El Pensamiento Económico y Social de América Latina-un Acercamiento Desde La Economía Política

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1 EL PENSAMIENTO ECONÓMICO Y SOCIAL DE AMÉRICA LATINA. UN ACERCAMIENTO DESDE LA ECONOMÍA POLÍTICA 1 . Guillermo Rivera Ariza INTRODUCCIÓN El pensamiento en América Latina, tiene su origen en la lógica de la modernidad; modernidad entendida como lógica de pensamiento bajo el criterio de la razón, que tuvo su origen en Europa a partir del s. XV. En la óptica de lo moderno, todo el pasado de América es irracional, es decir, aquellas culturas originarias que poblaron el continente antes de la llegada de los conquistadores europeos, son resumidas a una condición de salvajes. Me remonto tan atrás en el tiempo porque el objeto principal de análisis en este ensayo, es comprender el pensamiento latinoamericano, inmerso en la lógica de dominación imperialista, que se manifiesta desde la temprana llegada de Colón, mediante los espejos y la religión; hasta nuestros días, con los discursos del desarrollo; estrategias, todas, de la dominación de occidente hacia nuestra América. No es gratuito, que en América Latina, vivamos actualmente en condiciones de subdesarrollo, por no decir de pobreza y hambre. No es exclusivamente nuestra región en la que se concentran las contradicciones del modelo hegemónico, también existen en el mundo otros espacios, con diferentes peculiaridades que enfrentan a diario el mellado modelo civilizatorio de occidente y que cargan con la pesada carga de costear el bienestar de los países desarrollados; la extrema pobreza en África, la desigualdad en América Latina y explotación laboral en la India, son ejemplos presentes de lo que el modelo de acumulación capitalista ha representado. Este trabajo es un esfuerzo por entender el pensamiento de América Latina en articulación con el resto del pensamiento de las ciencias sociales, por ello, he considerado pertinente – además del compromiso académico con el doctorado- el efectuar un análisis intentando aplicar el método de la economía política – es decir la crítica de la economía política de 1 Este trabajo, lo clasifico como ensayo, en el estricto sentido de la palabra, por ello, es un intento por plasmar mi perspectiva respecto al pensamiento en América Latina, a la vez que pongo a prueba y consideración mi pueril manejo del método de la crítica de la economía política; suplico a ustedes mis Profesores su comprensión en caso de algún inintencionado atropello. Gracias.

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Un ensayo que intenta reflexionar sobre las principales corrientes del pensamiento económico en América Latina hasta 1970.

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    EL PENSAMIENTO ECONMICO Y SOCIAL DE AMRICA LATINA. UN

    ACERCAMIENTO DESDE LA ECONOMA POLTICA1.

    Guillermo Rivera Ariza

    INTRODUCCIN

    El pensamiento en Amrica Latina, tiene su origen en la lgica de la modernidad;

    modernidad entendida como lgica de pensamiento bajo el criterio de la razn, que tuvo su

    origen en Europa a partir del s. XV. En la ptica de lo moderno, todo el pasado de Amrica

    es irracional, es decir, aquellas culturas originarias que poblaron el continente antes de la

    llegada de los conquistadores europeos, son resumidas a una condicin de salvajes. Me

    remonto tan atrs en el tiempo porque el objeto principal de anlisis en este ensayo, es

    comprender el pensamiento latinoamericano, inmerso en la lgica de dominacin

    imperialista, que se manifiesta desde la temprana llegada de Coln, mediante los espejos y

    la religin; hasta nuestros das, con los discursos del desarrollo; estrategias, todas, de la

    dominacin de occidente hacia nuestra Amrica.

    No es gratuito, que en Amrica Latina, vivamos actualmente en condiciones de

    subdesarrollo, por no decir de pobreza y hambre. No es exclusivamente nuestra regin en la

    que se concentran las contradicciones del modelo hegemnico, tambin existen en el

    mundo otros espacios, con diferentes peculiaridades que enfrentan a diario el mellado

    modelo civilizatorio de occidente y que cargan con la pesada carga de costear el bienestar

    de los pases desarrollados; la extrema pobreza en frica, la desigualdad en Amrica Latina

    y explotacin laboral en la India, son ejemplos presentes de lo que el modelo de

    acumulacin capitalista ha representado.

    Este trabajo es un esfuerzo por entender el pensamiento de Amrica Latina en articulacin

    con el resto del pensamiento de las ciencias sociales, por ello, he considerado pertinente

    adems del compromiso acadmico con el doctorado- el efectuar un anlisis intentando

    aplicar el mtodo de la economa poltica es decir la crtica de la economa poltica de

    1 Este trabajo, lo clasifico como ensayo, en el estricto sentido de la palabra, por ello, es un intento por plasmar mi perspectiva respecto al pensamiento en Amrica Latina, a la vez que pongo a prueba y consideracin mi pueril manejo del mtodo de la crtica de la economa poltica; suplico a ustedes mis Profesores su comprensin en caso de algn inintencionado atropello. Gracias.

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    Marx- para establecer la pauta en que el pensamiento latinoamericano, ha respondido a

    distintos momentos, econmicos, polticos y sociales, desde la academia y desde la

    militancia, a las grandes problemticas que enfrenta Amrica Latina como bloque; pues

    est claro que la complejidad de analizar los tipos de pensamiento de cada nacin, sera

    muy amplio y superara la capacidad de este incipiente estudiante.

    Si bien el curso a que pertenece este esfuerzo se concentr en el periodo de 1950 a 1980,

    hago algunas regresiones a momentos del pasado latinoamericano, de los cuales

    conservamos una herencia, tanto precolombina como colonial y que son en ltima

    instancia, una conjugacin en el tiempo de nuestra amrica de la cual formamos parte,

    tengamos o no reconocimiento y conciencia de ello.

    Aunque se pone especial nfasis en las teoras econmicas, me atrevo a proponer que el

    papel de la economa, est siempre relacionado al resto de las ciencias sociales, sin caer en

    disciplinarismos; aludo a la sociologa y tambin a la ciencia poltica. Pues el

    entendimiento de los fenmenos que nos aquejan no es puramente econmico, como

    aspiran dar cuenta los primeros autores revisados en el curso, sino que cada partcula de la

    historia de amrica latina, se ha grabado en la memoria no slo de los economistas y

    socilogos, sino en las comunidades, las naciones, en nuestra gente.

