El papel de las expectativas en los modelos macroeconómicos

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Página 1180 de 1374 TÍTULO: EL PAPEL DE LAS EXPECTATIVAS EN LOS MODELOS MACROECONÓMICOS: ¿FUENTE DE INESTABILIDAD? Gonzalo Combita Mora Docente-Investigador del programa de economía de la Universidad de la Salle-Bogotá - Colombia Resumen Ha sido de tremenda preocupación para la macroeconomía el estudio de la influencia de las expectativas sobre el devenir de la economía en su conjunto y para ello existen dos corrientes principales. Por un lado, se tiene las expectativas congruentes con principios básicos del modelo Clásico, adaptativas y racionales, que tienen como propósito mostrar que la economía es inherentemente estable, y que los precios y sus proyecciones permiten estabilizar cualquier desequilibrio real, de tal suerte, que la economía en el largo plazo alcanza sus niveles naturales. La otra corriente es la de las expectativas exógenas de Keynes (1936 y 1937) las cuales muestran, por el contrario, que la que la economía lejos de ser estable se enfrenta a cambios agregados de la confianza (Spirit animal) que resultan caóticos y no necesariamente compatibles con condiciones de unicidad en el equilibrio y pleno empleo, desde esta visión la expectativa es más desestabilizadora y me permite pasar de un equilibrio a otro. Lo anterior descansa en el principio de no ergodicidad propio de los eventos futuros de los cuales tenemos información precaria e insuficiente. El trabajo está dividido en cuatro secciones: las primeras dos muestran las expectativas adaptativas y racionales, la tercera se muestra la expectativa de Keynes y la última muestra las visiones Postkeynesianas de Shackle y Davidson. Cada sección muestra el origen, cómo los individuos adquieren, procesan y usan la información, su aplicación en los modelos macroeconómicos y sus críticas. Finalmente se ofrecen unas conclusiones sobre el impacto de las expectativas Clásicas en la enseñanza, investigación y manejos de política económica con especial atención en las crisis financieras. Palabras Clave: Historia del pensamiento macroeconómico, pensamiento heterodoxo, Expectativas y fluctuaciones cíclicas. JEL: B220, B500, D840, E320

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TÍTULO: EL PAPEL DE LAS EXPECTATIVAS EN LOS MODELOS MACROECONÓMICOS: ¿FUENTE DE INESTABILIDAD?

Gonzalo Combita Mora

Docente-Investigador del programa de economía de la Universidad de la Salle-Bogotá - Colombia

Resumen

Ha sido de tremenda preocupación para la macroeconomía el estudio de la influencia de las expectativas sobre el devenir de la economía en su conjunto y para ello existen dos corrientes principales. Por un lado, se tiene las expectativas congruentes con principios básicos del modelo Clásico, adaptativas y racionales, que tienen como propósito mostrar que la economía es inherentemente estable, y que los precios y sus proyecciones permiten estabilizar cualquier desequilibrio real, de tal suerte, que la economía en el largo plazo alcanza sus niveles naturales. La otra corriente es la de las expectativas exógenas de Keynes (1936 y 1937) las cuales muestran, por el contrario, que la que la economía lejos de ser estable se enfrenta a cambios agregados de la confianza (Spirit animal) que resultan caóticos y no necesariamente compatibles con condiciones de unicidad en el equilibrio y pleno empleo, desde esta visión la expectativa es más desestabilizadora y me permite pasar de un equilibrio a otro. Lo anterior descansa en el principio de no ergodicidad propio de los eventos futuros de los cuales tenemos información precaria e insuficiente. El trabajo está dividido en cuatro secciones: las primeras dos muestran las expectativas adaptativas y racionales, la tercera se muestra la expectativa de Keynes y la última muestra las visiones Postkeynesianas de Shackle y Davidson. Cada sección muestra el origen, cómo los individuos adquieren, procesan y usan la información, su aplicación en los modelos macroeconómicos y sus críticas. Finalmente se ofrecen unas conclusiones sobre el impacto de las expectativas Clásicas en la enseñanza, investigación y manejos de política económica con especial atención en las crisis financieras. Palabras Clave: Historia del pensamiento macroeconómico, pensamiento heterodoxo, Expectativas y fluctuaciones cíclicas. JEL: B220, B500, D840, E320

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INTRODUCCIÓN Las expectativas sobre los acontecimientos futuros tiene una radical importancia sobre las conductas humanas presentes, esto es más que significativo en una economía de mercado dado que muchas decisiones dependen de cuestiones como la ganancia esperada, el nivel de precios que va a prevalecer, la cotización de las acciones en el volátil mundo financiero, etc. Por ende, ha sido de tremenda preocupación para la teoría económica pero en especial para la macroeconomía el estudio de la influencia de las expectativas sobre el devenir de la economía en su conjunto. Así pues, a lo largo del trabajo se explorará las dos corrientes principales de expectativas expuestas en la macroeconomía del siglo XX desde la Teoría General de 1936. Por un lado, se tiene las expectativas congruentes con principios básicos del modelo Clásico de Fisher y Pigou como el individualismo metodológico, pleno empleo, flexibilidad de precios y el análisis intertemporal bajo certidumbre o riesgo mesurable. En el fondo las expectativas de este corte, adaptativas y racionales, tienen como propósito mostrar que la economía es inherentemente estable, y que los precios y sus proyecciones permiten estabilizar cualquier desequilibrio real, de tal suerte, que la economía en el largo plazo alcanza sus niveles naturales, por lo que las políticas de demanda no juegan ningún papel más allá de la determinación del nivel de inflación y el dinero es absolutamente neutral. La otra corriente es las expectativas exógenas de Keynes (1936 y 1937) las cuales muestran, por el contrario, que la que la economía es inherentemente inestable y que los cambios agregados de la confianza (conductas de manada holistas) son culpables de esa inestabilidad llevando los niveles de ocupación y empleo ´por debajo de su máxima capacidad. Lo anterior es congruente con esta perspectiva dado que el futuro es totalmente impredecible y no mesurable con lo que los individuos y la sociedad construyen su propia trayectoria sin que esta se encuentre predeterminada, en ese sentido el largo plazo estaría influenciado por los cambios en las expectativas de corto plazo en un proceso de path depence. Por lo anterior, este trabajo revisará las dos corrientes de expectativas buscando las claves para incorporarlas en los modelos macroeconómicos, estudiando cómo los individuos adquieren, procesan y usan la información junto a sus críticas.

1. LOS MONETARISTAS MARCA I Y LAS EXPECTATIVAS ADAPTATIVAS La idea de expectativas adaptativas675 tiene su origen en David Hume e Irving Fisher, el primero mostro cómo los agentes económicos como trabadores, empleadores y consumidores se adaptan lentamente al cambio en la tasa de inflación; el segundo, para las décadas del 20 y 30, desarrolló el concepto de rezagos distribuidos que modela el comportamiento en variables como la producción, el empleo y la tasa de interés ante el lento ajuste de las percepciones de inflación y las expectativas (Snowdon y Vane, 2002). El rezago en el ajuste de las expectativas es la idea común en los trabajos de Hume y Fisher y constituye la esencia del la expectativa adaptativa. En general los individuos predicen el futuro de las variables económicas teniendo en cuenta el comportamiento histórico de la variable a pronosticar ajustado por los errores de predicción cometidos en el pasado. Se trata de un proceso mecánico de

675

En el contenido de algunos trabajos las expectativas adaptativas reciben nombres como teoría de ajuste del error (Harris, 1993), expectativas históricas (Rosende, 2002), expectativas extrapolativas (Argandoña, 1996).

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extrapolación univariado en el que los agentes entran en un proceso dinámico donde periódicamente revisan sus predicciones ex ante contra los valor ex post, y luego adaptan o ajustan sus pronósticos en una fracción respecto de los errores cometidos en el pasado. Esto se puede plasmar en la expresión 1 a continuación:

Donde es el valor pronosticado hoy (periodo t) sobre la variable , el cual depende del pronóstico tomado en el pasado más la fracción del error

de pronóstico ), es decir, la diferencia entre el valor realizado o efectivo de la variable y el pronosticado. No obstante, se debe notar que el funcionamiento mismo del mecanismo de la expectativa adaptativa, como se mencionó, es un proceso dinámico donde

dependiendo del valor que tome el coeficiente de adaptación cualquier discrepancia entre el valor efectivo y el valor pronosticado se corrige a través del tiempo hasta que es eliminado. Como se puede observar la ecuación (1) es una condición en diferencias que es susceptible de un proceso iterativo dinámico donde se reemplaza y luego y así sucesivamente hasta que se obtiene la siguiente condición de convergencia:

De lo anterior, podemos apreciar que el valor esperado en el futuro de la variable es un promedio aritmético con ponderaciones geométricas decrecientes basado

completamente en la serie histórica o valores del pasado de la variable . Lo interesante de la transformación (2) es que permite varias interpretaciones dependiendo del valor de , si este último vale cero las expectativas son independientes de lo cual las hace autónomas, y si toma un valor de uno la variable esperada en el futuro coincide con su valor corriente o efectivo caso en el cual las expectativas son estáticas (Gertchev, 2007). Además la propiedad de ponderaciones geométricas decrecientes muestra que los periodos más recientes tienen una mayor influencia sobre el valor de la expectativa lo cual suena razonable en términos estructurales. Esto se que se

explica porque el coeficiente de ajuste toma valores entre , por lo que se encuentra entre 0 y 1, lo que significa que es mayor que

y a su vez este último es mayor que y así sucesivamente.

