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    Instituto de Humanidades

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    Equipo editorial

    ARMANDOROAVIALJORGECABRERALABB

    MARIANNESTEINCALDERNGABRIELAGATEOCARACCIOLI

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    ndice

    Editorial .....................................................................................................9

    In Memoriam ............................................................................................11

    I. Miradas en torno a la tica

    tica y derecho ......................................................................................... 15RALCAMPUSANODROGUETT

    Nueva arquitectura y la tica de la verdad ...............................................23SCARMACKENNEYPOBLETE

    El desafo moral del siglo XXI: tica y economa.....................................35RENATOESPOZLE-FORT

    Confucio/Ezra Pound: el gran compendio (fragmento) ..........................45

    TRADUCCIN: ARMANDOROAVIAL

    II. Perspectivas: el camino hacia el asombro

    Justicia y vanidad en El Quijote ...............................................................49NICOLSSALERNOFERNNDEZ

    Consideraciones a propsito de un debate constitucional ......................53ERWINROBERTSON

    El cojo Robles y el primer himno nacional .............................................. 57VLKERGUTIRREZARAVENA

    Piet Mondrian: la abstraccin como sinnimo de pureza y belleza ........ 61MARIANNESTEINCALDERN

    Floria Sigismondi, la esttica de la distopa .............................................65IGNACIOROJASCIFUENTES

    Breve losofa del blues: tierra y cinismo................................................73JORGECABRERALABB

    Hacia una nueva comprensin de la taxonoma mdica ......................... 81FRANCISCOVILLALNLPEZ

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    III. El claro de la palabra: poesa

    Fredy Jezzed ............................................................................................87

    Marcelo Pellegrini ....................................................................................89

    Teresa Orbegoso ......................................................................................93

    Mario Ortega ............................................................................................95

    Javier Mederos ........................................................................................97

    Damaris Caldern ....................................................................................99

    Juan Carlos Villavicencio ...................................................................... 103

    Cecilia Eraso ..........................................................................................105

    Claudio Archubi .....................................................................................109

    Pedro Vicua ...........................................................................................111

    Arturo Dvila ..........................................................................................115

    Gabriel Chvez ........................................................................................119

    IV. El ocio del traductor

    Basil Bunting ......................................................................................... 125TRADUCCINDEARMANDOROAVIAL

    Lew Welch ...............................................................................................131TRADUCCINDEANDRSFISHER

    Charles Bukowski .................................................................................. 133VERSIONESDEJORGECABRERALABB

    William Carlos Williams .........................................................................137TRADUCCINDEDAVEOLIPHANT

    Charles Wright ....................................................................................... 139TRADUCCINDECLAUDIOARCHUBI

    V. Palabra hablada: una conferencia sobre Karl Kraus

    Karl Kraus en la Primera Guerra Mundial ............................................. 143ADANKOVACSICS

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    VI. Empuando la palabra, colaboraciones especiales

    El lenguaje y la universidad ....................................................................155

    ANAMARAMAZASANCHO

    La dispersin de las miradas .................................................................. 165HUMBERTOGIANNINIIGUEZ

    Discpulo de las palabras .........................................................................171HUGOMUJICA

    VII. Vida universitaria

    Actividades Humanidades ......................................................................181Santiago 2013

    Actividades Humanidades ..................................................................... 189Concepcin 2013

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    Editorial

    Este ao el rea de humanidades cumpli un sueo largamenteacariciado: transformarse en un Instituto que, desde el pregrado, elpostgrado, la educacin continua y la extensin, promueva una culturahumanista cuyo desarrollo no slo debe apoyar y potenciar diversasreas disciplinares, sino adems proyectar a la UDD como una entidadque desea hacerse parte de un desafo mayor: entender el fomento delas humanidades como un compromiso indispensable para el desarrollointegral del pas. La presencia fuerte de humanidades es esencial alquehacer universitario y al aporte que toda universidad debe entregar auna sociedad. Es difcil concebir una institucin de educacin superiorsin un espacio destinado al desarrollo del intelecto y el cultivo de lasensibilidad humanista, entendida como una mirada que enriquece al

    ser humano al plantear interrogantes sobre el sentido permanente desu condicin, sus posibilidades y su destino; esto es, al problematizarcreativa y educativamente sobre lo humano en su signicado ms hondoy esencial. El Navegante, desde siempre, ha trazado su bitcora guiadopor este impulso fundacional, tratando de plasmar en sus pginas unamirada atenta, reexiva, plural y entusiasta que reeje el temple denuestro equipo. En este nmero, junto a las tradicionales seccionesdedicadas a la poesa y a la traduccin, nos hemos detenido en la ticaas como tambin en la palabra dos dimensiones consustanciales a

    lo humano e ntimamente ligadas, pues como se ha sostenido desdeAristteles a Levinas, la palabra privativa del hombre, es una herramientaformidable para discriminar lo valioso de lo perjudicial; lo justo de loinjusto. No es, por cierto, la nica dimensin del lenguaje, pero s lams decisiva desde un punto de vista social. Problematizar sobre lapalabra es tambin contribuir a su cultivo y cuidado, evitar su desgaste obanalizacin y fomentar el pensamiento crtico como uno de los triunfosms expresivos y perdurables.

    EQUIPOEDITORIAL

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    In Memoriam

    Oscar Bustamante (1941-2013)

    Revivir a los muertosno requiere de una magia especial:

    pues pocos son los que estn enteramente muertos:sopla sobre las ascuas de un muertoy una llama ardiente brotar.Deja que sus olvidadas penas vuelvan a emerger,como tambin sus marchitas esperanzas;que sea l quien escriba con tu manohasta que con toda naturalidadpuedas rmar su nombre como si fuera el tuyo.Cojea como l cojeaba,jura cada uno de sus juramentos,vstete de negro si l lo haca,deja que la artritis de sus dedosconsuma los tuyos.Rene sus huellas ms ntimas:un capote, un sello o una pluma.Y a su alrededor, entonces, erigeun hogar hospitalarioa su vido fantasma.Devulvelo as a la vida, aunque sin olvidar

    que la tumba que lo albergapuede no estar ya vaca:porque t, en su remendada mortaja,yacers envuelto.

    De: Robert Graves, Revivir a los muertosTraducido especialmente por Armando Roa Vial

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    I. Miradas en tornoa la tica

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    tica y derecho

    Ral Campusano Droguett

    Platn pensaba que la existencia era dualista. Por una parte, exista elmundo ideal en que existen las cosas en su esencia, y por otra parte, elmundo real, aqul en el que vivimos los seres humanos. De esta forma,lo bueno, lo verdadero, lo justo existe en algn lugar ideal en formaperfecta, en su esencia. Los seres humanos, que vivimos en el mundoreal e imperfecto, no conocemos las cosas en su esencia. Sin embargo,a travs del esfuerzo, la reexin, la losofa y la sabidura, es posible

    acercarse a la esencia de las cosas. A travs del recuerdo de lo bueno oreminiscencia es posible acercarse a conocer el mundo ideal. Por esoes que Platn propone entregar el gobierno a estos lsofos-sabios.Son ellos los que pueden saber lo que es bueno, verdadero y justo.Su sabidura y su losofa les permiten ver las cosas en su esencia, adiferencia del resto de las personas, que no tienen esta capacidad y queson ignorantes de la esencia de las cosas. As, el comn de las personasse equivoca al hacer juicios de justicia, bondad o verdad, ya que carecen

    de esta capacidad de acercarse a la esencia de las cosas. Es por ello queel gobierno que propone es aristcrata. Se llama a los mejores a dirigiral pueblo desde el mejor acercamiento posible a la verdad y la justicia.Afortunadamente, parte importante de la obra de Platn sobrevivi y hallegado hasta nuestros das.

    Las ideas de Platn tuvieron gran aceptacin y gener un grupo dediscpulos de primer orden, entre los que destacaba Aristteles. Estasideas fueron recogidas por los padres de la iglesia cristiana mediterrnea

    y forma la base del pensamiento escolstico y de la losofa cristiana.El neo-platonismo se encuentra as muy presente en el mundo

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    contemporneo y en la reexin y debate sobre la justicia y la verdad,inuyendo marcadamente en la forma en que se entiende hoy el derecho

    y dando origen a las corrientes iusnaturalistas.Una de las expresiones ms clara, slida, elocuente y emotiva de laaproximacin platnica a la relacin entre tica y derecho se encuentraen un pasaje de la tragedia de Eurpides, Hcuba. La guerra de Troya haterminado y la ota griega, que transporta como esclavas a un grupo demujeres troyanas, entre ellas a Hcuba, se ha detenido en Tracia, caminoa casa. All, Hcuba descubre que su hijo Polydorus ha sido asesinadopor Polymestor, rey de Tracia. Hcuba acude a Agamenn buscando

    justicia y le dice lo siguiente: Soy una esclava, lo s. Y los esclavosson dbiles. Pero los dioses son fuertes y an por sobre ellos existe unabsoluto, un orden moral o principio de derecho ms fuerte an. Sobreeste derecho moral pende el mundo; a travs de l, los dioses existen;por l vivimos y denimos lo bueno y lo malo. Aplica este derecho enmi caso porque si no lo haces y aquellos que asesinan a sangre fra odesafan a los dioses quedan sin castigo, entonces la justicia humana semarchita, corrompindose en su origen. Estas palabras resuenan contoda su energa hasta nuestros das y han aportado sentido y vitalidad acada uno que ha gritado y exigido justicia a lo largo de la historia.

    Pero en la Grecia antigua haba otro grupo que tambin pensabasobre estas materias y lograba sus propios hallazgos y conclusiones.Desafortunadamente, no es mucho lo que sobrevivi de la obra de estoshombres y parte importante de lo que sabemos proviene de fragmentosincompletos y de lo que de ello escribieron sus adversarios, Platn entreellos. Esto queda reejado de manera interesante al observar la evolucin

    del signicado del nombre con que fueron conocidos: sostas, esto es,aquellos que hacen de su profesin ensear la sabidura. Con el tiempo,el trmino sosta pas a ser usado para referirse al embaucador, al falsolsofo, al hombre que con palabras bonitas poda confundir y engaar.Ciertamente, Platn y Aristteles fueron entusiastas propagadores deesta nueva acepcin del trmino.

