El Paradigma Antiestoico

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INTRODUCCIÓN: En el presente trabajo me propongo analizar la obra Medea de Séneca bajo la perspectiva del estoicismo romano y la influencia de esta corriente filosófica en la obra del autor. Por medio de la presentación de séneca como pensador, mediador y educador se busca mostrar en Medea el modelo anti estoico o “paradigma negativo”, en el que se defiende que mediante un fin pragmático, didáctico e incluso lúdico el autor-pensador busca educador a sus espectadores de forma ambivalente: por medio del arte literario y por medio de la filosofía. Para cumplir con lo anteriormente pautado, se procederá en un primer lugar a presentar al estoicismo como corriente filosófica, a Séneca como exponente del mismo y finalmente, a la tragedia como modelo paradigmático. 1

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INTRODUCCIÓN:

En el presente trabajo me propongo analizar la obra Medea de Séneca bajo la

perspectiva del estoicismo romano y la influencia de esta corriente filosófica en la

obra del autor. Por medio de la presentación de séneca como pensador, mediador y

educador se busca mostrar en Medea el modelo anti estoico o “paradigma negativo”,

en el que se defiende que mediante un fin pragmático, didáctico e incluso lúdico el

autor-pensador busca educador a sus espectadores de forma ambivalente: por medio

del arte literario y por medio de la filosofía.

Para cumplir con lo anteriormente pautado, se procederá en un primer lugar a

presentar al estoicismo como corriente filosófica, a Séneca como exponente del

mismo y finalmente, a la tragedia como modelo paradigmático.

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DESARROLLO

1. El estoicismo

1.1 Etapas de la filosofía estoica:

Se pueden mencionar tres grandes períodos en la historia del estoicismo:

El estoicismo antiguo: nace en el siglo IV- III a. C en manos de Zenón de

Citio y es seguido por sus principales seguidores Cleantes y Crisipo.

El estoicismo medio: se corresponde con el siglo II a.C cuyos

exponenetes son Diógenes de Babilonia, Antípater de Tarsos, Panecio

de Rodas, Posidonio de Apamea y Cicerón.

El estoicismo nuevo romano: se corresponde con el siglo I y II d.C y tiene

como sus representantes a Séneca, Epicteto y Marco Aurelio.

1.2 Su nacimiento. Principales postulados estoicos.

Esta corriente filosófica fue fundada por Zenón de Citio en el siglo III a.C, el

cual fue discípulo de las corrientes cínica y megárica, también recibió influencias de

la Academia, Jenócrates y Polemón. Era escuchado por sus seguidores en la Stoa

Poikilé o “Pórtico pintado”, trabajo realizado por Polignoto, pintor reconocido. La

filosofía era dividida en tres partes: la lógica, la física y la moral.

En cuanto a la lógica, los filósofos estoicos mayormente inclinados al plano de

la acción, optan por absorber a la lógica en la dialéctica, pretendiendo con ello una

ciencia de lo “verdadero y de lo falso” .Eligieron la idea de consecuencia en lugar de la

inferencia Aristotélica; debido al carácter netamente empirista de esta filosofía, “lo

real” formaba parte de la experiencia corpórea concreta y la verdad residía en lo

general; se llegaba a conocerla por medio de la intervención de la razón.

En la física, los estoicos se ven influenciados por Heráclito y su postulado del

fuego como creador del universo, cito:

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“Les parece a ellos que la naturaleza es un fuego artífice, dirigido a

la generación, que es un soplo (espíritu) de la especie del fuego y de la

actividad creadora (arte).”1

Se admiten entonces, dos principios: uno activo y otro pasivo. El principio

pasivo representa a la materia, mientras el principio activo representa a la razón, que

se encuentra en la materia y que da forma a toda la creación. Esta “Razón Universal”

que ha dado origen al todo creado es Dios, quien es al mismo tiempo la sustancia de la

que está compuesto el mundo. Toda la creación se encuentra entonces unida por una

ley universal que no puede ser quebrantada, que es de carácter inexorable: el Destino

o Fatum. Y es por medio de este postulado que el estoico fundamenta que existe una

causalidad inherente a cada acontecimiento de la vida humana. Ante esta idea de

Destino predeterminado y con una causalidad fundada en la razón, era necesario que

el hombre se sometiera a este orden para poder estar en armonía con el todo. Está

entonces vinculado el Destino con el Logos Spermatikos o la Ratio Seminalis, razón

generadora que representa a su vez la administración divina del universo:

