El orden de Dios digital

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LUIS CABRERA EL ORDEN DE DIOS

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LUIS CABRERA

ELORDEN

DEDIOS

Diseño de portada: Miguelina Ceara de Cabrera

Diseño y diagramación: Miguelina Ceara de Cabrera

Corrección de estilo: Lourdes Vázquez

Versión de la biblia usada para esta publicación: Reina Valera Revisada (1960).

1998. Sociedades Bíblicas Unidas: Miami.

Nueva concordancia Strong exhaustiva: Diccionario. Caribe: Nashville, TN.

Contenido

Capítulo 1 Dios 7

Capítulo 2 La familia 25

Iniquidad del hombre vs. misericordia de Dios 49

Tu composición genética 54

Capítulo 3 Iglesia y ministerio 77

Capítulo 4 Trabajo 85

Guía de oración 110

D esde el año 2003 hasta hoy, mediados del 2011, he reci-bido del Espíritu Santo día tras día, instrucciones acerca del orden, de su orden, y aunque hoy estoy haciendo un

alto para plasmar en este libro lo que me ha enseñado sé que hay mucho más. Ciertamente confieso que estas verdades, una vez recibidas y plasmadas en papel, fueron probadas en mi vida, lo que las convierte en revelaciones para mi, razón ésta por la que el proceso de escribir este libro fue tan largo. Lo que aquí escribo no son historias leídas, ni prédicas que recuerdo o cosas que oí alguna vez, ha sido un estilo de vida, un día a día, una genuina transformación de antiguas costumbres, un cambio de viejos aprendizajes por “lo verdadero de Dios”, según lo que Él me ha mostrado. Doy gracias al Señor por sus delicadas enseñanzas. Una vez ter-minado y casi listo para presentarlo a la editora, preguntaba en oración: Padre ¿Cuál es tu propósito con este libro y a quiénes está dirigido? Y dos versículos describen esta dirección:

Cantares 6:10 ¿Quién es esta que se muestra como el alba, Hermosa como la luna, Esclarecida como el sol, Imponente como ejércitos en orden?

Juan 17:20-21 v. 20 Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, v. 21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.

Introducción

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Jesús viene a buscar una Iglesia vestida de lino fino, blanca, res-plandeciente, sin manchas y sin arrugas. Una Iglesia victoriosa que ha puesto al enemigo por estrado de sus pies.Como dice el libro de Cantares: “Hermosa como la luna, Esclare-cida como el sol”; una iglesia que es capaz de llenar la tierra del conocimiento de su gloria, de manifestar una gloria que cono-ce, que disfruta, que vive.Esa Iglesia, dice Cantares, es “Imponente como ejércitos en or-den”; y he aquí la clave, el orden desata y activa la autoridad que viene de Dios, que fue delegada por Jesús.

Y al estar en orden, se produce la unidad del Espíritu, cumplien-do así con la petición de Jesús, que sean uno en nosotros.¡Qué bendición tan grande! Y queda establecido, como dice el libro de Isaías, “Mi palabra no vuelve a mí vacía sino hasta que haya cumplido el propósito para lo que fue enviada”.

Declaro el orden de Dios sobre tu vida, sobre tu relación con El Padre; sobre tu familia, sobre tu vida ministerial y sobre tu trabajo. Un orden que te haga como el alba, Hermosa como la luna, Esclarecida como el sol, Imponente como ejércitos en orden y en la unidad del Espíritu que fue pedida por Jesús en Juan 17; “uno como tú en mí y yo en ti”.

Ese mismo orden que Pablo declaró a los efesios que debe es-tar presente para conquistar y vencer principados, potestades, gobernadores de las tinieblas y huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

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E l hombre fue creado del polvo de la tierra, a imagen y semejanza de Dios, para que lleve una vida que lo glo-rifique a Él, una vida que lo manifieste a Él, una vida

de adoración en espíritu y verdad. Una vida totalmente depen-diente de Él, una vida de obediencia.El hombre fue creado con cualidades extraordinarias, para vivir delante de la presencia de Dios, a su lado siempre, en la eter-nidad de Dios, con una sabiduría sin precedentes, capacitado para sojuzgar la tierra, gobernarla, para ser señor de la tierra. El hombre no conocía muerte, ni enfermedades, ni maldiciones, ni lo que era trabajar para comer del sudor de su frente, ni el dolor en las preñeces. Fue creado sin conocimiento del mal, con una instrucción que debía obedecer. Dios le dijo que del árbol de la ciencia del bien y del mal no comiera. Y al hacerlo, desobedeciendo el mandato de Dios, perdió tanto que no sabemos hasta cuánto. Y por eso Dios nos busca, es por esa razón que ha hecho todo lo que ha hecho, para devolvernos lo que por el pecado un día perdimos.Dios es nuestro Padre Celestial y nos quiere de vuelta en su regazo.

Génesis 1:2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.

Tierra: del hebreo

776. érets; de una raíz que no se usa que probablemente significa

ser firme; tierra (completa o partitivamente una tierra): campo, co-

marca, costa, ladera, mundo, nación, país, polvo, provincia, región,

suelo, terreno, territorio, tierra. 2

Desordenada: del hebreo

3806. π pádsos; del alt. De 3958; propiamente Sufrimiento, es decir

(subjetivamente) pasión (específicamente concupiscencia): pasión,

desordenado. 3

Tinieblas: del hebreo

Capítulo 1 Dios

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2822. kjoshék; de 2821; oscuridad; de aquí, (literalmente) tinieblas;

figuradamente miseria, destrucción, muerte, ignorancia, tristeza, mal-

dad: oscuridad, oscuro, sombrío, tenebroso, tiniebla. 4

2821. kjashák; raíz primitivo; estar oscuro (como reteniendo la luz);

trans. Oscurecer: cubrir, encubrir, entenebrecer, negrura, oscure-

cer, oscuridad, oscuro, tiniebla. 5

¡Qué gran enseñanza hay en este pasaje!, Cuando la Biblia dice “Y la tierra estaba desordenada y vacía”, la tierra somos nosotros, nuestro hogar, nuestra familia, nuestro vecindario, nuestro círcu-lo de amigos, nuestra ciudad, nuestro país, nuestros corazones; la tierra es de lo que estamos hechos, de nuestras costumbres, nuestras tradiciones, nuestras creencias, nuestra cultura. Dios nos creó, no hay dudas, pero a causa de la caída, a causa del pecado, hasta que Jesús no interviene en nuestras vidas es-tamos en desorden, sufrimientos, pasiones desordenadas, con-cupiscencias; por eso padecemos y sufrimos. Vidas vacías, en ruina, cubiertos de miserias, en destrucción, muertos en delitos y pecados, ignorantes de su palabra, de su amor, llenos de tristezas, amarguras, rechazos, llenos de mal-dad, viviendo en oscuridad, con el entendimiento entenebreci-do. ¡Gloria a Dios! Porque cuando lo aceptamos como nuestro Señor y Salvador, es como cuando en la creación Dios dijo: “Sea la luz” y ¿qué sucede? Que en nuestras vidas:

1 Dios comienza a separar la luz de las tinieblas.2 Dios comienza a separar las aguas de las aguas, (porque de una misma fuente no pueda salir agua dulce y agua salada).3 Nos traslada del reino de las tinieblas al Reino de la luz.4 Separa los cielos, (lo de Él) la tierra seca, (lo natural, carnal y lo que no proviene de Él, lo improductivo y estéril).

En otras palabras, Él establece un orden perfecto, prepara los escenarios para lo que va a hacer después. Los ordena, pone cada cosa en su lugar y cuando esto es hecho, dice que crea.

2, 3, 4, 5 Nueva concordancia Strong exhaustiva: Diccionario. Caribe: Nashville, TN.

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Así como lo hizo en lo expresado en estos versículos:

Génesis 1 v. 11 Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hier-ba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. v. 14 Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, v. 20 Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos.v. 22 Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra.

Dios fue colocando cada cosa en su lugar, cada árbol, cada plan-ta, cada especie, según su género.Esto hace Dios con nosotros, luego que nos trae a su Reino, que establece su luz en nosotros por medio de Jesús, entonces comienza a separar las tinieblas de la luz, las aguas dulces de las amargas y saladas, comienza a preparar los escenarios de nuestra vida, de nuestro corazón, de nuestra mente, para inser-tar su creación en nosotros, para insertarnos su simiente, su Es-píritu Santo. Coloca un corazón de carne sensible a Él en vez de uno de piedra; un corazón limpio, la mente de Cristo; comienza a renovar el espíritu de nuestro entendimiento, entonces va colocando en nosotros su oración genuina por el espíritu, la alabanza y adoración sin obstáculo, que es la obediencia in-condicional a Él; comienza a forjar en nosotros su carácter, a llamar cada cosa por su nombre, a dar fruto según su género, a ordenar nuestras vidas; entonces dice en el v. 22 “Y Dios los bendijo”. Por tanto:

No hay bendición sin orden;No hay bendición sin obediencia:No hay bendición sin rendición;No hay bendición sin santidad.

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De las tantas cosas que el hombre perdió por el pecado, lo ma-yor fue su relación con Dios, su comunión, su cercanía y es por eso que lo primero que Él restablece es esa comunión perdida. Por eso Dios mismo nos busca, se acerca a nosotros con ese plan perfecto de salvación y redención. Dios nos ama y nos quiere cerca de Él, en su presencia, depen-diendo totalmente de Él y confiados. Tal es el anhelo de Dios para que nos acerquemos a Él, que consumó un plan perfecto, un plan que no fallaría, un plan que ciertamente nos lleva de vuelta al Padre. Ese plan, ese camino, se llama Jesús.

Filipenses 2:6-11v. 6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,v. 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;v. 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mis-mo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.v. 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,v. 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;v. 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

Dios quiere por medio de Jesús traernos de vuelta a Él, quiere que seamos sus hijos, verdaderos hijos, con conocimiento de quiénes somos, con identidad, libres del pecado que nos asedia, libres de toda dolencia, de toda enfermedad, de toda maldición, en autori-dad, enriquecidos en todo, sabios, entendidos, misericordiosos. Re-yes y sacerdotes para nuestro Dios.

Juan 8:31-32v. 31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdadera-mente mis discípulos;v. 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

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Juan 8:34Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.

Juan 8:36Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.

Juan 14:21El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. Ahora ¿porqué Jesús?

Isaías 53:3Despreciado y desechado entre los hombres.

Para por medio de Él hacernos aceptos en el amado. Efesios 1:6

Isaías 53:3Varón de dolores, experimentado en quebrantos.

De manera que por Él seamos libres de todo dolor, sufrimiento y encontremos en Él toda consolación en medio de cualquier quebranto.

Isaías 53v. 3 Escondimos de Él el rostro, fue menospreciado y no le estimamos.

Esto para que seamos librados de todo rechazo, de todo escon-drijo, de todo menosprecio; para darnos en Él el valor, la digni-dad y la honra que tenemos por Él y en Él.Él nos ha hecho libres de enfermedad, libre de pestilencias, libre de plagas, libres y como dice en Isaías:

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Isaías 53v. 5 por su llaga fuimos nosotros curados. v. 4 le tuvimos por azotado.

Y por eso Él puede librarnos de los azotes, consolarnos y soste-nernos en medio de las embestidas del diablo, del mundo y de la gente.

v. 5 Fue herido por nuestras rebeliones.

Para que nosotros seamos libres de toda rebelión y podamos ser mansos y humildes, como Él.

v. 5 Molido por nuestros pecados.

Apocalipsis 1:5con su sangre nos lavó de nuestros pecados.

1 Juan 1:9si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdo-nar nuestros pecados.

Isaías 53v. 6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en Él el pecado de todos nosotros.

Por eso Él tiene la autoridad de volvernos por el camino correc-to, el camino de vuelta al Padre, porque Él es el Camino.

v. 7 Angustiado y afligido no abrió su boca;

Por eso puede quitarnos la angustia, aflicción, queja, murmu-ración, chisme y crítica; en el v. 7, dice que “enmudeció”, para tener autoridad sobre los dichos de nuestra boca y librarnos de las maldiciones que proferimos o que son contra nosotros; para perdonarnos cada vez que ante situaciones difíciles abrimos

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nuestra boca y nos hacemos pregoneros de desgracias, como el mundo, vivimos hablando y declarando contrario a lo que Él hizo y lo que ya dijo:

v. 7 Como cordero fue llevado al matadero y como oveja delan-te de sus trasquiladores.

Para librarnos de los yugos de esclavitud a que nos vemos ex-puestos en diferentes etapas de nuestras vidas. Él tiene autoridad para librarnos de opresión, de cautiverios, de torturas, de maltra-tos físicos, de maltratos verbales. Y también consolarnos, restau-rarnos, y aunque suceda lo que suceda, en medio de la aflicción, no nos desampara. En Él tenemos la fortaleza para resistir. En Mateo 11:30 dice que “su yugo es fácil y ligera su carga”.

En Hebreos 2:14 nos explica que: Venció la muerte misma, resu-citando, librándonos del imperio de la muerte.

Isaías 53v. 5 el castigo de nuestra paz fue sobre Él.

Para que podamos recibir la paz que sobrepasa todo entendi-miento. Para que experimentemos la paz en medio de las tor-mentas.

v. 8 y por la rebelión de mi pueblo fue herido.

Para que yo sea sujeto, obediente.

v. 9 Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.v. 10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.

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v. 11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfe-cho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.v. 12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuer-tes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

A través de su muerte nos trajo a vida abundante. Juan 10:10Su humildad venció el orgullo.Su desnudez produjo en nosotros cobertura.

Siendo rico se hizo pobre para en su pobreza enriquecernos.2 Corintios 8.9En la cruz se hizo maldición para librarnos de toda maldición. Gálatas 3:13Llevó la corona de espinas en su cabeza. Juan 19:2Para librarnos, sanarnos, restaurarnos, consolarnos, de los es-pinos y dardos que son enclavados en nuestra alma y nuestra mente.Es su amor manifestado en la cruz que vence los odios, los ren-cores, los resentimientos.Él venció y en Él tenemos lo que necesitamos para ser libres, para ser sanos, para ser prósperos, para recibir paz, gozo, para vivir en justicia y santidad.Él pagó el precio de nuestra condenación, Él nos justificó, nos redimió, nos salvó.Y tú, ¿qué necesitas?, yo te brindo lo que tengo. Yo tengo a Jesús.La plenitud del que lo llena todo en todo. Efesios 1:23Aquel que suple tus necesidades conforme sus riquezas en gloria. Filipenses 4:19Por esto y muchas otras cosas Él es el Señor.Porque venció el imperio del pecado y de la muerte. Hebreos 2:14Porque trajo cautiva la cautividad y dio dones a los hombres.Efesios 4:8Por medio de Él se reconcilia el hombre con el Dios verdadero. Romanos 5:10

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Derribando la pared intermedia de separación entre los pueblos. Efesios 2.14Abolió por medio de la cruz las enemistades, la ley de los manda-mientos expresados en ordenanza. Efesios 2:15Hizo la paz a los que estaban lejos (gentiles) y a los que estaban cerca (Israelitas). Efesios 2:17Los gentiles que éramos extranjeros, advenedizos, sin Cristo, lejos de la ciudadanía de Israel, ajenos a los pactos y las promesas.

Gálatas 3:28-29v. 28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.v. 29 Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.

Él es la luz del mundo, que esparce toda tiniebla, es el perfecto amor que echa fuera todo temor, es el camino de vuelta al Padre, es la verdad, la vida, sin Él nada podemos hacer.

Génesis 12:1-3v. 1 Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. v. 2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engran-deceré tu nombre, y serás bendición.v. 3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.

La gran promesa es la libertad, fue la promesa para Abraham (Abram) y es la promesa en Cristo Jesús. Hasta que Abraham no abandonara su cultura (Babilonia, el sistema del mundo), sus creencias, sus raíces, sus lazos familiares, su composición origi-nal; hasta que no rompiera con su pasado, no podría recibir eso que Dios le daba.Canaán representa la tierra prometida, representa la libertad, re-presenta la abundancia donde Dios quiere llevar a su pueblo, re-presenta la recompensa a la obediencia, representa la renovación

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de la mente de esclavos de su pueblo a una mente transformada por la confianza, dependencia y obediencia al Señor.Canaán es la tierra que representa la heredad, la promesa de Dios para sus hijos, y si ya tú has confesado a Jesús como tu único Señor y Salvador, a ti se te ha dado la potestad de ser he-cho hijo de Dios. Juan 1:12En Canaán su pueblo dependería de Dios totalmente; Él echaría de delante de ellos sus enemigos, Él les daría la lluvia para la cosecha cuando fuere necesario y cuidaría de ellos para siempre.

Deuteronomio 8:1 Cuidaréis de poner por obra todo mandamiento que yo os or-deno hoy, para que viváis, y seáis multiplicados, y entréis y poseáis la tierra que Jehová prometió con juramento a vues-tros padres.

La condición de Dios para que su pueblo alcanzare la promesa fue que pusiera por obra todo mandamiento.Es por esto que dice Jesús en el libro de Juan: si permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos. El discípulo es el que hace lo que dice su maestro. Permanecer en la pala-bra, es vivir como Jesús dice, hacer lo que Él dice, es amarlo, porque el que lo ama guarda sus mandamientos.

1 Juan 3:23-24v. 23 Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado.v. 24 Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.

La permanencia en Dios, dice la palabra, nos hace discípulos, o sea hacedores de la palabra, nos hace obedientes y esa obe-diencia nos lleva al conocimiento de la verdad. Mientras vamos caminando en Él, como Él, vamos conociendo más de Él, vamos conociendo nuestra verdadera identidad de hijos, y esto nos

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enseña a valorarnos, aprendemos lo valiosos que somos para Él, y al conocernos de esa manera, vamos dejando atrás la ignorancia en la que vivíamos, por tanto, esa verdad nos va haciendo libres.

1 Juan 2:6El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.

Solamente viniendo a Jesús, reconociendo y trayendo a Él todas nuestras situaciones, necesidades, esclavitudes, altiveces y so-ledades, podremos ser libertados. Sólo Jesús, por medio de su amor manifestado en la cruz, nos puede hacer libres.Juan el Bautista dijo, citando el libro de Isaías, en Lucas:

Lucas 3:4-6 v. 4 Como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías, que dice: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; Enderezad sus sendas. v. 5 Todo valle se rellenará, Y se bajará todo monte y collado; Los caminos torcidos serán enderezados, Y los caminos áspe-ros allanados; v. 6 Y verá toda carne la salvación de Dios.

En este pasaje Juan el Bautista nos dice claro lo que debemos hacer para alcanzar la libertad. Los valles representan: las soledades, tristezas, depresiones, re-chazos, resentimientos, amarguras, inseguridades, temores, inde-terminaciones, entre otras, y Juan dijo: “Todo valle se rellenará”.Los montes representan: el orgullo, la altivez, autosuficiencia, la idolatría, la hechicería, la rebeldía, la rebelión, entre otras, y Juan dijo: “Todo monte y collado se bajará”.Los caminos torcidos representan: los adulterios, las fornicacio-nes, inmundicia, lascivia, lujurias, deseos desenfrenados, hur-tos, mentiras, homosexualidades, entre otras, y Juan dijo: “Los caminos torcidos serán enderezados”.Los caminos ásperos representan: las iras, enemistades, plei-tos, celos, contiendas, rencores, falta de perdón, entre otros, y Juan dijo: “Los caminos ásperos serán allanados”. ¡Qué grande es Dios!, sólo Él puede traer estas renovaciones a nuestras vidas,

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sólo Él puede sanar nuestras dolencias, por medio de Jesús. Este proceso es al que Pablo llamó la renovación del espíritu de la mente y del entendimiento. Lo que antes era, ya no más. Porque en Cristo somos nuevas criaturas.

Salmo 107:2-6v. 2 Díganlo los redimidos de Jehová, Los que ha redimido del poder del enemigo,v. 3 Y los ha congregado de las tierras, Del oriente y del occi-dente, Del norte y del sur.v. 4 Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin camino, Sin hallar ciudad en donde vivir.v. 5 Hambrientos y sedientos, Su alma desfallecía en ellos.v. 6 Entonces clamaron a Jehová en su angustia, Y los libró de sus aflicciones.