    Para un abordaje ms consecuente con mis aspiraciones he optado por dividir el trabajo en

    tres apartados: el primero de ellos, destinado a explicar el contexto del pensamiento

    latinoamericano, heredero de una cultura precolombina, pero tambin primariamente

    eurocntrico; el segundo, est destinado un breve recorrido de algunos de los autores

    revisados en el curso y que sirven para hacer un balance entre las propuestas que

    pertenecen enteramente a una lgica occidental capitalista, y aquellas propuestas que se

    atreven a evidenciar las contradicciones del modelo y sus implicaciones en Amrica Latina;

    un tercer apartado, estar orientado a buscar solventar el doble mortal hacia atrs que

    representa hacer teora social hoy, considerando que a los lados existen abismos, el del

    determinismo que se expresa en reproducir el pensamiento colonial de dominacin, bajo

    cuya ptica el capitalismo es el nico camino posible, o el radicalismo que pretende una

    lgica de la ruptura, abierta y plena frente a los bloques econmicos del sistema mundo.

    Estos intentos, aspiran generar un aporte, quiz simple, quiz corto, pero sustancial, a mi

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    perspectiva, pues el crear es tambin derribar creencias, el proceso de realizar este trabajo

    habr de aclarar, ante todo, mis propias dudas.

    I. Amrica sin Historia y la Historia sin Amrica.

    Este apartado, tiene como propsito el dar un breve boceto de las herencias del

    pensamiento social latinoamericano, en tanto en su gnesis, pese al aplastante paso de la

    modernidad por las formas de pensamiento, organizacin y hasta educacin para quienes

    tuvieron esa opcin- a partir de la conquista; nunca ha podido separarse de aquel

    pensamiento precolombino, que representa, como algunos psicoanalistas se atreveran a

    decir, el eterno retorno de lo reprimido.

    De la fusin de las culturas, las visiones y tambin de las tensiones, surge una regin que

    no es occidente, pero tampoco vive sin que l lo permita, que est en las fronteras, pero que

    no est lo suficientemente lejos, vista por muchos como perifrica, por otros como tercer

    mundo, saqueada por muchos, venerada por muchos tambin, nuestra Amrica est

    enfrentada, hacia el occidente, desde el occidente y tristemente, en beneficio de occidente.

    Se dice comnmente que Amrica fue descubierta en 1492 por Cristbal Coln, cules han

    de ser desde 1492, las consecuencias de tal aseveracin y adems qu represent hasta

    nuestros das aquel descubrimiento. El encuentro entre aquellos dos espacios, represent

    ms que el choque de la madera de los barcos en la costa, represent la ruptura, de los

    modos de vida originarios, de las tradiciones, de los modos de pensamiento, de la

    cosmovisin, de la implantacin de nuevas formas de ver el mundo, la implantacin de la

    hegemona Europea.

    Fue en 1958, cuando el historiador mexicano Edmundo O Gorman, pblica su libro

    titulado La Invencin de Amrica, texto que sugiere que el continente, no fue simplemente,

    una fatalidad ciega que se cruz en el camino de Coln haca las Indias, sino que a partir de

    la llegada de espaoles y portugueses, se convirti en el objeto de la dominacin, pero

    sobre todo en el objeto de la invencin, poltica, social y cultural desde occidente.

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    Ante la aparicin de estos nuevos territorios, toda la maquinaria intelectual de Europa se

    concentr en formar las redes de dominacin y explotacin hacia estos espacios, tan

    susceptibles de ser aprovechados para la expansin del capitalismo y su partida a ultramar.

    A estos argumentos, se suma Boaventura de Sousa, cuando menciona que existieron tres

    grandes descubrimientos imperiales: El Oriente, la Naturaleza y el Salvaje. Todos ellos,

    utilizados en favor del desarrollo del modelo civilizatorio occidental. Aunque inmersos en

    una dinmica peculiar, cada uno subsumido en la dominacin y la implantacin de la

    hegemona del occidente.

    Ahora bien, la historia del mundo es la historia de Europa, antes de eso, se recuerda slo

    algunos referentes del pensamiento, momentos y culturas que dieron pie al esplendor de la

    razn; Grecia y la filosofa, Roma y el expansionismo, las formas republicanas incipientes,

    el marco germnico y toda la narrativa de la gnesis de aquel continente hasta nuestros das.

    Amrica, ocupa un lugar minsculo como aquel territorio que gracias al descubrimiento,

    fue rescatado de la oscuridad y del salvajismo, el lugar de Amrica en la historia

    contempornea ha estado siempre ligado a la idea de inferioridad frente a Occidente,

    nuestro descubridor, nuestro inventor y actualmente, nuestro dominador.

    Todo el pasado precolombino fue borrado, pues constitua un lastre que impeda el pensar a

    las colonias americanas hacia el futuro, las viejas tradiciones estaban basadas en

    conocimientos profanos que denostaban ignorancia; aun las grandes civilizaciones como los

    aztecas, mayas e incas, perecieron ante el avance de la razn, la conquista de Amrica dejo

    un saldo desfavorable hacia el pasado, todo aquel conocimiento fue en su mayora

    despreciado.

    As el captulo en la historia universal que corresponda a nuestra Amrica, al lado de las

    grandes civilizaciones sumerias, egipcias y mesopotmicas, fue arrancado y en su sitio

    prevaleci otro captulo, que con letras de sangre narr los avances y el progreso de la

    Nueva Espaa, las colonias del Imperio Portugus y la erradicacin de los asentamientos

    Indios de Norteamrica. Un ejemplo de cmo el occidente mir a los pueblos encontrados

    puede reconocerse en el texto de Bernal Daz del Castillo, Historia verdadera de la

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    conquista de la Nueva Espaa, donde da cuenta de las heroicas y valientes hazaas de los

    conquistadores frente a aquellos feroces salvajes de las Indias.