“Los estoicos demuestran que el Dios inteligente es fuego artífice,

que se dirige a la generación del mundo, conteniendo en sí las razones

seminales, según las cuales se engendran por predestinación todas las

cosas particulares; y es espíritu que penetra todo el universo (…)”2

La moral estoica se encuentra delimitada por el concepto de apatía, es decir, lo

que prima es la búsqueda de aquello que concuerda con nuestra naturaleza y no de

las pasiones o placeres que atentan con ese equilibrio proporcionado por la razón

universal. El sabio que logra adecuarse a su propia naturaleza es un hombre feliz

inclusive ante los infortunios. Cito

“La verdadera libertad es la del sabio que hace aquello que

depende de él y acepta con tranquilidad lo que escapa a su poder”3

1 Mondolfo, Rodolfo. El pensamiento antiguo: Historia de la filosofía greco-romana. Tomo II: Desde Aristóteles hasta los neoplatónicos. Losada: Buenos Aires, 1945. p 124

2 Ibídem., p.1253 Nelly Lopez de Hernandez. Manual de Historia y Cultura de la Grecia Antigua. Plus Ultra:

Buenos Aires, 1979. P. 4493

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Prescindiendo entonces de pasiones o emociones irracionales que no

responden a ese orden cósmico racional, el sabio es verdaderamente libre. Este

sentido de libertad que propone la filosofía estoica y el carácter universal de la

misma, hace que los filósofos se postulen ala sí mismos como cosmopolitas,

ciudadanos del mundo.

El problema del bien y el mal es circunscripto también ha este orden cósmico,

ya que se considera bueno o medidor de lo bueno a la razón, y como medidor de lo

malo al vicio o al exceso:

“(…) la virtud, es decir, la recta razón, es el único bien, y el vicio es

el único mal. (…) Pero hay cosas que, sin ser por sí mismas el mismo bien,

merecen el nombre de “preferibles”. Estas cosas son objeto de las

tendencias naturales del hombre: puede darse como ejemplo la salud (…)

el sabio, yodo y cumpliendo de ordinario acciones convenientes, se

mantiene dispuesto a modificar su conducta para realizar una acción

recta (…) “4

Este autodominio que forma parte del entendimiento del sabio, le permite

distinguir claramente entre el bien y el mal. Pero cabe preguntarse: si Dios es el bien,

la causa y sustancia de todas las cosas, ¿Por qué ha sido creado el mal? Ante este

planteo el estoico responderá con lo siguiente:

“Los males son el acompañamiento necesario del bien, que son sus

medios al mismo tiempo que su complemento porque ‘un contrario no

existe sin su contrario’ (…) Además el mal puede ser útil en la medida en

que es necesario para conseguir un bien mayor. También puede

originarse en la insensatez del hombre que se rebela contra la ley divina y

se niega a vivir de acuerdo con la naturaleza.”5

La idea de mal y bien se ve entonces ampliada, sacada de dominios fijos para

ser también puesta al servicio de este camino de ascesis por el que debe transitar el

sabio; la visón parcial de las cosas debe ser también transformada a una visón más

abarcadora que incluya a esa todo cósmico, supeditado al orden de la razón. La idea 4 Werner, Charles. La filosofía griega. Trad. Juan Eduardo Cirlot. Nueva colección labor, tomo

20. Labor: Barcelona, 1973. P 1745 Nelly Lopez de Hernandez. Manual de Historia y Cultura de la Grecia Antigua. Plus Ultra:

Buenos Aires, 1979. P.4494

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de bien o virtud es entonces propuesta como algo alcanzable por todos los seres

humanos ya que todos somos creación de esta Razón Universal, de un Dios

Inteligente, que es al mismo tiempo la razón de ser de la forma y la sustancia de esta.