Siguiendo un ejemplo propuesto por Sach y Larrain (2007), Si fuera la inflación, se puede plantear un escenario donde la inflación esperada en un periodo antes fuera cero , mientras que el valor efectivo de esta variable es diez

porciento . Entonces para un suponemos que en un periodo inicial se produce un error de pronóstico de diez porciento , que significará para el periodo el siguiente periodo una inflación esperada de cinco

porciento , sin embargo el error persiste pues la inflación ex post continua en 10% por lo que , luego el pronóstico para el periodo subsecuente es lo cual continuará de forma progresiva hasta que la inflación observada sea equivalente a la esperada. El camino de ajuste cuando los agentes económicos cometen el error de pronóstico como se mencionó en el ejemplo anterior puede apreciarse con el desajuste en las expectativas que lentamente se corrige dependiendo por supuesto del valor del coeficiente de adaptación. Una de las primeras aplicaciones modernas del mecanismo antes mencionado es el Teorema de la Telaraña desarrollado por Nerlove en 1958, donde se muestra

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como en mercados con una oferta inelástica a corto plazo, como la agricultura, interactúan de manera dinámica la oferta, la demanda y los precios. En general, se supone que la oferta del bien depende del nivel de precios del periodo anterior. Así pues, cuando se presenta un exceso de oferta al precio inicial (Po)676 la producción en el siguiente periodo será Q1, pero este modelo supone que a corto plazo “el mercado determinará un precio tal que la demanda absorba exactamente la cantidad ofrecida, ningún productor se queda sin vender y ningún consumidor se queda insatisfecho” (Gandolfo, 1985, p.25), por lo que el precio para el periodo uno es P1, luego este precio desencadena un cambio en la producción que se materializa en el siguiente periodo en Q2, así sucesivamente hasta que el precio esperado por los oferentes coincida con el precio corriente, es decir, la situación de equilibrio en el periodo n. Bajo las condiciones propuestas Nerlove investiga cómo las expectativas adaptativas sirven para mostrar que ante un desequilibrio existe una senda estable hacia el equilibrio de largo plazo677. Se observa que la oferta se adapta continuamente respecto de la brecha entre los cambios esperados en los precios y su nivel vigente en cada periodo hasta que, dependiendo del valor de las pendientes de las curvas, en promedio la producción corriente sea equivalente a la demanda pasada. La condición de equilibrio puede expresarse en la solución de la ecuación

homogénea de grado uno (4) donde la discrepancia entre el precio ajusta el precio vigente dado el valor de que hace las veces de coeficiente de adaptación, el cual debe tomar un valor inferior a uno, de acuerdo a la teoría de las expectativas adaptativas y el principio de convergencia en el Teorema de la Telaraña, dado que la pendiente de las curvas de oferta y

demanda deben cumplir con la condición en valores absolutos () Gandolfo (1985).

Pero más allá del análisis de equilibrio parcial del Teorema de la Telaraña, la aplicación macroeconómica de la teoría de las expectativas adaptativas estuvo a cargo de la Escuela Monetarista marca I678 o Escuela de Chicago, la cual implemento esta herramienta teórica buscando realizar un contra ataque del Modelo Clásico en contra de las ideas keynesianas ya deterioradas en los seguidores del modelo de Síntesis Neoclásica. Los principales puntos de concentración fueron el resurgimiento de la ecuación cuantitativa, la presentación de la de la teoría del consumo permanente y la Curva de Phillips Aumentada con Expectativas junto a su respectiva curva de oferta agregada. La reformulación de la Ecuación Cuantitativa de Cambridge fue la primera aplicación de la teoría de las expectativas adaptativas en los Monetaristas. Lo anterior se desarrolla en dos vertientes; por un lado, se encuentran las

676

Recuerde que el subíndice marca el tiempo.

677 No obstante, la condición de convergencia hacia el equilibrio necesita que la pendiente de la

curva de oferta sea más grande que la de demanda.

678 Esta escuela se denomina monetarista debido a la revista The Economist quien aseguro que

“un monetarista es alguien que piensa que es más importante regular la cantidad de dinero en la economía que utilizar otros instrumentos” (Froyen, 2009, p. 192). Y Snowdon y Vane (2005) siguiendo la clasificación de James Tobin presentan a la Escuela de Chicago como marca I debido a que este modelo tiene una extensión en la Nueva Macroeconomía Clásica por la explicación monetaria del ciclo.

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explicaciones de Friedman en 1956 y Friedman junto a Schwartz en 1963, las cuales transforman la ecuación cuantitativa para mostrar que los cambios en la cantidad de dinero tiene una influencia significativa en las fluctuaciones del ingreso nominal. Para comenzar se presenta la función de demanda de dinero en términos reales y nominales (5):

Donde:

: Renta permanente como Proxy de la riqueza, r: rendimientos de los activos

sustitutitos del dinero como bonos(B), acciones(A) y bienes durables (D), :

Valorización nominal de activos o bienes durables (Es igual que ) y u: los gustos por tenencia de activos. De allí, se tiene que el dinero se demanda como cualquier otra mercancía dentro del esquema de maximización de la teoría del consumidor basado en las preferencias de los individuos en la composición del portafolio y restringido por el monto de la riqueza o en su defecto el ingreso permanente. Así, los monetaristas se distancian de las ideas keynesianas sobre los motivos de demanda de dinero. Luego de especificar la función de demanda de dinero Friedman decide simplificarla mencionando que empírica y teóricamente los rendimientos de los

activos sustitutos no explican la variabilidad de , por lo que la función (5)

queda reducida a , de suerte que la demanda de dinero depende netamente del ingreso nominal permanente, el cual cree Friedman es aquel que los individuos pueden proyectan recibir a lo largo de su vida en promedio, reconociendo que los ingresos sufren fluctuaciones cíclicas pero tienen una trayectoria tendencial de largo plazo679, así la identidad (6) muestra que el producto corriente puede descomponerse en su componente permanente y transitorio: Con las dos transformaciones hechas anteriormente Friedman se asegura de la estabilidad de la demanda de dinero ya que k ya no depende de la fluctuación de los rendimientos financieros y el ingreso nominal depende de sus componentes tendenciales y no cíclicos. Basándose en la ecuación de Cambridge, y suponiendo que tenemos que una teoría del ingreso nominal donde el dinero tiene un impacto directo sobre el producto nominal.

La condición (7) parece ser una herramienta teórica adecuada pero presenta un inconveniente práctico y es que no existen datos sobre el ingreso permanente. Para solucionar esto Friedman recurre a una variable proxy que es el ingreso anticipado o esperado que se construye sobre la teoría de las expectativas adaptativas así:

679

El ingreso permanente en Friedman sustituye a la riqueza como variable que define la restricción suponiendo que esta última es el rendimiento por periodo de la riqueza existente

. Siendo w la proyección de ingresos futuros de cada uno de los agentes traído a valor presente de acuerdo a una tasa de descuento, se tiene que el ingreso permanente es la parte del ingreso que el individuo podría consumirse sin reducir la riqueza . Entonces, sí cambia, por el ciclo, el ingreso por encima del promedio la riqueza cambia pero menos que proporcional pues depende de ese y otros ingresos proyectados en el futuro, de allí que el ingreso permanente sea más estable que el ingreso corriente pues el primero es una proporción de w.