    El obsequio que nos hicieron los conquistadores a cambio del oro, la naturaleza y las vidas

    de nuestros ancestros, fue la religin, que adoctrino a nuestros pueblos para temer a Dios y

    vivir en sumisin frente al amo. Quedo de lado el recuerdo por lo ancestral, para vivir hay

    que olvidar, para progresar hay que producir, para avanzar hay que alinearse; y la

    recompensa por tan efectivo adoctrinamiento estn frente a nosotros, en cada hogar con

    hambre y en pobreza.

    Slo recientemente, en un esfuerzo por remembrar aquel pasado indgena, los estudiosos de

    amrica latina se atreven a aludir a esos viejos recuerdos, slo ante el patente fracaso del

    modelo civilizatorio occidental, es como se busca retornar a viejas prcticas que ahora, con

    nuevos ojos aparecen como complejas, articuladas y armnicas, no slo hacia los seres

    humanos exclusivamente, sino tambin al entorno, al ambiente y a la vida en general.

    Sin embargo se corren riesgos, desde 1492 y hasta nuestros das, el pensamiento dominante

    en Amrica Latina y podra atreverme a pensar que en el globo- ha sido el pensamiento de

    Occidente, el pensamiento imperial que toca no slo lo econmico, sino todas las esferas de

    la vida, y de toda la vida no slo la del hombre. En tal caso, este pensamiento hegemnico,

    proviene de esa antigua implantacin que tuvo lugar en la conquista, sin embargo, ha tenido

    tal penetracin que para muchos, por no decir todos, es casi imposible separarse de estos

    modos de pensar, es as como el pensar Amrica, se convierte siempre en un intento por

    acercarse al Europesmo.

    Las ms de las veces, el quehacer del cientfico social latinoamericano est relacionado con

    hacer parecer la realidad de amrica latina con la realidad europea, forzando la propia

    realidad, encasillndola en modelos de pensamiento eurocntrico que carecen de validez en

    el plano emprico. As, no slo se violentan los escenarios a nivel poltico, social o cultural,

    sino que se evidencia un vaco metodolgico y epistmico, la importacin de categoras de

    occidente no deje un saldo favorable, porque estamos movindonos en la lgica de la

    dominacin, de la invencin que alude O Gorman, del descubrimiento de Boaventura de

    Sousa.

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    En este sentido, hemos aliviado la tarea de nuestros captores, ya no es necesario ejercer un

    control explicito para contener al pensamiento de amrica latina, mantener su caucin y

    evitar su efervescencia. Los propios latinoamericanos, nos hemos formado bajo el velo de

    la razn de occidente, que ha sido la principal responsable de nuestra expoliacin, histrica,

    social, laboral, cientfica, etc.

    As, pensar amrica latina implica la recuperacin del pensamiento originario, que

    representa el otro lado de la brecha, el otro abismo, aquel que se sumerja en el pasado sin

    mirar el curso actual de los acontecimientos, se condena a caminar de espaldas al futuro. Si

    referir Amrica Latina desde las categoras occidentales, es caer en un reduccionismo, tanto

    ms resulta de querer despus de quinientos aos, recuperar el pensamiento originario en

    abierta ruptura con el panorama contemporneo de las sociedades latinoamericanas.

    Resulta de la misma manera poco provechoso, olvidar los efectos de la asimilacin y

    aculturacin de nuestros pueblos, despus de cinco siglos de dominacin desde occidente,

    no se puede derribar una imposicin sin entender la forma como dicha imposicin se ha

    articulado.

    Los conocimientos originarios de los pueblos precolombinos, dieron pie a una cosmovisin

    donde se articulaban el hombre y la naturaleza, por tanto eran armnicos, el conocimiento

    producto dela modernidad, puede llamarse en su seno europeo como consecuencia histrica

    o herencia cultural de los pueblos europeos, sin embargo, no es tarea de este ensayo el

    rastrear la legitimidad de su origen y denotar si su simiente es o no genuina de los europeos.

    En el caso del Amrica, si podemos decir que aquel conocimiento trado de ultramar, se

    insert de manera artificial en la vida de Amrica.

    Haciendo la metfora, podemos decir que en los pueblos originarios, el conocimiento se fue

    acuando a partir de las relaciones con el ambiente, mediante una profunda y estrecha

    vinculacin con la naturaleza, en ese sentido, es un rbol que crece, desde la raz y hacia el

    cielo, prolongando las races y engrosando el tallo en cada generacin, alimentando sus

    ramas con la interaccin del hombre con su entorno; a la llegada de la modernidad, la razn

    paso a cuestionar las hojas, el tallo y la raz, porque los edificios tericos de la modernidad

    eran de acero, as que no tuvieron duda en tanto haba que derribar un bosque entero.

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    El pensamiento de amrica latina pas a ser un pensamiento moderno, ya sea en su aspecto

    positivista, cuando se retom a la escuela francesa comtiana, con la separacin y

    fragmentacin del conocimiento y las ciencias; ya sea posteriormente en la figura del

    estructural-funcionalismo, al que principalmente aport Talcott Parsons y Roger Merton;

    otra ala del pensamiento es la que llego de facciones aparentemente ms crticas; el

    Marxismo.

    Sin embargo, estos modelos de pensamiento, que para ningn cientfico social

    latinoamericano son desconocidos, carecan de impactos significativos al interior de las

    sociedades latinoamericanas, porque en su lumen estribaba en relacin a las sociedades

    capitalistas ms desarrolladas, que si bien no eran homogneas, compartan ciertos rasgos

    que las hacan peculiarmente semejantes.

    As, a partir de los procesos de independencia y el nacimiento de las jvenes naciones de

    Amrica Latina, el proceso de dominacin se volvi mucho ms complejo, pues el

    andamiaje hegemnico, pas de una imposicin concreta, con nombre y apellido, a una

    forma ms abstracta, a travs de la mascarada de la poltica internacional.

    Los nuevos pases se encontraban ahora al timn de sus destinos, despus de cuatrocientos

    aos de yugo occidental, tuvieronestoportunidad para sacudir de sus territorios la

    presencia extranjera; la respuesta, es que cuatro siglos de adoctrinamiento tuvieron un

    efecto desfavorable para su liberacin; la dependencia2, que nos imposibilit para vivir sin

    desear ser como aquellos pases que otrora nos gobernaron, desebamos tener su xito, su

    alcance, su solvencia, su sociedad, inclusive sus rasgos. De aquel deseo inculcado por

    cuatrocientos aos, se aliment el imperialismo para continuar con su dominio sobre

    Amrica Latina.