Este es el proceso, reconocer nuestra condición; Ponerle nombre a nuestros valles, montes, caminos ásperos o torcidos. Arrepentirnos (cambiar de rumbo, de modo de pensar). Aprender y hacer lo que dice la palabra. Conocer quiénes somos, e identificar qué estamos haciendo. Pedir perdón a Dios y aceptar el perdón que viene de Él. Disponer nuestro corazón y nuestra mente a no hacer más lo que antes hacíamos. Debemos renunciar a nuestra antigua manera de vivir. Más aun, debemos cambiar la opinión que nosotros tenemos de nosotros mismos y que ésta sea conforme El Padre nos ve.Así vamos alcanzando la libertad, así vamos dando espacio a Jesús en nuestros corazones, así nos vamos llenando de Él, así vamos siendo transformados, así caminamos hacia Canaán.

Deuteronomio 8:2 dice: Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Je-hová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si ha-bías de guardar o no sus mandamientos.

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Solamente la aflicción del desierto prueba si cumpliremos o no sus mandamientos. Cuando venimos al Señor nuestros corazo-nes están llenos de cosas desagradables a Dios; y al ponernos en el desierto, nuestro corazón va a ser probado y va a salir lo que realmente hay en él y sus motivaciones.

El pueblo de Israel que quedó en el desierto y murió, fue ese pueblo que: Se quedó anhelando lo que era y lo que tenía. Pudo salir de Egipto, pero nunca pudo sacar a Egipto de sus corazones. Se quejaba continuamente de su situación. Murmuraba de Moisés y de Dios continuamente, dice la palabra en el libro de Hebreos. Endureció su corazón por el engaño del pecado. Desobedeció. Fue incrédulo.

Quejarse es decir que Dios se ha equivocado y que lo que Él ha dispuesto para tu vida no es lo mejor.Murmurar es decir que tú tienes mejores ideas que Dios acerca de las cosas. Anhelar el pasado, es no creer en la libertad que ya Jesús alcanzó para nosotros.

Santiago 4:11 Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que mur-mura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez.

La queja, el chisme, la murmuración, los anhelos por las co-sas pasadas, no dejan que Dios se manifieste, no dejan obrar a Dios, pues le decimos al Señor: no estoy de acuerdo con lo que haces conmigo o con esas otras personas.Cuando Dios llamó a Abraham le dijo rompe con tu cultura, con tus costumbres, con tus tradiciones, con tus esquemas, con tus atadu-ras, con tus creencias, con tus raíces, con tu vieja forma de vivir.

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Así hoy Jesús nos llama y dice que no viene a traer paz sino disen-sión, (entre tú y el mundo, entre tú y las cosas que Él abomina).Nos llama a amar a nuestros enemigos y a nuestro prójimo.Nos llama a hacer el bien a los que nos aborrecen.A bendecir a los que nos maldicen.A orar por los que nos calumnian.A no juzgar, porque en la medida que juzguemos seremos juzgados.A no condenar.A perdonar, para que seamos perdonadosA dar con liberalidad.A ser misericordiosos, porque Él es misericordioso y prefiere la misericordia al sacrificio.A despojarnos de todo. (Todo lo que gobierna tu corazón, tu vida, tu mente, todo lo que te gobierna a ti).A servir al otro, porque mayor es el que sirve.A no mirar atrás, porque el que pone su mano en el arado y mira atrás no es digno de Él. Lucas 9:62

Lucas 6:47-48v. 47 Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante.v. 48 Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca.

Jesús quiere restaurarnos, sanarnos, quiere librarnos de las es-clavitudes del pecado, de las maldiciones, quiere que seamos verdaderamente libres. Esta restauración Dios la quiere hacer primero en ti y en mí, y luego a través de ti y de mí.Es un proceso:1 Ocurre primeramente en nosotros el milagro de la salvación;2 Luego viene un proceso de asimilación y aceptación de esa salvación;3 A medida que escuchamos su Palabra y buscamos nos hace-mos seguidores de Cristo;

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4 Cuando los cambios comienzan a manifestarse, comenza-mos a conocernos, a valorarnos, y ese conocimiento nos lleva a aborrecer quiénes somos y a querer ser como Él; comen-zamos a liberarnos de esa vieja naturaleza y comenzamos a manifestarlo a Él.5 Una vez completado el proceso de disciplina, el discipulado del Espíritu Santo, cuando recibes la revelación del Reino y te has conquistado tú primero, cuando ya has conquistado tu familia y ahora dependes completamente de Él, estás en control de ese poco que te ha sido dado; entonces eres un Ministro de Cristo, un enviado y ahora tienes autoridad para ir en su nombre; ahora Él puede ir en ti porque en este punto Él gobierna tu vida, depen-des totalmente de Él, ya no vives tú sino que Cristo vive en ti.

Con cada una de estas fases hay un proceso natural asociado:1 Período de siervo2 Período de amigo3 Período de Mayordomo4 Cuando somos hechos verdaderamente Hijos en quien ElPadre tiene complacencia.

Me explico:Cuando venimos al Señor, dice la Palabra en Gálatas:

Gálatas 4:1Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo; Esta etapa se inicia con el milagro de la salvación, en el momen-to que aceptamos a Jesús como nuestro único Señor y Salvador. La condición del individuo en esta etapa es de siervo, necesita dirección continua, como si fuera un niño de verdad. Necesita instrucciones de qué hacer y qué no hacer, necesita familiarizar-se con las reglas, las limitaciones; necesita disciplina y de esto se encarga el tutor. En esta etapa no hay confianzas, ni permisi-vidades, aunque se hace con mucho amor pero a la vez, con la determinación de arrancarlo de su vieja manera de vivir.

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El siervo no se sienta a la mesa, vive de su jornal, mientras el amo se sienta a la mesa éste le sirve, no entra a lugares de la casa donde no esté autorizado, sencillamente es un siervo. En esta etapa el individuo pasa también por el proceso de asimila-ción y aceptación de esa salvación. Pasa el tiempo, y este individuo permanece, se somete, cumple con sus instrucciones, no desmaya; por tanto comienza a ganar-se la confianza de su amo y éste lo considera para ser algo más que el simple siervo, ahora lo hace su amigo, le cuenta historias, le confía secretos, le hace encomiendas particulares que sólo un amigo podría hacer. Claro, hay mayor confianza pero no perdamos de vista que elamigo sólo se recibe cuando lo invitan, sólo se sienta a la mesa cuando es convidado, no tiene acceso a nada que no le sea en-comendado. No se toma atribuciones, ni hace nada que no le sea pedido. En este tiempo es donde nos hacemos sus seguidores.Sigue pasando el tiempo y ya habiendo sido probado como sier-vo y ganado la confianza como amigo, entonces se le dan atri-buciones mayores y se le hace mayordomo o administrador de la casa y los bienes.En esta etapa, el individuo opera con mayor libertad, toma de-cisiones, tiene acceso a múltiples áreas e informaciones de la casa y de la vida personal de sus amos. Se le confían otros hijos bajo su cuidado. Tiene acceso a recursos, claro, ajenos, toma acciones sin consultar y es medido por sus resultados.Aquí se prueba algo que veremos más adelante, la fidelidad en lo poco, la fidelidad en lo ajeno, la capacidad de multiplicar los recursos aunque no sean tuyos, la diligencia, la humildad, entre otros. Esta es la etapa donde nos hacemos sus discípulos.Y un día, el señalado por El Padre, entonces nos da acceso bajo el proceso de adopción y nos hace sus hijos, verdaderos hijos, coherederos con Cristo, entonces tenemos acceso a todo lo de la casa, a lo que nos pertenece, a la promesa, a todo. Lo que nos califica como herederos es nuestra condición de hijos.

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Gálatas 4:28-31v. 28 Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa.v. 29 Pero como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora. v. 30 Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre. v. 31 De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre.

Ismael y Agar su madre, la esclava, representan nuestro viejo hombre, nuestra voluntad cautiva, nuestras decisiones carnales, nuestra vieja naturaleza, por tanto, ese debe salir de la casa, debe ser echado fuera para que se manifieste el hijo de la pro-mesa, Isaac, para que se manifieste esa simiente de Dios en nosotros, esa nueva naturaleza que ya nació en nosotros, creció, y está madurando, monitoreados y enseñados por el Espíritu Santo; esa nueva criatura que, como dice Pablo somos en Cristo Jesús. Esa nueva criatura es la que hereda, es la que recibe, es la que manifiesta lo de Dios en nosotros, es la que anda en el espíritu, la que hace las cosas como Dios dice.Ni tú ni yo heredamos, es esa nueva naturaleza, la que tiene semejanza de Dios, la que es capaz de dar frutos, de obrar en amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedum-bre, templanza.La que al manifestarse en nosotros nos hace andar como Jesús, pensar como Él, ser como Él, y hacer las cosas que Él hizo y aún mayores.Es nuestra dependencia, nuestra obediencia absoluta, nuestra voluntad dispuesta a hacer lo que Él dice la que nos califica para que Él opere a través de nosotros en la plenitud que Él quiere porque lo que Él hace lo hace a través de las personas.

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Cuando Pablo alcanzó esa libertad en Cristo inmediatamente declaró:

Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos sier-vos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.

Y entender esto lo llevó a hacerse voluntariamente esclavo de la justicia, de Cristo, porque ahora era libre del pecado.

EL ORDEN DE DIOS

Génesis 2:15, 19, 16,18v. 15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huer-to de Edén, para que lo labrara y lo guardase. v. 19 Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. v. 16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;

Vemos claramente cómo Dios instruyó a Adán.v. 18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.

En el hebreo la palabra ayuda idónea:

5828. ézer; de 5826; ayuda: ayuda idónea, ayudador, ayu-

dar, socorrer, socorro.28

5826. azár; raíz prim.; rodear, circundar, i.e. proteger, aliado,

amparo, ayuda, ayudador, ayudar, carecer, dar, defender.29

En el v. 28 les dice a ambos qué hacer como pareja.v. 29 Les instruyó en qué podían comer.v. 24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Dios primero creó al hombre, lo colocó en el escenario que ha-bía preparado para él, le instruyó; luego le dio ayuda idónea, le dio esposa y los instruyó a ambos. Nota algo importante, antes que la mujer le fuera entregada al hombre la Biblia declara el fundamento del matrimonio. Y aquí está el orden familiar:Cristo: cabeza del hombre, vínculo de unión en el matrimonio. Gloria del Padre.Hombre: cabeza de su casa, cabeza de la mujer, pastor de su casa. Gloria de Jesús.Mujer: ayuda idónea, cabeza de los hijos. Gloria del hombre.Hijos: deben ser instruidos, saetas en la aljaba de Dios, son he-rencia de Jehová. Gloria de su madre.28, 29 Nueva concordancia Strong exhaustiva: Diccionario. Caribe: Nashville, TN.

Capítulo 2 La familia

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El matrimonio es creación de Dios, el divorcio es invención de los hombres, del enemigo, quien vino a robar y a destruir. Pablo dice en Colosenses:

Colosenses 3:18-21v. 18 Casadas, estad sujetas a vuestros maridos como convie-ne en el Señor.v. 19 Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.v. 20 Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor.v. 21 Padres, no exasperéis a vuestros hijos para que no se desalienten.

Someterse viene del griego

5292. π jupotagé; de 5293; subordinación: obediencia, someterse,

sujeción.30

En Efesios 5:21 dice:“someteos unos a otros en el temor de Dios”,

Esto es clave, unos a otros.Sujeción es algo rechazado, especialmente por la mujer, por el abuso de la palabra, y por desconocimiento de su verdadero significado; sujetarse es simplemente cumplir con las respon-sabilidades básicas e intrínsecas de cada rol. Cumplir con tu responsabilidad de padre o madre, de amigo o amiga, de hijo o hija, en el trabajo, en el ministerio. Cuando cumples, sin “peros”, sin quejas, en amor, estás sujeto o sujeta. No es una obligación, es una decisión, más aun, es una posición de orden que abrirá mayores puertas. Es estar bajo la instrucción de la posición o del rol que estás desempeñando.

30 Nueva concordancia Strong exhaustiva: Diccionario. Caribe: Nashville, TN.

EL ORDEN DE DIOS

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En el salmo 34:11, 13-14v. 11 Venid, hijos, oídme; el temor de Jehová os enseñaré. v. 13 Guarda tu lengua del mal, Y tus labios de hablar engaño.v. 14 Apártate del mal, y haz el bien; busca la paz, y síguela.

En proverbios 1:7 dice:El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insen-satos desprecian la sabiduría y la enseñanza.

Esto claramente nos invita a ser sabios, a ser prudentes; a apren-der a no maltratar al hablar, no herir, no ofender, no engañar, no mentir, no usar palabras descompuestas, no murmurar, no criti-car, nos llama a poner guarda a nuestra boca, a no decir todo lo que pensamos, a pensar antes de hablar, a ser cuidadosos. Esto nos instruye claramente a apartarnos del mal y hacer el bien.Venimos del mal, apartémonos de él, lo que antes hacíamos ya no lo hagamos más, lo que antes eran nuestras costumbres, nuestros patrones, conductas, aprendizajes, esquemas, tradi-ciones, influencias, ya no más; esto es hacer el bien, hacerlo conforme dice la palabra, conforme a las enseñanzas de Jesús, esto es renovar el entendimiento, cambiar de mente; esto es arrepentirse y convertirse como dijo Jesús.

Filipenses 4:8-9 v. 8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.v. 9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.

Romanos 12:17-18v. 17 No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno de-lante de todos los hombres. v. 18 Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.

LA FAMILIA

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Y esto comienza primero en mí, como individuo, luego en mi fa-milia, después en mi congregación, y por último, en mi trabajo. Cristo compara su relación con la Iglesia, con la relación entre esposos.El matrimonio verdaderamente cristiano, tiene que reflejar a Cristo. En 1 Timoteo 3:2-5, 3:8-12, habla del carácter de un ministro de Cristo.La familia es el primer ministerio del hombre, su primera con-gregación, donde se hace pastor de ese redil, sacerdote de ese lugar. No ganamos nada conquistando el mundo para Cristo si perdemos lo que nos fue entregado.Caballeros, ésa es su esposa; damas, ése es su esposo. Ese es su primer ministerio, ése es el regalo que Dios dispuso para usted, esos son sus hijos y de ellos tendremos que dar cuentas.Si hay problemas, revísate, que el único (a) responsable de esa situación eres tú; reconocerlo, arrepentirte, doblegar tu orgullo y humillarte es lo único que puede darte dominio sobre esa si-tuación.Si la situación está tensa, los problemas son insostenibles, hoy te digo como dijo David: en medio de la angustia tú me hiciste ensanchar.Pelea por tu familia, esa lucha es tu entrenamiento, los milita-res dicen que el entrenamiento es tan fuerte para que la guerra parezca un juego.“Ensancha las estacas de tu tienda, las cortinas de tu habitación, no seas escaso (a)”, no te rindas. Él dijo “pedid y se os dará”, ¿Qué necesitas tú para librar tu batalla?, Reconócelo hoy, re-conoce que hasta este momento lo has hecho con tus fuerzas, con el poder de tu alma, con sabiduría de hombre. Permite que el Señor supla tus necesidades conforme a sus riquezas en gloria.Acércate hoy a Jesús, Él siempre está disponible, Él tiene la me-jor solución a tus necesidades, El tiene un propósito contigo como individuo y como familia, trata de encontrar eso que Dios quiere de ustedes y con ustedes, dentro de la familia.

EL ORDEN DE DIOS

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La queja, la crítica, la murmuración, los pleitos, las iras, las con-tiendas, las disensiones no ayudan, te separan de Dios, dan lu-gar al diablo, y la palabra dice: “No deis lugar al diablo”. Efesios 4:27. “Una casa dividida no prevalece”. Es importante entender el por qué es necesario estar de acuerdo y por qué el enemigo se opone a que las familias permanezcan unidas.

En Mateo 18:19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.

Qué poderoso, dos puestos de acuerdo, con un mismo propó-sito, con una misma visión, con un mismo anhelo, con un mis-mo sueño, con metas comunes, reconociendo que son uno en Cristo; esto es estar de acuerdo, hacerse uno con el otro en sus propósitos.Dije antes que los matrimonios cristianos, las familias, son figu-ra de la relación de Cristo con su iglesia. Si la imagen del padre se rompe, se trastorna, las parejas se dividen, los hijos se apar-tan, ¿Cómo podemos entender cuál es el propósito de Dios?; ¿Cómo explicamos a nuestros hijos que Dios es nuestro Padre, si el modelo está dañado; si el padre que vemos nos maltrata, o nos abandonó, o no cumple con sus responsabilidades? Toda esta distorsión busca dañar la imagen del Padre y la relación padre-hijo, y así nos sentimos desconfiados de Dios, nuestro Padre Celestial.Hoy yo te digo que aunque tu imagen del Padre esté dañada, sólo en Jesús puede ser restaurada.Libra la buena batalla de la fe y con la ayuda de Jesús defiende tu familia, ponte de acuerdo con tu pareja, oren al Padre y lo que pidieren os será hecho.Dios quiere restaurar la posición de la mujer. Dios quiere devol-ver a la mujer su naturaleza y su nivel de autoridad. Dios quiere que la mujer ocupe su posición y su lugar dentro del orden y del organigrama que Él ha establecido.

LA FAMILIA

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EL ORDEN DE DIOS

Para esto deben ocurrir varias cosas:1 La mujer debe ser completamente restaurada por Dios.2 La mujer debe determinar cumplir con el propósito de Dios en su vida.3 La mujer debe sujetarse a su esposo, sus líderes, sus padres, sus autoridades.A la mujer, dice Génesis, le fueron dadas las mismas instruccio-nes que a Adán. Algo que me llama la atención es que no fue a ella sola, ni sólo a él, sino que las instrucciones de Dios fueron dadas a ambos en conjunto, como pareja, como núcleo. Les dijo:

Génesis 1:27-31 v. 27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. v. 28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.v. 29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.v. 30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cie-los, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así.v. 31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bue-no en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.

Estas fueron las instrucciones que ambos recibieron luego de ser bendecidos:1 Fructificad y multiplicaos.2 Llenad la tierra y sojuzgadla.3 Señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.4 Y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así.

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LA FAMILIA

El propósito de Dios al crear la mujer fue como dice Génesis:

Génesis 2:18Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.

La mujer fue hecha para señorear conjuntamente con el hom-bre, para complementarse el uno con el otro, para ser ayuda idónea.

Ayuda idónea:

5826. azár; raíz prim.; rodear, circundar, i.e. proteger o ayudar:

aliado, amparo, ayuda, ayudador, ayudar, carecer, dar, defender,

socorrer, socorro.

La función de la mujer es rodear, circundar, proteger, ayudar al hombre, fue hecha para ser su aliada, su amparo, para ser re-fugio, socorro, para defenderlo. La mujer fue hecha para andar mano a mano con el hombre y con Dios.

Génesis 2:23Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y car-ne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.

La mujer y el hombre fueron hechos el uno para el otro, con la instrucción de que al unirse debían dejar todo atrás, toda de-pendencia familiar, toda costumbre, toda tradición, toda heren-cia, deben ser uno, “carne de su carne y hueso de sus huesos”.La parte más difícil de una mujer es entender para qué fue hecha.Lo siguiente más difícil para una mujer es la palabra sujeción.Lo otro difícil para una mujer, es entender y ver a Dios como un Padre genuino cuando la figura del padre natural, y del hombre común, están dañadas y lo único que le han hecho es daño a través del tiempo.

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Las mujeres desde que son niñas, muchas veces están someti-das a persecuciones, acosos, maltratos, violaciones, soledades, menosprecios, sinsabores; en otras palabras, son águilas criadas como gallinas. Esto tiene su explicación y es que después del pe-cado Dios estableció una enemistad entre la mujer y la serpiente. Creo que es por eso que la serpiente quiere de todas formas posi-bles dañar a la mujer mientras es niña, joven, adolescente; por eso se ensaña contra ella, del mismo modo creo que cuando la mujer es restaurada en Cristo Jesús y ésta determina hacer lo que le co-rresponde en Cristo y asume su posición y se sujeta, quiero decir que no hay diablo, ni circunstancia, ni nada que pueda detenerla.Una mujer restaurada, puede restaurar su familia, restaurar sus hijos, restaurar su entorno, restaurar su matrimonio, no hay ad-versidad que la detenga, ni diablo que se le oponga. Porque esa enemistad obra a favor de la mujer ya que la alerta sobre el mal, lo identifica, lo huele, lo percibe, simplemente porque es su enemiga.Su sujeción no es más que colocarse en la posición correcta para activar la autoridad que sobre ella existe.

