tica Castellana, Doctrina Cristiana. Con el fin de organizar la segun- da enseñanza en Puerto Rico del mismo modo que lo estaba en la Península española, de acuerdo con una ley vigente desde 1857 y cono- cida por el nombre de su autor el célebre político don Claudio Moya- no, La Diputación Provincial de Puerto Rico acordó crear en esta isla un Instituto de Segunda En- señanza. Esta diputación estaba integrada por personas inteligentes y patrio- tas como lo eras/los abogados don José Severo Quiñones, don José Gar- cía Maitin. don Juan Morera Mar- tines, don Pablo Saez, don José Vargas; loe profesores don Nicolás Aguayo, don Manuel Andino; los médicos don Pedro Gerónimo Goyco. dea Francisco J. Hernández, den Oébrial Tüv Rivera, don Jet* fJueV berto Padilla, don Ramón Nadal y don Salvador Carbón ell; los perio- distas don José Pablo Morales y don Julián E. Blanco; los hacenda- dos don Leonardo Igaravidez, don Isidoro Cintrón, don José de Celis Aguilera y don José Marcial Quiño- nes; los propietarios don Eduardo Quiñones, don Joaquín Power y don Pablo Rodríguez, y el farmacéuti- co don Félix S. Alfonzo. La Diputación publicó las bases para las oposiciones que debían ce- lebrarse con el fin de cubrir las cá- tedras y el resultado fué el si- guiente: Latín: Pbro. José de J. Nin y ba- chiller don Elíseo Font Gulllot. Francés: Dr. don Pedro Gerónimo Goyco, Inglés: Don Manuel Panlagua. Filosofía: Dr. don Ignacio Díaz Ceneja. Historia Natural: Dr. don Agus- tín Stahl. Física y Química: Br. don Juan Miranda. Matemáticas: Ingeniero don En-i a la rique Berrocal. | Civil. Latín y Castellano: José de Jesús Nin, Elíseo Font Gulllot Agricultura: José Julián Acosta. Psicología, Lógica y Etica: Don Manuel Garda Salgado, Geografía e Historia: Don José Ramón Becerra. Retórica y Poética: Don José Ma- rta Nevé. Matemáticas: Don José Gómez Brioso y don Ángel Navajas. Historia Natural. Fisiología e Hi- giene: Esteban García Cabrera. Física y Quimica: Gabriel Ferrer. Inglés: Juan J. Hernández. Francés: Pedro Gerónimo Goyco. Fué nombrado director don José Julián de Acosta: secretarlo, don José Ramón Becerra; y vicedirec- tor José de Jesús Nin, mu\\ cono- cido por el Padre Nin. Debemos hacer constar que el te- niente general don Segundo de la Portilla capitán general y gober- nador de esta isla en esos tiem- pos, prestó su decidida cooperación Inauguración del Instituto Historia y Geografía: Don José Julián Acosta. Pedagogía: Don Adrián Martínez Gandia. El Instituto de Segunda Ense- ñanza asi constituido bajo la direc- ción de don José Julián Acosta fué Inaugurado por el gobernador don Rafael Primo de Rivera el primero de noviembre de 1873. El 2 de enero de 1874 el capitán general de la provincia de Madrid llevó a cabo un golpe de estado derribando el Gobierno legitimo de la República española y sustitu- yéndolo con un gobierno provisio- nal al cual sucedió muy poco des- pués la restauración de la dinastía borbónica mediante la proclamación de Alfonso XII por el general Mar- tin Campos en los campos de Sa- gunto. El nuevo Gobierno nombró al ge- neral don José Laureano Sanz. de temperamento reaccionarlo, para el cargo de gobernador de Puerto Rico. El general Sanz inmediatamente disolvió la Diputación Provincial que habla creado el Instituto y nombró una nueva compuesta en su mayoría de elementos ultracon- servadores bajo la presidencia del Marqués de la Esperanza, portorri- queño que era reaccionario hasta más no poder. El Instituto Provincial fué victi- ma del nuevo estado de cosas y fué El día 28 de noviembre de 1883 fué un día de júbilo para Puerto Rico. Hablase realizado el sueño de or- ganizar la segunda enseñanza del mismo, modo que lo estaba en la Península, en la cual cada una de las cuarenta y nueve provincias con- taba con un instituto civil de se- gunda enseñanza, en el cual podrían ser profesores lo mismo las perso-1 a ñas que pertenecieran al clero que I tifíelo que ocupa hoy la Corte de Distrito estuvo Instalado el Instituto Civil de Segunda Enseñanza las del orden civil, sin exclusivis- ta verdad, si fué el ideal a que as- mos de ninguna clase. El dia de la inauguración del Ins- tituto pudieron los concurrentes oír de labios del sabio profesor don José Julián de Acosta el discurso doctrinal y concienzudo que a con- tinuación insertamos: "Excmos. Sres. Señores: Dia de pura satisfacción y de Inefable júbilo para Puerto Rico és- te en que volvemos a inaugurar el Instituto Civil de la Provincia. Por un conjunto de dreunstancias ex- traordinarias y por la benévola elec- ción de mis dignos compañeros en el prfoesorado, no me es posible excusar el difícil empeño en discu- rrir, siquiera sea con brevedad, an- te un concurso tan' respetable co- mo escogido acerca de la alta sig- nificación moral que le es Inheren- te y de la inmensa trascendencia que está llamado a ejercer en la Don José Julián Acosta, director del Instituto de Segunda Enseñanza. * clausurado, encargándose a los pa- dres jesuítas, de .dirigir la segunda enseñanza en Puerto Rico. Cierto que se cometieron algunas irregularidades en m creación del Instituto; pero éstas podían haberse subsanado sin necesidad de cometer el atropello de disolver la Diputa- ción, corporación elegida por el vo- to popular para sustituirla por otra preparada para servir los intereses de la reacción. Los Padres Jesuítas se hicieron cargo de la segunda enseñanza en Puerto Rico y para esos fines la Di- puteclón Provincial dirigida por don Pablo Ubarri construyó con fondos públicos y al costo de unos doscien- tos mil pesos el edificio de San- turce que hoy ocupa'en la barriada de Senturce, parada 19, el Departa- mento de Sanidad Insular. Durante algunos años estuvo so- bre el tapete la creación del Insti- tuto de Segunda Enseñanza para que ésta saliera del exclusivismo de los jesuítas y pasara a ser una ins- titución laica. El partido conservador o incondi- cional no quería que se creara el Instituto; don Pablo Ubarri, Jefe de dicho partido aconsejaba a los prohombres de la política en la Pe- nínsula que se opusieran a la -crea- ción de aquel centro, asi como de la Universidad. En esa lucha llevaba la voz can- tante el periódico "El Boletín Mer- centll", dirigido por el hábil perio- dista don José Pérez Morís, prime- ro, y después por don Ignacio Díaz Cañe Ja. El Partido Liberal Reformista lu- chaba por la creación de esos dos centros: la Universidad y el Insti- tuto, y eran los periódicos "El Agente" y "El Buscapié" los que defendían a todo trance la creadón de esos dos centros de cultura. Hemos de hacer especial mendón de la labor de don Manuel Fernán- dez Juncos, que en la Prensa con su periódico 'El Buscapié" y en la Di- putación Provincial con su palabra y su voto trabajó tenazmente por la realización de esa idea tan fa- vorable para la instrucción pública en Puerto Rico. El Gobierno metropolltico acce- dió allá por el año 1882 a la crea- dón del Instituto de Segunda En- señanza y mientras se llevaban a cabo en Madrid las oposiciones pa- ra cubrir las eátedras de dicho cen- tro docente se nombraron lea si- guiante profesora*; » .