    Allende los esfuerzos de cada independencia, la libertad se escabull; la historia de

    Amrica Latina giro, es entonces cuando el pensamientos social, inmerso en una tradicin

    cientfica, busc en sus herramientas convencionales las explicaciones de aquello que no

    2 No hablo de las teoras de la dependencia, de las que ms adelante dar cuenta en el apartado segundo, ahora me refiero simplemente al concepto de a pie.

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    era capaz de explicar, lo que encontr, fue un crculo vicioso que ocultaba las relaciones de

    dominacin an vigentes en nuestra Amrica.

    Slo algunas corrientes inspiradas en el marxismo, trataban de confrontar el avance

    capitalista en nuestras economas, pero cuestionaban a partir de la ortodoxia, de una

    realidad que no exista, pues trataban de secuestrar la realidad con conceptos ajenos a ella,

    un anlisis de la economa poltica era entonces una interpretacin de la realidad

    latinoamericana que la situaba entre el proceso de produccin feudalista en transicin al

    capitalismo, aquellos marxistas, en mi humilde opinin estaban ms cercanos a parecer

    europeos despatriados que discernan sobre la validez de la lucha de clases de algn pas de

    Europa, en vez de concentrar su atencin en el movimiento y la transicin social en general,

    es decir la totalidad, aquellos marxistas recuperaron el marxismo, pero no el mtodo de

    Marx.

    Existan las crticas a la implantacin del capitalismo en las recientes economas

    nacionales, sin embargo faltaba el ingrediente de lo latinoamericano. Por ello, al comienzo

    de este apartado he sealado que el pensamiento latinoamericano es un doble salto mortal

    hacia atrs y con la peculiaridad de dos precipicios a cada lado, de uno el eurocentrismo, el

    conocimiento colonial hegemnico que forz la realidad y sintetiza el mundo al mundo

    occidental. Por otro, la defensa a ultranza de un conocimiento originario que si se vuelve

    ahistrico pierde su potencialidad, es en ltima instancia, un anlisis responsable, que

    recupere el elemento histrico de Amrica Latina, aunado a un profundo deseo de cambio

    social, que ha de ser colectivo y compartido, como una forma de pensamiento

    latinoamericano puede florecer, un pensamiento que reverdezca el rbol del conocimiento

    originario, a la vez que permita albergar en sus ramas los efectos del paso de la

    modernidad, que seale las contradicciones, pero que sea capaz de generar los ajustes en las

    naciones de nuestra Amrica.

    No ms una amrica sin historia, no ms una historia sin Amrica.

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    II. De la Innovacin al etapismo, de la CEPAL a la Dependencia

    En este apartado se tiene contemplado el hacer un recorrido a travs de los que en trminos

    del curso, son algunos de los autores cuyos aportes al pensamiento de Amrica Latina,

    resultaron relevantes en funcin de los alcances y la forma en que fueron recibidas sus

    teoras.

    El Bloque Europeo

    Con el fin de desarrollar cierto orden, he convenido en ubicarlos en un primer grupo de lo

    que yo denomino el bloque europeo, con autores como Shumpeter, Lewis, Myrdal y

    Streeten; no pretendo de ninguna manera fincar la lgica de un grupo que constituya en s

    una escuela de pensamiento; tampoco la composicin del bloque obedece simplemente al

    origen de los autores, ptica bajo la cual Lewis quedara en cuestin, pues aunque es

    originario de Amrica Latina, fue acogido por Inglaterra. El elemento comn en estos

    autores, as lo identifico, es el nfasis en generar cuerpos tericos que legitimen y engrosen

    los procesos del capitalismo en Amrica Latina, aunque muchos de sus estudios son

    abiertos y generalizables a otras latitudes.

    Por ejemplo, en el caso de Shumpeter, se pueden recuperar los progresos que realiz para

    describir el ciclo econmico. En el ejemplo de Shumpeter, encontramos un labrador, que a

    base de la experiencia se inserta de un modo peculiar en el desarrollo de la economa,

    consiente de sus actividades; sin embargo, Shumpeter es insistente en que slo se hace

    valedera la explicacin en funcin de lo econmico; todos aportan a la montaa de

    productos a la vez que obtienen algo de ella; la experiencia les demuestra cunto pueden

    recibir a partir de su aportacin.

    Para Shumpeter, el participar de los beneficios de aquella montaa de productos, es en s lo

    que detona la accin en el hombre, pues su actividad est orientada bsicamente a satisfacer

    las necesidades. El hombre de Shumpeter es aquel que a travs de su experiencia en el

    trabajo diario, es capaz de atender sus necesidades de carcter econmico. Lo cual hace que

    la accin del individuo en s sea una razn fundamental y esencialmente econmica, alejada

    de otras pautas sociales, o culturales. En el anlisis de Shumpeter, el hombre es hombre

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    porque es un hombre econmico, y seala que los individuos tienen solamente influencia en

    tanto que son consumidores, en tanto que expresan una demanda. (Shumpeter, 1944: 34)

    En ese sentido, Shumpeter se nos presenta abiertamente como un promotor del moderno

    sistema econmico, del cual, se debe participar y ofrecer mejoras, es uno de los pioneros de

    la innovacin, pues en medida que las aspiraciones econmicas prevalecen, los medios para

    su obtencin estn al alcance de los individuos ms propositivos, que mediante la

    innovacin puedan influir en su capacidad productiva.

    Para Shumpeter, el cambio es un cambio progresivo, que no trae como consecuencia una

    crisis del modelo capitalista, sino que el cambio es visto como una transformacin, en

    sentido tecnolgico, diramos que hay que transformar ciertos procesos de produccin con

    ayuda de la innovacin tecnolgica, lo cual facilitara y mejorara todo el proceso de

    produccin. Este es el cambio del que habla Shumpeter.

    En Shumpeter, no encontramos una postura contestataria al modelo de acumulacin, sus

    argumentos no aluden directamente a Amrica Latina, sin embargo su influencia se

    extiende a lo largo del pensamiento econmico de mediados del s. XX. Aun para su poca,

    es temprano para el debate de desarrollo y subdesarrollo, aunque las bases histricas estn

    ya dictadas, no suma en este debate, parece un preludio de la economa neoclsica; pues

    tambin declara una postura anti-intervencin del Estado.