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Recordando la condición 1 y 2:

Procediendo de la misma manera con el nivel general de precios:

Así las anticipaciones del ingreso (precio) futuro estarán determinadas por los ingresos (precios) efectivos del pasado, y si el ingreso corriente cambiara súbitamente esto afectará muy poco el ingreso esperado dado que este depende de ese valor y todos los anteriores ajustado por el coeficiente β, en otras palabras, los valores permanentes tiene una buena proxy en los esperados por su grado de estabilidad y posibilidad de cálculo. Entonces Friedman pudo estimar sus funciones de demanda y velocidad reemplazando (9 y 10):

,

Friedman en 1959 procedió a estimar las funciones 11 y 12 para la economía de Estados Unidos de 1870 a 1954, encontrando que la velocidad del dinero actúa contra cíclicamente pues la demanda de saldos nominales tiene una elasticidad de 1,8 con respecto al ingreso real anticipado (Harris, 1993). La versión monetarista muestra que el papel del dinero en la determinación del

nivel de actividad nominal es fundamental, contrario a la versión de Keynesianismo ortodoxo (IS-LM). Esto también se corrobora en el esquema IS-LM donde la política monetaria es más efectiva que la fiscal en el escenario monetarista dado que la demanda de dinero depende muy poco de la tasa de interés, y la inversión y el consumo son sensibles a variaciones de la tasa de interés. Contrario a los autores de Síntesis Neoclásica que suponen trampa de liquidez e inversión en un escenario recesivo (Froyen, 2009). Por otro lado, la segunda aplicación de las expectativas adaptativas se encuentra en el trabajo de Cagan en 1956, donde muestra el desempeño de la ecuación de demanda monetarista bajo escenarios hiperinflacionarios lo cual constituye una prueba significativa a la estabilidad de la función en periodos como esos donde el sistema monetario se encuentra bajo un nivel del estrés significativo (Harris, 1993).

La función de demanda de saldos reales en logaritmo depende inversamente del nivel de inflación esperada y de los parámetros que acompañan como que representa la elasticidad de demanda de los saldos reales ante cambios de y

el otro parámetro . Debe apreciarse que esta función cumple con los principios monetaristas antes enunciados pues la demanda de dinero no depende de los rendimientos de otros activos y los cambios en el nivel de actividad económica, lo que se justifica por el autor en el escenario hiperinflacionario donde domina la inflación como variable fundamental en la determinación de los saldos reales.

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En la función de demanda de Cagan de 1956 se introduce el concepto de expectativas, y justamente la teoría de las expectativas adaptativas (TEA)

aplicado a la inflación. El papel de estas, bajo ciertos valores de , es el de garantizar el equilibrio en el mercado de dinero, lo que puede ver en la gráfica (2) del mercado de dinero, allí se representa la curva de demanda (13) y la oferta de saldos reales. Tenemos una situación que garantiza inflación estable o de equilibrio cuando la oferta de saldos reales permanece constante, lo cual implica que la oferta nominal debe estar creciendo a la misma tasa de inflación. Además, debe tenerse en cuenta que la curva de demanda es estable en la medida que prevalezca cierto nivel de expectativa dentro de los agentes económicos . De tal suerte que, en equilibrio la inflación observada, la inflación esperada y el crecimiento nominal del dinero deben ser iguales lo que garantiza, entre otras cosas, perfecta neutralidad del dinero.

GRÁFICA 2. Ajuste de la demanda de dinero ante cambio de la inflación

Fuente: Harris, 1993. Lo anterior pude expresarse matemáticamente diferenciando la función (13) respecto del tiempo (Harris, 1993):

Suponiendo que la ecuación en diferencias sobre la expectativa de inflación puede ser expresada en tiempo continúo:

Donde se reemplaza (16) en (15) y se despeja el nivel de inflación:

Diferenciando (17) respecto del tiempo:

En resumen, usando la condición (18) y la gráfica (2) vemos que cuando nos desplazamos sobre la función demanda hacia la izquierda el cambio en los

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precios se da por un aumento en la velocidad (reducción de k) a corto plazo, no obstante, los agentes se dan cuenta de su error y lo corrigen lo cual depende que

(0 < ) en la condición (18). Si la corrección de expectativas se completa la curva de demanda se desplaza a D’ para un nuevo y más alto nivel de expectativas y un menor nivel de inflación que restaure la demanda de saldos reales con la oferta al nivel de equilibrio donde (18) vale cero. El otro punto de ataque Monetarista se centró sobre la teoría de consumo keynesiana, y específicamente sobre el comportamiento de la propensión media al consumo que para la Síntesis Neoclásica era decreciente,

. Tal comportamiento permitió el resurgimiento de teorías de consumo basadas en decisiones intertemporales (como la de Irving Fisher) dentro de las cuales está la Hipótesis del Ciclo Vital de Franco Modigliani y la Teoría del Consumo Permanente de Milton Friedman. Recordemos que los monetaristas estaban en contra de las intervenciones estabilizadoras del gobierno, por lo que Friedman en 1957 escribe el libro A theory of the consumption fuction tratando de mostrar que las políticas de demanda tenían un efecto poco significativo en el nivel de producción. Para ello Friedman recurre a la distinción entre el ingreso permanente y transitorio (condición 6) para mencionar que la correcta especificación de la función de consumo es aquella que muestra como las decisiones de consumo se basan sobre el componente de largo plazo del ingreso y no el transitorio.

Como se mostró antes el papel de las expectativas es funcionar como proxy del ingreso permanente y garantizar, en este caso, que las decisiones de consumo dependan de análisis intertemporales que permiten a los agentes tomar sus decisiones de consumo con base en los ingresos esperados a lo largo de la vida calculado como el promedio ponderado de los errores de pronóstico del pasado. El resultado más significativo de la Teoría del Consumo Permanente es que un cambio de la política fiscal genera un cambio transitorio de la renta, lo que tiene efectos poco importantes en las decisiones de consumo de las personas y por ende, le resta toda importancia a las políticas anticíclicas de demanda de corte keynesiano (Vane y Snowdon, 2005). Adicionalmente, uno de los temas donde más impacto ha generado la TEA en la Escuela Monetarista ha sido la Curva de Phillips y la Oferta Agregada. La curva de Phillips. Este trabajo permitió a los Keynesianos ortodoxos conectar la teoría del empleo y la producción con la teoría de la determinación de salarios, precios e inflación, en otras palabras, descomponer los cambios monetarios en efectos reales y nominales. Según Lipsey (1960) y Hansen (1970) el trade off entre inflación de salarios nominales y desempleo se presenta por: i) una relación positiva entre la tasa de crecimiento de los salarios y el exceso de demanda de trabajo y ii) una relación no lineal entre el exceso de demanda de trabajo y el desempleo (Bajo, 2000). Así pues, la Curva de Phillips fue interpretada por muchos Keynesianos ortodoxosos como un trade off de largo plazo entre inflación y desempleo para la política monetaria. La crítica de esta percepción es levantada por Phelps y Friedman quienes dicen, por el contrario, que el salario no es independiente de la determinación de los precios (Vane y Snowdon, 2005). Friedman introduce tres modificaciones sustanciales a la Curva de Phillips original de 1958; por un lado, los ajustes del mercado de trabajo se producen por cambios en los salarios reales y no nominales, teniendo en cuenta que los trabajadores

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tienen capacidad de negociación sobre sus salarios de acuerdo a las expectativas de inflación que tienen. Por otro lado, se introduce el concepto de tasa natural de desempleo relacionada con el estado de equilibrio general, específicamente del mercado de trabajo, y por último, introduce el concepto de expectativas adaptativas atado a los arreglos salariales , donde cualquier discrepancia entre el crecimiento de los salarios y la inflación observada, que modifique el salario real de equilibrio, se ajusta de acuerdo al coeficiente de adaptación

Entonces, los cambios no esperados en la cantidad de dinero provocan diferencias entre el crecimiento de los salarios y los precios, generando desequilibrios en el mercado laboral y trastornando el nivel de actividad económica fuera de sus niveles naturales. Una vez los trabajadores se dan cuenta del cambio en el salario real corrigen su expectativa, provocando un ajuste salarial que corrige el mercado laboral y retorna las variables reales a sus niveles naturales, por lo que no existiría trade off en el largo plazo entre inflación y desempleo siempre que la brecha inicial sea corregida por un cambio en las expectativas. Esto se puede evidenciar gráficamente,

GRÁFICO 3. Curva de Phillips Aumentada con Expectativas

Fuente: Snowdon y Vane, 2005, p.177 Esto se puede evidenciar gráficamente, partiendo de una situación de equilibrio donde la tasa de crecimiento de salarios y precios es cero. Una vez se aplica una política monetaria expansiva los precios tienden a crecer y los salarios también aunque los primeros lo hacen más rápido que los segundos lo que configura un exceso de demanda de trabajo reduciendo el desempleo:

Pero los trabajadores perciben que el salario real baja, corrigen la expectativa, por ende piden aumentos salariales lo que reduce el exceso de demanda, conduciendo a una nueva Curva de Phillips que introduce los cambios de expectativas:

. Entonces el trabajo de Friedman reconcilio la posición Clásica de neutralidad del dinero en el largo plazo con sus efectos reales en el corto plazo. Cualquier desequilibrio transitorio provocado por cambios no anticipados de la cantidad de dinero tiene efectos reales, por lo que el corto plazo así definido consiste en

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discrepancias entre y justamente cuando las expectativas se corrigen y se salta a una nueva curva de Phillips la economía retorna a sus niveles de largo

plazo . Implicaciones de política económica de la Curva de Phillips aumentada se manifiestan en la posibilidad de aprovechar temporalmente brecha en el tiempo entre el crecimiento de la inflación actual y la esperada permitiendo una reducción temporal del desempleo por debajo de su nivel natural, sin embargo, lograr esto necesita un continuo crecimiento de la cantidad de dinero y de la inflación para distorsionar las expectativas de los agentes, resultado conocido como Hipótesis Aceleracionista de la Inflación. Si se desea reducir la inflación esto se logrará con una tasa de sacrificio en términos de empleo que dependerá de i) la severidad de la política económica, ii) si existen arreglos institucionales como contratos indexados y iii) la velocidad de adaptación ( los agentes (Snowdon y Vane, 2005). Como se menciono anteriormente los monetaristas buscaban reformular la teoría macroeconómica dominada por el pensamiento keynesiano ortodoxo. El papel de la TEA fue crucial para lograr los objetivos de esta Escuela, por un lado, sustituir el ingreso nominal corriente por el permanente hace que la demanda de dinero no dependiera de las condiciones de corto plazo y preferencia por liquidez, sino del componente permanente del ingreso nominal que descansa sobre decisiones intertemporales ajenas a las condiciones cíclicas de la economía. La TEA en el trabajo de la Curva de Phillips Aumentada y la oferta agregada garantiza que los agentes tomen decisiones correctas a largo plazo sobre los precios que vacían los mercados, específicamente los trabajadores sobre las decisiones de ofrecer trabajo, lo cual garantiza que la economía lleve sus

variables reales a los niveles naturales, esto sucedería cuando garantizando perfecta neutralidad del dinero. Además, se específica el papel desestabilizador del dinero en la economía a corto plazo donde no es neutro680 dado que el aumento no anticipado del dinero hace cometer errores en la formación de expectativas de los agentes provocando ilusión monetaria temporal en los trabajadores que toman decisiones equivocadas de oferta de trabajo lo que saca las variables reales de sus niveles naturales. Por ello el papel de las políticas de demanda son totalmente ineficaces a largo plazo para alterar variables reales y consiguen modificarlas a corto plazo pero acelerando la inflación. Asimismo, se sugiere reducir la inflación pero asumiendo más desempleo de manera transitoria, la persistencia y la magnitud está muy influenciada por el coeficiente de adaptación de los agentes pues si este es muy bajo la desinflada puede ser prolongada y dolorosa. Las críticas de la TEA se resumen en: que no son tan racionales porque los agentes pueden cometer errores de manera sistemática, es basada en información únicamente de la variable pronisticada y además solamente de sus valores pasados ignorando otras variables y sus influencias futuras, y una de las críticas más severas es que “cuando uno asume EA está asumiendo que es la historia y no las expectativas las que influencian las decisiones”.

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Parece un tanto confuso este aspecto pues los monetaristas querían destruir el argumento keynesiano, no obstante, descubrieron que el dinero era no neutro. Pero la diferencia radica en que los keynesianos creen que el dinero puede ser un mecanismo para restaurar el pleno empleo y para los monetaristas este actúa como distorsionante y generado de los ciclos.

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2. EXPECTATIVAS RACIONALES: NMC, RBC Y NMK

Según Keuzenkamp en 1991 sugirió que Tinbergen fue el precursor de la teoría de las expectativas racionales en 1932 y luego el trabajo de Mill en 1957 sobre la optimización de las decisiones de inversiones de las firmas (Snowdon y Vane, 2005). No obstante, 30 años después del trabajo de John Muth (1961), quién es reconocido como aquel que puso en el escenario de la macroeconomía moderna de manera clara el concepto de expectativas racionales, basado en que los agentes económicos forman expectativas de las variables económicas utilizando el verdadero modelo que realmente determina esas variables (Muth, 1961)

La teoría de las expectativas racionales TER constituye un avance significativo dentro del andamiaje neoclásico de la macroeconomía pues corrige muchos de los elementos que ignoraba la TEA los cuales pueden evidenciarse en sus propiedades esenciales. En primer lugar es un concepto de pronóstico en un contexto de inferencia en el sentido estadístico y no psicológico revisándolo cada vez que llega nueva información, es decir, contrario a la TEA la expectativa sobre una variable toma la forma de una distribución de probabilidad en lugar de un valor particular de predicción (Blanco, 1999).

Por ello, para comprender mejor el concepto de expectativa racional debemos familiarizarnos con la idea de probabilidad y probabilidad condicionada (Sheffrin, 1983). Para comenzar se empieza mostrando la distribución de probabilidad para una variable aleatoria discreta (X), o en su defecto, el valor esperado de esta variable:

Donde denota la probabilidad de que la variable aleatoria tome el valor de . La anterior expresión puede presentarse de forma continua así:

Donde es la función de densidad que mide la probabilidad de los diferentes para los diferentes valores que puede tomar X, y es la probabilidad de que el evento esté en el intervalo alrededor de X (Sheffrin, 1983).

No obstante, la definición de valor esperado de una variable aleatoria no es suficiente en la TER pues el resultado probable de las variables en el futuro se basa teniendo en cuenta la información pasada, presente y futura relevante, no solo de la variable a pronosticar sino de toda la que la teoría considere valiosa. Entonces la probabilidad en que descansa la TER es una función de densidad o probabilidad condicionada:

Donde es el conjunto de información disponible un instante antes de tomar el pronóstico sobre la variable. Este conjunto es uno de los avances de la TER sobre TEA pues permite reconocer que la formación de expectativas se hace de forma multivariada lo cual evita que se puedan cometer errores en el pronóstico.

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Para tal propósito se presenta un ejemplo similar al Teorema de la Telaraña pero bajo las nuevas condiciones:

Como se había mencionado para este modelo antes la demanda depende de los precios corrientes mientras que la oferta se supone depende de lo que los

empresarios esperan en (t-1) sobre los precios y que es una variable estocástica que afecta la oferta como el clima o una plaga. (Heijdra y Van Der Ploeg, 2002). El ejemplo anterior nos suministra una explicación detallada del conjunto de información de los empresarios:

La condición 27 nos muestra que el conjunto de información guarda importantes propiedades para la TER; Primero, reconoce que los empresarios tienen en cuenta información valiosa o relevante del pasado sobre los precios y las cantidades producidas en el pasado; Segundo, conocen la estructura del modelo en el que se desenvuelven sus decisiones por lo que conocen las funciones 24 y 25 y la condición de equilibrio 26 junto a los parámetros que las constituyen, y Tercero, y aunque no se conoce el valor efectivo del término de error en el periodo (t), si se conoce su distribución de probabilidad la cual tiene las propiedades de normalidad, media cero, varianza constante y no autocorrelación (Heijdra y Van Der Ploeg, 2002).

De acuerdo a lo anterior la TER puede resumirse mediante el ejemplo del equilibrio parcial a través de la formación de la expectativa sobre los precios:

La ecuación 28 dice que “la expectativa subjetiva sobre el nivel de precio formada por los agentes en el periodo (t-1) coincide con la expectativa objetiva de dado el conjunto de información (Heijdra y Van Der Ploeg, 2002, p. 63). Así que la expectativa individual o subjetiva termina equiparándose con el resultado sugerido como correcto por la teoría de forma objetiva681. En ese sentido, “Muth iguala esencialmente dos conceptos diferentes; las expectativas psicológicas subjetivas, que los agentes económicos poseen de las variables económicas, con la esperanza matemática condicionada de esas variables. O […] las expectativas subjetivas de la gente son, en promedio, iguales a los valores verdaderos de las variables [según la teoría]” (Sheffrin, 1983, p.20).

Adicionalmente, racionalidad es sinónimo de decisión óptima y ello a su vez es equivalente a equilibrio de mercado tal cual se mencionó en el ejemplo propuesto por Heijdra y Van Der Ploeg.