Si Dios está en todos, la virtud y la felicidad pueden ser perseguidas por todos:

“Pero La ciudad de la cual es miembro no se limita a ninguna parte

del mundo: es el mismo mundo (…) A esta gran patria pertenecen todos

los hombres, sea cual fuere su condición social y su nacionalidad: todos

son hermanos, en tanto que poseen la razón y están destinados a la

virtud.”6

2. Séneca

2.1 Vida y muerte

Lucio Anneo Séneca nació en el año IV o V a. C en la Bética, Córdoba,

perteneciente a la Hispania, uno de los dominios romanos con más historia, que fue

elevado a “colonia” en el siglo I a.C. Su padre formaba parte de la orden ecuestre, lo

que acreditaba en su familia un claro signo de distinción social y económica. Su madre

Helvia, también era de origen Hispano; sin embargo ambos padres poseían fuertes

raigambres romanos en cuanto a su formación y su espíritu. Desde muy niño fue

llevado a Roma por una hermana de su madre; recibió la educación propia de las

clases intelectuales de su tiempo, acompañada más tarde por la presencia de su padre

que partió a Roma junto a sus hijos. Desde muy joven se interesó por escuchar a los

filósofos, ámbito del que nunca estuvo desprovisto debido a la influencia de su propio

padre. Realizo de joven un viaje a Egipto donde se dedicó al estudio de la geografía

del Oriente y de las cuestiones naturales. Al regresar a Roma en el año 31, lo

nombran cuestor, hecho que lo implica tempranamente en la política. Su prestigio y

su impecable elocuencia puso en riesgo su vida, ya que el príncipe Calígula, envidioso

de sus dotes naturales para la oralidad. Años más tarde fue desterrado por el nuevo

príncipe Claudio a Córcega, acusado por un adulterio que no había cometido. De

acuerdo con Fontán, Séneca partía al exilio dejando:

“ (…) a las dos Helvias, su madre y su tía – el padre muerto ya más

que octogenario-, tal vez a una esposa inidentificada, un hijo pequeño que

6 Werner, Charles. La filosofía griega. Trad. Juan Eduardo Cirlot. Nueva colección labor, tomo 20. Labor: Barcelona, 1973. p. 175

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moriría pronto, y se había visto obligado a partir a los veinte días de la

pérdida de su otro hijo, Marco.”7

Tras ocho años de destierro, Séneca vuelve a Romo por órdenes de la nueva

esposa de Claudio, su sobrina Agripina, descripta como “una mujer ambiciosa,

resuelta a gobernar el Imperio y a asegurar la sucesión a favor de su hijo Nerón”8.

Decide entonces que el filósofo cumpla con el rol de preceptor en la educación de su

hijo Nerón, a lo cual Séneca acepta entendiendo esto como un medio para influenciar

política y moralmente en el Imperio. Sin embargo, no podemos hablar de un Séneca

ambiciosos o pernicioso con las cuestiones de Estado, muy por el contrario, su actitud

fue la típica de un padre o de un guía espiritual de su pueblo, que puso su vida en y

por una filosofía:

“ Es admirable que a los 54 años, y al cabo de tantas desgracias

(…) Séneca conservara energías para emprender una vida nueva y una

vida tan activa (…) Que no le guiaban una pura ambición o una finalidad

hedonista, lo demuestran la sencillez de su vida personal en medio de las

mayores riquezas y su escasa presencia en las listas de las magistraturas

principales (…) Para comprender a Lucio Anneo Séneca, político activo,

pedagogo sin grandes esperanzas de un joven César lastrado con las taras

hereditarias de los Domicios y de los Tiberio- Nerones, hay que volver los

ojos a la doctrina de la secta estoica (…) al espíritu de servicio a la

comunidad (…) al realismo político que nace de su enérgica concepción de

la vida como lucha y de la virtud como fuerza; incluso a esa severa

sombra de pesimismo (…) que (…) engendra, paradójicamente, una

incansable fuerza.”9

Al morir Claudio, el sueño de Agripina es finalmente hecho realidad: su hijo

Nerón sería el nuevo príncipe de Roma. Séneca en su rol de amicus principis

influenciaba fuertemente el devenir del Imperio:

“(…) sin otro título oficial o magistratura que su prestigio y la

condición de amicus principis, gobernaba el Imperio Romano, dirigía las

7 Fontan, Antonio. Humanismo romano: clásicos, medievales, modernos. Planeta: Barcelona, 1974.p. 130

8 Ibídem., p.1319 Ibídem., p.133

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deliberaciones de un senado restituido en buena parte de sus antiguas

atribuciones políticas, sugería las principales decisiones de Estado y de su

cabeza visible, orientaba el pensamiento(…)10

Sin embargo, debido a las constantes prevaricaciones de su discípulo como al

rechazo que este sentía por la fuerte personalidad de su instructor, aprovechó la

conjuración de Pirón para eliminar todo tipo de oposición política y moral. a los 70

años de edad Nerón ordenó al sabio a quitarse la vida. Hecho sin embargo es

afrontado por Séneca con la mayor dignidad, resignándose a ese Fatum sin quejas ni

cuestionamientos, en un meditar contemplativo a esa inteligencia divina que aún en

tal desdicha sigue primando. Es Tácito quien se encarga de perpetuar sus últimos

momentos en su libro Annales:

“Séneca, sin temor alguno, pidió recado para hacer testamento, y

negándoselo el centurión, vuelto a sus amigos les dice: que pues se le

impedía el reconocer y gratificar sus merecimientos, les dejaba una sola

recompensa, aunque la mejor y más noble que les podía dar, que era el

espejo y ejemplo de su vida (…)Y juntamente, ya con amorosas palabras,

ya con severidad a manera de corrección, les hacía dejar el llanto y los

procuraba reducir a su primera firmeza de ánimo, preguntándoles:

¿dónde estaban los preceptos de la sabiduría; dónde la disposición

preparada con el discurso de tantos años para oponerse a cualquier

accidente y eminente peligro? Porque a todos era notoria la crueldad de

Nerón, a quien no quedaba ya otra maldad por hacer, después de haber

muerto a su madre y hermano, sino el quitar la vida a su ayo maestro.”11

“Después de haber dicho en general éstas y semejantes cosas,

abraza a su mujer, y habiéndole mitigado algún tanto la fuerza del temor

presente, le exhorta y le ruega que trate de templar y no de eternizar su

dolor, procurando con la contemplación de su vida pasada virtuosamente

tomar algún honesto consuelo y en su manera olvidar la memoria de su

marido. Ella, en contrario, afirmando que también tenía hecha resolución

de morir entonces, pide con gran instancia la mano del matador. Con esto,

Séneca, no queriendo impedirle su gloria, y juntamente amándola con

10 Ibídem., p.11811 Tácito, Cayo Cornelio. Anales. Trad. Carlos Coloma. Libro XV vv LXII

7

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ternura, por no dejar a tan caras prendas en poder de tantas injurias y

tan crueles destrozos, le dijo: Yo te había mostrado los consuelos que

había menester para entretener la vida; mas veo que tú escoges la gloria

de la muerte. No pienso mostrar que te tengo envidia al ejemplo que has

de dar de ti, ni estorbarte esta honra. Sea igual entre nosotros dos la

constancia de nuestro generoso fin; aunque es cierto que el tuyo

resplandecerá con mayor excelencia.12

Sin embargo, su esposa Paulina no muere, por ordenes de mismo Séneca que

sin rencor y entendiendo que su corazón abrazó la misma filosofía que él, pidió a sus

esclavos que vendaran sus heridas.

2.2 Su obra:13

Séneca posee entre sus escritos los más variados géneros, entre ellos

encontramos:

Diálogos : ordenados temáticamente de la siguiente manera: De la ira (41 d.

C.), De la serenidad del alma (53 d. C.),De la brevedad de la vida (55 d. C.),De la

firmeza del sabio (55 d. C.),De la clemencia (56 d. C.),De la vida bienaventurada o de la

felicidad (58 d. C.),De los beneficios (59 d. C.),De la vida retirada o del ocio (62 d.

C.),De la providencia (63 d. C.)