- Isla el acto solemnísimo que hoy celebramos. Deslumhrado aún ánimo por la natural sorpresa- de- hallarme, cuando menos lo esperaba en la misma situación oficial que en no- viembre de 1873 al crearse en me- dio de felicitaciones y de aplausos el primer Instituto Civil, procuraré dominar mis impresiones y atento al más lozano y fecundo crecimien- to de la hermosa planta que resem- bramos hoy en el querido suelo puertorriqueño, me esparciré en la serena región de los principios. En esfera semejante y obedeciendo a tan elevado criterio, único eficaz en la ardorosa lucha de encontradas opiniones, más fácil será respon- der ahora a los graves y complexos deberes que impone la posición en que me encuentro colocado. Fija tendré la vista en lo futuro; mas para lograr el risueño pros- pecto con que nos brinda el por- venir, necesario es también prestar oído a la voz imperativa del pasado. Desde los primeros albores de la vida puertorriqueña y en diversas y repetidas épocas —sea esto dicho en honor de nuestros antepasados— contó la Isla con espíritus nobles y generosos que promovieron los medios de la pública instrucción. Ahí están para proclamarlo en el siglo XVI los nombres venerables de Antón Lucas. Francisco Ruiz, fundadores de los estudios Latini- dad; en el XVII el de fray Jorge Cambero creando los de gramáti- ca y filosofía en el convento de los PP. Dominicos; en el XVIII los de los doctores Acosta y Ruiz, so- lícitos por establecer cátedras de Jurisprudencia, y los de Xiorro; y los de Pizarro, Córdova y Quiño- nes, suplicando al Monarca en 1795, en los tristes días de la paz de Ba- silea. ¡á nombre del ayuntamiento de esta capital, la traslación a ella de la Pontificia Universidad de San- to Dominga Y con el aumento de la población y de riqueza en la ac- tual centuria, creciendo también las necesidades y las aspiraciones en el seno de las familias, se multiplica- ron los esfuerzos por gozar de los inapreciables beneficios de la ense- ñanza. Brillan en este más agitado periodo los nombres del ilustre in- tendente Ramírez, del piadoso obls- Sacerdotes Giménez y Vázquez, de honrados y buenos ciudadanos, Ri- vera Aguayo, y de los gobernadores Norzagaray. Messina y Despujols, y, en primer término Inmensa grati- tud los de los obispos Cerrión, Gu- tiérrez de Cos y Jiménez. Y como acabáis de oírlo, señores, aunque en reducidísimo bosquejo, en todas partes tuvo Puerto Rico fieles in- térpretes de la suprema necesidad generalmente sentida en un pue- blo numeroso y pobre, de abrir dentro de su propio suelo a la ma- yoría de su hijos, que no pueden Ir en busca de la cultura del espí- ritu a otras reglones más afortuna- das, las copiosas fuentes del saber. Y no podía ser de otra manera tra- tándose de parte de la familia hu- mana, que desde Roma hasta nues- tros días se ha distinguido siempre en los floridos campos de la Inteli- gencia por su peregrino Ingenio en las letras y en las bellas artes. Asi, en 1873, año verdaderamente singular y memorable en nuestros fastos, como que en él cayeron, por siempre rotas, las cadenas de la es- clavitud africana en medio de la más perfecta armonía social, y se establecieron los ayuntamientos po- pulares, y se proclamó el glorioso titulo primero de la Constitución en 1869 al calor de tantas ideas generosas y en la efusión de los sentimientos más patrióticos, nació poderoso el natural deseo de satis- facer en la enseñanza pública, jus- tas y muy antiguas asplradpnes. La Diputación Provincial partici- pe y órgano de esos sentimientos, animada por la ley expansiva que entonces la regla llenando todas las formalidades legales que esta- ban a su alcance, proveyendo en pública oposición las cátedras con ejemplar imparcialidad, y todo a re- serva de obtener la suprema apro- bación, no tardó en corresponder dignamente a la general expecta- ción. Y fué el Instituto Civil .de 1873. Vivan tranquilos si no satisfechos sus fundadores; porque la opinión pública, especie de razón universal y supremo. Juez, confirma los dicta- dos de su conciencia, que obedecien- do a móviles generosos, siguieron procedimientos honrados. Desventura fué para la Isla en- tera que quedase su patriótica obra srn la aprobación suprema, por no haber llegado a nuestras playas, co- mo se. esperaba con ardiente y vivo Interés el Ministro de Ultramar en su viaje para la Habana. Mayor desgracia provino aún de lo acontecido en 1874, a poco de funcionar con regularidad el Ins- tituto. En este punto de mi discurso en que se agolpan los recuerdos a mi mente, para poder ser fiel a mis propósitos ni haré caso omiso de que la Segunda Eneeftanza hubiera quedado completamente huérfana sin la existencia en el país del Ins- tituto c'e San Ignacio, a mis hijos, ni dejaré de Inspirarme en la si- guiente máxima del nobilísimo don José Manuel Quintana "por lo mls-'j mo que la opinión propia ha venci- do hay que imponerse la obligación de ser breve y también modesto". Pero la obligación no llega hasta el extremo de privar a los fundado- res del nuevo Instituto, en dia tan conspicuo y memorable, del público testimonio que les es tan debido y al que tiene perfecto derecho, ni de atender las grandes enseñanzas que para la estabilidad del hermoso edi- ficio, cuyos dmientos echamos hoy, debemos recoger y sprovechar. Iniciado el movimiento de reivin- dicación por la Prensa periodísti- ca, heraldo de las necesidades pú- blicas, continuado por muchos pa- dres de familia ejercitando el her- moso derecho de petición al Sobe- rano, y al amparo de una gran par- te del cuerpo provincial, apoyados todos en los fecundos principios de la civilización y en la Ley Orgáni- ca de Instrucción Pública, que dis- pone que cada provincia sostenga su Instituto de Segunda Enseñan- za, luce hoy, por fin, para Puerto Rico el suspirado y esplendente día de inaugurar el que de derecho le pertenece