Así pues, las expectativas racionales no son sinónimo de predicciones perfectas pues existe la posibilidad de no tener una información completa y perfecta, ejemplo de ello es la parábola de las islas de Lucas. No obstante, dichos errores cometidos serán incorporados dentro del conjunto de información para que no se

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Según Vane y Snowdon (2005) la probabilidad objetiva sucede cuando los agentes creen que el pasado es estadísticamente confiable para guiar el futuro, y probabilidad subjetiva es cuando las probabilidades y proyecciones individuales dominan los resultados globales. La expectativa racional son un ejemplo donde confluye la probabilidad subjetiva con la objetiva

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vuelvan a cometer en el futuro, es decir, las expectativas racionales conducen a un resultado donde cualquier error no se comete más de una vez o no cometer errores sistemáticos. Matemáticamente esta propiedad se observa con la propiedad estadística de los errores en la predicción los cuales no están correlacionados entre sí (en otras palabras no se comete el error dos veces), tienen media cero pues se corrigen en promedio a largo plazo y varianza es mínima respecto de otros métodos de expectativas. Lo anterior asegura que la TER es el más exacto y eficiente método de formación de expectativas.

En contraste las expectativas adaptativas sólo importan la información pasada de la variable (backward looking) lo cual hace que se cometa el mismo error repetidamente y cause errores continuos en la expectativa. Un ejemplo de lo anterior se percibe en la hipótesis aceleracionista de la inflación donde si el empleo está por debajo de su nivel natural la inflación siempre estará creciendo, pues la expectativa que forman los agentes sobre esta variable siempre estará por debajo de su valor observado, es decir, continuamente la expectativa estará sesgada hacia abajo (Vane y Snowdon, 2005).

Como se había mencionado en el caso de la TEA los monetaristas la usaron para atacar el aparato keynesiano de Síntesis. En línea con estas críticas las expectativas racionales fueron esgrimidas como un aparato contundente contra los keynesianos ortodoxos dado que se les acusó de no tener una buena microfundamentación y no tener una teoría coherente de la formación de expectativas. La TER es usada por tres Escuelas de pensamiento macroeconómico actualmente como son: la Nueva Macroeconómica Clásica (NMC),) la Nueva Macroeconómica Keynesiana (NMK) y Ciclos Reales de los Negocios (RBC).

Una de las primeras aplicaciones la hace la NMC682 buscando una explicación del ciclo. A pesar de la estructura de expectativas racionales de Muth, niveles naturales de Friedman, estructura de equilibrio general walrasiano, flexibilidad de precios y salarios la estructura debía explicar situaciones del ciclo - no neutralidad y vaciamiento de mercados al tiempo. La respuesta de Lucas fue introducir un problema de extracción de señales correctas en los precios por parte de los agentes, es decir, un problema de información imperfecta. Por eso el modelo de Lucas lo llaman de percepciones erróneas. Entonces la explicación ciclo según la NMC sucede por choques agregados de demanda que resultan en un cambio no anticipado de la oferta monetaria, los cuales afectan a toda la economía causando errores en la formación de las expectativas sobre los precios (racionalmente formadas), lo que causa que la producción y el empleo se desvíen de su nivel de largo plazo o natural (información completa).

Contrario a Friedman donde los trabajadores son engañados, el modelo de lucas no cuenta con información asimétrica entre trabajadores y empresarios. En esta teoría son los dos, empresarios y trabajadores, los que comenten el error en la expectativa y reaccionan de manera equivocada ofreciendo más productos y

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Conocida como Escuela Monetarista marca II por Tobin dado que al igual que los monetaristas de Friedman creen que la fuente de la inestabilidad macroeconómica está del lado de las fluctuaciones no esperada de la cantidad de dinero.

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trabajo ante el incremento generalizado de los precios. Esto hace que la producción y el empleo vayan más allá de su nivel natural.

El problema es que en condiciones de asimetría en la información sí sube el nivel general de precios puede ser por: i) Una subida en la demanda del producto x de la empresa x por lo que responderá óptimamente produciendo más de ese bien, ii) o bien puede haber subido la demanda de todos los productos por lo que no es necesario producir más (Dornbusch y Fisher, 1998). Así tenemos la denominada Curva de Oferta Sorpresa de Lucas:

En la ecuación 27 se puede ver que el producto corriente cambiará únicamente cuando exista una desviación de los precios actuales respecto de los pronosticados. Para Lucas y la NMC la única forma de romper con la dicotomía clásica es mediante una sorpresa, es decir, un cambio en la cantidad de dinero en la economía que induzca a error en los agentes , lo que mostraría una curva de oferta agregada en el plano P e Y tendrá pendiente positiva de manera transitoria.

De lo anterior se muestra que, en un escenario de oferta y demanda agregada, si el Banco Central ejecuta una política monetaria expansiva los agentes saben (anticipan) que partiendo del punto (equilibrio natural-general), tal política se

traducirá en inflación por lo que incorporando esta nueva información en corregirán sus expectativas haciendo saltar la curva de oferta agregada hacia atrás, indicando que a los mismos precios se produce menos. Así el valor de la expectativa es otro muy diferente y se ajusta al nuevo nivel de precios compatible con el pleno empleo. Mirando la gráfica 4 estaríamos ante un ajuste de A a C.

GRAFICA 4. Oferta y demanda agregadas en el modelo NMC

Fuente: Snowdon y Vane, 2005, p.277 Por otro lado, si los agentes son sorprendidos nos deslizaremos sobre la curva de oferta agregada hasta el punto B de la gráfica donde se corta con la nueva demanda agregada. Esto por la percepción errónea de los agentes, productores y trabajadores respecto, del pronóstico del nivel general de precios, es decir, confunden cambios relativos por absolutos de los precios. Hay que fijarse que el ajuste A-C es monetarista de largo plazo y el ajuste A-B-C es monetarista de corto plazo, teniendo en cuenta que bajo la NMC debemos

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tener en cuenta si el cambio en la demanda agregada es anticipado o no respectivamente pero ambas situaciones suceden en largo plazo. En resumen, La NMC dice: 1) un incremento anticipado de la oferta monetaria eleva el NGP y no afecta variables reales, 2) solamente ofertas monetarias sorpresa afectan variables reales solamente en el corto plazo (Snowdon y Vane, 2005).

Lo importante para esta sección es que sí el banco central anuncia una regla de política monetaria conocida públicamente, esto haría que tal maniobra sea incapaz de alterar el nivel de producción y empleo aún en el corto plazo dado que los agentes económicos tendrían incorporado en su conjunto de información cualquier conducta del banco por lo que si éste cambia la cantidad de dinero los empresarios y trabajadores, de manera anticipada corrigen la expectativa al nuevo nivel de precios evitando desequilibrios en el mercado de bienes y trabajo.

Además, pensando en la Curva de Phillips aumentada con expectativas pero racionales se observa que si el cambio en la cantidad de dinero es anticipado por los agentes en la gráfica 6 la Curva de Phillips salta a un nivel mayor de inflación pero con el mismo nivel de desempleo dado que los agentes corrigen instantáneamente el cambio en las condiciones monetarias del sistema pasando de A a C. Por el contrario si son sorprendidos pasan por A, B y C. De allí radica la importancia de la credibilidad es que, sí el banco es creíble, los agentes tomaran sus políticas como verídicas y ajustaran sus comportamientos de tal suerte que las políticas no tengan ningún efecto real dado que si la política monetaria fuera mal llevada termina afectando la producción y el empleo, es decir, genera los ciclos problema conocido en la macroeconomía como inconsistencia dinámica683.

Otra Escuela macroeconómica que utiliza la TER es RBC que nace a comienzos de la década de los 80’s con un artículo publicado por Kydland y Prescott (1982) quienes muestran que la fuente de los ciclos es puramente del lado de la oferta en vez de shocks monetarios con desajustes de las expectativas como se había sugerido en los modelos de Lucas y Friedman. De todas formas la continuación de algunos rasgos de la NMC, como las expectativas racionales, hace que este modelo el de ciclos reales (RBC) sea considerado un NMC marca II (Snowdon y Vane, 2005).

