El Nos Habla

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Él nos habla por Rosa Martínez D esde el kindergarten hasta que terminé el bachillerato estudié en colegios religiosos. Las enseñanzas presentadas especialmente en los últimos años de esta etapa de educación, produjeron un gran impacto en mi vida, en el aspecto espiritual. Recuerdo que me sentaba a meditar y a pensar en mi relación con Dios. Incluso permanecen en mi memoria algunas palabras de poesías repetidas durante los retiros espirituales, tales como: «Tan alta vida espero, que muero porque no muero». Deseaba una unión más íntima con el Señor, un encuentro que parecía que nunca se producía. A pesar de los momentos de meditación y búsqueda, sentía un vacío espiritual inexplicable. Llegó el instante cuando Dios extendió Su mano misericordiosa y un joven que era mi prometido (ahora mi esposo desde hace más de cincuenta años) me regaló una Biblia. La acepté porque era un regalo, pero en el mismo momento le comuniqué: «A mí no me hace falta leer la Biblia». Pensaba que tenía suficiente conocimiento religioso y entrega a Dios. Además, en aquella época no se alentaba mucho a los fieles a que leyeran la Palabra. Fue así que, por un tiempo, aquel tesoro permaneció cerrado, sin permitir que las piedras preciosas brillaran para iluminar mi camino. Sin embargo, Dios en Su sabiduría usa diferentes medios para que uno pueda conocerlo mejor y recibir Su gracia redentora. Un día, conversaba con una compañera de estudio y de actividades religiosas, y le conté que tenía una Biblia. Se la enseñé y ella me dijo: «Si no la quieres, regálamela». Mi reacción fue instantánea y de asombro: «No… ¡es un regalo de mi novio!». Quedé con la intriga de por qué ella querría mi Biblia… ¿Qué contenía ese libro? Pronto, comencé a leer los Evangelios y el libro de los Salmos. No encontraba en ninguno de los cuatro Evangelios algo específico y directo que dijera que necesitaba sacrificios o hacer algo para tener una comunión más íntima con Dios. En cambio, encontraba palabras como estas: «Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí» (Juan 14:6). ¡No podía creerlo! Solo necesitaba a Jesucristo. Me parecía algo inverosímil. ¿Era aceptar solamente lo que decía la Palabra de Dios lo que yo necesitaba? ¿Llenaría eso mi vacío espiritual y terminaría mi búsqueda para tener una relación más íntima con el Señor? Sí, un día mi búsqueda terminó, ¡por fin había encontrado el tesoro que por mucho tiempo había estado buscando! Resaltaron en mi mente y mi corazón versículos de los Salmos tales como: «Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia … Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí»

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l nos hablapor Rosa MartnezDesdeelkindergartenhastaqueterminel bachilleratoestudiencolegiosreligiosos. Lasenseanzaspresentadasespecialmenteen losltimosaosdeestaetapadeeducacin, produjeronungranimpactoenmivida,enel aspectoespiritual.Recuerdoquemesentaba ameditaryapensarenmirelacinconDios. Inclusopermanecenenmimemoriaalgunas palabrasdepoesasrepetidasdurantelosretiros espirituales,talescomo:Tanaltavidaespero, quemueroporquenomuero.Deseabauna uninmsntimaconelSeor,unencuentro que pareca que nunca se produca. A pesar de los momentosdemeditacinybsqueda,sentaun vaco espiritual inexplicable.LlegelinstantecuandoDiosextendi Sumanomisericordiosayunjovenqueerami prometido(ahoramiesposodesdehacems decincuentaaos)meregalunaBiblia.La aceptporqueeraunregalo,peroenelmismo momentolecomuniqu:Amnomehace faltaleerlaBiblia.Pensabaquetenasufciente conocimiento religioso y entrega a Dios. Adems, enaquellapocanosealentabamuchoalos felesaqueleyeranlaPalabra.Fueasque,por untiempo,aqueltesoropermanecicerrado, sinpermitirquelaspiedraspreciosasbrillaran parailuminarmicamino.Sinembargo,Dios enSusabidurausadiferentesmediosparaque unopuedaconocerlomejoryrecibirSugracia redentora. Un da, conversaba con una compaera deestudioydeactividadesreligiosas,ylecont que tena una Biblia. Se la ense y ella me dijo: Sinolaquieres,reglamela.Mireaccinfue instantneaydeasombro:Noesunregalo deminovio!.Quedconlaintrigadeporqu ella querra mi Biblia