    Nuestro siguiente autor es Arthur Lewis; quien en su texto teora del Desarrollo

    Econmico, establece que lo importante no es la distribucin sino el crecimiento, y seala

    que existen tres causas por las cuales se llega a diferenciar el grado de desarrollo de pases

    que pueden tener recursos semejantes; la primera es el esfuerzo por economizar, ya sea

    reduciendo el costo de cualquier producto dado, o aumentando el rendimiento de

    cualquier insumo [] la segunda es el aumento de conocimientos y su aplicacin [pues] es

    evidente que el crecimiento acelerado de la produccin en los ltimos aos se asocia a una

    ms rpida acumulacin y aplicacin de conocimientos a la produccin. La tercera

    consiste en que el desarrollo depende del incremento del volumen del capital. (Lewis,

    1955: 11)

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    A partir deestcausalidad, que permite a Lewis explicar el desarrollo, podemos destacar

    tambin en su anlisis un sesgo histrico, pues en su segunda causa, que alude al

    conocimiento en el proceso de produccin, hace referencia no slo a los elementos

    econmicos, sino que hay una veta histrica que puede servirnos para conectar

    precisamenteestdiferencia entre los pases desarrollados y los subdesarrollados, por

    supuesto sin asentar ningn tipo de determinismos y mucho menos legitimar la condicin

    del atraso hacia el tercer mundo.

    Su obra, considera de manera especial el papel desempeado por el conocimiento en el

    desarrollo y los procesos que favorecen tanto la acumulacin como la difusin del

    conocimiento. (Lewis, 1955: 19) Sin embargo, toda la orientacin est dirigida a la

    consolidacin del modelo capitalista, pues busca siempre un incremento en la actividad

    econmica, el crecimiento.

    Tambin considera la relacin entre la acumulacin de la riqueza, el prestigio y el poder,

    smbolos, todos ellos de una capacidad del individuo por ostentar una posicin semejante a

    la de los pases desarrollados; seala por ejemplo, que en las sociedades precapitalistas, los

    ricos gastan su riqueza improductivamente, en tanto que en las sociedades capitalistas la

    invierten productivamente. (Lewis, 1955: 29) Relaciona la voluntad con la oportunidad, el

    trabajo con el ocio; la posicin social y efecto de la competencia en el desempeo de lo

    econmico.

    Seala tambin la importancia de los aventureros, los emprendedores, pues sin determinado

    nmero de ellos diseminados en la sociedad, el progreso no puede darse en sentido

    deseable.

    Saltamos as a nuestro siguiente autor; Gunnar Myrdal, en quien podemos encontrar

    claramente una aportacin ms contundente al debate de desarrollo/subdesarrollo; Myrdal

    ya sealaba en su texto de 1967 Teora Econmica y Regiones subdesarrolladas, que los

    pases pobres comprendan ms de dos terceras partes de la poblacin del mundo no-

    sovitico (Myrdal, 1967: 13), cifra que por lo menos era el doble del nmero de personas

    que habitaban pases ricos.

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    Y sealaba algunas diferencias entre unos pases y otros, por ejemplo que n pases ricos el

    nivel de salarios era elevado en comparacin con los pases pobres, as como el nivel de

    ahorro; para Myrdal (1967:55) son los pases industrializados los que se estn

    industrializando an ms.

    Los problemas de los pases pobres, para Myrdal radican en que el capital y la inversin

    son reducidos, dado el aumento constante de la poblacin, resultara favorable un

    incremento en stos, sin embargo, los pases pobres enfrentan adems el problema de una

    taza de natalidad elevada, y una baja tasa de mortandad, que en trminos prcticos resulta

    en una distribucin de la poblacin por edades desventajosa.

    Para Myrdal, las desigualdades van en aumento, mientras que los pases ricos continan

    desarrollndose, los pases pobres enfrentan la posibilidad de que quiz no lo logren. Hace

    un apunte importante respecto al concepto del equilibrio estable, de cual seala que un

    proceso social sigue una direccin dada haca una posicin que, en uno u otro sentido

    puede describirse como un estado de equilibrio entre fuerzas [] un cambio dar lugar

    con toda regularidad a una reaccin en el sistema, que se reproducir en forma de

    cambios que en general irn en direccin opuesta a la del primer cambio. (Myrdal, 1967:

    25) As, apuntala que el cambio social en realidad es un reajuste de las fuerzas, que

    finalmente no tienden al cambio, sino al equilibrio reformulado.

    Pasamos as a nuestro ltimo autor del bloque, Paul Streeten, quien hace una apuesta por el

    comercio internacional como el elemento que permite ir eliminando la brecha de la

    desigualdad entre pases desarrollados y subdesarrollados. Para Streeten, hay una

    coexistencia entre la abundancia de unos y el estancamiento de otros, se

    daestcontradiccin al mismo tiempo, por tanto el comercio es por excelencia el mejor de

    los remedios, pues permite estimular las economas estancadas mediante el intercambio,

    as, recursos que habran de permanecer ociosos, se vuelven aprovechables.

    Sin embargo; seala, que para el pas que depende del comercio exterior, es un riesgo la

    cercana de un estado que impulse la intervencin, pues sera un obstculo para el

    intercambio, observa en el comercio internacional no slo la facultad de cambio de

    mercancas, sino tambin de tecnologa y de conocimientos. Para Streeten, el crecimiento

  • 13

    se relaciona con el desarrollo en funcin de permitir que el comercio acte para generar

    crecimiento, en un esquema que se orienta a que mientras ms se comercia, ms se crece y

    por tanto ms se puede redistribuir al interior de los pases exportadores.

    Sin embargo,estredistribucin por goteo es cuestionable, pues el punto de vista de Streeten

    es sesgado, no va al fondo de la crtica hacia los modelos de comercio internacional, ms

    tarde, una crtica vlida, aunque no creo que directamente dirigida a l, sera la tesis de

    Prebisch sobre el deterioro de los trminos del intercambio, que deja al descubierto las

    desventajas del intercambio desigual entre pases desarrollados y subdesarrollados.