    Pero, qu era lo que proponan los sostas y que tanta animadversincaus entre algunos notables de la Grecia antigua y sigue causando

    hasta nuestros das? Proponan muchas cosas y cada uno tena suespecicidad, pero para los efectos de este artculo y para confrontarlocon Platn, los sostas proponan que ese mundo ideal que propona el

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    lsofo, discpulo de Scrates, simplemente no exista o, en el evento queexistiera, no tenamos manera de conocerlo. Y as, de pronto, estn en

    el mundo los hombres solos y sin ayudas externas tendran que intentarresponderse todas las preguntas.1Entre ellas, aquellas relacionadas conla verdad y la justicia. De esta situacin y de esta necesidad, empezarona aparecer ciertos hallazgos, ciertas intuiciones, ciertas preferenciasque si bien no contaban con las certezas platnicas, empezaban a darlesentido a la vida en comn entre los hombres. Por ejemplo, la idea queal buscar lo justo le preguntemos a todo el mundo lo que piensa y lo quecree. Y as surgi para ellos la idea que la respuesta a la pregunta eratan importante como el proceso de llegar a ella. Todos tenan algo quedecir y algo que aportar; no haba voces ms autorizadas en razn de sucargo, nobleza, o dinero. No haba voceros de dioses o verdades ocultas.No haba respuestas porque s y punto (porque yo lo digo, o porque lodice dios). Por el contrario, las respuestas haba que argumentarlas.2Y se argumentaban en plaza pblica, ante todo el mundo que quisieraescuchar. Y haba que estar abierto y dispuesto a ser rebatido conotras razones y argumentaciones. Y el juez que adjudicara el puntolo constitua el grupo de personas all reunida. Por lo tanto, ya no era

    posible imponer, sino que haba que convencer. As, lo justo dejaba deser algo que era informado por el sabio (lsofo, prncipe, sacerdote,juez, erudito, profesor, padre, etc.) y pasaba a ser algo construido poraquellos que formaban parte de la polis a travs de un proceso deargumentaciones mltiples en que todos podan expresar sus ideas yaquellas que eran consideradas mejores por la audiencia eran las que endenitiva se adoptaban.

    Es casi posible imaginar la mirada de Platn, aristcrata, inteligente,

    educado, adinerado y buen mozo, mirando hacia el gora y viendo a ungrupo de sus compatriotas discutir acaloradamente, representando laenorme diversidad de la polis: algunos probablemente usando el idiomaen forma tosca, con errores de lenguaje, alzando la voz, y enfrascndoseen innitas perspectivas, algunas de ellas derechamente pueriles y

    1 As como lo imagin Marguerite Yourcenar, a propsito de Adriano: Les dieux ntant plus et

    le Christ ntant pas encore, il y a eu, de Cicron Marc Aurle, un moment unique o lhommeseul a t.2 Gorgias deca que la palabra es un poderoso soberano que con un cuerpo pequesimo y muy invisible

    realiza empresas completamente extraordinarias.

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    torpes. En esta perspectiva, no debiera sorprender a nadie que la gotaque derram el vaso de la paciencia de Platn fue el momento en que

    descubri que los sostas llegaron al punto de arrendar sus serviciosa quien quisiera y pudiera pagar por sus habilidades y destrezas,argumentando con toda la fuerza de su arte lo que su mandante ledijera. Y si maana alguien pagaba para que argumentara lo contrario,all estaran los sostas para cumplir ese cometido contra la entregade dinero. Hmm, argumentar y representar los intereses de un terceropor una suma de dinero S, efectivamente. Los sostas son ancestrosmuy directos de los abogados modernos y por ello parece tan plausibleimaginar que Platn no hubiera sentido particular estima a estosprofesionales del derecho contemporneos. Cabe recordar que en surepblica ideal, Platn expuls a los poetas, que eran, como los sostas ylos abogados, otros profesionales de las palabras.3

    Por qu esta historia de griegos antiguos en un texto sobre tica yderecho? Porque los griegos antiguos conguraron dos culturas distintascuyas reverberaciones se han mantenido en el tiempo y han llegado hastanosotros. Es cierto que en estos 2.500 aos hemos avanzado muchoen ciencia y tecnologa, pero en materias de reexin, un griego de esapoca no se sentira muy desorientado con nuestros debates y reexionestericas. A una de esas culturas podramos llamarla losca y a la otrala podemos llamar poltica. Y no sera difcil encontrar la equivalencia alo largo de los tiempos: Platn y los sostas, escolsticos y humanistas,lsofos y polticos. La primera de estas culturas busca el decir, fundado yuniversal, mientras la segunda busca el hacer, particular y consensuado.4

    3 La crtica de Platn a los poetas era que stos sumergan la razn en una laguna de indisciplinadaemocin. De la misma forma, es posible imaginar que Platn no tena a Hermes en su panten.Robert Graves, en su libro The Greek Myths dice que en la mitologa griega, Hermes (quien dasu nombre a la hermenutica) de nio rob a Apolo un rebao de vacas y cuando ste lo descubri,Hermes hbilmente lo persuadi para que lo perdonara y le dejara el rebao. Cuando Zeus supo deesto, dijo a Hermes que lo encontraba ingenioso, elocuente y persuasivo. Hermes entonces pidi aZeus ser su heraldo. Zeus le dio unas sandalias de oro aladas con las cuales poder llevar a la velocidaddel viento los mensajes divinos a los hombres, pero incluy entre sus deberes lograr que se rmentratados, que se promueva el comercio y que se otorgue libre trnsito a los viajeros en todos loscaminos del mundo. Hermes acept, diciendo a Zeus: Nunca mentir pero no puedo prometer quesiempre dir toda la verdad.

    4 Valenzuela dice que la cultura de los lsofos est compuesta por prestigiosos constructores desistemas de pensamiento social. La cultura de los polticos, en cambio, cuenta con guras que,en su tiempo y lugar, fueron capaces de comprender, reformular y hacer revivir ante cada desafoaquello que mueve a su particular comunidad, conducindola por los caminos de la polmica y el

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    La relacin entre tica y derecho puede entenderse en la perspectiva dela dicotoma entre la mirada de los lsofos-sabios y la de los polticos-

    argumentadores. As, la perspectiva iusnaturalista busca la justiciay la verdad en algo que es anterior (y eventualmente superior) al serhumano, por ejemplo en Dios, la naturaleza o la racionalidad. Por cierto,cualquiera de estas tres fuentes requiere de intrpretes, de voceros y derepresentantes. Existe una verdad y una justicia que es anterior al serhumano y que debe ser buscada. As, la verdad es ajena al ser humanoy se la encuentra. La perspectiva de los sostas, en cambio, busca laverdad y la justicia en algo que es intrnseco al ser humano: su capacidad

    de argumentar. Y en ese ejercicio de argumentacin, se usar todos losinstrumentos de la tcnica, de la potica y de la polmica. La tcnica,porque los datos deben ser slidos; la potica, porque se debe llegar alalma de las personas; y la polmica, porque siempre habr propuestasalternativas que deben luchar entre s. Los argumentos deben convencera la audiencia. La verdad y la justicia no se imponen, se integran en unproceso de construccin conjunta y consensuada. Por eso es que loslsofos-sabios estn interesados en descubrir verdades inmutables

    y sistemas generales de moral y tica, mientras que los polticosargumentadores intentan resolver problemas concretos aqu y ahora. Losprimeros buscan la paz sobre la base de la verdad que no admite dudas.Los segundos buscan el conicto. S, el conicto. Herclito, un sosta,deca que conicto es justicia. Esto requiere una explicacin.

    La lgica de los lsofos construye un sistema externo, racional y deaplicacin universal. Las diferencias de opinin, vistas como anomalaso errores, se van reduciendo hasta hacerlas desaparecer. La verdad es

    una, universal, inmutable e indiscutible. Se est en lo cierto o se esten el error. No puede haber verdades alternativas. Tampoco puede

    entendimiento para que enfrente concertadamente sus problemas y expectativas. Tambin sealaque a su vez, las diferencias dentro de la comunidad se rearman tambin en cada enfrentamiento,puesto que los contendores se esperan por persuadir al auditorio de sus respectivas posturas, enun combate de sabidura de astucia, de agilidad polmica, de imagen en cada combatiente, pero,nuevamente, todo esto al servicio de la comunidad en cuanto, gracias al combate, se van articulandonuevas maneras de ver las cosas y nuevos caminos posibles de accin colectiva. Valenzuela 2009 (p.28). Valenzuela Cori, Rodrigo. Retrica: Un Ensayo sobre Tres Dimensiones de la Argumentacin.

    Editorial Jurdica de Chile. Santiago, 2009. Valenzuela Cori, Rodrigo. Conicto y Humanidades: Unensayo sobre argumentacin jurdica. Editorial Jurdica de Chile. 2004. Captulos Vida Activa yConictos. Valenzuela Cori, Rodrigo. Los Sueos de la Razn: Un Ensayo sobre InterpretacinJurdica. (1999), RIL Editores, Santiago.

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    aceptarse que cada uno tenga su verdad. Se escriben textos, seestablecen instituciones, se ordenan custodios, voceros y representantes.

    Se vigila y se corrige a quienes estn en el error, llevndolos a la luz dela verdad. La lgica de los sostas es distinta, es la lgica del conicto.En efecto, es la lgica del encuentro productivo y creativo de lasdiferencias, permanentemente. Todos los temas pueden ser discutidos yde hecho se discuten permanentemente. No hay conclusiones generaleso permanentes. Todo puede volver a revisarse y se mantiene mientrasdure el acuerdo y su legitimidad social. Y todos estn invitados a serparte del debate. No hay excluidos. Todos pueden participar. Protgoras,otro sosta, deca que sobre lo justo y lo injusto, lo santo y lo no santo,estoy dispuesto a sostener con toda rmeza que, por naturaleza, no haynada que lo sea esencialmente, sino que es el parecer de la colectividad elque se hace verdadero cuando se formula y todo el tiempo que dura eseparecer.5De esta forma, el conicto no es un problema ni una desgracia,sino que, por el contrario, es la forma en que se pueden construirverdades provisorias sobre las cuales asentar el vivir en sociedadentre distintos. Aquellos que abrazaron esta segunda cultura, en lugarde imponer sus diversas concepciones sobre la base del elemento de

    autoridad, intentaban convencerse entre ellos usando sus habilidadesretricas de argumentacin.