Dice proverbios 31:La mujer virtuosa o mujer sabia es aquella que:Es de alta estima.Su marido en ella confía.Nunca le faltará ningún bien.Provee a su marido de bien y no de mal, todos los días de su vida.Es trabajadora, hacendosa, se ocupa de lo que tiene que ocu-parse. Está pendiente de todos y de todo.Se ocupa del bienestar, la alimentación y el vestido de los hijos, su marido y sus criados. Tiene buen sentido de las cosas, sabe tomar decisiones sabias, acertadas, propicias, correctas.Está al pendiente de las cosas, de los negocios, vela de día y de noche por el bienestar de los suyos.Atiende sus obligaciones.Trae honor, honra, respeto, a su casa, a su marido y a sus hijos.

EL ORDEN DE DIOS

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Es esforzada, confiada, no es temerosa, mas es diligente, sujeta.Es sabia.Por eso es que dice: difícil es hallarla y quien la encuentre ha encontrado esposa.

Dice proverbios 12:4La mujer virtuosa es corona de su marido; mas la mala, como carcoma en sus huesos.

Yo particularmente creo que reconocer el papel de la mujer, y digo esto como hombre, me hace entender cómo se ha ensaña-do el diablo para torcer esto, al punto que ni aun los cristianos están en disposición de aceptar y adoptar el modelo bíblico, el mandato divino que dice: mujeres sujetaos a sus maridos.Si como mujer te da trabajo sujetarte y te molesta la sola idea de hacerlo, hoy quiero decirte algo:

1 No entiendes lo que eso significa, ni conoces el secreto guar-dado que hay tras esta posición.2 No has sido completamente libre de la rebeldía, porque es un mandato divino, no de Pablo.3 Estar bajo autoridad es la clave para activar la autoridad que Dios ha puesto sobre ti, mujer.4 Es tomar la decisión, que Jesús nos manda, de negarte a ti mismo, tomar tu cruz y seguirle. Tu naturaleza te dice que eres señora, que fuiste hecha para gobernar, y sojuzgar la tierra jun-tamente con el hombre, pero te toca ahora vencer esa naturaleza y colocarte en la posición de sujeción que Dios ha establecido.5 Quiero acordarte que antes dije que tienes que estar deter-minada a cumplir tu propósito en Dios y eso te va a fortalecer aun para esa decisión que va contra toda tu naturaleza, pero te digo más, si Dios lo dijo es posible. Voy más lejos, si el hombre no te cuida, tu posición de sujeción te coloca en una posición que activa la protección divina, que viene por estar en orden y alineada con lo que Dios ha dicho.Es tan poderoso lo que veo, que le pido al Señor que puedas tú, mujer, entenderlo, y si no, por lo menos cree y obedece porque

LA FAMILIA

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EL ORDEN DE DIOS

fiel es El que lo dijo y no te va a poner en vergüenza.Repito, hay una gran autoridad en una mujer: Restaurada, determinada, y sujeta.La restauración implica orden, sanidad del alma, sanidad inte-rior, transformación de la mente, regeneración, libertad en Cris-to, implica también conquista propia, conocimiento, satisfacción emocional.La determinación viene de tu confianza, certeza y fe en nuestro Señor Jesús. Y sobre todo, la convicción de su obra en tu vida, de su fidelidad, de su amor y de su gracia.Sujeción viene de una decisión de colocarte en la posición co-rrecta, en el orden correcto, para activar lo que dice la Palabra que se activará: la autoridad tuya contra las tinieblas.

Efesios 5:28-33; estos pasajes nos hablan de orden v. 28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. v. 29 Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, v. 30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. v. 31 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne v. 32 Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.v. 33 Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.

Efesios 6:1-9v. 1 Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo.v. 2 Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer manda-miento con promesa; v. 3 para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. v. 4 Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.

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LA FAMILIA

v. 5 Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo; v. 6 no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios; v. 7 sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres, v. 8 sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor, sea siervo o sea libre. v. 9 Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de personas.

Si eres soltera, antes de casarte, si quieres recibir lo correcto de Dios, debes ordenar tu vida conforme Dios ha dicho.Honrar a padre y madre como Dios ha dicho. Acuérdate, no hay honra sin respeto, sin que te cueste, si no hay cuidado de tu parte, atenciones y servicio a ellos (tus padres).Permitir la restauración de tu vida, olvidarte de los demás y permitir que el Señor te transforme primero a ti y luego a otros por medio de ti.Sujétate a tus líderes, pastores y amos. Si ya eres casada, debes hacer lo mismo, además de sujetarte a tu marido.Es tiempo de orden, de restauración, de bendición y Dios quie-re hacerlo en tu vida. Sólo te toca a ti ponerte en el lugar de la bendición, alineada con su palabra.

En tu casa, Dios prueba varios principios del Reino:1 Fidelidad en lo poco;2 Fidelidad en lo ajeno;3 Mayordomía;4 Capacidad de amar-perdonar;5 Obediencia.

1 FIDELIDAD: Fiel en lo poco, en lo mucho te pondré. Lucas 19:17

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Cuando Dios creó los cielos, la tierra y todo lo que hay en ella, también creó al hombre; luego dijo Dios: no es bueno que el hombre esté solo y le dio a su mujer, Eva. Dios les dio a ellos la instrucción, la autoridad y la capacidad de gobernar la tierra, de enseñorearse de ella, de multiplicarse, de cultivarla, de alimen-tarse de ella. Algo que me impresiona, El los puso en el huerto del Edén, los puso en un lugar limitado por cuatro ríos y los instruyó: de todo árbol del huerto podrán comer pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no comeréis. Probó su fidelidad en lo poco, en el huerto, aunque lo había capacitado para sojuzgar la tierra entera.Eso hace Dios, si podemos gobernar nuestras casas, podremos gobernar lo demás, porque si en lo poco somos fieles en lo mu-cho Él nos pondrá.Aunque la capacidad de Adán y Eva era para gobernar el todo, Él primero los probó en lo poco, y como sabemos, él no cuidó de su huerto, entró la serpiente, sedujo a Eva, ella a su marido, y después de la caída perdieron toda la autoridad que se les había delegado. Y eso nos pasa muchas veces, cuando no atendemos correctamente nuestro huerto, nuestro jardín, nuestro poco, en-tra la serpiente y perdemos de pronto nuestra autoridad sobre nuestra pareja, sobre nuestros hijos y a veces, no sólo la autori-dad, sino a ellos mismos. Si eres ministro de Cristo, a su servicio, no importando tu mi-nisterio, hoy te aconsejo algo, atiende tu familia, pasa tiempo con ellos, dedícales lo mejor de ti a tu esposa y a tus hijos. Los mejores recursos, la mejor instrucción, comparte con ellos las mejores y más profundas revelaciones, los mejores consejos, planta en tu casa lo mejor de ti, acuérdate que esa es tu tierra y tu mejor semilla debe ser plantada en ella.

Nada que hagas fuera de tu casa es verdad si no eres capaz de hacerlo primero en casa, con tu esposa (o), con tus hijos, con los tuyos.

No puedes decir que amas al prójimo si no te amas tú primero.No puedes saciar las necesidades de nadie si las tuyas no lo están.

EL ORDEN DE DIOS

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No puedes dar de lo que no tienes.No puedes enseñar lo que no conoces.No puedes sanar de lo que estás enfermo.

Si quieres como pareja restaurar lo perdido en el Edén, reviérte-lo. Hombre sujétate incondicionalmente a Dios y aprende a de-pender de Él, mujer, reconoce que tu esposo está sujeto y ahora te toca a ti hacerlo con él. Adán recibió una instrucción, Eva no la siguió al pie de la letra, la serpiente la puso contra la instruc-ción que vino a ella por boca de su esposo; el hombre no revocó la decisión de la mujer, contraria a lo que Dios ya había dicho y aquí se perdió todo. Se fue la autoridad sobre toda la tierra, que ahora la tiene Satanás, y vino sobre el hombre maldición.Es por tanto que en Cristo, somos nuevas criaturas, humildes, sujetos; podemos volver la escena para atrás en nuestras vidas, en nuestro matrimonio.

•Hombre sujeto a Dios.

•Mujer sujeta al hombre.Hombre recibe la instrucción de Dios y la comunica a la mujer; La mujer aprende a confiar en ese hombre, su esposo; sujeto y dependiente de Dios. Quitan de en medio de ellos las divisiones y los desacuerdos.

Amós 3:3Porque cómo andarán dos juntos si no se ponen de acuerdo.

Lucas 11:17Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y una casa dividida contra sí misma, cae.

La transparencia entre las parejas, el acuerdo, la sujeción, la obediencia, son claves para restaurar lo que dice el Salmo 8:

salmo 8:5Y lo coronaste de gloria y honra.

LA FAMILIA

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Esa gloria que al manifestarse, llenará la tierra del conocimiento de esa gloria, Su gloria; como dice Isaías 11:9 y Habacuc 2:14; como las aguas cubren el mar.Somos sus hijos y dice que el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Romanos 8:9

2 FIDELIDAD EN LO AJENO:

Lucas 16 en la parábola del mayordomo injustov. 12 Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?

Un día Moisés, tras su fallido intento de libertar el pueblo de Israel con sus fuerzas y conocimiento, huyó al desierto y allí se alojó en la casa de Jetro, padre de Séfora, quien él desposó.

Y en Éxodo 3:1 diceApacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios.

Moisés tuvo que apacentar las ovejas de su suegro Jetro a través del desierto, para ser probado, moldeado, enseñado. Tuvo que mostrar su fidelidad en lo ajeno para recibir el rebaño del Señor, el pueblo de Israel.Tu esposo o esposa es el hijo (a) de otro hombre y otra mujer. ¿Cómo esperas tú que sean fieles con los hijos tuyos cuando se casen, si no has sido fiel con los que tienes?Si no eres fiel en tu trabajo, ¿cómo esperas que Dios te regale tu negocio, si con tu familia no eres fiel? ¿Cómo quieres una con-gregación, o una familia más grande?Si no cuidas propiamente de lo que te ha sido entregado, tu fa-milia, ¿cómo dices que vas a cuidar lo que no te pertenece?He aprendido en mi caminar a no esperar tener para hacer, sino de mi escasez, de mi poco, de mi nada, de lo que dispongo, ha-cer lo que me corresponde.

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3 MAYORDOMIA:Dios nos da bienes, recursos, dones, talentos, pareja, hijos, vi-vienda, vehículos, entre otros.

Lucas 12:42Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración?

Aquí están las dos características de cómo Dios quiere que adminis-tremos los recursos que nos ha dado. Con fidelidad y prudencia.A unos les da más, a otros menos, a todos conforme a sus nece-sidades. Él tiene cuidado de nosotros. Él dice no os afanéis por vestido, comida, bebida, no estéis en ansiosa inquietud, pues Él conoce nuestras necesidades. Pero nos quiere mayordomos fieles y prudentes. Lo que tenemos no es nuestro, le pertenece a El y un día tendremos que rendirle cuentas.Faraón un día tuvo un sueño y José lo interpretó, fue nombrado el hombre más grande de Egipto después de Faraón. Génesis 41: Durante el tiempo de la vaca gorda él guardó una quinta parte de toda la producción de granos y de semillas, eso es el 20% de toda la producción. Llegados los años de vaca flaca, él tenía almacenado suficiente no sólo para alimentar al pueblo sino para comprar sus tierras y sus vidas y ser dueño y Señor de todo Egipto y hacer de los egipcios sus sirvientes.Si malgastamos lo que Dios nos da, vivimos endeudados, vivi-mos un ritmo de vida más acelerado que el que podemos cos-tear, comprando cosas que no podemos pagar o que son inne-cesarias. ¿Cómo podremos administrar sabiamente los recursos del Señor en la iglesia u otro lugar?El pueblo de Dios está grandemente atado, endeudado y Dios dice en su palabra que no tomemos dinero prestado.Vivimos planeando o haciendo negocios a la manera del mundo, prevaricamos, sobornamos, admitimos cohecho, nos hacemos partícipes de engaños, negocios turbios, actuamos como si Jesús no estuviera en nuestros corazones, como si no conociéramos

LA FAMILIA

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EL ORDEN DE DIOS

la palabra y eso sencillamente a Dios no le agrada; por eso no vemos mayores cosas en nuestras vidas, no alcanzamos la libertad.Cuida del negocio o de la empresa donde trabajas como si fuera tuya.Defiende esos intereses como si fueran propios.Camina la milla extra como si fuera por ti mismo.Da tus mejores ideas, tu mayor esfuerzo, siembra lo mejor de ti, haz todo cuanto hagas como para el Señor, entonces verás la prosperidad de tus manos. Debemos recordar que tu mejor y más brillante idea de hoy es simplemente la semilla que germi-nará en algo mayor, si la plantas, y que la fuente de donde salen esas ideas es inagotable; siempre habrá más y mejores ideas para ti porque Jesús es fuente de toda sabiduría y conocimiento.Quien te paga tu salario no es tu patrón, él sólo es un instru-mento para ello, a ti te sostiene El Señor.

Tus riquezas no vienen por lo mucho que trabajes sino por la manera en que apliques los principios de Dios para ben-dición y multiplicación. Por tu obediencia a la Palabra de Dios.

4 CAPACIDAD DE AMAR Y PERDONAR:El amor es sin dudas lo más importante cuando hablamos de la pareja, de las relaciones interpersonales, de nuestra relación con Jesús y con la Iglesia.

Él dice en 1 Corintios 13:1-31 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. 3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los po-bres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.

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LA FAMILIA

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La palabra dice en Juan 13:35En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.

Cuando el hombre pecó, dice Génesis 3:10Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.

La consecuencia directa, inmediata del pecado es el miedo, el temor, es por eso que aunque queremos caminar hacia Dios muchas veces no podemos porque el pecado nos separa de Él.Las áreas no sanadas, no entregadas, no transformadas por el Señor son áreas donde aún se manifiestan nuestros temores. Cuando Eva pecó, ella tenía la instrucción de no comer del fruto de ése árbol pero ella, seducida por la serpiente, decidió hacerlo.En 1 Juan dice que el que teme no conoce a Dios, ese temor es consecuencia del pecado, es producto de nuestra separación de Dios. Ahora yo te pregunto, si somos cristianos, y buscamos de Dios y vivimos en la santidad de Dios: ¿Cómo puedo yo aún te-ner temores?; ¿Es que acaso no conozco a Dios? Yo te puedo decir que esos temores que aún tienes, no importan-do quien tú seas, en el Señor son consecuencias de tu pecado;son áreas que tú no has rendido, donde no has permitido que el poder transformador de Jesús se manifieste y en esa área tú no conoces a Dios.En 1 Corintios 13 dice lo que no es el amor o lo que no tiene el amor; habla de la envidia, jactancia, envanecimiento, de hacer lo indebido, buscar lo suyo (egoísmo), irritarse, guardar rencor, injusticia, ¡claro!, todo esto en diferentes partes de la Biblia lo cita como obras de la carne, obras de una voluntad no rendida a Dios, las obras de un alma enferma, cautiva, prisionera. Dice sin embargo, que es sufrido, benigno, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.Sé que estoy metido en un terreno difícil, que estoy hablando de un tema que ha sido en ocasiones ignorado porque o no se entiende o no estamos dispuestos a hacer lo que es necesario hacer.

EL ORDEN DE DIOS

Oro al Señor para que, a través de su Santo Espíritu, traiga la revelación de ésta su palabra, a fin de que pueda ser entendida y sea de edificación a aquellos que la comparten.El amor no es una emoción del alma;El amor no es un sentimiento del corazón;

El amor es un mandamiento del Señor, Juan 13:34Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.

El amor es un acto de obediencia, Juan 14:21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.

El amor es vivir conforme a la voluntad de Dios, conforme a su palabra, a sus estatutos, es negar las cosas del mundo y sus deseos y hacer lo que Dios dice que haga.El más grande regalo que Dios hizo al hombre fue la capacidad de decidir entre el bien y el mal, el libre albedrío.Jesús fue obediente hasta la cruz, su obediencia fue rendir su voluntad, su capacidad de decidir a su Padre, porque Él sabía que su voluntad (la del Padre) es buena, agradable y perfecta.Jesús fue un hombre sujeto a las mismas tentaciones y pasiones que nosotros, pero Él no confió en su capacidad de decisión, Él se la entregó al Padre, y así se hizo niño.A Adán y Eva les fue entregada la misma capacidad, pero ac-tuaron conforme a ellos mismos, no conforme a lo que Dios les había dicho, por eso cayeron.Jesús en el Getsemaní, en su lucha, en su padecimiento su car-ne le dijo al Padre, pasa de mi esta copa, pero el Espíritu dijo pero que no se haga mi voluntad sino la tuya. El amor de Dios manifiesta la plenitud de Dios, y es esa plenitud la que llena todo en todo, la que suple todas las necesidades de nuestro ser, la que cuando le damos paso y permitimos que obre en nuestras vidas va transformando nuestras almas, nuestras mentes, nuestros corazones, va cambiando nuestros lamentos

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en gozo, va manifestándose y sanando cada área de nuestra vida, por tanto el hombre interior va creciendo, mientras el ex-terior se va desgastando. Cada vez somos menos nosotros y más Jesús; y es entonces cuando Él se manifiesta a nuestras vidas y una de esas manifestaciones es el amor, porque Dios es amor.Es en el desprendimiento y el abandono de nuestra voluntad, de nuestra capacidad de decidir que Él puede sanar aún esa voluntad que, como dice Pablo, “hace el mal que no quiere y no el bien que quiere”.Amar es decirle a Jesús rindo mi voluntad a ti, te entrego mi libre albedrío para que lo administres porque yo no he podido, y reconozco que sin ti no lo puedo hacer. Y al rendirnos de tal manera, aferrados a Él, sabiendo que en Él, si podemos confiar, se desata esa lucha en nosotros entre la carne y el Espíritu; pero que al alimentar y fortalecer ese Espíritu Santo de Dios que ha sido puesto en nosotros, por medio de Él podemos vencer por-que en Cristo somos más que vencedores.No se trata de reprimir, se trata de rendir;No se trata de olvidar, se trata de sanar; No se trata de fingir o esconder, se trata de traer a la luz;No se trata de ti, se trata de los demás, de Jesús;No se trata de lo que queremos, se trata de lo que Él quiere;No se trata de mi voluntad, sino de la de Jesús.Jesús muchas veces, a través de su ministerio habló de la incre-dulidad, la dureza de los corazones, el desconocimiento de su palabra, la falta de fe, la falta de perdón, cualquiera que sea tu caso, ponle nombre y permite ser sanado, liberado, y restaurado en todas y cada una de las áreas de tu vida por sencillas que parezcan y una vez alcanzada esa sanidad o en la medida que la alcanzamos, nos vamos pareciendo a Él, sintiendo como Él, por tanto, su amor se irá manifestando en nosotros.La mayor victoria del amor fue la salvación por medio de Cris-to Jesús, su muerte en la cruz, su resurrección de entre los muertos.El amor fue capaz de vencer todas las manifestaciones de Sata-nás, sus demonios y el mal mismo, a través de la obediencia, la humildad y la fe de Jesús.

EL ORDEN DE DIOS

Jesús llevó a la cruz el pecado de la humanidad, las transgresio-nes, las rebeliones, las enfermedades, las deudas, las iniquida-des; se humilló a lo sumo, obedeció al Padre por cuanto le creyó a Él, y al obedecerle le manifestó su amor.Jesús no reprendió en la cruz, Jesús se rindió, Jesús creyó, Jesús obedeció, Jesús se humilló, Jesús amó.Tú y yo podemos hacer lo mismo que Jesús con cada área de nuestra vida y traerlas a la cruz, porque sólo ahí somos libres en Cristo Jesús.Es por eso que debemos morir día a día y continuamente hasta alcanzar la estatura del varón perfecto, Cristo Jesús.