Tratados (De las cosas de la naturaleza, Cuestiones naturales)

Epístolas morales son cartas escritas a Lucilio con indicaciones éticas (124

cartas)

Consolaciones (a Helvia, Marcia y Polibio)

Tragedias: ellas son “Agamenón”, “Tiestes”,” Las troyanas”, “Las fenicias”,

“Hércules en el Eta”, “Hércules furioso”, “Edipo”, “Fedra”, “Medea”, “Octavia”

2.3 El ideal de sabio en Séneca

Si bien podemos hablar de Séneca como estoico, en él confluyen más de una

filosofía y entre una de ellas resulta importante destacar el postulado de ataraxia

(imperturbabilidad) propia de la corriente epicúrea. De acuerdo a María Zambrano

en su libro: “El pensamiento vivo de Séneca” existen características que diferencian a

Séneca como estoico: su permanencia atemporal o universal, su posición mediadora,

12 Ibídem., vv LXIII13 <www.wikipedia.com.ar>

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su sentido de la resignación y su carácter paternal. En relación a su universalidad, la

autora nos presenta a un Séneca que hasta el día de hoy dialoga y se encuentra

inmerso en las más profundas capas de la identidad humana, cito:

“A esta especie de clásicos (…) pertenece Séneca. Son aquellos que

tiene juntamente dos notas características: una cierta permanencia en la

popularidad y una cierta capacidad de “renacimiento” entre los cultos”14

“Porque si algo tiene la capacidad de renacer, de aflorar casi

repentinamente a la conciencia de una época es, sin duda, a causa de la

profundidad de su arraigo (...)”15

En cuanto a Séneca como mediador se nos presenta al filósofo como un

intermediario, que intenta con su conocimiento o al menos con su reflexión sobre el

mismo, brindar una respuesta que en palabras de la autora es:

“(…) un remedio que, más que curar, pretende aliviar; más que

despertarnos, consolarnos”.16

Ante la orfandad en la que vivía el ciudadano romano en medio de la

decadencia del Imperio, de la corrupción de sus gobernantes, Séneca se propuso ser

puente entre el más alto logos de un sabio como él y el pueblo romano en su totalidad.

El sabio se solidariza, asume un rol no solo de guía sino de padre, ya que en medio de

la adversidad reinante en su época logra dejar sentado un precedente, una máxima

que no dejase desprovisto a nadie de una respuesta o al menos de un consuelo:

“ Pues Séneca vivió en tiempos de tanta ignominia como se quiere

pensar y precisamente de ello sacó fuerzas para ejercer su paternidad,

para llevar un consuelo que no era simple anestésico, sino que

engendraba en las humanas criaturas una actitud, una cierta alma

templada y acordada, una armonía. Ante la desolación de los tiempos

dedicó la sutileza enrevesada de su mente (…) a fabricar el único remedio

que él vislumbrara: la resignación.”17

14 Zambrano, María. El pensamiento vivo de Séneca. Segunda edición. Losada: Buenos Aires, 1944. p.10

15 Ibídem., p. 1116 Ibídem., p.1717 Ibídem p.48

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Y a esto es fundamental agregar la subjetividad presente en su paternidad,

Séneca se pone a sí mismo como ejemplo, como modelo de dolor, como modelo de

sabio, utiliza su propia experiencia para ratificar sus postulados filosóficos y en

especial el de la resignación como camino para atravesar la vida humana. Palabra esta

que carece de todo significado peyorativo o negativo, ya que para un estoico la

sumisión a esa Ratio Seminalis, a ese destino administrado de forma causal por la

divinidad, es el único medio para alcanzar la felicidad. Y un ejemplo de ello se hace

presente en su escrito “Consolación a Helvia” en que después de animarla a aceptar la

muerte de su hijo de manera acallada y tranquila, rechazando de ella toda pasión

irracional, se pone a sí mismo como testigo, ya que a pesar de “lo intolerable que es

carecer de la patria”18 la resignación es el único camino posible y virtuoso:

“ Mientras no se prive a mis ojos de este espectáculo de que no se sacian,

con tal que se me permita contemplar la luna y el sol, sumergirla vista en los

demás astros, interrogar su salida y su ocaso, su distancia y las causas de su

marcha (…) admirar durante las noches tantas brillantes estrellas, inmóviles

unas, desviándose ligeramente otras, pero girando siempre en la órbita que

tienen trazada (…) con tal que viva n esta compañía, y me mezcle, en cuanto

pueda mezclarse el hombre a las cosas del cielo, con tal que mi alma, aspirando a