    Y esto ltimo se parece mucho a lo que hacen los abogados ante el juez,esto es, argumentar posiciones en conicto ante una autoridad imparcialque termina convencindose de lo mejor de una argumentacin porsobre la otra y adjudica en forma acorde. Entonces, la pregunta sobrela relacin entre tica y derecho puede ser respondida acudiendo a unau otra forma de entender la justicia y la verdad. Se trata de dos formas

    de ver al hombre y la vida en sociedad. Son dos culturas que se hanexpresado a lo largo de la historia, cada una subrayando sus fortalezas yvirtudes, y minimizando sus debilidades y vacos, con sus propuestas desociedad y con sus promesas de justicia, intentando siempre conquistar la

    5 Protgoras es famoso por su frase el hombre es la medida de todas las cosas, aserto que ha sidointerpretado y entendido de numerosas formas, pero que calza muy bien con la idea que aquse intenta presentar. Protgoras pensaba que las leyes se construyen sobre la base de un pacto,

    de un acuerdo entre distintos y no derivadas de un mandato divino. As, no se trata de verdadesdescubiertas o trasmitidas metafsicamente, sino acuerdos adquiridos a travs de la argumentaciny el consenso. Los nmoi (leyes humanas) permiten vivir en comunidad y nos hacen distintos de lasbestias que viven en un continuo estado de conicto y agresin.

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    mente y el corazn de los hombres. Esto ltimo, por cierto, es una formasosta de actuar. Y por cierto, no es imposible hacer una relectura de

    la tragedia de Eurpides e imaginar a Hcuba, que necesitaba convencera Agamenn, usar los argumentos que us, no tanto porque creyera enellos, sino que porque pensaba que Agamenn s poda creer en ellos.

    [RAL CAMPUSANO DROGUETT.Abogado, Universidad de Chile. Master enDerecho, Universidad de Leiden, PasesBajos. Master of Arts en Estudios sobre laPaz Internacional, Universidad de NotreDame, Estados Unidos. Profesor de DerechoInternacional. Director de Postgrado dela Facultad de Derecho, Universidad delDesarrollo]

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    Nueva arquitectura

    y la tica de la verdad

    scar Mackenney Poblete

    El espacio es activado por la luz, acontece la belleza, asoma lo autntico

    El texto constituye un compendio de reexiones en torno a treselementos fundamentales que, por diversos motivos, no se encuentranplenamente articulados en la arquitectura: luz, belleza y verdad. Estosconceptos son tan potentes en s mismos, que viven de s mismos y paras mismos. En el amanecer del siglo XXI vamos a un nuevo encuentro dela historia. Cmo vamos a actuar los arquitectos? Igual que siempre,como siempre?

    Estas reexiones son la introduccin de una investigacin aplicada alestudio concreto de las formas y maneras de cmo activa y acta la luzen los modelos arquitectnicos. Adems, estas notas estn encauzadas adescubrir y encontrar herramientas contemporneas, certeras y correctaspara trabajar con la luz natural y articial en los nuevos espacioshabitables, a modo de estudios fotogrcos.

    En general, la luz es tratada desconectada y separadamente; lo belloes relativizado y encapsulado; en cuanto a la verdad, es relegada a unsegundo plano. La sostenibilidad de los nuevos espacios arquitectnicosexige la integracin de nuevas variables; de lo contrario, nuestraarquitectura ser sometida a un juicio riguroso por el habitante, o a un

    juicio liviano por un desconocido usuario comunicado en tiempo real,para el cual no estamos correctamente preparados.

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    Si no contamos con un soporte de pensamiento estable, contundente,con posiciones claras, el cuestionamiento social ser implacable. Ya

    estamos viviendo un balbuceante pronunciamiento pblico, y losarquitectos somos los primeros sorprendidos con arquitecturas quedesafortunadamente gritan destempladamente en nuestro territorio.

    Cul es la autntica y esencial arquitectura que requerimos hoy, culser nuestra propia, bella y verdadera arquitectura para los prximos100 aos en nuestros territorios?

    Esta bsqueda, que jams ha estado ausente en la historia del hombre,se ilustra en torno al desafo de la irrupcin y evolucin de la luz natural

    en la arquitectura, ligada por supuesto a un encuentro trascendente.Comprobamos que sin lugar a dudas los espacios son activados por laluz, y hay dos tipos de belleza, una silente y otra sonora; ambas regalaninteriores autnticos.

    1. Arquitecturas adentro, las formas del silencio con la tierra en movimiento

    Tradicionalmente la arquitectura se muestra y ensea primeramente bajoel prisma del volumen arquitectnico exterior, inmvil, un embalaje o

    fuselaje que delimita y cubre el lugar mediante elementos arquitectnicos.Las imgenes epidrmicas son sugerentes y seductoras, las modas y losestereotipos van dictando las formas, con matices, pero sucesivamenterepetidas; adems, pretendemos que idealmente perduren en el tiempo,mantenindose siempre vigente, atractiva, inmortal.

    Lamentablemente para nuestro intelecto, esta es una realidad puntual,todas las obras tienen fecha de vencimiento.

    El segundo aspecto, menos explorado pero indudablemente de mayorproyeccin por los insospechados avances en aspectos tecnolgicossustentables, relacionado con la manifestacin de nuevos espesoresde pensamiento, es el arquitectnico habitable real y concreto, contandopara ello con el detonador fundamental: el hombre. El hombre acta enel espacio, a la sombra y a la luz; se mueve en espacios silenciosos.

    El desafo de la arquitectura es crear, recrear y validar la belleza delespacio, tanto o ms que la belleza del volumen. Es decir, sostener y

    sustentar a un habitante cclico, que posee vida interior, que pasa ysoporta las estaciones, que nace y que muere indefectiblemente. El

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    habitante es nito en un territorio nito. No pretendamos heredarle,entonces, espacios eternos e intilmente inmviles.

    2. Un acercamiento a las arquitecturas apropiadas

    Denir la forma de hacer y ensear arquitectura es temerario y carecede todo sentido si no contamos con una base conceptual slida para ello.

    La exploracin previa de las formas que adquirir la obra requiere dededicacin e investigacin prctica, profunda y sistemtica en referentesindirectos, ms cercanos a lo abstracto, y no slo directos, que invitan ala copia, y por ello resultan reiterativamente inspidos.

    Es sintomtico que en el registro fotogrco de las obras construidas seevita y escamotea al usuario; en cambio, en las imgenes preliminares,dibujadas o digitales, curiosamente siempre ste aparece, annimamente.

    El estudio dedicado a nuevos exteriores e interiores que cobijen y acojan,y no slo a exteriores que impresionen, permite la aparicin indita deobras construibles con armona, justeza, ritmo, proporcin y precisin,logrando la articulacin virtuosa y acompasada de dos componentes:

    La obra desde adentro para afuera y, luego, la misma, desde fuera haciaadentro.

    3. La comprensin de los territorios y los nuevos espacios del siglo XXI

    Intentamos denir, en primer trmino, la arquitectura como elcompromiso con la magnitud y la inmensidad de nuevos territorios.Contamos con una compleja originalidad de paisajes emergentes, tantolongitudinal como transversalmente, y con su evidente fragilidad en

    trminos sustentables. Este territorio es nuestro espacio interior.En segundo trmino, entendemos la enseanza como el desafo de operarlcidamente con una arquitectura que convive permanentemente con elriesgo.

    Los mayores desafos de este aprendizaje se encuentran entonces en lasoportunidades que otorgan las mltiples magnitudes de los extensosterritorios como tambin los lugares ms expuestos y variables, menoscompactos, en constante procesos de cambio, emergentes, como son losbordes cercanos al agua, cordillera, ros, lagunas, mar y hielos.

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    Para conocer esta secuencia de lugares en el espacio, debemos ir concautela, manejando adecuadamente el tiempo.

    4. La condicin de ocio y reposo para explorar el espacio

    Para trabajar en la materia de esta arquitectura sustentable y unhabitante sustentado, proyectamos en relacin a un punto de referenciaen el horizonte, un trayecto de 5 aos (no de dcadas de materiainnecesaria y estudio interminable), que detone y proyecte siempre unaexploracin del estudiante a innitos espacios con cualidades propias,condicionados nicamente por la conciencia de ser y estar en un planeta

    claramente nito, lo cual acota la tarea, dirigida al servicio del hombre,no al del Arquitecto.

    A veces, sencillamente una pregunta est mal formulada. Qu es loque un estudiante universitario debe saber? El listado de lo que debesaber seguramente es enorme, pero pueden convertirse en aplicacionesaisladas, sin orden ni ritmo. La pregunta difcil de responder es qu nodebe dejar de saber un alumno. Para nuestra sorpresa, el sentido comnindica que son pocas las variables fundamentales para potenciar la

    creacin.

    5. Innovacin para revelar y aproximarse a la arquitectura

    El siglo XXI llega resolutivamente con mucha imagen, peropeligrosamente con poco o reducido contenido y sentido de las mismas.

    Entrando directamente en materia, este breve escrito plantea dosdesafos: que un alumno pueda, en primer lugar, entender, a travs de unproceso ordenado y lgico, el espacio y la arquitectura como la aparicin

    de las formas a travs de la irrupcin de la luz en silencio.

    En segundo trmino, y no por ello menos importante, el manejo de lapausa que produce la sombra, hasta llegar a entender la no luz, la tiniebla.

    Inicialmente, el trabajo es ms bien rido, orientado a lo conceptualabstracto e inmaterial, es decir, y por ahora, sin un habitante real, unoimaginario, adquiriendo manejo tridimensional; luego, arremete unsegundo espesor que lo lleva a descubrir, en el proceso (proceso de

    peregrinaje, con tiempo y pausas adecuadas), lo ms bello que existe:crear, comprender y vivir anticipadamente el espacio, con la concienciadel privilegio de observarlo, conocerlo y nalmente entregarlo. En

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    denitiva, descubrir el regalo de la arquitectura, que es una obra de ypara otro.

    Entender los principios bsicos del universo como espacio inmenso, atravs de los ojos propios, realizando, durante algunos aos, acotados ysencillos descubrimientos.

    Explorar y articular la forma en un espacio vivo. Vivir las cualidadesinnegables del territorio, de la ciudad, el campo, el edicio, el pequeotaller. El desafo de una escuela del siglo XXI es anticiparse lcidamentea la realidad, sin precipitarse, y sin dejar los dos pies en el siglo XX,sino que uno de ellos est claramente comprometido y pisando en el

    sorprendente siglo XXI.

    El manejo incorrecto de la palabra descriptiva, sin vocacin dearquitectura, deriva en imgenes frgiles, muchas veces incoherentes;el manejo de los silencios precisos, de pausas adecuadas, posibilitan undilogo virtuoso y profundo.