¿Por qué es tan difícil a las parejas, a los hermanos, sobrellevar-se? Por varias razones:1 Por desconocimiento de las escrituras y de la voluntad de Dios para nuestras vidas;2 Porque nos resistimos a rendirnos a la voluntad de Dios;3 Por egoísmos;4 Por desconfianzas;5 Porque vemos primero la paja del ojo de ese otro y no la viga de nuestro ojo;6 Porque no sabemos amar, no reconocemos el amor de Dios;7 Porque todavía andamos en la carne y sus obras;8 Porque no le damos a Dios la oportunidad de gobernar nuestras vidas y queremos seguir haciéndolo nosotros en nuestra opinión y prudencia;9 Por el pecado, la transgresión, la iniquidad y la rebelión no rendida o no sanada;10 Por los temores consecuencia del pecado;11 Por las herencias generacionales;12 Por desobediencia a los mandamientos de Dios;13 Por orgullo.14 Por envidia.

Jesús dijo: “al que más se le perdona más ama”. ¿Cuánto estás tú dispuesto a perdonar? ¿Hasta cuántas veces estás dispuesto a perdonar? Jesús dijo que hasta 70 veces 7.

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Debemos perdonar para nosotros ser perdonados; debemos tra-tar a los demás como queremos ser tratados; debemos dar de lo que queremos recibir pero sin esperar nada a cambio; debemos sembrar de lo que queremos cosechar, a sabiendas que cada semilla dará fruto según su género.

Volviendo de nuevo a Mateo 18:19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.

¡Cuánto poder hay en dos puestos de acuerdo, sujetos a la vo-luntad del Padre!. El enemigo nos quiere dividir para que per-damos la autoridad. Por eso yo te digo hoy no te dejes engañar más, ni te dejes robar más. Tu pareja no es tu enemigo, es el aliado que Dios te dio para el ministerio, para vencer, para ma-nifestar a Jesús y el poder de Dios aquí en la tierra. Y si tu pareja es hostil, según tú, entiende que Dios la puso a tu lado para forjar tu carácter, un diamante sólo es tallado o pulido por otro diamante más duro o más pulido.Deja de quejarte de tu pareja, dale gracias a Dios y bendícela, ríndanse a la voluntad de Dios, pónganse de acuerdo, permi-tan que Jesús sea el primero en cada uno de sus corazones y oren al Padre y Él lo hará. El concederá las peticiones de sus corazones.

5 OBEDIENCIA:Cumplir con los mandamientos y estatutos de Dios.En el punto anterior hablamos de la obediencia, pero yo quiero abundar por lo importante que es.La obediencia es el camino a la libertad;La obediencia es la manifestación visible del amor;La obediencia es un acto de fe.El mayor acto de obediencia fue la cruz y ésto produjo el ma-yor levantamiento de las tinieblas que se haya registrado; pero aunque para el que no cree esto es locura, para los que creen es poder de Dios para salvación.

EL ORDEN DE DIOS

Lo que levanta al enemigo en tu contra es la obediencia, pero lo que lo vence es la cruz, la sangre de Cristo derramada es la muerte al yo, la muerte o rendición del área que está siendo tra-tada; lo que vence al diablo es la negación a mi voluntad para dar paso a la voluntad de Dios. Dios quiere liberar nuestras almas.Dios quiere liberar nuestra voluntad.Pero esto requiere obediencia y fe (fe confiada); y es que ambas van de la mano porque para obedecer hay que creer. Dice la palabra en:

Hebreos 11:6Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardo-nador de los que le buscan.

En Hebreos 11:1Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

La convicción de Dios, la certeza de Jesús, eso es fe, saber por encima de todos y de todo que Él es Dios y que si Él es por no-sotros quién contra nosotros. El que anunció que muchas son las aflicciones del justo pero que de todas ellas Él nos libraría; El que nos invita a confiar porque ya venció.Fe es: por cuanto conoces lo que Él ha dicho, decides caminar en esa dirección, porque le creíste, y puedes confiar en que Él hará lo que dijo. Obedecer a Dios debe estar por encima de todas las cosas, aun de la opinión de otros hombres. Implica someterse a las autoridades establecidas por Dios y por su orden.La única obediencia perfecta fue la de Jesús, su obediencia lo llevó a la cruz y ésta a la salvación del mundo.

• Abraham obedeció a Dios, cometió grandes errores, pero su corazón estaba inclinado a Dios y su obediencia lo llevó a ser padre del pueblo de Dios y padre de la fe.

• José obedeció a Dios y cuando llegó la crisis fue sustento para

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su pueblo y acumuló las mayores riquezas que gobierno alguno pueda acumular.

• Noé obedeció a Dios y salvó su vida y la de su familia.

• David venció a sus enemigos cuando hizo lo que Dios decía.

Fueron hombres que obedecieron, creyeron, se equivocaron, se arrepintieron, se volvían a Dios y Dios los perdonaba y los enal-tecía y los cita en Hebreos 11 junto a otro grupo de hombres y mujeres que también creyeron.

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Iniquidad del hombre vs. misericordia de Dios

A ntes de continuar con el tercer capítulo debemos ha-cer un alto, para evaluarnos y ver nuestra condición delante de Dios, de lo contrario los próximos puntos

no servirían de nada.Vamos a hablar de la iniquidad, de la maldad del hombre para entender muchas cosas que pasan, que detienen nuestro ca-minar, que causan frustraciones, desánimos, desalientos, situa-ciones que nos hacen perder las esperanzas, y a veces hasta desviarnos del camino.

En el libro del Éxodo 34:5-75 Y Jehová descendió en la nube, y estuvo allí con él, procla-mando el nombre de Jehová. 6 Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! ¡Je-hová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad;7 que guarda misericordia a millares, que perdona la iniqui-dad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.

Es Jehová que dice esto de sí mismo, que es fuerte, misericordio-so, piadoso, tardo para la ira, grande en misericordia y verdad, que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado.Yo veo aquí el carácter de Dios reflejado, manifestado por Él mismo, veo a Jesús, y lo que haría.Él nos llama a ser como Él, misericordiosos, perdonadores, ve-races, piadosos, tardos para la ira, fuertes en Jesús porque su poder se perfecciona en nuestras debilidades.Dios dice que de ningún modo tendrá por inocente al malva-do. Y esto lo vemos cada día, Él perdona nuestras ofensas, pero debemos arrepentirnos, debemos cambiar nuestra manera de pensar, debemos reconocernos enfermos. De lo contrario pa-deceremos las consecuencias de nuestros pecados, rebeliones o iniquidades.

A

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En Ezequiel 18:20 Jehová dice: El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él.

Aquí cada cual, explica claramente, es responsable delante de Dios de sus pecados y rebeliones.

Pero Dios dice en Éxodo 34:7 ...que guarda misericordia a millares, que perdona la iniqui-dad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.

¿Qué pasa con ésto entonces?

Deuteronomio 32:4El es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; Es justo y recto.

En Ezequiel 18:20 dice: la impiedad del impío será sobre él.

Salmo 7:14-15v. 14 He aquí, el impío concibió maldad, se preñó de iniqui-dad, y dio a luz engaño. v. 15 Pozo ha cavado, y lo ha ahondado; y en el hoyo que hizo caerá.v. 6 Su iniquidad volverá sobre su cabeza, y su agravio caerá sobre su propia coronilla.

Job 15:35 dice:Concibieron dolor, dieron a luz iniquidad, y en sus entrañas traman engaño.

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INIQUIDAD DEL HOMBRE VS. MISERICORDIA DE DIOS

¿Qué hace la iniquidad en nosotros? En Isaías 59:1-21 dice:

v. 2 crea división entre nosotros y Dios;v. 3 hace ocultar el rostro de Dios de nosotros, para no oír:nos hace mentirosos;nos hace hablar maldad;nos contamina las manos de sangre;v. 4 nos aleja de la justicia;no juzgamos por la verdad;nos hace confiar y hablar vanidades;concebimos maldad, damos a luz iniquidad;v. 5 incubar huevos de áspides y tejer telas de araña (el que come sus huevos morirá y si los apretaren saldrán víboras); calumnias, chismes, murmuraciones, falsos testimonios;v. 7 hace que nuestros pies se apresuren al mal;nos apresura a derramar sangre inocente;pensamientos mezquinos, inicuos;caminos de destrucción y quebrantamiento;v. 8 nos hace desconocer el camino de la paz, andar por veredas torcidas;v. 9 la rectitud no nos alcanza;esperamos luz y se manifiestan las tinieblas, resplandores y andamos en oscuridad;v. 10 nos hace andar a tientas, como ciegos;nos hace tropezar a mediodía como de noche;nos hace estar en lugares oscuros como muertos;v. 12 Porque nuestras rebeliones se han multiplicado delante de ti, y nuestros pecados han atestiguado contra nosotros; porque con nosotros están nuestras iniquidades, y conocemos nuestros pecados:v. 13 el prevaricar y mentir contra Jehová, y el apartarse de en pos de nuestro Dios; el hablar calumnia y rebelión, concebir y proferir de corazón palabras de mentira.v. 14 Y el derecho se retiró, y la justicia se puso lejos; porque la verdad tropezó en la plaza, y la equidad no pudo venir.

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EL ORDEN DE DIOS

¿Qué es la iniquidad que provoca tantos efectos en nosotros?Es esa codificación del mal que hay en nosotros, en nuestro corazón; que viene por herencia, por compartir con nuestros familiares, vecinos o amigos; es esa información de maldad que recibimos como ¡normal! que nunca nos fue corregida ni acla-rada por la palabra. Es la información del mal que entra por nuestros sentidos y se aloja en nuestra mente, en nuestra razón, en nuestro corazón.Es esa raíz del mal que nuestro corazón aloja porque al recibirla de nuestros antepasados, de nuestro entorno familiar, escolar, social, de nuestra cultura, entra a mí, mora en mí y me provoca a hacer el mal, me incita al mal, me inclina al mal, me seduce y como dice Pablo:

Romanos 7:15Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quie-ro, sino lo que aborrezco, eso hago.

v. 19-21v. 19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.v. 20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pe-cado que mora en mí.v. 21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.

Cuando nacemos venimos al mundo en medio de una familia que tiene su historia, costumbres, prácticas; somos parte de una sociedad que también tiene su historia, costumbres, prácticas. Ese contexto, ese medio, arroja información sobre nosotros des-de el vientre de nuestras madres, nos provee de información de bien y de mal.En la medida en que ese entorno esté o no cerca de Dios, cum-pla con sus palabras y mandamientos o no, así será la cantidad de información que recibimos; mientras más cerca de Dios, más información de bien recibiremos; mientras más lejos de Dios, más información de mal recibiremos.

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¿Cuál es el peligro? Que independientemente de si la informa-ción es correcta o no, de bien o de mal, para nosotros es la que conocemos, es lo normal, es lo que sabemos, es lo que prac-ticamos, es lo que nuestra mente y nuestro corazón codifican como aceptables, y vivimos concibiendo maldad, preñados de iniquidad y dando a luz engaños.

Por eso en Deuteronomio 32:4 aclaramos que:

• Los caminos de Dios, todos son rectitud;

•Dios es Dios de verdad;

•No hay iniquidad en Él.

Sin hacer esta nota no podemos seguir hablando, porque es en nosotros que está el mal, no afuera, no en Dios, es en nuestro corazón. La iniquidad, el pecado o la rebelión, no consisten sim-plemente en un acto voluntario de transgresión, sino que tiene raíces más profundas. Este incluye: la perversidad del corazón, la mente, la disposición y la voluntad.Cuando Dios creó al hombre, ya el mal existía en la tierra.

En Ezequiel 28:16 dice:A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de ini-quidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector.

Aquí habla de cuando Satanás fue arrojado del cielo.El hombre fue creado sólo con conocimiento del bien, cerca de Dios y con instrucciones precisas para no caer en el mal, que no conocía pero que existía.Fue Satanás, en forma de serpiente, que tentó a Eva.

Y en Génesis 3:6 dice que:ella vio que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría.

Entonces entra la maldición como respuesta de Dios al mal.

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Tu composición genéticacuatro generaciones {30 personas}

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17 1815 16

7 8

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21 2219 20

9 10

Cada uno de nosotros hemos nacido por un padre y una ma-dre, la fila 3, 4, 5 y 6 corresponde a nuestros abuelos, por parte de nuestro padre y por parte de nuestra madre. La fila 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13 y 14 corresponde a nuestros bisabuelos; la última fila son los tatarabuelos y así se completan las cuatro generaciones.

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m

25 2623 24

11 12

29 3027 28

13 14

5 6

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Luego, más adelante, en Génesis 6:5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.

Y en el v. 7 dice que decidió raerlos de la faz de la tierra, luego el diluvio donde sólo Noé fue hallado justo y librado de morir junto con su familia.

Nuevamente los hombres se pusieron de acuerdo en contra de los designios de Dios:

v. 4 Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.

Aquí vino la confusión de lenguas, y los hombres fueron es-parcidos sobre la faz de la tierra y dejaron de edificar. Esto es conocido como la torre de Babel en Génesis 11.Una y otra vez vemos prevalecer el mal en el corazón del hombre.Es por ésta razón que afirmamos una y otra vez que el mal está adentro.La Biblia dice en Jeremías 17:9 No es sino hasta que arran-camos el mal de raíz, de lo más profundo de nuestro ser, que seguiremos reincidiendo, que seguiremos cayendo. Nos veremos perdonados, liberados y al paso de un tiempo, ¡PAM!, de nuevo, allí está asomando, aflorando esa vieja natu-raleza, ese cuerpo que Pablo lo llama cuerpo de muerte y como él nos preguntamos ¿Quién nos librará?Y aquí hablo a cristianos, lavados por la sangre de Cristo, que creen en el Hijo de Dios hecho hombre, muerto y resucitado, que confiesan su nombre. Hombres y mujeres que han sido perdonados, liberados y cuando se ven, de nuevo envueltos, seducidos, reincidiendo, de nuevo se encuentran confesando y pidiendo perdón por el mismo pecado, viviendo la misma situa-ción, y cayendo otra vez. Entonces se preguntan:

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¿Por qué? Simplemente porque el mal está adentro.En Proverbios 1:23-25, habla al pueblo de Israel, al pueblo de Dios, por medio del Rey, por medio de aquel hombre de quien Dios mismo dice que le dio tal sabiduría que nadie nunca más la tendrá. Tú y yo somos su pueblo.

v. 23 Volveos a mi reprensión; he aquí yo derramaré mi espí-ritu sobre vosotros, y os haré saber mis palabras.v. 24 Por cuanto llamé, y no quisisteis oír, Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese,v. 25 Sino que desechasteis todo consejo mío y mi reprensión no quisisteis,

Dios nos habla por medio de su palabra, nos alerta, nos profeti-za, nos da palabras de ciencia, conocimiento, nos da revelacio-nes, nos inquieta por medio del Espíritu, nos llama, a veces nos grita, otras nos tumba del caballo, y Él dice: no quisisteis oír.

De igual modo, Dios envía a Ezequiel a darle su mensaje, su corrección, su alerta al pueblo y de nuevo repito: tú y yo somos ese pueblo.

Ezequiel 2:4Yo, pues, te envío a hijos de duro rostro y de empedernido co-razón; y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor.

Ezequiel 3:5-7 v. 5 Porque no eres enviado a pueblo de habla profunda ni de lengua difícil, sino a la casa de Israel. v. 7 Mas la casa de Israel no te querrá oír, porque no me quie-re oír a mí; porque toda la casa de Israel es dura de frente y obstinada de corazón. Dios siempre nos quiere sanar, nos quiere restaurar, nos quie-re liberar, nos quiere soltar las amarras, nos quiere disciplinar, quiere la transformación de nuestra mente, quiere hacernos

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libres y vencedores como Él, por medio de Él y su sacrificio ya consumado en la cruz.El pueblo de Israel pasó de la esclavitud al desierto, los que no creyeron, se quejaron, murmuraron, ¡murieron! Aquellos que nacieron libres o tuvieron un espíritu diferente, como Caleb y Josué, alcanzaron la promesa.Pero aún esto no bastó, porque Israel una y otra vez se rebeló contra Dios, así como hoy vemos hijos de Dios, pueblo de Dios, ministros de Dios que de repente caen. ¿Sabes por qué? La ini-quidad de nuestros corazones, esa raíz enclavada en nuestro co-razón que el enemigo deja quieta y no toca hasta un día que él reclama sus derechos sobre ese pedacito que nosotros creímos sanado, creímos entregado, nos supimos perdonados y ahora comienza su ministración al alma, poniendo pensamientos, ideas; despacito, poquito a poco, hasta que de nuevo encarcela nuestra alma, aprisiona la mente y los sentidos, teje redes bajo nuestros pies y luego viene la caída.Y una vez más preguntamos: ¿Señor que pasó? La iniquidad, porque Él no da por inocente al culpable.Dice la palabra que el pecado, el engaño del pecado, endurece los corazones. Un corazón endurecido no se deja corregir, ni disciplinar; acuérdate que el enemigo vino a robar, matar y des-truir; él anda como león rugiente buscando a quien devorar.David decía; “deje el hombre inicuo su camino”.

En Isaías 1:16-20 de nuevo dice:v. 16 Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo;v. 17 ...aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda.v. 18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblan-quecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.v. 19 Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra;v. 20 ...si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho.

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1 Lavaos y limpiaos: esto sólo se consigue reconociendo aJesús, reconociendo su sangre, su sacrificio en la cruz, recono-ciendo nuestra condición delante de Él.

2 Quitad la iniquidad de vuestras obras: esto es arrepentirse, detenerse de hacer lo que antes hacíamos, ya no hacerlo más, cambiar de mente, de forma de pensar, de actitud ante esa con-dición.

3 Aprended a hacer el bien: instruirse con la palabra, ¿qué dice Dios por medio de ella?; ¿cómo lo haría Jesús?

4 Buscad el juicio: esto es traer tus obras a la luz.

Juan 3:20Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.

Salmo 19:9-19Los juicios de Jehová son verdad, todos justos.v. 10 Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afi-nado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal.

5 Restituid al agraviado: no basta sólo con reconocer tu falta y traerla delante de Dios, necesitas pedir perdón, recibir el perdón primeramente de Dios; luego, cuando el caso lo requiera, repara el daño que causaste, perdona, consuela, ama a esa persona.

6 Haced justicia: al huérfano y a la viuda. Acciones conforme a la palabra, aclaro, no sólo acciones, sino acciones conforme a la palabra. Bienaventurados los que guardan sus testimonios y con todo el corazón le buscan: pues no hacen iniquidad los que andan en sus caminos. Salmo 119:2-3

Es entonces cuando Él dice: venid y estemos a cuentas; es enton-ces cuando tus pecados serán borrados, perdonados, es cuando la raíz de la maldad se arranca, cuando aún las motivaciones del

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EL ORDEN DE DIOS

corazón son corregidas. Los v. 19 y 20 explican que es volunta-rio, si tú quieres obedeces, consecuencia, bendición; si no, con-secuencia de tu desobediencia.Este es un proceso que se repite cada día, para cada área de nuestra vida, para cada situación, hasta que somos transforma-dos y tenemos la imagen de Cristo.Dios le dijo un día a su pueblo y hoy nos lo dice a nosotros:

Jeremías 4 v. 14 Lava tu corazón de maldad, oh Jerusalén, para que seas salva. ¿Hasta cuándo permitirás en medio de ti los pensamien-tos de iniquidad?v. 22 Porque mi pueblo es necio, no me conocieron; son hijos ignorantes y no son entendidos; sabios para hacer el mal, pero hacer el bien no supieron.

La autoridad sobre la palabra, la autoridad espiritual sólo se consigue en la medida que vamos rindiendo áreas, en la medi-da que vamos siendo sanados por Jesús; una vez sanado, ven-cido el enemigo, entonces es que tienes autoridad para ayudar a otros en esa área. La iniquidad en nuestros corazones puede ser tan sutil como el diablo mismo, porque él es hacedor de ini-quidad, él es la iniquidad.¿Quiere decir esto que tú estás poseído? ¡No! Quiere decir que él todavía tiene autoridad si aún está en el corazón.Hoy yo te invito, te exhorto, arranquemos la iniquidad de los corazones, arranquemos las raíces del mal, arranquemos los huevos que como el áspid son plantados para que en el tiempo incuben y dan a luz el pecado y la maldad. La mejor guerra espiritual que tú y yo podemos hacer es sanar nuestro corazón, porque cada cosa que es arrancada, cada área en la que lo vencemos, ya él no tiene más autoridad sobre no-sotros.No nos conformemos solamente con pedir perdón por los pe-cados, sigue adelante, hay más, arrepiéntete, aprende a hacer el bien, busca el juicio, restituye al agraviado, haz justicia, ven y ponte a cuentas con el Señor. ¡ALELUYA!

