8/19/2019 El Poeta Buñuel

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 “El poeta Buñuel” O. Paz

La aparición de La edad de oro y El perro andaluz, señalan la primera irrupción deliberada de la

poesía en el arte cinematogr!ico. Las nupcias entre la imagen !ílmica y la imagen po"tica,

creadoras de una nue#a realidad, tenían $ue parecer escandalosas y sub#ersi#as. Lo eran. Elcarcter sub#ersi#o de los primeros !ilmes de Buñuel reside en $ue, apenas tocadas por la mano

de la poesía, se desmoronan las !antasmales con#enciones %sociales, morales o artísticas& de

$ue est 'ec'a nuestra realidad. ( de esas ruinas surge una nue#a #erdad, la del 'ombre y su

deseo. Buñuel nos muestra $ue ese 'ombre maniatado puede, con solo cerrar los o)os, 'acer

saltar el mundo. Esos !ilmes son algo ms $ue un ata$ue !eroz a la llamada realidad* son la

re#elación de otra realidad 'umillada por la ci#ilización contempornea. El 'ombre de La edad de

oro duerme en cada uno de nosotros y sólo espera un signo para despertar+ el del amor. Esta

película es una de las pocas tentati#as del arte moderno para re#elar el rostro terrible del amor

en libertad.

n poco despu"s Buñuel e-'ibe ierra sin pan, un !ilm documental $ue, en su g"nero, es

tambi"n una obra maestra. En esta película el poeta Buñuel se retira* calla para $ue la realidad

'able por sí sola. /i el tema de los !ilmes surrealistas de Buñuel es la luc'a del 'ombre contra

una realidad $ue lo as!i-ia y mutila, el de ierra sin Pan es el del triun!o embrutecedor de esa

misma realidad. 0sí esta realidad es el necesario complemento de sus creaciones anteriores. 1l

las e-plica y las )usti!ica.

Por caminos distintos Buñuel prosigue su luc'a encarnizada por al realidad. 2ontra ella, me)or

dic'o. /u realismo, como el de la me)or tradición española 3 4oya, 5ue#edo, la no#ela

picaresca, 6alle78ncln, Picasso 3 consiste en un despiadado cuerpo a cuerpo contra la realidad.0l abrazarla, la desuella. 9e allí $ue su arte no tenga parentesco alguno con las descripciones

mas o menos tendenciosas, sentimentales o est"ticas, de lo $ue com:nmente se llama realismo.

Por el contrario, toda su obra tiende a pro#ocar la erupción de algo secreto y precioso, terrible y

puro, escondido precisamente por nuestra realidad. /ir#i"ndose del sueño y de la poesía o

utilizando los medios del relato !ílmico, el poeta Buñuel desciende al !ondo del 'ombre a su

intimidad ms radical e ine-presada.

9espu"s de un silencio de muc'os años, Buñuel presenta una nue#a película+ Los ol#idados. /i

se comparan a esta cinta las realizadas con /al#ador 9alí, sorprende sobre todo el rigor con $ue

Buñuel lle#a 'asta sus límites e-tremos sus primeras intuiciones. Por una parte los Ol#idadosrepresentan un momento de madurez artística* por la otra de mayor y mas total desesperación*

la puerta del sueña parece cerrada para siempre* solo $ueda abierta la de la sangre. /in renegar

de la gran e-periencia de su )u#entud, pero conciente del cambio de los tiempos 3 $ue 'a 'ec'o

mas espesa esa realidad $ue denunciaba en sus primeras obras 3 , Buñuel construye una

película en al $ue la acción es precisa como un mecanismo, alucinante como un sueño,

implacable como la marc'a silenciosa de la la#a. El argumento de Los ol#idados 3 la in!ancia

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delincuente 3 'a sido e-traído de los arc'i#os penales. /us persona)es son nuestros

contemporneos y tienen la edad de nuestros 'i)os. Pero Los ol#idados es algo ms $ue un !ilme

realista. EL sueño, el deseo, el 'orror, el delirio y el azar, la porción nocturna de la #ida tambi"n

tienen su parte. ( el peso de la realidad $ue nos muestra es de tal modo atroz, $ue acaba por

parecernos imposible, insoportable.

( así es+ la realidad es insoportable* y por eso, por$ue no la soporta, el 'ombre mata y muere,

ama y crea. La ms rigurosa economía artística rige a Los ol#idados. 0 mayor consideración

corresponde siempre una ms intensa e-plosión. Por eso es una película sin “estrellas”* por eso,

tambi"n la discreción del “!ondo musical”, $ue no pretende usurpar lo $ue en el cine la m:sica le

debe a los o)os* y !inalmente, el desd"n por el color local. 9ando la espalda a la tentación del

impresionante paisa)e me-icano, la escenogra!ía se reduce a la desolación sórdida e

insigni!icante, ms siempre implacable, de un paisa)e urbano. El espacio !ísico y 'umano en el

$ue se desarrolla el drama no puede ser ms cerrado+ la #ida y la muerte de unos niños

entregados a su propia !atalidad, entre los cuatro muros del abandono. La ciudad, con todo lo

$ue esta palabra e-traña de solidaridad 'umana, es lo a)eno y e-traño.

Lo $ue llamamos ci#ilización no es para ellos sino un muro, un gran ;O $ue cierra el paso. Esos

niños son me-icanos pero podrían ser de otro país, 'abitar un suburbio cual$uiera de otra gran

ciudad. En cierto modo no #i#en en

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Los ol#idados no es un !ilm documental. ampoco es una película de tesis, de propaganda o de

moral. 0un$ue ninguna pr"dica empaña su admirable ob)eti#idad, sería calumnioso decir $ue se

trata de un !ilm est"tico, en el $ue sólo cuentan los #alores artísticos. le)os del realismo %social,

psicológico y edi!icante& y del esteticismo, la película de Buñuel se inscribe en al tradición de un

arte pasional y !eroz, contenido y delirante, $ue reclama como antecedentes a 4oya y a Posada,

$uiz los artistas plsticos $ue 'an lle#ado mas le)os el 'umor negro. La#a !ría, 'ielo #olcnico.

0 pesar de la uni#ersalidad de su tema, de la ausencia de color local y de la e-trema desnudez

de su construcción. Los ol#idados posee un acento $ue no 'ay mas remedio $ue llamar racial %en

el sentido en $ue los toros tienen casta&.

La miseria y el abandono pueden darse en cual$uier parte del mundo, pero la pasión

encarnizada con la $ue estn descritas pertenece al gran arte español. Ese mendigo ciego, ya lo

'emos #isto en al picaresca española. Esas mu)eres, esos borrac'os, esos cretinos, esos

asesinos, esos inocentes, los 'emos #isto en 5ue#edo y en 4aldós, los #islumbramos en

2er#antes, los 'an retratado 6els$uez y