    6. La observacin, la luz en latitudes similares y espejadas

    El desafo de la arquitectura es conectar, con conceptos y herramientas,todos los elementos en una forma armnica. Existe tambin una realconexin entre la luz, la belleza y nalmente lo autntico, la verdad. Estatrada forma parte fundamental de la arquitectura.

    Hay entonces un motivo para a-sombrarse de esta, nuestra luz;maravillarse en la genial coincidencia de la naturaleza y, as, rescatarla,tal como Gaud en sus obras mediterrneas, y no como cualquier obradel hemisferio norte.

    7. La condicin territorial en longitud: la luz y la no luz

    Para que la belleza del da se evidencie, necesita de un aliado natural: laluz desplegada.

    La noche, para mostrarse, necesita de un elemento articial: la energacontenida, encapsulada.

    Como consecuencia, la arquitectura del hoy contiene un doblecomponente para explorar, se mueve en torno a la iluminacin de losespacios en dos fases:

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    a) La luz reposada del da se expresa, espacialmente, a travs delmovimiento de las sombras habitables. Acoge, cuida, respira.

    Una luz amplia, directa, destellante, resplandeciente, encandila, noacoge ni recoge. Simplemente seca.

    b) En la oscuridad de la noche, la luz en silencio, espacialmente se expresaa travs de la luz habitable. Ilumina, dirige, protege, asegura.La oscuridad alerta, las tinieblas intimidan, y la ausencia de luz paralizaciega e inmoviliza.

    Entonces, en esta perspectiva de la luz en la arquitectura, los estudioscuentan con dos componentes para activar y habitar cada espacio, los

    proyectos recogern otra dimensin del tiempo, en el desafo de articularda y noche en un solo comps: constituir el carcter particular de cadaarquitectura, que se maniesta en el circuito de un da completo, a modosde umbral y frontera de luz, sonido y sintona de luz.

    En denitiva, operar con la luz medible en segundos, minutos, horas,das, semanas, meses y estaciones.

    8. Las piezas en juego, conceptos y herramientas de acercamiento a la verdad

    De la materia pura mencionada en un inicio, pasamos a conceptos quecontienen un ADN abstracto y material, a modo de espritu y cuerpo.

    Un exceso en el lenguaje del cuerpo fatiga la forma; a la inversa, una faltade ello, eclipsa el contenido plstico. El solo espritu del lugar es el datoinicial para que detone el invento en la Arquitectura.

    La propuesta de un conocimiento certero combina factores claves.Al respecto, proponemos, para la enseanza, contar con slo cuatro

    elementos cardinales, herramientas efectivas de trabajo:

    a) La luz, como materia eterna de la expresin de belleza. Una exploracinsostenible.

    b) El espacio, como lugar de lugares innitos. La proyeccin de escalasadecuadas.

    c) El tiempo, como continuidad de movimientos perpetuos. Sistemasantiestticos.

    d) El habitante, como activador presente de proyectos construibles.

    Interaccin orgnica.

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    Para cada uno de estos elementos existen mltiples, quizs innitasmiradas. La principal mirada de estos apuntes gira en torno a una

    visin ms bien antropolgica, para colocar una de esas miradas en loimportante: si el universo es espacio innito, o es creado para un serinnito, no lo sabemos; no as los proyectos, pues la nica certidumbrees que nuestro ocio gira en torno al hombre nito y a una tierra nita.

    9. Una condicin compleja: tocar la puerta de la belleza en la arquitectura

    Un tema delicado lo constituye el concepto relativo a la belleza, pues sies un concepto tan relativo como parece, entonces para la comprensin

    de la arquitectura su explicacin es de una dicultad enorme entre losdocentes, quienes son crpticos en esta materia. Aparecen normalmentesucedneos para el trmino proporcin, justeza, factura, precisin, etc.que confunden al alumno, el cual nalmente no sabe si sus proyectosson, en trminos tambin vagos, buenos o malos.

    El arquitecto necesita para ello transparencia, no tinieblas. Todosrequerimos estos relmpagos que iluminen la mirada, para lograrnalmente una observacin consiente de la belleza.

    Aventurndonos en ello, podemos aproximarnos a algunas de suscaractersticas; he aqu el principio de un proceso en secuencia:

    - El estudio de la arquitectura explora los efectos y vestigios de la luz enproyectos con tiempo irreal. El tiempo real lo dar la materializacinde la obra.

    - Observamos que los efectos de la luz se registran en el espacio. El origende la luz no es lo fundamental, son sus efectos iluminados los que nosmueven, remueven y conmueven.

    - La luz tie, baa, difunde y activa el espacio, nito e innito. La luz re-conoce los tiempos, el espacio recoge el tiempo.

    - En nuestro planeta nito, es luz en condicin de reposo, con unmovimiento preciso y pausado. Con ella acontece el espacio.

    - La expresin instantnea y detenida de la arquitectura son imgenesdel reposo de esta luz, una arquitectura en parntesis temporal.

    - El espacio resplandece y se transgura, cada tiempo cuenta con luzpropia; cada hora del da, en la madrugada, en las maanas, mediodas,

    tardes, noches; cada semana, cada mes, cada ao, cada dcada, cadasiglo.

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    - En la inmensidad del universo, esta luz es la luz en velocidad, por ahorainmanejable para la razn y para la forma arquitectnica. Cmo es la

    Luz eterna en el espacio innito? Un tema pendiente.

    10. Rescate de evidencias, registros de bsquedas, descubrimiento de la verdad

    Si la exploracin del espacio es autntica, queda explcita una rectaintencin; y una recta intencin ciertamente se aproxima a la verdad.

    Cuando estudiantes escamotean el problema de la comprensin espacialy se atrincheran en formas ajenas, los docentes perciben el errorinvoluntario, o el error inducido, retrasando el aprendizaje. Ante la

    brutal tormenta de imgenes debemos estar alertas para no caer en elengao del plagio inmaduro.

    En sntesis, en la constante bsqueda de la luz y de su expresin primerotica, y luego esttica, aproximamos y acercamos los estudios a loautntico de la belleza; luz y sombra, como materia que arroja formaspropias, ciertamente se aproximan a la creacin pura, a una innovaciny posibilidad de desarrollo de una mejor y adecuada resolucin espacial.

    El arquitecto recrea la imagen de la obra construible. Hoy, bajo laluz, son adecuadas las formas actuales, las gimnasias estructurales, losmateriales articiales y la plstica contempornea?

    La buena y bella arquitectura se revela a travs de la sombra de la luz, ode la luz en las sombras, resplandece, transforma y transgura el espacio,y muy seguramente, al hombre.

    11. Primera y ltima condicin de la belleza: misterio de luz

    Inicialmente he indicado que estas notas tienen una visin ms bienantropolgica. Es evidente que al tocar el tema de la luz y la belleza,surgen posturas dismiles, y podemos quedar con una visin parcial,particular o sesgada de las obras; aun as, existen muy buenas obras dearquitectura sin esa visin.

    Esta es, evidentemente, una mirada bajo un prisma distinto. Un segundoespesor de pensamiento constituye la dicultad mayor, y radica enarticular los dos elementos anteriores, agregando un tercero, lo autntico,

    la arquitectura verdadera.

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    Efectivamente existen parmetros de belleza que son diversos para cadaser. Existen posiciones y discursos particulares sobre la esttica que

    maniestan posturas incluso divergentes. El problema no es en esenciamanifestar las diferencias, que son mltiples, sino expresar y dar aentender la consecuencia de la belleza. No es suciente mostrar lo bello;lo difcil en el estudio de las artes es explicar el porqu de la belleza deuna obra.

    Un famoso texto dice de este despliegue que una cosa canta la belleza dela otra, es decir, lo terso del cielo canta lo rugoso de los cielos, la durezade la roca canta la blandura del follaje, la masa de los rboles canta a la

    extensin de los prados.Podemos desprender que para nosotros, como expertos en distintosgrados en espacio(s), un misterio de luz, parcialmente oculto a nuestrosojos, al momento de develarse o revelarse ser mucho ms esplendorosode lo que imaginamos, una forma bella, autntica y verdadera.

    Por lo tanto, el arte, el crear y el construir, al unirse y articularse entre screan un nuevo desafo: construir artsticamente en el territorio, bajo laluz.

    12. Mirada de aproximacin a lo autntico

    Finalmente los dos conceptos, luz y sombra, estn cobijados bajoun mismo elemento, el espacio. En este sentido, la arquitectura y elarquitecto, dan a luz el espacio.

    El espacio recreado es un benecio directo y completo del hombre. Esevidente que en una lectura ms espiritual que corprea o de fenmenos

    meramente fsicos, ambos conceptos, luz y sombra, expresan un misterioque dice relacin con la creacin, en denitiva, n y fundamento denuestros estudios. No podemos, ticamente, eludir el espritu del lugar, lavocacin del territorio y la voluntad de la obra. En este aspecto debemosandar despacio.

    Sir Thomas Browne, ya en el siglo XVII, expres: Lux umbra Dei.Albert Einstein, al inicio del siglo XX, nos indica, o explica que: La luzes la sombra de Dios. Dios no es la luz sino el creador de la sombra que

    llamamos luz.

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    Para cerrar estas notas, sin un afn confesional o religioso, y a la vezabrir una va de dilogo en torno a lo bueno, lo bello, lo perfecto, cito a

    Joseph Ratzinger, quien, dirigindose a los artistas, habla de formar enla admiracin y deseo de la belleza:

    No slo el actual debate cultural y artstico, sino tambin la realidadcotidiana, nos vuelven a proponer un renovado dilogo entre la esttica yla tica, entre la belleza, la bondad y la verdad.

    Efectivamente, en diversos niveles emerge dramticamente laseparacin e incluso la contraposicin entre estas dos dimensiones: lade la bsqueda de la belleza, aunque comprendida reductivamente como

    forma exterior, como experiencia que se ha de perseguir a toda costa,y la de la verdad y la bondad de las acciones que se llevan a cabo pararealizar un n.

    Aqu se hace una invitacin a nuevas manifestaciones de la belleza paraofrecerlas al mundo a travs de la creacin artstica, alertando a nodejarse engaar por una belleza ilusa, supercial y que deslumbra, yaque la verdadera belleza tiene como caracterstica abrir y expandir loshorizontes de la conciencia humana.

    En denitiva, invita a los artistas a atravesar el umbral de la belleza.

    Conclusiones

    La arquitectura es un mudo testigo del intervalo de tiempo entre inicioy n, creacin y destruccin, vida y muerte, hay un antes y un despusdel intervalo donde nos encontramos nosotros hoy? Evidentemente alprincipio, no.