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Muchas veces decimos como en este versículo de Malaquías:

Malaquías 3:15Decimos, pues, ahora: Bienaventurados son los soberbios, y los que hacen impiedad no sólo son prosperados, sino que tentaron a Dios y escaparon.

Y Dios te dice en el salmo 37:1-3 v. 1 No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas en-vidia de los que hacen iniquidad. v. 2 Porque como hierba serán pronto cortados, y como la hierba verde se secarán. v. 3 Confía en Jehová, y haz el bien; y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.

Siempre hay una esperanza para el justo, para el que cree, para el que confía. Oye bien, para el justo, para el hacedor de justicia, que continuamente practica la justicia, que vive conforme a la palabra. Los cristianos no estamos llamados a encerrarnos, ni apartarnos del mundo, ni a ver a los demás como condenados y nosotros salvos, no estamos exentos porque la iniquidad no está afuera, está en nuestros corazones.

Jesús dijo: Juan 17:15No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.

¡Qué precioso! Jesús oró por nosotros, por ti y por mí. Somos ha-bitantes del mundo, somos integrantes del mundo, tenemos un gran trabajo que hacer allá fuera. Pero Dios nos va a guardar del mal porque Jesús ya se lo pidió. Estamos llamados a ser luz en un mundo de tinieblas. Ahora yo te pregunto: ¿Cómo es tu luz? Tan tenue como la lucecita que usa-mos de noche para ver el camino al baño, o tan resplandeciente como un alógeno de máxima potencia. Cuando vinimos al Señor andábamos en total tinieblas.

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Juan dice en 1 Juan 2:9-11 v. 9 El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. v.10 El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. v.11 Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.

1 Juan 1:6-7v. 6 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; v. 7 ...pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.

La iniquidad, el pecado, la rebelión, la trasgresión, ponen tinie-blas sobre nuestra luz. Si confesamos nuestro pecado, Él es fiel y justo para perdonar-nos y limpiarnos de toda maldad. De nuevo, sólo por medio de Jesús, sólo Él puede limpiarnos de toda maldad.

• El pueblo de Israel, conocedor de la promesa hecha a Abraham, Isaac y Jacob, es librado de la esclavitud por medio de Moisés.

• Los que en el desierto se quedaron anhelando Egipto, murmu-rando, criticando, quejándose, inconformes, incrédulos y des-obedientes, murieron en el desierto.

• Los que pasaron fueron aquellos que como Josué y Caleb cre-yeron a Dios, tuvieron un espíritu diferente y los que nacieron en el desierto, ya libres de la esclavitud.

• ¿Quiénes conquistaron? Los que por fe creyeron a Dios y obe-decieron sus mandamientos.

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¿Quiénes heredaron la promesa? Todos, porque para heredar las promesas de Dios, sólo hay que pasar el desierto, ser hijos, y dejar de ser esclavos; unos heredaron de este lado, otros al otro lado del Jordán. Aquí está la clave, en el desierto se transforma la mente de es-clavo a libre en Cristo.Aprendemos a creerle al Señor, aprendemos a conocerlo como guía, como sustentador, como proveedor, como consolador, aprendemos a confiar y a depender de Él.Aprendemos a obedecer, aprendemos a verlo a Él, escucharlo a Él, a recibir de Él, a ser agradecidos.Aquí somos liberados, nuestra alma, mente y cuerpo se hacen libres.Luego viene el paso del Jordán, el cual podemos cruzarlo como sacerdotes, con el arca sobre nuestros hombros como señal de su presencia en medio nuestro; como los doce que llevaron la piedra del testimonio para referencia de las futuras generacio-nes; o como el pueblo que sólo sabe que pasó sin más ni más; o con los huesos de José como símbolo de la palabra profética que Dios le ha dado a su pueblo.Luego debemos ser circuncidados del oprobio de Egipto; des-pués las conquistas de los reinos y esto es puramente espiritual. Y cuando Dios disponga, cuando se haya cumplido el tiempo: la heredad, la promesa. Por la que no hay que hacer nada sino creer, como Abraham, Isaac, Jacob, José y los demás. ¿Por qué te digo esto?, porque es bueno saber que Dios está tratando con nosotros y Él nos traerá siempre a la verdad, por medio de su Espíritu Santo.Como individuo, como congregación, ¿dónde estás? Ahora yo lo se y te lo comparto, si algo no te deja avanzar es la iniquidad, el pecado, la rebelión.Dios lo llama desobediencia, incredulidad, en Hebreos 3:18-19.

1 Pedro 3:8-13v. 8 Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; v. 9 no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición,

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EL ORDEN DE DIOS

sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llama-dos para que heredaseis bendición. v. 10 Porque: El que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engaño; v. 11 Apártese del mal, y haga el bien; busque la paz, y sígala. v. 12 Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.

¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien?

Mateo 7:21-23 dice:v. 21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. v. 22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profe-tizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demo-nios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? v. 23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.

Algunas versiones bíblicas dicen “hacedores de iniquidad”.Qué dura palabra es ésta, es para:1 Personas que han reconocido a Jesús como su único Señor y salvador.2 Personas que invocan su nombre.3 Personas que han recibido dones de Dios.4 Personas que sirven a Dios.5 Personas que saben y conocen el poder que hay en el nombre de Jesús y lo usan.¿Qué condición hay en estas personas para que esto suceda?Hombres y mujeres que han hecho estas cosas para el Señor, pensaríamos que están bien o a veces añadiríamos; mira qué poderoso, Dios las usa. Mas ninguna de estas cosas suceden sin la intervención de Dios; Él dice: “nunca os conocí”; y los aparta diciéndoles “hacedores de maldad”.

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INIQUIDAD DEL HOMBRE VS. MISERICORDIA DE DIOS

Ser hacedores de maldad, es practicarla de continuo y como decía antes, muchas veces no nos damos cuenta porque a nues-tros ojos esta acción es normal porque fue lo que aprendimos.

En el Salmo 5:4-5 dice:v. 4 Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; el malo no habitará junto a ti. v. 5 Los insensatos no estarán delante de tus ojos; Aborreces a todos los que hacen iniquidad. Luego menciona acciones que definen esos hacedores de ini-quidad:

•Hablan mentira; engañadores, sanguinarios, no hablan con sinceridad, sepulcro abierto es su garganta, hablan lisonjas.El salmo 10

•Perseguidor del pobre; v. 2

• Se jacta del deseo de su alma; v. 3

•Bendice al codicioso, y desprecia a Jehová; v. 3

•No busca a Dios, no hay Dios en ninguno de sus pensamientos; v. 4

• Sus caminos son torcidos en todo tiempo; v. 5

•Desprecia a sus adversarios; v5

• Su boca está llena de maldición, engaños y fraudes; v. 7

•Debajo de su lengua hay vejación y maldad; v. 7

•En escondrijos mata al inocente, (murmuradores, chismosos, calumniadores); v. 8

•Vive acechando al desvalido; v. 8

•Acecha para arrebatar al pobre, lo arrebata trayéndolo a su propia red; v. 9

• Se encoge, se agacha, y caen en sus fuertes garras muchos desdichados; v. 10.

Si seguimos leyendo en los salmos, vemos cómo una y otra vez se describe la acción de los hacedores de iniquidad.Mi gran sorpresa es que gran parte de las acciones de éstos es el mal uso que dan a la lengua, la impiedad al hablar, los juicios, los comentarios sin fundamento, hablar sin conocimiento, los

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EL ORDEN DE DIOS

chismes, las calumnias, la arrogancia de sus bocas. Ahora en-tiendo por qué.

Santiago 3:6 dice:Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.

Jesús mismo dijo:

Marcos 7:15 Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda con-taminar; pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre.

Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hom-bre. Marcos 7:20

Marcos 7:21-23v. 21 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los ho-micidios, v. 22 los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la las-civia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. v. 23 Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.

Hoy quizás tú estés pensando, bueno gracias a Dios que yo he sido lavado con la sangre de Cristo, he sido perdonado, el acta que me era contraria fue arrojada al fondo del mar, ya Jesús pagó por mí. Yo te digo que sí es cierto; pero también tengo que decirte que esa información de mal, esa codificación de mal entró desde el vientre de tu madre, desde que fuiste formado. Por eso yo te estoy invitando a arrancar esas raíces del mal, esos códigos de mal que afloran cada cierto tiempo, te invito a sacar la iniquidad de tu corazón.

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Tito 2:11-14v. 11 Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salva-ción a todos los hombres,v. 12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piado-samente,v. 13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifes-tación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,v. 14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.

Dios quiere, no sólo perdonar nuestros pecados y sanar nues-tras dolencias, Él quiere arrancar el mal de nuestros corazones, quitar la iniquidad de en medio de su pueblo.

Por eso yo te digo hoy de parte del Señor:

VUELVE A TU REPRENSION;ACEPTA TU DISCIPLINA;ARREPIENTETE;QUITA LA INIQUIDAD DE TUS OBRAS:APRENDE A HACER EL BIEN;BUSCA EL JUICIO;RESTITUYE AL AGRAVIADO;HAZ JUSTICIA.

Es entonces y sólo entonces cuando te pondrás a cuentas con Él.

Isaías 55:6-7v. 6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.v. 7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensa-mientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericor-dia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.

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Salmo 15v. 1 Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién mora-rá en tu monte santo? v. 2 El que anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazón. v. 3 El que no calumnia con su lengua, ni hace mal a su próji-mo, ni admite reproche alguno contra su vecino. v. 4 Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado, pero honra a los que temen a Jehová. El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia; v. 5 Quien su dinero no dio a usura, ni contra el inocente ad-mitió cohecho. El que hace estas cosas, no resbalará jamás.

Hermanos míos, hay libertad en Jesús, ésa es su voluntad, ésa es su promesa más grande para nuestras vidas, ése es nuestro Canaán, ése es el camino que cuando lo tomamos llegamos al Padre, el camino de la libertad en Cristo.En Juan 15; mientras Jesús hablaba con los doce, y los instruía antes de su muerte, les hablaba de lo que pasaría luego y en el versículo 3 dice:

Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.

Jesús mismo dice, ya vosotros estáis limpios, esto quiere decir, sus pecados han sido perdonados, sus rebeliones, sus transgre-siones, ya ustedes piensan, hablan y actúan como yo y les dice: permanezcan en mí, guarden mis mandamientos. Les habla del gozo que reciben viene de Él, en fin, mejores palabras no pudo haberles dicho, fueron precisas y si seguimos leyendo en el capí-tulo 18, que de esos mismos hombres: Judas lo traiciona, Pedro lo niega, los demás huyen y lo abandonan, excepto Juan, quien siempre estuvo allí. ¿Qué pasó? Ellos ya estaban limpios por la palabra que habían oído. Seguimos leyendo y en el capítulo 21 vemos a Pedro y los demás pescando y cuando fueron llamados al discipulado habían abandonado las redes y las barcas porque Jesús les había dicho: “Venid en pos de mí y los haré pescadores de hombres”. Mateo 4:19-20.

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Fue después de resucitado cuando Jesús vino a restaurarlos, a sanar aún esos momentos en que le habían fallado al maes-tro. Y antes de partir prometió que enviaría el Espíritu Santo; y su firmeza y determinación no fueron manifiestas sino hasta Pentecostés, cuando fueron envestidos y llenos del poder del Espíritu Santo. Ojo, ellos no salieron por su cuenta, sino que fueron restaura-dos, enviados, y envestidos del poder del Espíritu Santo, enton-ces fue cuando pudieron afirmarse en su trabajo.La apariencia de piedad es un arma mortal contra la vida del cristiano, cuando vemos las máscaras y los desfiles del carnaval los reprendemos y oramos, pero nosotros nos escondemos en la sutileza de la piedad. Puede que obremos justicia pero nues-tro corazón no está allí, las motivaciones no son las correctas, aparentamos una vida en santidad pero no amamos al hermano que vemos, lo juzgamos y lo desechamos por su condición, lo apartamos de nuestro lado cuando peca o se equivoca o cuan-do no hace lo que creemos; caminamos como el sacerdote y el levita frente al herido y justificamos bíblicamente por qué no lo ayudamos.En estas personas la misericordia se aparta, la gracia que han recibido no es manifiesta; las excusas y las justificaciones apa-recen y a veces expresamos estoy orando, buscando dirección para saber qué hacer.Yo te pregunto ¿Acaso ya Dios no te ha respondido? Pero la ini-quidad de tu corazón no te deja aceptarlo y obrar.Muchas veces yo he orado queriendo respuestas de Dios o ins-trucciones de qué debo hacer y tras pasar por la frustración de su silencio, al cabo del tiempo me doy cuenta que su respuesta estuvo siempre allí.Hay una expresión en la calle que dice que lo último que se convierte es el bolsillo, ¿No has pensado que la causa por la que no das, puede ser mezquindad, egoísmo, dureza de cora-zón, e iniquidad?.Es más fácil decir, el que no trabaje que no coma, sí es cierto Pablo lo dijo pero a algunos hermanos que estaban perturbando la obra; sin embargo la Biblia dice cientos de veces: haz misericordia, da

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con liberalidad; tiende la mano al hambriento y con ésto no es-toy justificando al que no trabaja, pero la rigidez de tu posición contra esa situación, ¿no será por la condición de tu corazón?Al salir de las congregaciones he visto una y otra vez a personas que van solas en sus carros y por no desviarse un poquito dejan que el hermano se vaya a pie.He visto muchos que anhelan que alguien les brinde aunque sea un pan porque no han comido o cenado y le decimos “Dios te bendiga”, “no pierdas el gozo”, “Dios tiene cuidado de ti”. ¿Te has detenido a pensar que ya Dios te dio para dar, que ya te bendijo para bendecir y que tú eres el instrumento ese día para que ese hermano coma o cene o llegue a su casa?¿Has pensado que de los cientos que se congregan tú sólo al-canzas hablar con unos pocos?, ¿Crees que es casualidad?, ¿No querrá Dios algo de ti para esa persona? Algo de lo que ya te dio antes en abundancia. La iniquidad es tan sutil, repito, como el diablo mismo, porque él es la iniquidad, él es padre de la men-tira y los que hacen pecado son hijos de él.No todo lo que recibes es para darlo, pero de lo que recibes, ¿qué das? Y no sólo hablo de dinero, hablo además, de con-suelo, consejo, abrazo, amor, atención, servicio. Cuando haces una reunión, una cena o una fiesta de cumpleaños, ¿a quién invitas?, Sólo a los de tu círculo más íntimo, o sólo aquellos que pueden darte un regalo o devolver la invitación otro día; cuida-do, hermanos, eso puede ser iniquidad y el Señor dijo que el que tal cosa hace ya recibió su recompensa.¿A quiénes les abres las puertas de tu casa?, ¿Dónde vas?, ¿Con quién compartes?, ¿A quiénes invitas?, ¿Qué haces con lo que tienes?, ¿De qué hablas?, ¿Qué te atrae?, ¿Cuáles son tus sueños? Si evalúas eso probablemente te darás cuenta que a la luz de la palabra estamos apartados y ésta dice que el origen de la división del hombre con Dios lo hace la iniquidad de nuestros corazones.

El salmista decía:¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos para guardar tus esta-tutos! Ordena mis pasos con tu palabra, y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.

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La iniquidad tiene tantas facetas como caras el diablo. Hoy yo te digo: saca primero la viga de tu ojo para que puedas ver la paja de tu hermano.Yo te digo que hay personas que nada penetra en sus corazo-nes, porque sólo están pendientes de buscar para quién es esa palabra; dicen qué tremenda, qué bonita, y preguntan: ¿a quién le estarán hablando hoy? Respuesta: a ti.Hay otros hermanos que son como distribuidores de correspon-dencia de una gran compañía, reciben mensaje tras mensaje y cada mensaje tiene un destinatario; más aún, muchas veces lo llevan a su destino, pero no lo toman para sí mismos y a veces orando dices: Señor ¿Dónde estás? Hace tiempo que no me ha-blas. Al cabo del tiempo otros al lado tuyo han prosperado en los caminos del Señor y tú estás en el mismo lugar, si es que todavía estás ahí. ¡Claro! Es que no dejas entrar ninguna palabra para que puedas ser transformado. Ningún predicador transforma, nadie se transfor-ma a sí mismo, la iniquidad no se va sola.

Hebreos 4:12-13v. 12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cor-tante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.v. 13 Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su pre-sencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.

Sólo la palabra que recibimos, que escuchamos, que aceptamos, que damos cabida en nuestro corazón, que al meditarla vemos nuestra condición y por medio de ella nos demos cuenta de que estamos separados de lo que Dios dice, es la que nos hace volvernos a Dios, arrepentirnos, al aprender a hacer el bien, al buscar el juicio, al restituir al agraviado, al hacer justicia, al po-nernos a cuentas con el Señor. Entonces seremos restaurados y podremos, con ese mensaje, ir a restaurar a otros.

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Es sólo entonces cuando esa palabra puede servir a otros, cuan-do el propósito por el cual fue enviada se cumple primero en ti que la estás escuchando; de lo contrario, es como correspon-dencia vacía, sin remitente, porque tu vida no la avala.En mi caminar con el Señor, he podido verle la cara a la iniqui-dad de muchísimas formas y en innumerables manifestaciones, por eso hoy me atrevo a escribir, pero esto no me exonera a mí, yo aún estoy expuesto, en mí todavía hay codificaciones del mal que no han sido regeneradas por el Señor, por eso mi ora-ción es cada día: límpiame más y más de mi maldad, arranca lo mal plantado, quita de mí lo que no viene de ti, echa fuera la iniquidad, la rebelión, la trasgresión, el pecado, lávame con tu sangre, perdóname. Él dijo en su palabra “el que esté limpio, límpiese más”.Pareciera interminable, pareciera que esto no tiene fin, nos frus-tramos a cada momento que descubrimos que otra cosa no es-taba bien en nosotros; demos la Gloria a Dios, porque usted y yo tenemos en nuestro ADN espiritual, generaciones que han marcado su información distorsionada, su codificación del mal y aunque Dios puede sanarlo todo en un abrir y cerrar de ojos, Él permite que pasemos por este proceso consciente y volun-tariamente para que no volvamos atrás, para respetar nuestro libre albedrío, para enseñarnos su justicia, para manifestarnos su amor, su gracia, su fidelidad, su misericordia.Ciertamente, al ver qué tan malos somos, nos damos cuenta no sólo que hacemos el mal, sino que estamos codificados para hacerlo; que del mundo, de nuestra cultura, de nuestra familia, de nuestros antepasados, recibimos instrucciones para hacer el mal. Pero a pesar de todo eso Dios está ahí por nosotros y para nosotros, con un plan perfecto de salvación, con su palabra fres-ca cada día, con su invitación eterna de volvernos a Él para po-der regalarnos lo que por el pecado de un hombre todos perdi-mos, pero que, por la obediencia y la justicia de su Hijo amado Jesucristo puede ser restaurado y será restaurado en su nombre. Esto es misericordia, esto es gracia, esto es amor.Desde la creación podemos elegir el camino del bien, Su cami-no; o el camino del mal, camino que nos aparta de Él.

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Caín eligió el camino del mal. Génesis 4:5-16Abraham, padre de la fe, cuando llegó al Neguev, tierra de Abimelec, le dijo al rey que Sara era su hermana, no su esposa, a Sara casi la toman, situación ésta de la que los libró Jehová, Dios; años más tarde cuando Isaac, su hijo, llegó a Gerar con su esposa Rebeca, dijo que ésta era su hermana, no su esposa, repitiendo las acciones de su padre. Esto lo hace la iniquidad, por eso nos sorprendemos cuando hacemos cosas, padecemos situaciones, vivimos experiencias exactas, repetidas, a las que vivieron nuestros antepasados.La iniquidad no sólo codifica los genes de conducta, carácter, sino también que transmite informaciones de enfermedad, adic-ciones, etc.Por eso vemos generaciones de alcohólicos, fumadores, droga-dictos, vemos hijos que se divorcian y no saben por qué; vemos familias que se desmantelan, vemos relaciones familiares que se rompen, vemos situaciones que se repiten de los padres so-bre los hijos y sobre los hijos de los hijos.Esto lo hace la iniquidad, acuérdate, es la codificación del mal en nuestros corazones.Podemos querer hacer algo pero nuestro interior nos hace ac-tuar de forma totalmente diferente, nuestro corazón nos engaña y nos hace llamar las cosas buenas como malas y las malas como buenas.