    Streeten no se esfuerza por dar cuenta de las desventajas de los pases menos desarrollados,

    pues para l en el terreno del comercio, se equilibran los contrapesos, para l la explotacin

    no existe, pues es producto de la libre convivencia, inclusive se puede ubicar a su crtica

    como monocausal, en tanto que debemos entender que la realidad es compleja y

    multidimensional.

    W. W. Rostow: Un Bloque en S

    A Rostow le quiero dedicar un bloque entero, pues ante tal intento por anteponer sus

    esfuerzos a los de Marx, no podra sino reconocerle cediendo todo un subndice para su

    abordaje.

    Lo primero de Rostow es el subttulo de su obra Las Etapas del Crecimiento Econmico, el

    cual dice: un manifiesto No Comunista. De entrada, parece que Rostow trata de enfrentarse

    abiertamente con Marx, se denomina as mismo como un historiador de la economa. Sin

    embargo, lo que predomina en su obra es un determinismo, que lejos de apelar una

    historicidad, se contenta con establecer una linealidad en la evolucin de las sociedades, de

    tal suerte que el nico escenario posible es el llegar a la ansiada etapa final de la sociedad

    de consumo en masa. Este sera el fin de la historia, como dira Fukuyama.

    El texto de Rostow, explica el progreso de las sociedades desde su base tradicional,

    pasando por una segunda etapa denominada condicin previa, una tercera llamada impulso

    inicial, otra de madurez y finalmente una ltima etapa, a la que denomina de alto consumo

  • 14

    en masa, o lo que sera lo mismo, la etapa de la abundancia3, el anhelo del desarrollo que se

    entrega a manos llenas a manos de los pases latinoamericanos.

    En el primer bloque, he tratado de ubicar algunos autores anglosajones, al menos en su

    formacin, y que compartan el compromiso por aportar al modelo de la economa

    capitalista, a Rostow habra podido sumarlo en este bloque, sin embargo, he reservado un

    espacio separado porque Rostow parece tener una intencionalidad distinta, no es un

    historiador de la economa, su planteamiento es de una orientacin puramente poltica, pues

    concentra su atencin en el debate de la poca entre el avance del socialismo del bloque

    sovitico, por tanto, los intereses de Rostow no estriban en pasar a la historia de los

    economistas clsicos, sino de los discursos ad hoc.

    El suponer que todos los pases han recorrido y han de recorrer el mismo sendero en su

    desarrollo, es un feroz atropello a las diferencias culturales, histricas y regionales de cada

    nacin, es vetar la pluralidad. Su anlisis supuestamente histrico, es en realidad ahistrico,

    pues no seala que los pases tengan orgenes distintos, lo mismo es la India, Inglaterra o

    Brasil, un historiador jams comprometera el destino de todas las naciones con un

    argumento tan general.

    En este documento, Rostow no seala como habran de caber todos en el Desarrollo, pues

    da por hecho que la abundancia de la ltima etapa puede abastecernos a todos, tampoco

    supone la contradiccin de los pases desarrollados y subdesarrollados, en algo que autores

    como Chang, sealan como el retirar la escalera; es decir, cancelar prcticas que

    permitieron el desarrollo de los pases avanzados y prohibirlas a los pases en vas de

    desarrollo; pero de ello no da cuenta Rostow.

    Y sin embargo, el texto de Rostow es un documento ineludible para entender el avance del

    desarrollo como teora econmica en hasta nuestros das, es seguramente ms ledo que

    otros textos cuyo carcter crtico se aventura a proponer aspectos diferentes de las

    dinmicas del subdesarrollo; lo ms interesante de este documento es la trascendencia que

    tuvo, su valor poltico, su legitimacin del modelo capitalista y su alcance en el tiempo.

    3 Ver: Rostow W. W. Las etapas del crecimiento econmico. Un manifiesto nocomunista

  • 15

    Ral y Celso, los Seores de la CEPAL

    En caso de Ral Prebisch, encontramos el primer referente de un pensamiento econmico

    exclusivo de Amrica Latina, la unidad de anlisis que emplea es el ciclo econmico, que

    permite la interaccin y sobre todo el intercambio; Prebisch parte de la idea de que durante

    el desempeo del ciclo econmico, las economas ms desarrolladas tienen ventaja sobre

    las subdesarrolladas por que se da un deterioro en los trminos del intercambio; lo que

    supondra la economa clsica, es que gracias a la divisin internacional del trabajo, se

    puede garantizar el equilibrio de los mercados, sin embargo, como bien sabemos el

    mercado no genera equilibrio.

    Por el contrario, la tesis de Prebisch indica que aunque en el inicio del ciclo, los productos

    de amrica latina que son productos primarios- adquieren un valor de cambio mayor

    respecto a mercancas y manufacturas de pases industrializados,estventaja relativa

    desaparece hacia el descenso del ciclo, por lo que en efecto, se comprueba que el

    intercambio se deteriora.

    Este es uno de los ms importantes aportes tericos que resuelve Prebisch, inclusive, se

    atreve a postular tambin en el documento de Los problemas tericos y prcticos del

    desenvolvimiento econmico, que no slo se puede hablar de un deterioro tan slo en

    trminos del ciclo econmico, sino tambin en contraste con los cambios en el consumo de

    los pases desarrollados con una baja elasticidad en el ingreso4.

    Algunas de las propuestas de Prebisch en un sentido contrario a la doctrina clsica, son por

    ejemplo su defensa del proteccionismo estatal hacia las empresas de reciente creacin; pues

    establece que ste no cierra mercados en amrica latina; alude a un criterio de la industria

    naciente, es decir, el apoyo a un periodo inicial en el que las empresas nuevas necesitan

    desarrollarse mediante la proteccin del estado.

    Defiende tambin la idea de la industria antieconmica, pues establece que aunque existen

    industrias que por su naturaleza no son rentables, es necesario que se mantengan en

    4 Ver: Prebisch, Ral. Los problemas tericos y prcticos del crecimiento econmico, en Adolfo Gurrieri (compilador). La obra de Prebisch en la CEPAL, Fondo de Cultura Econmica.