    Aventuro una respuesta: nos acercamos indefectible e ineludiblemente ala luz. Por qu?

    La presin de la materia (lo material) ha conquistado un amplio terrenoen el plano de la arquitectura, tanto as que lo tectnico se llega aconfundir ilusamente con la obra de arquitectura, pasando el material aser, literalmente y en muchas ocasiones, el invitado de piedra.

    No fue as en el principio. La concepcin inmaterial para llegar a la formaes la gnesis y sntesis del proceso y proyecto creativo.

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    La primera frase de la creacin es Hgase la luz, y hubo luz. Atardece yamanece el da primero.

    Sombra, luz, espacio y tiempo, en secuencia.

    Finaliza el Apocalipsis diciendo que la Ciudad eterna, no necesita ni desol ni de luna que la alumbren, en ella no habr noche. Es el da eterno.

    Plena luz, espacio innito, tiempo sin n, en simultneo.

    [SCAR JOS MACKENNEY POBLETE.Arquitecto, Ponticia Universidad Catlicade Chile. Magster en Humanidades yPensamiento Cientco, Universidad delDesarrollo. Vicedecano de la Facultadde Arquitectura y Arte, Universidad delDesarrollo. Docente universitario]

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    El desafo moral del siglo XXI:

    tica y economa

    Renato Espoz Le-Fort

    1. Por qu la conducta humana es regida por la ciencia econmica en nuestrotiempo?

    Para comprender que la ciencia econmica es la tica modernaes necesario considerar la totalidad cultural en la cual se origina.

    Evidentemente no es el capricho o el genio de un hombre. Es muyimportante ubicar la poca y lugar donde se gest. No es un paso msde la disciplina moral utpica e intemporal. Es la reaccin contra latradicin tica de occidente, que parte en Aristteles y contina en lacosmovisin cristiana latina catlica.

    Adam Smith es Profesor de Moral calvinista en la Universidad deGlasgow, en Escocia. Revisando la historia de la moral dice:

    En la losofa moderna (escolstica) esa perfeccin se representa

    generalmente, o en la mayor parte de los casos, como incompatibleen absoluto con la felicidad en la vida presente. El cielo slo sepoda conquistar mediante las penalidades y las morticaciones,por el camino de la austeridad y del renunciamiento del religioso,y no por la conducta liberal, generosa y entusiasta del hombre. Lacasustica y la moral asctica constituyen la parte ms importantede la Filosofa moral en las escuelas. Ello explica por qu la ramams importante, entre todas las que integran la Filosofa seconvirti de esta suerte en la ms corrompida.1

    1 Adam Smith,Riqueza de las Naciones, F.C.E., p. 680.

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    Adam Smith critic desde una perspectiva histrico-religiosa la moraltradicional occidental y fund la moral moderna; especcamente, lamoral como ciencia natural: he aqu la obra de Smith.

    En efecto, la religin se inserta profundamente en el cambio que intentodescribir. El pensamiento cristiano de los primeros aos del siglo XVIfue un fenmeno catlico, y la Ilustracin, la modernidad, un fenmenoprotestante. Durante el siglo XVII, tanto en el terreno econmico comoen el intelectual, los pases protestantes tomaron la posta de manosde los pases europeos catlicos. El mundo nuevo surge esencialmentefuera de la Iglesia romana y de los pases catlicos. Notamos una enormediferencia, no hay posibilidades de escapar al inmenso cambio: es un

    hecho generalizado. Nos centraremos en el cambio moral.La Contrarreforma estableci el terror catlico desde el momento quela Inquisicin conden a Galileo. Sobrevino sobre los cristianos unagran batalla teolgico-losca sobre el conocimiento y la tica; losfundamentos de la losofa, ciencia y tica comenzaron a ser cambiados,cimentndose en la teologa de Calvino, y la catlica fue dejada de ladoen la perspectiva moderna.

    Isaac Newton es uno de los grandes realizadores de este cambio. En

    su sistema fsico-teolgico propone la aplicacin universal del mtodode la fsica experimental, tanto para el mbito natural como el moral.Siguiendo el pensamiento de Calvino acepta que la Divinidad habapredeterminado todos los sucesos por medio de decretos promulgadosdesde la eternidad:

    Ponemos a Dios como seor y gobernador de todo, quien conformea su sabidura desde la misma eternidad, determin lo que haba dehacer, y ahora con su potencia pone por obra lo que determin. De

    lo cual armamos que no solamente el cielo, la tierra y las criaturasinanimadas son gobernadas por su potencia, sino tambin losconsejos y la voluntad de los hombres, de tal manera que vanderechamente a parar al n que l les haba sealado.

    Precisamente, en la ptica propone extender el mtodo de la fsicaexperimental al campo moral. De esta manera, pone al ser humano en elmismo plano que el resto de las creaturas de la creacin gobernadas porla potencia divina.

    No slo la losofa natural se perfeccionar en todas sus partessiguiendo este mtodo, sino que tambin la losofa moral ensanchar

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    sus fronteras. En la medida en que conozcamos por la losofa naturalcul es la primera causa, qu poder tiene sobre nosotros y qu beneciosobtenemos de ella, en esa misma medida se nos aparecer con luz naturalcul es nuestro deber hacia ella, as como hacia nosotros mismos.2

    Por la losofa natural sabemos que somos siervos de un Dios que dominay rige todo. Por revelacin sabemos que debemos dominar y explotarel universo y aliviar la situacin de la humanidad. Por el conocimientologrado en la losofa natural determinaremos cual es nuestro deber aDios, a nosotros mismos.

    El mandato tico supremo es controlar la naturaleza y dejar en plenalibertad a los seres humanos para que obtengan la mxima felicidad. LaIlustracin da un nuevo sentido a la razn: la razn es la facultad paralograr el bienestar y no la verdad. Nuestra conducta est dirigida por elegosmo, existe racionalidad cuando hay un n, un objetivo. Al mismotiempo se disuelve el saber moral del bien y el mal. De ahora en adelante,son temas valricos, o sentimientos morales, nociones tales como placer,dolor, xito. Dichas nociones sern los principios de la moral moderna,cuya bsqueda de la riqueza implica la seal de los elegidos de Dios.

    2. Cules son los logros y problemas del cambio teolgico moral?La ancdota inglesa del prroco del siglo XVIII quien, al leer en losEvangelios Cun difcil ser que los que tengan riquezas entren en elreino de Dios se le oy murmurar entre dientes: Ni qu decir tiene quetodo esto son tonteras, cierta o no, maniesta concretamente el abismoque existe entre el cristianismo tradicional y el amor a las riquezas. Elcalvinismo anglosajn idealiz la vida del mercader, otorgndole unaaureola de santidad a la conveniencia econmica y ofreci un credoreligioso-moral que uni los bienes materiales a la vida del buen cristiano.

    Es la habilitacin teolgica de la vida material, en ruptura con la antiguatradicin de oposicin entre espritu y materia.

    Termina la moral que exalta la pobreza, por considerarla daina para elhombre concreto, y comienza la moral del consumo. El consumismo no esel mal, sino el no tener nada que consumir. En cuanto a la pobreza,no veen los que caen a orillas del camino la desgracia digna de compasin yayuda, sino un fracaso moral que debe ser condenado, y en las riquezasve las bendiciones que premian el triunfo de la energa y la voluntad

    2 Isaac Newton, Optica, Ediciones Alfaguara, Madrid, 1977, p. 350.

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    El puritanismo produce la transmutacin de los valores cristianos. Lascualidades que haban sido consideradas vicios sociales en la pocaanterior, se transforman en virtudes econmicas y se imponen tambin enforma de virtudes morales. El mundo existe para ser conquistado y slo susconquistadores merecen el nombre de cristianos. Al ganar el mundo, gananla salvacin eterna. El xito en los negocios es en s casi una demostracinde la eleccin de Dios. El nuevo credo transforma la adquisicin de riquezade un miserable esfuerzo que pona en peligro el destino eterno del alma,en un deber moral. No era necesario arrojar la religin de la vida prctica,ya que la propia religin fundamentaba la empresa econmica.

    La riqueza es el poder de satisfacer el hambre, miseria, raquitismo,

    analfabetismo, y los efectos morales concomitantes: rencor, amargura, apata,analfabetismo, indiferencia tica. La opcin por la riqueza y por el consumogeneral representa la gran revolucin de las masas de Occidente; el derechouniversal al consumo es uno de los grandes logros de la modernidad.

    Por otra parte, los mercaderes de parias se transforman en el eje de lasociedad; la usura, declarada ilcita, pasa a ser el motor de los negocios yel fundamento del sistema nanciero; el trabajo como castigo y en vistade lo necesario, pasa a ocupar un lugar central en la actividad social y es

    el signo de los benditos de Dios .Como todo lo que es humano, esta moral tiene peligros si no estdebidamente orientada a realizar seres humanos superiores. Todo estecambio de perspectiva puede llevarnos a una perversin de la humanidad,a una desigualdad entre los seres humanos inaceptable, a un desarrollodel sistema nanciero descontrolado. El consumo debe ser racional paraproteger el planeta, los recursos naturales; un consumo desenfrenadopuede llevarnos a una catstrofe medio ambiental.

    Es claro que falta a la educacin moderna un humanismo y se deberaaprovechar los medios tecnolgicos como T.V., comunicaciones,internet, y el posible tiempo libre de los seres humanos para provocar undesarrollo humano superior hasta ahora desconocido.

    3. Qu propone Adam Smith realmente en la moral moderna natural?

    Adam Smith comienza su libro promoviendo la riqueza, identicndolacon la felicidad y bienestar humano, el cual es el resultado de una actividadhumana, el trabajo. Para el conocer, la felicidad implica medir, y con ello

    terminan las discusiones sobre lo que sea loscamente la felicidad. Esun nmero, medida, el P.G.B.

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    El trabajo anual de cada nacin es el fondo que en principio la provee detodas las cosas necesarias y convenientes para la vida y que anualmenteconsume el pas.

    Conere as a la labor humana una dignidad y un valor espiritual queno haba tenido nunca antes, es la fuente de todas las cosas necesariasy convenientes para la vida, lo que el ser humano consume para vivirse reduce a esta dimensin material-espiritual o, puede imaginarse algoms importante del n que provee de todo lo necesario, conveniente ygrato para la vida? As entendido, es necesario desarrollarlo a nivelnacional para ser una nacin civilizada y emprendedora.