Dios dice en Oseas 4:1-2, 6v. 1 Oíd palabra de Jehová, hijos de Israel, porque Jehová con-tiende con los moradores de la tierra; porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra.v. 2 Perjurar, mentir, matar, hurtar y adulterar prevalecen, y homicidio tras homicidio se suceden.

v. 6 Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdo-cio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvi-daré de tus hijos.

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Dios no ha cambiado, no ha cambiado sus leyes, ni sus estatutos, ni sus preceptos. Dios es el mismo ayer, hoy y siempre.Cuando Dios dictó a Moisés los mandamientos, los dictó para ellos y para las generaciones venideras incluyéndote a ti y a mí.La Biblia no es obsoleta, los hombres nos hemos desviado, la ini-quidad de nuestros corazones nos ha apartado de Él, de su verdad; nuestros corazones se han endurecido por el engaño del pecado.Hoy el aborto es una salida para un embarazo no deseado, pero Dios dijo: “no matarás”. Éxodo 20:13Hoy el condón es un instrumento para prevenir enfermedades, embarazos, pero Dios dijo: “no fornicarás”.Hoy los homosexuales y lesbianas son socialmente aceptables, son personas a las cuales se les permite en muchos países el matrimonio, se les ha concedido el derecho de adoptar hijos, considerándose como que eso es normal. Dios dijo: “no te echa-rás con varón como con mujer, es abominación”. Levítico 18:22

En 1 Corintios 6:9 dice: “ni los fornicarios, ni los afeminados, ni los que se echan con varones heredarán el reino de Dios”.

La iniquidad de nuestros corazones ha llevado nuestras vidas a la degeneración, a la perversión, al punto que 2 Timoteo 3:1-9 habla de los hombres de este tiempo y los describe como:Amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blas-femos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán aparien-cia de piedad.Cuando oímos esto automáticamente nos ponemos a pensar en cómo anda el mundo a nuestro alrededor.Yo quiero invitarte no a ver afuera sino hacia dentro de ti, del pueblo de Dios, de tu congregación.Evalúa tu vida en cada una de estas áreas y yo me pregunto: ¿Ya somos libres de estas acciones, de estos pecados, de estas rebeliones, de estas transgresiones? ¿Fue arrancada la raíz de iniquidad?

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Observa, si no se ha enfriado tu amor para con los hermanos, y para con los otros. En 1 Juan 3:18 dice: “Hijitos míos, no ame-mos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad”.

Oye bien, todos somos pecadores, si no le decimos a Él men-tiroso.Yo estoy hablando no sólo de las acciones u omisiones llamadas pecado, estoy hablando de lo que está enraizado en tu corazón que te hace pecar, que te hace caer, que te hace hacer el mal que no quieres y no el bien que quieres.Nadie está exento, ni aún los grandes ministros de Dios, y ahora te comparto esta enseñanza.Cuando Jacob iba a morir, bendijo a sus hijos:

En Génesis 49:5-6 dice:v. 5 Simeón y Leví son hermanos; armas de iniquidad sus ar-mas. v. 6 En su consejo no entre mi alma, ni mi espíritu se junte en su compañía. Porque en su furor mataron hombres, y en su temeridad desjarretaron toros.

De Leví sale la tribu de los levitas a quienes Dios llamó a su servicio en el tabernáculo y declaró por boca de Moisés que eran de Jehová, que eran tomados en lugar de los primogénitos de Israel y eran dados como don a Aarón para que ejerzan el ministerio de los hijos de Israel en el tabernáculo de reunión. Números 8:14, 18-19.¿Cómo es que de Leví, de donde descienden los levitas, los hom-bres que servirían y ministrarían a Dios desde el tabernáculo de reunión, son los que antes Jacob, su padre, había dicho “armas de iniquidad son sus armas”?

Sólo la cercanía con Dios, la purificación continua, la limpieza de sus vestiduras, alejarían a este pueblo de la perversidad de sus corazones. Sólo esto haría que ellos no hicieran uso de sus armas de iniquidad. Hoy yo te digo a ti ministro, a ti que has sido llamado al servicio, a ti cuyo llamamiento te hace acercarte a Dios cada día, lo siguiente:

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¿No será tu corazón y mi corazón como el de Leví? Dios en su eterna misericordia, conoce lo que somos capaces de hacer si nos apartamos, conoce lo más profundo de nuestros corazones. Viendo eso, ¿has pensado en las misericordias que Dios te ha y me ha dispensado? ¿y en que al acercarnos a Él, nos vemos obligados a alejarnos de la iniquidad de nuestros corazones?Pero Él no quiere sólo alejarnos, Él quiere sanarnos, Él quiere arrancar esa raíz, esa fuente de mal, esa información de mal de nuestras vidas.Cuando nos hacemos expositores de la palabra, nuestras vidas deben ser transformadas de tal manera que nuestras acciones respalden esas palabras.Cada palabra que sale de nuestra boca será probada, de cada una de ellas tendremos que dar cuentas.

2 Timoteo 2:19Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.

2 Timoteo 2:21Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra.

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H oy vivimos tiempos preciosos, tiempos de grandes re-tos, de grandes exigencias y demandas, tiempos profé-ticos, tiempos donde la venida del Señor está tan cerca

que me atrevo a decir que hay urgencia desde el trono de Dios en el trabajo a realizar.Hoy día hay grandes ministros, manifestadores de la gloria de Dios; anunciadores de la gloria postrera, de lo que viene; que así como Juan el Bautista anuncian lo que ha de venir, lo que ha de manifestarse.Esos ministerios, esas iglesias, que hoy son impresionantemente grandes, a nuestro parecer, son sólo muestras, sorbitos del vino nuevo que Dios quiere derramar en este tiempo. Pero dice la pa-labra en Mateo 9:17: “No echan vino nuevo en odres viejos...”

Hay también muchos siervos e hijos de Dios pasando por pro-cesos terribles, tan fuertes, tan crudos, que muchos dudan que esto pueda venir de Dios. Muchos cuestionan la veracidad de estos procesos diciendo: “Dios no obra así”.Más aún, cristianos viviendo estos procesos prefieren abando-narlo todo porque no entienden o porque no quieren seguir padeciendo y se alejan tras la “bendición”. Algunos de ellos no apartan de su boca la queja, la inconformidad, la autocompa-sión, la pena y continuamente preguntan al Señor ¿Por qué?Otros comienzan a ver a los lados y se comparan con aquellos hermanos que ya han sido bendecidos económicamente o qui-zás no pasan por estos procesos de restauración y hablan como si Dios hiciera acepción de personas.Estos hermanos padecen hambres, desnudeces, persecuciones, rechazos, menosprecios, burlas, su fe es cuestionada continua-mente o puesta en tela de juicio. ¡Cuántas cosas más pasan esos amados hermanos!Hoy yo quiero decirte a ti, hermano o hermana que estás en uno de esos procesos fieros ¡Gloria a Dios!: no te desalientes, anímate, esfuérzate, Dios no se ha equivocado, Él te eligió a ti, Él nos eligió a nosotros para este tiempo, Él nos está preparando para ser ma-nifestadores de su gloria, para impactar al mundo con su Pala-bra, para darnos autoridad sobre la adversidad, para enseñarnos

Capítulo 3 Iglesia y ministerio

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EL ORDEN DE DIOS

que Él es Dios, fiel, justo, santo, proveedor, sustentador, que Él es refugio, que Él es amor, gracia y misericordia. Para mostrar-nos que Él es el Gran Yo Soy, Dios todopoderoso, y que una vez lo conocemos podemos manifestarlo.Nosotros somos las vasijas que Él eligió para portar el mejor vino que Él va a dispensar, ése que Él se ha reservado para el final.Esos hombres y mujeres seremos los que llenaremos la tierra del conocimiento de la gloria de Dios.Aquellos que no han pasado esos procesos, por favor, no digan nada, no opinen de lo que desconocen, les invito a no juzgar, a ser misericordiosos con esos hermanos y en la medida de sus posibilidades, tiéndanle la mano, oren por ellos, denle aliento y consuelo, que grandes cosas está haciendo Dios con éstos.

Un día, narra 1 Samuel 16:13 Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá.

David fue ungido Rey de Israel; en este momento él era simple-mente pastor de las ovejas de su padre. Hasta este momento el vencía osos, leones y tocaba bien el arpa.Obviamente con estas competencias no se podía ser Rey, pero él ya había sido ungido.Un día David visitó el campamento de Israel con un encargo de su padre, Isaí, para sus hermanos y allí se encuentra con el desafío de Goliat, el filisteo, al ejército Israelí.Es entonces cuando David decide enfrentar a Goliat quien es enemigo del Rey y de su ejército. Hasta este momento el ungido no se había enfrentado a los enemigos del Rey.Es por eso que Dios lo permite para que a los ojos del pueblo y del enemigo, el nuevo Rey, cuando fuere proclamado como tal, tuviera en su currículum que él vence los enemigos del Rey. Así obra Dios en nosotros, Él no nos enfrenta sólo a nuestros ene-migos, sino a los enemigos del lugar donde nos lleva, a los ene-migos de la posición para la que ya fuimos ungidos y cuando

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IGLESIA Y MINISTERIO

somos envestidos en esa posición, ya se dice de nosotros como decía el pueblo de David.

1 Samuel 18:7Saúl hirió a sus miles, y David a sus diez miles.

Esto quiere decir que Dios te da la autoridad necesaria ante el pueblo y ante el enemigo antes de proclamarte y envestirte.Si grande es tu enemigo, si grandes son tus batallas, entonces grande es tu llamamiento, grande es tu ministerio, gran respon-sabilidad ha puesto el Señor sobre tus hombros; hoy te digo: no temas y capacítate para lo que Dios te llamó.Esta generación que vivimos es una generación en la que Dios está demandando hombres y mujeres comprometidos, hacedo-res de la palabra, que entiendan el propósito, el llamamiento que les ha sido hecho; que sean manifestadores del reino.Veamos lo que como dice Pablo en Corintios:

2 Corintios 3:2-3v. 2 Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazo-nes, conocidas y leídas por todos los hombres;v. 3 siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por no-sotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón.

Pablo dice: “nuestras cartas sois vosotros”; nosotros somos esas cartas cuando nuestras vidas manifiestan a Jesús, cuando obra-mos la justicia de Dios, cuando hacemos lo que Él nos dice, cuando de nuestra boca sale siempre la palabra de Dios porque eso es lo que abunda en nuestros corazones.Cuando nos rendimos al Señor de esa manera, cuando la ora-ción está de continuo en nuestra boca, cuando nuestras vidas exaltan el nombre de Jesús, cuando nos hemos apartado del mal y hacemos el bien, cuando vencemos con el bien el mal, podemos decir “ya no vivo yo mas vive Cristo en mí”.Cuando estamos convencidos que no son nuestras destrezas, ni nuestras cualidades, ni nuestras competencias, ni nuestros

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EL ORDEN DE DIOS

títulos, ni nuestro dinero, sino que lo que hacemos y somos vie-ne de Dios y es para Dios; cuando el verbo se hace carne y habita entre nosotros: En Juan 1:14 a mí me llamaba mucho la atención lo que dice entre paréntesis:

v. 14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

Un día el Espíritu Santo me hizo entender que cuando el verbo se hace carne, cuando somos hacedores de la palabra; cuando nuestras vidas son como dice la palabra, no que la predicamos sino que la vivimos, cuando somos testigos fieles de Jesús, en-tonces nos hacemos como el unigénito del Padre, nos hacemos uno con Jesús, así como Él se hizo uno un día con el Padre. Es entonces cuando el reino se hace disponible por medio nuestro, es entonces cuando el reino se acerca, nos hacemos dispensa-dores del mover de Dios para los tiempos que vivimos. Comen-zamos a vivir el Kairos de Dios, podemos manifestar al mundo lo que Dios quiere en cada tiempo.Así como José fue usado para establecer las políticas económi-cas, agropecuarias y sociales de Egipto en su tiempo.Así como Daniel, tercero en el reino más floreciente de la época, era consultado en los diferentes aspectos del reino, pues su opinión estaba por encima de los sabios y consejeros personales del rey.De igual manera Dios, en este tiempo, quiere siervos fieles a través de quienes dictar las políticas económicas, sociales y cul-turales de este tiempo.Dios quiere empresas y empresarios a la manera de Dios para manifestar su esplendor.Necesita hombres y mujeres como aquellos doce que se entrega-ron a Él, vivieron como Él, hicieron lo que Él les dijo, fueron fieles, oraron sin cesar, amaron, creyeron, ninguna adversidad los apartó ni los desalentó, hombres que estuvieron dispuestos a despojarse de todo para dar paso a la voluntad del Padre. Las obras de ellos aún permanecen y por esa labor, ese denuedo, y el de otros como ellos a través de los tiempos, hoy recibimos el evangelio de Cristo.

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IGLESIA Y MINISTERIO

Jesús está preparando ese remanente que será usado para ma-nifestar su gloria en este tiempo.Dios necesita odres nuevos, para que cuando el vino nuevo sea derramado, no se pierdan el vino y el odre.Dios está rompiendo los esquemas, los patrones, los ritos, los claustros, las comodidades de los hombres, las tradiciones.Dios está llamando a un pueblo capaz de despojarse de todo, aún de la gloria de ayer porque la próxima será mayor.Dios no quiere más excusas para hacer el trabajo.Dios quiere hombres y mujeres que un día le dijeron: ¡Heme aquí!; que a pesar de las pruebas, de los hombres, de los obs-táculos, de las aflicciones, de las limitaciones, de las hambres o desnudeces, de las crisis, diga: Señor, todavía estoy aquí, envía-me a mí.Dios quiere que salgamos del desierto, que alcancemos la liber-tad a la que nos ha llamado y que una vez alcanzada, perma-nezcamos en ella cumpliendo con su palabra.

En 2 Corintios 3:17-18 dice:v. 17 Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.v. 18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.

Esto quiere Dios, hombres y mujeres que habiendo alcanzado la libertad, llenos del Espíritu Santo, puedan venir a cara des-cubierta, porque los velos de la esclavitud han sido removidos y mirando como en un espejo la gloria del Señor; porque eso somos entonces, imagen y semejanza del Dios vivo, de Jesús; ahora a través de nosotros se manifiesta su gloria y somos trans-formados de gloria en gloria en la misma imagen.

En el salmo 8:5 David dice del hombre: Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra.

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Antes de la caída, los atributos del hombre eran extraordinarios, sencillamente no tenemos idea de cómo era el hombre en aquel entonces. Citando algunos, vemos cómo por su cercanía con Dios, la gloria de Dios lo cubría, el hombre no conocía ninguna maldición, el hombre era eterno, no conocía muerte; vivía en la eternidad de Dios. Era Señor de todo, dueño de todo; inteligen-te, entre innumerables atributos. Nosotros no sabemos la mag-nitud de lo que el hombre perdió, es por esto que Dios quiere que volvamos a ese estado original; y para ello preparó su plan eterno, un plan que no fallaría, nos envía a Jesús y por medio de Él, sólo a través de Él podemos alcanzar eso que por el pecado perdimos.La generación de aquellos hombres y mujeres que como Ana y Simeón se consolaban esperando la redención para poder mo-rir, ya terminó. Esta generación está llena de hombres y mujeres que no conocerán la muerte, que será tomada en un abrir y cerrar de ojos.Sólo cuando alcanzamos la libertad y caminamos en ella, lle-nos del Espíritu Santo, podremos manifestar la gloria de Jesús. Es entonces cuando el aroma de Cristo, sus manifestaciones de gloria, atraerán las multitudes que están reservadas para este tiempo.Hoy te digo, si eres líder, pastor, si tienes Iglesia, no importando cual sea tu ministerio; si ésta no crece, o tiene años en el mismo lugar, o no huele a Cristo, quiero exhortarte hermano y decirte: alcanza la libertad, recibe la disciplina del Señor, vuélvete a la reprensión, admite tu condición, rompe los viejos esquemas, quita la comodidad de tu vida, quita las limitaciones de tu men-te y permite que el Espíritu Santo te guíe a la verdad, permane-ce en ella y sé libre en el nombre de Jesús.Este es un tiempo donde ya los discursos bonitos, ni la piel de gallina, ni las caídas al suelo, ni manifestaciones similares, son necesariamente las que Dios quiere en este tiempo.Dios quiere ministros que den apertura a los cinco ministerios, (apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros). Que abra-cen el mover profético y apostólico de este tiempo; que conozcan lo que Dios está haciendo y se muevan en esa dirección.

EL ORDEN DE DIOS

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Si tú eres profeta yo te encarezco hoy, a que te sometas lo antes posible a tu autoridad, a tu apóstol, a tu pastor; deja de andar como lobo rapaz. Sólo este sometimiento a tu autoridad y la co-munión estrecha con el Señor te ayudará en este tiempo.Si tú eres de aquellos que se han autoproclamado apóstoles, o has sido elegido por los hombres, quiero decirte, sin desalentarte: no prevalecerás los embates que contra ti vienen. Acércate al Señor, trabaja bajo el oficio al cual Él te ha llamado. Cada uno debe asu-mir su papel, su ministerio, su función, conforme a lo que Dios ha elegido para tu vida, porque sólo entonces podremos hacer el trabajo y cumplir con el propósito de Dios para nestra vida.

Acuérdate que dice en Mateo 7:16Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?

Y en Génesis dice que cada semilla dé fruto según su género.Los apóstoles edificarán la Iglesia de este tiempo, unificarán el pueblo de Dios en un solo propósito, un mismo sentir, una misma visión, la de Jesús, la del Padre Dios. Jesús no viene a buscar las iglesias de Cristo, ni viene a buscar a evangélicos, ni católicos, El viene por su Iglesia, pura, sin mancha, una sola Iglesia, una novia; viene por los hijos verdaderos.Los profetas marcarán el camino, la ruta para alcanzar esos pro-pósitos eternos, como boca de Dios que son manifestarán los más intrínsecos deseos del Padre para lograr sus propósitos, sin manipulación, expresando el más genuino sentir del Padre.

Dios quiere orden y éste comienza por casa.Dios quiere adoradores en espíritu y verdad.Dios quiere misericordia y no sacrificios.Dios quiere mansedumbre y humildad.Dios quiere sometimiento a las autoridades.Dios no quiere juicios ni condenaciones.Dios quiere que demos de gracia lo que de gracia recibimos.Dios quiere que amemos.Dios quiere que creamos, que confiemos.

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Dios no quiere manipulaciones.Dios quiere prosperarnos.Dios quiere nuestra voluntad rendida a Él.Dios quiere nuestra libertad.

Jesús no murió por lo que eres, ni por lo que tienes, ni por lo que puedas hacer por Él, ni murió por tu ministerio. Jesús murió por ti, por tu salvación, por tu redención, por tu libertad. Alcán-zala en el nombre de Jesús. No desmayes, aliéntese tu corazón, reconoce hoy delante del Señor: ¿Qué tú necesitas?, ¿Qué debes quitar de en medio?, ¿A qué debes renunciar?, ¿De qué debes despojarte?, y pídele a Él que te ayude, ríndete, humíllate, y Él lo hará.

ORACIONYo oro en este momento por cada persona que está leyendo este texto, para que sea traída a la libertad en Cristo; para que los viejos esquemas sean rotos, para que tu odre sea renovado, para que a partir de este momento todo lo que impide tu cre-cimiento y el funcionamiento de tu ministerio sea quitado de delante de ti.Oro para que seas un manifestador de la gloria de Dios. Para que recibas esa unción fresca, renovada que transforme tu vida.Oro al Señor para que Su orden sea establecido en ti, en tu fa-milia, en tu Iglesia. Para que Sus propósitos se cumplan en tu vida.

En el poderoso nombre de Jesús.Amén.