gardas a tan repetidas esfuerzos, y sobre todo a la Justicia da los poderes públicos. Órgano fiel en tan solemne oca- sión de los sentimientos de gratitud del pueblo puertorriqueño en todas las épocas para con sus bienhecho- res, experimento la más grata sa- tisfacción al enviar desde este sitio a través de le distancia que nos se- po Artzmendi. que tiene Puerto para, al Excma señor Ministro de pre en la memoria de estos pacífi- cos habitantes. Y, ¿qué diré del Excmo. señor don Segundo de la Portilla, próximo a separarse de nuestras playas? Fal- tarla a un deber de Justicia si no le hiciera la que no he vacilado en tributar siempre a nuestros gober- nadores fiel a mis principios cuan- do los hechos, con su lenguaje mu- do, pero elocuente, han acreditado mis palabrea... Y el Instituto, cuyas doradas puertas abrimos hoy a la juventud estudiosa, legado incontestable de la administración del general De la Portilla, será Imperecedero vinculo de su nombre en Puerto Rico. Que las amigas ondas le conduz- can en feliz camino a la Madre Pa- tria, y que le alegre siempre la dul- ce satisfacción de haber contribui- do eficazmente al logro de uno de los deseos más ardientes de las fa- milias puertorriqueñas. También mi humilde pero sincera voz tendrá ahora acentos de sim- patía y alta deferencia para con el Excmo. señor don Miguel de la Ve- ga Inclán. a quien ha cabido la for- tuna de inaugurar su gobierno con un acto que abre el corazón a las más risueñas esperanzas. Sea S. E. bienvenido a esta mo- rigerada provincia, cuyo pasado es garantía segura de lo futuro, que en medio de su pequenez geográ- fica, es hoy digna parte de la na- ción española, que en lo porvenir puede ser timbre glorioso de la mis- ma, caminando a la luz de las cien- cias y de las artes por los anchos senderos de la civilización moderna. En tan levantado propósito legi- timo es confiar en el valioso apoyo del Gobernador, que al dirigirse por vez primera a la Isla, acaba de ofrecer su consagración al desarro- llo y fomenot de nuestros intereses morales y materiales, colocando en lugar principal la instruedón pú- blica. El nuevo plantel al nacer recla- ma sus benéficos cuidados. Que cuando en el desenvolvimiento de la civilización de un pueblo, suena la hora de. dar cumplida satisfac- ción legal a una necesidad ' legiti- ma, los altos poderes encargados de mantener la armonía social, no de- jan nunca de decretarla. Promover y .practicar el bien es ley esencial de sus tutelares funciones. Al am- paro de las primeras pueden sub- sistir y subsistirán, con las venta- jas inherentes a la competencia, en la Capital y en los principales cen- tros muchos colegios, como el ac- tual de los R. R. P. P. de la compa- ñía de Jesús, donde los unos podrán ejercitar su vocación al magisterio, y los otros disponer de sus hijos, siguiendo su convicciones persona- les o las conveniencias de la loca- lidad. Ya la cuidad de Ponce, animada siempre del deseo de caminar ha- cia adelante, da el ejemplo reunien- do los fondos necesarios para abrir un colegio agregado al Instituto. SI algo falta por ampliar respecto de este punto en la actual legislación. lo alcanzaremos con constancia, que todo no es ni puede ser obra del momento. De buen grado me extenderla en el análisis de las diversas asignatu- ras que constituyen el cuerpo de doctrina que enseñará el Instituto; pero amigo de la brevedad, sólo diré, que el Íntimo enlace que en ellas guardan las ciencias, encar- gados de enriquecer y vigorizar el espíritu, y Jas letras que lo hermo- sean y facilitan la propagación de piraron los planes de estudio en el feliz reinado de Carlos III. y el ilus- tre Jovellanos en su célebre Insti- tuto Asturiano, es de necesidad in- dispensable en la múltiple y com- pleja animación de las sociedades contemporáneas^ A virtud de tan fecunda asocia- ción, podrán unos jóvenes obtener el título de Bachiller en Artes, in- dispensable para seguir las carreras de Facultad, y otros adquirirán la instrucción necesaria para ser úti- les a si mismos, a sus familias y a la sociedad a que pertenecen, cua- lesquiera que sean las posiciones en que se encuentren colocados. Y toda esta universalidad de ser- vicios será para todos los habitan- tes de Puerto Rico sin distinción de clases ni de partidos políticos; que en la elevada esfera la cul- tura del espíVdtu humano no cabe sino la unidad, como será uña la en- señanza moral y nacional qué to- dos reciban. Al logro de tan altos fines nos consagraremos con recta coi)sclen- da, estando seguros de ello, mien- tras fueren nuestras funciones, los profesores interinos que aqui nos encontramos, que bien sentimos to- da la responsabilidad que sobre nos- otros pesa; asi como obedecerán a iguales deberes los maestrosque no tardarán en reemplazarnos. Llegado a este punto, me resta para terminar, cumplir con oteo sa- grado deber. En dia tan solemne, en que cele- bramos también el cumpleaños del Monarca Constitucional de España, símbolo de nuestra gloriosa nacio- nalidad, al invocar su augusto nom- bre, pondré bajo su egregia pro- tección los destinos del Instituto, que nace hoy. y de la Universidad que nacerá mañana para Puerto Rico. ¡Viva el Rey Don Alfonso XII de Borbón! He dicho." Notas del autor Notas del autor: (1) Piadoso sacerdote, historiador. (2) Acreditado farmacéutico, dis- tinguido miembro del Partido Re- publicano. (3) Reputado ingeniero; Comisio- nado Residente. (4) Reputado letrado. (5) Sacerdote que después de prestar grandes servidos fué Pro- tonotarlo Apostólico. (6) Abogado, orador y politleo de fama. (7) Abogado de renombre (8) Sacerdote de vida ejemplar; latinista. N (9) Médico e Inspirado poeta. (10) Letrado de reputación. (11) Presidente que fuá del Tri- bunal Supremo. (12) Letrado de renombre; Regis- trador de la Propiedad. (13) Médico Cirujano afamado t Excelente violinista. (14) Médico de reputación; poli- tico hábil; escritor sobre asuntes históricos, novelescos y científicos; inspirado poeta. Arqueológica Se anuncia que una expedldón científica acaba de excavar las osamentas de una mujer de un mi- llón de años atrás. Si excavan otro poco de seguro que encuen- tran debajo la de un hombre da hace un millón de anos. (PUNCH.) Rico la satalíacción de contar en- tra sus hijos más preclaros; los da lea eminentes médioes y hunenls* tu lajaily g Vtigte.ee les. sablea Ultramar, don Fernando de León y Castillo, la más lineara y expresi va BBBBSBB^HI B^BBBBBBBBBB J^taitt.'bfelk.. lfcb£tf