  • 16

    operacin, la teora clsica dice al respecto que se aprovechen las ventajas comparativas de

    la produccin; Prebisch dir que se conserven y se respalden.

    Una buena recuperacin a posteriori del trabajo de vida de Prebisch, puede encontrarse en

    el siguiente extracto de su texto Capitalismo perifrico, Crisis y transformacin, que me

    permito citar en extenso:

    Tras larga observacin de los hechos y mucha reflexin, me he convencido de que las grandes

    fallas del desarrollo latinoamericano carecen de solucin dentro del sistema prevaleciente. Hay

    que transformarlo. Muy serias son las contradicciones que all se presentan: prosperidad, y a

    veces opulencia, en un extremo; pobreza en el otro. Es un sistema excluyente. Difcilmente

    pudo haberse imaginado hace algunos decenios el impulso notable de la industrializacin, la

    capacidad, iniciativa y empuje de muchos empresarios y las crecientes aptitudes de la fuerza de

    trabajo. Se han alcanzado elevadas tasas de desarrollo y se est aprendiendo a exportar

    manufacturas contra obstculos internos y externos que antes parecan muy difciles de

    superar.

    Y est penetrando el progreso tcnico donde tardaba en llegar, especialmente en la agricultura

    tradicional. Pero el desarrollo se ha extraviado desde un punto de vista social y gran parte de

    esas energas vitales del sistema se malogran para el bienestar colectivo. Trtese de fallas de un

    capitalismo imitativo. Se est desvaneciendo el mito de que podramos desarrollarnos a

    imagen y semejanza de los centros. Y tambin el mito de la expansin espontnea del

    capitalismo en la rbita planetaria.

    El capitalismo desarrollado es esencialmente centrpeto, absorbente y dominante. Se expande

    para aprovechar la periferia. Pero no para desarrollarla. Muy seria contradiccin en el sistema

    mundial. Y muy seria tambin en el desarrollo interno de la periferia. Contradiccin entre

    proceso econmico y proceso democrtico. Porque el primero tiende a circunscribir los frutos

    del desarrollo a un mbito limitado de la sociedad. En tanto que la democratizacin tiende a

    difundirlos socialmente. Yestcontradiccin,esttendencia conflictiva del sistema, tiende

    fatalmente a su crisis (Prebisch, 1981: 14).

    En caso de Furtado, encontramos un apunte dirigido hacia superar la conceptualizacin del

    ciclo econmico de Prebisch, pues se relaciona directamente con el anlisis estructural de

    Amrica Latina, la concepcin de Furtado, permite ampliar el panorama de la CEPAL, pues

    concibe al desarrollo en trminos del acceso y especializacin de la tcnica, identifica que

    el desarrollo tiene su origen en el discurso del Progreso, acuado en la modernidad bajo tres

  • 17

    corrientes de pensamiento: el iluminismo, la acumulacin de la riqueza y la expansin

    geogrfica.

    Va un paso ms all del anlisis econmico pues entiende que el desarrollo, se finca en el

    supuesto de una misin civilizatoria, que arrojar beneficios a escala global mediante el

    comercio internacional. Sin embargo, tambin deja sealados que con este discurso del

    desarrollo, vienen tambin incluidas nuevas categoras de dominacin, el trabajo y la

    posesin de la tierra son ejemplos claros de ello. El hombre dejo de ser un igual al

    capitalista, ahora es por su trabajo una mercanca, que se puede reemplazar y sustituir por

    otro.

    Deja asentada la paradoja de la racionalidad instrumental, segn la cual, las tcnicas que

    son desarrolladas bajo la idea de elevar la produccin, se convierten en medios de la

    dominacin. Para Furtado, el progreso tcnico, es parte del proyecto capitalista y de su

    preproduccin; pues tiene por objeto el posibilitar la acumulacin5.

    Da cuenta tambin, de que el proceso de formacin del sistema econmico mundial, trajo

    como consecuencias, primero: la transformacin del modo de produccin, es decir, el

    proceso de destruccin total o parcial de las formas familiar, artesanal, seorial y

    corporativa de organizacin de la produccin [y segunda:] la activacin de las actividades

    comerciales [] Las regiones donde se localiz la aceleracin de la acumulacin

    tendieron a especializarse en las actividades productivas en que la revolucin en el curso

    del modo de produccin abra mayores posibilidades al avance de la tcnica,

    transformndose en focos generadores del progreso tecnolgico. (Furtado, 1980: 34)

    Para Furtado, el progreso se manifest [en] la modernizacin de los patrones de

    consumo, [avanzo en las estructuras sociales; el desarrollo y el subdesarrollo son

    expresiones de estas estructuras; son] situaciones histricas distintas pero derivadas de un

    mismo impulso inicial y tendientes a reforzarse mutuamente. (Furtado, 1980: 35)

    5 Ver: Furtado, Celso (1980). Breve introduccin al desarrollo. Un enfo-que interdisciplinario.

  • 18

    El Bloque Local, la Teora de la Dependencia.

    La teora o teoras de la dependencia, surgen en el escenario de Amrica Latina en los aos

    60, tienen, segn indica Atilio Born (2008: 22-24) un antecedente histrico que le da

    cuerpo, el mayo francs de 1968, la revolucin cubana, la alianza para el progreso

    impulsada por el presidente Kennedy, el impulso a las reformas agrarias y el fin del proceso

    de descolonizacin; todos ellos alicientes a que justamente en Amrica Latina, se

    cuestionara el carcter de un capitalismo que sent las bases de una dependencia econmica

    en los pases subdesarrollados. Dependencia que autores como Rui Mauro Marini,

    Theotonio dos Santos, Enzo Faletto, Fernando Henrique Cardoso, Andr Gunder Frank; se

    dedicaron a cuestionar.