EL ORDEN DE DIOS

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E n la vida cotidiana del ser humano, el trabajo se ha convertido en el centro de su vida. Tal es esa creencia que ya el hombre no es el proveedor por excelencia,

sino que también la mujer debe trabajar, y en ocasiones ser ella el sustento. Los hijos desde temprana edad se suman a esa fuerza laboral debido a la dependencia del trabajo y por cuanto consideran éste la fuente de su sustento. En sus bases, en sus fundamentos, el modelo bíblico no es el que se usa, ni siquiera en las familias cristianas; y por conse-cuencia el malfuncionamiento y la división se ha hecho cargo de los hogares.Ya mamá no es la que instruye el niño en los primeros años, ni la que lo abraza, ni la que lo alimenta, ni quien lo orienta; papá está tan ocupado que nunca tiene tiempo para compartir y cuando finalmente llega a casa está tan cansado que los pe-queños molestan. La relación entre padres es cada vez menos fuerte, ya que nun-ca hay tiempo para compartir y si lo hay lo ocupamos en activi-dades sociales, familiares, ministeriales, entre otras; por tanto, la salud familiar, la salud de la pareja, se va debilitando y por eso, repito, la división familiar toma lugar.Los padres creemos que trabajando y trayendo dinero a casa es suficiente, las madres ya no quieren estar más en casa y dele-gan su trabajo y responsabilidad a personas que no están capa-citadas para ello. Los jóvenes buscan entretención y compañía en los lugares me-nos propicios y por tanto terminan dejando la escuela, niñas em-barazadas a temprana edad, delincuentes, pandilleros, sin afecto natural, y creyendo que una tarjeta de crédito, una niñera, un cho-fer que los busque y los lleve, y un celular que los mantenga co-municados es todo cuanto necesitan. Y debido a ese desorden, se arrojan a la primera oportunidad en los brazos de quien le ofrezca cierto consuelo, sin importar la edad, el sexo o las condiciones que sustenten esa relación, también desordenada. Irresponsablemente empujamos a nuestros hijos a una adultez para la cual no estaban listos y a situaciones para las cuales no estaban preparados y peor aun, esperamos que den frutos que no plantamos en ellos.

Capítulo 4 El trabajo

E

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Y eso es sólo por mencionar algunas de las cosas que el desor-den laboral trae a nuestros hogares.Otra cosa es que cuando hacemos del trabajo nuestra fortaleza y ponemos en él nuestra confianza y dependemos solamente de él para subsistir, entonces el desorden se acrecienta, y rompe-mos una vez más con lo establecido por Dios; es cuando todas estas cosas suceden que el trabajo se convierte en maldición de la manera que fue decretado por Dios en el libro de Génesis:

Génesis 3:17-20 tras la caída:v. 17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No co-merás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.v. 18 Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. v. 19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues pol-vo eres, y al polvo volverás.

Y no sólo queda establecida la maldición, sino que en ella está descrita la causa de la misma.

Y como dice el libro de Proverbios 26:2Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vue-lo, Así la maldición nunca vendrá sin causa.

Y cuando establece la causa es por la desobediencia del hombre.El hombre obedeció la voz de la mujer y no la de Dios, y Dios mismo dice “que te mandé diciendo”, fue una violación franca y abierta a lo que ya Dios había dicho.Desde los inicios, desde que el hombre se separó de Dios, desde la caída, el trabajo se convirtió en maldición. Y cada vez que nosotros, cristianos o no, vivamos en desobedien-cia, separados de la voluntad de Dios, lejos de su Palabra y de lo que Él ha establecido, entonces el trabajo será una maldición.El trabajo del hombre antes de la caída nunca estuvo asociado a ningún tipo de maldición.

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Adán y Eva fueron comisionados para labrar y guardar el huerto del Edén conforme lo dice en Génesis 2:15.Ellos fueron instruidos y capacitados, además, conforme lo establece el Génesis:

Génesis 1:28Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.

Nunca habla de que el hombre no haría nada; trabajo había mucho, y por mucho tiempo, pero plantea una diferencia antes y después de la caída. Y esa diferencia la determinaría una sola cosa. La obediencia del hombre a Dios.

En Deuteronomio 28, vemos claramente establecido las bendi-ciones que siguen a la obediencia así como las maldiciones ante la desobediencia.La clave ante esta situación es que para obedecer hay que creer, para creer hay que conocer y cuando creemos, confia-mos, cuando confiamos, dependemos y cuando dependemos Él hace lo que quiere en nosotros, con nosotros y a través de nosotros.

Eclesiastés 3:10 declara:Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hom-bres para que se ocupen en él.

Fíjate “para que se ocupen en él”; no dice para que dependas de el trabajo, no dice para que sea lo más importante de tu vida, ni para que dejes todo para dedicarte a él; habla simple-mente de tener algo de qué ocuparte, para no vagar ni de he-cho ni de pensamiento, para que te ocupes. Tu dependencia, tu centro, lo más importante, lo que debe dirigir tu vida es Jesús.

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Es Jesús que dice en Mateo 6:33Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y to-das estas cosas os serán añadidas.

Filipenses 4:19Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus ri-quezas en gloria en Cristo Jesús.

Salmo 37:4-5v. 4 Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peti-ciones de tu corazón. v. 5 Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.

Efesios 1:3Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celes-tiales en Cristo,

Dios da la sabiduría.Dios da las fuerzas.Dios da las estrategias.Dios nos da su favor.Dios nos da su gracia.Dios reprende por nosotros al devorador.Dios esparce nuestros enemigos.Dios nos bendice.Dios nos prospera.Dios nos enriquece.Dios se ocupa de nuestros vestidos.Dios se ocupa de nuestros alimentos. Dios se ocupa de nuestra seguridad.

Dios manifiesta las intenciones de los corazones de aquellos que se levantan contra nosotros. El sólo pide a cambio obediencia.

Juan 14:21 dice:El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me

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ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le ama-ré, y me manifestaré a él.

El que tiene mis mandamientos y los guarda, (esto es obedien-cia).El que tiene mis mandamientos y los guarda ése es el que me ama, (obedecerle es amarle).El que le ama (a Jesús) será amado por el Padre. (Respuesta a nuestro amor, el amor del Padre y la manifes-tación de Jesús a nuestras vidas).

Y más adelante, en el versículo 23 declara:El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.

En mi caminar con El Señor, he podido identificar varios princi-pios que debemos conocer y aplicar:

Fiel en lo poco y te pondrán en lo mucho.Fiel en lo ajeno y te darán lo tuyo.La mayordomía a la manera de Dios.El ser incondicional para Dios.Ser capaz de dejarlo todo, de renunciar a todo, tomar tu cruz y seguirle.Poner tus ojos, tu corazón, tu alma y todo tu ser en El Señor.La dependencia.

No amar el dinero.No tomar prestado a usura.No salir por fiador de nadie.Tienes que vencer tus enemigos: Tú, primeramente, que eres tu peor enemigo.La codicia.La avaricia.El envanecimiento.El enaltecimiento.

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Tienes que ordenar tu vida financieramente y esto implica la aplicación cotidiana y consciente de los principios bíblicos para tales fines:Honra a Padre y Madre.La ofrenda.La semilla.El diezmo.

Fiel en lo poco y te pondrán en lo mucho.Muchas veces decimos cuando Dios me bendiga haré esto o aquello, pero Él quiere que desde ahora tú hagas lo que tienes que hacer, eso fortalecerá tu fe y acrecentará tu nivel de depen-dencia en Dios. El poco de ahora es como el Edén para Adán y Eva; ellos tenían autoridad sobre toda la tierra, no la cuidaron y la perdieron. Si la cuidas y vences entonces podrás alcanzar el todo lo que te pertenece.

Fiel en lo ajeno y te darán lo tuyo.Cuando trabajamos para alguien, debemos hacerlo como para el Señor, por tanto, debemos hacerlo lo mejor posible, en exce-lencia; sin importar la inversión de tiempo que debamos hacer. El jornal bíblico de trabajo es de 12 horas, de sol a sol, no de ocho como estamos acostumbrados. Y la Biblia establece 6 días de trabajo y uno de descanso. Si esto haces, tu productividad aumentará ya que cada año normal tú habrás trabajado medio año más. Y esto te pone en ventaja contra el resto del mundo. Quien paga tu salario es El Señor, por tanto sé fiel en lo ajeno y seguro serás aprobado para obtener lo tuyo propio.

La mayordomía a la manera de Dios.La mayordomía te hace fiel y prudente. Te hace cuidar los re-cursos mejor que si fueran tuyos, ya que en algún momento tendrás que dar cuenta. Planificar, presupuestar, defender los recursos de otro, multiplicarlos, cuidarlos con celo, no abusarlos ni hacer mal uso de ellos. Atender los negocios de otros, sus bie-nes, sus clientes, sus pertenencias, es parte de esa mayordomía cuando la usas a la manera de Dios.

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Mira bien que hablo de multiplicar los recursos de otro; esto es hacer que le vaya bien a tu jefe también es tu responsabilidad. De esta misma manera lo describe la parábola de los talentos.

v. 26 Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligen-te, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí.v. 27 Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses.v. 28 Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez ta-lentos. v. 29 Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.

Debemos ser incondicionales para Dios.¿Cuáles son tus condiciones para servir a Dios, qué antepones para ello, cuáles son tus límites?

Porque Jesús dijo en Lucas 14:26Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mu-jer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.

Ser capaz de dejarlo todo, de renunciar a todo, tomar tu cruz y seguirle.Te invito a revisar tu corazón y ver a que está aferrado; recuerda el joven rico cuando Jesús le dijo:

Mateo 19:21 Si quieres ser perfecto, anda vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.

Y quiero aclarar que esto no necesariamente significa que to-dos debemos vender todo y darlo a los pobres, pero sí implica que todos debemos ser capaces en nuestro corazón de despo-jarnos de todo. El problema para Dios no es que tú tengas, ni es darte, ni si tienes mucho o poco; lo que a Él le interesa es tu corazón.

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Poner tus ojos, tu corazón, tu alma y todo tu ser en El Señor.Esto se produce cuando tu confianza la pones en Jesús, el autor y consumador de tu fe. Cuando entiendes que no es con tus fuerzas sino con las de Él, que no es en tu tiempo sino en el de Él, y que no importa cuál sea tu situación, debes aprender a contentarte.

Marcos 12:30 dice:Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.

El mundo está en crisis, las noticias llenas de malas nuevas, necesidades, deudas, presiones, conflictos, intereses, egoísmos, las economías se desploman, empresas que nunca pensamos estarían en quiebra, íconos de seguridad cerrando sus puertas, desfalcos, atropellos, hambres, necesidades reales del mundo que nos rodea y en medio de todo ese panorama, en medio de tanta oscuridad, es entonces cuando debemos poner nuestros ojos en Jesús, creerle a Él porque Él es fiel. Porque Él es luz, porque en medio de todo en Él hay salida.Es en medio de todas esas tinieblas cuando su luz resplandece-rá sobre ti, y muchos tendrán que decir: verdaderamente Dios está en medio de su pueblo.

La dependencia.Depender de Dios es una de las estaciones más difíciles del ca-minar con el Señor, porque para depender hay que morir, hay que ceder la voluntad, hay que desprenderse de los anhelos, los sueños, tienes que dejar de lado tu voluntad para dar paso a la de Jesús; hay que esperar su tiempo, hay que esperar su mo-mento, hay que esperar su instrucción, hay que decidir hacer lo que Él quiere, como Él quiere, cuando Él quiere, ante la escasez, si llegare, ante la dificultad, ante la aflicción, ante la soledad del camino.Que podamos decir Señor hágase tu voluntad y no la mía. “En medio de mi angustia tú me hiciste ensanchar”. Salmo 4:1

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Lamentaciones 3:21-26v. 21 Esto recapacitaré en mi corazón, por lo tanto esperaré.v. 22 Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumi-dos, porque nunca decayeron sus misericordias.v. 23 Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.v. 24 Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él es-peraré.v. 25 Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca.v. 26 Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová.

Hay algo que me enseñó un amigo muy querido mío. En una ocasión, estando de viaje, me decía: ¿sabes qué es lo más difícil en Dios?Yo me quedo pensando y luego de un rato él, sin dejarme ha-blar me dice lo más difícil en este camino es “no hacer nada para Dios”.Y ciertamente es en medio de una situación como ésta, que se encontró de pronto el rey Josafat:

2 Crónicas 20:1-2v. 1 Pasadas estas cosas, aconteció que los hijos de Moab y de Amón, y con ellos otros de los amonitas, vinieron contra Josafat a la guerra.v. 2 Y acudieron algunos y dieron aviso a Josafat, diciendo: Contra ti viene una gran multitud del otro lado del mar, y de Siria; y he aquí están en Hazezon-tamar, que es En-gadi. Josafat recibe esta noticia, delante de la Asamblea, en el atrio se humilla a Dios, le clama, le ora; y en medio de esto Dios le dice:

2 Crónicas 20:17No habrá para qué peleéis vosotros en este caso; paraos, estad quietos, y ved la salvación de Jehová con vosotros. Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, porque Jehová estará con vosotros.

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No hagas nada Josafat, estate quieto, no pelées, párate, y tú verás la salvación, mi salvación. Y con la amenaza del enemigo delante, y la instrucción de Dios de no hacer nada, dice que ellos adoraron y alabaron a Jehová.Y esto cuando lo leemos parecería que todo sucede al instante y en el mismo silencio de la habitación donde estamos leyendo el pasaje. Me he visto en esta situación innumerables veces y crée-me que hasta a los que están firmes en el Señor les da trabajo entender cuando Dios te dice: estad quieto.Ahora en medio de esa situación abre tus ojos, para ver, porque ciertamente verás la salvación de Jehová tu Dios, quien nos dice a nosotros hoy como le dijo un día a Josué:

Josué 1:9Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en donde-quiera que vayas.

En medio del silencio, en medio de tu soledad, en medio de tu incertidumbre, en medio de toda esa situación difícil, El está ahí, y no te desamparará.

No amar el dinero.Porque el principio de todos los males es el amor al dinero.

1 Juan 2:16-17v. 16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.v. 17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la volun-tad de Dios permanece para siempre.

Si tú le preguntares a cualquier hombre si el dinero es su dios, en la mayoría de los casos te respondería que no. A muchos de ellos si les preguntas que si aman el dinero, gran cantidad te diría también que no. No importa que sean creyentes o no, la respuesta sería la misma.

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Ahora cuando ves el lugar que tiene el dinero en esas vidas po-drás darte cuenta que si no ocupa el primer lugar, está cerca de ocuparlo. Esas personas dependen del dinero para comer, para vestir, para ir al médico, para comprar medicinas, para su tran-quilidad emocional, para lograr aceptación social, entre muchas otras.Y quiero aclarar que lo que hagas no es el problema, mira bien que dije, dependen del dinero para, y la Palabra declara que Jesús es quien suplirá todas las cosas conforme sus riquezas en gloria.La Biblia también declara:

Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

La motivación y condición del corazón están estrechamente li-gadas a la posición que ocupa el dinero en tu vida.El dinero debe ser solamente un instrumento comercial, la he-rramienta que facilita el intercambio de bienes y servicios.Trabaja con excelencia, más que los demás, con orden, con tiempo para ti, para tu esposa, para tus hijos, con tiempo para disfrutar de la obra de tus manos, para agradecer al que te lo dio. Pero sabiendo que tú no dependes de ello sino de Dios. Que tú no tienes que hacer lo indecible para conseguir dinero ni esto o aquello, porque Dios estableció que las bendiciones te segui-rán siempre. Sólo hay que obedecer, ocuparse primeramente del reino de Dios y su justicia.Vive justa y piadosamente, ocúpate de hacer las cosas a la ma-nera de Dios, aprende a hacer el bien, busca la paz y síguela, que la Biblia declara que este es el principio de la sabiduría.

No tomar prestado a usura.No debes tomar dinero prestado, o en su defecto, hacer un com-promiso, o tomar un crédito a sabiendas que no lo podrás pa-gar, de manera irresponsable. Como decimos muchas veces, “en fe”, pero Dios nunca te autorizó para ello y de esa deuda se aprovecha el enemigo para enseñorearse en ti.

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La Biblia establece que prestarás, y tú no tendrás que tomar prestado. Deuteronomio 28:12; establece que no prestes más de lo que puedas perder. Lucas 6:35, te manda a no procurar lo que fue tomado prestado de ti si no ha sido devuelto.

Proverbios 22:7El rico se enseñorea de los pobres, Y el que toma prestado es siervo del que presta.

No servir de fiador de nadie.

Proverbios 6:1-3v. 1 Hijo mío, si salieres fiador por tu amigo, si has empeñado tu palabra a un extraño, v. 2 te has enlazado con las palabras de tu boca, y has queda-do preso en los dichos de tus labios. v. 3 Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, Ya que has caído en la mano de tu prójimo; Ve, humíllate, y asegúrate de tu amigo.

Proverbios 17:18El hombre falto de entendimiento presta fianzas, Y sale por fiador en presencia de su amigo.

Proverbios 11:15 Con ansiedad será afligido el que sale por fiador de un extra-ño; Mas el que aborreciere las fianzas vivirá seguro.

Proverbios 22:26-27v. 26 No seas de aquellos que se comprometen, ni de los que salen por fiadores de deudas. v. 27 Si no tuvieres para pagar, ¿Por qué han de quitar tu cama de debajo de ti?

Dar tiene diferentes fases:1. Honra a Padre y Madre.La honra tiene que ver con cuidado, y con lo que te cuesta, con atenciones, con dinero. Es el único mandamiento con promesa,

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porque dice que si esto haces, te irá bien y se te alargarán los días.

2. La ofrenda.El libro de Levítico describe cinco tipos de ofrenda:

Holocausto: esta es una ofrenda voluntaria y en la cual quien hace el sacrificio, quien adora, entrega íntegramente su ofrenda a Dios por medio del fuego. Es símbolo de la santificación de la persona que se rinde por entero al Señor.

Ofrenda: propiamente dicha el korban, un presente, se ofrecía a Dios en acción de gracias y luego se entregaba al sacerdote para el ministerio.

Ofrenda de Paz: esta ofrenda se hacía por tres motivos dife-rentes. Acción de gracias por bendiciones concedidas por Dios como respuesta a la oración.Como voto, haciendo cualquier tipo de voto o pacto con Dios.Acción de gracias por bendiciones inesperadas, se hacía gene-ralmente lleno de júbilo.

Ofrenda por el pecado: ofrenda realizada por el perdón de los pecados cometidos involuntariamente o por ignorancia, que provenían del descuido y de la debilidad humana. Se hacía para obtener perdón.

Ofrenda por la culpa: En esta ofrenda el enfoque se hace en la práctica del pecado, por tanto se enfatiza en los efectos dañinos del mismo; de ahí que requiera de confesión, compensación y restitución por lo que se ha hecho.Se celebraban, adicionalmente, siete fiestas al año, y cada una estaba vinculada, además de su motivo, a una ofrenda. Quiero decir algo y es que Jesús es la consumación de todas esas ofrendas y todas esas fiestas.Claro, eran sombra de lo que vendría, pero hay algo más vincu-lado a todo esto. Y es que dar es un principio establecido.

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La Biblia dice:

Hechos 20:35Más bienaventurado es dar que recibir.

A mi entender Dios a través de estas ofrendas y estas fiestas vinculadas al ofrendar, mantenía al pueblo dando y esto vence la ruina, la miseria, la escasez, la avaricia, la codicia.Dios conocía de las ataduras del ser humano y sabía cómo rom-perlas, sabía más, sabía cómo evitar que se anidaran en los co-razones y al dar continuamente, al ofrendar, al despojarse de lo primero, de lo mejor, se activaba lo de Dios para ellos, ben-dición, abundancia, provisión, cosechaban aun en el desierto, contaban con la lluvia temprana y la tardía para sus cultivos; este sistema garantizaba que Dios y no el enemigo estaría en medio de ellos y de su economía.

3. La semilla.De lo que recibes o cosechas hay siempre una porción que de-bes guardar para replantar la tierra, esa es la semilla.

2 Corintios 9:10-12v. 10 Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, v. 11 para que estéis enriquecidos en todo para toda liberali-dad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.v. 12 Porque la ministración de este servicio no solamente su-ple lo que a los santos falta, sino que también abunda en mu-chas acciones de gracias a Dios;

La semilla proviene de lo que ya cosechaste y que apartas para plantar de nuevo tu tierra.Recuerda que cada semilla dará fruto según su género.Y como dice la parábola del sembrador, según sea el terreno, tu cosecha será del 30, el 60 o el ciento por uno.