Qu contena ese libro? Pronto,comencaleerlosEvangeliosyellibro de los Salmos. No encontraba en ninguno de los cuatroEvangeliosalgoespecfcoydirectoque dijera que necesitaba sacrifcios o hacer algo para tenerunacomuninmsntimaconDios.En cambio, encontraba palabras como estas: Jess le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por m (Juan 14:6). No poda creerlo!SolonecesitabaaJesucristo.Mepareca algoinverosmil.Eraaceptarsolamenteloque decalaPalabradeDiosloqueyonecesitaba? Llenara eso mi vaco espiritual y terminara mi bsqueda para tener una relacin ms ntima con el Seor?S,undamibsquedatermin,porfn habaencontradoeltesoroquepormucho tiempo haba estado buscando! Resaltaron en mi mente y mi corazn versculos de los Salmos tales como: Ten piedad de m, oh Dios, conforme a tu misericordiaCreaenm,ohDios,uncorazn limpio,yrenuevaunespriturectodentrodem (Sal.23:1,10).Jesucristopodalimpiarmis pecados;podapedirleperdndirectamente al.Qumaravilloso,ltenapoderpara renovarmiespritu!Cuandohablabadeesa pazinterior,delatranquilidadespiritualy enfrentabaalosquedudabandemife,les contestabaconvaloryfrmezahacindome eco de lo que contest el ciego en Juan 9:25: Una cosa s, que habiendo yo sido ciego, ahora veo.Porfnpudedarmecuentadelofcil queeratenerintimidadconDios,poder comunicarme con l en todo momento y en cualquier lugar. Sent lo que era la seguridad de la salvacin y la libertad en Cristo. Me un al cntico de Mara que dice: Engrandece mi alma al Seor; y mi espritu se regocija en Dios mi Salvador (Luc. 1:46).Dichos famosos escuchados en los centros educativos tales como: Para m la oracin es unimpulsodelcorazn,unasencillamirada al cielo, un grito de agradecimiento y de amor en las penas como en las alegras tomaron un nuevosentidoyunanuevadireccin.Pude darme cuenta de que la oracin no era tan solo hablarle a Dios, sino que era comunicacin de ambas partes. La persona habla, pero tambin escucha.LaBiblia,laPalabradeDios,era elSupremocomunicndoseconmigo.El Padrenuestrorecobrsuverdaderosentido. Mifeymividadeoracincambiaronde direccin. Cada da, mi fe se fortaleca ms al ver los milagros que Dios obraba en mi vida y en la de muchos creyentes. Enciertaocasin,miesposoestaba pasandoporunasituacindifcilensu ministerioqueparecaquenotenasalida yvariasvecescuestionaba:Ququieres Seor?.Yotampocomesentasatisfechay deseabaservirenotrosministeriosparalos cualesDiosmehaballamadoypreparado. Parecaqueeltneloscuronotenafn.En unasdemismeditacionesdiariasestaba leyendoHebreos11:1:Es,pues,lafela certezadeloqueseespera,laconviccindelo quenoseve.Alexaminarelversculoymi feenelSeor,dejquemiimaginacinno tuviera lmites. Me hice estas preguntas: Qu esperara yo si verdaderamente creyera lo que diceesteversculo?Mimentesetrasladal lugardeservicioconelquehabasoado, cmo trabajara en la via del Seor junto con miesposo,loqueharacapacitandolderes para las iglesias. Fueron momentos de idealizar unfuturomaravilloso;enrealidadmesent como una nia imaginndose protagonista de los cuentos de hadas. Pude ver en mi mente lo que nunca haba pasado. Luego, me pregunt: Tengo sufciente confanza o conviccin de que esosuceder?Meditcuidadosamente,habl con el Seor dejando mis deseos de lado y or a mi Padre: S lo que deseo, pero estoy dispuesta a seguir el camino que tengas para nosotros, sea onoseamisueo.Hubocomunicacinde ambas partes. Al poco rato de mi conversacin conelSeor,miesposomellamymedijo con un tono alegre y con mucho entusiasmo: Deseas recibir una buena noticia?Yalasfuemiinmediatarespuesta. Perplejo, l me dijo: Cmo la sabes si acabo de hablar con el nuevo jefe y nadie mslosabe?Larespuestafuesencilla,yconunaalegraquese refejaba en mi rostro dije: ElSeormelorevelestamaanadurantemitiempo devocional. Te han llamadopara serviren el reaenla cual Dios nos ha preparado. Agradecida,s,msqueagradecidaalGranProveedorque supli una Biblia en momentos de bsqueda. Agradecida, porque mediolafuerzaparaescudriareltesoroquetenaabandonado yquemeayudaabrirmiojosalasalvacinymicorazna conocerlaverdadquemelibert.AgradecidaalSeorporque enlosmomentosdecrisislnoshabladndonosaliento,pazy tranquilidad. Agradecida por todo lo que ha hecho por m, por lo que est haciendo y por lo que har. 1