    Esta sociedad tiene su racionalidad propia en torno a un n ltimo, quees desde entonces la riqueza, porque creen, desde Smith en adelante, queequivale a aumentar el bienestar general y, por lo tanto, a conquistar lafelicidad.

    La bsqueda de riqueza es la actividad ms universal y ms meritoria delos humanos. Bentham, el continuador inmediato de Smith, lo exponecon toda claridad:

    En el caso de esta rama del arte (moral-economa), el objetivo o

    n que se procura es el de producir el mximo de felicidad hastadonde sea promovido el otro n ms general, por la produccin delmximo de riqueza y el mximo de poblacin.3

    Para lograr la felicidad, preocupacin central de la moral, los humanosque tienen limitada su razn, y perdido el libre arbitrio, deben buscar lariqueza y por ello deben proponer una moral adecuada a estas condiciones.

    4. Cmo aumentamos la riqueza para aumentar la felicidad?

    Smith propone, siguiendo la fsica, una serie causal. La causa inmediataes la divisin del trabajo, a mayor divisin del trabajo ms riquezas. Estadivisin no es causada por la sabidura humana, sino por la propensinnatural del ser humano a cambiar, a negociar una cosa por otra. Esa es lacausa originaria del aumento de bienestar y esta propensin a negociarconstituye la diferencia especca con el resto de los animales. Mientrasms se ampla su ejercicio mayor bienestar tendremos, lo cual implicaque debemos convertir el mundo en un mercado. Crecer al innito en

    3 Cf. Jeremy Bentham,Escritos econmicos, F.C.E., Mxico, 1965, p. 265.

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    un planeta nito, transformar la concupiscencia humana en necesidades,son cuestiones preocupantes para el mundo presente.

    Para Smith, la distribucin no constituy problema. Existe un ordennatural de distribucin. Las acciones del ser humano se maniestanen nmeros-medidas, los precios. Todos los precios estn compuestosde tres partes: los benecios, parte que va a los capitalistas; renta, lade los terratenientes; y, por ltimo, salarios, la de los trabajadores.Como es el orden natural tenemos que buscar la ley natural que rige elmovimiento de los precios en torno a un referente, el precio natural quelos hace gravitar hacia l, que establece el equilibrio y ajuste del sistema,el mercado autorregulado. La ley natural es la ley de oferta y demanda

    que regula los precios, la distribucin y la asignacin de recursos. Nopodemos mejorarla porque es el mejor mundo posible. La realidad exigeestablecer la distribucin como problema humano y que no existe eseorden natural con una ley necesaria e inevitable. Est en nuestras manoshacer una distribucin ms justa en vistas de toda la humanidad.

    5. Cul es el problema moral del siglo XXI?

    En la lucha para establecer la responsabilidad humana y tratar como

    problemas humanos la felicidad, la distribucin de la riqueza, elcrecimiento del PGB al innito en un planeta nito, el consumo racional yel respeto por el planeta Tierra, nos encontramos con graves dicultades.Deberamos tener la energa suciente y el conocimiento completopara ampliar las predilecciones de la modernidad y las doctrinas quenegaron la responsabilidad humana en la construccin de las sociedadesy la historia humana. Algunas de esas predilecciones son proposicionesde orden teolgico y normativo. Es un problema determinar lo que esverdad y til en los enfoques tericos de la modernidad y dejar lo que es

    impedimento y lastre.Kant en Idea de una historia Universal Cosmopolita dice:

    Cualquiera sea el concepto que, en un plano metafsico, tengamosde la libertad de la voluntad, sus manifestaciones fenomnicas, lasacciones humanas, se hallan determinadas, lo mismo que los demsfenmenos naturales, por las leyes generales de la Naturaleza.

    Marx en la Introduccin al Capitalarma:

    Nos interesan ms bien estas leyes de por s, estas tendencias,que actan y se imponen con frrea necesidad. Los pases

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    industrialmente ms desarrollados no hacen ms que poner delantede los pases menos progresivos el espejo de su propio porvenir.

    Quin como yo concibe el desarrollo de la formacin econmica de lasociedad como un proceso histrico-natural, no puede hacer al individuoresponsable de la existencia de relaciones de que l es socialmentecriatura, aunque subjetivamente se considere muy por encima de ellas.

    Admitimos con Newton, Smith, Bentham, Kant, Marx una indefectiblesecuencia causal de todos los acontecimientos como la base sobre lacual se regula nuestra conducta en la vida o aceptamos que tenemosnuestra ms directa e ntima fuente de conocimiento, que es la

    conciencia, la cual nos dice que nuestros pensamientos y voliciones noestn sometidos a ese orden causal? Aqu reside el gran problemamoral para el siglo XXI.

    Poseemos del hombre un saber en cuanto pertenece a la naturaleza y ala historia. Pero el hombre puede tener conciencia de s mismo antesde cualquier experiencia de la naturaleza, volviendo a la fuente originalde donde proviene. De esta manera, est seguro de no ser simplementeun producto de la naturaleza y de la historia. El hombre es algo msde lo que puede saber de s mismo. Si veo al hombre en su libertad, se

    impone a mi consideracin la dignidad moral. El ser humano no puedeprescindir del hecho de que algo depende de s mismo, de que mediantesus decisiones decide su propio ser, su historia, cuestin que ningnmtodo cientco puede alcanzar.

    De aqu se desprende elporvenir del hombre.El hombre siempre puedems y algo distinto de lo que se hubiera esperado de l. El hombre esinacabado e inacabableyest siempre abierto al porvenir. Por esto haydos maneras de pensar en el porvenir del hombre. Puedo concebirlo

    como un proceso natural, y puedo buscar sus leyes causales. Tambinpuedo imaginar las situaciones que van a desarrollarse de lo que hade ser cumplido y vivido en libertad, pues cada una de sus decisioneslibres tienen un alcance ilimitado. En el primer caso, me someto auna necesidad contra la cual no puedo nada. En el segundo, busco lafuente original que se halla en el fondo de la libertad humana. Hago unllamamiento a la voluntad.

    La voz interna de la conciencia nos afirma que en un momento dadosomos capaces de elegir entre sta o aquella alternativa. Y el corolarioes que el ser humano debe ser considerado generalmente responsable

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    de sus propias acciones. Sobre esta armacin se basa la dignidad ticade los hombres.

    Cmo podemos conciliar esa dignidad con el principio de la causalidad?Cada uno de nosotros es una parte integral del mundo en que vivimos.Si cualquier otro acontecimiento del universo es un eslabn en la cadenacausal que nosotros llamamos el orden de la naturaleza, hasta qu puntoel acto de la volicin humana puede ser considerado como independientede ese orden? El principio de causalidad es universalmente aplicable o nolo es: de no serlo, dnde debemos trazar la lnea divisoria y por qu unaparte de la creacin est sometida a una ley que por su naturaleza pareceuniversal, mientras que otra parte queda exceptuada de ella? Podemos

    pensar que todo lo que existe est sometido a leyes naturales, que lo quevive est sometido a la subsistencia y procreacin, y lo que existe, vive ypiensa, es libre y es indeterminado.

    Ningn crtico ha tenido xito si ignora lo que est criticando. Aqu nohay ciencia infusa o azar para buscar nuevos caminos, slo el caminoriguroso del estudioso comprometido con su tiempo, cultura y problemas,para pensar y comprender la realidad con el propsito de establecer unproyecto por el bien comn que sea reejo de los afanes y dolores de las

    grandes mayoras.Por lo general, todos aquellos que no quieren un cambio, en este caso,que la responsabilidad humana no sea asumida y practicada realmente,ignoran las condiciones histricas y culturales que impiden su presenciaen la historia humana. La ignorancia rara vez es fortuita; por el contrario,es altamente oportunista.

    Hoy el problema se plantea de esta manera: debemos ver en la edadde la economa y tcnica una fatalidad, pero al mismo tiempo una

    oportunidad de realizar una nueva ascensin de la humanidad? Parececonveniente asumir la realidad que la historia ha producido junto conlas posibilidades que esa realidad implica. Actualmente el destino delhombre se juega en el mundo de la economa - tcnica, y stas puedenservir para su salvacin o para su perdicin; porque la suerte todavano se ha jugado. Se trata, desde luego, de comprender ese destino y dehacer de l una tarea. Desear un humanismo futuro es, en consecuencia,consentir en pensar sin n para asimilar y aduearse de la economa-tcnica; se trata, pues, de un campo ilimitado abierto al esfuerzo humano.

    Debemos preguntarnos qu debe hacerse para que el carcterirremplazable de cada ser humano se arme de nuevo y, a pesar de todo,

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    con todas sus exigencias, y para que el hombre vuelva a ser l mismo enlugar de girar nicamente en los engranajes de las funciones.

    No podra esbozarse rpidamente una nueva base doctrinal comn. Debedesenvolverse naturalmente a partir de lo que ven, piensan y dicen loscontemporneos. Ah reside precisamente lo emocionante que se ve enla situacin actual: nadie podra formular esa doctrina futura pero se lasiente aorar al travs de los reclamos e indignacin contempornea. Porello, el Instituto de Humanidades de la universidad es fundamental paracompletar, y dar una formacin integral, a los profesionales que forma,para que ellos tengan la capacidad de ayudar en la formulacin de lanueva base doctrinal.

    Y las exigencias de las masas sern en el porvenir ms legtimas que hoy.Ninguna realidad espiritual durar si no est apoyada por la masa. Unhumanismo vlido sera en principio un humanismo para todos. Perosu realizacin ser tanto ms verdadera cunto ms altos sean llevadoslos seres humanos, cuyas visiones, cuyos pensamientos, determinarnnuevas normas para esclarecer la felicidad, una distribucin justa yhumanitaria, un consumo racional, cuidado de las relaciones con lanaturaleza. Pero en el seno de las masas sern las personas quienes

    dirigirn el humanismo futuro y lo harn accesible a todos los individuos.Porque cada humano es un alma y no un tomo; es l mismo, y solamente,como tal, un miembro humanamente poderoso de la comunidad.

    [RENATO ESPOZ LE FORT. Licenciadoen Ciencias Econmicas y en Filosofa,Universidad de Chile. Coordinador del reade Humanidades de la Facultad de CienciasFsicas y Matemticas de la Universidadde Chile. Autor de varios libros. Profesor

    visitante en la Universidad del Desarrollo]

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    Confucio/Ezra Pound:

    el gran compendio (fragmento)

    Traduccin: Armando Roa Vial

    Las cosas tienen ramas y races; los actos tienen alcances y principios.Saber qu est primero y qu est despus es casi tan fundamental comotener cabeza y pies.