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2 Corintios 9:6Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamen-te también segará.

4. El diezmo.Jacob, un día, hizo un pacto con el Señor.

Génesis 28:20-22v. 20 E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, v. 21 y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios. v. 22 Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti

Cientos de años más tarde Malaquías 3:6-8 dice: v. 6 Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos. v. 7 Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos?v. 8 ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.

Jacob, su padre, de quien salen las doce tribus, pactó; por tan-to toda su descendencia era parte de ese pacto. Dios cumplió con Jacob y con sus hijos pero ellos de continuo se apartaban y no cumplían y ahora Dios les dice: porque yo no cambio es que no han sido consumidos, ustedes se han apartado de mis leyes, no la guardaron, vuélvanse a mí. Y no conforme con eso les dice la razón, les habían robado por causa de los diezmos y ofrendas.

EL TRABAJO

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EL ORDEN DE DIOS

Dios había claramente establecido qué hacer con los diezmos y las ofrendas. Lo declara en Levítico 27:30; Números 18:21–24; Deuteronomio 12:5–7; 14:22–29; Nehemías 13:12.

A mí me llama mucho la atención que por años pareció que el pueblo no diezmó, pero aquí la reprensión es para los sacerdo-tes. Lo que Malaquías 2 en adelante declara es para los sacer-dotes y líderes, y comienza diciendo:

v. 1 Ahora, pues, oh sacerdotes, para vosotros es este manda-miento. v. 2 Si no oyereis, y si no decidís de corazón dar gloria a mi nombre, ha dicho Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras bendiciones; y aun las he maldecido, porque no os habéis decidido de corazón.

Lo ratifica en los versículos 8 y 9 del mismo capítulo 2.v. 8 Mas vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el pacto de Leví, dice Jehová de los ejércitos.v. 9 Por tanto, yo también os he hecho viles y bajos ante todo el pueblo, así como vosotros no habéis guardado mis caminos, y en la ley hacéis acepción de personas.

Y si seguimos leyendo ese pasaje hasta donde habla del diez-mo veo que los líderes del momento, los sacerdotes, no habían cumplido con la ley de Dios, habían profanado múltiples cosas y entre las tantas cosas estaba el diezmo.Y como la cabeza estaba mal, la maldición había alcanzado a toda la nación, por eso dice: vosotros, la nación toda. Y no es que Dios maldice es que la desobediencia desata maldición según lo establece Deuteronomio 28.

Líderes, y yo he sido llamado al liderazgo, ¿qué estamos ha-ciendo nosotros? No solamente con el dinero sino con todo: Con nuestra conducta, nuestras asociaciones, nuestro trato familiar y con los negocios.

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EL TRABAJO

Con relación al diezmo la Biblia dice claramente, “que haya ali-mento en mi casa” y nos hemos conformado con decir que por cuanto predicamos ese es el pan, el alimento y en casa siempre hay alimento.Creo firmemente que esa expresión va mucho mas allá de que en las iglesias se predique la palabra. Para mí tiene que ver con las necesidades del pueblo. Con las necesidades de los de la casa.Cuando hablamos de guerra espiritual, siempre citamos a Abraham cuando fue contra la coalición de reyes con los de la casa, con los circuncidados y en ese momento los del ejército se consideran de la casa. Pero a la hora de suplir las necesidades de esas personas a Dios que lo haga.Líderes, y yo repito que he sido llamado al liderazgo: ¿Esta-mos enriqueciéndonos de las ovejas o las estamos cuidando? Mi creencia es que lo que se recoge de los diezmos y las ofren-das debe usarse para ayudar a suplir las necesidades de los que dentro de la casa se dediquen a expandir el reino de Dios.No creo que sólo sean las necesidades del pastor las que deben ser cubiertas, habla de que haya alimento en mi casa. Esto es algo delicado, pero no entiendo una cuenta millonaria de un pastor o una iglesia y sus hijos, los que oran, los que pelean, los que salen a la guerra, los que le respaldan en franca necesidad.2 Corintios 8 habla un poco de esto y plantea el caso de las iglesias de Macedonia y Acaya que decidieron dar una ofrenda a los santos de Jerusalén. Comienza diciendo que estas iglesias estaban en gran prueba de tribulación.A pesar de eso y de su profunda pobreza fueron abundantes en riquezas de generosidad. Y dice Pablo que dieron más allá de sus fuerzas. Sabes que lo hicieron con agrado y cuenta que ellos hicieron ruegos para que se les concediera este privilegio de participar en este servicio a los santos. (El servicio de dar).

Y en 2 Corintios 8:7 Pablo dice:Por tanto, como en todo abundáis, en fe, en palabra, en cien-cia, en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta gracia.

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v. 9 Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.

Y luego dice:v. 12 Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene.v. 13 Porque no digo esto para que haya para otros holgura, y para vosotros estrechez,v. 14 sino para que en este tiempo, con igualdad, la abun-dancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos supla la necesidad vuestra, para que haya igualdad,v. 15 como está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más, y el que poco, no tuvo menos.

2 Corintios 9:11-13v. 11 para que estéis enriquecidos en todo para toda liberali-dad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios. v. 12 Porque la ministración de este servicio no solamente su-ple lo que a los santos falta, sino que también abunda en mu-chas acciones de gracias a Dios;v. 13 pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos;

Y termina diciendo en el versículo 15:¡Gracias a Dios por su don inefable!

El dinero enviado a Corintio por los Macedonios y los de Acaya estaba destinado a suplir las necesidades de los santos. Hoy día, en las iglesias lo que se recibe verdaderamente debería de suplir las necesidades de alguien más que las del pastor y su familia. O es para los de la casa, como dice Malaquías, para que haya alimento en mi casa.

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Cada día que pasa veo dentro de las iglesias el mismo patrón del mundo; algunos enriquecidos y enriqueciendo y otros sumi-dos en su más grande necesidad.Unos prosperados de tal manera que muchas empresas del mundo no lo han alcanzado y eso no está mal, pero ¿para qué?, si los de la casa se están cayendo a pedazos.Cuando Salomón era rey las personas venían de lejos no sólo a oír de su sabiduría y a conocer del esplendor en que vivía, sino que la gente venía a ver como vivían sus siervos y se maravi-llaban.El diezmo y las ofrendas son la ley.

Dice en Efesios v. 2 Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se en-tregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.

Dice que al que anda en los frutos del espíritu y el amor es uno de ellos, contra tales cosas no hay ley y expresa en Romanos:

Romanos 13:10El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.

Y digo más, el que anda en amor ya diezmó como Levi en los lomos de Abraham, pero el verdadero hijo de Dios no se escuda en esto para no dar. No necesita límites ni parámetros, sino que hace conforme dice el apóstol Pablo.

2 Corintios 9v. 7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. v. 8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;v. 9 como está escrito:

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Repartió, dio a los pobres; su justicia permanece para siempre.v. 10 Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia,v. 14 asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quie-nes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros.

Recuerda que el que ama, no es el que siente cosas, el que ama es el que guarda los mandamientos de Jesús y Él se agrada con un corazón dispuesto a hacer su voluntad.Si vas a dar da con amor, en amor, confiando que verdadera-mente el que da semilla al que siembra y pan al que come pro-veerá y multiplicará vuestra sementera y esto quiere decir que multiplicará tu capacidad de esparcir la semilla, tu capacidad de sembrar. Dice también que aumentará los frutos de vuestra justicia para que estés enriquecido en todo para que des con liberalidad, y aquí no sólo habla de dinero, aunque también habla de dinero, habla de que des con liberalidad de lo que de gracia recibes, incluyendo dinero. Y digo esto porque en el verso 12 dice que la ministración de este servicio suple a los santos de lo que les falta. Y dice más, hacer esto provoca una reacción en cadena, de acciones de gracias, y provoca que el nombre de Dios sea glorificado por esta causa.El que dice ante la necesidad de los hermanos que el que no tra-baja que no coma, sencillamente no conoce del todo la Palabra. Primeramente eso le fue dicho y lo cito en contexto, no fuera del texto, que se usa como pretexto para no hacer, excusa y justifica-ción de nuestra mezquindad y poca voluntad de dar.

2 Tesalonicenses 3:6-11v. 6 Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros.

EL ORDEN DE DIOS

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v. 7 Porque vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imi-tarnos; pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros,v. 8 ni comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afán y fatiga día y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros;v. 9 no porque no tuviésemos derecho, sino por daros nosotros mismos un ejemplo para que nos imitaseis.v. 10 Porque también cuando estábamos con vosotros, os orde-nábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma._ v. 11 Porque oímos que algunos de entre vosotros andan des-ordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno.

Aquí claramente habla de personas, hermanos que andaban en desorden, no conforme a la enseñanza de Dios; habla de perso-nas que andan entrometiéndose en lo ajeno.Habla también de personas que no quieren trabajar en nada.

1 Corintios 9:7-14v. 7 ¿Quién fue jamás soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta viña y no come de su fruto? ¿O quién apacienta el reba-ño y no toma de la leche del rebaño?v. 8 ¿Digo esto sólo como hombre? ¿No dice esto también la ley?v. 9 Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes,v. 10 o lo dice enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto.v. 11 Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿Es gran cosa si segáremos de vosotros lo material?v. 12 Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿cuán-to más nosotros?Pero no hemos usado de este derecho, sino que lo soportamos todo, por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo.

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v. 13 ¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar par-ticipan?v. 14 Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evan-gelio, que vivan del evangelio.

Creo, y lo digo para concluir, que debemos revisar nuestra ac-titud, nuestros corazones. Como líderes, ¿estamos usando los recursos adecuadamente?; y como hijos, ¿estamos dando con la liberalidad que el Señor nos invita a hacerlo?Concluyo con uno de mis pasajes favoritos y a ti, como líder dentro del pueblo de Dios, te exhorto a revisar si no eres tú uno de éstos.

Eclesiastés 2:26Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo; mas al pecador da el trabajo de recoger y amontonar, para darlo al que agrada a Dios. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.

Y Hebreos 11:6 define al que le agrada a Dios y dice:

Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardo-nador de los que le buscan.

No tengo nada en contra del trabajo, ni de los que trabajan, ni de los que producen, ni de los que amontonan riquezas, pero creo que hacerlo fuera del orden y la instrucción de Dios, más temprano que tarde tendrá sus consecuencias.Bendiciones y que el Señor te revele como lo ha hecho conmi-go y te enseñe como también lo ha hecho conmigo, a hacer las cosas a su manera. Ordena tu relación con el Señor, vuélvete a Él y Él se volverá a ti.Ordena tu vida, tu casa, tu familia. Ellos son, después de Dios, lo primero, dales tus mejores enseñanzas, comparte tus mejoresrevelaciones, siembra tu mejor semilla, esa es tu tierra y si tú no la trabajas no dará como debe ser.

EL ORDEN DE DIOS

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EL TRABAJO

Ordena tu vida ministerial, ubica en qué etapa de tu proceso estás, si eres niño o en qué nivel estás, si eres siervo o amigo o mayordomo o si ya entraste en la casa como hijo. Esto te ayuda-rá a entender lo que vives. Y el porqué de muchas cosas.Y luego ordena tu trabajo, ordena tu negocio, haz las cosas como Dios dice. Cumple con su Palabra, sé obediente a Él y te bende-cirá, Él te prosperará, Él te enriquecerá. Él esparcirá de delante de ti a los que te hacen la guerra.

Hageo 2:8-9v. 8 Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejér-citos. v. 9 La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.

Y nos dice como le dijo a Josué: 1:5-9v. 5 Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.v. 6 Esfuérzate y sé valiente;porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.v. 7 Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.v. 8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces ha-rás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.v. 9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.

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EL ORDEN DE DIOS

Gracias Señor.CUANDO EL SEÑOR TE INQUIETE CON DARLE ALGO A AL-GUIEN, SÉ OBEDIENTE, NO MIRES SU ROSTRO PORQUE SE-GURAMENTE SU EXPRESIÓN NO COMUNICA SU REALIDAD. CREO QUE UN MINISTRO NO DEBE ANDAR HARAPIENTO PARA QUE LE DEN UNA OFRENDA, NI CREO QUE TENGA QUE PEDIRLA PARA CONSEGUIRLA. PERO TE DIGO MÁS, CUANDO DES PIENSA QUE POR MUCHO QUE SEA NO ES TANTO COMO PARA SACIAR TODAS LAS NECESIDADES, NI TAN POCO COMO PARA QUE NO SACIE ALGUNA.DA COMO PROPONES EN TU CORAZÓN, CON LIBERALIDAD.

Las riquezas, los bienes materiales, las empresas, los negocios, las finanzas, las casas, los vehículos, los aviones, los helicópte-ros, los edificios, las fincas, las propiedades, todo lo que Dios te pueda dar no tiene límites, al final de todo Él es el dueño del oro y la plata y a quien Él quiere lo da.La pregunta es, ¿dónde está tu corazón? ¿en estas cosas o en el Reino?¿A qué te aferras?, ¿dónde está tu confianza?, ¿Para qué quieres esos bienes? ¿Sabes algo?, el principio de todos los males es el amor al dinero. Si tu corazón está genuinamente en Dios, si tu ocupación es realmente el Reino de Dios y su justicia, a estas cosas Dios las llama añadiduras, entonces te serán dadas.Si tu corazón está listo para que lo que recibas es para sustentar la obra del ministerio, para expandir el Reino de Dios, para su-plir las necesidades de aquellos que actúan conforme Dios les dice, entonces recibirás sin límites.Esto no quiere decir que no vivas bien y con holgura, significa que esa no es la finalidad, no es lo primordial, ni es el enfoque.Dios es un Dios de orden.Dios es un Dios de pactos.Dios es un Dios que cumple sus promesas.A Dios no le importa darte, a Él le importas tú, tu relación con Él, tu familia. A Dios le importa dónde está tu corazón. A Dios le interesa que seas obediente, que dependas de Él, que le creas, que confíes.

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Él es fiel y no dejará de serlo porque tú y yo no lo seamos.Su palabra es sí, y amén, pero debe serlo así en nosotros tam-bién.Siempre que Dios prometió bendecir su pueblo, lo hizo bajo una sola condición: que se pusiera por obra todos sus mandamientos y preceptos. Que fueran obedientes.Ante esto sus promesas son inalterables, aunque no te las hiciera a ti, Deuteronomio 28 habla de las bendiciones del obediente. Por tanto, si le obedeces esas promesas también son tuyas.

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E n las páginas 54 y 55, observamos cómo cada uno de nosotros está definido por las 4 generaciones que fueron antes que nosotros. No importa si conocimos a esas per-

sonas o no, ni tampoco si la mayoría estén muertas.Esas 30 personas definieron quiénes somos y es imposible saber con exactiud todas las cosas que hicieron, los pecados que come-tieron, si se arrepintieron en algún momento, las abominaciones a Jehová que pudieron haber hecho a escondidas, los pactos con-trarios, las brujerías, los engaños, los robos, los homicidios, los abortos, los odios, si habían confesado a Jesucristo como su único Señor y Salvador, etc. Mi intención no es ofender a la familia de nadie, pero esa es la realidad de todos.

Yo te invito a hacer estas oraciones, las mismas están hechas bajo guianza de Dios. Es necesario hacerlas tal como están indi-cadas y te pido que no te sientas acusado(a) pues no se trata de eso; es mejor que las hagas completas, e incluyas absolutamente todo (por si acaso), pues no pierdes nada, aunque muchas de las cosas mencionadas no las hayas cometido y ni siquiera se hayan manifestado en ti, como dije anteriormente, no se sabe qué pasó exactamente en esas 4 generaciones antes que nosotros.

Podemos ver cómo familias enteras mueren todos de cáncer, por ejemplo o todos son alcohólicos, o viven en la miseria, etc., etc. La lista es interminable.Por eso es necesario romper con las ataduras, con el cautiverio, y con esas maldiciones que han estado ahí por generaciones y desligarnos por completo, pues de esta manera también libera-mos a nuestra descendencia y cambiamos el rumbo de maldi-ción a bendición.

Estas oraciones son poderosas herramientas de liberación y bendición para tu vida.

Guía de oración

E

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REBELDIA DESOBEDIENCIA MENTIRA TEMOR RESENTIMIENTO ORGULLO MALDAD CHISME OBSTINACION TRAICION QUEJA MALICIA ENVIDIA INGRATITUD ENGAÑO INCONFORMIDAD SOBERBIA ROBO AUTOCOMPASION VICTIMIZACION CODICIA AVARICIA EGOISMO INMUNDICIA HURTO

VIOLENCIA TERQUEDAD MANIPULACION ALTIVEZ CINISMO BURLA BORRACHERAS IRAS MALTRATOS RECHAZOS SENTIMIENTOS DE SOLEDAD TRISTEZAS PROFUNDAS LIOS ARROGANCIA EGOCENTRISMO MEZQUINDAD PLEITOS MAQUINACION FALSEDAD CALUMNIAS VENGANZA COMPLEJOS

PEDIR PERDÓN, ARREPENTIMIENTOHay que pedir perdón individualmente, por c/u ejemplo:Señor Jesús, yo reconozco que en mí hay rebeldía, por lo que te pido perdón por eso, yo me arrepiento de mi rebeldía y te pido que arranques de mí toda iniquidad de rebeldía, que me desligues de la rebeldía de mis antepasados y que liberes mi descendencia de ella, en el nombre de Jesús.

IDOLATRIA

HECHICERIA

ENCANTAMIENTO

HECHIZO

ADULTERIOS

ODIOS

SANTERIA

FORNICACION

AGORERIA

USO DE DROGAS

ABORTOS

DICHOS DE LA BOCA

ANTIGUOS

MATRIMONIOS

PRACTICAS

OCULTISTAS

AMOR AL DINERO

YOGA

MEDITACION

TRASCENDENTAL

BUDISMO

OTRAS RELIGIONES

BAUTISMOS (CUALQUIERA FUERA DEL

ORDEN DE DIOS Y LO

ESTABLECIDO EN LA BIBLIA)

ACUPUNTURA

INICIACIONES DE

CUALQUIER TIPO

SATANISMO

MUSICA METALICA

RECIBIR O HACER

ENVIACIONES

METAFISICA

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IMPLICAN PACTOS Y DEBEN SER ROTOSY DESECHOSHay que hacer la oración individualmente para c/u. Ejemplo:Señor Jesús, yo reconozco mi idolatría yo renuncio a la idolatría, te pido que Tú rompas y deshagas todo pacto de idolatría, me de-ligues, y me desconectes de la idolatría, te pido que la arranques de mi corazón, de mi alma, de mi mente y de mi vida y que ese vacío lo llenes con el Espíritu Santo, y yo me conecto al pacto de tu sangre, pacto de vida eterna, de salvación y de libertad, amén.

EL ORDEN DE DIOS

DEPRESIONES

MULTIPLES

PAREJAS

RAICES DE

AMARGURA

RESENTIMIENTOS

ODIOS

IMPACTOS FUERTES

A MI ALMA

FALTA DE PERDON

ADULTERIO

FORNICACION

LESBIANISMO

HOMOSEXUALISMO

VIOLACIONES

PORNOGRAFIA

ORGIAS

113

GUIA DE ORACION

IMPLICAN LIGADURAS DEL ALMAHay que hacer la oración individualmente para c/u. Ejemplo:Señor Jesús, yo reconozco que he cometido adulterio y este peca-do ha ligado mi alma al seol y a la muerte, por lo que yo te pido perdón y te pido Señor que Tú desligues mi alma de todo lo que pueda estar atado, que la compactes y la coloques en los lugares celestiales juntamente con Cristo Jesús, yo perdono a toda persona que causó ese mal en mi vida, lo libero de mi corazón y lo bendigo en el nombre de Jesús.

Señor Jesús, yo reconozco que he tenido depresiones y este peca-do ha ligado mi alma al seol y a la muerte, por lo que yo te pido perdón y te pido Señor que Tú desligues mi alma de todo lo que pueda estar atado, que la compactes y la coloques en los lugares celestiales juntamente con Cristo Jesús, yo perdono a toda persona que causó ese mal en mi vida, lo libero de mi corazón y lo bendigo en el nombre de Jesús.

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Este libro es una publicación deZáyit Ministries

Distribución gratuitaAutor Luis Cabrera