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  • EL MUNDO, SAN JUAN, P. R. - DOMINGO.11 DE SETIEMBRE DE 1938.

    La segunda enseanza en Puerto Rico bajo la dominacin Primeros alumnos del Seminario Conciliar y creacin del Instituto Civil de Segunda En-

    seanza.-Peripecias que sufri por cambios polticos.-Discurso de don Jos Julin Acosta Por PEDRO C. TIMOTHEE Los estudios de segunda ensean- ' Rijos Correa, Santiago Rijos Co-

    za en Puerto Rico quedaron debi- ' rrea. damente organizados al crearse en San Juan el Seminario Conciliar que admita algunos alumnos con becas de merced.

    Unos estudiantes se preparaban en dicho Seminario para continuar los estudios del Sacerdocio, y otros despus de terminar los cursos del bachillerato se dedicaban a profesiones.

    E! Seminario Conciliar fu* inau- gurado el dia dos de Julio de 1832. anuncindose la apertura de este centro docente por medio de un edicto del obispo doctor d o n Pe- dro Guitirrez de Cos. Requerase que los alumno del Seminario fue- ran Jvenes de buena ndole, na-

    De Naguabo: Antonio Florencio Garca Rivera.

    De Bayamn: Jos J. Aguayo y Canales. Teodosio Ramrez Dvila, Jos Vicente Dvila y Dvila. Do- mingo Romu y Aguayo.

    D. Cayey: Antonio Caldas y Be- rrios. Jos Vzquez Vzquez, Flo-

    otras ' rendo Lpez Collazo. Juan Lpez Collazo. Justo Vidal Santiago. Ra- mn Vidal Santiago, Hemeterio Co- ln Warrens, Marcelino Sierra Da- vid.

    De Luquillo: Manuel Cruz Pimen- tel.

    De Moca: Norberto Garca Ace- vedo. Andrs Mndez Acevedo, Fran e i s c o Acevedo Polanco, Cristbal

    El doctor Pedro G. Goyco. quien figur en el cuerpo tedrtlrm del Instituto de Segunda Enseanza

    turales de la isla, de origen espa- ol, limpios de mala raza, hijos de legtimos matrimonios, de padres pobres y honrados, de edad por lo menos de doce anos, que hubiesen recibido alguna vez la Sagrada Eu- carista y el Sacramento de la Pe- nitencia, que supieran la Doctrina Cristiana y leer y escribir compe- ten terrn te.

    Los hijos de lo ricos pagaran una pensin semestral equitativa- mente computada.

    Fu nombrado primer Rector del Seminario el competente y probo sacerdote ngel de la Concepcin Vzquez.

    En los primeros aos n> existen- cia del Seminarlo fueron alumnos de dicha institucin los siguientes Jvenes de esa poca.

    De la Capital: Juan Antonio N- ez Urquizuy. Juan B. Alegra Ca- pote. Juan Fuertes Padilla, Baldo- rnero Montas G a r el a, Joaqun Cavo Reboredo, Juan F. Barrera y Vidal. Francisco de P. Sicard, Pedro Gutirrez del Arroyo. Eduar- do Micault Pijrnatelli, Antolln Due- o Delgado, Nicols Larregul, Cris- tino Hernndez Bastado, Diego L- pez Ramos, Manuel Caldern L- pez. G a b I n o Pozo, Jos Porrata Santana. Demetrio, Dvila Quio- nes. Calixto Domnguez Flores, Francisco Moraza Daz, Buenaven- tura Quiones Vizcarrondo, Juan

    Benejam Domnguez, Luis Antonio Maisonave.

    De Ro Piedras: Manuel L. Gar- ca Cepeda, Manuel Garca Salga- do.

    De Toa Baja: Juan B. Landrn Crdova, Jos L. Pasalaequa Cor- dova, Francisco J. Hernndez Mar- tnez, Toms Landrn Rivera. Ra- mn Crdova Martnez, Eusebio Crdova Martnez, Manuel Salgado Otero.

    De A recibo: Severo Olmo y Ri- vera, Cornello Gmez Urbiztondo, Pedro Rivera Coln. Jos de J. Castro Muiz, Rosendo Coln Rive- ra, Jacinto Mayml Torrns. Francia co J. Prez Freytes, Emiliano As- tor Ramos, Ramn Ganda Crdo- ba.

    De Caguas: Marcos F. Jimnez Cruz Ramrez. Rafael Crusas Ote- ro, Pedro Snchez Valda, Ignacio Herrera Grajirena.

    De San Germn: Antonio Pabn Vlez, Juan J. Acosta Brlgnonl. Fiix Irizarry Ortiz, Flix Lpez Rivera.

    De Sabana Grande: Jos R. de Soto y Borell, Joaqun Soto Bore- 11, Jos Nazarlo Cancel.

    De Ponce: Juan E. Conde Ale- cen.

    De Yauco: Antolln Nin Capace- 1e, Miguel Llubret Contreras, He- menegildo de Torres Rodrguez.

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    De Manat: Juan de Jess Pimen- tel, Magn Saavedra Rodrguez.

    De Mayagez: Pedro Manuel Surez, Jos Cartagena Mangual, Carlos Hostos Bonilla. Pedro Ca- macho Refort, Miguel Boflll Co- rrea, Nicols Cartagena Mangual, Felipe Cuevas Arredondo, Federico Basora Rafort, Jess M. Hostos Bonilla.

    I> Aguadilla: Martin Acevedo L pez. Francisco Marxuach Echeva- rra, Rafael Echevarra Conbl, Ra- mn Battlstlnl Acevedo.

    De Hormigueros: Rafael Ponce de Len.

    Del Pepino: Jos Cebollero Sn- chez, Juan A. Hernndez Alblzu, Miguel Pinos Bello, Diego A 1 e r s Beauchamp.