    La epstemologa de Mencio parte de este verso.

    Los hombres de los tiempos antiguos buscaron poner en claro y difundira travs del imperio la luz que procede de mirar cara a cara el coraznpara luego ponerla en accin. Primero forjaron gobiernos justos en suspropios estados; buscando gobiernos justos en sus propios estados,establecieron previamente orden en sus propias familias; queriendoorden en sus hogares, empezaron por disciplinarse a s mismos; deseandodisciplinarse a s mismos, recticaron sus corazones; anhelandorecticar sus corazones indagaron deniciones verbales precisas para

    sus pensamientos inarticulados (los tonos emanados del corazn); yansiando deniciones verbales precisas, extendieron sus conocimientosal mximo. Esta nalidad del conocimiento se basa en ordenar las cosasen categoras orgnicas.

    Cuando las cosas fueron clasicadas en categoras orgnicas, elconocimiento se desplaz hacia su culminacin; al establecerseel sentido de lo conocible, los pensamientos inarticulados fuerondenidos con precisin (un rayo de sol entrando al sitio verbalmente

    exacto). Habiendo alcanzado precisas deniciones verbales (aliter, estasinceridad) estabilizaron sus corazones y se disciplinaron a s mismos;habindose disciplinados a s mismos pusieron orden en sus hogares;

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    habiendo puesto orden en sus hogares brindaron buen gobierno a suspropios estados; y cuando sus estados estuvieron bien gobernados, el

    imperio alcanz el equilibrio.Desde el Emperador, hijo del Cielo, hasta el hombre comn y corriente,individualmente considerados o en su conjunto, esta auto disciplina es laraz.

    Si la raz se confunde, nada ser bien gobernado. No puede barrerse loslido con trivialidades ni puede la escoria reclamar rmeza. Es que asno sucede.

    No confundas el acantilado con la cinaga ni con las zarzas traicioneras.

    [ARMANDO ROA VIAL. Abogado,Universidad Diego Portales. Director delInstituto de Humanidades, Universidaddel Desarrollo. Poeta, escritor, traductor ydocente universitario]

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    II. Perspectivas: el caminohacia el asombro

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    Justicia y vanidad en El Quijote

    Nicols Salerno Fernndez

    Las palabras, con el mal uso, van perdiendo su fuerza; eso es un hecho.Que vacas suenan hoy en da palabras como justicia, sobre todocuando salen de la boca de algn energmeno vociferante que cree en lamayora de los derechos exentos de deberes. La justicia es un conceptoabstracto, que ha quitado el sueo a muchos escritores a travs de lahistoria y que ha hecho que sean muchos ms aquellos que la pierdanal exigirla que quienes la ganen. Cervantes fue uno de esos tantos: como

    todo gran escritor, se ocup largamente de esta idea en su obra; comoser humano que paso con ms pena que gloria por este mundo, tambintuvo problemas con ella.

    Durante su atribulada existencia sufri el cautiverio dos veces, unacomo prisionero de guerra en Argel, la otra maldicin de humanistaproducto de unas cuentas mal sacadas mientras se desempeaba comorecaudador de cereales en su pas. Sus cautiverios lo marcaron a fondo,algo que se nota en su obra: su reexin en torno a la aplicacin de lajusticia y sus efectos, as como sus cavilaciones en torno a la naturalezade la libertad, son hondas, tanto que de no haberlas puesto en la boca deun anciano loco que crea ser uno ms de la mesa redonda, bien podranhaberle costado la horca.

    Hoy, quiero referirme slo a un episodio del captulo IV de la primeraparte.

    Este ocurre luego de que Don Quijote es graciosamente armado caballero

    en la venta. Ufano, sale a campear por la oresta cuando de repente oyelos gritos de un nio: se trata de Andrs, un mozo pastor de ovejas que esazotado por su amo, el rico Juan Haldudo; la razn: todos los das perda

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    una oveja y su amo, harto de sus negligencias, lo castigaba. Don Quijoteve en esta situacin un abuso que l, como garante de la justicia, debe

    remediar. Invita a Haldudo a tomar su lanza y combatir contra unode su tamao, a lo que el labrador responde explicndole la situacin;incluso, le advierte que Andrs le dir que l Haldudo lo azota paraevitar pagarle su salario. Don Quijote no escucha, no entra en razn, puessimplemente no le interesa, no se ha detenido a ayudar a un ser humanocado en desgracia, lo ha hecho para probarse a s mismo, para cumplircon lo que, segn su fantasa personal, constituye su rol en el mundo.

    Movido por la vanidad, la justicia no es para el hidalgo manchego un n

    sino un medio a travs del cual graduarse de caballero y, de paso, obtenerel reconocimiento y respeto de los otros. As, por ejemplo, la desgraciadel mozo Andrs, brutalmente azotado, no representa para Don Quijotesino una oportunidad:

    Gracias doy al cielo por la merced que se me hace, pues tan presto mepone ocasiones delante donde yo pueda cumplir con lo que debo a miprofesin, y donde pueda coger el fruto de mis buenos deseos. Estasvoces, sin duda, son de un menesteroso o menesterosa, que ha menester

    mi favor y ayudaSi las acciones del Quijote nacen de la vanidad: est capacitado parahacer justicia? La respuesta parece ser no, y de hecho, no la habr. Enprimera instancia, Haldudo deja de azotar a Andrs y Don Quijote lepide que le pague todo cuanto le adeuda; el rico labrador dice que no traedinero consigo, pero que le jura por todas las rdenes de caballera,que si el mozo lo acompaa a su casa, le pagar aquello que le adeuda.Andrs, que est cuerdo, duda de la palabra de su amo, no as Don

    Quijote, quien asegura al mozo que Haldudo, por habrselo jurado a l,cumplir con la palabra empeada. As es como Don Quijote se retirade la escena, saciado de una justicia que ha nacido de su entendimiento.Perdnenme, desocupado lector, la brutalidad que voy a decir, pero leereste pasaje me trajo a la memoria uno de esos espantosos programas detelevisin, en los cuales astutos reporteros denuncian los abusos depoder de alcaldes, intendentes y autoridades varias en vivo y en directo,denuncias que siempre terminan con el acusado haciendo un lastimero

    mea culpa frente a las cmaras, jurando y rejurando inocencia, quepondr n al agelo que afecta a su comunidad a la brevedad posible, y

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    que l se encargar de llamar a las mismas cmaras de T.V. que ahora loenjuician para demostrar cmo cumple su palabra empeada.

    Cuando pens en aquella bestialidad comparar la magna creacincervantina con Laura en Amricao Caso cerradoentend lo peligrosoque resulta ser un desocupado lector como nos llama el maestro deAlcal de Henares, o un desocupado espectador, quien puede sucumbirfcilmente a los encantos de la ccin, una ccin que no slo nossaca de la realidad, sino que, incluso, puede llevarnos a ver y entenderla realidad desde sta y a creer, como Don Quijote, en cosas como lapalabra empeada.

    Como desocupados espectadores presenciamos la espectacularizacinde la tragedia humana con la misma actitud con la que vemos una pelculasobre adolescentes norteamericanos, y cuando omos las promesas delos culpables frente a las cmaras, creemos en ellas, con la mismaingenuidad que Don Quijote profesa ante la palabra de Juan Haldudo,pero, an ms ingenuos, creemos que tras el micrfono y la camaritainquisidora existe un propsito ms elevado que el rating: ayudar ala gente Quin nos asegura que, una vez que se apagan los focos y el

    equipo de prensa se retira las cosas van a cambiar? Me pregunto ahora,pensando en el episodio cervantino: puede haber justicia si tras elactuar de estos periodistas y animadores no hay ms que vanidad, queen televisin se materializa a travs del rating? No, y en la mayora delos casos, no la hay; lo ms probable es que el denunciado haga lo mismoque Haldudo hace con Andrs una vez que Don Quijote se va: lo castiguede manera an ms severa, por haber tenido la osada de exigir justicia.

    Nos remos de este episodio cervantino, como de tantos; sin embargo,

    tras l subyace una verdad tan amarga que cuesta decirla: la palabraempeada ya no tiene ningn valor, la honra de las personas no esgaranta ni argumento de nada. Ante esta realidad: de qu sirvenlas buenas intenciones de Don Quijote, o las efmeras imgenes dedolor que captan las cmaras y que consumimos pasivamente en latranquilidad de nuestras casas?

    Cervantes, que conoci y medit en torno a los avatares de la justicia,la caricaturiza constantemente en su obra a travs de la gura de Don

    Quijote, quien se presenta a s mismo como un adalid de sta, pero que,en realidad, est ms preocupado de lucirse que de ser justo. La gran

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    crtica que plantea Cervantes en este pasaje del captulo IV es que lajusticia debe surgir de un deseo genuino por reparar el dao hecho; en

    otras palabras, debe estar centrada en la reparacin de las vctimas y notanto en el escarnecimiento de los victimarios, pues esto en nada ayuda aquien ha sido menoscabado por algn delito. Detrs del castigo ejemplar,de la reprimenda, encontramos, por lo general, un afn desmedido delucimiento por parte del sujeto encargado de impartirla Don Quijote, eneste caso, quin se sita a s mismo como el protagonista de un procesoen el cual debe ser slo un instrumento. La crtica que hace Cervantesen este pasaje es mayscula y, como en las grandes obras de arte, no semaniesta a travs del planteamiento de certezas; en el fondo de la granobra cervantina subyacen, nada ms y nada menos, que las preguntasadecuadas: cul es realmente el objetivo de la justicia?, puede haberjusticia si lo que la impulsa no es ms que vanidad?

    [NICOLS SALERNO FERNNDEZ.Licenciado en Literatura, Universidadde Chile. Doctor en Literatura, PonticiaUniversidad Catlica de Chile. DocenteFacultad de Educacin y del Instituto deHumanidades, Universidad del Desarrollo]

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    Consideraciones a propsito

    de un debate constitucional

    Erwin Robertson

    Entre los temas del debate pblico en Chile sobresale en el ltimotiempo, de modo destacado, el tema constitucional. Puede parecerextrao: normalmente un tema se dira tan tcnico no guraentre las preocupaciones inmediatas de los ciudadanos. Debera unoretrotraerse a los primeros tiempos de la organizacin republicana de lanacin para encontrar semejante afn legalista y normativista: entonces

    se lleg a pensar herencia seguramente de la Ilustracin y la RevolucinFrancesa que leyes sabias por ejemplo, estableciendo el rgimenfederal-, por su sola virtud, haran feliz a un pueblo.