Las mayores diferencias del RBC con las versiones de Lucas y Friedman son: i.) E factor dominante generador de los ciclos que son los shocks de productividad, ii.) Abandono de la información imperfecta y discrepancia en la expectativa y lo efectivo para explicar los ciclos, iii) rompimiento con la distinción entre corto y largo plazo. En los modelos de ciclos reales las empresas eligen los planes de inversión y contratación, y las familias la cantidad óptima de consumo y oferta laboral. Así la empresa compra trabajo y produce en cada uno de los periodos y el trabajador representativo ofrece trabajo, consume y ahorra bienes para periodos futuros (Dornbusch y Fisher, 1998). Como se mencionó para este modelo los ciclos son inducidos del lado de la oferta, por ejemplo, ante un cambio tecnológico, que

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De allí que una prenda de garantía de la mencionada credibilidad que garantiza estabilidad nominal y real es la puesta en escena de un Banco Central Independiente (BCI), pues muestra la importancia de las instituciones y las reglas para mantener la estabilidad de precios por medio de una discrecionalidad restringida por el objetivo implícito anti inflacionario actuando como un dispositivo de precompromiso. La idea de la BCI actúa como un bono de credibilidad que permite realizar políticas de desinflación sin una tasa de sacrificio grande (Snowdon y Vane, 2005).

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modifica la productividad del trabajo, el salario real, y por ese camino, la oferta de mano de obra que se sustituye intertemporalmente de manera racional haciendo fluctuar el nivel de empleo y producción, pero siempre en un escenario de pleno empleo, es decir, no se distingue entre corto y largo plazo. Además, el desempleo de la mano de obra es netamente voluntario por el cálculo antes comentado. Entonces si se produce un shock tecnológico positivo en un escenario donde los agentes forman expectativas racionales y no poseen información asimétrica, el problema de extracción de señales es saber si el shock de productividad es temporal o permanente. Por ejemplo, si es transitorio y positivo el salario real estará por encima de lo normal, por lo que el costo relativo del ocio será mayor, lo que hace a los hogares decidir ofrecer más trabajo ahora. Como se ahorra más, se puede invertir más y acumular más capital tendiendo efectos sobre la producción futura, es decir, shocks temporales tienen efectos permanentes. Cuando la situación vuelva a la normalidad el empleo y la producción serán menores pero mayores a los niveles previos. Así pues, para los RBC es inoficioso e innecesario hacer política contra cíclica cuando ellos creen que la economía fluctúa de manera natural y óptima. Esto es que los ciclos son respuestas óptimas de los agentes ante perturbaciones tecnológicas por lo que las políticas de regulación o incentivo a la demanda son innecesarias. También ellos creen que bajo decisiones óptimas el desempleo que surge es voluntario. La NMK ha incorporado una serie de herramientas de la revolución Clásica del cuerpo de la macroeconomía luego de los trabajos de Lucas en los 70’s. En general la NMK trata de restaurar el viejo modelo de Síntesis incorporándole microfundamentos arraigados en la competencia imperfecta, niveles naturales en las variables reales y el concepto de formación de expectativas racionales.

Todas estas adiciones se hicieron para responder a las críticas que daban por muertas las ideas keynesianas. Así esta Escuela demostró que aún en escenarios competitivos de equilibrio general las políticas de demanda serían efectivas dadas las rigideces, reales y nominales, de los precios684. Por ejemplo, Phelps y Taylor en 1977 muestran que las distorsiones nominales pueden tener efectos reales aún con modelos de expectativas racionales, dado que los contratos son negociados a largo plazo o de forma escalonada, es decir, que sean rígidos por un tiempo, por lo que una política de demanda hace que la economía se infle, por lo que el salario real bajará y la producción aumentará. Este resultado se mantiene mientras los contratos son renegociados.

Por otro lado, las teorías del salario de eficiencia muestran que las empresas suelen pagar un salario real por encima del compatible con el equilibrio en el mercado de trabajo por problemas de selección adversa, costos en la rotación de nómina o deterioro en el ambiente laboral que redunda en fluctuaciones de la productividad. Lo anterior se da porque los costos de reducción de los salarios exacerban los problemas mencionados superando las ganancia de ajuste salarial, de tal suerte que lo que a nivel de la firma es válido termina generando desempleo a nivel macroeconómico).

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No todos los modelos de NMK incorporaron la TER dada su ambigüedad teórica y empírica (Snowdon y Vane, 2005)

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Tanto las rigicedes nominales como reales hacen que las “políticas de demanda estabilizadoras tengan un lugar aún con expectativas racionales. Lo que debe suceder es que las autoridades deben reaccionar más rápido que el sector privado, es decir, […] se necesita una política de demanda expansiva antes de que los agentes económicos [alcancen a ajustarse y lleven la economía al pleno empleo]”(Snowdon y Vane, 2005, p. 369). Esto se puede ver en la siguiente gráfica donde la rigidez nominal de precios del mercado de bienes junto con la rigidez del salario real del mercado de trabajo hacen que ante una contracción de la demanda la producción y el empleo se encuentren por debajo de su máximo, y en un escenario de ajuste de precios lento es viable la intervención de las políticas demanda para asegurar el pleno empleo.

GRÁFICA 4. Ajuste macroeconómico bajo rigideces en la NMK

Fuente: Snowdon y Vane, 2006, p.397

Sin embargo, en el esfuerzo de responder a las inquietudes de la NMC y RBC los nuevos keynesianos sacrificaron principios fundamentales de la Teoría General de Keynes como el enfoque holístico por el individualismo metodológico, expectativas racionales por las condiciones de incertidumbre, entre otras (Caraballo, et. al., 2000). Tanto así que Mankiw uno de sus principales representantes de la NMK escribió:

La Teoría General es un libro oscuro […] pasado de moda […] Nosotros estamos en una mejor posición que Keynes para entender cómo funciona la economía […] Pocos macroeconomistas tienen una visión tan oscura de la economía Clásico [como keynes lo hizo] … los Clásico tienen razón en el largo plazo. Además, los economistas de hoy están más interesados en el equilibrio de largo plazo (Davidson, 2009, p.38)

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En el fondo la NMK está construida sobre el andamiaje metodológico de la NMC solamente que se superan algunos supuestos permitiendo, por ejemplo, competencia imperfecta y rigideces reales y nominales que evitan el ajuste automático walrasiano, el cual se reconoce como posible en un escenario racional.

No obstante al amplio uso de la TER estas han recibido un grupo de críticas dentro de las cuales puede mencionarse así; la primera que está relacionada con el costo monetario y en tiempo de adquirir la información y procesarla. La respuesta de los defensores es que se puede usar la versión débil de la TER donde solamente se necesita la información pública disponible teniendo en cuenta hasta donde el beneficio marginal de asegurar un buen pronóstico sea igual al costo marginal de recolectar y procesar la información.

La segunda crítica, más fuerte se cierne sobre la idea de que para realizar la TER los agentes necesitan conocer el modelo macro subyacente (función de distribución de probabilidad objetiva y de no conocerlo realizaran pronósticos insesgados para siempre (Snowdon y Vane, 2005).

La tercera es una crítica postkeynesiana que supone la expectativa racional funciona en un mundo de riesgo y no de incertidumbre pues en el primer caso se puede construir una distribución de probabilidad sobre un evento futuro y en el segundo caso no se puede hacer lo mismo pues el mundo postkeyinesiano es no ergódico y cada evento es único e irrepetible.

3. SPIRIT ANIMAL: LAS EXPECTATIVAS EN LA TEORÍA GENERAL Es usual en los manuales de texto modernos sobre macroeconomía reconocer la importancia de las expectativas dentro de los modelos de esta rama del pensamiento económico moderno, no obstante, siempre se presenta una salida bipolar, donde pareciera que las únicas teorías sobre la formación de expectativas son la adaptativa y la racional, siendo esta última la que se considera más potente teórica y hasta empíricamente dada su superioridad sobre la primera. Según Nevile y Kriesler (2008) los libros de texto tienen una concepción muy limitada del papel de las expectativas, por un lado son casi de uso exclusivo sobre la inflación esperada y otras variables nominales, y su papel en el largo plazo es aclarar a los agentes económicos los cambios de los precios y las variaciones reales de los mismos, lo que redunda en equilibrio en las variables reales alcanzando sus niveles naturales. Sin embargo, las posiciones a largo plazo de las variables reales si pueden estar afectadas por las condiciones y expectativas a corto plazo. Asimismo los autores mencionados creen que los libros de macroeconomía moderna ignoran el rol de las expectativas a corto plazo sobre las decisiones de inversión y las consecuencias que estas generan sobre el nivel de actividad a corto plazo, pues provocan súbitas fluctuaciones de la actividad económica induciendo cambios en la demanda efectiva agregada, y desconociendo a su vez, que las condiciones de la expectativa en el corto plazo cuando cambian los planes de inversión no solo inducen a variaciones cíclicas de la actividad económica sino también influyen sobre la capacidad productiva de la economía a largo plazo y su capacidad de creación de nuevos puestos de trabajo. Por lo anterior, Nevile y Kriesler (2008) piensan que las expectativas a largo plazo no están influenciadas de manera significativa por condiciones de inflación esperada sino por las expectativas de sobre la producción y la demanda futura.