contemplar los mundos que participan de su naturaleza se mantenga en las

regiones sublimes, ¿qué me importa lo que piso?.”19

Resulta certeramente conmovedor como el filósofo logra someter todo tipo de

pasión irracional provocada por su situación de destierro y abraza enteramente esta

filosofía que llega a ser un estilo de vida, algo que traspasa el ámbito meramente

intelectual para circunscribirse a cada aspecto de lo cotidiano; un Séneca que como

padre no niega el dolor de su destierro pero que enseña a priorizar por sobre toda

circunstancia ese principio que es al mismo tiempo sustancia y causa de todo. Y no

solo se limita a motivar a sus seguidores a cumplir el camino de la resignación si no a

estar convencidos enteramente de ello, ya que en esa contemplación a la creación que

es Dios mismo, Séneca muestra no solo una obediencia intelectual sino una sumisión

movida por la admiración y la autodeterminación. Y este camino de resignación se ve

culminado con su muerte, cito:

18 Ibídem., En: “páginas escogidas de Séneca” p.7019 Ibídem., p. 74

10

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“La muerte de Séneca no fue como la de Sócrates el comienzo de

sus esperanzas, el cumplimiento de su fe, sino un tremendo fracaso (…)

Pero Séneca (…) murió elegantemente, sin queja ni llanto (…) Séneca

muerto por orden del poder, sacrificado por el señor a quien sirviera, no

puede ser mártir. Su muerte fue un gaje del oficio (…) Y fue un sabio

porque estando tan en la vida, no le sorprendió su propia muerte y supo

vivirla, representarla.”20

La autora nos presenta a un Séneca que no busca una razón pura sino una

razón necesaria, adecuada a los acontecimientos, una verdad concebida para ser

puesta en acción. Por ello habla del mismo como un “sabio a la defensiva”. Que se

preocupa más por vivir plenamente su paternidad que por pretender el poder para la

razón.

2.4 El uso paradigmático de Medea

2.4.1 Argumento y rasgos distintivos en la tragedia de

Séneca

Luego de ayudar a Jasón y a los Argonautas a escapar con el vellocino de

oro, Medea se refugia junto a su esposo Jasón en Corinto. Una vez allí Jasón

decide casarse con Creúsa, hija del rey Creonte. Medea movida por la ira

decide vengarse; en primer lugar convence a Creonte de que aplace solo un día

su destierro, argumentando precisar de ese tiempo para despedirse de sus

hijos. Ante la negativa que Jasón hace de sus súplicas, trama y lleva a cabo la

muerte Creúsa por medio de un regalo envenenado que envió en manos de sus

hijos, fatalidad que alcanza también a su padre Creonte. Por último, mata a sus

hijos, uno en presencia de Jasón y escapa por los aires.

Como rasgos diferenciales de la Medea senequiana podemos mencionar

los siguientes: el lugar que ocupan los monólogos o los momentos en que la

protagonista se ve consumida por el furor son mucho más preponderantes que

en la Medea de Eurípides por ejemplo; se destaca el protagonismo aunque

secundario de personajes que sirven de contrapunto y que reproducen el ideal

estoico como la nodriza y el coro, se prescinde de detalles como la visita del

20 Ibídem., p. 39-4011

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rey Egeo y el acuerdo de Medea con este ( presente en Eurípides) y el afecto de

Jasón para con sus hijos.

2.4.2 El protagonista como paradigma negativo

Podemos decir que en la mayor parte de las tragedias de Séneca el

protagonista no es presentado como modelo a seguir, sino que la obra en su

totalidad se circunscribe a un fin didáctico-propedéutico: destacar los rasgos

negativos del personaje principal para instruir acerca de principios morales

estoicos. La infidelidad de Jasón y el furor de Medea son utilizados para

demostrar la inutilidad de las pasiones irracionales, las consecuencias del

exceso, de la falta a la razón. También es importante destacar que a pesar de la

fatalidad de su pasión irracional, Medea posee una oportunidad para aceptar

su Fatum, y esto es porque su nodriza trata de instruirla por el camino de la

resignación, la anima a que acepte su destierro acallada, con templanza de

espíritu, pero la protagonista se niega a aferrarse a esta verdad y a creer en

ella como un camino para su salvación, ella decide darle lugar en cambio a su

dolor a su ira desmedida, a su anhelo de venganza. Y es aquí donde se delimita

como modelo claramente antiestoico, no renegando de sus pasiones sino

abrazándose a ellas y negando todo orden o principio universal. No existe por

parte de Medea un voluntarismo hacia ningún camino ascético o de perfección.