    De modo ms especco, la gran propuesta ha sido la asambleaconstituyente, con el atractivo incluso de lo prohibido.Halaga ella a losprincipistas (hgase la justicia o, en este caso: la constitucin msdemocrtica por el medio ms democrtico y perezca el mundo) ya una opinin sensibilizada en esa direccin: la televisin, el twitter yotros medios han favorecido la impresin de que todos pueden opinar

    de todo, y movilizaciones sociales varias han convencido a muchos deque se puede demandar lo que se quiera, sin demasiada consideracina los derechos de otros ni a la racionalidad (para no decir la ley oconveniencias superiores). As se piensa-, una asamblea de ese tipo esla oportunidad de cambiar algo, no se sabe bien qu.

    Suponiendo aprobada la idea, la acariciada asamblea habr de generarseex novo. No se va a topar entonces en detalles; el nuevo cuerpo poltico seelegira con el sistema de voto que asegurase la ms amplia representacin

    y, si los actuales senadores y diputados no alcanzan a ocupar en conjuntodoscientas butacas, tratndose de constituyentes bien se podra doblar(o ms) su nmero. Como, por otra parte, la existencia paralela (en el

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    perodo constituyente) de un congreso que se limitara a legislar y de unaasamblea encargada de constituirnos sera una duplicidad posiblementeconictiva y, adems, poco lgica (porque la composicin y funciones detal congreso sera uno de los puntos de discusin), convendra sacricaral primero en benecio de la segunda. Por mor de la transparencia y de laigualdad de oportunidades; y con el precedente de la Asamblea Nacionalde la Revolucin Francesa, que excluy a sus propios miembros de laeleccin para la Asamblea Legislativa que la suceda (1791), nadie podraobjetar si a los congresales en presente ejercicio se les vedara el postulara la Constituyente criolla, de modo que a sta se viera llegar slo gurasnoveles e impolutas.

    Aun cuando se topara posiblemente con que lo que muchos hoycuestionan es la nocin misma de representacin (en sentido jurdico-constitucional, como representacin de la Nacin soberana que no puedeejercer por s misma sus poderes; de modo que los representantes, queactan segn su leal saber y entender, obligan a los representados).En esta tesitura, habra quienes desearan expedientes ms directos yespontneos de participacin, de base, como asambleas estudiantileso manifestaciones en las calles. La amante asamblea constituyentepodra ser impugnada, a cada instante, por quienes no se sintieran

    sucientemente representados o quisieran reivindicar su fraccin desoberana ocasionalmente delegada.

    Sin contar con que, cuando alguien se ve en la halagea posibilidadde rehacer todo desde cero, la garrulera y la infatuacin suelen hacerestragos. De la madre de las constituyentes, la Asamblea Nacionalde la Francia revolucionaria, dijo Edmund Burke: No se hallaba (enella) ninguno que tuviese ninguna experiencia prctica del Estado. Losmejores eran nicamente teorizadores Y: Quin poda dudar de

    que a cualquier costo para el Estado, del cual no entendan nada, debanperseguir sus intereses privados, que ellos entendan muy bien? ()Deban sumarse a cualquier proyecto que les procurase una constitucinlitigiosa (Burke,Reexiones sobre la Revolucin Francesa).

    Las objeciones que se han adelantado a la constituyente sugerenciahan sido ms bien de circunstancia: es un procedimiento propio deregmenes populistas y autoritarios, se ha dicho. Es justo al revs: lasasambleas constituyentes han sido las favoritas de coyunturas en que elhiperdemocratismo domina los espritus y en las que reinan los partidos.Slo que las constituciones generadas por aqullas no han solido serexitosas: aqullas salidas de las asambleas de la Revolucin francesa,

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    deslizndose por la pendiente del Terror y la guerra civil y extranjera; o,tambin en Francia, la de 1946 (la IV Repblica), que muri en la faltade gobierno y con la apelacin popular y militar a Charles de Gaulle. Delos casos recientes que se ha solido aducir (los de Venezuela, Ecuador yBolivia), es seguramente prematuro an un juicio; pero no enteramentese ajustan a este modelo.

    Las constituciones que se revelan exitosas o, por lo menos, estableshan solido generarse, por el contrario, en un procedimiento decisionista.En la medida en que no son slo de papel, y que son realmente nuevas,no nacen por lo general de acuerdo a lo previsto en la constitucinanterior; de por medio suele haber revoluciones o golpes de estado,

    guerras civiles o invasiones extranjeras. La constitucin francesa de 1958naci de los plenos poderes otorgados a De Gaulle por una languidecienteasamblea nacional oportunamente fue plebiscitada. En la coyunturachilena de 1925, es ms que dudoso que la legalidad estuviera del ladode Alessandri: el presidente opt por convocar a un plebiscito, en lugarde una asamblea constituyente como gran parte de la opinin pblicaparece haber deseado-, en ausencia de parlamento (que se encontrabadisuelto, ntese) y con un ruido de sables no acallado. Obsrvesetambin que Alessandri enfrent a la casi totalidad de la clase poltica, que

    prefera mantener el rgimen parlamentario: conservadores clericales,radicales comefrailes y revolucionarios comunistas, [estuvieron] todosunidos para atajar [la nueva constitucin] y salvar el parlamentarismo,comentaba el historiador Gonzalo Vial. Sin embargo, por encima de lospartidismos, Alessandri actu como un hombre de Estado decisionista,poniendo las bases del Estado nacional, en la forma y en la medida enque existi en el siglo XX.

    No se trata, por cierto, de defender una determinada constitucin como el

    summum bonumpoltico. Se est aqu lejos del fetichismo documentaly se estima que un Estado est constituido por el hecho de existir, conindependencia de cualquier documento que pueda certicarlo. Todoconsiderado sin embargo, una constitucin estable con tal que noentrabe demasiado ni la accin de los rganos de gobierno ni la libertadde los ciudadanos parece preferible a una constitucin ideal que no seha probado y est siempre por experimentarse.

    La constitucin de 1925 funcion, es decir, presidi un orden polticoaceptable durante casi medio siglo. Diferentes gobernantes, CarlosIbez como Frei Montalva, tuvieron, con todo, dicultades con lospartidos incluso con suspartidos de gobierno-;y tanto Jorge Alessandri

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    como Frei opinaron en favor del reforzamiento del rgimen presidencial.La constitucin de 1980, probablemente la ms modicada de la historiapoltica chilena en el corto lapso de su vigencia, no ha logrado por lovisto generar un consenso en torno a su legitimidad.

    El problema sera que, entrando en fase constituyente, todo podraser puesto en cuestin. Los proyectos ms dismiles no faltan: Estadoplurinacional, por ejemplo. Bolvar, escarmentado por la anarqua enque naufrag la primera repblica venezolana, hablaba de las repblicasareas imaginadas por visionarios que procuraban lograr la perfeccinpoltica del linaje humano. En determinadas coyunturas, esas repblicaareas parecern a muchos al alcance de la mano.

    Pero el problema de fondo no es constitucional. A una fase prolongadade antiestatismo, viene a suceder otra, en la que algunos reclamanms Estado. Puede estar ello justicado, mas quienes as opinan nopiensan necesariamente en la sociedad de toda ciencia, de toda arte,sociedad entre los que estn vivos, los muertos y los que nacern, quees como Burke dena al Estado. Ms bien hay una hostilidad radical alEstado, que hermana a los neoliberales de derecha con los libertarios deizquierda. Ellos querran, con Engels, reducir el gobierno de los hombres

    a la administracin de las cosas.Y todava ms: en la crisis de 1970-73 exista todava un fondo decreencias mnimas, de usos y valores compartidos, no obstante eldesgarramiento poltico. Ese fondo comn, ese capital social, sehaya hoy dilapidado, y no es nada evidente que interprete a todoshoy la sentencia citada de Burke o el canto espartano, expresin de lacontinuidad de las generaciones, que Renan recordaba cuando denauna nacin (Qu es una nacin?): Nosotros somos los que vosotrosfuisteis; nosotros seremos lo que vosotros sois.

    Antes que plantearse el problema constitucional, parece necesarioresponder a ello.

    [ERWIN ROBERTSON. Estudios de Derechoy de Historia en la Universidad de Chile.Especialista en Grecia y Roma clsicas,historiografa e ideas polticas de la Antigedad.Docente en la Universidad Metropolitana de

    Ciencias de la Educacin, Santiago. Director yfundador de Ciudad de los Csares, Revista dePoltica y Cultura Alternativas (1988)]

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    El cojo Robles

    y el primer himno nacional

    Vlker Gutirrez Aravena

    Cuando Benjamn Vicua Mackenna ociaba de Intendente de la capital(1872-1875), entre otras labores acometi la de realzar la gura de algunosprceres cuya memoria se estaba dispersando en el tiempo. Por ejemplo,en 1873, promovi el homenaje pblico y ciudadano a los escritores dela Independencia, a travs de un monumento dispuesto en la Alameda

    de las Delicias (escultura que por cierto ya no se encuentra ah, sino enel parque Forestal). Pensaba Vicua Mackenna que estos intelectualesno podan merecer menos tributo que OHiggins, Rodrguez, San Martno los hermanos Carrera. As, el 4 de mayo de ese ao se inaugur unaplazoleta en la principal avenida santiaguina, frente a la actual calleBrasil, junto a un obelisco de casi siete metros de alto que en sus cuatrocostados contena medallones de bronce, confeccionados por el escultorNicanor Plaza, con los rostros de Manuel de Salas, Jos Miguel Infante,Camilo Henrquez y Manuel Jos Gandarillas.

    La esta cvica de ese domingo 4 de mayo nos fue relatada en coloridacrnica por don Gaspar Toro, quien seal en parte que: El hermosopaseo de las Delicias, en una extensin considerable, estaba adornadocon vistosos gallardetes i banderas. La concurrencia principi a llegardesde la una de la tarde i entre ella se vea desde la ms elegante damahasta el ms humilde obrero.... Ms adelante, el texto de Toro precisaque A las tres de la tarde en punto, llegaron las bandas de msica,dirigidas por el seor Quintavala. En seguida se procedi a descubrirel monumento. Don Ramn Barros Luco quit el velo que ocultaba elobelisco de mrmol () A continuacin tocaron las bandas de msica elhimno nacional de Robles.