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La posición de Nevile y Kriesler (2008) sobre el papel de las expectativas en la macroeconomía se basa en los trabajos del profesor John Maynard Keynes en el Tratado de la Probabilidad de 1921, La Teoría General de la Ocupación, el Intéres y el Dinero de 1936 y la Teoría General de la Ocupación de 1937. En la obra de 1921 Keynes sienta las bases para el concepto de incertidumbre que luego introducirá en sus obras más reconocidas de 1936 y1937. En el Tratado de la Probabilidad él escribe que las probabilidades lógicas no son medibles ni comparables (Kurczyn, s.f.). Para ello comienza mostrando la estructura de la probabilidad descansa en tres conceptos claves, a saber: i) las premisas (h), la creencia en que ocurra un evento (p) y la conclusión o resultado (a). Donde “(p) es la probabilidad de que ocurra a, dado el conocimiento de h … [es decir] … La probabilidad es un grado de creencia racional que se puede tener en una conclusión o resultado a partir de ciertos conocimientos o premisas”(Kurczyn, s.f. , p.4). A partir de la especificación anterior Keynes introduce dos conceptos que le sirven para explicar porque desconfía de las probabilidades como son; el peso de los argumentos685 y la relación lógica entre la conclusión y la información que lo soporta. De lo anterior, se puede mostrar como el concepto de incertidumbre es una cuestión de grado que va desde la total incertidumbre observado en la precariedad de los argumentos que respaldan la probabilidad y la no existencia de relación entre ) hasta el establecimiento de una relación precisa entre ) y un bagaje suficiente de premisas que respalden (p). Esto se puede observar en la tabla 1. Tabla 1. Escala Cualitativa de los grados de incertidumbre

De Crocco, M. (2000). p.18 La Tabla 1 muestra de manera precisa como Keynes concibe que la incertidumbre no se puede reducir a cálculo de probabilidad dado que nuestro conocimiento del futuro es fluctuante, vago y precario (Keynes, 1936 y 1937). Respecto de lo anterior Keynes escribe:

Estamos simplemente acordándonos de que las decisiones humanas que afectan el futuro, ya sean personales, políticas o económicas, no pueden depender de la expectativa matemática estricta, desde el momento que las bases para realizar semejante calculo no existen; y que es nuestra inclinación natural a la actividad la que hace girar las ruedas escogiendo nuestro ser racional entre las diversas alternativas lo mejor que puede, calculando cuando hay oportunidad, pero con

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Mide el grado de confianza en la probabilidad construida dependiendo de la cantidad de evidencias a favor y en contra de la ocurrencia del evento

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frecuencia hallando el motivo en el capricho, el sentimentalismo y el azar (Keynes, 1936, p.170). Justamente a partir del concepto de incertidumbre Keynes lanza su ataque sobre el modelo Clásico, presentando una teoría totalmente nueva de la inversión donde las expectativas resultan cruciales en la explicación de la inestabilidad macroeconómica manteniendo la economía por debajo de la ocupación plena, contrario a las versiones Clásicas de la expectativa que promueven la estabilidad y convergencia al pleno empleo. Como se sabe Keynes presenta una teoría de la demanda como determinante del nivel de producción y empleo, y para esto soporta su análisis en una modificación de las teorías del consumo y la inversión. Pero mientras para algunos autores la Teoría General es un libro Oscuro y descuidadamente escrito como mencionaron Lucas y Mankiw, para otros como Chick (1990) debe interpretarse como la obra de teatro con una serie de actos separados y actores diferentes que solamente se relacionan en el acto final para desenvolver la trama. En este caso es la Teoría de la inversión uno de esos actos donde subsisten tres guiones diferentes, subteorías que moldean el comportamiento de la acumulación capitalista. Las subteorías mencionadas son: i) una teoría práctica sobre el futuro, es decir, sobre las expectativas, ii) una teoría sobre las decisiones empresariales y iii) la teoría de la preferencia por liquidez, en otras palabras, su teoría de la tasa de interés. Y todo lo anterior atravesado por un escenario de incertidumbre propio de una economía monetaria donde los empresarios no conocen el monto de la demanda futura que asegure una absorción adecuada de la producción planeada. La formación de expectativas aparece de manera precisa en los capítulos 5 y 12 de la Teoría General del 36 y en el comienzo de su famoso artículo de 1937. Básicamente Keynes divide las expectativas en dos categorías, a corto y largo plazo. Las últimas están relacionadas con la tasa de ganancia esperada de los proyectos empresariales en un horizonte de tiempo de varios años, mientras que las primeras son las expectativas sobre el valor de las ventas y los costos una vez la producción ya está en marcha o lista para salir al mercado. La interacción de las dos categorías de expectativa aparece en la teoría keynesiana de las decisiones de inversión a través de la curva de Eficiencia Marginal del Capital (EMK) compuesta de tres conceptos: i) la corriente de ingresos, ii) el precio de oferta del capital o valor de la inversión junto a una tasa de descuento. Por un lado, la corriente de ingresos se percibe como el valor monetario de las ventas que espera el empresario en primer año, en el segundo y el tercero, la cual debe traer a valor presente encontrando una tasa de descuento que iguale el

precio de oferta del capital o el valor de la inversión inicial con la corriente de ingresos pronosticados. Así, si los empresarios perciben un escenario macroeconómico adverso, dadas las condiciones actuales, serán más cautos a la hora de proyectar su corriente de ingresos, por lo que se necesitará una tasa de descuento más baja que me asegure el equilibrio entre , por el contrario si los hombres de negocios perciben un escenario más favorable en el futuro colocaran en la corriente de ingresos un nivel más grande de ventas esperadas por lo que la tasa de descuento que se necesitará será más grande. La tasa de descuento mencionada oficia como proxy de la tasa de ganancia esperada de los proyectos (EMK)686, cabe notar que cuando el empresario

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Este concepto en finanzas se conoce como tasa interna de retorno.

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plantea su corriente de ingresos esperada lo hace sobre un escenario muy particular caracterizado por cierto nivel de confianza, es decir, dado un poco o precario nivel de información el empresario se imagina el futuro sobre la demanda de su producto, esto es justamente lo que Keynes reconoce como la expectativa a largo plazo. El acervo de información con que se cuenta para tal proyección, dice Keynes, dista de ser completo dado que nadie conoce el futuro y apenas puede imaginárselo teniendo en cuenta: i) las condiciones presentes dado que del futuro no sabemos nada, ii) el estado de opinión existente según se expresa en los precios y la producción actual, iii) recurrir al juicio del todo el mundo y comportase de acuerdo a la conducta de masa (comportamiento de manada) (Keynes, 1937). Como se observa lo anterior es sumamente volátil y es lo que Keynes reconoce como expectativas de corto plazo. Keynes abre la posibilidad de que las expectativas a corto plazo influencien las proyecciones de largo plazo (expectativas de largo plazo) a través de los cambios de información que provocan oleadas de pesimismos y optimismos en la creación de nuevos proyectos empresariales más allá de cálculos racionales y más bien influenciados por el capricho, el sentimentalismo y el azar, es decir, los espíritus animales. Así pues, las expectativas a largo plazo tienen que estar siendo revisadas continuamente conforme el escenario macroeconómico cambie y básicamente cada vez que la información se modifique y haga cambiar la percepción sobre el futuro de los negocios de los empresarios, en otras palabras, cada vez que cambiemos de estado de confianza como un cambio en el grado de incertidumbre de acuerdo a lo expuesto en la tabla 1.

Gráfica 5. Cambios en la eficacia marginal del capital

Fuente: Sheehan, 2009, p.130 Esto se puede observar en la gráfica 5 donde se presentan la curva de demanda de inversión (EMK) y su correspondiente estado de confianza. Entonces para un estado de confianza superior el nivel de inversiones tienen una rentabilidad esperada de EMK1, pero ante una oleada de pesimismos los mismos proyectos ahora tienen una tasa de ganancia esperada menor (EMK2) lo que me permite saltar a otra curva de demanda de inversión. No obstante, la teoría de las expectativas y las decisiones de inversión deben sumarse con la última teoría que se conoce como la teoría de la preferencia por liquidez. Acá Keynes reconoce que existen tres motivos por los que la gente demanda dinero, los conocidos: transacción, precaución y especulación.