    De Juncos: Rafael Vlllafafta. De Guaynabo: Crecente Dlar y

    Ctala. Hilario Lpez Cepero Cta- la. Jos Dmaso Lpez Cepero C- tala, Francisco Fernndez Umple- rre, Francisco DubrinI Bayonet.

    De Trujlllo: Benito Rivera La- rrasa, Eduardo Rodrguez Arlz. Ce- cilio Delgado Fernndez, Jos Fran- cisco Daz y Daz.

    De Toa Alta: Alejandro Salgado Orero, Cornello Martnez. Cornello Crdova. Lisandro Egozcue Cintrn.

    De Toa Baja: Jacinto Lpez Mar- 11 n e z, Eusebio Crdova Martnez, Manu.-l Salgado Otero, Juan B. Landrn Crdova, Jacinto Mayml Torrns.

    De Vega Bala: Demetrio Dvlla Navedo. Santiago Seijo Rivera.

    De Lolza: Zoilo Dueo Martnez. De Lajas: Toribio Collado Mor-

    les. De Aguada: Ezequiel Santonl

    Hernndez. Plcido Battistini Ace- vedo, Pablo Ruiz Santiago.

    De Cabo Rojo: Ramn Carbnell Toro.

    De Rincn: Santiago de la Rosa Estrada.

    De Fajardo: Manuel Aguiar Ro- sario.

    De Hatillo: Adrin Martines Ganda.

    De Guayama: Francisco Javier Zequefra.

    De Huma cao: Jos Eugenio To- rres Ramos. Ulises Glnorlo Betan- court, Vctor Rodrguez Capablan- co.

    De Juana Daz: Francisco Alva- rado Rodrguez.

    De Guayanilla: Adolfo Salivas Massot.

    De Isabela: Jos Alers y Larrlux. De Yabucoa: Alejandro Aponte

    Rodrguez. De Aasco: Nstor Georgetti Gue-

    rra, Manuel Padilla Alfonso, Jueto Goycowich Cebollero.

    En el curso de 1867 a 68 obtuvie- \rtm el grado de Bachiller en Artes los siguientes alumnos: Juan Jos Gonzlez, Emilio Noell, Dionisio Iturreno, Gabriel Ferrer Hernn- dez, Antonio (Soycuriz. Cayetano Coll y Tost, Francisco del Valle Atiles, Victoriano Tlzol. Manuel Quesada. Ricardo Domnguez y Emi- lio Lzaro.

    Los alumnos que obtuvieron al- tas notas en el Seminarlo Conciliar demostraron ms tarde ser en rea- lidad sobresalientes como se deja ver por las siguientes notas y pre- mios del curso de 1862 a 1863.

    Don Jos Mara Nazerio (1): Pre- miado en Teologa Moral.

    Don Fidel Guillermety Quintero (2): Filosofa. Fsica y Qumica.

    Don Tullo Lerrinaga (3): Fsica y Qumica. Historia Natural, Filosofa.

    Don Rafael Romu (4): Filosofa. Don Pedro Berrios (5): Filosofa. Don Juan Ramn Ramos (6) Fsi-

    ca y Qumica. Don Manuel Garca Salgado (7):

    Fsica y Qumica, Historia Natural. Don Jos de Jess Nin (8): Fsi-

    ca y Qumica, Historia Natural. Don Rafael del Valle (9): Histo-

    ria Natural. Geometra, Trigonome- tra. Retrica y Potica, Griego.

    Don Augusto Perea: Geometra y Trigonometra, Retrica y Poti- ca. Griego.

    Don Jos Mara Figueras: Aritm- tica y Algebra, Francs.

    Don Pedro Hernndez: Geometra y Trigonometra, Retrica y Poti- ca. Griego.

    Don Esteban Lpez: Geometra y Trigonometra. Francs.

    Don ngel Franco (10): Aritm- tica y Algebra. Latn y Griego.

    Don Cornado Hernndez (11): Aritmtda y Algebra, Latn, Griego, Historia Profana.

    Don Manuel Lzaro: Aritmtica. Algebra.

    Don Pedro Sal crup: Retrica y Potica.

    Don Francisco SImonpietri: Grie- go. Retrica y Potica.

    Don Toms Mara Delmonte: La- tn y Griego.

    Don Juan Maria Santiago: Latn. Don Alberto Surez: Latn. Don Jos Gmez: Griego. Don Pablo Zayas: Griego. Don Francisco Pasarell: Latn. Don Jos Maria Benedicto (12):

    Latn. Geometra. Geografa. Don Nicols Lpez de Victoria:

    Latn y Francs. Don Jos de Jess Tlzol (13): Geo-

    metra y Francs. Don Jos Vicente Coln: Geome-

    tra. Don Gabriel Vlllaronga: Francs. Don Cayetano Coll y Tost (14):

    Doctrina. Gramtica Castellana, Ca- ligrafa.

    Don Jos Coll y Tost: Doctrina y Gramtica Castellana, Caligrafa.

    Don Rernardino Sanjurjo: Gram- tica Castellana, Doctrina Cristiana.

    Con el fin de organizar la segun- da enseanza en Puerto Rico del mismo modo que lo estaba en la Pennsula espaola, de acuerdo con una ley vigente desde 1857 y cono- cida por el nombre de su autor el clebre poltico don Claudio Moya- no, La Diputacin Provincial de Puerto Rico acord crear en esta isla un Instituto de Segunda En- seanza.

    Esta diputacin estaba integrada por personas inteligentes y patrio- tas como lo eras/los abogados don Jos Severo Quiones, don Jos Gar- ca Maitin. don Juan Morera Mar- tines, don Pablo Saez, don Jos Vargas; loe profesores don Nicols Aguayo, don Manuel Andino; los mdicos don Pedro Gernimo Goyco. dea Francisco J. Hernndez, den Obrial Tv Rivera, don Jet* fJueV

    berto Padilla, don Ramn Nadal y don Salvador Carbn ell; los perio- distas don Jos Pablo Morales y don Julin E. Blanco; los hacenda- dos don Leonardo Igaravidez, don Isidoro Cintrn, don Jos de Celis Aguilera y don Jos Marcial Quio- nes; los propietarios don Eduardo Quiones, don Joaqun Power y don Pablo Rodrguez, y el farmacuti- co don Flix S. Alfonzo.

    La Diputacin public las bases para las oposiciones que deban ce- lebrarse con el fin de cubrir las c- tedras y el resultado fu el si- guiente:

    Latn: Pbro. Jos de J. Nin y ba- chiller don Elseo Font Gulllot.