El mito de Medea se reestructura, se reorganiza bajo la ley de la causalidad

estoica y se usa al personaje para poner en advertencia al espectador de las

consecuencias que conlleva no asumir la responsabilidad que debe tener todo

ser humano: someterse a esa ratio universalis, que está en nosotros y es por

ello que el único camino para vivir esta vida es vivir conforme a esa naturaleza

que fue dispuesta así, que nos da forma y nos caracteriza.

En la obra el aspecto irracional es detallado pormenorizadamente por

el escritor, el cual se centra en acontecimientos que denotan la pérdida de

sentido que sufre Medea por su descontrol, ejemplos de ello son : los

monólogos que establece consigo misma ( ya sea clamando por justicia ante

los dioses, ya sea cuando se plantea que plan llevar a cabo) , el despliegue que

realiza al envenenar los regalos para Creúsa y la forma en que asesina a sus

hijos, especialmente al último de ellos, muestra claramente el grado de

enajenamiento que sufre la protagonista, situación expuesta en ocasiones por

12

Page 13: El Paradigma Antiestoico

la nodriza o por la mismas acciones de Medea. Otro rasgo que se niega a

someterse al dominio de la razón es la soberbia de Medea, su orgullo real, su

orgullo como mujer y en este camino que decide escoger para defenderlos es

cuando en realidad los pierde, al menos para la filosofía estoica.

CONCLUSIÓN

Para concluir, podemos decir que la presencia del Séneca Padre,

Mediador, Sabio recorre y configura la obra, Medea es reconfigurada con fines

propedéuticos: el sabio prepara a su público con un mito que forma parte de

su cosmovisión para dar una enseñanza: las pasiones irracionales tiene

13

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pasiones funestas, y ante esto, ante la ley de la causalidad divina, la sabiduría

está en resignarse con determinación de espíritu a ese Fatum en palabras del

mismo Séneca:

“¿Preguntas qué es la libertad? No ser esclavo de nada, de ninguna

necesidad, de ningún accidente y conservar la fortuna al alcance de la

mano.” 21

Vemos en Séneca al pedagogo del pueblo romano, que se hace puente

para hacer de la filosofía no solo una respuesta sino un consuelo, una certeza,

en medio de la desesperanza, aun en medio de la suya. Y es Medea uno de los

paradigmas más certeros para llevar a cabo la exposición didáctica de todo

aquello que no se debe ser, es ella el contrapuesto necesario para que el

camino del Bien y la Virtud sea claramente preferible

FUENTES BIBLIOGRÁFICAS

Obra literaria

- Séneca, Lucio Anneo. Tragedias. Trad. Jesús Luque Moreno.

Biblioteca clásica de Gredos, tomo 26.Gredos: Madrid,1997.

Medea pp 277-341.

21 < http://filoranca.wordpress.com>14

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Obra histórica y crítica

- Fontan, Antonio. Humanismo romano: clásicos, medievales,

modernos. Planeta: Barcelona, 1974. Pp. 115- 148

- < http://filoranca.wordpress.com>

- Mondolfo, Rodolfo. El pensamiento antiguo: Historia de la

filosofía greco-romana. Tomo II: Desde Aristóteles hasta los

neoplatónicos. Losada: Buenos Aires, 1945. Pp. 113-144

- Nelly Lopez de Hernandez. Manual de Historia y Cultura de la

Grecia Antigua. Plus Ultra: Buenos Aires, 1979. Pp 444- 451

- Tácito, Cayo Cornelio. Anales. Trad. Carlos Coloma. Libro XV vv

LXII- LXIII.

<www.scribd.com>

- Werner, Charles. La filosofía griega. Trad. Juan Eduardo Cirlot.

Nueva colección labor, tomo 20. Labor: Barcelona, 1973. Pp. 164

– 179.

- Zambrano, María. El pensamiento vivo de Séneca. Losada:

Buenos Aires, 1944.

- <www.wikipedia.com.ar>

15