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También en la curva de preferencia por liquidez podemos identificar dos momentos en el que las expectativas intervienen, por un lado, se encuentra la interacción entre la tasa de interés corriente, la esperada y la normal (escogida de manera subjetiva) en las decisiones de los especuladores a la hora de distribuir su ahorro en términos de bonos y dinero, esto es lo que le da pendiente negativa a la curva de demanda de dinero y permite la estabilidad del mercado de dinero687, y por otro, tenemos el motivo transacción que afecta específicamente a los empresarios denominado por Keynes como Motivo Finanzas el cuál muestra al dinero como otro factor de producción que está presente antes de la ejecución de los proyectos por lo que si se aplaza un negocio por un deterioro en las expectativas, los empresarios prefieren mantenerse líquidos y no convertir este dinero en demanda de insumos y factores. Finalmente, la curva de demanda de dinero puesta en su mercado determina la tasa de interés. Cruzando las tres teorías sobre la inversión tenemos un panorama amplio de la determinación de la formación de capital nuevo en la economía. Entonces se puede ver en la Gráfica 6 como una corriente de pesimismo hace que la curva de EMK se desplace hacia abajo reduciendo la inversión de Iwo a Iw1, pero en el mercado de dinero ante un escenario más incierto prefieren el dinero por su propiedad de reserva de valor la cual hace que la tasa de interés se eleve contrayendo aún más la inversión (Sheehan, 2009).

Gráfica 6. Cambio en la confianza y su efecto en la inversión

Fuente: Sheeehan, 2009, p. 161 Habría que fijarse en el claro contraste con la Teoría Ortodoxa sobre la inversión pues para ésta los empresarios pueden calcular las futuras consecuencias sobre las decisiones de inversión presentes a través del cálculo de probabilidad, es decir, supone que el sistema es inherentemente estable, contrario a lo que piensa Keynes donde las consecuencias de las decisiones futuras tuene consecuencias totalmente impredecibles. En el fondo la discusión se centra en la distinción hecha por Knigh en 1921 entre riesgo e incertidumbre, donde el primero los resultados alternos y sus probabilidades son conocidos, y el segundo algunas de las probabilidades pueden no ser conocidas (Hausman & McPherson,2009). Otras distinciones importantes son que la tasa de interés es claramente monetaria por lo

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Para ver a profundidad este aspecto consultar Gaviria 2007.

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que su equilibrio no garantiza el equilibrio compatible con el pleno del mercado de bienes y también se percibe que la curva de demanda de inversión no es originada en el sector real (productividad marginal del capital) sino que su origen se sustenta en una proyección monetaria de ganancias. Finalmente, tal y como mencionaba (1990), el acto final es la suma de la teoría de la inversión junto a la función de consumo que determinan el total de la demanda agregada, que a su vez determina el volumen de ocupación efectiva de toda la economía que puede estar por debajo del pleno empleo. Lo anterior puede verse donde la volatilidad de la EMK influenciada por la corrección de las expectativas a largo plazo de los empresarios por los cambios en el estado de confianza hacen que la demanda agregada se desplace determinando diferentes volúmenes de ocupación de equilibrio. Lo anterior muestra como en Keynes las condiciones de largo plazo continuamente se ajustan ante cambios en las expectativas de corto plazo. Versiones modernas de las expectativas exógenas keynesianas Existen dos interpretaciones modernas de la formación de expectativas al estilo Keynesiano de la Teoría General, las cuales han tratado de responder al poderoso aparato neoclásico que se resume en las teorías adaptativas y racionales. Estas dos posiciones se resumen en la visión Postkeynesiana encabezada por Davidson y la posición de Schakle. La primera, parte del escenario de verdadera incertidumbre que se percibe cuando el individuo no es capaz de especificar u ordenar el conjunto de expectativas sobre el futuro porque: i) no concibe todo lo que pueda suceder en el futuro, ii) y no puede asignar probabilidades a todas las consecuencias pues no hay evidencia suficiente para calcularlas. La posición de Postkeynesiana reconoce que el mundo no es ergódico, es decir, que los eventos del futuro no pueden ser mesurables dado que cada uno es único e irrepetible, en otras palabras, “los promedios y fluctuaciones del pasado no necesariamente se volverán a ver en diferentes periodos de tiempo” (Lavoie, 2006). Una de las aplicaciones es que este tipo de expectativas muestran que el dinero no es neutro dado que funciona como refugio de valor en medio de la incertidumbre haciendo que la demanda agregada no sea compatible con el nivel de pleno empleo. La otra posición es la de Shackle, este autor se opone a la expectativa construida de forma determinista (TER) donde los agentes económicos se limitan a elegir la mejor de las opciones precondicionadas sobre la probabilidad de ocurrencia del evento dada ciertas condiciones como la tecnología, las preferencias, entre otras. Desde la perspectiva de la TER el entorno y las condiciones que rodean la conducta humana ya está preestablecido y los individuos se limitan a descrubrirlo, así un error en el pronóstico es un desconocimiento completo de la red. Sin embargo, desde la perspectiva de Shackle los individuos forman sus expectativas construyendo imaginarios que tratan de consolidar en el futuro, lo que les permite decidir y no limitarse a elegir sus acciones, así concebida la expectativa es un acto de creación e innovación del futuro(Cantillo, 2003). Lo anterior, tiene una consecuencia sobre la trayectoria de las variables macroeconómicas que no tenderían hacia una posición en específico como los niveles naturales sino a situaciones incluso con desocupación y equilibrio.

4. CONCLUSIONES La teoría macroeconómica ha necesitado de manera recurrente de mecanismos que permitan entender el papel de las expectativas en el desempeño agregado de

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las economías. Basicamente tenemos dos posiciones bastante disimiles sobre el papel de las mismas. En primera instancia tenemos las expectativas de corte Clásico donde su rol es facilitar los cálculos intertemporales óptimos, y ayudar al mecanismo de precios para restaurar el equilibrio en los mercados, en especial el de trabajo, por lo que la expectativa permite estabilizar, o por lo menos mostrar la trayectoria de la economía a sus variables naturales. En segunda instancia tenemos las expectativas de tipo keynesiano que muestran la imposibilidad de los cálculos de probabilidad sobre eventos futuros en condiciones de incertidumbre por ello son los instintos temporales de los agentes económicos los que determinan la trayectoria de la economía que lejos de ser estables resultan caóticos y no necesariamente compatibles con condiciones de pleno empleo, desde esta visión la expectativa es más desestabilizadora y me permite pasar de un equilibrio a otro. Para los mainstream la incertidumbre presume que las expectativas: i) se basan en estadísticas del pasado, con la información de mercado mostrando información verídica de la inmutable probabilidad objetiva, ii) y la interpretación subjetiva de estas probabilidades basados en el axioma de la teoría de la utilidad esperada. Además para ellos incertidumbre y probabilidad son sinónimas. Un ejemplo de lo anterior son las expectativas racionales que se supone no enfrenta errores persistentes, en tal escenario las probabilidades subjetivas y objetivas son equivalentes y se derivan de un proceso estocástico ergódico. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS Argandoña, Gámez & Mochón (1996). Macroeconomía avanzada I. Mc Graw Hill. Bajo, O. (2000). Curso de macroeconomía. 2ed Blanco, L. (1999). Macroeconomía y desarrollo económico. Universidad Externado de Colombia Caraballo, et. al. (2000). La relación entre la nueva economía keynesiana y la economía postkeynesiana: una interpretación. Boletin ICE económico, (2658), 13 – 21. Crocco, M. (2000). The concept of degrees of uncertainty in Keynes, Shackle and Davidson. Documento de trabajo (147). Davidson, P. (2009). John Maynard Keynes. Palgrave Macmillan. Dornbusch y Fisher. Macroeconomía. 7ed. Mc Graw Hill. Froyen, R. (2009). Macroeconomics: theories and policies. Pretince Hall. Gandolfo, G. (1985). Economic Dynamics: methods and models. North Holland. Gertchev, N. (2007). A critique of adaptative and rational expectations. Quarterly Journal of Economics,(17), 313 – 329. Harris, L. (1993). Teoría monetaria. FCE. Hausman, M. & McPherson, M. (2009). El análisis económico y la filosofía moral. FCE Heijdra, B. & Van Der Ploeg, F. (2002). Foundations of modern macroeconomics. Oxford University Press. Kurczyn, S. (s.f.). Probabilidad, incertidumbre y especulación en Keynes: Evolución Actualidad Larrain, F. y Sach, J. (2002). Macroeconomía en la economía global. 2ed.Pearson. Buenos Aires Argentina. Neville & Kriesler (2008). Expectation and unemployment. En Wray y Forstater (Ed.) Keynes and macroeconomics after 70 years (pp.309-320). Edward Elgar.

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