    Francs: Dr. don Pedro Gernimo Goyco,

    Ingls: Don Manuel Panlagua. Filosofa: Dr. don Ignacio Daz

    Ceneja. Historia Natural: Dr. don Agus-

    tn Stahl. Fsica y Qumica: Br. don Juan

    Miranda. Matemticas: Ingeniero don En-i a la

    rique Berrocal. | Civil.

    Latn y Castellano: Jos de Jess Nin, Elseo Font Gulllot

    Agricultura: Jos Julin Acosta. Psicologa, Lgica y Etica: Don

    Manuel Garda Salgado, Geografa e Historia: Don Jos

    Ramn Becerra. Retrica y Potica: Don Jos Ma-

    rta Nev. Matemticas: Don Jos Gmez

    Brioso y don ngel Navajas. Historia Natural. Fisiologa e Hi-

    giene: Esteban Garca Cabrera. Fsica y Quimica: Gabriel Ferrer. Ingls: Juan J. Hernndez. Francs: Pedro Gernimo Goyco. Fu nombrado director don Jos

    Julin de Acosta: secretarlo, don Jos Ramn Becerra; y vicedirec- tor Jos de Jess Nin, mu\\ cono- cido por el Padre Nin.

    Debemos hacer constar que el te- niente general don Segundo de la Portilla capitn general y gober- nador de esta isla en esos tiem- pos, prest su decidida cooperacin

    Inauguracin del Instituto

    Historia y Geografa: Don Jos Julin Acosta.

    Pedagoga: Don Adrin Martnez Gandia.

    El Instituto de Segunda Ense- anza asi constituido bajo la direc- cin de don Jos Julin Acosta fu Inaugurado por el gobernador don Rafael Primo de Rivera el primero de noviembre de 1873.

    El 2 de enero de 1874 el capitn general de la provincia de Madrid llev a cabo un golpe de estado derribando el Gobierno legitimo de la Repblica espaola y sustitu- yndolo con un gobierno provisio- nal al cual sucedi muy poco des- pus la restauracin de la dinasta borbnica mediante la proclamacin de Alfonso XII por el general Mar- tin Campos en los campos de Sa- gunto.

    El nuevo Gobierno nombr al ge- neral don Jos Laureano Sanz. de temperamento reaccionarlo, para el cargo de gobernador de Puerto Rico.

    El general Sanz inmediatamente disolvi la Diputacin Provincial que habla creado el Instituto y nombr una nueva compuesta en su mayora de elementos ultracon- servadores bajo la presidencia del Marqus de la Esperanza, portorri- queo que era reaccionario hasta ms no poder.

    El Instituto Provincial fu victi- ma del nuevo estado de cosas y fu

    El da 28 de noviembre de 1883 fu un da de jbilo para Puerto Rico.

    Hablase realizado el sueo de or- ganizar la segunda enseanza del mismo, modo que lo estaba en la Pennsula, en la cual cada una de las cuarenta y nueve provincias con- taba con un instituto civil de se- gunda enseanza, en el cual podran ser profesores lo mismo las perso-1 a

    as que pertenecieran al clero que I tifelo que ocupa hoy la Corte de Distrito estuvo Instalado el Instituto Civil de Segunda Enseanza las del orden civil, sin exclusivis-

    ta verdad, si fu el ideal a que as- mos de ninguna clase. El dia de la inauguracin del Ins-

    tituto pudieron los concurrentes or de labios del sabio profesor don Jos Julin de Acosta el discurso doctrinal y concienzudo que a con- tinuacin insertamos: "Excmos. Sres. Seores:

    Dia de pura satisfaccin y de Inefable jbilo para Puerto Rico s- te en que volvemos a inaugurar el Instituto Civil de la Provincia. Por un conjunto de dreunstancias ex- traordinarias y por la benvola elec- cin de mis dignos compaeros en el prfoesorado, no me es posible excusar el difcil empeo en discu- rrir, siquiera sea con brevedad, an- te un concurso tan' respetable co- mo escogido acerca de la alta sig- nificacin moral que le es Inheren- te y de la inmensa trascendencia que est llamado a ejercer en la

    Don Jos Julin Acosta, director del Instituto de Segunda Enseanza.

    *

    clausurado, encargndose a los pa- dres jesutas, de .dirigir la segunda enseanza en Puerto Rico.

    Cierto que se cometieron algunas irregularidades en m creacin del Instituto; pero stas podan haberse subsanado sin necesidad de cometer el atropello de disolver la Diputa- cin, corporacin elegida por el vo- to popular para sustituirla por otra preparada para servir los intereses de la reaccin.

    Los Padres Jesutas se hicieron cargo de la segunda enseanza en Puerto Rico y para esos fines la Di- putecln Provincial dirigida por don Pablo Ubarri construy con fondos pblicos y al costo de unos doscien- tos mil pesos el edificio de San- turce que hoy ocupa'en la barriada de Senturce, parada 19, el Departa- mento de Sanidad Insular.

    Durante algunos aos estuvo so- bre el tapete la creacin del Insti- tuto de Segunda Enseanza para que sta saliera del exclusivismo de los jesutas y pasara a ser una ins- titucin laica.

    El partido conservador o incondi- cional no quera que se creara el Instituto; don Pablo Ubarri, Jefe de dicho partido aconsejaba a los prohombres de la poltica en la Pe- nnsula que se opusieran a la -crea- cin de aquel centro, asi como de la Universidad.

    En esa lucha llevaba la voz can- tante el peridico "El Boletn Mer- centll", dirigido por el hbil perio- dista don Jos Prez Mors, prime- ro, y despus por don Ignacio Daz Cae Ja.

    El Partido Liberal Reformista lu- chaba por la creacin de esos dos centros: la Universidad y el Insti- tuto, y eran los peridicos "El Agente" y "El Buscapi" los que defendan a todo trance la creadn de esos dos centros de cultura.

    Hemos de hacer especial mendn de la labor de don Manuel Fernn- dez Juncos, que en la Prensa con su peridico 'El Buscapi" y en la Di- putacin Provincial con su palabra y su voto trabaj tenazmente por la realizacin de esa idea tan fa- vorable para la instruccin pblica en Puerto Rico.

    El Gobierno metropolltico acce- di all por el ao 1882 a la crea- dn del Instituto de Segunda En- seanza y mientras se llevaban a cabo en Madrid las oposiciones pa- ra cubrir las etedras de dicho cen- tro docente se nombraron lea si- guiante profesora*;

    .-

    Isla el acto solemnsimo que hoy celebramos.