    La teora de la dependencia es amplia en el sentido de su produccin, pues los textos son

    diversos y buscan explicar una realidad enfrentada y en tensin entre las regiones de

    Latinoamrica y el mundo desarrollado; este es uno de los puntos que las criticas apuntan

    con mayor frecuencia, el de que no existe un pensamiento nico que permita hablar de

    escuela de pensamiento en trminos formales; sin embargo, por ejemplo Vania Bambirra

    seala en su texto Teora de la Dependencia: una Anticrtica, que muchas de las crticas a

    las que se somete a la T. de la dependencia, carecen de objetividad, pues son incapaces de

    sintetizar el ncleo del pensamiento dependentista. (Bambirra, 1978: 2)

    La dependencia, representa un esfuerzo por superar los intentos de la CEPAL, pero tambin

    de las corrientes marxistas ortodoxas de la regin, que resultaban incapaces de dar cuenta

    del movimiento del modelo de produccin capitalista en Amrica Latina. Es quiz Marini,

    quien da cuenta de la importancia de superar los obstculos de la ortodoxia y dejar atrs el

    debate de feudalismo/precapitalismo; pues mucho papel haba sido ya desperdiciado en una

    discusin que lejos de acercarnos a la trama dela totalidad, nos distraa de los fenmenos

    verdaderos; los debates estaban en la apariencia, mientras que la teora de la dependencia,

    intentaba llegar a la esencia.

    A los tericos de la dependencia se les juzga por igual como si fuesen ellos mismos un slo

    cuerpo, de las fallas de Gunder Frank se destinan crticas hacia los dems tericos; y

  • 19

    finalmente, es principalmente Gunder Frank, como seala Bambirra, el principal chivo

    expiatorio de las crticas.

    Concluyo con esta teora, pues en la bsqueda de un intento vlido por generar autentico

    conocimiento latinoamericano, es este el mayor esfuerzo concebido, al menos sin penetrar

    en propuestas ms actuales como las de la decolonialidad de Lander, o la desconexin de

    Leonardo Boff.

    Es la teora de la Dependencia, en mi opinin el primer intento crtico por pensar Amrica

    Latina desde la perspectiva de Am*rica latina, es decir, con un planteamiento genuino, que

    no slo se limita a forzar las categoras del marxismo-leninismo, que se fortalece y

    enriquece la teora al dar cuanta de fenmenos como la sobreexplotacin del trabajador,

    concepto que acua tambin Marini.

    III. Doble salto mortal haca atrs

    El proceso de escribir es un proceso de aprendizaje; y mucho se me ha mostrado con ms claridad en el intento que he realizado (Baran, 1973: 11)

    El reto principal de este trabajo era el de ofrecer una visin desde el mtodo de la economa

    poltica, que diera cuenta de una totalidad, en la que el pensamiento social y econmico que

    ha permeado Amrica Latina, si bien no es unificado, si tiene seales de concretos

    tangibles, a partir de los cuales podemos fincar ciertas relaciones que buscan dar

    significados y explicar movimientos.

    Pensar Amrica Latina, es pensar que slo se puede pensar desde Amrica Latina, pues es

    un concreto en s misma, no una ramificacin del occidente, discutimos su forma de

    insercin al mundo capitalista, a la economa mundo, pero su carcter ajeno a occidente se

    da por sentado, una de las principales apariencias en las que se cae continuamente en los

    anlisis sociales de Latinoamrica, es imaginarla desde occidente, cuando lo que tenemos

    que plantear es el proceso inverso, plantearnos frente a occidente.

  • 20

    En Amrica las cosas ocurren en cierta medida al contrario de cmo han ocurrido en

    Europa; en nuestra Amrica, los Estados surgen como producto de un proceso de liberacin

    del yugo colonial, la sociedad se aferra a la figura del Estado como ente mediador entre sus

    necesidades y el avance del capitalismo; en Europa el Estado fue creado para facilitar la

    transicin del feudalismo al imperialismo, para derribar los ltimos escollos del

    absolutismo que impedan el progreso del moderno sistema econmico.

    En Europa por ejemplo, la teora sociolgica est fuertemente vinculada con la legitimacin

    de los sistemas de gestin poltica liberales y actualmente, neoliberales- que favorecen el

    debilitamiento de los gobiernos frente al libre mercado, que apoyan y soportan la

    dominacin de la sociedades y fincan aun despus de cuatrocientos aos, el ideal del

    progreso; en Amrica Latina, la sociologa ha buscado aunque no siempre con buenos

    resultados- tener un matiz crtico, se le vincula generalmente con movimientos de cambio

    social, con radicalizacin en vez de contencin.

    Es por ello, que pensar Amrica Latina es un doble mortal hacia atrs, porque se parte de la

    idea de repensarse a uno mismo, a la comunidad misma, con otros ojos, un ejemplo que me

    parece digno de mencin es el que hace C. Lenkersdorf en su libro, Aprender a Escuchar,

    donde retoma las prcticas de una comunidad de indgenas Maya-Tojolabales en Chiapas,

    en su narracin, podemos encontrar elementos que permiten la cohesin social y el cambio

    con slo poner un concepto tan elemental como saber escuchar al otro.

    En el periodo que estudi el curso, 1950-1980, encontramos desde modelos de pensamiento

    tradicional occidental, hasta propuestas criticas como el pensamiento de la dependencia, si

    bien este trabajo no es exhaustivo y reconozco que existen ciertos vacos, dejados ms por

    falta de tiempo que por un afn reduccionista, se aspira a dejar cuanta de que en la

    evolucin del pensamiento de Amrica Latina, existe una continuidad y un anhelo de

    resistencia, de respuesta ante lo que se nos presenta como natural, que es la pobreza, el

    hambre y la desigualdad.

    Estas discusiones, han estado dirigidas fundamentalmente en trminos econmicos, donde

    se le da un papel central a la capacidad de produccin, sin embargo, cuando los pases en

    desarrollo compiten con sus semejantes desarrollados, pocas son las posibilidades de una

  • 21

    competencia leal. Ya en aquellos aos se empezaba a distinguir que las posibilidades

    verdaderas de alcanzar el desarrollo eran limitadas, que los discursos eran tan insistentes en

    un nimo de engrosar el velo frente a nuestros ojos; sin caer en vaticinios, es clara la

    sentencia, el camino al desarrollo es un camino cercado.

    En el mundo contemporneo, subdesarrollo y desarrollo son dos caras de la misma moneda,

    el capitalismo, el imperialismo en un contexto ms abarcativo, como una unidad geogrfica

    llamada Latinoamrica, debemos exigir el derecho a decidir, si estamos de acuerdo con el

    modo de insercin no slo econmica, sino social y cultural, frente al sistema mundo.

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  • 22

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