    Deslumhrado an m nimo por la natural sorpresa- de- hallarme, cuando menos lo esperaba en la misma situacin oficial que en no- viembre de 1873 al crearse en me- dio de felicitaciones y de aplausos el primer Instituto Civil, procurar dominar mis impresiones y atento al ms lozano y fecundo crecimien- to de la hermosa planta que resem- bramos hoy en el querido suelo puertorriqueo, me esparcir en la serena regin de los principios. En esfera semejante y obedeciendo a tan elevado criterio, nico eficaz en la ardorosa lucha de encontradas opiniones, ms fcil ser respon- der ahora a los graves y complexos deberes que impone la posicin en que me encuentro colocado.

    Fija tendr la vista en lo futuro; mas para lograr el risueo pros- pecto con que nos brinda el por- venir, necesario es tambin prestar odo a la voz imperativa del pasado.

    Desde los primeros albores de la vida puertorriquea y en diversas y repetidas pocas sea esto dicho en honor de nuestros antepasados cont la Isla con espritus nobles y generosos que promovieron los medios de la pblica instruccin. Ah estn para proclamarlo en el siglo XVI los nombres venerables de Antn Lucas. Francisco Ruiz, fundadores de los estudios Latini- dad; en el XVII el de fray Jorge Cambero creando los de gramti- ca y filosofa en el convento de los PP. Dominicos; en el XVIII los de los doctores Acosta y Ruiz, so- lcitos por establecer ctedras de Jurisprudencia, y los de Xiorro; y los de Pizarro, Crdova y Quio- nes, suplicando al Monarca en 1795, en los tristes das de la paz de Ba- silea. nombre del ayuntamiento de esta capital, la traslacin a ella de la Pontificia Universidad de San- to Dominga Y con el aumento de la poblacin y de riqueza en la ac- tual centuria, creciendo tambin las necesidades y las aspiraciones en el seno de las familias, se multiplica- ron los esfuerzos por gozar de los inapreciables beneficios de la ense- anza. Brillan en este ms agitado periodo los nombres del ilustre in- tendente Ramrez, del piadoso obls-

    Sacerdotes Gimnez y Vzquez, de honrados y buenos ciudadanos, Ri- vera Aguayo, y de los gobernadores Norzagaray. Messina y Despujols, y, en primer trmino Inmensa grati- tud los de los obispos Cerrin, Gu- tirrez de Cos y Jimnez. Y como acabis de orlo, seores, aunque en reducidsimo bosquejo, en todas partes tuvo Puerto Rico fieles in- trpretes de la suprema necesidad generalmente sentida en un pue- blo numeroso y pobre, de abrir dentro de su propio suelo a la ma- yora de su hijos, que no pueden Ir en busca de la cultura del esp- ritu a otras reglones ms afortuna- das, las copiosas fuentes del saber. Y no poda ser de otra manera tra- tndose de parte de la familia hu- mana, que desde Roma hasta nues- tros das se ha distinguido siempre en los floridos campos de la Inteli- gencia por su peregrino Ingenio en las letras y en las bellas artes.

    Asi, en 1873, ao verdaderamente singular y memorable en nuestros fastos, como que en l cayeron, por siempre rotas, las cadenas de la es- clavitud africana en medio de la ms perfecta armona social, y se establecieron los ayuntamientos po- pulares, y se proclam el glorioso titulo primero de la Constitucin en 1869 al calor de tantas ideas generosas y en la efusin de los sentimientos ms patriticos, naci poderoso el natural deseo de satis- facer en la enseanza pblica, jus- tas y muy antiguas asplradpnes.

    La Diputacin Provincial partici- pe y rgano de esos sentimientos, animada por la ley expansiva que entonces la regla llenando todas las formalidades legales que esta- ban a su alcance, proveyendo en pblica oposicin las ctedras con ejemplar imparcialidad, y todo a re- serva de obtener la suprema apro- bacin, no tard en corresponder dignamente a la general expecta- cin. Y fu el Instituto Civil .de 1873.

    Vivan tranquilos si no satisfechos sus fundadores; porque la opinin pblica, especie de razn universal y supremo. Juez, confirma los dicta- dos de su conciencia, que obedecien- do a mviles generosos, siguieron procedimientos honrados.

    Desventura fu para la Isla en- tera que quedase su patritica obra srn la aprobacin suprema, por no haber llegado a nuestras playas, co- mo se. esperaba con ardiente y vivo Inters el Ministro de Ultramar en su viaje para la Habana.

    Mayor desgracia provino an de lo acontecido en 1874, a poco de funcionar con regularidad el Ins- tituto.

    En este punto de mi discurso en que se agolpan los recuerdos a mi mente, para poder ser fiel a mis propsitos ni har caso omiso de que la Segunda Eneeftanza hubiera quedado completamente hurfana sin la existencia en el pas del Ins- tituto c'e San Ignacio, a mis hijos, ni dejar de Inspirarme en la si- guiente mxima del nobilsimo don Jos Manuel Quintana "por lo mls-'j mo que la opinin propia ha venci- do hay que imponerse la obligacin de ser breve y tambin modesto".

    Pero la obligacin no llega hasta el extremo de privar a los fundado- res del nuevo Instituto, en dia tan conspicuo y memorable, del pblico testimonio que les es tan debido y al que tiene perfecto derecho, ni de atender las grandes enseanzas que para la estabilidad del hermoso edi- ficio, cuyos dmientos echamos hoy, debemos recoger y sprovechar.

    Iniciado el movimiento de reivin- dicacin por la Prensa periodsti- ca, heraldo de las necesidades p- blicas, continuado por muchos pa- dres de familia ejercitando el her- moso derecho de peticin al Sobe- rano, y al amparo de una gran par- te del cuerpo provincial, apoyados todos en los fecundos principios de la civilizacin y en la Ley Orgni- ca de Instruccin Pblica, que dis- pone que cada provincia sostenga su Instituto de Segunda Ensean- za, luce hoy, por fin, para Puerto Rico el suspirado y esplendente da de inaugurar el que de derecho le pertenece gardas a tan repetidas esfuerzos, y sobre todo a la Justicia da los poderes pblicos.

    rgano fiel en tan solemne oca- sin de los sentimientos de gratitud del pueblo puertorriqueo en todas las pocas para con sus bienhecho- res, experimento la ms grata sa- tisfaccin al enviar desde este sitio a travs de le distancia que nos se-

    po Artzmendi. que tiene Puerto para, al Excma seor Ministro de

    pre en la memoria de estos pacfi- cos habitantes.

    Y, qu dir del Excmo. seor don Segundo de la Portilla, prximo a separarse de nuestras playas? Fal- tarla a un deber de Justicia si no le hiciera la que no he vacilado en tributar siempre a nuestros gober- nadores fiel a mis principios cuan- do los hechos, con su lenguaje mu- do, pero elocuente, han acreditado mis palabrea...

    Y el Instituto, cuyas doradas puertas abrimos hoy a la juventud estudiosa, legado incontestable de la administracin del general De la Portilla, ser Imperecedero vinculo de su nombre en Puerto Rico.

    Que las amigas ondas le conduz- can en feliz camino a la Madre Pa- tria, y que le alegre siempre la dul- ce satisfaccin de haber contribui- do eficazmente al logro de uno de los deseos ms ardientes de las fa- milias puertorriqueas.

    Tambin mi humilde pero sincera voz tendr ahora acentos de sim- pata y alta deferencia para con el Excmo. seor don Miguel de la Ve- ga Incln. a quien ha cabido la for- tuna de inaugurar su gobierno con un acto que abre el corazn a las ms risueas esperanzas.

    Sea S. E. bienvenido a esta mo- rigerada provincia, cuyo pasado es garanta segura de lo futuro, que en medio de su pequenez geogr- fica, es hoy digna parte de la na- cin espaola, que en lo porvenir puede ser timbre glorioso de la mis- ma, caminando a la luz de las cien- cias y de las artes por los anchos senderos de la civilizacin moderna.

    En tan levantado propsito legi- timo es confiar en el valioso apoyo del Gobernador, que al dirigirse por vez primera a la Isla, acaba de ofrecer su consagracin al desarro- llo y fomenot de nuestros intereses morales y materiales, colocando en lugar principal la instruedn p- blica.

    El nuevo plantel al nacer recla- ma sus benficos cuidados. Que cuando en el desenvolvimiento de la civilizacin de un pueblo, suena la hora de. dar cumplida satisfac- cin legal a una necesidad ' legiti- ma, los altos poderes encargados de mantener la armona social, no de- jan nunca de decretarla. Promover y .practicar el bien es ley esencial de sus tutelares funciones. Al am- paro de las primeras pueden sub- sistir y subsistirn, con las venta- jas inherentes a la competencia, en la Capital y en los principales cen- tros muchos colegios, como el ac- tual de los R. R. P. P. de la compa- a de Jess, donde los unos podrn ejercitar su vocacin al magisterio, y los otros disponer de sus hijos, siguiendo su convicciones persona- les o las conveniencias de la loca- lidad.

    Ya la cuidad de Ponce, animada siempre del deseo de caminar ha- cia adelante, da el ejemplo reunien- do los fondos necesarios para abrir un colegio agregado al Instituto. SI algo falta por ampliar respecto de este punto en la actual legislacin. lo alcanzaremos con constancia, que todo no es ni puede ser obra del momento.

    De buen grado me extenderla en el anlisis de las diversas asignatu- ras que constituyen el cuerpo de doctrina que ensear el Instituto; pero amigo de la brevedad, slo dir, que el ntimo enlace que en ellas guardan las ciencias, encar- gados de enriquecer y vigorizar el espritu, y Jas letras que lo hermo- sean y facilitan la propagacin de

    piraron los planes de estudio en el feliz reinado de Carlos III. y el ilus- tre Jovellanos en su clebre Insti- tuto Asturiano, es de necesidad in- dispensable en la mltiple y com- pleja animacin de las sociedades contemporneas^

    A virtud de tan fecunda asocia- cin, podrn unos jvenes obtener el ttulo de Bachiller en Artes, in- dispensable para seguir las carreras de Facultad, y otros adquirirn la instruccin necesaria para ser ti- les a si mismos, a sus familias y a la sociedad a que pertenecen, cua- lesquiera que sean las posiciones en que se encuentren colocados.

    Y toda esta universalidad de ser- vicios ser para todos los habitan- tes de Puerto Rico sin distincin de clases ni de partidos polticos; que en la elevada esfera d la cul- tura del espVdtu humano no cabe sino la unidad, como ser ua la en- seanza moral y nacional qu to- dos reciban.

    Al logro de tan altos fines nos consagraremos con recta coi)sclen- da, estando seguros de ello, mien- tras fueren nuestras funciones, los profesores interinos que aqui nos encontramos, que bien sentimos to- da la responsabilidad que sobre nos- otros pesa; asi como obedecern a iguales deberes los maestrosque no tardarn en reemplazarnos.

    Llegado a este punto, me resta para terminar, cumplir con oteo sa- grado deber.

    En dia tan solemne, en que cele- bramos tambin el cumpleaos del Monarca Constitucional de Espaa, smbolo de nuestra gloriosa nacio- nalidad, al invocar su augusto nom- bre, pondr bajo su egregia pro- teccin los destinos del Instituto, que nace hoy. y de la Universidad que nacer maana para Puerto Rico.

    Viva el Rey Don Alfonso XII de Borbn!

    He dicho." Notas del autor

    Notas del autor: (1) Piadoso sacerdote, historiador. (2) Acreditado farmacutico, dis-

    tinguido miembro del Partido Re- publicano.

    (3) Reputado ingeniero; Comisio- nado Residente.

    (4) Reputado letrado. (5) Sacerdote que despus de

    prestar grandes servidos fu Pro- tonotarlo Apostlico.

    (6) Abogado, orador y politleo de fama.

    (7) Abogado de renombre (8) Sacerdote de vida ejemplar;

    latinista. N (9) Mdico e Inspirado poeta. (10) Letrado de reputacin. (11) Presidente que fu del Tri-

    bunal Supremo. (12) Letrado de renombre; Regis-

    trador de la Propiedad. (13) Mdico Cirujano afamado t

    Excelente violinista. (14) Mdico de reputacin; poli-

    tico hbil; escritor sobre asuntes histricos, novelescos y cientficos; inspirado poeta.

    Arqueolgica Se anuncia que una expedldn

    cientfica acaba de excavar las osamentas de una mujer de un mi- lln de aos atrs. Si excavan otro poco de seguro que encuen- tran debajo la de un hombre da hace un milln de anos.

    (PUNCH.)

    Rico la satalaccin de contar en- tra sus hijos ms preclaros; los da lea eminentes mdioes y hunenls* tu lajaily g Vtigte.ee les. sablea

    Ultramar, don Fernando de Len y Castillo, la ms lineara y expresi va

    BBBBSBB^HI B^BBBBBBBBBB J^taitt.'bfelk.. lfcbtf